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Universidad de Guadalajara
UNIDAD III
LEGISLACIÓN Y NORMATIVIDAD DE LA SALUD AMBIENTAL
Trabajo:
Actividad de aprendizaje preliminar.
Foro importancia de los tratados internacionales.
Grupo:
03.
Alumno:
Fernández Torres Gabriela Leticia.
Asesor:
Flores Leal Luis Antonio.
Principios generales
4. Los ecosistemas y los organismos, así como los recursos terrestres, marinos y
atmosféricos que son utilizados por el hombre, se administrarán de manera tal de lograr
y mantener su productividad óptima y continua sin por ello poner en peligro la integridad
de los otros ecosistemas y especies con los que coexistan.
Funciones
2. Las actividades que puedan extrañar graves peligros para la naturaleza serán
precedidas por un examen a fondo y quienes promuevan esas actividades deberán
demostrar que los beneficios previstos son mayores que los daños que puedan causar
a la naturaleza y esas actividades no se llevarán a cabo cuando no se conozcan
cabalmente sus posibles efectos perjudiciales.
3. Las actividades que puedan perturbar la naturaleza serán precedidas de una evaluación
de sus consecuencias y se realizarán con suficiente antelación estudio de los efectos
que puedan tener los proyectos de desarrollo sobre la naturaleza; en caso de llevarse a
cabo, tales actividades se planificarán y realizarán con vistas a reducir al mínimo sus
posibles efectos perjudiciales.
1. Cuando no sea factible evitar esas descargas, se utilizarán los mejores medios
disponibles de depuración en la propia fuente.
13. Las medidas destinadas a prevenir, controlar o limitar los desastres naturales, las
plagas y las enfermedades, apuntarán directamente a eliminar las causas de dichos
flagelos y no deberán surtir efectos secundarios perjudiciales en la naturaleza.
Aplicación
15. Los conocimientos relativos a la naturaleza se difundirán ampliamente por todos los
medios, en especial por la enseñanza ecológica, que será parte de la educación
general.
19. El estado de los procesos naturales, los ecosistemas y las especies se seguirán
muy de cerca a fin de que se pueda descubrir lo antes posible cualquier deterioro o
amenaza, tomar medidas oportunas y facilitar la evaluación de las políticas y técnicas
de conservación.
21. Los Estados y, en la medida de sus posibilidades, las demás autoridades públicas,
las organizaciones internacionales, los particulares, las asociaciones y las empresas:
4. Actuarán de manera tal que las actividades realizadas dentro de los límites de su
jurisdicción o bajo su control no causen daño a los sistemas naturales situados en otros
Estados ni en los espacios ubicados fuera de los límites de la jurisdicción nacional.
5. Salvaguardarán y conservarán la naturaleza en los espacios que estén más allá de los
límites de la jurisdicción nacional.
22. Teniendo plenamente en cuenta la soberanía de los Estados sobre sus recursos
naturales, cada Estado aplicará las disposiciones de la presente Carta por conducto de
sus órganos competentes y en cooperación con los demás Estados.
Este evento tuvo lugar en Río de Janeiro, Brasil, del 20 al 22 de junio de 2012, Rio+20
es el nombre abreviado de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo
Sostenible, y contó con la participación de líderes mundiales, representantes del sector
privado y distintas ONG que se reunieron para desarrollar diferentes estrategias
enfocadas en reducir la pobreza, fomentar la equidad social y garantizar la protección
de los recursos naturales.
La Cumbre de la Tierra sirvió como escenario para pensar en los problemas sociales,
económicos y ambientales por los que atraviesa el mundo, y a partir de eso, se crearon
planes pensando en los próximos 20 años, tendiendo como referencia un modelo de
vida bueno y sostenible donde el hombre y el medio ambiente se vean beneficiados.
Las conversaciones oficiales se centraron en dos temas principales: cómo construir una
economía ecológica para lograr el desarrollo sostenible y sacar a la gente de la
pobreza, y cómo mejorar la coordinación internacional para el desarrollo sostenible. El
documento se aprobó como “El futuro que queremos” se trata de una oportunidad
histórica para definir las vías hacia un futuro sostenible, un futuro con más empleos,
más energía limpia, una mayor seguridad y un nivel de vida digno para todos. En este
documento se habla del desarrollo sostenible, el empoderamiento de las personas para
que elijan opciones sostenibles, la promoción de una economía sostenible, y
fortalecimiento de la gobernanza institucional.
1. Progresos hacia el desarrollo sostenible
Cuanta más influencia tengamos en la sociedad, mayor será el efecto que tengamos
en el planeta y mayor nuestra responsabilidad de actuar de manera sostenible. Esto
es hoy más cierto que nunca ya que, debido a la globalización y las presiones sobre
nuestros recursos naturales, las decisiones individuales pueden tener consecuencias
globales. Para muchos de nosotros, sin embargo, el problema no es tanto la elección
de opciones insostenibles, sino la falta de opciones en primer lugar. Solo es posible
elegir cuando están asegurados los derechos humanos, las necesidades básicas, la
seguridad y la capacidad de adaptación humana. Las áreas prioritarias para la acción
incluyen:
Crear oportunidades de empleo, especialmente para las mujeres y los jóvenes, a fin
de impulsar el crecimiento verde y sostenible.
Ordenar los recursos y posibilitar una revolución verde en el siglo XXI en los
sectores de la agricultura, los océanos y los sistemas costeros, la energía y la
tecnología y la cooperación internacional.
Elaborar una guía de incentivos que valore cada vez más el desarrollo sostenible a
largo plazo en las transacciones de inversión y financieras
Aumentar la financiación para el desarrollo sostenible, incluida la financiación
pública y privada, y promover las asociaciones para movilizar grandes volúmenes de
fondos nuevos.
Con pocas excepciones, el año de referencia para calcular las emisiones de gases de
efecto invernadero ha sido 1990. Se alienta también a los países en desarrollo a que
elaboren inventarios.
Los países que han ratificado el tratado las Partes en la Convención, según deciden
tener en cuenta el cambio climático en los asuntos relacionados con la agricultura, la
industria, la energía, los recursos naturales y las actividades que afectan a los litorales
marinos. Acuerdan también establecer programas nacionales para frenar el cambio
climático.
Países del anexo I
La Convención hace caer la carga más pesada de la lucha contra el cambio climático
sobre los países industrializados, ya que son ellos la fuente principal de la mayor parte
de las emisiones de gases de efecto invernadero, en el pasado y en la actualidad. Se
pide a estos países que hagan todo lo posible por reducir las emisiones de las
chimeneas y tubos de escape y que aporten la mayor parte de los recursos necesarios
para los esfuerzos que se deban realizar en otros lugares. En la mayoría de los casos,
estas naciones desarrolladas, conocidas con el nombre de países incluidos en el anexo
I, porque aparecen enumerados en el primer anexo del tratado, pertenecen a la
Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).