1. Aumentar la coherencia de la práctica educativa a través de la toma de
decisiones conjuntas por parte del equipo de profesores de cada área. 2. Ofrecer un análisis que permita una mejor comprensión del acontecimiento educativo. 3. Desarrollar la competencia docente del profesorado a través de la reflexión sobre su práctica, reflexión necesaria para hacer explícito los criterios que justifican las decisiones tomadas en el Proyecto curricular. 4. Ajustar al contexto las prescripciones y correcciones de la sociedad. 5. Incorporar la perspectiva de los actores del proceso educativo y además que estos apliquen un currículo ampliamente concebido en la formación de valores.
Funciones:
El proyecto curricular tiene dos funciones bien diferenciadas, que se derivan de
su definición:
A. Hacer explícitas las intenciones del sistema educativo. Esta función
referida a los objetivos que se pretenden alcanzar formulados en términos de capacidades a desarrollar en el alumnado y también a los contenidos que se proponen como medios para lograrlos B. Servir de guía para orientar la práctica pedagógica al plan de acción que propone el currículo, de acuerdo con intenciones expresadas y basada en el conjunto de decisiones que el currículo ha de tomar en cuanto a secuenciación de objetivos y contenidos, metodología y evaluación.