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Como se puede evidenciar en la regla jurídica y la solución que

pretendemos para el presente caso, en las circunstancias de Beatriz, ella


puede abortar sin impedimento legal. Así lo ha establecido
la Corte Constitucional en Sentencia C-355/06 cuando se trata de un
embarazo riesgoso para la vida de la madre, siendo éste uno de los tres
casos allí definidos junto al acceso carnal violento y la malformación
certificada médicamente que conlleve la inviabilidad del no nato fuera del
útero. Así, como veremos en el transcurso de esta narrativa, la mencionada
sentencia resulta ser la dominante [1]en toda la línea jurisprudencial
sobre aborto en Colombia, pues ésta contiene los criterios vigentes para
resolver los conflictos jurídicos que puedan surgir respecto de un escenario
constitucional en particular o patrón fáctico [2]: la interrupción voluntaria
del embarazo.
En esa medida, la situación jurídica del aborto en Colombia corresponde
actualmente a la despenalización parcial de la interrupción
voluntaria del embarazo en ciertos casos que, a juicio de la Corte, suponen
para la mujer una carga desproporcionada en detrimento de sus derechos.
Esta determinación de la C-355/06implicó, como veremos, el punto de
quiebre de una línea jurisprudencial que hasta entonces estaba marcada por
el conservatismo y la doctrina católica. No obstante, tanto antes como
después de esta providencia, han existido otra serie de sentencias que
conviene analizar, para identificar una adecuada tendencia jurisprudencial
en materia de aborto.
Antecedentes legales y jurisprudenciales de la C-
355/06
En términos legales, es preciso tener en cuenta que las sentencias sobre
aborto anteriores al año 2000 evaluaron la normativa del Código Penal de
1980. Éste fue sustituido por una nueva regulación en el año 2000 que fue
la que inspiró las demandas de inconstitucionalidad posteriores, hasta llegar
a la C-355/06. En este nuevo código, las normas relativas a aborto son los
artículos 122 a 124 del Capítulo Cuarto [3].
En términos jurisprudenciales, es importante considerar lo siguiente: antes
de la C-355/06, hubo una tendencia mayoritaria en la Corte a
absolutizar el derecho a la vida del no nato, mientras una
tendencia minoritaria de magistrados reaccionaba con salvamentos de
voto para evitar el sacrificio total de las libertades sexuales y reproductivas
de la mujer, así como de su dignidad. Posteriormente a la C-355/06, la
tendencia hegemónica en la Corte fue la de ponderar los derechos de la
mujer con el de la vida del no nato, al tiempo que una minoría de
magistrados conservadores reaccionaba en defensa de lo que antes fuera el
ideal dominante: el derecho absoluto a la vida del no nato. De manera que
tenemos una inversión de la polaridad en la Corte Constitucional respecto
a este tema, evidenciada en el antes y el después marcado por la
sentencia C-355/06, pero en todo caso siempre ha habido polarización.
El desarrollo de la línea jurisprudencial
Toda línea comienza con una sentencia fundadora, generalmente de los
primeros años de la Corte (1991-1993), y de carácter amplio, ambicioso y
reformista [4]. En el caso del aborto, la T-179/93 resulta ser un
antecedente importante para la discusión posterior sobre los derechos del
nasciturus, aunque no aborda directamente unos hechos relacionados
con aborto. En esta sentencia una mujer de bajos recursos demanda al padre
del niño para que contribuya con los costos del embarazo. En este caso la
Corte concede la tutela a la madre argumentando que:
“Es posible afirmar al menos que por reenvío constitucional al derecho
internacional, por las normas internacionales vigentes, por la legislación
interna y, sobre todo, por la filosofía humanista del Estado Social de
Derecho, es preciso deducir, como lo hace aquí la Corte que SE TIENEN
DERECHOS DESDE LA CONCEPCION”[5].
Esta sentencia, por tanto, aunque no es fundadora, sirve como preludio para
la posición de la Corte respecto de proteger especialmente los derechos del
no nato.

Posteriormente, la sentencia C-133/94, declara la exequibilidad del art.


343 del Código Penal de 1980 [6], es decir, el de la penalización del
aborto, y así se convierte en la auténtica fundadora de línea. En este punto
la Corte asume como postura la absolutización del derecho del no nato a la
vida, al tiempo que no hace mención de los derechos de la mujer, pues
estima que “si el valor esencial protegido por el ordenamiento superior es la
vida humana, necesariamente debe colegirse que en donde haya vida, debe
existir el consecuente amparo estatal” [7]. De ahí que la primacía y la
inviolabilidad de la vida justifiquen la acción legislativa para penar actos
que provoquen muerte a seres no natos. Aquí la Corte asume además que no
importa que el nasciturus no sea persona en sentido legal, toda vez que “en
la Carta Política la protección a la vida del no nacido, encuentra sustento en
el Preámbulo, y en los artículos 2° y 5°, pues es deber de las autoridades
públicas, asegurar el derecho a la vida de “todas las personas”, y
obviamente el amparo comprende la protección de la vida durante su
proceso de formación y desarrollo, por ser condición para la viabilidad del
nacimiento, que da origen a la existencia legal de las personas” [8]. En
consecuencia, lo que hace esta sentencia es asumir la prevalencia del
derecho a la vida del nasciturus sobre cualquier otro derecho, y por ende, es
la más próxima a la penalización absoluta del aborto.
Seguidamente, la sentencia C-591/95, aunque no directamente dentro del
marco de la línea de aborto, respalda lo hasta ahora sustentado por la Corte
respecto de los derechos del nasciturus y el comienzo de la existencia legal
de las personas. Al respecto afirma la Corte que “la existencia legal
comienza en el momento del nacimiento; y la vida, en el momento de la
concepción. Pero el comienzo de la vida tiene unos efectos jurídicos,
reconocidos por algunas normas, entre ellas, los artículos 91 y 93,
demandados [del Código Civil]” [9]. Esto implica, nuevamente, que
aunque el nasciturus no tiene los derechos de una persona porque no es tal,
sí tiene protegidas las garantías mínimas de la vida y la dignidad para
asegurar que se convierta en persona al nacer.
Luego vendrá la C-013 del 97, en la que se demandan varios artículos
del Código Penal de la época, entre ellos el 345 [10], que estipulaba penas
“relativamente bajas” para la mujer que abortase por cuenta de haber sido
violada o inseminada sin su consentimiento. En la demanda el
actor señalará que la pena es “demasiado benigna” y que en esa medida se
viola el derecho a la vida [11]. Es por ello que, a pesar de declarar
constitucionales los artículos, la Corte sí hace claridad argumentativa en
que independientemente de que la mujer resulte herida por la ofensa del
delincuente, esto no la autoriza para cometer “un crimen”, de manera que el
bebé no tiene por qué pagar con su vida lo que sea que le haya sucedido a la
mujer (por más gravoso que para ella esto sea) [12]. En la misma
orientación conservadora se ubica luego la C-213 del 97, que estudia una
demanda idéntica con consideraciones idénticas. No obstante, vale hacer
una claridad aquí: estas dos últimas sentencias no se ubican exactamente
debajo de la sentencia fundadora (C-133/94) en la línea, pues, aunque
respetan el precedente en mayor medida y se hallan bajo la misma sombra
decisional, estas a diferencia de aquella aceptan la dosificación de la pena
en caso de concepción no consentida (y por eso declaran exequibles los
artículos demandados). La providencia fundadora, en cambio, aboga más
por una penalización absoluta sin consideraciones de casos particulares
como la concepción no consentida.
Hasta este punto la Corte ha seguido la corriente dominante de la total
prevalencia del derecho a la vida del nasciturus sobre los derechos de la
mujer. Pero es aquí cuando la ideología de la Corte empieza a virar. Con la
llegada del nuevo Código Penal en el 2000, surge una primera demanda en
2001 en sentencia C-647/01 contra el parágrafo del artículo 124 [13], en
el cual por primera vez se abre la puerta para inaplicar la pena sobre la
madre que aborta por “extraordinarias condiciones anormales de
motivación”. Aquí nuevamente el demandante estimará que la posibilidad
de “dejar en impunidad” un aborto es una trasgresión abierta al derecho a la
vida del nasciturus. No obstante, esta vez la mayoría de la Corte vota por la
exequibilidad de la norma y se coloca en contra de la visión tradicionalista,
aunque valiéndose de otro tipo de argumentación que no implica
reconocimiento alguno de los derechos de la mujer:
“Cuando existen causales personales de exclusión de la pena el Estado,
teniendo la potestad punitiva para el caso concreto, no hace uso de ella, se
abstiene de imponer la pena, en cambio, en la extinción de la pena, el
Estado ya no tiene, para el caso concreto, la potestad para imponerla. Pero
en las dos hipótesis, el fenómeno jurídico es el de la inaplicación de la
pena” [14]
En otras palabras, el artículo demandado no es inconstitucional, pero no
porque valgan de algo los derechos de la mujer en el cálculo jurídico, sino
porque con la exclusión de la pena para un caso de especial motivación de
aborto el Estado no renuncia a su potestad punitiva, sino que simplemente
se abstiene de usarla. Bajo esta misma orientación, se halla la sentencia C-
198/02, que tuvo que asumir la misma demanda contra la misma norma
una vez más (supuestamente porque el pronunciamiento de la C-647 del
01 se refería al contenido material de la norma, mientras esta última
sentencia se pronunciaría sobre un aspecto formal, como lo es el
procedimiento legislativo mediante el cual la norma acusada se aprobó). En
todo caso, el resultado fue que no se halló ningún vicio de procedimiento y
la norma fue declarada exequible. En esa medida, este sentencia, aunque no
se enfila en el escenario constitucional del aborto (porque no está
decidiendo el caso de una mujer que quiera abortar), al menos sí mantiene
la decisión de la Corte en 2001 de interpretar como válida la inaplicación de
la pena sobre el aborto “en casos de extraordinaria motivación”.
Seguidamente, vienen las sentencias C-1299 de 2005 y C-1300 del
mismo año. Estas sentencias, en realidad, demuestran que para entonces la
Corte Constitucional, estando cada vez más cerca de despenalizar
parcialmente el aborto, decidió tímidamente no realizar un cambio abrupto
del precedente. En ambas sentencias se acusó el artículo 122 del Código
Penal que, en general, penaliza el aborto [15]. Sin embargo, los
magistrados ponentes no se atrevieron a pronunciarse de fondo sobre el
tema y la mayoría de la Corte decidió dar respuesta inhibitoria. La razón
aducida entonces fue la supuesta “ineptitud sustancial de la
demanda” [16]. En consecuencia, ambas sentencias son difíciles de ubicar
en el espectro ideológico con respecto a una u otra respuesta de la
controversia, pero aun así allí en la línea estas se ubicaron en una zona
destacada (en un recuadro rojo) para respetar el desarrollo cronológico de la
jurisprudencia.
Finalmente, luego de pasos tímidos y una preponderante tradición
de mantener la prevalencia absoluta del derecho a la vida del no nato, la
Corte alcanza su máxima modificación de esta línea jurisprudencial en
la C-355/06 con ponencia de Jaime Araujo y Clara Inés Vargas. Las más
importantes consideraciones de esta sentencia, que en adelante se alzaría
como dominante, son las siguientes:
1. El legislador no podrá considerar la interrupción
voluntaria del embarazo como delito en los siguientes 3
casos: a) Cuando la continuación del embarazo implicara un
riesgo para la vida o la salud de la madre, previa
certificación médica; b) cuando el feto padezca una grave
malformación que haga inviable su vida fuera del útero,
previa certificación médica; y c), cuando, interpuesta la
denuncia, el embarazo sea resultado de un acto no
consentido por la mujer, que constituya acceso carnal
violento o acto sexual abusivo, inseminación artificial o
transferencia de óvulo, o incesto. De manera que el artículo
demandado (122 del C.P.) se declara exequible
condicionalmente, interpretando como excepciones a la
sanción penal los casos antes mencionados. [17]
2. Teniendo en cuenta consideraciones de libre desarrollo
de la personalidad, se declara inexequible la expresión “o
en mujer menor de 14 años” del art. 123 del nuevo Código
Penal, de manera que el legislador tiene que reconocer la
voluntad de todas las mujeres al practicarse un aborto,
independientemente de su edad. De esta manera, no se
puede desconocer el libre desarrollo de la personalidad de
la menor de 14 años que consintiera practicarse un aborto,
por lo que quien accediera a su petición no incurriría en
delito. [18]
3. Además, la Corte considera que el legislador tiene que
adelantar políticas públicas contra el aborto inseguro en vez
de penalizarlo, y que no es necesaria ninguna regulación
aunque, de hacerse, no puede soportar requisitos o trabas
extra para que la mujer pueda practicarse el aborto en las
circunstancias señaladas. [19]
En este punto, la Corte por fin accede a hacer algo que en 15 años de
historia se había negado a hacer: finalmente decidió ponderar los derechos
de la madre con el del no nato a la vida, en vez de absolutizar y hacer
prevalecer este último. Además, dejó de ignorar la normativa internacional
que contempla los derechos de las mujeres y de todos los seres humanos,
dándole especial relevancia al bloque de constitucionalidad que con dicha
normatividad se integra en las consideraciones de la sentencia. Así, bajo
una interpretación sistemática del texto constitucional y las normas
internacionales, la Corte abre espacio para el respeto por la autonomía de la
mujer sobre su cuerpo y su vida, el libre desarrollo de su personalidad, su
dignidad, su derecho a decidir no soportar cargas difíciles de soportar para
cualquier persona, etc.

De aquí en adelante se producirán muchas más sentencias o


pronunciamientos que simplemente confirman el mismo principio de
ponderación desarrollado en la C-355/06. Entre ellas tenemos: el auto
360 de 2006, la T-988/07, la T-171/07, la T-946/08, la T-209/08,
la T-388/09 (esta es especial en la medida que especifica que el riesgo a la
salud de la madre no sólo implica riesgo de daños físicos sino también
psicológicos) [20], la T-009/09 (también especial por definir como
“violación de la dignidad humana” el trasgredir la autonomía de la mujer
para decidir practicarse un aborto) [21], la T-585/10, la T-636/11y la T-
841/11 (que también hace la claridad sobre el riesgo de salud que incluye
trastornos psicológicos) [22].
Conclusión
El propósito inicial de este apartado fue sustentar jurídicamente el hecho de
que Beatriz, por peligrar su vida de continuar con el embarazo, puede
abortar legalmente. El desarrollo de la línea jurisprudencial lo explica
claramente: a partir del año 2006, la Corte Constitucional no ha variado su
precedente, es decir, ha mantenido la determinación de que el aborto es
legal entre los tres casos mencionados. De hecho, en vez de variarlo, lo ha
reforzado con especificaciones como las mencionadas en las sentencias T-
388/09, T-009/09 y T-841/11.
En definitiva, dado que el precedente ha sido invariable desde 2006 (tal
como se ve graficado en la línea), y que las consideraciones de la Corte en
su sentencia dominante C-355/06 continúan vigentes, entendemos que
esta línea jurisprudencial es “lo suficientemente sólida y estable” [23] en
términos de Diego López, porque hay una serie de decisiones reiteradas
para el mismo patrón fáctico. Así, los postulados de la C-355/06 merecen
un plus de obediencia y vinculatoriedad sobre las decisiones judiciales.
En esa medida, es casi que obligatorio para cualquier operador jurídico
reconocer que no se puede penar a Beatriz por abortar, estando en riesgo su
vida. Además, uno de los hechos relevantes que se determinaron es
que Beatriz sufre de depresión por la difícil situación en que se
halla involucrada. En esa medida, bien podría concluirse que Beatriz puede
abortar no sólo por encajar en el supuesto de que corre riesgo su
salud física, sino también su salud psicológica (tal como se establece en
la sentencia T-841/11).

Insólito: Bolivia quiere


legalizar el aborto "por
pobreza"
El gobierno de Evo Morales impulsa una llamativa “eugenesia social”. La
Iglesia católica habló de “colonización ideológica extranjera”. En los 70, la
izquierda boliviana denunciaba el control de la natalidad como
imperialista

Hay polémica en Bolivia por el proyecto de legalización del aborto que el


gobierno promueve en el marco de una reforma del Código Penal, y que
despenaliza esa práctica en "las primeras ocho semanas de gravidez, por
única vez", cuando la mujer "se encuentre en situación de calle o
pobreza extrema; no cuente con recursos suficientes para la
manutención propia o de su familia; sea madre de tres o más hijos o
hijas y no cuente con recursos suficientes para su manutención o sea
estudiante".
El proyecto despenaliza además el aborto en "cualquier etapa de la
gestación" en los casos en que haya riesgo para la vida o para "la salud
integral" de la embarazada, "malformaciones fetales incompatibles con la
vida", si el embarazo fuese fruto de una violación o en caso de ser
la madre adolescente.

También ordena al Estado disponer los medios para que se puedan


realizar estos abortos y en un rasgo absolutista prohibe alegar
objeción de conciencia para no practicarlos.

Es sorprendente que sea el Gobierno de izquierda de Evo Morales el


que vea en el aborto una solución a la pobreza. Lo que los nazis
hacían por racismo ahora es promovido por razones de clase. Una
concepción malthusiana digna del más salvaje capitalismo es sin
embargo defendida en nombre del socialismo del siglo XXI.

Como era de esperar, la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB)


reaccionó. "Como Iglesia y como sociedad digna no podemos aceptar
estos supuestos; el Estado está obligado a crear políticas públicas
orientadas a mejorar la vida de las personas y políticas educativas de
apoyo a la mujer embarazada y de prevención de la violencia para que
la vida en nuestra sociedad sea posible para todos", señalaron los
obispos en un comunicado, en el cual además de ratificar su defensa del
"derecho a la vida", como "un derecho fundamental", recordaron las
palabras del papa Francisco, en su visita a Bolivia, cuando exhortó "a
proteger y cuidar a los más vulnerables" y "a trabajar por la vida y la
dignidad de todos, especialmente de los más pobres".

Los obispos denunciaron que el proyecto "introduce una colonización


ideológica extranjera que descarta a niños y niñas por nacer
vulnerables y acepta la triste violencia del aborto como un supuesto
camino para solucionar problemas sociales y económicos".

La CEB también denunció que "la propuesta distorsiona el sistema penal


introduciendo la pobreza como razón de impunidad".

De hecho, pareciera que, para los promotores del proyecto, el aborto del
hijo de un pobre es más aceptable.

Más allá de los argumentos religiosos, lo que impacta es la ruptura con la


tradición de una izquierda boliviana, indigenista y nacionalista, y una
rendición a los criterios economicistas para diseñar políticas sociales.

Es llamativo que las promuevan dirigentes que se dicen de tradición


marxista, como si Marx no hubiese llamado proletarios a los obreros
justamente porque la única riqueza del que nada posee son los hijos y
por eso los pobres tienen una numerosa prole.

Hace tiempo que los gobiernos de países avanzados promueven, por lo


general a través de ONGs internacionales y organismos supranacionales,
el control de la natalidad —hoy "salud reproductiva" o "derechos
reproductivos"— como solución a la pobreza. Esas políticas no han
resuelto el problema del hambre en el mundo, como es evidente.

La diferencia es que antes, en los años 60 y 70, la izquierda


latinoamericana denunciaba estas políticas como imperialistas.
Ahora las promueve sin el menor pudor, olvidando al parecer aquello de
la redistribución de la riqueza para alcanzar la justicia social.

Para más datos, fue justamente en Bolivia donde se filmó una película
emblemática –La sangre del cóndor-, protagonizada por indígenas y
hablada en quechua, y que denunciaba los programas de control de
natalidad promovidos por ONGs extranjeras (ver video al pie de esta
nota).

El director de la película, Jorge Sanjinés, es uno de los cineastas más


reconocidos de un cine latinoamericano de denuncia. Su film, estrenado
en 1969, denunciaba que un grupo de médicos de un "Cuerpo del
Progreso" (en alusión al Peace Corps) estaba esterilizando a las mujeres
indígenas, sin su autorización y bajo la excusa de darles asistencia
médica. Los hombres y mujeres del pequeño pueblo donde ocurren los
hechos empiezan a notar que nadie está gestando niños y realizan
ceremonias a la Pachamama. "Que nuestra cultura no se extinga", le
piden a la madre tierra. El cacique local —que en la película actúa de sí
mismo— empieza a sospechar, investiga y finalmente encara a los
voluntarios extranjeros. La réplica de uno de ellos, tiene irónicas
resonancias presentes, a la luz del proyecto promovido por el primer
presidente indígena de Bolivia: "Sólo esterilizamos a las mujeres
que tienen muchos hijos".

La película está inspirada en un hecho real y causó tanto impacto que


poco después, en 1971, el Cuerpo de Paz fue expulsado de Bolivia por
el Gobierno de Juan José Torres.

La sangre del cóndor "denuncia el genocidio de las razas inferiores",


dice Stephen M. Hart en el libro A companion to Latin American Film.
Otro cineasta boliviano, Alfonso Gumucio Dagron, dijo que "Yawar
Mallku (La sangre del cóndor) es una parábola del imperialismo: el
control de la natalidad extranjero fue un hecho real, (…) la
mutilación médica es vista como símbolo de la intervención en
Bolivia y en América Latina (…) y la esterilización también sirve como
poderosa metáfora del silenciamiento de la cultura regional".
Hoy ya no hace falta intervención extranjera: un Gobierno que se ufana
de representar al fin a las mayorías étnicas históricamente postergadas
en Bolivia considera bueno promover que los pobres no tengan hijos.

Por qué Bolivia es el país con


mayor cantidad de embarazos
adolescentes en América
Latina
Bolivia es, por amplio margen, el país de toda Latinoamérica donde
más embarazos adolescentes se producen.

No se trata solamente de un problema de falta de información y


educación sexual para adolescentes, o de poco acceso a métodos
anticonceptivos.
Estadísticas señalan que las menores cada vez están más
expuestas a ser víctimas de trata de personas con fines de
explotación sexual, violencia de género, violaciones, secuestros
y otros delitos que agudizan el problema del embarazo
adolescente en Bolivia y el resto de la región.
El más reciente informe sobre el "Estado de la población mundial",
del Fondo de las Naciones Unidas para la Población (UNFPA, por
sus siglas en inglés), señala que la tasa de natalidad en mujeres
entre 15 y 19 años en Bolivia es de 116 por cada 1.000 en ese
país.

Mientras que el promedio regional de partos en adolescentes es de


77 por cada 1.000.
 Un asesinato, violaciones, maltratos y más de 200 fugas: el
espeluznante historial del Hogar Seguro Virgen de la Asunción, el
albergue de Guatemala en el que murieron 40 menores
El reporte, presentado a fines del año pasado, indica que detrás de
Bolivia se encuentran Honduras, donde 101 adolescentes dan a luz
por cada 1.000, y Venezuela, con 95 casos en cada millar de
mujeres.
Bolivia se ubica, además, sólo detrás de Haití como el país con
mayor mortalidad materna y en este parámetro duplica el
promedio latinoamericano.

La tasa de mortalidad materna en ese país es de 206 por cada


100.000 nacidos vivos, mientras que en América Latina el
promedio es de 92 en cada 100.000.
OBJETIVOS:

OBJETIVO GENERAL:

Conocer si los problemas familiares, bajo nivel de escolaridad, bajo nivel de ingreso
económico son factores deriesgo para embarazos en adolescentes de 15 a 19 años que
acuden a su control prenatal en el H ospital de la Mujer La Paz Bolivia.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

- Establecer la relación familiar de las embarazadas adolescentes.

- Identificar el ingreso económico de las adolescentes embarazadas.


Describir la asociación entre embarazadas adolescentes y el bajo nivel de escolaridad.

MATERIAL Y MÉTODOS:

Diseño de estudio: La investigación realizada es del tipo observacional, analítico,

prospectivo efectuada durante los meses de Marzo a Junio de 2004.

Población de estudio:

- Los sujetos estudiados fueron mujeres embarazadas que acudían al Hospital de la


Mujer del complejo Hospitalario de Miraflores de La Paz - Bolivia a las mismas se les
realizó una encuesta tipo.

- Se tomaron como criterios de inclusión a todas las mujeres comprendidas en las


edades mencionadas y que estén llevando un embarazo en cualquier etapa
del desarrollo.

Voluntariamente accedieron a las preguntas del cuestionario que se las realizaba,


respetando así las normas éticas.

- Las mujeres adolescentes encuestadas fueron 164.

- La encuesta contenía 10 preguntas de selección múltiple.

ASPECTOS ÉTICOS:

Todas las participantes en la encuesta lo hicieron previo su consentimiento. Se respetó


fundamentalmente su privacidad familiar y de pareja.

Algunas pacientes se encontraban acompañadas por sus padres, por lo que se tuvo
que solicitar el consentimiento de los mismos previo a la entrevista, ya que en Bolivia
se adquiere la mayoría de edad a los 18 años.

RESULTADOS:

Percepción Familiar:

Del total de 164 adolescentes entrevistadas 72 (43.9%) tienen una percepción Familiar
regular y 92 (56.1%) tiene una buena percepción con su familia.
Nivel de Instrucción:

Encontramos que el 54.9 (90) de las adolescentes cursaron el nivel secundario un 45.1
(74) cursaron el nivel primario.

Nivel de Ingreso Económico:

El 89.6 (147) adolescentes tienen un ingreso económico de menos de 300 bolivianos y


solamente un 10.4 % (17) tienen un ingreso mayor a los 300 bolivianos.

Procedencia:

Las adolescentes que proceden de la ciudad de la paz fueron 78.7 % (129) y las que
proceden de las provincias 21.3 % (35).

Estado Civil:

Según el estado civil, las adolescentes son concubinas es decir no son casadas
oficialmente, porcentaje que asciende a un 36.6 % (60) y son solteras un 63.4 %
(104).

Estudia:

El 49.4 % (81) sigue estudiando y un 50.6 'i (83) de las adolescentes no estudia.

Ocupación:

Un 42.1 % de las adolescentes son estudiantes (69) seguidas de la ocupación de


empleadas domésticas y/o vendedoras en un 34.1 % (56) y amas de casa 23.8 % 39
adolescentes.

Deserción Escolar:

La deserción escolar se observa en un porcentaje de 60.4 % (99) para el grupo de los


casos y un 39.6 (65) para el grupo de los controles.

Causas de Deserción:

La primera causa porque las adolescentes dejaron de estudiar es la económica con un


51.5 % (51) la segunda causa es debido al embarazo 48.5 % (48) adolescentes.

CONCLUSIONES:
Existe una asociación entre el nivel de instrucción, nivel de ingreso económico y el

embarazo en la adolescencia. El factor de riesgo percepción familiar no está asociado

al embarazo en adolescentes.

Las adolescentes, tienen menos posibilidades de quedar embarazadas si concluyen sus


estudios hasta el nivel de secundaria.

Las adolescentes con problemas en la escuela, posteriormente desertan y gran parte


de ellas se embarazan.

El ingreso económico de las participantes que trabajan es menor a 300 bolivianos. Un


56.1 % de las adolescentes dijeron que tienen percepción familiar regular.

La mayoría de la población estudiada pertenece a un nivel socioeconómico bajo por lo


que gran parte de ellas se ven en la necesidad de trabajar a corta edad, cuando están
embarazadas cuentan con un ingreso menor ya que se quedan al cuidado de su hijo
por esta razón dejan de trabajar.

DISCUSIÓN:

Hay que hacer mucho énfasis en que el embarazo en edades cada vez más tempranas
se está convirtiendo en un grave problema social y de salud pública de relevancia
mundial.

Los resultados de este trabajo de investigación nos muestran que el nivel de


instrucción y nivel de ingreso económico, están asociados con una magnitud de
asociación importante obteniéndose OR. de 15.4 y 5.4 respectivamente .

La variable de percepción familiar tiene un OR. de 1.22 con un intervalo de confianza


del IC. 95 % (0.62-2.39) el mismo incluye el 1 % por lo tanto no existe riesgo en
relación a la percepción familiar.

Con estos resultados y la literatura revisada, se confirma que el nivel de instrucción,


nivel de ingreso económico son factores importantes para el embarazo en la
adolescencia.

La literatura indica y se confirma con esta investigación que la educación es la llave


para ayudar a las jóvenes a aumentar las posibilidades de aprender a controlar sus
vidas, mejorar sus decisiones y alcanzar mayores opciones de trabajo.

La mayoría de las investigaciones en relación a la percepción familiar dicen que los


participantes tienen conflictos en el hogar con sus padres o con sus hermanos
mayores, asociando esta situación con el deseo de irse de su casa, convirtiéndose este
en un factor importante en el embarazo a esta edad. Algunos estudios realizados por el
ministerio de salud y deportes de Bolivia indican que el embarazo en adolescentes de
15 años o más es de alto riesgo, porque suelen acompañarlo con la primiparidad, una
situación económica desfavorable, que conduce a la desnutrición y la anemia, un
desarrollo insuficiente, falta de control pre - natal y viviendas inadecuadas, muchas
adolescentes repiten el patrón de sus madres solteras que también dieron a luz siendo
adolescentes .

Otro aspecto a considerar es que en Bolivia, abordar el tema de la sexualidad es


todavía un tema tabú y por consiguiente las y los adolescentes no han recibido una
adecuada educación sexual.

El embarazo constituye un período de estrés psicológico para la mayoría de las


adolescentes y sus familiares. La adolescente es más vulnerable debido a su
inmadurez.

La adolescente soltera durante su embarazo tiende a sufrir de soledad y suele sentirse


acosada por dudas y preocupaciones acerca de su futuro.

Jugará también un rol importante el aspecto laboral, ya que las adolescentes que se
embarazan dentro de las edades de 15 a 19 años no son económicamente
independientes por lo cual repercutirá enormemente en la familia y en la adolescente
embarazada.

Políticas para
contrarrestar el
embarazo adolescente
El Fondo de Población de las Naciones Unidas -
UNFPA, que tiene como misión promover el
derecho de cada persona a disfrutar de una vida
sana, con igualdad de oportunidades para todos y
todas, apoya a los países en la utilización de datos
socio-demográficos para la formulación de
políticas y programas de reducción de la pobreza, y
para asegurar que todo embarazo sea deseado,
todos los partos sean seguros, todos los jóvenes
estén libres de VIH/SIDA y todas las niñas y
mujeres sean tratadas con dignidad y respeto. En
ese sentido el UNFPA publicó un informe sobre la
situación del embarazo en adolescentes en Bolivia
y a su vez formuló la necesidad de desarrollar
líneas estratégicas de acción para disminuir esta
problemática social, económica y cultural.

¿Cuál es la situación de Bolivia respecto al


embarazo en adolescentes?
En Bolivia la población adolescente de 10 a 19
años, representa alrededor del 23% de la población
total del país, del cual un 49% corresponde a
adolescentes de sexo femenino, en quienes se
estima, según datos de la Encuesta Nacional de
Salud (ENDSA 2008), que cerca de un 18% ya son
madres o están embarazadas (de 15 a 19 años). Al
menos la mitad de estos embarazos no fueron
planificados al momento de la concepción.

El embarazo y la maternidad en adolescentes se


registra con mucha mayor frecuencia en aquéllas
con bajo nivel educativo y entre las que viven en
condiciones de pobreza. Según la Encuesta
Nacional de Juventudes de 2008, los municipios
con mayores tasas de embarazo en adolescentes
son: El Alto que registra un promedio de 83%,
Santa Cruz 71%, Guayaramerín 76%, Riberalta 71%
y Colcapirhua 74%. La misma fuente revela que de
las adolescentes encuestadas que ya iniciaron
relaciones sexuales, un 60% había estado
embarazada en algún momento y resulta llamativo
que el 9% corresponde a adolescentes menores de
15 años.

En cuanto a la situación de la región


latinoamericana, de acuerdo al último informe de
Estado de Población Mundial 2011 del UNFPA,
somos una de las dos regiones del mundo con tasas
más elevadas de natalidad en adolescentes, junto
con África subsahariana. A excepción de Ecuador y
Venezuela, Sudamérica registra de 50 a 100
alumbramientos por cada 1.000 mujeres de entre
15 y 19 años de edad. Los nacimientos de madres
adolescentes en la subregión andina representan el
18% del total de nacimientos.

¿Qué podemos hacer para mitigar esta


problemática en Bolivia?
Las prioridades que el país debe encarar para
mitigar el embarazo en adolescentes son:
Educación para la sexualidad: bajo el liderazgo del
Ministerio de Educación y en coordinación con el
Ministerio de Salud y Deportes, el país podría
institucionalizar en la currícula educativa que
incorpore la educación para la sexualidad.

La atención diferenciada para adolescentes en


centros de salud pública: ante todo, el embarazo en
adolescentes es un problema institucional, de salud
pública, mientras los centros de salud no brinden
una atención diferenciada para adolescentes y
sensible a aspectos culturales, adolescentes y
jóvenes difícilmente acudirán a éstos.

Es necesario institucionalizar el seguimiento a


adolescentes embarazadas menores de 15 años,
debido a la alta probabilidad de tratarse de
embarazos no planificados y/o en situación de
violencia. Se debe contemplar en este marco,
acciones preventivas específicas para menores de
15 años.

Necesitamos una sociedad más sensibilizada en la


prevención del embarazo precoz, pues las madres
adolescentes son fuertemente discriminadas y
censuradas en sus escuelas, hogares y
comunidades.
Se debe también tomar en cuenta que ninguno de
estos procesos es posible sin la participación de
adolescentes y jóvenes y de organizaciones
juveniles.

Es primordial que tanto Estado como sociedad


tomen en cuenta que el embarazo en adolescentes
es uno de los principales causales de los ciclos
inter-generacionales de la pobreza.

¿Qué se puede hacer en materia legislativa?


Si bien las leyes bolivianas referidas al tema no
restringe en el acceso de adolescentes a servicios de
salud, es necesario que el país cuente con un
protocolo normativo específico que permita
abordar el embarazo en adolescentes como una
cuestión fundamentalmente de salud pública.

Es preciso también aportar a nivel regional en la


construcción de una nueva normativa.

En resumen el país requiere de tres líneas


estratégicas de acción:
A) Protocolo normativo específico sobre la
problemática.
B) Educación para la sexualidad.
C) Atención diferenciada de adolescentes en
centros de salud.
¿Cuáles han sido los avances más importantes
en el país hasta la fecha?
El Programa de Adolescentes del Ministerio de
Salud y Deportes ha desarrollado el Plan Nacional
para la Salud Integral de las y los Adolescentes
(2009-2013), con intervenciones concretas para
prevenir el embarazo adolescente y acciones de
promoción de la salud reproductiva.

Tras la implementación del modelo de Salud


Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI), se
adoptó un enfoque de atención diferenciada para
adolescentes.

Con la contribución al fortalecimiento de los


vínculos intersectoriales se espera lograr, entre
otras cosas, la promulgación de la Ley de
Juventudes.

Más de 10.000 jóvenes han participado


activamente en jornadas por la prevención del
embarazo adolescente a nivel nacional, así como
miles han impulsado temas de juventud en los
Estatutos Autonómicos, Cartas Orgánicas, y Planes
Estratégicos a nivel departamental y municipal.

¿Qué experiencias de otros países podrían


inspirarnos?
En Medellín - Colombia, han tenido mucho éxito
iniciativas municipales sujetas a créditos de la
cooperación internacional. Estas iniciativas han
apuntado a atención en servicios de salud
preventivos-promocionales. En el marco de
autonomías y descentralización que atraviesa
Bolivia, la experiencia podría ser ciertamente
inspiradora.

Las leyes colombianas han establecido que la


educación para la sexualidad tenga carácter
obligatorio.

Ecuador cuenta con un plan nacional de


prevención de embarazos en adolescentes. Este
plan prioriza tres líneas de acción: implementar un
Sistema Nacional de Información sobre la
situación del embarazo en adolescentes que
permita la construcción de políticas públicas
integrales e intersectoriales acordes a la realidad
nacional y local; fortalecer la rectoría del Estado
para la protección integral de los y las adolescentes
e implementar servicios de atención integral;
participación de adolescentes, abogacía, alianza y
participación social.

Embarazo adolescente
El embarazo adolescente es aquel que se produce en
una mujer adolescente entre el comienzo de la edad
fértil y el final de la etapa adolescente. Se ha
detectado que la causa de los embarazos en
adolescentes no solo radica en la falta de
conocimiento e información respecto a la
anticoncepción, ni la inaccesibilidad de los servicios y
métodos, sino primordialmente en patrones
socioculturales que refuerzan las condiciones de
subordinación de la mujer en la sociedad y además
una frecuente falta de un plan de vida por parte de las
y los adolescentes.

Nuestra cultura principalmente exalta la maternidad


como la única fuente de realización femenina y por
consiguiente vinculada a la identidad femenina de ser
madre.

Una madre adolescente corre riesgos de salud cuando


va a dar a luz, debido a que muchos casos de
embarazos en la adolescencia se mantienen en
secreto y las futuras mamás no cumplen con el control
durante el embarazo, ni reciben ningún tipo de
atención médica.
También puede suceder que la adolescente
embarazada decida abortar o la puedan haber
convencido de hacerlo. En nuestro país esto se
considera un delito, su práctica suele realizarse de
manera clandestina. La responsabilidad de un
embarazo adolescente compromete de forma física a
la madre, pero no es sólo un problema de ella, también
lo es del padre, por lo cual las causas y consecuencias
de los embarazos involucran y afectan a ambos de
manera directa.

¿Por qué tenemos embarazos adolescentes?


1. Falta de educación sexual: muchos
adolescentes llegan a esa edad sin ninguna
información sobre las funciones sexuales,
desconocen la relación entre sexos y como se
previene un embarazo.
2. Percepción actual acerca del sexo: en los
medios masivos de comunicación, la televisión, el
cine, los videoclips, la publicidad y en los lugares
de diversión se estimula las relaciones sexuales
sin amor, sin compromiso y sin responsabilidad.
3. La información sobre métodos
anticonceptivos: los métodos a los que los
adolescentes sexualmente activos pueden recurrir
es escasa, errónea e inaccesible.

4. El creciente uso y abuso del alcohol y las


drogas: desde edades cada vez más tempranas,
este consumo influye negativamente en la
actividad sexual sin protección.

5. Demanda insatisfecha de anticoncepción: los


altos niveles de embarazo en adolescentes son un
reflejo de la falta de información, educación y
acceso a los servicios de salud sexual y
reproductiva.

¿Cuáles son las consecuencias para las


adolescentes?

El embarazo adolescente tiene consecuencias


adversas tanto de tipo físico como psicosocial en
especial en los más jóvenes y sobre todo en los
pertenecientes a familias con escasos recursos.

Entre las más importantes se encuentran:



Físicas: Alto riesgo para la futura mamá de
presentar abortos, partos prematuros, dificultosos
o complicados, anemias, infecciones. Pueden
además presentarse complicaciones para el bebé
como bajo peso al nacer, deficiencias de
crecimiento e incluso mortalidad.

Psicológicas: un embarazo no deseado para la
madre y el padre genera una baja autoestima,
depresión por el rechazo de la familia o del
entorno, en casos hasta de la misma pareja, temor
por asumir responsabilidades, incapacidad por el
cumplimiento de metas.

Socioculturales: Separación de familias,
imposibilidad de concluir estudios escolares, lo
que deriva en la escasa preparación para un
nuevo ambiente laboral y muchos más riesgos de
separaciones frecuentes en las parejas de
jóvenes.

Cifras en Bolivia

La tasa de fecundidad en adolescentes se ha


incrementado entre de 83x1000 a 88x1000 entre los
años 2003 a 2008, lo cual muestra una tendencia
creciente de la proporción de adolescentes que son
madres o están embarazadas; en un análisis por
capitales de departamento y ciudades principales la
proporción de adolescentes y jóvenes que han iniciado
actividad sexual se incrementa notablemente.

En Bolivia la población adolescente de 10 a 19 años,


representa alrededor del 23% de la población total del
país, del cual un 49% corresponde a adolescentes de
sexo femenino, en quienes se estima, según datos de
la Encuesta Nacional de Salud (ENDSA 2008), que
cerca de un 18% ya son madres o están embarazadas
(de 15 a 19 años). Al menos la mitad de estos
embarazos no fueron planificados al momento de la
concepción.

Según Encuesta Nacional de Salud (ENDSA 2008), los


municipios con mayores tasas de embarazo en
adolescentes son:

El Alto que registra un promedio de 83%, Santa
Cruz 71%, Guayaramerín 76%, Riberalta 71% y
Colcapirhua 74%. La misma fuente revela que de
las adolescentes encuestadas que ya iniciaron
relaciones sexuales, un 60% habían estado
embarazadas en algún momento y resulta
llamativo que el 9% corresponde a adolescentes
menores de 15 años.

July Rojas Medrano


Publicado el 13/03/2017 a las 3h47

El año pasado, 2.371 estudiantes en


etapa escolar se embarazaron en
Bolivia; Santa Cruz encabeza la lista
con 798 casos y sigue Cochabamba
con 527, según datos del Ministerio de
Educación. Bolivia, al igual que otros
países, afronta el problema del
incremento de embarazos de
adolescentes. La edad incluso se
reduce; hay escolares de 12 años que
dan a luz, de acuerdo con informes
oficiales.

El Gobierno y las direcciones de


educación advierten que la tasa de
deserción escolar en estudiantes
gestantes o que ya han tenido a sus
hijos va en aumento.

El proyecto de ley del sistema penal


plantea que se permita el aborto si la
mujer es estudiante.

Según algunos estudios, el embarazo


en edad prematura se constituye en
un problema social, considerando que
tiene serias consecuencias en la
salud de la madre y del recién nacido,
pero además está relacionado con la
deserción escolar, pese a que en
Bolivia existen políticas de apoyo
para las estudiantes embarazadas
para que concluyan con sus estudios.

“La incidencia innegablemente está


mostrando una tendencia creciente,
es una problemática mundial, es una
problemática de América Latina que
tiene componentes de un problema
social agudo y uno de los prioritarios,
así se lo ha planteado en muchos
eventos internacionales”, dijo el
ministro de Educación, Roberto
Aguilar, quien señaló que existe un
programa de acompañamiento para
coadyuvar e incorporar dentro de
unidad educativa elementos de
educación sexual y reproductiva que
figura en la currícula, aunque otras
instituciones del Estado también
trabajan en el tema.

Explicó también que entre la


drogadicción, alcoholismo y el
bullying, el tema del embarazo en
unidades educativas es el que tiene
una mayor incidencia.

Aguilar señaló también que la edad


promedio de embarazos oscila entre
los 15 y 16 años. Sin embargo, “se han
identificado casos extremos de hasta
12 años, algunos casos vinculados a
situaciones de violación,” y otros que
proviene de una relación sentimental
prematura.

En ese marco, este problema cada


vez se hace más serio considerando
que el número de adolescentes
embarazadas va en aumento, según
un estudio que realizó el Fondo de
Población de las Naciones Unidas
(Unfpa) en 14 ciudades de
Cochabamba, Potosí, Chuquisaca y La
Paz; el cual fue presentado el año
pasado.
La fecundidad de la población
femenina boliviana en general ha
descendido notablemente desde los
años 70, sin embargo, en las mujeres
del grupo de edad de 15 a 19 años no
se registró un aumento, el porcentaje
de adolescentes entre 15 y 19 años
que ya son madres o están
embarazadas por primera vez ha
aumentado en el país, de 14 por
ciento en 1998 a 18 por ciento en
2008, según la Encuesta Nacional de
Demografía y Salud de esos dos
periodos.

El estudio del Unfpa señala también


que el embarazo en la adolescencia
trae como consecuencia mayores
riesgos de salud a los que se exponen
la madre joven y el recién nacido. Por
otra parte, se constituye en un factor
para la deserción escolar ya que la
maternidad puede interrumpir la
educación de las madres
adolescentes por el cuidado que
requieren los recién nacidos. Además,
el embarazo en la adolescencia es
más frecuente entre las adolescentes
con bajo nivel de educación.

Por lo mismo, Unfpa sugiere que


considerando que la tasa de
matriculación en el sistema educativo
es alta y que la escuela es la principal
fuente de información para las y los
adolescentes, las intervenciones de
prevención del embarazo tendrían que
iniciarse en el nivel primario como
parte de la formación de mujeres y
hombres. Incluso, se recomienda
proveer información sobre salud
sexual y reproductiva a los padres y
madres de familia, ya que en muchos
casos, ellos desconocen cómo
informar a sus hijas e hijos.
El Artículo 108 de la Resolución
001/2017 del Ministerio de Educación
prevé que las unidades educativas
realicen actividades curriculares y
ferias educativas relacionadas con la
prevención de: embarazo en
adolescentes, VIH/SIDA e ITS, trata y
tráfico de personas y uso indebido de
drogas, entre otras temáticas.

Sin embargo, la expresidenta de la


Asamblea Permanente de Derechos
Humanos de Bolivia, Yolanda Herrera,
considera que además de incluir en la
currícula el tema de educación sexual
es necesario hacer una campaña
“agresiva” por los distintos medios de
comunicación.

“Yo creo que podía ser campañas más


agresivas, más humanas con más
inversión en recursos con estrategia
de criterios” para que llegue a los
niños y jóvenes.
COMUNIDAD EDUCATIVA DEBE
APOYAR LA CONTINUIDAD ESCOLAR

Una colegiala embarazada no puede


ser expulsada o discriminada por el
hecho de estar en gestación, de
acuerdo al Artículo 107 de la
Resolución Ministerial 001/2017 que
está enmarcada en el Código Niño,
Niña y Adolescente y la Ley Contra el
Racismo y toda Forma de
Discriminación.

“Ella no tiene porque pagar las


consecuencias” de un situación que
la sociedad no ha podido enfrentar,
señaló el ministro de Educación,
Roberto Aguilar, por lo mismo, desde
el Gobierno se ha establecido
también mediante normativa que una
estudiante tiene una licencia de
maternidad de 90 días (45 días antes
y 45 días después del parto). “No
pueden regalarle nota pero sí tienen
que acompañarla, apoyarla y hacer
que continúe estudios dentro de las
posibilidades que tiene y en
situaciones extremas, obviamente ahí
los factores médicos van a determinar
cuál va a ser el tratamiento
específico”, dijo Aguilar.

Señaló que la niña en condición de


embarazo tiene un derecho prioritario
de acceso a la educación.

CRITICAN LA MÚSICA Y BAILES QUE


CONNOTAN VIOLENCIA SEXUAL

Ausencia familiar y falta de educación


sexual son las principales causas

La desintegración familiar y la
orientación en temas de sexualidad
son los principales factores que
influyen en los embarazos en la
adolescencia, según dijo el ministro
de Educación Roberto Aguilar.

Señaló que la disfuncionalidad


familiar provoca que una niña y un
niño no tengan orientación, ni el
acompañamiento de los padres por lo
que encuentran espacios de soledad y
comienzan a establecer relaciones
continuas entre adolescentes, “o sea,
la ausencia del cariño de la familia es
reemplazada por la presencia de un
cariño precoz de la pareja”.

Esto después deriva en una relación


sentimental que atraviesa el
desarrollo y cambio de actitudes,
comportamientos y el propio cuerpo
de los menores “que genera
condiciones para que se pueda
presentar un embarazo adolescente”.
El segundo factor es la educación
sexual y reproductiva; Aguilar señaló
que no siempre es bien recibida por
los mismos padres y madres que
cuestionan este tipo de contenidos.
“Están influyendo a mi hijo, lo están
incitando, están mostrando cosas
indebidas, eso es pornografía
(señalan los padres) cuando se
muestra cómo utilizar un condón por
ejemplo”, dijo.

En este caso, la expresidenta de la


Asamblea Permanente de Derechos
Humanos, Yolanda Herrera, dijo que
es necesario que el Estado insista en
este tema porque es fundamental
para que los menores conozcan las
consecuencias de no asumir con
responsabilidad el tema de las
relaciones sexuales.

Sin embargo, según Aguilar, un tercer


factor también influyente son los
relacionados con elementos externos
como los temas de medios de
comunicación, la música y tipos de
baile vinculados al componente de
violencia, violencia hacia la mujer y
violencia sexual.

Entonces, señaló que “sea


caricaturas, sea música, sea película,
formas de danza que están
mercantilizadas o cualquier otro
componente, siempre va a generar un
nivel de información que si no es
procesada adecuadamente puede
distorsionar”.

Herrera agrega que las políticas


públicas deberían frenar esta
situación de mensajes de violencia e
incluso asumir acciones penales
contra los responsables.

“Deberíamos sancionar a estos


compositores de música agresiva, que
además disminuye el valor del ser
humano”, indicó Herrera.
jueves, 05 de enero de 2017

A diciembre 2016 se
registraron 120
abortos legales en
seis departamentos
de Bolivia
De febrero de 2014 a diciembre de 2016 se
registraron 120 abortos legales al amparo de la
sentencia constitucional 206/2014 según un
monitoreo realizado en seis departamentos del
país.
Si bien la cifra ha aumentado con respecto a
años anteriores, sigue siendo mínima con
respecto a los miles de abortos que se realizan
cada año fuera de la ley, que fluctúan entre
40.000 y 80.000, según estimaciones de
entidades especializadas.
La sentencia constitucional emitida en febrero
de 2014 por el Tribunal Constitucional
Plurinacional establece que si el embarazo es
producto de una violación la víctima puede
acceder a la interrupción legal del embarazo
en un centro de salud público o privado
presentando una copia de la denuncia ante
autoridad competente y sin una orden judicial,
como ocurría en el pasado.
Malena Morales, directora de IPAS Bolivia,
informó a ANF que en 2016 se practicaron "39
abortos legales, de los cuales 23 fueron
demandados por adolescentes de entre 11 y
14 años, o sea el 60%”.
Las cifras entregadas por la entidad no
incluyen los registros de hospitales públicos de
Oruro, Cochabamba y Sucre y revela que la
mayoría de los abortos permitió la interrupción
legal de embarazos producto de violación a
menores de edad.
Aseguró que los registros evidencian una
realidad lacerante y muestran que la violencia
sexual se está cobrando muchas víctimas y
cada vez a más temprana edad. "Sus propios
hogares son para muchas niñas el lugar más
inseguro, son violadas por sus padres,
hermanos, tíos o primos”.
Puntualizó que el monitoreo que realiza IPAS
Bolivia excluye a tres departamentos, dos de
los cuales registran elevados índices de
mortalidad materna por aborto, "en el caso de
Cochabamba el 24% de la mortalidad materna
es atribuida al aborto en condiciones de
riesgo”.
Morales recordó que no fue fácil garantizar la
vigencia de la sentencia constitucional
especialmente por la resistencia del personal
de salud que apelaba a la objeción de
conciencia para vulnerar el derecho a un
aborto legal, pero también por el
desconocimiento de las normas en diferentes
niveles de la ruta de atención a víctimas de
violencia sexual.
A principios de 2015 el Ministerio de Salud
aprobó el protocolo del Procedimiento Técnico
para la Prestación de Servicios de Salud según
el cual los servicios de salud públicos, privados
y los de seguros a corto plazo tienen 24 horas
para realizar una Interrupción Legal del
Embarazo (ILE) después de recibir la solicitud
de una mujer víctima de violación o cuya vida
esté en riesgo producto del embarazo.
Según Morales, aun con la normativa persisten
obstáculos para acceder al aborto legal "por
falta de sensibilización, pues técnicamente el
personal médico puede responder, la Policía
conoce que debe canalizar de inmediato una
denuncia por violación, pero en todos los
casos sobreponen sus prejuicios antes que la
preminencia de la ley y la vigencia de los
derechos de las víctimas”.
Aseguró que los abortos legales o impunes no
muestran toda la realidad del aborto en Bolivia
y recordó que el estudio "Las cifras hablan”
realizado por IPAS Bolivia en siete hospitales
de segundo y tercer nivel de las ciudades La
Paz, Santa Cruz, Potosí, Tarija y Trinidad
reporta que alrededor de 185 abortos ilegales
son practicados diariamente.

BOLIVIA: SENTENCIA ABORTISTA DEL


TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
n Bolivia el año 2012 la Sra. Patricia
Mancilla, diputada masista, interpuso
ante el Tribunal Constitucional
Plurinacional una acción de
inconstitucionalidad abstracta contra
algunos artículos del Código Penal, por
ser presuntamente contrarios a la
Constitución Política del Estado. Entre
ellos el artículo 266 que declara no
punible el aborto cuando éste hubiese
sido consecuencia de un delito de
violación o cuando se hubiese practicado
para evitar un peligro para la vida o la
salud de la madre que no podía ser
evitado por otros medios. En ambas
indicaciones el aborto debe ser
practicado por un médico con el
consentimiento de la mujer y la
autorización judicial en su caso.

Para conocer la intencionalidad de la


demanda conviene saber que fue
financiada por IPAS, organización
estadounidense que promueve en varios
países el aborto como un derecho
reproductivo de la mujer. Para ello utiliza
la técnica de la aspiración manual
endouterina (AMEU) con aspiradores
manuales de plástico, utilizables también
en zonas rurales no electrificadas. Se
emplea para abortar en las primeras
semanas de embarazo, aunque puede
también para retirar restos del feto o de
la placenta en los partos incompletos.

El 5 de febrero de 2014 el Tribunal emitió


la sentencia que consideramos
contradictoria. Por una parte reconoce el
derecho a la vida del nasciturus desde la
concepción tal como está reconocido en
la misma Constitución, en las leyes
bolivianas y en el tratado internacional
del Pacto de San José de Costa Rica,
vigente en Bolivia. Por todo ello la
sentencia dictamina que el Estado en su
obligación de custodiar la vida debe
sancionar el aborto como un delito contra
la vida, tal como expresa el Código
Penal.

Sin embargo, la sentencia es


contradictoria al declarar que el art. 266
es anticonstitucional, ya que exige a la
mujer violada que quiere abortar a que
inicie una acción penal. Según la
sentencia esto sometería a la mujer a
una nueva humillación al ser interrogada
y examinada ginecológicamente. Para
evitarla la sentencia indica que basta que
la mujer haga una denuncia ante una
estación policial. Con la copia de esa
demanda puede acudir a un centro
médico donde se procederá al aborto
con la mayor celeridad posible.

De esa manera en la práctica para


proceder al aborto legal basta que una
mujer embarazada denuncie que ha sido
violada sin que haya una comprobación
de que efectivamente ha sido forzada
sexualmente contra su voluntad. No es
aventurado prever que habrá
muchísimos casos de denuncias falsas
de mujeres que accedieron a tener
relaciones coitales y que al quedar
embarazadas no quiere ser madres.
Estadísticamente son bastante escasos
los embarazos producidos como
consecuencia de violaciones.
Algo similar puede suceder cuando la
mujer encinta rechaza su situación y con
la colaboración de un médico
complaciente que declare que el
embarazo pone en peligro su vida y/o su
salud con una lista de de posibles
efectos secundarios. En ambos casos
una vez que la mujer encinta haya
presentado la copia de la demanda la
sentencia constitucional ante un centro
médico la sentencia obliga a éste a
proceder al aborto a la brevedad posible.
De esta manera el Tribunal
Constitucional, aunque proclama el
derecho a la vida del nasciturus, en la
práctica lo anula al reconocer a la mujer
encinta el derecho al aborto. Se trata de
una sentencia totalmente contradictoria.
Esta contradicción se hace mucho más
evidente en la Resolución Ministerial de
Salud 0027 con fecha 29 de enero de
2015 que dispone la vigencia del
“Procedimiento técnico para la prestación
de servicios de salud”. Este
Procedimiento, del cual sólo se conoce
una copia no oficial, dada a conocer por
internet, añade además, como indicación
para abortar, el caso de malformaciones
congénitas letales del feto, que ni
siquiera está considerada en el Código
Penal.

Exige que la interrupción legal de


embarazo a sola presentación de la
copia de la denuncia por violación, sin
ningún otro requisito o justificación
alguna, se realice dentro de las 24 horas
de haberse presentado la solicitud de la
paciente (art. 8). El Procedimiento admite
la objeción de conciencia como decisión
personal, pero no como decisión
institucional (art. 9).
Pidamos al Dios de la vida para que no
permita que Bolivia ingrese al grupo de
países abortistas donde reina la cultura
de la muerte derramando la sangre de
los niños no nacidos, totalmente
inocentes e indefensos. A pesar de sus
limitaciones económicas, nuestro país
debe esforzarse en cultivar una cultura
de la vida con gran amor a los niños
desde la concepción.
Aborto en Bolivia
Desde 1973,1 el aborto en Bolivia es ilegal, salvo para prevenir daño a la salud de la mujer o
en casos de violación.2
La pena es de uno a tres años en prisión para la mujer embarazada que consiente la
operación, y de uno a seis años para la persona que realiza el aborto. Si una mujer realiza el
procedimiento por sí misma, solo puede acusársela de consentir al aborto. 2 Sin embargo, es
complicado conseguir un aborto legal y seguro, aunque la mujer haya sido violada.
Marco legal del aborto en Bolivia[editar]

En Bolivia, el aborto inducido está penado de


acuerdo al artículo 266 del código penal que
establece que las mujeres pueden realizarse
un aborto de manera excepcional previa
autorización judicial.
Cuando el aborto hubiere sido consecuencia de un
delito de violación, rapto no seguido de matrimonio,
estupro o incesto, no se aplicará sanción alguna,
siempre que la acción penal hubiere sido iniciada.
Tampoco será punible si el aborto hubiere sido
practicado con el fin de evitar un peligro para la vida
o la salud de la madre y si este peligro no podía ser
evitado por otros medios.
En ambos casos, el aborto deberá ser practicado
por un médico, con el consentimiento de la mujer y
autorización judicial en su caso.3
Artículo 266. (Aborto Impune)
Esta penalización del aborto inducido y no
autorizado se traduce en la práctica
clandestina del mismo por personas de dudosa
formación y en condiciones insalubres e
inseguras, deslindando responsabilidades de
quienes lo practican generando la muerte de
varios cientos de mujeres al año en el país.
Algunos números sobre anticoncepción y aborto en
Bolivia[editar]

A nivel nacional se estima a 80 000 abortos


cada año. Esa cifra se traduce en un promedio
de 215 abortos a diario. Si bien no se tiene
datos exactos de la cantidad de muertes
ocasionadas por abortos inseguros a nivel
nacional, la OMS estima que aquel es
causante del 9,1% de las muertes maternas en
Bolivia.4
En términos del debate surgido en a principios
del 20135 en Bolivia sobre la posible
despenalizacion del aborto inducido en Bolivia
es importante tratar de entender los factores
causantes de aquel. Así mismo, a nivel urbano,
el 48% de las mujeres tuvo por lo menos un
embarazo no deseado y el 43,5% más de uno.
Si bien se estima que existe una deficiencia en
términos de información sobre métodos
anticonceptivos generando es alto nivel de
embarazos no deseados, es importante
resaltar que se estima que el 90% de las
mujeres en la urbe conocen al menos un
método anticonceptivo. Más aún, el 66,6% de
aquellas afirman conocer por lo menos tres
métodos anticonceptivos diferentes. Así
mismo, el embarazo no deseado podría no ser
problemática resuelta exclusivamente a través
de un mayor conocimiento de métodos
anticonceptivos.4
Sin embargo, por un lado, el acceso a aquellos
métodos es bastante limitado y por otro lado
existe aún no solo un contexto social adverso
al uso de los anticonceptivos sino un alto nivel
de abusos sexuales hacia las mujeres.
Asimismo, a nivel urbano el 61% de las
mujeres tienen relaciones sexuales sin
protección segura. Igualmente, según un
informe del 2013 de la defensoria del pueblo, a
nivel nacional 7 de cada 10 mujeres ha sufrido
un abuso sexual y 6 de cada 10 mujeres ha
sufrido un abuso sexual en su propio hogar. 6
En consecuencia, el 13% de las mujeres del
área urbana afirman haber llevado adelante un
aborto inducido, en su gran mayoría violando
el código penal.
La práctica del aborto inducido no se restringe
a un grupo poblacional de una edad específica.
En ese sentido el 17% indicó haber llevado
adelante una interupción inducida de su
embarazo entre los 13 y 19 años, la mitad
entre sus 20 y 29 años y un tercio entre sus 30
y 39 años.4
Con respecto a los métodos de aborto
causantes del alto nivel de muertes y
problemas de salud para los que lo llevan
adelante se resalta el bajo acceso a métodos
seguros. Los métodos quirúrgicos y con
medicamentos representaron respectivamente
el 56,6% y 21% de los casos. El restante 21%
procedió al uso de infusiones, inyecciones,
caídas, carga de objetos pesados e
introducción de objetos en la vagina. Una de
las razones por optar por esos métodos menos
preferidos es el costo, más del 51% de las
mujeres que abortaron tuvieron costos
adicionales a 250bs. Tomando en cuenta el
factor psicológico de llevar adelante dicho acto
se resalta la baja efectividad de los métodos
de interrupción inducida practicados. 1 de 3
abortos fallo en el primer intento, 1 de cada 10
abortos tuvo que llevarse adelante en 3ero
intento.4
En Bolivia se considera el uso de métodos
anticonceptivos denominados modernos como
altamente sujeto a la condición socio-
económica. Una mujer en la urbe que no ha
terminado el colegio, tiene 5 veces menos
probabilidades de usar un método
anticonceptivo moderno en comparación a una
mujer que ha podido proseguir sus estudios
después del bachillerato. En el caso de haber
tenido un embarazo no deseado, el 60,1%
prosiguió con aquel y llegó a término del
mismo.4
Algunas consideraciones sobre la ley[editar]

Como se mencionaba, si bien las mujeres


víctimas de una violación sexual o cuya vida se
encuentra en peligro pueden acceder a un
servicio de aborto seguro e impune a través de
una solicitud judicial, las mujeres deben
atravesar una serie de obstáculos para
conseguir la misma, tales como la objeción de
conciencia, la demora judicial, las amenazas y
la represión, sin mencionar la revictimización
que sufren en cada uno de los pasos a seguir
para conseguir la autorización judicial
deseada.
En este proceso largo, muchas mujeres, para
cuando consiguen la autorización, se
encuentran fuera del período “seguro”
establecido para la realización de un aborto.
En otros casos, las mujeres claudican en el
proceso legal y optan por la vía clandestina,
exponiendo de la misma manera sus vidas.7
Por qué Bolivia es el país con
mayor cantidad de embarazos
adolescentes en América Latina

Bolivia es, por amplio margen, el país de toda Latinoamérica donde


más embarazos adolescentes se producen.

No se trata solamente de un problema de falta de información y


educación sexual para adolescentes, o de poco acceso a métodos
anticonceptivos.
Estadísticas señalan que las menores cada vez están más
expuestas a ser víctimas de trata de personas con fines de
explotación sexual, violencia de género, violaciones, secuestros
y otros delitos que agudizan el problema del embarazo
adolescente en Bolivia y el resto de la región.
El más reciente informe sobre el "Estado de la población mundial",
del Fondo de las Naciones Unidas para la Población (UNFPA, por
sus siglas en inglés), señala que la tasa de natalidad en mujeres
entre 15 y 19 años en Bolivia es de 116 por cada 1.000 en ese
país.

Mientras que el promedio regional de partos en adolescentes es de


77 por cada 1.000.
 Un asesinato, violaciones,
maltratos y más de 200 fugas: el
espeluznante historial del Hogar
Seguro Virgen de la Asunción, el
albergue de Guatemala en el que
murieron 40 menores
El reporte, presentado a fines del año pasado, indica que detrás de
Bolivia se encuentran Honduras, donde 101 adolescentes dan a luz
por cada 1.000, y Venezuela, con 95 casos en cada millar de
mujeres.
Bolivia se ubica, además, sólo detrás de Haití como el país con
mayor mortalidad materna y en este parámetro duplica el
promedio latinoamericano.

La tasa de mortalidad materna en ese país es de 206 por cada


100.000 nacidos vivos, mientras que en América Latina el
promedio es de 92 en cada 100.000.

Las causas en Bolivia?

Expertos consultados por BBC Mundo señalaron que el fenómeno


del embarazo adolescente es un problema cada vez más grande en
varios países de América Latina.

Alberto Castro, oficial de Salud Sexual y Reproductiva de UNFPA


en Bolivia, le explicó a BBC Mundo que la legislación de ese país
es avanzada en cuanto a sexualidad, pero que hay aspectos que
deben mejorarse.
 Cuáles son las (no tan obvias)
señales que pueden revelar que
un niño es víctima de abuso
"La Constitución boliviana incluye importantes avances, pero
ahora luchamos porque el Estado amplíe el acceso de
adolescentes a la educación sexual, la prevención y la salud",
explicó el funcionario.
El representante de UNFPA añadió que, entre los motivos del
crecimiento del embarazo adolescente en Bolivia, está la ausencia
de educación integral sobre sexualidad.
"Lo que falta no son anticonceptivos, sino una demanda informada
de ellos. Los adolescentes tienen una vida sexual sin
información, educación, ni salud apropiadas", añadió.

Ante tal situación, el gobierno boliviano anunció que programas en


todos los municipios del país para brindar información a los
jóvenes sobre cómo prevenir embarazos no deseados.
Bajo el lema de "Vivir mi sexualidad responsablemente", el
Ministerio de Salud boliviano realiza ferias educativas.

En una declaración a medios bolivianos, la ministra de Salud,


Ariana Campero, destacó que gracias a los programas que se
implementan, los casos de embarazos precoces se han reducido
en los últimos años.

Según cifras del gobierno boliviano reportadas en 2016, la tasa de


fecundidad en mujeres de 15 a 19 años es de 88 nacimientos por
cada 1.000.

El partido de Evo Morales, además, intenta ampliar las causales de


práctica de un aborto legal en razón a la forma en la que se
produjo el embarazo, la condición socioeconómica, la edad y la
situación familiar de la mujer afectada.
De acuerdo al oficialismo boliviano, el 10% de las muertes de
mujeres en ese país se producen por abortos mal practicados.
UNFPA señala que existe un vínculo entre los altos índices de
embarazo adolescente y elevada la mortalidad materna en Bolivia,
pues los embarazos en menores son en sí embarazos de riesgo.

A pesar de la estadística, sectores como la Iglesia católica, el


gremio de médicos y partidos de oposición están en contra de la
propuesta de ley para ampliar las causales de embarazo legal en
ese país.
¿Quiénes son las víctimas?

Además de las cifras del reporte de UNFPA, encuestas y estudios


hechos en Bolivia señalan que el porcentaje de mujeres entre 10 y
19 años que ya son madres o se encuentran embarazadas oscila
entre el 18% y el 23%.

Alberto Castro explicó que, de acuerdo con los datos disponibles,


los casos se multiplican en familias de condiciones
socioeconómicas precarias y niveles de estudio bajos.
Además, el embarazo adolescente en Bolivia es un fenómeno más
fuerte en las áreas rurales que en las ciudades.
Por su parte, Miriam Suárez, directora de Casa de La Mujer, una
organización independiente con sede en la ciudad boliviana de
Santa Cruz, explicó que el embarazo adolescente es un reflejo de
la desigualdad y la discriminación.
 ¿Cómo hay que tratar a los
agresores sexuales cuando son
menores de edad?

"¿Dónde se encuentra la mayor cantidad de embarazos de


menores? ¿En los colegios privados con familias estables o en las
áreas con menores recursos de donde las niñas huyen para
escapar de la pobreza y la violencia?", comentó Suárez.
La representante de Casa de la Mujer acotó que, en muchos
casos, las adolescentes ven "como una tabla de salvación" a
personas que terminan abusando de ellas y dejándolas
embarazadas.

"Los embarazos no deseados de menores están relacionados a la


pobreza, a la falta de salud y educación. Muchas veces se trata de
abusos del entorno más cercano como los parientes, profesores o
los 'amigos' de los padres", afirmó Suárez.
El flagelo de la trata y la violencia

A todo lo anterior hay que añadirle otros delitos relacionados con


la trata de personas, la prostitución infantil, la violencia sexual y
la violencia sexual comercial.
Para Castro, de UNFPA, en el caso de la trata de personas en
Bolivia "fue todo un cambio social, pues hasta hace pocos años lo
que sucedía no era ni una muestra de lo que ocurre ahora".
Según la Fiscalía General de Bolivia, los casos de trata anuales se
han duplicado en los últimos cinco años.

Entre 2012 y fines de 2015 se registraron 2.119.

Además, 7 de cada 10 mujeres reconocen haber sufrido alguna


forma de abuso o acoso sexual.
"Las menores son el objetivo más codiciado por los tratantes. Es
un fenómeno nuevo que ha crecido de manera sorprendente en
toda la región", afirma Suárez.

La directora de Casa de la Mujer añade que las menores logran


salir de las redes de la trata con múltiples abortos, muchas veces
mal practicados, y en varias oportunidades con más de un hijo.
"Lamentablemente, para una niña o adolescente acceder a la
justicia en estos casos es muy difícil. No sólo porque el sistema
judicial es poco efectivo, sino porque los tratantes amedrentan
a las menores", explicó.

Suárez señaló que las jóvenes que logran escapar o son


rescatadas "hablan una vez y después se encierran. Ya no dicen
nada".

"Se van con sus familias o abandonan la ciudad por los


amedrentamientos".
La activista reconoce que así es muy difícil, pero al igual que
UNFPA o el gobierno boliviano, insiste en que los esfuerzos para
contener este problema deben surgir de todos los sectores de la
sociedad.

El año pasado, 2.371 estudiantes en


etapa escolar se embarazaron en
Bolivia; Santa Cruz encabeza la lista
con 798 casos y sigue Cochabamba
con 527, según datos del Ministerio de
Educación. Bolivia, al igual que otros
países, afronta el problema del
incremento de embarazos de
adolescentes. La edad incluso se
reduce; hay escolares de 12 años que
dan a luz, de acuerdo con informes
oficiales.

El Gobierno y las direcciones de


educación advierten que la tasa de
deserción escolar en estudiantes
gestantes o que ya han tenido a sus
hijos va en aumento.
El proyecto de ley del sistema penal
plantea que se permita el aborto si la
mujer es estudiante.

Según algunos estudios, el embarazo


en edad prematura se constituye en
un problema social, considerando que
tiene serias consecuencias en la
salud de la madre y del recién nacido,
pero además está relacionado con la
deserción escolar, pese a que en
Bolivia existen políticas de apoyo
para las estudiantes embarazadas
para que concluyan con sus estudios.

“La incidencia innegablemente está


mostrando una tendencia creciente,
es una problemática mundial, es una
problemática de América Latina que
tiene componentes de un problema
social agudo y uno de los prioritarios,
así se lo ha planteado en muchos
eventos internacionales”, dijo el
ministro de Educación, Roberto
Aguilar, quien señaló que existe un
programa de acompañamiento para
coadyuvar e incorporar dentro de
unidad educativa elementos de
educación sexual y reproductiva que
figura en la currícula, aunque otras
instituciones del Estado también
trabajan en el tema.

Explicó también que entre la


drogadicción, alcoholismo y el
bullying, el tema del embarazo en
unidades educativas es el que tiene
una mayor incidencia.

Aguilar señaló también que la edad


promedio de embarazos oscila entre
los 15 y 16 años. Sin embargo, “se han
identificado casos extremos de hasta
12 años, algunos casos vinculados a
situaciones de violación,” y otros que
proviene de una relación sentimental
prematura.
En ese marco, este problema cada
vez se hace más serio considerando
que el número de adolescentes
embarazadas va en aumento, según
un estudio que realizó el Fondo de
Población de las Naciones Unidas
(Unfpa) en 14 ciudades de
Cochabamba, Potosí, Chuquisaca y La
Paz; el cual fue presentado el año
pasado.

La fecundidad de la población
femenina boliviana en general ha
descendido notablemente desde los
años 70, sin embargo, en las mujeres
del grupo de edad de 15 a 19 años no
se registró un aumento, el porcentaje
de adolescentes entre 15 y 19 años
que ya son madres o están
embarazadas por primera vez ha
aumentado en el país, de 14 por
ciento en 1998 a 18 por ciento en
2008, según la Encuesta Nacional de
Demografía y Salud de esos dos
periodos.

El estudio del Unfpa señala también


que el embarazo en la adolescencia
trae como consecuencia mayores
riesgos de salud a los que se exponen
la madre joven y el recién nacido. Por
otra parte, se constituye en un factor
para la deserción escolar ya que la
maternidad puede interrumpir la
educación de las madres
adolescentes por el cuidado que
requieren los recién nacidos. Además,
el embarazo en la adolescencia es
más frecuente entre las adolescentes
con bajo nivel de educación.

Por lo mismo, Unfpa sugiere que


considerando que la tasa de
matriculación en el sistema educativo
es alta y que la escuela es la principal
fuente de información para las y los
adolescentes, las intervenciones de
prevención del embarazo tendrían que
iniciarse en el nivel primario como
parte de la formación de mujeres y
hombres. Incluso, se recomienda
proveer información sobre salud
sexual y reproductiva a los padres y
madres de familia, ya que en muchos
casos, ellos desconocen cómo
informar a sus hijas e hijos.

El Artículo 108 de la Resolución


001/2017 del Ministerio de Educación
prevé que las unidades educativas
realicen actividades curriculares y
ferias educativas relacionadas con la
prevención de: embarazo en
adolescentes, VIH/SIDA e ITS, trata y
tráfico de personas y uso indebido de
drogas, entre otras temáticas.

Sin embargo, la expresidenta de la


Asamblea Permanente de Derechos
Humanos de Bolivia, Yolanda Herrera,
considera que además de incluir en la
currícula el tema de educación sexual
es necesario hacer una campaña
“agresiva” por los distintos medios de
comunicación.

“Yo creo que podía ser campañas más


agresivas, más humanas con más
inversión en recursos con estrategia
de criterios” para que llegue a los
niños y jóvenes.

COMUNIDAD EDUCATIVA DEBE


APOYAR LA CONTINUIDAD ESCOLAR

Una colegiala embarazada no puede


ser expulsada o discriminada por el
hecho de estar en gestación, de
acuerdo al Artículo 107 de la
Resolución Ministerial 001/2017 que
está enmarcada en el Código Niño,
Niña y Adolescente y la Ley Contra el
Racismo y toda Forma de
Discriminación.

“Ella no tiene porque pagar las


consecuencias” de un situación que
la sociedad no ha podido enfrentar,
señaló el ministro de Educación,
Roberto Aguilar, por lo mismo, desde
el Gobierno se ha establecido
también mediante normativa que una
estudiante tiene una licencia de
maternidad de 90 días (45 días antes
y 45 días después del parto). “No
pueden regalarle nota pero sí tienen
que acompañarla, apoyarla y hacer
que continúe estudios dentro de las
posibilidades que tiene y en
situaciones extremas, obviamente ahí
los factores médicos van a determinar
cuál va a ser el tratamiento
específico”, dijo Aguilar.
Señaló que la niña en condición de
embarazo tiene un derecho prioritario
de acceso a la educación.

CRITICAN LA MÚSICA Y BAILES QUE


CONNOTAN VIOLENCIA SEXUAL

Ausencia familiar y falta de educación


sexual son las principales causas

La desintegración familiar y la
orientación en temas de sexualidad
son los principales factores que
influyen en los embarazos en la
adolescencia, según dijo el ministro
de Educación Roberto Aguilar.

Señaló que la disfuncionalidad


familiar provoca que una niña y un
niño no tengan orientación, ni el
acompañamiento de los padres por lo
que encuentran espacios de soledad y
comienzan a establecer relaciones
continuas entre adolescentes, “o sea,
la ausencia del cariño de la familia es
reemplazada por la presencia de un
cariño precoz de la pareja”.

Esto después deriva en una relación


sentimental que atraviesa el
desarrollo y cambio de actitudes,
comportamientos y el propio cuerpo
de los menores “que genera
condiciones para que se pueda
presentar un embarazo adolescente”.
El segundo factor es la educación
sexual y reproductiva; Aguilar señaló
que no siempre es bien recibida por
los mismos padres y madres que
cuestionan este tipo de contenidos.
“Están influyendo a mi hijo, lo están
incitando, están mostrando cosas
indebidas, eso es pornografía
(señalan los padres) cuando se
muestra cómo utilizar un condón por
ejemplo”, dijo.
En este caso, la expresidenta de la
Asamblea Permanente de Derechos
Humanos, Yolanda Herrera, dijo que
es necesario que el Estado insista en
este tema porque es fundamental
para que los menores conozcan las
consecuencias de no asumir con
responsabilidad el tema de las
relaciones sexuales.

Sin embargo, según Aguilar, un tercer


factor también influyente son los
relacionados con elementos externos
como los temas de medios de
comunicación, la música y tipos de
baile vinculados al componente de
violencia, violencia hacia la mujer y
violencia sexual.

Entonces, señaló que “sea


caricaturas, sea música, sea película,
formas de danza que están
mercantilizadas o cualquier otro
componente, siempre va a generar un
nivel de información que si no es
procesada adecuadamente puede
distorsionar”.

Herrera agrega que las políticas


públicas deberían frenar esta
situación de mensajes de violencia e
incluso asumir acciones penales
contra los responsables.

“Deberíamos sancionar a estos


compositores de música agresiva, que
además disminuye el valor del ser
humano”, indicó Herrera.

El presente artículo no busca inducir a la toma de


conciencia por una u otra corriente, a estar a
favor o en contra del aborto; es un estudio
escueto de información desde la perspectiva
plural del derecho y la moral.
Científicamente el aborto es definido como: “La
interrupción del desarrollo del feto durante el
embarazo, cuando éste todavía no haya llegado
a las veinte semanas. Una vez pasado ese
tiempo, la terminación del embarazo antes del
parto se denomina parto pretérmino”[1]
En pocas palabras, el aborto implica interrumpir
el embarazo, impidiendo que el feto se desarrolle
y nazca una niña o niño.
Existen dos tipos de abortos: el espontáneo o
natural, y el inducido. El aborto espontáneo
ocurre cuando un feto se pierde por causas
naturales; en cambio, el aborto inducido es aquel
provocado, intencionalmente con el objetivo de
eliminar el feto, ya sea con asistencia médica o
sin ella[2].
Al respecto los ordenamientos jurídicos en el
mundo distinguen dos clases de abortos
inducidos: los terapéuticos y los electivos.
Los abortos terapéuticos se justifican a partir de
la intención de preservar la vida de la madre que,
en caso de continuar el embarazo o producirse el
nacimiento, podría estar en riesgo de vida. Este
tipo de aborto también es ordenado por un
médico cuando el bebé por nacer acarrea una
enfermedad genética o congénita de gravedad.
Los abortos electivos, entre tanto son practicados
cuando el embarazo es causado por un delito
sexual (violación).
En ese contexto la legislación boliviana establece:
El Código Civil en su Art. 1º. II:“Al que está por
nacer se lo considera nacido para todo lo que
pudiera favorecerle, y para ser tenido como
persona basta nacer con vida.”La normativa
boliviana protege al ser humano desde el
momento de la concepción, ratificada por la
Convención de San José de Costa Rica; el Código
Penal Boliviano en su Título VIII Delitos contra
la Vida y la Integridad Corporal, Cap. II
incorpora un concepto y los casos en que el
Estado impone sanciones, según los agravantes o
atenuantes; El Art. 263 del Código Penal
define:“El que causaré la muerte de un feto en el
seno materno o provocare su expulsión
prematura será sancionado:1) Con privación de
libertad de 2 a 6 años, si el aborto fuere
practicado sin el consentimiento de la mujer o si
ésta fuere menor de 16 años. 2) Con privación de
libertad de 1 a 3 años, si fue practicado con el
consentimiento de la mujer. 3) Con reclusión de
1 a 3 años, a la mujer que hubiera prestado su
consentimiento”.La tentativa de la mujer no es
punible; El Art. 264 del Código Penal describe el
aborto seguido de lesión o muerte:“Cuando el
aborto con el consentimiento de la mujer fuere
seguido de lesión, la pena será de privación de
libertad de 1 a 4 años; y si sobreviniere la
muerte, la sanción será agravada en una mitad.
Cuando el aborto no consentido resultare una
lesión, se impondrá al autor la pena de
privación de libertad de uno a siete años; si
ocurriese la muerte, se aplicará la de privación
de libertad de 2 a 9 años”
El aborto honoris causa está tipificado por el
Art.265 del Código Penal:“Si el delito fuere
cometido para salvar el honor de la mujer, sea
por ella misma o por terceros,con
consentimiento de aquella, se impondrá la
reclusión de 6 meses a dos años, agravándose la
sanción en un tercio, si sobreviniere la muerte”
El aborto impune, Art. 266 Código Penal, se
produce:“Cuando el aborto hubiere sido
consecuencia de un delito de violación, rapto no
seguido de matrimonio, estupro o incesto, no se
aplicará sanción alguna, siempre que la acción
penal hubiere sido iniciada. Tampoco será
punible si el aborto hubiese sido practicado con
el fin de evitar un peligro para la vida y la salud
de la madre y si este peligro no podía ser
evitado por otros medios”
El Aborto pre-intencional, en cambio se
presenta:“El que mediante violencia diere lugar
al aborto sin intención de causarlo, pero
siéndole notorio el embarazo o constándole éste
será sancionado con reclusión de 3 meses a 3
años”. El aborto culposo, en cambio, se tipifica:
“El que por culpa causare un aborto, incurrirá
en prestación de trabajo hasta un año”
El Art. 269 del Código Penal aborda la práctica
habitual del aborto:“El que se dedicare
habitualmente a la práctica del aborto,
incurrirá en privación de libertad de uno a seis
años”
Ahora bien, abordemos el tema desde una
perspectiva de análisis de las visiones de apoyo y
rechazo a la despenalización del aborto en
Bolivia:
La Iglesia Católica a partir de 1869 califica el
aborto como un homicidio sin excepción alguna.
Esta doctrina está basada en la idea aristotélica
de que al feto se le infunde, en primer lugar, un
alma vegetativa, a continuación un alma animal
y, finalmente, cuando el cuerpo está desarrollado,
un alma racional[3].
En la actualidad dentro la misma iglesia el debate
y las posiciones son diversas, pero como línea
oficial se tiene el postulado de1969. En esa lógica
es que una autoridad eclesiástica en Bolivia
censuró y amenazó con la excomunión a cuatro
ministras de gobierno por apoyar la
despenalización del aborto en este país.
Por otro lado, una de las corrientes mas
difundidas sobre la legalización del aborto es la
sustentada como un Derecho de las Mujeres, es
decir la elección voluntaria de la maternidad
como decisión libre de la conciencia, del deseo y
la responsabilidad de tener o no tener hijos. En
este marco, el aborto es visto como derecho a la
autodeterminación, al control sobre el cuerpo,
confiriendo a cada una de las mujeres la
posibilidad de decidir sobre su reproducción[4].
En países como Rusia, Canadá, Estados Unidos,
China,India, y la mayoría de los países de
Europa, el aborto es legal a petición o demanda
de la mujer durante cierto período de gestación.
Por el contrario, en la mayoría de los países de
África, Latinoamérica, Medio Oriente, Oceanía y
del Sudeste Asiático el aborto está penalizado y es
ilegal.
Algunos datos sobre el tema develan: El número
de abortos inducidos en todo el mundo
anualmente es de unos 46 millones, 26millones
se llevan a cabo en países donde el aborto es legal
y los restantes 20millones se practican en
condiciones de ilegalidad[5].
En todo el mundo, el 38% de los embarazos son
no deseados; alrededor de 80 millones de
embarazos no deseados cada año de un total de
210 millones de embarazos en todo el mundo.
A manera de reflexión plural veamos el aborto en
la cosmovisión andina. En 2012, Ximena Pabón e
Ineke Dibbits realizaron una investigación sobre
aborto en comunidades aymaras[6].
Identificaron diversos discursos sobre el tema en
las comunidades rurales del altiplano boliviano:
unos inscritos en el marco de los derechos y la
salud sexual y reproductiva, y otros enmarcados
en aspectos culturales ancestrales.
Al respecto, Ximena Pabón afirma:"Los aymaras
creen que cuando viene una granizada que daña
sus cultivos se debe a que ha ocurrido un aborto.
Para ellos el daño en sí no es el aborto, sino la
afectación que éste puede generar a la
producción agrícola y a su sobrevivencia
inmediata, cuando el feto no ha sido enterrado
debidamente. Si se realiza un ritual, al que ellos
llaman wajta o despacho, el problema habrá
sido zanjado, como dicen ellos"
Ineke Dibbits menciona"Ellos hablan de un
error que dentro de su pragmatismo puede ser
remediado si se hace el despacho
correspondiente"[7]
Los aymaras no juzgan a la mujer que aborta y
que al no existir en su cosmovisión la figura del
pecado como la concibe el cristianismo, tampoco
les importa el infierno o la amenaza de la Iglesia
católica de ser excomulgados.

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