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VIOLENCIA HACIA LA MUJER

MARIA JOSE VALLEJOS GUERRERO

I.E.M MARIA GORETTI

AREA DE TECNOLOGIA

NARIÑO

11-4

PASTO

2018
VIOLENCIA HACIA LA MUJER

MARIA JOSE VALLEJOS GUERRERO

TRABAJO ESCRITO PARA EL ÁREA DE TECNOLOGÍA

ALBA ROCÍO PAREDES

DOCENTE

I.E.M MARIA GORETTI

AREA DE TECNOLOGIA

NARIÑO

11-4

PASTO

2018
CONTENIDO

Pág.

INTRODUCCION

1. ORIGEN DEL MALTRATO HACIA LA MUJER………………….


2. CAUSAS …………………………………………………………….
3. CONSECUENCIAS …………………………………………….......
4. CUALES SON LOS EFECTOS DE LA VOLENCIA …………….
5. TIPOS DE VIOLENCIA MAS FRECUENTES……………………
6. CONCLUCIONES ………………………………………………….
7. BIBLIOGRAFÍA …………………………………………………….
INTRODUCCION

La violencia contra la mujer es uno de los temas más sobresalientes hoy en día ya

que a pesar de que se a luchado tanto por los derechos de la mujer aun no son

valorados y el hombre aún cree tener poder sobre ella .el termino violencia en la

sociedad actual lo usamos para referirnos a cualquier tipo de maltrato físico,

psicológico, verbal en contra de las mujeres , así como también se refiere a temas

como la discriminación y desigualdad de género llegando a su punto máximo como

lo es la violencia física .en Colombia la violencia contra la mujer se ha incrementado

durante los últimos años dando como resultado de ello un mayor número de víctimas

y de denuncias .

Entre los casos de violencia más comunes hacia la mujer se encuentra el acoso

callejo, laboral, la violencia doméstica y el machismo eso a su vez causa graves

consecuencias en la mujeres ya que les genera un gran daño emocional lo cual

principalmente afecta su salud y autoestima.

El fenómeno de la violencia contra las mujeres no es reciente. Su estudio y los

esfuerzos para hacerla visible han hecho que se enuncie como un problema social

que debe llegar a su fin ya que la mujer debe alzar su voz y empoderarse a través

de la palabras. La sociedad actual tiene la percepción de que la mujer tiene

“derechos” pero no hace nada por aplicarlos y por eso mismo vemos que hoy en día

aún perdura el machismo sin embargo cada vez disminuye ya que la sociedad se

está reivindicando con la mujer y le está dando el lugar que le corresponde .


ORIGEN DE LA VIOLENCIA HACIA LA MUJER

Actualmente la familia patriarcal puede aparecer borrada; en sus orígenes,

convirtió a la mujer en objeto propiedad del hombre, el patriarca. Al patriarca

pertenecían los bienes materiales de la familia y sus miembros. Así, la mujer

pasaba de las manos del padre a las manos del esposo, teniendo ambos plena

autoridad sobre ella, pudiendo decidir, incluso, sobre su vida. La mujer estaba

excluida de la sociedad, formaba parte del patrimonio de la familia, relegada a la

función reproductora y a las labores domésticas.

En la Roma clásica, en sus primeros tiempos, es manifiesta la dependencia de

la mujer, debiendo obediencia y sumisión al padre y al marido.

Este modelo de familia patriarcal ancestral sufrió durante la República y el

Imperio numerosas modificaciones. El derecho sobre la vida de la mujer fue

abolido. A ésta se le seguía reservando la pena de muerte en determinados

supuestos, pero ya no era el marido el que decidía sobre ello, siendo la

comunidad la encargada de juzgarla. En determinados momentos la mujer llegó

a conseguir una cierta emancipación: podía divorciarse en igualdad de

condiciones con el hombre, dejó de mostrarse como la mujer abnegada,

sacrificada y sumisa y en la relación entre esposos se vio matizada la autoridad

del marido. Esto ocurría principalmente en las clases altas y no evitó que la

violencia siguiese dándose en el seno del matrimonio «dirigida a controlar y

someter a las mujeres mediante la agresión física o el asesinato”. Los avances

que pudieron darse durante la República y el Imperio romanos desaparecieron

en el periodo oscuro del medievo. Una sociedad que rendía culto a la violencia,

la ejerció también contra las mujeres y éstas se convirtieron frecuentemente en

5
moneda de cambio para fraguar alianzas entre familias. «En las clases más

bajas, además de cumplir con la función reproductora, constituían mano de obra

para trabajar en el hogar y en el campo».

En esta historia han jugado un papel importante las religiones, suponiendo una

justificación moral del modelo patriarcal: «Las casadas estén sujetas a sus

maridos como al Señor, porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es

cabeza de la Iglesia y salvador de su cuerpo.

Desde tiempos de nuestros ancestros, la violencia es considerada como parte

de la cultura, y en cierto modo, se acepta como integrante de la formación

familiar. El comportamiento violento y agresivo ha estado presente a través de

toda la historia y ha quedado gravado en documentos que van desde las antiguas

escrituras hasta las tablas estadísticas actuales.

“La violencia es tan vieja como el mundo, está vinculada a los orígenes,

evolución y desarrollo del hombre. Desde la antigüedad se hayan referencias

sobre ello, en escritos de filósofos y pensadores como: Anaximandro, Heráclito,

y Sofos del mismo modo que es reflejado por artistas, en diferentes

manifestaciones de otros tiempos, ya sean narrativos o escultores”

La violencia es universal en tiempo y espacio, en el tiempo porque ha estado y

sigue estando presente encabezando las causas de defunción en las mujeres, y

en el espacio porque se infiltra en todas las sociedades, cualquiera que sea su

grado de desarrollo.

Todas las mujeres históricamente han vivido en mayor o menor intensidad

formas de violencia, donde esta está presente en la mayoría de las sociedades,

pero a menudo no es reconocida y se acepta como parte del orden establecido.


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“Ya desde los albores de la historia es latente el dominio del hombre en las

distintas sociedades. En la religión por ejemplo también se apoya la idea de que

la mujer por naturaleza es más débil e inferior a los hombres, donde en la Biblia

podemos ver que Dios sitúa a Eva bajo la autoridad de Adán y San Pablo pedía

a las cristianas que obedecieran a sus maridos”.

“El suttee entre los hindúes (que exige que la viuda se ofrezca en la pira funeraria

de su marido), el infanticidio femenino en la cultura china e india dominadas por

hombres, los matrimonios concertados entre los musulmanes, que pueden llevar

al asesinato o a la tortura de la mujer, y la esclavitud doméstica en el nuevo hogar

indican la presencia endémica de sexismo y violencia doméstica masculina”3 .

En el matrimonio tradicional la mujer estaba destinada a dar hijos, principalmente

varones, así como criarlos y ocuparse al mismo tiempo de las tareas del hogar.

“En la Legislación Romana base de la sociedad occidental, la mujer era posesión

del marido y como tal no tenía control legal sobre su persona, sus recursos e

hijos. En la edad media bajo la legislación feudal, las tierras se heredaban por

líneas masculinas e implicaban poder político, favoreciendo aún más la

subordinación de la mujer”.

La misoginia, definida como la aversión u odio hacia las mujeres, existe desde

tiempos inmemoriales. Para decir un ejemplo histórico se puede señalar que, el

Positivismo en sus inicios fue misógino Augusto Comte, el padre de la Sociología

Moderna, reiteró antiguas y falsas creencias sobre la mujer en sus influyentes

escritos.

En 1839 (año del nacimiento de Hostos) escribió: “La relativa inferioridad de la

mujer en este sentido es incontestable, poco capacitada como está en

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comparación con el hombre, para la continuidad en intensidad del esfuerzo

mental, o bien debido a la debilidad intrínseca de su raciocinio, o a su ligera

sensibilidad moral y física, que son hostiles a la abstracción científica y a la

concentración”.

Esta indudable inferioridad orgánica del genio femenino ha sido confirmada por

experimentos decisivos, incluso en las Bellas Artes, y en medio de las mejores

circunstancias, en cuanto a los fines del gobierno, la radical ineptitud del sexo

femenino es aún más evidente, incluso en el nivel más elemental que es el

gobierno de la familia.

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CAUSAS

Tristemente, vivimos en una sociedad que envía fuertes mensajes sociales de


apoyo a los hombres que cometen abuso sexual, acoso y otras formas de
agresión como la verbal y la psicológica hacia las mujeres, basados en el
paradigma de que los hombres siempre tienen la razón, el poder y la autoridad
para determinar qué puede y debe pensar, sentir y hacer una mujer.

Este tipo de mensajes se ven en las noticias, la publicidad y hasta se escuchan


en la música, reforzando el hecho de aceptar la violencia hacia las mujeres como
un hecho inevitable y aceptado socialmente.

Algunas razones que inciden en la conducta violenta de un hombre hacia una


mujer

Este tipo de acto puede ser el resultado de que el hombre atraviese por:

-Problemas psicológicos

-Algún tipo de frustración sexual

-Haya recibido algún tipo de abuso en su niñez

-Se sienta presionado por algún aspecto emocional

-Tenga dependencias hacia el alcohol o las drogas

Pese a todas estas razones, NINGUNA puede justificar el ataque violento de un


hombre hacia una mujer.

Hoy en día hay más hombres reconociendo esta problemática y tomando acción
para ser parte de la solución y no del problema y muestra de ello será el Primer
Seminario Internacional sobre prevención e intervención de la violencia contra
las Mujeres y la Primera Marcha de la Cinta Blanca por el respeto a los Derechos
de las Mujeres que se realizarán respectivamente el 7 y 8 de marzo de 2016.

Acoso sexual callejero: La forma de violencia más común que padecen las
mujeres:

La cultura machista muchas veces responsabiliza a las propias víctimas que


sufren estos abusos.

Una interesante columna de opinión sobre el acoso sexual callejero que padecen
las mujeres como "forma común de violencia" publicó la académica Elizabeth
Vallejo, docente del Departamento Académico de Ciencias Sociales de la
Pontificia Universidad Católica del Perú.

"La violencia invisible: el acoso sexual callejero" es el nombre del texto, que
reproducimos íntegro a continuación:

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En los últimos años hemos presenciado y experimentado mejoras en las
condiciones de vida de las mujeres en las ciudades: incremento de sus niveles
educativos, ingreso masivo al mercado laboral, mayor participación en el ámbito
de la política, entre muchos otros temas. Sin embargo, a la par podemos
encontrar una incidencia elevada de violencia contra la mujer en diversos
ámbitos: la familia, la escuela, el trabajo y, para entrar al tema de nuestro interés,
la calle".

Entre los ámbitos mencionados, la calle permanece como el ámbito "no


conquistado": El acoso sexual callejero es tal vez la forma de violencia más
común que padecen las mujeres todos los días y, pese a ello, es la menos
legislada. Peor aún, es la forma de violencia culturalmente más aceptada: los
hombres que hacen comentarios sexualmente agresivos a las mujeres no ven
su acción como violencia; por otro lado, las mujeres rara vez se defienden de
estas acciones y hasta las consideran "normales".

La académica peruana Elizabeth Vallejo reflexionó sobre las implicancias de


estas acciones, que aparecen sumamente normalizadas en la sociedad.

Cuando hablamos de acoso sexual callejero nos referimos a una gran gama de
prácticas como silbidos, comentarios sexualmente explícitos o implícitos,
masturbación pública, tocamientos, entre otros; del que son victima
cotidianamente las mujeres en las calles o en el transporte público. Son prácticas
no deseadas por ellas y que les causan miedo, por lo que desarrollan estrategias
evasivas: cambian sus rutas; toman transporte, aunque los tramos sean cortos;
tratan de salir acompañadas; se cubren más de lo que quisieran; evitan salir
solas de noche; etc.

Estas prácticas evasivas pueden resumirse en un gran impacto en términos de


ciudadanía y derechos: las mujeres se retraen del espacio público y, cuando
deciden estar en él, lo experimentan con miedo, evitando pasar por ciertas
zonas; con lo cual recorren menos espacio que sus pares masculinos o los
recorren acompañadas por otros hombres, lo cual refuerza su dependencia de
estos.

Responsabilidades y consecuencias. Las causas de la normalización y


aceptación de estas conductas son muchas, pero todas asociadas a la misma
raíz: una cultura machista que valora la agresividad masculina y que lejos de
llamar la atención sobre las conductas de estos hombres, culpabiliza a las
mujeres de ellas: "ellas los provocan con esas faldas", "si no quieren que les
pase nada, ¿por qué salen solas a esas horas", "los hombres son así, una tiene
que acostumbrarse".

Los medios de comunicación hacen lo suyo cada vez que celebran prácticas
como esas, considerándolas divertidas o halagadoras; es el caso de un reportaje
emitido en el programa al Sexto Día (canal 5) en abril de este año. El informe

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llamado "El arte de la seducción a la peruana" (que parecía ser más un sketch)
usaba de "carnada" a dos mujeres muy descubiertas, para luego motivar
(micrófono en mano) a que los hombres les digan cosas, fomentando una
especie de competencia para ver quién decía el "piropo" más "ingenioso".

El ámbito académico no ha sido ajeno a prejuicios. Personalmente he podido


comprobar el poco interés de mis pares masculinos, no solo por el estudio del
tema, sino también por aceptar que las prácticas mencionadas son violencia. Me
he encontrado en más de una ocasión tratando de explicar que son prácticas
repetitivas y no casuales, que se focalizan en la población femenina, que tienen
impactos reales en su vida diaria y que fomentan la desconfianza, el mayor
enemigo de una convivencia sana en la ciudad.

Por todo esto: los impactos en las vidas de las mujeres, la banalización del tema
en los medios de comunicación y la invisibilización del tema en los ámbitos
académicos, es que decidimos crear el Observatorio Virtual de Acoso Sexual
Callejero, en el cual buscamos recoger casos y difundir información, de forma
que el problema deje de ser parte de discusiones vergonzosas en ámbitos
privados y pase a ser tratado como lo que es, un problema público.

Nuestra apuesta es por ciudades en las que hombres y mujeres puedan transitar
con igual libertad y sin miedo. Buscamos que la ciudad sea un lugar de encuentro
entre personas que se reconocen como iguales y donde ninguno busca imponer
sus deseos al otro.

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CONSECUENCIAS

Consecuencias comunes tras una experiencia de violencia contra una mujer

La mayoría de los actos de violencia contra una mujer se viven en el espacio de


la crisis privada y en la intimidad familiar. El problema de esto es que las víctimas
se sienten solas, aisladas y sin posibilidad de buscar ayuda ante la vergüenza
que se asocia con la sexualidad y la victimización en nuestra cultura.

El desorden de estrés postraumático

El aislamiento que se vive tras un acto de violencia, es una de las herramientas


más poderosas de los atacantes. La re-experimentación recurrente y angustiosa
de las imágenes, palabras, pensamientos y percepciones de ese momento
profundizan el trauma y a esto se le conoce como “estrés postraumático”.
Pesadillas, alucinaciones, recuerdos, irritabilidad, problemas de concentración y
respuestas negativas a los recuerdos del trauma son algunas de las
manifestaciones de éste desorden.

Estas son algunas reacciones comunes, aunque no limitadas, tras los ataques
violentos:

-Miedo, terror y sentimientos de inseguridad

-Sentimientos de culpa y vergüenza

-Rabia que puede convertirse en depresión, que incluso puede llegar al suicidio

-Dependencia de sustancias como el alcohol o las drogas

Los efectos físicos a corto plazo de la violencia pueden incluir lesiones leves o
afecciones graves. Pueden incluir hematomas, cortes, huesos fracturados o
lesiones a órganos y otras partes interiores del cuerpo. Algunas lesiones físicas
son difíciles o imposibles de ver sin tomografías, radiografías u otras pruebas
realizadas por un médico o enfermero.

Los efectos físicos a corto plazo de la violencia sexual pueden incluir:

Sangrado vaginal o dolor pélvico

Embarazo no deseado

Infecciones de transmisión sexual (ITS), incluido el VIH

Problemas para dormir o pesadillas

Si estás embarazada, una lesión física puede herirte a ti y al niño por nacer. Esto
también se aplica a ciertos casos de abuso sexual.

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Si sufres de abuso sexual por parte de la persona con la que vives, y tienes niños
en el hogar, piensa también en la seguridad de los niños. La violencia en el hogar
por lo general incluye el abuso a los niños. 1 Muchos niños que son testigos de
la violencia en el hogar también son víctimas del abuso físico. 2 Conoce más
acerca de los efectos de la violencia doméstica sobre los niños.

La violencia contra la mujer, incluida la violencia sexual o física, está asociada a


muchos problemas de salud a largo plazo. Entre ellos, se encuentran:

Artritis

Asma

Dolor crónico

Problemas digestivos tales como úlceras estomacales

Problemas cardíacos

Síndrome del intestino irritable

Pesadillas y problemas para dormir

Migraña

Problemas sexuales como dolor durante las relaciones sexuales

Estrés

Problemas con el sistema inmune

Muchas mujeres también tienen problemas de salud mental después de la


violencia. Para afrontar los efectos de la violencia, algunas mujeres comienzan
a abusar del alcohol o las drogas o tienen conductas riesgosas, como tener
relaciones sexuales sin protección. La violencia sexual también puede afectar la
percepción de una persona sobre su propio cuerpo, lo que conduce a patrones
de alimentación no saludables o problemas alimenticios. Si tienes algunos de
estos problemas, tienes que saber que no estás sola. Hay recursos que te
pueden ayudar a afrontar estos desafíos.

Un riesgo grave del abuso físico es la contusión y la lesión cerebral traumática


(TBI, por sus siglas en inglés) debido a los golpes en la cabeza o las caídas con
golpes en la cabeza. Las TBI pueden provocar:

Dolor de cabeza o sensación de presión

Pérdida de conciencia

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Confusión

Mareo

Náusea o vómito

Problemas para hablar

Pérdida de memoria

Problemas de concentración

Pérdida del sueño

Algunos síntomas de las TBI pueden demorar varios días en aparecer. A largo
plazo, las TBI pueden provocar depresión y ansiedad. Las TBI pueden provocar
problemas con las ideas, incluida la capacidad de hacer un plan y llevarlo a cabo.
Esto puede dificultar que una mujer deje una relación abusiva. Incluso si crees
que estás bien después de haber sufrido un golpe en la cabeza, habla con tu
médico o enfermero si tienes algunos de estos síntomas. El tratamiento para las
TBI puede ayudar.

Si has experimentado abuso sexual o físico, puedes sentir muchas emociones:


miedo, confusión, ira o hasta insensibilidad o no preocuparte por nada. Puedes
sentirte culpable o avergonzada por haber sido abusada. Algunas personas
tratan de minimizar el abuso u ocultarlo al cubrir los hematomas o inventar
excusas para el abusador.

Si has sido física o sexualmente abusada, tienes que saber que no es tu culpa.
Recibir ayuda en caso de abuso puede evitar los efectos a largo plazo sobre la
salud mental y otros problemas de salud.

Los efectos a largo plazo sobre la salud mental de la violencia contra la mujer
pueden incluir:5

Trastorno por estrés postraumático (TEPT). Puede ser el resultado de


experimentar lesiones traumáticas o tener una experiencia impactante o
atemorizante, como un abuso sexual o físico.6 Te puedes sobresaltar fácilmente,
sentirte tensa o en el borde, tener dificultades para dormir o tener brotes de ira.
También puedes tener problemas para recordar cosas o tener pensamientos
negativos sobre ti misma o los demás. Si crees que tienes TEPT, habla con un
profesional de la salud mental.

Depresión. La depresión es una enfermedad grave, pero puedes recibir ayuda


para sentirte mejor. Si te sientes deprimida, habla con un profesional de la salud
mental.

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Ansiedad. Puede tratarse de ansiedad general por cualquier cosa, o puede ser
un ataque repetido de miedo intenso. La ansiedad puede empeorar con el tiempo
e interferir con la vida diaria. Si estás experimentando ansiedad, puedes obtener
ayuda de un profesional de la salud mental.

Otros efectos pueden incluir alejarse de otras personas, no disfrutar de las cosas
que antes disfrutabas, no poder confiar en los demás y tener baja autoestima1

Muchas mujeres que han sufrido violencia afrontan este trauma con drogas,
bebidas alcohólicas, tabaquismo o comen en exceso. La investigación muestra
que aproximadamente el 90% de las mujeres con problemas de uso de
sustancias a vivido violencia física o sexual.

El uso de sustancias puede hacerte sentir mejor en el momento, pero termina


haciéndote sentir peor a largo plazo. Las drogas, el alcohol, el tabaco o la comida
en exceso no te ayudarán a olvidar o superar la experiencia. Busca ayuda si
estás pensando en usar o has estado usado alcohol o drogas para superar la
situación.

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¿CUÁLES SON LOS EFECTOS DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES?

La violencia contra la mujer tiene efectos físicos y a la salud mental, pero también
puede afectar la vida de las mujeres abusadas de otras maneras:

Trabajo. Experimentar una situación traumática como la violencia sexual puede


interferir con la capacidad de trabajo de una persona. La mitad de las personas
que experimentaron abuso sexual tuvieron que renunciar o fueron obligadas a
renunciar a sus trabajos durante el primer año después del abuso. La pérdida
del ingreso total durante la vida de estas mujeres es casi de $250,000 cada una.

Hogar. Muchas mujeres son obligadas a abandonar sus hogares para encontrar
seguridad debido a la violencia. La investigación demuestra que la mitad de
todas las mujeres y niños sin hogar llegaron a estar en situación de calle al tratar
de escapar de la violencia de la pareja.

Escuela. Las mujeres en la universidad que fueron abusadas sexualmente


pueden tener miedo de denunciar el abuso para continuar con su educación.
Pero las leyes del Título IX obligan a las escuelas a brindar apoyo adicional para
las víctimas de abuso sexual en la universidad. Las instituciones educativas
pueden ayudar a poner en práctica impedimentos de contacto con el abusador y
ofrecer apoyo de salud mental y tutorías escolares.

Niños. Las mujeres con niños pueden permanecer con la pareja abusadora
porque tienen miedo de perder la custodia o el contacto con los hijos.

A veces, la violencia contra la mujer termina en la muerte. Más de la mitad de las


mujeres asesinadas cada año son asesinadas por su pareja.1 Una de cada 10
de estas mujeres experimentó violencia en el mes anterior a su muerte.

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TIPOS DE VIOLENCIA

La violencia de género comprende todo acto sexista que produce un daño físico,
psicológico o emocional a una persona. En ese sentido, no consiste solamente
en el maltrato físico o verbal hacia una mujer, sino también incluye otras formas
de violencia que suelen estar más camufladas y efectuadas en espacios más
privados.

Uno de los pasos fundamentales para acabar con la violencia de género es el


reconocimiento público de las diferentes formas en las que esta se manifiesta.
Por esta razón, aquí te presentamos los siete tipos más comunes de violencia
contra la mujer.

1) Violencia física: Comprende toda acción empleada sobre el cuerpo de la mujer


que le produce un daño o sufrimiento físico, tales como heridas, lesiones,
hematomas, quemaduras, empujones o cualquier otro maltrato que afecte su
integridad física.

2) Violencia psicológica: Equivale a toda conducta que busca degradar o


controlar sus acciones y decisiones mediante la amenaza, el acoso,
hostigamiento, restricción, humillación, deshonra, descrédito, manipulación o
aislamiento de la mujer; que producen un daño emocional en ella, la disminución
de su autoestima, perjudican y perturban el pleno desarrollo personal e incluso
la pueden llevar al suicidio.

3) Violencia sexual: Es todo acto que amenaza o vulnera el derecho de la mujer


a decidir libremente sobre su sexualidad, abarcando toda forma de contacto
sexual. Incluye el uso de la fuerza o intimidación dentro del mismo matrimonio u
otras relaciones vinculares o de parentesco, así como la prostitución forzada,
explotación, esclavitud, acoso, abuso sexual y trata de mujeres.

4) Violencia económica: Este tipo de maltrato busca ocasionar una pérdida de


los recursos económicos o patrimoniales de la mujer a través de la limitación,
retención o pérdida de sus bienes y derechos patrimoniales. Incluye todo acto
que genere limitaciones económicas encaminadas a controlar sus ingresos, o la
privación de los medios económicos indispensables para vivir.

5) Violencia simbólica: Abarca todos los estereotipos, mensajes, valores, íconos


o signos que transmiten y reproducen relaciones de dominación, desigualdad y
discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la
mujer en la sociedad.

6) Violencia laboral: Comprende la discriminación hacia la mujer en los centros


de trabajo mediante medidas que obstaculizan su acceso al empleo, ascenso y
estabilidad en el mismo. También constituye discriminación de género en el
ámbito laboral quebrantar el derecho de igual salario por igual trabajo.

7) Violencia institucional: Equivale a las acciones realizadas por funcionarios,


autoridades y profesionales pertenecientes a cualquier órgano, ente o institución

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pública, cuyo objetivo es retardar, obstaculizar o impedir que las mujeres tengan
acceso a las políticas públicas y ejerzan sus derechos.

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CONCLUSIONES

1. Anteriormente se tenía conceptualizada de que la mujer era la persona


que debía estar a cargo del hogar con el único fin de estar al servicio de
su familia ya que se vivía en una sociedad machista donde el hombre
tenía su pedestal y por ello las personas consideraban que las tareas del
hogar no tenías que ser realizadas por los hombre sin embargo esto ha
ido disminuyendo con el paso del tiempo y hoy en día se está intentando
reivindicar el rol de la mujer y dándole el lugar que merece como cualquier
ser humano.
2. La mujer de la sociedad actual es víctima de tres tipos de violencia
principalmente entre estos están: el acoso callejero, laboral y domestico
donde se le vulneran los derechos a la mujer lo cual no le permite
mostrarse al mundo tal y como es una persona libre que merece respeto
y que debe alzar la voz y hacerse escuchar a través del empoderamiento
de la palabra.
3. El origen cultural de esta violencia es la transmisión cultural de actitudes
masculinas (masculinidades) y de actitudes femeninas (feminidades) a tal
nivel que se constituye uno de los problemas sociales que emerge en la
interacción humana en las relaciones de pareja y/o con el prójimo. Esta
cultura transmitida considera la superioridad de los varones sobre las
mujeres, es decir la desigualdad y la discriminación considerando a la
mujer como un ser inferior que debe estar en un lugar menor de la "escala
de género".
4. La violencia contra la mujer se ha identificado en la historia a través del
tiempo, desde cuando se tomaba como natural por el sistema patriarcal
de la sociedad, donde la imagen masculina era lo más cercano a la
perfección, culpando a la mujer por la carencia de algunas características
masculinas (valentía, fuerza, independencia) por la cual se le discriminaba
o se les invisibilizaba. En este marco de referencia las expresiones de
violencia contra las mujeres son innumerables, algunas visibles y otras
muy sutiles, creando siempre una separación de lo que llaman "el sexo
débil", dejándoles únicamente el papel de la reproducción, cuidados a la
familia (viejos y niños), servicio a los que la rodean, exigiendo sumisión
en todos sus trabajos.

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BIBLIOGRAFIA

ORIGEN DE LA VIOLENCIA HACIA LA MUJER

CAUSAS

CONSECUENCIAS

EFECTOS DE LA VIOLENCIA EN LA MUJER

TIPOS DE VIOLENCIA HACIA LA MUJER

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