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público
El actual regimiento municipal de Lima está mostrando interés por mejorar la
situación que vive cada peruano día a día, esta vez, modificando algunos aspectos
del transporte público, sin embargo, no ha sido bien visto por aquellas personas
que se benefician del caos actual en la carretera. Pues el problema reside en la
falta de respeto de las empresas, las cuales, a pesar de tener suficientes
operarios, aceptan que trabajadores independientes, quienes ofrecen un
transporte inseguro y de mala calidad, circulen en sus rutas; siempre y cuando
estos les den una bonificación por su permiso. Es así como los operarios,
incluyendo a los independientes, se enfrentan para ganar un mayor número de
clientes, produciéndose accidentes, debido al exceso de velocidad o a la
imprudencia. A esto hay que agregar que un porcentaje de estos transportes son
altamente contaminantes, lo lamentable es que cada vez este porcentaje va en
aumento. A partir de estos hechos, la municipalidad ha decidido reformar las leyes
de transporte público, entre las cuales tenemos a las diferentes multas impuestas
dependiendo de la infracción que se cometa con la finalidad de brindar un servicio
seguro. Pero esto es lo de menos importancia, ya que el tema que está causando
controversia en nuestra capital es la renovación de los automóviles, la cual estaba
prevista para dentro de algunos años, pero se decidió cambiar “las reglas del
juego” porque los constantes accidentes (que muchas veces acaban en tragedia) y
la contaminación eran insoportables, por lo cual, nuestra ciudad pedía a gritos
que se restaure el orden.
Algunas propuestas para acabar con la corrupción en las vías son las siguientes:
Los transportes de mala calidad desaparecían poco a poco junto con las
empresas cuya única importancia se basa en lo económico arriesgándose
la vida de los demás.
Muchas personas que participan en estos paros no han culminado sus estudios lo
cual los convierte en un blanco fácil de manipulación, esto es aprovechado por los
grandes empresarios quienes buscan la cancelación de estos cambios porque no
los beneficia.
Muy aparte de que el paro afecta a los distintos ámbitos de la sociedad, ya sea
económica, moral y físicamente, no soluciona nada y hace que el país pierda
grandes sumas de dinero.
No hay razón para no apoyar esta propuesta que de seguro va a darle a nuestra
capital el orden y la seguridad suficiente para que pueda superarse poco a poco y
convierta al Perú en un país desarrollado.