Breve Introducción al Peronismo Esotérico.

El cadáver de Evita llega a la Casa Rosada luego de casi diez años de paradero desconocido.
María Estela Martínez, más conocida como Isabelita, es la nueva esposa del general Perón.
Ha vivido bajo la sombra de la inmortal Eva durante todo el nuevo mandato. En parte la
envidia, desea fervientemente convertirse en la nueva Evita, en la Santa Peronista. Este deseo
la llevará a prácticas cuanto menos extravagantes.
Isabel se tiende sobre una mesa. El lugar está oscuro. El cuerpo embalsado de Evita está en
la habitación. Sus nucas están a centímetros de toparse. López Rega, ministro de hacienda,
entona cánticos en una lengua extraña y sus manos comienzan a agitarse, se contorsionan
dibujando pases en la aire. Su intención es tan clara como perturbadora: traspasar parte del
espíritu de Evita al cuerpo de Isabel.
Rega ha tenido una carrera impresionante dentro de la Casa Rosada. Cuesta creer que hasta
hace poco era un simple policía y que al poco tiempo se ha convertido en la mano derecha
de Isabel. El brujo, como lo llaman sus adversarios, es miembro la logia Anael, de inspiración
egipcia y un avezado en temas ocultistas.

El gobierno de María Estela Martínez de Perón, más conocida como Isabelita, fue el gobierno
de una mujer teledirigida desde las sombras por López Rega, ministro del gobierno, miembro
de la logia Anael y conocedor de las artes ocultas. Apodado El Brujo, por razones obvias,
López Rega es el representante de los más nefasto de la política argentina y del lado más
siniestro del esoterismo.

Nuestra máxima es que toda corriente política tiene su vertiente mágico-esotérica. El

anarquismo, por ejemplo, tuvo una fuerte rama espiritista, concentrada sobre todo en la
Barcelona de la segunda república, donde se llegó a invocar generales muertos para que estos
siguiesen dando instrucciones desde el más allá. Pero también hubo una modesta presencia
espirita en las escuelas obreras de la pampa salitrera chilena. El comunismo soviético tiene
al cosmismo como su interpretación esotérica. Del mismo modo es imposible entender el
nacionalsocialismo sin conocer la raíz ocultista de este mismo. Si nos limitamos a casos más
cercanos es ya conocida la inclinación al pensamiento mágico de Augusto Pinochet. Quien
se hizo asesorar por un séquito de brujas y por el célebre cabalista Sergio Melnick, quien
llegó a ocupar un cargo ministerial y de esta manera tenerlo más cerca. Esta fórmula, la de
tener a conocedores de la ciencias ocultas cerca del presidente no es para nada novedosa.
Desde anarquistas, primero con el espiritismo y actualmente con la magia del caos, a
fascistas han abrazado
Así como lo tiene toda religión El marxismo con el cosmismo ruso es tal vez un ejemplo
conocido y uno de los pocos que le pertenecen a la izquierda. el Nacionalsocialismo Esotérico
es sin lugar a dudas uno de los más estudiados. Las pruebas de este último hacen que hasta
para el historiador más conservador le sea imposible negar la presencia del componente
ocultista. Pero obviando estos grandes relatos, es posible