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Antonio Marlasca López

Antropología y Derechos Humanos II


(A propósito de la "Declaración universal
de los derechos humanos" de 1948)

"Analícense todas las catalogaciones


existentes de los derechos humanos
desde la francesa, de 1789, hasta la de la ONU
de 1948, y se verá que se habla
de la dignidad del hombre y de los derechos
iguales de todos, pero nadie nos dice qué es el
hombre" (A. VERDOOT,
Declaración Universal de los
derechos humanos,
Bilbao, 1969).

Summary: tu, essays deals with several lo Introducción


tapies concerning the Universal Declaration of
Human Rights: Humanism as its starting point, Estamos en la era de los derechos humanos.
human dignity as the basament of these rights, Los derechos humanos son el signo de nuestro
and the laical character of the Declaration. tiempo. Y entre las innúmeras declaraciones de
Then, a very polemical question is considered: derechos que han tenido lugar en las últimas dé-
are the un-born subject -according to this cadas y en diversas latitudes, la declaración por
Declaration- subject of rights? Several critical antonomasia, el sumo analogado de las declara-
observation are made as the closing section. ciones, sigue siendo la de 1948. Esta Declaración
constituye posiblemente, desde el punto de vista
Resumen: En el presente ensayo se exponen intelectual, 10 mejor que ha producido la ONU.
sucesivamente el humanismo como punto de En palabras de uno de los protagonistas de nues-
partida de la Declaración universal de los dere- tro tiempo, Juan Pablo II, la Declaración aludida
chos humanos, el recurso a la dignidad humana "es una piedra miliaria colocada en el camino lar-
como fundamento de esos derechos, y el carác- go y difícil del género humano'"!
ter laico de esta Declaración. Se intenta tam- Después de 1948, las cosas, en lo que se refie-
bién dilucidar una cuestión muy polémica: se- re a derechos humanos, al menos a nivel teórico,
gún la presente Declaración ¿ los no-nacidos ya no son las mismas. Los juristas tienen toda la
son sujetos de derechos? Unas apreciaciones razón al discutir y cuestionar la fuerza obligato-
críticas sobre el conjunto del documento consti- ria de esta Declaración. En efecto, se ha dicho, y
tuyen la parte final. .por instancias autorizadas, que ese documento no

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XXXVI (90), 545-560, 1998


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tiene fuerza jurídica vinculan te. Que es sólo una sobre un conjunto de convicciones ha sido sufi-
recomendación. Pero lo que es incuestionable es ciente para asegurar el consenso y el respeto de
su fuerza moral, su autoridad indiscutida y su al- los derechos humanos.
cance universal. De hecho, hoy, todos los go- En lo que sigue pretendemos, entre otros objeti-
biernos de todos los países del mundo, indepen- vos, esclarecer, sacar a la luz, el concepto de ser
dientemente de que hayan firmado o no los dos humano, de persona, subyacente a esa Declaración
Pactos internacionales de 1966 (uno sobre los pues, a pesar de que, como se acaba de decir, no se
derechos civiles y políticos, el otro sobre los de- partió de una antropología explícita compartida por
rechos económicos y sociales, que recogen y todos los miembros de la Comisión que tuvo a su
amplían lo esencial de la Declaración de 1948), cargo la redacción del documento, necesariamente
saben perfectamente que se les va a juzgar su la- ha de haber una idea, un modelo de hombre, por
bor fundamentalmente con base a si han respeta- más difuso y ambiguo que sea, sujeto primero y úl-
do y promovido los derechos humanos procla- tima razón de ser de la citada Declaración.
mados en esa Declaración. Pues tal Declaración
constituye el referente obligado, el espejo en el
que han de mirarse todos los gobiernos y todas
las asociaciones creadas para mejorar las condi- 11. Los orígenes de la Declaración
ciones de vida del hombre sobre la tierra. En la de 1948
historia nunca había ocurrido nada semejante:
nunca se había dado una declaración de derechos Los antecedentes de la Declaración de 1948
con pretensiones de universalidad. Todas las de- son, por una parte, los actos de barbarie de un pa-
claraciones anteriores -incluida la francesa de sado reciente, es decir, los crímenes y atrocida-
1789- tenían un alcance conscientemente limita- des cometidos durante la Segunda Guerra Mun-
do, nacional. dial que ocasionaron millones de víctimas ino-
Es sabido que a la base de toda declaración de centes, y, por otra, la aspiración al "advenimien-
derechos hay un concepto de ser humano, de per- to de un mundo en el que los seres humanos pue-
sona, sujeto y razón de ser de todo derecho. Pues, dan disfrutar de la libertad" ( Preámbulo). Es de-
a decir verdad el concepto de "derechos huma- cir, la Declaración surge de un mundo y de una
nos" es redundante. Todo derecho, ex deffinitio- realidad espantosas, donde se han conculcado
ne, es humano. Estrictamente hablando no hay sistemáticamente los derechos humanos más ele-
ningún derecho que no sea humano. E histórica- mentales, y de una aspiración a un mundo donde
mente se han negado derechos humanos a mu- se respeten plenamente los derechos humanos.
chos seres humanos porque, previamente, se ha- En efecto, nada más acabada la Segunda Gue-
bía negado humanidad, personalidad, a esos rra Mundial se comenzó a pensar en una declara-
hombres: esclavos, de otro color, de otra raza, de ción de derechos que recogiera lo esencial de la
otra cultura, de otra religión. El reconocimiento declaración francesa de 1789, pero que "no pu-
de los derechos humanos comienza por recono- diendo legitimarse ya por su referencia al sistema
cer, un tanto tautológicamente, lo que, al parecer, de valores predominante en un país ... (descanse
siempre debió ser obvio: carácter humano a todos en) una plataforma valorativa que resulte acepta-
los que tienen rostro humano. ble para una serie de pueblos y regímenes políti-
Se sabe también que a la Declaración de los cos estructurados en torno a principios filosófi-
derechos humanos de 1948 se llegó con base a un cos políticos, económicos y culturales bastante
acuerdo práctico y operativo sobre un conjunto dispares't? Tal objetivo se lograría relativamente
de convicciones concernientes a la acción. No se pronto y de un modo posiblemente más fácil de
partió de una idéntica filosofía compartida por lo esperado, dadas las enormes diferencias ideo-
todos ni de un común pensamiento especulati- lógicas que comenzaban ya a manifestarse entre
vo ... Por eso, a cincuenta años de distancia, uno los países pertenecientes a la órbita soviética y el
puede preguntarse si esa convergencia práctica llamado mundo occidental.
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Concretamente, dada la trágica experiencia de Comenzaba así a manifestarse el "fenómeno


la Segunda Guerra Mundial en la que se concul- de los derechos humanos" como el evento cultu-
caro n impunemente todos los derechos imagina- ral y político más importante de la segunda mitad
bles, se fue imponiendo la idea de que la defensa del siglo veinte. (Algunos dirán que el suceso po-
y promoción de los derechos humanos no eran lítico más importante ha sido el colapso o caída
del resorte exclusivo de la jurisdicción interna de de los regímenes socialistas. Pero se puede res-
cada estado, sino que, por el contrario, era una ponder aduciendo que, precisamente, esos regí-
cuestión que importaba y competía a la comuni- menes cayeron fundamentalmente porque no res-
dad internacional. Esto significó un cambio deci- petaron los derechos humanos). Tan importantes
sivo en lo que respecta a la concepción de las re- son los derechos humanos que se ha llegado a ha-
laciones internacionales entre países soberanos. blar de ellos como fuentes de una nueva religión,
Así, la Carta de San Francisco, de 1945, en su o, en el límite, de que vienen a ocupar el lugar de
articulo 68 nombraba una Comisión de los dere- Dios. Y ello a pesar de que, paradójicamente, es
chos del hombre, integrada por prestigiosos juris- la primera vez en la historia que, en una solemne
tas pertenecientes a 18 naciones miembros de la declaración de derechos, se omite consciente y
ONU, que tenía como misión elaborar una decla- voluntariamente toda referencia, explícita o vela-
ración de derechos humanos que pudieran defen- da, aun Creador, a un Ser Supremo, o cualquier
derse y promoverse en todos los países. Tal co- otro concepto análogo.
metido, como se ha dicho, no era nada fácil da- A veces se ha querido rebajar la importancia de
das las evidentes diferencias ideológicas que ya esta Declaración por el hecho de que, como ya
existían entre los principales países miembros queda dicho, en opinión de intérpretes autorizados
fundadores de la ONU (bloque occidental por no tiene fuerza jurídica vinculante. Sin embargo,
una parte y bloque soviético por otra). los derechos proclamados, aunque no sean dere-
Esta Comisión, que estuvo coordinada por la chos positivos que se puedan exigir formalmente
Sra. Roosevelt, como presidenta, y por René tienen las características de auténticos valores y,
Cassin, como vicepresidente y ponente, tuvo que como tales, representan la conciencia moral y crí-
superar no pocas dificultades y contradicciones. tica de la humanidad actual. Dicho de otra mane-
Entre otras, por ejemplo, que para los países del ra: aunque esos derechos en sí mismos no tienen
bloque occidental los derechos humanos se en- valor jurídico, tienen, sin lugar a dudas, un emi-
tendían básicamente como derechos del indivi- nente valor moral. Como dice el tratadista Truyol
duo frente al Estado y frente a las demás perso- y Serra: " La Declaración es indudablemente la
nas, mientras que para los países del bloque so- expresión de la conciencia jurídica de la humani-
viético los derechos humanos se concebían prin- dad, representada en la ONU y, como tal, fuente de
cipalmente como conquistas históricas de las cla- un derecho superior, un higher law, cuyos princi-
ses trabajadoras dentro y a través del Estado de- pios no pueden desconocer sus miembrosv.f
fensor de los intereses del pueblo.
Sin embargo, en un plazo relativamente breve
se sortearon o eludieron problemas de fondo y se. III. Universalismo y humanismo como
preparó un texto que fue aprobado por la Asam- punto de partida de la Declaración
blea General de la ONU ellO de diciembre de
1948. Varios factores incidieron en la aprobación El título de la Declaración es conscientemen-
del texto sometido a votación: por una parte, los te ambicioso: se atribuye a sí misma una preten-
países occidentales estaban en clara mayoría dida universalidad: Declaración universal. (Pare-
frente al bloque soviético, y, por otra, se convino ce ser que originalmente el título era Declaración
en que el documento en cuestión no fuera propia- Internacional). Se evita la expresión "derechos
mente un tratado internacional que obligara a to- del hombre" y, en su lugar, se prefiere la expre-
dos los países signatarios, sino una simple Decla- sión "derechos humanos". Algunos han aducido,
ración que, de por sí, no tenía fuerza vinculante.I para explicar esta preferencia, una razón de "gé-
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nero": para evitar que la mujer pudiera sentirse Como puede verse, estos artículos establecen,
eventualmente excluida como sujeto de dere- más allá de toda duda razonable, la universalidad
chos. Otros autores justifican la fórmula utilizada de los derechos humanos, cerrando el paso a
-derechos humanos-, de contornos amplios e im- cualquier intento de reducción o exclusión de los
precisos, como más susceptible de ser aceptada sujetos de derechos humanos. El sujeto de los de-
por ideologías contrapuestas. Así esta expresión, rechos es todo ser humano (artículo 1 y 3). Para
flexible y redundante (todo derecho por defini- ser titular de los derechos humanos es irrelevan-
ción es humano), ha sido prácticamente aceptada te cualquier condición o circunstancia en que
por todas las culturas e ideologías políticas y pueda encontrarse el ser humano. Le basta con
contribuye ella misma a afirmar la universalidad ser eso: un ser humano (artículo 2). Además ha
de esos derechos. El sujeto de los derechos es el de reconocerse calidad de persona, en sentido ju-
ser humano, pero considerado no sólo ya en su rídico, a todo ser humano (artículo 16).
individualidad, sino como portador y exponente Por lo demás, el texto de la Declaración tiene
de los caracteres de la especie humana. Así tam- todo él un talante y una orientación inequívoca-
bién se gana en universalidad. Como dice el pro- mente humanistas Se parte de una especie de
fesor Ruiz del Castillo, "la consideración de los axioma o postulado: la creencia y la aceptación
derechos humanos comporta, a diferencia de la del valor y de la dignidad de la persona humana.
designación singular de los derechos del hombre, Solamente a partir de esta base un documento de
una concepción comunitaria e integradora ... Ad- este calibre podía aspirar a ser aprobado en el se-
vienen así las declaraciones de los llamados de- no de la Asamblea de las Naciones Unidas, don-
rechos sociales junto a los considerados como de las diferencias ideológicas y religiosas eran ya
exclusivamente individuales't.> tan marcadas. A este respecto es oportuno recor-
En concreto, para nuestra investigación, es de dar la siguiente anécdota que el filósofo francés
importancia primordial precisar quién es o quié- J.Maritain contaba con humor no exento de iro-
nes son el sujeto o los sujetos de los derechos nía: "Durante una de las reuniones de la Comi-
proclamados en la Declaración. Pues bien, los sión Nacional francesa de la UNESCO, en la que
textos utilizan indiferentemente las expresiones se discutían los derechos del hombre, alguien se
"todos los seres humanos", "toda persona", 'todo quedó asombrado al advertir que ciertos partida-
individuo", "todo ser humano", o en sentido ne- rios de ideologías violentamente antagónicas ha-
gativo, cuando se quiere evitar cualquier exclu- bían llegado a un acuerdo sobre la redacción de
sión en el disfrute de derechos, "nadie", "ningu- la lista de dichos derechos. Sí, contestaron, esta-
no" o "ninguna", etc. Así, en lo que respecta a la mas de acuerdo sobre esos derechos con tal de
universalidad del sujeto de los derechos huma- que no se nos pregunte el por qué. Porque con el
nos, los textos son claros y rotundos y, en teoría 'por qué' empieza la disputa.f
al menos, no hay ni puede haber la menor duda. La razón última de la aceptación de los dere-
En efecto, el artículo 1 sostiene que "todos los chos humanos la expone en forma convincente
seres humanos nacen libres e iguales en dignidad B. De Castro de la siguiente manera: "el núcleo
y derechos". El artículo 2 especifica que "toda de esta plataforma (de los derechos humanos) es-
persona tiene todos los derechos y libertades ... sin tá constituido por la afirmación y defensa de la
distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, re- eminente dignidad de la persona humana y por el
ligión, opinión política o de cualquier otra índole, reconocimiento de una gama de exigencias radi-
origen nacional o social, posición económica, na- cales e insobornables que esa dignidad proyecta
cimiento o cualquier otra condición". El artículo 3 sobre el sistema de las relaciones sociales. Es un
confirma que "todo individuo tiene derecho a la substrato ético lentamente surgido de la fricción
vida, a la libertad y a la seguridad de su persona". y mezcla de múltiples creencias, convicciones e
Finalmente, el artículo 16 determina y aclara que idearios; es un credo social que se levanta sobre
"todo ser humano tiene derecho, en todas partes, el valor central del hombre y que hunde sus raí-
al reconocimiento de su personalidad jurídica". ces en subsuelos ideológicos tan dispares como
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el iusnaturalismo religioso o racionalista, el libe- las consejas de Oriente, el que era mendigo se
ralismo, el socialismo utópico o el marxismo"." despierta príncipe. Leibniz se atreve a llamar al
Estamos, pues, ante un talante y una fundamen- hombre un petit Dieu. Kant hace del yo el sumo
tación esencialmente humanistas que pueden legislador de la naturaleza y Fichte, desmesurado
compartir posturas e ideologías político-filosófi- como siempre, no se contentará con menos que
cas opuestas entre sí, pero que coinciden en con- decir: "El yo es todo". 1 O
siderar al hombre como un ser excepcional y, por Al margen de estas exageraciones retóricas, el
tanto, dotado de una dignidad especial. hombre actual ha cobrado aguda conciencia de su
dignidad y de que ésta es inseparable del respeto
irrestricto de los derechos humanos. En concreto
IV. El recurso a la "dignidad humana" en la Declaración de 1948, la dignidad humana
como fundamento de los derechos es la piedra angular de todo el articulado: en ella
descansan los restantes valores y derechos pro-
Lo que nosotros designamos "humanismo" clamados en la Declaración. Así, se ha podido es-
como base de los derechos humanos, el texto de cribir: "Esta afirmación (de que la dignidad hu-
la Declaración 10 llama "dignidad humana". En mana es el fundamento de los derechos), coloca-
efecto, la Declaración comienza con esta afirma- da a la cabeza de la Declaración universal de los
ción enfática: "El reconocimiento de la dignidad derechos del hombre, implica una revolución éti-
inherente a todos los miembros de la familia hu- ca en la vida de la humanidad. La Declaración
mana y de sus derechos iguales e inalienables constituye un código de valores que están en la
constituye el fundamento de la libertad, de la jus- base de las relaciones humanas y motivan a los
ticia y de la paz en el mundo" (Preámbulo). otros seres humanos que viven en sociedad ... La
"Dignidad, decía K. Rahner, significa dentro revolución consiste en el hecho de que la Decla-
de la variedad y heterogeneidad del ser, la deter- ración universal es la primera que, tomando co-
minada categoría objetiva de un ser que reclama mo base la dignidad humana, ha sido elaborada y
-ante sí y ante los demás- estima, custodia y re a- adoptada por toda la humanidad con un alcance y
lización't.f O, como más poéticamente escribía una validez universal" .11
A. Machado: "Por mucho que valga un hombre, En realidad, aunque nuestra época haya pres-
nunca tendrá valor más alto que el de ser hom- tado y preste especial atención a la dignidad del
bre"." Dignidad y derechos humanos se implican hombre, esta conciencia o autoconsciencia de la
dialécticamente. La dignidad exige que se respe- propia dignidad no es un verdadero descubri-
ten los derechos humanos, y éstos, a su vez, no miento del siglo veinte, sino más bien una espe-
pueden ser salvaguardados a menos que la digni- cie de constante histórica en todas las grandes
dad humana sea afirmada y protegida. culturas. En efecto, aunque las formas concretas
El Renacimiento, periodo histórico que suele de concebir al hombre al interior de las diversas
considerarse como especialmente impregnado de culturas sean muy diferentes, hay sin embargo,
humanismo y antropocentrismo, se abre precisa- coincidencias básicas. En concreto: el hombre no
mente con una famosa pieza literaria y retórica, es un ser más entre los seres que pueblan el cos-
compuesta por Pico de la Mirandola en 1486, que mos sino un ser único, excepcional. Acertada-
se titula concretamente Oratio de hominis digni- mente dice un estudioso de la Declaración: "La
tate (Discurso sobre la dignidad del hombre). admiración que en todos los tiempos ha suscita-
Durante la época moderna el humanismo y el an- do (el hombre) proviene de esta condición suya.
tropocentrismo se radical izan y, por así decir, se No es de hoy la pregunta por el hombre, es de
redescubre la eminente dignidad de la persona siempre y es de todas las culturas. Si el Salmo 8
humana, del sujeto, del yo. No sin ironía 1. Orte- interroga por el hombre en presencia del Señor
ga y Gasset, agudo observador de nuestro tiem- "¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él?"
po, escribía: "el yo ha sido favorecido por los la filosofía china repetía desde muy antiguo que
más sorprendentes cambios de fortuna. Como en nada hay tan noble bajo el cielo y sobre la tierra
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como el hombre. Si el coro de Antígona descubre comportarse fraternalmente los unos con los
que nada hay en la tierra tan poderoso como el otros". De acuerdo con este artículo la dignidad
hombre, los grandes pensadores como Platón y humana nn es algo que el hombre vaya adqui-
Aristóteles repiten sin cesar que en el hombre riendo en el transcurso de su vida con base a sus
hay una parte divina que excede todo lo demás. obras, sino que le es innata, vale decir, nace con
Si Shakespeare, por boca de Hamlet puede ex- ella. Además, el texto parece dar a entender que
clamar que nada hay en el mundo comparable al esa dignidad presupone o está basada a su vez en
hombre, Pascal puede pregonar que "toda la dig- la razón y en la conciencia. Otro estudioso de es-
nidad hombre radica en el pensamiento". Sí pa- ta Declaración explica cómo han de entenderse
ra la edad antigua el hombre se veía excelso por estos conceptos básicos: "Por razón se entiende
su capacidad de pensar y entender, el hombre la capacidad radical de razonar en el sentido ob-
moderno ha preferido ver la nobleza del hombre vio de la palabra, 1,11 Conciencia se entiende en
en la libertad como ya anticipaba Dante en el sentido básiCamente psicológico. Es en nombre
Paraiso't'? de esta dotación de razón y conciencia que los
Queda ya dicho que el texto de la Declaración hombres todos deben comportarse entre sí como
de 1948 comienza invocando la dignidad huma- hennanosv.l> Con mayor razón otro analista de
na como base o fundamento de los derechos hu- este documento objeta que "el enlace que apare-
manos. Posteriormente se recurre a ella -a la dig- ce en el texto castellano entre el hecho de que los
nidad- en otras cuatro ocasiones.U Intentemos hombres estén dotados de razón y conciencia y el
precisar, hasta donde se pueda, qué se entiende deber de comportarse fraternalmente no esta cla-
en la Declaración, por dignidad humana, como ro en los textos inglés y francés (de la Declara-
base de los derechos humanos. Aclaramos, para ción) como tampoco lo esta desde el punto de
comenzar, que el célebre documento no ofrece vista científico" .16 Parece más lógico suponer,
propiamente ninguna definición de dignidad (co- COrno siempre se ha hecho, que el deber de un
mo tampoco de otros conceptos capitales de la comportamiento fraternal entre los hombres se
Declaración: persona humana, libertad paz, fundamenta de manera inmediata en el origen co-
igualdad, etc.). La omisión obviamente no es in- mún de todos los seres humanos y en su igualdad
voluntaria, sino deliberada: así se evitaba entrar de naturaleza: al ser éstos, en este sentido, her-
en discusiones filosóficas o teológicas que posi- manos, deben comportarse fraternalmente entre
blemente contribuirían más a dividir a los hom- sf. Es claro también que el artÍ{lUl5habla expre-
bres que unirlos. En principio cada cual puede samente de seres hüffifinos nacidos: "Todos los
entender por "dignidad humana" lo que le diga su seres humanos nacen libres e iguales en dignidad
sentido común, habida cuenta de su propia cos- y derechos ..." (Y lógicamente parece excluirse
movisión, ideología, creencias, etc.14 En el texto que puedan tener derechos los seres humanos no-
se parte del supuesto de que sin libertad, sin jus- nacidos. Esta obs~rvación e importante: Volve-
ticia, sin paz y sin poder ejercer los derechos pro- remos de nuevo sobre ella porque, como se sabe,
clamados en la Declaración, el hombre pierde su esta interpretación ha d{\6b origen a una polémi-
dignidad o, si se permite la expresión, se desdig- ca permanente: licitud o ilicitud legal o moral del
nifica ... En el Preámbulo de la Declaración, Con- aborto, etc.).
siderando 5, se afirma que "los pueblos de las Hemos dicho que el texto de la Declaración
Naciones Unidas han proclamado de nuevo su fe apela expresamente a la 'dignidad' en cinco oca-
en los derechos fundamentales del hombre, en la siones: En el Preámbulo, Considerando l, se ha-
dignidad y el valor de la persona humana, en la bla de "la dignidad intrínseca" de los miembros de
igualdad de derechos de los hombres y de las mu- la familia humana como base de los derechos; en
jeres ..." En forma más concisa y contundente el el Considerando 5 se afirma que los pueblos han
artículo 1 estipula: 'Todos los seres humanos na- reafirmado su fe "en la dignidad y el valor de la
cen libres e iguales en dignidad y en derechos y, persona humana"; en el artículo 1 se establece que
dotados como están de razón y conciencia deben "todos los seres humanos nacen libres e iguales en
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dignidad y derechos"; en el artículo 22 se enseña les, precisamente por carecer de razón y de con-
que toda persona debe tener asegurados "los de- ciencia, no gozan de la dignidad que se autoatri-
rechos económicos, sociales y culturales, indis- buye el hombre ni, hablando propiamente, son
pensables a su dignidad"; finalmente el articulo sujetos jurídicos o morales de derechos. (Lógica-
23 estipula que todo trabajador tiene derecho a mente esto no implica de ninguna manera que el
una remuneración que le asegure, a él y a su fa- hombre esté autorizado para tratar a los animales
milia, "una existencia conforme a la dignidad hu- en forma arbitraria y cruel. Del hecho de que los
mana". Sin embargo, en ningún caso se explica, animales no sean propiamente sujetos de dere-
se describe o se define qué es o en qué consiste chos no se sigue que el hombre no tenga la obli-
esa dignidad. Un comentarista calificado, que ha gación de tratarlos en forma respetuosa y digna
estudiado en forma pormenorizada los orígenes y procurando evitares cualquier sufrimiento inne-
alcances de esta Declaración, hace a este respec- cesario).
to las siguientes acotaciones que juzgamos su-
mamente valiosas y pertinentes: "Sobre la base
de los trabajos preparatorios podemos dar a este v. Una Declaración "laica", al margen
artículo (se refiere al artículo l ya citado por no- del iusnaturalismo
sotros) el sentido siguiente: "cada individuo -
hombre o mujer- posee desde su nacimiento, Esta forma de fundamentar los derechos hu-
sean cuales fueren los acontecimientos posterio- manos en la dignidad humana y ésta, a su vez, en
res, la libertad; es también igual a los demás in- la razón y conciencia, llama la atención por varios
dividuos, desde su nacimiento, en dignidad y en motivos. Entre otros, por silenciar el concepto
derechos. De todas formas, y en razón de la ad- clásico de "naturaleza humana" y por obviar cual-
vertencia general hecha durante los debates, so- quier referencia a un ser trascendente por encima
bre el hecho de que la Declaración forma un to- del hombre. Veamos esto con más detención:
do y que no es posible comprender el sentido de En primer lugar, el texto de la Declaración no
un artículo sino es en función de todos los de- fundamenta los derechos humanos en una natu-
más, la igualdad de los seres humanos no se re- raleza humana común como se venía haciendo
fiere -corno lo menciona el artículo 2- sino a los tradicionalmente en declaraciones similares des-
derechos y libertades proclamados en la presen- de la Revolución Francesa, ni utiliza la conocida
te Declaración. Finalmente, los seres humanos expresión de "derechos naturales" o fórmulas se-
se distinguen de los animales por su razón, como mejantes. Personalmente tengo la impresión de
también por su consciencia, que es ante todo, el que se evita cuidadosamente que aparezca en el
sentimiento de que existen otros hombres. En texto el concepto de "naturaleza humana". ¿A
consecuencia, todo individuo tiene el deber fun- qué obedece esto?
damental de actuar hacia sus semejantes como Se debe sencillamente a que el pensamiento
hacia miembros de una familia. Las palabras "li- moderno rechaza, en general, el concepto de na-
bre", "dignidad', "razón" que no fueron, en turaleza aplicado al hombre. "El hombre -se ha
cuanto tales, objeto de discusiones durante los dicho- no tiene naturaleza, sino historia". "No
trabajos preparatorios, hay que entenderlas en hay -afirrnaba M. Merleau-Ponty- una naturaleza
los límites -muy amplios ciertamente- del senti- humana sobre la cual podamos descansar". Etc.
do común". 17 Las razones son varias. Fundamentalmente se
En consecuencia, la dignidad humana, base aduce que el concepto de natura atribuido al ser
de los derechos, se asienta a su vez en caracterís- humano implicaría que éste es ya un ser acabado,
ticas exclusivas del ser humano: su razón y su determinado y constreñido, precisamente por te-
conciencia, por las que éste se distingue también ner una naturaleza, a actuar de una forma deter-
-aunque esto no se diga expresamente en el tex- . minada. Brevemente, el concepto de naturaleza
to de la Declaración- de los demás animales que se entiende como la antítesis de la libertad y, en
pueblan la tierra. Estos, los animales no raciona- este sentido, es claro que hay que eliminar todo
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vestigio de naturaleza en el hombre y entender es que el ilustre profesor no dice donde radica ese
más bien esa supuesta naturaleza como pura li- supuesto latente iusnaturalismo ... Otro autor, más
bertad. Los redactores del texto de la Declaración triunfalista, sostiene que. el artículo 10 de la De-
parecen adherirse a esta corriente de pensamien- claración "rezuma acentos iusnaturalistas" al
to ya que, por una parte, evitan cuidadosamente afirmar que los nombres "nacen libres e iguales",
cualquier alusión al concepto de naturaleza, y, 10 que permite argumentar que se trata de una
por otra, aspiran a implantar y promover la dig- "dignidad anterior y superior a la ley. Lo que
nidad y los derechos humanos "dentro de un con- equivale a reconocer, por ser esa la concepción
cepto más amplio de libertad" (Considerando 5). que domina nuestro tiempo, el fundamento ius-
En otras palabras, la persona no sólo es inconce- naturalista de los derechos de la persona huma-
bible sin libertad sino que, por así decir, será más na, frente al positivismo, antes en boga, que ha-
persona en la medida que goce de un mayor ám- cía depender todo derecho de la simple voluntad
bito de libertad. Por este camino algunos pensa- del Estado" .19 El autor citado puede deducir, si
dores modernos reducen el ser humano a existen- así 10 quiere, tesis iusnaturalistas de cualquier
cia libre -"el hombre es libertad", dice J.P.Sartre- expresión sencilla ("los hombres nacen libres"),
y 10 separan totalmente de los demás seres del pero su afirmación de que la teoría predominan-
mundo: el hombre no puede tener naturaleza por- te hoy -incluso referida a mediados del siglo
que esto implicaría un modo de ser y de obrar de- veinte- es el iusnaturalismo frente al otrora
terminado, constante e invariable. triunfante positivismo jurídico, es realmente pe-
¿Qué se puede decir frente a esta manera de regrina. Peregrina porque la verdad era y es
pensar y de argumentar? Pues que se entiende el exactamente 10 contrario.
concepto de naturaleza de manera harto peculiar Es cierto que el texto de la Declaración afirma
y peregrina. El hecho de que el hombre tenga na- que "la libertad, la justicia y la paz en el mundo
turaleza, es decir un modo de ser determinado y tienen por base el reconocimiento de la dignidad
constante, que lo configura y lo distingue de los intrínseca y de los derechos iguales e inaliena-
demás seres, no implica en modo alguno negar su bles" de los seres humanos (Considerando 1);
condición espiritual, su libertad, su ser personal. que estos derechos humanos deben ser "protegi-
Como se ha repetido hasta la saciedad, la natura- dos por un régimen de derecho" para que el hom-
leza humana no es una naturaleza animal, pura- bre no tenga que recurrir a la rebelión (Conside-
mente instintiva, biológica, sino una naturaleza rando 3); que hay que promover "el respeto a es-
racional, libre, (porque la libertad se funda en la tos derechos y libertades" y asegurar su recono-
razón) y espiritual. Cuando se niega al hombre cimiento y aplicación universales y efectivos
naturaleza, sea uno consciente de ello o no, se (Parte final del Preámbulo; énfasis nuestros).
vuelve a caer en un nuevo platonismo, porque se Partiendo de la letra de estos asertos -en los
separa al hombre del resto de los seres naturales que se habla de reconocimiento, protección y res-
y se huye del mundo. Pero, como decíamos, esta peto de los derechos humanos- otro autor deduce
no parece ser la forma de pensar de los redacto- también una postura iusnaturalista pues, argu-
res del texto de la Declaración de 1948. menta, esos derechos preexisten a las leyes posi-
En contra de nuestra interpretación, algunos tivas, ya que "es obvio que se reconoce, respeta
autores, al parecer seguidores del iusnaturalismo, y protege por las leyes 10 que preexiste a ellas".20
quieren ver en esta Declaración de 1948 una ins- La verdad es que el autor citado fuerza indebida-
piración básicamente iusnaturalista, aunque el mente su argumentación ya que, en realidad, na-
texto de la Declaración no lo diga expresamente. da impide que se exija reconocimiento, protec-
Así el prestigioso jurista Castán Tobeñas no duda ción y respeto a derechos eventualmente otorga-
en escribir que la Declaración de 1948 "responde dos por las leyes o el derecho positivo.
a ideales de justicia y de paz e incluso, implícita- En conclusión, aquí -como en otras ocasiones
mente, a incitaciones de un latente y por fortuna que implican asumir o rechazar filosofías con-
nunca extinguido iusnaturalismov.tf El problema trapuestas- los redactores del texto han evitado
..

ANTROPOLOGÍA Y DERECHOS HUMANOS II 553

tomar una postura filosófica determinada, preci- nidad, al Ser Supremo, etc. Por ejemplo, cuando
samente para evitar la polémica y la división de se discutía el texto del Preámbulo, Considerando
pareceres. Interpretar los textos en el sentido de 1, que habla de "derechos iguales e inalienables",
que supondrían, al menos implícitamente, una op- el representante de los Países Bajos propuso aña-
ción básicamente iusnaturalista, es ir demasiado dir el inciso "fundados en el origen divino y el
lejos y hacerles decir a los textos lo que no dicen. destino inmortal del hombre ... ". Su propuesta
En segundo lugar, como dijimos, llama tam- fue rechazada, pero el diplomático holandés in-
bién poderosamente la atención, al menos dentro sistió en que el Ser Supremo es la verdadera
de la tradición occidental sedicente cristiana, el fuente de los derechos humanos. Análogamente
hecho de que para fundamentar la "dignidad hu- cuando se discutía el texto del artículo 16, 3, re-
mana" en el texto de la Declaración no se recurra ferente a la familia, que dice: "La familia es el
a Dios, al Ser Supremo, a la Naturaleza o a otros elemento natural y fundamental de la socie-
conceptos análogos (tal como se había hecho en dad ...", el representante del Líbano señor Malik,
las declaraciones de la Revolución Francesa, de propuso la siguiente enmienda: "Dotada por el
la independencia de los Estados Unidos, etc.). Creador de derechos inalienables, previos a todo
A la verdad el texto original del artículo 1 de- derecho positivo, la familia es el elemento natu-
cía así: "Los seres humanos están dotados por la ral.;." El representante de la Unión Soviética se
naturaleza de razón y de conciencia ...". El repre- opuso frontalmente aduciendo que "muchos
sentante de Brasil, señor De Athayde, propuso la hombres no creen en Dios y que la Declaración
siguiente enmienda: "Creados a imagen y seme- debe dirigirse al conjunto de la humanidad". En
jánza de Dios están dotados de razón y de con- consecuencia, la enmienda del señor Malik tam-
ciencia ..." Los representantes de Bélgica y Cuba bién fue rechazada.U
pidieron que se suprimiesen las palabras "por la En conclusión, el texto de la Declaración ex-
naturaleza". El representante de China, señor cluye consciente y voluntariamente cualquier re-
Chang, fue más radical y explícito: en nombre de ferencia explícita o velada a Dios, al Creador, a
la humanidad, argumentó, había que eliminar del la Naturaleza, etc. como fundamento de la digni-
texto de la Declaración toda connotación teológi- dad humana y como fuente y origen últimos de
ea o que reflejara ideas o creencias propias del los derechos humanos. Estamos, pues, ante un
occidente cristiano. Las alusiones teológicas o texto laico, plenamente secularizado, donde el
cristianas debían ser evitadas en una Declaración hombre remite al hombre, los derechos humanos
que pretendía ser válida para toda la humanidad. se basan en la dignidad humana y donde toda ex-
El representante de Argentina, señor Corominas, plicación sobre el origen y significación de estos
contrareplicó que afirmar que los hombres han derechos tiene lugar en la inmanencia del mundo
sido creados a imagen y semejanza de Dios era de lo humano, excluyendo toda alusión o referen-
evocar una creencia común y susceptible de las cia a cualquier instancia trascendente por encima
más amplias interpretaciones; que el texto del ar- del hombre.
tículo 1 tendría una fuerza mucho mayor si se
mencionara en él a Dios; que no había que ver en
él una amenaza a la libertad religiosa, garantiza- VI. Una cuestión disputada: ¿Los no
da expresamente por otros artículos, etc. Todo nacidos son sujetos de derechos?
fue en vano: el representante de la Unión Sovié-
tica, señor Pavlov, apoyó la postura del represen- Anteriormente hemos insistido en la "univer-
tante de China, y el señor De Athayde tuvo que salidad" del sujeto de los derechos humanos. En
retirar la enmienda. términos más claros, según la Declaración, "todo
Ya en otras ocasiones, debido fundamental- ser humano", "toda persona", "todo individuo",
mente a la oposición de los países socialistas, hu- etc. es sujeto de los derechos proclamados en la
bo que excluir en el texto de la Declaración cual- Declaración. Pues bien, a este respecto la cues-
quier referencia, explícita o implícita, a la Divi- tión ineludible que se nos presenta es si, según la
554 ANTONIO MARLASCA LÓPEZ

Declaración, los no-nacidos han de considerarse ciso) hasta que quedó redactado en los términos
como "seres humanos", "personas", "individuos" concisos y escuetos que recoge actualmente la
y por tanto, como sujetos de derechos. La cues- Declaración. Pero, antes de ser aprobado en la
tión, como era de esperar, es compleja y polémica. Comisión, el señor Malik, representante del Lí-
Aclaramos que, en principio, no nos interesa bano, insistió de nuevo y propuso la siguiente en-
discutir o tomar aquí posición, a favor o en con- mienda: "Todo hombre tiene derecho a la vida y
tra, respecto al problema más fundamental sobre a la integridad de su cuerpo desde el momento de
si los no-nacidos son verdadera y actualmente su concepción, independientemente de su condi-
personas y consiguientemente sujetos de dere- ción física o mental". Asimismo el representante
chos -y en primer lugar, del derecho a la vida-, al de Chile recalcó: "Los nascituri (= los que van a
margen de lo que diga el texto de la Declaración nacer, o lo que es lo mismo, los todavía no naci-
de 1948. Esta cuestión es inseparable del proble- dos), los incurables, los débiles mentales y los lo·
ma de licitud o ilicitud moral del aborto, sobre lo cos tienen derecho a la vida ..." En contra de es-
que se viene polemizando desde hace siglos, y na- tas propuestas, la Comisión de la Condición de la
da, que no se haya dicho ya, podríamos añadir a lo Mujer argumentó que la afirmación del derecho a
sustentado por tantos autores en un sentido o en la vida desde la concepción no se conciliaba con
otro. Nos interesa simplemente aclarar qué dice el algunas legislaciones que admitían la posibilidad
texto de la Declaración de 1948 sobre este tópico: de practicar al aborto. En consecuencia todas las
si los no-nacidos son o no son sujetos de derechos. enmiendas propuestas fueron rechazadas y el tex-
Pues bien, como en tantas otras ocasiones en que to, votado y aprobado tanto en la Comisión como
las posturas eran irreductibles y antagónicas, el en la Asamblea General, dice así: "Todo indivi-
texto de la Declaración no se pronuncia abierta- duo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la se-
mente en un sentido o en otro. Quizá se podría de- guridad de su persona".
cir que evade el problema o lo pasa por alto. Pero De nuevo es Albert Verdoot quien, en forma
tampoco esto es del todo exacto, puesto que, como autorizada y documentada, nos da una correcta y
veremos, del contexto, de las discusiones, de los fiel interpretación de este artículo 3, tan polérni-
antecedentes del texto votado y de las interpreta- co: "Cabe, considerando los trabajos preparato-
ciones posteriores, parece deducirse inequívoca- rios, interpretarlo (el artículo 3) como sigue: Ca-
mente que la Declaración de 1948 no considera a da individuo tiene derecho a la existencia física.
los no-nacidos como sujetos de derechos. No se precisa cuándo comienza esta existencia,
El texto del artículo que más se relaciona con con miras a las legislaciones que permiten el
nuestro problema dice escuetamente: "Todos los aborto en ciertos casos. Asimismo no se pronun-
individuos tienen derecho a la vida, a la libertad cia ninguna condenación explícita contra la euta-
y a la seguridad de su persona" (artículo 3). El nasia de los incurables y de los débiles mentales,
problema evidentemente es precisar desde cuan- ni contra la condena legal, para los crímenes grao
do tienen esos derechos, y, concretamente el de- ves a la pena capital".23
recho a la vida. ¿Desde antes de nacer? ¿Desde A la vista de estos antecedentes, discusiones,
el nacimiento? Cuando se discutía el texto de es- etc., está perfectamente claro que el texto del aro
te artículo en el seno de la Comisión preparato- tículo 3, aprobado por la ONU, conscientemente
ria, el Comité jurídico interamericano propuso la dejaba abiertas las puertas para la legalización
siguiente redacción: "Toda persona tiene derecho del aborto. Los seres humanos concebidos, pero
a la vida. Este derecho comprende el derecho a la no-nacidos, al no estar expresamente menciona-
vida desde el instante de la concepción ...".22 El dos como sujetos del derecho a la vida, implíci-
texto de este artículo fue objeto de sucesivas mo- tamente están de hecho excluidos como sujetos
dificaciones y adiciones (en un momento dado el de derechos. Esta interpretación está confirmada
texto incluía la afirmación de la legitimidad ética por el hecho de que muchos países, que se han
de la pena capital como castigo contra los críme- adherido a esta Declaración, han legalizado pos-
nes más graves, pero después se suprimió este in- teriormente el aborto y no han visto en ello la
ANTROPOLOGÍA Y DERECHOS HUMANOS 11 555

menor contradicción. Cabe también mencionar de antropologías concretas y antagónicas y des-


que la OMS (la Organización Mundial de la Sa- criben al ser humano con unas características vo-
lud, un organismo dependiente de la ONU) tiene luntariamente generales, imprecisas y, por lo
por costumbre informar periódicamente sobre las mismo, aceptables para cualquier ideología: el
prácticas abortivas que se realizan en el mundo, ser humano goza de una especial dignidad por es-
sin cuestionar en lo más mínimo la licitud moral tar dotado de razón y conciencia. Partiendo de
de tales prácticas en virtud, por ejemplo, de la ahí, cada cual puede concebir al ser humano en
Declaración universal de los derechos humanos formas muy diversas e incluso antagónicas
(como sería lo lógico y lo obligado si esta Decla- (¿imagen de Dios? ¿polvo de la tierra?), pero
ración rechazase el aborto ). esas concepciones concretas del ser humano no
pueden. ampararse en el texto de la Declaración -
voluntariamente abierto e impreciso- sino que
VII. A modo de conclusión: son responsabilidad exclusiva del hermeneuta de
apreciaciones críticas los textos y de su buen (o mal) saber y entender.
Mérito de la presente Declaración es que es-
Comenzábamos este ensayo preguntándonos tán expresamente incluidos en ella los derechos
cómo se entendía, en la Declaración de 1948, al económicos, sociales y culturales, también lla-
ser humano, sujeto y razón de ser de los derechos mados derechos de segunda generación. Efecti-
ahí proclamados. Hemos ido viendo la respuesta vamente en los artículos 22 al 27 se especifica
y las aclaraciones que se imponen. Ser humano es una serie de derechos que aseguran una vida
todo aquel que tenga rostro humano, indepen- humana digna, para lo cual se necesitan inexo-
dientemente de su sexo, de su color, de su condi- rablemente una serie de condiciones (= dere-
ción social o económica, de su cultura, de su reli- chos) que la hagan posible: derecho a la seguri-
gión o falta de ella ... Simplemente por el hecho de dad social, al trabajo, a una remuneración equi-
ser criatura humana tiene una especial dignidad, y tativa, al descanso, a la salud, a la educación, a
esta dignidad radica concretamente en la razón y la cultura, etc. Pues no se trata ya exclusiva-
conciencia, inseparables del ser humano. No está mente, como en Declaraciones anteriores, de
de más reiterar un par de precisiones. En primer los derechos individuales, civiles o políticos,
lugar, los no-nacidos no parecen ser tomados en de los derechos frente a otros individuos y es-
la Declaración como sujetos de derechos. En se- pecialmente frente al Estado, que exigían más
gundo lugar, los animales no-humanos, al no te- bien una abstención o inhibición por parte del
ner razón ni conciencia, base de la dignidad don- Estado, sino de derechos que, para que sean
de se asientan a su vez los derechos, tampoco son reales y efectivos, requieren de alguna manera
estrictamente sujetos de derechos. Indudablemen- una acción positiva por parte del Estado.
te ha habido un progreso -una mayor universali- A veces se ha criticado a la presente Declara-
zación- en la forma de concebir a la persona, su- ción porque enumera una serie de derechos bas-
jeto de los derechos, comparando la presente De- tante heterogéneos entre sí sin hacer ninguna dis-
claración con otras anteriores, como por ejemplo, tinción entre ellos, como si todos tuvieran el mis-
la francesa de 1789, donde para ser "hombre" y mo rango e importancia. A este respecto el teóri-
"ciudadano", sujeto de derechos, en el fondo se co del derecho N. Bobbio hace unas observacio-
requería ser varón, adulto propietario, etc. nes muy esclarecedoras: "Por un lado, dice, el
Más en concreto, no hay explícitamente en la consenso general sobre ellos (los derechos huma-
Declaración, una antropología filosófica determi- nos) induce a creer que tienen un valor absoluto;
nada. La forma de concebir al hombre en la De- por otro lado, la expresión genérica y única "de-
claración es compatible con la filosofía liberal, rechos humanos" hace pensar en una categoría
con el marxismo, con el cristianismo, con el homogénea. Y en cambio, los derechos humanos
ateísmo, etc. Los redactores del texto decidieron no son en su mayor parte absolutos ni constitu-
(¿prudentemente? ¿lamentablemente?) abstraer yen en absoluto una categoría homogénea".24
556 ANTONIO MARLASCA LÓPEZ

En realidad solo son absolutos (es decir, que seguir que esos mismos bienes "sirvan a la con-
no admiten excepción, al menos en teoría) el de- quista común de los bienes morales y espiritua-
recho a no ser sometido a esclavitud y el derecho les" del hombre y de su autonomía. Naturalmen-
a no ser torturado. Prueba de ello es que en la te estos abogados de distintos tipos de sociedades
Convención europea de los derechos humanos de se harán entre sí acusaciones mutuas de ignorar y
1950 los dos derechos recién citados son los úni- preterir tales o cuales derechos esenciales del ser
cos que no pueden ser excluidos de la suspensión humano ... precisamente porque se ha partido de
de la tutela, que afecta a todos los demás en caso una imagen o concepto diferente de persona en
de guerra u otro peligro.25 Los demás derechos, cada caso. Es decir, se ha partido de antropolo-
aún los que ciertos grupos consideran fundamen- gías antagónicas.Z?
tales, no son absolutos sino relativos. Por ejem- Es claro, pues, que los derechos humanos de
plo, el derecho a la libertad de expresión tiene la Declaración de 1948 son heterogéneos en el
que ser compatible con el derecho a no ser difa- sentido de que no todos pertenecen a la misma
mado, y en este sentido el derecho a la buena fa- categoría o clase: existen en primer lugar los de-
ma limita el derecho a la libertad de expresión. rechos de libertad, que tienden a limitar el poder
Dónde termina concretamente un derecho y dón- del Estado y a reservar al individuo o los grupos
de empieza el otro es algo que no se puede deci- particulares una esfera de libertad frente al Esta-
dir en abstracto y de una vez y para siempre. do; existen en segundo lugar los derechos políti-
El pensador francés J. Maritain ha insistido cos, que exigen una participación cada vez ma-
también mucho en esta idea de que los derechos yor de los ciudadanos en el uso y control del po-
humanos, precisamente por ser humanos, no son der político; están en tercer lugar los derechos
incondicionales ni absolutos, sino que se limitan económico-sociales que son la expresión de nue-
mutuamente: los derechos del hombre como per- vas exigencias para implementar cuotas más altas
sona miembro o parte de la comunidad restringen de bienestar e igualdad reales de los individuos.
en cierta medida las libertades y derechos del y a veces el intento de poner en práctica estos di-
hombre como persona individual. El problema versos derechos se traduce en una incompatibili-
consiste fundamentalmente en "la determinación dad de unos con respecto a otros. Por ejemplo, el
de la escala de valores que rige el ejercicio y la derecho a la propiedad privada del plutócrata tie-
organización concreta de esos derechos. Ahí nos ne que ceder frente al derecho a la vida -y a los
vemos confrontados con el choque entre las filo- alimentos oportunos para mantener esa vida- de
sofías políticas incompatibles".26 Podemos por sus compatriotas indigentes. De un modo más
ejemplo imaginar que los defensores de una so- general nuestras sociedades actuales, en la medi-
ciedad liberal, comunista o personalista ofrezcan da que son más libres, de hecho son también más
en teoría la misma lista de los derechos del hom- injustas. Esto es más evidente en nuestros días en
bre. (Es lo que de hecho sucedió en la Declara- que campean a sus anchas la globalización de la
ción de 1948). Pero a la hora de interpretar y lle- economía y el llamado neo-liberalismo que, al
var a la práctica esos derechos, los van a ordenar menos en América Latina, han hecho más ricos a
y jerarquizar de acuerdo a una escala de valores, los que ya eran ricos y más pobres a los que ya
de acuerdo a un valor supremo que va a servir co- eran pobres. Y de un modo inverso: en la medida
mo principio de unificación dinámica. Así, even- en que algunas sociedades son más justas y equi-
tualmente el liberal verá la dignidad humana an- tativas son de hecho menos libres. Por lo demás,
te todo en el poder de cada persona de apropiar- la puesta en práctica de determinados derechos
se de los bienes de la naturaleza; para el comu- económico-sociales, como por ejemplo el dere-
nista la dignidad humana consistirá en someter cho al trabajo, no es un problema filosófico, ni
esos mismos bienes a un uso y disfrute comuni- moral ni siquiera jurídico. Es un problema emi-
tario por parte de la colectividad para "liberar" el nentemente práctico, vale decir, económico-polí-
trabajo humano; el personalista, por su parte, ve- tico. ¿De qué sirve la proclamación jurídica del
rá la huella de la dignidad humana en poder con- derecho al trabajo en un país -como Nicaragua-
ANTROPOLOGÍA Y DERECHOS HUMANOS II 557

donde las posibilidades reales -es decir económi- chos en desmedro de las obligaciones, y señala
cas, sociales y políticas- de encontrar un trabajo como un hecho paradójico la ausencia, en el idio-
digno son extremadamente reducidas? En casos ma tradicional japonés, "de un término general
como el citado, de nada sirve que un país firme la que signifique derecho", 10 cual, añade, es muy
más actualizada convención de derechos socia- significativo "en una cultura en que los términos
les, mientras no se creen las condiciones econó- que expresan deberes y obligaciones eran tan
mico-sociales que hagan posible la realización abundantes y altamente desarrollados". 29
fáctica de tales derechos. A este respecto merece En el mismo sentido el pensador hindú R.C.
citarse por su candidez, ingenuidad y falta de rea- Pandeya enseña que "en la tradición cultural de
lismo político, el siguiente artículo de la Declara- la India los derechos se derivan de los deberes,
ción: "Toda persona tiene derecho a que se esta- mientras que la declaración (de 1948) presupone
blezca un orden social e internacional en el que que, siendo los derechos humanos básicos, los
los derechos y libertades proclamados en esta deberes estarán determinados por esos dere-
Declaración se hagan plenamente efectivos" (ar- chos". En cuanto hindú, explica que re-elaboraría
tículo 28). Como expresión de buenas intencio- toda la Declaración de los derechos humanos to-
nes el citado artículo es antológico. mando como guía los deberes (de los que se ha-
Se ha criticado también a la Declaración por- bla escuetamente en el artículo 29), ya que, recal-
que, salvo en el artículo 29, en el que de una mane- ca, "en el pensamiento de la India tradicional el
ra lacónica y abstracta se estatuye que "toda perso- único camino que se reconoce es el que va de los
na tiene deberes respecto a la comunidad puesto deberes a los derechos't.é"
que sólo en ella puede desarrollar libre y plena- En un sentido parecido en 1963, el Papa Juan
mente su personalidad", sólo habla de derechos y XXIII en un documento en el que elogiaba sin ci-
no señala los deberes correspondientes, ya que, se- catería los méritos y el valor de la Declaración de
gún se aduce, todo derecho implica un deber. 1948, recordaba, no obstante, que los derechos
En efecto, entre las declaraciones de derechos son inseparables de los deberes. Y especificaba:
más famosas, la Declaración americana aproba- "Al derecho de todo hombre a la existencia, por
da en Bogotá el mismo año de 1948, pero antes ejemplo, corresponde el deber de conservar la vi-
de la Declaración universal, ya había consagrado da; al derecho a un nivel de vida digno, el deber
un capítulo entero a los deberes del hombre (de- de vivir dignamente, y, al derecho a la libertad en
beres para con la sociedad, para con los hijos y la búsqueda de la verdad, el deber de buscarla ...
los padres, deber de instruirse, de votar, de obe- Así, pues, aquellos que al reivindicar sus dere-
decer a las leyes, de servir a la comunidad, deber chos se olvidan de sus deberes ... se asemejan a
de pagar los impuestos, de trabajar, etc.). Poste- los que deshacen con una mano lo que hacen con
riormente la Carta africana de los derechos del la otra".3l
hombre y de los pueblos ha añadido, a los ya A la vista de estos testimonios, y en una épo-
mencionados en la Declaración americana, el de- ca donde está de moda recibir en lugar de dar, re-
ber de no discriminación y de tolerancia, el deber clamar en lugar de servir, tal vez no sería total-
de solidaridad, y dos deberes específicamente mente desacertada la proclamación de una Carta
africanos: el deber de preservación "de los valo- Universal de los deberes del hombre aún en la hi-
res culturales africanos positivos" y el deber de pótesis de que tal proclamación solo tuviera un
contribuir "a la promoción y a la realización de la valor simbólico.
amistad africana".28 Tal vez la crítica más severa que se ha hecho
Pero son los pensadores orientales los espe- a la Declaración es que, como decíamos al prin-
cialmente críticos a este respecto. Para ellos son cipio de este ensayo, ésta no tiene fuerza jurídi-
inconcebibles los derechos sin los correspon- ca vinculante, sino que es una mera recomenda-
dientes deberes. Así, por ejemplo, el japonés ción. Sin embargo, esta crítica, a pesar de su
Ryoosuke Inagaki piensa que, en general, en el aparente gravedad, no es del todo pertinente.
mundo de hoy hay excesiva demanda de dere- Nos explicamos:
558 ANTONIO MARLASCA LÓPEZ

La Comisión encargada de la redacción y ela- tos. Por este camino, "los derechos humanos han
boración de la Declaración decidió, desde las pri- sido de algún modo subvertidos, invertidos y per-
meras sesiones, que la Declaración tendría tres vertidos")3 Los derechos humanos fueron conce-
partes: una declaración que tendría el carácter de bidos como un medio para asegurar y aumentar la
manifiesto sin fuerza legal; una convención mul- libertad personal frente a todas las amenazas que
tilateral, más tarde conocido como Pacto, que tendieran a restringirla o asfixiarla. Y la amenaza
obligaría a todos los estados que lo ratificaran; y más terrible y poderosa contra la cual debía de-
medidas para implementar lo proyectado. La fender la Declaración universal al individuo era
Convención o Pacto posteriormente se escindió precisamente el Estado. Pero ahora resulta que el
en dos Pactos: uno sobre los derechos económi- Estado es el sujeto "par excellence" de los dere-
cos, sociales y culturales, y otro sobre los dere- chos. Atribuir al Estado derechos superiores y por
chos civiles y políticos. El 16 de diciembre de encima de los individuos, y en contra de los indi-
1966 la Asamblea General de la ONU aprobó los viduos, está en total oposición a la concepción oc-
textos de los dos Pactos y los presentó para su fir- cidental de los derechos humanos. "Es el indivi-
ma y ratificación. Ambos Pactos, el de los dere- duo humano, capaz de libertad responsable y de
chos económico-sociales y el de los derechos ci- compromiso absoluto el que por esa misma razón
viles y políticos, recogen y amplían, como era tiene dignidad y derechos't.H Por supuesto, que la
obligado, lo esencial de la Declaración de 1948, comunidad, la nación, son indispensables para el
y entraron en vigor en 1976. Actualmente estos individuo -puesto que es parte de ella- y para el
Pactos tienen fuerza vinculante para todos los es- desarrollo de su libertad y demás potencialidades
tados que los han firmado (la mayoría de los es- humanas. En este sentido puede admitirse que la
tados). Y las medidas para su implementación es- comunidad o la nación tienen derechos, pero sus
tán contenidas en los Pactos mencionados.V derechos se derivan de los del individuo y no a la
Una última observación. El tema de fondo del inversa. En otras palabras, tampoco aquí, como
presente ensayo era el sujeto de los derechos hu- en el caso bíblico del sábado -"no está hecho el
manos. En las páginas que anteceden se ha res- hombre para el sábado sino el sábado para el
pondido que el sujeto es siempre en último térmi- hombre"-, está hecho el hombre para la sociedad,
no el individuo, la persona humana. Solo los in- sino la sociedad para el hombre.
dividuos, por ser solo ellos los únicos racionales,
conscientes y consecuentemente libres y respon-
sables, pueden ser propiamente sujetos de dere- Notas y referencias
chos. Así nacieron y así se concibieron los dere-
chos humanos en la tradición occidental y este es l. Juan Pablo 11, Discurso en la 34 AsambleaGe-
el sentido auténtico que tienen en la Declaración neral de la ONU, 2 de octubre de 1979.
universal de 1948. 2. B. de Castro, El reconocimiento de los derechos
No obstante, en las últimas décadas, bajo la humanos. Tecnos, Madrid, 1982, p. 28.
presión de países recientemente descolonizados, 3. Ver J. A. Ezurdia Lavigne, Curso de derecho na-
apoyados por los otrora estados comunistas, se tural. Perspectivas iusnaturalistas de los derechos hu·
ha comenzado a hablar de los derechos de las co- manos. Reus, Madrid, 1987, pp. 143-144.
munidades, derechos de las naciones, derechos Como se sabe, el texto fue aprobado por 48 votosa
de los estados y en último término, derechos de favor, 8 abstenciones y ningún voto en contra. Con-
cretamente se abstuvieron los siguientes países: Bielo-
los gobiernos. Así, insensiblemente los derechos
rrusia, Checoslovaquia, Polonia, Ucrania, Unión So-
de los estados o de los gobiernos han ido cobran-
viética, Yugoslavia, Unión Sudafricana y Arabia Sau-
do prevalencia sobre los derechos de los indivi- dita. Llama la atención que "coincidieran" en la vota-
duos. Así también, algunos estados o gobiernos ción los 6 países socialistas con la Unión Sudafricana
lógicamente se sienten autorizados -en virtud de (en aquel entonces abiertamente racista) y con Arabia
los supuestos derechos superiores que detentan- a Saudita (país que profesaba y profesa la religiónofi-
aplastar los derechos individuales de sus súbdi- cial musulmana). Sin embargo, las razones esgrimidas
ANTROPOLOGÍA Y DERECHOS HUMANOS 11 559·

para abstenerse fueron distintas. Arabia Sauditajustifi- 17. A. Verdoot, Lo Declaración universal de los
có su abstención porque era contraria a la libertad reli- derechos humanos. Nacimiento y significación,
giosa proclamada en esa Declaración. La Unión Suda- Bilbao, 1969, pp. 82-3. Citado por N. Blazquez, Art.
fricana alegó que los derechos sociales, económicos y cit., p. 114.
culturales proclamados no eran las libertades en el sen- 18. J. A. Castan Tobeñas, Los derechos del hom-
tido tradicional y, consiguientemente, estaban fuera de bre, Reus, Madrid, 1976, p. 114.
lugar en la presente Declaración. Los países socialis- 19. 1.M. Yanguasmesías, "La garantía interna-
tas, hicieron varios reparos a la Declaración: que en cional de los derechos de la persona humana", en
ella se reflejaban sobre todo las concepciones ideoló- ARACMP, VIII (1956), p. 109. Cit. por J. A. Ezcurdia
gicas de la burguesía dominante en el mundo occiden- Lavigne, Curso de derecho natural.Perspectivas ius-
tal; que las fórmulas o expresiones utilizadas eran de- naturalistas de los derechos humanos. Reus, Madrid,
masiado abstractas; que no se insistía lo suficiente en 1987, p. 157.
las obligaciones del individuo para con el Estado; y 20. Así l. Hervada, "Problemas que una nota
que al proclamar las libertades de expresión y de aso- esencial de los derechos humanos plantea a la
ciación no se retiraban explícitamente estas libertades filosofía del derecho", en Persona y Derecho
a los fascistas. (Revista de la Fundamentación de las Instituciones
4. A. Truyol y Serra, Los derechos humanos. Tec- Jurídicas y derechos humanos), No. 9, EUNSA,
nos, Madrid, 1977, p. 31. Pamplona, 1982, p. 246.
5. C. Ruiz Del Castillo, "Las encrucijadas de los 21. Para todos estos datos ver Albert Verdoot,
derechos humanos", en Anales de la Real Academia de Obra citada, pp.269-274, y Niceto Blazquez, Art., cit.,
Ciencias Morales y Políticas, 55( 1978), p. 50. pp. 120-123.
6. l. Maritain, El hombre y el Estado. Ed. Guiller- 22. En una Declaración posterior, la Convención
mo Kraft, Buenos Aires, 1962, p. 94. americana sobre derechos humanos (más conocida
7. B. De Castro, El reconocimiento de los derechos como Pacto de San José de Costa Rica) de 1969, en el
humanos. Tecnos, Madrid, 1982, p. 28. artículo 4 se lee: ''Toda persona tiene derecho a que se
8. K. Rahner, Escritos de teología, 11.Taurus, Ma- respete su vida. Este derecho estará protegido por la
drid, p. 264. ley y, en general, a partir del momento de la concep-
9. Juan de Mairena, XLVIII. ción": Hervada-Zumaquero. Obra citada, NO.1563, p.
10. Ortega Y Gasset, Obras, 111. p. 392. 597. En la "Declaración de los derechos del niño",
11. l. Toth, "Les droits de l'homme et la theorie du proclamada por la Asamblea de las Naciones Unidas el
droit", en René Cassin, Amicorum discipulorumque 20 de noviembre de 1959, se lee: "Considerando que
/iber IV, Methodologie des droits de h 'homme. Ed. A. el niño ... necesita protección y cuidado especiales,
Pedrone, París, 1972, p. 76. Citado por l. A. Escurdia incluso la debida protección legal, tanto antes como
Lavigne, "Curso de derecho natural. Perspectivas ius- después del nacimiento ...", en Hervada-Zumaquero,
naturalistas de los derechos humanos". Reus, Madrid, No. 809, p. 351. En esta misma Declaración se estipu-
1987, p. 149. la que al niño se le debe proporcionar "incluso aten-
12. A. Lobato, "La dignidad del hombre y los ción prenatal y postnatal". lbidem, No. 816, p. 352.
derechos humanos", en Studium (Madrid) vol. XXII, 23. A. Verdoot, Obra citada, p. 98, Niceto
1982, Fase. 1, p. 84. Ahí encontrará el lector las refer- Blazquez, Art., cit.,pp. 123-125.
encias concretas de todas las obras y autores citados en 24. N. Bobbio, "Presente y porvenir de los dere-
el texto transcrito. chos humanos", en Anuario de los derechos humanos,
13. Específicamente se recurre a la "dignidad 1981 (2). Madrid. Enero, 1982, p. 24.
humana" en el Preámbulo en los Considerandos 1 y 5, 25. Ibidem, p. 25. Ver Art. 15, parágrafo 2 de la
en el Art. 22 y en el Art. 23. Convención Europea de La vaguardia de los derechos
14. Ver . Blazquez, El recurso a la "dignidad del hombre de 1950.
humana" en la Declaración universal de los derechos 26. J. Maritain, El hombre y el Estado. Edit.
del hombre en las aciones Unidas, en Studium, vol. Guillermo Kraft, Buenos Aires, Madrid, 1962, p. 127.
22, 1982, fasc. 1, p. 126. 27. lbidem, pp. 127-128.
15. N. Blazquez, Art. cit.; p. 113. 28. l. Robert, Libertés publiques el droits de
16. l. Hervada-l. M. Zumaquero, Textos interna- l'homme, Montchrestien, París, 1984, pp. 55-59.
cionales de derechos humanos. EUNSA, Pamplona, 29. A. Imagaki, Los derechos humanos en Japón,
1978, p. 140. en A. Diemer y otros, Los fundamentos filosóficos de
560 ANTONIO MARLASCA LÓPEZ

los derechos humanos, Serval/Unesco, Barcelona 32. Ver J. Humphey, "La Declaración interna-
1985, p. 215. cional de los derechos humanos", en Fundamentos
30. R. C. Pandeya, "Perspectiva hindú de los dere- filosóficos de los derechos humanos, Ed. cit., pp.
chos humanos", en A. Diemer y otros, Los fundamen- 66-67.
tos filosóficos de los derechos humanos, 33. J. Hersch, "Los derechos humanos en el con-
Serval/Unesco, Barcelona, 1985, pp. 299 Y 303. texto europeo", en Fundamentos filosóficos de los
31. Juan XXIII, "Pacem in Terris". nn. 29 y 3D, en derechos humanos, Ed. Cit., p. 159.
Ocho grandes mensajes, BAC, Madrid, 1976, p. 216. 34. lbidem, p. 160.

Antonio Marlasca López


Escuela de filosofía
Universidad de Costa Rica

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