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Mundo

de Millonario$$$

EL DECÁLOGO DE LA REESTRUCTURACION EMPRESARIAL:
1. No gastes más de lo que tienes.
2. Precisa dónde estás y a dónde vas.
3. Recuerda que el quebrado no vale nada.
4. Ten presente que los pasivos son ciertos y los activos inciertos.
5. Es mejor un porcentaje de algo que 100% de nada.
6. No olvides que dos muertos no hacen un vivo.
7. No creas que la Virgen se aparece más de una vez.
8. La peor muerte es por terquedad.
9. Las facturas siempre se pagan. Y,
10. Haz lo posible por salir en la foto.
Salir de una quiebra es un proceso que toma tiempo y que resulta doloroso.
Lo importante en una quiebra es saber dónde está uno parado y hacia dónde
se dirige. El saber que uno está en el infierno, y que sigue hundiéndose en él,
es un gran avance. Lo peor es que el que está en el infierno crea qué está
bien y que va rumbo al cielo. El 50% del problema está resuelto cuando se
toma conciencia de la propia situación.
Es frecuente, asimismo, que los quebrados crean que sus activos tienen un
gran valor y que se nieguen a aceptar que ellos han perdido su valor y que,
tal como están, valen muy poco o acaso nada. Sin embargo, si los quebrados
quieren que sus activos recuperen o adquieran valor, tendrán que tomar
decisiones duras, para empezar a tener valor para alguien o ser oportunidad
para ese alguien.
En una quiebra lo único cierto son los pasivos. Casi siempre las cuentas de los
activos han sido manipuladas, infladas o maquilladas, para no mostrar un
patrimonio negativo.
A muchas empresas- y, sobre todo, para las del tipo familiar- les cuesta
entender que es preferible ser dueño de menos del 50% de algo positivo,
que ser dueños del 100% de algo negativo. No obstante ello, dependiendo
de la magnitud de una quiebra, uno debe estar dispuesto a vender el control
de la empresa si no tiene capital propio suficiente para salir de la quiebra.
En algunos casos, a una empresa quebrada se le presenta la posibilidad, en
pleno proceso de reestructuración, de fusionarse con otra empresa. Lo
importante es tener presente que la unión de dos empresas quebradas no va
a conseguirse una empresa sana. Asimismo, la unión de una sana y una
quebrada no garantiza que se consiga una sana. Algunas veces sucede que la
empresa quebrada arrastra en su quiebra a la empresa sana.
En algunas reestructuraciones, he visto también que se presentan a veces
oportunidades únicas, que no se esperaban y que difícilmente vuelven a
presentarse. En estos casos, debe tenerse presente que, cuando se presenta
la Virgen, no se la debe dejar pasar. Ella sólo se presente – si es que lo hace-
una sola vez.
La peor quiebra es la ocasionada por terquedad – es decir, cuando se sigue
pensando que no se está quebrado o que la culpa la tiene otro, y ese otro es
quien debe sacarlo a uno de la quiebra-. En estos casos, se da marcha atrás a
cada momento, ya que se piensa que “la mecida” o la indecisión solucionan
las quiebras por sí solas. Esta es la peor forma de acabar una
reestructuración; puede darse una caída estrepitosa, dejándose de operar
más rápido de lo que uno piensa.
Las facturas siempre se pagan, las quiebras no son gratis y quien debiera
pagarlas es quien quebró a la empresa. No deberían hacerlo los acreedores y
menos los contribuyentes, a través de subsidios del gobierno.
En un proceso de reestructuración, el gran objetivo es “salir en la foto”- es
decir, sobrevivir a cualquier costo-. Para ello, hay que reestructurarse lo más
rápido y eficientemente que se posible. Para ello, puede ser necesario buscar
socios o capitales estratégicos y ayudará mucho “vestir a la novia” lo mejor
posible – aunque siempre con honestidad.
Este decálogo, por más duro que parezca, es necesario tenerlo en cuenta y
aplicarlo para evitar un quebranto económico. Pero más importante aún es
manejar una empresa profesionalmente, para evitar caer en una quiebra,
que siempre es dolorosa, costosa y siempre tiene un responsable: “el que
manejo la empresa en ese periodo”.
Carlos Boloña Behr

"Lento pero seguro" es expresión de pobre. La verdad es que el éxito ama la
velocidad. Quizá usted no vaya al ritmo que quisiera, pero va lo más rápido
que le es posible. La velocidad no tiene que ver con el "el ritmo que
quisiéramos tener", sino con la máxima capacidad con la que nos es posible
avanzar.
Cambie el chip. En lugar de afirmar: "voy lento pero seguro", diga: "voy a la
máxima velocidad posible."
Finalmente, recuerde: Importa un pepino saber cuánto vamos a tardar; lo
único que importa es saber quiénes queremos ser. En otras palabras, sobre
las fechas no hay garantías, pero sí las hay sobre nuestra decisión de lograr el
éxito. Señores, que demore lo que tenga que demorar. Que se tarde lo que
se tenga que tardar. Que vuele lo que tenga que volar. PERO DE QUE LO
HACEMOS, LO HACEMOS.

Señores, nadie se hace millonario trabajando 8 o 12 horas diarias. Incluso si
trabajara 25 horas al día, usted no sería realmente rico. Si usted quiere
hacerse rico necesita poner a trabajar su dinero todo el tiempo. Todo el
tiempo es 24 horas al día, los 365 días del año. Recuerde esto: para hacer
dinero no hay feriados.
La clave es la siguiente: "Usted a dirigir, los activos a producir." Dinero que
llega a sus manos, es dinero al que usted le da vuelta. Lo re - invierte.
La mentalidad de pobreza quiere que usted ponga su dinero en las cosas. La
mentalidad de riqueza quiere que usted ponga su dinero en los negocios.
Usted pone el dinero en los negocios, y los negocios pondrán los lujos en
usted. Ello requiere que usted use el cerebro. De allí la imperiosa necesidad
de dirigir. Usted dirige, los activos trabajan.

Hay dos tipos de jóvenes: los que buscan trabajo y los que buscan
oportunidades para hacer dinero. Mi querido amigo - decía el viejo - en mi
época los negocios estaban plagados de una serie de riesgos. Hoy día todo es
distinto. No te digo que todo sea más fácil, te digo que es más sencillo. Con
decirte que en mis tiempos si querías surgir tenías que tener contactos, o
capital, un carro o un local; ahora basta y sobra con tener acceso a Internet.
Con eso ya estás equipado. Pero tienes que ser ambicioso. Tienes que tener
hambre. Mira, nadie vendrá a tocarte la puerta para decirte que puedes ir a
facturar. Para ganar dinero no necesitas permiso, necesitas decisión. Tú
mismo te autorizas. Los clientes están esperando a que nosotros los
convoquemos.
Dime una cosa, ¿quieres ser un peón del sistema o quieres ser un dirigente
del sistema? No te vayas, escucha. Por lo menos haz eso, escucha: El peor
error de un hombre joven es no respetarse desde el principio. Cuando no te
respetas a ti mismo permites que te peseteen o que te hagan trabajar como
mula. Cumples un horario, trabajas, construyes un proyecto ajeno... ¿y luego
qué? ¿Te vas a jubilar? No he visto a ningún jubilado feliz. He visto a viejitos
que cobran una pensión que a veces con las justas les alcanza. Y mira que
Jubilarse viene de Júbilo. ¿tú quieres repetir esa historia? No cometas el
mismo error, date cuenta que no hay nuevos errores, hay gente nueva
cometiendo viejos errores. Anda ubica a un viejo que tenga una empresa y
ve cómo vive. Y haz lo mismo con un empleado que se haya jubilado. ¿Quién
vive mejor? ¿El que pasó su vida haciendo dinero para otro o el que hizo su
propio negocio?
Por eso presta atención. Escucha, por lo menos escucha.
Usa tu cerebro. ¿Qué tienes que hacer? Tienes que buscar oportunidades
cuya ejecución no requiera dinero. Piensa como empresario. Las reglas de
juego han cambiado. Míralo de este modo: Cuando desarrollas una
oportunidad ya haces suficiente arriesgando tu tiempo, ¿para qué quieres,
además de eso, arriesgar tu dinero? ¿Por qué quieres arriesgar algo que no
te sobra? Valora tu tiempo, eso está por encima del dinero. Ése es el
verdadero capital: tiempo más conocimiento.
Hoy día existen cantidad de plataformas que te permiten ganar dinero.
Desde ClickBank, hasta YouTube, Facebook, Google. Las armas para hacer
dinero son una computadora y un celular. Lo que pasa es que tú no
investigas. Te cruzas de manos y crees que lo importante es encontrar un
"trabajito." Si usas los brazos siempre te van a pagar migajas. Vas a estar
merced de otros. Si usas la mente te vuelves imparable. Lo que pasa es que
usar las manos es más fácil que usar el cerebro. La inteligencia no es una flor
que abunde. Te pongo un ejemplo: conocí el caso de un muchacho que
fundó una agencia digital. Su negocio es bien curioso. El tipo era mosca, pero
fíjate que no hizo nada del otro mundo. Lo importante es que con un poco
de olfato ha dejado de ser mano de obra barata. ¿Qué negocio tiene? El tipo
se convirtió en un capo en redes sociales. Entonces le presta servicios a
pequeños y medianos negocios para gestionar su presencia digital. Les
maneja las redes sociales y comisiona por ventas. Mes tras mes le caen los
cheques. Tiene 30 clientes. Ese chico no ha ido a la universidad ni ha tenido
necesidad de estar repartiendo su CV. Ha tenido olfato. Ingenio. Y sigue
creciendo, no es de esos torpes que creen que ya tocaron cielo. Está
reinvirtiendo y ha empezado a capacitarse para innovar. ¿Qué edad tiene?
22 años.
Por eso te digo: Deja de buscar trabajo. Deja de venderte como mercadería
barata. Allá fuera hay una manga de fracasados que cuando consigues un
empleo te meten ideas estúpidas. Por ejemplo, te dicen que "tienes que
pagar derecho de piso." No, no. Mil veces NO. No hay que pagar derecho de
piso, hay que construir nuestro propio piso. Levanta la cabeza y compórtate
como un hombre de respeto. No vendas tu vida, VÍVELA. Yo conocí el caso de
una chica que empezó ayudándole a su prima en la venta de ropa. Era una
mujer con los ovarios bien puestos. Durante 4 años trabajó sin parar. Juntó
su capital y dejo de ser empleada. Cuatro años fueron suficientes. Mientras
trabaja prestaba dinero a gente que tenía sus negocios, cobraba intereses
bajos y así poco a poco, cuando menos se pensó, era una verdadera
especialista en hacer dinero. Se había metido en el negocio financiero. Todo
el mundo recurría a ella buscando apalancamiento, y la respetaban. No era
abusiva con los intereses. Ella le daba la mano a la gente. Dinero que ganaba,
dinero que ponía a trabajar. Le daba vuelta a su capital. Eso era como una
bola de nieve. ¿Ahora dónde está la chica? Tiene casas, compra terrenos. Así
es la persona que quiere salir adelante. Se pone objetivos, no horarios. Busca
oportunidades, no una "chambita."
Por eso te digo, para hacer dinero hay que pensar en grande. Tú tienes
condiciones. Pero debes creértela y tienes que empezar a trabajar con
objetivos claros. Porque como dijo Banchero, "el dinero está botado, solo
hay que recogerlo. ¿Cómo lo recoges? Haciendo negocios."

No tenía dinero,
No tenía estudios,
No tenía el apoyo de su familia,
No tenía el respaldo de su pareja,
PERO TENÍA UN SUEÑO A PRUEBA DE BALAS.
El carro se que ve en la imagen es el vehículo con el que Fabian Ezequiel, un
joven argentino que viene de abajo, decidió cambiar su historia.
Fabian quería hacer futuro, pero su panorama no era claro.
Tenía deudas, su familia era adversa, su pareja en vez de ir para adelante, iba
para atrás. Su oficio parece de menor rango: hace taxi-colectivo. Pese a todo,
ha decidido hacerse libre. Quiere SER rico. No quiere pasar su vida
manejando un carro, sino piloteando sus sueños. ¿Y qué sueños tiene?
¡Quiere ser empresario! ¡Quiere ser dueño de un banco! ¡Quiere ser el más
grande filántropo del mundo!
Señores, lo importante no es tener el panorama claro, sino tener UNA
DECISIÓN INQUEBRANTABLE. Así lo demuestra la historia. Por ejemplo
Martín Luther King, el gran apóstol de la igualdad, dijo: "Da tu primer paso
con fe; no es necesario que veas toda la escalera completa, sólo da tu primer
paso."
Eso hizo Fabian. Entendió que su primer paso era cambiar sus pensamientos.
Entonces convirtió su auto en una escuela rodante. El auto se convirtió en su
universidad: en aquellos parlantes no se escuchaba ni música, ni noticias,
solo audio libros de riqueza y éxito. El tipo que no tenía el hábito de leer
empezó a devorar clásicos que hablando sobre el dinero. Se devoró El
Hombre más Rico de Babilonia, Piense y Hágase Rico, Padre Rico -Padre
Pobre. Libro tras libro. Y ese fue el inicio.
Mientras sus colegas querían ir a tomar cerveza, él optaba por formarse y
ahorrar. Centavo tras centavo, todo sumaba. Pronto pagó todas sus deudas.
Sus cuentas empezaban a brillar. Mentalmente Fabian estaba dejando de ser
taxista. Emocionalmente se había fortalecido. Y con la certeza de los adultos
maduros, concluyó que lo que le unía a su pareja ya no era amor, sino
costumbre. Así que ante relaciones toxicas, lo justo es cortar por lo sano:
cada uno por su lado. Porque es la verdad: el amor verdadero suma, no
resta; el amor verdadero no amenaza, da libertad. Y ante la familia
conformista, lo mejor es hacer como Juan Salvador Gaviota que le hizo caso a
sus sueños y no a sus hermanos. Porque al final, decidas lo que decidas, te
vaya como te vaya, tus hermanos siempre serán tus hermanos. La brújula es
nuestro corazón, no el consejo de un pariente miedoso.
Señores, aquel muchacho que tenía una vida de término medio, se estaba
formando como un titán. Cero diversión, cero lujos, trabajo disciplinado, y
nutrición para la mente, eso fue todo. El tipo soñaba en grande. Él no fue al
banco a prestar un dinero "para comprarse un carrito." Él quería empezar un
banco así que pronto hizo un capital y lo puso a trabajar. He aquí la máxima
de Kiyosaki puesta en acción: "Haz que el dinero trabaje para ti en lugar de tú
trabajar para el dinero."
Hoy día Fabián ya no hace taxi. Hoy día ya no vive en el mismo barrio de
siempre. Hoy día es un inversionista. Hoy día es un hombre que viaja de
Argentina a Bolivia y a otros países de latino-américa para hacer negocios.
Todavía no tiene un banco, pero ya lo empezó. El chico ahora mueve dinero,
pero antes tuvo que mover sus neuronas. Hoy día se hospeda en buenos
hoteles, pero antes tuvo que incomodarse. Se levantaba de madrugada, se
acostaba tarde. Estuvo sin fines de semana para ir a discotecas. Pasó ese
proceso porque se dio cuenta que a la grandeza se llega con esfuerzo y no
con simples deseos. Mientras los demás tomaban, él trabajaba. Quería hacer
un capital.
Así como él hay cientos de jóvenes dispuestos a transformar su mundo.
Jóvenes que no quieren un trabajo, sino un futuro sin jefes. Ellos no quieren
cobrar sueldos, sino cumplir sueños. Fabian Ezequiel vivía en Argentina, y allí
como en cualquier otro país, el mercado es de subidas y bajadas. Allí como
en cualquier otro país la gente también se quejaba del gobierno y sus malos
manejos. Allí como en todos lados, la gente también se quejaba de la crisis y
de lo mal que va la sociedad. Ellos se quejaban, pero las quejas no
construyen nada.
Señores, hoy más que nunca se necesitan jóvenes dispuestos a marcar la
diferencia. Jóvenes valientes que le den miedo al miedo. Porque son los
valientes los que, contra viento y marea, deciden construir. Se caen, se
levantan. Caminan, corren, vuelan; si la ocasión lo requiere, gatean: pero
siempre para adelante.
Eso demuestra la historia: "para triunfar no tienes que tener dinero, tienes
que tener un sueño."
Nosotros hemos venido a construir imperios, no a ser mano de obra barata.


Me disponía a tomar un taxi y apenas acercarse noté algo diferente, lo
primero era un taxi limpio y brillante. El chofer bien vestido camisa blanca,
corbata, pantalones bien planchados.
El taxista salió, me abrió la puerta y me dijo “Yo soy Willy, su chofer."
Mientras guardaba mi maleta me dejó una tarjeta y pidió que la lea porque
allí se explicaba cuál era su misión. Leí la tarjeta titulada: “La misión de Willy”
y en ella decía “Mi Misión es llevar a mis clientes a su destino final de la
manera más rápida, segura y económica brindándole un ambinte amigable”.
Quedé impactado.
En interior del taxi estaba igual de limpio. Willy me dijo, “¿Le gustaría un
café? Tengo unos termos de café.” Bromeando le dije “No, prefiero
refresco”. “No hay problema tengo una hielera con refresco regular y
dietética, agua y jugo”. También me dijo “Si desea algo para leer, tengo el
periódico de hoy y revistas”
Al comenzar el viaje, Willy me dice “Éstas son las estaciones de radio que
tengo y la lista de canciones que tocan, si quiere escuchar la radio”
Y como si esto fuera poco, me pregunto si la temperatura del aire estaba
bien. Luego me avisó cual sería la mejor ruta a mi destino y me preguntó si
estaría contento de conversar con él o, si prefería que no interrumpiera mis
meditaciones.
Le pregunté: ¿Siempre has atendido a tus clientes así?
“No, no siempre. Solamente los últimos 2 años. Mis primeros años
manejando los gasté la mayor parte del tiempo quejándome de todo.
Un día escuché a un doctor especialista en desarrollo personal. Escribió un
libro llamado “Lo que tú eres hace la diferencia” Decía: “Sí tú te levantas en
la mañana esperando tener un mal día, seguro lo tendrás."
“DEJA DE QUEJARTE. Se diferente. No seas un pato. Sé un águila. Los patos
solo hacen ruido y se quejan, las águilas se elevan por encima del ruido. Yo
estaba todo el tiempo haciendo ruido y quejándome, entonces decidí
cambiar mi actitud y ser un águila.
Miré mi taxi y me observé como chofer… el taxi estaba sucio, como chofer
era muy poco amigable y mis clientes descontentos. Entonces decidí hacer
unos cambios.
Mi primer año de águila dupliqué mis ingresos. Este año los cuadrupliqué.
Usted tuvo suerte de tomar mi taxi hoy.
Ya no estoy en paradas de taxi. Mis clientes hacen reservas a través de mi
celular o dejan mensajes. Si yo no puedo consigo a un amigo taxista águila y
confiable para que haga el servicio.
Willy era fenomenal, hacía el servicio de una limusina en un taxi normal.
Willy, el taxista decidió dejar de hacer ruido y quejarse como los patos para
volar por encima como las águilas.
Moraleja:
No importa si trabajas en una oficina, en mantenimiento, si eres maestro,
servidor público, político, empleado o profesional, si lo deseas puedes hacer
la diferencia.
¡Cómo te comportas? Te dedicas a hacer ruido y a quejarte? ¿Te estas
elevando por encima del ruido?
Recuerda: Como casi todo en la vida LO QUE HACE LA DIFERENCIA ES TU
DECISIÓN.


Hace años había un tipo de nombre Higinio. Era un muchacho que venía de
abajo. Le decía a su papá mientras señalaba hacia la calle: "yo no voy a ser
rico, yo ya soy rico. Ahi está mi dinero esperandome." El papá sonreía. La
familia se burlaba. Higinio preguntaba: "y por qué no? Acaso los ricos tienen
sangre azul, tienen otro cerebro o son de otro planeta? Cualquiera puede
hacer plata, el problema es aventarse."
Aquel muchacho tenía un poderoso deseo. Tenía el panorama claro. El
problema no es "tener" éxito, sino decidir SER EXITOSO. El problema no es
"la plata" o las deudas. La historia muestra que los hombres de altura son, en
esencia, hombres con agallas. La misma historia muestra que para tocar el
cielo primero hay que tocar el suelo. Los hombres y las mujeres de altura son
las que vuelan cuando sueñan. Y llegan lejos porque, mientras viven, su
mente nunca se detiene.
Señores, es momento de continuar. No es momento de dormirse en los
laureles.


SEMBRANDO RIQUEZA
PAUTAS PARA FORMAR NIÑOS GANADORES
Cuando el ser humano nace, nace libre de prejuicios, paradigmas e ideas. En
otras palabras, el ser humano nace sin una pizca de pobreza.
La pobreza mental es algo que van desarrollando conforme los van criando.
Los papás son los que siembran pobreza. Naturalmente, lo hacen sin mala
intención. Lo hacen porque no son conscientes, ni del poder de sus palabras,
ni del poder de sus actos.
Conversaba la vez pasada con un profesional de la psicología, un tipo muy
reconocido en su país. Y decía que los niños no entienden, pero SIENTEN.
Ellos le dan un significado a sus experiencias y ese significado moldea sus
emociones y sus pensamientos básicos. Lo más interesante es que esto
ocurre en el nivel inconsciente.
A veces no logramos entender porque teniendo "actitud positiva", seguimos
obteniendo pésimos resultados. Pensamos como ricos, pero seguimos
pobres.
Señores, para progresar hay que exterminar la pobreza de raíz. Hay que
seguir el rastro a nuestra carencia. Las preguntas son: ¿De dónde nos viene la
pobreza? ¿De dónde la hemos aprendido?
Pongamos un ejemplo. Nuestro amigo psicólogo recordaba su infancia. Dice
que era un niño alegre, juguetón, inquieto. Muy curioso. Entonces dice que
todo juguete que llegaba a sus manos inmediatamente era objeto de su
estudio. Él abría los juguetes, les quitaba piezas. Los armaba y los desarmaba.
Quería descubrir cómo funcionaban. Quería saber qué cosa tenían dentro.
En otras palabras, el niño quería descubrir algo.
Entonces su mamá y sus hermanos mayores le decían que "el malograba las
cosas". En algunas ocasiones su mamá decía: "Rafa es dañino, no puede
tener nada en sus manos, todo lo malogra"
Ellos no decían: Rafa es curioso. A Rafa le gusta experimentar. Ellos decían:
"Rafa malogra todo." ¿Cuál es el mensaje para el niño? ¡Usted no sirve! ¡Con
usted hay que tener cuidado!
Por otro lado, el pequeño era un niño inconforme. Cuando le compraban un
juguete, a los días ya quería otro. Y cuando hacía su pedido, el papá
exclamaba: "¡Este muchacho con nada se conforma, ya no le voy a comprar
nada para que aprenda a cuidar sus cosas!"
¿Qué cree usted que pasa en la mente de un niño cuando escucha eso? ¿Qué
pasa por su mente cuándo se da cuenta que lo que tratan de decirle es que
ser inconforme es malo?
Señores, les enseñamos a que "cuiden sus cosas", pero no a que satisfagan
su curiosidad; no a que desarrollen su imaginación. Cuidamos los juguetes y
no la mente del niño.
¿Qué señales les estamos dando a nuestros niños? ¿Qué mensajes les
estamos enviando? ¿Les estamos forjando en una mentalidad de riqueza o
en una mentalidad de pobreza?
En lugar de decir: "Todo lo malogra", usted puede decir: "Es un niño curioso,
todo lo transforma." "Hace experimentos."
En lugar de pedirle que se conforme, pídale que se lo gane.
Recuerde esto: Puede que los niños no entiendan, pero SIENTEN. Ellos son
más inteligentes de lo que usted cree.
Hay niños que se acercan a sus padres a pedir una propina. Entonces el papá
le miente y le dice: "no tengo sencillo." Ese es el papá pobre. Porque el padre
rico no es el que da dinero, el padre rico es el que da confianza. El padre rico
no cuida el dinero, lo usa para educar al niño.
Señores, nuestros hijos más que monedas,necesitan confianza. Ellos quieren
que nosotros creamos en ellos. La confianza genera confianza.
Le pongo un ejemplo:
Viene el niño y pide unos centavos. Usted saca un billete y le dice "toma lo
que necesitas y tráeme el cambio." ¿Qué le estamos dando? ¿Un billete o
una oportunidad para crear confianza? ¿Qué perdemos y qué ganamos?
En circunstancias como esas usted va viendo las tendencias en el
comportamiento de su niño. A lo mejor el niño no trae el cambio, y entonces
usted tiene la oportunidad para darle una lección y mejorar su relación con
él. O a lo mejor el niño viene con el cambio y tomó menos dinero del que
usted pensaba iba a necesitar. Ahí tiene un hijo con la cualidad de la
honestidad.
El padre pobre es el que busca que su hijo no le saque dinero. El padre rico es
el que busca oportunidades para que su hijo reciba lecciones de riqueza.
Señores, recordemos aquel proverbio que dice: "Instruye al niño, y de grande
no se apartará de su camino." O aquel otro que dice: "Instruye al niño y no
tendrás que corregir al adulto."
Lo cierto es que la riqueza se siembra en la niñez. En la mente. Dando
confianza a los muchachos. Alentando sus talentos. Hoy más que nunca los
padres tenemos que ser sus líderes, no sus jefes.
Por eso es importante prestar atención a nuestro lenguaje con ellos. Incluso
al lenguaje que usan sus profesores en la escuela.
Le pondré otro ejemplo:
Recuerdo a un maestro que en las evaluaciones nunca ponía la nota máxima.
Imaginemos que la nota máxima era diez.
Si usted era su alumno y usted resolvía el examen con la maestría propia del
alumno inteligente y disciplinado, entonces usted merecía la nota máxima.
Usted merecía un diez. Pero el profesor solo le ponía 9 porque decía que "el
10 era para Dios."
¿Qué tiene que ver Dios en esto? ¿Usted cree que Dios quiere un 10 o quiere
que el profesor haga bien su trabajo? ¿Cómo cree que se siente el chico o la
chica que ha estudiado y merece el 10, pero el profesor le regatea y no se lo
reconoce?
En latinoamerica tenemos una cultura de conformismo. Y eso se siembra en
los hogares y en las escuelas. Señores es tiempo de formar campeones. Es
tiempo de formar ganadores. Es tiempo de forjar una generación de jóvenes
que rompan esquemas, que se rebelen ante la estupidez y los prejuicios.
La cultura de derrota la observamos no solo en los negocios, sino que se
extiende a todas las áreas, incluso hasta en el deporte. Veamos un ejemplo.
Con esto remato:
Observe a los futbolistas latinos. La vez pasada se disputaba un partido en
Uruguay. El visitante era un equipo de Bolivia. Un periodista le hace una
pregunta a uno de los futbolistas del altiplano.
¿Cuáles son sus expectativas?.- preguntó el hombre de prensa.
"Bueno, nosotros queremos hacer un buen papel, nuestro objetivo es pasar
a la siguiente fase".- respondió el jugador.
Señores, esa respuesta es mediocre. Observe usted a los ganadores.
Pensemos en Mourinho. Cuando le preguntan por sus expectativas, el tipo
dice: "nosotros hemos venido a ganar." Punto. No hay más.
El objetivo no es hacer un buen papel, el objetivo es ganar. El objetivo es la
copa. El objetivo es campeonar.
Pero otra vez, la respuesta es la misma: hay un virus de mediocridad.
Estamos sembrando pobreza. No con dinero, sino con palabras y
comportamientos equivocados. Hoy más que nunca el mundo requiere de
hogares que sean semilleros de líderes. Padres que sean capaces de exigir a
sus hijos no "buenas calificaciones", sino imaginación; curiosidad. Sueños.
Es el futuro, es el cambio!!


Hace años llegó a una zona agrícola de Perú un ingeniero holandés. Lo había
traído una institución no gubernamental para que enseñe a los agricultores
locales los temas propios del cultivo de palma aceitera: manejo de la tierra,
de plagas y otros asuntos.
Seis meses duró la estancia del profesional, de modo que en ese lapso
entabló amistad con muchos productores. La palma aceitera puede ofrecer
muy buenos beneficios a quien la sabe trabajar. 20 años después el ingeniero
vuelve a la misma zona y se encuentra con los amigos de su primer viaje.
Los visita en sus casas, se reúne con ellos y observa su progreso. Todo hasta
que llega el momento de reunirse.
He vuelto después de 20 años - dijo el Holandés en la reunión- y veo que
ustedes económicamente han mejorado, pero no tienen calidad de vida.
El mensaje era elocuente.
Cuando vine sus hijos estaban pequeñitos - seguía-. Ahora esos niños ya son
papás, ustedes no pasan los 50 años y ya son abuelos. Sus hijos ya tienen
hijos y entonces han tenido que repartir la tierra. El que tenía 10 hectáreas
ahora tiene 5 porque la mitad es para el hijo. Reparten pobreza. Se han
comprado motos, carros, muebles; pero no hay calidad de vida."
Señores, muchos están en ese dilema: han mejorado el bolsillo, pero no su
vida. Simplemente tienen más dinero. A veces ni siquiera tiempo para
disfrutarlo. La pregunta es ¿cuánto les cuesta ese dinero?
Todo eso pasa cuando dejamos de pensar como empresarios. En el campo el
agricultor piensa como agricultor, como campesino, y no como empresario
del agro. En las urbes muchos piensan como comerciantes y no como
empresarios.
"es que yo tengo un negocito"
"es que yo soy un pequeño empresario"
"Soy pyme"
Se asumen pequeños y nunca piensan en grande.
Como ha dicho alguien: "la clave es salirse de la carrera de las ratas antes de
convertirse en una de ellas."


Hay quienes trabajan y trabajan, pero no progresan. Y trabajan duro. Pero
algo parece detenerles: siempre se mantienen en la categoría auto-
empleados.
Incluso pareciera que mientras mejor les va en el negocio, más esclavos son
del negocio.
Si ellos no están allí, el negocio no camina.
Su negocio no se ha convertido en un vehículo para la libertad sino que se ha
convertido en su prisión. Es la realidad: hay quienes son esclavos de su
negocio.
Señores, ser independiente no siempre significa ser libre.
El negocio que es bueno, en otras palabras, el negocio que es negocio, es el
que nos genera dinero y nos da tiempo.
Una vez invité a una señora a una capacitación. Era un entrenamiento con el
maestro Kiyosaki. La señora - que tiene una constructora - dijo que no podía
asistir porque "no tenía tiempo. Tenía que ir a evaluar una obra."
Naturalmente, alegó que en su equipo no había quien pueda reemplazarla.
Conocí otro caso: un tipo de más o menos unos 55 años tiene un bazar.
Atiende desde temprano hasta altas horas de la noche. El tipo atiende 14
horas diarias, todos los días excepto los domingos que solo trabaja hasta el
mediodía. Es un tipo trabajador. Recuerdo una pequeña conversación que
mantuvimos tiempo atrás.
¿Cómo está?, don Julián.- le pregunté al saludarlo.
Con harta plata pero sin tiempo para gastar.- me respondió bromeando.
Hace un par de semanas supe que el señor Julián ha tenido que alejarse de
su pequeño negocio porque su salud se ha complicado. Un elevado
colesterol le está alejando de la cancha.
Señores, una cosa es saber trabajar y otra cosa es saber hacer empresa. Una
cosa es ganar dinero y otra construir un imperio.
Hágase las siguientes preguntas:
¿Lo que tengo es realmente un negocio o un trabajo?
¿Soy realmente libre o soy un trabajador con más dinero?
¿Soy un empresario o solo soy mi propio jefe?
El arte de hacer empresa exige claridad de pensamiento. En otros casos
encontramos a quienes tienen un negocio, pero quien es realmente dueño
del negocio es el banco. Hay quienes se tratan a sí mismos como "pequeños
empresarios" y se la pasan pagando intereses. O toda la ganancia va para
pagar a los trabajadores, a los proveedores, y no queda nada para ellos.
Bien, esa es la situación. Ahora veamos las salidas. ¿Cómo se supera esto? De
plano, no hay receta mágica. Hacer empresa no es como hacer una torta. Sin
embargo, existen principios. El primero dicta que el negocio va a crecer hasta
donde crezca usted. La empresa es del tamaño de quien la lidera. Pero lo que
sucede es que a veces el emprendedor quiere mandar, no liderar. Por otro
lado, lo que se ha visto es que hay quienes tienen el pensamiento del siglo XX
y quieren triunfar en el siglo XXI. No se puede triunfar en la economía de la
información, pensando como se pensaba en la era industrial. Sea cual sea su
negocio, y sea del tamaño que sea, usted precisa LIDERAR.
Deténgase un momento para replantear su rumbo. Deje de ver el árbol y vea
el bosque. Hay que dejar de comportarnos como capataces y empecemos a
comportarnos como LÍDERES. Ahí está el dinero, ahí está la libertad: EN EL
LIDERAZGO.



Muchas veces las personas no están buscando oportunidades, sino dinero.
Quieren ver dinero rápido. Pero la ilusión del dinero suele ser engañosa. El
dinero rápido (el que ves a fin de mes o en quincena o al final del día) suele
tener un precio muy alto: demanda mucho tiempo y no alcanza para mucho.
Si usted quiere un cambio real enfóquese en desarrollar oportunidades.
Construir activos. Eso requiere que usted tome decisiones valientes y tenga
una alta dosis de humildad para aprender constantemente. Hay gente que
cree que sabe mucho, pero logra poco. Su patrimonio es la soberbia. En el
entrenamiento Formación de Titanes desarrollaremos tres sesiones:
Mentalidad - Comerciantes vs Empresarios - Liderazgo.
Tres aspectos que le mostrarán una perspectiva diferente para hacer
negocios ganadores.



Todo el mundo tiene problemas.
Problemas de pareja,
Problemas familiares,
Problemas de dinero,
Problemas de salud.
Problemas en la empresa,
O póngales otro nombre... retos, desafíos. En fin, el tema de fondo es que
son situaciones que existen y no nos pueden derrotar.
No queremos darle palabras de aliento.
No queremos subirle la autoestima...simplemente queremos que usted
entienda que la peor derrota no es la derrota financiera, no es la derrota
sentimental... sino la derrota moral.
Pase lo que pase, el mundo no se detiene...el mundo sigue su curso.
Recientemente conocí el caso de una señora que con cuatro hijos a cargo
y en pleno proceso de divorcio, hace empresa.
Ella no pierde el tiempo lloriqueando, ella sale a ejecutar ideas y a ganar
su propio dinero...
Hemos hablado y me dice: "Él (su esposo) no aporta nada, pero no
necesitamos una pensión...solo queremos que nos deje en paz, que nos
deje avanzar. Con eso ya hace mucho"
En Costa Rica encontré el vivo testimonio de un señor a quien el banco
embargó absolutamente todo. Perdió casa, carros y literalmente estaba
en el piso. Cuando hablamos me dijo esto: "Esta vez no pude, pero
normal... Lo bueno es que empezar de nuevo no me da miedo..." Una vez
una señora dijo: “Me han quitado tanto que hasta el miedo me quitaron.”
También recuerdo el caso de un joven peleando por su vida hasta el
último minuto. Tenía veintisiete años y le habían detectado cáncer de
estómago. Una vez dijo: "Vamos a enfrentar el cáncer con lo que más le
duele: Una sonrisa."
Señores, ahora mismo hay gente con problemas más grandes que los
nuestros. En honor a la verdad, usted está en una posición privilegiada.
Así que si esta bajoneado, pise fuerte que de los bajones se sale con
garras, no con llantos.
La meta es ser libres... estamos acá por cosas grandes. Piense: ¿si no
puede con un bajón, cree que va a poder con un negocio millonario?
Alto el pensamiento!!


La razón por la cual el Águila construye su nido con hierbas, plumas y
espinas, es muy sencilla. Cuando el aguilucho ha llegado a cierta edad y tiene
condiciones para valerse por sí mismo, la madre saca del nido las plumas y
las hierbas, de modo que solo quedan las espinas para que incomoden a la
criatura. El aguilucho ya no tiene confort, entonces las espinas le obligan a
buscar una mejor casa. Ahí entra el Águila madre: desde determinado punto
de altura lanza a su hijo y empieza a enseñarle a volar. Lo arroja, el aguilucho
extiende las alas pero todavía no puede sostener el aleteo, el viento le gana,
y empieza a caer. La madre lo observa y desciende a su rescate; lo toma con
las patas, nuevamente lo sube y repite la operación: lo vuelve a lanzar. Y así,
hasta que la criatura aprenda. Una vez que aprende ya está apto para
emprender su propio rumbo.
Las Águilas no apañan la dependencia. Las Águilas no mantienen a hijos
ociosos. O vuelas o vuelas.
Para triunfar en la vida hay que tener características de águila. En el mercado
usted no puede agachar la cabeza y tolerar la mediocridad. El señor mercado
es un juez implacable.


La Srta. Irene
La vida puede jugarnos malas pasadas, pero no puede darnos golpes a
menos que nosotros lo permitamos.
La Srta. Irene era una mujer que decidió cambiar su vida cuando tenía 26
años. Es inteligente, guapa y con un elegante dominio de sí misma. Tenía el
carácter de una mujer de verdad.
Su caso era el siguiente: A los 21 se había unido a un joven de su misma
edad. Se mudaron a vivir juntos y se habían prometido construir un gran
futuro. Serían un equipo a prueba de balas. Pero el amor no superó la prueba
del tiempo y al cabo de cinco años de relación decidieron separarse. Cada
uno tomaría su rumbo.
Hasta allí todo era doloroso, pero necesario. La relación ya no daba para
más. El tipo tenía celos enfermizos, con frecuencia se embriagaba y no
parecía tener mayor perspectiva. Por parte de ella hubo intentos para que
todo sea como antes, pero fueron intentos fallidos.
Ya separada se prometió nunca estar sometida al destino de los varones
corrientes. Ni de ellos, ni de nadie. Quería seguir un camino sin ataduras y sin
permisos; uno en el que no haya que vivir dando explicaciones. Dicho en
breve, quería ser libre, quería hacer negocios.
Pero como es natural, a todo aquel que quiere arribar a éxitos mayores el
destino siempre le pone pruebas. Al poco tiempo de separada, muere su
papá. Luego enferma la mamá. Era una racha de eventos negativos. Los
gastos familiares subieron como la espuma.
Ella es la hija mayor. Tiene hermanos en edad escolar y no goza de estudios
superiores. Lo único que tiene es la necesidad de generar más recursos. No
es un simple deseo, es una necesidad. Y para tal caso, buscar un trabajo no
es una opción. Un sueldo le quitaría mucho tiempo y le dejaría poco dinero.
Solo había una opción: EMPRENDER.
¿Cómo hacer negocios sin dinero? ¿Cómo hacer empresa sin apoyo y sin
experiencia?
Cuando el mundo parece en su contra, justo ahí aparecen los que tienen ojo
avizor. Y ese era su sello personal: hacer de la necesidad una razón para
volar.
Aquella joven alzó vuelo en medio de una situación complicada. El suyo era
un panorama nada alentador. Ella no preguntó: "¿Con qué cuento?", sino
"¿qué es lo que puedo hacer?”; no preguntó: ¿De dónde puedo sacar un
capital?, sino ¿Cómo puedo empezar sin capital?"
Se hizo las preguntas correctas y entonces vio el camino. No había tiempo
para llorar.
Tiempo atrás había demostrado habilidad natural para la manicure y
pedicure.
Y así empezó todo. Una amiga le prestó para comprar sus primeros
materiales. Algunas de sus otras amistades se convirtieron en clientela. Era
tan buena y tan dedicada, que su trabajo se recomendaba solo. Trabajaba sin
parar: iba a donde la llamaban; mañana, tarde y noche. Era una mujer
obsesionada con progresar. No había feriados ni nada que la distrajera.
Detrás de ella había varios pretendientes, pero no era tiempo de asuntarlos,
sino de avanzar.
Con sus ahorros alquiló un local. Poco a poco lo acondicionó de modo que
todo era de categoría. Armó su equipo de trabajo. Extendió su línea al
maquillaje más completo. Y así, de ser un jovencita que empezó con el
pedicure, se fue convirtiendo en una empresaria de la belleza. Ahora tiene
cinco locales. Cuatro son propios, uno alquilado. Ha inaugurado una escuela
en donde se enseña a otras jóvenes carreras cortas relacionadas a la estética.
Ha empezado a importar insumos y material para abastecer al mercado.
Ella es una soñadora. Sus hermanos menores le miran con respeto y
admiración. Con su ejemplo les ha dicho que jamás se permitan estar
indefensos ante el mundo. Era una mujer de armas tomar, capaz de mandar
a rodar a cualquiera que intente quebrar sus códigos. Incluso a los
pretendientes estúpidos: los mandaba a la EME así la conviertan en reina de
Inglaterra.
La Srta. Irene y su familia ya no viven en el mismo barrio. Tienen nuevos
vecinos, pero mantienen a las amistades honestas. Se siguen frecuentando
con quienes le dieron la mano. Ahora mira para atrás y se da cuenta que la
vida no da golpes, da lecciones.
Señores, la persona que quiere avanzar no pierde tiempo llorando. El mundo
no quiere usted de lástima, sino que usted de batalla. ¡O vuela o lo vuelan!


Luis Banchero Rossi fue un peruano que a la edad de 32 años ya se había
convertido en el hombre más rico de su país. A esa edad ya se codeaba con
Aristóteles Onassis y otros grandes magnates de la época.
Cómo empezó Banchero? Cuál fue su inicio? Empezó a la edad de 16 años
vendiendo jabones puerta a puerta!!
Naturalmente, los tiempos han cambiado. Quizá nosotros ya no podemos
empezar como empezó Banchero, pero la mentalidad no ha cambiado.
Banchero era un joven visionario. Estaba construyendo un verdadero
imperio: había incursionado en el transporte.
Fundó un diario de circulación nacional e incluso entró al negocio del fútbol.
En el campo de la pesca el joven Banchero llegó a tener más de 100
embarcaciones.
Una vez le preguntaron cómo logró tener tanto.
¿Cuál es la clave?.- preguntó un periodista.
"Empecé como empezaron muchos jóvenes. Empezamos sin nada, pero poco
a poco y con disciplina se llega lejos. A veces uno que otro muchacho se iba
de pesca y al volver se dedicaba al trago. Todo se lo tomaban y caían en
problemas económicos. Se endeudaban y luego tenían que vender sus
lanchas. Ellos vendían, yo compraba. Los que hemos progresado somos los
que en vez de ir a las cantinas volvíamos al mar a seguir trabajando."
Señores, la gente conformista es la gente que no re-invierte. Observe esa
diferencia: Una cosa es poner su dinero en la mente, y otra ponerlo en el
estomago.
Banchero llegó a fundar una empresa de nombre Humboldt Internacional en
el puerto de Hamburgo (Alemania). Y ese mismo muchacho era el que decía:
"En Chimbote he cerrado tratos de 100 soles y aquí en Hamburgo los he
cerrado por 200 millones de dólares. Yo miro a los alemanes de igual a igual,
de empresario a empresario."
Esa es la persona que tiene visión. Que tiene alas. Ese mismo empresario fue
el que dijo: "Yo hago dinero con mi lapicero. Mi firma es poder."
Así tenemos que pensar. Pensar en grande. Ser ambiciosos, no conformistas.
Ser Águilas, no gallinas de corral.
Señores, es en la mente. Todo es en la mente. Dejemos la ropa para después.
Dejemos el licor para después. Dejemos la fiesta para después. Vayamos por
el conocimiento, después el dinero vendrá por nosotros. Cambia usted y sus
finanzas cambian!!


Para hacer dinero hay que tener los bolsillos en la mente, no en los
pantalones.
Tener un producto ganador es importante, pero no determinante.
Tener precios asequibles puede ser importante, pero no determinante.
Tener respaldo financiero puede ser importante, pero tampoco es
determinante.
Lo único que determina el éxito es la mentalidad. Y para ello las neuronas
deben estar en su lugar.
Señores, hay dos rasgos fundamentales en el líder que factura en grande.
#1 El líder empresarial es la persona que no empieza su día preguntando:
"qué es lo que quiero hacer?". Los líderes no preguntamos eso. Los líderes
preguntamos: qué es necesario hacer?". Observe, son preguntas distintas.
Se supone que usted ya sabe a dónde quiere ir, sabe que resultados quiere
lograr, tiene objetivos definidos; entonces, una vez establecida la meta, el
líder todas las mañanas pasa la prueba del espejo. Se mira a si mismo y se
asegura de que la persona que ve en el espejo es la clase de persona en la
que vale creer y a la que vale respetar. Esto en razón de que cuando usted se
pregunta "qué necesito hacer", a menudo encontrará que las respuestas
exigen decisiones difíciles.
Si hay que despedir al mediocre, se le despide.
Si hay que corregir comportamientos de bajo rendimiento, se corrigen.
Si hay que redoblar nuestro esfuerzo, lo redoblamos.
Señores, el líder no hace lo que quiere. No hace lo que es más cómodo. No
hace lo que es más fácil. HACE LO QUE ES NECESARIO HACER. Separa
sentimientos de razones. Entiende que una cosa son los negocios y otra las
amistades. Entiende que una cosa es trabajar y otra jugar. El líder no es el
jefe "buena gente". El líder es la persona CORRECTA. Sobre este punto le voy
a contar una pequeña historia:
Alfred Sloan fue uno de los grandes líderes de negocios del siglo XX. Luego de
realizar una serie de feedback, sugerencias y naturales llamados de atención
a un trabajador, se enfrentó a la difícil situación de tener que despedir a esa
persona.
"Si usted es condescendiente - explicaba Sloan- con los ordinarios y
mezquinos, entonces está dando una mala señal a quienes hacen más del
100%. Es por respeto a ellos que hay tomar estas decisiones. Además -
concluía- a mi no me pagan para ser niñera, sino para llevar la organización a
otro nivel."
Steve Jobs lo dijo de otro modo: "mi trabajo no es caerle bien a la gente. Mi
trabajo es hacerles mejores personas."
Trabajar con seres humanos no es fácil. Corregir o despedir a alguien no es
fácil. Aquello exige mucha responsabilidad. Usted no puede jugar con el de
alguien, pero tampoco puede tolerar la mediocridad. O se corta por lo sano,
o la hierba mala se enraíza.
Señores, para triunfar hay que dejar de ser blandengues. Tenemos que ser
generosos, no peleles. Hay que hacer lo que haga falta hacer. Si hay que
negociar una deuda, pues damos la cara y la negociamos. Si hay que tratar
con un proveedor o con un cliente, pues lo hacemos. Si hay que trabajar un
fin de semana, pues lo hacemos. Quizá usted no quiera madrugar, pero quizá
necesite hacerlo.
Son situaciones difíciles, pero temporales y necesarias. Eso precisa carácter y
decisión!!
#2 El líder hace los cambios cuando está bien, no cuando está mal. El
problema de muchos es que quieren mejorar sus finanzas cuando ya están
con la soga en el cuello. Se acuerdan que hay algo que se llama Salud cuando
ya la enfermedad está avanzada. Es defecto de pobres estar en el piso para
recién recordar que se puede volar.
Cuándo es el mejor momento para innovar? Cuando estamos bien!!
Cuándo es el mejor momento para invertir? Cuando tenemos!!
Qué hacemos los millonarios? REINVERTIMOS!!
Qué hacen los pobres? Se comen sus ganancias!!
Los conformistas bajan la guardia.
Señores, si queremos llegar lejos debemos saber que el éxito es algo que
tenemos que provocar todo el tiempo. Si usted ya movio una montaña,
ahora tiene que ir por otra. Si ya hizo un millón, ahora vaya por otro. La
clave? Permanecer hambrientos y dar un salto cuando estamos bien!!



Mr. Jacob era un personaje muy particular y a menudo podía sonar ácido.
Por ejemplo, solía decir que las personas con pensamiento de pobreza están
programadas para "darse sus gustitos." "Eso es para la gente de bolsillo
pequeño",- decía. Y luego agregaba: "la gente que piensa en grande no se da
sus gustitos, se da sus lujos; a veces inesperados o planificados, pero lujos;
de esos que crean experiencia y que uno se da a sí mismo como merecido
regalo y no como mero antojo." Cierto o no, la verdad es que el pensamiento
de pobreza es una programación. Lo curioso es que muchas personas
quieren cambiar de vida pero no quieren cambiar su manera de pensar.
Cómo pensamos los que tenemos éxito con nuestras finanzas? Cómo
piensan los que pelean con el dinero? Cómo detectar si tenemos ADN mental
de riqueza o de pobreza? Observe algunas diferencias:
#1 La gente pobre cuida su dinero. Este es, probablemente, uno de los
consejos más frecuentes. Y se transmite de generación en generación:
"Cuida tu dinero."
"Compra tus cositas."
Señores, si queremos riqueza entonces tenemos que tatuarnos un par de
ideas:
- Nosotros no somos guardianes del dinero, somos sus amos. No estamos
para cuidar dinero, sino que debemos usar el dinero para cuidarnos a
nosotros.
- Hay una diferencia entre cuidar el dinero y administrar el dinero. Los ricos
administramos. Administrar es priorizar, racionalizar; pero administrar es,
sobre todo, "organizar la economía."
Cuando usted se pone en plan de vigilante del dinero, usted se desvía del
camino de la riqueza. Primero, porque nos quebramos ante un elemental
principio de abundancia: el principio de la circulación. El dinero no puede
estar secuestrado. Pero lo que sucede con el pesetero es que como le cuesta
ganar dinero, entonces le duele soltarlo. Para ellos soltar el dinero es
perderlo; para los ricos es invertirlo. Con todo, el pesetero no se da cuenta
que cuando cierra sus bolsillos para evitar que el dinero salga, también lo
cierra para evitar que más dinero entre. Olvida que la puerta es una sola. Es
muy simple, dinero llama dinero. Los compartidos, los generosos, los
arriesgados, esos ganan.
Lo más saltante de esta actitud de pesetero es que quien incurre en ella es
comparado con el tacaño; y esa fama es, por cierto, dañina para quién quiere
volverse un especialista en el arte de amasar fortuna. Nadie quiere a los
tacaños. Los tacaños son una suerte de apestados. Distinto a ser tacaño es
ser austero.
Conclusiones sobre este primer punto: No cuide el dinero, adminístrelo.
Nosotros no somos guardianes del dinero, somos sus amos. Haga que la
riqueza circule. La buena administración evita los agujeros para las fugas,
pero mantiene la puerta abierta. Dos pilares de la administración son los
objetivos y la disciplina. Por eso la persona que administra, presupuesta y
respeta el presupuesto.
#2 La gente pobre quiere hacer contactos. La gente quiere conocer gente; en
realidad, quieren tener una especie de padrino. Conocer a alguien que
eventualmente pueda darte una mano. La evidencia es que a finales del siglo
XX se pusieron de moda las tarjetas personales. La gente tenía tarjeteros y
ahí coleccionaba tarjetas para "cualquier cosa." Pero aquello no es una
estrategia efectiva para hacer dinero; es, a lo mucho, una actitud publicitaria.
Para hacer dinero usted no tiene que hacer "contactos", sino INFLUENCIA.
No tiene que tener padrinos, sino CAPACIDAD. Cuántos perdedores hay por
allí que tienen bonitas tarjetas de presentación y sofisticadas páginas web
pero que no son más que puro cascaron?
Ahora bien, cómo tener influencia? Cómo tener capacidad? Primero, debe
hacerse de la mentalidad del rico: el rico no quiere hacer negocios con todo
el mundo, quiere que el mundo desee hacer negocios con él. En este puntual
aspecto, él no es un cazador, sino una presa de caza. En otras palabras, los
ricos somos seleccionadores de oportunidades. Decidimos con quién sí y con
quién no. Somos el perro, no la cola. Mr. Jacob decía: "yo no estoy enfocado
en hacer conocidos, yo estoy enfocado en hacerme un empresario
atractivo." Aquí calza perfecto aquellas líneas del poeta brasilero que decía:
"el secreto no es ir tras las mariposas; el secreto es cuidar del jardín para que
ellas vengan."
Señores, lo demás son pequeñeces. La persona con mentalidad de pobreza
es el perro del hortelano: "ni come, ni deja comer."
Un amigo hacía negocios sin poner un centavo. Era hombre capacitado para
hacer dinero con dinero ajeno. Cuál es su secreto? Compartir el pastel!! El
detectaba y creaba oportunidades y las compartía con gente que no tenía su
visión, pero sí el dinero. Ellos creían en él porque él les hacía ganar. Y
claramente decía: "el truco no es quedarse con la parte más grande de un
pastel chiquito, sino hacer un pastel más grande y compartirlo."

Tal vez a usted le falte capital; quiza se encuentre solo e incluso a lo mejor
sienta cansancio.
Pese a todo, usted mantiene sus ganas de triunfar. Usted quiere llegar lejos,
quiere hacer historia, quiere construir futuro.
Aquí es cuando hay que recordar el liderazgo.
Cuando otros claudican, los líderes permanecen.
Cuando otros tiran la toalla,
cuando otros se bajan del barco,
los líderes siguen remando.
Usted no está jugando, usted está haciendo empresa. Y detrás de usted hay
gente que le sigue. Hay gente que confía en sus ideas.
He aquí una primera condición del liderazgo:
Los líderes no defraudan; si los líderes mueren, mueren en su ley.
Hace años la Universidad de Harvard hizo una encuesta a cientos de
empleados para determinar cuáles son los cinco atributos que ellos más
apreciaban en los líderes empresariales. Aquí tiene usted 4 de 5:
# 1 A los lideres se les exige visión. No se les exige dinero, ni experiencia, ni
cartones, ni grandes planas de asesores, sino VISIÓN. Lo que la gente pide es
que el líder tenga una visión clara y poderosa acerca de lo que queremos
lograr. Si los líderes tenemos la visión, los seguidores nos ayudarán a
construir el camino.
#2 A los líderes se les exige que vayan adelante, no atrás. No se les pide que
conozcan el camino, solo se les pide que abran el camino. La gente quiere
seguir los pasos del líder, no sus órdenes. La otra dimensión de este pedido
es que los líderes no culpan, asumen. Ellos son responsables de los
resultados. Cuando hay que dar la cara, la dan. Cuando hay que poner el
pecho, lo ponen. Recuerde: vamos adelante.
#3 A los líderes se les exige honestidad. No en el sentido de la honradez sino
en el sentido de la franqueza de expectativas. Si algo detesta la gente es que
jueguen con ella. Nadie quiere ser manipulado. Usted no puede hacer equipo
con personas con las cuales usted no es sincero. Y esto en razón de que la
gente no quiere ser utilizada, quiere contribuir. Drucker utiliza un ejemplo
muy sencillo:
Un tipo quiere que en su restaurante se venda la mejor sopa del mundo. Se
lo ha dicho a todos sus trabajadores:"aquí vendemos la mejor sopa del
mundo." El primer mes las ventas van mal, el segundo mes igual. Entonces el
encargado de la cocina sugiere algo: " Señor - advierte- dado que no hay
mucha clientela podemos disminuir nuestros costos quitando un poco de
insumos."
Aquí es donde aparece la honestidad del empresario: "no - dijo.- Nuestra
misión es la calidad y eso está por encima de los resultados."
Ese es el líder. El líder inspira una vision y una misión, siendo honesto con sus
expectativas e ideales. Cuando nuestro equipo siente que somos honestos
entonces les inspiramos desde el corazón, no desde el bolsillo. Y eso es lo
importante: la gente valiosa no quiere recibir un sueldo, quiere recibir
escuela.
#4 A los líderes se les exige que definan objetivos. A la luz de los hechos, el
trabajo más importante para un líder es pensar. Y pensar es planificar. La
gente no quiere estar en el aire, quiere una ubicación, un rol y objetivos. El
ser humano tiene sentido de pertenencia y quiere sentirse valorado. El modo
de sentirse valorado es sintiendo que hace algo importante. Recuerde dar:
Roles y Objetivos. El rol responde a la pregunta "qué papel desempeño
aquí?", "Soy una simple pieza del engranaje o soy un motor de la
organización?" Y el objetivo responde a la pregunta "qué es lo que debo
lograr?"
El trabajo del líder debe ser muy fino. Porque recuerde que todo empleado,
tenga el cargo que tenga, en el fondo, no quiere estar tranquilo sino
satisfecho. La satisfacción proviene de ubicar a la gente en donde
corresponde. La máxima dice: Gente clave en puestos claves. Y aquí los
objetivos son como arcos de fútbol. Podría usted jugar un partido sin arcos?
No habría dónde meter goles!! Lo mismo sucede acá: la gente no debe
trabajar sin objetivos. Así como el jugador goza cada vez que hace goles, el
trabajador goza cumpliendo objetivos. Sobre este punto conviene señalar
que hace años Jim Collins escribió un libro titulado "Empresas que
Sobresalen" y ahí señala que la primera pregunta que se hacen los líderes no
es "qué hay que hacer?", sino "de quiénes me tengo que rodear?" Es decir,
primero es el quién y luego el qué. Si usted no entiende esto , entonces
nunca podrá entender que "los trabajadores no se van de las empresas, se
van de los líderes." Ellos no se van del negocio para el que los han
contratado, ellos se van de quien los ha contratado.
Señores, los líderes no somos súper héroes, somos humanos. Fallamos, nos
equivocamos; Tropezamos. Pero no claudicamos. Los líderes no somos "miss
simpatía"; no somos oradores natos, no siempre derrochamos carisma. Hay
líderes parcos, secos, fríos. Eso es secundario. Lo principal es el rasgo del
carácter; y es que el líder es, en esencia, un soñador a prueba de balas. Si
usted quiere renunciar porque tiene deudas, renuncie. Si usted quiere cerrar
el kiosko por falta de ventas , cierrelo. Haga cualquier cosa pero no huya de
la verdad: el problema de fondo no son las deudas ni las ventas, sino su
liderazgo. El negocio siempre será del tamaño de quien lo hace.

Muchas personas suelen buscar trabajo, pero no libertad. Buscando
"comida", dejan de vivir. Su mente se enfoca en el fin de mes, en la quincena;
en los recibos, en pagar por aquí y por allá. ¿Cuándo recuerdan sus sueños?
¿Cuándo construyen el futuro con el que tanto soñaron?
Por eso, sea cual sea su situación, usted tiene que recordar el futuro. Usted
no es un obrero. No es un jornalero. No es un recurso. No es un peón. No es
mano de obra. Usted es un ser humano y no debe sobrevivir, sino VIVIR.
Recuerde esto: Usted puede salir de una deuda, pero para llegar al éxito
primero debe salir de la mediocridad.


Por qué algunos son pobres?
Por los gobiernos corruptos! Han respondido algunos.
Otros dicen: porque falta trabajo.
Faltan oportunidades - agregan otros.
Señores, ni lo uno ni lo otro. Ni el gobierno, ni el destino, ni la suerte. Usted
es pobre porque elige ser pobre.
Afirmar tal cosa puede resultar facilista, pero es lo real.
Está probado que hay gobiernos que regalan dinero y la gente lejos de
progresar se hace cada más pobre.
Está probado que ningún gobierno dará solución a nuestros problemas
personales; sin embargo, todavía hay quienes siguen creyendo que los
políticos son la gran medicina.
Usted no es pobre, usted se ha empobrecido. Sus creencias, sus paradigmas,
sus mapas mentales, su lenguaje, su círculo de influencia, eso le empobrece.
Usted es rico o rica, pero le han hecho creer que para tener éxito necesita
dinero. Le han hecho creer que necesita suerte, título e incluso un padrino
que le ponga en ventaja. Mentira, lo único que usted necesita es decisión y
cerebro.
Tenemos que dejar atrás el conformismo. Dejar atrás la mediocridad.
Observa el lenjuaje de la gente que se considera pobre:
"No me alcanza"
"No tengo"
"Aquí voy pasandola"
"Estoy como Dios me trajo al mundo, sin plata"
La gente hasta hace bromas con la pobreza. En Internet hay memes de la
pobreza. La vez pasada vi la imágen de una rana acostada a todo cuerpo y
arriba decía: "quiero irme de vacaciones pero luego me acuerdo que soy
pobre y se me pasa."
Toleramos la pobreza, la acariciamos, jugamos con ella. En muchos casos la
utilizamos como un recurso para justificar nuestra falta de caractar. Para
ilustrar esto, pondre dos ejemplos:
#1 La vez pasada pude observar el encuentro de dos conocidos. Los tipos se
ven, se dan la mano y un abrazo.
Qué ha sido de tu vida? Preguntó uno de ellos.
Aquí pues, tu que ya no te acuerdas de los pobres.- respondió el otro.
Analice la respuesta: "ya no te acuerdas de los pobres." O sea de broma en
broma, el tipp se asume un pobre. Y si usted dice que es pobre, lo diga en
serio o lo diga en broma, el cerebro se lo cree.
#2 Observe como muchos usan la pobreza como recurso para justificar su
falta de carácter.
Un amigo sabe que su compañero cuenta con algunos recursos. Entonces le
dice que le preste unas pesetas.
A qué palo te arrimas .- constesta el tipo. Estoy peor que palo de gallinero.
La verdad es que el tipo allí tenía el dinero, pero tiene que "hacerse el
pobrecito y mentir" porque es incapaz de decir: "no te puedo prestar", "ya
mi dinero está comprometido" o cualquier otra respuesta que exija carácter.
Señores, lo que debemos ver es que en la medida en que sigamos
manteniendo una relación con la pobreza seguiremos siendo pobres. No la
aceptemos ni en el vocabulario, ni en las bromas, ni en las conversaciones
cotidianas, ni en los bolsillos.
De pie ante el mundo, ganadores siempre!!

Muchas veces las personas esperan tener un "maestro", un "mentor."
Quieren que les enseñen, que les muestren el camino. Olvidan, sin embargo,
que el éxito no depende del maestro, sino del alumno.
He aquí una diferencia:
La gente conformista quiere que le enseñen; la gente ambiciosa quiere
aprender.
Cuando usted se pone en modo "quiero que me enseñen", usted se pone en
posición pasiva. En cambio si usted se muestra en actitud "quiero aprender",
usted se pone en posición activa.
Señores, el mundo es de los autodidactas. Un autodidacta es la persona que
toma la iniciativa de su aprendizaje y crecimiento. Es pro activo.
Usted puede leer los mejores libros de negocios; puede incluso recibir clases
del mismísimo Bill Gates, pero si usted no quiere crecer, entonces lo que
entra por un oído saldrá por el otro. Porque la clave de todo esto no es quién
te enseña, sino quién estás siendo tú.
La persona que busca sabiduría es la persona que aprende de todo y de
todos. Por ejemplo, no existe mejor maestra que la naturaleza. No hay
cátedra que le iguale. Observe a los animales y advierta que son alumnos
impecables. Observe a las plantas y advierta que todo el tiempo nos dan
lecciones.
Así que esto es muy simple. No se trata de ser alumno de fulano o de
mengano; se trata de ser discípulos del éxito. En tal sentido, la pregunta no
es quién es te está enseñando, sino qué clase de alumno soy. Recuerde, la
clave es usted!!


Leí la historia de un joven que, para conseguir trabajo, quería que su CV se
vea más atractivo.
Entonces puso que tenía un amplio dominio de avanzados programas de
computación, pero la verdad es que apenas podía abrir el word y usar la
Internet.
Lineas abajo explicaba que dominaba el ingles en nivel básico, pero la verdad
es que apenas podía pronunciar dos o tres palabras.
La cereza del pastel eran los siguientes datos. El muchacho ponía:
"Gran capacidad para trabajar bajo presión.
Disponibilidad Inmediata."
En otras palabras, el muchacho estaba poniendo: "Estoy listo para que me
exploten; llámenme ahora mismo."
Muchas veces las personas no se dan cuenta que buscar empleo requiere el
mismo esfuerzo que se requiere para buscar un negocio. Pero todo depende
de la mentalidad y el enfoque. Si buscas un sueldo, estás buscando un jefe. Si
buscas libertad, estás buscando una oportunidad. Todo depende de usted.

El dinero siempre debe estar en segundo plano.
La gente con mentalidad de perdedor es la que todo el tiempo se excusa.
"Tengo la idea pero me falta el capital"
"Es que sin dinero no haces nada"
"Para todo se necesita dinero"
"Es que lamentablemente es así, se requiere dinero"
¿Sabe qué es lo lamentable? Lo lamentable es que usted pierda un gran
futuro pensando que para construirlo necesita dinero. Lo único que usted
necesita es determinación a prueba de balas, y un plan.
Si usted quiere hacerse rico, tiene que aprender a hacer dinero sin dinero. La
falta de capital tiene que inspirarle. Tiene que ser un desafío.
Por eso un gran magnate del siglo XX decía: "Lo único que debes tener es
cerebro."
Piensa, piensa, piensa...usa las neuronas. ¿Cómo podemos hacer que prenda
la mecha? ¿Cómo podemos volar si no tenemos ni el avión, ni los pasajes?
Señores, son tiempos en los que se requiere ingenio. Dinero hay por todos
lados. Para muestra un botón:
En Latinoamericana los bancos han reportado que durante el primer
trimestre del 2017 sus ganancias, en conjunto, superan los 500 millones de
dólares. La pregunta es: ¿Durante ese mismo periodo cuánto dinero ha
ganado usted? Los bancos han ganado, ¿cuánto ha ganado usted?
Ahí afuera está nuestro dinero esperando a que nosotros pasemos a
recogerlo. No juguemos al papel de las victimas. La mesa está servida!!



Para hacer dinero sin dinero, hay que saber tratar con las personas.
Y esto no tiene que ver con "caer bien", sino con saber relacionarnos con los
demás. El mercado no premia a los "miss simpatía", sino a los que saben dar
en la médula del bolsillo; Es decir, siempre ganan aquellos que ofrecen a
otros algo que les interesa. Detectar necesidades y deseos siempre ha sido
una habilidad de alto rendimiento.
Un ejemplo: Google.
En 1995 Larry y Sergey eran dos muchachos de 24 y 23 años,
respectivamente. Estaban estudiando y eran jóvenes ambiciosos y
visionarios. Empezaron a trabajar en un proyecto de su universidad
(Stanford) y es ahí cuando empiezan a crear un algoritmo para la búsqueda
de datos. Y esas son las raíces de Google.
Tres años después, los muchachos seguían perfeccionando su tecnología.
Creían en su proyecto, le dedicaban tiempo completo. Tenían la visión, pero
les faltaba el dinero. Entonces se apoyaban con pequeños montos que
provenían de la familia.
Señores, la naturaleza nos muestra que toda fruta madura cae por su propio
peso; Y, en esa misma línea, la historia nos demuestra que a toda
oportunidad le llega su momento.
En el año 1998 (tres años después de haber empezado), luego de cantidad de
intentos por conseguir inversionistas, el vicepresidente de Cisco Systems
apuesta por ellos. El tipo cree que la idea va a funcionar. Cree que la visión
de los muchachos tiene futuro y entonces les firma un cheque por 100 mil
dólares. Pero ahí no acabaron los desafíos. Era el inicio, no el final.
El cheque fue girado a nombre de Google Inc, una empresa que oficialmente
todavía no existía. Así que los muchachos tuvieron que rápidamente crear
Google Inc. ¿Su local? Un garaje. En aquel año (1998), Google apenas llegaba
a las 10 mil visitas por día. Dos muchachos que no pasaban los 30 años y que
habían empezado sin dinero, ahora estaban creando el gigante que
conocemos.
El ejemplo de Google es bastante ilustrador. Primero, porque muestra que el
problema no es el dinero. La falta de capital es un desafío, no una barrera.
Hay gente que tiene dinero y que anda buscando dónde invertir. Y esto algo
que usted debe saber: el inversionista compra, por definición, oportunidades
y paz mental. En otras palabras, el inversionista pondrá su dinero justo ahí
donde haya un buen proyecto para ganar.
Es el punto: ser un intermediario. Conectar hambre con necesidad. Ganador
con oportunidad. ¿Usted tiene un proyecto al que le falta liquidez?
Muéstreselo a alguien que tenga liquidez y que no tenga un proyecto para
multiplicar esa liquidez. Hay que saber conectar. Tener la audacia para echar
a andar la rueda con el dinero de otros. Con los recursos de otros.
Aprovechar el DOP y el TOP. ¿Qué exige esto? Exige que usted sepa lo que
hace. Que usted tenga la convicción y la fórmula para hacer que su negocio
sea de alto rendimiento.
Más importa el querer que el tener. Ya hemos visto: si el dinero no es el
problema, tampoco es la solución. Eso es lo único que cuenta: el que quiere
busca opciones, el que no quiere busca pretextos. Lo demás es cuento.


PAGUEMOS NUESTRAS DEUDAS.
Las deudas son compromisos de honor. Más que dinero, lo que está en juego su reputación,
su nombre, su apellido. La persona que quiere triunfar en los negocios debe, ante todo, ser
una persona de confianza.
Haga un plan y pague. Recuerdo a aquel maestro que decía: "El buen pagador aunque sea
con piedras paga, pero paga."
Y sobre este punto de las deudas existe mucha información. Se habla de deuda buena y
deuda mala. La deuda buena es la deuda productiva, es decir aquella deuda que se paga a sí
misma. Y eso, en la práctica, es un apalancamiento.
No obstante, usted debe distinguir lo siguiente:
Los ricos promovemos la deuda, pero no nos endeudamos. Usted como persona natural no
debe endeudarse. Quien debe endeudarse es la empresa. De ahí la importancia de entender
el concepto de persona jurídica y persona natural. Es básico para quienes quieren hacer
millones. Usted debe aprender a proteger su patrimonio y su tranquilidad. En otras palabras,
hay que saber apalancarse.
Señores, no huyamos. Enfrentemos las deudas. Si usted suma deudas, tras deudas, su primer
paso debe ser reconocer el problema.
Cuál es el segundo paso? Buffett, uno de los hombres más ricos del planeta, lo ilustra muy
bien: "¿Qué hacer si está en un hoyo y quiere salir? ¡Dejar de cavar!"
Dicho de otro modo, no se endeude más. No busque tapar un hueco haciendo otro. El tema de
fondo no es ganar tiempo, sino acabar con el problema de raíz.
Salir de las deudas requiere conciencia, carácter. Por eso Kiyosaki dice que "los problemas de
dinero no se resuelven con dinero."
Hay que educar la mente. Hay que dejar atrás la pobreza.
Una vez una señora decía esto: "El que nada debe, nada tiene." De algún modo las personas
suelen justificar así sus deudas. Sienten que tienen la necesidad de sacar sus cosas a crédito.
Pero aquello resulta muy simplista. Si usted va a comprar algo, compre al contado. No fuerce
las cosas: todo a su tiempo. Si ahora quiere un televisor y no le alcanza, pues comprelo
cuando le alcance, no antes. Porque si usted no tiene efectivo para comprar algo que desea,
entonces quiere decir que todavía usted no merece aquello que desea. Debe esforzarse más.
Es así de simple.
Ponga la libertad por encima. La tranquilidad por encima. Benjamín Franklin lo enseñaba muy
bien: "prefiero irme a la cama sin cenar, que despertar con una deuda." Eso no es ser avaro.
La "cena" a la que se refiere Franklin representa una figura sin importancia. Es decir, la cena
es la comida menos importante del día. Por dejar de cenar un día, nadie muere. En la vida de
las personas, la cena que menciona el filósofo representa todo aquello que no tiene verdadera
relevancia para nuestra existencia y que sin embargo hace que nos endeudemos.
Por eso, recuerde: "Si no tiene efectivo para comprarlo, quiere decir que todavía no lo merece."
Si va a endeudarse, que sea para hacer negocios. Que la deuda sea productiva. Y no se
endeude usted, haga que sea su empresa la que asuma la deuda.


La siguiente es una pequeña historia de esfuerzo y éxito.
No es la historia de alguien que triunfa en la Internet o que forma empresa
con capital en mano. Es la historia de un latino que es como muchos de
nosotros...
Un chico de 17 años, pobre y sin mayores estudios, le pide trabajo a su tío,
un pariente lejano que se había convertido en distribuidor de zapatillas. El
chico había nacido y crecido en una provincia, mientras que el tío vivía en la
capital. Era el tío más exitoso de la familia. A juzgar por el sobrino, el tío
"tenía una casaza, un carrazo y tenía plata."
El joven quería trabajar, quería salir de su pueblo, quería dejar atrás la
miseria y quería, sobre todo, ayudar a su señora madre, una mujer que pese
a su edad todavía se ganaba la vida lavando ropa en casas ajenas.
Cuando el tío lo ubicó en una de las tiendas como vendedor, el muchacho
entró con todo. Cerca del trabajo alquiló un pequeñísimo cuarto, de modo
que no gastaba pasaje. No era una habitación, era un cuartucho.
Al joven le entusiasmaba el sueño de hacer algo diferente. Quería construir
futuro. Todavía no había definido una imagen exacta de lo que quería, pero
ya sabía LO QUE NO ESTABA DISPUESTO A SEGUIR TOLERANDO. En otras
palabras, todavía no sabía a dónde quería llegar, pero ya sabia dónde no
quería estar.
Cuatro años estuvo el joven como vendedor. Era el vendedor con más
comisiones. Pero era disciplinado: ahorraba, llevaba una vida llena de
austeridad. Ayudaba a la familia. Pero quizá lo más notable de este
muchacho era su espíritu de superación:
El muchacho que llegó con una mano adelante y una mano atrás, le dio un
curso distinto a su vida cuando leyó el libro Padre Rico de Robert Kiyosaki.
Leyó un libro, luego otro, y otro...y así se devoró cantidad de publicaciones.
Cada vez que entraba nueva información a su mente, él crecía un poco.
Cero fiestas descontroladas,
cero lujo,
capacitación constante...y hasta que llegó el momento de dar el salto.
El joven recuerda que cuando fue donde su tío para agradecerle por su
apoyo e informarle de su decisión de ya no trabajar, el tío le ofreció una
compensación por su tiempo de servicio.
Bien - dijo el tío - te voy a dar un dinero para que te defiendas. Lo puedes
usar como capital para algún negocio.
No - dijo el sobrino. Le agradezco tío, pero usted ya me ha dado mucho. Yo
tengo mis ahorros.
¿Y qué es lo que harás?.- le preguntó el tío Carlos.
A eso vengo, tío. Quiero abrir mi propia tienda pero deseo que usted sea mi
proveedor.
Y así cerraron el acuerdo. Pero el punto es que después de un año de abrir la
tienda y después de prepararse, de asociarse con personas ganadoras, el
sobrino quiere dar el salto:
Va y le propone al tío asociarse para importar mercadería directamente.
Usted conoce el mercado más que yo. Usted tiene los contactos y tiene el
capital. El negocio grande está en traer la mercadería nosotros mismos, sin
intermediarios.
No sea loco, sobrino - dijo el tío. Es mucho riesgo. Tranquilo, poco a poco, no
te desesperes.
Un mes estuvo insistiendo, pero el tío siempre se negaba.
El señor Carlos es un señor generoso y un hombre de trabajo. Pero es
comerciante y no empresario. Lleva 20 años en el rubro y apenas tiene 3
tiendas.
En cambio el sobrino es un tiburón. Quiere comerse el mundo. En su primero
año, la tienda le ha quedado chiquita. Ahora quiere ir por la presa grande.
Quiere traer mercadería directamente. Así que ante la negativa del tío, él
mismo es.
Viajó a la feria de cantón, estableció una red de distribución, se apalancó en
un banco, y así empezó la aventura.
Trajo un contenedor de zapatillas, luego dos y así hasta convertirse en el rey
de las zapatillas. Distribuidor mayorista. El Don del rubro.
Quién cree usted que ahora abastece al tío? El sobrino!!
El mismo sobrino que empezó como vendedor, el mismo sobrino que le
propuso el negocio, el mismo muchacho que llegó sin un centavo, ese mismo
ahora es el IMPORTADOR.
Señores, quién es el ganador? El ganador es la persona que tiene VISIÓN. El
ganador no quiere estar tranquilo, quiere estar donde su mente ordena.
El tío Carlos tiene 20 años en el rubro, y a penas 3 tiendas. Cuánta gente
existe que tiene negocios de subsistencia?
Cuánta gente hay que lleva años con lo mismo?
Qué más tiene el ganador? TIENE HAMBRE.
El ganador no quiere comer todo el tiempo la huevera del pescado; quiere el
CAVIAR. ¿Por qué ir por un pedazo de la torta cuando podemos ir por el
pastel completo? Por qué hacer un negocito cuando podemos hacer EL
NEGOCIO?
Todo lo que se requiere es salir de la zona de confort. Pasar por un proceso
de esfuerzo y preparación. Cuando el muchacho llegó a la capital decía que
su tío manejaba un carrazo porque lo veía en una Hyundai. Ahora el
muchacho maneja Alfa Romeo y un Meche. Su casa no es un departamento,
es una CASA.
Señores, el mundo quiere gente con hambre. No gente tranquila, sino gente
que se obsesione con sus sueños. Gente que al principio tenga desequilibro
por exceso de pasión. La tranquilidad es para los pobres, la aventura es para
los ricos. La tribuna es para aficionados, la cancha es para el que juega.
Probablemente usted ahora mismo esté sin dinero pero quiere hacer algo
diferente. ¿Por dónde empezar? La persona que está en una situación difícil
necesita duplicar su capacidad de esfuerzo. Primero trabaje en la mente.
Lea más, duerma menos.
Olvídese de la televisión, empiece a escuchar a empresarios.
Deje a los amigos perdedores, y escuche a los triunfadores.
Qué más hay que hacer? Parece mentira, pero la persona que quiere triunfar
debe olvidar sus pesadillas y empezar a recordar sus sueños.
¿De dónde viene usted? ¿Dónde quiere estar? ¿Dónde se ve? ¿Quiere tener
los mismos vecinos toda la vida o quiere cambiar de casa? ¿A qué familiar le
gustaría ayudar?
Señores, no es tiempo de agachar la cabeza; es tiempo de volar!!



Usted se debe dar cuenta que el mundo ha cambiado. Más o menos a
mitad del siglo XX el mundo era más rural; hoy es más urbano.
Hace años la comunicación era más difícil. Por ejemplo, las cartas
tardaban días en llegar a su destinatario. De igual modo, existía más
analfabetismo del que hoy existe. Las grandes luchas - justas- eran
básicamente por el derecho al pan. Las promesas de los políticos eran
(siguen siendo) "crear más trabajo".
Ese mundo es parte de la historia y la gente joven no puede ser
protagonista de un mundo que ha caducado.
Hoy día la Internet ha desplazado a las grandes estructuras. Hoy dia la
economía premia a los innovadores y no a los que tienen más plata.
Señores, no han cambiado las reglas del juego: el que ha cambiado es el
juego mismo.
Un sueldo es, en un 99% de casos, insuficiente para sostener un hogar.
La jubilación es un fracaso. O usted mismo se jubila o el sistema lo estafa.
Hemos visto el caso de personas mayores que luego de trabajar 25 o 30
años, ahora reciben una miserable pensión.
Por otro lado, el estudio ya no es garantía de nada. El que puede y quiere
estudiar que lo haga, pero que al egresar trace un plan para ser libre o
terminará como empleado sin mayor horizonte.
Hagan negocios. Tenemos que luchar no para comprarnos un carrito, sino
para ser libres. Sin pensiones, sin jubilación, sin horarios, sin planillas, sin
jefes....LIBRES ES LIBRES!!


Cuando usted empiece, empiece con todo. A todo motor, con el tanque
lleno.
Y si está retomando el vuelo o levantándose de algún tropiezo, entonces
hágalo a lo grande, con patada voladora.
Señores, la vida hay que vivirla con postura. Usted puede sumar deudas o
tener cualquier apuro, pero no puede ir por allí comportándose como un
perdedor. Es así de sencillo: los que agachan la cabeza nunca ganan.
Podemos estar pasando un mal momento, pero nosotros no somos malos.
Podemos tener deudas, pero no somos tramposos.
Podemos estar sin nada, pero no somos unos don nadie.
El punto es que para cada problema hay una solución, pero antes tiene que
haber un ganador y ese es usted.
Cómo se reconoce al ganador?
Su autoestima está arriba. Con dinero o sin dinero, él primero. Con
autoestima arriba usted le planta cara a la vida y a cualquier ser humano. La
persona que sabe lo que vale mira de igual a igual a los demás. Nunca de
abajo para arriba. Ese es el empresario: el que no se esconde porque debe
unas pesetas, el que sigue creyendo aunque le dejen solo, el que sigue
corrigiendo sin importar la cantidad de intentos. Es una cuestión de actitud,
no de dinero. Porque el dinero no te hace millonario, solo confirma que lo
eres.
En una ocasión un amigo estaba pasando un mal momento. Tenía problemas
financieros con un banco y ese problema se extendía hasta su casa. La
esposa reclamaba que su esposo, el padre de sus hijos, cada vez llevaba
menos dinero a casa, y encima era un papá ausente. Todo el día corriendo en
el negocio, caminando de aquí para allá, negociando con clientes, con
proveedores y con empleados, y aún así no alcanzaba. Malos cálculos le
jugaron en contra: ahora tenía el banco encima. Mi amigo recuerda que en
su cama eran tres: él, su mujer y al medio las deudas.
La preocupación lo estaba debilitando. Señores, justo en esos momentos es
que se requiere FUERZA MENTAL Y EMOCIONAL. Porque cuando usted sabe
lo que hace, usted sabe que una cosa es la siembra y otra la cosecha. Solo
hace falta claridad para ver el futuro y mantenerse en el camino. Cree que es
fácil avanzar sin dinero? Cree que es sencillo seguir intentando cuando no ve
resultados?
Esto no es para cualquiera, es para titanes.
Hace falta postura, carácter, decisión. El ganador tiene los huevos en la
mente, y no abajo. Igual la mujer que es guerrera: su órgano de fortaleza
está arriba y no entre las piernas.
Dejemos que los bolsillos estén tranquilos y no nos amilanemos ante nada ni
nadie. Ni ante el banco, ni ante ningún prestamista. Que nadie coma de
nuestros apuros, ni de nuestras preocupaciones. Estamos para ser ricos, no
peones!
Así que de pie, ante todo de pie!!!


Usted elige qué atraer a su vida. O atrae riqueza o atrae pobreza.
Las personas que se "sienten" pobres miran a sus bolsillos y dicen: "No
tengo", "No me alcanza", "no puedo", "no hay dinero."
El cambio de perspectiva exige que usted pase de mirar al bolsillo a mirar lo
que hay en su mente.
El dinero es lo de menos. En todos lados hay dinero. Pero verlo y atraerlo es,
básicamente, un esfuerzo mental. Se gana con la mente, se recoge con los
brazos.
¿Usted cree que la vida es trabajar para comprar unas "cositas"? ¿Cree que
la vida es para "matarse trabajando"?
No se trata de sobrevivir, sino de VIVIR. Vivir a lo grande!!



Facundo tenía un problema no en el bolsillo, sino en el corazón. Y a juicio de
su padre ese sí era un verdadero problema. ¿Cómo un ganador podía sufrir
tanto por un amor no correspondido? ¿Cómo un muchacho como el suyo,
con un negocio creciendo, podía permitirse tremendo acto de debilidad?
Es un problema muy común entre los jóvenes que hacen negocios. De pronto
cuando todo parece ir cuesta arriba, un golpe sentimental, un problema en el
amor, los desploma.
Ahí estaba Facundo, escuchando a su primo y a su tío.
Si se va, se va y punto. ¿A caso crees que es la única mujer en el mundo?
Dedícate a trabajar, hagamos negocios y después vas a ponerte a escoger.
Mira sobrino - decía el tío - amor y negocios corren por cuerdas separadas. Y
tienes que ser fuerte para no mezclar lo uno con lo otro. Del negocio pa
afuera ponte a llorar, grita, arrástrate si quieres, pero cuando estés aquí,
AQUÍ TIENES QUE ESTAR.
Ahí estaban los consejeros, dando cátedra, pero no parecían entender al
pobre Facundo. El chico se hacía el fuerte, pero todos le veían triste, alicaído.
Casi casi como dice la canción: "Flaco, ojeroso, cansado y sin ilusiones."
¿Qué hacer en estos casos? ¿Qué hacer cuando quieres dedicarte al negocio,
pero el corazón te jala?
Lo que hay que hacer - decía el padre - es un acto de sincera reflexión. Para
empezar, tienes que comportarte como un ganador. ¿Sabes eso? Un
ganador es el que sabe perder. Si la chica se fue es porque no te quiere. Y eso
no es malo, simplemente no te quiere. ¿Para qué vas a pedirle explicaciones?
¿Para qué vas a rogarla? Si eso no nace, no crece. Lo que hay que hacer es
llevar la pena con dignidad. No con lágrimas, sino con fuerza. Tú no estás
para ser alfombra de nadie. Segundo, un ganador tiene opciones. No puedes
atar tu vida a una chica, sino a una meta. Ella no es la última coca - cola del
desierto, para ser feliz no la necesitas. Ese es un invento que te has creído.
Mijo, haz que tu vida sea más atractiva. Tienes que levantar cabeza y ser
como el lobo: fuerte en la soledad, digno en el dolor. sin duelos, sin lágrimas,
sin mendigar, con la cabeza arriba.
Cuando Facundo salió de aquella sala salió fortalecido. Decidido a trabajar no
en estrategias "para convencer a su chica", sino en fortalecer su autoestima.
Una persona que pone en orden sus sentimientos, pondrá en orden
cualquier cosa. No puedes pretender construir un imperio si te la pasas
arrastrándote como un gusano, suplicando cariño, rogando por compañía.
Business son business y precisan cabeza fría!!!



Para hacer dinero hay que dejar de quejarse y empezar a enfocarse.
Salvo la muerte, todo tiene solución.
Hace años conocí una experiencia bastante ilustradora. Un empresario
venido de abajo, de pronto, está frente a una gran oportunidad. Su pequeño
negocio se dedica a la elaboración de generadores de ozono. El tipo es un
hombre de alta resolución, obstinado en hacer que su empresa sobresalga.
Claro, viene de abajo y la pobreza no le gusta. El hambre le ha hecho rebelde
y por eso le ha prometido a su mujer y a su pequeña niña que nada ni nadie,
impedirá su progreso.
Entonces quizá su rasgo más notorio es el de ser un soñador dispuesto a
convertir centavos en millones. El tipo ha empezado su negocio y trabaja de
sol a sol. Día tras día, sin vacilar, sin derrochar, todo por construir futuro.
En una ocasión un cliente, que hasta entonces le hacía pequeños pedidos, le
plantea un "gran negocio."
Tengo un contacto para colocar ozonizadores en todos los hospitales. - le
dijo.
Palabras más, palabras menos, se abrió la negociación.
Vieron los papeles, firmaron. Todo parecía ser de maravilla. El hombre
estaba entusiasmado. Todo parecía ir viento en popa. Se endeudó. Contrató
más gente. trabajó a toda máquina durante aproximadamente un mes. Con
ojeras, comiendo a destiempo, renegando con fulano y con mengano, todo
por cumplir.
Pero a la hora de la verdad las cosas eran distintas. El flamante socio
desapareció del mapa. El contacto con los hospitales se hizo el loco y dijo que
no, que cambios administrativos dentro de la entidad en cuestión, obligan a
retrasar todo.
¿Qué hace usted cuando, por cumplir, se ha tenido que endeudar?
¿Qué hace usted cuando, por cumplir, redobla sus esfuerzos, pero todo
resulta en vano?
¿Qué hace usted cuando le fallan?
¿Qué hace usted cuando le mienten?
¿Qué hace usted cuando no solo ha perdido tiempo y dinero, sino la
confianza de gente que creyó en usted?
¿Qué hace usted cuando cree que ha cometido un error?
¿Cree que la salida es quejarse?
¿Cree que la salida es lamentarse?
¿Cree que la salida es llorar a toda lágrima?
Señores, aquí es donde aparecen los líderes: CUANDO EL ACEITE QUEMA.
Cuando otros mirar para atrás y pierden tiempo, los líderes miramos el
futuro y hacemos planes para construirlo.
El empresario en cuestión esperó una semana, dos semanas, un mes...hasta
que se dio cuenta que para tener éxito no hay que esperar a nadie.
Señores, ese es otro rasgo de los líderes. Los líderes no rogamos. Los líderes
no esperamos. Los líderes, AVANZAMOS!!
Cuando todo parecía oscuro, cuando la esposa reclamaba diciendo: "yo te
dije...yo sabía que te iban a engañar!", y cuando todo el mundo llamaba para
cobrar, el tipo sacó una carta bajo el brazo: reunió a un equipo de
vendedores, él mismo les convenció de vender sin un básico, todo a
comisión, les capacitó y juntos salieron a visitar clínicas, restaurantes,
hoteles, todo puerta a puerta y vía web, ofreciendo las bondades de sus
ozonizadores de aire y agua. En un mes movieron todo el stock: 1500
aparatos.
Allí nació un nuevo empresario. El hombre cometió un error, paso apuros,
quizá tuvo un exceso de confianza y se aprovecharon de su falta de
perspicacia, pero ahí se formó un titán. Paso apuros, ganó experiencia.
Señores, las deudas se pagan. Los problemas se superan. Si perdimos una
oportunidad, tomamos la siguiente. Podemos levantarnos de las caídas, pero
antes hay que levantarnos de la mala actitud. Quejarse no es negocio. Es
hábito de pobres, no de millonarios.
Alto el pensamiento!!



Probablemente mientras usted duerme, usted gasta. Entonces la pregunta
natural es: ¿Por qué usted no es capaz de ganar dinero mientras duerme? El
arte de hacer que el dinero trabaje para nosotros exige ciertos requisitos:
#1 Que usted entienda el juego de la riqueza.
#2 Que usted entienda que para ganar dinero mientras duerme, primero
debe trabajar sin dormir.
#3 Que usted entienda que no debe trabajar para hacer dinero, sino para
construir activos. Usted hace los activos, los activos hacen el dinero.
Todo esto exige un nivel mental de alto calibre. La persona que piensa como
pobre nunca entrará a las grandes ligas. Simplemente deberá conformarse
con un sueldo o, a lo mucho, con golpes de suerte. Porque para hacer
millones hay que tener el termostato de millones.
EL SOÑADOR
El breve relato señala que dos jóvenes regresaban a su casa. Venían de cerrar
su pequeño taller. Pese al cansancio, a la soledad y a la todavía pobreza
material, ellos eran dos jóvenes soñadores. Estaban empezando como
empiezan los que no tienen dinero, sino hambre.
Parados en la pista, esperando a que la luz del semáforo se ponga en verde,
ven que un precioso carro pasa a toda velocidad.
Coño!! pero que tal caña!! - exclamó uno de los chicos y luego preguntó al
otro:
¿Te gustaría llegar a casa en una carro así como ese?.
Por ahora - contestó el otro - solo llego con mi pasaje. Pero en unos años vas
a ver...
Señores, se dice que el joven de la respuesta es Amancio Ortega. El otro
chico es uno de los primos con los que empezó su proyecto textil.
El español que hoy por hoy es uno de los hombres más ricos del mundo, no
nació en cuna de oro. Su inicio fue como el de usted o quizá un inicio todavía
más difícil, más accidentado. Y, sin embargo, allí está la prueba de su actitud.
"Por ahora no llego a casa con un carrazo, solo llego con mi pasaje....pero en
unos años vas a ver!!"
El problema de muchos es que quieren tirar la toalla antes de la cosecha. Se
ponen tristes porque no ven la fruta en el árbol. Señores, para ver un
imperio...primero hay que ver el sueño. Mañana, tarde y noche, todos los
días, sea cual sea el resultado, USTED TIENE QUE SOSTENER EL SUEÑO.
Es una premisa: No importa lo que hay en el bolsillo, lo único que importa es
lo que hay en la mente.
Hoy día seguramente usted llega a casa con el pasaje.
Hoy día seguramente usted llega a casa con la misma ropa desgastada con la
que empezó,
Quizá apenas alcanza para el combustible.
Usted quizá, incluso, ve que otros progresan; que otros lucen sus
adquisiciones. Usted paga por aquí, paga por allá. Su gente cobra primero,
usted es último.
ES EL PROCESO: Eso pasa cuando trabajas por un sueño y no por un sueldo.
Así que no claudican los pequeños, claudican los débiles.
Señores, mantengan el sueño. Si se cae el sueño, se cae todo. No estamos
pasando malos tiempos, estamos pasando UNA PRUEBA.

Muchas veces en la vida encuentras personas que son más listas, más
rápidas, más ricas, más poderosas y más dotadas que tú. Sólo porque te
llevan ventaja no significa que no puedas ganar la carrera. SI CONSERVAS LA
FE EN TI , HACES LAS COSAS QUE LA MAYORÍA NO QUIERE HACER Y SI
SIGUES HACIENDO PROGRESOS DIARIAMENTE, la carrera de la vida será
tuya.

El año pasado Bill Gates dijo que, de haber nacido en un país pobre, él
empezaría un negocio dedicado a la crianza gallinas. Naturalmente, el
hombre más rico del mundo lo dice luego de haber estudiado el tema.
Además de concluir que la crianza de gallinas tiene un poderoso impacto
social en las zonas más necesitadas, Gates sostiene que "es un negocio que
requiere poca inversión y el potencial de ingresos no tiene techo."
La gallina es el negocio y la idea es que la gallina pueda generar nuevas
gallinas y cada una de ellas genere ingresos diariamente.
Pongamos una referencia:
Una señora tiene un negocio de comida. Un restaurante muy bien ubicado y
ofrece platos muy bien rankeados. Todo apunta a que el negocio tiene
futuro. Sin embargo, aquella señora no se hará rica con un restaurante. A ella
le podrá ir bien, podrá ganar dinero, podrá tener un negocio próspero...pero
si quiere hacerse rica, entonces tiene que mirar más allá.
Si ella quiere hacerse rica debe pensar en crear un red de restaurantes. Debe
pensar en tener varios locales en distintas ciudades, funcionando sin ella (su
creadora), solo a través de UN SISTEMA DUPLICABLE.
La duplicación hace que los ingresos tengan potencial infinito. Los ingresos
no tienen techo. Podemos ganar tanto como dupliquemos.
Y allí están los residuales. Los residuales son ingresos de rico.
Los residuales provienen del trabajo que hicimos en el pasado. Residual
viene de residuo: queremos el residuo de una red de establecimientos.
Por eso usted debe, primero, entender cómo ganan los ricos. En otras
palabras, lo importante es que primero usted gane en LA FORMA en que
ganan los ricos. Acto seguido, su reto es ganar LAS CANTIDADES que te harán
rico. En ese orden, primero la forma (la manera) luego la cantidad (las cifras).




La pobreza está en la mente, pero la miseria está en el espíritu y eso es peor.
La pobreza puede ser un problema de ignorancia, pero la miseria es un
asunto de conciencia.
Papá siempre decía que en una casa puede faltar dinero, pero no cultura.
Usted puede estar con sus finanzas abajo, pero debe estar con la moral
arriba.
La moral es más importante que el bolsillo.
La moral es más importante que la cuenta bancaria
La moral es más importante que las deudas.
Un tipo crece en un hogar humilde, pero tiene ambición y ese mismo deseo
le pone en ventaja. El tipo empezó abajo. Hace negocios aquí y allá. De haber
empezado prácticamente con una mano adelante y otra atrás, ahora tiene
dinero, propiedades, negocios. Todo parece un caso de éxito. ¡He aquí el
joven que se ha sobrepuesto a la adversidad! ¡Un emprendedor del siglo
XXI!
Por fuera todo bien, pero si miras por dentro: hay miseria.
Hijos por aquí e hijos por allá. Hijos no reconocidos. Padres olvidados.
Hermanos distanciados.
El punto de la pequeña historia es que la miseria no es asunto de dinero, sino
de espíritu. Hay pobres que son miserables y hay ricos que son miserables.
Hay pobres que viven como las bestias, que se aparean con cualquiera y que
a lo mucho solo llegan a ser esclavos del estómago y de las cosas. Y hay gente
con dinero que es igual: son bestias convertidas en máquinas de hacer
dinero. Punto, allí no hay más. Ignorancia arriba, e ignorancia abajo.
Hay un autor que dice: “sal de la carrera de las ratas antes de convertirte en
rata.” De la carrera de las ratas sales con educación financiera. Pero solo
puedes evitar convertirte en rata con CULTURA.
La persona que vive en la miseria puede negarse a ver cualquier rayo de
conocimiento y quedarse al margen dejando que la vida le ponga en
circunstancias realmente tristes. Por ejemplo, hay miseria cuando uno deja
que, por necesidad, el dinero lo compre. Nunca, pero nunca, vendas tu
libertad a cambio de unas monedas.
Recuerde esto: “Al que no sabe, cualquiera lo engaña. Al que no tiene,
cualquiera lo compra." Otro rasgo de la persona que vive en miseria es que
ama las cosas y usa a las personas. Si realmente quieres ponerte en las
primeras filas de la vida, entonces hazlo al revés: ama a las personas y usa las
cosas. Esta es, por ejemplo, una diferencia entre ricos y pobres: la gente
pobre compra cosas, la gente rica compra experiencias. Las cosas se pierden,
se acaban, se desgastan; las experiencias son inigualables. Son
irrenunciables. Son únicas.
¿Usted solamente quiere tener el mejor auto en su estacionamiento o quiere
tener la experiencia de haber compartido con su familia un bello atardecer
en la india? ¿Quiere trabajar para tener en casa el televisor más grande o
quiere hacer negocios para vivir la experiencia de ir con su hijo al estadio y
ver en vivo la final de la champions league? ¿Quiere recordar que ha vestido
con las marcas más caras o quiere recordar que ha tenido el placer de dormir
en áfrica y ver el cielo estrellado? La persona que de verdad tiene riqueza es
la persona que ama a las personas, usa las cosas y crea experiencias. Se trata
de vivir, no de ser vividores. Por eso una cosa es ser pobre y otra es ser
miserable!!



En cierta ocasión una madre de familia dijo: "Quiero comprar este regalo
para mis hijos". Entonces el esposo, atento a unos cuantos metros de
distancia, le dijo:
"Eso está muy caro, no estamos para comprar regalos, vive tu realidad".
Esa respuesta lo fue todo. La mujer ya no podía con el conformismo y en su
fuero interno pensó: "Si el problema es nuestra realidad, entonces vamos a
cambiarla."
Esa es la actitud con la que hay que encarar la vida.
No deje de dar a sus hijos lo mejor por falta de dinero.
No deje de ayudar a su familia por falta de dinero.
Jim Rohn, conocido como el filósofo de los negocios, recordó una anécdota
personal:
"Antes yo decía ´las cosas cuestan mucho´. Entonces mi maestro me aclaró la
cuestión diciendo ´El problema no es que las cosas cuesten mucho. El
problema es que Ud. no puede pagar lo que cuestan.´ Ahí fue cuando
entendí que el problema no eran las cosas, el problema era yo."



Al observar a los elefantes en cautiverio, se advierte una constante: son
animales que estando privados de su libertad no se reproducen. Otro dato:
Sin libertad, ellos parecen ser los animales más tristes.
Señores, los seres humanos somos muy parecidos. Sin libertad, vamos
muriendo lentamente. Pero a diferencia de los elefantes, usted no necesita
que lo liberen: USTED MISMO SE TIENE QUE LIBERAR.
Un escritor decía que "hay personas que mueren a los 21 pero son
enterrados a los 70." Es decir, el escritor decía que hay personas que pasan
49 o 50 años, sin pena ni gloria; como jornaleros sin horizonte. Pagando aquí,
comprando allá. Apagando sus incendios y nunca construyendo su paraíso.
¿Qué se necesita para que un ser humano levante la cabeza?
¿Qué se necesita para que un ser humano se rebele ante la miseria?
¿Qué se necesita para que un ser humano jamás se vea en la necesidad de
vender su libertad a cambio de unas pesetas?
Lo que se necesita es DECISIÓN. La libertad - como decía Covey - es una
ELECCIÓN. Usted debe elegir ser libre.
No importa cuánto dinero este ganando,
No importa cuál sea el trabajo que realiza,
No importa por qué razones está donde está,
No importa las pocas habilidades que ahora tenga,
Lo único que interesa es que quiera salir de allí.
Lo único que interesa es que quiera dar paso hacia arriba y tome esa
decisión.
El dinero es lo de menos. En este juego es lo último. Lo primero es recobrar
la fuerza de espíritu, la fe en uno mismo, la dignidad personal y la creencia de
que podemos triunfar, podemos ganar, podemos vivir mejor.
Un ejemplo:
Había un chico que a la edad de doce años ayudaba a su papá en la
fabricación de velas y jabones. Este chico tenía 16 hermanos. Es decir, era
integrante de una familia numerosa y humilde. El dinero nunca alcanzaba.
Algunos de los hermanos enfermaron, otros se casaban y así la pobreza se
iba extendiendo poco a poco.
Cansado de eso, el muchacho consigue trabajo como ayudante de una
imprenta. Le hacían trabajar 13 o 14 horas diarias por un pago poco decente
para su esfuerzo. Pero el chico quería salir adelante, quería emprender una
nueva vida. Así que siendo ambicioso, tomó la decisión de construir futuro.
Su tiempo libre, lo dedicaba a la lectura. El poco dinero que ganaba tenía tres
destinos, en éste orden:
una parte para ayudar a la familia,
otra parte para mantenerse,
y otra parte para el ahorro.
Cero diversión, cero gasto innecesario.
señores, esa es la persona que quiere triunfar, que no le interesa el placer
momentáneo sino el futuro ganador.
Y entonces el chico iba escalando y escalando. Debido a su buen desempeño,
conseguía mejores trabajos. Hasta antes de los 24 años migró a otras
ciudades en busca de oportunidades, pero no siempre tuvo éxito.
Lo importante es que el chico permanecía hambriento. El no se quedó a
llorar y se resignó porque ese era su destino. No, nada de eso.
A la edad de 24 años, luego de reunir un capital, abre su primer negocio y
entonces empieza el giro de su vida.
Señores, lo demás es historia. Ese chico es Benjamín Franklin, el empresario,
hombre de ciencia y gran filósofo de américa.
Nació en una familia de 17 hermanos. Origen humilde. Ayudante de una
imprenta, trabajador de librería, un muchacho por el que nadie daba un
centavo. Años trabajando, pero con un sueño en la cabeza.
Uno puede tener raíces pobres, pero no tiene que tener sueños de pobre.
Usted debe aspirar a más.
Le están pagando poco? usted puede ganar más.
Siente que ha nacido en la pobreza? Puede elegir vivir en la riqueza.
En este camino, en este proceso,
está permitido perder dinero,
está permitido dejar pasar algunas oportunidades,
está permitido ganar experiencia con errores,
pero no está permitido PERDER TIEMPO.
No se haga viejo haciendo ricos a otros. Viva su vida ahora.
No toleremos un sueldo miserable pensando que nos lo van a subir. Mejor
hagamos nuestra propia ganancia.
No esperamos a que "el jefe" esté de buen humor, mejor seamos nuestro
propio jefe.
Dejemos de trabajar para esperar al fin de mes, y empecemos a construir
para esperar a nuestro próximo cliente.
Señores, el futuro empieza ahora; no mañana. No confiemos en la suerte,
confiemos en nuestra capacidad. Pasaremos días de hambre? pues los
pasaremos. Iremos solos? pues iremos solos!!
Siempre de pie, nunca agachados!!



Es fácil quedarse al margen y decir que “no hay empleo”, que “pagan poco”
o pasarse el rato culpando al gobierno. Eso lo hace cualquiera. Y, en el fondo,
esa actitud solo sirve para alimentar nuestra pobreza interior.
Si quiere mejorar sus resultados, el consejo es: CAMBIE USTED. Porque si
usted se reconstruye, sus finanzas se van a reconstruir.
No hay que inventar la pólvora, solo hay que tener sentido común.
Un ejemplo:
Steve Scott era un tipo ordinario. Había perdido seis empleos y su futuro
parecía desastroso. Deudas por aquí, deudas por allá.
Sus amigos? Sus amigos se estaban haciendo ricos. Steven Spielberg (el
famoso director de la película Tiburón) había sido su compañero de carpeta y
el mundo se estaba poniendo a sus pies.
Chuck Norris, otro de sus amigos, estaba triunfando como actor.
A todos les iba bien, menos a él. ¿Cuál era el problema?
El problema no eran sus estudios, sino su visión del mundo. Sus mapas
mentales, sus creencias, eso le estaba volviendo cada vez más pobre.
Pero él podía pasar de ser un fracasado sin esperanza a convertirse en un
creador de negocios de éxito. Él podía ser un ganador.
Así que se dio cuenta que los ricos son ricos porque tienen un
comportamiento muy particular. Los millonarios no son millonarios por el
dinero que tienen, sino por la manera de comportarse ante los retos.
Eso mismo aplica para todos nosotros. No requerimos tener una abultada
cuenta bancaria, sino un estado mental ganador.
No hay que asustarse de las deudas, sino usarlas como peldaños para dar
saltos de gigante. Hay que hacer de nuestros negocios, negocios de
vanguardia.
¿Cómo? ¿Cómo lo hacemos? EMPIECE TRABAJANDO EN USTED. Luego de
hacerse rico, Scott escribió un libro magistral titulado "MI MENTOR UN
MILLONARIO."
Y allí explica las estrategias y las herramientas que pueden encaminar a
cualquier ser humano hacia un éxito ilimitado. Lea ese libro. Búsquelo.
Estúdielo. Aplique las lecciones.
Por ejemplo, en el libro usted encontrará lecciones que van desde una guía
para hacer dinero hasta pautas para negociar con gigantes.
Señores, la clave es formarse. Deje de pensar en el pasado, y proyecte el
futuro. El problema no es el dinero, el problema es nuestra manera de
pensar. Por eso solo hay que cambiar el chip.
No es el dinero, es la mente!!


AGRADECIDOS, PERO NUNCA CONFORMISTAS
¿Cuál es tu sueño?, le preguntaba el maestro a un señor de modesta
condición.
"Mi sueño es tener mis cositas y que la familia esté unida, eso es lo
importante", respondía el tipo.
Observe esa respuesta: La gente conformista quiere siempre "sus cositas."
La vez pasada fui testigo presencial de la conversación de dos jóvenes no
mayores de 30 años. Hablaban sobre la vida y sobre la riqueza. Entonces
llegó un punto en el que el intercambio de palabras, más o menos se dio así:
- Quiero darle un regalo a mi viejo por su cumpleaños. - exclamó uno de
ellos.
¿Qué le vas a dar?, preguntó el otro
Y esta fue la respuesta:
- He juntado una platita porque siempre he querido regalarle un carrito,
aunque sea de segunda, pero que ya sea de él. -
El otro joven cambia de expresión y en tono de reprimenda hace uso de la
palabra:
. - ¿Carrito de segunda? ¿Le vas a regalar un carrito, aunque sea de segunda?
¿Acaso tu papá es de segunda? ¿Crees que tu papá, que es sangre de tu
sangre, merece que le regales algo usado?
Viejo, demórate un poco y respóndeme con inteligencia.
Esa conversación siguió su curso, pero en ese fragmento se encierran varias
lecciones.
- Sin importar de dónde viene usted, jamás debe arrodillarse ante la pobreza
y agachar la cabeza para conformarse con lo que otros ya no usan.
- Está sobradamente demostrado que, sin hambre de éxito, simplemente no
hay éxito.
Reflexione y advierta que usted ya no está para "cositas".
Usted ya no está para andar "juntando y luego ver si le alcanza para comprar
sus cositas".
Señores, es tiempo de ganar en grande. Es tiempo de tener para comprar lo
que uno quiere, no lo que a uno le alcanza.
Usted tiene que pensar en grande. Eso no es ser pretencioso. Hable en
grande y haga que su esfuerzo sea del tamaño de sus ambiciones. Vaya por
lo nuevo, por lo mejor...no se rebaje, ni acepte que el conformismo gane el
partido.
Hay unas palabras que me gustan mucho: "Es mala cosa cuando la gente de
abajo en lugar de salir a la superficie, se conforma con tener limpio el fondo
del pozo"
Esto debe grabarlo: "Vivamos agradecidos, pero jamás conformados."


Usted proclama que le va mal y, sin embargo, todos los días va a su trabajo y
se ofrece como un recurso de bajo precio.
Usted dice que no hay dinero y, sin embargo, todos los fines de semana hay
gente que gasta en cerveza.
Usted dice que no hay dinero y, sin embargo, todos los meses hay gente
pagando por sus tarjetas de crédito
.
Usted dice que no hay dinero y, sin embargo, todos los fines de semana hay
discotecas repletas de gente divirtiéndose, hay almacenes repletos de
personas comprando cosas nuevas.
Usted dice no hay dinero y, sin embargo, en su país hay negocios que
facturan millones.
Como dice un amigo: "Hay plata, pero mucha gente no sabe ganarla."
¿Dónde está el dinero que usted no lo ve? La pobreza mental deviene en
ceguera.
Una de las primeras reglas del éxito financiero dice: "Para recoger dinero hay
que ver dinero." Nadie recoge lo que no ve.
El dinero esta botado, la gente camina sobre él, pero no lo recoge. Hay
dinero disfrazado de oportunidades.
El señor Banchero decía: “la única forma de recoger dinero es haciendo
negocios”. La pregunta es: ¿qué ve usted?
Hablamos desde lo que tenemos dentro. Si en su interior hay riqueza, usted
observará riqueza. Nuestra perspectiva es siempre un reflejo de nuestra
manera de interpretar la realidad.
Hay personas que, como no tienen dinero, creen que el resto tampoco lo
tiene. He aquí un buen dato: El hecho de que usted no tenga nada en sus
bolsillos no significa que el resto de gente este igual que usted.
La gente tiene algo que ofrecer al mercado, pero no quiere vender. Tiene
algo que dar, pero en la cabeza tiene miedos que le detienen. Usted va a
recoger dinero, pero primero debe recoger sus talentos y sus habilidades.
Recuerde esto: la riqueza no se gana con las manos, sino con las habilidades.
Dígame para qué es bueno, dígame cuál es su talento, y le voy a decir cómo
enriquecerse. Warren Buffett, quien es uno de los cinco hombres más ricos
del mundo, dice: “Sáquele provecho a lo que usted sabe, ahí está la riqueza”
Vea riqueza y construya imperios. Recuerde lo que decía un conocido
millonario: “para la persona que sabe trabajar todos los tiempos son
buenos”. Así que ajuste su perspectiva y sea de los que donde ponen la vista
ponen el éxito.


Lo que distingue a los empresarios es EL LIDERAZGO. Una empresa es una
organización que puede trascender a su fundador. Una empresa es una
organización que tiene etapas. Y para pasar esas etapas se requiere
LIDERAZGO. Es la vitamina, la píldora mágica.
No todos los inversionistas son empresarios.
No todos los vendedores son empresarios.
No todos los que poseen activos son empresarios.
Es decir, no todos los que obtienen libertad financiera son empresarios; y no
todos los que tienen capacidad para hacer dinero, son empresarios.
La condición de empresario tiene que ver con CAPACIDAD PARA CREAR.
Los empresarios vemos oportunidades donde otros no ven nada.
Los empresarios somos capaces de construir partiendo de cero; e incluso,
podemos construir con recursos ajenos.
Es momento de elevar la cultura empresarial de nuestros países. Banchero
Rossi solía "que no necesitamos meros comerciantes, sino empresarios."
Vayamos acabando con algunos mitos. Los empresarios no creamos trabajo.
Esa es una etiqueta que nos han puesto los políticos. LOS EMPRESARIOS
MEJORAMOS LA VIDA DE LA GENTE. Y eso, en ocasiones, quita trabajo.
Pongamos como ejemplo el teléfono. Una vez se inventó el aparato,
aparecieron los empresarios interesados en desarrollar la industria de la
telefonía. Pero eso supuso que miles de personas que por aquel entonces
trabajaban entregando mensajes (correo) salgan a las calles a protestar
porque el teléfono les quitaba sus puestos de trabajo.
Pongamos otro ejemplo: El USB. El pequeño dispositivo que sirve para
almacenar información, y que hoy día cualquier mortal puede llevar consigo,
salva más árboles que cualquier ONG ambientalista. El USB ha disminuido el
consumo de papel y con ello la mano de obra que se utilizaba en ése el
sector. El usb no ha creado más trabajo, sino que ha hecho que la vida de las
personas que trabajan con información, sea más fácil, más llevadera. Ya no
se ve gente con una carpeta bajo el brazo, sino con una memoria capaz de
almacenar la información que antes requería toneladas de papel.
Peter Drucker, el gran genio de la administración, advirtió que las dos áreas
más importantes de una empresa son el marketing y la innovación. Nótese
que no figuran las ventas. Nótese, además, que dice: “las dos áreas más
importantes de una empresa”, no dice: “no dice las dos áreas más
importantes del emprendedor o de la persona que quiere libertad
financiera”
Muchos suelen afirmar que las ventas son vitales porque ahí está el dinero.
En las ventas está la ganancia, afirma el común. Sin embargo, ese
pensamiento es - por así decirlo - limitado. Primero, porque la ganancia no
está en las ventas, sino en las compras. Y, segundo, el dinero no está en las
ventas, se recoge con las ventas. Es decir, el negocio no es vender, el negocio
termina con las ventas.
El marketing suele ser subestimado y a veces confundido con publicidad. El
emprendedor promedio piensa que marketing es hacer volantes, diseñar una
campaña de publicidad en redes sociales o poner algunos spot en medios
masivos. Peter Drucker (a quien se sugiere leer) sostiene que la función del
marketing es hacer innecesaria la actividad de las ventas.
Las ventas no son una causa, sino un resultado. Para la empresa que vende,
vender es el resultado de haber hecho bien las cosas. Fundamentalmente, es
el resultado de aplicar el marketing y la innovación. Y eso requiere liderazgo.
La vez pasada leía un comentario que decía: "La base de cualquier negocio es
la venta, si no hay venta no hay a quien liderar ni dirigir."
Es al revés: la base de cualquier negocio es el liderazgo. Si no hay a quien
liderar ni dirigir, no hay ventas.
Por eso, la función del marketing es hacer innecesaria la función de las
ventas.
Veamos:
La actitud del empresario del siglo XX era: "vamos a producir para luego
vender." Aquí no se aplica el marketing.
La actitud de los nuevos empresarios es: "Vamos a ver que necesitan, para
luego producir."
En el primer caso se produce lo que la gente no necesita y por eso se tienen
que hacer exagerados esfuerzos para vender, de lo contrario se pierde
dinero. Aquí hace falta aplicar la venta dura, que es motivar a la gente,
persuadir, "CONVENCER”, y a veces hasta manipular para engañarte y
hacerte comprar cosas que no necesitas.
En el segundo caso, la actitud de la empresa parte del entendimiento del
mercado. Steve Jobs dijo: "a veces la gente no sabe lo que necesita hasta que
se lo muestras", pero el mismo Jobs fue el que también dijo: "Lo que hagas
debes hacerlo pensando en el mercado, tienes que pensar como el usuario,
mirar hacia afuera."
Por eso aquí hablamos de las dos áreas más importantes para una empresa:
el marketing y la innovación. Y decimos que eso requiere LIDERAZGO.
Y el marketing lo puede aplicar cualquier organización, sea una empresa, una
organización sin fines de lucro, o cualquier otra. Porque es el marketing el
que hace que las organizaciones perduren.
Peter Drucker cuenta una historia muy sencilla para entender el marketing y
comprender su importancia.
Se dice que a un joven sacerdote lo envían a que se haga cargo de la iglesia
en un pequeño pueblo. El joven empieza a celebrar las misas, pero pronto se
da cuenta que cada vez vienen menos personas. La iglesia se está quedando
sola.
Entonces el joven sacerdote está preocupado y pese a que pone todo su
esfuerzo y su entusiasmo, la gente se sigue alejando. Cuando todo parecía ir
en picada, el muchacho hizo algo muy curioso. Sin saber, aplicó el marketing.
Como el pueblo era pequeño, decidió salir a visitar a las familias para
invitarlas a la misa. Iba de puerta en puerta. Pero su objetivo, más que
invitarlos, era conversar con las familias, entenderlos y comprender sus
necesidades.
El chico era un muchacho sencillo, caía bien pero no tenía esos rasgos de la
personalidad magnética. Sin embargo, con eso le bastaba para hacerse
amigo de la gente.
Señora - le preguntó a una vecina - le he visto en la misa pero ahora último
ya no está yendo. Me gustaría verle más seguido. ¿Ha pasado algo?
Lo que pasa es que cada vez que piden dinero - respondía amablemente la
señora - me siento incomoda porque yo no tengo para dar. La economía
anda mal como para diezmar.
Ambos se reían. Y seguían charlando.
Luego el sacerdote fue a otra casa. Le dijeron:
Padre, nosotros no vamos a misa porque a esa hora trabajamos.
En la casa siguiente un joven le comentó esto:
La verdad es que la misa me aburre, todo es muy serio, van puros viejitos.
Y así el sacerdote iba recabando información y, con esos datos, dejo de pedir
el diezmo, empezó a celebrar misas en diversos horarios, abrió el ministerio
de los jóvenes, el ministerio de los recién casados, en fin.
Semana tras semana la iglesia empezó nuevamente a llenarse de gente. El
sacerdote no hizo lo que a él se le ocurrió. Hizo los cambios a partir de lo que
los creyentes estaban pidiendo. Es decir, escuchó a su mercado.
El marketing nos permite descubrir qué es lo que realmente la gente nos
compra. Por definición, los seres humanos siempre compramos intangibles.
Pero eso varía de persona en persona. Es decir, podemos vender el mismo
producto, pero satisfacemos distintas necesidades.
Hay personas que va a Starbucks solo porque quieren un espacio para
conversar y, además, quieren acceso a las redes de Internet. Otros van
porque les está cerca y les ahorra el tráfico que significa desplazarse de un
lado a otro.
Por eso la empresa debe aplicar marketing. Y el empresario, con su liderazgo,
debe asegurar que eso ocurra.
El que hace que su empresa llegue lejos no es un vendedor, es un líder.
Liderazgo aplicado. Y recordemos aquella diferencia entre el líder y el
administrador: El líder es el que sabe lo que hay que hacer. El administrador
sabe CÓMO hacer. El líder tiene la visión, el administrador tiene la técnica. El
líder tiene el POR QUÉ, el administrador tiene el CÓMO.
Señores, no hay mejor negocio que el liderazgo.




EL MITO DE LAS VENTAS
Hace tiempo, inspirados en la conocida serie de la televisión colombiana,
dijimos que "sin ventas no hay paraíso."
Todos coinciden en que sin ventas no pasa nada. Se ha dicho que empresario
que no vende, no es empresario. Sin embargo, en perjuicio de una cualidad
superior, estamos ensalzando demasiado la "cualidad de las ventas."
La literatura del tipo "si no vendo no existo" es superficial. Primero, porque
sugiere que lo más importante son las ventas, y eso es falso. Segundo,
porque sugiere que las ventas son la ruta del éxito empresarial.
¿Las ventas definen a un empresario? Es decir, ¿Si no sabes vender no sirves
para hacer negocios? ¿Es realmente determinante la cualidad de las ventas?
Señores, no nos engañemos. Los grandes líderes del mundo empresarial, es
decir los que construyen imperios, no son "buenos vendedores", son líderes.
Pero usted dirá: ¿A caso un líder no es necesariamente un vendedor? La
respuesta es NO. Los líderes no son vendedores, son inspiradores. ¿Hay
diferencias entre inspirar y vender? NOTABLES DIFERENCIAS.
Nuestras empresas tienen que vender a montones, pero eso no quiere decir
que nosotros tengamos que "ser vendedores."
Quisiera ser enfático:
Hay vendedores pobres, y hay vendedores ricos. En tal sentido, las ventas no
te definen. Hay personas que son muy buenos dominando la oratoria, tienen
carisma, poseen un don particular para "caerle" bien a la gente y son
magistrales en el arte de cerrar ventas.
Sin embargo, allí los tienes, a veces bien, a veces mal. Incluso, a diario vemos
a vendedores saltando de empresa en empresa. Son comisionistas.
Vendedores de seguros que nunca salen del promedio y empiezan como
vendedores y terminan como vendedores.
Vendedores de autos que nunca ganan lo suficiente para comprar el auto
que les gustaría manejar. Son buenos vendiendo, pero no son buenos
liderando.
Y así, la lista de vendedores es larga.
Hace años tuve oportunidad de conocer a una persona que era realmente un
tigre de las ventas. Era un comerciante. En el verano se dedicaba a vender
productos de esa estación. Llegaba el día de la madre, y de pronto lo veías
vendiendo desde flores hasta todo tipo de pequeños regalos para que los
hijos le regalen a sus mamás. En navidad vendía desde panetones hasta
fuegos artificiales.
Este tipo tenía el don de las ventas. Era una persona "bien hablada", Nunca le
faltaba trabajo. Sabía ganar su dinero. Sin embargo, era una suerte de
saltarín: se dedicaba a los negocios de temporada pero a la larga no estaba
construyendo nada.
Señores, los vendedores pueden ganar dinero pero ganar dinero es una cosa
y construir un imperio es otra cosa.
Si lo que usted quiere es llegar al fin de semana con unos billetes, entonces
aprenda todo sobre ventas. Enfóquese en eso. Aprenda esas técnicas para
persuadir y “trabajar la mente” de los potenciales clientes en su decisión de
compra.
Pero si quiere construir un imperio, una empresa, una organización que
perdure en el tiempo, entonces en lugar de aprender sobre ventas, aprenda
sobre LIDERAZGO.
Los líderes no necesariamente tenemos carisma, pero si tenemos
INFLUENCIA. Y eso es liderazgo: influencia.
Los "gurús" más aplicados dirán que todos somos vendedores. Te dicen:
"desde que nacemos somos vendedores." "Para enamorar a tu pareja
necesitas ser un buen vendedor."
No aceptemos gato por liebre. Las ventas tienen que ver con transacción. Es
un intercambio de valor por valor. Y es un ejercicio estrictamente comercial y
de orden lucrativo.
Si ahora mismo yo le vendo a usted un lapicero o un auto, eso a mí no me
convierte en empresario ni a usted en mi cliente. Lo único que hemos hecho
es una transacción.
El niño que llora y llora para que le compren un helado logra su cometido por
insistencia. Las expresiones del tipo “el que la sigue la consigue” no tienen
que ver con ventas, sino con obstinada persistencia; y eso es siempre
producto de una cualidad humana, más no siempre una condición
empresarial. En otras palabras, las probabilidades de que usted consiga lo
que quiere a base de persistencia, en cualquier campo, son del 99%. Y no es
porque usted sea un buen “vendedor”, sino porque es obstinado.
¿El tipo que sabe vender puede enamorar a una chica? Probablemente, pero
ese ejemplo es limitado. Porque en última instancia las personas se unen
porque se prefieren. Se inspiran entre ellos. Eso de que todos “los días hay
que enamorar a nuestra pareja” debe ser aburrido. Porque no es que
tengamos que enamorarla todos los días, sino que todos los días ambos nos
enamoramos. Si tienes que hacer esfuerzos para “enamorar”, entonces el
caso está fregado. Por eso ese ejemplo no es propio de la venta, sino de la
inspiración, preferencia, elección, gusto personal, en fin.
Señores, el punto es que si usted realmente quiere construir negocios
grandes y de largo aliento, entonces debe saber que mejor que ser un buen
vendedor es ser un LÍDER.
La historia registra que los titanes no son precisamente vendedores. Por
ejemplo, pensemos en Henry Ford quien a propia confesión era "incapaz de
vender helados en una excursión de niños" y, sin embargo, era muy
competente para liderar la millonaria venta de autos.
Piensen en Steve Jobs, un tipo que en ocasiones era áspero en el trato con la
gente y que en alguna oportunidad confesó que "no tendría paciencia para
atender a un cliente", pero que se definía como un líder correcto. Él no
vendía, él lideraba.
¿Quiere otro ejemplo?
Matsushita, el japonés fundador de Panasonic y quien fuera declarado el
empresario del siglo XX, era incapaz de vender oro a precio ganga.
Matsushita afirmaba que no tenía el tacto para estar tratando de convencer
a alguien. Pero tenía una cualidad superior: tenía el don de inspirar. Si se lee
sus publicaciones y las memorias correspondientes, se podrá observar que
era un tipo de palabras medidas, todo lo opuesto a la "típica personalidad
magnética." Él no vendía, pero tenía la capacidad para organizar y liderar a
un ejército de vendedores que salía a ofrecer artefactos puerta a puerta a los
granjeros japoneses.
El español Calixto Romero es otro caso notable. Calixto Romero Hernández
era un jovencito de 16 años cuando llegó a Perú. Incursionó en la
exportación de sombreros. Era 1888 cuando el sombrero a nivel mundial era
un artículo indispensable para la vestimenta de la época. Al tipo le va bien, y
se expande. Pasa de ser exportador de sombreros, a ser un empresario de la
industria del algodón. Luego en 1902 compra las acciones del banco italiano
al que, posteriormente, le cambia de nombre y le pone Banco de Crédito.
Don Calixto Romero falleció y sin embargo sus negocios siguen en marcha,
pasando de generación en generación. El banco de crédito tiene más de 100
años. ¿Cómo un muchacho pasa de exportar sombreros a ser empresario del
algodón y luego banquero? ¿Por su gran capacidad para "vender" o por su
visión y su capacidad para liderar?
Ser buen vendedor no siempre es sinónimo de ser buen empresario. Más
aun, ser buen vendedor no es garantía de nada.
Vendedor y empresario son personajes distintos. A menudo una persona
puede reunir ambas condiciones, pero no siempre. Y de las dos, la condición
de empresario es FUNDAMENTAL. Y lo que define a un empresario es EL
LÍDERAZGO.
Ray Kroc era un aburrido vendedor hasta no bien entrados los 50 años. Tenía
problemas financieros. ¿Por qué si las ventas son la panacea el tipo no había
triunfado antes? Kroc no vio sus millones como vendedor, sino como
EMPRESARIO.
Fíjese, inspirar tiene que ver con el arte de comunicar, con el arte de ser
ejemplo. El inspirador no motiva, CONTAGIA.
El empresario no es un vendedor, es un líder que inspira Y ORGANIZA las
ventas.
Por su parte vender tiene que ver con persuadir, convencer y en ocasiones
hasta con seducir. Por eso el vendedor motiva y precisa ser motivado. Las
ventas requieren estímulos externos.
Conviértase en líder. Trabaje en usted. No piense como vendedor, sino como
LÍDER. No venda, inspire. Dirija, no entre en las minucias. Los titanes no son
vendedores, son constructores de organizaciones que en la práctica son
máquinas de hacer dinero.

"Un líder no es líder porque ha pasado por el camino de la experiencia" (aunque si hemos hecho eso que sugerimos realizar
claramente estamos en ventaja), lo que define a un líder es la capacidad para INFLUIR, no la experiencia. Por ejemplo, para
liderar a un conserje no se necesita haber sido conserje. Napoleón lideró a gente mayor que él, y con más experiencia. Lo
que demuestra la práctica es que el líder tiene una dosis de aventura. Se mueve en ambientes de incertidumbre, en donde
precisamente, no tiene experiencia. El creador de Uber nunca ha hecho taxi. Es decir, el liderazgo no es una posición que se
gana con experiencia, sino un rol que asumimos por la influencia que demostramos. Un líder no vende sueños, se los
compran. Y a menudo, el líder es el que avanza sin haber "vendido" su sueño. Al principio los líderes avanzan solos porque
no les creen o porque no les ven posibilidades reales de éxito. Es posible que en un principio los empresarios tengamos que
vender, atender clientes y hasta en ocasiones hacerlas de publicistas, pero eso solo deberá ser el principio. Porque lo que
realmente nos pondrá en ventaja es nuestra capacidad para LIDERAR, no para vender. Los líderes dirigen, señalan a dónde
hay que ir, ven en macro. A los líderes no se les pide que hayan recorrido el camino, solo se les pide que vayan adelante. Al
respecto, sugiero no confundir empresario con comerciante. Saludos y gracias por seguirnos.

La inspiración no es "venta de una idea." Tampoco es un ejercicio metódico. Es decir, la persona que inspira no suele
planificar su inspiración. Es más, suele suceder que la persona que inspira no busca inspirar, solo busca hacer bien las cosas.
Está demasiado enfocado en lo suyo como para estar pensando en "inspirar a otros." Y ese acto es precisamente el que
inspira: el ejemplo, los hechos. Es interesante porque el término inspiración tiene que ver con "dar iluminación" o "dar aire."
Le voy a poner un ejemplo: un señor ha puesto un negocio de comida. Se ha propuesto vender las mejores sopas de la
ciudad y le ha dicho a sus cocineros que su compromiso es con la calidad. Él quiere que su negocio ofrezca una sopa rica,
nutritiva y que esté a la altura de las expectativas del cliente. Así que reunió a todo su equipo y les dijo: "nuestra misión es
entregar una sopa de calidad." Pero sucede que en el primer mes sus ventas no han sido las esperadas. Pese a la publicidad y
a otros esfuerzos, las ventas están bajas. Entonces el encargado de la cocina le dice: "señor, podemos quitarle algunos
insumos a la sopa y así disminuiremos los costos. Podemos hacerlo por mientras." El empresario lo mira y le dice: "No.
Jamás vamos a sacrificar nuestra misión. La misión está por encima de los resultados temporales." Ese empresario hizo lo
correcto y dio un ejemplo a su gente. Les envío un mensaje: Con su respuesta les dijo "soy coherente", "si yo respeto la
misión, espero lo mismo de ustedes." Ese empresario les ha dado una clase. Una lección. Ya dependerá de ellos si la toman
o no. Lo cierto es que el tipo actuó de esa manera "no porque quiere inspirar", sino porque esos son sus valores. A eso nos
referimos con LIDERAR. Eso es Inspirar, dar el ejemplo. Por eso es fundamental entender que los líderes no buscan
seguidores, los seguidores los buscan a ellos. #2 No es que "falta ver si los súper vendedores desean tener un imperio o solo
quieren ganar dinero", porque cada uno elige su camino y cada uno es bueno en lo suyo. Ser vendedor no es malo. Todo lo
contrario, es muy bueno. Pero lo que sugiere el artículo es que si usted quiere HACER EMPRESA (es decir va dirigido a
quien quiere formar una organización que perdure en el tiempo) se debe pensar en LIDERAZGO. Alguien decía esto: "la
prueba del liderazgo es lo que pasa con tu negocio en tu ausencia." Vea el caso del BCP, son más de 100 años. Lo fundó el
tío abuelo, ahora lo maneja la tercera o cuarta generación. #3 No me he olvidado de "los beneficios de las ventas." Lo vamos
a poner en estos términos: vender es el fruto, el árbol es el liderazgo. Si queremos ventas, no tenemos que necesariamente
nosotros ser los vendedores. El liderazgo es un ejercicio muy amplio y, como consecuencia, trae ventas. Las ventas generan
ingresos. Los ingresos son el oxigeno del negocio. En otras palabras, las ventas son el oxigeno pero el liderazgo es lo que
produce oxigeno. Con liderazgo no solo haces relaciones personales, sino que puedes CREAR MERCADOS. Andrew
Carnegie es un ejemplo: el tipo no era vendedor, pero cuando había que ponerse la gorra de publicista se la ponía. Por
ejemplo, cuando nadie quería caminar por el puente que construyó, apelando a la creencia popular que sostenía que los
elefantes no caminan por estructuras mal construidas, organizó todo un show. Trajo un elefante y delante de todo el mundo
lo hizo caminar sobre su puente. De ahí en adelante se desarrolló el mercado del acero. Los empresarios fundadores de
Amway son otro ejemplo y un caso muy curioso porque pasaron de vendedores a empresarios y forjaron un imperio que
promete ir de generación en generación. No solo crearon un negocio que perdura en el tiempo, sino que son pioneros en un
mercado muy atractivo. Prácticamente ellos crearon la industria multinivel. Jay Van Andel y Rich DeVos se enfocaron en el
liderazgo. Finalmente, cazar oportunidades o tener el olfato para los negocios es cuestión de mentalidad, no tanto de
habilidad. Un abrazo y pa lante siempre!

En 1995 dos jóvenes se unieron para empezar un negocio textil. Eran socios y
se habían comprometido a ir en partes iguales. Ambos se conocieron y
forjaron amistad mientras trabajan en una gran corporación. Allí, siendo
empleados y hablando de esto y de aquello, surge la idea de emprender.
Tenían el sueño de hacer empresa. Querían ser hombres libres,
independientes. En palabras de uno de ellos, "la vida se ha hecho para vivirla
y no para andar agachando la cabeza ante un jefe", así que con esa actitud se
lanzaron al ruedo.
Una vez empezaron tuvieron ocasión de hacer contacto con un empresario
que promete darles la oportunidad soñada. Con el paso de las semanas, ese
empresario exportador de textiles se convirtió en su gran cliente: el cliente
del cual provenía el 80% de sus ingresos. El cliente estrella.
Entregaban pedidos y a los dos días cobraban. Así funcionaba todo. Los
pedidos eran cada vez más grandes, y los pagos también. Sin embargo, no
todo es color rosa. Para empezar, en un acto de completa ingenuidad, propia
de los principiantes, no advirtieron los peligros de la dependencia.
Un día el cliente hace un pedido cinco veces más grande de lo habitual. Los
jóvenes estaban alegres y se comprometieron en cumplir. ¿Cómo no van a
cumplir con un cliente importante? Hicieron préstamos, contrataron a más
trabajadores, y cumplieron. Ellos cumplieron, pero a ellos les fallaron.
Este empresario nunca les pagó. Vengan mañana, vengan pasado. Que la
otra semana. Que el cliente todavía no deposita. Que hay un retraso pero el
dinero llega en 15 días. Y así, corrían los días, las semanas, y los muchachos
estaban, literalmente, asfixiándose. Ellos se habían endeudado para cumplir.
Ellos debían pagar a sus trabajadores, debían a los bancos, debían a la
familia. Por cumplir con ese cliente, es decir "por no perder el negocio", se
endeudaron con todo aquel que se les cruzó en el camino. Total, era para
invertir. Entablaron una denuncia pero como corresponde a esos casos, el
asunto sigue su proceso y eso toma su toma tiempo hasta que las instancias
resuelvan. En fin, ellos podían esperar, pero sus trabajadores no. Las tarjetas
de crédito tampoco. Las deudas, no esperan.
Pero así son los negocios, sobre todo los negocios que hacen quienes
carecen del expertis que conceden los años.
Y entonces, cuando las papas queman, allí se ve a los ganadores.
Uno de los socios no soportó la presión de las circunstancias y abandonó el
barco. Tal era su decepción, que incluso hasta la amistad de los jóvenes se
vio perjudicada. Ambos repartieron las deudas, y emprendieron motor, cada
uno por su lado. El joven más sensible decidió volver como empleado. Hoy
día no quiere saber nada de los negocios.
En cambio, el otro muchacho es de otra estirpe. Tenía madera de
empresario. No se amilanó. Entendió que el asunto es cuestión de un simple
bache y que pese a la herida de muerte, hay que seguir peleando. ¿Qué
hizo? Empezó a tocar la puerta de sus clientes pequeños y de sus
proveedores. Y hablaba con los dueños, con sus colegas empresarios y ellos
veían en él a un muchacho con ganas de triunfar. Con ganas de recuperarse.
Viendo ese ánimo, le tendían la mano. Y para pagar a sus trabajadores, el
chico vendió su auto. Vendió su moto. Entendía que había que rescatar el
negocio y que el asunto no tiene nada que ver con el dinero que uno puede
perder producto de una estafa, sino con el sueño de sacar adelante el
proyecto. Sacar adelante un negocio es como sacar adelante un hijo y, como
tal, no se le puede abandonar en la peor de las circunstancias. O se lucha o se
lucha, nunca se huye. Han pasado los meses, el año, el año y medio, los dos
años y recién el muchacho ha saldado todos sus compromisos. Para inicios
de 1998 era nuevamente un empresario sin deudas, con el tanque lleno de
energía y con todo el aprendizaje de los errores cometidos. Ese chico a la
edad de 28 años se ha recuperado, ha pasado pruebas de fuego para su
pequeña economía, pero allí está, es un empresario.
Por eso, en ocasiones hacer negocios es hacer malabares.
Para hacer negocios no hace falta "meter plata", como suelen decir los más
corrientes de los comerciantes. Señores, no hay que "meter plata", hay que
meter INGENIO. Dinero pone cualquiera, ingenio pocos. Y eso es lo que
cuenta.
El empresario aparece cuando no hay ventas.
El empresario aparece cuando no hay clientes,
El empresario aparece cuando hay deudas,
El empresario aparece cuando hay que abrir nuevos territorios y estamos
solos.
Y eso requiere INGENIO, CARÁCTER, VISIÓN, LIDERAZGO.
¿Quiere otro ejemplo?
Mercado Libre. La gran plataforma de compra y venta online nació en
Argentina. Uno de los cerebros de ese gigante digital es Marcos Galperín, un
emprendedor, por así decirlo, "purasangre." Una vez empezó su negocio allá
por 1999, entusiasmado a más no poder, se puso a invertir como loco en
publicidad. Como suelen hacer los jóvenes que no son pecho frío, Marcos se
sobregiró. Sus cálculos le fallaron. Invertía en publicidad mucho menos de lo
que invertía su competencia, pero muchísimo más de lo que él realmente
podía costear. Es decir, empezó a volar con sus presupuestos. Corría el año
2001 y en aquel entonces se desata la burbuja de los negocios punto com.
El propio Galperín lo explica en una entrevista al diario La Nación:
"... esa época en la que estuvimos casi a punto de cerrar fue muy dura. Hubo
momentos en que la pasamos mal, mal. Hubo gente que me ha visto llorar
porque íbamos a cerrar la empresa. Pudimos resolverlo, nos llevó 6 años.
Nosotros medíamos cuánto efectivo gastábamos por mes (burnrate, en la
jerga) para ver cuánto tiempo de vida nos quedaba. Era terrible ese
momento..."
Señores, eso es hacer empresa. Es demostrar LIDERAZGO. Es tener un plan
para sacarle la vuelta a la adversidad. No basta con simple motivación, hace
falta reconocer errores, abandonar el pasado, y poner en marcha estrategias
para el futuro.
Como es de público conocimiento, Mercado Libre hoy en día es una firma
cuya plataforma mueve en conjunto transacciones por más de mil millones
de dólares al año. A Marcos le decían “Eso no va a funcionar, ya existen otros
portales que hacen los mismo”, “en América Latina la gente no compra por
internet” ¿Ahora dónde están todas esas personas? ¿Dónde están los que
decían que no se podía?
Hoy Marcos Galperín, más que millonario, es uno de los grandes ejemplos
del empresario de la nueva economía. Y es – de lejos y con acierto- uno de
los pocos latinos que se codea con los grandes de Silicon Valley.
Le voy a poner un último ejemplo:
A principios de 1950 Matsushita era una pequeña empresa japonesa.
Subestimada por todo el mundo. A su lado, Toshiba era un gigante. La
historia registra que en el año 1954 el presidente de Toshiba viajó a una
rueda de negocio realizada en Nueva York y declaró lo siguiente: "la mayoría
de japoneses son demasiado pobres como para financiar un lujo llamado
televisor." Así que Toshiba miró con desdén a cierta parte del mercado
japonés. Además de fabricar pocos aparatos, todos los destinaba al mercado
de la clase alta. La lógica de Toshiba era que “el televisor solo lo podía
costear la gente con dinero.” Por su parte, Matsushita - por entonces el
David de los electrodomésticos - veía el mercado con otros ojos.
Mientras Toshiba decía que los japoneses pobres no podían comprar un
televisor, EL EMPRESARIO Konosuke Matsushita ignoraba la pobreza de los
granjeros japoneses. Entonces organizó un ejército de vendedores para que
salgan a ofrecer sus televisores puerta a puerta.
Sabe usted lo que decía Matsushita? Decía esto: "Los granjeros van a
comprar, primero, porque ellos ignoran su pobreza. Segundo, porque no van
a comprar un aparato, sino la oportunidad que ofrece la televisión para
acceder al mundo exterior."
Lo demás es historia. En silencio, trabajando como la humedad, sin hacer
bulla, perfil bajo, Konosuke se metió al bolsillo a todo Japón. Durante años
lideró el mercado. El granjero que compraba el televisor, luego quiso una
radio, una linterna, y esto y aquello.
Capte el mensaje: Konosuke no despreciaba mercados. Konosuke no vendía
televisores, sino “la oportunidad para acceder a un mundo exterior.” El tipo
no tenía universidad, ni clases de neuromarketing, ni PNL, ni nada. Lo suyo
era pura visión!!
Señores, ése es el empresario. El empresario no se sienta a esperar que se le
presente la virgen. El empresario no se mueve por dinero, sino POR
LIDERAZGO. Bien dice aquel proverbio: "muévanse por visión, y no por vista."
Es con la mente, y no con los ojos. Es con ingenio, y no con dinero. Es con
liderazgo, y no con golpes de azar.
Preguntaba la vez pasada un amigo: ¿Cuándo nos vamos a hacer millonarios?
Cuando aparezca el empresario.- se respondía el mismo.
Señores, estamos para ganar no para intentar. Podemos hacer pausas, pero
no retrocesos.
Podemos estar ante problemas grandes, pero nosotros no somos enanos.
Es en la mente!!!



La naturaleza suele ser la mejor maestra y a menudo es generosa y directa;
solo hace falta observarle.
Pensemos en el Añumbí, una pequeña ave que es muy conocida por su gran
habilidad constructora. En algunos lugares se le conoce como "el leñatero."
Se destaca por construir su nido con pequeñas ramas y acolcharlo con lana y
césped suave. Es decir, el leñatero construye uno de los nidos más re-
confortables, estéticos y sólidos que se puedan conocer. Una pequeña
residencia con estilo.
Sin embargo, sucede algo curioso:
Por ser un nido cómodo y firme, es muy codiciado por otras especies de
pájaros, e incluso en algunas ocasiones por serpientes, que quieren criar en
él. Entonces se meten con el pequeño leñatero y le invaden su propiedad. Lo
sacan, le quitan su casa.
¿Qué hace el leñatero? ¿Pierde sus huevos? ¿Se pone a llorar? ¿Muere?
Se ha registrado que el leñatero es la única ave que construye dos nidos al
mismo tiempo. Es un ave inteligente: como sabe que su construcción es
codiciada, entonces construye dos casas para despistar al enemigo. Tiene un
nido que es más visible (más expuesto) y uno más oculto en el que la hembra
suele depositar los huevos.
El leñatero no sacrifica sus buenos gustos por "la seguridad." Podría construir
un nido más sencillo, más rustico, más simple y así evitar que violenten su
propiedad. Sin embargo, persiste en construir lo que él quiere: un nido con
holgura y confort. Y tiene un plan: tiene un nido alterno. Construye dos
casas.
Así que cuando pierde uno de sus nidos él no se pone a llorar, a quejarse y a
reclamar. Él tiene a dónde ir. Y se ha podido observar que no pierde tiempo:
tan pronto le quitan uno de sus nidos, empieza a construir otro. El tema es
que el leñatero siempre tiene que tener dos casas.
La naturaleza nos muestra ejemplos simples. Nosotros debemos hacer como
el leñatero: tener dos o más ingresos. Quizá no dos casas, pero si dos
ingresos, mínimo.
La incertidumbre y los tiempos caóticos están fuera de nuestro control. Sin
embargo, determinar cuántos ingresos queremos tener, eso sí está en
nuestra zona de influencia. Porque los ingresos se planifican, se construyen,
se trabajan.
Muchas personas andan por allí, expuestos a quedarse en el aire. Les cortan
el sueldo, y se quedan en nada. Se acaba su ingreso, y se quedan sin oxígeno
económico.
Hay un extraordinario pasaje bíblico que más o menos dice: "observa a las
aves, que ni siembran ni siegan, y sin embargo nunca las falta." Señores, a las
únicas aves que hay que alimentar es a las aves que viven en cautiverio.
Todas las demás se mueven, vuelan de un lado a otro en busca de alimento.
Las aves se mueven, nosotros también tenemos que movernos. Las alas son
al ave, lo que es la mente al hombre. Las aves tienen alas, nosotros tenemos
inteligencia. Imaginación. Así que no podemos estar quietos y aceptar el
conformismo y la pobreza como una cuestión del destino.
Y no importa dónde está usted ahora. Puede estar en una situación
complicada. Con deudas, sin dinero, con un trabajo pesado y sin tiempo para
usted…aun así, usted puede triunfar. Usted puede construir nuevas fuentes
de riqueza y lograr su libertad. Solo hace falta que empiece a trabajar no por
un sueldo, sino por un sueño. Se puede, no importa la edad, no importa la
experiencia ni el dinero, SOLO LA DECISIÓN.
Se trata de libertad, no de vivir por un sueldo!!
Seamos como el leñatero, pensemos en el futuro.

CÓMO FORMAR HIJOS CON POTENCIAL MILLONARIO
En algunas tierras mexicanas se cuenta, a veces a manera de chiste, una vieja
anécdota en la que se sugiere que un padre increpa a su pequeño de 12
años.
¿Qué pasa, Mijo? – Le dice el padre – Uno se parte la madre trabajando para
darle todo y en la escuela usted reprueba y reprueba.
El niño, que a sus doce años tenía la fama de ser inquieto y rebelde, escucha
con atención.
El padre continúa con el sermón.
Yo a tu edad no tenía lo que ahora te damos, por eso te digo que
aproveches. Mira el ejemplo de Benito Juárez, a tu edad ya andaba
pastoreando y era un trome.
Papá – responde el muchacho – a mi edad Benito Juárez andaba
pastoreando, pero a tu edad Benito Juárez ya era presidente.
Empezamos nuestro artículo con esa pequeña historia porque refleja lo que
ocurre en muchos hogares. Los padres quieren formar hijos ganadores, pero
ellos son inconsistentes. Una de las grandes paradojas de nuestro tiempo es
que exigimos mejores maestros, pero no mejores padres. Y la pobreza y el
espíritu perdedor nacen en la casa, no en el colegio.
Apuntemos algunos aspectos de nuestra historia inicial:
Primero, los padres caen en el error de la inconsistencia. Les falta coherencia.
Olvidan el poder del ejemplo. Quieren que los hijos lean, pero ellos nunca
cogen un libro.
Segundo, solemos caer en el más facilista de los errores que es la
comparación:
“Yo a tu edad era así…”
“yo a tu edad ya hacía esto y aquello”
“A tu edad fulano era así y asá.”
Es más, se plantea la vida en términos de una constante competencia al
punto que es muy frecuente escuchar a padres declarar con absoluta
naturalidad lo siguiente:
“Yo quiero que mis hijos sean mejores que yo”,
“yo quiero que me superen… ”
(No dicen “quiero que mis hijos sean felices”, dicen: “quiero que sean
mejores que yo.” Es decir, se les pone cierta presión o se les hace sentir
ciertas expectativas y nos comparamos constantemente.)
Educar a los hijos no es tan simple como suele parecer. Hoy en día existe una
crítica muy generaliza hacia la escuela, sin embargo no estamos siendo auto-
críticos. De nada sirve que mejore la escuela, si el hogar no mejora. Por
tanto, la clave no es tener a los mejores profesores, sino a los mejores
padres. Y esto requiere especial dedicación.
Si queremos formar niños con potencial millonario, lo primero que debemos
considerar es que antes de enseñarles sobre el dinero, hay que enseñarles
sobre la vida.
Las cuestiones de orden financiero son cuestiones meramente técnicas. Hoy
en día la literatura de educación financiera orientada a los niños, e incluso los
cursos que se imparten sobre el tema, tiene una marcada inclinación a
enseñarles a ganar dinero. Queremos que los chicos aprendan la importancia
del ahorro, que vayan desarrollando su ingenio para sacar a flote su
creatividad y su olfato empresarial.
Sin embargo, todo eso es técnica. Lo más importante son LOS PRINCIPIOS y
LA MENTALIDAD.
Volvemos al punto inicial: Educar niños no es un tema simple. Y para que
usted vea el asunto en real dimensión, pensemos en el Mahatma Gandhi.
El hombre que en el siglo XX se convirtió en la gran figura de la paz mundial,
a propia confesión, tuvo un asunto familiar que nunca pudo superar. Gandhi
era considerado el padre de todo un país, pero para su hijo era un extraño.
En una ocasión el Mahatma declaró que “su mayor arrepentimiento era no
haber podido ayudar a su hijo.” Y es que el hijo de Gandhi fue, incluso,
acusado de violación. ¿El hijo no estuvo a la altura del padre? ¿El padre
descuidó a su hijo? No se debe juzgar, pero se debe sacar algunas lecciones:
ningún éxito compensa el fracaso con los hijos. Lo decía el propio Mahatma
cuando escribió que “daría cualquier cosa por tener el afecto de su hijo.”
Señores, no se trata de tener niños con una alcancía llena de moneditas.
Tampoco se trata de tener niños que aprendan a vender. No, eso es lo de
menos. Tampoco se trata de que usted se haga millonario para que les
enseñe con más autoridad. Por el contrario, si queremos hijos con potencial
millonario tenemos que darnos cuenta que lo que un niño necesita es,
primero CONFIANZA; y, segundo, necesita una guía.
Subraye eso: LOS NIÑOS NO NECESITAN DINERO, NECESITAN CONFIANZA Y
GUÍA.
Veamos:
Primero, los padres deben ser conscientes que lo ideal no es tener hijos con
dinero sino HIJOS FELICES. Esa óptica cambia la perspectiva porque asume
que cada ser humano es único, tiene su propia vocación y por tanto tendrá
su propio camino.
El poeta Khalil Gibran no pudo haberlo dicho mejor:
“Tus hijos no son tus hijos, son hijos e hijas de la vida deseosa de sí misma.
No vienen de ti, sino a través de ti, y aunque estén contigo, no te
pertenecen. Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos.”
Entender esto es fundamental porque hay padres que creen que sus hijos
son una suerte de “objetos de su propiedad” que deben hacer lo que ellos
creen que está bien.
Segundo, los padres tienen que entender que lo importante no es que un
niño sea ahorrador, SINO QUE SEA SOÑADOR. Si usted quiere que sus hijos
sean realmente ganadores, pues debe alentarlos a que sueñen. Soñar es un
arte que se APRENDE, se transmite. Todos los millonarios son soñadores. De
hecho, no existe persona que haya pasado a la historia sin ser un soñador.
Lo que hace que los seres humanos seamos felices es la posibilidad de soñar.
Lo que tenemos en América Latina es la cultura de matar los sueños. A los
niños se les pide que sean “realistas.” Ejemplo: A algunos niños se les viste
con ropa usada. A otros niños, nunca se les lleva de viaje, y en algunos otros
casos, los padres nunca les cumplen las promesas que les hacen.
Cuando un padre alienta los sueños de su hijo lo que hace es darle algo más
importante que el dinero: CONFIANZA, CREENCIA. Y eso refuerza su
autoestima.
La vez pasada estuve en Colombia y un muchacho de aproximadamente 15
años decía que quería ser militar. El papá le decía “que mejor estudie una
carrera que le de dinero.”
El hermano mayor le decía “que no tenía estatura, que para ser militar hay
que ser alto.” Ellos no le decían: “vamos a hacer ejercicios, todavía puedes
dar un estirón, tu puedes, hay que prepararnos para el examen de
admisión.”
No, ellos le ponían limitaciones.
La gente se suele quedar con la historia de éxito de Bill Gates. Pero, a decir
verdad, el éxito de Bill Gates se debe, en buena parte, a la formación que
recibió de sus padres. Lean los consejos que le daba su papá. La historia dice
que la mamá lo formó con aquella máxima bíblica que dice: “De quien
mucho recibe, mucho se espera.”
El papá le aconsejaba “que haga lo que él creía”, y así es como dejaban que
lea lo que él quisiera, nunca lo obligaban…LE ORIENTABAN.
Se dice que en una ocasión al joven Bill le hicieron un test de orientación
vocacional. Todas las opciones eran carreras universitarias y el joven debía
elegir la carrera que más le gustaba. Al ver que no había la carrera de su
elección, el adolescente Bill dibujó un recuadro y al lado escribió CIENTÍFICO.
Los papás no se enfocaron en hacer que su hijo encaje en “el molde que la
sociedad nos impone”, sino a que siga su camino.
Esos son los padres ganadores. Los padres con mentalidad de riqueza
alientan, apoyan, orientan, dirigen; en cambio los padres con mentalidad de
pobreza reprimen, controlan, supervisan, no se comportan como líderes del
hogar, sino como jefes.
Tercero, lo padres están cayendo en el error de “hacer que los chicos hagan
algo para ganarse la propina.” Los consejos más corrientes sugieren eso: “Si
quieren propina, entonces que tiendan la cama. Si quieren propina, que
ayuden. Que aprendan que las cosas cuestan.” Error.
Los niños deben contribuir en la casa no porque les vamos a dar una propina,
sino porque deben desarrollar el sentido de la obediencia que es el que va
forjando su carácter. Dicho de otro modo, hay quehaceres en los que todo
niño debe apoyar porque es lo que corresponde.
Además, cuando se les acostumbra a darles dinero a cambio de que hagan
algo, inconscientemente se cae en el error de formarlos con mentalidad
lineal. Sin darnos cuenta los vamos formando para que “intercambien
tiempo por dinero.” Si lo que usted quiere es enseñarles a ganar dinero,
entonces tiene que enseñarles no a obedecer por dinero, sino a que hagan
negocios.
Cuarto, los padres deben usar el dinero para crear confianza. Cuando un
pequeño de siete años se acerca donde su padre a pedir dos centavos de
propina, lo que ocurre muchas veces es que el padre le niega la propina. Le
dice:
“Ahora no”,
“no tengo”,
"no me alcanza",
"te doy mañana"
Incluso a veces les regañamos. Con esa actitud lo primero que hacemos es
darles a nuestros hijos el mensaje de que somos padres pobres. Les
enviamos constantemente mensajes de escasez. Eso, aunque no lo creamos,
va menguando el modo en cómo los chicos nos ven. Los chicos se dan cuenta
cuando los padres sufren por dinero o, por el contrario, cuando son padres
solventes.
Piense en esto: USEMOS EL DINERO PARA CREAR CONFIANZA.
Le pongo un ejemplo:
Imaginemos que su pequeño le pide dinero. Le dice: “papá, dame cinco
centavos.” Entonces usted mete la mano al bolsillo y en lugar de darle cinco,
le da diez. Y no le hace preguntas. No le dice: "¿para qué los quieres?, ¿qué
vas a hacer? No, nada de eso.
Simplemente se los da, y se los da de buena gana. El niño se va a sorprender,
va a quedar muy contento y usted le hace creer que se ha olvidado. Pasa un
día, usted no dice nada. Pasan dos días y usted no dice nada.
Al tercer día usted se acerca a su pequeño y empieza a conversar. El chico
piensa que usted se había olvidado, pero usted lo ha estado observando.
Entonces usted entra en acción:
Hijo, ¿qué hiciste con los diez que te di? Y entonces usted escuchará las
respuestas: es muy probable que el niño haya gastado todo, o que aun tenga
algo guardado. Lo importante es que usted ha generado una oportunidad: la
oportunidad para empezar a conocer las tendencias de la conducta
financiera natural del pequeño, y justo allí es que podrá empezar a explicarle
a su hijo el poder del dinero.
Si ha gastado todo, ¿en qué ha gastado? De repente el chico compartió su
propina con algún amiguito y usted tiene un hijo solidario. Entonces podrá ir
guiándole con más facilidad. Podrá reforzar sus buenas tendencias y corregir
las malas. Recuerde aquel proverbio que dice: “Instruye al niño y de grande
no se apartará de su camino”, o aquella otra cita que dice: “Forma un niño
rico, y evitarás a un adulto pobre.”
Señores, se trata de formar hijos que sueñen. No queremos hijos que
aprendan a “cuidar su dinero”, sino hijos que aprendan el valor de la libertad.
No queremos hijos que aprendan a ganarse una propina, sino que aprendan
a hacer negocios. Pero por encima de todo, queremos hijos que sigan sus
sueños, que sean felices.
En la revolución de 1968 allá en Francia, uno de los lemas de la juventud que
protestaba era el siguiente: “Nos han dado de comer, pero no nos han dado
razones para vivir.” Aquella frase tiene un profundo significado. No hay
mejor razón para vivir, que un sueño. De ahí la importancia de enseñarle a
nuestros hijos a soñar.
Jim Rohn sugiere un ejercicio: lleve a su hijo a que conozca el barrio donde
vive la gente más rica de su ciudad; luego llévelo a que conozca el lugar
donde vive la gente más pobre. Que los niños vean esos contrastes. Que
hagan preguntas. Que cuestionen porque algunos son pobres y otros ricos.
Finalmente, quiero que recuerde lo siguiente: la gente rica compra
experiencias, la gente pobre compra cosas. Sus hijos no van a recordar los
juguetes que usted les compraba, sino los momentos que usted compartía
con ellos. Experiencias: viaje con sus hijos, juegue con ellos, vivan aventuras
en familia. Si su hijo quiere ser artista, apóyelo. Si quiere ser matemático,
pues apóyelo.
La idea no es que herede una empresa, sino que herede el legado de una
persona que es capaz de seguir un sueño. Porque a fin de cuentas lo
importante no es que aprendan a ganar dinero, sino que aprendan el arte de
hacer que su pasión les de dinero.
Señores, queremos padres ricos. Hogares ricos. Hogares felices. Seamos
honestos: Nuestros hijos no son nuestra propiedad. Nuestros hijos necesitan
alas, las alas son los sueños. Nosotros somos sus líderes, no sus jefes.



LA COMPUTADORA DEL MILLÓN
Luis Alfonso Moscol había intentado en varios negocios. Empezó a importar
ropa de EE.UU, y no le funcionó. Luego incursionó en el negocio de los vinos,
y tampoco le funcionó. Su joven esposa, aunque le apoyaba, por momentos
le presionaba porque el futuro de su pequeña niña no podía estar a merced
del “negocio del momento.” Y así andaba Luis Alfonso.
La esposa le decía:
“Porque mejor no consigues un trabajo”
“Yo puedo hablar con mi tío para que te de una mano”
“Deja de intentar e intentar, busca algo serio”
“Consigue un trabajo, al menos eso es algo seguro”
Sin embargo, a sus 27 años Luis Alfonso había resuelto que NUNCA MÁS
volvería a ser empleado de alguien. Su hermano mayor le alentaba
diciéndole: “por nuestras venas corre sangre de empresarios. Sigue
intentando.”
Y así empezó a importar de China. El negocio iba muy bien, hasta que
problemas con la aduana complicó todo. Volvió a intentar en el mismo rubro,
hasta que desde China lo estafaron. El tipo estaba buscando algo nuevo, algo
diferente, algo que realmente pueda ser sostenible y altamente rentable.
Le presentaban propuestas como las de Forex y las descartaba. Le hablaban
del Bitcoin y asuntos parecidos, y también los descartaba. El tiempo corría y
el tipo lo único que sumaba eran deudas. Deudas con el papá, deudas con el
hermano, deudas y más deudas. A fin de cuentas la familia, el padre y el
hermano, le apoyaban porque veían que el muchacho no estaba
malgastando el dinero, ni lo estaba tirando al agua. Era dinero que invertía,
pero el negocio no funcionaba.
Donde las cosas si se complicaban era en casa. Todo parecía indicar que
empezaba a cumplirse aquella frase que dice: “Cuando la pobreza entra a la
casa, el amor sale por la ventana.”
No obstante, para Luis las cosas empezaron a cambiar cuando su hermana le
habló de Internet.
- Google, Amazon, Facebook, eBay, mueven más dinero que cualquier banco.
Si tú quieres hacer dinero tienes que estar donde está el dinero. Olvídate de
eso de importar, eso es negocio tradicional. Lo que ahora tienes que hacer es
capitalizarte. Tú estás muchacho, tienes que aprovechar el momento.
¿Y qué es lo que hay que hacer? ¿Cómo funciona eso? Preguntaba Luis.
Y entonces la hermana explicaba:
En internet hay miles de compradores y vendedores. Los que están
haciéndose literalmente ricos son los que se dedican a vender productos
ajenos. Cuando las personas quieren comprar algo casi siempre lo primero
que hacen es buscar en internet. Y eso es creciente. Cuando las personas
despiertan: ¿qué es lo primero que ven? ¡Su Facebook, su WhatsApp!
Lo que quiero que entiendas es que muchas personas van a internet incluso
antes de levantarse de la cama. La pregunta es: ¿Tú puedes abrir tiendas y
ponerlas en piloto automático para que vendan? ¡Si! Eso es lo que mucha
gente está haciendo…
Pero eso es como una red de mercadeo, insistía Luis.
¡No, no!. Es un negocio como cualquier otro negocio. Imagínate que alquilas
tiendas para vender productos que otros fabrican. Si vendes, ganas. Si no hay
venta, no hay ganancia. Pero ve el potencial del negocio: esas tiendas son
online, una vez que la armas las dejas en piloto automático. Y puedes abrir
las tiendas que quieras. El reto es generar tráfico, o sea enviar gente a tus
tiendas, pero eso se sistematiza… mira, ya probaste de todo, prueba esto.
Cuando Luis Alfonso empezó el proyecto pasaba horas y horas detrás de una
computadora. En la cabeza de su esposa él no trabajaba. Le decía: “paras
metido en esa computadora, mejor sal a buscar trabajo.” Sin embargo, el
tipo no estaba perdiendo tiempo. No estaba en foros bizantinos, sino en
entrenamientos, y trabajando en la construcción de sus sitios. Al juntarse con
personas que hacían lo mismo y que ya estaban ganando, su confianza
aumentaba. A los meses llegó su primer negocio: las comisiones de una
quincena de trabajo bordeaban los 20 mil dólares. Su mente empezaba a
volar. La esposa ahora preguntaba: Mi amor, ¿cómo va NUESTRO negocio?
Los resultados, hablan. Los resultados, suelen apagar críticas. Y ese mundo
de internet está al alcance de todos. Sobre todo, de la juventud. Hoy día es
posible ganar, es posible hacer dinero aprovechando las grandes plataformas
del comercio online. Su computadora puede ser la computadora del millón.
De usted depende hacer negocios en Internet, o que en Internet con usted
hagan negocios.




Aquí una lista de consejos que son tan antiguos como vigentes y poderosos.
Quien quiera prosperar debe aplicarlos y hacer de ellos una constante:
- Nunca gastes más de lo que ganas.
Si quieres comprar algo que está fuera de tus posibilidades, primero haz
crecer tus posibilidades. Dicho de otro modo, no hagas crecer tus deudas,
haz crecer tus ingresos.
- Ahorra primero, gasta después.
Hay una frase que dice: "El dinero ahorrado es dos veces ganado." Y ya
sabes: ahorra para invertir, no para derrochar.
- Pagate a ti mismo primero.
Aplica lo que dice El Hombre más Rico de Babilonia: "el 10% de todo lo que
legla a tus manos es para ti."
- Haz un presupuesto y respétalo.
Las personas que derrochan son las personas que financieramente no tienen
un norte. Un presupuesto establece prioridades y sanos limites para evitar
tirar el dinero a la basura.
- Quien maneja sus emociones, maneja su dinero.
Dentro de toda persona derrochadora existe una persona con ansiedad. Para
manejar el dinero primero hay que manejar nuestros impulsos. El trabajo
emocional es fundamental.
- Aprende a invertir y genera más fuentes de ingresos.
Benjamín Franklin dijo: "No solo aprendas a ganar dinero trabajando,
también aprende a ganarlo invirtiendo." Es la clave: hacer que el capital se
multiplique. Hacer que trabaje por nosotros. Recuerde a T Harv Eker:
"Mientras más trabaje nuestro dinero, menos tendremos que trabajar
nosotros."
- Nunca gastes el dinero que todavía no has ganado.
Hay personas que piden al crédito pensando que fulano les pagará o que les
saldrá tal o cual negocio. Es decir, se endeudan en base a suposiciones. Error.
Cuando de gastos se trata, o es con efectivo o no hay nada.
Siempre ten presente que mientras más entrenemos, mejor nos irá. Si
queremos hacer más dinero, la clave no es trabajar más sino PREPARARSE
más. Empiece hoy, con lo que tiene. Recuerde: "quien puede en lo poco,
podrá en lo mucho." ¡Si hoy no puedes con 500 dólares mañana, no podrás
con un millón!



La mentalidad de ganador es la clave: cuando de negocios se trata nunca
ruegue, nunca se tire al piso. Que nunca le vean desesperado. Si va a morir
que sea de pie, nunca de rodillas. Sabes que vales millones y cualquiera no
tiene los millones que vales. No eres un cualquiera y si otros deciden no
hacer el negocio contigo, ellos pierden, tu no. Les ibas a hacer un favor, les
ibas a ayudar...pero ellos no se dejaron, ellos perdieron. Ellos han perdido la
oportunidad de trabajar con usted.
En tanto, usted siga en su marcha, probablemente ahora sin dinero, pero
siempre mirando en alto. Nunca agachado, nunca sumiso, nunca
mendigando, nunca rogando...SIEMPRE DE PIE!! Piense en estos términos:
usted es el premio y los ganadores se dan su lugar!!




EL SEÑOR QUE VENDÍA HELADOS
Una mañana de Abril de 1995 la familia entera estaba reunida,
precisamente, hablando sobre su negocio. Tenían una pequeña fábrica de
helados y el padre, por así decirlo, era el director de orquesta. Por su parte,
la madre registraba el detalle de cada centavo. Ni un peso, nada se movía sin
su autorización y sin el previo registro contable.
El asunto que los convocaba era el siguiente: El jefe de la familia estaba
delicado de salud. Tenía que viajar para hacerse algunos chequeos y en
tanto, alguien debía liderar el proyecto. Así que uno de los hijos debería
sucederlo y tomar las riendas del pequeño imperio.
El hijo mayor estaba enfocado en sus estudios. Ayudaba en algo, pero lo
hacía porque el padre le obligaba. La verdad era que veía el negocio con
cierto desdén.
El último de los hermanos, lo mismo. Cero negocios y poca actitud para el
trabajo. A fin de cuentas, era un muchacho de 16 años que perdía su tiempo
en los videojuegos y al que parece todavía no le había llegado el sentido de la
existencia.
El que tenía el perfil de hombre de negocios era el del medio, el segundo de
los hermanos. Bordeaba los 18 años y era un muchacho pro-activo y
visionario. Y pese a que estudiaba, su corazón estaba en el negocio.
En aquella reunión se movía como se mueven los hiperactivos. Caminaba de
un lado para otro explicando a su familia el plan que tenía para hacer que la
marca despegue. Que si hacemos esto y aquello, que si renovamos esta
máquina y que si compramos más carritos para vender…todo era
propuestas.
Nada de quejas, nada de lamentos, todo era propuestas y más propuestas.
De hecho, el muchacho era el que mejor relación tenía con los señores que
salían diariamente a vender en sus carritos naranja.
Era el hijo del dueño, pero se comportaba como el dueño. Una vez iba con su
papá camino a casa. Iban a bordo de un viejo Peugeot del 68 y mirando unas
bodegas, le decía: “¿Ve esas bodegas? Esas bodegas tienen que trabajar para
nosotros, en cada tienda tiene que haber una máquina exhibiendo nuestros
helados. ¿Te imaginas cuántas tiendas hay en todo el país? Hay miles. Que
cada una de ellas venda 10 helados por día. En cada tiendita una máquina
vendiendo nuestra marca...para mi esas bodegas tienen que ser mis cajeros
automáticos. Vamos a ser como Blue Bell. Hay que hacer una marca, una
marca poderosa, conocida, y eso hará que la gente solita venga a tocarnos la
puerta para vender nuestros helados.”
A medio sonreír el papá escuchaba. Dices que vamos a ser como ¿Blue
qué…?
Y entonces el hijo respondía: ¡Blue Bell! Es una de las tres empresas de
helados más grandes del mundo. Su éxito está en los sabores y en las marcas
que tiene.
Señores, el éxito requiere gente soñadora. Ese jovencito de 18 años estaba
soñando con hacer una marca poderosa. Y observe dos perspectivas.
Primero, le había puesto el ojo a un gigante. Él no estaba buscando imitar a
enanos, sino igualar y superar a un gigante. Por más pequeño que sea el
negocio, apunte a lo grande. Si usted quiere hacer dinero, tiene que cruzar
fronteras. Piense en estos términos: Nuestros bolsillos son tan grandes que
el mercado nacional es muy chiquito. Si tienes bolsillos de talla internacional,
entonces tienes que apuntar al mundo.
Segundo, el muchacho tenía la perspectiva de construir marcas. Los
empresarios de éxito construyen marcas. Y mire la lógica que tenía:
“cada tienda tiene que trabajar para mí.”
“Mis helados se tienen que vender en cada tienda.”
“Hacer una marca poderosa y que la gente venga sola a tocarnos la puerta
para hacer negocios con nosotros.”
"Cada bodega tiene que ser como un cajero automático"
Ese chico estaba pensando no en términos de facturar X al día, sino en
términos de largo alcance. Y estaba pensando en apalancarse. Era un
soñador.
Una vez reunió a los vendedores y les dijo:
"Señores, este negocio es suyo. Para nosotros ustedes no son simples
vendedores que andan con su carrito. He realizado una propuesta a mi papá
a fin de abrir un modelo de accionariado y ceder a ustedes, que son
fundadores, un porcentaje de esas acciones. Ustedes no son vendedores, son
nuestros embajadores."
La gente sentía el cambio. El muchacho les saluda con amabilidad, con
cercanía. Se jugaba bromas, se toma fotos con ellos, era puntual pagando sus
comisiones, además puso en marcha un plan de bonos para premiar el
esfuerzo colectivo.
El mundo necesita gente que le ponga pasión a lo que hace. Así que el
mensaje es: sueñen en grande, y apalanquense. Proyecten. Hay miles de
tiendas que pueden vender sus productos, pero para que eso suceda:
ustedes deben trabajar marcas y/o productos de alcance masivo.
Cualquiera sea su negocio, puede ser un negocio de gigante.
Todo depende de usted!



Tenía 17 años cuando tuve oportunidad de escuchar la conversación de dos
grandes empresarios. Uno de ellos es el dueño de una de las mejores
agencias de publicidad del país. El otro, mi maestro, es el fundador de una
gran empresa de bebidas. Dos mentes brillantes cuyas organizaciones, en
conjunto y por separado, mueven cifras realmente atractivas. En ese
entonces hablaban de invertir, de generar un enorme fondo desde el cual
puedan inyectar capital a proyectos de impacto social y de alta rentabilidad.
Las ideas iban y venían. Entonces uno de ellos puso sobre la mesa una revista
y apuntando hacia un artículo, dijo:
"este es el futuro."
El titular de la nota decía: "Paneles Solares, una oportunidad sin aprovechar"
Y así empezaron a hablar del tema. Cruzaron opiniones y el interés en el
tema crecía como la espuma. Decían que en el trópico y en la costa se tiene,
en promedio, 10 horas diarias de sol, el cual no se aprovecha.
El más entusiasta dijo:
"Es energía solar... ¿te imaginas cuánta gente puede alumbrar su casa,
conectar sus electrodomésticos con energía que ellos mismos pueden
generar en su propio techo? Le haríamos competencia a la ineficiente y
monopólica empresa que provee del servicio eléctrico."
Hay que consultarlo con Jaime, él puede darnos más luces. Dijo el otro.
El dialogo fluía de lo más natural. Cada uno de ellos hacía uso de la palabra.
"Afuera hay organizaciones que promueven la sostenibilidad, por ahí
podemos contactar más fondos o podemos vender el proyecto."
"Lo podemos enlazar con las asociaciones de agricultores que exportan
Cacao y que viven en zonas aisladas, incluso con ellos podemos hacer un
proyecto piloto"
Y así, cada uno lanzaba su idea. Habían empezado a soñar y su mente estaba
volando. Acto seguido fijaron una reunión, la cual se llevaría a cabo en esa
misma semana.
Cuando regresábamos a casa le pregunté al Sr Luis si acaso aquella no había
sido una conversación bizantina.
Sr Luis- le dije- está bien el entusiasmo, pero eso que acabo de ver parece
pura ilusión. Quieren hacer negocios pero ni siquiera han hablado del dinero
que se invertiría.
El dinero - me respondió - es lo último en lo que se piensa. ¿Cuánto hay que
invertir? ¿Qué se necesita? eso es al final, lo primero que tienes que ver
siempre es EL POTENCIAL del negocio, la viabilidad de la idea. Los que creen
que el dinero va primero son los ingenuos....el potencial del negocio lo es
todo. Tienes que ver cómo conectas el negocio con otros negocios, ver con
qué contactos valiosos cuentas para la ejecución, analizar el riesgo y la
recompensa... la revista dice que los paneles son el futuro...entonces ¿por
qué si es tan buen negocio todavía nadie lo ha hecho? Todo eso se tiene que
resolver antes de pensar en el dinero. ¿Me entiendes?
Desde aquella vez me quedó bastante claro el consejo: La gente con
pensamiento de pobreza piensa en términos del dinero que se necesita para
empezar el negocio. En cambio, la gente con pensamiento de riqueza piensa
en el potencial que debe tener el negocio.
Al final, como bien se ha señalado, donde hay un gran empresario hay un
gran capital. Dicho de otro modo, el dinero persigue a los que saben
multiplicarlo.
Y para multiplicar el dinero se requiere oportunidades.
¿Qué es un empresario? Un especialista en detectar oportunidades.
La oportunidad no siempre aparece así, lista para tomarla. En ocasiones,
aparece cuando usted junta las piezas, cuando usted arma el rompecabezas.
El empresario dice: Tengo una idea. A ver... ¿A quiénes les puede interesar?
¿Qué contactos tengo que me puedan apoyar? ¡Este negocio lo puedo
empalmar con el negocio de fulano...a él le puede interesar!
Armar las piezas... no pensar en el capital monetario que nos falta.
Recuerde: Los mejores negocios son los que se hacen con dinero ajeno.
Vuélvase un especialista en hacer dinero sin dinero.



“Lujos vemos, deudas no sabemos.”
Datos oficiales revelan que, en promedio, el 90% de las familias
latinoamericanas tienen deudas con las que deben cumplir mes tras mes.
Hace días las noticias dieron cuenta de la famosa “gota a gota”, un crédito
abusivo al que mucha gente recurre porque se trata de dinero rápido, sin
garantías ni avales, a devolver en cuotas muy pequeñas, pero con intereses
que en la práctica constituyen un asalto a mano armada.
Las mismas noticias también dieron a conocer la situación de muchos
efectivos policiales que, en situación de apuro financiero, se hicieron de
préstamos con altísimos intereses y en cuyo caso el prestamista les retenía
su tarjeta, les hacía firmar un acuerdo y de ese modo ellos le cobraban el
sueldo. Es decir todo el sueldo del policía iba para pagar deudas…mientras
tanto, ¿de qué vivía el policía?
Un policía al que no le alcanza su sueldo, con familia encima, tiene que
recurrir a otras actividades. Vende su día de descanso, otros (los que no
tienen valores muy bien cimentados) caen con facilidad en coimas.
Así surge la pobreza: de las deudas. De los apuros. Del exceso de
compromisos económicos. De querer aparentar una vida que no podemos
costear.
Señores, el problema mayor es la ignorancia. Platón solía decir que el único
mal que existe es la ignorancia. Es la madre de todos los problemas.
La gente cae en pobreza por ignorancia. Viven en la oscuridad financiera, no
conocen las leyes del dinero y no saben cómo prosperar.
La gente cae en enfermedad por ignorancia. Hipócrates, el padre de la
medicina, decía que la enfermedad entra por la boca. Por ignorancia nos
llenamos de comidas ácidas y no sabemos nada de lo alcalino.
Si usted va a endeudarse, que sea para invertir, nunca para gastar. Hágase de
unas ciertas máximas y cúmplalas a raja tabla:
- Nada de endeudarse por ropa.
- Nada de endeudarse para hacer un “viajecito” de vacaciones
- Nada de endeudarse para comprar “cositas”
- De hoy en adelante no organice fiestas, organice negocios.
Las deudas son un juego de mucho riesgo. La persona que quiera jugar con
las deudas debe ser un jugador educado, entrenado. Porque valgan
verdades, la persona con deudas no duerme tranquila. Si usted es creyente
puede, incluso, darle un vistazo a ese pasaje bíblico que dice: “…el que toma
prestado es esclavo del prestamista”
Por eso cuando hablamos de deudas, hablamos de una situación muy
común.
A modo de justificación, muchas personas incluso preguntan: ¿Quién no
tiene deudas?
Otros citan viejos y conocidos dichos: “el que nada debe, nada tiene.”
No se confundan. La verdad es que quien nada debe tiene lo mejor: lo mejor
se llama LIBERTAD.
SOBRE LA DEUDA BUENA
Se ha comentado que una deuda es buena siempre y cuando sea productiva.
Vale decir, cuando nos endeudamos para invertir. Sobre este punto conviene
resaltar dos ideas centrales:
Primero, usar dinero de otros es un modo de apalancamiento. Se conoce
como DOP (Dinero de otras Personas). Para hacer negocios con capital
prestado se requiere una idea y un proyecto CON VIABILIDAD. Es mucho
riesgo hacerse de una deuda para experimentar, en cambio el riesgo
disminuye cuando se tiene conocimiento de lo que se va a realizar y se tiene
certeza de su funcionamiento. Un conocido dicho señala: “Antes de tirarte a
la piscina asegúrate de que tenga agua.”
Segundo, los ricos promovemos las deudas pero NO nos endeudamos. Si
usted quiere hacer negocios en grande, entonces usted debe saber que
legalmente existe una figura llamada persona jurídica. La persona jurídica es
el modo de proteger nuestro patrimonio. Por eso usted podrá escuchar que
algunos magnates se declaran en quiebra porque hacerlo es, eventualmente,
parte del juego. La empresa legalmente constituida (persona jurídica) es
como un escudo que protege nuestro patrimonio personal.
Hace años escuché la entrevista que le hicieron a un gran empresario.
El entrevistador decía: “usted le debe a la empresa tal desde hace un año y
no ha cumplido…”
El empresario sonreía y luego respondió: “Un momento, yo no le debo a
nadie. La deuda a la que usted se refiere es un compromiso que suscribió mi
empresa, es una deuda del negocio, y las cosas no han salido como se
esperaba…pero yo legalmente no le debo a nadie. La empresa responde por
la empresa, yo respondo por lo mío.”
Como ve, para hacer dinero hay que saber usar las leyes para que jueguen a
nuestro favor. Los ricos conocemos las leyes, las leyes correctamente
interpretadas y aplicadas no son obstáculos, son una palanca. Lo vemos en el
tema de los impuestos. Los ricos le sacamos partido a los impuestos. ¿Por
qué? Porque sabemos cómo hacerlo. Ello es producto de la educación y la
instrucción. Eso no sería posible con ignorancia.
Por eso la clave es crecer en la mentalidad y prepararnos. Alguien ha dicho
que a la pobreza le gusta ser mantenida. ¿Quién mantiene a la pobreza?
¿Quién la alimenta? La ignorancia.
Señores, alumbren su parte. Encárguense de ustedes. Menos deudas, más
libertad. Menos deudas, más riqueza. Que se endeude nuestra empresa,
nunca nosotros. No trabajemos para el banco, seamos socios del banco. No
trabajemos para pagar intereses, trabajemos para cumplir sueños!!




"No tengo miedo de un ejército de leones dirigidos por una oveja; tengo
miedo de un ejército de ovejas dirigidos por un león."- Alejandro Magno
Señores, la clave somos nosotros. Lo que importa no es el tamaño del
negocio, sino nuestro tamaño ante el mundo. Y tamaño depende,
básicamente, de dos aspectos: el carácter y la visión.
Carácter para los momentos difíciles, carácter para mantener la
ecuanimidad. Cuando hay deudas, algunos se asustan. Cuando las cosas se
ponen feas, algunos se hacen humo. El éxito no quiere gente asustada,
quiere gente de pie. Queremos gente con resolución, no con excusas.




LA IMPORTANCIA DE APRENDER A VENDER
En 1995, acepté una entrevista con un periódico de Singapur. La joven
reportera fue puntual, y la entrevista se encaminó de inmediato. Nos
sentamos en la recepción de un lujoso hotel, bebiendo café de a sorbos y
discutiendo el propósito de mi visita a esa ciudad. Compartiría el escenario
con Zig Ziglar. El hablaría sobre motivación, y yo sobre "los secretos de los
ricos".
"Algún día, me gustaría ser autora de libros líderes en ventas, al igual que
usted", dijo. Yo había visto varios de los artículos que ella había escrito para
el periódico, y estaba impresionado. Tenía un estilo de escritura fuerte y
claro. Sus artículos atrapaban el interés del lector. "Usted tiene un gran
estilo", le respondí. "¿Qué es lo que la detiene para alcanzar su sueño?"
"Parece que mi trabajo no avanza hacia ningún lado", dijo calmadamente.
"Todos dicen que mis novelas son excelentes, pero nada sucede. Así que
conservo mi empleo en el periódico. A1 menos con eso pago mis cuentas.
¿Tiene alguna sugerencia?" "Sí, la tengo", dije vivamente. "Un amigo mío
tiene aquí en Singapur, una escuela en la cual las personas se entrenan para
vender. El dicta cursos de entrenamiento en ventas para muchas de las
corporaciones líderes de aquí, y creo que presenciar uno de esos cursos
mejorará enormemente su carrera."
Ella se puso rígida. "¿Está diciendo que debería ir al colegio para aprender a
vender?"
Yo asentí.
"No lo dice en serio, ¿verdad?" Asentí otra vez.
"¿Qué hay de malo en eso?" Ahora yo trataba de dar marcha atrás. Ella se
sentía ofendida por algo, y yo deseaba no haber dicho nada. En mi deseo de
ayudar, me encontré defendiendo mi sugerencia.
"Tengo un master en literatura inglesa. ¿Por qué debería ir a una escuela a
formarme como vendedora? Soy una profesional. Fui a la facultad para
recibir entrenamiento en una profesión para no terminar siendo una
vendedora. Odio a los vendedores. Lo único que quieren es dinero. Así que
dígame porqué debería yo estudiar ventas."
Allí, comenzó a guardar sus cosas en su maletín forzadamente. La entrevista
había terminado.
Sobre la mesa de café yacía una copia de mi primer libro Si quiere ser rico y
feliz, ¿no vaya al colegio?
Yo lo recogí junto con las notas que ella había apuntado en su anotador. "¿Ve
esto?" dije señalando sus anotaciones. Ella miró sus notas. "¿Qué?", dijo
confundida. Deliberadamente, volví a señalar sus notas.
Había escrito en su anotador "Robert Kiyosaki. Autor de libros mejor
vendidos (bestsellers)". "Dice libros mejor vendidos, no mejor escritos." Sus
ojos se abrieron inmediatamente.
"Soy un terrible escritor. Usted es una escritora maravillosa. Yo asistí a una
escuela de ventas. Usted tiene un master. Junte todo eso y tendrá un `autor
de libros mejor vendidos', y un `autor de libros mejor escritos'." Sus ojos
destellaron enojo. "Nunca me rebajaré a tal punto de ir a aprender cómo
vender. La gente como usted no ofrece literatura sobre negocios. Yo soy una
experimentada escritora profesional, y usted es un vendedor. No es justo."
Guardó el resto de sus notas en su lugar, y se fue rápidamente atravesando
la gran puerta de vidrio en la húmeda mañana de Singapur. Por lo menos, a
la mañana siguiente escribió sobre mí imparcial y favorablemente.
El mundo está lleno de personas sagaces, talentosas, instruidas y dotadas.
Nos encontramos con ellas día tras día. Están por todos lados. Pocos días
atrás, mi auto estaba andando mal. Entré en un taller mecánico, y un joven
técnico lo arregló en tan sólo unos minutos. Supo lo que estaba mal
simplemente escuchando el motor. Yo estaba impresionado. La triste
realidad es que un gran talento no basta. Siempre me sorprende el bajo
monto que ganan algunas personas muy talentosas. El otro día escuché que
menos del 5 por ciento de los norteamericanos ganan más de u$s 100.000
por año. He conocido gente brillante, muy instruida ganando menos de u$s
20.000 al año. Un consultor de negocios especializado en comercio médico
me estuvo diciendo que muchos doctores, dentistas y quiroprácticos tienen
problemas con sus finanzas.
Hasta ahora, yo pensaba que cuando se graduaban, los dólares les fluían. Fue
este consultor el que me dio la frase "están a una habilidad de distancia de la
riqueza". Lo que esto significa es que algunas personas sólo necesitan
aprender y manejar una aptitud más, y su ingreso pegará un salto
exponencial. He mencionado anteriormente que la inteligencia financiera es
una sinergia entre contabilidad, inversiones, marketing y leyes. Combine esas
cuatro aptitudes técnicas, y ganar dinero a partir de dinero se hace más
simple. Cuando se trata de dinero, la única aptitud que conocen las personas
es trabajar arduamente. El ejemplo clásico de sinergia de habilidades era la
joven escritora del periódico. Si ella se hubiera capacitado diligentemente en
ventas y marketing, su ingreso hubiera pegado un salto cuantitativo. Si yo
fuera ella, tomaría algunos cursos de escritura de avisos publicitarios, así
como también de ventas. De esta manera, en lugar de trabajar en el
periódico, podría buscar un empleo en una agencia de publicidad. Y aunque
esto significara un recorte en su salario, ella aprendería cómo comunicarse
en "frases cortas" que se utilizan en publicidades exitosas. También debería
haber aprendido relaciones públicas, una destreza importante. Así, ella
sabría cómo ganar millones en publicidad independiente. Entonces, por las
noches y durante los fines de semana, podría estar escribiendo su gran
novela. Cuando esta estuviera finalizada, ella estaría mejor capacitada para
vender su libro. Entonces, en un breve lapso, habría podido convertirse en un
autor de los "mejores en ventas".
Cuando aparecí por primera vez con mi libro Si quiere ser rico y feliz ¿no vaya
al colegio, un editor sugirió que cambiara el título por "La economía de la
educación". Le dije al editor que con un título como ése, hubiera vendido dos
libros: uno a mi familia, y otro a mi mejor amigo. El problema es que lo
hubieran querido gratis. Ese desagradable título Si quiere ser rico y feliz ¿no
vaya al colegio? fue elegido porque sabíamos que atraería toneladas de
publicidad. Yo soy pro educación, y creo en la reforma educativa. De otra
manera, ¿por qué continuaría presionando por cambiar nuestro anticuado
sistema de educación? Así que elegí un título que me llevara más a los
programas de radio y televisión, simplemente porque estaba deseoso de ser
controversial. Muchas personas pensaron que yo era un pastel de fruta, pero
el libro vendió y vendió. Esa es la razón por la cual fue un bestseller desde la
primera semana en que salió.




Están los ricos,
Están los de clase media,
Y están los pobres.
Ser rico exige pensar de una determinada manera. Señores, los ricos somos
minoría; los pobres son mayoría.
Y la verdad es que usted no vivirá como vive la minoría, si todos los días hace
lo que hace la mayoría.
¿Usted piensa como pobre? ¿Cómo piensan los de clase media? ¿Qué pasa
por la cabeza de nosotros los ricos?
Observe:
Los Pobres:
- Creen que el gobierno tiene la culpa de sus desgracias. VIVEN EN PLAN DE
VICTIMAS: piensan que el día que el gobierno mejore, ese día a ellos les irá
bien.
- Creen que SU DESTINO ES SER POBRES. Dicen algo así como: “Yo nací
pobre, y moriré pobre. Ya todo está escrito”.
- Creen que EL DINERO ES PARA GASTARLO. Incluso, lo gastan antes de
tenerlo en las manos. Luego se quejan y dicen: “Ay! el dinero sólo pasa por
mis manos”. “El dinero no alcanza”. “Todo en esta vida es gasto.”
Los que viven en escasez son eternos amantes de la queja. Resignados y en
muchos casos, endeudados y mal de salud.
La pobreza, señores, es una mala semilla. Madre de muchas desgracias, no
debe ser herencia para sus hijos.
La Clase Media:
- Creen que para ser alguien en la vida, usted tiene que PASAR POR LA
UNIVERSIDAD. Si no tienes un título profesional, eres un “don nadie”.
Olvidan esto: el cartón ES IMPORTANTE, pero NO DETERMINANTE. La
realidad muestra que en el mundo hay un montón de doctores trabajando
para gente que nunca pisó una escuela.
- Creen en la ESTABILIDAD LABORAL. Ellos suelen pensar más o menos así:
“Consíguete un trabajito, no importa si ganas poco, lo importante es que sea
fijo. Es poquito, pero es seguro. No llueve, pero gotea”.
- Si los pobres gastan, ELLOS AHORRAN. Y el ahorro es bueno, pero no lo es
todo. Los de clase media suelen ahorrar pensando en las vacas flacas y en la
vejez. “Ahorra, guarda pan para mayo”, suelen pensar. ¿Qué pasa si usted
vive pensando en mayo? Pues, tendrá mayo.
En la clase media solo hay conformismo disfrazado de comodidad. Viven en
su zona de confort. Pueden tener su casita, su carrito, pueden vestir con traje
y hasta tener sus tarjetas de crédito, pero viven ahí: alcanzados, ajustados,
presupuestados. Son capaces de esperar un año para tener unas vacaciones
de 15 días. Tranquilos con sus horarios, su rutina, sus pequeños problemas
financieros, sin mayor aventura. Recuerde esto: usted busca libertad, no
simple comodidad.
Ahora bien. Observe como pensamos los RICOS:
- Pensamos que somos RESPONSABLES DE NUESTRO ÉXITO. Si el pobre es
víctima, nosotros somos responsables. Lo que pasa con nuestros bolsillos es
de nuestra absoluta responsabilidad.
No existe en el mundo persona triunfadora que viva culpando a otros de sus
desgracias o cosechando éxitos sin hacer nada. Nosotros los abundantes
pensamos así: “Yo soy el único responsable de mi situación; soy el único
artífice de mis triunfos o de mis fracasos. Con el gobierno a favor o en contra,
yo voy pa lante”.
- Los ricos pensamos en INVERTIR. He aquí la fórmula del dinero en grande:
Si el pobre gasta y el de clase media ahorra, LOS RICOS INVERTIMOS. No hay
manera de hacer fortuna si no se invierte. El dinero es semilla y tiene que ser
plantado. O se multiplica, o se esfuma.
- Los ricos AMAMOS LA LIBERTAD. Usted no es realmente libre si vive
recibiendo órdenes o siguiendo un horario impuesto por otro. No es libre si
tiene que pedir permisos para no ir a la oficina. Decía Aristóteles Onassis:
“No me gusta eso de tener jefes. Soy independiente y me gusta volar con mis
propias alas”.
A los ricos NOS GUSTA EL RIESGO, y no hay riesgo si no hay libertad.
Seguridad y libertad son valores opuestos. Hacer negocios es una aventura.
Hacer dinero es un bonito riesgo.
Recuerdo lo que decía Kiyosaki:
“Si quieres seguridad ve preso. La seguridad está en las cárceles. Por eso los
penales se llaman ´penal de máxima seguridad´. Afuera, en la calle, todo es
riesgo.”
Lo dijimos al inicio: la pobreza es una elección, es una manera de pensar y
tiene que ver con cómo se siente usted consigo mismo. Pasa exactamente
igual con la riqueza: la riqueza es un modo de pensar.
Realmente no hay persona en el mundo que merezca vivir pobre cuando hay
riquezas para todos. Hay riqueza, hay dinero… pero usted se tiene que
preparar.
Decía un viejo maestro: “Un poco de preparación y no habrá mucha
desesperación. Un poco de ambición para un proceso de transformación”. La
elección es suya.

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