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01 Introducción 3
Los sistemas CCTV permiten la captura y gra- En el ámbito privado, la Ley 23/1992 de 30
bación de imágenes con fines de vigilan- de julio de Seguridad Privada no contiene
cia y seguridad, ya sea para salvaguardar indicaciones precisas en cuanto a la protección
la integridad de las personas, inmuebles de datos. El Tribunal Constitucional ha re-
y bienes, o en un contexto laboral, para marcado que debe darse tanto la concurrencia
comprobar el cumplimiento de obligacio- de condiciones que legitimen los tratamientos,
nes por parte de los trabajadores. La vigilan- como la definición de los principios y garantías
cia es una práctica cada vez más extendida, y su que deben aplicarse para la videovigilancia, a la
uso implica el deber de seguir una serie de nor- que considera un medio especialmente invasivo.
mas y leyes, que vamos a conocer en esta guía.
En el tratamiento de imágenes usando video-
Toda información recopilada para algún fin so- cámaras o webcams, que se podría considerar
bre personas afecta a lo que se considera a una extensión del uso que hacen los sistemas
efectos legales un bien digno de protección de videovigilancia pero con otro objetivo, tiene
jurídica. Los derechos de las personas entran cabida también la aplicación de la Ley Orgánica
en juego, por lo tanto se deben contemplar una de Protección de los Datos de Carácter Personal.
serie de garantías específicas. La Ley Orgánica
de protección de los datos de carácter per- La Instrucción 1/2006, de 8 de noviembre,
sonal (LOPD) 15/1999, de 13 de diciembre, de la Agencia Española de Protección de
especifica que el uso de sistemas de videovigi- Datos, se dictó para recoger tratamiento de da-
lancia debe estar sujeto a ella, ya que se ven tos personales con fines de vigilancia mediante
afectadas personas identificadas o identificables. cámaras o videocámaras. Todo ello tenía como
fin el ajustar estos tratamientos a la ley Orgánica
El responsable de la videovigilancia de unas insta- 15/1999.
laciones estará obligado a identificar en todo
momento, de forma clara, que el empleo de
las cámaras de vigilancia cumple con la
Ley. Por otra parte, el compromiso de informar
al titular de los datos y hacerlo con criterios com-
prensibles, homogéneos y fácilmente identifica-
bles, es de difícil aplicación, incluso con buena fe.
La ley iguala las imágenes personales con cualquier otro dato personal desde un punto de vista jurídico.
Esto implica que se deben aplicar sus restricciones al uso de sistemas de videovigilancia, cámaras y
cualquier otro medio técnico análogo, que capte y/o registre imágenes, ya sea con fines de vigilancia u
otros supuestos. Todo ello, siempre que exista grabación, captación, transmisión, conservación,
o almacenamiento de imágenes, incluida su reproducción o emisión en tiempo real o un
tratamiento que resulte de los datos personales relacionados con aquéllas. Y además, siempre que
tales actividades se refieran a datos de personas identificadas o identificables.
La legitimidad también se entiende cuando se dé alguna de las circunstancias previstas por el artículo
6.2 LOPD u 11.2 LOPD que resulten de aplicación a este tipo de medios. Si la ley vigente impone algún
requisito adicional, habrá obligación de cumplirlo.
El uso de sistemas de videovigilancia deberá ser siempre respetuoso con los derechos de las
personas y el resto del ordenamiento jurídico.
Ni cámaras ni videocámaras que estén instaladas en espacios privados podrán capturar imá-
genes de espacios públicos.
Solo podrán captarse imágenes limitadas y parciales de vías públicas, si ello es imprescindible
para la finalidad de vigilancia que se pretende, o no se puede evitar por la ubicación de las cámaras.
Deberá haber proporcionalidad entre la finalidad perseguida por el funcionamiento del
sistema de videovigilancia y el modo en el que se traten los datos.
Las imágenes se conservarán durante el tiempo imprescindible para la satisfacción de la
finalidad para la que se recabaron.
La captación y/o grabación de imágenes debe ser siempre comunicada a los afectados.
Solo se justifica el uso de instalaciones de cámaras o videocámaras cuando no se admita un
medio que implica una menor invasión en la vida personal.
En el ámbito personal y doméstico de una persona física, dentro de una actividad privada o familiar,
por ejemplo en una celebración familiar o un viaje, no se aplica esta ley al tratamiento de imágenes.
La LOPD tampoco es aplicable a los medios de comunicación en el ejercicio legítimo de los
derechos que les confiere el artículo 20 de la Constitución Española.
Antes de hablar de las obligaciones legales que implica el uso de sistemas de videovigilancia es
necesario explicar que el uso de estos sistemas implica la creación de ficheros.
Por fichero se entiende “todo conjunto organizado de datos de carácter personal, que permita
el acceso a los datos con arreglo a criterios determinados, cualquiera que fuere la forma
o modalidad de su creación, almacenamiento, organización y acceso”. Es una definición que
recoge el real decreto de la LOPD.
Todo fichero generado deberá estar previamente notificado a la Agencia Española de Protección de
Datos, para su inscripción en el Registro General de la misma. Si son ficheros de titularidad pública,
en primer lugar su creación se hará con disposición de carácter general publica en el correspondiente
diario oficial conforme a lo establecido en el artículo 20 LOPD para inscribirlo después.
El deber de informar
Las circunstancias especiales en las que se utiliza la videovigilancia hace
que, en ocasiones, sea difícil cumplir con la obligatoriedad del derecho
a la protección de datos de las personas cuyas imágenes se capten.
En la Instrucción 1/2006 se especifica el distintivo informativo y
obligatorio que debe exhibirse. La Agencia Española de Protección
de Datos permite obtener un modelo aquí. El distintivo debe colocarse al
menos en los accesos a las zonas que sean vigiladas, ya sean interiores o
exteriores. Si en el edificio hay varios accesos bajo vigilancia, la información
debe poder verse en todos ellos.
A ello hay que sumar la explotación de centrales para la recepción, verificación y transmisión
de las señales de alarmas y su comunicación a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad (así
como prestación de servicios de respuesta cuya realización no sea de la competencia de dichas
Fuerzas y Cuerpos). Se trata de actividades autorizadas por el Ministerio del Interior, conforme al
artículo de la 5 de la Ley 23/1992 de 30 de julio de Seguridad Privada.
Si la empresa de seguridad contratada para ofrecer sus servicios de vigilancia emplea videocámaras
y/o accede a las imágenes, se debe firmar un contrato de acceso a los datos por cuenta de
terceros, regulado por la RDLOPD. Sus características son las siguientes:
Los servicios de seguridad deberán consignarse por escrito y comunicarse, con al me-
nos 3 días de antelación a su puesta en marcha, al Ministerio del Interior. Así lo indica el
artículo 6 de la Ley de Seguridad Privada.
Si la empresa de seguridad no tiene acceso a las imágenes, deberá aplicarse lo que señala el
artículo 83 del RDLOPD. En él se indica que el contrato de prestación de servicios recogerá
expresamente la prohibición de acceder a los datos personales y la obligación de secreto respecto
a los datos que el personal hubiera podido conocer.
Medidas de seguridad
El que contrata los servicios de una empresa de seguridad tiene la obligación de cumplir con el deber
de garantizar la seguridad de las imágenes en los términos establecidos por la LOPD y
su Reglamento de desarrollo. De él también depende la puesta en marcha de medidas de índole
técnica y organizativas que aseguren las imágenes y eviten su pérdida, alteración, tratamiento o acceso
no autorizado.
Las personas con acceso a los datos deberán ser informadas por el responsable sobre sus obligaciones
de seguridad y su deber de secreto en los términos del artículo 8 de la Instrucción 1/2006. Además,
cualquier persona que por razón del ejercicio de sus funciones tenga acceso a los datos deberá observar
la debida reserva, confidencialidad y sigilo en relación con las mismas.
Empresas de seguridad
Estos servicios sólo pueden ser prestados por empresas específicamente autorizadas en virtud de sus
condiciones y cualificación, así como especial diligencia. Ésta se sustancia en exigencias específicas.
La empresa de seguridad privada que instale o mantenga los servicios de vigilancia debe asegurar
que esos sistemas cumplen los requisitos de la LOPD y de la Instrucción 1/2006.
Videoporteros
La Instrucción 1/2006 excluye expresamente su aplicación a imágenes obtenidas en el ámbito
personal y doméstico. Como tal se entiende el que lleva a cabo una persona física durante una actividad
privada o familiar. Si el uso de videoporteros solo tiene la función de verificar la identidad de
la persona que llama al timbre y de dar acceso a la vivienda, la normativa sobre protección de
datos no es de aplicación.
Cuando las imágenes captadas con sistemas de videovigilancia se refieran a personas identificadas o
identificables, tendrán que aplicarse los principios generales vigentes en materia de protección
de datos personales, que son los siguientes:
Las normas sobre protección de datos no serán de aplicación cuando las imágenes captadas y/o
reproducidas no permitan la identificación de personas, ni otros aspectos que tengan que con
informaciones personales, como por ejemplo los números de matricula de vehículos.
En caso de utilizar la videovigilancia con fines de seguridad privada, siempre se deberá contar
con empresas de seguridad.
Sistema Analógico y HD
¿La Instrucción 1/2006 afecta al uso de una videocámara para grabar imágenes
de la vida familiar?
Las actividades personales o domésticas, así como los actos sociales como celebraciones escolares o
colectivas, no están bajo aplicación de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre de protección de
los datos de carácter personal.
¿Si las cámaras son instaladas por los propietarios de viviendas de una
urbanización o de una comunidad de vecinos, cómo se debe actuar?
Las personas que puedan ser grabadas deben estar informadas de ellos mediante la
ubicación de una señal, establecida en la Instrucción 1/2006, que identifican la existencia
de una zona vigilada, y al responsable del fichero ante el que se ejercerán los derechos de acceso
y cancelación. Además, el responsable debe poner a disposición de cualquier afectado de un
impreso informativo en el que se informe en profundidad sobre las circunstancias del tratamiento
de las imágenes, de acuerdo con los términos en los que se regula en el art. 5 LOPD.
El sistema de videovigilancia solo podrá ser instalado con la ayuda de una empresa de
seguridad privada autorizada para la prestación de este tipo de servicio, conforme exige la Ley
de Seguridad Privada.
Deberá formalizarse un contrato con la empresa de seguridad en el que se recoja que si accede
a las imágenes o utiliza los equipos e instalaciones tendrá la condición de encargado de su
tratamiento, con todas las implicaciones legales que ello conlleva. Por otra parte, exis-
ten obligaciones como garantizar los derechos de los titulares de las imágenes y la seguridad
de los sistemas.
La LOPD obliga a inscribir el fichero con las imágenes captadas en el Registro General
de Protección de Datos de la Agencia Española de Protección de Datos. Ese fichero cons-
tará de las imágenes captadas por las cámaras en cualquier soporte. Ello permitirá la consulta de
información relativa a una grabación realizada en un día u hora concreta.
Toda personas sujetas a la videovigilancia debe tener la oportunidad de conocer con claridad la
existencia de las videocámaras, lo que no quiere decir, necesariamente, que se identifique la ubicación
específica de cada cámara. Si se trata de un lugar con diferentes accesos, debe colocarse un cartel
informador en cada uno de ellos.
Sí, debe hacerlo de una forma clara. Solo quedarían excluidos casos como, por ejemplo, el del dueño
de un establecimiento al que la simple ubicación del cartel permite identificar como responsable. Si
se tratase de un centro comercial, en el que hay varios comercios, será ya exigible que, tal y como se
indica en el art. 3 de la Instrucción 1/2006, se produjera la identificación.
En espacios protegidos por el derecho a la intimidad no, como por ejemplo en vestuarios o baños.
Ambos. El responsable del tratamiento tendrá que designar las personas concretas que van a tener
acceso a las imágenes, que constarán como usuarios autorizados en el documento de seguridad y
tienen que ser informados de sus respectivas obligaciones. Por ejemplo, en una comunidad de vecinos
pueden ser designadas personas concretas como el conserje y el presidente.
¿Entra dentro del uso particular y/o doméstico la instalación de una cámara en
una casa para vigilar tareas limpieza o cuidado de niños?
Sí, siempre y cuando los trabajadores sean informados al respecto y que se respeten los principios de
la proporcionalidad entre la finalidad y el tratamiento. Así lo señala el artículo 20.3 del Estatuto de
los Trabajadores.
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