Colombia es un país que a lo largo de la historia ha atravesado por muchos

hechos negativos que han dejado huellas en la memoria de cada uno de

los colombianos, por lo que podemos decir que somos un territorio donde
se ha luchado día a día por salir adelante y tratar de superar ese pasado
lleno de temor y de violencia. Desde hace más de 50 años nuestro país
viene viviendo este conflicto, el cual hasta el día de hoy lo podemos
presenciar en muchos sectores vulnerables donde abundan las
desigualdades y la pobreza; estos han sido los principales afectados por el
conflicto ya que han sufrido desplazamiento forzado de sus hogares,
convirtiéndose así sus terrenos llenos de tumbas.

Indiscutiblemente, este conflicto empezó teniendo mucha relación con los

ideales políticos de la época, pero a medida que paso el tiempo se vieron
involucrados grupos al margen de la ley, los cuales tenían apoyos del
narcotráfico que también tuvo mucho que ver con la situación de ese
periodo. Muchos de los colombianos, especialmente los afectados
fuertemente por el conflicto eran campesinos, dueños de tierras y los
principales objetivos de estos grupos armados.

Actualmente nuestro país sigue en una guerra interna, lo cual nos lleva a
hacernos ciertos interrogantes para tratar de buscar una solución a esta
situación que estamos viviendo, muchos de los ciudadanos nos
preguntamos ¿Por qué este conflicto armado interno aún está vigente
a pesar de los acuerdos bilaterales a los que se han llegado? Para poder
plantearnos y responder esta pregunta tenemos que remontarnos a épocas
atrás para recordar cómo empezó dicha guerra.

En Colombia siempre ha existido este tipo de conflicto, aunque se podría

decir que prácticamente el conflicto inició por ver quien obtenía más
territorio, fue evolucionando para que se luchara por el dinero y el poder
en el cual solo unos pocos puedan obtener beneficios sin importar lo que
les suceda al resto de ciudadanos. La disputa entre Conservadores y
liberales se ha llevado a cabo por muchas décadas, ha habido conflictos
entre sí, debates causados por control y poder de zonas y territorios,
muertes y catástrofes humanas que han dejado marginada la estrecha
relación que ha entre paz y la perturbación de guerra.

Es por esto que aunque pasen los años, la guerra cese y se retome con más
o menos fuerza, que el congreso de la república se renueve y tomen las
medidas necesarias o más factibles para la minimización casi que total del
conflicto. Y no solo esta política de restricción, sino una reforma política
rural e integral, donde todas esas personas vulneradas y marginadas de sus
tierras tengan unas garantías y protección tanto en la participación agrícola
como en la política de laborar en terrenos pertenecientes al estado que aún
están vírgenes o poco utilizados.

Otra de las repercusiones que se hacen los colombianos sobre como se

pudo haber generado esta guerra podría ser ¿Por qué las zonas más
vulneradas por el conflicto armado interno colombiano, eran las
zonas periféricas y terrenos que no eran estado sino territorio? Si
bien, las tendencias las regiones centrales sufrieron un grave daño por esta
guerra, no fue tan inmenso como el causado en las zonas donde el estado,
como medio de protección a los que habitan su territorio, no hacían tanta
presencia como en otros sectores donde si se veían bien reforzado los pies
de fuerzas. El territorio siempre fue el causante o la principal disputa por
el poder, es por esto que surgieron uno de los que ha sido la mayor
desgracia para Colombia: la disputa por la tierra y el conflicto agrario.
Este problema es ocasionado por su acceso y utilidad, por su distribución
para con quienes la necesitan, ya sea como medio de subsistencia o para
trabajos de narcotráfico o, sencillamente, utilizarla como corredor
estratégico para transportar todo tipo de mercancía ilegal sin que
autoridades competentes se percaten de su comercialización. Esto
conlleva a las grandes movilizaciones de los campesinos de sus tierras por
quienes lideran este tipo de negocios, ya que, estos piensan que son los
campesinos quienes ralentizan el flujo del comercio, ya sea por
colaboración con las autoridades por sentirse inseguros de lo que está
sucediendo.

Está demostrado que el desplazamiento campesino a ciudades u otros

territorios agrícolas es con el fin de tener mano de obra barata y crear
especulación de tierras, lo segundo es la necesidad de sostener esta mano
de obra desempleada usándola en lo que se llama capitalismo carnicero
asesinatos y prostitución (economía subterránea y creación de condiciones
de guerra) El narco hace parte de la reducción ideológica para la venta del
modelo carnicero de capitalismo , normalmente no enriquece a los
desplazados y es evidente que debe ser así, pues, el estado en toda
sociedad lo determina la población, no debe ser impuesto, como lo
determina el señor Galán. La marginalidad nace de la miseria impuesta
por ese estado impuesto, un estado debe ser diverso y no monolítico.

Una explicación bastante acertada para llegar a dimensionar el conflicto

armado de Colombia y sus principales causas, al conocer estas se tiene
una mejor noción de la situación que atravesó, atraviesa y posiblemente
atravesara Colombia , teniendo claros los ejes se pueden plantear posibles
soluciones y enfrentar el problema de raíz , reconociendo que lo ocurrido
en el pasado repercute ampliamente en lo que ocurre y podrá ocurrir pero
evitando tomar esto como excusa y creer en la idea de mejoría mediante
la memoria histórica.
En conclusión, en Colombia hay más territorio que estado y esto es lo que
ha desencadenado una serie de hechos y sucesos que han comprometido
la integridad de un pueblo que ha vivido en decadencia. Este proceso que
ha trascendido a lo largo de la historia y memoria colombiana se podrían
tomar varios ejes que nos ayuden a entender mejor lo dicho en el contexto
de esta lectura:

La ausencia de garantías, por parte de los bandos enemigos, para participar

políticamente en cómo se debe regir el estado colombiano. Mejoras en los
campos laborales, la economía colombiana pase de ser capitalista a
socialista. Esto conllevaría a un gran cambio para las personas más
marginadas por el conflicto, más oportunidades para quien lo perdieron
todo en la guerra.

Se debe actuar rápido y de manera responsable, tal que, esta situación no

se amplíe más de lo que se ha hecho y dar fin a un problema que no
queremos volver a repetir y que solo quede como recuerdo de la memoria
que es conocida para no repetirla.