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El Programa de Promoción en la Función por Incentivos en

Educación Básica o el programa de las KK´s, que es lo mismo.


Rafael Velázquez Hernández

Muchas expectativas ha generado la nueva zanahoria que el gobierno federal le


ha puesto al magisterio nacional para que éste legitime la mal llamada Reforma
Educativa. El Programa de Promoción en la Función por Incentivos en Educación
Básica -PPFIEB- sustituye al programa de Carrera Magisterial -CM- el cual fue
puesto como un dique para contener la avalancha de consciencia que los
maestros estaban acumulando en la década de los 80´s del siglo pasado. El
gobierno federal puso ese obstáculo para que el magisterio a nivel nacional no
exigiera un aumento salarial decoroso como en la primavera del 1989, que a
través de la movilización de miles de maestros –encabezados por la CNTE- casi
en toda la república mexicana se logró un aumento del 25% para todos los
trabajadores de la educación.

El programa de Carrera Magisterial, mejor conocido en el gremio como Barrera


Magisterial funcionó a la perfección para destruir las relaciones colectivas que se
generan en las comunidades escolares. Sometió al docente a una
individualización tal, que el proceso educativo para muchos de los que se
acogieron a dicho programa pasó a segundo término. Infinidad de docentes
otroras comprometidos con su trabajo, vieron al programa -CM- como la única
posibilidad de conseguir un salario que respondiera a sus necesidades
económicas y lo abrazaron, volviéndose “profesores dálmatas” –porque querían
estar llenos de puntos para poder promoverse- que no les importaban los logros
colectivos.

Simulaciones al por mayor en las escuelas, profesores que se convirtieron en


expertos contestadores de exámenes, grupos abandonados aunque los maestros
estuvieran físicamente presentes en las aulas, predilección por grupos inferiores
(primero y segundo de primaria) porque a esos estudiantes CM no los obligaba a
presentar un examen que le diera puntos a su profesor, incluso la pelea entre
pares para tener en su aula a algún niño con Necesidades Educativas Específicas,
porque este estudiante representaba puntos. Cursos, diplomas y credenciales al
por mayor. Puntos, puntos, puntos. Una loca carrera por los puntos. ¿y el avance
educativo? ¿se lograron los objetivos principales del programa que eran:
Coadyuvar a elevar la calidad de la Educación Nacional por medio del
reconocimiento e impulso a la profesionalización del magisterio; Estimular a los
profesores de Educación Básica que obtienen mejores logros en su desempeño; y

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Mejorar las condiciones de vida, laborales y sociales de los docentes de
Educación Básica?

Tal vez el último de los objetivos anteriores sí, pero de manera muy focalizada,
porque se generó una élite en el magisterio, la de los profesores nivel E que eran
los menos, y de ahí para abajo, los D, los C, los B, los A, los que sí participaban
en el programa pero que nunca accedían al nivel A, y los que jamás participaron
en dicho programa. Beneficio para pocos, anhelo de muchos.

Entonces nos encontramos con un objetivo que este programa sí cumplió a


cabalidad: la división del magisterio. Porque se generaron 7 grupos en el mismo
gremio (A, B, C, D, E, los que siempre participaron pero nunca accedieron y los
que nunca participaron), por lo tanto, las necesidades de unos no eran las mismas
que las de otros. ¿Se podría pensar que esos docentes compartieran el mismo
proyecto educativo por lo menos en la escuela si tienen diferentes necesidades
económicas?

¿Y la calidad educativa de ese entonces? Las autoridades hasta el momento no


han presentado una evaluación de CM, de sus impactos, fallas, limitantes, etcétera
como para decir que es necesario cambiar CM por PPFIEB.

Sin meternos a los entresijos y con un somero repaso al programa de CM,


podemos ver hacia dónde va encaminado el nuevo programa que con bombo y
platillo anuncia la SEP y que los charros sindicales del SNTE aplauden y lo
promueven. Al SNTE no le queda más que acatar sin chistar todas las
disposiciones que el Estado dicta, pues desde sus orígenes ha renunciado a la
verdadera defensa de sus agremiados.

Siendo así, nos encontramos con un Programa de Promoción en la Función por


Incentivos en Educación Básica que va de la mano con la evaluación del
desempeño, ésa que puede quitarte de tu función en la escuela y en el mejor de
los casos cambiártela dentro del servicio público si obtienes consecutivamente
resultados insuficientes en tres de sus evaluaciones, las cuales tendrás que
presentar en un lapso no mayor a dos años. Pero en el entendido de que los
profesores ya conocemos los alcances perversos de la Evaluación del desempeño
nos enfocaremos a elaborar un primer borrador del análisis de este juego diabólico
de serpientes y escaleras, diseñado por una mente sádica que goza con el dolor
ajeno.

Estaría de más decir que la Reforma Educativa junto con su punitiva evaluación es
repudiada por las grandes mayorías del magisterio, pero que por estar en peligro
su trabajo se ven en la necesidad de participar en ella, puesto que si no se
“evalúa”, simplemente el Estado lo despide sin responsabilidad para él y para

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legitimar la evaluación para el desempeño, avienta la zanahoria por delante y
aunque dice que la incorporación a dicho programa –PPFIEB- es individual y
voluntaria, así como lo fue CM, pues al ser ésta la única alternativa de un
incremento salarial deja de ser voluntaria para convertirse en una manera
coercitiva de legitimación.

Veamos entonces, hasta antes del Miércoles 17 de junio de 2015, fecha en que
aparece en el Diario Oficial de la Federación el PPFIEB, no se conocían los
rangos en que se ubicarían a los docentes que participarán en la Evaluación del
Desempeño y se observa que para el Servicio Profesional Docente los resultados
son: No suficiente Regularización por tutoría y formación continua; Suficiente
Permanencia por 4 años y participación en programas de desarrollo profesional;
Destacado Participa en el Programa de Promoción en la Función; e Incremento
Ascenso en el Programa de Promoción en la Función. Y aquí es donde empieza el
perverso juego de las Serpientes y Escaleras.

Como una medida para doblegar la resistencia magisterial, el Estado crea un


programa que le dice a los profesores que sí en su primer Evaluación del
Desempeño obtiene un nivel destacado, se hace inmediatamente merecedor por
lo menos 4 años de un incentivo que es del 35% del sueldo base al que esté
asociado el profesor que obtuvo dicho nivel (41% si labora en ZONAS DE ALTA
POBREZA Y ALEJADAS DE LAS ZONAS URBANAS), pero claro, aceptando todo
lo dispuesto en el PPFIEB. El incentivo es temporal hasta la siguiente evaluación
del desempeño del docente, en la cual debe tener un resultado destacado para
hacer que ese estímulo sea permanente y de paso garantiza otros cuatro años en
la función como docente. Si el resultado de la segunda Evaluación de Desempeño
del docente es No suficiente o suficiente aunque esta última le garantice por lo
menos otros cuatro años en la función, simplemente pierde el incentivo.

Para ascender a los siguientes niveles en ese juego, el profesor deberá acreditar
un incremento en los resultados de la Evaluación del Desempeño, con respecto a
los alcanzados en los procesos de evaluación inmediatos anteriores, y
sobresalientes en la Evaluación Adicional (aquí ya entra otro examen) y así hasta
la eternidad.

Pero el sólo hecho de obtener esas calificaciones en los niveles de desempeño en


las evaluaciones no es garantía de acceder a alguna KK (bajo ese concepto
aparecerán en los recibos de nómina esos incentivos K1, K2…..K7) porque el
acceso al primer nivel del programa y el avance de niveles subsecuentes estarán
sujetos a la disponibilidad presupuestal. ¿Fácil, no?, pero no se preocupen dice el
texto, si no alcanza el presupuesto, no tienes por qué esperar otros cuatro años,

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por los resultados de tu evaluación te ganaste el derecho de presentar el siguiente
año dicha evaluación nuevamente, digo, si quieres ganarte ese estímulo.

Otra de las hermosuras que trae este programa es que cualquier docente que
haya obtenido resultados buenos o suficientes en la Evaluación del Desempeño y
que por ese hecho no pueda participar en la búsqueda del incentivo económico,
aunque su resultado le garantice 4 años de permanencia en la función que está
realizando, el programa le da “oportunidad” al profesor a los dos años de ir a
buscar la olla que se encuentra al pie del arcoíris. Renunciando a dos años de
permanencia que había ganado, porque en la búsqueda de ese estímulo, si el
docente obtiene un resultado insuficiente en su nueva Evaluación del Desempeño
se deberá someter a los procesos de regularización que la Ley General del
Servicio Profesional Docente dicte, sin poder apelar al resultado que tuvo hace
dos años, por eso lo deben hacer por escrito. Es como cuando el borrego va por
lana y sale trasquilado.

Muchos de los por qués debe ser cuestionado este programa saltan a la vista,
pero la necesidad de un mayor salario orillan al docente a tomar decisiones
individualistas en perjuicio de la mayoría del gremio. Los charros sindicales, hijos
putativos de Juan Díaz de la Torre, andan en las escuelas vendiendo las
bondades de este programa que sustituye a Carrera Magisterial, diciendo que no
se pierde nada, que sólo es en sustitución de, pero un ejemplo muy claro es el
siguiente de cómo éste es peor: Si te promueves en la función ya sea como
director, inspector, o jefe de sector, sí era temporal la K que tenías, sólo te llevarás
a ese nuevo puesto la K que ya tenías permanente y en tu nueva función
empiezas nuevamente a participar por los incentivos empezando desde cero.
Caso diametralmente opuesto a Carrera Magisterial en donde, si eras docente
frente a grupo y tenías el nivel D, concursabas para una dirección, supervisión,
etc., y la ganabas, ese nivel D, automáticamente se iba contigo, pero se
reestructuraba al salario que percibían los directivos. No hay comparación.

Tal vez la necesidad económica empujen a muchos docentes a buscar esos


incentivos (las KK´s), y escuchar a Aurelio “ÑOÑO” decir que a través de ese
programa se puede lograr hasta un 180% de aumento salarial, haga que a más de
uno, en lugar de pupilas redondas al escuchar eso, se le transformen en signos de
pesos, así como la caricatura de Rico McPato, pero ahora intentemos transformar
en pesos y centavos lo que dice el programita en comento.

Para nadie es desconocido cómo ha ido el descenso porcentual del aumento


salarial para el magisterio, se usarán sólo algunos datos concretos para intentar
explicar esto. Tomando solamente el incremento real al sueldo base, porque con
él es con lo cual se harán los cálculos para los incentivos que promete el PPFIEB

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y encontramos que la cúpula del SNTE ha pactado los siguientes aumentos en los
últimos años: 2010 4.9%, 2011 4.75%, 2012 4.25%, 2013 3.9%, 2014 3.5 %,
2015 3.4 %. A simple vista se ve cómo ha ido decreciendo ese porcentaje. Si
quisiéramos hacer una proyección de cuánto estaría ganando un profesor con un
incentivo de K1 dentro de un año, algunos podrían decir: fácil, saquemos un
promedio de esos aumentos y tal vez sepamos cuál probablemente sería el del
2016, pero NO, haciéndole así daría que para el 2016 el probable aumento salarial
sería del 4.11%, lo cual queda lejos de la realidad. Pequemos de optimistas y
supongamos que el aumento salarial directo al sueldo base para el 2016 sería del
3.4% (aunque la tendencia nos diga que sería menor) y que ese porcentaje se
mantiene hasta el 2039, año en que un profesor de primaria estaría llegando a la
K7 temporal si empieza con el “pie derecho” en esta primer evaluación del 2015 y
no se tropieza en ninguna de las KK´s.

Un profesor de educación primaria de Ciudad Juárez, Chih., con un 07 de


$4692.27 que es el salario base de todos los docentes de código 281 (frente a
grupo) y es zona del 100%, si logra tener un resultado destacado en esta primer
evaluación del desempeño, se podría hacer acreedor de un estímulo del 35% que
en pesos y centavos serían $1642.295, los cuales aparecerían en el recibo de
nómina bajo el concepto K1, estímulo que estaría recibiendo por los siguientes 4
años hasta que se presente nuevamente con su evaluación del desempeño y todo
le vuelve a salir bien, se alinean los astros y las estrellas sobre él, avanza a la K2
temporalmente y asegura la K1, y así sucesivamente hasta la K7.

Entonces ese profesor, dentro de 24 años que llega a la K7 de manera temporal


estaría ganado aproximadamente un salario base de $10,468.29 (pensando que
el aumento salarial se mantiene del 3.4%) y un incentivo K7 de $18 842.93,
correspondiente al 180% de su salario base. Aquí se encontró algo interesante. En
esa proyección y comparándola con un salario 7C de Carrera Magisterial el cual
corresponde al 136% aproximadamente del salario base (07) se requiere más
tiempo en el programa para lograr algo similar, es decir, mientras en Carrera
Magisterial se requerían 9 años ininterrumpidos para lograr ese porcentaje
(136%), con el Programa para la Promoción por Incentivos en Educación Básica
se requieren 12 años aproximadamente para ganar ese salario y 20 años para
ganar ese porcentaje (140%) que estaríamos hablando de la K6.

Pero dicen los defensores de la Reforma Educativa que no hay pérdidas en nada
con estas imposiciones que la OCDE le hace a México.

La OCDE impone, el Ejecutivo para que no se vea mal propone, el Legislativo vota
a favor todo lo que el Ejecutivo le manda, los trabajadores de la educación
analizan y se inconforman, acuden al otro poder de la Federación, al Judicial para

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que corrija lo que los otros poderes hicieron mal, y éste, el Judicial simplemente
ignora los argumentos y dice que los otros dos poderes tienen la razón. El
Sindicato –SNTE- que debería luchar en contra de estos atropellos, cual vil bufón
aplaude y repite que todo lo anterior es por el bien de México, que con ello se
mueve al país y para acabar con la tragicomedia, el Estado encarcela a los que
defienden la Escuela Pública, por el momento sólo nos queda hacer nuestras las
palabras de Eduardo Galeano de que “La justicia es como las serpientes, sólo
muerde a los descalzos”, pero para esa serpiente, existe un machete que le
arrancará de tajo la cabeza, y ese machete es la organización de los trabajadores.

La Reforma Educativa y su Punitiva Evaluación junto con sus programas


“zanahorias” como el Programa de Promoción en la Función por Incentivos en
Educación Básica -PPFIEB- podrán ser constitucionales o derivar de ésta, pero no
son justos, he ahí su debilidad.

Agosto 2015.

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