Sei sulla pagina 1di 1

Por más abstruso que sea el término, abordémoslo como si tuviera algún sentido: ¿Por qué

mucha gente se avalanza hacia el "castrochavismo"? Hablando con los partidarios de la


ultraderecha les hice esa pregunta y respondían: "porque viene alguien a prometerles esta vida
y la otra". Y yo agregaba: "¿Y por qué se emocionan tanto?" Y la respuesta obvia es: "Porque
nunca han tenido nada". Entonces el castrochavismo no es una conspiración de unos dementes
en una cámara secreta, es la encarnación del anhelo y la necesidad genuina de un pueblo
explotado y sin oportunidades. Entonces, ¿cómo evitar el castrochavismo? Pues creando una
sociedad más justa, donde la gente tenga el derecho a buscar su propia felicidad, como
proponían los padres de los EEUU. El castrochavismo se evita gobernando para la gente y no
embaucando al Estado. Entonces, ¿quiénes son los verdaderos artífices del castrochavismo?
¿Serán los fideles, raúles y los hugos que prometen panaceas, edenes de felicidad aquí en la
tierra? ¿O serán acaso los orgullosos, los soberbios, los que jamás han querido compartir el
pan con el hambriento y en cambio hablan de "resultados de decisiones" como si la gente
decidiera estar mal nutrida? Si la sociedad fuera justa (que no igualitaria), si hubiera un
desarrollo real, si hubiera derecho y libertad, nadie abrazaría el castrochavismo, pero la
exclusión secular de la gran masa de trabajadores es la que produce tales alzamientos. Esto lo
entendieron muy bien los liberales de vieja cuña, quienes, en su lucha contra el nefasto
comunismo, se aseguraron de crear estados de bienestar en los que los ciudadanos comunes
y corrientes pudieran tener una vida digna sin necesidad de abrazar absolutos peligrosos que
siempre son fruto de la desesperación. Esto lo entendieron las élites, e incluso las monarquías
europeas, cuando crearon sus estados de bienestar (socialistas) en el siglo XX, impidiendo el
avance de la unión soviética, del comunismo que amenazaba el mundo occidental
aprovechándose de la desesperación de miles. ¿En qué lugares triunfó el comunismo? En los
más conservadores, los más ortodoxos, los menos modernos, los más desesperados: en la
Rusia Zarista cuyo régimen feudal ahogaba a los mujiks impotentes; en la China feudal de
campesinos iletrados; en una isla del caribe que no era más que un cabaret. Por eso hay que
modernizar con urgencia este país, porque sino vamos a caer en quién sabe qué oscuridades.
Exigir justicia social no es comunismo, exigir transparencia en el Estado no es comunismo, exigir
educación no es comunismo, exigir salud no es comunismo, exigir desarrollo no es comunismo,
cuidar nuestro ambiente y recursos no es comunismo. Preocuparse por el Hombre en general
no es comunismo. Los que promueven el castrochavismo son quienes nos quieren mantener
en no se sabe ya qué siglo.

Potrebbero piacerti anche