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2017

Universidad de Ibagué
Facultad de Humanidades, Artes y
Ciencias Sociales
Lenguaje del Diseño
Docente:Ginna Soraya Molano Granados
Representación Técnica
Docente:Javier Enrique Avedaño Suarez

Todos los derechos reservados en


cuestion de diagramacion y contenido,
al grupo de diseño editorial
presentado a continuacion:
Maria Beatriz Valderrama Ayala
Maria Juliana Melo Otálora
Moisés Camilo Sánchez Tabares
Brenda Torres Hernándes
Valeria Pachon Guzmán
Juan Sebastián González Oviedo
Nicolas Varón Villareal
German Alexander Moreno Mahecha Universidad
Grace Sthefany Murillo Roa de Ibagué
En este pequeño libro queremos exaltar
su estadía en la ciudad de Ibagué y
sus maravillosas experiencias de vida
que con mucha paciencia decidieron
compartir con nosotros. Esperamos que
sigan siendo representantes activos
de su cultura pacifica de la manera
en que lo hacen, orgullosos de sus
raíces,orgullosos de quienes son.
Esperamos hacerles justicia a tan
maravillosas personas, con amor
Para ustedes.
Maria

“Hacer las cosas con amor”


María es una tumaqueña que, aunque ya
tiene 30 años, no refleja esta cifra,
pues siempre luce regia y joven. Su
secreto, el aceite de coco y una sonrisa
que ilumina su rostro constantemente.

Tumaco
Ibagué

Llegó a Ibagué en 2008 en compañía de


dos de sus cuatro hijos, Carlos Estiven
y Javier, quienes actualmente tienen
16 y 13 años. Cristian de 10 años y
Ligia de 9, nacidos en Ibagué.
Una mujer trabajadora y luchadora
como ella misma se describe, siempre
buscando la forma de llevar felicidad a
su hogar e inclusive a los transeúntes
que deciden acercarse a su puestico
a llevar con ellos una tajada o un
refrescante vaso de agua de coco,
capaz de llenar corazones y pancitas
hambrientas.

Una mujer echada pa’ lante, una mujer


guerrera que a pesar de todo siempre
sigue ahí, dispuesta a trabajar mientras
Dios se lo permita, cumpliendo al máximo
los sueños de sus hijos, su motor.

“Los sueños de mis hijos son mis sueños”


-Maria
EnEn nuestra
nuestra ciudad
ciudad
aprendió
aprendió a a pelar
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lala queque lolo hacemos
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sese pela
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sólo
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comercializar
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que
quelalaayuda
ayudaa aproteger
proteger
y ylalalluvia.
lluvia.
Ibagué fué donde
coco de la forma en
acá, ya que en su tierra
aún así, decidió, no
técnica pura de pelar
por comenzar a
fruta con un carrito
y un parasol colorido
la fruta de la luz del sol
Una mujer multifacética...

Además, el coco la
lleva a exploraciones
culinarias, cuyos resultados
han sido fríjoles con queso y coco,
arroz con coco, pesacado con coco,
entre otras recetas que se guardan
tras las puertas de su hogar porque
el privilegio de poder deleitarse con
estos platillos lo tiene pocos.

“De dónde vengo yo, mi tierra, mi raza, uno ve a


los abuelos preparar, uno aprende viendo” así es
como ella asegura que sabe cocinar.”
-Maria
“A pesar de las tristezas, siempes sonreir”
-Maria
Marleny

“Las trenzas no tienen raza, ni tienen color.”


Marleny Becerra Moreno una empresaria
de 46 años, oriunda de Quibdó, Chocó. Es
una mujer dedicada y siempre dispuesta
a atender y ayudar a su comunidad, desde
pequeña siempre se vió atraida por el
trabajo colectivo, siempre intentó que
las condiciones de vida de quienes la
rodeaban fueran las mejores.

“ Es mi pueblo quien reclama y el gobierno


no nos da nada”
Desde pequeña era una mujer
soñadora, entre risas cuenta
como siempre quiso casarse
con un gringo, pero que ahora
ya no, “Esos son todos locos”
- Marleny
Aunque nos comenta que la llegada
fue dura, hoy en día es una de las
duras trenzando; su primer cliente,
uno de los mas emblemáticos:
“La morronga”, sin envidia
de nada, me mandaba clientes
y quitó la estigamtización
de que si a una blanca
la peinaba una negra
se quedaba calva
y chuta”.
Doña Marleny como ella misma afirma es
famosa en el mundo de las trenzas, pues
a tenido el privilegio de peinar a
futbolistas tolimenses como Monsalve,
Campos Y Alegría.

Ella sabe de todo un poquito, tiene


un curso de vigilancia y por si fuera
poco también cocina, incluso tuvo un
restaurante “Ricuras del Pacífico” el
cual decidio dejar de lado para poder
dedicarse 100% a trenzar historias.
Marleny es una mujer siempre preocupada
por su comunidad y el desarrollo de
asociaciones que les brinden respaldo,
fue idea de ella crear Fundatol
(Fundación de barberos del Tolima), una
idea que por cuestiones de opinión tuvo
que dejarse en el olvido, aún así, ella
no se dio por vencida y registró junto
con otras cuatro personas la fundación
de barberos afro del Tolima.
“Yo no pierdo mis raices”
- Marleny
Familia Meneses

“Podemos construir paz en cuanto


al dialogo y los puntos de vista”
La familia Meneses es una familia
guerrera, proveniente de Cali… que por
golpe de suerte llegaron a Ibagué para
llenar con su delicias a los habitantes
de la Capital Musical.

Llegaron a Ibagué hace 25 años como


golpe de suerte , esperando llegar a
la capital decidieron hacer una parada
y asi se enamoraron de un local.
“Voy a apoyar a este par de muchachos”
“Ibagué nos acogió de la mejor manera
y creyeron en nosotros”
Iban a Bogotá en busca de mejores
oportunidades economicas y de
seguridad para sus vidas. Buscando
emprender el negocio de sus vidas.

Asi que decidieron buscar al dueño


del local para arrendarlo, y en
ello se encontraron a Don Adolfo
quien les dio la oportunidad de
montar su negocio sin un centavo
con que pagarle.
El panorama no era fácil para
quienes tienen sueños y ganas de
trabajo, comenzaron dando a probar
su producto para que se hiciera
conocido, debido a que en ese
tiempo no se vendía Cholado en la
ciudad de Ibagué.

Por ello, llevan 25 años de


trayectoria en la ciudad cultivando
exitos junto a su local buscando
montar franquicias a nivel local y
departamental.
“Somos una em
mpresa familiar”
Jerson
El morro

“Yo puedo hacer los platos del Pacífico, sin


embargo, el sabor de los que hace mi mamá no
tiene comparación”
Quise ir a la costa del pacífico,
desde siempre lo he querido. Siento
que de esos negros también vengo, y
estoy orgulloso de aquello. Por suerte
conocí a Jerson, todo un personaje,
un ejemplo de que con esfuerzo los
sueños se hacen realidad. Él es de
Tumaco, Nariño, es cocinero, jugó
futbol a nivel profesional, es un gran
sembrador y gracias a eso pude tener
un acercamiento al pacífico colombiano.

Digo que es un sembrador porque en


Ibagué plantó dos semillas, una de
Pipilongo y otra que es su bebé. La de
Pipilongo ha crecido considerablemente
hasta llegar a ser el maravilloso
restaurante que es hoy día, yo digo que
es todo un portal, puesto que cuando
entré sentí un ambiente muy particular,
como el que siento apenas me bajo del
bus en la terminal de transporte de
Cali, cuando veo con felicidad a los
negros y escucho atento cada sonido,
especialmente el acento de los caleños.
También allí sentí un sabroso aire
denso, como el que entró por mi nariz
la vez que fui al mar.
Es por los recuerdos que siento que
conozco a Jerson de algún lado,
tenemos Es
experiencias de algún modo
por los recuerdos muy
que siento que
similares.
conozco a Jerson de algún lado,
tenemos experiencias de algún modo muy
similares.
Después de las impresiones de entrada,
afortunadamente pude tener el placer
de probar un plato de la carta, llamado
Arco de Mar – si mal no estoy, bautizado
así en honor al Morro, uno de los sitios
más emblemáticos de Tumaco –. Me recordó
mucho a mi madre, quise tenerla ahí con
migo, gracias a ella fue que me empezó
a gustar el ceviche de camarones, y
es que el Arco de mar está compuesto
por un delicioso ceviche en una salsa
tradicional, que a mi parecer tiene el
toque ideal de picante, sobre un filete
de corvina apanado. Como el lugar es
fresco y abierto, y desde dentro se
puede ver hacia afuera en casi todas
las direcciones, el viento me llegaba
en todos los sentidos mientras comía,
sin embargo, no era cualquier viento,
era como estar comiendo en la playa.
El mar al frente, era la avenida
guabinal. El restaurante está situado
de tal manera que no queda justo al
lado de la carretera, sino que uno la
ve desde un plano superior, es por eso
que la marea de carros no incomoda.
Mi viaje no podía terminar sin conocer
al alma del restaurante, al sembrador.
Jerson es oriundo de Tumaco, un negro
de esos que ilumina con la sonrisa,
a quien se le nota el sabor en los
alimentos que prepara y en la manera
de hablar y caminar. Al hablar con él
se me hacía que lo conocía de algún
lado.
Jerson me contaba cómo él de pequeño
andaba en calzoncillos por las playas
de Tumaco, jugando futbol o yendo a
pescar jaibas en la playa que queda en
frente de su casa allá en Tumaco. Me
decía que en su tierra, a diferencia
de Ibagué, aún hoy día es normal que
los niños salgan en ropa interior, que
allá no hay morbo alguno hacia eso. De
los recuerdos más hermosos que tengo
de pequeño en Cali es ir descalzo,
únicamente vistiendo una pantaloneta,
o incluso solo ropa interior, corriendo
con mis primos por las calles sin
pavimentar de la manzana, saltando
en la cancha pateando una pelota,
o correteándonos entre nosotros
lanzándonos barro.

Jerson me contaba que en Tumaco, se


estudia o se juega fútbol “para llegar
a ser alguien en la vida”. Por lo que
veo, Jerson hizo muy bien las dos cosas,
con mucha responsabilidad, y creo que
en parte eso deriva de que para su
padre era importantísimo que tuviera
un buen desempeño en el colegio. Jerson
me contó entre sonrisas que en primero
de primaria perdió tres materias y el
papá le pegó tres veces con un látigo
de cuero.
“La suerte si existe”
Jerson llegó a Ibagué cuando tenía 12
años, lo trajo quien para ese tiempo
era dueño del club de fútbol Mi nuevo
Tolima. Sus días se pasaban entrenando
y estudiando. De ahí en adelante su
carrera futbolística fue avanzando
a mi parecer muy bien, puesto que
según me contaba, en varias ocasiones
jugó con personas mayores a él, y eso
era porque ya les daba la talla. Sin
embargo, como los inconvenientes nunca
faltan, Jerson me contaba con nostalgia
reflejada en sus ojos que tuvo que dejar
de patear la pelota profesionalmente.

Cuando Jerson terminó el bachillerato


estudió cocina en el SENA. Yo no sé
cómo, pero Jerson se las ingeniaba para
estudiar de noche y entrenar fútbol de
día. Un luchador completo.

Después de los inconvenientes que tuvo


en el mundo del fútbol se dedicó, por lo
que veo, plenamente a su restaurante,
Pipilongo. Jerson dejó de jugar fútbol
cuando Pipilongo tenía aproximadamente
un año de haberse fundado.
Y ahí está actualmente Pipilongo,
trayendo una experiencia del pacífico
a la ciudad de Ibagué. Y ahí está
Jerson, en conjunto con esas grandes
personas que trabajan en el restaurante,
preparando esa comida con tanto sabor en
todo sentido. Y acá estoy yo, queriendo
ir a deleitarme con otro plato, y
anhelando que ese negro pueda volver
a las canchas. Jerson me contaba que
es complicado entrar en el mundo del
futbol, pero él no es cualquier persona,
por su experiencia de vida tengo fe de
que si se propusiera regresar al fútbol
sin dudas lo lograría.
Confianza
Mi infancia fue muy divertida, mis padres
siempre me dieron mucha libertad y al mismo
tiempo me educaron por el camino correcto.
No extraño nada de mi niñez ya que las
personas que se criaron conmigo en esa época
aún existen, así que sólo podría extrañar
volver a ser niño, me divertía mucho y la
única obligación era conmigo mismo.
Yo terminé mi bachillerato en el 2009,
tengo una tía en Ibagué y ella me dió
la oportunidad de venirme a estudiar acá
ya que en Quibdó no tuve la oportunidad,
no tenía los recursos para entrar a la
universidad. Llegué a Ibagué en el 2010 en
segundo semestre del año.
La barbería la traigo de mi tierra, allá le
hacía los cortes a los amigos del barrio,
mis hermanos fueron mis primeras prácticas
en el corte de cabello; en 2005 empecé con
la barbería.
Al principio, al llegar a Ibagué, fue difícil
por la cultura, la comida y el clima, pero
me fui adaptando; había, o hay aún, gente
ignorante con el tema de la discriminación.
Prefiero que me digan negro o afro a moreno,
es mejor decir negro con gracia. Pero me fui
adaptando, a ellos sólo les decía ignorante
y ya, los ignoraba.
La diferencia es la cultura y el clima, pero
una de las mejores ciudades para vivir es
Ibagué y la verdad ya me adapte a todo. La
gente ya no me ve con otros ojos si no que
me admiran.
“De cualquier manera, bienvenidos a la barbería, sigan al
fondo a la derecha, tranquilos, con confianza.”
Azael
“Colo”

“¿Qué más valioso tiene uno?, la vida.”


Para comenzar este capítulo nos
ubicaremos en la ciudad de Buenaventura
en el Valle del Cauca, donde conoceremos
la historia de Azael, un hombre que
a causa del conflicto armado se vió
forzado a dejar su tierra y tuvo que
emprender nuevos rumbos y empezar de
cero.

Buenaventura
Ibagué

Hace seis años llegó Azael, más conocido


como “Colo” a la ciudad de Ibagué.
Comenzó trabajando en la barberia “Afro
Stilo”, para que luego se le presentara
la oportunidad de crear “Barber Shop
C.R”.
“Cómo buen Bonaverense, eso de “motilar” personas
le nace a uno, eso se lleva en la sangre, lo mismo las
mujeres. Las mujeres aprenden a trenzar sin que
nadie les enseñe” - Azael
Buenaventura se
Buenaventura
ha catacterizadose
ha sucatacterizado
por gastronomia
porColombia.
en su gastronomia
¿Qué
en Colombia.
hace ¿Qué
Colo cuando
hace Colo
extraña cuando
la comida
extraña
de su la comida
tierra?,
de
pues su
como tierra?,
él lo
pues como él lo
dice:
dice:
“Los mariscos,
las jaibas, los
moluscos y el
sazón del pacifico
son únicos, pero
pues a uno le toca
acomodarser al
sistema de adonde
uno vaya”.
Pero dejeme decirle, Colo
no solo es un barbero,
pues es una persona que ha
aprendido varias cositas
en la vida. Decidió que el
conocimiento que tenía de
barberia era la base, pero
quería compLementarlo con
algo de estudio en
Sistemas, mecánica,
electricidad y electrónica.
A fin de cuentas, digno de admirar.
agradecimientos
Deseamos que ustedes: María y Marleny
se hayan sentido tan a gusto en
esta experiencia como nosotras.
Queremos agradecerles desde lo más
profundo de nuestros corazones por
dejarnos entrar en sus vidas y poder
conocer el ejemplo de mujeres que son:
grandes y triunfadoras, mujeres pudientes,
sin miedo a cumplir sus ideales, mujeres
que, sin importar nuestras diferencias,
si nos conocíamos o no, nos acogieron
e hicieron sentir parte de su familia.
La oportunidad que tuvimos de trabajar con
ustedes nos permitió conocer una faceta
más de nosotras, donde pudimos descubrir
que el mejor ingrediente para hacer las
cosas es el amor, que el amor es comida para
el alma y mientras le agreguemos amor a
algo, no habrá momento que no disfrutemos.
Ustedes nos inspiran diariamente a
potenciar nuestro lado creativo. Por
ustedes, por nosotros, quienes creemos
en las posibilidades de trabajo
colectivo para transformar el mundo.
Ya saben que el destino es el que reúne a la m´s.
Con amor, María y María, para María y Marleny
Anexos
Es importante reconocer la
importancia de asignaturas como
esta en la que el aprendizaje
experimental se ve ligado a la
adquisición de conocimientos,
en donde la exploración y la
retroalimentación aportan a
la búsqueda de una interacción
con el medio y la comunidad en
donde se liga la observación al
reconocimiento y al análisis de
procesos externo e internos.
El reconocimiento de los
procesos como algo inmaterial
y netamente sensible es la
característica principal
del curso, la indagación de
una construcción personal
interpretando distintas
materialidades diversificadas
en la búsqueda de una forma,
un significado y un valor.

Creemos plenamente en
los alcances del curso,
llevándonos a interpretar
diversas experiencias como
el autorreconocimiento y
el reconocimiento del yo
en otros, a su vez indagar
acerca de los procesos que
ocurren a nuestro alrededor
e interpretarlos desde
una perspectiva inmersa.
En el principio de esta maravillosa
experiencia, para ser sensatos,
le teníamos desconfianza a lo
desconocido. Éramos tímidos,
llevábamos ciertos prejuicios,
sin embargo, tras conocer al
anfitrión de esta historia, nuestra
percepción cambió. Pronto surge
una sensación, más que amabilidad
por el ambiente; de familia o
casa. Él (nuestro anfitrión) sabe
hacer fluir en el aire aquella
amigabilidad tan parecida como la
hospitalidad que se le puede dar a
un primo en el hogar. Entre chistes
y carcajadas, este lugar nos fue
encantado, llegando inclusive al
momento de nuestra despedida,
no irse de aquel lugar, por el
contrario, quedarnos más tiempo
del que deberíamos. Al final de
todo, superamos los perjuicios,
y nos dimos la oportunidad de
conocer a nuestro anfitrión, lo cual
fue una experiencia maravillosa,
que es difícil de olvidar.
A diario nos encontramos con
personas de diversas costumbres,
creencias, estilo, etnicidad,
etc. ¿Sin embargo, en que momento
nos detenemos a conocer un poco
de las historias de ellos?
Tuvimos la oportunidad de hacerlo
ciertas historias crearon una
relación entre ellas y nosotras,
algunas historias marcadas por la
violencia desde mucho tiempo atrás
pero esto nos dejó una experiencia
significativa donde pudimos observar
personas con sus habilidades
saliendo adelante en diferentes
situaciones de adaptabilidad a
una nueva cultura, donde el único
propósito es poder interactuar con
un entorno diferente al de ellas.
Fue muy grata mi experiencia
en Pipilongo. Me sentí muy
identificado con el lugar, ya que
traía a mi mente recuerdos de mi
infancia, además de que estando
allí se despertaron mis sentidos.
Compartir con Jerson, Daniel y Alonso
me permitió abrirme a la escucha.
Probar sus platos fue deleitar mi
paladar, estar en el lugar era
transportarme directamente al
pacífico, escuchar lo que cada uno me
contaba era ponerme en disposición
de aprender de las experiencias
de vida de cada uno, teniendo
la intención de comprenderlos.
Agradezco inmensamente a Jerson,
Daniel y Alonso por abrirme las
puertas de Pipilongo, por compartir
sus relatos con migo y por permitirme
degustar una pequeña parte del menú,
el cual quiero seguir explorando.
Espero de corazón que habernos
conocido no quede como una labor
académica, pronto volveré a ese
portal que me lleva al pacífico.

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