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Pedro Díez-Canseco
Predecesor
(Presidente interino)
Él mismo
Sucesor
(Presidente Provisional)
Presidente Provisional del Perú
Él mismo
Predecesor
(Jefe Supremo)
Él mismo
Sucesor
(Presidente Constitucional)
Él mismo
Predecesor
(Presidente Provisional)
Información personal
18 de diciembre de 18251
Nacimiento
Perú, Huánuco
Nacionalidad Peruana
Información profesional
Ocupación Militar
Inició una ascendente carrera militar en 1853, participando en las guerras y revoluciones
republicanas del Perú. Prefecto de Arequipa en 1864, encabezó una revolución
nacionalista contra el gobierno de Juan Antonio Pezet en protesta por la suscripción del
Tratado Vivanco-Pareja, considerado humillante y contrario a los intereses del país.
Instauró una dictadura en 1865, y preparó a la nación para enfrentarse a las fuerzas
españolas, y al año siguiente, el resultado favorable del combate del Dos de Mayo en el
Callao lo elevó a la categoría de héroe nacional. En 1867, convocó a un Congreso
Constituyente y asumió la Presidencia Provisoria. Tras proclamarse la Constitución
Política de 1867, asumió la Presidencia Constitucional. Pero tuvo que enfrentar una
revolución en Arequipa y otra en Chiclayo, que defendían la Constitución de 1860,
siendo derrotado. Renunció al poder en 1868 y se trasladó a Chile, donde se dedicó a los
negocios mineros. Volvió al Perú en 1872, con el apoyo del Partido Civil, logrando su
segunda elección como Presidente Constitucional en 1876.
En 1879, enfrentó el inicio de la Guerra del Pacífico. Tras las derrotas navales y
terrestres en el sur, decidió en diciembre de ese año viajar a Europa para agilizar la
compra de armamento y renegociar la deuda externa; sin embargo, ello fue interpretado
por sus enemigos políticos como una deserción y traición. Su alejamiento del Perú fue
aprovechado por Nicolás de Piérola para realizar un golpe de estado y proclamarse
como dictador. Quiso entonces volver al Perú para defender sus actuación, pero Piérola
se lo impidió. Se trasladó a Estados Unidos. En 1887, bajo el primer gobierno de
Andrés A. Cáceres, retornó al Perú con el fin de rehabilitar su imagen. Tiempo después
pasó a Europa, falleciendo en París el 5 de mayo de 1901, víctima de un cáncer lumbar.
Índice
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• 1 Biografía
o 1.1 Primeros años
o 1.2 Carrera militar
o 1.3 La revolución contra Pezet
o 1.4 La Dictadura (1865-1867)
o 1.5 La guerra contra España
o 1.6 Obras de la Dictadura
o 1.7 Presidencia provisoria (1867)
o 1.8 Primera Presidencia Constitucional (1867-1868)
▪ 1.8.1 La revolución de 1867
▪ 1.8.2 Renuncia de Prado
o 1.9 Actuación entre 1868 y 1875
o 1.10 Elecciones de 1876
o 1.11 Segunda Presidencia Constitucional (1876-1879)
▪ 1.11.1 Obras y hechos importantes de su gobierno
▪ 1.11.2 Guerra del Pacífico
▪ 1.11.3 El viaje fuera del país
o 1.12 El retorno
• 2 Descendencia
• 3 Véase también
• 4 Referencias
• 5 Bibliografía
• 6 Enlaces externos
Biografía[editar]
Primeros años[editar]
Mariano Ignacio Prado, dictador en 1866.
Carrera militar[editar]
Fue nombrado prefecto de Tacna en 1858, pasando luego a ejercer el mismo cargo en
Arequipa, en 1859. Al estallar la guerra con el Ecuador, reasumió el comando de los
Lanceros de la Unión y estuvo en la entrada triunfal en Guayaquil, a la izquierda del
mismo presidente Castilla, el 29 de diciembre de 1859. Luego quedó acantonado en
Piura, hasta 1862 y de allí pasó a Chiclayo, hasta que fue nombrado nuevamente
prefecto de Tacna, en 1863, y de Arequipa, en 1864.8 Posiblemente por esta época
conoció a María Magdalena Ugarteche Gutiérrez de Cossío, dama perteneciente a una
familia arequipeña de alcurnia, con la que se casó en 1864.
A fines de septiembre de ese mismo año se reunieron en Chincha (sur de Lima) los dos
ejércitos revolucionarios, el de Balta y el de Prado, que sumaban en total 10.000
hombres.11 Allí recibieron el apoyo del gobierno de Chile, porque esta nación ya se
encontraba en guerra contra España, a raíz de un pliego de reclamos presentado por el
almirante español José Manuel Pareja al gobierno de Chile por supuestos agravios
inferidos a España. El gobierno chileno declaró la guerra a España el 24 de
septiembre,12 y para aunar esfuerzos con los peruanos, envió al campamento
revolucionario a Benjamín Vicuña Mackenna como su representante.13
La Dictadura (1865-1867)[editar]
De inmediato, Prado conformó un gabinete plural: desde liberales, como José Gálvez
Egúsquiza (Guerra y Marina) y José María Químper (Gobierno), hasta otros más
conservadores, como Manuel Pardo y Lavalle (Hacienda) y Toribio Pacheco y Rivero
(Relaciones Exteriores). Completaba el gabinete José Simeón Tejeda, en el despacho de
Justicia, Instrucción y Beneficencia. El historiador Basadre lo denominó el «Gabinete
de los talentos», por la calidad intelectual de todos sus integrantes.1718
Ante el problema con España, la primera medida importante de la dictadura fue la firma
de la alianza defensiva y ofensiva con Chile, el 5 de diciembre de 1865. La declaratoria
de guerra de Perú a España se dio el 14 de enero de 1866. El 30 de enero Ecuador se
adhirió a la alianza peruano-chilena; el 22 de marzo lo hizo Bolivia. Se conformó así la
llamada Cuádruple Alianza.19
Por su parte, los peruanos y sus aliados afirmaron que la victoria había sido para sus
armas, alegando estas razones:23
• Los cañones del puerto no cesaron de hacer fuego hasta el último instante del
combate.
• Los daños que sufrieron las defensas peruanas no fueron de consideración (a
excepción de la Torre de la Merced, donde falleció el ministro Gálvez), a tal
punto que al día siguiente estaban expeditas para volver a actuar.
• La escuadra atacante se retiró definitivamente de aguas peruanas sin intentar
repetir su ataque, pese a no haber logrado sus objetivos militares, que eran
silenciar totalmente las baterías peruanas e incendiar el puerto.
• La guerra terminó sin que el gobierno español recibiera las satisfacciones
exigidas a su par peruano. El Tratado Vivanco-Pareja no fue ratificado ni
tampoco se pagó a España la deuda estipulada en la capitulación de Ayacucho
de 1824.
Sea como fuese, lo cierto es que todo el Perú quedó convencido de su triunfo y se
hicieron grandes celebraciones en todo su territorio, a las que se sumaron el resto de
países de la Alianza. Mientras que la escuadra española, tras reparar sus averías, regresó
a España, y aunque la paz definitiva no se firmaría hasta 1879, ya no hubo más
enfrentamientos bélicos.
En el Perú se celebra desde entonces el 2 de mayo como una fecha cívica importante, y
se cuenta a José Gálvez Egúsquiza entre los mayores héroes nacionales, pero hay
opiniones divididas en cuanto a su significado: mientras que para unos fue una
formidable victoria que ratificó la independencia obtenida en 1824, para otros solo tuvo
un valor moral como muestra de dignidad frente a la intromisión de una potencia
extranjera. En homenaje a los defensores del Callao, en 1874 se inauguró en un espacio
público de Lima el monumento a la Victoria del Dos de Mayo (actual Plaza Dos de
Mayo), que consiste en una columna coronada por la estatua de la deidad romana de la
Victoria.24 Mientras que en España, este episodio bélico es prácticamente desconocido
en la actualidad, y solo como tenue recuerdo una plaza y una estación del metro de
Madrid lleva el nombre de Callao.25
Obras de la Dictadura[editar]
El principal propósito del Congreso era redactar una nueva Constitución Política, en
reemplazo de la Constitución de 1860. En defensa de esta última, el ya veterano
mariscal Ramón Castilla organizó su última aventura revolucionaria, en la provincia de
Tarapacá, donde falleció en pleno desierto, cerca de Tiliviche, el 30 de mayo de 1867.
No obstante, dejó encendida la chispa revolucionaria.34
La revolución de 1867[editar]
Artículo principal: Guerra civil peruana de 1867
Sitio de Arequipa de 1867. Estampa de Ignacio Merino. Al extremo derecho se ve
representado al presidente Mariano Ignacio Prado montado en caballo, dirigiendo el
ataque a la ciudad. Al fondo, el volcán Misti.
Prado sitió Arequipa, pero no pudo tomarla tras dos intentos fallidos (el último de los
cuales sucedió el 27 de diciembre de 1867), por lo que decidió volver a Lima, con su
ejército reducido a 1.800 hombres de los 6.000 que originalmente lo componían.39 En
Chiclayo el pueblo también resistió el asedio de las fuerzas gobiernistas.40
Renuncia de Prado[editar]
Tras renunciar a la presidencia, Mariano Ignacio Prado se trasladó a Chile. Estuvo ahí
varios años, dedicado a la explotación del carbón de piedra de Carampangue y
engrosando su fortuna, que en años posteriores le permitió viajar por Europa,
desplegando un lujo inusitado.44 Al respecto, se sabe que en Chile tenía en arriendo
perpetuo una propiedad de Guillermo Gibson Délano. Esta hacienda Maquehua se
encontraba en Arauco en el río Carampangue en Chile. Prado pagaba 50 centavos por
cada tonelada de carbón. Al fallecimiento del propietario, en 1877, Prado compró
subavaluado el fundo Maquehua a la familia de Guillermo Gibson Délano quien era
concuñado y deudor de Agustín Edwards Ossandón, diputado chileno.45
Una versión afirma que, durante los últimos días del gobierno de José Balta en el Perú
(1872), Prado preparó desde Chile una revolución, que se desataría en caso de que dicho
gobernante intentase perpetuarse en el poder. Ello no ocurrió, y fue más bien Balta
quien sufrió el golpe de estado, por parte de los coroneles Gutiérrez, que terminó de la
manera más trágica. Se dijo también que el gobierno chileno dio apoyo o aquiescencia a
su proyectada revolución.44
En 1872, Prado regresó al Perú y al año siguiente fue ascendido por el Congreso a
General de Brigada, a propuesta del gobierno de Manuel Pardo y Lavalle.44
Elecciones de 1876[editar]
Prado tuvo muy buenas relaciones con el presidente civilista Manuel Pardo, que había
sido su secretario de Hacienda bajo su dictadura. Ya finalizando su gobierno, Manuel
Pardo inauguró el monumento a la victoria del Callao del 2 de mayo de 1866, en la
Plaza Dos de Mayo, lo que implicaba un reconocimiento implícito al gobierno del
antiguo mandatario, que empezaba ya a ser voceado como potencial candidato
presidencial, con el apoyo del civilismo.
Mientras se daban los últimos actos del proceso electoral, Prado viajó a Londres, tanto
por motivos de salud, como para cumplir una misión que le encomendó el gobierno de
Pardo: negociar un arreglo con los tenedores de bonos de la deuda externa. Tuvo éxito
en su gestión, consiguiendo reabrir el crédito para el Perú, aunque solo de manera
temporal. La crisis de la deuda externa peruana se agudizó por esos años.47
El 2 de agosto de 1876, Prado recibió de manos del mismo Manuel Pardo la banda
presidencial ante el Congreso reunido, reasumiendo así, por segunda vez, la presidencia
constitucional.48 Le tocó gobernar en el momento más grave de la vida republicana del
Perú, en que la crisis, económica e internacional, llegaron a su punto culminante; la
crisis económica devino en la bancarrota, y la crisis internacional en la guerra con Chile,
la más catastrófica que sufrió el Perú.49
Ante la amenaza de bancarrota, Prado decidió tomar medidas radicales. En primer lugar,
declaró disuelto el Contrato Dreyfus y lo reemplazó con el Contrato Raphael,
realizado en Londres con una firma inglesa, que significó una nueva negociación del
guano y que buscaba a la vez solucionar el problema de la deuda externa, muy crecida.
Pero no dio el resultado esperado y la bancarrota fue entonces inevitable.50
De otro lado, en el asunto del salitre, Prado tuvo que volver en 1877 a la política de
expropiación de las salitreras iniciada por el anterior gobierno, lo cual produjo la
irritación de los explotadores privados. Entre ellos había chilenos y británicos, que al
igual que sus pares peruanos, consideraban la acción del gobierno una arbitrariedad
contra las reglas del libre mercado. Otras medidas tomadas por el gobierno, como un
impuesto aplicado a la minería y el restablecimiento de una contribución personal, no
dieron los resultados esperados.
A todo ello se sumó una serie de sediciones internas, como las dos intentonas
revolucionarias encabezadas por Nicolás de Piérola: la primera, que fue debelada en
Yacango, en 1876;51 y la segunda que tuvo como episodio célebre la captura del
monitor Huáscar por parte de los rebeldes, a bordo del cual enfrentaron con éxito a dos
buques de la armada británica, en aguas de Pacocha, el 29 de mayo de 1877. Luego de
este episodio, Piérola depuso las armas.52 En junio de 1877 estalló una tentativa
subversiva en el Callao, maquinada por algunos civilistas, que fue debelada
rápidamente.53 Involucrado el expresidente Manuel Pardo en esta intentona, tuvo que
salir del país, rumbo a Chile, aunque volvió al año siguiente, tras ser elegido senador
por Junín. Se cuenta que Pardo, no bien arribó al Perú, visitó a Prado y le advirtió de
una inminente amenaza de guerra con Chile, ante lo cual, según él, no había sino dos
alternativas: o evitarla o prepararse para enfrentarla.54
El parlamento, dominado por el civilismo, desarrolló una labor de oposición que ató de
manos al gobierno. Un hecho deplorable fue el asesinato de Manuel Pardo, el 16 de
noviembre de 1878, en plena sede del Senado, cuya presidencia ejercía entonces. El
autor fue un oficial de la guardia del Congreso, el sargento Melchor Montoya, y el
móvil fue un asunto personal, aunque se trató de involucrar al pierolismo.55
• Se dio una ley del 12 de enero de 1877, de fomento de la actividad minera y las
industrias relacionadas a ella. Se creó un impuesto de 15 soles al semestre sobre
cada pertenencia minera y se mandó elaborar el padrón de minas, el cual, aunque
todavía incompleto, arrojó la existencia de más de 90.000 pertenencias. Todavía
las minas se trabajaban de manera empírica, sin la maquinaria adecuada para
hacerlas rendir abundantemente. Faltaban capitales extranjeros, pero pese a ello,
la minería empezó entonces a desarrollarse.
• Se introdujeron algunas mejoras en el sistema de aduanas, a fin de incrementar
los ingresos provenientes de este ramo, los cuales, para 1877, constituían casi la
tercera parte del presupuesto general.
• En 1878 se inauguró en Lima el servicio de autos o tranvías sobre rieles de
tracción animal (tranvía de sangre), a cargo de una empresa particular.56
• En 1878 empezó la comunicación telegráfica directa entre el Perú y Londres.
• Fue creada la Escuela Normal de Mujeres, cuya dirección fue confiada a las
religiosas del Sagrado Corazón.57
• Fueron concluidos el Jardín Botánico y el Laboratorio Químico.57
• El 14 de agosto de 1879, el Perú celebró en París el Tratado de Paz con España,
acordando ambos países un total olvido del pasado y una paz sólida e inviolable
en adelante, tratado que hasta el presente ha sido cumplido.
“Los grandes intereses de la Patria exigen que hoy parta para el extranjero, separándome
temporalmente de vosotros en los momentos en que consideraciones de otro orden me aconsejan
permanecer a vuestro lado. Muy grandes y muy poderosos son en efecto los motivos que me
inducen a tomar esta resolución. Respetadla, que algún derecho tiene para exigirlo así el hombre
que como yo sirve al país con buena voluntad y completa abnegación”.
Esto fue aprovechado por Nicolás de Piérola para realizar un golpe de estado
instaurándose luego como dictador, lo que frustró el propósito del viaje de Prado. Por
decreto dado el 22 de mayo de 1880, Prado fue privado de sus derechos ciudadanos y
aun borrado del escalafón, quedando así impedido de retornar.
No obstante, Nicolás de Piérola calificó la salida de Prado del país como «vergonzosa
deserción y fuga». La prensa condenó también el viaje con severos calificativos; y como
era inevitable, la ciudadanía pronto siguió esa línea de opinión. Para la opinión pública
era inadmisible que el Director Supremo de Guerra se ausentara en pleno conflicto, acto
que fácilmente fue interpretado como una deserción. Se agravaba más la situación al
quedar el poder en manos del vicepresidente Luis La Puerta, un militar bastante
anciano.62
Cabe destacar que Prado, desde un punto de vista legal, no huyó del país, sino que
partió al exterior al amparo de una autorización del Congreso dada meses atrás, al inicio
de la guerra.63 El comunicado del Ministerio de Gobierno, Policía, Obras Públicas,
Correos y Estadística, publicado en El Peruano No. 103, página 409, del 10 de mayo de
1879, indica que
De otro lado, historiadores como Jorge Basadre, Mariano Felipe Paz Soldán y Sir
Clements R. Markham han censurado la necesidad del viaje de Prado a Europa, pues se
producía en un momento que el país requería de gobernabilidad. Consideran que Prado
cometió un tremendo error político, que supieron aprovechar sus opositores. Basadre
cree que bastaba que Prado hubiese enviado como negociador en Europa a una persona
de prestigio.69
Según su propio testimonio, Prado quiso regresar al Perú y ponerse a las órdenes de
Piérola, pero éste le negó esa posibilidad al dar el decreto ya referido, donde lo acusaba
de fuga y traición, así como le privaba de sus derechos de ciudadano peruano. Prado
defendió ardorosamente su conducta a través de un manifiesto que dio desde Nueva
York, el 26 de junio de 1880. Según Prado, el propósito de Piérola al inculparlo era:
“...satisfacer innobles y mezquinas pasiones e impedir de todos modos mi regreso a la patria por
cuanto empieza ya la indignación pública a manifestarse contra él. Es lástima que éste pobre
hombre, juzgándome como a sí mismo, se engañe y no comprenda que si deseo regresar, es
únicamente por servir a mi país en la actualidad.”
El retorno[editar]
Tumba de Mariano Ignacio Prado en el Cementerio Presbítero Matías Maestro.
Terminada la guerra con Chile, Prado preparó su retorno al Perú. El gobierno del
general Andrés A. Cáceres, por decreto del 11 de diciembre de 1886, levantó los
impedimentos que obstruían su retorno. Cuando pisó suelo peruano, numerosas
personalidades le recibieron, entre ellas el edecán del presidente Cáceres.8
Pero poco después viajó una vez más a Europa, por motivos de salud, y murió en París,
Francia, el 5 de mayo de 1901, afectado de un cáncer lumbar, enfermedad que ya se
había manifestado incluso durante la guerra del Pacífico y que le había limitado la
realización de algunas actividades físicas, como la monta de caballos.
https://es.wikipedia.org/wiki/Mariano_Ignacio_Prado_Ochoa