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En esta lección tratamos la conservación de los alimentos en frío.
Esta técnica se encuentra de forma común en nuestros hogares tanto en la nevera como en el
congelador.
En la nevera se produce la refrigeración por encima de 0º, también llamada frío positivo. Mientras
que, en el congelador se da el frío negativo, siempre con valores inferiores a 0º, es decir de “bajo cero”
(0º).
Conoceremos qué instrumentos hay que utilizar para cada tipo de conservación en frío, y cómo
guardar de forma óptima los alimentos tanto en la nevera como en el congelador.
Y, también, cómo se debe descongelar para respetar siempre la “cadena de frío” de los alimentos
Qué necesitas
Ingredientes
Para refrigeración y congelación están
indicados casi todos los alimentos,
exceptuando algunas elaboraciones o materias
primas muy delicadas que sufren agresiones por
el frío, o alimentos secos que necesitan
contacto con el aire o temperatura ambiente.
Utensilios
Envases herméticos
Bandejas con rejilla
Papel 鬯lm
Bolsas de congelado
Instructor destacado
Bolsas de congelado
Sergio Fernández
Materiales (papel) absorbentes
Boles
Preparación
Consideraciones generales:
En congelación está indicada una temperatura de 18º a 20º (cómo mínimo para una óptima
congelación, lo cual no quiere decir que cada alimento o elaborado tenga su caducidad una vez
congelado)
En refrigeración, los principales grupos de alimentos deben tener las siguientes temperaturas
Pescados y mariscos: entre 0º y 2ºC.
Carnes y aves: entre 2º y 4ºC
Lácteos, huevos y 鬯ambres: entre 4 y 6ºC.
Frutas y verduras: entre 4 y 7°C.
Para la refrigeración:
Debemos cuidar los recipientes en los que colocamos los alimentos. Los pescados por ejemplo deben
guardarse eviscerados y en recipientes que tengan rejilla para que sus líquidos se 鬯ltren y no se
acumulen deteriorando el pescado.
Los alimentos con alta humedad (embutidos o pescados grasos, por ejemplo) se deben de cubrir o de
poner encima materiales absorbentes.
Para introducir elaborados calientes en el refrigerador, previamente los enfriamos dentro de una bolsa
sumergiéndola en agua helada. Eliminamos el aire antes de sellar.
Para la congelación:
Envolver los alimentos con plástico o papel 鬯lm evitando que quede aire en su interior, que sería
espacio donde se formaría una indeseada escarcha. Preferiblemente congelar con el producto
extendido. Etiquetar y ordenar los alimentos por fechas para facilitar un consumo adecuado.
Para la descongelación:
Siempre se hace en frigorí鬯co, ya que nos asegura que el producto nunca supere la temperatura que
tiene el frigorí鬯co. Nunca se debe hacer a temperatura ambiente.