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Escritos Varios
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EL ESTADO Y LA JUSTICIA SOCIAL
Biblioteca Central La Iglesia en su sabia doctrina social impone la caridad. La caridad c o m o
Magra Seglaridad
todas las virtudes, son indiscutibles deberes morales sujetos a nuestro libre al-
bedrío y responsabilidad espiritual, y y o no estoy h u r g a n d o en los reinados del
alma.
Mi m a y o r respeto para la Religión. Lo que y o busco es EL C O N C E P T O
LEGAL DE LA JUSTICIA S O C I A L EN M A N O S DE "CESAR".
T o d a la justicia debe traducirse p a r a el h o m b r e en seguridad de derecho y
de paz, pero p o r desgracia la justicia social legalmente ha convertido al
m u n d o en un infierno.
Entre nosotros sirve p a r a repartir lo ajeno y p a r a atentar contra todos los
derechos, a grado tal de que en el Estado m o d e r n o n o h a y quien pueda vivir
confiado ni tranquilo.
Trueba Urbina dice: "que la igualdad es la meta de la justicia social (1) en
tanto que López Aparicio se pregunta "si no es un acercamiento cada vez ma-
yor a una socialización de la riqueza, que es el ideal del socialismo marxista?"
(2). •
El h o m b r e colectivo o n u e v o h o m b r e social y la igual^jcj^oaJotfdcfe á l -
picos propósitos de la demagogia del COMUNISMO.* sin Har§e^cuéñta q u é eh'
la desigualdad está precisamente la divina magia de 1S'asffiración h u m a n y ¿ a l
obra n o está mal hecha: el t r a b a j o , la suerte y la muerte jamás dejan estancar Ta
riqueza que, desde que el m u n d o es m u n d o , ha seguido y seguirá al alcance de
todos en la lucha franca de la vida.
Para justificar legalmente la justicia social, ahora se trata de dividir el or-
den jurídico en Derecho Privado, Derecho Social y Derecho Público. Al pri-
mero se le asignan las relaciones entre los individuos; al segundo las n o r m a s
que tutelan a la sociedad; y al tercero el Estado en sus funciones de Gobierno:
con base en estos tres elementos: "individuo, sociedad y Estado" (3).
El vino añejo es el mejor vino. Ulpiano, en R o m a , dividía el Derecho en
Público y P r i v a d o : "Publicum ius est, q u o d ad statum rei romanae spectat; pri-
valum, quod ad singujarum^-utilitatem —pertinent—" (4), que se traduce: "Es
derecho público el que se refiere al estado de la cosa r o m a n a ; privado, el que
pertenece a la utilidad de cada individuo" (5). Y O r t o l á n c o m e n t a n d o las Insti-
tuciones del Emperador Justiniano, dice que toca al Derecho Público "el go-
P r i m e r a edición: 1986 bierno y los impuestos", y al Derecho Privado "los particulares en sus rela-
D . R . ® 1986. Universidad A u t ó n o m a de Nuevo León ciones de un individuo c o n otro, en los matrimonios, ventas y contratos" (6).
LA FELICIDAD Y EL DERECHO
REFERENCIAS:
i
(1) Alberto T r u e b a Urbina. T r a t a d o de Legislación Social, p. 91.
(2) Alfonso López Aparicio. Foro de México, c. 22, p. 39. Hace años escuché de un viejo juez esta dolorosa interrogación, que me
(3) Trueba Urbina. O b . citada, p. 78. hizo p r o f u n d o impacto:
(4) Ulpiano. 1 . 1 - 2 del Digesto; 1 , 1 y 4 , 1 de la Instituía. ¿Por qué si el Derecho es el orden de la vida, n o encontramos en la ley
(5) M a n s Pigarnau. Repertorio, p. 146. ninguna página de la felicidad?
(6) O r t o l á n . Instituciones del Emperador Justiniano. 1-27. El Derecho, decía, es lo recto, y sin embargo vive torcido. Desde lo m á s
(7) Gustav Radbruch, Introducción a la Filosofía del Derecho, p. 32. remoto de la Historia los hombres lo h a n discutido y guerreado constantemen-
(8) Eduardo Ruiz. Derecho Constitucional, 1-306: Gabino Fraga. Derecho te.
Administrativo, n. 270; Ernesto Flores Zavala. Elementos de Finanzas Públicas El Derecho, argüía, es la soberbia del bien, la ambición de lo propio, la
Mexicanas, p. 33. codicia de lo justo, la arbitrariedad jurídica, la injusticia legal, p a r a d o j a s que
(9) Andrés Serra Rojas. Derecho Administrativo, n. 56. nos confunden y envenenan y nos incitan en u n mar de desavenencias y de
(10) Semanario Judicial de la Federación: t. XXXII, p. 810; t. XXXV, p. pleitos de lo tuyo y de lo mío, peor ahora que resulta ser de todos, en un comu-
2015; t. XLI, p. 3512; t. LXXIII, p . 813. nista deseo de lo a j e n o .
(11) Hauriou. Principios de Derecho Administrativo y de Derecho Públi- En su decepción aquél viejo juez había perdido la fe y, en su peor desen-
co, p. 12; Duguit. Las T r a n s f o r m a c i o n e s de Derecho Público, p / 9 3 ; Gastos Je- canto, consideraba la ley "como el código del egoísmo y de la avaricia".
ze. Principios Generales de Derecho Administrativo, 1-9, II-3, 9; A d o l f o Posa-
da. Derecho Administrativo, 1-106; Ferraris. Derecho Administrativo, 1-99 II
Patricio Aylowin. M a n u a l de Derecho Administrativo, n. 18; A n t o n i o Lancis
Derecho Administrativo, p. 73-74; Manuel J. Cristi. M a n u a l de Derecho Ad ¿Qué es la felicidad?
ministrativo, p. 49; Eustorgio Sarria. Derecho Administrativo, p. 80 a 86 Salgamos de las múltiples teorías del eudemonismo, elevemos la mirada
Carlos García O v i e d o . Derecho Administrativo, p. 9-11; J. Gascón y Marín un poco m á s alto, v e a m o s la felicidad no c o m o fin sino c o m o medio, siempre
T r a t a d o de Derecho Administrativo, p. 221; Rafael Bielsa. Derecho Admi abierto a una infinita elevación.
nistrativo. 1-146; Enrique Sayagués Laso. T r a t a d o de Derecho Administrativo La felicidad es u n a divina sensación de bienaventuranza. Es santidad, p o r -
1-58; A r t u r o O r g a z . Diccionario de Derecho y Ciencias Sociales, p. 379; Gabi que para ser santo n o se necesita más que ser bueno. Es, en fin, un estado
no Fraga. O b . citada, ns. 9-12; Andrés Serra Rojas. O b . citada, p. 152-185 siempre mejor de verdadera b o n d a d .
Efraín Urzua Macías. Teoría General del Derecho Administrativo, p. 45.
(12) Ernest Forsthoff, T r a t a d o de Derecho Administrativo, p . 475-476. III
(13) Fernando Garrido Falla. T r a t a d o de Derecho Administrativo, 1-56.
(14) Trueba Urbina. O b . citada, p. 83. La dicha, el placer, la alegría, son u n a mera emoción de contento, de satis-
facción, de gusto, de bienestar, que n o p u e d e n confundirse con la felicidad,
que pertenece a un sentido de excelsitud espiritual.
La felicidad es un estado ideal del alma, en tanto que la dicha, el placer, la
alegría, son estados de á n i m o .
En la felicidad se está siempre plácido, alegre, dichoso, m a s en la dicha, en
el placer, en la alegría, n o siempre se es feliz. La felicidad es inconfundiblemen-
te blanca, y la alegría, la dicha, el placer, son a veces de ética p a r d a o de obscu-
ra moral y hasta desenfrenados y perversos.
venciéndonos a cada m o m e n t o de q u e nadie es m á s grande que nadie; y el ries-
go, la f o r t u n a , la suerte y la muerte, son el a z a r del juego, la sal de la vida, y
El D e r e c h o es el bien hecho p o d e r en la ley, y t o d o p o d e r viene de Dios. los incontrolables á r b i t r o s de la distribución.
La Ley es el o r d e n q u e nos obliga al bien, y Dios es el Bien.
Y en medio de este m u n d o de maravilla, n o s o t r o s , privilegiados, f u n -
El Estado es el p o d e r de la ley ejercitado p o r la a u t o r i d a d , en la delegación
cionamos y r e a c c i o n a m o s según q u e r e m o s , c o n libre albedrío y c o n libertad le-
de Dios.
gal.
La Justicia es lo b u e n o , lo justo, a cada quien lo que es suyo, también se-
En la O r g a n i z a c i ó n está el p o r t e n t o , y en su Divinidad, su perfección.
gún Dios, pues que t o d o s los bienes p r o v i e n e n de su Creación.
La H u m a n i d a d s o m o s t o d o s , que d e b e m o s vivir en c o n f r a t e r n i d a d , como VII
h e r m a n o s , hijos de Dios.
IV VI
No se deben entender ¡os nombres según las opiniones de cada cual, sino Q u é . p r o f u n d o f u e Justiniano, aquél M a q u i a v e l o de R o m a que n o s retrata
con arreglo al uso común. Flores M a r g a d a n t en el N o . 31 de "Foro de México", c u a n d o con sincero talen-
to o con sarcástica ironía, recogiendo la frase de Ulpiano, definió en el Digesto
NOVACION la jurisprudencia c o m o "la ciencia de lo justo y de lo injusto".
P o r q u e nuestra actual jurisprudencia obligatoria, en su m a y o r í a es un
La novación es una transfusión y traslación de una deuda anterior a otra tabú lleno de d o g m a s tendenciosos: agrarios, laborales, burocráticos, inquili-
obligación, o civil o natural. narios, estatales, centralistas, fiscales, expropiatorios, caducatorios, y con to-
das las garantías p a r a los delincuentes y ninguna p a r a las víctimas, etc. etc.,
No es novación la enmienda, ni la modificación de los plazos en su como patentes de las políticas y de la demagogia imperantes.,.
cuantía o fecha de cobro. Y "guay" del juez que las desobedezca, q u e y a consignaron u n o , p. 356, t.
XX. S.J.F., p o r el delito que ahora c o r r e s p o n d e a las fracciones LXVII y LXXI
del artículo 18 de la Ley de Responsabilidades de los funcionarios y e m p l e a d o s
de la Federación, en concordancia c o n los artículos 1 9 3 , 1 9 3 bis y 198 de la Ley
de A m p a r o y 4 transitorio de la Ley O r g á n i c a del P o d e r Judicial de la misma
Federación, y se ha a m o n e s t a d o a m u c h o s .
Item más: Las fracciones LXVII y LXXI del artículo 18 de la Ley de Res-
ponsabilidades, y a suprimieron los m o t i v o s inmorales y el error de opinión,
convirtiendo en delito la violación de la jurisprudencia p o r el solo hecho de
contrariarla.
II
Efectivamente, el derecho procesal español, fuente del nuestro, es una Para otros, en fin, es u n a o p i n i ó n , una suposición, una hipótesis, u n
a m a l g a m a de las leyes r o m a n a s y de las recopilaciones canónicas. P o r supues- equivalente, u n " c o m o si", u n a disposición de política jurídica, u n pecado, u n
to, sin olvidar las a p o r t a c i o n e s visigodas y a r á b i g a , inclusive los usos y cos- castigo, una sanción, una p e n a .
tumbres de los alanos, los v á n d a l o s y los suevos, de origen germánico, que a la Para C h i o v e n d a , Instituciones, t. III, p. 80, se i n t r o d u j o c o m o una m e d i d a
decadencia del Imperio R o m a n o se p o s e s i o n a r o n de la Península Ibérica antes coactiva "la p o e n a confessi". Así la llama t a m b i é n M e n é n d e z Pidal. Elemen-
que los godos e igualmente se f u s i o n a r o n en ella. tos, 1.1, p. 369.
Llámesele c o m o se q u i e r a , en concreto es u n a sanción, una pena con que
IV la ley c o n d e n a y castiga la rebeldía del absolvente.
T a n t o es así, q u e la c i t a c i ó n se hace " b a j o apercibimiento de confeso", cu-
Encontramos la declaración de confeso en la Partida Tercera del "Setena- ya sanción y a se a n u n c i a e n el apercibimiento, c o m o dice la Plaza, 3a. Ed., t.
rio" que principiara el Rey d o n F e r n a n d o III "El S a n t o " y que concluyera su hi- II, p. 181.
jo don A l f o n s o X "el Sabio" en 1263, l l a m a d o el " C ó d i g o de A l f o n s o el Sabio o Y t o d o a p e r c i b i m i e n t o significa u n a c o n m i n a c i ó n b a j o la a m e n a z a de una
de las Siete Partidas". pena.
Procesal Civil, p. 374, generalizando, sostiene la misma exigencia: " T o d a s las
p r u e b a s p a r a ser eficaces deben ser d o c u m e n t a d a s , excepto la de presunciones.
N o nos o c u p a r e m o s de la citación, del a p e r c i b i m i e n t o , ni de la calificación Respecto de ellas lo q u e d e b e d o c u m e n t a r s e es el hecho en que se f u n d a n " .
de las posiciones, que son en sí m i s m o s p r o b l e m a s particulares.
T a m p o c o discurriremos sobre las i n f i n i t a s causas que p u e d a n justificarla VIII
incomparecencia del absolvente, ni que e x c u s e n su negativa o su evasiva para
contestar. El juez d e b e apreciarlas h u m a n a y j u s t a m e n t e en c a d a caso. ¿Y si el articulante n o c o m p a r e c e ?
T r a t a r e m o s de investigar, s i m p l e m e n t e , el p r o c e d i m i e n t o y alcance pro- Los artículos 317 y 318 del C ó d i g o de Procedimientos Civiles, rezan:
pios de la declaración de confeso: si es n e c e s a r i a el acta de inasistencia del ab- "317. La parte q u e p r o m o v i ó la p r u e b a puede f o r m u l a r , oral o directa-
solvente; si es preciso q u e c o n c u r r a el a r t i c u l a n t e a la diligencia; si caben en mente, posiciones al a b s o l v e n t e " .
ella n u e v o s interrogatorios; si la " p o e n a c o n f e s s i " puede i m p o n e r s e de plano o "318. Absueltas las posiciones, el absolvente tiene derecho a su vez a for-
debe ser previo incidente; h a s t a d ó n d e llega la eficacia de la declaración de mularlas en el acto al articulante, si h u b i e r e asistido. El tribunal puede, libre-
confeso; y c ó m o y c u á n d o se recibe la p r u e b a e n c o n t r a r i o . mente, interrogar a las partes sobre los hechos y circunstancias q u e sean con-
Cuestiones m u y interesantes en la c o n t i e n d a procesal, p u e s que de ello de- ducentes a la averiguación de la v e r d a d " .
pende en g r a n parte la validez y la p r o b a n z a d e esa ficción. En esencia es el sistema de " c a r e o " previsto p a r a la f o r m a oral p o r el
artículo 389 del m i s m o C ó d i g o Procesal, similar en la f o r m a escrita.
VII Las d o s partes tienen derecho de interrogarse m u t u a m e n t e , inclusive el
juez de interrogarlas p a r a perfeccionar el careo, y sería falto de equidad y has-
El acta, u n detalle de capital i m p o r t a n c i a . ta canallesco, que c u a n d o el i n t e r r o g a n t e presente el pliego de posiciones c o n
En caso de negativa a declarar o de e v a s i v a , es lógico q u e el juez lo haga a n t e r i o r i d a d o lo m a n d e c o n su a b o g a d o al acto confesional, y p o r su p a r t e n o
constar en la diligencia, p e r o en el e v e n t o de q u e n o asista el absolvente, a me- asista h u y e n d o de r e s p o n d e r al a b s o l v e n t e , se sancione sólo a éste con la decla-
n u d o esa incomparecencia se tiene p o r a c r e d i t a d a c o n la f a l t a del acta, lo que ración de confeso p o r su silencio, e v a s i v a o incomparecencia.
se pretende q u e significa q u e el citado n o se p r e s e n t ó .
Ricci, en el T r a t a d o de las P r u e b a s , t. II, p . 145, a b o r d a la cuestión como Si n o ocurre el articulante a la diligencia, él mismo está eludiendo el careo.
En ese caso n o debe hacerse la declaración de confeso del absolvente, desde
sigue: "Si el día s e ñ a l a d o p a r a la confesión judicial no compareciesen ni el in-
luego q u e p o r causa p r i m a r i a del m i s m o articulante no es posible recibir la
terrogante ni el i n t e r r o g a d o , de m o d o que n o se h a y a r e d a c t a d o la diligencia,
p r u e b a completa, en condiciones de la reciprocidad y plenitud dispuesta p o r la
¿pueden los hechos d e d u c i d o s considerarse c o m o admitidos? Parécenos que
ley p a r a el absolvente.
n o . Y la v e r d a d , p a r a q u e la ausencia del c o n f e s a n t e equivalga a la tácita admi-
N a d i e debe o b t e n e r p r o v e c h o de su p r o p i o dolo, y además, sería odioso
sión de los hechos, es necesario q u e se la h a y a p u e s t o en condiciones de res-
castigar a u n o y solapar al o t r o .
ponder, y q u e la otra p a r t e se h a y a colocado e n condiciones de consignar legal-
mente la ausencia. A h o r a bien: si el i n t e r r o g a n t e no c o m p a r e c e y no hace le-
IX
v a n t a r la diligencia en q u e d e b e c o n s t a r la c o n f e s i ó n , a que el citado no compa-
reció, no se puede decir que el u n o h a y a f a l t a d o , ni p u e d e sostenerse por el
¿Y las nuevas posiciones?
o t r o que esa falta conste de u n m o d o legal; n o cabe, pues, aplicar en el caso el
El citado artículo 317 del C ó d i g o de Procedimientos Civiles y los artículos
artículo 218 y a referido", o sea la declaración de confeso.
110 del Federal, 1221 del de C o m e r c i o y 527 de la Ley del T r a b a j o , d a n derecho
A su vez M a t t i r o l o , en su T r a t a d o de D e r e c h o Judicial Civil, t. II, p. 580,
al solicitante de la p r u e b a p a r a articular nuevas posiciones en el acto de la dili-
dice: " A h o r a bien, p a r a q u e la n o c o m p a r e c e n c i a o la repulsa a contestar,
gencia.
equivalgan a u n a tácita c o n f e s i ó n , es necesario que, t a n t o u n o c o m o otro
El artículo 1233 del C ó d i g o de Comercio agrega: "o h a r á constar —el
hecho, se h a g a n c o n s t a r en el a c t a , que se h a r á a instancia de la p a r t e interesa-
juez— p o r escrito las posiciones", d a n d o a entender que en caso de incompare-
da. En consecuencia, si la n o c o m p a r e c e n c i a del interrogado, así c o m o su silen-
cencia del absolvente, p u e d e n hacérsele nuevas p r e g u n t a s .
cio a u n c o m p a r e c i e n d o , n o se h a c e n constar p o r el deducente en el acta, éste
no p o d r á p r e t e n d e r q u e al a d v e r s a r i o se le considere c o m o confeso de los T a l expresión que c o n t e n í a n también los artículos 653 de 1872, 595 de
hechos específicamente s e ñ a l a d o s en el interrogatorio, pero sí p o d r á obtener el 1880 y 4 3 1 de 1884, h a sido s u p r i m i d a p o r el artículo 322 del actual Código de
señalamiento de u n a n u e v a audiencia para q u e r e s p o n d a al m i s m o " . Procedimientos Civiles, en t a n t o q u e la parte final del artículo 292 dispone de
m a n e r a decisiva: " p e r o si n o o c u r r e el absolvente a la diligencia de p r u e b a , no
Entre n o s o t r o s el M a e s t r o licenciado d o n E d u a r d o Pallares, en su Derecho
podrá ser declarado confeso m á s q u e en aquellas posiciones q u e con anticipa-
ción se hubieren f o r m u l a d o " .
En materia de t r a b a j o , así lo sustenta igualmente la tesis de p. 4789 del t
XLIV, 5a. Ep., S.J.F. Los señores M a n r e s a , Miguel y Reus, cierto, en la cita m e n c i o n a d a , t. II,
p. 1 9 3 , 1 8 7 5 , dicen:
N o p o d r í a ser de o t r a m a n e r a , el proceso n o es una e m b o s c a d a . La decla-
" D e m a s i a d o graves y de trascendencia c o m o h e m o s visto, son los efectos
ración de confeso, de p r o c e d e r en el caso de inasistencia del absolvente, debe
de la declaración de c o n f e s o p a r a que p u e d a hacerse de p l a n o ; la parte a quien
constreñirse sólo a las posiciones f o r m u l a d a s c o n a n t e r i o r i d a d a la diligencia,
ha de p e r j u d i c a r p o d r á h a b e r tenido justa causa p a r a no comparecer, o r a z o n e s
que son las únicas p r e s e n t a d a s c u a n d o el articulante s u p o n í a la presencia y res-
p a r a d e m o s t r a r q u e n o e s t a b a en el caso de declarar, o que sus contestaciones
puesta del p r o p i o absolvente, p e r o n o m á s , pues sería i n h u m a n a la adición de
no m e r e c í a n la categoría de evasivas, y es necesario, p o r t a n t o , oír su defensa.
nuevo interrogatorio, p a r a o b t e n e r u n a v e n t a j o s a declaración de confeso,
A u n q u e la ley n o indica en este lugar el p r o c e d i m i e n t o que h a y a de seguirse, es
usando a sabiendas el derecho c o m o i n s t r u m e n t o de a b u s o .
incuestionable q u e se trata de u n incidente de los q u e impiden el curso de los
autos, y d e consiguiente h a de sustanciarse p o r los trámites que m a r c a n los
Ur' X artículos 342 y siguientes, h a s t a que quede resuelto en primera instancia".
XI XIV
i8fliES V e
íaL' d artíCul
° 5 9 3 d e l a L e y d e Enjuiciamiento Civil Española de
m a n d o h a c e r la XVIII
declaración de c o n f e s o en la sentencia definitiva lo que
entre n o s o t r o s resulta inconstitucional, p u e s que p r i v a de defensa y de prueba
en c o n t r a r i o . La teoría y práctica a l e m a n a s precisan la audiencia y el p r o n u n c i a m i e n t o
Pero eso n o n o s afecta, p o r q u e n u e s t r o D e r e c h o Procesal Civil n o ha se- contradictorio, p a r a conocer la culpabilidad o inculpabilidad de la incompare-
guido la Ley de Enjuiciamiento Civil Española de 1881, y si nuestra tradición es cencia, d á n d o l e así s u m a i m p o r t a n c i a a la declaración de confeso, p a r a evitar
la de 1855 y a u n c o n s e r v a m o s sus m i s m a s disposiciones, n o p o d e m o s pres- una sanción injustificada. Rosenberg, T r a t a d o , t. II, p. 280.
cindir de sus m o t i v o s ni de sus f o r m a s , q u e a s e g u r a n audiencia y defensa al res- Al m i s m o solicitante de la p r u e b a le conviene. Así logra conocer en el inci-
pecto y con ellas u n a justicia m á s justificada y m á s justa. dente las r a z o n e s o marrullerías del rebelde, antes de exponerse a la apertura
del pliego de posiciones, q u e le sería fatal si en la a p e l a c i ó n o en el a m p a r o se
revoca la "ficta c o n f e s s i o " y se tiene que r e p o n e r el p r o c e d i m i e n t o .
La sentencia del incidente, c o n la debida justificación, c o m o lo dispone el Igual, la declaración de confeso no tiene fuerza alguna si la p a r t e ha nega-
artículo 322 del C ó d i g o d e P r o c e d i m i e n t o s Civiles y sus correlativos expresa- do en cualquier o t r a f o r m a en el juicio los hechos o b j e t o de las posiciones.
dos, m a n d a r á a b r i r el pliego, hacer la calificación de las posiciones y llevar a En la tesis de p. 2006, t. CIX, 5a. Ep., S.J.F., dice la S u p r e m a Corte:
c a b o la declaración de c o n f e s o , y a t r a m i t a d a y resuelta e j e c u t o r i a m e n t e . "La confesión ficta, p o r inasistencia del d e m a n d a d o a absolver posiciones,
La calificación, si a su vez fuere violatoria, es u n a c t o distinto que será es ineficaz, c u a n d o al contestar la d e m a n d a h a y a n e g a d o expresamente t o d o s
materia de otra d e f e n s a , c o m o acto distinto lo sería a u n sin el incidente, ya que los hechos alegados p o r el actor, pues la v e r d a d real no se puede invocar en
la apelación sólo se a u t o r i z a p o r la ley c o n t r a la declaración de c o n f e s o o su de- dicha confesión ficta, c u a n d o d e n t r o del m i s m o juicio se encuentra provenien-
negación. te de la parte a quien perjudica u n a expresa y r o t u n d a negación de los hechos
relativos".
XIX Bielsa, en sus C o n c e p t o s Jurídicos, 3a. ec^., p. 195, sostiene: "considerada
ficticia la confesión, lógicamente se deduce de ella una consecuencia i m p o r t a n -
¿Hasta d ó n d e llega la eficacia de la declaración de confeso? te, y es que aquello que se h a n e g a d o en actos anteriores del m i s m o proceso o
Desde luego n o tiene efecto alguno c u a n d o es c o n t r a r i a a las constancias causa, se tiene t a m b i é n p o r n e g a d o en la confesión ficta, p o r presumirse q u e el
de a u t o s . absolvente hubiera c o n t e s t a d o lo m i s m o , es decir, n e g a d o lo que antes n e g ó " .
Tesis de la H . S u p r e m a C o r t e de Justicia de la N a c i ó n , de p. 898, t. LIX; p A m í l c a r M e r c a d e r , en los Estudios en H o n o r de H u g o Alsina, p. 494, ra-
1935, t. LXXXV; p. 2507, t. XCVII; p. 1336, t. XCIX; p. 405, t. CXI; p. 1882, t. zona así: "Existe en el País una elaboración jurisprudencial m u y vigorosa que
CXXI, 5a. Ep., S.J.F.; p . 79, 4 a . P „ Vol. VIII; p. 97, 4a. P . , Vol. XXXVIII, 6a. coincide en la premisa de q u e el silencio de las partes, contra quienes se dirigen
Ep., S.J.F., y J u r i s p r u d e n c i a 256 en m a t e r i a laboral. las posiciones, no autoriza a declararlas confesas, en tanto existan a f i r m a -
ciones e m a n a d a s de las m i s m a s , que expresen u n a v o l u n t a d contraria y se
Huelga el c o m e n t a r i o . N o p u e d e sostenerse la c o n f e s i ó n ficta c u a n d o está o p o n g a n a esa interpretación, J . A . T . 25, p. 121; T . 27, ps. 65 y 1047; T . I . p.
contra la realidad. Lo c o n f i r m a los artículos 409 del C ó d i g o de Procedimientos 715; T . 4, p . 270; T . 15, p . 637; T . 22, p. 496; T. 28, ps. 160 y 435; T . II, p.
Civiles, 201 del C ó d i g o Federal, 527 de la Ley del T r a b a j o y 467 de la Ley de 814".
Q u i e b r a s y suspensión d e P a g o s .
" A n t e la negativa t e r m i n a n t e f o r m u l a d a p o r la contestación, carecen de
C o n v i e n e t a m b i é n citar la sentencia de p. 714 y siguientes del t. 22 de
eficacia p r o b a t o r i a las posiciones d a d a s p o r absueltas en rebeldía". Jurispru-
Anales de J u r i s p r u d e n c i a , que a d e m á s se f u n d a en el artículo 296 del Código de dencia A r g e n t i n a : 1943,1, p. 804; 1950, III, p . 55; C o d . de Proc. C i v . de Santa
Procedimientos Civiles, q u e dispone q u e los d o c u m e n t o s exhibidos y las Fe, a r t . 144.
constancias de a u t o s "se t o m a r á n c o m o p r u e b a a u n q u e n o se ofrezcan", v. p.
"Valor p r o b a t o r i o de la confesión ficta. El valor p r o b a t o r i o no es decisivo
720-721.
c u a n d o el d e m a n d a d o niega expresa y categóricamente los hechos en el escrito
de c o n t e s t a c i ó n " . La Ley, t. 75, p . 742.
XX Sin e m b a r g o , nuestra S u p r e m a C o r t e ha p r o n u n c i a d o u n a tesis en c o n t r a ,
la de p. 103, 4a. p . , Vol. XXXVIII, 6a. Ep., S.J.F., b a s a d a en la suposición de
T a m p o c o vale la declaración de confeso si está en contradicción de la con- Lessona, 1-537, que imagina pretexto o falta de v a l o r en el absolvente, sofisma
fesión judicial del m i s m o a r t i c u l a n t e . que se d e s t r u y e p o r sí m i s m o , pues en caso de incomparecencia el absolvente
Tesis de p. 681, t. XCIX, 5a. Ep., S.J.F.; p . 171, 4a. P . , Vol. XIII; p. 97, ignora las posiciones y en el de silencio sus razones t e n d r á . Jesucristo m i s m o
4a. P . , Vol. XXXVIII, 6 a . Ep., S.J.F., y m i s m a sentencia de p. 714, t . 22, A. de no c o n t e s t ó y con El se cometió la injusticia de los siglos.
Es efímera la confesión t a n t o de Ib desconocido, c o m o de lo implícitamen-
Ello es n o t o r i o , p o r las m i s m a s razones. te n e g a d o p o r la resistencia del m u t i s m o . D e la negativa de comparecer o de
confesar es inconsecuente la confesión c o m o confesión, y sería a b s u r d o conce-
XXI bir u n a ficticia confesión d e lo q u e ya h a sido n e g a d o expresamente en a u t o s .
XXXII
XXX
XXXIV
LA EUTELEGENESIA
El artículo 198 del Código Federal de Procedimientos Civiles dispone:
"No tendrán valor alguno legal las p r u e b a s rendidas con infracción de lo
dispuesto en los artículos precedentes de este título". Este nuevo vocablo de radicales griegas, significa: "Engendramiento selec-
Idénticas disposiciones tienen algunos Códigos de los Estados de la Re- to a distancia", y comprende la "inseminación artificial" y la fecundación
pública: 272 de Puebla, 405 de N u e v o León, etc. extrauterina".
Igual era el artículo 568 de 1884. Lo h a n suprimido p o r obvio el actual Có- La I N S E M I N A C I O N ARTIFICIAL en el género h u m a n o es reprobable
digo de Procedimientos Civiles del Distrito Federal, de 1932, c o m o algunos de por todos conceptos: física, moral, social y jurídicamente. Trata de confundir
los Estados, pero sigue implícito en el principio constitucional de legalidad, a la humanidad en la zootecnia.
pues jurídicamente carece de valor legal todo lo que n o esté c o n f o r m e a De- Algo m u y bueno se h a venido escribiendo en México contra este desvío.
recho. Sin embargo, en el terreno de la realidad, habría que añadir el refinamiento úl-
Decía don Cesáreo L. González en sus "Apuntamientos", t. III, p . 198: timo de la maldad científica, con el llamado "pool" o mezcla del esperma de
"El precepto que se contiene en el artículo 568 (de 1884) es ocioso, pues varios tipos, que H a r v i n g denomina el " C . A . I . " (confused artificial insemina-
nadie pretendería que f u e r a válida una prueba mal practicada, c o n infracción tion), para asegurar el a n ó n i m o ; c o m o si éste pacificara las conciencias y tran-
de las ritualidades prescriptas p o r la ley p a r a recibirla y estimarla". quilizara a la sociedad... y evitara las consecuencias.
N o tiene, pues, valor alguno, la declaración de confeso que esté f u e r a de Y en el c a m p o experimental, h a y que agregar también que ya se h a n logra-
las disposiciones de la ley. do obtener "partenogénesis" completas en algunos mamíferos. Esto, dice la
El Código de Procedimientos Civiles, c o m o dice C o u t u r e , Estudios, I, p. doctora S p u r w a y , en The Lancet y en SundayPictor¡als"tTae la factibilidad de
1 9 : ' 'es el texto que reglamenta la garantía de justicia contenida en la Constitu- la inseminación de la m u j e r , no con semen h u m a n o , sino del todo artificial, in-
ción".
duciendo y p r o v o c a n d o la segmentación del óvulo con estímulos físicos y
químicos", lo que, según Scremin, Diccionario de moral profesional médica,
CONCLUSIONES:
1954, p. 136: "cambiaría de m o d o imprevisto la fisonomía de la colectividad
l a . Para la declaración de confeso es indispensable el acta de incompare- humana..."
cencia del absolvente; Por cuanto a la F E C U N D A C I O N EXTRAUTERINA, es otra ocurrencia
2a. Es preciso, también, que concurra el articulante a la diligencia; demoniaca que, de obtenerse, llevaría al m u n d o todavía m á s lejos... hasta lo
3a. N o caben nuevos interrogatorios en la declaración de confeso; inconcebible.
4a. La "poena confessi" debe decretarse en el incidente respectivo, con ple- En otros tiempos n o p a s a b a de alucinaciones o de b r o m a s literarias. Según
na audiencia y defensa del absolvente; Venecia, 1957, p. 30, ya se soñaba con la fabricación de h o m b r e s desde Ar-
5a. No tiene efecto ni eficacia alguna la declaración de confeso, si está des- noldo de Villanova, a ñ o s 1241-1311, Knight, p. 191, cita del padre M a r i a n a , t.
virtuada por las constancias de autos; IV, p. 695, que reproduce también al teólogo Alonso de Madrigal "el Tosta-
6a. La prueba en contrario debe recibirse también p o r medio de incidente; do"; más tarde esas lucubraciones debieron inspirar al loco aquél de Paracelso,
7a. El incidente de prueba en contrario de la declaración de confeso, cabe que aseguraba tener la receta p a r a crear un "humunculus", según Menéndez y
regularmente hasta antes de la citación para sentencia; Pelayo, p. 86; misma quimera que resucita en el laboratorio de Wagner, en la
8a. En cualquier evento inmediato al estado de sentencia, debe respetarse Segunda Parte del "Fausto", de Goethe.
al absolvente el término de tres días después de la notificación de la declara- A h o r a , esas fantasías, c o m o las de Julio Verne, se están convirtiendo en
ción de confeso, p a r a la p r o m o c i ó n del incidente de prueba en c o n t r a r i o , du- realidad, pues ya se t r a b a j a en el aislamiento de los óvulos femeninos p a r a la
rante cuyo término n o precluye su derecho. fabricación de h o m b r e s "in vitro". Ya están en formal.
9a. En materia mercantil, es necesario, además, el acuse de rebeldía. Ya no se trata de sueños. Rock y Hertig h a n conseguido con éxito proyec-
10a. N o tiene valor alguno la declaración de confeso que en cualquier for- to científico los hijos del laboratorio o "test tubes babies", extraer y fecundar
ma n o cuadre con la ley. químicamente los óvulos femeninos hasta el estado tricelular, y en la actuali-
Mi m a y o r respeto p a r a las demás opiniones. dad el sabio bolonés Danielle Petrucci ha logrado hacer vivir en desarrollo un
ó v u l o f e m e n i n o p o r v e i n t i n u e v e días, f e c u n d a d o también químicamente en las
Y Batle, en "La Eutelegenesia y el Derecho", p. 15, exclama h o r r o r i z a d o :
probetas, y parece q u e Petrucci a z o r a d o d e t u v o su i n c u b a d o r a .
"La N a t u r a l e z a reclama sus f u e r o s . . . sería una sociedad en que la familia estu-
El "ius s a n g u i n i s " , el "jus soli" y t o d o s los "jus" están a m e n a z a d o s de pa- viera herida de muerte, s o c a v a n d o su p r o p i a base; u n m u n d o materializado en
sar a la historia, a n t e el "jus l a b o r a t o r i " , único p r o p i e d a d del Estado creador que el h o m b r e u s a n d o la r a z ó n se h u n d i e r a en la irracionalidad".
de la vida y d u e ñ o d e t o d o , desapareciendo el m a t r i m o n i o , la familia, la espe- N o es a l a r m i s m o . Es preciso encarar los peligros, p a r a evitar q u e las
cie n a t u r a l de los h i j o s y t o d a s las relaciones jurídicas, en fin, t o d o el Derecho, desgracias n o s s o r p r e n d a n . La civilización no descansa y la ciencia no d u e r m e ,
hasta el "jus g e n t i u m " q u e rige el m u n d o internacional. y a veces se dirigen hacia las m a y o r e s aberraciones. D e t a n t a luz n o alcanzan a
Serán i n n e c e s a r i o s n o tan sólo los h o m b r e s sino ociosas también la muje- ver ni a respetar la S u p r e m a c í a Divina del C r e a d o r , y u n m a l día convierten la
res naturales, pues l o s e l e m e n t o s posteriores se t o m a r á n de los n u e v o s ejempla- b r o m a en realidad. S u p r i m i d a la familia, el h o m b r e sin p a d r e s y sin patria, de-
res artificiales. La h u m a n i d a d de Dios se v e r á envuelta en u n embrollo impo- s a l m a d o , será el m o n s t r u o a p o c a l í p t i c o . . .
sible y a c a b a r á p o r ser t o t a l m e n t e desplazada de la tierra. Sería el final perfecto, j u s t o castigo de nuestra m i s m a f o r j a en que, tratan-
do de s u p e r a r a Dios, nos d e s t r u i r e m o s solos en la c o n f u s i ó n de nuestra propia
El talentoso e s c r i t o r Loret de M o l a , en febrero de 1961, d e j a n d o escaparla locura.
imaginación, dice: "se p r o h i b i r á tener hijos p o r los medios naturales y los Esta-
dos T o d o p o d e r o s o s se r e s e r v a r á n p a r a sí el derecho de p r o c r e a r , en los labora-
torios, c o n la h a b i l i d a d de abios puestos a su servicio, a los n u e v o s seres, que
no entrarían en el p a r t i d o desde la escuela, sino desde el m o m e n t o mismo de su
concepción, es decir, d e s d e la " p r o b e t a " .
Y la Associated P r e s s , en m a r z o de este m i s m o a ñ o , da la noticia de Hong
Kong sobre que C h i n a v a a f a b r i c a r h o m b r e s , p o r q u e salen m á s b a r a t o s que
las m á q u i n a s . Dice, a d e m á s , en su i n f o r m e el sabio C h a n g T s a K a n : "el trabajo
y la salud de las m a d r e s n o tienen p o r qué verse a f e c t a d o s p o r el nacimiento.
Esta es una b u e n a n o t i c i a p a r a las m u j e r e s " . . .