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DEFINICIÓN
PULSIOXIMETRÍA
Su utilización permite un control no invasivo y continuo del estado de oxigenación
sanguínea, a través de la determinación de la saturación de la hemoglobina en
tiempo real. El conocimiento de la presión arterial de oxígeno (PaO2) es útil para
establecer la correlación inicial entre ésta y la saturación de oxígeno de la
hemoglobina.
pH
Su determinación seriada permite valorar a través de su caída el grado de
agudeza o cronicidad de la elevación de la presión arterial de anhídrido carbónico
(PaCO2) en la descompensación aguda.
ESPIROMETRÍA
Las mediciones de flujos espiratorios forzados obtenidos por espirometría, se
correlacionan pobremente con la severidad del fallo respiratorio, siendo además
muy difícil contar con una adecuada colaboración del paciente para realizar la
prueba en situación de descompensación.
Espirometría simple
Consiste en solicitar al paciente que, tras una inspiración máxima, expulse todo
el aire de sus pulmones durante el tiempo que necesite para ello. Así se obtienen
los siguientes volúmenes y capacidades:
Espirometría forzada
Es aquella en que, tras una inspiración máxima, se le pide al paciente que realice
una espiración de todo el aire, en el menor tiempo posible. Es más útil que la
anterior, ya que nos permite establecer diagnósticos de la patología respiratoria.
Los valores de flujos y volúmenes que más nos interesan son:
Relación FEV1/FVC
Indica el porcentaje del volumen total espirado que lo hace en el primer segundo.
Test de Mallampati-Samsoon
Clasifica en cuatro grados la dificultad de intubación traqueal según la visión de
las estructuras faríngeas (pilares, úvula y paladar blando), colocando al paciente
sentado con la cabeza en posición neutra, la boca abierta y la lengua protuída al
máximo sin realizar fonación.
LA MONITORIZACIÓN RESPIRATORIA
Consistirá en la reunión y análisis de datos de un paciente para asegurar la
permeabilidad de las vías aéreas y el intercambio gaseoso, es decir, para evitar
el fracaso de la función respiratoria o insuficiencia respiratoria.
INSUFICIENCIA RESPIRATORIA
La insuficiencia respiratoria se produce cuando el pulmón no oxigena bien la
sangre y/o no elimina adecuadamente el dióxido de carbono. Es un concepto
gasométrico que requiere: cifras de PaO2 inferiores a 60 mmHg, y/o PaCO2
superior a 45 mmHg respirando aire ambiente y al nivel del mar (FiO2 = 21%).
La insuficiencia respiratoria es un síndrome. Es decir, puede ser secundaria a
diferentes enfermedades que tienen como nexo común un intercambio gaseoso
deficiente.
La causa fisiológica más frecuente son los desequilibrios entre la ventilación y la
perfusión. La insuficiencia respiratoria puede ser de causa intrapulmonar con una
diferencia alveolo-arterial de oxígeno elevado o extrapulmonar con diferencia
alvéoloarterial de oxígeno normal.
INSPECCIÓN
Se trata de valorar cómo respira el paciente y la morfología del tórax. Se observa
la frecuencia y el patrón respiratorio, así como la profundidad y simetría de la
expansión pulmonar. La inspección debe ser comparativa.
Observar la aparición de disnea y si hay sucesos que la mejoran o empeoran. La
disnea se define como el reconocimiento anormalmente desagradable de la
respiración.
La actividad respiratoria se hace consciente y penosa. La sensación subjetiva
por el paciente es como ahogo, asfixia, falta de aire, no poder tomar el aire que
quisieran, pecho apretado, cansancio, etc. La disnea puede presentarse en dos
condiciones diferentes: como efecto del esfuerzo físico o independiente de este.
La retención de CO2: produce somnolencia que puede llegar al coma por efecto
narcótico directo. También puede producir edema cerebral e hipertensión
endocraneal por vasodilatación cerebral.
Otros síntomas en la inspección que pueden ayudar a desencadenar la
insuficiencia respiratoria son:
- Inspección de la piel observando palidez anémica, poliglobulia o
pigmentaciones tabáquicas.
- Acropaquias indicando una limitación crónica de la función respiratoria. Es un
hipertrofia de los pulpejos de los dedos de pies y manos, responsables de un
aumento de la convexidad de las uñas en forma de cristal de reloj. Más tarde se
engruesa la última falange apareciendo los dedos en palillos de tambor.
- Forma del tórax: piriforme, excavatum, carinatum, raquítico.
- Simetría o asímetría torácica como en el caso de atelectasias.
- Observar la ubicación de la tráquea.
- Columna dorsal: cifosis, lordosis, escoliosis que puedan agravar un cuadro
respiratorio.
- Forma tórax: piriforme, raquítico, pecho de pollo, normal.
- Músculos: atrofias unilaterales (TBC, cáncer) o generalizadas (caquexia,
miopatía).
- Edema por anasarca por insuficiencia cardiaca, síndrome nefrótico,
insuficiencia hepática.
- Observar si se producen respiraciones ruidosas: Sibilancias. Burbujeo de aire
en las secreciones bronquiales, que permiten calificar como una tos húmeda
aunque no se produzca expectoración.
PALPACIÓN
La palpación nos confirma algunos de los datos recogidos por la inspección y
permite otras constataciones de interés.
Se pasea la palma de la mano cliente por las diferentes regiones de cada
hemotórax simétricamente. Amplia la información sobre el ritmo respiratorio y la
ampliación torácica simétrica o no.
La percepción de las vibraciones vocales es el aporte más importante de la
palpación.
Consiste en la percepción táctil de las vibraciones que transmite la fonación a la
pared torácica pidiéndole al paciente que diga treinta y tres.
PERCUSIÓN
Es de gran utilidad para el diagnóstico de procesos intratorácicos. Se basa en la
provocación de sonidos mediante golpes breves y repetidos sobre distintas
zonas del tórax. Permite distinguir si el tejido subyacente es de densidad aérea,
sólida o líquido.
Siempre comparativa, desde los vértices hacia las bases, bilateral y simétrica.
Generalmente se utiliza la percusión indirecta: el dedo medio de la mano derecha
doblado en ángulo recto percute el índice o medio de la mano izquierda plano,
paralelo a los arcos costales. El movimiento debe hacerse con la muñeca. Nos
permite apreciar una sensación táctil: la elasticidad y una sensación auditiva: la
sonoridad.
AUSCULTACIÓN
Constituye el procedimiento más útil de la clínica del aparato respiratorio.
Normalmente se utiliza la auscultación mediada por estetoscopio biauricular con
campana y membrana preferentemente. Debe hacerse bilateral, simétrica y
comparativa.
El paciente respira profunda y regularmente por la boca abierta. Hay que
auscultar de forma metódica y cuidadosa comparando los dos lados: por detrás,
las dos bases de los pulmones, las regiones inter escapulo-vertebrales y
subescapulares.
Después por la cara anterior del tórax sin olvidar el hueco supraclavicular y las
regiones axilares, antes y después de la tos.
Ruidos respiratorios normales
Los fenómenos sonoros que se produce la respiración se originan en dos
estructuras fundamentales: las vías aéreas (laringe, tráquea y bronquios) y los
alvéolos pulmonares.
El murmullo vesicular (respiración alveolar) es un ruido poco intenso, grave y
suave.
Auscultación de la voz
Se explora a la vez que el paciente dice la palabra treinta y tres. Obtenemos:
Resonancia vocal normal.
Broncofonía de la resonancia vocal normal (condensación).
Pectoriloquia simple: se escucha la palabra clara y articulada (cavidades).
Pectoriloquia áfona: se oye la palabra cuchicheada muy clara (derrames,
condensaciones).
Egofonía: es la voz entrecortada, de cabra (derrames pleurales)
Anforofonía: auscultamos una resonancia aumentada con timbre metálico
(neumotórax).
PRINCIPIOS DE LA PULSIOXIMETRÍA
La saturación arterial de oxígeno se define como la relación entre la
concentración del oxígeno unido a la hemoglobina y la capacidad total de fijación
de la hemoglobina (poder oxifórico de la hemoglobina).
Los oxímetros de pulso combinan los principios de la espectrofotometría de
absorción y la fotopletismografía para medir, de forma no invasiva, la saturación
de oxígeno de la sangre arterial.
Espectrofotometría de absorción
Su principio se basa en la Ley de Beer-Lambert, que caracteriza la absorción de
una luz con una longitud de onda determinada en una solución determinada (en
nuestro caso la sangre arterial, que contiene oxihemoglobina [HbO2] y
desoxihemoglobina o hemoglobina reducida [Hb], fundamentalmente, en
condiciones normales).
Este es el principio que utilizan los oxímetros para determinar la saturación
arterial de la oxihemoglobina y, basándose en que la hemoglobina oxigenada y
la reducida difieren en su absorción de luz roja e infrarroja, miden la luz roja e
infrarroja transmitida a través de y reflejada por un lecho tisular.
Fotopletismografía
La luz roja e infrarroja emitida atraviesa otras estructuras capaces de absorber
esas radiaciones (sangre venosa y capilar, tejidos, huesos, pigmentos cutáneos)
además de la sangre arterial. El pulsioxímetro, basándose en la
fotopletismografía, es capaz de establecer la diferencia entre sangre arterial y
venosa, al asumir que la porción pulsátil de la señal corresponde enteramente a
esta primera.
PULSIOXÍMETROS
Nos referimos con este nombre, u oxímetros de pulso o saturímetros, a los
dispositivos que se utilizan para medir la SpO2.
Constan de un sensor o transductor formado por dos piezas (generalmente en
forma de pinza), de manera que encontramos en una parte dos emisores de luz
o electrodiodos luminosos (LED) y en la parte opuesta un detector de luz,
fotodetector o fotodiodo que mide la cantidad de luz absorbida.
El sensor, se coloca en un dedo de la mano, en un dedo del pie, en el lóbulo de
la oreja u otro tejido perfundido que pueda transiluminarse. Los dos diodos
emisores se activan de forma alternativa, emitiendo en las dos longitudes de
onda del espectro de luz a las que nos hemos referido anteriormente: 660 nm,
que corresponde al rojo, y 940 nm, cercano al infrarrojo. Mientras que la luz
emitida pasa a través del dedo o del lóbulo de la oreja, algo de la energía es
absorbida por la sangre arterial y venosa, los tejidos y las pulsaciones variables
de la sangre arterial, siendo detectados estos cambios por el fotodetector. La
relación de absorción (S) se calcula electrónicamente y de ella, a través de un
algoritmo almacenado en el dispositivo, se obtiene la SpO2.
EL CAPNOGRAMA
Es el registro gráfico continuo o imagen de la curva de tiempo frente a
concentración de CO2 respiratorio. El capnógrafo es el dispositivo que permite
obtener un capnograma. Un capnómetro es un dispositivo que nos presenta las
cifras de CO2 en formato digital, pero no gráfico.
Hay varias técnicas analíticas que pueden usarse para medir CO2 en las vías
aéreas.
El CO2 absorbe luz infrarroja, particularmente a la longitud de onda 4.3 mm; así,
la mayoría de los capnógrafos usan la absorción de luz infrarroja
(espectrofotometría de infrarrojos), una técnica relativamente barata, para medir
el CO2 respiratorio. La espectrometría de masas, espectroscopia de Raman o la
espectrocopia fotoacústica son otros métodos que también pueden usarse.
Un indicador químico del CO2, el Fenem FEF se ha introducido recientemente,
el indicador químico se aloja dentro de un adaptador, que se ubica entre el tubo
traqueal y el sistema del respirador. Cuando el CO2 se pone en contacto con un
papel indicador, este varía de color desde el rojo hasta el amarillo. Una guía del
color nos permite conocer aproximadamente el CO2 espirado en variaciones de
0.5%.
Oxido nitroso
El óxido nitroso absorbe luz infrarroja a una longitud de onda de 4.5 mm próximo
a la absorción del CO2 aumentándonos falsamente la lectura del CO2. Esto
puede evitarse con un filtro reduciendo la amplitud de la banda.
CAPNOGRAMA NORMAL
El capnograma normal presenta varias fases.
Fase I
Corresponde con gas espirado proveniente de las vías de grueso calibre, donde
no hay intercambio gaseoso, por lo que se corresponde con el espacio muerto y
con el circuito anestésico.
Fase II
Ascenso rápido del registro debido al inicio de la salida de CO2 desde los
alveolos.
Fase III
También denominada meseta alveolar. Habitualmente es la más duradera de
todas. Se corresponde con la salida de gas proveniente de la zona de
intercambio gaseoso en los pulmones (aveolos). Se presenta como una parte
constante o lentamente creciente del capnograma, teniendo su pico máximo al
final de la espiración.
Fase IV
Es poco frecuente su observación y habitualmente no aparece en los registros
capnográficos. Se produce al prolongarse la espiración y progresar hasta
alcanzar un volumen pulmonar inferior a la capacidad de cierre de algunas
unidades alveolocapilares, produciéndose un incremento en la concentración
espiratoria de CO2 al final de la meseta espiratoria.
Fase 0
Es una rápida disminución de las cifras de CO2 hasta alcanzar el valor de CO2
del aire inspirado (que debe ser de cero), debido a la inspiración espontánea del
sujeto o al cierre de la válvula espiratoria e inicio del ciclo inspiratorio en el propio
respirador.
Monitorización de la ventilación espontánea
Alteraciones en el paciente
- Hipetermia maligna: Uno de los signos precoces de hipertermia maligna es el
incremento progresivo del EtCO2.
- Estados de baja perfusión, shock o embolismo pulmonar: Se aprecia una
disminución en el EtCO2 con onda normal.
- Obstrucción a la espiración (asma, cuerpo extraño, compresión extrínseca de
la vía aérea): Patrón similar al observado en el EPOC: incremento más o menos
acusado del aumento normal de la fase de meseta espiratoria.
- Alteraciones en la relación ventilación/perfusión.
- Absorción de CO2 en cirugía laparoscópica.
- Decurarización: Se aprecia la ventilación espontánea del paciente
“sobreimpresa” sobre la ventilación controlada, apreciándose muescas a
intervalos fijos en el registro capnográfico.
GASOMETRÍAARTERIAL
La práctica de la gasometría arterial representa la prueba que más rápida y
eficazmente puede informar sobre el estado global de la función primaria del
aparato respiratorio; esto es, el aporte de oxígeno al organismo y la eliminación
del anhídrido carbónico del mismo, además de ofrecer información precisa sobre
el estado metabólico del organismo, el equilibrio ácido-base y sus alteraciones.
GASOMETRÍA VENOSA
Como hemos dicho anteriormente, podemos realizar el análisis gasométrico de
muestras de sangre venosa periférica, siempre que se reconozcan sus
limitaciones.
La tensión de oxígeno en la sangre venosa (normalmente de 40 mmHg) refleja
la extracción de los tejidos, no la función pulmonar. La PCO2 venosa suele ser
4 a 6 mmHg superior a la PaCO2. En consecuencia, el pH de sangre venosa
suele ser 0.05 de unidad menor que el pH sanguíneo arterial. A pesar de estas
limitaciones, la sangre venosa es a veces útil para establecer un estado ácido-
básico.
CUIDADOS DE ENFERMERIA
Cuidados generales
Se trata de ajustar y verificar las alarmas de los monitores. Para ello se realizaran
las siguientes tareas:
Colocar la monitorización cardiaca y pulsioximetría.
Registrar en la gráfica los valores más significativos del estado del paciente y al
final de cada turno firmar las incidencias.
Reflejar en las gráficas las técnicas realizadas, analíticas extraídas o
exploraciones.
Realizar un registro gráfico de las alteraciones detectadas, ya sean del monitor,
ECG, u otras.
Cuidados específicos
Incluyen: asegurar una correcta oxigenación y controlar la eliminación de
nutrientes y agua. La correcta oxigenación depende de dos sistemas: el
circulatorio y el respiratorio.
MONITORIZACION NEUROLOGICA
INTRODUCCIÓN
Los pacientes ingresados en las unidades de Cuidados Críticos generalmente
requieren sedación y analgesia para tratar su dolor y evitar la experiencia
desagradable que muchas veces se asocia con la enfermedad, la estancia en
estas Unidades, así como por los cuidados tanto médicos como de enfermería a
que son sometidos.
Es importante alcanzar el nivel de sedación adecuada porque tanto la
sobresedación como la sedación demasiado superficial no están exentas de
riesgo.
Una sedación demasiado superficial, en relación al dolor físico o psíquico, se
asocia con un estado de stress que implica un hipermetabolismo con
movilización de las reservas energéticas y lipólisis, catabolismo persistente;
síntomas cardiovasculares como taquicardia, hipertensión, incremento el
consumo de oxígeno, taquipnea, alteración de la motilidad intestinal y un estado
de hipercoagulabilidad e inmunodepresión.
Por el contrario, la sedación demasiado profunda se relaciona con la trombosis
venosa profunda, descenso de la presión arterial, una mayor estancia tanto en
la Unidad como en el hospital, lo cual conlleva un incremento del coste
económico.
Además, puede provocar un síndrome de abstinencia.
Podemos apreciar claramente la importancia de ajustar el régimen de sedación
para alcanzar el nivel de sedación idóneo a lo largo del tiempo y aplicar
protocolos en función de las escalas de valoración.
El objetivo de la sedación también ha cambiado en los últimos años. Mientras
hace dos décadas se intentaba “desconectar” a los pacientes del ambiente que
supone la Unidad de Cuidados Críticos, en la actualidad la sedoanalgesia
aplicada debe conducir a un estado del paciente confortable y fácilmente
despertable. Existen grandes diferencias en tipo, duración y nivel de sedación en
los diferentes países de nuestro entorno.
Escala de Sedación-Agitación
Es una escala sencilla para valorar la sedación de los pacientes críticos, que
incluye desde la sedación profunda hasta la agitación más extrema, diseñada
por Riker. Mantiene la simplicidad de la escala de Ramsay y puede ser utilizada
por personal de enfermería sin experiencia previa. Está validad frente a la escala
de Ramsay, así como a la escala visual analógica y frente a la monitorización del
Índice
Biespectral (BIS).
Más recientemente y siguiendo el concepto de agrupar en una sola escala los
estados de agitación y sedación se ha publicado con una amplia aceptación, la
escala de Richmond.
El procedimiento para aplicar la escala de Richmond es el siguiente:
1. Observe al paciente
- Está calmado y alerta (Richmond 0).
- Está agitado (puntúe de +1 a +4 según los criterios anteriores).
2. Si no está alerta, llámele (en voz alta) por su nombre y dígale que abra los
ojos.
Repítalo si es necesario. ¿Puede seguirle con la mirada?
- Tiene los ojos abiertos y le dirige la mirada más de 10 segundos (Richmond 1).
- Tiene los ojos abiertos y le dirige la mirada menos de 10 segundos (Richmond
- 2).
- Tiene algún movimiento en respuesta a la orden verbal, pero sin dirigirle la
mirada (Richmond -3).
3. Si no responde a la voz, ¿Responde ante el estímulo físico?
- Tiene algún movimiento (Richmond -4).
- Sin movimiento alguno (Richmond -5).
Controles de Enfermería
Relación paciente - enfermera
Control de monitores:
– ECG
– Temperatura
– TAM invasiva o no invasiva
– Oximetría de pulso
– PIC – PPC
– ETCO2
Asistencia Respiratoria Mecánica
Balance hídrico horario