El mayor nivel de exigencia ha permitido el desarrollo de ensayos y métodos, que de alguna
manera permitan valorar, en condiciones determinadas y reproducibles, el comportamiento de los cables frente al fuego. Estos métodos, aún simulando un fuego real, no pueden sintetizar las infinitas posibilidades con las que un fuego puede manifestarse, dado que en la realidad se conjugan una gran cantidad de parámetros variables. Ante esta realidad, se fijan niveles de seguridad en base a la severidad del ensayo y a la capacidad de soportar el cable la prueba o simulacro de incendio. Existen diferentes métodos de ensayo que corresponden a normas de distinta procedencia, las cuales reúnen cierta afinidad conceptual y una aproximación en las pruebas; ellos nos permiten valorar el comportamiento "Ignífugo" de los cables en condiciones simuladas de incendio, los más comunes son: > No propagación de la llama: Fue el primer nivel de seguridad frente al fuego, y se consideraba adecuado para instalaciones con un reducido número de cables en las canalizaciones. Hoy en día, se considera insuficiente para instalaciones fijas. El ensayo consiste en incitar a arder a un cable colocado en forma vertical con una llama (o dos según el diámetro del cable) durante un período de tiempo determinado. Se debe verificar que el cable se autoextinga al apagar la llama. Se trata de un ensayo de laboratorio poco exigente debido a que los materiales que lo componen, son polímeros cuya molécula contiene halógenos (PVC, PE clorado, policloropreno, etc.) que al desprenderse por efecto del calor sofocan la llama. Esta característica nos asegura que cualquier accidente de escasa consideración se extinguirá antes de provocar un incendio; no obstante, la potencia requerida actualmente, incluso para las instalaciones domésticas, supone una mayor cantidad de cables en las canalizaciones, por lo que esta característica resulta insuficiente. Los cables tipo taller (como el TPR) o para uso subterráneo (como el Retenax) cumplen con la No Propagación de la Llama. La norma reguladora de este ensayo es la IRAM NM IEC 60332-1. > No propagación del incendio: este ensayo define a todos aquellos cables que, sometidos a condiciones simuladas de un incendio mediante un foco de calor externo, no desprenden productos volátiles inflamables en cantidades suficientes como para provocar un foco de incendio secundario. Se podría definir como la “Capacidad de agrupamiento de cables colocados en posición vertical para no propagar un incendio”. El ensayo que define a este tipo de cables es mucho más representativo de las condiciones reales de una instalación eléctrica actual, permite determinar si un conjunto de cables es o no capaz de servir de cauce a la propagación de un incendio. El ensayo consiste en comprobar que un cierto número de cables, dispuestos verticalmente, no propaga un incendio más allá de la altura especificada en la norma. La Norma IRAM NM IEC 60332-3 es la que cubre este tipo de ensayos. Conjunto de cables de 3,5 m de longitud situados verticalmente separados, sobre escalera. Aplicación de un mechero (18.000 Kcal/h). Todo dentro de una cabina cerrada con ventilación forzada de aire, aportando oxígeno (300 m3/h). En función de la instalación, se dividen en tres categorías (Nivel de Severidad): Categoría “C”: Cables de secciones pequeñas (Cables de control, energía, instrumentación, etc.). Muestras de 3,5 m. cuyo volumen de material combustible (Aislantes, cubiertas, rellenos, etc.) será igual a 1.5 dm3/m longitud. El tiempo de exposición a las llamas es de 20 minutos.