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Guía de Formulación Clínica 1

1. Listado de Problemas y Objetivos Terminales

Paciente: Terapeuta: Supervisor: Fecha:

Motivo de Consulta:

Problemas Descriptores Objetivo general Objetivos específicos Indicadores de


progreso

Otros problemas
identificados

Leonidas Castro Camacho © 2013


Instrucciones. Esta es la primera Guía que busca servir de orientación inicial para determinar las áreas generales que se van a
trabajar en el proceso. El objetivo de esta primera actividad NO es explicar. Se trata de guiar al paciente en definir áreas en las que
va a trabajar y que puedan traducirse en objetivos concretos que el paciente quiere lograr al finalizar el proceso terapéutico.
• En la primera fila, Motivo de consulta, describa un listado de los motivos de consulta tal y como los presenta el paciente.
• Una vez el paciente describe el/los motivo/s de consulta, es importante formularlos como problema. Es decir, si el paciente
los ha planteado como objetivo, v.g., “quiero volverme más organizado” o como situación “la situación en mi familia es
insoportable”, es necesario llevar al paciente a describirlos como problema, v.g., “Dejo las cosas para última hora” o “tengo
muchas peleas y altercados con mis padres”.
• Siguiendo el método del “embudo” en evaluación conductual, y antes de hacer los análisis funcionales, trate de hacer un
“barrido” para explorar las diferentes áreas globales en las que el paciente desea trabajar. Estás áreas están definidas tanto
por los intereses del paciente como por áreas que de trabajo que el terapeuta detecta como relevantes. No necesariamente
deben corresponder con rótulos diagnósticos, y si se usan, solamente deben ser descriptivos. Lo más importante es que las
categorías que se usan simplemente resumen un área que quiere trabajar el consultante. Por ejemplo, “problemas en
relaciones interpersonales”, “sentimientos de inseguridad”, “ansiedad”, “explosiones de ira”, “problemas de pareja”, etc.
Escriba la lista de categorías en la columna “Problemas”. Si identifica otra área, que no haya mencionado el paciente, pero
que considera pertinente, escríbala en “Otros problemas identificados”.
• Trate de describirlos en términos específicos. Pida ejemplos de descripciones de conductas o de contextos para ilustrar lo
que manifiesta verbalmente el paciente, expresados como instancias de respuesta a Nivel III: reacciones específicas
fisiológicas (p.ej., taquicardia, sudoración), verbales/cognoscitivas (p.ej., pensamientos automáticos) o motoras, (p.ej., lavarse
las manos, golpear), o elementos contextuales específicos. Escríbalos en la columna Descriptores.
• Una vez definidas en conjunto con el paciente las áreas en las que se va a trabajar, trate de determinar los Objetivos. El
establecimiento de los objetivos en la fase inicial ayuda direccionar el plan y le comunica al paciente la naturaleza de una
intervención dirigida a objetivos. Recuerde que el Objetivo es lo que el paciente quiere lograr con el proceso, y no se refiere a
cómo se va a lograr. En los Objetivos Generales, escriba lo que el paciente pretende lograr, y en los específicos determine
con base en los descriptores los cambios que se lograrían. Los objetivos constituyen los criterios para evaluar en forma
permanente los objetivos de los tratamientos.
• Finalmente, en la columna Indicadores de Progreso, trate de especificar en, lo posible, en forma cuantitativa los criterios
que permiten medir o evaluar el proceso de cambio.

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