Sei sulla pagina 1di 84

RESERVE AlfflOS APLAUSOS

PARA CUANDO ESCUCHE ESTE


MISMO CONCIERTO EN UN
COMPACT DISC SONY
Edita
SCHERZO EDITORIAL, S.A.
C/ Maiquts de Mondijar. 11 - 4.° C
28028-MadrÍd. TeKf. <91I 246 76 22

Presidente
Gerardo Queipo de Llano

Director
Antonio Moral

Director Adjunto
Arturo Revertei

Redactor Jefe
Enrique Martínez Miura

Consejo de Dirección
Javier Alfaya, Domingo del Campo Caittl,
Manuel García Franco. Agustín Muftoz Jimé-
nez, Enrique Pérez Adrián.
Año [1 - n.° 17 - SEPTIEMBRE 1987 - 400 ptas.
Secciones
Redacción en Barcelona: César Calmell. Actua-
lidad: Arturo Reverter y Enrique Martínez Miu-
ra. Discos: Enrique Pérez Adrián. Alia
Fidelidad: Al/redo Orozco. Danza: Roger Sa-
las. Libros: Xoan Manuel Carreira. lía.: Ebbe
Tratxrg. Música contemporánea: José Iges.

Colaboran en este número


Robalo Andrade Malde, Jos* Cadas Cabello Arro-
yo, Cesar Calmell. Xoan Manuel Carreira. Xavier
Daufi. Fernando Fraga, Carlos Casco, Florentino
Gracia Ulrillas, Ciar* Janes. Daniel Jordán, Alain
Lanceron, Santiago M i t i n Berrnúdez. Enrique
Martínez Miura. Francisco José Martines Moreno,
Francejc Xavier Mata, Blas MaUiooro, Antonio
MoraJ, Luis Mótales Giacoman, Wolfgang Ama- SUMARIO
deus Mozart. Agustín Muñoz Jimence, Alfredo
Orozco Buezo, Rafael Onega Basagoili, Gerardo OPINIÓN 4
Queipo de Llano Onaindia. Anuro Reverter. Jor-
di Ribera i Bergos, Eduardo Rincón. Andrts Ruiz ACTUALIDAD 6
Tarazona. Ro»er Salas, Vicente Sales-Can!, Ebbe BOTÓN DE MUESTRA:
Trabeig. — Concurso Internacional de Piano Paloma O'Shea, Arturo Reverter 22
HOMENAJE:
— Mompou, la despedida del patriarca, Clara Janes 24
Foto de portada
Christian Steincr — Andrés Segovia, dimensión humana de un mito contemporáneo,
Discos EMI Luis Morales Giacoman 27
ENTREVISTA:
Diseño de Portada — Pierre Boulez, o el rigor, Enrique Martínez Miura 30
Salvador Alarcó
HISTORIAS DE LA MÚSICA:
Publicidad. Redacción — El secreto, Daniel Jordán 34
y Administración DISCOS : 35
Scherio Editorial, S.A. ESTUDIO DISCOGRAFICO:
Marqués de Mondéjar, 11 • 4." C
28028-Madrid
— Montcvcrdi: Selva morale en disco, José Carlas Cabello Arroyo... 47
Teléf. (91)246 76 22 LIBROS 48
GUIA DE SCHERZO 49
Imprime DOSSIER: María Callas, el canto como expresión 51
REYMASA, S.A. — María Callas, una voz irrepetible, Roberto Andrade Malde 52
MOVIEGRAF. S.A. (Color)
— El mito Callas, Blas Matamoro 58
Fotocomposición — Los grandes papeles, Fernando Fraga 60
Lumimar. S.A. — Asi pensaban ellos de ella, Alain Lanceron 63
Albasanz, 48-50 — Díscografía, Fernando Fraga 67
2WI37-Madrid. Teléf. 204 30 0] ANIVERSARIO:
— Alexander Borodin, entre la ciencia y el arte, Gerardo Queipo de
Depósito legal
M-* 1822-1985
Llano 70
ISSN-0213-4802 JAZZ:
— Episodios, Ebbe Traberg 74
SCHERZO es una publicación de carácter plural DANZA:
y no pertenece ni está adscrita a ningún orga- — Los rostros del verano, Roger Salas 76
nismo publico ni privado. La dirección respeta
la libertad de «presión de sus colabor adotes. ALTA FIDELIDAD:
Los textos firmados son de la exclusiva respon- — Cajas acústicas Opus 3, Alfredo Orozco Buezo 80
sabilidad de los firmantes, no tiendo por tanto — ¿Por que no sacarle el máximo rendimiento a su giradiscos?, Car-
opinión oficial de la revista.
los Gaseó 82
Scherzo 3
OPINIÓN

La penuria musical veraniega


H ay países que aun situados en la esfera
de la llamada civilización occidental
pueden ser calificados para entendernos
de tercermundistas por lo que a la cultura
musical se refiere. Nos preguntamos si ese es
desconocer que en ciertos reductos de la
Administración se proyectan y realizan
actividades nada desdeñables, y ahí están, por
ejemplo, las organizadas por el Instituto para
la Juventud. Y quien va a discutir que los
el caso del nuestro. Aparentemente, parecería conjuntos oficiales —Orquesta y Coro de la
hasta ofensivo para las personas que tienen ONE o de la RTVE sin ir más lejos— tienen
algo que ver con la organización y todo el derecho del mundo a disfrutar
administración de la cosa cultural el decirles también de su asueto. Pero hay mecanismos
que tras los gestos, los actos y los montajes sustitutivos.
habituales no existe muchas veces nada o casi No hablemos ya de artistas extranjeros, que
nada que posea un valor profundo que siempre deben admitirse porque no estamos
engarce con un proyecto de fondo, aquí tan sobrados, sino de españoles: a
enriquecedor, revulsivo, auténtico. Porque los muchos, que no han tenido acogida en
gestores, en efecto, gestionan y en ocasiones festivales o cursos de verano, les vendría al
hasta lo hacen bien y honestamente —que no pelo intervenir en la programación de ciclos
hay que pensar siempre mal—; cumplen su musicales, semanas o quincenas que sirvieran
función, mejor o peor, y santas pascuas. No para mantener viva la llama y que hicieran
se dan cuenta casi nunca de que lo que sirven que Madrid o Barcelona, entre otras ciudades,
al consumidor, o al que se piensa que va a no se convirtieran por estas fechas en
serlo, no va a tener en realidad ninguna auténticas páramos, en extensos desiertos
relevancia en cuanto a la integración de aquél únicamente ocupados por los chiringuitos, las
en la órbita de la cultura entendida en su terrazas de moda o las verbenas. Tómese el
sentido más verdadero. Son consideraciones ejemplo —aunque estemos a años luz— de
que cabe plantearse respecto a la labor capitales hermanas del Mercado Común como
desarrollada durante la denominada Londres, París, Roma, en las que si bien es
temporada o en el discurrir del curso. Qué no cierto que se produce un descenso de
podrá decirse de lo que sucede —o mejor, de actividades al tiempo que se elevan las
lo que no sucede— en el período veraniego, temperaturas, no lo es menos que programan,
durante las llamadas vacaciones estivales. organizan e idean eventos musicales a veces
Porque lo cierto es que en la canícula lo de altos vuelos que, con un carácter más o
único que florece en España, y sólo en menos sustitutivo, contribuyen en todo caso a
determinadas zonas, es la conocida especie de paliar la sed del aficionado y, lo que es más
los festivales. Y que no nos faíten, dirá más importante, a que no se interrumpa el flujo
de uno. En efecto, que no nos falten, aunque que ha de existir permanentemente entre la
también podrían apuntarse muchas cosas en Administración y el ciudadano administrado.
relación con la política, oficial o no, que al Porque de lo que se trata es de la formación,
respecto se practica. Pero el que existan con arreglo a un plan previamente trazado,
festivales no es disculpa para que la actividad que no ha de tener en cuenta la estación, de
musical del país se paralice por completo ese individuo, tantas veces desamparado y
cuando caen sobre él los primeros calores. El frecuentemente despistado. Hay que ayudarle,
alimento espiritual que supone la música, que a cualquier hora, en cualquier fecha, a
es fundamentalmente en todo caso un bien encontrar sus caminos. Los períodos
cultural, no debe dejar de administrarse en vacacionales pueden hacer peligrar lo poco o
ningún momento. No puede ponerse el mucho que se haya conseguido en el resto del
consabido cartelito de «Cerrado por año.
vacaciones». No procede. Tampoco vamos a

4 Scherzo
OPINIÓN

EL DISPARATE MUSICAL

EL IVA DEL TRES POR CUATRO = DOCE


P ues resulta que esto de la música se
está convirtiendo en algo para ricos,
y como el verano le da a uno ganas de
vía no ha sido identificado, aunque to-
dos tenemos nuestro sospechoso) y aplicó
aquello que se les dice a los nenes peque-
guerra, vamos a ver si damos un poco la ños: éste lo discurrió, éste lo implantó,
matraca con este tema. Porque yo no sé éste lo cobró y éste, el más gordito, se lo
si Vds. se han dado cuenta —seguro que zampó. Total, que de bajar el precio, na-
si— de que en esta piel de toro hay mu- ranjas de la China-na, China-na. El listo
cho listo. se quedó con un catorce por ciento más
Hace unos años, todo en este país te- y nosotros a verlas venir, o sea con una
nia impuesto de lujo. Hasta el jabón. Íba- mano delante y otra detrás.
r-UNA BROMA MUSICAL- mos camino de ganarnos fama de En fin, sufridos míos, que esto de oír
Verano, dulce verano. Agraciado espesos, que se dice. La cultura estaba o tocar música en esta nuestra tierra es
pueblo éste donde los músicos go- también gravada ¡cómo no! con el suso- mal de pronóstico reservado y por eso es
zan de interminable vacación remu- dicho impuesto. Así que cuando uno iba tan gravado (el pareado será malo, pero
nerada: entrenamiento personal, lo a comprar un disco pagaba un 26 por no me negarán que es una verdad como
llaman, pero mi omnipresencia ul- ciento de lujo. Y no les digo nada de las la catedral de Burgos). Si en lugar de oírla
tra lempo ral raras veces sorprende partituras, porque eso ya es para caerse o locarla la leen, ya saben que les sale un
sus ocios en tan vocacional ejerci- de espaldas. Recuerdo hace unos años ha- seis por ciento menos. Se ve que el Go-
cio. En cambio si les sorprendió dis- ber intentado comprar una obra de Pou- bierno piensa que los sordos salen más ca-
frazados por razones mercenarias. lenc que se vendía al bonito precio de ros que los ciegos, y por eso quiere evitar
¡Ay, estos artistas! 1.000 pts. por dos páginas de música su aparición creciente, porque si no ya me
(ihay que ver lo cara que sale la corchea explicarán.
Verano, cálido verano. De nue- con puntillo, sobre todo si es francesa!).
vo arremete el maestro López Co- Asi nos va luego, con los «Gurrelieder
bos contra las instituciones. En lo que a los instrumentos atañe, de Wagner (!)»(cualquier dia alguien les
Espúreas razones. No le basta con ¡qué les voy a contar! Pues que hay que llamará «Guarrolieder» y si no ya verán,
estropear mi Sinfonía Júpiter. Aho- financiarlos como si fueran coches. Sal- ya), un Don Giovanni en el Festival de
ra me utiliza a mí, ¡a mi!, como vo que la loto les permita otra cosa, yo Beirut (imparable ascenso el de la more-
arrojadiza arma. En Granada, rue- les aconsejo desde aquí tocar e! pífano o ría en esto de la música, ¡dónde iremos
da de prensa por la presencia de la la pandereta, instrumentos que reúnen a parar!) y la muerte de Isolda compues-
ONE en el Festival. Protesta porque condiciones ideales: precio asequible a lo- ta por Juan Sebastian Bach (disparate éste
no puede hacer tradición de mi Rap- dos los bolsillos, facilidad de transporte repetido insistentemente por varios tele-
to de! serrallo en el Patio de los y amplitud de repertorio (porque no me videntes en un pseudoconcurso que echa-
Arrayanes; no le dejan los políticos dirán que el repertorio que interpreta el ron el otro día). Y no saben la última, que
y burócratas de siempre. La prensa Gobierno es corto). resulta que Plácido Domingo cantó en
reaccionaria le aprueba, le alaba, le Tokio con gran éxito. Tanto que tuvo que
Y los conciertos ¡ja! Eso es de presu- regalar «varios brindis de zarzuela y un
jalea y sólo destaca al dia siguien- puesto aparte. En cuanto aterriza aquí la
te, en menoscabo de cosas sensatas, pasaje de La Traviaía». El hombre de-
Sinfónica de Pemambuco, le clavan a uno bió acabar un poco mal con tanto brin-
la insensatez de querer hacer mi sin misericordia. Y que no me digan que
Rapto todos los años para unas 300 dis. En todo caso, seguro que no pasó de
por ahí fuera es igual, porque no es igual. tener un pedete lúcido. Como verán, el
ó 400 personas: ¡con la crisis de vo- Aunque las entradas cuesten algo más —
ces que hay para mis obras y lo ca- disparate no descansa ni en verano.
lo que además no siempre ocurre— ellos
rísimas que son ahora! (Papá, ganan no algo más, sino tres o cuatro ve-
Aloysia, Constanze, cómo han cam- A pesar de todo, me reconforta haber
ces más que nosotros. No me digan que leído que los jóvenes españoles escuchan
biado las cosas, si supierais...). Me tres o cuatro mil pesetas por una función
dice un agente marginal que aquí cada vez más música. Me preocupa no
de ópera en el Teatro de la Zarzuela (si obstante no encontrar a Wagner (el de los
hay gato encerrado... ¡Qué agentes! tiene uno suerte y no le birlan la entrada
¡Qué artistas éstos! Gurrelieder) a a Bach (el de Isolda) en las
los reventas de turno) y seis mii por la descritas «modas audiovisuales»; vean,
equivalente del Metropolitan son magni- vean, a ver si me aportan alguna luz: pun-
Verano, lluvioso verano,. En Pe- tudes comparables. kies, heavies, mods, rockers, nuevaoleros,
ralada se han confabulado para modernos, afterpunkies, discotequeros,
continuar mi conflictivo empareja- Pues asi las cosas, como éramos pocos,
parió la abuela. Es decir, se inventaron siniestros, nuevos románticos, psicodéli-
miento con Salieri, un compo- cos, folkies, horteras, fans, babosos, irri-
sitor majo —como dicen en esta el IVA. Y aquí es donde aparecieron los
listos. O sea, los de Hacienda y algunos tantes, perros callejeros, etc. (me pre-
corte— que tuvo la mala fortuna de gunto qué diablos vendrá en el «etc.»).
coincidir conmigo. Abrieron Push- otros. Los discos fueron gravados con un
doce por ciento de IVA, mientras los li- La duda persiste: ¿será Wagner un after-
kin y Rimski (esos dos geniales em- punkie o por ventura un siniestro? Rue-
busteros a los que han plagiado con bros se llevaban un 6 por ciento. ¡Loor
al noble arte de las matemáticas! Sí, sí, go a los lectores me socorran, pues desde
descaro y sin talento Shaeffer y For- que leí todo esto vivo sin vivir en mí.
man). Pero con el Falstaffüe An- han leído bien. No me negarán que en
manos de estos señores lo de los núme- Mientras tanto voy a ver si me rio de Ja-
tonio no pude más. Intervine en las neiro, antes de que el médico me diga que
esferas celestes, donde tengo predi- ros se convierte en un verdadero arte.
estoy granadísimo.
camento e influencias, y conseguí Pero no queda ahí la cosa, no. Porque
que en medio de la recuperada ópe- una sencilla aplicación de la ciencia ma- N.B.: Apenas termino de escribir esto,
ra cayera una tromba canicular que temática (que no el arte) hará ver a cual- TVE me sorprende con un nuevo dispa-
lo echó todo a perder. ¡Qué puñe- quiera que si antes había un veintiséis por rate: el concierto inaugural del Curso de
teros y traviesos podemos ser los ar- ciento y ahora hay un doce, pues no sé Música Barroca y Rococó ha incluido, en
tistas! Y que conste que mi colega por qué me da el palpito que el precio de- su segunda parte «obras de Manuel y
y yo sí éramos artistas... no como bería haber bajado un catorce por cien- Bach». Lo que no nos dicen es si el tal
otros. to, fíjense qué cosas. Pero, ¡tale! dijo la Manuel tenía padre o no.
W.A.M. princesa. Apareció otro listo (éste toda- Rafael Onega

Scherzo S
ACTUALIDAD

Festival de Saintes
La emoción del misticismo musical español

E l Festival de Música de Saintes,


uno de los más importantes de
Francia, se ocupa con frecuencia
de lo español. Este festival es una produc-
ción del Instituto de Música Antigua de
terminable esta reseña. Recordemos los
de la Academia de Harmonía que dirige
Emilio Moreno; el de The Tallis Scholars;
el muy interesante de Sequentia Koln, con
música de los códices Catixtino y de las
Junto a estas conferencias de índole
musical hubo otras dedicadas a comple-
tar la visión humanística del siglo de oro
español como las tituladas Catolicismo,
Contrarreforma e Inquisición (Jean Pie-
Saintes, que preside el buen conocedor de Huelgas; el de José Miguel Moreno y rre Dedieu); Inquietud espiritual y lite-
España Philippe Oibos. Su director ar- Scott Ross con el Cuarteto Mosaicos; el ratura (V.M. Garda de la Concha); o Los
lístico es e! gran maestro Philippe Herre- recital de piano de Joaquín Soriano; el re- grandes centros culturales en España du-
weghe, figura de la mayor relevancia en citaJ de órgano de Francis Chapelet, el de rante el siglo de oro (Joseph Pérez).
la interpretación de la música barroca en los hermanos Hantai, y los dos grandes Dice Madeleine Chapsal, presidenta del
el mundo, sobre todo en su aspecto vocal. conciertos polifónicos que clausuraron el Patronato del Instituto de Música Anti-
Herreweghe ha sido profesor del Cur- festival, con el Collegium Vocale de Gan- gua de Saintes, que «si la pintura, la lite-
so de Música Barroca y Rococó de San te y la Chapelle Royale que dirige Philippe ratura, la arquitectura y la escultura, artes
Lorenzo de El Escorial. Ha dirigido mu- Herreweghe, el primero de ellos dedica- mayores, nos revelan quiénes eran los
cho últimamente en nuestro país y desde do integramente a Tomás Luis de hombres de los siglos pasados, sólo la mú-
hace poco tiempo se ocupa en montar, Victoria. sica nos inicia en lo más secreto de sus
con excelentes resultados, obras maestras deseos».
del barroco español. No es de extrañar El Festival de Saintes 1987 ha mostra-
que, con la dirección artística del gran Presencia del flamenco do, entre otras cosas, cuánta emoción hu-
músico flamenco, el XVI Festival de Sain- mana 'Se esconde en el innegable misti-
tes, puesto esta vez bajo el alto padrinaz- Además Saintes ha programado una se- cismo musical español.
go de sus majestades los Reyes de España, sión de flamenco, un recital de Victor
haya sido este año una gran muestra es- Monge «Serranito», varias películas es- Andrés Ruiz Tarazona
pañola bajo el lema, en castellano, «Ojos pañolas y unos interesantes «Encuentros
adentro». En efecto, una mirada hacia el de civilización y de musicología» dedica-
interior hispano, un profundo examen de dos a la España del siglo de oro. En es-
lo que Henri Cojlef llamara «misticismo tos últimos han participado destacados
musical español», ha dado para la deci- hispanistas y musicólogos con temas de
mosexta edición del Festival, unos resul- tanto interés como Un siglo de oro espa-
tados artísticos de primer orden. ñol (Bartolomé Bennassar); Música de la
Nueva España (Bruno Turner); Las ca-
Dice Herreweghe que uno de los más pillas religiosas y pro/anas en el Renaci-
fecundos aspectos de la música antigua miento Español (Emilio Casares); La
es la influencia que ha ejercido sobre to- aportación flamenca en la música espa-
da la vida musical moderna. ¿La ha ejer- ñola renaciente (Daniéle Becker); El ele-
cido en España? Creemos que nuestro mento folklórico-musical en el teatro del
país aún está lejos de aceptar la gran mú- siglo de oro (Luciano García Lorenzo);
sica antigua como algo cotidiano, o co- Francesc Valls y ¡a música catalana
mo revulsivo que, al decir de Herreweghe, (Francesc Bonastre); Los ministriles de
constituya una incesante puesta en cues- Toledo en el siglo XVI (Frangois Rey-
tión de las ideas recibidas, una inaltera- naud); Evolución de la música de órga-
ble sed de espacios interiores nuevos. no y del instrumento (Louis Jambou),
Tal vez por ello, el Instituto de Músi- ele.
ca Antigua de Saintes procura que el Fes-
tivaJ programe conciertos de música
contemporánea, y no es casual que mu-
chos inlérpretes jóvenes e inconformistas
cultiven con igual acierto lo antiguo y lo
contemporáneo.
Este año se ha podido asistir, por ejem-
plo, a un excelente concierto del conjun-
to barcelonés Diabolus ín Música, bajo
la dirección de Joan Guinjoan, con obras
de Ernest Martínez, Taverna-Bech, Joa-
quim Homs, Mestres Quadreny y del pro-
pio Guinjoan,
Pero el plato fuerte del festival ha si-
do la presencia del célebre grupo Hespe-
rion XX, que dirige Jordi Savall. La
calidad extraordinaria, la profesionalidad
de este grupo, están fuera de cualquier
cuestión. En estas páginas puede encon-
trar el lector una crítica más detallada de
sus actuaciones.
Resumir lo que fueron los restantes El Cotlegium Vocaie de Gand, dirigido por Philippe Herreweghe.
conciertos del Festival de Sainies haría in- Arriba: P. Herreweghe, director artístico del Festival.

6 Scherzo
ACTUALIDAD

Saintes, ejemplo de calidad y criterio


E l 10 de julio tuvo lugar el primer
concierto del conjunto Hespe-
rion XX, considerado como la
mejor agrupación mundial de música
antigua. Será bueno recordar entonces
técnica de pulsación que le permite con-
seguir un sonido pulcrísimo con un vo-
lumen inusualmente amplio. En estos
momentos no hay ningún oiro guita-
rrista auténtico que tenga su técnica y
to haydniano. Fue toda una lección ma-
gistral de musicalidad, compenetración,
elegancia, articulación adecuada y fra-
seo que el público aplaudió como tal.
Posteriormente salió a escena José Mi-
que la mitad de sus componentes son sensibilidad. Montserrat Figueras y el guel Moreno, y los cinco ofrecieron el
españoles, y los dirige el violagambis- pianista Patrick Cohén ofrecieron un quíntelo para guitarra y cuarteto de
ta Jordi Savall. El programa consistía programa con obras de Falla y Mom- cuerdas G. 451 de Boccherini. Moreno
en madrigales, canciones y fanlasías de pou, en el que la formidable soprano volvió a demostrar su calidad, confir-
Cataluña. Como Savall lleva muchos estuvo muy poco cómoda, fuera de re- mando por qué es invitado habitual de
años en la cresta de la ola, además de pertorio. La labor de Cohén fue exce- Mosaiques. El triunfo volvió a ser enor-
conocer los recursos para ofrecer mú- lente, especialmenle en su intervención
sica en interpretaciones de altísima ca- solistica en Mompou. También hubo me, y las palmas se encendieron más
lidad, también sabe ofrecer espectácu- un concierto del clavecinista Scott Ross, aún cuando interpretaron de forma su-
lo, y se metió a la gente en el bolsillo que huo, como es su costumbre, un blime el Fandango.
nada más empezar el concierto, con la Scarlatti pleno de vigor, genio e inten- El último concierto al que asistimos
soprano Montserrat Figueras cantando sidad, insuperable. Por fin Christophe fue también uno de los más esperados.
el Ay, triste vida corporal del Misterio Coin y Ageet Zweistra ofrecieron so- El Collegium Vocale de Gand, dirigi-
de Elche, con la iglesia de la Abadía de natas para cello y bajo de Boccherini. do por Herreweghe, iba a ofrecer un
las Damas casi en penumbra y situada A pesar de su maravilloso sonido y só- programa Victoria. En la primera par-
en un extremo del escenario para dar lida técnica, Coin no pareció especial- te nos decepcionó. Nos explicaremos:
efecto de lejanía. Ya ahí quedó claro mente acertado, quizás por el intenso el coro cantó la Missa Dum Comple-
que Hesperion XX iba a arrasar no só- calor que hacia entonces. rentur, y lo hizo de forma verdadera-
lo en ése, sino también en su siguiente mente maravillosa, con sentimiento y
concierto, dedicado a Juan del Enzina
y el renacimiento español. Los concier-
tos de Hesperion XX y Savall son una
experiencia emocionante que trascien-
de a su propia interpretación. Es aguan-
tar continuamente la respiración para
así poder saborear mejor todo lo que
ocurre en el escenario. Y aunque los sie-
te músicos no estuvieron al increíble ni-
vel que suele tener el grupo, siempre se
emplearon con esa naturalidad y cono-
cimiento que únicamente puede encon-
trarse en quienes dominan la música
antigua con recursos sobrados. Al día
siguiente, y esta vez con 14 músicos en
escena, de nuevo triunfo absoluto. Hes-
perion XX es en Francia algo así como
el Himno Nacional, pero es que la ca-
lidad que demuestra este grupo es im-
presionante. Da gusto ver cómo es
posible aunar la frescura y la autenti-
cidad con un absoluto dominio técni-
co. Quizá el secreto esté en las palabras
que nos dijo el propio Savall: «la mú-
sica antigua hay que interpretarla co- El conjunto Hesperian XX en la Abadía de las Damas de Sainies.
mo si no fuera antigua, como si se
tratase de cualquier otra música, con
la misma perfección técnica, pero con El 13 de julio fue el turno del Qua- muy buena técnica. Pero Victorias asi
la máxima.autenticidad y adecuación al tour Mosaiques, dirigido por Coin, con los ofrecen ya muchos conjuntos en di-
estilo». Realmente, pocos grupos po- dos invitados excepcionales: Scott Ross recto, y daba la sensación de que algo fa-
drían vanagloriarse de conseguir los re- y, una vez más, José Miguel Moreno llaba. El Collegium no se encontraba de-
sultados obtenidos por Hesperion XX (¡qué tres conciertos ofreció!). Mosai- masiado cómodo, y no dio de si todo lo
en un programa de tanta dificultad co- ques es, sin duda y de lejos, el mejor necesario. Peto en la segunda parte, con
mo el ofrecido. cuarteto dedicado a la música antigua extractos del monumental Officium Heb-
que existe. Sus componentes tienen una domadae, todo cambió. Desde la prime-
técnica completísima, y su sonido es de ra nota a la última,üa música de Victoria
una rotundidad y fuerza sorprendentes. sonó plena de calor, de nervio, de inten-
El dia 12, domingo, hubo una ma- En la primera parte ofrecieron, junto sidad mística, de expresividad. El públi-
rá toni ana sesión musical en el cercano co de la Abadía asistía anonadado a la
a Ross, un quinteto del Padre Soler. transformación del coro de una mitad a
Castillo de Dohuet. Reseñamos cuatro Ellos estuvieron magníficos, pero, de-
conciertos: el primero, del guitarrista otra del concierto, consciente de que el
cepción, Scott Ross no fue el de siem- Vicioria que escuchábamos era histórico.
José Miguel Moreno, que el día ante- pre. Tocó sin chispa ni ingenio. La
rior actuó con Hesperion XX. Ofreció, Por fin, Herreweghe nos mostraba su idea
con guitarra clasico-romántica, las Va- técnica no lo es todo, y su actuación no de cómo puede y debe sonar Victoria en
riaciones sobre Malbomugh, Op. 28, y fue buena. Después, el cuarteto ofre- voces que no sean inglesas.
el Gran Solo, Op. 14, ambos de Sor. ció el Op. 77n." I de Haydn, eviden-
Moreno ha desarrollado una especial ciando quiénes son, hoy por hoy, los
músicos que mejor dominan el cuarte- José Carlos Cabello Arroyo
Scherzo 7
ACTUALIDAD

Londres: La seriedad de un teatro serio


Londres, Coveni Ganden. II de julio de 1987. Richard Strauss; Die Frau ohne Schaaen. Hrlga Dcr-
nesch. Roben Schunk, Ruth FaJcon. Gwyneth Jones. Siegmund Nimsgem... Producción de Rudolf Han-
mann sobre decorados de Josef Svodoba y figurines de Cari Toms<l%7). Iluminación de Robeft Bryan.
Coro y Orquesta de la RoyaJ Opera House CoveHI Garden. Director: Christoph von Dohnányi.

D a gusto, desde luego, contemplar


en un teatro la rancia tradición,
de organización probada, de me-
dios adecuados (aunque de estructura más
bien añosa y un tanto carcomida), un tea-
ra precisamente un saldo el agrupado en
torno a la expena y segura batuta de Von
Dohnányi, buen conocedor y desentraña-
dor de la compleja, completa (aunque en
la versión, como es habitual, se suprimie-
tro serio, que ha sabido acoplarse a los ron varios pasajes) y enormemente rica
liempos, un teatro de temporada perma- partitura, excelente calibrador de las di-
nente de ópera y ballet, como es el Co- námicas y práctico maestro de foso, pe-
vent Garden, cualquier producción: se ro distó bastante del ideal. Quizá lo
sabe que los detalles están cuidados, que mejor, por temperamento, valentía, en-
se ha ensayado lo suficiente, que todo, al trega, volumen, potencia e intensidad, se
menos, tiene una dignidad; que los sobre- diera en la artista de casa Gwyneth Jo-
saltos, caso de existir, van a venir por las nes, que, sin embargo, muestra ya un ago-
limitaciones de una voz o por la inespe- tamiento, una destemplanza y una atrás. Su voz, otrora bri I laméntenle líri-
rada impericia de un director de orques- incapacidad lírica más que notables. A su ca, ha perdido (imbre y su emisión se ha
ta; que cada cosa está en su sitio. La lado, el tintorero Barak de Ninsgern, de hecho más trabajosa. Lo pasó muy mal,
producción que aquí se comenta de La voz baritonal todavía tirando a lírica a pe- como sus compañeros, en el largo y exi-
mujer sin sombra, que ahora analizare- sar de sus Wotan en Bayreuih, resultó pá- gente final. Bien de escena y no tanto de
mos brevemente, se acoge a tales presu- lido y falto de fuelle (especialmente al enfoque expresivo la en tiempos soprano
puestos. comienzo y final del acto tercero). La Fal- Helga Dernesch, que sirvió un papel que,
Ello, claro, no supone que no pueda con, no hace mucho Elisabetta de Valois como el de la Nurse, tiene mucho vene-
discutirse ampliamente la antigua (data en Madrid, compuso una emperatriz yer- no dentro. Opaca en graves y apurada en
del estreno de la obra en Londres) pro- ta, excesivamente lejana, decorativa, agudos, pero con fibra de cantanle, an-
ducción de esta compleja —literaria y aseada en lo vocal, aunque con eviden- chura y arrestos en el registro medio. Sólo
musicalmente— partitura siraussiana, en tes problemas en la zona sobreaguda y en pasables los demás solistas. Más que co-
la que alcanza su cima la colaboración en- la colora!ura que, como una trampa, sur- rrecta la Orquesta y en su sitio el Coro.
tre el compositor y Hugo von Hofmann- ge aquí y allá a lo largo de la ópera. De- Excelente idea la de los subtítulos en in-
sthal. La puesta en escena de Hartmann, cepcionante Schunk, excelente Erik del glés sobre el escenario: muy bien hechos,
Svoboda y Toms tira un poco por la calle wagneriano Holandés errante del Teatro además.
de en medio y reduce la complicada tra- de la Zarzuela de Madrid de temporadas A. R.
ma, llena de simbolismos, a una historia
demasiado esquemática, casi lineal, de-
sarrollada en una acción pobretona y
exenta de fantasía, con decorados prác-
ticamente inexistentes. Se recurre a col-
Linz 87, Bruckner y Celibidache
gar sobre la escena una serie de En la muy austríaca ciudad de Linz, cerca de la que naciera Bruckner y en
la que residió durante varios años des m peñan do el puesto de organista en la ca-
recortables abstractos de variados colo- tedral, se organiza todos los veranos, ya bordeando el otoño, un festival aparen-
res y a jugar, poco sugerentemente, con temente modesto pero lleno de significado. Lleva el título de Internationales
la imaginación del espectador, escasamen- Brucknerfest, porque, en efecto, es la figura del místico compositor de Asfelden
te motivada desde tales planteamientos. la que se tiene como impulsora y protagonista de la manifestación y a la que
Las grandes cuestiones que, todo lo re- se dedican algunos de los conciertos programados. Este año, para el 27 de sep-
lóricamente que se quiera, propone la tiembre, se prepara un acontecimiento especial: Sergiu Celibidache, quizá el más
ópera, en la que texto y música aparecen grande director bruckneriano vivo, va a ofrecer, con la Filarmónica de Munich,
admirablemente entrelazados, quedan así la Octava Sinfonía del músico en la iglesia de San Florian de Asfelden, allí don-
en buena medida orilladas. de aquél pasó tantas horas tocando el órgano y extrayendo de él las singulares
sonoridades que luego intentaría, con éxito, trasladar al conjunto sinfónico. Ce-
libidache se prepara ilusionadamente hace tiempo para lo que él considera una
verdadera prueba de fuego: tocar aquella monumental y extraordinaria obra, quizá
Un reto para los cantantes la más completa del autor, en el ámbito del recinto sagrado. La especial acústica
de la iglesia, su tiempo de reverberación es, según el director rumano, el adecua-
No es precisamente fácil el cometido de do para extraer del sublime Adagio toda la enorme belleza que atesora y que las
las voces en esta obra. Se requieren ins- más de las veces queda oculta. Experiencia maravillosa, sin duda, escuchar así
trumentos sólidos, contundentes, vigo- la obra, aunque quizá la acústica pueda jugar malas pasadas en los otros movi-
rosos, extensos y potentes. Para mientos.
entendernos, voces de las llamadas wag- Si del concierto de Celebidache es del que cabe esperar los resultados estéti-
nerianas. Pero al tiempo se exige de ellas cos más sublimes, no por ello hay que dejar de mencionar otros actos musicales
la aplicación en ocasiones de una técnica previstos en Linz. Destaca la versión de concierto de la ópera de Wagner El oca-
vecina a la del lied, aparte de enorme ca- so de los dioses, que contará con la intervención de la Orquesta Bruckner de Linz,
pacidad para el matiz histriónico y habi- que dirigirá Bruno Moretti, y las voces de Janis Martin, Ingrid Haubold, Yvone
lidad para el par]ato, tan fundamental en Minton, Peter Meven y Reiner Goldberg. Finalmente, la presencia de la Sinfóni-
Strauss. Hoy es casi imposible reunir en ca de Londres, conducida por Vladimir Ashkenazy, y la Sinfónica de Bamberg,
una sola noche un equipo de cantantes sin con Horst Stein a su mando, completan el panorama orquestal de tan interesan-
fisuras, adecuado y capaz. No es que fue- te como atípico festival de Linz.

8 Scherzo
STIJDIO
Mid-Price Compacc £>isc
Compact Disc á Prix Moyen
Compact Disc Medió Prezzo

Compact
Disc

Especial
LUDWIG VAN FRÉDÉRIC CHOPIN
BEETHOVEN CHOPIN Concertó pour Piano
CONCERTÓ POUR
Violinkonzert PIANO NO.
Klavierkonxcrt
Violin Concertó Piano Concertó No.l
Concertó pour violón BalladeNo.l
Polonaisc No.6

SIR VEHUDI MENUHIN


New Philharmonii Orchestri
OTTO KLEMPERER MAURIZIO POLLINI
CDM 7 69001 2 Philhjrmonia Orchestra
PAUL KLETZKJ
CDM7 69004 2

LUDWIG VAN CLAUDE DEBUSSY


BEETHOVEN BEETHOVEN
KHELTIZERSONATE La Mer • Prílude á l'apres-
Kreutzersonate - Kreutzer midi d'un faune
PINCHAS ZUKERMAN Sonata' Sonate a Kreutzcr Prdudeá
MAUR1CE RAVEL
DANIEL BARENBOIM Frühlingjsonatc - Spríng lanar Bolero
Sonata' Sonate BerinefRiBwmmíiH
"Le Printemp*" HERBERT
VON KARAJAN

PINCHAS ZUKERMAN Berliner Philhirmonikcr


DANIEL BARENBOIM HERBERT VON KARAJAN
CDM 7 69021 2 CDM 7 69007 2

HÉCTOR BERLIO2 DVORAK-SMETANA ANTONIN DVORAK


Symphonic fant»tique SYMPHONIFNO. 9 Symphonie No.9
Orchcstre naUonalcdc Ttmet "Aus der Neuen \Pelt"
LEOC1ARD BERNSTEIM DIE MOLDAU From the New World
BcriUvr ndurmiBrilirT
HERBEKTVOM KARAIAN Du nouveau Monde
BEDRICH SMETANA
DieMoldau-VItana
La Moldau

Orchestre Nationalt de Francc Berliner Philhirinoniker


LEONARD BERNSTEIN HERBERT VON KARAJAN
CDM 7 6900Z 2 CDM 7 69M5 2

MAX BRUCH CÉSAR FRANCK


BRUCH/MENDELSSOHN
VIOUNKONZERTE Violinkonzert • Violin Symphonie en Ré mineur
Concertó • Concertó pour O minor - d-moll
Violón No.l Varíatioiu symphoniques
FELDf MENDELSSOHN-
BARTHOLDY
Violinkonzcrt • Violin
Concertó • Concertó pour
Violón e-moll/E mínor/
en mi mineur op.64 ALEXIS WEISSENBERG
SIR YEHUDI MENUHIN Orchesire de Paris
Philharmonií Orchcslra Berliner Phílhirmoniker
EFREM KURTZ HERBERT VON KARAJAN
WALTER SÜ5SKIND
CDM 7 69008 2
CDM 7 6W0J 2

ANTÓN BRUCKNER JOSEPH HAYDN


Symphonte No.4 Cellokonzerte
"Romantische" Cello Concertos
Romintic LYNNHARRELL Con^ertos pour violoncelle
Mvfln-fn-tf«'FUdi
Romantique Nos. 1fie2
NEVILLE MARR1NER

LYNN HARRELL
Acadcmy of Si. Martm-in-the-
Berlinf r Philhirmoniker Fíelds
HERBERT VON KARAJAN SIR NEVILLE MARRÍNER
CDM 7 69006 2 CDM 7 69009 2
JOSEPH HAYDN W. A. MOZART
Die Jahreszeiten • The Klavierkonzert • Piano
Seúons • Les Saisons SVJATOSL*' RJCHTER Concertó "Concertó pour
Piano No.22 KV 482
HERBERT VON KARAJAN RKXARDO MUT1 LUDWIG VAN
BEETHOVEN
Klavierkonzert • Piano
JANOWITZ'BERRY- Concertó • Concertó pour
HOLLWEG Piano No.3
Berliner Philhirmoniker
Chor dtr Deuischen Oper Berlín SVJATOSLAV RICHTER
HERBERT VON KARAJAN Phi ¡harmonía Orchestra
CDM 7 69010 2 R1CCARDO MUTI
CDM 7 6901J 2

FRANZ LISZT W. A. MOZART


LJSZT Ungarische Rhapsodien Blaserkonzerte Wind
UNGARISCHE Hungarian Rhapsodies Concertó* • Concertos pour
RHAPSOD1EN Rhípsodies hongroises instruments a vent
Nos. [-6
Nos. 1-6

Philhirmoma Hunririca
London Philhif monic Orthestra Berlincr Philharmoniker
WILLI BOSKOVSKY HERBERT VON KARAJAN
CDM 7 69011 2 CDM 7 69014 2

FRANZ LISZT W. A. MOZART


Les Préiudes • Mazeppa - Kronungsmesse
Orpheus-Tasso Coronation Mass
LISZT Messe du Coronnement
Vesperae soknnes de
t.F-S PKEUJDES confessione KV 339

MOSER-HAMARI-GEDDA-
F1SCHER-DIESKAU
Chor 5t Orchestet des
Gewmdhaus-Orchestcr Leipzig Biyírischcn Rundfunks
KUR.T MASUR EUGEN JOCHUM
CDM 7 69022 2 CDM 7 69023 2

MEDITATION RACHMANINOV
SERGEI
Ouvertures te Intermczzi SVMPHONH IANl Ib RACHMANINOV
Massenei • Cherubini • Weber - THE ISIi OF THE OEAU Symphonk Dances
Schmidt • Puccim- VOCAUSE Symphonische Tanze
Humperdinck • Mascagni ANDREPIEV&J Dances symphoniques
The Isle oí the Dead
Die Toteninsel-L'Ile de Morts
Vocal Ue

ANNE-SOPHIE MUTTER
Berliner Phühirmonikct London Symphony Orchcsiri
HERBERT V O N KARAJAN ANDRE PREVIN
CDM 7 69020 2 CDM 7 69025 2

W. A. MOZART MAUR1CE RAVEL


MOZART
Slnfbnien/Symphon lies Symphonie No.35 Concert pour piano i la
Nos. 3 5 ' 4 0 ' 4 1 Symphonie No .40 main gauche-für die línkc
Symphonie No.41 "Júpiter" Hand • for the left hand
HERBERT VON KARAJAN Gaspard de la Nuit

ANDREIGAVRILOV
Berliner Phühumoniktr l.ondan Symphony Orchesiri
HERBERT VON KARAJAN SIMÓN RATTLE
CDM 769012 2 CDM 7 69026 2
FRANZ SCHUBERT JOHANN STRAUSSII
Symphoníc No.5 An der schónen blauen
Symphoníe No.7 (8) Donau' The Blue Danube •
"Unvollendrte" Le beau Danube bleu
HERBERT VON KARAJAN Unfinished Kaiser- Walzer • Trítisch-
Inachcvéc Tratsch-Polka etc.

Beriiner Philharmonikcr BerlinerPhiJharmonjker


HERBERT VON KARAJAN HERBERT VON KARAJAN
CDM 7 69016 2 CDM 7 69018 2

JEAN SIBELIUS RICHARD WAGNER


Finlandia-En Saga-Tapióla Die Meistersínger von
The Swan oí Tuonela Nürnberg 'Taíinhauser
Der Schwan von Tuonela Lohengrin
Le Cygne de Tuonela Trinan und Isolde
HERffiRT
Vt»J KARAJAN

Berlinir Phjlharmoniker Beriiner PhiJhjrmoniker


HERBERT VON KARAJAN HERBERT VON KARAJAN
CDM 7 69017 2 CDM 7 69019 2

JEAN SIBELIUS
SymphonieNo.l
Karelia-Suíte

Berlmír Philharmonikei1
HERBERT VON KARAJAN
CDM 7 69028 2

The EMI STUDIO SERÍES on Compact Disc - the best Die EMI STUDIO SERIE auf Compact Disc - die besten
recordings from the world's greatest artists - unbeatable Aufnahmen von den beriihmresten Künstiern der Welt
valué at Mid-Price. - unübertroffen 2uni Mid-Pricc.

Les plus grandsenregistremencsdes Artistes les plus La Serie "EMI Studio" su Compact Disc - le piü famose
prestigieux. La plus grande collection á prix moyen registrazioni dei piü Grandi Artisti. Gran valore a
actuellement disponible. Medio Prezzo.

La Serie EMI S T U D I O en C o m p a c t D i s c - l a s m e j o r e s
g r a b a c i o n e s de los más G R A N D E S I N T E R P R E T E S -
a un PRECIO ESPECIAL.
ACTUALIDAD

La Aida galáctica de Verona tó el tipo Maria Chíara —ausente en el


papel de Aida de las Arenas los dos últi-
mos años—, demostrando musicalidad y
•. 6JFns[ivaldeirOpera Linca. 19 de julio de 1987. Aidaát G. Verdi. Reparto: MaiiaChia- dominio del personaje, aunque a su prin-
ra (Aida), Nicola Martinucti (Radames). FioreH73 CEHSOIIO (Amnens), Pierro Capuccilli (Amo- cesa etíope le falta desgarro, como que-
nasro), Cario del Cosco (El Rey), Bonaldo Giaiotli (Ramfis). cíe. Dilección «cínica: Pidió Zuffi.
Coreografía: Mario Pistoni. Director: Dónalo dó patente en / sacri nomi di padre del
primer acto. Inseparable compañero de

D e nuevo, una edición más —y


van con esta sesenta y cinco—,
la Arena de Verona, el teatro
de ópera más grande del mundo, abrió sus
puertas para que miles y miles de operó-
bien, salvo excepciones: es incomprensi-
ble que en medio de todo este montaje ga-
láctico se nos muestre a los etiopes como
a unos salvajes auténticos, vestidos con
unos ropajes multicolores absolutamen-
fatigas de la Chiara, el tenor Nicola Mar-
tinucci tuvo una actuación desdibujada en
general y su voz careció de entidad. Su Ra-
damés quedó bastante gris. Capuccilli de-
mostró, una vez más, que canta mucho
filos o simplemente curiosos del macroe- te horteras; o se incluyan unas coreogra- y bien; su Amonasro fue impecable, es-
vento operístico —atraídos por otras fías tan convencionales y fallas de gracia. tableciendo límites difícilmente superables
tantas agencias de viajes del mundo La comparseria estuvo bien movida. En hoy por hoy. Cumplió con dignidad el
entero— pudieran disfrutar de la espec-
tacularidad de los místicos montajes are-
nianos. Para esta edición, además de la
tradicional Aida, subieron al estrado Ma-
dame Butterfly y La Traviata, que junto
con el ballet del Cascanueces de Chai-
kovski completaban esta mini tempora-
da estival. Aunque se ha polemizado
mucho sobre la ortodoxia de este tipo de
festivales populares de ópera, lo cierto es
que la Arena es un punto y aparte. La or-
ganización es perfecta, la calidad de tos
repartos es indudable y, por tanto, los re-
sultados son magníficos, tanto económi-
ca como artísticamente. Todo un modelo
a seguir. Consideraciones estrictamente
musicales aparte, la Arena impresiona —
y mucho— cuando uno se acerca por vez
primera a sus milenarias gradas, como le Aída 87. Acto /. escena ¡¡/FOTO: FRANCO FA¡NELLO
ocurrió al firmante de esta breve reseña.
Veintidós mil almas, noche tras noche y el campo vocal hubo de todo, como era resto del reparto. Por último. Donato
asi durante dos meses, hacen que llegues de prever, a pesar del buen cartel que se Renzetti, con sus treinta y un años, es el
a sentirte verdadermente pequeñito, aun- anunciaba. Destacó, por encima de todos, director mas joven que ha dirigido en la
que al otro lado, en el escenario, la voz la veterana mezzo italiana Fiorenza Cos- Arena —también fue el encargado de di-
se pierda en el aire y la orquesta efecti- sotto, que nos brindó una Amneris insu- rigir en la polémica Aida de Luxor —y
vamente no se oiga bien. Muchos pensa- perable, tanto por la potencia y colorido demostró un correcto oficio rectoral, bus-
rán qué sentido tiene pues la historia. Es del instrumento —a pesar de sus cincuen- cando más el efecto que el detalle.
posible. Pero aunque la ópera pierda en ta y dos anos— como por su concepción
buena parte su mitad musical, también es dramática de la hija del Faraón. Aguan- Antonio Moral
cierto que su otra mitad, el espectáculo,
llega a ser total.
A ida es la ópera por excelencia que me-
jor justifica el gigantismo areniano y así
Nace un nuevo festival de ópera
lo confirman sus 240 representaciones — Apartado de los circuitos más transi- tulos autóctonos, así Cavalleria Rusti-
incluyendo la que se comenta— a lo lar- tados del mundillo de los festivales, sin cana de Mascagni se ofrecerá junto a
go de veintiocho anos, programándose los planteamientos mastodónticos la ópera cubana El caminante de
—tanto en lo que se refiere a lo econó- Eduardo Sánchez de Fuentes. La ope-
desde 1980 sin interrupción. Pero, la Aida reta tendrá su hueco con La viuda ale-
de este año quiso Pietro Zuffi que fuese mico como al número de títulos
preparado—, con una idea muy clara gre, en tanto que la zarzuela cubana
diferente, casi provocativa... rompiendo de lo que debe ser un festival en su en- subirá a las tablas con Cecilia Valdés
así definitivamente con las concepciones torno y con características propias, se de Gonzalo Roig, un título prolotípi-
historie o-real i si as, ya muy sobadas, de aproxima a su inauguración el I Festi- co del género. El festival, contribuirá a
Giamfranco de Bosio y compañía. val Internacional de Arte Lírico de La la lírica mundial con un estreno, con el
Del palacio real de Menfis, o templo Habana, a desarrollar del 17 al 31 de que precisamente iniciará su andadura:
de Vulcano, queda tan poco como de las Hemingway de Yuri Kasarian, con li-
octubre. Su despegue vendrá sin duda breto de Grigori Chiguinov. Los can-
orillas del Nilo. La manoseada decoración avalado por el prestigio de que goza el tantes procederán en muchos casos de
egipcia, concebida en grandes bloques Festival Internacional de Ballet de la países del este europeo, pero también
ocres de cartón piedra, pasa a convertir- misma ciudad y la propia Alicia Alon- las voces cubanas tendrán su oportu-
se en algo geométrico. Grandes paneles so, presidenta de la Comisión organi- nidad, como el conocido barítono Hu-
a cuadros reflectantes visten un escena- zadora. La edición inaugural del fes- go Marcos, que incorporará el papel
río, que busca más la interpretación del tival operístico de La Habana contará principal en la citada Hemmgway. Un
enigma de la civilización egipcia: la pirá- con títulos clásicos del repertorio, co- motivo más, en definitiva, para visitar
mide, que su realidad estética. Zuffi via- mo La Traviata y Fausto, pero su pre- la hermosa isla caribeña.
ja al futuro, a una Aida cibernética. La sencia también se ha utilizado inte-
idea no es mala y en general funciona ligentemente para acompañarla de tí-

Scherzo 13
ACTUALIDAD

Ernani en TVE
El Festival de Otoño
L a producción que abrió la lem-
porada 1982/83 de la Scala de
Milán de Ernani de Verdi fue
ofrecida por televisión española, con
cierto retraso, el 31 de julio pasado.
frente al dilema
Producción que la National Video Cor-
poration incluyó en su catálogo y la
EMI llevó al disco. Lo registrado en
imágenes, procedente de varias repre-
F ueron muchas las críticas que se al-
zaron al finalizar la anterior con-
vocatoria del festival que organiza
la Comunidad de Madrid, Se cuestiona-
ron entonces tamo la eficacia de la ges-
La opción elegida es la de hacer atrac-
tivo el festival con batutas conocidas y or-
questas de clase. No falta, desde luego,
novedad en este apartado. Hará su pre-
sentación en España Carlos Kleiber —con
sentaciones, es un producto pulido de tión como lo acertado de la orientación la Orquesta del Estado de Baviera—, que
la controvertida inauguración de aquel general del evento. Este punto de parti- también toca por vez primera en nuestro
7 de diciembre, que resultó una velada da, al que hay que añadir una notable re- país— quien ha preparado dos programas
bastante movida. Aun así, la puesta es- ducción del presupuesto —de los 400 de repertorio pleno: Weber, obertura de
cénica de Luca Roconi sigue conservan- millones de pesetas del pasado año a los Oer Freischütz; Schuben, Tercera y
do toda su chocante originalidad. 170 del actual— ha motivado un plantea- Brahms, Segunda; Beethoven, Cuarta y
Escenario de un barroquismo desmedi- miento bien diverso para la cuarta edición Séptima. Será una suerte escuchar a Klei-
do (a Ezio Frigerio), vestuario que no del Festival de Oíoño. La sobreabundan- ber en direcio, siendo como es un direc-
responde a un criterio unitario (de tor que se prodiga tan poco. Su
Franca Squarciapino), dan como resul- figura se ha vuelto ya mítica en-
tado un espectáculo caótico, que tiene, tre nosotros merced al disco. Su
sin embargo, mucho atractivo visual. excéntrica personalidad, la par-
quedad de su repertorio y el tra-
Y, sobre todo, nunca resulta aburrido.
bajo meticuloso sobre cada
Esto en cuanto a lo que se ve, lo que partitura convierten sus conta-
se oye requiere otro tipo de precisiones. das actuaciones en algo único. El
Es admirable cómo Muli hace sonar joven Esa Pekka Salonen, cuya
al conjunto orquestal de la Scala. Se carrera cobra cada día más pu-
palpa ese cariño que la partitura ver- janza, será el otro director que
diana le inspira; no hay sección, ni se presentará en España dentro
compás, hasta el más rutinario acorde, del festival. Lo hará al frente^de
que no se encuentre potenciado, mati- la Orquesta Phi I armonía con
zado o cuidado. Pocas veces se ha es- Juego de Carlas de Stravinsky,
cuchado un Ernani lan viial y dinámi- el Concierto para trómpela de
co. Con tal soporte orquestal se nece- Haydn y la Sinfonía n.°2de Si-
sitaría un cuarteto vocal que la oferta Carlos Kleiber/FOTO RJCORDI belius. Salonen es un excelente
operística actual no puede presentar. cia de propuestas que era característica de traductor de la música del siglo XX y se-
Domingo se muestra incapaz de soste- festivales precedentes ha sido sustituida guramente se mostrará efectivo en Sibe-
ner el ritmo impuesto desde el foso y por una programación mucho más esca- lius. La música española actual tendrá un
su Ernani es corto de aliento, superfi- sa y concentrada. Solución lógica además lugar gracias al concierto que Cristóbal
cialmente cantado y monótono, con de impuesta por la reducción financiera, Halffter dirigirá a la Sinfonía de Madrid,
paulatinas muestras de cansancio que pero hay que preguntarse si era éste el úni- en el que el Concierto para violoncello de
se hacen demasiado evidentes en el ac- co camino posible. Una vez que se deci- Marco y los Tres poemas de ¡a lírica es-
de darle continuidad al festival —también pañola del propio Halfftet (estreno en Es-
to final. Freni, cantante excelente cuan-
cabria convertir la actividad musical de paña) rodearán a una obra de signo fren
do no se sale de los límites que su distinto, la Fantasía para un gentilhom-
la Comunidad de Madrid en una lempo-
instrumento le impone, naufraga peno- bre de Rodrigo, que no parece justificar-
rada que abarcara todo el curso, de ma-
samente en un rol para el que carece de nera continuada e intensa— es forzoso se en este programa ni siquiera bajo la
grave, agudo y amplitud de centro. En encarar la cuestión de definir su idiosin- advocación de «Homenaje a Andrés Se-
lo que respecta a Ghiaurov, quizá diez crasia. Tal objetivo no está resultando na- govia». Será también la música del pre-
anos antes su Silva tuviera la autoridad da fácil, por lo que llevamos visto hasta sente, esta vez norteamericana, la que
necesaria. En esta ocasión, aparte de ahora. En este festival de la reorientación aporte una de las novedades más impor-
suprimir la comprometida cabaleua ¡n se han efectuado ya ciertos sacrificios de tantes del festival. Steve Reich y su gru-
fin che un brando vindice, los signos de áreas que venían apareciendo tradici o nal- po vendrán por primera ocasión a Madrid
su evidente decadencia son penosamen- mente. Es tan triste como revelador que para ofrecer dos sesiones de músicas re-
te notorios. Solamente Bruson da la ta- esos recortes afecten gravemente a ia mú- petitivas del compositor e intérprete. El
lla vocal del personaje. Aunque algunas sica española. Desaparece la Semana de debatido estilo minimalista podrá así ser
frases necesitarían mayor empuje sono- Música Española, que en su desarrollo del juzgado a través de las obras de su defen-
ro, su Don Cario, en general, eslá im- tercer festival, consagrada al Renacimien- sor más prestigioso.
pecablemente cantado. Así, musical- to diera tan espléndidos resultados. La El festival ofrece también recitales de
mente, lo más estimulante de esta ver- ópera carecerá de representación, puede Friedrich Gulda —previsto también en
sión fue el cuadro ante la tumba de que para llenar su lugar se anuncia una principio para el año pasado—, con un
Carlomagno. Nueva Antología de la Zarzuela, debida programa aún por conocer, y Montserrat
a José Tamayo, que si sigue los pasos de Caballé, acompañada al piano por Miguel
la vieja dará un dudoso servicio a la es- Zanetti, que cantará Vívaldi, Rossini,
cena nacional. Nin, Martínez Palomo y Chapí.
Fernando Fraga
14 Scherzo
ACTUALIDAD

Claudio Abbado,
la seguridad de una gran batuta
SutudcT, Plaza Ponteada, Festival Internacional de Música 1 y 2 de agosto de 1987. Brahms:
Serenata en La mayor, Op. 16; Schubert: Sinfonía n." 3; Slravinsky: Suiti de Pulcinella. Schu-
ben: Sinfonía n. ° J,-Mozart: Sinfonía concurtanle para violin y viola; Mendelssohn: Sinfonía «, "3.
The Chamber Orcheslra of Emope. Claudio Abbado.

U na batuta como la del italiano


Claudio Abbado (ver el estu-
dio que sobre su personalidad
directorial se publicaba en el n.° 5 de
SCHERZO) impone y da seguridad al
interesante y aun insólito se dio en el
primer concierto, en el que disfrutamos
de una serenata brahmsiana exquisita-
mente cincelada, diseñada de manera
transparente y vigorosa; su extraña
mismo tiempo. Es la suya una manera mezcla de lirismo, tan schubertiano en
de dirigir que auna la sapiencia y el ner- ocasiones, de rigor arquitectural (el
vio, el conocimiento y et calor, el rigor Brahms joven, siempre tan preocupa-
y el temperamento, la claridad de ex- do por la perfección formal) y de espí-
posición y el brío, el análisis y la capa- ritu cameristico fue reflejada con
cidad para cantar. Es un placer —que absoluta adecuación y medida intensi-
reúne lo estético-musical con lo dad. Obra poco oída con razón, ya que
estético-físico— contemplar la firmeza, los peligros que entraña —virtuosismo Claudio Abbado/FOTO: CBS •
desenvoltura y elegancia de su gesto, la de primer orden unido a sensibilidad
contagiosa energía que toda su perso- romántica— son muchos y su especta- puntístico del primer movimiento (¡Ese
na despide, el control que ejerce sobre cularidad sólo relativa. Contenida, majestuoso y poderoso tutti al comien-
el instrumentista, la forma —muy es- briosa, luminosa, dentro de un plantea- zo del desarrollo!), y en la que se inte-
tudiada y medida, pero nunca M a - miento decididamente y con todas las graron dos solistas de la propia orques-
que tiene de ir construyendo, nota a no- consecuencias romántico, la Tercera de ta, limitadas pero intensas, cada una
ta, con meridiana claridad, cada parti- Schubert y vital, graciosa, perfecta de desde sus posibilidades y característi-
tura. No es extraño por ello que los acentuación, sensacionalmente repre- cas; expresiva y algo corta técnicamen-
muy jóvenes integrantes de esta Or- sentada, con todo el brillo instrumen- te, Marieke Blankestijn; un poco rígi-
questa de Cámara de Europa toquen a tal y con todo el sabor irónico que el da, pero de bella y redonda sonoridad,
gusto con el maestro milanés y den ba- autor puso en ella al recrear desde su la violista Diemut Poppen. Sobre las
jo su batuta lo mejor de sí mismos; que óptica la música de Pergolese, Pulcine- mismas pautas que las aplicadas a la de
es mucho, por lo visto y oído en estas lla. Quizá no imposible pero sí muy di- la Tercera discurrió la interpretación de
actuaciones santanderinas, comienzo fícil sea escuchar esta surte (en su la Primera Sinfonía de Schubert.
de una gira veraniega por los principa- versión sin cantantes) en condiciones En suma, dos bellos conciertos, con
les festivales europeos. El grupo, que tan idóneas. Del segundo concierto, inclusión de alguna partitura infrecuen-
llega a reunir hasta algo más de cuaren- aparte lo dicho respecto a la obra de te. Confirmación de un gran director
ta componentes, posee magnificas in- Mendelssohn, hay que resaltar la muy y comprobación de la juvenil calidad,
dividualidades (primeros oboe, flauta, bella interpretación de la Sinfonía con- la entrega y el meritorio esfuerzo de una
clarinete, trompa, trombón...), una certante K 364 de Mozart, en la que se formación a la que cabe augurar un en-
cuerda bastante sólida y justa, de pre- consiguió un excelente clima y una no- vidiable futuro.
cioso sonido y un poderío casi sinfóni- table precisión y claridad en la re pro-
co, aunque también una importante ducción del difícil entramado contra- Arturo Reverter
flexibilidad rítmica y dinámica que le
permite atender con rara precisión las
órdenes de su principal director e im-
pulsor. Como formación joven, biso-
ña en ciertos aspectos, es lógico que en
La profesionalidad es un grado
su seno se produzcan pequeños despis- SaiUndrí, Claustro de la Catedral. 5 de agosto de 1987. Cuarteto Chiliugiriiin. Obras de Mozart,
Usandizaga y Becthoven.
tes o algunas imprecisiones de poca
monta; igualmente que, en ocasiones No es el cuarteto británico Chilingi- tante, los demoledores contrapuntos
por exceso de calor, no pueda mante- rian, formado en 1971, de los más co- del Allegro assai, son dignos de desta-
ner permanentemente el ideal equilibrio nocidos dentro del panorama cameris- carse, como la manera, tan correcta,
sonoro, tan importante para la conse- tico internacional. No es tampoco la su- que tuvieron de cantar y acentuar los
cución del empaste y la conformación ya una calidad sonora fuera de serie ni temas utilizados y elaborados por
de la personalidad tímbrica. posee su modo de tocar una gracia es- Usandizaga. Algo más de hondura en
Con todo, Abbado llega a hacer ma- pecial. Pero, y de ello h&n dado mues- el Allegretto de Beethoven y de aban-
ravillas con estos aventajados jovenci- tras claras en su concierto santande- dono lírico en el Andante cantabile de
tos. No se mantuvo la misma altura rino, sus componentes integran un gru- Mozarl no hubieran venido mal, sin
interpretativa a lo largo de los dos con- po muy sólido, compacto y perfecta- embargo. Claro que a lo mejor eso ha-
ciertos, pero incluso en lo menos logra- mente ensamblado que otorga a sus bría sido pedir peras al olmo. Una bue-
do, que fue quizá la sinfonía de versiones un calor, una energía y una na sesión de cámara en todo caso a
Mendelssohn —demasiado romántica fuerza, no reñidas con una aceptable cargo de un Cuarteto en ascenso que ha
y arrebatada de concepto, en exceso afinación ni con la exigida precisión, confirmado la excelente impresión que
robusta—, la calidad imperó en la eje- que contagian. El vigor con el que ata- causara en Madrid hace unos años con
cución, en la intención expresiva, en la caron el Allegro con brío inicial de la motivo de su actuación en un Lunes
afinación y en la clarividencia de los obra beethoveniana y la firmeza con la Musical de Radio Nacional de España.
planteamientos rectores. Lo más bello, que delinearon, sin pestañear ni un ins- A.R.
Scherzo 15
ACTUALIDAD

Buena música en la Costa Brava Estreno en España


de Mozart y
N o siempre, ni mucho menos, es
necesaria una gran orquesta,
una solista de campanillas, un
director de los de portada de discos pa-
ra escuchar un buen concierto. Es más
venes maestros, de magníficos músicos
dirigidos por otro músico excelente-
Desgraciadamente, la iglesia no reunía,
ni mucho menos, las condiciones acús-
ticas necesarias y sobre todo en el con-
Salieri, de Rimsky-
Korsakov
Peralid* (18-V1I-I987). Motan y Salieñ, de
corriente de lo que parece el que sea su- cierto de Bach al piano quedó borroso. Rimsky-Korsakov. Peler Jeffes (Mozarl). Peter
ficiente una pequeña orquesta, aunque Nos gustaría mucho poder oír a Caries Pwrov (Salieri). Qrquesla Sinfónica del Gran Tea-
sea desconocida (al menos por estos Coll en mejores condiciones, ya que nos ire del t.iceu. Dilector; A moni Ros Marbá.
tristes pagos españoles), un solista que pareció un buen músico y su Bach, aun-
no nos suena, pero que domina su ofi- que un tanto excesivamente romántico, En Peralada han decidido hacer las
cio (que oficio es ante todo la música, de gran calidad. Como propina pudi- cosas bien, y por tanto se ha montado
aunque muchos hayan olvidado esta mos escuchar una preciosa Zarabanda una representación adecuadamente es-
premisa), un director que reúna los mis- de \a Suite catalana de Luis Albert,una cenificada de la operita de Rimsky-
mos requisitos que el solista y una bue- obra que nos pareció finamente escri- Korsakov. Esta tiene unos requerimien-
na dosis de amor a la música... y {ya ta, llena de encanto y con una buena tos modestos, pero que han perjudica-
sé que esto es extramusical) un buen invención melódica. do indudablemente a su difusión: un
marco natural. Todas estas cosas se han El otro concierto tuvo lugar en To- piano en la orquesta, para interpretar
reunido aquí es le año (y no es excep- rroella de Montgri, también en la igle- una breve pieza de Mozart, y un coro,
ción, pues estamos en un país civiliza- sia, junto a otra de esas maravillosas para que cante algunas frases de su Ré-
do, Cataluña, El Ampurdán). He plazas ampurdanesas de que os habla- quiem. En escena, sólo dos personajes:
asistido solamente a cuatro conciertos, ba antes. En el programa la Sinfoniet- Mozart (tenor de carácter lírico-ligero)
por desgracia, y voy a hablaros de dos ta de Estocolmo incluyó tres obras: una y Salieri (bajo). Las exigencias vocales
que han reunido estas condiciones, por anodina Serenata para orquesta de de ambos papeles son bastante fuertes,
lo demás relaiivamente fáciles de con- cuerda del compositor sueco D. Wiren y ello motivó el que el bajo Peter Pe-
seguir cuando lo que se persigue es (obra obligada para poder disfrutar de trov luviese momentos francamente
hacer buena música y no montar espec- una subvención de salida al extranjero deficientes en su emisión vocal, atribui-
táculos. El primero de los conciertos te- —sí, hay gobiernos que pagan para dar bles quizá al frío de la noche (coinci-
nía como marco la iglesia de San a conocer a sus músicos fuera del país), dió la representación con un inesperado
Martín de Ampurias, la orquesta era la el Concierto para clarinete de Mozart bajón de la temperatura estival que
y la Cuarta sinfonía de mantuvo al público tiritando en el, por
Beethoven. La orquesta otra parte, excelente teatro al aire libre
magnifica, sin peros de nin- construido junio al castillo de Perala-
gún genero; el director, Da- da). El tenor Peter Jeffes solventó me-
vid Atherton, artífice de la jor su papel, pero la voz carece de
creación de la London Sin- calidad y es un tanto irregular en el tim-
fonietta —no creo que sea bre. Escénicamente ambos cantantes
necesario mayor elogio—, cumplieron bien (Jeffes tiene una figura
las interpretaciones muy muy adecuada a la de su personaje).
por encima de la media, so- Bien la orquesta, bajo la dúctil batuta
bre todo en Beethoven, de Antoni Ros-Marbá. La intervención
aunque los tempí fueran un del coro del Gran Teatro del Liceo fue
poco rápidos, especialmen- inferior a la que después evindenció en
te en el movimiento final. la interpretación del Réquiem de Mo-
El solista de clarinete, con zart, a pesar de que su corta actuación
una bella musicalidad, ado- incluía las mismas notas del principio
leció de un sonido débil del citado Réquiem. En esta obra los
(claro que la acústica no era solistas, Montserrat Caballé, Alicia Na-
como para ayudar al ins- fé y los intérpretes de la ópera, Peter
trumentista) y cierta falta Jeffes y Peter Petrov, no se distinguie-
Sin/onielta de Estocolmo de unidad en el paso de un ron particularmente: La Caballé cantó
registro a otro, pero dio con elegancia, aunque quizá con un
de la escuela Wolfgang Hock Gern- una bella versión de una obra difícil, punto de fatiga —no en balde había
sbach de Alemania. En el programa el pero escucharla en directo compensa a cantado ya en el concierto de la
Concierto para oboe, dos violines y or- cualquier pequeño defecto que poda- tarde—, Alicia Nafé se hizo oír poco;
questa de cuerda, de Vivaldi, el mara- mos encontrar. ¿No podrían los orga- quizás la mejor interpretación la tuvo
villoso Concierto para clave (aquí nizadores de conciertos de otros lugares ahora el bajo, liberado de sus proble-
interpretado al piano por el pianista del país darse una vuelta por aquí y mas vocales de la primera parte.
ampurdanés Caries Coll) en re menor, aprender cómo se hace buena música En conjunto, no fue una versión
BWV 1052, de Bach; el Concierto pa- sin alharacas ni bambolla, sin la nece- histórica pero fue correcta y una di-
ra oboe de Belliní (solista, como en el sidad de presupuestos millonarios, mú- rección orquestal de Antoni Ros-Marbá
de Vivaldi, un magnífico oboísta, Kurt sica para la gente del común, como elegante y equilibrada.
Meier) y una de las deliciosas sonatas dicen !os castizos?
para cuerda de Rossini. Una orquesta Francesc Xavier
de jóvenes, sí, pero una orquesta de jó- Eduardo Rincón Mata Bertrán

16 Scherzo
ACTUALIDAD

timbrada, regular y de color agradable,


y manifestó condiciones más que sobre-
salientes para el repertorio bufo, como
ya habíamos intuido viendo su Gianni
Schicchi.
El papel de Mrs. Ford lo cantó la so-
prano ligera italiana Nuccia Focile. No
posee una gran voz, todo lo contrario,
el instrumento es más bien pequeño,
pero canta con valentía, agilidad y buen
gusto y dio al personaje el tono ligera-
mente histórico que corresponde a una
malcasada de ópera bufa. Su interpre-
tación fue a más y se combinó bien con
la de su compañera Raquel Pierotti (en
el papel complementario de Mrs. Slen-
der). La Pierotti ha mudado el color de
su voz, que nunca fue muy de mezzo,
y actualmente es casi una soprano, pe-
ro su agilidad y buen gusto siguen en
vigor.
En el papel sumamente difícil de Mr.
Ford, Dalmacio González tuvo que lu-
char con coraje para superar los obs-
táculos constantes que su parte
presenta. Lo logró sólo en parte, pero
quedaron compensadas algunas defi-
ciencias —no de afinación ni de agu-
deza, sino de cuerpo vocal— por su
excelente capacidad escénica. Sus entra-
das como marido celoso fueron nota-
blemente eficaces y en conjunto puede
decirse que cumplió adecuadamente. Su
Anioni Ros-Marbá/FOTO: AGUSTÍN MUÑOZ compañero de equipo, Carlos Chaus-
són, en el papel de Mr. Slender, se
sintió cómodo y pudo lucir su caracte-
El baño de Mozart a Salieri rístico énfasis cómico, pero el papel no
le consentía sobresalir. Enric Serrá
mostró su eficaz faceta de barítono bu-
Casffllo dt Peralada, 25-VH-I987, Falslaff de Sa- ría Gallego, Enríe Serrá. O.S.C. Tcalro del Lictu. fo en el papel del criado Bardolfo, y
lieri. Repano; Joan Pons, Nucda Focile, Dalmau director Xavier Cüel. Director de escena: Viito-
Gunzález, Carlos Chausson. Raquel Pierotli, Ma- rio Patané. María Gallego esluvo gris en el breve
y sin personalidad escénica de Betty.
Excelente el coro en sus cortas pero im-

P or lo poco que hoy en día sabe-


mos de Salieri, este compositor
italiano afincado en Viena usó
de dos estilos distintos: el solemne,
gluckiano, para la ópera seria (como en
sencilla en la que no habíamos caído:
el argumento, archiconocido del públi-
co, se puede seguir paso a paso y de esta
forma —y no de otra la función de la
ópera bufa se cumple a la perfección.
portantes intervenciones.
La orquesta, bajo la batuta de Xa-
vier Güell, quien se estrenaba como di-
Les Danaides) y el bufo, en el que coin- El público pudo seguir atentamente los rector de ópera, sonó con cierta
cidía con Cimarosa, con Martin y So- avatares del gordinflón dieciochesco debilidad, motivada por los efectos del
ler y... sólo en lo externo, con Mozart. que Juan Pons interpretaba en escena, viento, pero en general la transparen-
Una grabación discográfica oportu- comprendió los celos de Mr. Ford y la cia de la partitura fue bien recogida por
nistica de Hungaroton nos había fami- agudeza de su esposa escénica, y esto el conjunto, pese a algunos groseros fa-
liarizado desde hace bastante tiempo es más de lo que puede decirse de las llos del metal en el primer acto. Bien
con esta ópera de Salieri, y la verdad represen I aciones habituales de óperas la dirección escénica de Vittorio Pata-
es que nos pareció al escucharla una bufas (alguien tendría que tener el va- né, quien relató la acción con agilidad,
obra bastante menor, con algunos mo- lor de hacer una encuesta a la salida de, pese a la incomodidad que suponía el
menios más o menos brillantes, pero sin por ejemplo, Cosi fan tulle, y ver qué improvisado escenario al aire libre. Se
mucha profundidad, ni siquiera interés ha entendido el público del texto de Da utilizó un torreón del edificio, pero a
musical. La pieza a dúo La slessa, ¡a Ponte). costa de largos e incómodos tramos de
stessissima, que Beethoven músico y escaleras.
que corresponde a la lectura de la car- Como ya hemos apuntado, la estre-
ta de Falstaff por las señoras Ford y lla de la representación fue, natural- El estreno estuvo a punto de malo-
Slender, no parecía justificar el honor mente, Juan Pons, quien se ha dis- grarse cuando en el intermedio una nu-
de haber quedado incluida en el reper- tinguido en su carrera por su Falstaff be (¿enviada por Mozart?) soltó una
torio beetho venían o. verdiano. Aquí supo adaptarse al mun- lluvia intempestiva, pero el incidente
do dieciochesco (la representación se fue breve y la representación llegó fe-
montó como se hubiera hecho en la lizmente a término. Sin embargo, la in-
Por lo visto en el escenario al aire li- terrupción y la considerable longitud de
bre del Castillo de Peralada, con todos época, con una vestimenta del momen-
to) y sus galanterías tuvieron el tono la ópera dieron al público cierta sensa-
sus incoveniemes (¡cuánto se echa a fal- ción de incomodidad y, de todos mo-
tar un teairo cerrado, tan confortable!) propio del siglo de la elegancia que se
cerraba justo cuando se estrenó esta dos, lo que quedó muy claro es que
hay que reconocer que la ópera de Sa- Salieri no es Mozart...
lieri funciona, es decir, resulta perfec- ópera (en 1799). Aparte de su habilidad
tamente viable por una razón muy escénica, Pons cantó con una voz bien Xavier Daufi

Scherzo 17
ACTUALIDAD

Saffo, un espectáculo sólo a medias


i. Gran Tealro del Liceo. 21. 24, 27. 3O-VI-87. Parini. Saffo. Montserrat Caballé, Amonio Ordófiez, Para Malakova, Enriq Serta, María Uriz,
Alfredo Heilbronh Vicen( Esleve. Orquesta y Coro del Gran Teatro del Liceo. Director: Manfred Ramin.

E L Gran Teatre del Liceu ha clau-


surado su presente temporada
con una ópera de una gran
popularidad en su momento. Baste de-
cir que dos años después de su premie-
ría, pero e! desafío —exceptuados al-
gunos momentos de vacilación en la
retención del texto más que en la de la
música— ha sido brillantemente supe-
rado, sobre todo desde el segundo ac-
orquestal—, no podemos decir lo mis-
mo en lo que se refiere al apartado es-
cénico. Aquí han reinado el absurdo y
el mal gusto más evidentes- Renzo
Giacchieri, por lo que se ve, posee una
re en el San Cario de Ñapóles el 29 de to a partir del cual Montserrat Caballé confusa idea de lo que es la antigüedad
noviembre de 1840, esta ópera se estre- se ha movido a la altura a la que nos clásica, y a no ser por el texto del libreto
naba en el Teatro del Circo de Madrid, tiene acostumbrados. Ha sido buena se diría que la acción transcurría en el
y el mismo año se representaba también también, en general, la interpretación Templo de Jerusalen o en algún inubi-
en el Teatro de la Santa Creu de Bar- de los demás cantantes, empezando por cable lugar de una imaginación igno-
celona. Desde entonces, según hace el tenor Antonio Ordóñez en el papel rante con pretensiones realistas. Porque
constar Roger Alier en los comentarios nadie recrimina el derecho que tiene un
del programa de mano, nuestra ciudad masculino coprotagonista (Faone). El
manifestó una especial predilección por cantante posee una voz clara y bien im- responsable de escena de salirse de los pa-
esta obra de la cual el Liceu llegó a con- postada que se explaya con comodidad sajes trillados de una recreación histo-
tabilizar 60 funciones hasta 1881. Así
pues, después de un letargo de mas de
un siglo, la Saffo, que hizo las delicias
de nuestros bisabuelos, ha vuelto al
mismo escenario en una especie de ho-
menaje que el Teatre tributara al reper-
torio popular de su pasado.
Saffo es una ópera que continúa sos-
teniéndose en la actualidad. Un melo-
dismo lineal y efectivo de las voces
viene apoyado por una buena escritu-
ra orquestal, especialmente destacable
en la obertura y en los interludios que
anteceden los sucesivos actos del dra-
ma, y en la que se otorga un importan-
te papel a los timbres de los instru-
mentos de viento, los cuales a veces pre-
paran el cuma de las arias, como por
ejemplo el delicioso solo de clarinete
que precede la entrada de Faone: Fra
queste orrende tenebre en el último ac-
to. Los coros también tienen protago-
nismo y con su importante intervención
contribuyen a crear una idea de conti-
nuidad dramática que refleja las inquie-
tudes de Pacini, y en general de la ópera
italiana prerromántica, por romper con
el vacío esquemático de una sucesión
estéril de recitativo secco o accompag- Saffo/FOTO: BARCELO
naio y aria, poniendo en juego para ello
todos los recursos disponibles, como
son una mayor participación orquestal en los agudos, pero que quizá fuerza en ricista. Es más. creemos que esto último
y coral, y una manera de entender el re- demasía para obtener volumen, lo cual puede ser una forma de revitalizar un es-
citativo como antesala adecuada y co- a la larga puede perjudicarle. La búl- pectáculo y de servir a la música, que
nectada intimamente con los momentos gara Peira Malakova es la mezzo- es, en definitiva, el elemento realmen-
solisticos. soprano que ha venido a sustituir en el te inmarcesible de toda buena ópera.
último momento a Alicia Nafé en el pa- Pero cuando lo que se busca es, como
Saffo ha gusiado, en general, al pú- pel de Climene; una voz baja y timbra- era este caso, la reproducción exacta de
blico que ha desfilado por el Liceu du- da que contrastaba a la perfección con una época, hay que ser un poco más ri-
rante las cuatro representaciones de la de Montserrat Caballé en el bello dúo guroso. Y no sirve el aditamento de ele-
rigor. Evidentemente, parte del alicien- Di quai soavi lagrime, y que era capaz mentos lumínicos simbólicos, como era
te se debió a la presencia de Montse- asimismo de agilidad y soltura, por el abuso del rojo sobre un fondo oscu-
rrat Caballé encarnando el papel de la ejemplo en la cabaletta que sigue a su recido que quizá —no lo sabemos con
protagonista. Ponderar una vez más las aria del acto segundo. Enric Serra tam-
bién recibió aplausos en su dilatado y seguridad— querían sugerir el ilusionis-
virtudes de la cantante catalana es al- mo de la cerámica griega de figuras ro-
go que parece ya fuera de lugar. Sólo difícil personaje de Alcandro. Pero si
hacer constar que es ésta la primera vez en lo musical, como ya hemos apunta- jas pintadas sobre un fondo negro.
que la soprano interpretaba este perso- do, todo ha transcurrido en la línea de Resulta totalmente estéril recurrir a
naje y, claro está, esto siempre supone una calidad más bien alta —soberbia simbolismos subsidiarios cuando no tie-
un reto en una cantante de su catego- actuación del coro y correcto trabajo ne nada que decirse, ya que aquéllos
acaban cayendo en una forma deterio-
18 Scherzo
ACTUALIDAD

rada de decorativismo inútil. Eso por cía cernirse sobre ej pobre personaje perio de los escenógrafos y registas ita-
no hablar del encargado del vestuario, masculino, especie de desdichado auri- lianos en el Liceu? ¿Por qué no dar más
quien parecía dispuesto a recuperar por ga dorado de Delfos que anda más oportunidades a la gente preparada y
la vía de la indumentaria el posible ies- preocupado por su embellecimiento deseosa de hacer cosas de nuestro país?
bianismo del tema que la libretista de personal que por su amor hacia la poe-
la represiva sociedad decimonónica ha- tisa protagonista. En fin, un auténtico
bía soslayado por completo. Sólo que desastre y despropósito, y la pregunta
en lugar de proyectarse en Saffo pare- que surge, necesaria: ¿Por qué este im- César Calmell

Encuentro con Bach en


Torroella de Montgrí
Torrodli de Montgri, Gtroaí. 20 y 21 de julio de 1987. Johann Sebastian Bach: Imcgral de
sonaias para violin y clave. Albeno Lysy, violín; Luisa Majone, clave.

L as actividades musicales en el ve-


rano de Torroella han adquiri-
do ya carta de naturaleza y
prendido fuertemente en la sensibilidad
de muchos de sus habitantes. El curso
Los problemas en la interpretación
de un Bach bien visto
Con cierto distanciamiento en el ta-
lante —que no, por lo común, en el
es algo propio y característico de la be- concepto musical—, abordó Alberto Alberto Lysy
lla localidad ampurdanesa. La impor- Lysy la difícil misión de traducir a so-
tancia del de este año era resallada en nidos articulados las partituras de las
el número anterior de SCHERZO por seis Sonaias para violin y clave de Bach la música ha de producirse y desarro-
nuestro compañero Jordi Ribera, que en colaboración con Luisa Majone. El llarse. Las propiedades acústicas de la
hacía hincapié en la idea clave: sin pe- resultado global puede considerarse Iglesia de San Genis, donde se suelen
dagogía —correctamente planteada, plausible y aun excelente si reparamos dar esios conciertos, no son, sin duda,
claro— no hay música. Y es un acierto únicamente en los planteamientos y en las adecuadas para que puedan combi-
no siempre conseguido, el amalgamar la actuación de cada instrumentista por nar con provecho un clave barroco
como lo hacen los organizadores de este separado. El violinista, que posee —una copia de época— y un violin de
Fesiival la parcela concertística con la —cosa que no vamos a descubrir aho- corte moderno —aunque en su casi to-
educativa sin que lleguen a perderse del ra y que incluso dejó expuesta en su in- talidad haya sido construido en el siglo
iodo las lindes de las dos. Propósito és- terpretación en Madrid, hace tres XVIII—. Y eso que Lysy, sobre todo
te que anima permanentemente la la- temporadas, del Concierto de Schu- en el segundo día, intentó reducir lo
bor del violinista argentino Alberto mann con Maag y la ONE— un esplén- más posible el volumen de su instrumen-
Lysy, afincado en Europa, en Suiza dido sonido, redondo, aterciopelado, to. Por ello, las más de las veces, el tim-
concretamente, desde hace unos trein- corpóreo, no siempre puro, pero cáli- bre del arco fue mucho más protago-
ta años, que lleva unos cuantos parti- do, que extrae de un fabuloso instru- nista que el de la tecla, con lo que el
cipando en los cursos y conciertos de mento italiano, está en el secreto de la necesario diálogo no llegó a establecerse
Torroella y que resulta, en cada edi- regulación de intensidades, frasea con adecuadamente y la presencia, frecuen-
ción, uno de los epicentros del certa- nitidez y canta convincentemente, con temente exigida por el autor, del clave
men, dentro del que despliega en singulares momentos de ensimisma- en primer plano, como enunciador de
paralelo una triple y febril —eso sí, sin miento (Cantabik, ma un poco adagio un tema o portador de la voz protago-
perder ni un instante la calma y la ele- ¡019 b), manteniendo sin esfuerzo una nista, quedó borrada más de lo conve-
gancia consustanciales a su persona- casi constante y exquisita afinación. Su niente. Además de las siete sonatas, los
actividad: profesor, solista y director de enfoque de Bach, partiendo del empleo dos intérpretes locaron otra resultado
la Camerata Lysy Gstaad. El músico de un violin moderno, no de época (dis- de una transcripción de una obra para
argentino es la cabeza visible de la Aca- tinto cordaje, distinto arco, diverso órgano encontrada en el manuscrilo de
demia Internacional Yehudi Menuhin temperamento), parece perfectamente la biblioteca del Rey de Sajonia y el
radicada en la citada ciudad suiza. El correcto y fiel a lo escrito con las sal- mencionado Cantabile, una página be-
porte sereno, la mirada soñadora, una vedades apuntadas. La ejecución sólo llísima en Si menor, creada para la pri-
leve sonrisa asomando en su rostro quedó deslucida en parte por episódi- mera versión de la Sonata número 6.
—como insinuando un cierto regodeo cos roces o aisladas suciedades en la re- Con todo, el público, que no colma-
por el hecho de hacer música— son ras- producción de agilidades. Por su lado, ba el recinto, siguió con atención la mú-
gos a preciables en la actitud de Lysy en la clavecinisla italiana reveló inteligen- sica y aplaudió con mucho calor, hasta
el momento del concierto. Mantiene cia en la colaboración, buena articula- obligar a los artistas a dar varias pro-
una compostura que, en unión de aque- ción y casi siempre pulcra digitación. pinas, entre ellas el primer Allegro de
llos aspectos, también compartidos en Pero sucede que a pesar de tan excelen- la Sonata n.° 6, riendo abiertamente
parte por los dos, nos trae a la memo- tes mimbres los conciertos no alcanza- cuando Lysy, al que la colocación de
ria la señera figura de Menuhin, cole- ron por completo el nivel deseado. las partituras en el atril jugó una mala
ga ilustre, mentor y maestro del Porque, lo que no es ninguna salvedad, pasada, hubo de continuar muy depor-
instrumentista bonaerense. La amistad claro, lo que cuenta es el resultado so- tivamente de memoria sin que el daño
surgió cuando en 1955 Lysy participó, noro final, y éste viene condicionado, musical pasara a mayores.
obteniendo el primer premio, en el además de por las cualidades de los in-
Concurso Reina Elrsabelh de Bruselas. térpretes, por las del ámbito en donde

A.R.

Scherzo 19
ACTUALIDAD

Festival de Granada: visión de conjunto


Un año más se ha puesto punto final al Festival Internacional de Mú-
sica y Danza de Granada. En esta ocasión los elementos han gastado más
de una faena y los conciertos que estaban programados en ios llamados
marcos incomparables, como pueden ser Carlos V o el Patio de los Arra-
yanes, han tenido que celebrarse bajo techado y al abrigo de cualquier
contingencia climatológica, en el seguro refugio del Auditorio del Cen-
tro Manuel de Falla que, además, es el lugar idóneo para escuchar músi-
ca. Pero claro ¿quién elimina los marcos que han dado buena parte de
su personalidad al Festival granadino?
Se impone ahora un resumen un tanto apresurado, ya que la parte
más importante de la programación ha contado con la presencia en Gra-
nada de los enviados especiales de SCHERZO, Arturo Reverter y Enri-
que Martínez Miura. Sin duda, la presencia de Fierre Boulez ha constituido
la cresta de la ola en cuan to a la importancia de la programación del Fes-
tival granadino.

P ensamos sinceramente que este


año se ha montado el Festival
con unos criterios de programa-
ción especialmente coherentes. Se ha
dado un tanto de lado a cualquier con-
el espacio abierto de los Arrayanes.
El 25 de junio José Martín Pinzolas
ofrecía un recital de piano que inicial-
menie estaba anunciado en los Arraya-
nes, pero que por causa del mal tiempo
Martínez. Una primera no-
che con un variado progra-
ma en el que cabe destacar
Tzigane de Ravel, con ex-
celente actuación del violi-
cesión al tópico y se ha conseguido una tuvo que celebrarse en el Auditorio, con nista Ángel Jesús García, y
programación con personalidad propia, lo que todos salimos ganando. El jo- una aceptable versión de
con imaginación. Ha sido una apuesta ven pianista español ofreció la integral los Cuadros de una Expo-
importante, un punto de arranque que de Iberia de Albéniz. Fue una noche sición de Mussorgsky-
esperamos tenga continuidad en futu- memorable, porque Pinzolas obtuvo un Ravel. Sin embargo, la se-
ras ediciones del Festival, con variedad más que merecido triunfo en esta difi- gunda noche estuvo bas-
muy a preciable en cuanto a intérpretes cilísima y hermosa obra de Albéniz. A tante lejos del éxito,
y obras a ejecutar. pesar de que tuvo que luchar denoda- aunque el público aplaudie-
damente contra un piano en no muy ra y todo. Primero, Grana-
Por ejemplo, tras la actuación de la buen estado, Pinzolas estuvo a una da de Conrado del Campo,
Opera de París y la Royal Liverpool gran altura, demostrando palpablemen- obra que puede dormir
Philhannonic Orchestra, se utilizó el te que había sido un acierto incluirlo en tranquila el sueño de los •s;
Auditorio con dos actuaciones de la Or- la programación. justos, después, una irregu-
quesla de Cámara de Tolbuhin y el Co- lar versión de las Canciones
ro Madrigal de Sofía. A destacar el De excepcional puede calificarse la Populares de Falla, con
bellísimo Gloria de Vivaldi, que contó presencia de Vlado Periemuter con su Angeles Gulín. Una serie de
con una estupenda interpretación en la programa enteramente Rave!. De nue- páginas poco significativas Pierre Boulez )
que el coro demostró una calidad de vo- vo la lluvia obligó al cambio, Audito- de Francisco Alonso dieron granadino.
ces absoluta. También en esa misma se- rio por los Arrayanes. V en el Auditorio paso a una triste versión de
sión se estrenaba la obra de Ramón la magia de la técnica, la capacidad ex- El Amor Brujo. Ni la orquesia ni la so-
Roldan Concierto para piano y orques- presiva, la riqueza conceptual del an- lista Angeles Gulín —cuya tesitura no
ta de cuerda, obra de muy apreciable ciano Periemuter que, sin embargo, va con la obra—, contribuyeron en na-
calidad, interesante y dúctil, que con- rejuvenece cuando se sienta ante el pia- da para que esta versión de la obra de
tó con una excelente interpretación de no. Sonatine, Miroirs y, sobre todo, Falla fuera memorable. Lo mejor es co-
Alfredo Gil al piano. En la segunda no- Gaspard de la Nuit hicieron posible el rrer un tupido velo.
che de actuación de la Orquesta de Cá- milagro de la comunicación, del aden-
mara de Tolbuhin y Coro Madrigal de tramtento en el mundo de Ravel.
Sofía, es especialmente atractivo el in- Los ballets
tento de recuperar el patrimonio musi- El capítulo de solistas se cerraba con
cal español, con el estreno de los Tres José Miguel Moreno en un muy estima- Había expectación por ver al ballet
conciertos para árgano y orquesta de ble recital, esta vez sí en el Patio de los de la Opera de Viena. No estuvo mal,
José Barrera, interesantísima muestra Arrayanes, con vihuela y guitarra. Con- pero defraudó algo por la escasa con-
musical del siglo XVIII, y el también cierto que tuvo su momento más es- sistencia de las coreografías. No obs-
estreno del O Salutaris de Fernando plendoroso con las obras de Fernando tante, quedó constancia de su
Sors. Sors. categoría. La noche más interesante, la
tercera, con coreografías de mayor no-
Las orquestas «de casa» vedad y entidad, tuvo que sufrir cam-
Solistas Nos estamos refiriendo, claro está, bios, pues la lluvia hizo imposible dar
Ha sido especialmente atractivo este a la Nacional y a la de RTVE. En esta el programa anunciado. Este año, des-
capítulo dentro de la programación del ocasión la Nacional, dirigida por Ló- de luego, la lluvia ha sido uno de los
Festival. La serie de recitales de solis- pez Cobos, estuvo a una altura más que enemigos del Festival.
tas la inició en el Patio de los Arraya- aceptable, sobre todo en el Fandango El Ballet Nacional llevó dos noches
nes el guitarrista Flores Chaviano, que de Soler, de Claudio Prieto, y en la el mismo programa. Esto es. Los Ta-
ofreció un concierto con obras de Lau- Pantomima de Las Golondrinas, de rantos, con excelente coreografía de Fe-
ro, Ardevol, Ponce, Carlos Chávez, Usandizaga. Menos brillante, aunque lipe Sánchez, y música para olvidar de
Villa-Lobos y Ginastera. Bonito soni- dentro de una buena línea, en la Sin- Paco de Lucía. Y una versión brillan-
fonía en Re menor, de César Franck. te, limpia, inteligente y hermosísima de
do el de la guitarra de Flores Chaviano,
bonito sonido pero muy escaso, de muy Dos noches estuvo la Orquesta de la El sombrero de tres picos, de Falla. To-
poco volumen, perdiéndose además en Radiotelevisión, dirigida por Gómez do el balleí a muy buena altura, mere-
20 Scherzo
ACTUALIDAD

í»t Boulez, el esperado


GrmiMl*. Auditorio Manuel de Falla. Palacio de Carlos V. 9-V1I-87. Várese, Octandre; Stra-
vinsky, Btrceuse du chai. Concertino para 12 instrumentos, Ocho miniaturas instrumentales;
Falla, Concierto paro clave; Boulez, Le Manean sans MttUre, Pierre-Laurent Aimard, clave;
Eüzabeth Laurence. inezzo. Ensemble Intercontemporain. I 1-V1I-87 (mañana). (Previsto para
el 10-Vil pero aplazado a causa de la lluvia. | Bartok, Música para cuerda, percusión y celesta;
Boulez. Ktessagesquisse; Siravinsky, Petrouchka. Orquesta de París. 11-VI1-87 (noche) Bou-
lez, Riluel, Ravel. Dajnisy Cloe. Orquesta de París. Director de los ires conciertos: Pierre
Boulez.

P ierre Boulez ha venido a Espa- sorteando tanto las dificultades de es-


ña a los treinta años de iniciar critura de la composición como las aña-
su carrera como director de or- didas por el viento en el Palacio de
questa. Un hecho que no habla preci- Carlos V, que a rachas amenazaba con
samente en favor de la riqueza de la vi- arrebatarles las partituras. En Rituel,
da musical de nuestro país. Como Boulez gobernó con virtuosismo la
compositor tampoco ha corrido Bou- complejidad de actuación de los gru-
lez mejor suerte entre nosotros. Muy pos, al tiempo que impregnó toda la in-
contadas partituras del maestro de terpretación de un sincero aliento trá-
Montbrison han figurado en programas gico.
de concierto —siempre en circuitos El resto del concierto del Ensemble
marginales— y cuando lo han hecho los Intercontemporain
resultados interpretativos han solido gistral sobre la alturafueinterpretativa
una lección ma-
distar notablemente de lo óptimo. Por puede lograr un grupo especializadoque en
todo ello, el Festival de Granada ha música de nuestro tiempo, siempre que
cumplido con una exigencia de pura se parta de una excepcional materia pri-
justicia musical al presentar a Boulez ma, como es el caso, y se dedique con-
—luego del único concierto celebrado
en Barcelona— como intérprete y tinuada y exclusivamente a este
repertorio. Octandre de Várese tal co-
creador. mo fue oída en el Auditorio granadino
El director de orquesta que hemos es difícil volver a encontrarla en disco
o en directo. El Condeno para clave
podido observar en Granada, sin per- de Falla tuvo una muy interesante
der las características de análisis y ri- exposición, sobresaliendo la clarifica-
gor que lo han hecho merecidamente ción de sus líneas, pero no se logró el
famoso, ha sabido demostrar que sus deseable equilibrio entre el clave —con
facultades interpretativas no se limitan sonido amplificado— y los demás ins-
al dominio de la mente, sino que ad- trumentos. Las páginas de Stravinsky
miten también rasgos expresivos y sen- se beneficiaron en unos planteamientos
soriales. La propia música escrita por en la dirección de extraordinaria luci-
Boulez posee una difícilmente definible
capacidad de fascinación, que de algu- dez, fue especialmente memorable la re-
na manera se superpone a la preocupa- creación de las Ocho miniaturas instru-
ción arquitectónica. Es primordial, mentales, dichas con asombrosa juste-
Orquesta de París pusieron el broche de oro al festival desde luego, en este efecto el constan- za conceptual.
te interés por el timbre y las combina-
ciones instrumentales novedosas. Le Al lado de las obras del propio Bou-
Marteau sans Maítre, pieza ahora eje- lez completaban los dos programas de
cien do especial mención José Antonio cutada, se halla en el principio de di- la Orquesta de París tres piezas maes-
y Juan Mata, aunque insistimos en que chas investigaciones, fusionando la voz tras de nuestro siglo. Siguiendo gustos
toda la compañía brilló con luz propia. con un conjunto instrumental no usa- personales pueden preferirse otros en-
do hasta entonces, aunque el modelo foques para hacer estas músicas de Bar-
English Bach Festival ideal para esa relación sea el Pierrol Lu- tok, Stravinsky y Ravel; ahora bien, lo
Y dos actuaciones del English Bach naire de Schoenberg (véase la entrevis- indudable es que los acercamientos de
Festival, una con las Arias y Danzas de ta con Boulez en este mismo número). Boulez respondieron en los tres casos
Dido y Eneas, de Purcell y Water mu- Messagesquísse saca todo el partido a exigencias de lógica musical y de co-
sic, de Haendel. Versión correcta de la posible no de la diversidad, sino de la herencia interna de cada obra. La cota
identidad de los medios. La obra esta más alta se dio en la Música para cuer-
orquesta y coros, pero quizá una falta escrita para violoncello solista y seis da, percusión y celesta de Béla Bartok,
de mayor número de danzas en las que violoncellos. Rituel, la tercera obra diseccionada por el director hasta des-
el ballet barroco hubiera podido brillar bouleziana de esta concisa retrospecti- cubrir sus detalles más microscópicos
a buena altura. Al siguiente día en el Pa- va granadina, está pensada para una y sus relaciones más ocultas. Petrouch-
lacio de Carlos V se nos ofrecía Orfeo serie de grupos autónomos cuyas inte- ka, interpretada asimismo de manera
y Euridice, en la versión francesa de rrelaciones forman una unidad supe- magnífica, huyó con acierto de todo ex-
1774 dedicada a la Reina María Amo- rior. Las versiones de estas tres páginas ceso grotesco. La versión completa,
nieta. Sinceramente, fue un gran espec- convencieron una vez más de lo ya sa- aunque sin coros, de Dafnis y Cloe de
bido: Boulez es el intérprete insustitui- Ravel habría ganado con una más es-
táculo, por voces, orquesta, coros, ble de sí mismo. Con el Ensemble trecha familiaridad de la orquesta y su
cuerpo de baile y vestuario. El espec- 1 mercontemporain obtuvo una lectura director con la acústica del Auditorio
táculo total, con interesantes actuacio- aquilatadamente poética de Le Mar- Manuel de Falla, donde con premura se
nes de María Bovino, María Hill Smith teau. La mezzo Elizabeth Laurence trasladó el concierto a causa de la llu-
y Andreas Jággi. Y la orquesta perfec- otorgó a su intervención la amplia ex- via. Así y todo, Boulez elevó con maes-
ta que hace que nos reafirmemos en la tensión de recursos y matices que se de- tría el edificio sonoro del Dafnis sin
idea de que la ópera puede ir tomando manda a su parte. Los siete violoncellos dejar de dotarlo de un tenue acento
carta de naturaleza en el Festival gra- de la Orquesta de París realizaron una lírico.
nadino. brillante versión de Messagesquisse,
Enrique Martínez Miura
Vicente Salus-Carsí
Scherzo 21
BOTÓN DE MUESTRA « BOTÓN DE MUESTRA * BOTÓN DE MUESTRA • BOTÓN DE

Concurso de Piano Paloma O'Shea


No hay más cera que la que arde

E ste año el Concurso de Piano


que lleva el nombre de Paloma
O'Shea, su fundadora, impul-
sora y principal artífice, ha tenido, en
una edición que inicia la modalidad de
convocatoria trienal, más importancia
que nunca. Por los medios, la publici-
dad, el número de invitados, el núme-
ro de concursantes, de jurados, de
finalistas. Es sin duda, ya, uno de los
premios internacionales más cotizados
y relevantes, aunque a la organización,
cada vez mejor —puede que la mejor
posible teniendo en cuenta la disposi-
ción de los medios y el empleo del ins-
trumental con que cuenta—, le falte aún
cierto toque de rigor, de orden, de fría
profesional i dad. El mismo acto de la
entrega de premios pide un montaje dis-
tinto y en un lugar diverso del peque-
ño e incómodo salón del paraninfo de
Las Llamas. La propia categoría e im-
portancia del Concurso han desborda-
do los planteamientos del pasado.
Por lo visto, y escuchado en la final
y por lo que testigos presenciales en
pruebas anteriores cuentan, el nivel ar-
(ístico de la edición que acaba de ter-
minar ha sido alto, aunque no
extraordinario. Se ha puesto de mani-
fiesto que, cada vez en mayor medida,
el piano va dejando de tener secretos
para los jóvenes virtuosos de hoy que, David Aüeu Wehr, ganador del Concurso
por decirlo de alguna forma, las dan ca-
si todas. Especiales problemas pianís-
ticos, pues, con todos los factores
técnicos que les son propios, no pare- tilo los dos últimos movimienios. Ha de sonoros y de encontrar el camino de un
cen existir. Las dificultades vienen del trabajar mucho su legato, imperfecto fraseo convincentemente lírico. Limita-
lado artístico, puramente musical; de como el de un principiante, y buscar el do en las explosiones del primer movi-
los aspectos de entendimiento y trascen- camino de una articulación mínima- miento (octavas del desarrollo, trinos).
dencia, de expresión y rigor conceptual. mente coherente. Proclive a alargar excesivamente el lem-
Las condiciones de los seis finalistas, Pavel Nersesjan. Ruso-armenio 23 po, con pérdida de tensión.
sus medios son innegables, aunque no años. Cuarto premio (Ex-aequo). Con- BerndF. Clemser. Alemán (Repúbli-
siempre se vislumbre tra dio un pianis- cierto en Sol de Ravel. Serio, reconcen- ca Federal) 25 años. Tercer premio. Se-
mo esencial, profundo. He aquí, muy trado. Técnica muy trabajada, concisa gundo Concierto de Brahms. Frío y
esquemáticamente trazados, los rasgos y eficaz. Corrección general, excelente distante, poco variado en el fraseo, de
advertidos, a partir de la final exclusi- control de sus medios. Denotó temple sonoridad algo tosca y concepto mono-
vamente, de los seis jóvenes instrumen- y seguridad, si bien fue algo arbitrario lítico. Posee, no obstante, una digitación
tistas: en la elección de ciertos tempi. Más bien bastante clara y una técnica de ataque
Matlhias Fletzberger. Austríaco. 22 ayuno de gracia, aunque acentúa con nada desdeñable, lo que le permite ven-
años. Quinio premio. Intervino con el precisión. El lirismo y e! imprescindi- cer con cierta soltura peliagudas difi-
Segundo Concierro de Brahms. Exce- ble toque poético del tiempo lento es- cultades. Pero el perfume brahmsiano
lente conformación física y aptitud para tuvieron ausentes. brilló por su ausencia.
el cometido. Elegante. Buena pulsación. Xian-Dong Kong. Chino (de la Re- Sergei Yerokhin. Ruso. 26 años. Se-
Escasa concentración. Frecuentes im- pública Popular). 18 años. Cuarto pre- gundo premio. Primer Concierto de
perfecciones mecánicas. Mostró un con- mio (Ex-aequo). Primer Concierto de Liszt. Nervioso, apasionado, brillante,
cepto poco maduro y resultó confuso Brahms. De técnica algo corta y mecá- avasallador. Empezó con irreprimible
e incluso contradictorio en la exposi- nica justa, pero capaz de obtener, con ímpetu las difíciles escalas con que se
ción, aunque abordó con adecuado es- base en un hábil pedal, bellos efectos abre la obra. Y falló mucho, golpean-
22 Scherzo
BOTÓN DE MUESTRA • BOTÓN DE MUESTRA • BOTÓN DE MUESTRA • BOTÓN DE

do bastantes veces ñolas vecinas y trom- hay que decirlo, tocó una obra más prestación, poco comprensible en una
picándose con frecuencia. De todas agradecida). Y, cara al futuro, muy pro- orquesta como la Nacional, aun en la
formas, es artista y eso se percibió en bablemente lleguen a decir más y me- de ahora, lejos de la solidez de la de an-
los pasajes más tranquilos, donde hizo jores cosas Kong o Nersesjan. Sobre taño. Sean cuales fueren (económicas
gala de un excelente rubato, una nítida lodo son más jóvenes. Wehr parece un —se habló de que los músicos se nega-
dicción y una limpia articulación, uni- pianista ya totalmente hecho y lo que ban a tocar mientras no se les pagaran
dos a un sonido no exento de terciope- ofrece, a sus 30 años, no resulta espe- los cinco millones acordados por la pre-
lo, de espléndida calidad timbrica. cialmente cautivador. Una buena o dis- sencia de las cámaras de TVE—, labo-
David Wehr. Norteamericano. 30 creta medianía. Un instrumentista rales, vacacionales, anímicas, de
años. Primer premio. Primer Concier- pulcro... y gris. ¿Es esto realmente lo cansancio, de falta de ensayos...), una
to de Brahms. Muy aseado técnicamen- que debe perseguir el Con- entidad pública, pese a todo de recono-
te, de pulcro mecanismo y excelente curso? El jurado —en el que figuraban cida calidad, tal que la ONE no puede
asunción de las dificultades de la obra, nombres tan prestigiosos como Badura- ni debe ponerse en evidencia de esta ma-
que en sus dedos discurrió fluidamen- Skoda, Magaloff, Harold Schonberg, nera. Máxime cuando un día después
te, sin intemperancias, pesanteces o irre- Colombo, Istomin y los españoles So- tocó una entonada Séptima de Bruck-
gularidades dignas de mención. Sin peña, presidente, y Enrique Franco, ya ner y cuando las obras que precisaban
embargo, el espíritu, entre heroico y gra- habituales, además de Josep Colom, su intervención al lado de los finalistas
vemente lírico, con pinceladas trágicas, único pianista patrio ganador, en 1978, eran todas de riguroso repertorio.
de este Brahms, no acabó de hacerse del primer premió al menos asi lo ha
presente. No hubo temperatura, pianis- considerado. ¿Es también el criterio de La obra de Olavide
mo trascendente tras las bien ensayadas Paloma O'Shea?
y algo metálicas sonoridades. kJobre Gonzalo de Olavide ha recaí-
La Nacional, bajo mínimos do este año el encargo de componer una
El tuerto en el reino de los ciegos obra destinada a ser interpretada obli-

^ u i z á el estadounidense fuera el me-


jor, el tuerto en el país de los inviden-
u. ' n capitulo aparte, no muy exten-
so, merece la actuación de ta ONE co-
mo conjunto colaborador en los dos
gatoriamente por los concursantes.
Buena idea la de esta comi-
sión, que ya ha producido, en la pasa-
da edición, una partitura de Cristóbal
tes. Fue el que mantuvo una tónica conciertos finales de los días 4 y 5 de Halffter. La de Olavide, Perpetuum mo-
general de mayor coherencia, el que re- agosto. La orquesta madrileña se pre- bile, de unos seis o siete minutos de du-
veló más tranquilidad. No hizo nada sentó, a las órdenes de su titular, Jesús ración, es desde luego excelente para
grande, pero tampoco cometió errores López Cobos, en lo que dio la impre- hacer dedos, pero en su estructura, que
ni realizó cosas feas. Su edad, su más sión de ser una alarmante baja forma: se ajusta al título, se plantea el autor di-
larga experiencia (fue segundo premio, desajustes, desafinaciones flagrantes de versas e interesantes cuestiones tímbri-
ex-aequo, en el Concurso Paloma los vientos, falta de empaste, aparente cas e interválicas en busca —lo que
O'Shea de hace diez años) no cabe du- desgana (como si aquello fuera una mi- parece una constante del músico— de
da de que le han servido. Aun así, al me- sión poco digna (¡) de la agrupación). un resultado dramático, lo que induda-
nos por lo observado en la final, y en El mismo López Cobos no pareció que- blemente consigue, aunque para ello
la entrega de premios, donde tocó im- rer ir más allá de lograr (y no se llegó tenga que plantear un buen número de
pecablemente dos valses de Chopin, es a ello del todo) un discreto apoyo y un dificultades a los pianistas. La que me-
un pianista mucho más interesante el rutinario acompañamiento, no dema- jor la sirvió dentro de lo que cabe, fue
ruso Yerokhin, a pesar de sus fallos y siado matizado y sólo a medias medi- la francesa Claire Desert.
de su falta de control (y de que también, do. Ignoro las causas de esta pobre Arturo Reverter

Izquierda: Sergei Yerokhin, segundo clasificado oficial, y para muchos, el mejor del Concursa Derecha: José Luis Ocejo, Director d
de Santander, con Paloma O'Shea y Jacob Britrizky, Director de la «Artur Rubinstein Jnternational Music Society».
Scherzo 23
HOMENAJE

Federico Mompou
la despedida del patriarca
a desaparición de Federico Mompou (Barcelona, ¡893-1987) su-

L pone la pérdida de uno de los mayores músicos españoles del si-


glo XX. Este es un hecho que hoy nadie puede discutir; ya Enrique
Franco dijo de él con gran acierto, en una ocasión, que era el principe,
es decir, el primero, el excelente. A esta afirmación, que se refería a
su obra, yo le daría mayor alcance, pues ésta se halla estrechamente
vinculada a su vida por ser fruto a la vez de la inspiración y de su en-
trega al arte.
El hombre sus necesidades, con tal de poder conservar aquello que
valoraba por encima de todo: la mente disponible

E ! arre y la realidad suponen, a veces, una escisión,


y el artista necesita combatir incluso consigo mis-
mo con el fin de superar el abismo que se establece
entre el yo creador y el mundo- Esta lucha se cumplió en
el caso de Mompou, siendo coronada por una victoria fi-
—entonces no lo sabía— para la creación. Este presupues-
to inicial encerraba lo que con el tiempo se manifestaría
como un sentimiento de incapacidad para enfrentarse con
la vida, de hecho una entrega a la sensibilidad —así defi-
ne el hecho creador María Zambrano— y más que ello,
nal. Se trataba de una lucha silenciosa que no podía adi- el miedo a ser herido por la vida. En el fondo se trataba
vinar quien no estuviera muy cerca a él: Yo misma, que sólo del temor a no poder cumplir el deseo de entregarse
le conocí en mi infancia, no llegué a comprenderlo hasta a su arte, que le exigía inmolar en su ara todos los dones
el momento en que empecé a profundizar en su persona- de los que había sido objeto, es decir, renunciar a todo
lidad para escribir su biografía. Si mi primer recuerdo del mientras fuera necesario. Por ello, sólo cuando ya se sin-
músico data de cuando yo tenía tres años, y sitúa a Mom- tió muy apoyado por su propia creación, casi nel mezzo
pou dentro de mi marco familiar, como un personaje que- del cantin de su vida, pudo Mompou empezar a enfrentarse
rido y admirado y que infunde respeto, íntimamente y a vencer aquella distancia, aquel dualismo que caracte-
vinculado a la música, y en recuerdos sucesivos se va trans- rizó su juventud y tan plásticamente expresó en una car-
formando para mi en el mismo símbolo de la música ta escrita a su amigo el malogrado compositor Manuel
—es decir, hasta mi adolescencia, la música es Mompou Blancafort, el 21 de marzo de 1927: «Como Zaratustra
sentado al piano de mi casa cada domingo por la tarde—, he bajado de la montaña. He dejado la cabana y el águi-
lo cierto es que representaba para mí más que eso: era, la allí arriba, en la cima, para ir a bailar el charleston en
de entre los amigos de mi padre, aquél con quien yo sen- el danzing.
tía mayor identificación, sorprendiéndome el hecho, ya «Persigo cantantes, bailarinas que bailen los Cants ma-
desde niña, de que nos separara en años una distancia de gics, flautas que quieran charmer... luzco mi desastrosa
medio siglo (lo que hoy no me sorprende, pues sé que es voz en los salones y como aquí la blague se impone, he
don del artista moverse en un nivel extratemporal). Esto, llegado hasta a hacer una demostración de corrida de to-
sin embargo, era una intuición que yo no me explicaba, ros con Villa-Lobos de caballo y Aune Barentzen de to-
pues he de confesar que, en realidad, y a pesar de esa pre- ro. Como sería muy largo el explicarte tanta tontería,
sencia de Mompou en mi casa, lo que yo sabía de él pro- imagínate lo que quieras. El día menos pensado cogeré
cedía fundamentalmente de su obra y de su modo de estar, las alpargatas y regresaré a la cima».
en general silencioso pero nunca ausente, orlado de un No tardó en dar este paso, llevando a cabo una labor
humor oportuno y agudo; un estar natural, que no se im- callada, siempre en actitud de servido: «los artistas
ponía y que a veces comunicaba más que aquel que abu- —dijo en una ocasión— son los magníficos servidores del
sa de las fórmulas del diálogo. Así, pues, todo, o casi todo, arte, solamente intermediarios entre el creador y la
lo que sabia de él era adivinado, como lo era la convic- obra»—. Y revestido cada vez de mayor humildad, Mom-
ción de que su música es simbólica de lo catalán. pou nos brindó ese ser que en la vida se le impuso, ese
Movida por estas intuiciones y por mi admiración, em- don de recibir y dar lo extraordinario, para lo cual reco-
pecé a trabajar en su biografía. La primera sorpresa no rrió el camino del despojamiento del yo al que se orientó
se hizo esperar y confirmo lo que barruntaba; se produjo tanto en su vida como en su obra.
en cuanto empecé a dialogar a fondo con él: el plantea-
miento de la vida que se hacía durante su infancia era igual
al que me hacía yo: ejercer un oficio (barrendero, por El músico
ejemplo) que no le robara el pensamiento. Se decía que Sí desde su infancia Mompou había vislumbrado la re-
sería capaz de prescindir de casi todo, reducir al máximo nuncia que su vida implicaría en pro de la creación, tam-

24 Scherzo
Mompou con la partitura de Primeros Pasos, con texto de Clara Janes.

bien desde el momento en que descubrió su vocación de La línea y la altura quedan, pues, definidas públicamen-
compositor, entendió que su obra se orientaría a alcan- te desde el primer momento: Mompou se vincula al pia-
zar el máximo de expresión con el mínimo de medios. Por no y es comparable a Chopin, Liszt, Debussy y Ravel;
ello pasaron dos años hasta que consideró válida una obra, Mompou entra así a formar parte del mundo musical pa-
y no se trataba, desde luego, de un balbuceo. El camino risino como un igual a Prokofiev, a Bela Bartok o a Stra-
emprendido era el que seguiría hasta el final y no tarda- vinsky, que también frecuentan los salones de la capital
ría en verse coronado por el éxito. francesa. Y si Falla estrena el Retablo de Maese Pedro
Cuando Federico Mompou irrumpe en el panorama en el de la princesa de Polignac, él toca en casa de Roth-
musical europeo —y digo europeo, pues es en París don- schild, o de los príncipes Bassiano de Gaetani. La pro-
de esto sucede, gracias a su maestro Ferdinand Motte- yección de su obra pasa desde ahí con naturalidad a
Lacroix— cuenta veintiocho años. Hasta entonces el fru- alcanzar un ámbito universal.
to de su labor callada lo conoce sólo un público mínimo: Pero Mompou, cuya creación se vincula, desde luego,
una de sus obras está publicada, Cants mágics, y alguna por un lado con la música francesa —no olvidemos que
otra se ha interpretado en conciertos de carácter casi pri- su vocación se le revela al escuchar el Quinteto opus 89
vado. En 1921, sin embargo, tras el llevado a cabo por para cuerda y piano de Gabriel Fauré— es por esencia un
Motte-Lacroix en la Sala Erard, donde interpreta Cuatro músico catalán. Junto a la forma oculta, la envoltura ela-
canciones catalanas, Escenas de niños y Cants mágics, borada, la compleja armonía tan moderna de su obra, hay
Mompou salta a las páginas del periódico Le Temps co- que considerar la raíz y el.lugar donde ésta se asienta, que
mo la última revelación en el terreno de la música. Es el en su caso hace verdaderas las palabras de Jean Aubry:
crítico Emile Vuillermoz quien allí define su importancia «La música es la flor de la misma tierra; por humilde que
de este modo: «He aquí un músico de calidad. Uno de pueda ser, tanto más se apoya en el suelo nutricio, y por
esos artistas raros que transforman todo lo que tocan y muy grande que sea, es de allí de donde bebe la savia más
sacan sortilegios y evocaciones mágicas de los elementos fecunda». Esta savia, que ha alimentado a Mompou des-
musicales más sencillos y más usuales». «Mompou es un de su infancia, la constituye desde el folklore de Catalu-
poeta del piano», instrumento al que se vincula, dice, «con ña —que vive por entonces una etapa de esplendor:
delicadeza, modestamente, pero de un modo que dos o concursos, bailes de sardanas, conciertos de Ofeó Cata-
tres notas ofrecen inmediatamente el carácter de un ha- lá, publicación de cancioneros— hasta los simples gritos
llazgo». «¿Habíais sospechado su existencia secreta en ese de vendedores ambulantes.
teclado, del cual podemos enorgullecemos de conocer to- La importancia de este hecho se detecta no sólo en aque-
dos los tesoros después de los descubrimientos y los in- llas composiciones basadas directamente en el folklore ca-
ventarios minuciosos y complejos de un Chopin, de un talán, como las 14 Canciones y Danzas, sino en toda su
Liszt, de un Debussy y de un Ravel?». obra, ya refleje la esencia y la atmósfera del paisaje rural
Scherzo 25
HOMENAJE

De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Mompou con Victoria de los Angeles, Pablo Picasso, Osear Esplá, Alicia
de Larrocho y Xavier Montsalvaige, y por ultimo con la también desaparecida Rosa Sabater, en 1964.

catalán o la vida de la ciudad —concretamente las que un día definiera Osear Esplá la música de
Barcelona— como Suburbios, Escenas de niños o Fiesias Mompou— alcanza el punto de despojamiento que le per-
lejanas; se inspire en el oculto misterio de la naturaleza, mite llegar a la región de la que habla San Juan de la Cruz
como en Charmes o Cants mágics, o se concentre en lie- en el verso que le da título. Según el musicólogo Vladi-
der, y entre ellos el ciclo de Combaí del somni. mír Jankelevitch, aquella en que «la música se ha con-
Este componente catalán, sin embargo, no merma su vertido en voz misma del silencio, donde el silencio mismo
carácier español y universal, del mismo modo que su vin- se ha hecho música...»
culación al piano no impide que, llegado el momento, es- En su discurso de recepción en la Academia de Bellas
criba también para orquesta y cree una de las obras más Artes de San Jorge, Mompou dice: «Esta música es ca-
importantes de la música religiosa española contemporá- llada porque su audición es interna. Contención y reser-
nea, el oratorio Improperios, para barítono, coro y or- va. Su emoción es secreta» / . . . / «No se le pide llegar más
questa, o que lo haga para coro mixto y órgano, en piezas allá de unos milímetros en el espacio, pero sí la misión
como La Vaca cega. Su obra más compleja, sin embar- de penetrar en las grandes profundidades de nuestra
go, y aquella en que culmina su búsqueda creadora, que alma».
él mismo ha definido como un «recomenzar», está escri- Y esto lo logra, ciertamente, la música de Mompou: pe-
ta para piano; me refiero a Música callada. «Recomen- netra en el alma, en las almas, saltándose todas las fron-
zar» quiere decir volver a empezar, avanzando respecto teras. Por ello Mompou es acaso el más universal de
a lo que ya se conoce, pero incorporándolo. Esto se cum- nuestros músicos y su obra alcanza tal grandeza, pureza
ple en este ciclo cuya armonía plasma una modernidad y transparencia que no desmiente el aserto por él mismo
atrevida, mediante la cual se comprende que Mompou se pronunciado: «La música es el descanso del séptimo día
sienta tan próximo al dodecafonista Webern. En Música de la creación».
callada, aquel «caminar hacia la esencia» —palabras con Ciara Janes
26 Scherzo
HOMENAJE

Andrés Segovia:
Dimensión humana de un mito contemporáneo
E l ¡mentar escribir sobre una fi-
gura mítica de la historia de la
música implica siempre un reto,
porque no es suficiente esbozar una
biografia o un estudio de su técnica,
creación y habilidades musicales, sino
que es necesario entender cuál ha sido
su real significación para la música, los
intérpretes y el público por un lado, y
para la cultura en su época y en la pro-
yección histórica, por otro.
En el caso particular de Andrés Se-
govia debemos partir del compromiso
que asumió este hombre frente al mun-
do: el compromiso de defender un ins-
trumento, o una filosofía de la
comprensión estética a través de éste,
y de defender el sitial conseguido con-
tra el imparable diluvio de un sinnúme-
ro de seguidores-admirad o res.
Nuestro compromiso consiste en de-
finir la significación que para España
y el mundo tiene este músico de excep-
ción y la problemática humana y mu-
sical que encierra, presentando su
figura a través de una visión personal
con la parcialidad que nuestra propia
formación y comprensión imponen. Es
importante tener en cuenta que los con-
tinuadores de su obra, a fuerza de tran-
sitar sobre el camino abierto por él,
llegarán a una visión diferente, nueva,
de mayor consistencia, que forzosa e
i nequ i vacamente cuestionará la fuente
primaria.
Andrés Segovia tuvo el talento de im-
ponerse y constituirse en mito. De per-
sonalidad fuerte y contradictoria, tuvo
sin duda una ambición y una meta muy
claras que supo cumplir por sobre to-
das las cosas. Este hecho solo, discuti-
La desaparición reciente del que fuera el brillante introductor de la ble o no, ya es por sí mismo admirable.
Su vida, su ambición y su increíble ac-
guitarra en el siglo XX hace que su nombre y figura salten una vez más tividad son evidencias de un ser dota-
al tapete de la opinión, creando y reviviendo en torno suyo toda una se- do de una fuerza extraordinaria tanto
rie de consideraciones y polémicas. física como psíquicamente, dotes éstas
El presente artículo intenta realizar un repaso de su vida y su signifi- que supo explotar con gran seguridad
cado en el mundo de la guitarra, rindiendo, de esta manera, un homena- y posiblemente con una clara con-
je a su figura, sin pretender en modo alguno constituir una alabanza ciencia.
carente de significado.
Creo en el homenaje a un hombre en su dimensión humana, abando-
nando los falsos clichés con los que la historia ha levantado semidioses
mentirosos que aún continúan dañando el concepto de los amantes de Los orígenes
la música y de los músicos mismos, dando a esta manifestación una ima-
gen de intocabilidari, provocando que no eche frutos ni simiente en te- Fue el valenciano Francisco Tárrega
rrenos de la verdad. quien impulsó a la guitarra como ins-

Scherzo 27
HOMENAJE

truniento de concierto durante la segun- determinado momento histórico, hoy


da mitad del siglo XIX. Fue el primero en día, los de las nuevas generaciones,
que, después de larga ausencia, redimió tenemos la misión de llevar al instru-
a! instrumento y expuso una técnica. Su mento a un punto medio de equilibrio.
fruto inmediato fue el talentoso Miguel Como exponíamos líneas arriba, An-
Llobet, un músico de sensibilidad ex- drés Segovia constituye la piedra fun-
quisita cuyos trabajos guitarristicos evi- damental para el advenimiento de la
dencian una técnica madura. No cabe guitarra contemporánea; esle es un he-
duda que estos dos pilares determinan cho que no admite discusión. Tampo-
la inspiración de Andrés Segovia, pero co podemos negar que en su persona se
no cabe duda tampoco que Segovia es lleva a cabo una especie de síntesis de
un autodidacta por naturaleza, dotado prácticamente todo un siglo anterior ca-
de un condicionamiento y una predis- rente de una importante tradición en lo
posición innatos hacia la guitarra. Por que a la guitarra se refiere. Que todo
esto, no se constituye en continuador esto lo haya llevado a cabo un solo
de la tradición tarreguiana asimilada hombre es verdaderamente admirable.
por Llobet. Por esto mismo es comprensible que
Segovia crea su propio camino, su abriendo tan ancho camino le fuere im-
propia técnica, su propio sonido, y es- posible abarcarlo en su totalidad, ha-
ta guitarra y este sonido se imponen y biendo dejado, irremediablemente, di-
fascina al mundo. De esta manera, su ferentes áreas descuidadas u olvidadas.
carismática figura se erige en solitario, Opino que debemos entender a Andrés
al punto que parece que la guitarra no Segovia como al iniciador de un pro-
hubiere conocido antecedentes. A no ceso histórico que constituye en sí mis-
dudar, esto le creó una fuerte respon- mo una invitación a ser desarrollado y
sabilidad y su lucha hubo de ser múlti- terminado. Ese es el compromiso que,
ple. Esa lucha albergó al menos dos intrínsecamente, adquieren las nuevas
frentes admirables. El primero: su es- generaciones de guitarristas que han ido
tudio, su búsqueda, su constante auto- surgiendo con celeridad asombrosa. La
formación. Sin ánimo nunca de erigir consecuente y temprana aparición de
una escala, su ejemplo impone una téc- un Julián Bream o un John Williams,
nica de mayor alcance bajo cuyo signo por nombrar dos ejemplos destacados,
nace la guitarra del siglo XX, que ten- es la confirmación de ese compromiso
drá, gracias a esta puerta abierta, un que se va cumpliendo por compara-
imparable desarrollo que continúa has- ción, así como por contraposición, co-
ta nuestros días. El segundo: su ente- mo no podía ser de otra manera.
reza y firmeza para imponer un Surgen, también, las escuelas latinoa-
instrumento con amplio desprestigio mericanas con especiales características
frente a cualquier otro instrumento de propias, y de esta manera se llega al
concierto. Considerando este hecho his- presente, cuando la desaparición del
tórico, es comprensible la posición ex- mítico guitarrista, sorprende al ins-
tremada de Segovia negando a la trumento en momento de apogeo, en
guitarra en su condición de instrumen- una posición técnica y estilística dife-
to de rasgueo en sustento de las formas rente, agudamente crítica y cues ti o-
populares. nadora.
Hoy en día, la juventud guitarrista No es Andrés Segovia el ejemplo mu-
demuestra una tendencia diferente, más sical ni, mucho menos, estilístico de la
serena y menos extremada. Poco a po- guitarra, es, eso si, el emblema o estan-
co todos los recursos se van fundiendo darte de un instrumento que ahora si
entre sí, lo que por cierto no constitu- puede y debe exigir estilistas y músicos tuyendo esta razón el elemento base del
ye novedad alguna desde el punto de de fondo. Frente a la crítica musical y cambio y los hallazgos. En cuanto a
vista musicológico de la historia del ins- musicológica de la guitarra contempo- juzgar, creo que solamente podemos
trumento. Los barrocos, por ejemplo, ránea, Andrés Segovia no puede soste- hacerlo en relación a nuestro momen-
no negaron el rasgueo que es, por otra nerse consistentemente. No olvidemos, to, nuestra contemporaneidad, porque
parte, una característica absolutamen- sin embargo, que podría resultar des- en ella estamos siendo partícipes y ha-
te particular de la guitarra y supieron leal y arriesgado juzgarle desde el sitial cedores directos. Al juzgar el presente
fundirlo con el contrapunto de mane- que ocupamos ahora, toda vez que la nos juzgamos a nosotros mismos.
ra magistral. Ante la aparición de par- base es el mismo Segovia, la piedra fun- Y, hablando de juzgar y criticar, nos
tituras que confirman lo expuesto, damental sobre la que estamos adentramos en un punto dificultoso, el
gracias a la incesante indagación c in- asentados. más delicado, que consiste en emitir un
vestigación de las nuevas generaciones Quisiera en este punió evidenciar una juicio sobre un artista a través de su re-
de guitarristas, es imposible negar esta diferencia entre juzgar y criticar. La crí- lación humana. Surge en la tertulia mu-
evidencia so pena de caer en limitacio- tica es una necesidad, es un elemento chas veces aquel juicio que no la critica
nes y carencias estilísticas. Compren- básico para el progreso en cualquier y lo humano de cada día se funde con
diendo perfectamente la posición campo. La juventud debe ser crítica, y lo artístico, siendo muy difícil sustraer
adoptada por Andrés Segovia, en un de hecho lo es por naturaleza, consti- lo uno de lo otro, decantación que, al
28 Scherzo
partidario, también, de dar fin a esas plemente abandonado. Cabe, además,
fantasiosas historias que, a fuerza de tomar conciencia de tantos artistas po-
mentiras, imponen errores históricos. tenciales, no solamente del ámbito mu-
Para conseguirlo se requiere una hones- sical, que están siendo ignorados, lo
tidad profunda y una indagación ma- que significa un grave despilfarro de va-
dura cuya única meta sea la música lores humanos. Tan admirable es que
misma. surja un Andrés Segovia como asom-
broso es el desapego con el que se tra-
tan estos ejemplos, que podrían ser
generadores de una dinámica cultural
Segó vi» y España en una sociedad adormilada en la quie-
tud destructiva. Pero dejemos aquí es-
Pasemos a hablar de la significación tas disquisiciones para no alejarnos del
de Andrés Segovia para España y el tema que nos ocupa.
mundo. Segovia fue un español mas Al parecer, el tímido y retraído Ma-
que atrajo la atención del mundo so- nuel Llobet desperdició la oportunidad
bre España, otorgándole prestigio; sin para el mundo de la guitarra de contar
embargo, no puede valorársele única- al menos con una página original de
mente en función de España. Su labor Claude Debussy, quien manifestara su
fue mundial y, de un lado a otro del admiración por el instrumento a través
planeta, sembró una semilla musical, de la interpretación de] propio Llobet.
creando una tradición gui larris tica. Po- Contrariamente, Andrés Segovia mo-
siblemente no fue España la que más tivó a diferentes compositores, como el
se benefició de este hecho, quizá por- mejicano Manuel Ponce y el italiano
que la guitarra le ha significado siem- Mario Castelnuovo-Tedesco. Esta ini-
pre otra cosa, y una faceta diferente, ciativa fue determinante para que am-
lejos de conmover, desconcierta, como bos compositores dejasen su nombre
desconcertante fue el que la figura de inscrito en la historia de la música. El
Segovia surgiera en un medio poco re- mismo proceso, aplicado hacia otros
ceptivo, no ya a la guitarra en un uso compositores de mayor universalidad
diferente, sino a la música llamada clá- como Joaquín Rodrigo y Manuel de
sica. Sin embargo, el mundo entero le Falla, llegó inclusive hasta Maurice Ra-
abre sus puertas obligando, finalmen- vel, cuya muerte truncó el proyecto de
te, a un cambio de la mentalidad gui- un concierto para guitarra y orquesta.
tarrística española. Un instrumento sin literatura propia es-
Cabe en este punto un breve análisis tá condenado a desaparecer. Debido a
de la manera en que España aprovecha la clara visión de Segovia, los compo-
y recibe el fenómeno Andrés Segovia. sitores mantienen aún la feliz iniciati-
Su ejemplo y significado son amplia- va de dedicar sus creaciones a la
mente desaprovechados, dirigidos con guitarra. De esta manera existen hoy in-
escaso o ningún interés hacia la juven- numerables obras originales, lo que ha
tud. Por este hecho, ya tradicional en determinado el retroceso de las indis-
las manifestaciones de genuino valor es- criminaqdas transcripciones que, en
piritual, se ha detenido siempre, como tantos casos, atentaron contra la mú-
si de una enfermedad contagiosa se tra- sica y el propio instrumento.
tara, el contacto más directo precisa- No debemos olvidar, no obstante,
mente con aquellos que habrían de que, debido al fenómeno carácter uní-
constituirse en receptores, recreadores voco que Andrés Segovia significó pa-
y continuadores de las tradiciones es- ra el mundo en un determinado
parecer, únicamente el tiempo es capaz pirituales. Aún hoy como ayer, Espa- momento, se ignoró la labor de otros
de conseguir. No sé si eso es bueno o ña deja librada a la juventud al esfuerzo grandes artistas e investigadores que
no, pero seguramente sería positivo personal, contribuyendo al enflaqueci- hoy recupera el mundo tardíamente.
emitir un juicio que considerase lo hu- miento de dichas tradiciones, siendo Segovia significó el fenómeno guitarra
mano de cada día en tanto y en cuanto responsable de que los magníficos es- de cara al mundo; sin embargo, su la-
haya significado o devenido en un he- fuerzos de sus personalidades se dete- bor pedagógica y de investigación no
cho que afecta a lo musical y artístico rioren y pierdan. Frente a una juventud tiene profundidad. Ahora bien, es in-
directamente, para bien o para mal. Me que cada día evidencia en las calles un negable que fue un ejemplo el que ins-
permito hablar de esto puesta que es in- amplio desconcierto y vado, cuya res- piró a las escuelas de estudiosos que
negable que en la vida de toda perso- ponsabilidad involucra directamente a han dado a luz la técnica gui larristica
nalidad famosa surgen determinadas los hacedores de un país, se deja pasar contemporánea. Inequívocamente An-
historias, algunas probablemente ver- sin remordimientos el suculento alimen- drés Segovia constituye la piedra angu-
daderas y otras de comprobación difí- to espiritual que se pierde en el silen- lar de donde parlen todos los caminos.
cil. Este es, repito, un punto muy cio y el olvido. Así, el magistral ejem-
delicado, pero soy partidario de discer- plo de voluntad y tenacidad de Andrés
nir aquello humano que afecte en bien Segovia, pudiendo constituir la fuerza
o en mal al hecho artístico, como soy moral de tantos jóvenes hoy día, es sim- Luis Morales Giacoman
Scherzo 29
Fierre Boulez
o el rigor

Pierre Boulez

S
ería difícil encontrar una personalidad musical más representativa de
los cambios acaecidos en el arte sonoro tras la Segunda Guerra Mun-
dial que la encarnada por Pierre Boulez. El que fuera el niño terrible
de ¡a música francesa ha sabido demostrar en cuatro intensas décadas de
actividad en todos los campos que estamos ante uno de los nombres im-
prescindibles de nuestro tiempo. Boulez, que irrumpió como compositor con
esa página hoy ya clásica que es Le Mamau sans Maítre, orientó también
su infalible punto de mira hacia la interpretación y la reflexión, dándonos
dentro de ¡a primera una lúcida metodología con la que aproximarse a las par-
tituras del siglo XX y en ¡a segunda algunos de los escritos más brillantes
e influyentes de los que se han pensado sobre la nueva música. La presenta-
ción en España de Pierre Boulez, con el Ensemble ¡ntercontemporain y la
Orquesta de París, como director y con obras suyas en los programas, es
una magnífica ocasión para intentar paliar de alguna manera el desconoci-
miento —grabaciones discográficas aparte— que aquí se tiene de su labor.
Confiemos en que la siguiente entrevista sirva mínimamente para tal fin.

30 Schcrzo
ENTREVISTA

S CHERZO.—Con estos conciertos de Barcelona y


Granada es la primera vez que Pierre Boulez viene
a dirigir a España. Esto parece una clara demos-
tración de la falta de contacto musical entre Francia y Es-
paña. ¿Se conoce, sin embargo, mejor en su país a Luis
te y no quedaba tiempo para ensayar la obra a satis-
facción.

S.—Una de las obras interpretadas ayer. Le Marteau


sans Maltre, représenla en buena medida los puntos de
de Pablo y Cristóbal Halffter, por ejemplo? contacto y también las divergencias con el Pierrot Lunai-
re que acaba de citar. ¿Seda esto en otras partituras suyas?
PIERRE BOULEZ.—Sí, se los conoce a ambos. A Luis
de Pablo lo conocí yo personalmente en Darmstadt a co- P.B.—No, se trata de una referencia particular. Es una
mienzos de los años sesenta. Luis de Pablo ha sido inter- referencia directa e indirecta. Directa por el empleo de la
pretado en París ya con mi organización Domaine voz e indirecta por el hecho de que los instrumentos, la
Musicale, igualmente en los inicios de la década de los se- combinación de los instrumentos cambia en cada pieza.
senta y se ha continuado interpretándolo muy a menudo Aparte de esto no hay verdaderamente referencias estilís-
hasta la época del IRCAM, que le ha hecho encargos in- ticas. También la importancia de la voz en relación con
terpretados luego precisamente por el Ensemble Intercon- los instrumentos está concebida de una manera comple-
temporaín. Desde hace algunos años se toca su obra tamente diferente. Una pieza, la de Schoenberg, es más
regularmente, de modo que puede decirse que teatral, mientras que la mia. Le Marteau sans
forma parte del repertorio. En cuanto a Cris- Maítre, no es una obra realmente teatral. El
tóbal Halffter, también él ha sido programa- único aspecto teatral se da en el cambio de
do. Ha dirigido el Ensemble Intercontem- El la flauta y la voz. Esto se simboliza en el con-
porain y estamos ahora en contacto para que ordenador cierto por medio de que la flauta se levanta
vuelva a dirigir obras propias. Con esta ge- y la cantante se sienta entre el grupo de ins-
neración he tenido una relación muy conti- nos trumentos. Se trata del único aspecto de pre-
nuada desde los años sesenta y después de permite sentación teatral.
Alemania. ahora
ir a una S.—Se ha hablado de algunas referencias
S.—Parece un símbolo el que haya esco- extramusicales para su obra, como la poesía
gido el Concierto para clave de Falla, una investigación de Mallarmé, la literatura de Joyce o la de
obra que creemos que le gusta especialmen- fundamental Kafka y la pintura de Klee, ¿hasta qué pun-
te, para presentarse en Granada. ¿Piensa que del to se pueden encontrar estas referencias con-
en ella el músico español logra un lenguaje sonido vertidas en soluciones musicales?
de resonancias universales desde lo particu-
lar, un poco a la manera de Bartok? P.B.—Es muy difícil de explicar, porque
muchas veces se trata de algo muy sutil o de
P.B.—Sí, ha sido precisamente por eso que la escogi- algo muy transformado. Lo que puedo decir sobre Ma-
mos. Hemos hecho esta pieza en multitud de ocasiones. llarmé, por ejemplo, es la seguridad de la estructura, la
El Ensemble la ha tocado en París y también de gira, par- exactitud de la estructura, la búsqueda de cosas comple-
ticularmente en Italia. Se nos ha pedido expresamente el tamente exactas. Esta es la influencia de Mallarmé en mí.
hacerla aquí. En efecto, encuentro que esta bella obra de La de Paul Klee, por el contrario, es encontrar direccio-
Falla muestra justamente una evolución en el lenguaje que nes, dibujos, relaciones formales extremadamente inven-
desde lo nacional le va a llevar a un nivel ¡diomático in- tivas, tan variadas como sea posible, pero siempre
ternacional. No es puramente español, como Bartok no deducidas con una lógica muy específica y muy particu-
es puramente húngaro, sino que es el origen de una am- lar, de manera que a partir de un elemento se pueden ex-
pliación de un vocabulario internacional. traer una multitud de componentes para combinarlos y
transformarlos. Para mí en esto consiste la imaginación
S.—En los programas granadinos están ausentes los tres de Klee. Son dos ejemplos de los que se puede decir que
grandes vieneses: Schoenberg, Berg y Webern. yo he sido influido. Más que esto es difícil de decir, por-
que sería necesario dar ejemplos precisos y es casi impo-
P.B.—Le diré. Los programas que se hacen en una gi- sible hacerlo con palabras.
ra dependen siempre de los programas de la temporada.
Los programas que he traído aquí, en concreto los de la S.—En general se afirma que su música está más cerca
Orquesta de París, han sido extraídos de una temporada del intelecto que de la emoción. ¿Ha previsto usted que
común del Ensemble Intercontemporain y la Orquesta de ésta se halle como un nivel más de recepción en el oyente?
París formada por cuatro conciertos. Las obras de este
año fueron escogidas fuera de la Escuela de Viena, por- P.B.—Creo que es lo mismo, porque la percepción in-
que el año que viene nos dedicaremos especialmente a ella. telectual es difícil en el sentido profundo del término. Es
Como no hicimos este repertorio en París, en consecuen- necesario conocer la partitura, es necesario conocer to-
cia no lo teníamos preparado para esta gira. Por lo tan- dos los niveles de la invención. Pienso que esto puede ha-
to, hemos elegido a Stravinsky, Bartok y Ravel. La única cerlo poca gente, lo mismo que, en general, poca gente
obra de la Escuela de Viena que habíamos interpretado puede hacer las operaciones necesarias para descifrar las
era Pierrot Lunaire. Pensamos hacer, en efecto, Pierrot partituras de ayer. Pienso, por el contrario, que el conte-
Lunaire-Le Marteau sans Maítre, un concierto de estas nido emocional es por momentos muy directo, aunque a
características, pero finalmente la misma cantante no es- veces es difícil de aprehender. Cuando el lenguaje presenta
taba todavía preparada para hacer el Pierrot. ¿Compren- una dificultad y el oyente no sabe superarla se prescinde
de? Nunca había hecho Pierrot Lunaire con esta cantan- del lado intelectual. Es una especie de reacción fija. En

Scherzo 31
ENTREVISTA

concreto, hay pasajes en Le Marteau sans Maltre que son P.B.—Le quitó tiempo al creador, sí. Es decir, he diri-
más difíciles de escuchar y de evaluar que otros, pero hay gido mucho durante años, luego el tiempo que he consa-
otros momentos bastante simples, como el pasaje para grado a la dirección no le fue dado a la composición. Pero,
flauta y voz o todo el gran solo de flauta hacia el final, por otra parte, esto ha sido una enorme aportación al com-
en los que no hay verdaderamente muchas preguntas que positor, porque he podido contemplar problemas parti-
hacerse, sólo hay que escucharlos y sentirlos tal como son. culares de realización y de percepción mucho mejor de
Pienso, ante todo, que una música no puede ser seguida lo que hubiera podido hacerlo de otra manera. He apren-
siempre de la misma forma. Hay partes, en efecto, que dido grandemente cosas que los estudios que hice de jo-
deben ser escuchadas menos emotivamente, en tanto que ven no me proporcionaron. Creo que ahora la relación
otras han de serlo de manera más emotiva. Hay un curso concepción-realización-percepción, este triple presupuesto,
en la música, en toda música. No se permanece nunca es- es mucho más segura en mí de lo que lo era antes.
cuchando música de una manera excesivamente emotiva.
Esto supondría demasiado esfuerzo. Pienso que hay una S.—A pesar de su intensa rela-
especie de modulación de las emociones, que efectivamen- ción en su juventud con Messiaen
te existe. Diría que el oyente no debe dejarse llevar por ha grabado pocas de sus obras en
los esquemas fijos. disco, Couleurs de la cité celeste y
Et expecto resurrectionem mortuo-
S.—Su preocupación por la ¡imbrica, por el descubri- rum son las más representativas.
miento de nuevas posibilidades en este campo, parece que ¿No le ha interesado registrar las
hubiera debido llevarle a interesarse por la música elec- grandes obras como la Sinfonía Tu-
trónica, un campo en principio virgen. ¿Hay alguna ra- rangalila? ¿fia interpretado este ti-
zón concreta para que esto no haya sido así? po de obras en concierto?

P.B.—Sí, hay una razón concreta en el sentido de que P.B.—Sí, he tocado en concier-
los resultados de las exploraciones en este campo han si- to por ejemplo Chronochromie, pe-
do muy primitivos durante mucho tiempo. Los sonidos ro no la Turangalíla, únicamente
electrónicos han tenido poca potencia justamente porque extractos de la Turangalíla. Hay
carecían de los presupuestos necesarios para atraer. Creo movimientos de esta obra
que los sonidos naturales son mucho más interesantes. Son —Messiaen lo sabe— que verdade-
extremadamente complejos, se ve cuando se los analiza, ramente no me gustan. La música
cuanto más se analiza un sonido natural más se comprueba con la que yo no tengo relación, o,
que el fenómeno es verdaderamente complejo. Lo que se en todo caso, tengo una relación ne-
había hecho hasta el presente con el síntetizador produjo gativa, prefiero no hacerla. Natu-
sonidos que en todo caso no conocían la naturaleza de ralmente, podría hacerla, pero sin
esta complejidad. El sonido se encontraba reducido a unos aportar ninguna convicción, no po-
timbres completamente primitivos. Por eso no me intere- dría quedarme sino en el exterior.
só trabajar en este campo. También por eso creé el IR- Cuando toco una obra tengo que
CAM, para ver cómo se podía crear algo más interesante estar en el interior, incluso si algu-
y confluyente con el universo instrumental. Creo que el nas veces no estoy de acuerdo al
ordenador y todos sus derivados permiten ahora efecti- cien por cien, pero aun asi tengo in-
vamente ir hacia una investigación fundamental en este terés en interpretarla. Por el contra-
apartado. Es por esto que para mí la primera etapa es la rio, si creo que no puedo aportar
de ensanchar el medio instrumental por medio del orde- nada, salvo una especie de distan-
nador, por ello escribí Répons. Aquí el ordenador am- cia que no es buena para ese fin, no
plia considerablemente la dimensión instrumental. la toco.
Ensanchar no sólo en el espacio, sino también en la no-
ción del tiempo y en la noción de estructura en general. S— La combinación instrumen-
tal de Le Marteau sans Maítre, ¿le viene en cierto modo
S.—Algún comentarista ha afirmado que el estructu- de algunos hallazgos de Messiaen o es un descubrimiento
ralismo de Lévi-Strauss ha influido en sus escritos, espe- personal, tomado, por ejemplo, de las orquestas Ga-
cialmente en Penser la musique aujourd' hui. ¿Está de melang?
acuerdo con esta opinión?
P.B.—En efecto, es mucho más una influencia del Es-
P.B.—Creo que Lévi-Strauss no me ha influido direc- te, no de Messiaen, aunque su uso del vibráfono en algu-
tamente. El mismo rechaza la música contemporánea, no na de sus obras me había interesado mucho y por eso lo
ha entrado en su espíritu —lo ha reconocido escogí. El xilofón es en parte para contrapesar al vibra-
noblemente—, no ha comprendido la razón de ser. Por fono y para disponer de un instrumento como los africa-
tanto, las relaciones con Lévi-Strauss diría que son sim- nos. El vibráfono es también de la música de Bali, que
ples coincidencias del tiempo. Lo que me ha influido ha yo combino como en una orquesta de Bali. Después está
sido un espíritu de este tiempo que hace que las cosas lle- la guitarra que, como habrá notado, es muy poco espa-
guen de forma coincidente. ñola, es una referencia al Koto japonés. La flauta es un
instrumento al tiempo francés, japonés y chino, con lo
S.—Ahora que Pierre Boulez ha sosegado su intensa que se relaciona la música europea con la del extremo
carrera directorio! de hace unos años, ¿piensa que el in- oriente. La viola es una mezcla; mediante el pizzicato se
térprete ha podido perjudicar, comiéndole tiempo, al acerca al Koto japonés y cuando se toca normalmente es
creador? el violín chino. He tenido referencias pero no directas. Era

32 Scherzo
ENTREVISTA

un momento de mi existencia en el que me gustaba mu- sobre todo es ampliar el público, por esto ha sido muy
cho esta música particular del Extremo Oriente y la de importante la colaboración con la Orquesta de París, pues
África y ésta ha sido ciertamente una de las razones prin- ha ensanchado grandemente el público del Ensemble In-
cipales para escoger la combinación instrumental de Le tercontemporain, pero también ha sido una consecuen-
Marteau sans Maítre. Pero dicha etapa está terminada. cia que el público habitual de la Orquesta de París venga
a estos conciertos y escuche obras que nunca hubiera es-
S.—Le debemos una valiosa versión de Das Klagende cuchado en otras circunstancias. Daniel Barenboim y yo
l.ied de Mahler, pero aparte de esta obra, el Adagio de mismo estamos muy interesados en la conjunción de es-
¡a Décima y algunas canciones no ha grabado nada más tos dos organismos para evitar el estancamiento de pú-
de Mahler. ¿No le interesan las Sinfonías? blicos. Porque no es deseable un público único para la
música contemporánea, ni un público único para la mú-
P.B.—No, no es que no me interesen, ¡debería pre- sica de repertorio. Es necesario forzar este acercamiento.
guntar a las casas de discos! Hay muchas integrales Mahler
en este momento, Bernstein, Haitink.,. todo el mundo ha
S.—Siendo un magnífico intérprete de las óperas de
Berg, Wozzeck y Lulu, ¿se interesa usted por la ópera co-
mo compositor? Parece ser que no, puesto que no ha es-
crito ninguna.

P.B.—No he escrito nada, no. La ópera me interesa,


pero ahí también soy muy exigente, porque pienso que
la ópera, incluso las mejores como las que yo he dirigido
de Berg, Wozzeck y Lulu, es el fin de una tradición del
siglo XIX. Pienso que si se ha de escribir algo con la for-
ma de la conjunción del teatro y la música es necesario
volver a pensar completamente esta relación, lo que no
es fácil. Implica realmente un cambio de concepción de
la relación, incluso del lugar mismo que corresponde a
la ópera. Esto ha de hacerse a conciencia; por ello, antes
de atacar el problema he preferido concebir las cosas de
forma realista. No me gusta hacer cosas completamente
irreales, fantasiosas, y luego reducirlas hasta llevarlas a
la realidad, por el contrarío, pienso en función de una rea-
lidad concreta. Aquéllo es lo que hizo Wagner, primero
fantaseó y luego creó las cosas para hacerlas cambiar enor-
memente. Para mí la única razón del ser de la ópera, del
teatro en general, es la de crearse su propio lugar. Se ve
que por el momento el lugar teatral no está hecho para
el teatro musical. Maestros de escena como Chereau o Pe-
ter Steiner en Berlín han cambiado completamente el lu-
gar teatral para hacer su teatro. La concepción de la ópera
debe ser diferente, porque la época es diferente. Lo de-
más sería hacer copias del siglo XIX y esto no me gusta.

S.—¿Qué compositores franceses dentro de las jóvenes


generaciones son los más que le interesan?

P.B.—Por ejemplo, entre los muy jóvenes están Dal-


hecho una. Cuando tuve la oportunidad de hacer una in- barie, Hurel, Durieux y Manaury. Estos son los princi-
tegral Schoenberg, pensé entonces que era mucho más im- pales. Son personas que tienen entre 25 y 35 años. Los
portante hacerla, nadie había hecho una integral más maduros usted los conocerá ya, por ejemplo Tristan
Schoenberg, que insistir con una nueva integral Mahler, Murail.
que ofrecía ya numerosas opciones.
S.—¿ Qué piensa del momento actual de la Orquesta de
S.—Y en concierto, ¿las ha interpretado usted? París a la hora de interpretar sus obras y, en general, mú-
sica contemporánea?
P.B.—Si, en concierto muchas veces. Entre Londres y
Nueva York he tocado prácticamente todas las Sinfonías P.B.—Pienso que cuanto más toque este tipo de músi-
de Mahler. ca mejor lo hará. La música contemporánea es una cues-
tión de costumbre. Los reflejos de los músicos se hacen
S.—A los diez años de funcionamiento del IRCAM, que a ella. Los miembros de la Orquesta de París tienen muy
usted dirige ¿ha cambiado la situación musical francesa buena voluntad, no he tenido ningún problema con ellos.
que usted mismo denunció antes de abandonar el país? Estoy seguro de que si se hacen periódicamente obras con-
temporáneas con una orquesta la comprensión avanza,
P.B.—Sí, pienso que ha cambiado enormemente. El IR- los reflejos son más rápidos y entonces las ejecuciones son
CAM y el Ensemble lntercontemporain son el centro de mejores. _ .
la vida musical contemporánea en Francia. Lo que busco Enrique Martínez Mtura
Scherzo 33
HISTORIAS DE
LA MÚSICA

El Secreto
a reciente subasta de la biblioteca que perteneciera a Ernestine Schind-
ler, nieta de A tice Betrbi, ha arrojado inesperada luz sobre los últi-
éios d&&deMobert Schumann. Cuidadosamente plegada entre las
hojasímwf ejemplar de la traducción alemana de Love's labour's
lost de Lttdwíg Tieck, ha aparecido una carta incompleta que resul-
taría setigjtfitinyfyButo'grafo conocido del maestro, fechado en
Endaj0&ul9 días antes de su muerte. Los expertos no se han
aún s05re su autenticidad, que, de ser cierta, tendría consecuen-
•endente alcance. El texto rescatado comipiza deteste modo: «Que-
a: Te envío esta carta a través de nüfejíio fiel Johanoes, pues no confío
esbirros que me rodean, y que tengo motivos para pensar que des-
a correspondencia. Lo que quiero cornur^carte es de La mayor importan-
go que cuides esta nota como si fuera un M U de mi propia alma. Sabrás
eles me han despertado ¿fenueVo esta nocnc: el tono de su canto es el
como tantas veces-había sospechado a lo Largo de m^rfermedad. No
sino algunos compases* ¿Por t\\i€jtXt£ has enviado
Copio aquí lo que aúnap'n^áH'Ccorciáf de esta música
n día mp veré libre y volveré a veros Vtrya^os niños, y completaré
en que llevo' pensando tanto tiempo; daría por Meo empleados los su-
estos últirrjos años si he merecido ser llamado para dar a conocer a
voz de las esferas...» La caligrafía, ya muy deteriorada del composi-
tinuación seis- compases, para cuya ^crtaf^^^ visto forzado,
unos vacilantes pentagramas. 3BT:''^^^.
•gó Brahms e&¡a angustiosa carta? Pujfque, siníktberlo, obrase
e destino que condenó a Schumann a una ¿enazteclusión que
le impidiera divulgatjfa esenciade cierto universo qtte había, realmetWL entrevisto.
Sabemos que los últimas añosael maestro estuvieron marcados pormmucinación,
el espiritismo y el uso abiertas sustancias narcóticas: lo tfue no cabía imaginar es
que esa música que, segK^su decir, le fuera revelada y^rto-.
nota por nota, con los seis compases iniciales de la si0(
cercano ya a la muerte, no alcanzase a completar, transcritos una i
alta. Tal vez, Brahms intuyó oscuramente que ciertos conocimienl
necer sellados al hombre, y escondiese el texto en ei lugar de^
recuperado. Qja^ez, siguiendo los criterios de ¡856, estimase
era la obra dj^&perturbado y, sin destruirla por su. vaJor seqlkniñta!. Ja kur&
a la visión aUfíára para no afligirla con el delirio '«cÚWfó de ¡t^KrijÚJeá

Daniel Jordán

34 Scherzo
DISCOS

BOYCE: S Sinfonías. The Eagltak Coman. Cta-


TC y dinedóa: Iterar Plisock. Archlv 419
631-1. Computo. DDD. Dundos: 60*04".
DISCOS modo se aprecia mucho mejor el diálogo de las
voces y, sobre lodo, se regala a los oídos el so-
nido único de Pollini.
Una tobita se merece DC. por ofrecer úni-
Las obras presentadas en el disco camente 43 minutos di música en donde caben
fueron publicadas por William
hasta 70. ¿Es que no hay piezas pianísticas del
Boyceen 1760 con el titulo de Ocho
sinfonías en ocho parles y llevaban el número propio Brahms que hubieran redondeado la re-
2 de Opus. Todas las piezas, salvo la última que lación tiempo/precio en un disco tan reco-
constituye una obertura independíente, figura- mendable?
ban anteriormente como oberturas de Odas u A.M.J
obras dramáticas. Son breves y efectivas pági-
nas que siguen —a excepción de la Sexta en dos BRAHMS: Las Cuatro sinfonías. Orquesta Sta-
movimientos— la disposición tripartita italia- K a i n de la NDR, Hunburgo. Director, Gna-
na. Sin embargo, Boyce se aparta de su mode- ter Vntmá. EMI 153 EX 15.5532.3 Alba» de 2
lo introduciendo también elementos de la con Brendel. El clima proceloso se traduce, por
obertura francesa, no respetando siempre el es- obra y gracia de Karl Bohm, en una tormenta
quema rápido-lento-rápido y sirviéndose, con sutilmente devastadora, de lenta erosión, que Además de numerosas versiones de las Sin-
especial maestría, de danzas como la Qavotta se concede los debidos instantes de sosiego fiel- fonías aisladas, se han pubUcado ya más de 30
o el Minuttto. La cuerda es el fundamento de mente vertidos por Pollini. El resto del Con- grabaciones completas de estas 4 obras de
estas partituras, pero una hábil dosificación de cierto raya asimismo a gran altura, con una Brahms: su popularidad no ha decaído en to-
maderas, metales y timbales (éstos en la Quin- toma de sonido que en ciertos momentos rele- da la era del microsurco y parece que el disco
ta) añaden colorido y variedad. La influencia ga a la orquesta demasiado en un segundo pla- compacto aún haya de incrementarla. Los re-
de Haendel sobre estas sinfonías de Boyce es no, algo apagada, pero globalmente muy gistros que componen el álbum comentado fue-
por demás patente, sí bien se encuentra mati- satisfactoria. ron realizados entre 1983 y 1985 por Gúnter
zada por un más acusado sentido idiomátieo Wand al frente de la Orquesta de la Radio de
En el Concierto núm. 2, Abbado, más diná- Hamburgo.
específicamente ingles. mico que Bühm, subraya y mantiene el carác-
ter esencialmente sinfónico de la obra. La del Es bien sabido que ante estas partituras ca-
Como era de esperar, las versiones del estu- Adagio apassionato —movimiento que según ben diversas maneras de aproximación que, re-
pendo grupo británico The English Concert ha- opinión del propio Brahms debia remojar la sumiendo, pueden sintetizarse en dos: la
cen plena justicia a las vitalistas obras de Boyce: pretendida simplicidad del primero— es una de subjetiva o romántica y la objetiva o clásica.
A la acostumbrada elegancia que siempre se las mejores lecturas de cuantas hayan podido Aunque ningún gran director puede ser enca-
descubre en las interpretaciones de Pinnock y grabarse. En ella se funden el carácter sinfóni- sillado, de modo excluyeme, en una de las dos,
su conjunto se suma aquí el haber acertado con co general del concierto con todo el despliegue se puede decir que Furtwángler, Bruno Walter,
las claves del estilo de Williatn Boyce. Entre is- virtuosistico de la parte solista, en una atmós- Jochum, Bóhm, Barbirolli o Bemstein fueron
las son esenciales la sensación de espontanei- fera emocionante que alterna lo religioso con o son representantes de la primera. En la se-
dad con la que su música está dicha y la lo meditabundo. En el tercer movimiento de- gunda cabe encuadrar a Toscanini, Klemperer,
ausencia de todo amaneramiento. Eicelente bemos destacar la contenida y a la vez plena Szell, Boult, Ansermet, Haitink y al citado
oportunidad, pues, de aproximarse a la músi- intervención del celtista Roben Scheiwein, en Wand. Por si sola, ninguna de las dos actitu-
ca de Boyce, avalada por la gran fidelidad de un cometido que alcanza el rango de auténtico des es suficiente para hacer justicia a obras tan
sonido de este compacto. solista. Resulta igualmente admirable el distan- ricas de contenido, perfectamente construidas
ciamiento con que Abbado y Pollini plantean y llenas de sutilezas y ambigüedades. Asi, la
E.M.M. el Allegreto gmiioso, donde por fortuna no aproximación de Toscanini —acérrimo
abusan del carácter zíngaro que lo distingue. objerivista— que, con ciertas reservas, funcio-
BRAHMS: Concierto para piano y orquesta En resumidas cuentas, se trata de una versión na bien en Beethoven, no acaba de convenir a
núm. I en Re menor, Op. 15. Solista: Mauricio que se sitúa a la altura de las mejores (como Brahms: el fraseo es. a veces, rígido; la orques-
Pollini. Orquesta FUannóniu de Viesa. Direc- la de Arrau/Giulini) y, por supuesto, muy por ta resulta pobre de color, poco transparente; y
tor Kwi Bóhm. O G £ . Gallería 419 470-1. Re- encima de versiones un tanto anodinas como además, el respeto a lo escrito no es total con-
procesado diglulmenU. Condeno para piano la de Dichter/Masur. tra lo que a menudo se pretende. Pero tampo-
y orquesta núm. 2 en Si bemol mayor. Op. 83. co la del subjetivo Bernstein (su segunda
Solista: Mauriiki PoiMni. Orquesta Filarmónica grabación, publicada por DC en 1964) resulta
Uno y otro disco, totalmente recomendables
de Vleaa. Director Claudio Abbado. DCG. enteramente válida: faltan el vigor, la carga dra-
Gallerii 419 471-1. Rtproceudo dlgllalmeate. tanto para el aficionado ecléctico como para
los muy adictos a Brahms. mática, la visión de conjunto de Ibscanini, aun-
Jo.R.B. que el fraseo resulta más cálido, más
Estos dos conciertos para piano de Brahms auténticamente brahmsiano y la contribución
—esenciales tanto en el catálogo del músico de orquestal de la Filarmónica de Viena es muy
BRAHMS: Quinteto con piano Op. 34 - M. Po-
Hamburgo como en toda la literatura superior, tanto a la de la NBC —por razones
lUnl. Caarteto Italiano, Disco Compacto D £ .
concertistica— a cargo de Pollini y reeditados obvias— como a la de la Filarmonía, desvir-
419.673-2 A.A.H (43,50)
ahora para la serie Gallería se venden separa- tuadas sus calidades por una deficiente toma
realizada en vivo en 1952. Frente a la tensión
damente y ello es lógico dado que, si solista Claridad, pasión y luminosidad son de Toscanini. Bernstein despliega unos tempi
y orquesta son los mismos, el director cambia las características esenciales de la amplísimos, muchas veces caldos (poco allegret-
y por lo tanto cambian también los plantea- interpretación que del Quinteto to en la Tercera, Chacona de la Cuarta) y exa-
mientos. OP.34 de Brahms hacen Maurízio Pollini y el gera los acentos y los contrastes dinámicos, con
Resulta ser particularmente distinta la ver- Cuarteto Italiano. peligrosas irregularidades o paradas del discurso
sión de los tempi, bastante más lenta e intro- Ya en su día se ponderó la calidad de este re- musical, que Brahms quiere siempre fluido.
vertida en el ya fallecido Bóhm (Concierto gistro analógico que supuso un hito imterpre-
numero I, en una de sus postreras grabaciones) tativo en la discografía de] quinteto brahmsiano
que en Abbado ¡Concierto núm. 2), aun sien- que, por otra parte, no cuenta con demasiadas El ciclo que Giulini grabó para EMI —
do conscientes de que hablamos de dos obras versiones discográficas, dadas las dificultades comentado por EPA en el número 12 de
diferentes. Efectivamente; el Maestoso inicial que encierra para sus intérpretes, que han de SCHERZO—. es, junto con el de Sanderling
del Condeno núm. I, es presentado por Bóhm ser consumados ejecutantes y dominar los se- (RCA) O el de Kubelik (Orfeo), una excelente
con una morosidad no comparable con el cretos de la interpretación cameríslica. via media. También lo es el de Gúnter Wand.
Brahms de Abbado y que quizá sorprenda a Entre las cualidades de este compacto seña- cuyas características se equilibran atractivamen-
muchos, considerando la mayor urgencia de- lemos la mejora del equilibrio sonoro de las vo- te entre los extremos antes reseñados: pesca que,
lectable en otras versiones, como la de Ormandy ces medias del Cuarteto, lo que en el disco por formación o temperamento, sea un direc-
conSerltin de solista o la de Schmidi-lsserstedt analógico no estaba logrado plenamente, de este tor objetivo —como acertadamente subrayó

Schcrzo 35
DISCOS

EPA en el número anterior de SCHERZO, al gado de Argenta, cuya constante disponibilidad recuerda a Erit Satie, músico favorito de Ca-
comentar su ciclo Bruckncr—, Wand sabe ha- parece una exigencia mínima de cultura para ge. Con todo, d pianista Jashua Piercc se muet-
cer cantar y frasear con calor a su orquesta, nuestro mercado discográfico. El Bretón que íra plenamente identificado con el cambiante
guiándola sin prisas ni pausas a Ira vis del dis- nos ofrece este registro es el de la vertiente pin- lenguaje musical de Cage, un Cage ya clásico,
currir sinfónico de Brahms. La toma de soni- toresquista y lo hace desde el idiomatismo de en un disco del sello alemán Wcrgo indispen-
do recoge óptimamente la equilibrada y una batuta todavía no superada en estas lides. sable para amantes de la música contemporá-
transparente textura orquestal de Wand. en la Buena prestación la de la Orquesta Nacio- nea y experimental.
que, en todo momento, puede escucharse cual- nal, pues no otra centuria se esconde bajo la Jo.R.B.
quier línea o voz dentro de una ortodoxa jerar- eufemística denominación de Orquesta Sinfó-
quía de planos sonoros. nica. La reaparición de este disco hace pensar CÁRTER: Concierto paro plana Variaciones
Entre las versiones de Wand, me ha entusias- en que nada se ha hecho en las tres décadas para orquesta. Urania Oppnis, piaao. SinfÓBlr
mado la de Uretra Sinfonía —acaso la de rea- transcurridas desde su publicación por volver ca de CUKJBMÜ. Director: Mktad Giefea. New
lización más difícil—- perfecta de principio a Tin, a la vida otras obras de Bretón. El Concierto World Records NW 347-2. Compacto. DPD.
indiscutible. Dramática y unitaria la concepción para violin. el poema sinfónico Salamanca, los Duración: 44'SS".
de la Cuarta, rematada con una esplendida Cha- Cuartetos y otras piezas de cámara siguen cu-
cona. Obviamente, en una línea tan severa, no briéndose de polvo, ¿hasta cuándo? Mucho nos tememos que el vetera-
hay lugar para el ambiente otoñal o para las no compositor norteamericano
E. M. M. Elliot Cárter (Nueva York, 1908)
meditaciones de Furtwángler —para mi, el má-
ximo brahmsiano—, pero Wand es, en su línea, CAGE: Obras para piano y piano preparado sea un perfecto desconocido entre nosotros. De-
inobjetable y, por supuesto, capaz también de 0943-1952): A Hoom (para piano y para piano plorable situación de olvido —que este com-
cantar admirablemente el Andante. En la Se- preparado), She Is Asleep (Duelo para voz y pacto puede venir a paliar aunque sea
gunda, Wand demuestra la imposibilidad prác- piano preparado. Cuarteto para doce tam- mínimamente— cuando su personalidad mu-
tica de encasillar a un gran interprete: su tam), In a Landscape, Siete Haiku, Tblem An- sical representa seguramente lo mis original que
estupenda versión, cálida, lírica y cantable se ceslor. Dos Pastorales, And The Earth Shall el país ha dado de Ivés a Cage. La influencU
cmparcnla mucho mejor con las de Giulini, Bear Again, Waiting, For M.C And D.T. Joi- de Ivés fue determinante en el acercamiento de
Monteux o Schuricht que con las de Szell o • u Fierce, piaña Jiy Clayton, voz. Th* Paul Cárter al mundo de la música contemporánea.
Klemperer. La sinfonía menos conseguida es la price PíTCjmkm Enscmble. WERGO WER 60 Las Variaciones para orquesta (1953) dejan jen-
Primera, cuya planificación de tempi en los mo- 151. tir la huella del gran pionero americano, pero
vimientos extremos no parece obra del mismo también evidencian su sentido de extraordina-
artista. Con todo, posee un nivel notable y en Ante todo digamos que el titulo del presente ria síntesis estilística de los más importantes len-
ella, como en tas otras tres, la actuación orques- disco resulta un tanto equivoco, habida cuenta guajes entonces vigentes. La obra viene a ser
tal es muy buena. que Cage rehusa considerar como obras sus pro- igualmente una formidable recapitulación de las
puestas compositivas, actitud que tiene su co- técnicas históricas de la variación. En el Con-
Por primera vez, las Cuatro Sinfonías de rrespondencia con sus posiciones radicalmente cierto pora piano (1965) la oposición entre so-
, Brahms se ofrecen en sólo dos discos. Gracias destructivas ante los grandes exponentes de la lista y acompañamiento se ha vuelto aquí por
I a ello, el precio resultante (unas 3.000 pesetas) tradición occidental, y su oposición a la racio- completo irreconciliable. La composición consta
' es comparable al de los ciclos de Giulini (4 EM1) nalidad de la construcción musical, de la sa- de dos parles, en la primera el piano establece
y de Bruno Walter (3 CBS), versiones históri- cralidad del sonido y de todo el ritual de hacer una dialéctica con 8 instrumentos, en tanto que
cas con las que bien pueden alinearse las de música en concierto. Y dicho esto, recordemos en la segunda lo hace ya con una virulenta masa
Günter Wand. Ausente de España desde hace la importancia que tienen en Cage las compo- orquestal. La invención de Cárter en esa pági-
34 arlos y con escasas probabilidades de retor- siciones para piano preparado, que le otorga- na se muestra en toda su riqueza.
no, prestemos atención a Radio 2 —que a ve- ron popularidad en los medios musicales
ces retransmite sus conciertos con la BBC, NDR europeos: es decir, se usa un piano normal que El expeno en música de nuestro tiempo que
o WDR— y a sus grabaciones de Mozan, Schu- mediante la introducción de diferentes acceso- es Michael Gielen ha comprendido perfecta-
bert o Beethoven, que a muchos revelarán a un rios es capaz de producir una nueva y amplia mente el estilo de Cárter. En las Variaciones se
director de los de antes, ajeno al reactor, a la gama de sonidos. En ese sentido el presente dis- muestra especialmente preciso y contundente;
propaganda y a las multinacionales; pero, sin co es paradigmático. Las enormes demandas que el compositor plan-
duda, uno de los auténticamente grandes de la tea a sus intérpretes son resueltas con eficacia.
actualidad. Pero no debemos engañamos: no todo, en es- En el Concierto hay una meritoria labor unto
tas propuestas compositivas del periodo de la pianista, cuya pane es dificilísima, como
R.A.M. 1943-1952, es absolutamente nuevo. Escúchese, de los ocho solistas de la orquesta. Este con-
para ratificar esta afirmación, el Duelo para voz tacto con Elliott Cárter propuesto por el disco
BRETÓN: Escenas andaluzas. Serenara «En IB y piano, con reminiscencias claramente jazzfs- se hace más atractivo al comprobar la gran al-
Alhambran. Bolero. Jota de «La Dolores», Or- ticas —utilizar elementos del jazz ha sido fre- tura interpretativa con que cuentan dos de luí
qststa Sinfónica. Director AMAIfo Argenta. cuente en la música de nuestro tiempo ya desde obras mát ambiciosas.
Columbia WL 71313. que Debuísy escribiera su Chitdren's Córner
Reedición de unas de las grabaciones del le- a en 1908— In a Landscape para piano, que E.M.M.

36 Scherzo
DISCOS

DVORAK: Sinfonía núm. 8 en Sol mayor, Dvolák misaría de la Música y I» Junta directiva de la
Op. 88, Seteno capriccimo, Op. 66. OrqMMa Asociación de Cultura Musical le encargan a
de O v r i u d . Director Chrtstoph Voi Dohnáa- nuestro cántabro la dirección de un concieno
yi. DECCA 414 422-2. Digital compacto. a titulo de prueba donde el plato fuerte se en-
contraba en la segunda de Brahms. No obstan-
Compuesta en 1889, cuando su mú- te, su labor de co-director de Pérez Casas hasta
sica era ya aplaudida en gran par- su retiro en 1949, precisamente con la misma
le en Europa, America del Norte e obra que inició IU carrera de director: la jorro
incluso en Australia, la Oclava de Dvorak es beethoveniana. Hasta entonces ArgenU alter-
actualmenu, por fortuna, moneda corriente tan- nó esta compañía en el podium con lecciones
to en las salas de concierto como en el campo magistrales otorgadas por Cari Schuricht. Anos
discográfico. En este caso, lo realmente intere- más tarde otro monstruo dt la dirección inter-
sante radica en que Dohnányi ha conseguido, nacional se deshada en elogios ante el castre-
con una orquesta respetabilísima, pero no ideal- Do, Emcst Aiuermet, el titular de la mitica
mente apta para ello, una admirable disección Orquesta de la Suisse Romande.
de la materia sonora, si bien a veces excesiva-
Su última obra que dirigió a la Orquesta Na-
mente contrastada (escúcheme por ejemplo cier-
cional de España: El Mesías, fue un apoteosi-
tos parajes del Adagio), pero aun así de sumo
co triunfo. En el cajón de los proyectos
interés. Esta mentalidad quirúrgica pasa por de-
quedaron giras europeas con las mis prestigio-
lante de otros intereses, como podría ser la bús-
sas orquestas y la interpretación de obras ta-
queda del colorido orquestal. Es la opción de
Dohnányi, y nos parece totalmente respetable.
les como el Oedipux Rex y la Sinfonía de los
Salmos de Igor Strawinsky.
FALLA: El retablo de Maese Pedro. Jaliu
Creemos sinceramente, además, que el ren- Bermejo, Raimando Torra, Carlos Musgfa, En el campo discográfico dejó una ingente
dimiento que obtiene este director de la Orques- OrqotMi N M I O U I de Eipana. Ataálfo cantidad de obras donde no sólo se explayó en
ta de Cleveland es superior al obtenido por Aricad. nuestra música, sino también en la extranjera,
Chailly. quien ha grabado también recientemen- FALLA: Concierto de Clavecín. R. Veym I*- y desde aquí quiero citar una sola que pot su
te con esta misma orquesta y pata Decca, en- crotx, toüilas de I» Orquesta Nudos»] de E*. brillantez y teniendo en cuenta el ario de su gra-
tre otras cosas La Consagración de la p*na. Colombia (R.C.A.) WL 71314. bación lo hace más acreedor de esta única ci-
Primavera {veas* mi comentario aparecido en GRANADOS: Goyescas, ópera m tres cua- ta: la Sinfonía Fantástica de Berlioz.
SCHERZO de julio-agosto, p. 44). Y no sólo dros. Cornado Rubio, Ana María triarte, Ma- Su trágico fallecimiento acaecido en los al-
en conjunto, sino también en las prestaciones nuel AoKOal, Gtafe Tomno, Coros Can tures bores de 1958, dejóen grave orfandad al mun-
individuales o en algunos grupos concretos. A de Madrid, Orquesta Nacional de España, do musical español y europeo.
este respecto, conviene recordar la intervención Ataúlfo Argenta. Colambla (R.C.A.). El conocimiento generalizado por todas las
del primer flauta —quien liene importantes co-
capas sociales de las obras que integran estos
metidos particularmente en los movimientos ex-
tres microsurcos hace innecesario comenta-
tremos de la obra—, a pesar de adolecer de una La reedición de obras ya sean literarias o mu- rios más concretos, aunque si seria convenien-
cieña dureza de sonido; o las cálidas sonori- sicales, hay que encajarlas en una política co- te realizar una brevísima aproximación a ese
dades de los clarinetes y la brillantez de las mercial que, muy a menudo, conlleva intereses entorno histórico.
trompetas (sobre todo en el Allegro ma non no precisamente lógicos. Desde hace unos años
troppo final)- En la cuerda grave, el grupo de Con el Retablo, consiguió Falla provocar una
ciertas compañías discográficas allende Piri- reacción contra ese neorromanliasmo que ame-
cellos raya asimismo a gran altura. neos, llevan lanzando al mercado toda una lar- nazaba a la música europea anterior a la gue-
ga serie de grabaciones que son Historia viva rra del 14, tomando la rienda apasionada hacia
Se trata, pues, de una lectura de la Oclava del arte musical con un valor inapreciable pa-
nada desdeñable e incluso recomendable, ga- la música romántica europea. Europa con to-
ra el melómano más escrupuloso. En España dos los matices, incluyendo lengua, mientras
rantizada por el procedimiento digital; fuera de este fenómeno no se podía producir; la esca-
tí, debemos inclinamos decisivamente por las que Turina venia sus aguas hacia un romanti-
sez de grabaciones merecedoras del calificati- cismo calificado de andaluz.
versiones sedera.; que de esta sinfonía realiza- vo de únicas se pueden contar con los dedos
ron en su dfa un Kubelik o un Giulim. de una mano y entre ellas, evidentemente per- La entrada del siglo XX musical se suele fe-
Completa el disco una pieza raramente in- tenecen estas tres joyas de nuestro muy queri- char, con todo el peligro que supone una cata-
terpretada en estas latitudes: el festivo y tam- do patrimonio Histórico-Musical, gracias a la logación, en los aftos inmediatamente anteriores
bién algo melancólico Scherza capriccioso, sabia interpretación de Ataúlfo Argenta. Ar- a la Primera Guerra Mundial, aunque los co-
compuesto en 1883, obra un poco en la linea genta inició su vida musical como pianista con mienzos cronológicos de nuestro siglo apenas
desenfadada de la Obertura Carnaval, quizás formación alemana, consiguiendo en 1945 la sí pueden distinguirse de los finales del anterior.
algo intranscendente pero que demuestra el vir- [daza de profesor titular de piano, celesta y tim- Es antes de la Gran Guerra cuando se ob-
tuosismo compositivo de su autor, viéndose bres en la propia Nacional. Su acercamiento serva una auténtica convulsión en la música pa-
realzada por una brillante versión de Dohnán- definitivo al podium vino de la mano del ale- ralela a una nueva revolución industrial, nuevas
yi y los músicos de Cleveland. mán Franz von Hoesslin que le confia la pre- filosofías y nuevas estéticas; donde el nacio-
La toma de sonido, a cargo de Colin Moot- paración del Orfeón Donostiarra para el nalismo cobra un Ímpetu desconocido, quizá
foot. es <te una gran claridad y secunda con cuito Réquiem Verdiano (temporada 1944-1945). De la más sutil sea la que renovará la filosofía del
la preceptiva del director más arriba señalada. aquí a la de director de la Orquesta de Cáma- nacionalismo puro, filosóficamente hablando,
ra de Radio Nacional de España, de vida de- para confundirla en unión con un proceso de
Ilustra la portada una foto de Dohnányi en masiado effmeta, hay un paso, con una renovación del lenguaje musical, interpolando
ademán dírectorial, decididamente fea. vinculación que abarcaba la retransmisión de una simbiosis de esta con la música autóctona
Jo.R.B. dos conciertos semanales. Cuando fue nombra- del país. De esto hubo mucho de teoría en Es-
do titular de la Orquesta de Cámara de Ma- pana, la educación y los poderes formaban
FALLA; El sombrero de tres picos. TURINA: drid, su repertorio era de lo mas completo una traba natural insalvable; no obstante, fue-
' Sinfonía Sevillana. OrqaeAi Nacional de Es- abarcando toda la escuela romántica y espa- ron Falla y Granados los que más a la rato-
pala. Analto Argenta. Colombia (R.C.A.) ñola, con buenas incursiones en el barroco Ba- pea vivieron este nacionalismo.
WL 71326; cuaette WK 7132*. chiaoo y Vivaldino. Su llegada a la titularidad
de la O.N.E. vino condicionada al hecho for- En resumen, tres grabaciones históricas que
tuita de la no buena salud de Bartolomé Pérez por su interés y calidad no deben faltar en nin-
Casas, que hizo fraguar en las mentes oportu- guna discoteca que como tal se precie.
nas la posible necesidad de nombrar un nuevo
sustiiulo; al final la entonces denominada Co-

F. J. M. M.

Scherzo 37
DISCOS

GOUNOD: Fausto, ópera conpleía. Ftanch- nombres de Borthayre y Blanc (Cluytens 1 y II) tens I y II) no es ajeno a tales reproches. Nes-
a> Aralxa. Kiri le Kanawa, Evgeni Nesterm- y Alien (Prétre): cualquiera de ellos, estupen- terenko está, en general, bastante comedido,
ko, A i d m Schmidl. Coro y Orqaesl» de la do en lo vocal, eleva a Valentín al rango de pro- pero en la Serenata del tercer Acto nos propi-
Radio Mvara. Director: Sir Colla Davis. Phí- tagonista. Del tenor Francisco Araiza ya na unos cuantos efectos abominables. La úni-
tip*. Álbum de 3 disto» compactos, DDD- Du- hablamos en el número 14 de SCHERZO, con ca contribución de gran clase es la de Kiri te
rados 3 b. 1 m. motivo de su recital en Madrid. Lo cierto es Kanawa. Reciente su insípida Tosca con Solti
que, aparte de su registro agudo brillantemen- (SCHERZO n.° 11), es un placer escuchar en
El gran director británico Sir Co- te impostado y de unos falsetes a los que recu- papel más adecuado una voz tan pastosa, bien
lin Davis goza de probada reputa- rre para atender los matices que la parte exige, impostada y emitida, sonora en sus dos octa-
ción en el mundo operístico gracias Araiza carece de envergadura para protagoni- vas (Do 3 a Do 5), que sabe cantar y que pro-
a sus aAos al frente del Covent Garden y a una zar Fausto y a menudo fuerza la voz. Tres co- nuncia un francés correcto. Mirella Freni y dos
discografla selectiva, formada con cuidado y legas españoles le superan con claridad: Aragali
grandes sopranos españolas, Victoria de los An-
sin prisas, en la que destacan sus versiones de (con Lombard), Domingo (con PrStrc) y Kraus
en diferentes versiones piratas. Es de esperar geles {Cluytens I y II) y Caballé (Lombard) han
Mozart y Beilioz junto con algunos otros títu- marcado la parte de Margarita. Kiri te Kana-
los como Traca, Bohimt o Werther. Su direc- que este último llegue a grabar la ópera en es- wa no tiene el privilegiado timbre, ni la dicción,
ción es lo más sobresaliente de este nuevo ludio, pues, pese a que la tesitura le resulta al-
go baja en ocasiones, domina el papel ni el encanto de Victoria: ni la envergadura vo-
registro de Fausto: creo que se trata de la me- cal o la linea de canto de Caballé. Pero no dea-
jor planteada y realizada, la de mayor rigor es- admirablemente, como quizá recuerden los
oyentes de Radio 2, que en 1984 ofreció desde merece en tal compañía, lo que es suficiente
tilístico que esta ópera haya conocido en disco,
el Liceo su Fausto junto a Mirella Freni. elogio. Entre los correctos secundarios desta-
superior incluso a las clásicas de Cluytens (1954
y 1958) y a la más reciente de Pretre (1978), ca la buena linea de la soprano lírica Pamela
todas ellas excelente» (EM1). La Orquesta de Evgeni Nesterenko posee una voz importante Cobum como Siebel.
la Radio de Bavíera, poco afín al repertorio que ya fue comentada en SCHERZO <n.° 12) Dejando aparte las consideraciones de pre-
Trances, suena muy bien, salvadas algunas le- con motivo de su reciente Mefistófeles —en la cio, un álbum digno de conocerse por su nota-
ves estridencias del metal. Bajo la esperta guía ópera de Boito— en La Zarzuela. Esa voz da ble calidad técnica y por la contribución de Sir
de Davis, el coro de esa emisora es capaz de excelentes resultados en el repertorio ruso, me- Colín Davis, que ofrece la ópera completa. Pero.
cantar matizadamente o con vigor y expresar- nos buenos en el italiano (el citado Mefisto; Fe- pienso que, en conjunto, están mejor logradas
se en correcto francés. lipe II) y, a tenor de lo escuchado, discretos las versiones de Cluytens —pese a los cortes,
en la ópera francesa. Fuera de su lengua ma- y a los 30 anos con que cuentan— y de Geor-
En el elenco vocal, las cosas funcionan mu- terna, se acusan o acentúan problemas de emi- ges Pretre, que ofrece un equilibrado reparto
chos menos bien. ¿Ei posible que Philips no sión agravados aquí por su rudimentario con Freni, Domingo, Ghiaurov y Alien, ade-
haya encontrado mejor Valentín que el pálido conocimiento del francés. El papel es difícil de más de una encantadora dirección. Evítese el
Andreas Schmidl? El personaje sería tan secun- enfocar y numerosos continuadores de una dis- plúmbeo registro de Lombard (Erato), pese a
dario como el de Siebel, si no fuese por su aria cutible tradición que arranca en Chaliapin, des- Caballé y Aragali, así como el de Bonynge
del primer acto, de tesitura brillante y aguda, provistos del talento histriónico de este, han (Dccca), en el que Sutherland y Corelli cantan
bien escrita para la voz, pero que exige un ba- salpicado su interpretación con recursos de gus- en una lengua indescifrable. Tendría interés que
rítono de clase. En la discografía destacan los to dudoso: incluso el gran Christoff (Cluy CBS reeditase la versión pionera de Cleva (CBS,

EXTRAORDINARIA
OFERTA DE
COMPACT DISCS
COMPACT DISCS
CBS MASTERWORKS
AL PRECIO DE
DISCOS NORMALES
[nfórmese en los establecimientos especializados de
ssta gran oferta, limitada en número de ejemplares.
DISCOS

1950) con Stebci, Conley y Siepi, en la que es- de 1609 están compuestas para un clavicémbalo
te último explica con loda claridad como debe cromático. Un instrumento de este tipo ha si-
cantarse Mefistófelei. do utilizado para la presente grabación.
R. A. M. El propio Mayone era consciente de que su
esrilo nuevo y avanzado podía chocar a sus con-
MAYONE, Amulo: Primo e secondo Libra temporáneos y no resultar plenamente acepta-
di diversi Capñcci. ChiMopbcr Slcmbridgc, ór- do. Asi lo pone de manifiesto cuando en el los que reside su gran capacidad de comunica-
[»no y clavicémbalo. EMI-Hanaonia mundi, Segundo Libro admite la posibilidad de que el ción expresa es. como todo el mundo ya sabe,
1W5503. 1 UT. estilo nuevo sea rechazado por algunos músi- la vinculación del lenguaje musical a la pala-
cos. Por ello, el compositor incluye, tanto en bra poética, el talento que posee el músico en
De primicia y absoluta novedad podemos ca- el Primer Libro como en el Segundo, algunos potenciar los contenidos significativos del poe-
lificar este interesante álbum ofrecido por Har- ricercare en estricto estilo contra punlistíco, a ma al integrarlo™ una estructura sonora donde
monía mundi. Novedad, tanto por lo que hace fin de que, en palabras del mismo Mayone, «ca- el efecto de aquellos quedan realzados no so-
a las obras en él contenidas, como a su autor. da uno pueda interpretar la música que consi- lamente por una duplicación imitativa sino por
El presente registro nos permite acceder al co- dere más adecuada a su gusto». A pesar de que haber sabido captar su esencia sentimental al
nocimiento de la obra de un músico injusta- su marcada personalidad creadora se nota siem- ser vertidos en forma melódica. Pero junto a
mente olvidado hasta nuestros días por músicos pre en las composiciones instrumentales, islas esto, la fuerza de su música estriba también,
y musicólogos, olvido tanto más incomprensi- muestran diversas influencias de di si í uto ori- y en no menor medida, en la autonomía dada
ble si se considera no sólo que fue la figura más gen. Apoyándose en el arte del teclado de sus a los aspectos estrictamente musicales que se
importante entre los compositores napolitanos antecesores del sur de Italia (en especial, R. Ro- suceden en el tiempo de acuerdo con unos prin-
de principios del siglo XVII, sino, además, la dio y A. Valente) y continuando su desarro- cipios de ordenación internos y que conforman
influencia que tuvo en la música para teclado llo, lo enriqueció con elementos estilísticos de esquemas constructivos claros y siempre cohe-
de autores posteriores. la escuela anglo-neerlandesa, que debió cono- rentes. De las dos características apuntadas,
cer sobre todo por medio de los organistas Pie- quizás sea esta última la que confiere más ori-
Son pocos los datos que poseemos sobre la ler van d'AIem y Jean de Macque, asi como ginalidad a la música de Monteverdi, pues el
vida y la actividad artística de este compositor de la escuela hispano-portuguesa, introducidos estilo reservado no deja de ser una inquietud
napolitano. Nacido en Ñapóles alrededor del en Ñapóles por importantes músicos ibéricos ampliamente compartida por los compositores
alto I56S y muerto en esta misma ciudad en como F. Salinas, D. Ortiz, B. Clavijo del Cas- del primer barroco italiano. Cuando escucha-
162T, fue discípulo del compositor y organis- tillo, C. Obregón. Recibió también fuertes es- mos la música de este genial artista, o, en con-
ta flamenco Jean de Macque, maestro asimis- tímulos de Gesualdo da Venosa. Debido a (odas creto, si nos adentramos en la hermosa
mo de Gesualdo. En 1593 fue nombrado estas variadas influencias, Mayone llevó a ca- selección de motetes y de madrigales religio-
organista de la iglesia dell'Annunziata, com- bo una amplia síntesis estilística de gran ascen- sos de la Selva moralt e spiriluale que el ex-
partiendo en este mismo lugar, a partir de 1593, diente sobre el arte de Frescobaldi. traordinario grupo de Les arts ftorissants nos
el cargo de maestro de capilla con C. Lambar- propone, tendremos Ocasión de poder consta-
di. En 1602 ocupa el puesto de segundo orga- Christopher Stembridge, intérprete de la ver- tar todo lo que llevamos dicho, ya que d oyente
nista de la Capilla Real del Virrey de España. sión ofrecida por Harmonía mundi, ha consa- de estas auténticas maravillas sonoras podrá op-
En 1614, al ser nombrado Tcabaci —a la sa- grado su actividad, de modo especial, al estudio tar indistintamente por una audición con se-
zón primer organista de la Capilla Real— pa- déla música italiana del siglo XVII. En lo que guimiento estricto del temo o, si lo prefiere,
ra suceder a Macque como maestro di cappella, a Mayone afecta, demuestra ser un experto co- podrá soslayarlo para concentrarse en la cons-
Mayone pasó a ocupar el cargo de primer or- nocedor de su obra para teclado, no sólo a tra- trucción puramente musical y en la lógica de
ganista. vés de la diáfana versión que realiza en este la recurrencia temática. De lo mismo. Ambos
registro, sino, además, por ser él precisamen- caminos, recorridos de la mano de estos intér-
te el editor de los dos Libros en cuestión, ha- pretes, conducen a la misma belleza. Nuestro
biendo procedido incluso a !a corrección de más sincero agradecimiento por la labor que
numerosos errores textuales encontrados en el está realizando Harmonía Mundi y por la pro-
original. Tan lo al órgano como al clave la in- moción que está llevando a cabo de csie músi-
terpretación de Stembridge es magnífica. Den- co humanista que es William Christie.
tro de esta línea general positiva, cabría
Los anteriores datos biográficos, aunque es- destacar su lectura de los dos grupos de Partí-
casos, corroboran ampliamente la valla anís- le: sopra Rogiere y sopra il Tenore Antico, o C. C.
tica de Mayone, al haber accedido a puestos Romanesca. A realzar esta interpretación con-
de trabajo tan sobresalientes, ubicados preci- tribuyen, indudablemente, los instrumentas uti- MOZABT: Divertimenro en Mi bemol. K. 563.
samente en los centros mis importantes de la lizados. Los clavicémbalos, fabricados en 1980 Tres Jugosa tres voces a partir de J. S, Bach.
música sacra napolitana de ju época. Existe, y 1983, están basados en un instrumento ita- K. 404. a. Trío Grumlaui: Arthur Gnimliux,
por lo demás, algún testimonio contemporá- liano de 1610, aproximadamente. La pane or- vtolín; Gcorges Janzer, viola; Evi Czako, vio-
neo que certifica dicha valia. Así, Scipione Ct- ganística utiliza dos órganos de los anos 1558 loncelo. PHILIPS Claiiici 416 4SS-Z.
rreto, en su libro Delta prallica música (1601), y 17T9, restaurados hace pocos años. Com patio.
le califica como excelente compositor e inter- Ante la proliferación en el merca-
prete de órgano y arpa. Instrumentos, sonido c interpretación, tres
razones de peso para adquirir el álbum comen- do discografico de Pequeras musi-
La importancia de Mayone reside fundamen- tado. Y, sobre todas, una fundamental: cono- cales nocturnas. Sinfonías núm. 40
talmente en el campo de la música para tecla- cer la excelente música compuesta por este y «Júpiter» y Réquiems mozartianos, la apa-
do, aunque también compuso algunos napolitano injustamente olvidado. rición de este disco compacto a partir de gra-
madrigales y moldes, una misa y un magnífi- baciones algo allcjas (de 1967 es el
cat. Los dos Libn di diversi capñcci per sona- Divertimento y de 1973 las Fugas) del recien-
re fueron publicados respectivamente en 1603 MONTEVERDI: Selva Moróle e Spiriiuale
(Sekcdón). Les Arts Florbsanu. Director: Wi- lemente fallecido Arthur Grumiaux, debe ser
y 1609. Ambos son de gran importancia histó- saludada con aplauso, puesto que'se trata de
rica como primera publicación italiana de este llian Cfcrisüe. HMC 1250.
excelentes composiciones de cámara del músi-
tipo para teclado. Contienen varios ricercare, Uno de los grandes méritos de la música de co salzburgués poco difundidas.
canzone, toccaias, panitas y una adaptación Claudio Monteverdi y uno de los secretes en La denominación de Divertimento a la pri-
de un madrigal de Arcadelt. Tres de los ricer-
care contenidos en el libro de 1609 están basa- mera de las obras —acostumbrados como es-
dos en cantus firmi: uno sobre A ve Maris Slella tamos a escuchar los Divertimentos de Mozart
y dos sobre La Spagna. No obstante, las com- con orquesta de cámara, cuando en realidad
posiciones más avanzadas y originales de Ma- existe en este tipo de obras una gran libertad
yone son las toccatas. Dos de las cinco del libro realmente ante un excelente trío para violin.
viola y violoncelo, compuesto en 1788 en Vie-

Scherzo 39
DISCOS

na para el comerciante Michael Puchberg, co-


T
de actualidad, como en muchos casos, gracias STRAVINSKI: Sinfonía en tres movimientos.
frade de Mozart en la masonería. Se trata en al cine. Así como el pianissimo que cierra el Sinfonía en do. BayeriKhc Randfuaka: 5ir Co-
general de una obra optimista, a pesar de que Serna mamma de Suor Angélica, que la sopra- lín Davii. PHILIPS 416 « 5 - 2 compílelo
el maestro atravesaba un momento particular- no es incapaz de emitir, haciéndose demasia- (DDD).
menle depresivo. La versión aquí ofrecida es do evidente tal dificultad al intentarlo.
impecable; naturalmente, destaca la interven- Como intérprete, lo más conseguido de este Dentro de la amplia vida creativa
ción de Grumiaux, coa su sonido grueso e in- registro es el Vissi d'ane de Feúra y el ¡nquesta de Stravinski puede decirse que es-
maculado; pero no menos perfectos resultan reggia de Turando!, sin duda por la frecuen- tas dos obras son cercanas; 1940 la
los otros dos solistas, quienes muestran una ro- cia con que estas dos óperas figuran en su re- Sinfonía en do; 1945 la en Tres movimientos.
tundidad de sonido y afinación ideales. pertorio. El resto oscila entre la monotonía y La primera es un nuevo intento con modelo clá-
Las Tres fugas (a panir de fugas de los li- la superficialidad, siempre contando con esos sico y resultados ampliamente modernos. La
brosly lldelCínvfffiín Temperado, de Bach) abundantes medios vocales de los que antes se segunda es un síntoma de la crisis de ese clasi-
fueron compuestas también en Viena, peco en hizo referencia, que la cuidada grabación des- cismo y una de las pocas ocasiones en que el
1782 y para el Barón Van Swieten, admirador compositor apareció sensibilizado ante el cli-
taca con propiedad.
de Bach y Haendel. Cada fuga viene precedi- ma de su ópera, en que su música parece eco
Giuseppe Patané dirige con habilidad la or- de la violenta situación existente en el mundo
da por un Adagio en el estilo de Bach que re- questa de Radio Munich siempre al servicio de)
sultan empero claramente mozartianos. Ello (recordemos que Le Sacre, de 1913, es negada
relieve de la voz de la cantante. repetidas veces por la obra posterior de Stra-
confiere a estas piezas una apariencia un tan- F. F.
to híbrida, pero superado este handicap, resulta vinski). Enlre una y otra obra hay un gran cam-
innegable que estamos ante una obra de parti- bio, además: del Stravinski europeo al
cular interés avalada por una versión irrepro- SCHUBERT: Sonata D. 960, Wandererfantasa Stravinski americano, por mucho que ambas
chable. D. 760. V. Aihkeuuy, Disco Compacto Dcc- obras tengan destino americano.
cs 417.371-2; D.D.D. (62,04). ,
A pesar de no haberse podido realizar origi- La intervención de ambas obras, cabría de-
nariamente según el procedimiento digital, la «Soy un extraflo en lodas partes». ducir, ha de ser por completo diferente. Es más
toma de sonido es de elevado nivel, muy es- Este verso de Schmidt von Lübeck,
18© escrito sinfónica en sentido ortodoxo la de 1940 y re-
forzada en caracterizar las distintas lineas me- sobre los primeros compa- quiere esa gracia elegante y esa elegancia casi
lódicas, y su reconstrucción en disco compacto se! del adagio de la Fantasía del Camíname, apolínea que asociamos a lo clásico. La de IMS
la hace brillar especialmente. expresa admirablemente la situación de mar- ha de ser brutal en ocasiones, ha de marcar el
ginación y desarraigo de los últimos años de ostinato y la exasperación del primer movimien-
En resumen, pues, un disco totalmente re- Schuben a los que pertenecen las dos obras que
comendable. to, pero también la melancolía del andan» cen-
Ashkenazy ha elegido para su nueva grabación tral y el climax final. No es la Sinfonía en tres
Jo.R.B. como pianista. movimientos una de las obras más grabadas de
La leve tristeza que en la Fantasía empaña Slravinski. Como tan a menudo sucede con sus
PUCCINIr Arta de Madame Bulterfly, Ma- la vista del caminante apenas si oculta su vita- propias interpretaciones, la dirigida por el com-
non Lescaut, Cianni Schicchi, Tosca, Turan- lidad y alegría, la tragedia del artista es casi una positor sigue siendo la mejor en mi opinión
dol. Le Villi, La Bohime, La Rondine, Sour intuición. Unos aflos después, el paisaje cam- (CBS). De las que conozco la seguirla ésta que
Angélica. Evi Murtón, soprano. Munich Ra- biará totalmente y en la Sonata se evocará in- nos ocupa, debida a uno de los más importan-
dio Orcbeitra. Director: Ciaseppe Patané. C sistentemente la imagen desolada y en espera tes directores actuales, Sif Colins Davts, por
B S Muslerwork* IM 42167. de la muerte del viejo tañedor de lampona del encima de las de Dutoit y Ansermet (ambas
Winterreise, será la confesión del artista fra- Decca). Se trata de una interpretación terrible
Este registro de 1986 de la soprano húngara casado, sifilítico, que da rienda suelta a su tris- y fascinante, dura y dramática. También es ex-
t e a sin esperanza, con una obra hermana en celente la contrastada Sinfonía en do, obra di-
Eva Marión reúne una selección de arias que
muchos aspectos de la Sonata Hammerklavier fícil de conseguir en su autentico sentido grácil
representan a la mayor pane de las heroínas y distante, una de las piezas más discutidas de
puodnianas. Se excluye Fidelia de la ópera me- beet noven iana.
la producción stravinskiana. Las otras opcio-
nos lograda del compositor, Edgar, así como ¿Cómo entiende Ashkenazy la Sonata y la nes son las mismas: Ansermtt, Stravinski y Du-
Giorgetta de // Tabarro por no poseer una in- Wandererfantasial A grandes rasgos, seuale- toit. Concluyamos que la opción de Davis no
tervención solista aislada (£ ben aliro il mió mos que su aproximación es virtuosíslica, su desmerece de la del compositor, gran interprete
sogno necesita la participación final de Luigi, interpretación muestra el poder y versatilidad de sus propias obras. Pero el plato fuerte es
el tenor) y Minnie de La Fancitdla del West, de un instrumento cuyos recursos conoce co- la magnífica versión de la Sinfonía en tres mo-
por carecer esta protagonista de fragmentos, mo nadie y que sabe utilizar espectacularmen- vimientos, que enriquece la escasa discografía
con respecto a su extensión, de suficiente enti- te. Este virtuosismo a lo Horowitz beneficia de esta obra de terrible belleza.
dad para ser grabados en recital. especialmente a la Fantasía que es recreada bri-
Aparecen, pues, en el disco los mas popula- llantemente como un antecedente del más di-
fícil piano de Liszt. S. M. B.
res momentos que Puccini ofreció a sus memo-
rables personajes femeninos, desde la menos Tanta extraversión se conjuga mal con el uni-
frecuente Anna (de Le Villi) a las dos prota- VERDI: Laforza del destino, ópera comple-
verso de la última sonata schubertiana, de ca- ta. Rosaliad Plowrfghl, Agua Baltn. José Ca-
gonistas de su ópera postuma (excepto Signo- rácter desolado y triste, cuya interpretación pide
re, ascolla de Liu de Turando/). rreras, Renato Bruson. Juan P o u , Paila
una manera de decir muy interiorizada, poco BUrchutedn. Coro y Orquesta Fllarmóain. Di-
Vocalmente, Eva Marión exhibe un material espectacular, de coloraciones mates, propias de rector, Gtuieppe Sinopoli. Álbum d* 3 discos
ya sobradamente conocido: robusto y cálido la tragedia que vive Schuben en esos momen- DC. 419.203-1.
instrumento de soprano llríco-spinto, sano, ge- tos: su agonía vital.
neroso y uniforme. La dificultad de plegarse Finalicemos señalando la irreprochable ca- Tras la publicación de este álbum y del diri-
a las medias voces le ocasiona problemas que lidad sonora de un registro tomado en Lucer- gido por Muli. que MGG comentó en el nú-
no alcanza a resolver en el aria de Magda de na en 1985, que permite disfrutar del arte de mero 13 de SCHERZO, son ya doce los
La Rondíne, resultando por ello quizá la ver- un gran pianista aunque no se compartan sus registros completos de Laforza del destino. El
sión menos lograda de las que ofrece el mer- criterios interpretativos. ahora criticado ofrece la posibilidad de disfru-
cado discográfico de esta bellísima página tan A. M. J. tar la ópera en formato compacto con muy

40 Scherzo
DISCOS

buen sonido. Pero un amplio lector de aficio- periores a su posterior registro completo con ese momento no podíamos imaginar que iba
nado* se interesa sobre todo por las voces, te- PrevitaJi, a ser tan lenta, sobre todo por lo mucho que
rreno en el que las nuevas grabaciones suelen R. A. M. nos gustó la Sinfonía Lírica, primera obra re-
estar en desventaja respecto a las antiguas. AJÍ, cuperada de este profesor y cuBado de Schón-
Rosalind Plowright repite una prestación simi- berg). Desde entonces se nos ha ofrecido en
lar a la que ofreció en Trovador con Giulini. VILLA-LOBOS: latetnl para goltam: Doce disco alguna otra pieza orquestal, como la Sin-
Su voz es atractiva, peto de cajidad discutible' estudios para guitarra, anco preludios paro gui- fonietta; de cámara, como sus cuartetos de
con una octava media (MÍ3 a Mi4) bastante gu- tarra, bachiana brasileña n. ° i, suile popular cuerda; y óperas, como las Wildeanas Trage-
tural, agudo consistente y bien timbrado y re- brasilina, distribución de/lores, choros n." I. dia florentina y El mano. El poema sinfónico
gistro grave muy pálido. Canta con corrección concierto para guitarra y pequeña orquesta, Die Seejungfrau na aparecía hace poco en d
y musicalidad, pero es mucho menos expresi- sexteto místico, Turlbto Santos (guitarra), Leila catálogo de Zemliniky. Era una obra perdida.
va que Lcontyne Pnce, Tebaldi, Milanov o Ca- Gaimaraeateopraso), Orquesta de cámara bra- La recuperación ha supuesto rápidamente la
llas. Agnes Bsltsa es una destacada Preaosilla, silcna dirigida por Bernardo Bessler. LDC grabación discogrifica.
de bella voz sopranil, un poco justa en los ex- 78.S69/70.
tremos de la tesitura, que va de La 2 a Do 5. Se trata de una obra típica del cromatismo
Pero personalmente prefiero a las clásicas Cos- tardo [romántico, más evocadora y sugerente
sotto, Simionato, Stignani y —sobre todo— De auténtica novedad discográfka cabe con-
siderar este doble álbum que recoge la integral que descriptiva, que al parecer se estrenó en
Verrett. 1905 en el mismo programa en que figuraba
para guitarra de Heitor Villa-Lobos. Ya es hora
de empezar a hacer justicia a este músico pro- Peleas y Melisenda, deSchónberg. Es una obra
Variable la actuación de Carreras como Al- de encendido lirismo, cuyo referente literario
varo, con su punto mis bajo en el tercer Acto: lifico y exuberante a quien parece que no se
le acaba de perdonar la sobreabundancia de su (el cuerno de Andersen) no supone mácula al-
en el aria, su linea de canto no es correcta y guna de la solidez estrictamente sinfónica de
muy apurado arriba; además, el recitativo ca- producción. ¥ es que todavía padecemos del
moralismo de lo reseco, de la creencia de que esta pitia dividida en tres equilibrados moví.
rece de acento verdiano. Tampoco está bien en míenlos, a modo de sinfonía heterodoxa. La.
el dúo Sítale. En el cesto de la ópera cumple la excesiva facilidad va unida inexorablemen-
te a U vulgaridad, y de que alli donde no hay orquesta postwagneriana que es la base de es-
mejor, apoyado en el calor y comunicatividad ta obra es el final de una acumulación históri-
de su centro y en su extrovertido temperamen- sudor y lágrimas no existe la belleza, como si
esta diosa fuera una expiante peregrina descalza ca que está a punto de una crisis irreversible,
to; pero los grandes Alvaro de la discografia lo mismo que la propuesta sonora estricta. Las
son Bergonzi y Domingo. El barítono Renato en busca de flores raras en un ambiente de se-
cano. Villa-Lobos escapa de los esquemas ha- líneas horizontales, a veces con temas bellísi-
Bruson, que nunca tuvo voz bella ni squillan- mos de carácter lírico, son matizadas por esa
te, muestra un progresivo deterioro de su tim- bituales porque es un hombre que rezuma
música por los cuatro costados, y es natural que verticalidad de una orquesta numerosa y cro-
bre, que sólo suena pasable en la octava central mática. Es la época en que el última romanti-
(Re2 a Re3); pero el grave es sordo y el agudo tratándose de un compositor que llegó a escri-
bir más de mil obras —y más que se han cismo se debatía por subsistir (Mah)er. d'Indy,
forzado o sin brillo, cuando no ronco. Exce- Magnard). pero también aquélla en que mu-
lente su dicción y noble su linea de canto, co- perdido—, existan momentos triviales en sus
creaciones. Pero aquellos quedan sobradamente chos empiezan a prescindir de él. Die Seejung-
mo intérprete resulta algo monótono en un frau, la sirenita tan de los románticos (La Motte
personaje, el de Carlos, que ya lo es de por si. compensados por instantes mágicos, por giros
y sonoridades que en un punto determinado nos Fouqué, Pushkin, Dargomishki, Tchaikowski,
Tagliabue, Bastianini y Warren le superan con Dvorak... hasta Giraudoux) es, en versión de
claridad. Paata Burchuladze posee notable voz devuelven la grandeza de una inspiración que
se sitúa más allá de todo limite académico. Har- Zemlinsky, casi una sinfonía a mitad de cami-
de bajo, emisión en exceso cupa y expresión no entre Bruckner y César Frank. No sé si se
poco elegante, y no hace olvidar ni a Pasero monía Mundí nos ofrece, pues, una vertiente
completa de la obra de este músico, y esto lle- dan cuenta de que es una manera de referir-
ni a Siepi. Bien Juan Pons como Melitone y nos doblemente a orígenes wagnerianos.
bajo nivel de secundarios, entre los que apare- va consigo la ventaja de que ademas de poder
ce, una vez más, el terrible Richard van Alian. gozar de las composiciones de siempre —el Pre-
ludio I, La Suite popular brasileña, o el aria
de la Bachiana n." Sen una reducción para gui- Completa este registro el bello Salmo XIII,
Hace ahos, las grabaciones de ópera se de- una obra que también permaneció desconoci-
tarra y soprano realizada por el propio
finían primordialmenle por sus cantantes: asi da, aunque no oculta, durante mucho tiempo.
compositor—, nos permite adentrarnos en el
se hablaba de la Forza de Tebaldí, de Callas Se trata de una de las raras piezas corales de
descubrimiento de auténticos tesoros de esta sel-
o de Leontine Price. Hoy día la estrella suele este músico con amplísima experiencia operís-
va virgen amazónica que es la música de Villa-
ter el director (y en teatro, válgame Dios, rt- tica, como director. El Salmo es treinta aflos
Lobos. Podemos, por ejemplo, aparte de los
gislas como Kcn Russell o Chéreau). Tras el posterior a Die Seejungfrau y pertenece al mis-
12 Estudios, conocer una pieza sensacional co-
reciente Fausto de Sir Colín Davis, hoy comen- mo mundo cromático, pero se diría que es una
mo es el Sexteto místico con un medio sonoro
tamos la Forza de Sinopoli, cuyo trabajo es pieza de mayor claridad armónica (¿pudieron
increíble que reúne celesta, arpa, guitarra.
realmente espléndido, apoyado en una no me- influir en este veterano compositor las propues-
oboe, saxofón y flauta, y que fue escrita antes
nos esplendida orquesta Filarmonía. El direc- tas cristalinas de determinado clasicismo?).
del viaje a París. No es ajeno al aliciente de este
tor veneciano muestra —como Muti— que el
álbum su interprete brasileño Turibio Santos.
rigor constructivo de esta ópera es muy supe- En esta época de crisis de batutas, la de Rk-
discípulo del llorado Andrés Segovia y que
rior a lo que hasta la fecha nos habían hecho
compane con Villa-Lobos el mismo amor ha- cardo Chailly se ha aludo por encima de du-
intuir batutas destacadas como Molinari-
cia Bach y hacia su tierra. No podía encontrarse das e incluso menosprecio, especialmente
Pradetli, Serafín, Schippers o Invine. Y aun-
mejor simbiosis creativa para esta edición per- después de ser nombrado, a propuesta de los
que tal o cual lempo sea discutible por lo len-
fecta de Harmonía Mundi. mismos músicos, director de la orquesta del
to, la concepción de Sinopoli tiene, a la vez,
lógica férrea y fantasía narrativa. Concertgebouw de Amsterdam, una de las tres
grandes de Europa occidental. Su propuesta en
Aparte, la citada Forza de Muti, otras ver- este registro es excelente. Sabíamos que era un
C. C.
siones recomendadas son. por orden cronoló- gran director de determinada música contem-
gico, las de Molinarí-Pradelli para Decca, con poránea (Stravinjki, por ejemplo). En el mundo
Tebaldi, Simionato, Bastianini y Siepi; Schip- opuesto, representado por obras como Die See-
pers (RCA) con Lentyne Pnce. Vertett, Tuc- ZEMLINSKY: Die Seejungfrau. Salmo n. ' 13 jungrau y el Salmo XIII, Chailly parece tam-
ker y Warren; Gardelli (EMI), con Arroyo, op. 24. Coro d* C á n u n Erees! Sentí. OrgnesU bién a sus anchas, consiguiendo un matizado
Bergonzi y Rug&iero Raimondi; y Levine SinfóaJca d* la Radio de Berlín: Kiccardo color orquestal, una intensa propuesta lírica,
(RCA) con L. Price. Cossoito y Domingo. Ctodly. DECCA 41"! 450-2 Compacto (DDD). un poderoso aliento teatral. Este disco es tam-
También conviene recordar- la excepcional ac- bién buena muestra de la función descubrido-
luación de Tebaldi con Mittopoulos (Cetra, en ra que cumplen los registros de orquestas no
Hace unos anos, a fines de la de-
vivo); a la siempre fascíname Callas (con Se-
cada pasada, comenzó una lentísi- divas (que prefieren el gran repertorio): la re-
rafín, EMI), y a la opulenta Milanov, en unos
fragmentos que grabó en 1951 para RCA, su- ma recuperación de la obra de cuperación de obras desconocidas o injusta-
Alexander von Zcmlinsky (la verdad es que en mente descuidadas. S. M. B.
Scherzo 41
TEATRO REAL
Programa :ENTRO CULTURAL VILLA DE
MADRID
Del 9 al 18 di octubre.
3 <Jt octubie.
22,30 horas
Espalla 1987 M. X, J, V, S (19,00 y 22,00 h.)
D (20.00 h.)
«LAS GALAS DEL DIFUNTO» de Valle
Eipafla
ORQUESTA SINFÓNICA DE MADRID
(«ARBOS»)
Director: CRISTÓBAL HALFFTER
Madrid ludan.
Dirección: GERARDO MALLA.
Coproducen: I.N.A.E.M., Producciones
«Concierto para cello y orquesta». Tomás 2.000 y Festival de Otoño de la Comunidad
Marco. de Madrid.
Solista: CHRISTIAN FLOREA, ceUo.
Estreno en Madrid.
«Fantasía para un gentilhombre». Joaquín TEATRO ALBENIZ
Rodrigo.
Solista: AL] RIO DÍAZ, guitarra.
SALA OLIMPIA
HOMENAJEA ANDRÉS SEGOVIA. 13 «I 16 de octubre. EE.UU.
30 de septiembre al 10 de octubre 22,00 h.
«Tres poemas de la lírica española». 24 al 27 de octubre
C. Halffter. M y D (19.3Oti.) STEVE REICH
Solista: ROLAND HERMANN, ba- L, X, í y S (19 h. y 22,30 h.) España Música repetitiva.
rítono. NUEVA ANTOLOGÍA DE LA ZAR- 13 y 14 de octubre
HUMBERTO ORAN, viola. ZUELA. «Clapping Music».
Dirección: JOSÉ TAMA YO. «Six Pianos».
Obras de: Falla, Chueca, Guerrero, Grana- «Drumming Part 1».
10 y 11 de octubre «New York Conterpoint».
22.30 y 19,30 h. R.F.A dos, Vives, Barbieri, Alonso, Caballero,
Bretón, Guridi, Tañidas y Moreno Torroba. «SeJttel».
ORQUESTA SINFÓNICA DEL ESTADO Inauguración del Festival de Otoño 15 y 16 de octubre
DE BAVfERA. Estreno mundial. «Music for Pieces of Wood».
Director: CARLOS KLEIBER. «Vermont Counterpoint».
Primer programa «Six Pianos».
«Sinfonía n.° 36 en Do mayor K.425». Mal I7deo«ubre. (21,30 h.) «Drumming Part III».
16 de octubre (19,30 y 22,30 h.). EE.UU.
«Sinfonía Linz». W. A. Mozan. «Sextet».
«Sinfonía n.° 2». J. Brahms. «HAMLKTMACHINE» de HEINER Presentación en Madrid.
Segundo programa MÜLLER.
«Sinfonía n.° 4». L. van Beethoven. Dirección: ROBERT WILSON.
«Sinfonía n.° 7». L. van Beethoven. Estreno en España. 17 y 18 de octubre.
22.00 y 20,30 h^ España.
Presentación por primera vez en España de
la Orquesta y del Director, CARLOS 24 y 25 de octubre. CONCIERTO DE DANZA
KLEIBER. 10,00 a 14.00 h. Internacional «Cinco mujeres españolas».
MARATÓN DE PIANO PARA Coreografía: PILAR SIERRA.
JÓVENES. Bailarina: PALOMA GARCÍA PE
¡4 de octubre. PRUNEDA.
22,30 h. Reino Unido
Presentación y estreno en España.
ORQUESTA PHILHARMONIA DE
LONDRES. PALACIO DE CONGRESOS
Director: ESA PEKKA SALONEN. 7 al 10 de octubre.
20,00 h. Japón
(Dirigirá por primera vez en España). PALACIO DE DEPORTES
«Juego de canas». 1. Stravinsky. TEATRO KABUKI 21 al 25 de octubre.
«Concierto para trompeta», J. Haydn. COMPAÑÍA ICHIKAWA ENNOSUKE. 21,30 h. Suiza.
Solista: JOHN WALLACE. «YOSHITSUNE SENBON ZAKURA».
«Sinfonía n.° 2». J. Sibelius. BEJART BALLET LAUSANNE.
Presentación y estreno en España. Dirección y Coreografía: MAURICE
BEJART.
24 de octubre Mal IB de octubre (22.00 M 21 y 22 de octubre
22.30 h. Austria 17 de octubre (12,00 y 20,00 h.) EE.UU. «Malraux o la Metamorfosis de los Dioses».
t'RIEDRICH GULDA. ALVIN AILEY AMERICAN DANCE 23. 24 y 25 de octubre
Recital de piano. WEATER. Festival de Bejan.
(No da el programa con antelación). Dirección: ALVIN AILEY.
14 y 18 de octubre
«Night Creaturew, «Cry».
27 de octubre «Bad aiood», «Revelalíons». CENTRO CULTURAL GALILEO
Espafta 6 al 7 de octubre.
22.30 h. 15 y 16 de octubre EE.UU.
MONTSERRAT CABALLÉ. «Blues Suite». «Love Songs». 22,00 h.
Al piano: MIGUEL ZANETTI. «Afro Caribbean Suite», «The Stack-Up». LEWITZKY DANCE COMPANY.
Obras de: A. VIVALD1. G. ROSSIN1, J. 17 de octubre Dirección y Coreografía: BELLA LE-
N1N, L. MARTÍNEZ-PALOMO y R. «Divining», «Treadingn. WITZKY.
CHAPI. «Suite Otis», «Caverna Mágica». «8 dancers, 8 lights». Música: Donald
Knaack.
«Facets». Música: Larry Lattaway.
TEATRO BELLAS ARTES «Nos Duraturi». Música: Igor Stravinsky.
21 y 22 de octubre.
22,30 h. Esparta
ALBERT VIDAL.
«El Bufón»: ] Parte: Opera Solo.
Música; PHILL1PPE CAPDENAT.
II Parle: CHARTER.
Creación: ALBERT VIDAL.
ALCALÁ DE HENARES GETAFE NAVALCARNERO
1 de octubre Polonia 17 de octubre Espafla 28 de sepuembre [odia
TEATRO NOWY CANAL STREET JAZZ BAND UMA SHARMA
«EL FIN DE EUROPA» Concieno de Jazz Teatro Centro (20,30 h.)
Direcdón: JANUSZ WISNIEWSKI Casa de Cultura (20,30 h.) 9 de octubre Eipafta
Universidad Laboral (20,30 h.)
23 de octubre Eipafla
10 de octubre EE.UU. BALLET DE LUIS FUENTE
ALBERT VIDAL Teatro Centro (20,30 h.)
LEWITZY DANCE COMPANY Casa de Cultura (20,30 h.)
Dirección: BELLA LEWITZKY 18 de octubre España
Presentación en España LAS ROZAS DE MADRID CANAL STREET JAZZ BAND
Universidad Laboral (20,30 h.) Teatro Centro (20,30 h.)
25 y 26 de septiembre Francia
24 de octubre España 23 de octubre Eipana
COMPAÑÍA CHOPINOT
CORAL Y ORQUESTA DE CÁMARA DE «LE DÉFILÉ» GRUPO SEMA
LA COMUNIDAD DE MADRID Dirección y coregraffa: RÉGINE
Iglesia Santa María (20,30 h.) CHOPINOT Iglesia Nuestra Sra. de la Asunción
Presentación en España NUEVO BAZTÁN
Polideponivo Navalcarbón (22,30 h.)
ALCORCON 25 de septiembre Espafla
3 de octubre Espafla
1 de octubre Polonia RECITAL DE NURIA ESPERT
CAMBALEO TEATRO «El siglo de Oro español»
TEATRO NOWY
Polideponivo Navalcarbón (20,30 h.) Apertura del Festival de Otoño (22,00 h.)
Polideponivo Los Cantos (20.30 h.)
21 de octubre RASCAFRÍA
ARANJUEZ ORQUESTA Y CORO DE LA COMUNI- 12 de octubre España-Francia
9 de octubre EE.UU. DAD DE MADRID
Iglesia de San Miguel (20.30 h.) ALVARO MARÍAS Y ALIÑE ZYL-
LEWITZKY DANCE COMPANY RASCH
LEGANES Concierto de flauta de pico y clave
Teatro Maestro Guerrero (20.30 h.) Monasterio de El Paular (12,30 h.)
2 de octubre España
BUITRAGO DE LOZOYA SAN LORENZO DE
JORNADA POP-ROCK EL ESCORIAL
25 de octubre España Anfiteatro Egaleo (21,00 h.)
26 d( septiembre España
GRUPO SEMA 4 de octubre España
(Música Antigua) MONTSERRAT TORRENT
«POR LAS SIERRAS DE MADRID» ORQUESTA SINFÓNICA DE MADRID Concierto de órgano
Música de: Alfonso X, Francisco de Peña- («ARBÓS») Basílica del Real Monasterio de El Es-
losa, Juan Fernández Madrid. Director: CRISTÓBAL HALFFTER corial (20,00 h.)
Iglesia Santa María del Castillo (20,30 h.) «Concierto para cello y orquesta».Tomás
Marco IB de octubre EE.UU.
(•Fantasía para un gentilhombre». Joaquín
COLLADO VILLALBA Rodrigo STEVE REICH
2 de octubre Espafla «Tres poemas de la Úrica española». C. Real Coliseo de Carlos UJ (20,30 h.)
Halffter
Iglesia de El Salvador (22,00 h.) 25 de octubre Espafla
CAMBALEO TEATRO
«VIVIR» ALBERT VIDAL
Dirección: ZBYSZEK OLKIEWICZ MAJADAHONDA
Real Coliseo de Carlos III (20,30 h.)
CARLOS SARRIO 27 de septiembre India
Polideponivo Municipal (20,30 h.) TORREJÚN DE ARDOZ
UMA SHARMA
25 de octubre España Danza «KATHAK» 4 de octubre Polonia
CONCIERTO DE DANZA Casa de Cultura (20,30 h.) TEATRO NOWY
«Cinco mujeres españolas» 17 de octubre EE.UU. Centro Cultural (20.30 h.)
Coreografía: PILAR SIERRA 16 de octubre España
Bailarina: PILAR GARCÍA DE STEVE REICH
PRUNEDA Música Repetitiva CANAL STREET JAZZ BAND
Polideponivo Municipal (20,30 h.) Casa de Cultura (20.30 h.) Centro Cultural (22,00 h.)
«Music for Pieces of Wood» 24 de octubre Eipafia
COLMENAR DE OREJA «Piano Phase»
«Drumming Part I» CONCIERTO DE DANZA
26 de septiembre India «New York Counferpoint» Centro Cultural (20,30 h.)
UMA SHARMA «Sexiet»
TORRELODONES
Teatro Diéguez (20,30 h.) MÓSTOLES
Espafla 3 de oclubre Polonia
10 de octubre
27 de septiembre España
TEATRO NOWY
BALLET DE LUIS FUENTE
Dirección y coreografía: LUIS FUENTE ENEDINA LLOR1S (soprano) Casa de Cultura (20,00 h.)
Teatro Diéguez (20,30 h.) JUANA PEÑALVtK (piano) S de octubre EE.UU.
Recital de Canto
25 de octubre EspaAa Centro Cultural de Móstotes (20,30 h.) LEWITZKY DANCE COMPANY
CORAL Y ORQUESTA DE CÁMARA DE 11 de octubre Eípalla Casa de Cultura (20,00 h.)
LA COMUNIDAD DE MADRID 12 de octubre España
Teatro Diéguez (20,30 h.) BALLET DE LUIS FUENTE
Centro Cultural de Móstoles (20,30 h.) ANTONIO BACIERO
24 de octubre Espada Casa de Cultura (20.00 h.)
COLMENAR VIEJO
23 de octubre España
24 de octubre España ALBERT VIDAL
«EL BUFÓN» CONCIERTO DE DANZA
GRUPO SEMA (Música Antigua) Creación: ALBERT VIDAL Casa de Cultura (20,00 h.)
Iglesia Ntra, Sra. de la Asunción (20,30 h.) Centro Cultural de Móstoles (20,30 h.)
DISCOS

positivo utilizado. God spake somelime in más que les pese (me figuro que les pesará) Ka-
RECITALES visions dura 12 minutos y emplea un coro a
ocho voces, mientras que el full-aniltem para
lenda Maya no suena a conjunto especializa-
do en música medieval o renacentista, sino más
doble coro y órgano Leí thy hand be strtng- bien a un buen grupo folk con veleidades de
AYALA: Serie Americano; BACAR1SSE: Sui- thened dura un minuto y medio. La interpre- música pretérita. Técnicamente la grabación es
U para guitarra; POULENC: Zarabanda; tación que Presión hace de estas dos piezas muy aprecia ble, lo cual ayuda a que el disco
MJIZ PIPO: Homenaje a Amonio de Cabe- puede tomarse como ejemplo de lo que sera en pase sin grande» esfuerzos, aJ menos la prime-
«*i, ASENSIO: Suile de Homenaje; GOM- todo el disco. Lo primero que se percibe es que ra vez. Lo malo es que. siendo la mayor parte
BAU: Tres piezas de la «Belle Epoque». la anónima orquesta utilizada es de la máxi- de las músicas bastante conocidas, este grupo
NarcUo Yep«, l a l b m . COLUMB1A WL ma calidad, y suena con toda la tersura y lim-
no aporte nada nuevo ni interesante, y encima
71311. pieza que ha dado fama a los ingleses (ademas,
sus componentes son los habituales músicos uti- se cargue algunas de las piezas (especialmente
lizados por Pinnock, Hogwood o Gardiner). las pertenecientes al renacimiento español, in-
En su mayor pane, el présenle disco (pro- terpretadas de forma aberrante).
En los momentos en que se requiere una espe-
ducido hace veinte aílos y reeditado ahora) En lineas generales, Kalenda Maya, más que
cial labor del bajo, tanto Jaap ter Linden co-
constituye un homenaje a músicos del pasado mo d organista Harry Bicket realizan una labor basarse en las fuentes y sobre unos estudios mu-
efectuado por músicos del presente, o también sensible y ajustada. En cuanto al coro (forma- sicológicos rigurosos plantear una alternativa
un homenaje a la música de raíz popular, se- do por voces masculinas infantiles y adultas, a la ejecución (una alternativa coherente, cla-
gún el caso. Todo ello traducido por las dotes siguiendo la secular tradición), pocos habrá que ro), lo que hace es interpretar unos arreglos que
interpretativas de Narciso Yepes y su guitarra superen al de la Abadía de Westminster en mú- en todo momento suenan falsos, y en los que
de diez cuerdas por él disenada. sica inglesa. Este coro (d mismo que hace tres- caen en el abuso de efectos sonoros que mere-
La Serie Americana de Héctor Ayala (que cientos aflos cantó en la coronación del propio - cen un sólo calificativo: son germinas hortera-
contiene por ejemplo el Choro brasileño, la Jaime II) cuenta en su seno con solistas de muy das (todo tipo de cachivaches percusivoi,
Guarania paraguaya o el Malambo argentino) alto nivel. El timbre de los nidos es delicado campanitas. cascabeles, palmadas, triángulo*
es ejecutada por Yepes con una gran identifi- pero seguro —quizá no tan incisivo como el de y panderetas). Por supuesto, que lo único que
cación con el carácter cadencioso de los ritmos los del Coro de la Catedral de Westminster, que consiguen es quedarse en la anécdota, en lo*
sudamericanos y una pulsación impoluta. Bas- dirige David HUÍ—, y empasta de forma ver- tópicos medievales que lamentablemente toda-
tante interesante es también la Suile de Baca- daderamente atractiva con las voces más ba-
risse —uno de los exponento de la Generación vía circulan por ahí. Es evidente que sin un cri-
jas de los adultos, obteniéndose un colorido
de la República— autentico homenaje a los vi- terio claro no puede hacerse una grabación,
realmente hermoso. La afinación de todos CE
huelistas hispanos del siglo XVI y también a portentosa, el control técnico de Preston im- porque los resultados hacen aguas por todo)
un Fuenllana o a un Gaspar Sanz. Especialmen- pecable, y la elegancia, infinita. En resumen: lados. Imposible recomendarlo.
te atractivo resulta el Passapie, última pieza de el coto es un encanto. J. C. C. A.
la misma.
El Homenaje a Antonio de Cabezón, de An- En 1980, Simón Preston grabo un triple ál- MONTSERRAT CABALLÉ: Condones Espa-
tonio Ruiz Pipó —compositor siempre preo- bum (AKCHIV 2723076) hasta cierto punto pa- ñolas (Vol. I): FsJIa (Sieie canciones popula-
cupado por la música para guitarra— es la recido a éste, y que contenia música vocal de res españolas), Turian y Graaadoi. Migad
merecida celebración de aquel gran músico y Purcell. No será ocioso recordarlo, puesto que Zuettl. pumo. COLUMBIA WL 71324. Can-
organista de Carlos V y de Felipe II, partien- en el compacto que comentamos encontramos ciones Españolas (Vol. II): Granados (La ma-
do de las propias obras del mismo. Excelente un anthem de Purcell. My hearl is inditing (16 ja doloroso). Falla, Albéniz, Obradora, VIVM
a todas luces el Aire Danzado. minutos) que ya grabó entonces con el Christ y Rodrigo (Cuatro madrigales amatorios). Mi-
El disco que comentamos permite asimismo Church Cathedral Choir y The Engiish Con- gad Zanettl, piano. COLUMBIA WL 71327,
recuperar en parte las personalidades del va- cert. Entre una y otra versión apenas hay dife- Arias de Opera Italiana: Verdl (Rigoletto, Ií
lenciano Vicent Asensio y del salmantino Ge- rencias, aparte de las de la sonoridad Trovalore, I Vespri Siciliani, Un Bailo in Mas-
rardo Gombau. Asensio ha sido uno de los más característica de las diferentes orquestas o de enera/, CUea (Adriana Lecouvreur), BdkW (La
relevantes compositores valencianos; de su pro- uno y otro coro. La interpretación de ambas Sonnambula) y Pacdoi (Sour Angélica). Or-
ducción podemos disfrutar aquí de la Suile de es del todo formidable. questa Staiónk» de B a r a t ó n . Dtr.: Giaafraa-
Homenajes en la que se incluye el tango del ba- co MuJaJ. COLUMBIA WL 71321.
llet La casa infiel, género al que dedicó una El resto del disco discurre por los mismos ca-
atención especial. Pero tanto esta Suile como minos de altísima calidad, incluyendo gratas
sorpresa» como la symphony-anthem de Wi- Estos tres discos no son una novedad, sino
las Tres piezas de Gombau se resienten, en el
ejemplar que yo he recibido, de grava defec- lliam Tumer. The King shall rtjoice. una mag- una reedición; fueron grabados empero en un
tos en el prensado. nifica obra de un compositor prácticamente momento en el cual la gran soprano barcelo-
desconocido. La recomendabilidad es plena. nesa gozaba de óptimas condiciones vocales,
JO.R.B. J. C. C. A. exhibiendo un instrumento absolutamente pri-
vilegiado por su pátina esmaltada y por su duc-
tilidad, bien conocido por todos. Se añade a
CORONATION MUSIC FOR KING JAMES KALENDA MAYA (Obns de Alfonso X d Sa- todo ello, como no, unos criterios interpreta-
II (Obras de Blow, Lawes, Puredt, Tnraer y bio y temas anónimos de diferente canctoDC- tivos del mejor gusto.
Child). Cbolr of WcsaninMer Abbey y orquesta roí y colecciones de la Edad Media y d En d primer disco debemos destacar ante to-
con ¡DMremtntos oriai nales; dir.: Simón Pres- Renacimiento). Kalenda Maya; dir-: Sverre do las Siete canciones populares españolas (ex-
ión. CD ARCH1V 419613-2 Digital. 62' « " . Jansen-Hans Frtderik Jacobsea. CD Siman celentes las versiones de la Jota y la Mino). De
PSC 1017 DlglUl. Doradón: 42' 25". las canciones de Turína es obligado mencionar
Es este un nuevo e interesantísimo Cantares, con sus elegantes vocalizaciones. Y
registro de Preston. Que en esta Curioso producto éste que nos lle- de las de Granados, la Elegía Eterna, con tex-
ocasión, y bajo el pretexto de la co- ga de tierras noruegas y que reco- to catalán de Apeles Mestres. En el segundo
ronación del rey Jaime II, ha preparado una ge una selección más o menos disco, el ciclo de La Maja doloroso de Grana-
hermosa selección de música infrecuente. To- afortunada de piezas de los siglos XIII al XV. dos resulta todo él exquisito y equilibrado; es
da la grandeza y la significación de la ceremo- No debiéramos insistir demasiado en las obras difícil elegir cuál de las tres canciones se sitúa
nia queda perfectamente reflejada en el disco, aqui reunidas, algunas de ellas auténticos best- por encima de las demás. Tus ojillos negros,
que poi cierto no sigue (laciamente la secuen- sellers de la música antigua (es decir, las con- de Falla y El molondrón, de Obradors, quizá
cia de la ceremonia original, sino que los cor- sabidas Sanlarello y La Rolla del no menos fa-
tes están asi dispuestos para asegurar una resulten algo anecdóticas por su propia confi-
moso manuscrito italiano dd siglo XIV, el Rfu, guración; en iodo caso, digamos que el texto
mayor variedad en la escucha. riu, chiu y similares, todo ello adobado con can-
un peu canaille de la segunda canción está di-
Se abre el disco con dos obras muy diferen- tigas y canciones sefarditas), para centrarnos
mát en la interpretación de este conjunto. Por cho con toda la gracia y expresividad requerí-
te» de John Blow, sobre todo en cuanto al dis- bles. Distinto es el caso de los Cuatro madri-

44 Scherzo
DISCOS

N * d o u l de Eipafii. Director: Odón Alón».


COLUMNA WL 1139.

Este disco —producido en 1973 y reeditado


ahora— muestra un contenido francamente dis-
perso: el concierto del compositor valenciano
actual, Manuel Palau, aparece como aislado
frente a las obras de los barrocos Vivaldi y
Bach. Aún asi nos permite apreciar la elevada
categoría del ilustre guitarrista murciano y, ló-
gicamente •—dadas las características del
producto—, su versatilidad.
En el recio y luminoso Concierto de Palau
—que el propio Yepes estrenara junto a la Or-
questa Nacional y el malogrado Ataúlfo Ar-
genta en el madrileño Palacio de la Música, en
1948— destaca ante todo el Larghetio central,
vertido de un modo exquisito. La misma or-
questa, bajo la égida de Odón Alonso, cum-
ple con bascante corrección su cometido, a
pesar de que las intervenciones de algunas de
sus familias (muy especialmente las maderas)
no estén siempre a la altura deseable.
En el Concierto de Vivaldi (escrito origina-
riamente para laúd) la interpretación de Yepes
es excelente, pero el trabajo de la orquesta, for-
zada a interpretar una obra de un período que
requiere una mayor esperialización, es, a ex-
cepción del Largo, francamente discutible y
queda dibujado con trazos demasiado gruesos.
En la célebre Chacona de Bach (de la Partila
núm. 2 para víoiín en Re menor, BWV ÍMW)
gales amalónos de Rodrigo, más refinados y Con respecto a los tres discos, sólo nos que- el paso del instrumento original de cuerda fro-
con menores dosis de pintoresquismo. Recor- da preguntar: ¿dónde están los textos de las gra- tada al de cuerda pulsada es demasiado fuerte
demos un dramático y elegante Vos me matas- baciones? y la diferencia abismal.
teis, y De los álamos vengo, madre, rico en Jo.R.B. JO.R.B.
inflexiones. En uno y otro disco resulta primor-
dial el entregado acompañamiento del pianis-
ta Miguel Zanetti, con una pulsación cristalina ÓRGANOS HISTÓRICOS DE EXTREMA- RAMILLETE DE CANTIGAS, VILLANCI-
y una envolvente visión de conjunto. DURA. REAL MONASTERIO DE GUADA- COS, ENSALADAS, ROMANCES, PAVA-
El recital operístico que conforma el tercer LUPE. Obnu de Cabezón, Mudam, V alenté, ÑAS, GLOSAS, TONOS E OTROS
disco de la Caballé apareció hace doce altos; Corra de Araaxo, Anónimo, B m i i , Cabul- ENTRETENIMIENTOS. Grupo Sema. Gre-
en íl la soprano elige en ocasiones arias de al- lies y Soler. Organista: Miguel dd Barco. Pro- badines Accidéntalo, Madrid, 1917. GA-120.
gunos personajes que hada poco habla incor- fono MC-103IS702.
porado a su repertorio, como Adriana El Sema es un grupo que desde hace quince
Lecouvreur o la Duchessa Elena de / Vespri Si- Al hablar de un disco producido en España anos viene dando lecciones de seriedad inusua-
cilieni, y con lo* que había obtenido éxitos ine- lo primero es felicitarse de su existencia mis- les por estos pagos cuando de música medie-
narrables. ma, dada la parquísima industria del sector que val y primo-renacentista se trata. Ellos mismos
Si el Caro nome de Rigóietto o la gran esce- padecemos. Este registro, propiciado por la se definen como «un equipo en el que se reú-
na final de La Sonnambula resultan puramen- Editora Regional de Extremadura de la Con- nen musicólogos e intérpretes, músicos de me-
te anecdóticos (es decir, las versiones son sejería de Educación y Cultura de la Junta de sa y músicos de atril». Asi, es el único que
irreprochables, pero no son partes demasiado Extremadura, da a conocer el estado actual de parece conocer el nombre de los instrumentos
afines con sus condiciones vocales), en lo son los órganos del Monasterio de Guadalupe. Los que utiliza, sin ir más lejos llaman orlo al orlo
l'umile ancella de Adriana Lecouvreur, La Ca- citados instrumentos —del Auditorium, Rea- cuando lo común es Jamarlo cromomo. Mien-
ballí se revela como una de las grandes intér- lejo del Coro y portátil del Corpus, empleados tras que se viene denominando transcripción
pretes contemporáneas de este papel. Pero el los l res en la grabación— fueron restaurados a la instrumentación mis o menos apafladita
súmmun dd disco viene con el Arrigo! Ahparti de las ediciones asequibles en cualquier biblio-
acertadamente en 1986 por Azpiazu e Hijo. E)
a un core de / Vespri Siciliani, repleto de sfu-
idóneo medio del disco nos pone ahora en con- teca, para el Sema la transcripción es un com-
'mature, con prodigiosos pionísimos y escalas
descendentes (se incluye también una notable tacto con el resultado de aquellos trabajos. Go- plejo proceso que va más allá de lo meramente
versión del bolero de la misma ópera). Asimis- za el disco de su excelente sonido digital. El semiológico. pues tratan de hacer sonar en for-
mo, son dignas de ser recordadas sus interpre- programa escogido para la grabación es una ma presuntamente semejante a la realidad de
taciones de arias de // Trovalore (un D'amor rápida panorámica sobre la escuela organisti- la música conservada en los códices. Por cier-
sidl'ali rosee cantado con un buen gusto casi ca espartóla, que cubre los siglos XVI al XVIII. to que ello conlleva el riesgo de la polémica —
•noxartiano) y de Un Bollo in Maschera (en una Las interpretaciones de Miguel del Barco, aun habrá quien se escandalice por la propuesta de
dolorida lectura de Morro, ma prima in grazia). con ciertas dosis de convencionalidad, poseen Pepe Rey sobre los ritmos quinarios en las
en todo caso las suficientes calidades como para Cantigas—, pero tiene el Sema a su favor que
Correcta la dirección de Gianfranco Masini dar una impresión general de solvencia. es preferible en ciencia la polémica que el son-
—un hombre que por aquél entonces colabo- E. M. Ai. rojo por vergüenza del descaro ajeno.
raba bástanle con la Caballé— y satis raciono En esta ocaáón opta ei Sema por cuatro Can-
también el rendimiento de la ocasional Orques- ligas de Alfonso X, el rey sabio, en transcrip-
ta Sinfónica de Barcelona (formada con miem- PALAU: Concierto levantino, para goJUrr» y ción de un músico madrileño a quien la Virgen
bros de laO.C.B.). De esta formadón orquestal orquou. VIVALDI: Condeno en Re menor, no pudo conceder una beca ni subvención por
podemos recordar d obbligalo de violoncelo en para guitarra y orquefla. BACH: Chacona en carecer de titulo; las Cantigas se acompañan
la cicada aria del Bailo verdiano. Re menor. Narclio Yepei, gallam. Orquesta de obru de autores conocidos como Flecha,

Scherzo 43
DISCOS

PaAalosa, Milán o Cabanilles, junio a algunas Bagby. Desteche Harmonía Mundi 1695013. discos? Los trouvéres (troveros) eran músicos-
de esas deliciosas sorpresas a tas que nunca nos 3 LPS. DiglUI. poetas que durante la misma época que lo*
acaba de acostumbrar Pepe Rey —biógrafo del íroubadours (trovadores) desarrollaron su tra-
músico madrileño ames citado—. En su em- Muchas e importantísimas novedades son las bajo en el Norte de Francia y hablaban el lan-
peño por desmentir a quienes creen que la ca- que aporta esle triple álbum de Sequentia, cru- gue d'oil, al contrario que los trovadores, que
lidad literaria está reflida con la calidad cial para comprender los últimos caminos que hablaban occitano y vivían al sur. El primero
musicológica y a quienes crean que es agravio ha tomado e! mundo de la interpretación de la de los discos está fundamentalmente dedicada
discutir nuevas flores musicales y que en caso música medieval. Precisamente gracias a este a la música de Conon de Béthune. el segundo
de discutirse el ramillete que con ellas se com- impresionante conjunto se nos brinda la opor- a Adam de la Halle, y el último a Jehannot de
tunidad de desmitificar a buena parte de esos Lescurel y Petrus de Cruce. La música de leu
ponga estará furiosamente marchito, nos pre-
intérpretes que se habían autoerigido como re- troveros es muy parecida a la de los trovado-
senta un encarte sin desperdicio y nos entrega res, y de ellos toman a veces la estructura for-
flores tan frescas como el anónimo Elascoíars yes en la exposición práctica de tan antiguo y
misterioso repertorio. Hasta ahora, y de mo- mal de sus canciones y melodías, e incluso los
y obras de Pastrana, Santa Cruz y una Jácara detalles de la expresión poética. Los dos prin-
do general, el aficionado ha debido contentarse
de un amigo de Gongora, ignoro si titulado o cipales problemas de interpretación son el es-
con versiones discográficas presentadas como
no. auténticas, pero que en definitiva no suelen ser tilo, la influencia musical preponderante, y en
Por lo que se refiere a la versión, es eviden- mas que simples ensayos de intérpretes que no segundo lugar, las técnicas vocales de época.
te que el sentido común prima en la mesa y el conocen en profundidad ni la música medie- Sequentia opta por no lomar apenas en cuen-
atril, como puede atestiguarlo el quodlibet de val más antigua, ni su entorno, ni su estítica; ta las influencias arábigas en la música de lo)
Peflalosa. Ciertamente no hay virtuosismo, pe- consecuentemente, tampoco los problemas que trouvéres, tratando más bien de reconstruir laí
ro mucho me temo que no sea el virtuosismo se plantean al ejecutarla, ni cómo resolverlos. técnicas instrumentales imperantes en Francia
requisito de la música de este periodo. Se tra- Los resultados se pueden comprobar: excepto en los siglos XII y XIII. De igual forma han
ta de un disco opuesto a la idea de aburrimiento casos honrosos (algunos discos del StudiO der llevado a cabo una fantástica recreación de las
(que viene apareciendo con natural a las inter- Frúhen Musik, dirigido poi Thomas Bínkley, antiguas técnicas vocales, prestando las tesitu-
pretaciones al uso) y en todo caso es merece- otros del Clemencic Conson —capaz de cosas ras entonces empleadas, y que no tienen nada
dor de galardones ministeriales con mayor muy buenas y muy malas—, un par de discos que ver con las que generalmente se aplican-
razón que aquellos que premian investigacio- del Early Music Consort, de Munrow, y algún Tanto Ben Bagby como Barbara Thomton,
nes consistentes en traducir del ingles y luego otro ejemplo aislado), casi todo lo demás sim- principales cantores, reflejan de forma magis-
plemente se contentaba con ofrecer unas tral todas las inflexiones y matices de los tex-
resumir, con errores, tesis doctorales o recu-
versiones más o menos dignas, intentando de- tos, con voces que tan pronto son claras y
peraciones de patrimonio consistentes en com- brillantes como desgarradas, oscuras, duras.
poner la música para poemas que merecen de safinar lo menos posible con unos instrumen-
tillos bastante rústicos, cuyo número de cuerdas Este es, sin duda, uno de los principales pun-
la misma. Claro que serla conveniente que quie- tos de interés en el trabajo de Sequentia, amén
solía depender más de la inspiración y ganas
nes otorgan galardones fonográficos semejantes de una técnica y perfección instrumental (ni una
del avispado constructor-restaurador de turno
supieran algo de aquello que se traen entre que de los verdaderos modelos medievales. En desafinación) sin precedentes con las violas gó-
manos. las voces todo era muy fácil: habla que cantar ticas, organetto, zanfona o arpa medieval. Los
No soy especialista en estos periodos y por sin vibrato, nasalUando un poco, y listo. resultados sonoros esta vez sí son convenien-
ello no puedo ser perito de transcripciones e tes, creíbles, vivos y estimulantes. Como de-
Interpretaciones, pero mi modesto paladar mu- ciamos, el rigor musicológico y el conocimiento
sical me hace pensar que si no es cierto es un Transcurrido el tiempo se ha podido ver que de la época vienen unidos a la capacidad de
buen hallazgo. lo que faltaba principalmente era un estudio emocionar mediante la inmediatez de unas re-
X. M. C. musicológico más riguroso, que tuviera en creaciones imaginativas. Aunque el precio de
cuenta la multitud de factores que se combi- importación es muy caro, merece la pena ha-
naron durante la Edad Media, y que origina- cerse con estos discos, porque se sitúan en el
TROITVERES: Holbtae Uebeslkder •us Nont- ron aquellas músicas. Tales estudios profundos, punto más alto de la discografia medieval
franbrekh u n 1175-1300. Obras de Conon de unidos a la ineludible necesidad de aportar fan- existente.
Bttname, Gace Bnilé, Blopdd e NcsJé, Adirn tasía e imaginación a las interpretaciones son
las bases de Sequentia. ¿Qué músicas y qué es-
de 1> Hule, Jehansal de Leseare! y Peí rus de
tilo interpretativo encontraremos en estos tres
Cruce. Ensamble Seqtwntla; dir.: Benjamín /. C. C. A.

BOLETÍN DE SUSCRIPCIÓN feo» ; « • * « « « « « * Números atrasados: 400 pesetas


SCll "w^'ZO Si desea recibir algún número atra-
v u****** "—*IIT-- n • v c . uro* MAoriD
sado envíenos el cupón adjunto e in-
Deseo tUKhbinnC. h u í a nueva v i s o . • 1* líviif* SCHEüZO i p u l i r d d número por perlados mediatamente lo recibirá en su
renovables luiomilicimenie <k un afto ruiur>J ( d i n número*), cuyo Impone 3.600 ptas. [1) i b o n v t de
¡a u#uienie rorms:
domicilio. Elija la forma de pago que
D l t u u f « r n t : i * b a n a r i a fe IB C/C 15.730-0 d d HANCO HISPANO AMERICANO, Sucurul 0319.
más le convenga entre las que se in-
O Di. GÓIDK "Jila, 2 - 2B028-MADR1D dican en este boletín.
D POr Ulón •diurno
D Por giro postal
n r o n rflnm JI la Citmu n» A. fn

Aicntamcntt
Firmado.
N.° O S N.° 4• N.° 8• N.° 12 ü
tli \*t HBciipooiv* ftira el n t r u j r o poi correo P i ü i a r i o S.QOOJIUL y por i*íú* A.DOQ pib. p u t Üvntp* í . 0 ( 0 p a n
América y debertn i * abontdu fMtJÍMi&r chequr banetno.
N.° 1 0 N.° 5• N.° 9D N.° 13 D
(7) TAcbac ta que Bú (riDCBcU. N.° 2 D Nf 6D N.° 10 • N.° 14 D
NP 3 • Nf 7D Nf 11 B Nf 15 D
El Agotados

46 Schcrzo
ESTUDIO DISCOGRAFICO

Monteverdi: Selva Morale en disco


Aunque cada vez se está conociendo mejor la totalidad de ples, para dos coros, y de un estilo ya un tanto anticuado),
la obra del compositor de Cremona, lo cierto es que sólo úl- motetes para pequeño dispositivo vocal, etc. Todo ello con-
timamente se pueden encontrar con facilidad grabaciones de forma una maravillosa colección musical que se aparta un
obras tan importantes como su Selva Morale e Spirituate poco de la idea que generalmente tenemos de Monteverdi co-
(1640), verdadero resumen musical de sus 30 años como di- mo magistral creador de efectos instrumentales y corales ma-
rector de música en San Marcos. La Selva es una antología sivos. Recordemos que ya la tradición policoral típica en
de muy distintas formas musicales, entre las que podemos Gabrieli iba dejando paso a un estilo que se apoyaba más
encontrar desde salmos con acompañamiento instrumental en las técnicas vocales de la incipiente ópera y en el uso de
en un estilo concertado festivo a salmi spezzati (salmos sim- pequeños conjuntos de voces e instrumentos.

P ara este pequeño estudio discográ-


fico tan sólo hemos querido tener
en cuenta las tres últimas gra-
baciones de la Selva que han llegado a Es-
paña, dejando de lado la que hace tiem-
consecución de la máxima expresividad
en este repertorio, y además lo ha hecho
poniendo en juego medios técnicos que
no le andan a la zaga a los de los ingle-
ses. Las voces que utiliza son frescas, tie-
po realizase Corboz para el sello Erato nen fuerza, cantan con personalidad y
(ref.: Erato MSM 1). En nuestro caso he- sentimiento y por supuesto que con so-
mos tomado dos versiones de grupos in- brada técnica. Transmiten una emoción
gleses junto con la recién aparecida de que no encontramos en los coros de Pa-
William Chrisiie con Les Arts Florissanis. rrott, y la verdad es que tampoco en la
La diferencia fundamental entre ellas es angelical Emma Kirkby, por ejemplo. Por
el planteamiento más festivo e incisivo otro lado, Christie utiliza unos medios
que hace el americano Chrístie, que uti- instrumentales mucho más variados, con
liza S cantantes y 10 instrumentistas. El los que acentúa el colorido de las obras
conjunto inglés The Parley of Instruments y les da una mayor proximidad y vitali-
se vale de las voces de Emma Kirkby, lan dad. En definitiva, William Christie ha-
Partridge y David Thomas con un con- ce un Monteverdi diferente, mucho más
junto de también 8 instrumentistas; en la intenso, flexible y lozano, mucho más la-
versión de Andrew Parrott volvemos a en- tino, que no es poco decir. No se trata del
contrar a Kirkby y Thomas junto a Ni- Monteverdi ideal seguramente, pero por
gel Rogers como solistas, ademas del lo menos encontramos en esta interpre-
Taverner Consort (8 voces), el Taverner tación que se han cuidado de forma ex-
Choir (16 voces) y los Taverner Players tremada los detalles de expresión, factor
(7 instrumentistas). Creemos que con la fundamental para hacer esta música de
mera comparación de las piezas que se re- una forma más ajustada. Poco nos im-
piten en unos y otros discos se puede ob- porta aqui si hay un violoncello u otro ins-
tener una clara idea de por dónde dis- trumento melódico doblando el bajo
curren los caminos interpretativos de los nock, Gardiner e incluso Parrotl. Sus junto a un órgano o una teorba, o que
tres grupos. Los ingleses hacen un Mon- componentes se manejan sin problemas la voz de soprano se acompañe con arpa
teverdi muy parecido, que se caracteriza técnicos, aunque también con extrema y lira, porque son detalles muy difícilmen-
por una muy alta calidad técnica en las frialdad. Obviamente no pondremos pe- te aclara bles y que no son esenciales en
versiones, lo cual redunda en que se apre- ros a la labor de Emma Kirkby, de Par- el conjunto de la interpretación. Lo mas
cie con mucha facilidad la textura armó- tridge o de Thomas —la soprano y el bajo interesante es que descubramos, de una
nica de las obras. Parrott es un muy buen están tan maravillosamente como con vez, al Monteverdi luminoso, mediterrá-
conocedor del idioma de Monteverdi, y Panott—, pero insistimos en que la téc- neo y dramático que tantas veces hemos
lo sabe exponer con brillantez y fuerza, nica no lo es todo, y el hecho es que a ve- echado en falta.
aunque a veces resulte un tanto frío y epi- ces la perfección sin más es asfixiante, e
dérmico. En sus versiones todo suena re- incluso puede resultar no demasiado creí-
dondo y pleno, pero sus discos de música ble. Que nadie piense, sin embargo, que
italiana carecen de un último punto de ex- este disco no vale la pena. Solamente por REFERENCIAS
presividad y de intensidad dramática, que la belleza del repertorio escogido y por su
sin embargo si ha conseguido algunas ve- excelente interpretación debiera figurar en 1981: Sacred vocsl musk of Claudio Moo-
ces en directo (recordemos el concierto la discoteca de los amantes de Montever- teverdi, Emma Kirkb), lan Partrid-
que ofreció el año pasado —retransmitido ge y David Thomas & The Parle? of
di, que sabrán degustarlo en su justa pro- Instruments. Dir.: Roy Goodman y
por Radio 2— con los Intermedios Flo- porción: saboreando la maravillosa dic-
rentinos). En alguna medida le ocurre lo Peler Holman. CD Hyperion CDA
ción de Emma Kirkby, asombrándose con 6W21. Duración: 42' 55".
que a Gantiner con su Coro Montever- la exquisitez de Partridge o recreándose
di: se I rata de una agrupación con una con la voz llena y sin fisuras de David 1984: SdvM Monje e Spinlualr. E n n a
técnica envidiable, exquisita, pero que no Kirkby, Rogers Covey-Cnnup, Nigel
Thomas. Rogers, David Thomas, Tavtrnrr
siempre comunica. No obstante, el disco
de Parrott es plenamente recomendable, Coasort, Tavenrer Choir y Taveraer
puesto que en él se derrocha buen gusto, William Chrístie es un director ameri- Playen. Dtr.: Aadrew Parrotl. CD
belleza y virtuosismo, lo cual no siempre cano que desde hace muchos años está EMI CDC 7 47016 2. Duración: 62'
es fácil de encontrar. perfectamente integrado en la corriente 39".
interpretativa. No es ésta la primera vez 1917: Selva Monle. Les Arts FlorUsants;
que lleva Monteverdi al disco (ya ha gra- dir.: William Cbristk. Harmonía
bado Altrí Canti, II Bailo delle Ingrate Mundi France, HMC 1250. Dura-
The Parley of Instruments es uno más y La Sestina), y en esta nueva ocasión ob- ción: 60' 42".
de los grupos ingleses formados a la som- tiene resultados verdaderamente aprecia-
bra de los conjuntos de Hogwood, Pin- bles. Ha orientado su trabajo hacia la José Carlos Cabello Arroyo
Scherzo 47
LIBROS

LIBROS
Etban Morddeu: Elespléndido arte de la ópe- lectores presuntamente más interesados por co- académicas ejemplificantes, pero seguimos sin
ra. Javier Yergara Editor. Colccdóu La Mi- nocer la vida y obra de grandes hombres (Man. una visión musicológica de este autor e insisto
l l a y Loi Músicos. Tradnccido: LJHau Eínstein, Russíll, Lenin, Erasmo...), éntrelos en que haber evidenciado este hecho es mérito
Sekmidl. 406 paga. Boeoiw Aires, 19S5. cuates se cuentan los músicos (Verdi, Falla, Ca- del libro comentado.
sáis, Beethoven, Wagner, Bach, Mozart, Stra- De cara a una segunda edición sugiero una
«Esta es una historia concisa (de la ópera) vinslci y Mahier. Un 9 Vt que por lo normalización en las referencias bibliográficas
pero de amplio alcance destinada a los no ex- específicamente musical. Su obra es un éxito, que evite intercalar reiteradamente en el texto
pertos». De esla forma expone en el prólogo pues es una espléndida muestra de un genero y entre paréntesis la ficha completa de un li-
el crítico americano Ethan Mordden el conte- tan prestigioso en el medio anglosajón como bro. Asimismo, habría que rectificar la expli-
poco apreciado en el nuestro, con el añadido
nido y alcance de su obra. Concisión, sin em- cación médica de la enfermedad de Mahier que
aliciente de estar redactado en un castellano de
bargo, que no excluye precisión y profundidad calidad y con la amenidad que se le debe exi- contiene algunas incorrecciones que no afec-
en el tema tratado, aunque a veces los puntos gir al género de la alta divulgación. Este logro tan al argumento biográfico pero perjudican
de vista del análisis puedan resultar, ti no cho- de nuestro compañero viene precedido por su a la imagen global del libro, i Ahí, e incorpo-
cantes, si muy originales. magnifico estudio de hace tiece arios sobre las rar los textos de Pedrell.
Mordden se pregunta cual de los dos elemen- sinfonías de Shostakovitch que, pese a ser su- X. M. C.
tos que concurren en una composición operís- perior a posteriores trabajos —alguno publi-
tica (teito. música) debe prevalecer. Esta es la cado por editoriales tan prestigiosas como GIDTBBBI ComotrJ: Historie de la Música, I.
cuestión latente en toda la exposición históri- Oxford University Press— no llegó, desgracia- La música en la cultura griega y romana. Tra-
ca hecha por el estudioso desde la Camerata damente, a alcanzar la forma de libro. ducción de Rubén l'trnandez Piccardo. Ed.
Florentina y Momeverdi hasta la Evita de Web- Turnei, S. A. Madrid, 1986. 1 voi. de XVII,
ber y Rice. Para terminar la obra contestán- La simple lectura de la bibliografía —que se 104 pp.. 20 x 12,5 cm.
dose por boca de la Condesa de Cepprício de limita a ias obras especificas sobre Mahier—
Richard Strauss: ni las palabras ni la música revela el descomunal esfuerzo de síntesis que El presente volumen originalmente era la pri-
deben predominar. La buena ópera es buen hubo de realizar el autor, síntesis madurada y mera parte del primer volumen de la Sloria de-
teatro. evolucionada a lo largo de veinte anos de fas- lta música. Ignoro qué cuestiones editoriales
El Libro es de lectura amenísima por la cla- cinado estudio y microscópica audición de la invitaron a desglosar dos tomos de ese primer
ridad y sencillez de su exposición, impregnada obra y la vida de Gustav Mahier. El libro me volumen, pero es evidente que ese criterio no
de un particular sentido del humor que el autor ha encantado y lo recomiendo fervorosamen- ha beneficiado el bolsillo de los lectores.
derrocha. Una irania sutil y elegante surgida te a los lectores; seguro que compartirán con- Comotli, como historiador del teatro greco-
del conocedor fascinado por un arte que de- migo el placer de su lectura. latino, plantea la historia de la música en esas
nomina, con razón, esplendido. Ahora bien, creo que este libro ha de servir sociedades desde perspectivas un tanto diver-
Capítulos especialmente interesantes son los para que Pérez de Arteaga inicie un nuevo li- sas de lo habitual en obras semejantes a esta
Tíñales, donde se analiza la producción contem- bro ya no divulgativo sino específicamente mu- Sloria delta música; asi podría llamar la aten-
poránea, ocupándose de los últimos estrenos sicológico. Tiene a su favor haber realizado una ción la ausencia de referencias a algunas que
importantes. Con la actualidad, pues, que le admirable síntesis de lo hasta ahora escrito so- vienen siendo consideradas de referencia. Por
da el hecho de que el libro originariamente fue bre Mahier, pero la propia calidad de su sínte- otra parte, el estilo literario de Comotti, pro-
publicado en 1980. Asimismo, Mordden dedi- sis revela lo endeble de los actuales cono- líflco en puntos, hace que numerosas frases se
ca un apañado a la ópera en América que re- cimientos sobre Mahier. Dejando de lado la crí- conviertan en afirmaciones contundentes que,
sulta muy informativo para el interesado tica idealista, cuando no calificativa, que ha por otra pane, precisan de atentísima lectura,
europeo. dominado la bibliografía mahleriana y muy es- puesto que a menudo no vuelve sobre la cues-
pecíficamente la deplorable bibliografía espa- tión. Si bien es cierto que se agradece ese esti-
Consecuentemente, Ei espléndido arte de la lo a la hora de corregir errores difundidos por
ñola sobre Mahier, más atenta a la frase
ópera es de recomendable lectura, incluso, su- carpetas de discos, revistas de variedades o fo-
brillante que al análisis, lo cieno es que se vie-
perando las prudentes motivaciones del autor, lletos de secias, asi; «es necesario establecer una
ne cometiendo el error de intentar tratar a Mah-
para los expertos. premisa, válida no solamente para el periodo
ier desde su circunscripción cultural. Dema-
Ahora bien, ¿no podría haberse cuidado un siado a menudo desde aquello que él mismo di- arcaico, sino también para las épocas sucesi-
poco mis la edición? Los errores de impresión ría sobre si mismo. El propio Pérez de Artea- vas: los griegos y los romanos ignoraron com-
dificultan por momentos excesivamente la lec- ga ironiza sobre los excesos psicoanaliticos que pletamente la armonía y la polifonía; su música
tura. Algunos títulos están traducidos, a veces no omiten aciertos evidentes, algunos de ellos se expresó exclusivamente a través de la pura
innecesariamente, como muchos italianos: derivados de la característica de la teoría freu- melodía.»
otros, en alemán o ingles, no. El autor, a me- diana que funciona mucho mejor cuando su ob-
nudo, presupone unos conocimientos del lec- jeto de investigación tiene fe en la teoría que La gran virtud de este breve libro es aquella
tor que excede su categoría de «no experto». sirve para su análisis. que denota el propio titulo; La música en la
donde se imponen notas s pie de página, ausen- cultura griega y romana. Se trata de dilucidar
tes. Traducción y edición, en suma, que pare- el papel que corresponde a la música en esas
cen producidos por la prisa y el descuido, El libro de Pérez de Arteaga me ha revelado
la necesidad de ir más allá en el estudio de Mah- culturas y a qué ideologías compete introducir
estropean y obstaculizan el goce de un libro no- modificaciones en la rutina y en que consisten
table y atractivo. Lástima. ier. De leer y oír su música habiendo leido no
solamente a Freud, a Mann y a Adorno, sino esas modificaciones y tras ello explicar el por
también a Wiltgenstein, a Bloch y novelas co- qué de! nacimiento de la notación musical. Por
F.F. ello, la atención aparente a Pilágoras es me-
mo El hombre sin atribuios. Comparto con
Pérez de Arteaga la idea, tan adornista, de que nor que la proporcionada a Timoteo, en rela-
Joié LUIJ Pérez de Arteaga: Mahier. Bibliote- Mahier es un privilegiado testigo de un mun- ción directa con el divorcio entre música y
ca Sarvil dt Grandes Biografías n." 98. 203 pp. do que se desmorona y del cual, por razones musicología que analiza lúcidamente Comot-
20 x II cm. BurcdoBi, 1986. etnológicas y familiares, nunca llegó a ser en ti. En lodo caso estamos ante una historia de
su totalidad. Se trata ahora de alcanzar allí don- la música como integrante del espectáculo o,
de no alcanzaron musicólogos tan lúcidos en sí así se prefiere, una historia de la funcionali-
Este libro sobre Mahier consta de tres par- dad de la música.
tes diferenciadas. La biografía del músico (93 el análisis musical como Marc Vignal, de ha-
páginas), análisis de sus composiciones (70 pp.) cer un estudio cultural y social de Mahier pre-
vio al análisis de su lenguaje musical. Y creo De gran interés es la segunda parte del libro
y apéndice documental (31 pp.) en el que des- (Glosario y Lecturas) que ocupa exactamente
taca el comentario a la temprana recepción es- que Pérez de Arteaga está capacitado para ello
y para algo más: para el estudio de la recep- un cincuenta por ciento del mismo, incluyen-
pañola de la obra de Mahier a través de los do tablas semiológicas y transcripciones. La
escritos de Pedrell, lamentablemente no repro- ción contemporánea de la obra de Mahier que
tengo la sospecha de que ha tenido el fonogra- obra ha recibido cuidados tipográficos y el tra-
ducidos. ductor ha hecho un honesto esfuerzo ante un
ma como protagonista. Poseemos ya inteligen-
José Luis Pérez de Arteaga hizo frente al dr- tes biografías de Mahier y análisis de partituras texto ciertamente complejo.
ía fio de escribir un libro de divulgación para X. M. C.

48 Scherzo
GUIA DE SCHERZO

OPERA U: Filarmónica della ScaU.


GUIA DE SCHERZO Cario Mana Giulini. Salmo-
re Accaido. viotln. Brahnu.
BILBAO

XXXVI Temporada ót Ope-


ra di U A.B.A.O. Teatro LES PECHEURS DE PER- VIENA de Holanda. Eme» Bour. Eis- LONDRES
LES (Bizet) Mackerras. Prow- ma, Núnez, Tazakis, Marco.
se. Masterson. Martin, Con. / Rehnquisl, Tanaka, Ca-
MACBETH (Verdi) Edoardo nell. 21,14,19 de s«|Kinbre. poolse
Muller. Bruson. Zara píeri, I * Guitarra y decnonka. Fio-
Marenzi, Scandiuzzi. 3, 6 de L'ITALIANA IN ALGER1 1 de icpttiBBre: Sinfónica
(Rosjini) Claudio Abbado. íes Chaviano, guilarra. Alon- BBC. David Atherton. Bir-
lepüeabn. so. Barroso, Cruz de Castro,
SANSÓN ET DALÍ LA (Sainl- MUNICH Jean-Pierre Ponnelle. Rai- tok, Shostatovitch,
mondi, Ballsa, Pace, Ganda, Chaviano. Mestres-Quadreny 2: Sinfónica y Coro BBC. Ed-
Saéns) Alain Guingal. Diego Corbelli.
Monjo. Todisco, Toczyska, Bayerbcbe Susuoper ward Downes. Tchaikowsky,
Sioli. 9, 12 de septiembre. Borodin.
AÍDA (Verdi) Armando Gal- FIDELIO (Beethoven) Hanns- SAN SEBASTIAN 3: Filarmónica Israel. Zubin
lo. Diego Monje. Dimiirova, Marlin Schneidl. Behiens, Mehia. Bruckner. Octava,
Cossotlo. Martinucci, Cassis, Coldberg. II, 1S de Mp- FESTIVALES XLVm Q u l » ™ Muteal Do- i: Sinfónica de Londres. Mi-
Vinco, Pascual. 15, lídcsep- mntUrn chael Tilsson Thomai. Mo-
DON CARLO (Veidi) Shurai- zart. Stravinsky, Tchai-
ALICANTE kowsky.
ERNANl (Vndi) Edoardo til, Schenk. Tioilskaya. Ba- 1 it sepbenbre: City of Lon-
Muller. Giusseptx de Tomasi. glioni 19, 13, Zl de Mp- •U Fotltal lalenadmial de don Sinfonía. Richard Hk- 5: Sinfónica BBC. David At-
Todisco, Zampien, Mjlnts, liembre. Marte* Coa temporánea kox. M. Collini, dBrinele. herton. Blomdhal, Elgar, Si-
Martinovitch. 21, 14 dt sep. FALSTAFF (Verdi) Boder. Brillen. Purcell, Fina, Elgar, belius.
tfaaibre. Slrehler. Coburn, Blui, Fass- 6, 7: Sinfónica de la ciudad de
13 de ttptkmbrr: Orquesta Walton.
UN BALLOIN MASCHERA baender, Poní. Ahníj6. 10, Nacional. Maximiano Valdís. 2: City of London Sinfonía.
Birmmgham. Simón Raitle.
(Verdi) Armando Callo. Darío 14, 27 de MpHembre. Lairaurí, Debuuy. Chaynes, Richard Hickox. Ricardo Re-
Takemitsu, Moiart. Mahler. /
Dalla Corte. Cassis, Casolla, SALOME (R. Stiauss) Tate, Ravel. quejo, piano. J.C. Bach, Oershwin, Canidoube, Shoi-
Arthipova, Peters. 27, 30 de Everding. Fassbaender, Beh- 14: Orquesia Nacional. Víctor Mozart.
[akovitch. Niclsen, Sibdius,
•esliembre. rens, Calm, Paskuda. 11, 29 Prokofiev.
ót teptfembn. Pablo Pérez. José Ortl, trom- 3: Grace Bumbry, soprano; I: Orquesta Filarmónica Real.
peta. Sardi, Pneto, E. Hatf- Jonalhan Morris, piano. Co- Andrí Previn. Walton, Ravel.
fter. Falla. pland, Cershwin, espirituales
V: Sinfónica BBC. Günter
LONDRES 15: Grupo Nacional de Meta- negros. Wand. Straviiuky, Schubert.
PARÍS les. María José Sánchez, so- 10: Filarmónica de Viena.
Rojal Opera Hoiue Cotral prano. Ptris, Lefebvre, Viano, Leonard Bersiein. Mozart,
Carden SdaFanrt Moreno Buendia. CREMONA Mahler.
15,16: Ensemble Allenunce.
TANNHAUSER (Wagner) ÍL TR1TTICO (Puccini) Pan- Luca Pfaff. De Pablo, Gorli, V FeMival dt Cremon» 11: Filarmónica de Viena.
Schneider, Moshinsky. Kollo, ni. Marlinoly. Lafont, Barto- Donatoni, Boucourechlicv. Claudio Abbado. Slravinsky,
Toczyska, Kilchen, Howell. litii, Mitchell. Bacquicr, La Xenakis. / Bon, Duran-Lo- 1 de Mptlembn: Orquesta de Beethoven.
11, 16. 21. 14, 29 dt «p- Scola. 1S de Mptiembrc. riga, Dao, Scelsi. Cámara de Padua. Hcnryk 12: La última noche de loi
tteabre. 16: Cuarteto Arcana. Bernao- Szeryng, «olisU y director. Promi. Sinfónica y Coro
la, OÜver, Barce, De Pablo. Mozart. BBC. Mark Eider. Wallon.
FALSTAFF(Verdi>Tale.Ey- Liszt, Bcrnstcin, Smetana,
re. Wisell, MOMS, Cotrubas, SAN FRANCISCO 17: Francisco Martin, Elisa 4: Cuantío Emerson. Haydn,
lbáfie?. piano. Straninsky. Shoslakovitch, Beethoven. Tchaikowsky, Arnold, Elgar,
Fassbaender, Summers. 17. Wood, Ame. Parry-Elgar.
1*, 22. 15. 2*. 30 de »ep- S u Fruciico O p m Nachíra, Espía. 13: Krerner, Kashkashian, Vo
(tambre. 17, It: London Sinfonietta. Vo Ma. Beethoven, Schnittke,
LA BOHEME (Puccini) Pata- Diego Masson. Gerhard. Moiart.
IL BARHIERE DI SIV1GLIA ManlnLladó. García Román. II: Orquesta Internacional de
ni, Coplcy. Coni, Lima, Fre- (Roisini) Alberto Zedda. Giu- / Abrahamsen, Matthews, Lu- Italia. Salvatore Aceardo. An-
DÍ. Tokody. 1», 13, 16 de seppe di Toma». NiKd, Ment- loslawski. Henze. L1NZ
•epUembre. «r. Power, Ghiarrov. 11,16, IS; Gtupo Barcelona 216. Er- ne Sophie Mutter, vio Un.
ID. 14, 26, 29 de stplkmbre. nesl Martinez Izquierdo. Lla- Beethoven. FCSÜTII Inlcroadonal Bnck-
Eagüsk Naüonal Opera SALOME (R. Slrauss) John nas, García Demntres, Nuix, 22: Encuentro de solistas: Bat-
Priichaid. Nikíriaus Lehnhoff. Manlne? Izquierdo. jer, Gazeau, Ghedin, Filippi-
SALOME (R. Slrauss) Eider. Jones, Dernesch, King, Dcv- 19: Música Electrónica Sueca. ni. Bruno Canino, piano. 13,14, IS de •epUJcnbre: Sin-
Herz. Barstow, Kale. Palmer. lin. Bender. 12. 15, II. 13, 21 Lindgren, Jobnson, Bodin. Dvorak. Mendclssohn. fónica de Londres. Vladimir
Bailey. Barham. I, 5, 9. 16. de leptleinbre. Zwedberg, Hanson. Blom- 14: Homenaje a Slradivari: so- Ashkenszy.
19.12, 25 de Kplknbn. DIE ZAUBERFLUTE (Mo- quist. listas citados. Canino, clave. 20: Coro de Cámara de Stutt-
PACIFIC OVERTURES lart) Friedemann Layei. John Director: Aceardo. Vivaldi. gart. Orquesta Bruckner de
(Sondheim) Holmes. Warner. Cox. Csaviek, Serra, Araúa. 19: Taller de Música Munda- 26: Cho Liang Lin, violln; Pe- Linz. Frieder Bemius.
Angas, Byles, Christie, Com- Malis, Langan. Parrish, Sie- na. Llorenc Barber. Concier- [er Petlinger, piano. Beetho- 27: Filarmónica de Munich.
boy.3,4,*, 10,11,12.15,17, »art. 1», 22, 15. 30 de «p- lo para papel. ven, Gríeg. Bach, Mozart- Sergiu Celibidache. Octava de
1S, 23, 16, 30 de lepücmbre. Iknbn. 19, 26; Orquesta de la Radio Kreiskr, Saraiate. BruckDcr.

* precios interesantes
c
Gscuelü de Ihmá • inscríbase hoy mismo
: llámenos.'
SOTO MESA J
2478583/2482927
Costanilla de Santiago, 2
San fe/Jpe ríerí. 4.
13 años de experiencia nos avalan 28013 MADRID

Scherzo 49
GUIA DE SCHERZO

LUCERNA STRASBOURG 17, 19: Christoph von Doh- 6: English Nonhem Philhar- tra. Edmon Colomer. Ema-
nanyi. Beethovcn, Trojahn, monia. Elgar Howatth. Stra- nuel Ax, piano. José Luís
Senaui de Festival de Slnslwarg Dvorak. vínsky, Ivés, Machaut-Birt- García Asensio, violin. Mo-
Lucerai wistle. zart, Beethoven, Vivaldi.
I I de npifembre: Filarmónica • I . 12,13: Músicaelecirúnica 6: Sinfónica de Londres. Ri-
1 de septiembre: Filarmónica de Sirasbourg. Betio. Schoen- HOUSTON y obras para instrumentos y chard Hickox. Berlioi. Ravel,
de Berlín. Herbert von Ka- berg. cinla. London Sinfonielta- Ar- Mozan, Beethoven.
rajan. S i i f ó n l o de Houston turo Tamayo. Smalley, Strop- 11: Roya] Philharmonic. An-
20: Orquesta y Coro de la Ra- dréPrevin. Berlioz. Debussy,
1: Orquesta de Cámara Orfeo. dio de Holanda. Kagel. pa, Subotnick. Montague. /
Shostakovitch.
Alicia de Larrocha, piano. 23, 24: Sinfonietla de Picardie. 6. 7, í de Kpfembre: Sergiu Harvey / Murail, Stockhau-
3, 4: Filarmónica de Viena. Weslbrooí- / Caussin. Hill- Comissiona. Horacio Gulie- sen, Torke. 19, 2Í, 24: London Sympho-
Leonaid Bernstein. borg, Devillers. rrez, piano. Williams, Schu- 15: Cuarteto Alban Berg. ny. Lorin Maaze!. Beethoven,
5. 6r Orquesta de Filadelfia. 25: Grupo Circulo de Madrid. mann. Brahms. Beethoven. Beig. Cuarta y Novena. / Mahlcr,
Rictardo Muli. Turina, Garrido, A n a l , Mar- 13,14.15: Sergiu Comissiona. 16: AcademyOf Si. Martin ln Segunda. / Mahler, Quima.
Ensemble Interconiemporain. co, López. RouSe, Bach, Bsrher, Liszt, The Fields. lona Brown. Bach. 29: English Chamber Orches-
Pel« Eirtvós. Banok. Haydn, Strawinsky, Moíari. tra. Alexander Gibson. Mo-
26: Musicus Concenlus. Berío. zart. Haydn.
Cuando Emerson. 27: Filarmónica de Siras- 26,27, 2t: Sergiu Comissiona. 17: London Philharmonic.
7: Friedrich Gulda, piano. bourg. Kagel. llana Vered. piano. Harbison. Georg Solri. Alfred Brendel,
I , »: Orquesta de París. Daniel 29: Percusionistas de Stras- Mendelssohn, Gershivin, Bee- piano. Brahms, Tchaikowsky.
Barenboim. thoven. 20: London Philharmonic.
bourg. Kopelent, Seroclti, Nu- Wigmore Hall
oes. Toa. 29: Sergiu Comissiona. lliJiak Bernard Haiiink. Mitsuko
Periman. violln. Harbison. Uchida. piano. Schumann. 12-20 de séptica bre: Festival
Hovhaness. Ravel. Beethoven. Shostakovitch. Haydn. Cuarteto Lindiay,
22: Tamas Vasar y. piano, di-
rector. Peterborough String Cuarteto Salomón. Cuarteto
LYON - LA COTE ST. Orchestra. Haydn, Mozart, Mistry, Cuarteto Hanson,
ANDRE CONCIERTOS LONDRES Larsson. Cuaneto Coull.
Tbc South Banli Ctatn 24: London Philharmonic.
Fntlvil Berlloi BERLÍN Klauí Tennstedt. Mauríric) Po-
19 de stplleimbrt: Orquesta y 3 de tepüembn: Lontton Sin- llini. piano. Webern, Beetho- MUNICH
Filarmónica de Bcrlfn
Coros regionales de Rhfine- fonietta. Tavemer Choir. An- ven, Brahms.
Alpes. MarcTardue. Sinfonía 5, 6 de septiembre: Claudio drew Parrott. Machaul-Payne, Filarmónica de Munich
fúnebre y triunfal, Raurradi, Abbado. Shlomo Mintz. vio- Macttaut, Xenakis, Stra-
Gloria a Dido. La Marsellesa. lln. Brahrni, Hindemith, vinsky. Barbián Ccntn 12, 13 de septiembre: Sergiu
22: Teresa Bergania. Juan An- Strauas. 4: London Sinfonielta. Diego CelibiSache. Dukas, Hinde-
tonio Alvarez Parejo. Noches Masson. Dudley, Machaut- 2 de septiembre: Israel Phil- mith, Dvorak.
9, 10: Cario María Giulini. Birtwistle, Monleverdi, Kagel, harmonic Orcheslra. Zubin 14: Sergiu Celibidacbe. Bruck-
de verano, Melodías. Hendricks, Mülíer-Molinari,
25: Coro y Orquesta Nacional Berio. Mehta. Shlomo Mintz, violin. nef. Ocla va.
Lewis, Lavender, Schmidl.
de Lyon. Alain Lombaid. Sin- Schuben. 5: Hilhard Ensemble. Ockeg- Brahms, Mahler. 30: Erich Leinsdorf. Mahler,
fonía Fantdslica, Lelio. hem. Missa Protationem. 3: English Chamber Orches- Séptima.
13. 14: Wolfgang Sawallisch.
25,17.30: Coro del Festival de Laki, Shirai, Seiffen. Koote-
Edimburgo. Orquesta de la ring. Schumann, Mendel-
Opera de Lyon. John Elioi ssohn.
Gardiner. Von Otter, Monta-
17: Hans Zínder. Fischer Dies-
gue. Curtís. La condenación
de Fausto. {Versión de con-
cieno).
kau, Resa. Yun, Hindemith.
19, 20: Símyon Bychjkov.
Druno Leoftardo GeJber, pia-
AILANTO:
no. Rachmaninov. Prokofiev.
19. 13. 26, » : Pro Música
Choros. Orquesta Nacional de 26, 27: Herben von Karajan. CAMISETAS BIEN TEMPERADAS
Lyon. Serge Bando. Leiser, Cuberli. Grundheber. Brtüuns,
Ratz. Borg, Dupuy. Lakcs. Réquiem Alemán.
Zakai. Los ¡royanos (esceni- FABRICAMOS CAMISETAS (T-SH1RTS) y
Ficada). JERSEYS (SWEAT-SH1RTS) CON LAS FIRMAS
Sinfonía de l i R»d!o d« Berlín AUTENTICAS DE LOS MAS GRANDES MAESTROS DEL
SIGLO XVÜI GRABADAS EN EL PECHO.
I. 2 de septiembre: Riccardo
Chailly. Varady. Blegen. Vo- 3 Modelos: JOHANN SEBASTIAN BACH, WOLFGANG AMA
gel, Schreckenbach. Fischer- DEUS MOZART y GEORGE FRIDERIC HANDEL
MONTREUX-VEVEV Dieskau, Riegel. Holl. Gje-
vang. Mahler, Octava. 2 Tipos: CAMISETAS (T SMRTS) v JERSEYS (SWEAT-SHÍRTS)
XLII Ftjtlvtl de 12,13: Riccardo Chailly. Tro-
jahn. Haydn, Zemlinsky. 3 Talla* MEDIANA, GRANDE y SUPERGRANDE
3 de ttpliembre: Cuarteto 20, 21: Riccardo Chailly. 9 Colore*: BLANCO, NEGRO, GRIS, ROJO, AZUL MARINO,
Emerson. Mendelssohn, Bar- Brahms, Schoenberg.
[ok. Beeihoven. 27: Gerd Albrecht, Von Bose,
VERDE, ROSA. AMARILLO. NARANJA.
4: Sinfónica de Praga. Jin Be- Reimwin, Schumann.
lohla»ec. Henryk Saring. vio- Los intérpretes más destacados han dicho:
lin. Tchaikowsky. Dvorak.
T: Ofífucsta de Cámara Orfeo. Christopher Hogwood: "Son absolutamente maravillo-
Alicia de Larrocha, piano. CINCINNATI
Brahms, Haydn, Mozarl, sas; los colores son preciosos".
Slravinsky. Slnfdoka de Cincianati Scott Ross: "Me encantan. Son sorprendentes. Usaré
9: Homenaje a Rubinstdn:
Alicia de Larrocha, piano. IR. 19 de MpUembn: Jorge una en el próximo concierto".
Schumann. Mompou. Falla. Mester. Elmar Oliveira. violin. Wilbert Hazelzet: "¡Qué bonitas!, no había visto nunca
Granados, Albenil. Dvorak.
25, 26: Erich Bergel. John una camiseta más apropiada..."
10: Cuaneto Mosaicos. Scott
Ross, clave. Scarlaiti. Bocche- Browning, piano. Messiaen,
nni, Soler. Haydn.
15: Collegium Musicum Zü-
Ravel. Mussorsgky. PRECIOS
rich. Paul Sacher. Anne-So-
CLEVELAND
Camisetas: 1.100 pta. - — Jerseys: 1.700 pta.
phie Mutter, violin. Bach,
Mozan. (CORREO CONTRA REEMBOLSO)
25: Orquesta de la Suisse Ro- Orquesta de Cleveland
mande. Annin Jordán. ELisa- C/ Bretón de los Herreros, 24 - 6 o E, 28003-MADRJD (ESPAÑA)
beth Leonskaia, piano. Wag- 10. 11. 12 de scpUcnbre: Tel.: (91) 441 63 38
ner. Lisa, Shoslakovitch. Christoph von Dohnanyi.
28: Claudio Arrau. piano. Mendelssohn, Dvorak. Bar INDICA!? CLARAMEOTE MODELO. TIPO, T A U A V COLOR
Beelhoven, Liszt, Schumann. lok.

50 Scherzo
María Callas
el canto como expresión

P ero —quizá se pregunten muchos de ustedes— ¿es que a estas alturas cabe decir
todavía algo de la Callas?». Pues si'. Cabe decir bastante e incluso nuevo. Por-
que la figura de la eximia cantante —mejor: artista— griega continúa produ-
ciendo no sólo nostalgias, sino también, y esto es lo mas importante, acercamientos y com-
prensiones hacia la parcela por ella cultivada, estudios de sus documentos discográfricos y
cinematográficos; y agradecimientos. María Callas, voz múltiple, única, irregular, un caso
aparte. Un fenómeno digno de examen, un ejemplo para muchos cantantes, herederos de
un estilo inimitable. María Callas, exhumadora, revalorizadora, creadora. Intérprete singu-
larísima que no llegó a forjar escuela. Timbre peculiar, fraseo que unía la música y el senti-
miento, expresividad lacerante, casi enfermiza. Cuando la voz, tras diez años de duro ejercicio,
con el corazón por bandera, comenzó a agostarse, subsistió la polémica, la gran artista, la
gran trágica. Ella nos reveló mundos nuevos que existían en músicas viejas, nos hizo com-
prender la verdad profunda de personajes hasta entonces sólo marionetas de cartón piedra.
Su enorme corazón dejó de latir, cuando ya la gloria era un lejano recuerdo y cuando la
soledad era, como en el fondo siempre había sido, su perenne compañera, ahora hace diez
años: el 16 de septiembre de 1977.
En las páginas siguientes encontrará el lector una breve pero certera selección de trabajos
en los que la personalidad artística de la cantante creemos que queda suficientemente refle-
jada. Desde el mito a la realidad vocal y a su fructífero contacto con ¡as criaturas operísticas
que le dieron fama ~y a las que ella contribuyó en algún caso a difundir y a dar a conocer—.
Una completísima discografía, totalmente puesta al día, y una escogida relación de opinio-
nes de famosos en torno a la diva que hoy, con todo cariño, recordamos, completan el dosier.
Scherzo 51
María Callas,
una voz irrepetible
A los diez años de su muerte, María Callas, sigue siendo una figura muy popular
pero mal conocida. La continua reedición de sus registros fonográficos, potenciada
ahora por el disco compacto, y la publicación de numerosos libros sobre su vida y
su actividad artística, no han logrado aclarar cienos aspectos de éstas en que la le-
yenda —la falsa leyenda creada a partir de su retirada de los escenarios en ¡965—
se ha superpuesto o desplazado a la realidad. El hombre de la calle recuerda especial-
mente su relación con Onassis, sus (presuntos) escándalos; pero apenas conoce su
voz, su técnica y su arte, preservados en numerosos discos. Esos, y no otros, son los
factores responsables de supervivencia en el tiempo que, a diferencia de las grandes
cantantes del pasado, será duradera, gracias precisamente a su legado fonográfico.

1. EJ repertorio

E l principal enigma de María Callas era su voz. ¿En


qué categoría entraba? Sin duda en el grupo de so-
prano pero, dentro de él, resultaba difícil de clasi-
ficar. Para lograrlo, nada mejor que acudir al estudio de
su repertorio. Es sabido que la carrera de la Callas comen-
de Rossini, Lucía, Gilda y Lady Macbeth. Todo ello sin
olvidar enteramente el repertorio más dramático, como
Gioconda o Tosca que, sin embargo, empieza a perder pre-
ponderancia.
Durante 1953, ia actividad de la Callas gravita sobre Vio-
zó con una Gioconda en la Arena de Verana en 1947, a letta, Lucía, Leonora de Trovador y Norma, con ocasio-
la que siguieron en 1948 Tristón e Isolda, Turando!, Lafor- nales Aida —en Londres y Verana— y un nuevo y arduo
za del destino, Aida, Norma y La valkiria. Si considera- papel, escrito en el período belcantista, pero indudable-
mos, además, que en sus años de estudiante en Atenas, mente, dramático: Medea, de Cherubini. A partir de en-
entre 1938 y 1945, actuó en Cava/lena, Tosca y Fidelio, tonces, en su carrera predominará el repertorio clásico y
debemos concluir que su voz tuvo, en origen, un notable de agilidad de finales del siglo XVIII y primera mitad del
metal que movió, a quienes la escuchaban —y a la propia XIX sobre el dramático que, con iodo, nunca será margi-
interesada— a clasificarla como soprano dramática. nado. Así, en 1954 Callas canta Lucia, Norma y Traviata,
Tullio Serafín, músico de vastísima experiencia teatral, e incorpora a su repertorio A/ceste de Gluck, Don Cario,
creador de la gran Rosa Ponselle y conocedor de los se- Mefistofele y La vestale. Pero su último concierto de ese
cretos de la voz, fue quien dirigió a María en la mencio- año, dado el 27 de diciembre para la firma Martini-Rossi,
nada Gioconda veronesa y quien, a lo largo de 1948, la es orientativo respecto de sus preferencias: junto al aria
acompañó en Tristón, Aida, Norma y, a comienzos de de Louise figuran las de Rapto, Dinorah y Lakmé, reper-
1949, en Venecia, como Brunilda en Valkiria. Por azar, la torio de agilidad con tesituras agudísimas.
escuchó cantar la escena de locura de Elvira en Los puri- En 1955 la Callas aborda nuevos títulos: Sonámbula,
tanos, que la Callas había aprendido en Grecia, anos atrás, Butterfly y Andrea Chénier. Pero los más habituales si-
con su maestra la Hidalgo; e inmediatamente adivinó sus guen siendo Traviata, Lucia, Puritanos y Norma, sin ol-
inmensas posibilidades para el bel canto. Sin dilación, se vidar Medea, Trovador o Turco en Italia. En 1956 son
comprometió a enseñarle personalmente, con toda rapi- novedad Barbero y Fedora en La Scala, que Callas no vol-
dez, el papel de Elvira para que pudiese sustituir a Marg- verá a cantar más; y en 1957 lo son Bailo in Maschera,
herita Carasio, enferma. El resonante triunfo de la Callas l/igenia en Táuride y Anna Bolena, Lucía, Tosca y Me-
confirmó esas posibilidades ya entrevistas en sus prime- dea, además de un nuevo papel, el de Imogene en El Pira-
ras Norma. Y aunque durante 1949 y 1950 siguen siendo ta. A partir de esie año los recitales son cada vez más
predominantes los papeles antes citados, más los de frecuentes a expensas de sus apariciones teatrales. Así en
Kundry y Tosca, aparecen ya en repertorio el primer Ver- 1959 canta sólo once funciones de ópera: dos de Lucía,
di (Nabucco, Trovador) y, al final de 1950, Rossini: Fiori- dos de El pirata, y siete de Medea. Roto su matrimonio
lla de El turco en Italia. En 1951 ofrece 14 funciones del con Meneghini —que dio a su carrera el orden y la estabili-
que será uno de sus grandes personajes, el de Violetta Va- dad imprescindibles— y establecida su relación con Onas-
léry en Traviala. Además, Elena en Las vísperas sicilianas, sis, en 1960 María Callas no actúa en público hasta el 24
Eurídice en el Orfeo de Haydn y, otra vez, Elvira en Puri- de agosto (Norma, en la Arena de Epidauro) y todavía su
tanos. En el año siguiente, 1952, sobre los títulos ya habi- actividad hasta el final de año se reduce a su nueva gra-
tuales como Puritanos, Norma o Traviala, aparecen nuevos bación de esta ópera y a Poliuto, con que abre la tempo-
papeles de agilidad: la Constanza mozartiana, la Armida rada de La Scala por Ultima vez. Medea es el único título
52 Scherzo
que canta en 1961, y sus actuaciones, casi inte-
rrumpidas durante 1962 y 1963 —salvo escasos
recitales— se reanudan en 1964 y 1965 con sólo
dos obras: Norma y Tosca. Y a partir de ahí, y
hasta el año de su muerte, 1977, silencio. En él
debemos dejar los penosos recitales que entre
1973 y 1974 ofreció junto a Giuseppe di Stefano.
Asi pues, en el período más importante de su
carrera (1947-1960), María Callas osciló conti-
nuamente entre los géneros dramático, lírico y
de agilidad. Aunque la propia artista habría de
manifestar años más tarde que «el belcanto es
la salud de la voz», durante esa época hizo caso
omiso de tal consideración. De todo ello cabe de-
ducir que la Callas poseyó una voz análoga a las
que en el siglo XIX se llamaron soprano sfoga-
lo o drammatico d'agilitá: instrumento en ori-
gen muy timbrado, casi dramático, al que una
excepcional escuela de canto —la de Elvira de
Hidalgo, heredera de la mejor tradición del si-
glo XIX— le otorgó la posibilidad de moverse
a lo largo y ancho de casi todos los autores y es-
tilos operísticos del siglo actual y del pasado, de
Bellini a Verdi y el verismo, pasando por los mú-
sicos franceses y Wagner. Se ha señalado a me-
nudo que la irrupción de María Callas en escena
asestó un golpe mortal al tipo de soprano ligera
tan en boga en la primera mitad de nuestro si-
glo. España aportó a esta tipología vocal los
nombres ilustres de Barrientos, Galvany, Pareto
o la provia Elvira de Hidalgo, mientras en Italia
y en América fueron bien conocidas, además, Te-
trazzini, Galli-Curci, dal Monte o Lily Pons. To-
das ellas triunfaron como Violetta, Gilda, Lucía,
Amina o Rosina, personajes cuya verdadera na-
turaleza dramática quedaba casi siempre falsea-
da por esas voces ligeras, al desplazar indebida-
mente su escritura belcantista y de agilidad al te-
rreno de la pura pirotécnica vocal, ejecutada con
un timbre blanquecino, desprovisto de color. La
Callas demostró que esas agilidades sólo cobran
todo su sentido, su razón de ser, al ejecutarse con
una voz vigorosa, brillante y bien timbrada, sea
oscura,como en su caso, o clara, como las de
Sutherland o Scotto, unas de las muchas descen-
dientes áe la soprano greco-americana. Pero no es
menos cierto que Callas ayudó a erradicarel tipode soprano cal de María Callas nunca fueron especialmente favora-
dramática de escuela verista, tan abundante a partir de los bles. Así Rodolfo Celletti la definió como una voz de
años veinte que, por ejemplo, ejecutaba Trovador o Nor- volumen normal, ni grandeni pequeña, siempre suficien-
ma sin flexibilidad vocal alguna, ni capacidad para el te para el personaje inierpretado, pero con «un sonido más
matiz. bien feo: descarnado, con un toque de aridez y sequedad,
En suma, Callas demostró que el repertorio de agilidad, carente de terciopelo y esmalte. En compensación, el tim-
sea el di grazia (Sonámbula) o el diforza (Norma, el pri- bre era mordiente, penetrante, personalísimo, de lo quetie-
mer Verdi, Donizetti) puede y debe ser ejecutado con una rivaba buena parte de su fascinante atractivo». Para Walter
voz penetrante y timbrada; que el dramático (Medea, Gio- Legge «el sonido parecía producirse dentro de una bote-
conda, Turandot) precisa de los matices que puede confe- lla, probablemente a causa de la extraordinaria formación
rirle una voz educada en el belcanto; y que aún las óperas de su paladar superior, en forma de arco gótico, no ro-
veristas (Tosca, Andrea Chenier, Fedora) pueden alcan- mánico como el de una boca normal». La propia artista
zar dimensión insospechada si se cantan con gusto. En este lo reconocía indirectamente: «Sé que para transmitir el
último género, la habilidad de Callas para las frases de efecto dramático a la audiencia y a mí misma he de pro-
conversación, u'picas de Puccini, compensaba sobrada- ducir sonidos que no son bellos. Pero no importa que re-
mente de la falta de sensualidad en la voz. sulten feos mientras sean auténticos». Estudiemos más de
cerca las peculiaridades de esa voz.
2. La voz La tesitura de soprano de María Callas se extendía más
allá de las dos octavas. En sus mejores tiempos podía emi-
Las opiniones de los críticos sobre la materia prima vo- tir con seguridad el mi sobreagudo (mi 5) e incluso el fa,
Scherzo 53
DOSIER

como en Armida de Rossíni. Por abajo, alcanzaba el la se, en un admirable proceso de adaptación al personaje
bemol grave en la segunda octava. Un ejemplo de esta ex- cantado. María era capaz de aniñar la voz para idealizar
tensión lo encontramos en su memorable recital Lírico y a Amina, Butterfly o Gilda; o la reducía apenas a un há-
coloralura que en 1954 grabó con la Orquesta Filarmonía lito en la locura de Lucía o en los últimos Actos de Tra-
y Tulüo Serafín: en el Bolero de Las vísperas sicilianas, viata o Ana Bolena; pero también podía ser la acerada
la voz va del la 2 al mi 5, y en la Cavatina del Barbero se Medea; la siniestra Lady Macbeth, de voz oscura; la ven-
toca el sol sostenido grave. Pero es bien sabido que este gativa Abigaíl o la imponente Gioconda. En esta cuali-
tipo de voces pierden en calidad y uniformidad de timbre dad, la Callas sólo ha tenido un precedente en nuestro
lo que ganan en extensión. El reproche ya se le formuló siglo, Feodor Chaliapin, y ninguna continuadora. La fu-
a la Pasta, a la Malibrán, a Jenny Lind y a otras grandes sión de este timbre proteico con una presencia escénica sen-
del pasado. La Callas acusaba los pasos de registro, espe- sacional, hicieron de las creaciones teatrales de la Callas
cialmente el inferior, situado en (orno al fa o sol 3. Por algo único, de lo que, desgraciadamente, apenas dan idea
debajo de esas notas no dudaba en reforzar el sonido re- los no muy numerosos videos existentes.
curriendo a inflexiones de pecho, idóneas para los fines
expresivos de la cantante (escúchese, por ejemplo, el final
de su Suicidio en la grabación de Gioconda, realizada en 3. La técnica
1952) pero muy peligrosas para la estabilidad vocal, ade-
más de ser estéticamente discutibles. En el centro, y hasta Separar voz y técnica, es decir, deslindar entre los do-
el si bemol agudo, la voz se emitía canónicamente, de modo nes naturales de un cantante y lo que'éste ha adquirido
clásico, buscando la resonancia en la máscara (senos fron- con estudio y esfuerzo es, por lo menos, arbitrario. No obs-
tales y paranasales), pero ello no eliminaba una cierta gu- tante, para un análisis detallado resulta útil, por lo que
turalidad y la sonoridad carecía de la belleza intrínseca es práctica habitual que aquí adoptamos.
de Tebaldi o Leontyne Price. El registro sobreagudo era Durante los años 1939-1945 de formación de María Ca-
extenso, muy vibrante y timbrado, rico en squillo, pero a llas, su maestra Elvira de Hidalgo trabajó intensamente
veces podía resultar agrio o. inestable, afectado de trémo- sobre el material de partida de la joven que, con seguri-
lo. Buena parte de estos defectos o irregularidades se es- dad, no era bello pero sí importante. La Hidalgo, herede-
fumaban como por arte de magia cuando la Callas ra de la gran escuela vocal del siglo pasado, sabía que una
renunciaba a la emisión de fuerza en favor de una más voz bien timbrada y dramática como la de su discípula,
suave o aflautada que se puede apreciar, por ejemplo, en hay que flexibi liza ría entrenándola en un repertorio más
sus grabaciones de La Sonámbula de Bellini, especialmente ligero que el que en teoría le corresponde; idealmente, el
en la dirigida por Bernstein en La Scala. más pesado nunca se debiera abordar antes de los treinta
Pero lo más notable del timbre de la Callas era su capa- años. Por su parte, la propia Callas estaba ansiosa por do-
cidad para adquirir diferentes colores y metamorfosear- minar su pasta vocal rebelde, aceitosa, según ella misma

Lucia di Lammermoor. Scala 1952 Macbeth. Scala 1952

54 Scherzo
la definió años después. La buena dirección de la Hidal- separadas por aspiraciones o baches intercaladas. En cual-
go y el tesón de su discípula, primera en llegar a diarid quiera de los registros de su buena época (1949 a 1959)
al Conservatorio de Atenas y última en marcharse, hicie- pueden verificarse todos los puntos antedichos, que reve-
ron el resto: terminada su formación, el mecanismo de la lan un asombroso dominio, sea del canto llano, sin orna-
Callas apenas tuvo nada que envidiar —antes al mentación, como del adornado. Además del citado Bolero
contrario— al de muchas sopranos ligeras. Años después, de Las vísperas sicilianas, destaquemos las arias de Lak-
Tullio Serafín encontraría el terreno abonado para hacer mé y Dinorah —terreno reservado a voces ultraligeras—
su trabajo. y las grabaciones completas de Armida o Norma: si aque-
¿Cómo podemos hoy día valorar la técnica de la Ca- llas son muestra de su agilidad di grazia, éstas lo son de
llas? Una de las medidas más fiables de la correcta im- la agilité diforza. Y mencionemos aún, como paradigma
postación vocal es la llamada messa di voce, que consiste de lo que es el canto puro, dos bellísimas cantinelas de Be-
en la capacidad de atacar una nota cualquiera a volumen Ilini: Casta diva, de Norma y Rendetemi la speme, de Pu-
reducido, aumentar su intensidad hasta e\ forte y recoger- ritanos, que Callas llenaba con una expresión intensa,
la de nuevo al piano. La grabación de La Gioconda efec- incomparable emotiva.
tuada en 1952 para Cetra prueba cómo Callas era capaz El estudio consciente y bien guiado también proporcionó
de realizar esto sobre un si bemol agudo: escúchese su breve a María Callas una perfecta cuadratura (exactitud rítmi-
frase Enzo adóralo, come t'amo! situada hacia la mitad ca, afinación) que le permitía un pleno entendimiento con
del primer Acto. Mediante el sólido apoyo de la columna el director, pese a que era incapaz de ver la batuta a causa
de aire en el diafragma y la proyección del sonido hacia de su miopía. Su instinto musical, que admiró a todo un
la máscara el artista está en condiciones técnicas de can- Víctor de Sabata, era una de las razones del magnetismo
tar con corrección; es decir, podrá atacar las notas afina- de la Callas; por ello sus grabaciones no han envejecido,
damente, regular su volumen a voluntad y ligar unos no acusan el paso del tiempo. El expresivo fraseo que las
sonidos con otros. Luego, un adecuado ejercicio sobre esa caracteriza se basa en una perfecta observancia de la par-
base, debe dotar al cantante de flexibilidad para la ejecu- titura y, al tiempo, en la capacidad de alterar inpercepti-
ción de todo tipo de mordentes, trinos, melismas y agili- blemente lo escrito mediante sutiles juegos con el ritmo
dades en ligado o staccato, ascendentes o descendentes, y el rubato, con modificaciones levísimas del volumen den-
a pleno volumen (agilita diforza) o reducido (di grazia/. tro de una frase o de una palabra, que adquieren así súbi-
Todo este bagaje técnico que la Callas aprendió con la tos contrastes; mediante, en fin, un peculiarísimo —y acaso
Hidalgo era imprescindible para el repertorio que cantó no ortodoxo, pero fascinante— uso del portamento.
a lo largo de su carrera. En este orden de cosas, fueron Walter Legge, que fue productor de los grandes regis-
especialmente destacables sus escalas cromáticas descen- tros de la Callas, señaló otra baza importantísima de la
dentes, que alguien comparó con acierto a una ristra de soprano, requisito indispensable para una carrera interna-
perlas iguales, unidas por ese hilo que es el legato, y no cional: la posesión de un timbre penetrante, personal, in-

Gioconda. Scata 1952/FOTOS: PICCAGLIANl (EMl) / Purilani, 1952/FOTO: EM1


Scherzo 55
DOSIER

confundible. María Callas lo tenia en origen, pero su pacidad escénica, como sabemos. También fue decisivo que
formación técnica y su musicalidad contribuyeron a ha- María Callas nunca regatease esfuerzos: los ensayos, rea-
cerlo único y a que el público olvidase su escaso atracti- lizados sistemáticamente a plena voz, siempre le parecían
vo. Incluso, la sagaz artista, se servía de algunos sonidos insuficientes. Ella misma justificaba la necesidad de en-
decididamenie feos, agrios o guturales para sugerir y evo- trenamiento tan intenso, comparando su actividad con la
car rasgos de personajes como Lady Macbeth, Medea, de los deportistas-
Norma, Armida o Abigail, perfilando asi una completísi- Pero la razón última, y quizá la más importante, fue la
ma composición dramático-vocal. separación de su marido Giambattista Meneghiní para
María Callas fue una demostración viva del paradóji- unirse a Onassis, lo que alteró su estabilidad psíquica —y
co aserto formulado en el siglo XVII por el estudioso Bé- es notorio cuan condicionada a ella está la voz— y redu-
nigne de Bacilly, quien afirmó que las voces se dividen en jo su disciplina de trabajo, que para un cantante ha de ser
bellas y buenas. Con un material de partida como los de rigurosa y diaria; de otro modo el diafragma y la muscu-
Renata Tebaldi o Rosa Ponselle, es poco probable que el luratura intercostal, soportes de la respiración, pierden
insaciable afán de superación que fue motor artístico de elasticidad y potencia. Ya hemos visto que en 1959 cantó
la soprano, hubiese trabajado con tal intensidad a lo lar- sólo once funciones en público y que en los años sucesi-
go de un período de aprendizaje —que, como afirma Al- vos el ritmo llegó casi a detenerse. Tampoco fueron aje-
fredo Kraus, dura toda la vida del artista— durante el que nos al declive algunos problemas circulatorios que, a la
logró dominar y trascender su materia prima rebelde has- larga, acabaron por producirle la muerte a la edad tem-
ta convertirla en un instrumento en el que —nueva prana de 53 años.
paradoja— sus limitaciones contribuían poderosamente
a su atractivo; casi diríamos que a su perfección.
5. La herencia

4. El declive La importancia que el fenómeno Callas ha tenido en


la historia de la ópera de nuestro siglo no fue bien com-
A partir de! comienzo real de su carrera, en 1947, la voz prendida durante sus años de actividad, en los que entur-
de la Callas no duró en plenitud más allá de diez o doce biaban la percepción ciertos factores extra mu si cales
años. La abundante discografía, oficial y privada, nos per- —como su rivalidad con Tebaldi, alentada por los perio-
mite seguir paso a paso su evolución vocal y comprobar, distas y acaso por el propio Meneghini— y la propia lu-
por ejemplo, que las últimas representaciones de Traviata cha de la cantante por imponer un estilo vocal que el
(1958), en Lisboa y Londres, son vocalmente inferiores a verismo había hecho olvidar. Los críticos no siempre fue-
las de La Scala de tres años atrás, por no hablar de la gra- ron unánimes en el reconocimiento de unos méritos hoy
bada para Cetra en 1953 o de ias de Méjico, algo anterio- evidentes, pero que entonces no parecían serlo. No obs-
res. Sin duda, la caracterización psicológica y dramática tante, colegas y directores que trabajaron con ella, ade-
del personaje es mucho más perfecta y profunda en 1958, más de algún sector de la crítica, sí supieron captar o intuir
pero la voz está más sana cinco años antes. Lo mismo su- lo excepcional que era el arte de la Callas.
cede con sus espléndidas arias de Verdi y escenas de locu- Así por ejemplo, hacia 1958, Rene Leibowitz, gran teó-
ra (EMI, 1959) respecto a los recitales que, también para rico del serialismo, publicó en la revista Les temps mo-
EMI, había dedicado a Puccini y al repertorio de colora- dernes —que dirigía Sartre— un espléndido ensayo sobre
tura en 1954. Muchas razones se han aducido para justi- el papel de la Callas en la historia de la ópera: si aún hoy
ficar el rápido desgaste vocal de María Callas. conserva plena validez, su clarividencia debió por enton-
Repasémoslas. ces dejar boquiabiertos a más de uno. Años después (1969)
Algunos estudiosos apuntan que sus actuaciones en pa- el Radiocorriere TV de Roma organizó un coloquio en el
peles dramáticos durante su época de estudiante en Gre- que Visconti, Gavazzeni y un selecto grupo de escritores
cia debieron repercutir muy desvaforablemente en la y críticos italianos, integrado por Fedele d'Amico, Euge-
organización de una voz sin formar. No hay duda de que nio Gara, Rodolfo Celletti y Giorgio Gualerzi, hicieron un
Caballería, Tosco y Fidelio son inadecuadas para una jo- profundo estudio del arte de la Callas, en una doble ver-
ven que no ha cumplido 20 años; pero las funciones en tiente escénica y vocal. A su muerte, el coloquio fue pu-
que intervino fueron pocas y no cabe atribuirles impor- blicado como Proceso a ¡a Caltas en el primer número de
tancia primordial. Más la tuvo el que durante los tres pri- la Nuova Rivista Musicale Italiana. Durante los años 70,
meros años de actividad profesional, la joven Callas numerosos autores dedicaron a la soprano ensayos, deta-
estuviese encasillada en repertorio muy dramático, en el llados análisis, y revisiones exhaustivas de su legado dis-
que figuraron los tres papeles wagnerianos más duros. Pero cográfico, entre los que destacan los sobresalientes trabajos
tal vez aún ejerció mayor influencia en su rápido declive de John Ardoin. A la luz de todos ellos, y con la perspec-
la cura de adelgazamiento a que se sometió y que en 18 tiva que da el paso efe los años, podemos ver con claridad
meses, entre 1953 y 1954, redujo su peso en 30 kilos. Este en qué consistió la aportación de María Callas.
tipo de regímenes, por más cautela con que se lleven, son En el terreno vocal demostró prácticamente cómo han
nocivos para un cantante, pues el apoyo del diafragma se de ejecutarse las óperas de la primera mitad del siglo XIX,
altera. El hecho incuestionable es que la Callas perdió voz en concreto las de Rossini, Bellini, Donizetti o el Verdi jo-
después de adelgazar, en el sentido de que ésta se hizo me- ven, restituyendo a la agilidad y al belcanto su papel ex-
nos recia y pastosa, más frágil, menos voluminosa. La presivo y evocador, según fue concebido por sus autores.
comparación entre sus dos grabaciones de Gioconda (1952 Por una parte, el trabajo de la Callas sirvió para recupe-
y 1959) es elocuente: si la segunda es aún espléndida en rar obras olvidadas, como Medea, La veslale, Armida, El
conjunto, la primera lo es en todos y cada uno de sus as- lurco en Italia, El pirata, Ana Bolena o Macbeth; además,
pectos. Por supuesto, su silueta mejorada potenció su ca- sirvió también para devolver a otras a su exacta dimen-

56 Scherzo
sión vocal, como en el caso de Norma, Puritanos, Lucía,
Traviala o Rigoleito.
Capítulo imporantisimo de su legado fue la redefinición
de los tipos vocales. En los siglos XVI11 y primera mitad
del XIX, sólo se distinguían dos clases de voces femeni-
nas, soprano y contralto. Posteriormente, el que era tipo
básico de soprano, y que hoy conocemos como drammá-
tico d'agiltrá, se fue especializando y surgieron diversas ca-
tegorías: ligera, lírica, dramática; incluso con leves
variantes (spirtto, falcan, etc.). Y así los papeles de Elvira
y Norma, que Bellini había escrito para una misma voz,
la de Giuditta Pasta, se acabaron atribuyendo, respecti-
vamente, a sopranos ligeras y a dramáticas sin agilidad.
María Callas los restituyó a su justa dimensión vocal y
abrió un amplio camino por el que, durante los últimos
treinta años, han transitado Leyla Gencer, Virginia Zea-
ni, Renata Scotto, Mirella Freni, Joan Sutherland, Mont-
serrat Caballé, Beverly Sills y, hoy día, June Anderson y
Cecilia Gasdia. Y aún habrían de considerarse legado de
Callas voces ambiguas de mezzo como las de Berganza,
Horne, Cassotto y Verrett que, por otra parte, también son
deudoras de la gran Giuletta Simionato, contemporánea
de Callas. Sin las batallas que María planteó y ganó, es
difícil adivinar cómo hubiera sido la carrera de todas ellas.
Su herencia se ha hecho notar mucho menos en el ámbito
masculino; pero Alfredo Kraus, Cario Bergonzi o Samuel
Ramey son también deudores de su arte.
Otro aspecto a destacar se refiere al juego escénico, a
la composición total del personaje. Cedamos la pa-
labra a Cario María Giulini, quien en 1977, tras el
fallecimiento de la soprano, se expresó así: «Mi pri-
mer pensamiento cuando supe la muerte de María
Callas fue que había desaparecido la figura que en
nuestro tiempo representó el melodrama italiano.
Para su realización son necesarios tres factores: pa-
labra, música y actuación. Muchos artistas poseen
uno o dos de ellos, pero ¡qué raro es encontrar
los tres reunidos en una sola persona! Asi se dio
en María Callas: ella era el melodrama». Sus
personajes resultaban siempre muy activos.aún
en declamados o recitados, o en escenas de
conjunto, en que su protagonismo no era total.
En suma, como bien subraya Giulini, la Callas ilu-
minaba plenamente al personaje —y a partir de él, a toda
la acción dramática— desde el triple ángulo verbal, mu-
sical y escénico.
Su timbre y su fraseo personalísimos, su musicalidad
y su casi milagrosa intuición para captar, diferenciar y plas-
mar, tanto en teatro como en estudio, los estilos más dis-
pares, quedan bien documentados en el disco: legado
imperecedo, que aun privado del juego escénico, nos res-
tituye lo bastante de su arte como para afirmar que la so-
prano greco-americana cambió el curso de la historia de
la ópera, en la que siempre se hablará de antes y después
de la Callas.

Fedora, Scala I9S6/FOTO: PICCAGLiANl Roberto Andrade Malde


Scherzo 57
DOSIER

E ra gorda y miope. El padre prefería a la otra her-


mana, la principal, la bonita. Se dedicó a un arte
trillado y pasado de moda: la ópera. En él, las gran-
des voces habían pasado y se habían guardado el tesoro
de las obras maestras, de los modelos insuperables. Ni si- £1 mili
quiera, comparada con las sopranos de su generación, su
voz desigual, a menudo destemplada, tensa y agresiva, lle-
vaba ventaja a los metales ilustres de sus colegas. No te-
nía el mórbido esmalte de Renata Tebaldi, ni la bélica
luminosidad de Birgit Nilsson, ni la persuasión cristalina
de Victoria de los Angeles, no era bella y elegante como
Elisabeth Schwarzkopf, ni imperiosa en lo dramático co-
mo Leonie Rysanek, virtuosa en la coloratura como Joan
Sucherland. Al lado de la torrentosa nobleza de sus acom-
pañantes, de Ebe Stignani a Giuletta Simionato, de Cloe
Elmo a Fedora Barbieri, sus medios se empalidecen de mo-
destia.
Sin embargo, salió a escena, arremetió con todo el re-
pertorio, desde el alarido wagneriano hasta el gorgorito
belcantístico y hoy, a una década de muerta y a más de
veinte años de su retiro, María Callas es la presencia míti-
ca más importante del teatro lírico.
Hay otros mitos, en el sentido de cumbres, pero éstos
son razonables. Por ejemplo, es fácil advertir por qué Ro-
sa Pon selle es quien es: ahí está su metal ¡incomparable,
ahí está la dinámica de la voz que puede tener la impe-
tuosidad de la tragedia y la liviandad del abellimento y
la agilitó. También es fácil darse cuenta de por qué Caru-
so sigue siendo Caruso, a pesar de la detestable calidad
de sus grabaciones gangosas, prisioneras de la bocina. Esta
voz de tenor, ancha, como un barítono, acariciante o pun-
gente, tiene escasas posibilidades de comparación. Y así
sucesivamente con las grandes resonancias de un pasado
que, por desgracia, parece haber pasado para siempre: la
Schumann Heink, Alexander Kipnis, Tita Ruffo, y hasta
hay un etcétera para demorarse discutiendo si éste cabe
o aquélla no.

Esbozo de su temperamento
Hay una lectura psicoanalítica que tal vez resulte tri-
vial, dado que nadie puede penetrar en datos biográficos,
siempre insuficientes, de la actitud Coilas: ella es la segun-
dona que debe pleitear con la primogénita por el amor del
padre, contando con medios ostensiblemente peores. Es
la hermaniia fea que maltratan las madrastras en los cuen-
tos de hadas, pero que algún milagro oportuno puede con-
vertir en princesa.
Sí, algo de esto hay en la militante personalidad de Ca-
llas. En efecto, es competitiva hasta la agresión, debe en-
frentar a colegas mejor dotadas por la naturaleza, luchar
contra la gordura y la miopía, con unos andares oscilan-
tes y unas orejas que asoman, impertinentes, debajo de
las más densas pelucas.
No parece casual que sus grandes creaciones sean las
de unas heroínas que deben luchar con sus rivales por el
amor de un hombre, por la propiedad del único varón dis-
ponible: Norma, Medea, Gioconda, Ana Bolena, hasta la
misma Tosca, pues sus celos se inventan a la otra que no
existe en realidad.
Sus matrimonios con hombres maduros y poderosos
también encajan cómodamente con el esquema anterior. otros hijos, que vengan a perturbar el dominio exclusivo,
Meneghini y Onassis pueden ser, muy bien,los padres que, alcanzado tras tanta batalla.
finalmente, ha conquistado la hija feúcha y gordota, se- Acaso esta personalidad tan especial tenga, en el mun-
duciendo con sus artes y asumiendo el poder que otorgan do de la ópera, un solo antecedente comparable: Claudia
el dinero y la notoriedad social. Todo ello es tan obvio que Muzio. Lo digo sólo en un nivel que suele escapar a las
no merece más glosa, lo mismo que el hecho de su nula cantantes corrientes, y es el advertir que la ópera, en nues-
maternidad: no quiere compartir al padre con otras hijas, tro siglo, es contemporánea del cine (más tarde, de la tele-

58 Scherzo
el teatro tradicional. Vestuario, poses, actitudes y gestos

Callas van asumiendo, en Muzio, el vocabulario dramático de las


divas filmadas.
La actriz
Callas actualizará treinta años después esta actitud,
uniéndola a la experiencia de la renovación teatral italia-
na de la posguerra y a cómo lleva esta experiencia al tea-
tro de ópera uno de los grandes artistas del siglo, Luchino
Visconti. Convengamos en que el encuentro Callas-
Visconti excede, en mucho, lo casual. Y pensemos que Vis-
conti ha usado, a menudo, a grandes actores y, en otros
casos, se ha valido de imágenes importantes, a las cuales
ha manejado con su incomparable artesanía dramática.
En Callas confluían ambas cualidades. Es tópico hablar
de su genio de actriz, pero me permito sugerir al lector
que, si tiene oportunidad de ver alguna filmación de ópe-
ra con Callas, repare en cómo sostiene el personaje cuan-
do no canta, que es, normalmente, cuando las cantantes
de ópera caen en la inercia, si no lo han hecho ya durante
el aria.
También es cierto que obró en favor de Callas una ge-
neración de grandes actores-cantantes, que completaron
el cuadro de revisión de un género apolillado y rutinario,
en lo histriónico y en cuanto a repertorio. No olvidemos
que Callas comparte el tiempo de Tito Gobbi, Ramón Vi-
nay, Giuseppe Taddei, Jon Vickers, Boris Christoff, etc.
El mito Callas está hecho con la materia misma del ar-
te: la imaginación del espectador. Ella, que no contaba con
los dones positivos, se apuntó, en cambio, la más impor-
tante de las cualidades negativas: el arte de la actriz. En
efecto, una actriz es grande no porque sea vistosa o bella
de oír, porque sea guapa o de bonita voz, sino porque sa-
be sugerir en el espectador aquello que ella no es en reali-
dad. En e] vacío donde funciona lo imaginario, aparecen,
por el encantamiento del arte, los poderosos fantasmas que
persuaden al receptor de que son reales y tienen carne y
hueso.
Estas consideraciones tal vez expliquen por qué el mito
Callas es más fuerte hoy que en vida de la diva, cuando
era factible encontrársela por la calle, asistir a sus estre-
nos y escándalos y padecer sus campañas de imagen en
la prensa, Hoy nada de eso existe. Callas no está en nin-
gún sitio, sus cenizas se han hundido en el Mar Egeo y
su fantasma omnipotente aparece en todas partes. Es así
el destino del arte: convertirse en una convocatoria de fan-
tasmas. Para gozar de la mítica María es mejor que ya no
exista como cosa cotidiana, como trivial dienta de tien-
das y perfumerías, compañías de cruceros y restauraras
de lujo.
María pertenece al mundo fantasmal e inmarcesible que
la Callas intuyó en vida a través de un apasionado y largo
acto de amor con el público. Como todos los histriones,
amaba desde lejos y rehuía toda proximidad. Su relación
central con la vida pasó por el polvoriento y penumbroso
espacio de los escenarios. Cuando no pudo frecuentarlos
más, cuando supo que nadie se reunía en las plateas para
asistir a sus memorables imposturas, se dejó morir con
cierta elegante indiferencia.
Era esa multitud a la que vio siempre borrosamente con
sus ojos de miope, esa acumulación de rostros sin nom-
bre y con apenas unos sumarios rasgos, ese Gran Otro con
visión y hay, en ese orden, un artista que ha recogido el miles de cabezas que inundaba pasillos y localidades de
reto: Jean-Pierre Ponnelle y sus vídeos de ópera). los teatros, el objeto mítico de su arte, el verdadero parte-
La divina Claudia, a juzgar por sus fotografías, había naire de sus pasiones, el tenor de todos sus dúos de amor.
entendido que ella era una actriz de estos tiempos cine- Si todo artista es un inventor de fantasmas, ese mensaje
matográficos, pues el público tenía, ya en aquellas déca- fantástico que, de algún modo, somos todos a lo largo del
das, educado el ojo por la visión de rostros fotografiados, tiempo, es la obra maestra de María Callas.
no ya tan sólo de rostros desnudos o pintados, como en Blas Matamoro
Schcrzo 59
DOSIER

Los grandes papeles


M aría Callas canió a lo largo de su carrera unos
cuarenta y siete papeles protagonistas. Se inclu-
yen en esta cifra tanto los interpretados en sus
inicios teatrales sem i profesional es en Grecia (algunos lue-
go olvidados) como los exclusivamente asumidos para re-
Las heroínas semihumanas
Medea y Norma, obviamente, deben abrir este
apartado.
El academicismo de Cherubini, con ingredientes mo-
gistros discográficos. Un catálogo que comprende zartianos y gluckianos, produjo con Medea una figura de
aproximadamente cierno cincuenta años del repertorio lí- amplio y variado registro, idóneo para la personalidad po-
rico: de la Alceste de Gluck a la Turandot pucciniana. livalente de Callas. Humillación, orgullo herido, odio, si-
De este cuadro, que puede considerarse amplio, se de- mulación, amor filial, son sentimientos con los que la
dicó con especial incidencia al último belcantismo y ro- cantante enriquece la onerosa partitura, modelando una
manticismo, más dos personajes, particularmente personalidad ciclópea. El abundante recitativo (musica-
representativos, que limitan ambos estilos: uno producto do por Franz Lachner desde el origina! diálogo hablado)
de un clasicismo expirante, Medea de Cherubini; otro de permitía a Callas asentar pródigamente en él las bases de
un verismo en plenitud, Tosca de Pucciní. la estructura dramática, y en las arias y dúos culminar el
«No debemos olvidar que el compositor ha tomado su edificio. De 1953 en Florencia a 1961 en Epidauro se con-
inspiración de un argumento —un drama— y que la mú- servan registros de diversas etapas de la carrera, donde,
sica ha surgido de cada palabra de este drama. Las noias a medida que la voz va perdiendo autoridad y firmeza,
no han sido escogidas como simple ornamento. Cada nota gana en intensidad y estatura. Después de Callas, Sass y
y cada frase tienen una significación precisa y varían enor- Jones se atrevieron con la maga violenta, superando al
memente, como en una conversación... Es necesario menos las dificultades vocales, pero es indudable que tras
aprender a la perfección cada rol musical y ejecutarlo... ella Medea ha vuelto al respetuoso olvido donde se en-
en cada palabra o nota aparentemente sin importancia, contraba.
por no hablar de los gestos y la mímica que forman parte Norma de Bellini se mueve estimulada por conflictos
del papel». En eslas declaraciones de la cantante, reali- muy similares a la heroína de Cherubini. Pero en el mú-
zadas en 1958, se encuentran las premisas de su arte in- sico siciliano el amor se impone a la venganza. Antes de
terpretativo. La fusión del drama con la música; el canto Callas, Gina Cigna y Zinka Milanov, dos excelentes can-
al servicio del texto. tantes, hicieron con Norma sus buenos oficios. Callas res-
De todo el abanico representativo de la personalidad tituyó a la partitura todas las dificultades cantoras sin
de Callas existen ciertos personajes inmediatamente aso- detrimento del contenido dramático. Su visión de la sa-
ciados a la artista, por particular enfoque, logros obteni- cerdotisa druida poseía la simpleza y claridad propias del
dos, originalidad, plenitud de medios, profundidad de más sincero talento. En la primera parte de la ópera, do-
conceptos o combinación de cualquiera de estos presu- mina en su Norma el amor hacia Pollione, con algunos
puestos. Es también cierto que, al lado de sus personajes estorbos culposos: es comprensiva con Adalgisa, segura
claves, incluso en las heroínas más distantes de su origi- y dominante de su inquieto pueblo, humana. Cuando la
nal psicología, Callas dejó siempre una impronta, un in- joven sacerdotisa le confiesa haber cometido idéntica falta,
terés y atractivo reconocibles. Pero aquí se intenta ya a partir del agorero Roma! Ed é?... Proseguí, es una
relacionar, como el título que encabeza este trabajo, sus furia sin piedad, demente y vengativa. Al aceptar final-
papeles más importantes. Estos pueden dividirse en dos mente su responsabilidad (ese Son io etéreo, sublimado)
grupos diferenciados: por un lado, las heroínas semihu- se convierte en un ser de una dulzura conmovedora ca-
manas, que participan de condiciones de carácter más o mino del sacrificio purificador. Norma fue la ópera más
menos divino, que entran en conflicto con su categoría representada por Callas. Dejó por ello dos registros co-
de mujer, madre o amante; por otro, aquellas de sino es- merciales y varios en vivo. A la hora de inclinarnos por
pecialmente diverso, mujeres desgraciadas y vulnerables, alguno elegiríamos, por momento vocal, el de estudio de
ofendidas y sacrificadas. En las primeras, esa dualidad 1954; por plenitud artística, la inauguración de'la Scala
de deberes impuestos e impulsos humanos contendientes en 1955.
permitían a la cantante un juego de contrastes único. En Armída de Rossini y La vestale de Spontini fueron dos
las segundas, obtenía de su voz una tristeza y melancolía momentos sin sucesión en el repertorio de Callas, para
ideales para reflejar la patética indefensión que culmina- Florencia en 1952 y Milán en 1954 respectivamente. A las
ba, en progresivo desarrollo, en la escena o acto finales. arias de La vestaíe, sin embargo, dedicaría atención dis-
Su propia existencia (y que me permita el lector aven- cográfica y en recitales posteriores.
turar algunos apuntes freudianos) parece reproducir am- El registro, imposible de audición, del Mayo Florenti-
bos arquetipos artísticos, dando la razón a los que opinan no nos devuelve a una cantante imponente dominando una
que el arte no puede separarse de la vida. La carrera mu- partitura espinosa, restableciendo la figura de la colora-
sical de Callas, a la que desde niña se dedicó con exclusi- tura dramática de tiempos pretéritos. Aunque predomi-
vidad absorbente, casi religiosa, comenzó a deteriorarse na en Callas el espectáculo vocal, esta Armida, de graves
cuando se descubrió mujer. Fracasó como tal y fue aban- tenebrosos y agudos resplandecientes (alcanza un Re so-
donada: su vida se extinguió prematuramente, oculta en breagudo de una anchura y solidez insólitas), no impide
el misterio, sola, alejada del mundo, como la más genui- a la intérprete crear un personaje con autenticidad.
na heroína romántica. La vestale de 1954 supuso el encuentro de Callas con
60 Scherzo
Mana Callas como Violeta, Arta Bolena, Leonora, Tosca, Madame Butterfly e ¡figenia (de izquierda o derecha y de arriba abajo).
FOTOS: EMI/SCALA/SAYAN.

Visconti, que resultaría luego tan fructífero para los dos autor, sino que esa diversidad del carácter de la rebelde
artistas. La música de Spomini, inflada y monótona, só- hija de Nabucco está inteligentemente captada. Es reve-
lo aisladamente podía ofrecer un vehículo apropiado a la ladora la intervención de Callas al inicio del acto II: el
cantante. Tal es el caso del soliloquio Tu che invoco, don- pasaje Ben io finvenni y el aria y cabaletta que sigue. Des-
de de nuevo la dualidad de deberes religiosos e impulsos pués del recitativo, con esos saltos de octava impractica-
humanos disparaba la imaginación de la intérprete. bles, aparece una Abigaille huérfana de afectos, soñadora
En este apartado, finalmente, procede incluir, aunque y delicada. Para retornar a la amazónica fiereza del elec-
por opuestos orígenes, las diabólicas Lady Macbeth y Abi- trizante Salgon gia. Otro momento memorable de la re-
gaille de Nabucco. De nuevo (salvo recitales y discos) so- presentación napolitana se encuentra en el dúo con el
lamente incorporados por una vez en escena: 1949 barítono, un Gino Bechi espléndido, frente a una Ca-
Abigaille, en 1952 Lady Macbeth. Esta última en produc- llas inconmensurable.
ción de la Scala, con la atmósfera asfixiante impuesta por Toda esta galería de caracteres femeninos marcó la ima-
De Sabata, la cantante, en perfecto estado vocal, crea la gen pública de María Callas: ambiciosa, imperativa, cruel
más escalofriante Lady Macbeth que haya podido escu- y competidora. El paso del tiempo reveló que tras esa más-
charse. Años más tarde, en 1958, en las sesiones de estu- cara se escondía una mujer acomplejada, insegura y que-
dio en que registra las tres arias de la protagonista, la bradiza. Tal como se mostraba en los personajes-víctima.
intérprete impide quizás demasiado manifestarse a la
cantante.
Abigaille de Nabucco (en 1949) es una terrorífica par- Las heroínas desdichadas
titura que no origina a Callas ningún problema. Y no só-
lo supera, sin rivalidad posible que conozcamos, las Desdichadas, sin ninguna duda, son todas las sopranos
sobrehumanas dificultades e indicaciones exigidas por el de ópera con argumento trágico. Nos referimos, por su-

Scherzo 61
DOSIER

puesto, a las obras en que la desgracia de la protagonista ria e infeliz, que se ve postergada ante una joven rival,
impulsa el motor de los acontecimientos, es el origen y acusada de adulterio y condenada al cadalso. Sólo en una
desarrollo primordial de la trama. temporada, sin embargo, la interpretó en escena: para la
Amina de La sonnambula y Elvira de / Puriíani parti- Scala de Milán en 1958. La cantante aprovechó incluso
cipan sólo en parte de este grupo, ya que consiguen un la disminución apreciable de su voz para acentuar la in-
final feliz, pero tienen bastante en común con aquéllas: defensión e infortunio de la esposa repudiada. Momen-
la primera soporta una situación injusta y traumatizante tos culminantes de aquella histórica representación son
que la atormenta durante una buena parte de la compo- el dúo con la mezzosoprano (magnífica réplica de Giu-
sición; y la segunda debe sobrellevar una extensa escena lietta Simionato), en el que Callas consigue una gama de
de locura. matices impresionantes, y sobre todo la intervención final.
Con Elvira se inició para Callas la leyenda de soprano Se piensa, se afirma, que Callas necesitó encontrarse
absoluta, al interpretar en una misma temporada y un mis- con Visconti para perfeccionar Violetta de La iraviala.
mo teatro dos roles tan incompatibles como la citada y Es cierto que su más profunda encarnación se escucha en
la Brünuhilde de Walkiria. Elvira formó parte del reper- la toma en vivo de una de las sesiones de la Scala en 1955,
torio de Callas en la primera parte de su carrera, grabán- muy bien respaldada, además, por la elegante batuta de
dola en 1953. Con ella inaugura la soprano esa particular Giulini. Pero ya en la interpretación de la cantante en 1953
manera de utilizar la voz, dándole un tinte irreal para acen- se encuentran en embrión las cualidades que luego puli-
tuar la falta de lucidez (O rendetemi ¡a speme) al mismo das, teatralizadas, aparecen descontadas en la velada sea-
tiempo que, en los momentos de brillantez técnica, supe- ligera. La cuestión, de todos modos, no trasciende
raba las dificultades sin agobios. demasiado, salvo para los partidarios obstinados de cual-
Al abandonar Elvira, se ocupa de Amina, que durante quiera de los dos artistas. De hecho, esas representacio-
1957 fue su caballo de batalla. Para pintar e! candor y nes de 1955, prorrogadas al año siguiente, constituyeron
la ingenuidad un tanto simple de esta sencilla aldeana, Ca- un hito dentro de la historia del teatro lírico. Intentar se-
llas aligeraba la voz hasta límites insospechados, aniñán- ñalar los continuos aciertos nos llevaría a comentar frase
dola, procedimiento que posiblemente aprendió de por frase, del inicio al fin de la ópera. Baste llamar la aten-
Claudia Muzio (Care compagne). En el instante funda- ción sobre el último acto: ¿cómo es posible revelar can-
mental de Ah non credea mirarti neutralizaba, por defi- tando de ese modo el deterioro físico de Violetta?
nirlo de algún modo, la emisión de la voz para sugerir el
estado catártico de la inocente Amina.
Con otra heroína belliniana exhumada, Imogene de // Tosca
pirata, consiguió Callas en dos ocasiones (Scala y Nueva
York) méritos suficientes para que pueda relacionarse en Callas, en varias ocasiones, manifestó su poca simpa-
este apartado. Se conserva el registro efectuado en la se- tía hacia esta temperamental e histérica creación de Puc-
gunda actuación (Carnegie Hall, 1959). La cantante, que cini. Sin embargo, ello no impide que el nombre de la
ya había iniciado el imparable declive, parece resurgir en cantante se asocie, quizá más que ningún otro, con la ce-
una escena final (Ah s'io potessi), donde cada frase, ca- losa amante de Cavaradossi. Su grabación integral de 1953
da inflexión le sirven para edificar un personaje que por con Víctor de Sabata figura entre las más vendidas desde
lo escuchado hasta entonces no podríamos adivinar de tal que se inventó el disco. Incluso, el único documento en
estatura melodramática. imágenes (que se sepa) de una actuación teatral de Calías
La Gioconda de Ponchielli representó para Callas prác- es precisamente el acto II de esta ópera, realizado el 9 de
ticamente su debut profesional, realizando dos grabacio- febrero en Covent Garden. También es de los pocos pa-
nes de la obra, en 1952 y 1959. Despierta superior interés peles de los que la cantante repitió grabación.
la primera de ellas, donde los medios, entonces excepcio- A Callas le faltaba en Tosca el timbre sensual y cálido
nales, superan con creces las dificultades permanentes de necesario para retratar los arrebatos de una mujer tan apa-
la ópera. Aquí, además de renuncia y muerte, hay com- sionada y visceral. Pero dominaba como pocas el justo
petencia directa con la mezzosoprano por el amor del te- tono del abundante recitativo pucciniano. Sobre la base
nor. Estímulos convenientes para la artista que en este de éste, el personaje conseguía un relieve teatral, por en-
registro mítico expone generosamente todas sus virtudes cima de lo musical, dominante. Lo que permitió a la can-
(y defectos). Quisiera llamar la atención sobre un peque- tante, en sus últimas apariciones escénicas, con la voz
ño momento a un presunto oyente del registro: la frase convertida en una caricatura de sí misma, alcanzar triun-
Enzo adóralo, oh come ('amo. Esa regulación sonora fales recompensas.
piano-forte-piano es irrepetible. Incluso para la misma Quedan quizá sin referencia otros cometidos de María
cantante en 1959. Callas que en este recuento no se mencionan. Podrían omi-
Dos heroínas donizettianas ahora en el catálogo Callas; tirse algunos, incluirse otros, tal vez... Lo importante, más
Lucía y Anna Bolena. Lucía de Lammermoor es por de- allá de la siempre personal elección, aparece tras cualquie-
recho uno de los logros de Callas más celebrados, rol al ra de ellos, una pro fes ion al'íntegra, seria y laboriosa. Ahí
que se aproximó con criterios opuestos. Primeramente está su legado: cada cual que juzgue y disfrute (o recha-
(grabación de 1953 en estudio, por ejemplo) de manera ce) a su modo.
prepotente; a partir del encuentro con Karajan, intimis-
ta. En el registro realizado en vivo en Berlín en 1955 es
admirable la fusión de cantante y director en la construc-
ción de una criatura frágil, marcada ya desde la primera
fase por un destino adverso que la conduce fatalmente a
un final luctuoso.
En Anna Bolena, Callas encontró también material
acorde a su talento de actriz y cantante: Una reina solita- Fernando Fraga
62 Scherzo
Así pensaban ellos de ella...
JON VICKERS

T eníamos los mismos senti-


mientos sobre aspectos artís-
ticos, estábamos convenci-
dos de que el drama y la poesía eran
la inspiración para la música. Sentía-
mos que la música, de alguna mane-
ra, sirye al contenido dramático en
escena. María, por supuesto, era una
de las grandes personalidades que lle-
varon a cabo esta revolución frente
al mundo. La vieja idea de que una
cantante se colocaba en escena para
demostrar una voz o una técnica ya
no se aceptó a partir de entonces.
Pienso que revolucionó la escena
operística, no en solitario, pero sí
siendo en ella una de las personali-
dades más influyentes. En mí opinión
había dos personalidades que revo-
lucionaron toda la comprensión del
mundo de la ópera, una de ellas era
Wieland Wagner, que revolucionó no
la ópera en lo referente a la puesta
en escena, y María que llevó a cabo
el mismo proceso de revolución re-
ferido a la interpretación individual
de cada papel. Fue una entrada a la
interiorización, a la completa com-
prensión de cada personaje, creando
una realidad viva, no aproximándo-
se a ese mundo desde el exterior ni
llevando a cabo una aproximación
histórica, sino dirigiéndola y convir-
tiéndola en una realidad viva. Pien-
so que esa fue la esencia de lo que
hizo. Y aunque María y Wieland
Wagner nunca se encontraron, siem-
pre tuvieron mucho en común.
Alaín Lanceron (París, 3-IV-I987) \

CARLO MARÍA GIULINI

T rabajé con ella sólo en La Scala: Traviata, Alceste, El barbero... Traviata era algo inolvidable, era
una colaboración absolutamente ideal entre Callas, Visconti y yo. Si se piensa en la ópera como ver-
dadera unidad del texto, la escena y la música, creo que verdaderamente en aquella ocasión lo inten-
tamos muy seriamente. María era el melodrama. La escena que Visconti imaginó para el primer acto de
Traviata era algo francamente magnífico. María se paseaba por la escena como por su propia casa. Su pre-
sencia era algo imposible de imaginar si no se le había visto. Callas tuvo una vida artística muy dura porque
pienso que tuvo más ambición que amor y, en el senrimiento del público no era instintivamente de afecto
o cariño por ella. En las óperas en las que Callas era protagonista se captaba un ambiente de lucha, de
tensión, y ella lo sabía. Había siempre un cierto dualismo. Los éxitos de Callas siempre fueron como una
especie de liberación de esa tensión del público. Siempre llevaba a cabo un gran esfuerzo, tanto artístico
como psicológico. Pienso que su vida privada fue un gran misterio. ¿Quién fue María Callas?, no la artista
María Callas, sino la mujer, el ser humano. No sé si por la mañana, cuando estaba sola delante del espejo
veía a la mujer. Pienso que es algo difícil de comprender. Estoy seguro de que tenía una humanidad fuerte
y profunda, pero la absoluta voluntad que tenía de llegar al éxito le obligaba a adoptar una actitud defensi-
va ante la tentación de ser humana.
A.L. (París. 12-5-1978)
Scherzo 63
DOSIER

Así pensaban ello;


HERBERT VON KARAJAN

H abía nacido con el sentido de


!a verdadera Prima Donna,
creo que eso es algo que no se
aprende. ¡Y qué entusiasmo!, creía ver-
daderamente en el teatro lírico, que re-
su personalidad era que se preparaba
con un enorme cuidado. A su llegada
al teatro ya había estudiado el perso-
naje y asi, naturalmente, podíamos pu-
lir los pequeños matices con cualquier
presentaba admirablemente. También pequeña alusión que se le hiciera. Era
hay que decir que había sido perfecta- impensable que llegase ron la partitu-
mente enseñada por ese gran conoce- ra, como hacen muchos cantantes, es-
dor del estilo que era TulJio Serafín. La taba segura de sí misma. Es por ello por
primera vez que trabajamos juntos fue lo que la he admirado y nuestra cola-
en la Lucia. Por aquel entonces yo tra- boración fue siempre muy feliz. No veía
bajaba mucho en la Scala, pero, natu- muy bien al director de orquesta, pero
ralmente, con repertorio alemán. Un incluso cuando se volvía de espaldas pa-
día le dije al intendente: «Quisiera ha- ra cantar lo hacía perfectamente in tem-
FOTO: HOUSTON ROCERS (EMI) cer una ópera italiana». Y elegí la Lu- po. Era facilísimo hacer música con
cia porque es una de las grandes ella. No sé cómo trabajaría con otros,
MONTSERRAT impresiones que he tenido siempre del
bel canto italiano. ¡Sabe que la gente
pero yo jamás tuve con elia ninguna di-
ficultad. La vi luego a menudo en Gre-
CABALLÉ no conoce mucho esta ópera, salvo en cia y sentía una gran nostalgia, le
Italia? Los jóvenes estudiantes se pre- gustaba hablar del pasado; le propuse

M aría era para mí el ideal y


lo será siempre. Para mí no
está muerta, estará siempre
viva en mi corazón. Me ayudó de una
forma extraordinaria, sobre todo
guntaban por qué había elegido es-
ta ópera. Comenzamos a tocarla al
piano y no le encontrábamos gran va-
lor, pero desde el momento en que co-
menzamos a trabajar con Callas vimos
volver, pero creo que sentía que no po-
día hacerlo. Estaba dispuesto a* encar-
garme de todo, pero no quiso, lo cual
lamento profundamente.

moralmente. No se trata de amor, es que era otra cosa; había, si se me per-


admiración. Adoro a la artista, es lo mite la expresión, perdido su banali- Alain Lanceron
más grande que nos ha dado la líri- dad. Un hecho decisivo que marcaba (París, 2-XI-1977)
ca. La mayor tristeza que tengo es no
haberla visto nunca en el escenario.
Un día le dijo a Bernabé, mi mari-
do: «Debes cuidarla mucho. Rezaré
siempre para que seáis felices y sigáis
estando juntos». Cuando estábamos
NICOLA ROSSI-LEMENI
en Nueva York no me dio sino bue-
nos consejos, me los dio como una
madre se los da a su hija: «Ten cui-
dado con este pasaje, es difícil, o de
esta frase que es así, pero de la for-
ma que la cantas yo misma no lo po-
C
onocí a María Callas en Nueva York, don-
de ella vivía. Yo había llegado de Italia pa-
ra un gran proyecto de reapertura del teatro
de Chicago en 1947. La temporada no tuvo lugar
a causa de dificultades financieras y nuestra amis-
dría hacer mejor». Son cosas que te tad se consolidó en circunstancias verdaderamente
llegan al corazón y que no se olvidan desafortunadas. En aquel momento nadie quería re-
nunca. Están siempre presentes en conocerle el nivel que le correspondía: tenia inmen-
mí. Me acuerdo de que en Londres sas cualidades musicales, pero también defectos en
estuvimos durante tres horas hablan- la emisión vocal que eliminó a base de trabajo. Po-
do por teléfono y creo que durante seía una gran ambición, trabajaba mucho y tenía
esas tres horas aprendí más que en to- solamente necesidad de encontrar a alguien que pu-
do un año de estudio. Es muy difícil diera empujarla hacia la gran aventura. En la Are-
para mí hablar de María Callas, pe- na de Verona, Zenatello, un gran tenor del pasado,
ro prefiero hablar de María. Esa sen- quiso abrir la temporada con La Gioconda, pero
cillez al ayudarme tanto en los no había nadie para el papel. Tras escuchar a Ma-
primeros tiempos de mi carrera, en ría Cailas se convenció de que ella podía realizar
aquellos diez años, han permanecido sus comienzos en Italia con este personaje. Tullio
en la sombra como ella deseaba. Es Serafín se mostraba ansioso ante las grandes exi-
la primera vez que cuento esto. Creo gencias del público, acostumbrado a los cantantes
que María no se enfadará. del pasado. Serafín decía: «es una gran voz». En-
tonces apareció Meneghini, apasionado del arte lí-
FOTO: HENRY CLARKE rico, que la ayudó mucho.
A. L. (Niza, 10-XI1-1977) (EMI-ODEON) A. L. (Roma, 2-V-1978)
64 Scherzo
de ella... GEORGES PRETRE

E n un concierto en Alemania
me sucedió una cosa extraña;
María cantaba con orquesta y
yo dirigía. Hacia la mitad del con-
cierto no sé qué ocurrió pero me pu-
se a escuchar a María, dejé de dirigir,
la orquesta se paró y fue necesario
volver a empezar por mi culpa. Me
había olvidado completamente que
estaba sobre el podio. Había siempre
algo que aprender de ella: su fraseo,
ya saben ustedes, el fraseo es muy im-
portante. No hacía sino cantar, eso
era verdaderamente la música. Era
siempre la misma, deseando siempre
mejorar, muy seria. Llegaba la pri-
mera a los ensayos, no negándose
nunca a repetir un pasaje en atención
a sus compañeros o a la orquesta.
Era una artista en el sentido más pro-
fundo de la palabra. Pienso que Ma-
ría, con sus aires de diosa dramática,
era en realidad una niña.

A. L. (París, 5-12-1977)

María Callas con Georges Prétre/EMI

GIULIETA SIMIONATO

P ienso que es mejor hablar de María como mujer o amiga


más que como colega. Como tantas veces han dicho mu-
chos periodistas, María era buena amiga y fundamental-
mente buena persona, al contrario de lo que podía demostrar
ser con su carácter; sin embargo, no han escrito nunca que éra-
mos tan buenas amigas como buenas compañeras. Era una mu-
jer que tenia necesidad de afecto, y no lo encontró ni en el
ambiente artístico ni fuera de él, ni siquiera con su marido, que,
según creo, la adoraba. La felicidad con su marido era serena,
tranquila y profunda, muy diferente a la que luego el destino
le aportaría con olra persona con la que también fue feliz, pe-
ro, en mi opinión, no tanto. Era una verdadera mujer y, diré
también, una mujer de su casa. Por el contrario, cuando estaba
en escena o en el ambiente operístico se convertía en el persona-
je que representaba. La recuerdo con mucho afecto, con mu-
cha nostalgia, con pena. Pienso que en el ambiente operístico
tenía muy pocos amigos y creo no pecar de inmodestia si digo
que seguramente fui su única amiga, al igual que ella fue la úni-
ca mía.
A. L. (Milán, ¡2-V-1978)

FEDORA BARBIERI

E staba junto a María Callas cuando cantó sus grandes pa-


peles: Norma, Medea, Gioconda, Aída y la Isolda, que
cantó en italiano en Venecia de forma muy dulce
y diferente a las artistas alemanas. Cuando vino por primera
vez a Venecia era sencilla y simpática y nos hicimos amigas. Des-
pués, con el éxiio, su carácter cambió y se hizo más diva. Nun-
ca hablaba de su familia, ni de su pasado, y nadie osaba hablarle
de ello... Era una persona de carácter muy difícil, extremada-
mente complejo. María Callas con Margarita Wallmann y Giuleia Simionaio
A.L. (Bolonia, 27-V1-1978) en Norma (Scala, ¡955). FOTO: Colección M. Wallmann,

Scherzo 65
Así pensaban ellos de ella...
TITO GOBBI

H a habido Prima Donnas que me han emocionado mu-


cho, proporcionándome la alegría de interpretar, de in-
ventar algo, pero con Callas esto ocurría de prin-
cipio a fin. En los ensayos se establecía que caminásemos hacia
la izquierda o hacia la derecha... se ensayaba el movimiento es-
cénico, pero en el escenario la noche de la representación inter-
pretábamos con total fantasía, con imaginación. Se sentía
totalmente libre si improvisaba algo, pues estaba segura de que
yo la seguiría, y en esta tesitura, si yo cambiaba cualquier cosa
ella estaba siempre dispuesta a seguirme. Nos divertíamos con
esas pequeñas situaciones que iban surgiendo. Debo decir que
María me proporcionó la emoción más grande de mi vida; era
en Río de Janeiro y Sao Paulo donde por primera vez canté con
ella La Trúviata, con el maestro Serafín. Nadie en el mundo ha
interpretado el primer acto de esa ópera como lo hizo ella. Des-
pués fui invitado a realizar la grabación de Lucia con María y
Pipo di Stefano y fue entonces cuando, poco antes de comer,
el maestro Serafín le dijo: «María, no debes comer mucho, de-
bes controlarte, tu peso aumenta cada día y es preciso tener cui-
dado». Ella respondió: «Bueno, maestro, que traigan una
báscula y Tito controlará». En efecto, me dio los zapatos y el
sombrero, se pesó y el resultado era verdaderamente alto para
una mujer. Ahí acabó la cosa, pero después de algunos meses,
no sé exactamente cuántos, iba yo en mi coche a la Opera de
Roma y alguien me llamó: ¡Tito!, reconocí su voz, estaba en
el otro extremo de la plaza, vino hacia mí, estaba vestida de ne-
gro, abrió su abrigo y me dijo: «Mírame ahora», era una belle-
za; había perdido justamente la mitad de su peso, estaba
elegante, sonriente. Era formidable. En escena éramos dos com-
pañeros con una enorme confianza, consideración y respeto mu-
tuo; me acuerdo que al final de cada representación nos hacíamos
una reverencia, como los luchadores. En la vida privada éra-
mos también grandes amigos. Un día que celebraba mi cumplea-
ños en Londres, en el momento de sentarnos a la mesa apareció
y dijo: «Tito, me he enterado de que es tu aniversario, vengo
de París, ¿me invitas? A la mañana siguiente quise mandarle
flores, pero me dijeron que había dejado el hotel a las 8 de la
mañana. Sólo había venido para felicitarme. La última vez que
nos encontramos en Nueva York, en unas lecciones en la Jui-
lliard School, yo estaba muy cansado y la invité a cenar con no- María Callas y Tilo Gabbi en Tosca, en la Royal Opera
sotros. Fuimos a un buen restaurante, House. en 1964.
jugó toda la noche con mi hija Cecilia
y al final, cuando volvimos al hotel, al
acercarnos al ascensor me dijo: «Me M I C H E L GLOTZ
siento tan sola aquí, no tengo ganas de
irme a mi habitación, ¿me invitas a otra
copa?». Por supuesto volvimos a salir
y después de media hora dijo: «Ahora
ya me siento mejor». De vez en cuando
se sentía sola y triste y se abría un poco
S;
e sentía tan atraída por Fran-
cia que acabó por instalarse en
ella. Hasta el final de su vida
tuvo deseo de grabar fVenher, por-
que el personaje de Charlotte le era
como ejemplo las Melodías de Fau-
ré y sobre todo las 13 Melodías de
Duparc que conocía de memoria.
Dentro de lo popular me hubiera gus-
tado mucho —porque lo cantaba
con nosotros. Ya había terminado su muy querido. María tenía un inmen- sublimemente— que hubiera graba-
momento de gloria en la ópera. Siempre
so repertorio del que son desconoci- do un disco de Sirtakí. Se me dirá que
habrá algo de extraordinario en el nom-
dos algunos de sus aspectos porque esto no habría añadido nada a la glo-
bre de María Callas. ella no ha querido —por una especie ría de María Callas, pero habría si-
Traducción: M.' Angeles de Juan de timidez que nunca pude compren- do un testimonio insólito y una
der— interpretar obras que le eran, lección de música.
A. L. (Roma, 2-V-1978) sin embargo, muy familiares. Daré A. L. (26, abrí!, 1978}

66 Scherzo
Discografía de María Callas
• / Puritani (Bellini) Di Stefano, Panerai, ti, Nache. Scala, Bemstetn. Milán, 10 diciem-
OPERAS COMPLETAS Rossi-Lemeni. Scala. Serafín. Milán, 24 a 30 bre 1953. Registro en vivo.
mano 1953. EMI. • Akeste (Gluck). Gavarini, Silveri, Panerai,
Nabucco (Verdi). Bechi, Neroni, Sinimberg- • Cavaileria rusticana (Mascagni). Di Stefa- Zacearía. Scala. Giulini. Milán, 4 abril 1954.
hi. San Callo, Gui. 20 diciembre 1949. Re- no, Panerai. Scala, Serafín. Milán, julio.!953. Registro en vivo.
gistro en vivo. EMI. • Norma (Beffini). Stignani, Filippeschi. Rossi-
Norma <Bellini). Simionato, Baum, Mosco- " Medra (Cherubini). Tucci, Barbieri, Gui- Lemeni. Scala. Serafín. Milán, 23 abril a 3
na. Bellas Artes, Picco. Méjico, 23 mayo chandut, Pelri. Comunale, Gui. Florencia, mayo 1954. EMI.
1950. Registro en vivo. 7 mayo 1953. Registro en vivo. • / higliacci (Leoncavallo). Di Stefano, Gob-
Tosca (Puceini). Filippeschi, Vrfeede. Bellas • Tosca (Puceini). Di Stefano, Gobbi, Luise. bi, Panerai, Montí. Scala, Serafín. 25 mayo
Artes, Mugnai. Méjico, B junio 1950. Regis- Scala, De Sabata. Milán, 10 a 21 agosto 1953. a 17 junio 1954 Milán. EMI.
tro en vivo. EMI. • La Forza del deslino (Verdi). Tucker, Nico-
// Trovalore (Verdi). Simionato, Baum, Wa- • La Traviala {Verdi). Albanese, Savarest RAÍ lai, Tagliabue, Rossi-Lemeni, Capecchi. Sca-
rren. Moscona. Billas Artes, Picco. Méjico, de Türin. Sanlini. Septiembre 1953. CETRA. la. Serafín, Milán. 17 a 27 agosto 1954. EMI.
20 junio 1950. Registro en vivo. • Normo (Bellini). Nicolai.Corelli, Christoff. • // TUrco m llalla (Rossini). Rossi-Lemeni,
ft»rjf/a/(Wagner). Beldelli, Christoff, Pane- Teatro Verdi, Votto. Trieste, 19 noviembre Gedda, Gardino, Stabile, Calabresc. Scala,
cai, Lopatto, Modesti. RAÍ, Gui. 20 y 21 de 1953. Registro en vivo (Versión abreviada). Gavazzeni. Milán, 31 agosto a 8 septiembre
noviembre de 1950. • Medta (Cherubini). Barbieri, Penno, Modes- 1954. EMI.
// Trovalore (Verdi). Lauri-Volpi. Elm o, Sil- • La Vesiale (Spontini). Corelli, Stignani. Sor-
ver. Tajo. San Cario, Serafín. Ñipóles, 27 dello, Rossi-Lemeni. Zacearía. Scala. Votto.
enero 1951. Registro en vivo. Milán, 7 diciembre 1954. Registro en vivo.
/ Vespri Siciliam(Verdi). Kokolios, Masche- • Andrea Chemer (Giordano). Del Monaco,
rini, Chrísioff, Comunale, Kleiber. Floren- Protti. Scala, Votto. Milán, 8 enero 1955. Re-
cia, 26 mayo 1951. Registro en vivo. gistro en viva
Aída (Vcrdi). Dominguez, Del Monaco, Tad- • La Sonnambula {Bellini). Valletti. Modesti,
dei. Silva, Ruffino. Bellas Artes, Fabrítiis. Ratti. Scala, Bemstein. Milán, 5 marzo 1955.
Méjico, 3 julio 1951. Registro en vivo. Registro en vivo.
La Traviala (Verdi). Valle!ti, Taddei. Bellas
• La Treviala (Verdí). Di Stefano, Bastianini.
Artes, Fabrítiis. Méjico, 17 julio 1951. Regis-
Scala. Giulini. Milán, 28 mayo 1955. Regis-
tro en vivo.
tro en vivo.
Armida (Rossini). Albanese, Raimondi, Fi- • Mjrmii (Bellini). Stignani, Del Monaco, Mo-
lippeschi, Ziliani, Salvarezza. Comunales, Se- destí. RAÍ, Serafín. Roma, 29 junio 1955.
rafin. Florencia, 26 abril 1952. Registro en
vivo. 11o, Daníelí. Montarsolo. Scala. Karajan. Mi-
IPuritani (Bellini). Di Stefano, Silva, Cam- lán, 1 a 6 agosto 1955. EMI,
polonghí. Bellas Artes, Picea Méjico. 29 ma- • Aída (Verdi). Barbieri, Tucker, Gobbi, Mo-
yo 1952. Registro en vivo. desti, Zacearía. Scala, Serafín. Milán. 10 a
La Traviala (Verdi). Di Stefano, Campolong- 24 agosto 1955. EMI.
hi. Bellas Artes, Mugnii. Méjico, 3 junio • Rigoleiro (Verdi). Di Stefano, Gobbí, Laz-
1952. Registro en vivo. iarini. Zacearía. Scala. Serafín. Milán, 3 a
Lucia di Lammermoor (Donúetti). Di Ste- !6 septiembre 1955. EMI.
fano, Campoknujhi. Silva. Bellas Artes, Pic- • Lucia di Lammermoor (Donizetti). Di Ste-
co. Méjico, 10 junio 1952. Registro en vivo. fano, Panerai. Zacearía, Zampierí. R.I.A.S..
Rigolelfo (Verdi). Di Stefano, Campolong- Karajan. Berlín, 29 septiembre 1955. Regis-
hi. Garda, Ruffino. Bellas Artes, Mugnai. tro en vivo.
Registro en vivo. Méjico, 1T junio 1952.
" Norma (Bellini). Del Monaco, Simionaio,
Tosca (Puceini). Di Stefano, Campolonghi.
Zacearía. Scala, Votto. Milán, 7 diciembre
Bellas Artes, Picco. Méjico, 28 junio 1952.
195). Registro en vivo.
Registro en vivo.
• La Traviala (Verdí). Raimondi. Bastianini.
La Gioconda (Ponchiellí). Barbieri, Poggi, Seala, Giulini. Milán. 19 enero 1956. Regis-
Silvcrí. Nerí, Amadini. RAÍ de Turín, Vot- tro en vivo.
to. Septiembre 19S2. CETRA. • IlbarbierediSiviglia(ttaaim). Gobbi, Ala,
Norma (Bellini). Stignani. Picchi, Vaghi, Sut- Luise, Rossi-Lemeni. Scala, Giulini. Mitán,
h«cl*nd. Covcnt Carden, Gui. Londres, 18 16 febrero 1956. Registro en vivo.
noviembre I9S2. Registro en vivo. • Lucia di Lammermoor IDonuati). Raimon-
Macbtlh (Verdi). Mascherini, lijo, Penno, di, Panerai. Zerbini. San Cario, Molinari-
Vinco. Scala, De S»baia. Milán, 7 diciem- Pradelli. Ñapóles, 22 marzo 1956. Registro
bre 1952. Registro en vivo. en vivo.
Lucia di Lammermoor (Doniíetti). Di Ste- • // Trovalore (Verdi). Barbieri, Di Stefano, Pa-
fano, Gobbi, Arie, Natali. Maggio Musica- nerai, Zacearía. Scala, Karajan. Milán, 3 a
le, Serafín. Florencia, febrero 1953. EMI. 9 agosto 1956. EML
II Trovatore (Verdi). Stignani, Penno, Taglia-
bue, Modesti. Scala, Votto. Milán. 28 febre- • La Boheme (Puccini). Di Stefano, Panerai.
ro I9J3. Registro en vivo. Moffo. Zacearía, Spaiafora. Badioli. Scala,
Sonambula/EMl/Piccaglíani Votto. Milán. 20 a 25 agosto 1956. EMI.

Scherzo 67
DOSIER

1
Un bailo in maschera (Verdi). Barbieri, Di Medea (Cheruhini). Vickers, Berganza, Zac-
Stefano, Ralti, Gobbi, Zacearía, Maioníca. earía, Raskin. Civic Opera, Rescigno. Dallas RECITALES .
Scala. Votto. Milán, 4 a IZ septiembre 1956. 6 noviembre 1958, Registro en vivo.
EMI. // Pirata {Bellini). Miranda Ferrara Ego, Pe- Y FRAGMENTOS
terson. American Opera Society, Rescigno.
1
Luciadi: Lammermoor (Danizelli). Campo-
ra, Sordclio, Moscona. Metropolitan, Cle- Nueva York, 27 enero 1959. Registro en vi- DE OPERA
va. Nueva York, 8 diciembre 1956. Registro vo Carnegie Hall.
Jiirandol. Fragmentos: escena adivinanzas,
en vivo. Lucia di Lammermoor (Donizetti). Tkglia- dúo final. Del Monaco, Serafín Buenos
1
// barbiere di Siviglia (Rossini). Gobbi, Al- vint, Cappuccilli. Ladysz. Philarmonia, Se- Aires, 20 mayo 1949. En vivo.
va, Oliendorf, Zacearía. Philarmonia. Ga- rafin. Londres 16 a 21 marzo 1959. EMI. Norma. Fragmentos. Barbieri, Serafín. Bue-
lliera. Londres, 7 a 14 febrero 1957. EM1. Medea (Cherubim). Vickers, Carlyle, Cos- nos Aires. 17 junio 1949. En vivo.
1
1
La Sonnambula (Bellini). Monli, Zacearía, sotto, Zacaria. Covent Garden, Rescigno. Recital: Tristón e Isolda, Norma, I Purim-
Londres, 30 junio 1959. Registro en viva ni. RAÍ de Turín, Basile. 8 a 10 noviembre
Ralti, Cossotio. Scala, Votto. Milán 3 a 9 1949. CETRA.
marzo 1957. EMI. La Gioconda (Ponchielli). Miranda Ferrara, 1
Aída. Fragmentos. Simionato, Weede, Baum.
Cossotto, Vinco, Cappuccilli, Companeez. Bellas Artes, Picco. 3 junio 1950. En vivo.
Ana Bolena (Donizetti). Simionalo, Raimon-
Scala. Votto. Milán, 5 a 10 septiembre 1959. Aida Fragmentos. Stignani. Picchi, De f-al-
di, Rossi-Lemeni, Ciabas si Scala, Gavazzo-
EMI. chi, Neri. Roma, 2 octubre 1950. Belleza.
n¡. Milán, 14 mayo 1957. Regislro en vivo. En vivo.
Ifigenia in Tauride (Gluck). Dondi, Albane- Norma (Bellini). Ludwig, Corelli. Zacearía. 1
Recital: Un bailo in maschera, Mignan, Va-
se, Colzani, Cossotlo. Scala, Sanzogno. Mi- Scala. Serafín. Milán, 5 a 12 septiembre 1960. riaciones Proch. RAÍ, WoI f-Ferrari. Turín,
lán, I junio 1957. Registro en vivo. EMI. 12 marzo 1951.
Lucia di Lammermoor (Don izetti). Femandi, Poliulo (Donizetti). Corelli. Bastianini, Zac- Tosca. Fragmentos. Poggi, Silveri; Munici-
Panerai. Modesti. RAÍ, Serafín. Roma 26 ju- pal, Voito. Rio de Janeiro, 24 septiembre
earía, Pallizzoni. Scala. Votto. Milán, 7 di- 1951. En vivo.
nio 1957. ciembre 1960. Registro en vivo, Recital: Macbelh, Lucia di Lammermoor,
La Sonnambula (Bellini). Monti, Zacearía, Medea (Cherubini). Simionato, Vickers, Nabucco, Lakmé. RAÍ, Fabritiis. Roma, 18
Angioletti, Cossotto. Opernhaus, Votto. Co- Ghiaurov, Tosini. Scala, Schippers. Milán, 11 febrero 1952.
lonia, 4 julio 1957. Registro en vivo. diciembre 1961. Registro en vivo. Lucia di Lammermoor: Fragmentos. Bellas
Turando! (Puccini). Schwarzkopf, Femandi, Tosca (Puccini). Cíoni, Gobbi. Covent Car- Artes, Picco. Méjico, 14 junio 1952.
Aria Don Giovanni: Non mi dir. Maggio
Zacearía. Borriello. Scala, Sera fin. Milán, 9 den, Cillario. Londres, 24 enero 1964. Regis- Musical^ Serafín. Florencia, agosto 1952 (In-
a 15 julio 1957. EMI. tro en vivo. cluida en Les Inlrouvables du Chanl Mo-
Manon Lescaul (Puccini). Di Stefano, Fio- zartienj.
Carmen (Bizet). Gedda. Guiot, Massard,
ravanti, Calabrese, Cossotto. Scala, Serafín. Aida. Fragmentos. Simionato, Walters, Ne-
Opera, Pretre. París, 6 a 20 julio 1964. EML ri, Sutherland. Covent Garden, Barbirolli.
Milán 18 a 27 julio 1957. EMI. Tosca (Puccini). Bergonzi, Gobbi. Sociélé
La Sonnambula (Bellini). Momi, Zacearía, Londres, 4 o 10 junio 1953. En vivo.
Concern Conservatoire, Prélre. París, 3 a 14 Recital: Manon Lescaul, La Bohtme. Ma-
Cossotto, Martelli. Píccola Scala, Votto. diciembre 1964. EMI. dama Balierfly, Suor Angélica, Cianni
Edimburgo, 21 agosto 1957. Registro en vivo. Tosco (Puccini). Cioni, Gobbi. Benoit. Ope- Schicchi, Turandoi, Adriana Lecouvreur, La
La Sonnambula (Bellini). Idéntico reparto. Wally, A ndrea Chenier, Mefisíofele, II Bar-
ra, Prétre. París, 22 febrero I96Í. Registro biere di Siviglia, Dinorah. Lakmé, I vespri
Edimburgo, 26 agosto 1957. Registro en vivo. en vivo.
Medea (Cherubini). Scotto, Picchi, Pirazzi- siciliani. Philarmonia, Serafín. Londres, 15
Tosca (Puccini). Corelli, Gobbi. Metropoli- a 21 septiembre 1954. EMI.
ni, Modesii. Scala, Serafín. Milán, 12 a 19 Recital: El rapio en el serrallo,Dinorah, Loui-
septiembre 1957. EMI (luego Rícordi). tan, Cleva. Nueva York, 19 marzo 1965. Re- se, Armida. RAÍ, Simonetto. San Remo, 27
Un bailo in maschera (Verdi). Di Steano, Si- gistro en vivo. diciembre 1954. En vivo.
mionalo, Rattí. Baslianini. Scala, Gavazzeni. Tosca (Puccini). Corelli. Gobbi. Metropoli- Recital: Medea, La Veslale, La Sonnambu-
Milán, 7 diciembre 1957. Registro en vivo. tan, Cleva. Nueva York, 19 marzo 1965. Re- la- Scala, Serafín. Milán 9 a 12 junio 1955.
EMI.
La Thniata (Verdi). Kraus, Serení. Sao Cario, gistro en vivo.
Ghione. Lisboa, 27 marzo 1958. Registro en Tosca (Puccini). Tucker, Gobbi. Metropoli- Recital: La Vestale. Semiramide, Hamlet, I
vivo EM1/CARRILLON. tan, Cleva. Nueva York, 25 marzo 1965. Re- Puritani. RAÍ, Simonetto. Milán, 27 septiem-
bre 1956. En Vivo.
La Traviala (Verdi). Vallettí, Zanassi, Collier. gislro en vivo. Tosca. Fragmentos Acto 11. George London.
Covent Garden. Rescigno. Londres, 20 junio Tosca (Puccini). Cioni, Gobbi. Covent Gar- TV, Nueva York. Mitropoulos. 25 noviem-
1958. Registro en vivo. den, Prétre. Londres, 5 julio 1965. Registro bre 1956.
en vivo. Recital: // Trovalore. La fi'orza del deslina

El Barbero de SeviUa/Piccagliani Norma/Roger Pic/EMI // Trovaiore/Foto: SEMO


68 Scherzo
Hamlet, Tristón e Isolda, Lucia di Lammer- mestre de 1974 registrados en Estados Uni-
moor. Festival de Atenas, Votto. Herode Al- dos con Robert Sulherland, piano, y Giu-
ticus, 5 agosto 1957. En vivo. seppe Di Stefano.
• Recital en ensayo: El rapto en el serrallo, I De esta etapa de recitales con Di Stefano, con
Puritani. Macbeth, La Traviala, Anna Bo- Newton o Sutherland al piano, se relacionan
fena. Civie Opera, Rescigno. Dallas, 21 no- los que han sido registrados con indicación
viembre 1957. En vivo. solamente de fecha y lugar. 1973: Hambur-
• Norma, Acto I. Corelli, Pirazzini, Neri. Ope- go 25 octubre; Berlín, 29 octubte: Dussel-
ra, Santini. Roma, 2 enero 1958. En vivo. dorf, 2 noviembre; munich, 6 noviembre:
• Recital: Tosca, II Barbiere di Siviglia. BBC, Frankfurt, 9 noviembre: Royal Festival Hall.
Pritchard. TV, Londres, 17 junio 1958. Londres, 26 noviembre; Alben Hall Londres,
" Recital: Macbeth, Nabucco, Ernani, Don 2 diciembre.
Cario. Philaimonia, Rescigno. Londres, 19
a 24 septiembre 1958. EMI.
• Recital: Madama Butlerfly, Norma. BBC,
Pritchard. TV, Londres, 23 septiembre 1958.
• Recital: Anna Bolena, Hamlet. II Pirata. Phi-
laimonia, Rescigno. Ijjndres, 24 a 25 sep-
tiembre 1958. EMI. GRABACIONES
" Recital; Norma, II Trovatore, II Barbiere di
Siviglia. Tosca (Acto II). Gobbi, Lance. Ope-
ra, Sebastian. París, 19 diciembre 1958. En
INÉDITAS

vivo.
Recital: La Vestale, Macbeth, II Barbiere di
DE ESTUDIO
Siviglia, Don Cario, II Pirata. Musikhalle,
Rescigno. Hamburgo, 15 mayo 1959. En vivo.
' Recita): Idéntico programa al anterior. Lie-
derhalle, Rescigno. Stuttgart, 19 mayo 1959. • Recital: Semiramide, Armida, I Véspnstci-
En vivo. liani. Philarmonia, Tonini. Londres, julio
• Recital: La Vestale, Ernani, Don Cario, II Pi- 1960. EMl.
rara. Concertgebouw, Rescigno. Amsterdam. • Recital: Lucrezia Borgia, La Cenerentola,
11 julio 1959. En vivo. Guglielmo Tell, Anna Bolena, Semiramide.
• Recital: // Pirata, Macbeth. Royal Festival Philarmonia, Tonini. Londres, noviembre
Hall, Rescigno. Londres, 23 septiembre 1959. 1961. EMl.
En vivo. • Recital: La Cenerentola, Don Carlos, Obe-
• Recital: La Bohéme, Mefmofele. BBC, Sar- ron. Philarmonia, Tonini. Londres, abril
gent. Londres, 3 octubre 1959. 1962. EMl.
• Recital: Orphee, Alcesle, Carmen, Samson • Recital: II Trovatore, I Lombardi. Concerts
et Dalila, Romeo el Juliette, Le Cid, Loui- Conservatoire, Rescigno. París, febrero o
se. Radiodifusión francesa, Piítre. París, 28 abril 1964. EMI.
marzo a 5 abril de 1961 EMl. • Recital: Manon, La Sonnambula, Gianni
• Recital: Le Cid, Don Carlos, Meftstofele. Schicchi, L'Invitation au voyage (Duparc).
Sargent, piano. Saint-James Palace. Londres, Radiotelevisión Francesa, PrStre. TV. París,
30 mayo 1961. En vivo. 2 mayo 1965.
• Aria: /; Pirata. Sinclair, Young. Philarmo- • Alda: Dúo acto 111 con Corelli. Prélre. Pa-
nia, Tonini. Londres, 15 noviembre 1961. rís, junio 1964. EMI
EML • Recital: Attila, I Vespri siciliani, I Lombar-
• Recital: Oberon, Macbeth, La Cenerentola, di. Concerts Conservatoire, Rescigno. París,
Le Cid, Anna Bolena. Royal Festival Hall, febrero.-marzo 1969.
Prétre. Londres, 27 febrero 1962. En vivo. • Recital de dúos con G. di Stefano: Don Car-
• Recital: Don Carlos, Le Cid, La Cenerenlo- io, Otello, I Vespri siciliani, Aida, Laforza
¡a, Carmen, Ernani. Musikhalle, Prétre. del destino. Sinfónica Londres, De Almei-
Hamburgo, 16 marzo 1962. En vivo. da. 30 noviembre y 20 diciembre 1972.
• Carmen: Habanera y Seguidilla. Madison PHILIPS.
Square Garden Nueva York. Charles Wilson,
piano. 19 mayo 1962. En vivo.
• Recital: Don Carlos, Carmen. Covent Gar-
den, Prétre. Londres, 4 noviembre 1962. En
vivo.
• Recital: Iphigenie in Tauride, La Damnation VIDEOS
de Fausl, Les Pvcheurs de pedes, Manon,
Werther, Fausl. Concerts ConservaloirE, Prí-
ire. 3 a 8 mayo 1963. EMI.
• Recitales: La Bohéme, Semiramide. Norma, 7ÍJ5CO. Fragmentos Acto II. London, Mitro-
Nabucco, Madama Balterjiy. Deuische Oper poulos. CBS.
17 mayo: Stultgart, 23 mayo: Londres, 31 ma- Norma. Casta diva: 31 diciembre 1957, Ro-
yo, Prtirt 1963. En vivo. ma. RAL
• Recital: Semiramide. La Cenerentola, Wert- Tosca, El barbiere di Siviglia. Arias. Prit-
her, Manon. Nabucco, La Bohéme, Cianni chard. Londres, 17 junio 1958. BBC.
Schicchi. Concerts Conservatoire, Prctre. Pa- Madama Butterfly, Norma, Arias. Pritchard.
rís, Champs Elysées, 5 junio 1963. En vivo. Londres, 23 septiembre 1958. BBC.
• Recital: Otello, Aroldo, Don Carlos. Con- Recita] Opera París, 19 diciembre 1958. Se-
certs Conservaioire, Rescigno. 8 diciembre bastián (Ver discografía). INA.
1963 a 8 enero 1964. EMl. Recital Hamburgo, 15 mayo 1959, Rescigno
• Recital: Ah! Pérfido, Oberon, Don Giovan- (ver discografia). POLYTEL.
ni. Le nozze di Fígaro, La Cenerenlola, Se- Recital Londres, 3 odubre 1959. Sargent (Ver
miramide, Guglielmo Tell. Sociele Conier- discografia). BBC.
vatoire, Rescigno. Diciembre 1963, enero Recital Hamburgo, 16 marzo 1962. Prétre
1964. EMI. (ver discografia). POLYTEL.
• Recital: Ah! Pérfido, Oberon, Don Giovan- Madame Butterfly/Luxado/EMI
Tosca. Acto II, Covent Garden. Cioni, Gob-
ni. Le nozze di Fígaro, La Cenerentola, Se- Rescigno. Febrero o marzo 1969. EMl. bi. Cillario. 9 febrero 1964. ATV.
mtramtde. Guglielmo Tell. Societe Constr- • Recital: Don Carlos, I Vespri siciliam. La Recital mayo 1965. Prétre (Ver discografia).
dorf. 2 noviembre: Munich, 6 noviembit: Gioconda, Carmen, Cavalleria Rusticana, París. INA.
• Tosca. Fragmentos. Cioni, Gobbi. Opera Pa- Gianni Schichi. Di Stefano, Ivor Ncwton, Medea. Film de Pier Paolo Pasolini. Copro-
rís, Prítre. I, 3, 13 marzo 1965. En vivo. piaña Londres. 26 noviembre 1973. En vivo. ducción de 1969. Con Giuseppe Gentile, Lau-
• Norma. Fragmentos. Cechele, Cossotto. Si- • Masiers classes, Juilliard School. Nueva ren Terzieff. Nineto Davoli y Margaret
mionato. Vinco. Opera París, Prétre. 14, 17, York. Diversas anas con alumnos. En vivo. Clementi.
21. 29 mayo 1965. En vivo. 6 febrero a 16 mano 1972.
• Aria // Corsaro. Concerts Conservato i re. • Varios recitales en vivo durante et primer tri- F.F.
Scherzo 69
ANIVERSARIO

Alexander Borodin
entre la ciencia y earte
E ra el 14 de febrero de 1887. Bo-
rodin escribe una carta a su mu-
jer, que se encontraba enferma
lejos de San Petersburgo. Le cuenta que
se prepara una fiest3 de máscaras pata
radical diferencia: no existia en ella nin-
guna identificación posible entre las cla-
ses dominantes y el pueblo, reducido al
rango humildísimo de servidumbre de
la gleba. En este sentido, no había sus-
ral. También la cultura musical france-
sa ocupó un importante lugar. Pero
desde hacía algún tiempo, junto a este
repertorio italiano y francés, habían sa-
lido a la luz los primeros compositores
el día 27, organizada por la Universi- tancial diferencia entre polacos, bohe- nacionales. Por lo común, los músicos
dad. Borodin acude a ella vestido de mios, húngaros sometidos y las clases del género serio repiten solamente los
campesino ruso: una flamante camisa inferiores rusas: análoga forma de es- módulos corrientes, pero en el género
roja hasta las rodillas, anchos calzones, tar esclavizados al poder constituido, cómico, primero tímidamente, y luego
altas y pesadas botas. Está de un hu- análoga inconsistencia política y una to- de forma más metódica, introducen ele-
mor magnífico: canta, baila, juega..., tal o parcial falta de derechos civiles. En mentos nacionales, temas populares, es-
pero de pronto cae al suelo abatido por tilos de canto, efectos instrumentales y
un infarto. esta situación, la música, y la cultura armonías. Pero aún no se puede hablar
de música nacional. Habrá que esperar
Así acabó sus días Alexander Porfié- a la llegada de Glinka para encontrar-
rievich Borodin, un músico diferente, nos con el primer músico nacional ruso.
distinto en todos los sentidos, al resto Estamos ya en los primeros años del
de los componentes del caótico Grupo siglo XIX. Los tiempos ya estaban ma-
de los Cinco. Hijo natural de un prin- duros para una profunda transfor-
cipe georgiano, fue encauzado desde mación y una adecuación a las con-
niño al estudio de la música. A los quistas nacionales que se habían
17 años se matriculó en la Acade- , logrado en el campo literario
mía de Medicina, en la que se ti- con la genial obra de Puchkin.
tuló seis años después, obtenien- La sugerencia y el impulso defi-
do, tras un breve período de prác- nitivo vino —imprevisiblemen-
ticas, la cátedra de Química en te—de un italiano, el veneciano
la Academia Militar de Medi- Catterino Cavos (1775-1840),
cina. En 1859 contrajo matri- que durante imás de cuarenta
monio con Ekaterina Protopo- años fue director del teatro de
povay en 1862entróa formar San Petersbugo. Cavos no era
parte del grupo de los Cinco, un compositor genial, pero en
fundado por Balakirev. el ambiente ruso había intuido
las grandes posibilidades de la
De fama universal como cientí- música nacionalista y había esti-
fico de sólida preparación y al mulado cualquier intento en ese
mismo tiempo Presidente de la So- sentido. No sólo se debía introducir
ciedad de Amigos de la Música de algún motivo nacional en la obra,
San Petersburgo, viajó a menudopor sino que se debía revisar el espíritu
la Europa occidental,dondeconocióy mismo de la música, hacerla partici-
f recuento a personalidades del mundo par de la vida e integrarla en un contex-
musical, entablando una gran amistad to cultural en evolución. En suma, el
con Liszt, al que dedicó una de sus elemento popular debía dejar de ser un
piezas más célebres: En las eslepas del pretexto y convertirse en el mismo esti-
Asia Central. mulo de la creación y en su motivo do-
En 1889 comenzó la composición de minante.
su ópera El Principe Igor, en la que tra-
bajaría prácticamente toda su existen-
cia, sin llegar a terminarla. Dentro del en general, era patrimonio exclusivo de
Grupo de los Cinco, Borodin fue el más la clase aristocrática, de la militar y de
fiel y coherente sucesor de Glinka, se- los cortesanos.
parándose, con su positivismo, tanto del Como es de sobra conocido, la his- La obra de Borodin: un nacionalismo
populismo pesimista de Mussorgski, co- toria de la música culta rusa sigue prác- sui generís. Algunos ejemplos.
mo del conformismo de Rimski-Kor- ticamente los acontecimientos de la
sakov. alemana y la iialiana, sin manifestacio- El trabajo del historiador, del musi-
nes autónomas. Las necesidades musi- cólogo, se apoya siempre en algunos
cales de la corte en desfiles, fiestas, puntos de referencia: una elección ideo-
funerales, etc., son satisfechas por ar- lógica o simplemente de gusto, que con-
Las fuentes del nacionalismo ruso: tistas importados de los países más oc- diciona todo su análisis. A veces, la
El elemento popular. cidentales, y, a menudo, se trata de elección puede ser objetivamente forzo-
prisioneros de guerra rápidamente ele- sa, o estar determinada por razones no
La Rusia de entonces era una de las vados al rango de instrumentistas. sólo musicales. Así, puede nacer de un
tres potencias dominantes que se habían Durante todo el siglo XVIII la inva- principio rígidamente nacionalista, co-
repartido Europa en la época del Con- sión de músicos italianos y la perma- mo el que movió a los músicos italia-
greso de Viena. Sin embargo, con rela- nente representación de óperas serias y nos y alemanes en los primeros años de
ción a Austria y Prusia, presentaba una bufas del país latino es la tónica gene- nuestro siglo a la búsqueda de los orí-

70 Scherzo
ANIVERSARIO

Los Cinco se sintieron alen-


tados por la creencia de
que sus composiciones
eran, en cierto modo, la
expresión de una causa vi-
tal, el establecí mí en 10 de
una conciencia nacional
rusa,con una correcta con-
sideración de todos los as-
pectos sociales. En un país
enelquenoexistíauna vi-
da musical organizada se
marcaron como meta la
creación de obras que
convirtieran esta organi-
zación en algo inevitable.
La Primera Sinfonía,
de Borodin que comenzó
a componer en 1862, fue
terminada en 1867, y
aunque recibió una pobre
interpretación en su es-
treno, la siguiente ejecu-
ción resultó más adecua-
da. Ambas lecturas fueron dirigidas por
A la izquierda: Página de la partitura autógrafa Balakirev, quien siguió de cerca el pro-
del Principe Igor. A la derecha: algunas notas del ceso de creación de la obra, y sugirió
genes de la música compositor relativas a ¡a producción del Prínci- a Borodin algunas modificaciones y
instrumental y de la forma pe Igor. mejoras. Borodin aceptó estas sugeren-
sonata. Fue un modo de proce- k¡; en cambio, Rímskí mira preferente- cias con espíritu, en cierto modo, am-
der que, en cienos momentos, llegó al mente a Russlan y Ludmilla y a la bivalente; era consciente de lo que debía
absurdo, pero que proporcionó a la mu- música instrumental de los últimos años al entusiasmo de Balakirev, pero poseía
sicología un imponente número de da- de Glinka, producciones llenas de ima- sus propias ideas en cuanto a lo que de-
tos y noticias, que luego podían ser ginación y color que revivirán esplén- bía aceptar y rechazar cuando recibía
elaborados más serenamente. didamente en su refinada orquestación. un consejo. En esta sinfonía, el autor
La misma contradicción la vivieron Una fecha importante en el nacimien- hace uso de cienos elementos propios
los músicos y estudiosos de la Rusia del to del movimiento nacionalista fue el de la tradición occidental, pero en múl-
siglo XIX, divididos entre las lisonjas de encuentro, a finales de 1855, entre Glin- tiples detalles constituye un punto de
una tradición occidentalista y la aven- ka y dos apasionados músicos que se partida para lo que posteriormente se
tura seductora, pero peligrosa, de un acercaron a él para rendirle homenaje convertiría en una práctica común, par-
nuevo nacionalismo musical. O se es- como padre de la música rusa: Ulibis- ticularmente en su deliberada mezcla de
chev y Balakirev. Borodin escuchó a Ba- estilos, que abarca desde la música po-
taba de una parte de la barricada o de pular hasta las reminiscencias intencio-
la otra; ya no eran posibles los compro- lakirev y Mussorgski interpretando a nadas de Schumann, y desde la preci-
misos ni las posiciones de repliegue. dúo una versión del final de la Prime- sión épica a la expansión lírica.
Dentro de estas coordenadas ideoló- ra Sinfonía de Rimski-Korsakov. Inme-
gicas surge La Banda invencible. Es casi diatamente se sintió cautivado por la
un cenáculo de artistas, una corpora- música y sintió la urgencia de imitar al
ción, una asociación: lo que un critico cadete naval de dieciocho años. No es imposible, dado el carácter de
adversario definió como «la banda in- Borodin, en el que la música se encon-
vencible», más conocida comúnmente
como El Grupo de los Cinco: Balaki-
rev, Cui, Borodin, Mussorgski y Rims-
ki-Korsakov.
Lo que los mantiene unidos es sólo
el común deseo de reaccionar contra
una cultura oficial que tiene su máxi-
mo representante en Rubinstein, su odio
común por el Conservatorio y por la
ópera italiana. Dentro del grupo, en
cambio, las posiciones son muy diver-
sas, y aparte del distinto valor de cada
uno, los resultados a que llegan son, a
veces, contradictorios. En el limite ex-
tremo se encuentran, naturalmente,
Mussorgski y Rimski-Korsakov: el pri-
mero, el más genuino intérprete del al-
ma rusa; el segundo, abierto a las in-
fluencias occidentales, con un uso del
elemento popular de sabor legendario
y folklórico. En resumen, ambos deri-
van, de alguna manera, de Oünka; pe-
ro Mussorgski se inspira más en los
valores populares y realistas contenidos
en Una vida por el Zar, robustecidos El Teatro Bolshoi de Moscú en 1844. Veintitrés años después, Borodin estrenará la ópera-
por el lenguaje esencial de Dargomyzs- farsa Bogatri, constituyendo un sonado fracaso.

Scherzo 71
ANIVERSARIO

traba profundamente vinculada a otro


tipo de intereses profesionales, persona-
les y políticos, que esta sinfonía posea
una estructura premeditadamente pro-
gramática, y que el compositor enten-
diera la obra como representación de su
visión del nuevo mundo de la música
rusa y su futuro.
La base de estas ideas ha de buscar-
se en el hecho de que los diversos esti-
los no aparecen involuntariamente
como resultado de intentos frustrados,
por parte de Borodin, para crear un to-
do homogéneo. Parece muy capaz de
diferenciar la calidad épica que carac-
teriza el primer movimiento, construi-
do sobre temas que se aproximan a la
música popular, y la música lírica, más
cercana a los modelos occidentales co-
mo Beethoven, Schumann y Chopin,
mientra que en el Scherzo crea un mo-
vimiento absolu lamen te brillante y ori-
ginal, que no se inspira en ningún tipo
de modelo, ruso u occidental.
Su biógrafo, el matemático y musi-
cólogo, S.A. Dianin, estudiante favori-
to de Borodin, y ocasionalmente su
sucesor, sugiere que existen diversas re-
laciones formales, nada ortodoxas, en
esta sinfonía. El modo en que la intro-
ducción da paso a un movimiento prin-
cipal cuyo tema deriva claramente de la
misma introducción, está en total con-
tradicción con la práctica común en Oc-
cidente, La imagen musical resultante
evoca poderosamente la aparición de al-
go vital y positivo a partir de algo ne-
gativo. Hay otros rasgos originales en
esta obra: una frase que se escucha ha-
cia el final de la introducción vuelve a
aparecer, fuera de su contexto, en el mo-
vimiento lento y en el Scherzo. En am-
bas ocasiones interrumpe el flujo de la
música y parece ser una especie de ras-
go personal.
En esta Sinfonía, Borodin se mues-
tra, por primera vez, a sí mismo, como
un compositor capacitado para ser al- Retrato de Borodin pintado por Repin una vez muerto el compositor el 14 de fe-
go más que un aficionado. Su música brero de 1887.
anterior no posee el poder y ta convic-
ción que encontramos en ésta, que su- dos, muy apropiados para el texto de hacia adelante, bajo el sol. El canto de
giere que estamos en presencia de Krilov. los rusos y la melodía de los asiáticos
alguien que posee algo nuevo e impor- Esta obra es importante en cuanto se funden en una única armonía que,
tante que transmitir. muestra la habilidad de Borodin para finalmente, desaparece en el silencio de
En 1867 dedicó los meses de verano componer en otros estilos distintos al la estepa». Así se expresa Pestalozza en
a trabajar en la música para una farsa suyo, además de ser una experiencia po- su obra La escuela nacional rusa, pu-
de V.A. Krilov, llamada Bogatiri (Los sitiva y valiosa a la hora de componer blicada en Milán por Rícordi en el año
valientes caballeros/. La idea original de su propia obra escénica El Príncipe 1958.
Krílov era que la música de Borodin Igor, Los temas ruso y oriental, que se fun-
fuese una parodia del estilo occidental Para entender la posición musical de den bajo el centelleo del sol, son ver-
propio de la ópera, en particular de las Borodin, la página más adecuada es la daderamente una voz de esperanza, un
grandes óperas de Meyerbeer y Rossi- más célebre de todas las suyas, el esbo- acto de fe, una promesa.
ni. Pero la intención de Krilov de pre- zo sinfónico En las estepas del Asia cen- Entre las demás páginas orquestales
sentar la obra en la ópera de Moscú, tral, compuesto en 1880, después de una de Borodin deben citarse otras dos Sin-
suponía para Borodin al menos un año visita a Liszt y dedicado a él, no sin ra- fonías, sobre todo la Segunda en si me-
entero de dedicación absoluta, decidien- zón. El plan de la obra se resume así: nor (1869-1876), ya que la 7ercera no fue
do finalmente utilizar música de com- «Es pleno día. En las arenosas estepas
positores occidentales a la que incor- terminada, dos espléndidos Cuartetos,
del Asia central resuena un dulce can- una deliciosa Petite Suite para piano
poró su propia música. En realidad, to ruso. Al fondo se oye el ruido de una
más de la mitad de la partitura fue mú- caravana de camellos, y llega el eco de (1878-3885) y un grupo de notables me-
sica inédita de Borodin, o parodias del una melodía oriental. La caravana se lodías para canto y piano.
estilo de la Gran Opera, mientras que acerca y continúa hacia el inmenso de- De todas maneras, su página más
el resto son citas de otros composito- sierto, escoltada por una patrulla de sol- ambiciosa es la ópera El Príncipe ¡gor,
res, fragmentos ingeniosamente escogí- dados rusos. La caravana continúa empezada en 1869 y lentamente traba-
jada hasta su muerte, sin que pudiera
72 Scherzo
ANIVERSARIO

terminarla. La acción, sencilla, pero di- valor a su pueblo para la lucha y la re- escenas de masas, el músico procede
luida en muchos episodios fragmenta- conquista de la libertad. con una solemnidad grandiosa, apoyán-
rios, se desarrolla en 1185, en la ciudad Basándose en esta trama, Borodin dose en un poderoso sentido coral. Es
de Putivle. El Príncipe Igor arenga a su entrelaza algunos episodios menores, inolvidable la partida de los soldados
pueblo a la lucha contra los invasores como la hermosa aria de Konchakov- en el prólogo, guiados y animados por
polovtsianos, guiados por el Khan Kon- na, la hija del Khan, y su dúo de amor el Príncipe, y el levantamiento del pue-
chak. Mientras Igor está luchando en con el hijo de Igor, Wladimir; o la in- blo, al final, acompañado por el soni-
ta dura guerra, su cuñado Galitski, a tervención de dos bufones tocadores de do festivo de las campanas echadas al
quien ha dejado en su ausencia el go- gudok, eternamente borrachos, cuyo vuelo por los dos borrachínes. Es la an-
bierno de la dudad, se entrega a una humorismo jovial y rústico está muy tigua, la grande y sagrada Rusia, obser-
vida disoluta, rapta a una muchacha e bien delineado. La escena del campa - vada con un amor y con una conciencia
incita al pueblo a entregarse a los pla- menlo de los polovtsianos le brinda una humana que excluyen automáticamen-
ceres y a renegar de la guerra. Su her- excelente ocasión para crear las famo- te cualquier complacencia de color o de
mana Yaroslavna, mujer de Igor, apo- sísimas danzas, nutridas de espléndidas folklore. Un modo de observar la his-
yada pot los boyardos fieles al prínci- vibraciones orientales, sugestivas y nos- toria y la leyenda que se convierte en
pe, lo acusa en vano. Finalmente, llega tálgicas. ejemplo moral, en impulso optimista,
la noticia de la derrota de Igor y la mis- Pobre desde el punto de vista dramá- en fe.
ma ciudad de Putivle se ve amenazada tico, El Príncipe Igor se manliene por
por los polovtsianos. Mientras tanto, en su extraordinario impulso épico. En las
el campamento de Konchak, el prisio-
nero Igor rumia Borodin hombre. El futuro
en su corazón de su música
la esperanza de
conseguir la Borodin es un importante composi-
victoria para tor, a pesar de que su producción es re-
Rusia, que se ducida y a despecho de las difíciles
encuentra en circunstancias en que se desarrolló su
peligro. Decide vida. Su lenguaje es enormemente per-
huir, y su regre- sonal, y el modo en que utiliza su ta-
so devuelve el lento, absolutamente original. No per-
mite que sus sentimientos hacia lo dra-
mático sean otra cosa que un apoyo pa-
ra su expresividad. Su obra sorprende
al oyente por el humanismo singular y
la expresión de una individualidad rica
y compleja.
Borodin era, en opinión de quienes
le conocieron, un ser humano increíble.
Su preocupación por los demás, su hu-
mor, su claridad para considerar asun-
tos sociales, sus brillantes cartas y sus
importantes obligaciones, en dos cam-
pos totalmente opuestos de la actividad
profesional, son pruebas de una excep-
cional capacidad de juicio y observa-
ción. Su principal debilidad parece
haber sido únicamente su incapacidad
para rechazar cualquier proposición de
participación activa en los problemas de
su entorno, debilidad que, si bien le di-
ficultó la práctica de su arte, le engran-
dece como ser humano.
Borodin, eminente profesor de quí-
mica, siempre tan preocupado por sus
discípulos, sus hijas adoptivas, su espo-
sa enferma y sus amigos compositores,
nos muestra a través de su música a un
hombre de gran corazón, siempre opti-
mista ante las dificultades de la vida.
Tal vez la aportación más importante de
su música para con su tiempo, y aun pa-
ra con el nuesiro, es que impresiona con
el frescor de su mundo imaginativo, hu-
yendo deliberadamente de la introspec-
ción, la autocom pasión y la desespe-
ración, sin sugerir jamás escapismo, tri-
vialidad o suavidad. Una musicalidad
' profunda y esencial pervive en la mú-
sica de Borodin, cien años después de
su muerte.

Tumba de Borodin en el cementerio Alexander Nevsky, de San Petersburgo. Arriba: Por- Gerardo Queipo de Llano
tada de la edición francesa de la inacabada Tercera Sinfonía. Onaindia
Scherzo 73
JAZZ

dromo un lugar casi idóneo para apreciar


el esfuerzo generoso de los músicos en to-
da su magnitud. Para ellos se trataba del
último concierto de una larga gira, lo que,

U na vez más hemos dado el obli-


gado paseo por los festivales nor-
teños para probar suerte, expo-
niéndonos durante dos hermosas sema-
nas de julio a esta curiosa mezcla de ex-
sin duda, contribuyó positivamente al re-
sultado. Todos actuaron con una entre-
ga y un entusiasmo fuera de lo habitual.
¿Qué ha pasado para que dos grupos
tan claramente vanguardistas de repente
pectaciones y desilusiones, de fuertes suenen como clásicos? ¿Es que los anos,
emociones e insípidos sinsabores que nos por fin, nos han hecho madurar, o es que
ofrecen estos acontecimientos multitudi- la propia música, antaño tan compleja y
narios. Tanto en Vitoria como en San Se- difícil de entender, haya evolucionado ha-
bastián —perdón, en Gasteiz y Donos- cia un lenguaje diáfano? Seguramente tie-
tia— conocimos los altibajos de siempre. ne que ver con una y otra cosa. Los au-
Los antiguos vascos saben muy bien lo ténticos aficionados que se quedaron cla-
que hacen, por lo menos en el plano mu- vados en sus asientos durante las casi cua-
sical, y lo hacen cada año mejor, pero son tro horas que duró el concierto de clau-
seres humanos como los demás y también sura en Anoeta, mientras todos los demás
se equivocan. Lo de los festivales es en optaron por huir, salieron clarificados,
el fondo lo más antinatural Que conoce por no decir iluminados, y sobre todo
el jazz, música creada por y para gente tranquilizados con respecto al presente del
de una sensibilidad muy especial. Pero de jazz, que es lo mismo que su futuro. Y
cuando en cuando hay que congregar a nunca olvidarán este concentrado de un
esas masas que no caben en los pequeños riquísimo repertorio que los dos grupos
templos de que disponemos a nivel de clu- pioneros ofrecieron después de tantos
bes que siguen siendo los lugares donde años de titánica y heroica lucha.
más a gusto se encuentran los músicos y El análisis de esta gran música negra
su verdadero público. Y allí fuimos, a la tiene forzosamente que esperar para otra
cita anual, como si de Fátima, Lourdes wer, Pedro Iturralde y Stanley Jordán, ocasión. De momento nos inclinamos an-
o La Meca se tratara, o, si quieren, de So- pero aun así queda suficiente materia para te ella en gratitud, al mismo tiempo que
doma y Gomorra, que igual da en este es- un comentario exhaustivo. buscamos afanosamente las grabaciones
pecífico caso... Vayamos directamente al grano, es de- para mejor penetrar este mundo maravi-
No todo lo que nos ofrecieron en el cir, a los platos fuertes de sendos progra- lloso de nuestros ritmos y sonidos que no
Mendizonoza, donde se celebró la XI edi- mas que constituyen lo más lujoso que hacen más que exponer viejas pasiones vi-
ción del festival de los alaveses, y en el hoy en día ofrece el verano a este lado del vidas en una fabulosa espontaneidad co-
Anoeta, que fue el marco para la XXII Atlántico. Porque ¿dónde en todo el con- lectiva. Reconozcamos que llevábamos
versión de algo que los guipuzcoanos aho- tinente europeo se puede asistir a un fes- cierto tiempo sin acordarnos de Cherry
ra se empeñan en llamar Jazzaldia, tuvo tival que, en su noche de clausura, se y Coleman, de Joseph Jarman, Roscoe
que ver con el jazz propiamente dicho, se- permite presentar nada menos que Arl Mitchell y Lester Bowie, todos ellos ex-
gún nuestro criterio. Hubo más de una Ensemble of Chicago seguido de Prime ponentes de diferentes corrientes del lla-
sesión que era preferible ignorar a fin de Time de Ornette Coleman, con el siem- mado free jazz, pero estrechamente
no cargar excesivamente los motores y pa- pre magnífico Don Cherry añadido como unidos en una misma tarea que consiste
ra poder prestar mejor atención a lo que destacada figura? Tal fue el broche de oro en hacer la música cada día más uní ver-
realmente valía la pena. Dejemos, por de la auténtica Semana Grande en San Se- sal, quitarte las manchas de la mentira y
tanto, constancia de que este breve repa- bastián. En ninguna capital, sea Londres salvarla de todas las amenazas que encie-
so no pretende ser completo, ni mucho o París, Berlín o Copenhague, se pueden rra un momento particularmente peligro-
menos. Lamentamos, por ejemplo, no vivir semejantes orgías, y la enorme la- so en la historia de la humanidad. Casi
poder hablar del grupo del muy repetiti- bor de la incansable organización donos- treinta anos después de sus pasos inicia-
vo guitarrista Pat Metheny, que sigue sin tiarra merece todo nuestro aplauso. Mu- les estos músicos elevan sus increíbles vo-
convencemos, y tampoco de los llamados sicalmente nos quedamos satisfechos co- ces con el mismo vigor, con la misma
CD Players, que nada tienen que ver con mo rara vez ha sido el caso, gracias tam- convicción, nos asustan y nos conmueven.
el cuerpo diplomático ni con un club de- bién al impecable sistema de sonido de La noche anterior nos habíamos que-
portivo cualquiera, sino con el nuevo in- Berenice que hizo parecer al viejo veló- dado con la misma honda emoción escu-
vento auditivo que nos amenaza. No chando a dos saxos tenores totalmente
pudimos asistir a todo el curso interna- diferentes entre sí y perteneciendo a otro
cional en San Sebastián que, sin embar- lugar en la fantástica caja de sorpresas
go, parece ser que tuvo bastante más que constituye el jazz. De todo, bueno y
interés que en anteriores ocasiones. Por malo, nos ha dado Stan Getz en los últi-
principio nos negamos a admitir la sal- mos años. Somos conscientes de su im-
sa, esta vez representada por Tito Puen- ALBURQUERQUE, 14 portancia y valor, sabemos que es un
te y Celia Cruz, en el contexto jazzistico, músico de inspiración y por tanto desi-
y muy mal podemos justificar la presen- Jurriu Mu™ Bilbao gual, conocemos este montón de graba-
cia de la guitarra flamenca en el mismo, ciones preciosas que ion la base de su
a pesar de la admiración que sentimos por El mejor importante obra, pero jamas en las múl-
Paco de Lucia, cada vez más majestuo-
so, y su acompañante, John McLaugh-
Jazz en Vivo tiples ocasiones en que le hemos escucha-
do en directo, nos han sorprendido tan
lin. Por diversas razones tuvimos igual- cada agradablemente. El suyo fue un recital
mente que privarnos de los recitales de noche ejemplar, ofreciéndonos lo más exquisi-
viejos conocidos como Donna Highto- con 2 PASES to de IU repertorio —desde Sippin' al

74 Scherzo
diarios
11,30 y 1,30 h.
JAZZ

BeH's y Body and Soul hasta un fVave que


nos hizo olvidar todo nuestro acumula-
do cansancio con respecto a los lemas
brasileños. Fue el seguro y vigoroso, líri-
co y delicado Getz de sus últimos LP'S
tan impresionantes (Poetry. The Dolp-
hin. PureGetz. Voyage...), acompaña-
do por el mejor trío rítmico imaginable
(el pianista Kenny Barron —¡un maes-
tro! . el contrabajista Rufus Reid y el ba-
tería Víctor Lewis). La propina que nos
brindó —/ thought about you— quedó
clavada en nuestra memoria.
Mas emocionante, si cabe, fue el reen-
cuentro con Dexter Gordon, un gigante
que muchos creían acabado, y a quien es-
perábamos con autentica angustia (¡temor
a un tenor...!) dadas las malas noticias
que últimamente nos habían llegado acer-
ca de su salud. Muchas calamidades han
dejado huellas en su cuerpo y en su ros-
tro que ya no ocultan el cansancio, pero
los cinco temas que interpretó con sus
cuatro acompañantes —el asimismo gru-
po de la inolvidable película Round
Midnight— nos tranquilizaron. Gordon
sigue siendo el más importante de los te-
nores surgidos a raíz del be-bop, y nadie
sabe como íl construir, matizar, adornar,
dramaticar, redondear un solo. De ello
fue el Polka Dots and Moonbeams, con
que terminó su hondo discurso, un bello
ejemplo.
De otro tenor, Branford Marsalis, po-
dríamos escribir largo y detallado, sien-
do ¿1 a buen seguro una de las voces que
invadirán la próxima década. Se trata de
un clásico donde los haya —su muy par-
ticular homenaje al maestro John Coltra-
ne lo mostró con toda claridad, pero tocar y perfeccionar su música, y quien be duda de que estos cuatro formidables
aporta algo muy personal: una naturali- no sabe apreciar semejante gesto, no de- vocalistas ofrecen lo más blanco que en-
dad, un relax, una reflexión sobre las ar- be tener el oído muy afinado. Marsalis, cierra nuestra música, y volver a escuchar-
monías, junto a un fuerte sentido rítmico que odia los festivales, dio todo lo que les sería casi una prueba. De la misma
y unas irresistibles ganas de tocar donde tiene, y es sin duda bastante más de lo que manera con la divina, y sin embargo en-
y cuando sea. Este entusiasmo comparte estos públicos lan mixtos generalmente trañable, Sarah Vaughan que a ratos lo-
con el magnífico pianista Kenny Kirkland merecen. Con un trío formidable, forma- gra emocionar, pero que también termina
y hace que sus conciertos se conviertan do por el pianista Marcus Roberts, el ba- por irritar con su manierismo. Esta his-
en puro deleite para lodos. La eterna e jista Roben Hurst y el batería Jeff Tain tórica cantante es, hoy por hoy, lo me-
interminable juventud en persona, la sa- Watts, supo elevar el festival a un nivel nos espontáneo que se puede imaginar,
lud misma del jazz, y sin duda una bue- inesperado, y nos hizo olvidar rápidamen- y constatarlo en directo resulta siempre
na garantía de futuras aventuras que te los esfuerzos de un grupo cerebral co- penoso, recordando lo que ha sido para
seguiremos muy atentamente. mo Oregon para romper una monotonía nuestra educación musical.
Y lo mismo con su super dotado herma- ya sin perspectiva. A pesar de todo: ¡vivan los festivales
no Wynton. cuya trompeta lleva tiempo Por lo demás, no hubo mayores sor- que nos permiten recordar y avanzar al
impresionándonos por su técnica y su presas. La orquesta del difunio Count Ba- mismo tiempo! Nos acercan a músicos le-
contenido. También él quiso conmemo- sie, ahora dirigida por Fiank Foster en gendario:, para pasar momentos reconfor-
rar los veinte aflos de la muerte de Col- cuyas manos expertas se encuentra per- tantes en su compañía, y nos hacen
trane, y lo hizo en una docena de temas fectamente, suena casi como en sus me- descubrir nuevos talentos. No es poco.
del llorado maestro, siendo los cinco pri- jores tiempos, a pesar de sus múltiples ¿Que importa entonces que tengamos que
meros auténticos blues. No hubo la más transformaciones y su absoluta falta de aguantar a tantos intrusos, tamos pará-
ligera concesión al público viioriano, ni figuras. Nos dio una hora maravillosa de sitos, tantos malos aficionados que acu-
falta que hacía. Es de agradecer cuando jazz y sobraba a todas luces la canianie den a estas confusas citas ano tras año,
un músico se dedica a profundizar la ma- Diane Schuur, que acabó rápidamente aparentemente sin aprender de lo que
teria, y Wynton lo nace siempre. Le acu- por cansar y pesar a pesar de poseer una realmente se trata?
Mfl de jer frío, y no » verdad. Este joven muy respetable voz. Manhattan Transfer
genio —d crack de los 80— se limita a es un auténtico espectáculo, pero no ca- Ebbe Traberg
Scherzo 75
DANZA

Los rostros del verano


La danza marcada por la personalidad de sus protagonistas
H
a sido un verano de mucho movimiento para la danza en ¡oda Europa, y a
España le ha tocado su parte. Los festivales han estado marcados por la fuerte
presencia de sus directores o de los artistas invitados. De una u otra ma-
nera, los criterios de estas personalidades van dibujando un horizonte de cambios
y renovación profunda en un género que cada vez se abre más hacia el espectáculo
total. El papel de los programadores es también cada vez más importante y decisivo
en esa lucha por la estabilidad del proceso creativo dancistico.

Juliol 87, Valencia

E l festival veraniego que organi-


za el Ayuntamiento de Valencia
programó este año varios espec-
táculos, destacando claramente la ori-
ginalidad de los grupos Lolita y Beau-
gest, unidos para producir ese collage
voluntarioso de humor y color que es
Zoopsie Comedí. Sankai Juku se pre-
sentó en el Jardins de Vivers con Unet-
su, su última creación producida en el
Teatro de la Ville de París, donde su
creador, Amagatsu, concentra sus es-
fuerzos en una suntuosa puesta en es-
cena llena de efectos.
La coreógrafa Gracel Meneu produ-
jo para estas fechas Via, con su grupo,
Vianants, una obra fuerte, de clara ten-
dencia vanguardista y donde hay la par-
ticipación activa del músico Víctor Una escena de Zoopsie Comedí. Fotos: J. Castañar.
Nubla y de una compleja maquinaria
de proyecciones. Fue Juliol un festival
que marcará su línea futura, apostan-
do por lo mejor de lo moderno, siem-
pre teniendo en cuenta al gran público.

Festival de Avignon

E ra un año duro para la danza en


Avignon. Solamente cinco es-
pectáculos, que fueron salvados
por la calidad de sus intérpretes. El Ba-
llet de la Opera de París estrenó un
Magníficat de Juan Sebastián Bach con
coreografía de John Neumeier, un tra-
bajo gigante pero imperfecto, con la
destacada participación de tres estrellas
jóvenes: Elizabeth Platel, Marie-Luise
Pietragalla y Sylvic Guillem. Instante,
de Bernardo Montet y Catherine Divie- Gracel Meneu, la coreógrnfa valenciana que
•rres, un patético y hermoso dúo que ha estrenado Vía, su segunda producción
cautivó a la audiencia, con claras in- con el grupo Viananls. Ushio Qamagaisu en una escena de Unetsu.
76 Scherzo
DANZA

fluencias de su paso por Japón. Otro


estreno casi críptico del joven francés
de origen albanés Angelin Preljocaj:
Halali Rome, un trabajo para siete mu-
jeres basado en la pasión de Juana de
Arco, acompañado en directo por una
orquesta de música contemporánea que
hacía una partitura difícil, sin conce-
siones. Alain Crombet, director del
Festival, se sentía satisfecho con los re-
sultados, y anunció que para 1988 en-
cargaría una creación mundial a Merce
Cunnigham. El festiva] se cerró con la
compañía de Marina Graham.

Aix-en-Provence
Alain Crombet, director del Festival de El coreógrafo Angelin Preljocaj. Foto: J,

L a pequeña y hermosa ciudad tie-


ne un festival de danza anual or-
ganizado por el municipio. Este
año la estrella joven ha sido el barce-
lonés Vicente Sáez, que fue invitado a
Avignon. Castañar.

impartir un curso, y en el tiempo récord


de siete días montó una pieza para 10
chicos seleccionados del curso. Tam-
bién presentó, con las miembros del
grupo Taba, en el espacio abierto de
una plaza actual, su última creación.
Los organizadores de Aix encargaron
a Francois Verret una creación, que
después de muchos cambios se llamó
La Ultima Fuga... y con Verret llegó el
escándalo. Muchos tildan de fraude su
estreno, otros le llaman el sagrado in-
comprendido de su generación, lo cier-
to es que su obra se muestra descon-
certante, y raramente sar cas tica.

Vicente Sdez con SU grupo en un ensayo al aire libre. Foto: Chnsiiane Robín.
Montpellier

E ste festival ha dado en su octa-


va edición muestras de una ma-
durez y consolidación que le
equipara a los mejores eventos de Euro-
pa. Su director, Jean Paul Montanari,
ha programado en un amplio prisma
con la idea de llegar a todos los públi-
cos, desde el espectáculo de Verret al
Ballet de Caracas que dirige Vicente
Nebrada. En estas funciones bailaron
como invitados los españoles Raúl Ti-
no y Santiago de la Quintana, ambos
miembros del Ballet del Teatro Lírico
Nacional. Entre las principales atrac-
ciones estuvieron la versión nueva de
Assai, de Dominique Baouguet, el Ca- Jean Paul Montanari, director del Festival de Montpellier. Foto: Roiand Laboye.
Scherzo 77
DANZA

priccio, del grupo de recon s( ruedo n de


danzas barrocas R¡s et Danceries, que
lidera Francois Lancelot y una asom-
brosamente perfecta creación de Tris-
ha Brown. Montpellier reunió a lo más
importante de Europa en un encuentro
teórico sobre la danza en relación con
la música y la producción espectacular.

Madrid

L os Veranos de la Villa han bri-


llado poco, y su momento más
interesante ha sido el esireno de
una pieza de Carmen Senra, Personal
e Inlransferibie, y la presencia de Zhan-
A la izquierda:
Trisha Brown. Foto: Lois Greenfteld.
Derecha:
dra Rodríguez y el Ballet del Nuevo Carmen Senra. Foto: J. Castañar.
Mundo de Caracas. Fue muy interesan-
te el fragmento coreográfico por José
Pares sobre música de Bach bailado por
la propia Rodríguez, que se mantiene
en una espléndida madurez interpre-
tativa.
También estuvieron en los Veranos
El Ballet de la Opera de Viena, con una
deslucida actuación y el Ballet Contem-
poráneo de Bruselas, que dirige la es-
pañola Karmen Larumbe con una
nueva creación: Nada.

Bruselas

E l Festival Internacional de Dan-


za de la Grand Place de Bruse-
las tuvo este año represen ¡ación
española. La compañía de Carmen Sen-
ra acudió y congregó a 3.700 especta-
dores para ver su nuevo programa,
donde interviene la propia coreógrafa.
También se vieron al grupo de Larum-
be, que cosechó bravos de un público
que conoce bien su trabajo y el Ballet
du Nord, que funciona bajo la direc-
ción del cubano Alfonso Cata, que pre-
sentó un programa de fundamento
neoclásico con altibajo y buenas pro- Susana Casenave en una escena de Personal e Intransferible en la Grand Place de
mesas. El Ballet de Filipinas presentó Bruselas. Foto; J. Castañar.
un espectáculo lleno de color donde se
mezclaban de manera exótica bailes es-
pañoles con danzas ancestrales del Pa-
cífico sur.

78 Scherzo
DANZA

Segovia

E l festival de los Reales Sitios de


La Granja, a cargo del Patrimo-
nio Nacional, organizó una gala
donde la auténtica atracción fue Ana
Laguna, la zaragozana que actualmente
es primera bailarina del Cullberg Ba-
llet de Estocolmo. Ana se creció ante
las dificultades de un escenario mal
moniado y bailó entregada y pasional
sus dos fragmentos. También bailaron
Arantxa Arguelles y Antonio Castilla,
del Ballet del Teatro Lírico Nacional.
El resto de la plantilla, de no tanta re-
levancia, presentó un repertorio bási-
camente inadecuado. La Laguna, con
su arrojo, hizo que valiera la pena ir
hasta Segovia. Verla siempre es un
Zhundra Rodríguez y Pablo Denubiía. Foto: J. Castañar. auténtico placer.

Ana Laguna en La Granja. Foto: J. Castañar. Sustance. Foto: J Castañar.

Scherío 79
ALTA FIDELIDAD

Cajas Acústicas Opus-3


Un más que estimable trabajo escandinavo

A nteriormente en esta Sección


he comentado, aunque muy
de pasada, las excelencias del
formidable catálogo de discos
Opus-3; sí, se trata de la misma fir-
el resultado perseguido se ha conse-
guido, si no plenamente, sí al me-
nos en un 90 %. El color blanco-
marmóreo del gabinete deriva natu-
ralmente del material con el que está
Otro detalle que denota la sabidu-
ría del diseñador de esta caja es que
el panel frontal o bafle va ligeramen-
te inclinado hacía atrás con el fin de
evitar resonancias derivadas de un
ma que elaboró en su momento el fa- construido y su diseño cuadra muy probable paralelismo con el muro
moso disco de pruebas ORTO FON. bien en decoraciones de corte moder- trasero. En todo caso, he podido
Indudablemente tengo la intención de no. La tela frontal de color negro es comprobar de modo fehaciente que
referenciar con cierto detalle algunos de una total transparencia acústica y la colocación de esta caja no presen-
títulos en concreto de los que el im- se adhiere al bafle mediante unas pe- ta grandes problemas y es de las po-
portador ha tenido la amabilidad de queñas barras imantadas. No hay cas que conozco que pueden ir
facilitarme. La labor de Opus se ha clavos ni tornillos de tan nefasta in- alojada perfectamente en una estan-
centrado, como es lógico, en el dis- fluencia; los altavoces están sujetos tería. Realmente esta posibilidad se
co negro tradicional y los resultados al bafle mediante una masa de sili- ve que ha sido tenida en cuenta por
de calidad son indiscutibles. Hagan cona. Estos altavoces son de una el diseñador seguramente consciente
la prueba y se convencerán. Dan re-
sultado hasta en equipos sumamen-
te modestos, lo que viene a dar la
razón una vez más al gran Gilbert
Briggs, quien se pasó la vida predi-
cando que de todos los componentes
el más importante y decisivo es la
fuente o programa musical, llámese
disco, cinta o emisión de radio. Al
sopesar la calidad de los discos
Opus-3 se da uno cuenta de que el
gran diseñador británico (Wharfeda-
le) tenía toda la razón.
Pues bien, tras el regusto de los
discos, Opus-3 irrumpe en el campo
de los componentes de Alta Fidelidad
con una caja acústica de gran cate-
goría y por un precio verdaderamente
interesante. El P.V.P. de la caja
Opus-3 Capella va a ser de 76.000 pe-
setas el par, lo que constituye todo
un acontecimiento. Doy, pues, una
pequeña satisfacción a los que me cri-
tican por no estudiar más que com-
ponentes que valen de 50.000 duros
para arriba. Ahora doy noticia de un
componente cuya relación calidad-
precio es excepcional y desde luego
pongo muy en duda que en ese nivel
de precio exista nada mejor en el Caja acústica Opus-3 CAPELLA.
mercado español.
gran calidad; el de agudos es de cú- de que en muchos casos no hay otra
pula de titanio con una cierta resem- forma de ubicar unas cajas acústicas.
La Caja Opus-3 Capella blanza a los míticos Sinus; e! de Lógicamente su proximidad a muros
graves-medios aloja un cono de po- refuerza la respuesta en graves. Si se
lipropileno, técnica ya empleada por coloca con separación importante de
M-J a caja Opus-3 Capella es un di- fabricantes de la importancia de Ro- las paredes la caja canta francamen-
seño de dos vías con una estructura gers e Infinity. En el filtro divisor de te bien y revela unas propiedades
de gabinete sumamente original y efi- frecuencias, de gran calidad, se ha de dispersión sumamente interesan-
caz. El sempiterno problema de las prescindido de los condensadores y tes pese a ser una caja más ancha
resonancias ha sido atacado de un todo el cableado interior del gabine- (42 cm.) que alta (32 cm.). No exis-
modo frontal; sencillamente, se ha te ha sido realizado con material Van ten problemas importantes de ampli-
prescindido de la madera y se ha den Huí, que es lo mejor que se pue- ficación; la caja es bastante estable
elaborado un receptáculo a base de de emplear para cablear altavoces. en cuanto a su impedancia, que no
una mezcla de mármol y resina. Natu- Los conectores, alojados en el panel baja nunca de seis ohmios, aunque
ralmente el trabajo es artesanal y trasero, son del tipo banana. su impedancia nominal es de ocho.
80 Scherzo
ALTA FIDELIDAD

Por oirá parte, es un sistema de efi- conne y un plato giradis-


ciencia más bien alta: 91 db. Con un cos fabricado asimismo
buen amplificador de 50 vatios se en aleación de mármol y
puede llenar de excelente sonido resina. El peso total del
una sala de unos 30 mi. Indudable- plato excede de los 30 ki-
mente puede sonar bien con am- los y el volante de arras-
plificadores menos potentes tipo tre es macizo, no acam-
NAD-3020-B, por ejemplo, o algu- panado como sucede en la
nos de válvulas de 15 ó 20 vatios Mis mayoría de los casos.
escuchas de la Capella han sido rea- Merced a esta técnica es
lizadas básicamente con las etapas de de suponer que el proble-
potencia QUAD 303 (45 vatios) y ma de las vibraciones ha-
Radford STA-15 (15 vatios válvulas). ya sido resuelto de un
Como previo he utilizado el sober- modo casi total.
bio COUNTERPO1NT SA-5, del La caja acústica Cha-
que haré relato en el próximo núme- conne aloja las mismas
ro, y las cápsulas que han casado unidades que la Capella y
bien con Capella han sido la Decca emplea la misma combi-
Gold y la Thorens MCH-1II. He rea- nación mármol-resina. La
lizado también audiciones con pro- diferencia está en la for-
gramas de radio FM y cassettes. ma de gabinete, que en es-
Después de dos o tres días de es- te caso tiene 90 cm. de
cucha se da uno cuenta de que está altura, 23 de ancho y 32
ante una caja muy natural, sin gran- de profundidad para un
des altibajos, con una gran homoge- peso total de 35 kilos. Es-
neidad de sonido y, puestos a tá diseñada para ir direc-
destacar, con un agudo absolutamen- tamente sobre el suelo y
te magnifico. Supongo que el grave dada su anchura de tan
debe descender hasta unos 60 ciclos sólo 23 cm. sus propieda-
aproximadamente. No hay retum- des de dispersión del so-
ba nc i as ni desórdenes en este aspec- nido son extraordinarias.
to, lo que sin duda es debido a la La idea estética es idénti-
soberbia realización del gabinete y a ca a la que ha presidido el
la gran calidad de la unidad de ra- diseño de la Capella, por lo
diación. que desde el punto de vis-
La Capella es capaz de producir ta decorativo no plantea
presiones sonoras de gran envergadu- ningún problema. Pienso
ra, sobre todo considerando su tama- que se trata de objetos
fio. Realmente cuando se escuchan que serán aceptados o to-
grandes formaciones orquestales no lerados al menos por el
da la impresión de que estemos ante ama de casa más intran-
un gabinete de tan sólo 25 litros. Uno sigente. Creo que en gene-
de mis discos lest en este campo, ral los diseños nórdicos
el Decca 2.a de Mahler-Mehtz- han tenido siempre muy
Filarmónica de Viena (Seleccionado en cuenta estos criterios
por los críticos japoneses como Su- estéticos aparte de la in-
per Analogue Disc), con pasajes de discutible calidad técnica
una dinámica enorme, es reproduci- Caja acústica Opus-3 CHACONNE. que tienen los productos.
do por las Capella de un modo muy Hacen pocas cosas pero las hacen
digno. La mezcla-estéreo es excelen- disco analógico que es el Philips- muy bien. Ejemplos: Bang-Olufsen y
te, naturalmente cuando el disco es- Schubert-Opiís /63-Casáis y Cuarteto Copland (Dinamarca), Electrocom-
tá bien grabado. Otro tanto sucede Húngaro no he encontrado franca- paniet y Tandberg (Noruega). El ac-
con la profundidad de los planos so- mente ninguna carencia de importan- tual trabajo sueco de Opus-3 no deja
noros de la orquesta. Escúchese a este cia a esta sorprendente y extraor- de hacernos rememorar aquellos
respecto, por ejemplo, el disco dinaria caja acústica a la que augu- magníficos gabinetes acústicos de fir-
Debussy-/míÍ£enes-Argenta o esa ro éxitos notables, sobre todo tenien- ma Sonab y los míticos Sinus, ya por
otra joya que es El sombrero de Tres do en cuenta su precio. Un detalle desgracia desaparecidos. Resulta ob-
picos de Falla en la versión de An- revelador de que nos encontramos vio que los nórdicos en materia de
sermet para el sello Decca. En el ante un componente digno de aten- Alta Fidelidad tienen verdadera afi-
disco-test Sheffield de la batería las ción es que pese a sus reducidas di- ción, un gusto excelente y auténtica
Capella pueden ser puntuadas a 7,5 mensiones alcanza un peso de 18 kg.; capacidad para resolver escollos y
sobre 10 puntos. Se trata de un dis- tengan esto, pues, en cuenta quienes problemas.
co de tremendas dificultades para los proyecten ubicar un par de Capellas
equipos de bloque y muy adecuado en un estante; las precauciones se
para evaluar componentes por sepa- imponen.
rado. En Jazz (discos ECM básica-
mente) y música de cámara, algunos La caja acústica Chaconne
discos de la propia firma Opus, al-
guna que otra joya de Harmonía
Mundi y ese hito en la historia del
O_ pus-3 ha lanzado otros dos
componentes; la caja acústica Cha- Alfredo Orozco Buezo
Scherzo 81
ALTA FIDELIDAD

¿Por qué no sacarle el máximo


rendimiento a su giradiscos?
E s que ajustar el pialo es muy difícil/ Y, además, con
la infinidad de cápsulas y brazos que hay en
mercado, no sé cuál elegir y a mí me han dicho que...
de normas para comprobar si el plato está bien ajustado o
no, si la cápsula que tiene montada es realmente ¡a idónea
para el brazo instalado, si la aguja está leyendo la informa-
JUNO.'/! ción existente en el disco deforma óptima, en suma, todos
Esta conversación la he oído últimamente demasiadas ve- esos pequeños detalles que mejoran espectacularmente la
ces, y casi siempre eran comentarios de personas que tienen audición con un giradiscos. Comencemos, pues, con una se-
un plato y que no ¡o han ajustado durante años. En primer rie de nociones de las que normalmente todo el mundo ha-
lugar, hacer los ajustes de un plato no es una cosa tan com- bla pero de las que casi nadie sabe explicar claramente qué
plicada. Lleva quizá algo de tiempo y sobre todo una buena son.
dosis de paciencia. La razón de este artículo es dar una serie

H abilidad de lectura (Tracking).


Es la capacidad que tiene la cáp-
sula para que ¡a aguja esté en
contacto ininterrumpidamente con las pa-
redes de un surco de alia modulación (ni-
se usa un disco de prueba que tenga al-
gunos corles con estos ajustes. Si la agu-
ja está sucia o no hay una fuerza de apoyo
suficiente es posible que no haya una bue-
na lectura. Si se corrigen estos defectos
mo se grabó el disco. Esto se consigue
usando un brazo con geometría de over-
hang y desplazamiento (o ángulo de ata-
que). La distancia desde la aguja hasta el
eje de giro del brazo es mayor que la que
vel de señal). La habilidad de lectura de y no se es capaz de oír correctamente el hay desde el centro del giradiscos al eje:
una cápsula viene determinada por varios disco es debido a que hay un fallo en bra- a esta diferencia de distancias es a lo que
factores dependiendo de las frecuencias, zo o cápsula o son incompatibles. Para se llama overhang. La cápsula tiene que
baja, media y alia que tiene que producir. que una cápsula lea correctamente las mo- estar ajustada en un ángulo de ataque res-
En baja frecuencia (hasta 2 KHz) de- dulaciones grabadas en un surco debe es- pecto al pivote del brazo. Para un brazo
pende sobre todo de la compliance de la tar perfectamente alineada en el brazo. de 230 mm. de largo el overhang es ópti-
cápsula, que es ta propiedad que tiene un Esto nos hace comprobar tres ajustes dis- mo en los 17 mm. y el ángulo de ataque
dispositivo (la cápsula) para ceder a la ac- tintos, el primero de los cuales está rela- sobre 23.5°; esto hace que el error de trac-
ción de una fuerza. Quizá quede más cla- cionado con la posición y la orientación king sea cero en dos puntos sobre la su-
ro si decimos que es la mayor o menor de la cápsula en el cortacápsulas y es co- perficie del disco. Estos dos puntos son
facilidad con que se desplaza la aguja por nocido como error de tracking lateral. los puntos de error de tracking cero.
la acción de las ondulaciones del surco. Cuando se graba un disco máster (a par- Cuando el overhang y el ángulo de ata-
En el caso de las cápsulas es te reo fónicas tir del cual se van a obtener las copias que que son los óptimos los tres puntos don-
se considera tamo la compliance horizon- oímos normalmente) la herramienta de de la distorsión es máxima son iguales.
tal como la vertical. En las frecuencias corte que hace los surcos graba en linea Estos tres puntos son los de máximo ra-
medias (desde 2 Khz hasta 5 Khz) el trac- recta. Sin embargo, cuando reproducimos dio (comienzo del disco), mínimo radio
king depende sobre todo de la amortigua- un disco lo solemos hacer con un brazo (final del disco), y un punto situado en-
ción del cantilever, la estructura de la pivotado. La aguja en su movimiento a tre los dos óptimos de ajuste.
cápsula y la resonancia del brazo. En las través del disco describe un arco radial al
frecuencias altas (por encima de 5 Khz) circulo formado por el disco. Para evitar el problema del overhang
es una función de la inercia de la aguja. y desplazamiento algunos fabricantes han
Cuanto menor es la inercia mejor habili- Esta diferencia entre la grabación de un desarrollado un dispositivo para hacer es-
dad de lectura en agudos. disco y la reproducción hace que se ge- tos ajustes que es la plantilla de alinea-
nere una distorsión. Veamos los factores ción. Para usar este dispositivo sólo hay
Con estos datos ya tenemos una peque- que pueden minimizar esta distorsión: que hacer coincidir el agujero con el cen-
ña idea de las cosas que se pueden ajus- • En primer lugar, es el ángulo forma- tro del plato (como si se pusiera un dis-
tar en el plato. Es evidente que no do entre el eje de la cápsula y la tangente co), se apoya la cápsula sobre el punto
podemos mejorar las condiciones intrín- de la aguja a la superficie del surco. Pa- central de cruce y se observa el paralelis-
secas de los elementos que estamos usan- ra minimizar esta distorsión hay que ali- mo de la cápsula respecto a las líneas pa-
do. Nos tenemos que ceñir a los elementos near la cápsula para que en el momento ralelas que hay al lado de tas dos líneas
instalados en el plato. Deberemos, pues, de lectura la aguja describa un arco ra- en negrita.
tener la información referente tanto a la dial que sea lo más parecido posible a co- Todos estos ajustes se pueden hacer
cápsula como al brazo. Po- mediante una plantilla. Nor-
demos ajustar el tracking la- malmente, cada brazo lleva
teral, el tracking paralelo y una plantilla de ajuste para
el antiskating. Comencemos poder colocar correctamen-
por lo más sencillo. Lo pri- te la cápsula. Sí por cual-
mero de todo es comprobar quier razón no se tuviera, la
que nuestro giradiscos está casa ELAC tiene una planti-
perfectamente plano (a ni- lla muy completa que permi-
vel). Una vez hecho esto va- te hacer los ajustes de
mos a comprobar los ajustes overhang y de tracking per-
de la cápsula. En primer lu- fectamente.
gar, la cápsula tiene que es-
tar fuertemente atornillada al El mes que viene continua-
portacápsula, ya que si no es ré con los demás ajustes que
posible que haya vibraciones se pueden hacer en el giradis-
y resonancias extrañas y por cos. Espero que una vez he-
ello perturbaciones no desea- chos disfruten más con la,
das que influyan en la escu- escucha de su discoteca.
cha final- Para ver la habili-
dad de lectura de una cápsula IM plantilla ELAC permiie hacer ajustes de overhang y tracking perfec-
tamente. Carlos Gaseó
82 Scherzo
SE

Octubre ¡987
ORQUESTRA DE LA CIUTAT DE BARCELONA
COR DEL GRAN TEATRK DEL L1CEU
SCHÓNBERG ENSEMBLE
ORCHESTRF. NATIONAL DU CAPITULE DE TOULOUSE
GRUPO CÍRCULO
LA CAPELLA REIAL
PH1LHARMONIA ORCHESTRA
ORFEÓ CÁTALA
ENSEMBLE DE CUIVRES D'AQUITAINE
CAPELLA DE MÚSICA DE SANTA MARÍA DEL MAR
DIABOLUS IN MÚSICA
PERCUSSIONS DE BARCELONA
COR PRO-MUSICA DE LONDRES
COR EL VIROLET
COR L'ESQUELLERINC DEL COR MADRIGAL

DIRECTORS
FRANZ-PAUL DECKER • REINBERT DE LEEUW • MICHEL PLASSON • JOSÉ LUIS TEMES
JORDI SAVALL • ROGER NORRINGTON • ESA-PEKKA SALONEN
JOAN LLUÍS MORALKDA • I.ASZLO HEI.TAY " JOAN GUINJOAN

SOLISTES
LELLA CUBERLI • ALEXANDRINA MILTCHEVA - JOHN ALER • RICHARD ST1LWELL
BARBARA SUKOWA • GABRIEL TACCHINO • ISABEL GARCISANZ • GERARD CARINO
MICHEL SENECHAL • MICHEL TREMPONT • ALFONSO ECHEVERRÍA • SALVATORE ACCARDO
JOSEP M. VILAGRASA • FAYE ROBINSON • RICHARD MORTON • STEPHEN ROBERTS
FRIEDRICH GULDA • MARILYN HORNE • MARTIN KATZ • KATIA LABEQUE
MARIELLE LABEQUE • BRIGITTE FASSBAENDER - IRWING GAGE • LOLA ARENAS
ENRIQUETA TARRÉS • JOHN VAN KESTEREN - NEIL HOWLETT

ESTRENES MUND1ALS • PR1MERES AUDICIONS


PALAU DE LA MÚSICA CATALANA
SALÓ DEL TINELL
SANTA MARÍA DEL MAR
VENDA D'ABONAMENTS:
Del i al 10 de setembre, a la seu del Patronal de 1'Orquestra de la Ciulal de Barcelona, <k 12 ti. a 15 h. i de 17 h. a 20 ti. (dissabtc i diumenge, tancat).

VENDA ANTICIPADA DE LOCALITATS:


Les localitats peí a tols i cadascun deis conccrts podían adqu¡rir-se des dd 23 de selembrc. de dílluns a divendres. d'l I h. a 13 h. i de 17 h. a 20 h. i tls
dissabtes, de 17 a 20 h., a les taquilla del Paiau de la Música Catalana <c/. Amadcu Vives I. leí. 301 II 04).

Ajuntament ^ ^ d e Barcelona
Direcdó i organLi/afiLV Área de í'ullura de l'AjuntamcDt de Barcelona
Informado: Oficina dd Festival: Tel. J01 77 75 - Abiinamenls: leí. 317 IÜ 96 - Venda de lovaLilals: 101 11 04
Amb la coHaboració de:
Generalital de Catalunya
Departament de Cuttura FISHER
fbe titst ¡Mine whigl* iiddih
H I:'F I TV - V I D E O
AL SERVICIO KM DE LA MÚSICA

REAL MUSICAL
CARLOS II I. 1
(Frenie al Teatro Rea!)
Tels. 241 30 09 - 241 31 06
28013 MADRID

Potrebbero piacerti anche