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DEI VERBUM
Luego de hablar Dios con todos sus profetas y recordarles la promesa del salvador;
decide enviar a su hijo, el verbo encarnado, y con el cual completa la revelación y
confirma que Dios siempre está con nosotros, para librarnos del pecado.
Cuando Dios se revela, la obediencia de fe, es necesaria, pues es la que hace que
el hombre se abandone absolutamente en manos de Dios. Pero se requiere del
Espíritu Santo, para que mueva el corazón y lo convierta a él.
Cristo consuma la revelación total de Dios; por medio de los apóstoles que
predicaron el evangelio inspirados con el Espíritu Santo. Y muestran tres fuentes de
trasmisión de esa revelación: las sagradas escrituras, la tradición y el magisterio.
La sagrada escritura hay que interpretarla, con el mismo Espíritu conque fue escrito,
y es deber del exegeta, trabajar según estas reglas, para entender y exponer el
sentido de la misma. La Sagrada Escrituras se manifiesta y reconoce la verdad y la
santidad de Dios; por eso, las palabras de Dios, se han hecho semejantes al habla
humana.
La palabra de Dios presenta y manifiesta todo su vigor en los escritos del Nuevo
Testamento, todo lo escrito en el Nuevo Testamento son un testimonio perenne y
divino, del Verbo que se hizo carne y habitó entre nosotros, instaurando el Reino de
Dios en la tierra, manifestando a su Padre en Sí mismo con obras y palabras.
Los Evangelios ocupan el lugar preeminente, son el testimonio principal de la vida
y doctrina de Jesús, pues es lo que los Apóstoles predicaron por mandato de Cristo,
luego, bajo la inspiración del Espíritu Santo.
Los autores sagrados escribieron los cuatro Evangelios, sintetizaron muchas de las
cosas, que sacando de su memoria y siendo testigos oculares, ministros de la
palabra, plasmaron las palabras que Cristo les enseño.
El Canon del Nuevo Testamento contiene, los libros apostólicos escritos bajo la
inspiración del Espíritu Santo, con los cuales se confirma todo lo que se refiere a
Cristo Señor, por lo tanto, la iglesia los declara como doctrina genuina.
El Santo Concilio exhorta con vehemencia a todos los cristianos en particular a los
religiosos, a que aprendan "el sublime conocimiento de Jesucristo", con la lectura
frecuente de las divinas Escrituras. Todas y cada una de las cosas contenidas en
esta Constitución Dogmática han obtenido el beneplácito de los Padres del
Sacrosanto Concilio.