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Ejercicios para aumentar la autoestima

Escribir y leer

Algo tan sencillo como hacer una lista con determinadas cosas, y leerla de vez en cuando, te
van a ayudar mucho. ¿Qué cosas listar? Haz las siguientes dos columnas:

1-Por un lado escribe cuáles son tus objetivos. Incluye los objetivos más simples, como puede
ser por ejemplo, aprobar el examen de la libreta para conducir.

Si puedes tratar de ponerle una fecha para concretar este objetivo. También puedes incluir en
la lista objetivos más “profundos” o a largo plazo, como comprar tu casa.

Ya tienes la primera columna cuyo título es “objetivos”.

2-Ahora viene la segunda columna: “mis cualidades”. Sin necesidad de exagerar, la idea en
este caso es que identifiques todas tus virtudes, cualidades y aquellas características que te
han permitido lograr cosas importantes.

La lista que has hecho es personal y nadie, si tú no lo deseas, tiene que leerla. Por tanto
siéntete libre de escribir lo que realmente piensas y sientes. Para comenzar, trata de leer esta
lista todos los días durante tres semanas. Luego ve disminuyendo la frecuencia. En cuanto a la
lista de objetivos, colócala en un lugar visible para recordarla. Cada 2-3 meses puede revisarla
y renovarla dependiendo de tu situación y cambios. El hecho de leer tus objetivos te ayudará a
enfocarte en ellos. Repasar cada día tus cualidades, te permitirá no “castigarte” cuando algo
sale mal o simplemente te has equivocado. Si quieres aprender cómo ponerte objetivos
correctamente visita este artículo.

Anclarse en las buenas experiencias

Piensa en un hecho destacado de tu vida, que te haya resultado muy gratificante. No importa
si se trata de aquel examen especial que pasaste, un ascenso que conseguiste o cuando
declarase tu amor por alguien y fuiste correspondido. Una vez que has identificado a esa
situación piensa en los detalles. Cómo fue la forma en que preparaste ese examen, cuál fue a
tu criterio la clave para haberlo pasado. Si se te vienen sensaciones, como aromas o colores a
tu mente también piensa mucho en ello. Escribe detalladamente la secuencia de como sucedió
todo. Y cada vez que tengas que vivir una situación difícil, intenta sentirte de la misma forma.
Te ayudará a darte cuenta de que, si en el pasado fuiste capaz de superar lo que en ese
momento también era una situación difícil, ahora también saldrás adelante. Se trata de recrear
el estado positivo que tuviste en situaciones pasadas en el presente.

Eliminar las palabras desagradables

Las personas con baja autoestima suelen emitir juicios muy duros contra sí mismos. “Qué
idiota que soy”, es un claro ejemplo de cómo puedes insultarte sin real necesidad de hacerlo.
Si has cometido un error o una torpeza y eso te da mucha rabia, busca sustituir palabras como
“idiota” por otras más “suaves”. Para comenzar, haz una sencilla prueba: toma nota cada vez
que se te escape un insulto contra ti mismo. En la medida que vayas practicando este simple
ejercicio, notarás que la cantidad de veces en que pronuncias palabras desagradables sobre ti,
disminuye.

Hacer una breve descripción

Intenta pensar en cómo sería la persona perfecta para ti. O cómo debieras ser tú mismo para
sentirte plenamente conforme. En la medida que vayas pensando, ve escribiendo todo lo que
le exiges a esa persona. Si no quieres escribir, usa los dedos de tu mano para contar esas
virtudes que debiera tener. ¿Te alcanzarían los dedos de la mano para contar todas las
cualidades que crees que deberías tener? Probablemente no, ¿verdad? Con este simple
ejercicio puedes darte cuenta que muchas veces te exiges y pretendes demasiado de ti mismo.
Pregúntate si conoces a alguna persona que cumpla todo lo que desearías para ti.

Regalar frases y recibir gratificaciones

¿De qué se trata? No tienes que comprar nada para regalar. Lo que darás serán tan sólo
algunas frases agradables. Piensa en las tres primeras personas que ves al comenzar tu día.
Supongamos que la primera puede ser el portero del edificio en el que vives, la segunda es la
empleada de la cafetería en la que compras tu desayuno. La tercera, es la señora que limpia la
oficina en la que trabajas.

Prueba hacer lo siguiente: después de que saludes al portero del edificio, dile que hace tiempo
querías expresarle tu conformidad con su trabajo, pues siempre ha sido muy amable al
avisarte sobre tu correspondencia (es solo un ejemplo).

Después, haz lo mismo con la persona que te atienda en la cafetería. Si vas allí frecuentemente
es porque te gusta lo que venden, dile eso mismo a la chica que atiende, que disfrutas mucho
de ese café que ella te prepara para que comiences tu día.

Finalmente cuando veas a la señora que limpia, agradécele por mantener limpio tu lugar de
trabajo. Dile que es muy digno su trabajo, a pesar de que otras personas lo desvaloricen.

Lo único que tienes que hacer con este ejercicio, es observar con gratificación el efecto que tus
palabras han tenido con esas personas. Contribuirás directamente a levantar su autoestima, y
probablemente también se animen a decirte lo que ellos piensan de ti. Es probable que tu
autoestima también se vea muy mejorada.

Descubrir tu talento

Como todas las personas, tú tienes talentos que te permiten desarrollar con gran habilidad y
destreza determinadas cosas. También, como todos, hay cosas en las que no te desenvuelves
tan bien, o simplemente no te gusta hacerlas. Cuando una persona tiene baja autoestima,
encuentra muy fácilmente aquello en lo que no es bueno. Por ejemplo, dices: “soy pésimo
para la cocina” o “el baile no es lo mío”. Puede ser que no seas del todo brillante en la cocina o
en el baile, pero seguro que eres bueno para alguna otra cosa. Y esa otra cosa no es menos
importante. A veces la sociedad pone de moda ciertos oficios o tareas, de modo que quien las
puede hacer bien, son considerados como personas talentosas, y por defecto, los que no lo
pueden hacer, son los “fracasados”. Te sorprendería descubrir, por ejemplo, que décadas atrás
en Europa las personas que lavaban de forma rápida y correcta los platos y cubiertos, ganaban
más dinero que quien cocinaba. Una sencilla forma de darte cuenta de que cualquier talento
puede ser valioso.

Entonces, cada vez que pienses que eres malo para una determinada tarea, piensa en otra
para la cual eres bueno.

Hacer más de aquello que te gusta hacer

Piensa libremente en todas las cosas que te gustan hacer. Desde las más simples y cotidianas
hasta las más “ambiciosas”, por ejemplo, ese viaje a tierras desconocidas. Luego, escribe cada
una de estos pensamientos o ideas. Al lado de cada cosa que disfrutas hacer, escribe la razón
por la que la elegiste. Puedes valerte de emociones o sensaciones que experimentas cuando
las realizas. En una tercera columna, escribe cuál fue la última vez que la hiciste. ¿Cuánto
tiempo ha pasado desde entonces? Seguramente te sorprendas al descubrir que hace mucho
tiempo que no vas a cenar a ese restaurante que tanto te gusta. Pregúntate por qué no lo has
hecho. ¿Son muchos “no se” como respuesta? Disfrutar de las cosas que te gusta hacer
contribuye sensiblemente a mejorar tu autoestima. Practica frecuentemente estos ejercicios y
seguramente tu autoestima mejorará mucho. Si pasado un tiempo no logras sentirte mejor, la
terapia psicológica te podrá ayudar. Finalmente, recuerda que la autoestima es igual que otra
habilidad; cuanto más la practiques más la mejorarás.

Autoestima: 3 ejercicios para fortalecerla

La autoestima es un pilar fundamental en nuestro equilibrio emocional. La vamos


desarrollando a lo largo de nuestra vida y no se trata de algo estático que “se tiene o no se
tiene” sino que puede variar según las circunstancias. La autoestima no es sólo “quererse a
uno mismo” sino que implica todos los sentimientos, opiniones, sensaciones y actitudes
respecto a nosotros mismos que hemos ido acumulando a lo largo de nuestra vida. La
autoestima positiva puede ser un motor que nos impulse a conseguir nuestras metas, nos
aporte seguridad, confianza, identidad, valor, y competencia personal para afrontar los
problemas.

La autoestima implica a varios “Auto”: Autoconocimiento, Autoconcepto, Autoaceptación,


Autorespeto.
Autoconcepto

Es importante que revisemos cada tanto la visión que tenemos de nosotros mismos y demos
un repaso a todos estos “autos”. Suele suceder que en nuestro día a día damos más
importancia a los mensajes negativos, a la crítica, a la frustración que a lo positivo, los elogios y
la motivación de superación confiando en nuestras capacidades. También puede suceder que
malas experiencias nos hayan afectado, por ejemplo que hayamos interiorizado "etiquetas" o
valoraciones negativas sobre nosotros mismos.

Por ello puede ser interesante practicar algunos ejercicios para reforzar nuestra autoestima,
aquí os propondré algunos. Os recomiendo realizar cada ejercicio durante un par de semanas
al menos, tomándoos vuestro tiempo para cada uno:

1. Listado de nuestras fortalezas:

Muchas veces recordamos las críticas, las cosas que hacemos mal, las ofensas. pero nos
olvidamos de recordar nuestros éxitos, elogios, halagos. Para ello vamos a hacer una
recopilación de los mismos:

Busca una libreta para trabajar (física o virtual y realiza tres listas: en una recopila los elogios
que recuerdes que te hayan dicho otras personas a lo largo de tu vida; en otra enumera las
capacidades y fortalezas que tú consideras que posees, y en un tercer listado enumera cosas
que te hagan sentirte orgulloso de ti mismo (logros, actitudes ante alguna situación, etc.)

Te pongo un pequeño ejemplo:

Elogios Recibidos:
“Eres muy divertido”
“Se te dan bien los niños”
“Dibujas muy bien”
..etc.

Mis Fortalezas:
Soy paciente.
Sé escuchar a los demás.
Soy respetuoso con las opiniones de otros.
Soy generoso
..etc.

Estoy orgulloso de:

-Cómo afronté y superé una enfermedad grave que tuve.


-Haber ayudado y apoyado a un amigo cuando pasó un mal momento.
- Haberme sacado el carnet de conducir a la primera
Etc.
Puede que en un principio te cueste recordar situaciones, elogios, etc. Tómate tu tiempo. Sería
recomendable que dedicaras varios días a ésta tarea: te aconsejo ir rellenándolo poco a poco
durante al menos una semana.

Una vez tengas el listado reflexiona:

En los elogios recibidos ¿Cuánto te crees cada elogio? (enumera del 1 al 10: 1 no me lo creo y
10 creerlo completamente) Si no has puntuado todos los elogios recibidos con un 10 piensa:
¿qué pasaría si los creyeras todos 100%? ¿Qué cambiaría en tu actitud o en tu concepto de ti
mismo? En cuanto a tus fortalezas ¿qué dicen de ti mismo? ¿Qué habilidades y recursos crees
que hay detrás de cada fortaleza? ¿Hay otras fortalezas o valores que te gustaría fomentar? En
cuanto a las cosas de las que estás orgulloso: ¿Qué dicen de ti mismo? ¿qué valores y qué
habilidades hay detrás de cada una? Haz un resumen de tus habilidades, recursos y valores y
ponlo en algún lugar en el que puedas verlo asiduamente.

Técnicas para trabajar la autoestima

Cómo mejorar la autoestima baja

Tener una autoestima saludable es un proceso interno. Existen varias maneras para que
puedas lograrlo todos los días. Cada paso que des te va a ayudar a alcanzar tu meta. Conoce
estas 8 técnicas para trabajar la autoestima.

Estas son las cosas que hago todos los días y me gustaría compartirlas contigo:

Hago lo mejor para no juzgar a otras personas

Si me encuentro atrapada en este juego, cosa que algunas veces hago, inmediatamente
cambio mi atención a otra cosa. ¿Por qué? Porque cuando juzgamos a los demás nos ponemos
en una posición de creer que somos mejores que ellos, lo cual no es una autoestima saludable.

Trato de no tomar la crítica de los demás como algo personal

Yo sé que si alguien me critica no es acerca de mí, es acerca de la persona que me está


criticando. Es otra manera que la persona se siente bien, despreciando a los demás. Trato de
tomar la crítica como un consejo y ver si puedo aprender algo de ello. Esto es tener una
autoestima saludable.

Hago gimnasia

Casi todos los días hago gimnasia, si no puedo correr voy al gimnasio. Esto me hace sentir muy
bien acerca de mí misma, y me concientiza de que estoy haciendo algo que me gusta hacer
para mí.
Medito todos los días

Estar en silencio me hace sentir bien y me hace sentir conectada conmigo misma.

No me privo a mi misma de comer

Nunca me privo de algo que me gusta, como ser helado, chocolate, etc. Como sin culpa.

Tengo muy buen sentido del humor

Esto me ayuda mucho, especialmente cuando empiezo a sentir lástima de mí misma.

Trato de no criticar

Si me descubro criticando a alguien, paro, y cambio mi diálogo interno.

Celebro todos los días mis éxitos

Inclusive si son pequeños, cuando algo parece ser de poca importancia. Tomo conciencia de
esto. Ej: hice la comida, regué las plantas, me mantuve calma frente a una persona agresiva,
etc.

El compararse con los demás es algo tan absurdo pero tan común que nos es muy difícil
evitarlo. Nuestra sociedad y la publicidad están diseñadas para que hagamos esto todo el
tiempo. Pero al mismo tiempo la comparación con los demás nos trae muchas veces a
sentirnos desdichados y de segundo orden. Desde pequeños hemos sido comparados con los
demás, nos hemos comparado con nuestros hermanos, primos, sobrinos, compañeros de la
escuela, incluso con personajes que vemos en la tv o en revistas, nos ponemos muchas veces
metas inalcanzables sobre todo cuando nos comparamos en cosas que no podemos cambiar,
como el color de nuestros ojos o las habilidades especiales, y estas comparaciones
generalmente terminan haciendo que nosotros nos sintamos mal cuando no podemos alcanzar
estas metas y afecta nuestra autoestima.

Todos los seres humanos tenemos huellas digitales diferentes, no existen 2 iguales, todos
tenemos una cadena de ADN única, entonces es absurdo que pensemos que tenemos o
podemos ser igual que las otras personas, todos tenemos nuestras fortalezas y debilidades, no
todos somos buenos en los deportes, no todos tenemos ese cuerpo perfecto como los artistas.

Tenemos que aprender a aceptarnos tal y como somos, con todas nuestras virtudes y defectos.
En la entrada pasada te puse el caso de Nick Vujicic, él nació sin brazos y sin piernas y podría
pasarse toda la vida siendo miserable comparándose con el resto de personas que si tienen sus
brazos y piernas, pero en cambio él deicidio aceptarse como es y ahora inspira a millones de
personas a seguir luchando pese a sus defectos.

Por lo que ahora te dejo la quinta técnica:

Dejar de compararte con los demás: Cada vez que te repruebas debido a una debilidad o error
personal, recuerda que tú no eres tus errores. Existe una diferencia entre tu “yo” y tu
“comportamiento”. También recuerda que tu valor no está determinado por tus logros. La
tendencia se halla en la creencia errónea de que el valor está determinado por el logro.
Cuando esa idea se une a la tendencia de minimizar tus propios logros y magnificar los de los
demás, las comparaciones sirven para autoconfirmar tu fracaso. Aplica la técnica de “Como
aprender a reconocer tus éxitos” y a continuación crea un autodiscurso y aplícalo con la
técnica de “Aumentar los pensamientos positivos” para reforzar el hecho de que tu valor como
ser humano no depende en nada a lo que tú haces. Por ejemplo, si tú eres un jugador de
fútbol inferior no te convierte en una persona inferior, lo mismo aplica con el físico acepta tu
cuerpo tal y como es. Recuerda esta frase y repítela cada vez que te veas comparándote con
alguien más “No soy inferior. No soy superior. Simplemente soy yo”.

Cada vez que te adviertas comparándote con otros, recuerda esta frase. Luego, utiliza el
autodiscurso racional que has desarrollado para recordar que tu valor como ser humano no
tiene ninguna relación con los demás. Sólo puedes hacer las cosas en tu propio estilo y
poniendo lo mejor de tu capacidad. Esto es bastante bueno. Si algún otro no aprecia tu valor y
tu singularidad, eso es su problema y su pérdida.

En mi siguiente entrada continuaremos con más técnicas para mejorar el autoestima, recuerda
que estos ejercicios los tienes que hacer TODOS LOS DIAS por lo menos durante 2 semanas,
después de esas 2 semanas tu mente los va a seguir haciendo pero de manera automática, si
tu le hechas ganas y haces todos estos ejercicios TE GARANTIZO que va vas a sentir mucho
mejor, que todas las actividades que tanto trabajo te han costado en el pasado te van a ser
facilísimas ahora y todas las personas que estén cerca de ti van a notar el cambio en tu
persona. Por favor déjame tus comentarios, me gustaría oír de ti.

La autoestima está presente en todos los aspectos de nuestra vida, pensamos que solo cuando
tenemos alguna enfermedad tipo: anorexia, depresión, ataques de ansiedad, etc. es cuando
tenemos un problema con la autoestima, pero la verdad es que la autoestima está presente en
TODAS las actividades y pensamientos que hacemos y tenemos durante el día.

Roberto es un chico tímido, le cuesta relacionarse con los demás, cuando entra a un lugar
piensa que todo el mundo lo ve porque está muy gordo, a pesar de que su peso es el correcto
para su edad y cuando habla con los demás piensa que los aburre, a pesar de ser una persona
culta e interesante. No tiene novia porque piensa que a las chicas no les interesa y si alguna
demuestra algún interés él siempre piensa “en cuanto se dé cuenta de cómo soy en verdad ya
no le voy a interesar, así que mejor ni lo intento, para que perder el tiempo y exponerme a que
me rompan el corazón”. Roberto sale poco y después le da remordimiento su
comportamiento, se siente mal y solo.
Si te das cuenta amigo lector Roberto no padece de ninguna enfermedad mental seria a causa
de su baja autoestima, pero sin embargo la imagen que tiene de su persona es tan mala que le
evita poder relacionarse con las demás gentes y tener una relación sana, tiene problemas
destacando en el trabajo, ya que piensa que él no tiene la capacidad de hacer un buen trabajo,
por lo que se conforma con hacer trabajos sencillos, cumplir con su jornada e irse a casa, sin
buscar alguna promoción o asenso.

Cuando somos niños y jóvenes, siempre nos dicen que si somos tímidos esto es “normal” y que
vas a crecer y se te va a quitar, que en cuanto conozcas a una niña que realmente te guste vas
a hablar con ella y salir con ella sin problemas, que podrías tener cientos de amigos en la
escuela si tan solo asistieras a mas eventos sociales como son fiestas de cumpleaños, eventos
escolares, etc. Pero la verdad es que esto no sucede y nunca crecemos de nuestra timidez e
incapacidad para relacionarnos con otras personas porque esta está basada en problemas de
autoestima, así que cuando llegamos a la edad adultas pensamos que esto es así y que es algo
con lo que tenemos que vivir por el resto de nuestras vidas.

Nuestra vida social es prácticamente nula y siempre encontramos un pretexto de porque no


salir “es muy caro“, “siempre está muy lleno ese lugar”, “es muy difícil llegar ahí“, pasamos
demasiado tiempo viendo TV o en internet, nos gusta soñar que somos otras personas,
personas que no tienen los “defectos” que nosotros consideramos que tenemos, personas que
consideramos perfectas.

A los adultos a veces nos resulta difícil pedir ayuda y aceptar que tenemos un problema, pero a
mí me gustaría ayudarte si tú tienes estos problemas como yo los tuve, así que por una
semana intenta solo esto:

Vete en el espejo y piensa algo que te guste mucho de tu persona, lo que sea, a pesar de que
lo primero que te vino a la mente puede ser “nada, no me gusta absolutamente nada de mi”,
es solo tu saboteador hablando, piensa largo y profundo y encuentra algo que te guste de ti.
Quédate viendo a los ojos en el espejo y repite lo que te gusta de ti y cada vez que te venga un
pensamiento negativo a tu persona acuérdate de eso que te gusta de ti y repítelo para ti
mismo. “Estoy muy gordo—->Si pero tengo muy bonitos ojos”

Haciendo este primer ejercicio vas a empezar a notar una diferencia en tu persona al poco
tiempo, inténtalo no tienes nada que perder y si mucho que ganar, recupera tu vida!

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