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Escuela para padres.

El libro escuela para padres fue escrito por el líder evangélico Jorge H. López. Es
dicho libro el autor expone, lo que para él son los pilares de una buena relación entre
padres e hijos. En el libro está basado en nueve puntos relevantes, estos son: amar
para dar seguridad, bendecir para dar prosperidad, corregir para dar sabiduría,
determinar permanecer, echar raíces para dar fruto y edificar para vivir bien.

En las siguientes páginas se expondrán los puntos clave de cada punto, se analizará
y mencionarán las discrepancias con el autor; en resumidas cuentas se hará un
análisis sobre lo escrito por el autor.

Amar para dar seguridad.

En este punto el autor explica que una crianza no es posible sin la demostración de
amor de los padres hacia los hijos, según el autor los hijos que no tienen
demostraciones de amor por parte de los padres siempre van a ser hijos
problemáticos, involucrados en drogas, maras, con grandes inseguridades y
deficiencias emocionales.

Está claro que el amor y la verbalización del mismo son cosas muy importantes en
una relación de padres e hijos, cuando los padres no verbalizan o expresan su amor
por los hijos, es muy probable que estos tengan problemas de estima, inseguridad,
etc. Sin embargo no existe una razón científica o pruebas concretas que demuestren
que los hijos que no sienten el amor de sus padres van a ser personas
problemáticas para la sociedad, no hay pruebas, por ejemplo, de que una hija que
no recibió un abrazo o un beso de su padre, siempre va a ir directo a buscar el
afecto con otros hombres y quedará embarazada. Sin embargo, no puede negarse
que una relación abierta, con confianza, amor, dedicación, etc. Siempre será más
beneficiosa para los hijos y para los padres.

Es muy común que los padres repitan los patrones bajo los que fueron criados y que
en el proceso se equivoque, porque nadie es perfecto y claro está que muchas
veces los padres no hacen algunas cosas, simplemente porque no saben cómo
hacerlas, porque tienen miedo de fallar y porque cuando lo necesitaron nunca
recibieron palabras de aliento, nunca recibieron una felicitación, nunca escucharon
una frase de amor de parte de sus progenitores. Es por ello que es muy importante
que estos reciban ayuda y una guía para saber cómo actuar en algunas situaciones.
El autor del libro menciona la importancia de tener a Dios como el centro de todas
las relaciones, especialmente de la familiar. Esto es algo muy importante porque
Dios es alguien que está presente en las personas que profesan alguna religión,
incluso en quienes no la profesan. La importancia de saber que existe un ser
supremo que brinda protección y amor a quienes lo necesitan, a pesar de los errores
y las incidencias en estos, es una gran fuente de seguridad y estabilidad.

Dar amor a los hijos es fundamental en el proceso de seguridad y confianza de los


hijos, aunque los padres no tengan una guía específica sobre cómo amar y expresar
este amor que sienten hacia los hijos, es importante hacerles saber, como
profesionales, que no están solos y que hay alguien que los puede guiar en la tarea
de ser padres.

Bendecir para dar prosperidad.

En este capítulo el autor menciona que con la boca podemos decir palabras de
bendición y maldición, explicando que muchas veces las personas no son
conscientes de que las palabras que dicen declaran muchas cosas que pueden herir
a los demás, especialmente a los hijos. Expresa que no es correcto que digamos
más cosas negativas que positivas, menciona que Dios otorgó el órgano de la
lengua para que las personas declaren palabras de bendición para los hijos y las
personas que los rodean.

Uno de los puntos interesantes que el autor menciona es que muchas veces los
padres de familia hablan sin pensar y comprender las palabras, ejemplo de ello, es
que a veces dicen cosas como: eres el hijo colado, o eres malo para hacer esto, o
eres un mal niño por no hacer lo que te digo, etc. Todas estas cosas que se dicen
pueden crear inseguridad en los hijos, debido a que van a sentir que no eran
deseados y por lo tanto no los aman tanto como a los hermanos que si fueron
planeados, por ejemplo. Todo esto puede hacer que los hijos sientan que no
merecen el amor y cuidados de los padres, puede crear culpa por ser ellos mismos,
puede hacer que cuando crezcan no puedan hacer nada sin la aprobación de una
figura de autoridad, provocando así, una codependencia emocional, falta de
imaginación, etc.

Cabe resaltar que lo anteriormente descrito no es una afirmación contundente de


que si los padres dicen cosas malas de los hijos estos van a tener exactamente
estos problemas. El objetivo de esto es dar a conocer que la falta de cuidado para
expresarse puede tener algunas repercusiones importantes en la vida de los hijos.

Decir palabras de aliento a los hijos va a fortalecer el amor propio de estos, dará
seguridad, confianza, decisión al actuar, madurez, etc. Cada una de las cosas que
sale de la boca de las personas tiene un poder enorme sobre quien lo dice y quien lo
escucha; debido a que cuando algo sale de la boca, se está declarando, cada
cumplido, cada bendición, cada ofensa y cada mal deseo tiene la misma recepción
en el cerebro, ya que este no sabe que lo que se dice es bueno o malo, sino
simplemente lo guarda como una orden.

Las palabras que los padres dicen a los hijos, son de vital importancia, permiten
formar el carácter y la personalidad de los mismos. Por ello es que los padres deben
ver a los hijos como una bendición y no como una carga, porque aunque parezca
que los niños no entienden lo que los padres dicen, ellos no son tontos y lo
entienden, captan los mensajes y la energía de las personas que lo rodean.

Corregir para dar sabiduría.

La disciplina es un tema que genera mucha polémica, debido a que algunos


entienden como disciplina golpear a los hijos, gritarles, avergonzarlos, etc. Otras
personas creen que no decir nada a los niños es lo mejor porque de ese modo ellos
irán descubriendo las consecuencias de los actos.

Sin embargo es conocido que los extremos nunca han funcionado y que encontrar
un punto medio es lo ideal para corregir a los hijos. Cuando un niño no recibe
ninguna corrección por las malas acciones que comete, este nunca sabrá que en la
vida hay límites que debe respetar para tener una sana convivencia con las
personas que lo rodean, un niño sin disciplina no tiene la capacidad de saber que las
personas no están en la obligación de cumplir con sus deseos y caprichos, un niño
sin disciplina será una persona con grandes posibilidades de hacer cosas malas que
lo afectan a él y a quienes lo rodean.

Por el contrario una persona que es disciplinada con violencia, gritos, insultos,
golpizas injustificadas, etc. Puede crear un resentimiento grande hacia el progenitor
que lo disciplinó, o puede ser una persona en extremo temerosa de la autoridad, o
por el contrario puede ser una persona violenta que para resolver los problemas
utilice la fuerza y los insultos, puede ser una persona desafiante ante cualquier
autoridad y los problemas que tendrá con los que lo rodean pueden ser muy graves.

Una disciplina correctiva puede ser una en la que los padres hagan ver a los hijos
que las acciones que hacen siempre tienen una consecuencia y esa consecuencia
no siempre será buena, algunas veces esa consecuencia puede hacer que el pierda
algo muy importante, o cause un daño irreversible en algo o alguien, y que ese daño
puede tener un alcance que afectará no solo a quien dañó, sino para el mismo y las
personas que lo rodean.

Los golpes no corrigen, someten y esto no es nada productivo para las personas,
debido a que la sumisión no es una actitud que pueda generar conciencia sobre los
actos, no es algo que permita la reflexión de las acciones, sino que es solamente un
actuar automático, un actuar que se da para evitar algo doloroso para la persona.

Es por ello que lo mejor es crear una disciplina que permita la reflexión y
comprensión de las consecuencias del actuar.

Las decisiones para disciplinar a un hijo no siempre son fáciles de tomar, debido a
que a ningún padre le gusta ver sufrir a los hijos, ningún padre disfruta ver las
lágrimas de dolor de un hijo. Pero si por evitar esos sentimientos de culpa y dolor se
va a optar por dejar que el hijo haga su voluntad y hiera a los demás, no es lo
correcto.

Es por ello que el equilibrio para disciplinar es tan importante y que los padres
reciban una buena orientación al respecto es muy positivo, ya que como se
explicaba anteriormente, no es fácil romper con los patrones de crianza bajo los que
han sido formados.
Determinar permanecer.

En este capítulo el autor menciona la importancia que los padres tengan una
disposición para plantar raíces y por lo tanto crear un ambiente sólido en el que los
hijos vean a unos padres que toman decisiones que serán positivas para la familia,
hagan cambios y que los cumplan. Es importante hacer que los hijos sepan que no
es posible abarcar todo, porque al hacerlo nada se hará bien, porque el mucho
abarca poco aprieta.

En una época en la que todo es desechable, es probable que los hijos crean que los
matrimonios y las relaciones deben o únicamente son desechables y por ello no
pondrán el máximo esfuerzo para lograr tener relaciones sólidas en las que el amor,
comprensión y armonía sean las sobresalgan por encima de las cosas malas. Hacer
que los hijos sean personas que tengan la capacidad de crear relaciones sólidas
será de gran ayuda para la vida de los mismos.

Edificar para vivir bien.

En este capítulo el autor utiliza como ejemplo el proceso de construcción de un


edificio. Para una construcción de tan grandes magnitudes hay que tomar muchos
aspectos en cuenta, saber las personas para las que será creado, las condiciones
ambientales a las que puede estar expuesto, etc. Cada uno de los detalles a tomar
en cuenta para una construcción grande sirve para que cuando esta sea abierta al
público, quienes la utilicen tengan seguridad para habitar en ella sin sufrir daños muy
grandes.

Los mismos cuidados que se tiene para hacer un edificio son aplicables para el
momento en que una persona decide formar una familia. Ya que ésta primero debe
preparar el terreno, tener estabilidad financiera, emocional, mental, espiritual, etc.
También tiene que estar consciente de los riesgos y tentaciones a los que dicha
familia será expuesta, debe prever las necesidades que la familia puede tener y
debe tener un plan de contingencia para solucionar dichas diferencias.

El proceso de creación de una familia empieza desde la introspección, la persona


debe tener la capacidad de conocer los límites que es capaz de soportar, conocer
las cosas que le agradan, las cosas que no le agraden, las cosas que está dispuesto
a hacer o tolerar de otra persona.

Luego de considerar la parte personal es momento de considerar las necesidades


de los otros miembros de la familia a la que pertenece, saber que ninguna persona
es igual a otra, saber que las necesidades del hijo no son las mismas que las del
padre o la madre, que el hecho de tener un hermano que haya nacido de la misma
madre y padre, no significa que ambos serán iguales. Saber que cada miembro de la
familia tolera cosas distintas de los demás, etc.

Cuando como padres entienden que ningún ser humano es igual que otro, y luego
de saberlo, logran identificar los límites de cada uno de los miembros de la familia.
La convivencia y solidez de esta será mucho mejor y la relación entre los miembros
de la familia.

Es importante cuidar las cosas que entran a casa, cuidar las energías, cuidar los
programas de televisión que se ven en casa, cuidar el vocabulario, cuidar los
mensajes que se transmiten en la familia, etc. Cuidar de estos aspectos hará que
cada miembro de la familia tenga paz y tranquilidad en su interior y que por medio de
esto pueda relacionarse de forma adecuada con la familia.

Parte de edificar una familia es guiar y tomar la mano de los hijos para lograr los
sueños y metas que estos puedan tener, dar a los hijos la confianza de que aunque
caigan mil veces, siempre habrá alguien que le dará una palabra de aliento para que
se levante y continúe luchando por lo que lo apasiona. Esto no significa que como
padres no van a permitir que los hijos sufran, sino que les harán saber que siempre
van a estar expuestos al sufrimiento, a la traición, al dolor, a la tristeza, etc. Tener a
los hijos en una burbuja no servirá de nada, porque cuando los padres se alejen y
sea el momento de que los hijos sigan su propio camino, estos van a encontrarse
con pruebas, tentaciones y dificultades para las que no estarán preparados debido a
que los padres quisieron evitarles el dolor durante toda la vida. Cada uno de los
obstáculos que los hijos superen es un peldaño importante en el viaje por la vida.
Porque eso es la vida un cúmulo de experiencias buenas y malas, experiencias que
pueden poner a prueba las capacidades de las personas, experiencias que permiten
fortalecer los valores que la familia ha implantado en el individuo, experiencias en las
que muy probablemente la persona va a fracasar. Pero no por esto debe abandonar
la experiencia de vivir. Es en ese momento en el que la familia es tan importante, en
que todo lo enseñado en la familia muestra los frutos y donde se ve el apoyo de los
seres queridos.

Opinión personal sobre el libro.

Este libro me pareció bastante interesante, me pareció que tiene muchos puntos que
pueden ser bastante positivos para quien lo lee. Sin embargo estuve en desacuerdo
con muchos de los enunciados presentados en el mismo debido a que el autor
mencionaba muchos prejuicios y formas cerradas de ver la vida. La orientación
religiosa del libro hacía que muchas de las ideas del autor fueran un tanto ofensivas
para algunos grupos de la sociedad. Puedo comprender que todos somos diferentes,
pero me parece que el autor debió respetar un poco más a las personas que no
creían lo mismo que él.

Sin embargo me pareció bastante positivo que Dios fuera uno de los temas
principales del libro, porque en lo particular soy una persona que aunque no profesa
de forma activa una religión, ama y cree profundamente en Dios y creo que la biblia
fue creada como un gran manual de instrucciones que se resumen en amar a las
demás personas, amar sin importar las diferencias de pensamiento que podamos
tener, amar sin juzgar, amar sin lastimar, amar sin atar a nadie. Creo profundamente
en que Dios debe ser imprescindible en la formación de una familia, pero también
creo que no puede imponerse el amor por Dios a nadie, creo que amar y creer en
Dios es una decisión que debe tomarse con raciocinio y madurez. Y que el hecho de
no criar a los hijos bajo una religión en específico no es un impedimento para
enseñarles a amar a Dios o creer en él.

Considero que ser padre es un trabajo realmente duro y que no siempre se hace
bien, sin embargo no estoy de acuerdo con muchas cosas que suceden en las
distintas familias. Creo que el trabajo que tenemos como psicólogos es dar una
orientación imparcial y adecuada a los padres que tienen dificultades para llevar a
cabo su papel de padres.

Como psicólogos debemos ser tolerantes con los demás y con nosotros mismos,
sobre las personas a las que brindamos nuestros servicios. Aunque hubo muchos
puntos del libro con los que no estuve de acuerdo, creo que es una buena
herramienta para enseñar a los padres formas más amables de guiar a su familia.

Introducción.

El libro escuela para padres está diseñado con el objetivo de brindar una guía a los
padres y madres de familia, una guía que permitirá que estos no sientan que están
perdidos en la difícil tarea de criar hijos y guiar a una familia. Cada uno de los temas
expuestos en este libro fue hecho con la intención de crear un material que permita a
los padres aprender sobre la familia, de forma espiritual, emocional, etc.

Este documento es un análisis de los temas centrales del libro “Escuela para
padres”, en ese análisis se menciona la importancia del amor, la disciplina, la
seguridad familiar, la existencia de Dios como un miembro clave de la familia, etc.
Conclusión.

La familia es un elemento nuclear de la sociedad, es por ello que es muy importante


que los padres tengan guías que faciliten la tarea de criar hombres y mujeres de
bien. Se sabe que la tarea de educar y guiar a un ser humano puede tener muchas
dificultades en el camino y que no siempre va a acertarse con las decisiones que se
tomen. Sin embargo entender que el ser humano no es perfecto y que muchas
veces los errores que comete se deben a que no recibió la instrucción necesaria
para guiar a su familia. Aunque se sabe que la mejor escuela para padres son los
propios padres, esto no siempre puede funcionar, debido a que la imagen paternal o
maternal de algunas personas no es la ideal.

“Escuela para padres” es una guía para padres que están interesados en tener
herramienta para realizar de mejor manera su labor como jefes y jefas de familia.
Recomendaciones.

 Al momento de leer el libro, es importante saber que muchas de las ideas que
contiene son basadas en una creencia con la que puede no estemos de
acuerdo, por lo tanto es recomendable ser abiertos a conocer otras opiniones
y sacar lo mejor de estas.
 Demostrar amor a los hijos es muy importante para que estos sean seres
seguros de sí mismo y tengan la posibilidad de transmitir ese amor y
seguridad a los demás.
 Se recomienda a los padres e hijos que tengan empatía hacia los demás.
Bibliografía.

López, J. (2012). Escuela para padres. 1st ed. El Paso Texas: Mundo Hispano,
pp.13-134.
UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
Centro Universitario Metropolitano - CUM –
Escuela de Ciencias Psicológicas
Área de Práctica Clínica-Educativa
Centro de Práctica Casa de Niño No. 1
Supervisora Docente: MSc. Blanca López
Ciclo Académico 2018

ESCUELA PARA PADRES.

Elisabet Quevedo.
2015009944.
Séptimo semestre.
22 de marzo del 2018.
UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
Centro Universitario Metropolitano - CUM –
Escuela de Ciencias Psicológicas
Área de Práctica Clínica-Educativa
Centro de Práctica Casa de Niño No. 1
Supervisora Docente: MSc. Blanca López
Ciclo Académico 2018

ESCUELA PARA PADRES.

Elisabet Quevedo.
2015009944.
Séptimo semestre.
22 de marzo del 2018.

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