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Texto de Schiavone

El derecho para este autor es una invención romana, constituye una forma y características de
la modernidad. Como conjunto de reglas dada el derecho constituye una vieja tradición de las
culturas más antiguas, aunque únicamente fueron los romanos ha proporcionado el paradigma
que permite reconocer como jurídicas aquellas practicas prescriptivas integradas a diferentes
contextos y sistemas sociales. Es entonces una forma de disciplinamiento social que en Roma
rápidamente adquiere un rango distintivo y autónomo, una especialización de clase
diferenciada de la religión, la política, la economía, es decir la clase estricta de los juristas. Con
este rango, va definiéndose como racional e independiente, conforma valores indispensables
para a civilización, siendo importante su separación de otros intereses tanto del estado, como
de los individuos. Uno de los principales artífices de la codificación del derecho romano fue en
la época de Justiniano (528 d.c) en el Imperio Bizantino. Se empiezan a recopilar entonces
todos los codex de los emperadores romanos, un intento de perdurar el legado de Roma y la
visión imperial aun del Oriente Bizantina. De este modo se recopilo toda la iura (obras de las
juristas antiguos) y nuevas leges (constituciones de los emperadores) para reorganizar un
sólido cuerpo y orden jurídico en este periodo Justiniano, la Digesta. Compuesta por 50 libros
repartidos en siete secciones, la digesta no deja de ser para este autor una mirada arbitraria
del derecho romano antiguo, ya que a través del derecho Justiniano se puede conocer
únicamente al derecho antiguo, no existen otras obras de tal envergadura que nos permitan
otras aproximaciones. No hay que olvidarse que el derecho Justiniano está sujeto a
interpretaciones que se han centrado en el mantenimiento y justificación de la autocracia
imperial, pero también se ha centrado en la preservación de las obras antiguas de los juristas
máximos, aunque con ciertas reservas ya que se permiten hacer reinterpretaciones de las
normativas a los nuevos contextos, como así la selección de cuáles de esas normas van a estar
codificadas. Este ordenamiento de principios de la era cristina, surge en parte motivado por el
caos de la crisis del siglo III, la desintegración política imperial de occidente, la corrupción, la
irrupción de los pueblos barbaros, la disgregación de las obras jurídicas el pasado, anacrónicas
algunas, sin copias ni intereses en reproducirlas en otros casos, etc. Contexto que hace
particular entonces su aparición. Para este Schiavoni, el derecho codificado mantenía activa la
memoria del pasado, salvava, aunque dicha codificación deformo los verdaderos rasgo del
derecho romano antiguo, al intentar operar como síntesis de normas, de aplicabilidad
universal o por le menos en diversos contextos. El derecho romano resurgido y valorado
entonces a partir de Justiniano, tiene un papel central en la construcción de la idea del
Occidente, que se va moldeando más tarde con la Modernidad, integrando dos granes
dispositivos: el paradigma griego de soberanía popular e igualdad jurídica y el paradigma
jurídico romano, del derecho como conformidad a un sistema autocentrado de reglas
racionalmente definidas. La Europa moderna entonces para este autor sintetiza estos dos
grandes modelos, nacidos en la antigüedad, conjugando: derecho-democracia; orden jurídico
y pueblo soberano. De esta manera el derecho romano antiguo, con un claro sesgo
universalista, se transforma en un complejo fenómeno que ha ido transitando la historia de la
humanidad desde las revoluciones burguesas del siglo XIX, hasta nuestros días, con un rol
central.

La Digesta durante el Medioevo, no desaparece completamente del escenario jurídico, pero su


divulgación se redujo, algunos textos como Institutiones, Codex o Novellae se mantuvieron
vigentes y muchos más abordados. Con la Vulgata, los maestros boloñeses redescubren la
Digesta en el siglo XI d.c. a través de las universidades se profundizan el conocimiento sobre el
derecho romano, caracterizado por su fuerte autonomía de la teología y los
condicionamientos religiosos de la época. A través de los años el estudio de la Digesta va tener
un claro sentido práctico para jueces, notarios, abogados, y para los civiles, en definitiva se iba
especializando como técnica independiente reguladora de las relaciones sociales, en las
cuestiones de normas-vida.

El derecho romano tiene una fuerte aceptación dentro de países como Francia, Italia o
Alemania, donde el arraigo es mayor que por ejemplo en Inglaterra. A partir de los siglos XIV,
XV o XIX se van dando fenómenos de revalorización de la romanidad, siempre en épocas de
grandes innovaciones jurídicas, las mismas como reelaboraciones de modelos antiguos
grecorromanos. Se combinan entonces, según Schiavone, en esta perdurabilidad del derecho
antiguo en la Europa Moderna, tradición e innovación. A partir de esto tenemos varias formas
de renacimiento de la tradición neoromana: la primera a través de los glosadores hasta la
constitución de los juristas- teólogos del siglo XIV, fundadores del derecho canónico. En épocas
de fuertes luchas entre los estados italianos, donde observamos un centro en la idea de
soberanía, como concepto resurgido de las categorías analíticas del pensamiento jurídico-
romano. La segunda forma se fue gestando con los humanistas del siglo XVII y XVIII, época
compleja de la historia de Europa, con el nacimiento de la nuevas ciencia política, con los
juristas ingleses (y sus análisis de las libertades civiles), hasta finalmente llegar a los Iluministas
en el siglo XVIII, en esta época de ruptura del orden medieval, de afianzamiento del
capitalismo, el derecho romano resurge, mas allá del derecho meramente privado, hasta
adquirir rango de derecho público europeo y constituye per se el iusnaturalismo, con lo cual
adquiere un rango superior y destacado en los marcos jurídicos de estos siglos. Es considerado
un modelo de racionalidad natural y civil, insuperable. Por último en el siglo XIX y más
concretamente en la segunda mitad, concierne a la época de codificación romanista- burguesa
en Francia, Italia y Alemania, en este último país, se constituyó la Pandectística, hasta llegar a
la Primera Guerra Mundial (1914-1918). En esta época la experiencia jurídica romano no era
descripta como racionalidad revelada de un derecho natural fijado para la eternidad, sino
como el resultado histórico de un método de trabajo sin precedentes, que contenía dentro si
el secreto del derecho, y que la ciencia moderna no había podido dejar de imitar. Desde esta
visión clasisista, el derecho romano retomado por los decimonónicos positivistas,
fundamentalmente de la escuela alemana, es sinónimo de progreso.

Texto de Alfondi

Alfondi hace un recorrido por la historia social de Roma desde los tiempos de Rómulo y Remo
hasta el imperio, se centra en analizar el orden social primitivo de Roma, con su constitución
en la época Arcaica tras la caída de la Monarquía con la Revolución Social de 509 A.c que
depone a Tarquino el soberbio. Con estos hechos las funciones del monarca fueron repartidas
por la incipiente aristocracia que toma el control de Roma, clase social despreciada durante las
épocas despóticas de los siete reyes etruscos que gobernaron la ciudad. Con el orden social
arcaico, prima el rol central de la familia y los lazos de parentesco, que dan forma y definen las
tribus en que se agruparan las mismas. En esta época ya se avecinan las luchas entre plebeyos
y aristócratas, que marcaran la época republicana, lucha entre dependientes y explotadores. A
partir de este orden social arcaico observamos en Roma los primeros rasgos del derecho
romano que se moldean entorno al rol de pather familia, regulador y autoridad dentro de las
familias romanas. Su autoridad servía para confirmar matrimonios, entre miembros de la
familia, impartir justicia, expulsar o aceptar miembros en las tribus, rendir culto a los
antepasados, representar a la familia en el exterior, este patriarcado familiar es confirmado en
la Ley de las Doce Tablas más tarde, sentando un fuerte antecedente en época arcaica en
Roma, de un orden jurídico delimitado y preciso. Las grandes familias patricias se agruparon en
gens, bien constituidas y dedicadas a hacer la guerra, mientras que las familias plebeyas
imitaron la conformación de estas gens patricias, aunque con distintas tareas. En tiempos de
guerra, las gens patricias movilizaban muchos más hombres que las gens plebeyas, ya que
contaban con una amplia clientela que a su vez constituía las curias, controladas por un curio
maximus y dependientes de las gens patricias, estas cobraron gran relevancia en época
arcaica, ya que formaban a su vez la base de las asambleas populares y del ejercito. Estas
asambleas tomaban las decisiones más importantes en cuanto a derecho de familias, temas de
interés público, elección de magistrados y guerra.

Este orden social que se va moldeando desde la época primitiva nos dice Alfoldi se sostenía en
el fuerte peso de los patricios por sobre las diversas clases sociales, el control de la tierra por
parte de la aristocracia fue central en la vida política y económica, controlando el consejo de
ancianos, en su mayoría conformado por patricios, con lo cual condicionaban a su aprobación,
las medidas de la Asamblea Popular, también designaban a los magistrados, los pretores
/cónsules y dictadores, organizando entonces las cuestiones políticas más importantes, de
este modo los plebeyos no fueron contemplados en los primeros tiempos de la República ni
considerados ampliamente en los marcos jurídicos, lo que propicio más tarde las guerras
civiles. Los patricios tienen ciudadanía plena en Roma en términos jurídicos, mientras que los
plebeyos no. En la plebs, se agrupaban fundamentalmente campesinos libres, artesanos,
comerciantes, muchas veces independientes de las clases patricias y también campesinos
pobres, de a poco fue constituyendo sus propias instituciones y disputándole poder a la
aristocracia. La clientela a diferencia de la plebs estaba sometida directamente a la
aristocracia, los cliens tenían una relación de fidelidad con la nobleza que los sometía a una
serie de servicios económicos y morales, a cambio de protección y parcelas de tierras para
explotar familiarmente. También dentro de este orden social patriarcal arcaico romano,
encontramos esclavos, carentes absolutamente de derechos y considerados posesión de sus
amos. Estos crecieron enormemente en época de las colonizaciones romanas, con lo cual su
participación dentro de la producción de las familias romana, como fuerza de trabajo,
aumentó considerablemente, en algunos casos cercaos la pather familia y a los miembros
libres de la familia. Las Doce tablas regularon como legislación central del derecho romano, la
esclavitud y sus diversas formas: por deudas, por venta de hijos del pather familia, etc. Las
luchas entre la aristocracia y la plebe se afianzo con la caída de la monarquía, y permitió al
compas de un nuevo reordenamiento social la cosntotucion de instituciones propias d ela
plebe, como el tribunado, los concilius plebes, cultos propios, plesbecitum que establecían la
inviolabilidad de los tribunados: sacrosanclitas, ius auxilii, ius intercedendi y el derecho de
veto sobre los magistrados y el senado. De a poco y con estos cuerpos legales, la plebe se fue
constituyendo como clase social y como estado dentro de un mismo estado, con instituciones
autónomas que refuerzan su presencia en el escenario político y jurídico, sentando
jurisprudencia vital para el gestado derecho romano. También se solicito la división del pueblo
en tribus que favoreció la presencia de la plebe, un ordenamiento mas acorde a su posición en
la sociedad romana, a través de la Asamble popular, con decisiones importantes
fundamentalmente en la elección de magistrados, lugar que sirvió de presión para lograr
acuerdos y concesiones con la aristocracia, y fomentar las luchas sociales. Finalmente un hito
de esta época es la codificación del derecho de las DOCE TABLAS (451-450 A.C), siendo una
fijación escrita del derecho existente hasta ese momento, estas leyes duras para con la plebe y
los estratos bajos, reforzaba el rol del pather familia, en la vida domestica y familiar, con
opción a vender a sus hijos como esclavos, también legitimaba el nexum o la esclavitud por
deudas, el derecho de represalia por lesiones corporales (talio), marcaba muy claramente la
división de clases sociales: plebe y aristócratas; prohibiendo los matrimonios entre ambas. Esta
codificación fue vital en la historia del derecho romano, sentó las bases al ponerse por escrito
el derecho vigente, dando de este modo una revisión y reforma política, que permitió a los
ciudadanos apelar las decisiones de los tribunales frente a injusticias y violaciones, con la
existencia de normas penales precisas, mas allá del derecho consuetudinario. Entre otras
innovaciones de esta época se sancionan el derecho de todo ciudadano a tener un defensor
(vindex) garantizaba entonces la protección a todos aquellos indefensos y pobres que no
tenían acceso a esta posibilidad antes. La Ley de las Doce Tablas, marco un antecedente vital al
ampliar la consideración de los distintos ordenes sociales de Roma, mas allá de la aristocracia y
la plebe, a partir de una división de esta entre poseedores (assidui) y desposeídos (proletarii),
esto se determino fundamentalmente por la presión de los plebeyos ricos, con el
advenimiento de la ciudadanía por clases propietarias, las escalas de propiedad de cada
individuo, se determinaban a través de la llamada constitución serviana, por el tipo de
armamento que podía permitirse en la guerra, también se determinaba los ordenes sociales:
clasis (leva para la guerra) y sus subdivisiones (centurias, en que se dividía el ejercito). Por
encima de las clases poseedoras estaban los équites (nobleza ecuestre patricia), divididos en
18 centurias. La primera clase correspondían 80 centurias de infantería pesada, portadora de
yelmo, escudo, coraza, grabas, jabalinas, espadas y lanza, la integraban las clases plebeyas
altas. A la segunda, tercera y quinta clase compuestas de 20 centurias, correspondían al resto
de las clases propietarias de menores fortunas y armadas más ligeramente. A la quinta clase,
compuesta de 30 centurias, se integraban los pobres, armados únicamente con una honda y
también dedicados a tareas de músicos, dos centurias de fabri (encargados de las maquinas de
guerra) y por último las infra- classem compuesta por los desposeídos con labores de
rastreadores en la guerra. Este ordenamiento establecido en la constitución serviana, se
mantuvo vigente tras la Ley de las Doce Tablas en conjunto con los conocidos comicios
curiados, donde cada centuria tenía un voto, con independencia del nuero efectivo de sus
miembros, equiparándose entre jóvenes y viejos a la hora de emitir su voto. Sin embargo en
los procesos electorales las 98 centurias de caballeros y las primeras clases, daban una clara
ventaja a las clases propietarias sobre las 95 restantes centurias, garantizando de este modo su
poder como principales grupos de conducción política de la Roma Arcaica.

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