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INTRODUCCIÓN

El derecho a la vida es el que tiene cualquier ser humano por el simple


hecho de existir y estar vivo; se considera un derecho fundamental de la persona.

El aborto como la expulsión del producto de la concepción antes de llegar


a la viabilidad, o sea, de la capacidad del feto de poder sobrevivir fuera del vientre
materno.

Esta fecha de viabilidad varía de acuerdo a la tecnología y los avances en


medicina perinatal de los diferentes países. Por ejemplo, en Inglaterra se
considera fecha límite para hablar de aborto las 24 semanas de gestación;
anteriormente se consideraba en Venezuela las 28 semanas, pero actualmente
es también de 24 semanas.

¿Hasta qué punto la mujer puede decidir sobre su embarazo?, ¿el feto es
persona a la luz de la ley?, en este trabajo abordaremos el tema desde punto de
vista médico, legal y sociocultural, para asi poder intentar responder estas
interrogantes
HISTORIA

 Parece que el Código de Hamirabi ya hacía referencia al


aborto.
 Sócrates, en la antigua Grecia, ya abogaba porque el aborto fuera un
derecho materno. Hipócrates por su parte, negaba el derecho al aborto y
exigía a los médicos jurar no dar a las mujeres bebidas fatales para el niño
en el vientre.
 Pero por otra parte los antiguos griegos apoyaban el aborto
para regular el tamaño de la población y mantener estables
las condiciones sociales y económicas. Platón
recomendaba el aborto a las mujeres embarazadas
mayores de 40 años (o si su compañero era mayor de 50
años) y además veía la terminación del embarazo no
deseado como un medio para perfeccionar el propio cuerpo.
 Curiosamente Aristóteles sostenía que el feto se convierte
en 'humano' a los 40 días de su concepción, si es masculino,
y a los 90, si es femenino. Aristóteles recomendaba el aborto
para limitar el tamaño de la familia y en su Política lo dejaba
librado a la madre, salvo cuestiones de Estado.

 Según el derecho romano, al nasciturus no se lo consideraba persona,


por lo que en la Antigua Roma el aborto estaba permitido; aunque, sin
embargo, sí se le reconocían derechos. Por ejemplo, si la mujer
embarazada estaba condenada a muerte, la ejecución se posponía hasta
el nacimiento. También si el padre del nonato era senador al momento de
la concepción, este nacía con los priviliegios de hijo de senador.
 En la época de Ovidio el aborto debió ser muy extendido
pues escribió refiriéndose a las clases superiores: Nunc
uterum vitiat quae vult formosa videri, Raraque, in hoc aevo,
est quae velit esse parens. (N.T.: Ahora corrompe su vientre
la que quiere verse hermosa, y es rara, en esta época, la
que quiere ser madre.)
 En el siglo II encontramos con el primer registro de leyes
promulgadas por el Estado contra el aborto decretando el
exilio contra madres y se condenaba a los que
administraban la pócima abortiva a ser enviados a ciertas
islas si eran nobles o a trabajos en las minas de metal si
eran plebeyos.
 En la Edad Media el derecho canónico dintinguía corpus
formatum y corpus informatum. El primero es aquel en
condiciones de recibir el alma convirtiéndose en feto
animado, el segundo el que no había llegado a ese estado.
Hubo división, pero en general se sostuvo que el o tenía
lugar a los 40 días después de la concepción en los varones
y a 80 en las mujeres.

Los aztecas castigaban a la abortista con pena de muerte.


Antes de la invención del condón en el siglo XVIII no existían métodos
anticonceptivos seguros. Se recurría al infanticidio y al aborto como
medios "pacíficos" para limitar la población. Durante el siglo XVIII muchos
países del mundo crearon leyes que convertían el aborto en ilegal.
Ya, a principios del siglo XX, muchos países empezaron a despenalizar el
aborto cuando este era efectuado para proteger la vida de la madre, y en
algunos casos para proteger la salud de la madre. Islandia fue el primer
país occidental en legalizar el aborto terapéutico bajo circunstancias
límite, en 1935. Le siguió Rusia y Cataluña.
Desde finales de la Segunda Guerra Mundial, en casi todos los países
industrializados la normativa acerca del aborto comenzó a ser liberalizada
y desde la década de los 50, la mayoría de los países ex socialistas de
Europa central y del Este consideraron al aborto como un acto legal
cuando se practicaba en el primer semestre del embarazo y a solicitud de
la mujer embarazada.
A finales de los años 60, las mujeres en Canadá, Estados Unidos, y
después en casi toda Europa, empezaron a rechazar el dominio
masculino en el debate sobre el aborto afirmando que la decisión de
abortar es completamente personal.
Hacia finales de la década de los 60 y durante los 70, la mayoría de los
países desarrollados despenalizaron el aborto y ampliaron las
circunstancias en que éste es permitido.
En 1973 existían 44 países en los cuales el aborto era legal, de los cuales
19 sólo lo permitían por razones médicas, 6 incluían además razones
morales y 19 más incluían otros tipos de razones. Los países de la Europa
mediterránea (Italia, Portugal, España) e Irlanda de más honda influencia
católica no tenían liberalizado ningún supuesto.

EL ABORTO

 El crimen por antonomasia es aquel que se realiza en contra de inocentes


indefensos.
 Aborto procede del latín, abortus o absorsus, derivados de ab-orior,
opuesto a orior=nacer
 Por aborto se entiende la pérdida del embrión o del feto antes de que éste
haya llegado a un desarrollo suficiente que le permite vivir de un modo
independiente. Se considera como aborto la interrupción del embarazo
desde el momento de la concepción hasta finales del 6° mes. La expulsión
o pérdida del feto, a partir del 7° mes, se considera como parto prematuro.

CLASIFICACIÓN
1. Aborto natural o espontáneo: Es llamado así cuando se produce por causas
involuntarias, suele ocurrir al tercer mes de gestación.

2. Aborto provocado o inducido: Es llamado así cuando es consecuencia del


esfuerzo intencional (manipulaciones, intervención quirúrgica, uso de drogas
abortivas) para poner fin al embarazo.

El aborto provocado a su vez se clasifica en:

Aborto terapéutico: Es el aborto provocado con el fin de salvar la vida de


la madre o para evitar el nacimiento de un niño o niña con defectos o
malformaciones físicas o mentales muy graves e incurables, que le
impedirán mantener una vida normal.

Aborto clandestino o criminal: Es el aborto practicado con la intención


única de eliminar un hijo o hija no deseado o deseada.

CAUSAS

El principal problema del aborto es psicológico y es el miedo:

Miedo por falta de capacidades económicas para alimentar al hijo.

Miedo a lo que digan sus padres o las demás personas.

Miedo a los 9 meses de embarazo y al dolor del parto.

Problemas de salud.

VIOLACIÓN

Anticonceptivos hormonales. La mujer que los utiliza ya sea en pastillas,


inyecciones o implantes, ya se ha hecho sicológicamente el propósito de
no tener un hijo y si queda embarazada se siente frustrada en sus
propósitos y muchas veces recurre al aborto. Estos anticonceptivos son
una de las principales causas del aborto actualmente.

FORMAS DE ABORTO

1. Envenenamiento salino.- El método de envenenamiento salino consiste en


introducir una larga aguja hasta llegar a través del abdomen de la madre a la
bolsa del líquido amniótico en el que se inyecta una solución concentrada salina
que quema la piel del niño. El feto respira, lo traga se envenena y muere, en
poco más de una hora, muere. Al día siguiente la madre presenta señales de
parto y da a luz un niño muerto.

2. Succión.- La succión consiste en introducir en el útero un tubo hueco de


material plástico conectado a un potente aparato de succión. Dicho tubo puesto
en contacto con el feto lo destroza en pequeños pedazos que succiona y
deposita en un recipiente exterior, se suele utilizar hasta la 12ª semana de
embarazo.

3. Curetraje o legrado.- El legrado consiste en la introducción en el útero de un


instrumento llamado cucharilla con el que se hace pedazos al feto y la placenta,
que se van extrayendo paulatinamente.

4. Cesaría o histerotomía.- En la histerotomía se abren quirúrgicamente el


abdomen y útero de la madre para extraer el niño y la placenta. La mayoría de
los niños abortados por histerotomía nacen vivos, por lo que hay que matarlos o
dejarlos morir por falta de atención médica.

5. Prostaglandinas.- Medicamento para quemar las células cancerígenas, y que


por tanto queman al feto por dentro y por fuera, provocando que se infle y que
reviente.

6. Píldora abortiva.- La píldora abortiva RU 486 es un abortivo químico. Consiste


en un esteroide sintético que bloquea la acción de la progesterona, la cual es
indispensable para mantener el embarazo. Provoca contracciones uterinas
expulsando al bebe ya muerto. Esta droga produce abundantes sangrados y
tendencia al cáncer vaginal y cervico- uterino.

En el aborto confluyen las dendritas de todas las ramas de la sociedad,


del estado de organizaciones religiosas y políticas además de culturales
que tienen su posición definida con respecto al aborto. Aspectos sociales
con los que se tiene que lidiar serían por ejemplo la opinión pública, la
carga que la sociedad va a tener con ese hijo no deseado que después la
misma sociedad lo convertirá en un delincuente o mala persona, el
aspecto demográfico será un problema subsiguiente que trae la
prohibición de un aborto. Sin embargo los aspectos económicos están
íntimamente relacionados con los sociales, pues el aborto es justificable
argumentando que la madre no tendrá los suficientes recursos
económicos para llevar una vida digna al lado de su hijo, o cuando es un
adolescente y los prejuicios sociales critican a la madre soltera además
de que no tiene la suficiente madurez para educar a su hijo como se
debiera.

EL ABORTO: PUNTO DE VISTA LEGAL

En nuestro país el aborto Actualmente es ilegal salvo en casos de


amenaza a la vida o salud de la mujer

Elementos para que exista el delito de aborto

a) EXISTENCIA DE UN EMBARAZO.

El aborto está constituido por la muerte del producto de la concepción, la


preñez es un supuesto previo del delito. Es doctrina generalmente
admitida, que la muerte del feto es punible en todo momento a partir del
comienzo de la gestación, por lo que es indiferente que se trate de un
embrión recién formado o de un feto próximo a su madurez.

Sin preñez no hay aborto, tampoco existe el delito en caso de un feto


muerto, pues el estado de preñez supone a un feto vivo en el vientre de
la madre. Si no hay feto vivo no es posible este delito. Las maniobras
abortivas realizadas sobre un feto muerto o sobre una mola (feto
imperfecto incapaz de vida) y su expulsión no integran un delito de aborto,
constituyen una tentativa posible, no punible por falta de objeto material
de la infracción.

b) MUERTE DEL FRUTO DE LA CONCEPCIÓN.

La mayoría de los tratadistas está de acuerdo en que el delito se consuma


con la muerte del feto, tanto si tiene lugar en el vientre de la madre, como
si se produce su expulsión prematura. En éste último caso, si muere a
causa de su inmadurez, es indiferente que nazca con vida. El aborto está
caracterizado por la interrupción del embarazo, lo que es lo mismo, que la
suspensión intrauterina del feto. De ahí que, el concepto jurídico de aborto
sea más amplio que el médico, pues conforme a este último, es necesario
para considerarlo como tal, que haya habido la expulsión del feto y en
cambio, en el primero, puede haber o no tal expulsión.

c) EJECUCIÓN DE ACTOS POSITIVOS ENCAMINADOS A PRODUCIR LA


MUERTE DEL FETO.

Para la comisión del delito de aborto es necesario que se ejecuten hechos


encaminados a producirlo, utilizando los medios propios para tal fin, y que
la medicina legal se encarga de determinar. Estos medios pueden ser
mecánicos, químicos o morales. Los primeros están encaminados a
producir el aborto mediante manipulaciones locales y tales, la punición de
las membranas, las inyecciones intrauterinas, etc. Los químicos serían: el
suministro de bebidas fuertes, las mezclas químicas de productos
farmacéuticos, los venenos orgánicos como el cornezuelo de centeno, los
venenos minerales como el fósforo, el arsénico o el mercurio. Los medios
morales, o sea, aquellos que actúan psíquicamente, también son
considerados capaces para provocar el aborto. Tales serían el miedo, el
terror, las emociones violentas, etc.

d) INTENSIÓN DE CAUSAR LA MUERTE DEL FETO.

 El dolo en esta especie de delito es un requisito esencial. Se requiere


el específico, o sea, la manifestación de voluntad de la mujer
embarazada o de quien le cause el aborto.
 La voluntad consciente y no cohibida de acusar el aborto de una mujer
encinta, con intensión de matar el feto antes del parto fisiológico. Los
daños a la salud de la mujer encinta, sobrevinientes de maniobras
operáticas o químicas, no realizadas con intensión de producir el
aborto, no constituyen este delito, sino uno de lesiones culposas. Por
otra parte, si la intensión ha sido la de causar un daño a una mujer
encinta y se le ocasiona el aborto, el hecho es de lesiones gravísimas
(Art.416 CP).
 El aborto culposo no es punible (Alemania, Italia, Francia, Venezuela).
 Código Penal Venezolano y el Aborto
 El Capítulo IV del Título IX del Código Penal venezolano, considera las
modalidades o hipótesis diferentes de éste delito:
 Aborto causado por la misma mujer embarazada o por un tercero
 El Art. 430 del Código Penal venezolano comprende las dos primeras
modalidades, cuando señala:
 "La mujer que intencionalmente abortare, valiéndose para ello de
medios empleados por ella misma, o por un tercero, con su
consentimiento, será castigada con prisión de seis meses a dos años".
 La primera consiste, en el hecho de la mujer que se causa el aborto a
sí misma. Es necesario que la mujer se cause el aborto en una forma
libre, pues, si lo causare por amenaza, intimidación o engaño no sería
punible. En estos casos, sólo respondería criminalmente, el que lo
ejecutó con el empleo de esos medios. Se requiere pues el dolo
específico o sea, la intensión de causar la muerte del feto, ya que,
como antes se dijo, el aborto culposo no es punible.
 La segunda, es aquella en que la mujer también en forma intencional
aborta, pero utilizando los medios empleados por un tercero con su
consentimiento y no, por medios empleados por ella misma. En este
caso el aborto no se debe, exclusivamente, a la obra de la mujer son
también a la obra del tercero. Este no se limita a suministrarle a la
mujer embarazada los medios idóneos para que ésta procure el
aborto, sino que los emplea sobre ella con su consentimiento.
 En los supuestos del Art 430 hay sólo un sujeto activo que es siempre
la mujer embarazada, mayor o menor de edad, casada o soltera, y que
el tercero es sólo un participante en el delito, según su intervención de
suministro o empleo de los medios abortivos. Este recibe el nombre de
aborto procurado.
 El legislador venezolano, sanciona con la misma pena a la mujer
cuando ella sola efectúa el aborto que cuando consiente a ser
ejecutado por un tercero; pero en el segundo supuesto las violaciones
jurídicas cometidas por ambas partes son distintas y separadamente
imputables. Se trata de un delito bilateral, no es una colectividad,
pudiendo resultar solo una de las partes imputada por el delito
cometido.
 Conforme al Código Penal venezolano, la mujer que intencionalmente
abortare utilizando los medios empleados por un tercero con su
consentimiento, es sancionada con la pena de prisión de seis meses
a dos años. En cambio, el coautor del aborto se sanciona con la pena
de doce a treinta meses, conforme a la disposición del Art 431, por
haber provocado el aborto de una mujer con el consentimiento de esta.
 En el Art. 430 se contempla la responsabilidad penal de la madre que
aborta intencionalmente: el sujeto activo calificado de este delito es la
mujer embarazada imputable.
 El Artículo 431 CP contiene la modalidad llamada aborto provocado,
que es aquel que ocurre cuando la mujer embarazada aborta
intencionalmente, pero, lo hace empleando los medios idóneos
utilizados por un tercero, para que se produzca el aborto con su
consentimiento.
 La disposición contenida en este artículo es una agravante, esta
circunstancian que también aparece en muchas legislaciones, es la de
que si por consecuencia del aborto y de los medios empleados, para
efectuarlo sobreviene la muerte de la mujer, la pena será de prisión de
tres a cinco años; y será de cuatro a seis años, si la muerte sobreviene
por haberse valido de medios más peligrosos que los consentidos por
ella.
 Es sabido que frecuentemente, como consecuencia del aborto o de las
maniobras abortivas, se causa la muerte de la mujer o se le ocasionan
lesiones personales.
 Es indiferente que la muerte se produzca sin que el feto haya sido
expulsado, si se expulsa el feto y éste queda con vida, así como
cuando se emplean medios tendientes a producir el aborto sin estar la
mujer embarazada aunque crea estarlo, como cuando el feto ya
estuviere muerto en el vientre de la madre, pero a consecuencia de las
maniobras abortivas se produce la muerte de la mujer, habría un
homicidio culposo, pero no un aborto seguido de la muerte.
 En el Art. 431 se contempla la responsabilidad penal de quien causa
el aborto a una mujer con el consentimiento de ésta. El sujeto
imputable aquí es la persona que lo realiza materialmente con el
consentimiento jurídicamente válido de la mujer embarazada (aborto
consentido).
 Aborto Sufrido
 El Art. 432 CP contempla el aborto sufrido, que es cuando un tercero
utiliza medios abortivos sobre una mujer embarazada, sin su
consentimiento o contra su voluntad. En efecto el artículo está
concebido así:
 "El que haya procurado el aborto de una mujer, empleando sin su
consentimiento o contra la voluntad de ella, medios dirigidos a
producirlo, será castigado con prisión de quince meses a tres años. Y
si el aborto se efectuare, la prisión será de tres a cinco años".
 "si por causa del aborto o de los medios empleados para procurarlo,
sobreviene la muerte de la mujer, la pena será de presidio de seis a
doce años"
 "Si el culpable fuere el marido, las penas establecidas en el presente
artículo se aumentarán en una sexta parte".
 La falta de consentimiento agrava considerablemente la infracción, no
solo porque se trata de la protección de la vida del feto, sino también
porque la ley en este caso, protege la libertad y la maternidad de la
mujer.
 En el aborto sin el consentimiento de la mujer, el legislador
venezolano, pena de modo expreso la tentativa. Esto diferencia al
Código Penal venezolano de otros Códigos extranjeros.
 La tentativa del aborto se incrimina en una forma especial según el
Artículo 432. se requiere que el agente dirija su voluntad a la
consumación del hecho, empleando medios encaminados de modo
unívoco y directo a su perpetración. Es necesario también actos
materiales de ataque contra la vida del feto.
 La pena se agrava si el aborto se efectúa y si la por causa de éste la
mujer muere la pena será de seis a doce años de prisión. En este
supuesto, la muerte tampoco debe ser voluntaria, bastando el nexo de
causalidad con el aborto o con los medios empleados para procurarlo,
la agravación se impondrá siempre que se produzca la muerte.
 Aborto Terapéutico
 Otra modalidad de aborto es el causado por facultativo, donde el
Código Penal en su Art. 433 impone la pena en el grado máximo, al
facultativo o a la persona que ejerza el arte de curar o cualquier otra
profesión o arte reglamentado en interés de la salud pública quien con
el abuso de su ciencia, causare el aborto o cooperase con él, las penas
de la ley se aplicarán con el aumento de la sexta parte, la condenación
llevará siempre como consecuencia, la suspensión del ejercicio del
arte o profesión del culpable, por tiempo igual al de la pena impuesta.
 El mismo artículo establece el aborto terapéutico que es el único
permitido en la legislación venezolana y es aquel que es efectuado por
el médico con la intensión de salvar la vida de la madre cuando el
médico se encuentra con una enfermedad producida o agravado con
el embarazo y que amenaza la vida de la madre, tiene el deber de
intervenir. Esta modalidad del aborto difiere de las otras por cuanto es
sano el fin que persigue y se realiza cuando se prevé la imposibilidad
de una evolución normal del embarazo.
 La mayoría de los autores está de acuerdo en reconocer en el aborto
terapéutico la existencia de un verdadero estado de necesidad, de un
conflicto de bienes de valor desigual, donde la solución jurídica
conforme a las normas penales generales, es el sacrificio de bien
menor (el feto).
 El Código Penal venezolano exige, en este caso, la concurrencia de
dos requisitos: a) que sea un medio indispensable para salvar la vida
de la madre; b) que la intervención abortiva sea practicada por un
facultativo.
 El Art. 433 se refiere a la responsabilidad penal en que incurre el
culpable de alguno de los delitos previstos en los artículos precedentes
(430-432), cuando sea una persona que ejerza el arte de curar u otra
profesión en relación con la salud pública (por ejemplo, un médico, o
una enfermera, etc.).
 Aborto honoris causa.
 El Art. 434 del Código Penal venezolano contempla el aborto llamado
honoris causa, que no es otra cosa que una causa específica de
atenuación para todos los casos de aborto en que el autor lo cometa
por salvar su propio honor o la honra de su esposa, de su madre, de
su descendiente, de su hermana o de su hija adoptiva.
 La razón de esta atenuante de la conveniencia de ser benignos con la
mujer que, puesta a elegir entre el sentimiento de la maternidad y la
condena social, opta por el delito, con tal de conservar ilesa su
reputación. La ley, si castigara con todo su rigor a la culpada sin tener
en cuenta su estado, sería despiadada; y si la declarara exenta de
pena, sería injusta.
 Conforme al Código Penal venezolano, son sujetos de la atenuante,
consiste en disminuir de uno a dos tercios, la mujer embarazada, el
esposo, el hijo o hija, el ascendiente, el hermano o hermana y el padre
o madre adoptantes, siempre que el aborto sea cometido para salvar
el honor o la honra.
 ¿Es posible Legalizar el aborto en Venezuela?
 Veamos ambas posturas, ya que en el proyecto de reforma de código
civil del 2004 se plantea legalizarlo
 La Iglesia Católica
 La Iglesia Católica se empeña en sostener que el embrión, lo mismo
que el feto, es una "persona" humana. Afirma que el cuerpo no sería
cuerpo "humano" sin la unión con el alma, y el alma no sería alma
"humana" sin el cuerpo. Ahora bien, el origen del cuerpo está bien
documentado por la ciencia pero el origen del alma humana no puede
documentarse científicamente pero tampoco desmentirse, porque es
una realidad espiritual. El alma espiritual de cada ser humano es
creada directamente por Dios en el momento mismo de su concepción.
 Pues bien, como antes vimos, no es adecuado ni conveniente acudir
a las creencias religiosas para justificar o no el aborto, para justificar
un hecho incierto, desconocido y de imposible comprobación científica
(cuál es el momento de la infusión del alma y el cuerpo), y, por tanto,
válido para tenerlo como objetivamente cierto a los fines de adoptar
una posición definitiva, sobre todo jurídica. De allí que deba
descartarse.
 A decir verdad, el feto no es una persona "constitucional", el derecho
siempre se ha presentado como atributo de la persona, es decir el
nacido. Antes del alumbramiento existirá tal vez la vida, pero no existe
la personalidad, es posterior al alumbramiento que el producto de la
concepción llega a ser una vida en sentido sociológico y es desde ese
momento que igualmente comienza a tener derechos.
 En torno al punto, el Código Civil venezolano establece, en su Artículo
17, que: «El feto se tendrá como nacido cuando se trate de su bien: y
para que sea reputado como persona, basta que haya nacido vivo».
 De la exégesis de esta disposición resulta claro que nuestro derecho
no reconoce como persona al feto, y menos aún al embrión. En
medicina legal se distingue al embrión del feto: aquél es el producto de
la concepción desde que existe en estado de germen rudimentario
hasta el tercer mes en el que ordinariamente comienzan a
determinarse sus caracteres constitutivos; y éste es el producto
mencionado desde que alcanza ese estado hasta el parto. Pero el
Código Civil comprende ambos estados con el nombre general de feto.
 De manera que por feto, a la luz del Art. 17 CC no debe entenderse en
el sentido médico de la palabra, es decir, todo ser humano nacido
mientras no haya nacido. Se toma al feto o nasciturus, alguien que
habrá de nacer, respecto de quien la ley, con fundamento único y
exclusivo de su propio bien, crea una ficción benigna para que, aún no
nacido, pueda gozar de determinados beneficios que ella le otorga, y
que esencialmente son de índole patrimonial (capacidad de suceder
ab intestato, ser instituido heredero y recibir donaciones).
 La ficción consiste en que como para adquirir derechos es necesario
ser persona, y el feto de por si no lo es ni tiene vida civil ni es
independiente entre tanto no nace, se le atribuye personalidad jurídica
aun cuando no haya nacido; más esos derechos adquiridos en virtud
de la ficción no lo convierten, ipso facto, en persona.
 Si bien la vida civil comienza en verdad desde que la criatura sale del
seno materno, el feto es capaz de adquirir cuando alcanzase la calidad
de heredero, legatario, donatario, etc. e incluso puede quedar obligado
cuando las obligaciones son correlativas a los derechos adquiridos.
 La corriente mayoritaria considera que el feto no es persona
constitucional (menos aún el embrión), y, por tanto no forma parte de
la población constitucional. En consecuencia las normas contenidas
en la Constitución no le son, en principio, aplicables, pues todas éstas,
sin excepción alguna, se refieren a las personas, esto es, a los
nacidos.
 El Derecho a la vida y su inviolabilidad.
EL ENFOQUE JURÍDICO SOCIAL DEL ABORTO EN EL PERÚ

En el presente milenio las discusiones respecto al aborto están orientadas a la


mayormente a la liberación, pretendiendo superarse posiciones dogmáticas y
dejar de calificarlo como un grave pecado o delito; al respecto, y sin lugar a
dudas, lo polémico que resulta asumir una posición sobre el aborto trae como
consecuencia innumerables argumentos para condenarlo o aprobarlo, ya sean
éstos de connotación reprochable o tolerable.

Para tener una cabal idea de la problemática social y de salud pública que se
cierne sobre el aborto, nos parece oportuno citar un proyecto de análisis
realizado por el Centro "Flora Tristán" y Pathfinder International cuyo campo de
estudio es precisamente el Perú.

Se estima que en el Perú se producen cada año 352 mil abortos inducidos, según
un estudio confeccionado en el año 2001 por Delicia Ferrando. Para 1994 un
estudio del Instituto Alan Guttmacher arrojaba la cifra de 271.1 mil abortos. Es
decir, se ha producido un significativo incremento de tales acciones abortivas

Se calcula además, que se registra un aborto por cada nacido vivo y que la
probabilidad de las mujeres peruanas de 15 a 49 años de provocarse un aborto
es del 5.2% y, que sólo el 14% de las mujeres que se somete a un aborto se
hospitaliza. El aborto, señala este estudio, ocupa el cuarto lugar como causa de
muerte materna, según datos proporcionados por el Ministerio de Salud; sin
"embargo, numerosos estudios sostienen que dentro de las muertes por
hemorragias e infecciones se encuentran subregistradas muchas muertes por
aborto. En consecuencia, si existiera un adecuado registro de las muertes
maternas, el aborto ocuparía posiblemente el primer lugar.

En el Perú, el aborto es ilegal y constituye un delito contra la vida. El único caso


de aborto no sancionado por la ley es el que se realiza para salvar la vida de la
mujer gestante o evitarle un mal mayor, grave o permanente.

En la Ley General de Salud existe una pre- visión que obliga al personal médico
a denunciar los casos en que existan indicios de aborto y, aunque esta
disposición quiebra el principio de confidencialidad médico-paciente, es
necesario indicar que obviamente ante un aparente conflicto de intereses, debe
prevalecer el interés de la sociedad en su conjunto y el del bien jurídico vida, al
deber de confidenciabilidad en mención.

Un aspecto importante a destacar, es que las Naciones Unidas, a través del


Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (1995, 1998 y
1999) y a través del Comité de Derechos Humanos —1996—, instó al Estado
peruano a revisar la legislación que contiene medidas punitivas a aplicar para las
mujeres que abortan. Dicho informe enfatiza que la criminalización del aborto no
desalentó esta práctica, sino que más bien, tuvo el efecto de hacer el proceso
más inseguro y peligroso para las mujeres. En efecto, la práctica clandestina
implica complicaciones especialmente a las mujeres de escasos recursos, sean
éstas de zonas rurales (69%) o urbanas (44%), y en mucho menor medida a las
mujeres que tienen altos ingresos (9%). Sobre el particular un dato interesante
es que aproximadamente 65 mil mujeres son hospitalizadas cada año por
complicaciones de aborto.

Todo esto hace que el aborto constituya en el Perú un grave problema de justicia
social y de salud pública que el Estado debe enfrentar con la eliminación de una
normatividad punitiva ineficiente, con la implementación de políticas adecuadas
y la asignación de los recursos correspondientes y suficientes. El aborto es, sin
duda, un tema complejo pues despierta sentimientos encontrados, los que deben
no obstante ser dejados de lado para observar como primera prioridad la vida de
las mujeres; esto último, atendiendo que el Perú ocupa el segundo lugar entre
los países de América del Sur con el más alto índice de mortalidad materna[1]

Definiciones terminológicas del aborto

El concepto aborto proviene del vocablo "abortus", que a su vez deriva de ab,
que significa "sin" y ortos, que significa "nacimiento", entendiéndose la palabra
como: "dejar sin nacimiento" o "impedir el nacimiento de un nuevo ser".

Desde el aspecto médico el aborto resulta ser espontáneo o patológico, teniendo


entre sus principales causas las ovulares, malformaciones, infecciones,
anomalías del útero, etc. En consecuencia, dichas causas provocan la expulsión
del feto o del producto de la concepción, siendo importante anotar que durante
el período del estado de embarazo o de gravidez, al producirse la expulsión del
producto de la concepción por causas naturales estamos hablando del aborto
desde el punto de vista médico; sin embargo, si dicha expulsión se produce o se
realiza luego de los seis primeros meses, ya no hablamos de aborto, sino de
parto prematuro, ello en función de la viabilidad o potencialidad de la vida del
feto[2]

Ahora bien, para efectos legales el aborto es asumido desde diversos puntos de
vista, de tal forma que Francesco CARRARA llamaba al aborto "feticidio"
concibiéndola como la muerte dolosa del feto en el útero materno o su violenta
expulsión del vientre materno, acción esta última de la cual haya derivado la
muerte del feto. Otros juristas como Sebastián SOLER, define al aborto como "la
muerte inferida a un feto".

Particularmente, en lo que se refiere a la determinación terminológica del aborto,


coincidimos con el jurista Luis Alberto BRAMONT-ARIAS TORRES, quien en su
Manual de Derecho Penal. Parte Especial, define al aborto como el delito que
consiste en dar muerte al embrión o feto, esto quiere decir que de manera
intencional se provoca la interrupción del embarazo, causando la muerte del
embrión o feto en el seno de la madre o, logrando su expulsión prematura.

APUNTES SOBRE SU BIEN JURÍDICO PROTEGIDO

Se busca con la criminalización de dicho evento, proteger la vida humana


dependiente, esto es, la vida del embrión o feto en formación, para ello, es de
suma importancia comprender el proceso de la concepción y su secuencia en el
organismo de la mujer gestante.

En efecto, conviene anotar que el proceso de la concepción se inicia desde que


el huevo humano se dirige al ovario por el oviducto, es decir, ese circuito empieza
desde la trompa de Falopio hasta el útero, entonces el huevo es descargado del
folículo ovárico e ingresa al oviducto más o menos a la mitad del intervalo entre
dos períodos de menstruación.

El huevo, que viene a ser una esfera diminuta, posee en el centro el núcleo de
la cédula que a su vez contiene la mitad de la cuota humana de materiales
determinantes de la herencia, esto es, los cromosomas, así, a la otra mitad de
dichos cromosomas contribuirá la célula del esperma en el momento que el
huevo sea fertilizado. Esta explicación es necesaria, pues nos permite entender
lo esencial y excelso del proceso de la concepción, por tanto, se justifica que el
aborto se encuentre incriminado en función de proteger la vida como bien jurídico
de extraordinaria importancia.

En nuestro país se asume un sistema de incriminación del aborto,


consignándose el aborto terapéutico como no punible. También se contempla la
indicación ética respecto a la mujer que resulta embarazada como consecuencia
de una violación, así como la indicación eugenésica, cuando es probable que el
niño nazca con graves taras físicas o psíquicas. Ahora bien, en estos casos la
pena privativa de libertad impuesta por el Código Penal es no mayor de tres
meses, traduciéndose en dicha sanción la impunidad, ya que en la práctica por
las características de la investigación preliminar por parte de la policía y la
instrucción a cargo el órgano jurisdiccional, es difícil que pueda concluirse en ese
espacio el tiempo, máxime que habiendo transcurrido los cuatro meses y medio
prescribe la acción penal.

Regulación normativa del aborto. El análisis de sus diversos tipos penales

ABORTO CONSENTIDO

DESCRIPCIÓN TÍPICA: Artículo 115°:

"El que causa el aborto con el consentimiento de la gestante, será reprimido con
pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años.

Si sobreviene la muerte de la mujer y el agente pudo prever este resultado, la


pena será no menor de dos ni mayor de cinco años".

Este tipo penal tiene como fuente el Artículo 106, incisos 1) y 3) del Proyecto
suizo de 1918, que el codificador peruano de 1924 tomó como base para
redactar el Artículo 160 del Código Penal abrogado. Así, siguiendo el modelo
suizo, trató de resolver el problema de la complicidad en este delito, señalando
que cometía también delito de aborto el que prestaba asistencia a la mujer con
tal objeto, equiparando en consecuencia la acción de prestar asistencia a la
mujer que quería abortar con la de causarle el aborto.

En el Código Penal de 1924 la penalidad impuesta para este delito era


alternativa, ya que se castigaba con penitenciaría de uno a cuatro años o prisión
de dos días a dos años. Actualmente, la pena es privativa de libertad de uno a
cuatro años; también es importante acotar que en caso se trate de la forma
agravada del delito, el anterior Código penalizaba dicha conducta con un máximo
de seis años de prisión o penitenciaría, mientras que nuestro actual texto
normativo castiga tal comportamiento con pena privativa de libertad no menor de
dos ni mayor de cinco años.

Comentario del tipo penal:

El delito de aborto consentido previsto por el Artículo 115° del Código Penal,
configura el tipo base de esta clase de ilícitos en que se considera como sujeto
pasivo, fundamentalmente, la vida del feto en formación, esto es, la vida humana
dependiente producto de la concepción.

Como aciertos de la descripción legal, podemos anotar que partiendo de una


perspectiva objetiva, se determina claramente los alcances jurídico-penales del
delito bajo análisis, en el sentido que es el agente quien causa el aborto a la
mujer, pero con su pleno consentimiento. La precisión es importante porque el
legislador ha previsto que tanto para el autoaborto como en aquel que cuenta
con el consentimiento de la mujer, la penalidad será menos severa que aquella
que corresponda al aborto que se ejecuta sin la anuencia de la madre.

De otro lado, es importante destacar que el dispositivo en mención acota el


supuesto de muerte sobreviniente de la mujer a consecuencia de las maniobras
abortivas a que es sometida; en tal caso, se impone al agente una pena no menor
de 2 ni mayor de 5 años, es decir, una sanción superior a la que corresponde al
tipo base, debiéndose resaltar que para fijar dicha agravación de la pena, se
tomó como parámetro el dolo eventual del agente.

En efecto, al describir la norma que "si sobreviene la muerte de la mujer y el


agente pudo prever este resultado", implícitamente se está recurriendo a la figura
del dolo eventual, esto es, aquella condición que concurre cuando el agente a
pesar de representarse claramente un resultado adicional y distinto a aquel que
constituye su objetivo directo, persiste en su conducta ilícita logrando finalmente,
además de tal propósito fundamental, también otro resultado que no quería ni
pretendía.

En el caso planteado, el dolo eventual se manifiesta por el hecho que el agente


pretende fundamentalmente acabar con la vida del producto en gestación; sin
embargo, pese a tener la representación material y objetiva de que con dicho
accionar, puede también afectar la salud e integridad física de la madre, decide
proseguir en su conducta, razón por la cual halla justificación que esta
circunstancia merezca una sanción más grave que la que corresponde al tipo
base, es decir, el aborto propiamente dicho.

2. ABORTO NO CONSENTIDO

DESCRIPCIÓN TÍPICA: Artículo 116°: "El que hace abortar a una mujer sin su
consentimiento, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres
ni mayor de cinco años.

Si sobreviene la muerte de la mujer y el agente pudo prever este resultado, la


pena será no menor de cinco ni mayor de diez años".

La fuente de este dispositivo la encontramos en el Artículo 244° del Código Penal


de 1863 y, luego, en el Artículo 137° del Proyecto peruano de 1916, el que
consignaba ya la frase "contra su voluntad"; posteriormente, el aborto no
consentido se tipificó en el Artículo 161° del Código Penal de 1924, cuya
redacción expresaba la ausencia de voluntad de la mujer gestante con los
siguientes términos: "sin su consentimiento" y "contra su voluntad". Obviamente
esta fórmula resultaba redundante ya que "quien obra en contra de la voluntad
de una mujer está actuando consecuentemente, sin su consentimiento", por ello
el Código Penal de 1991 recogió dicha observación, limitándose a señalar y
requerir únicamente la falta de consentimiento para la configuración de dicho tipo
punible.

Sobre el particular, el Código Penal de 1924 imponía una penalidad para este
delito de penitenciaría de tres a diez años y, para la forma agravada en caso de
fallecimiento de la mujer embarazada, de cinco a diez años de penitenciaría.
Actualmente, nuestro corpus juris penale sanciona la figura delictiva en
comentario con pena privativa de libertad de tres a cinco años y para la forma
agravada en caso de muerte de la mujer gestante, de cinco a diez años de pena
privativa de libertad.

Anotación de importancia es que el aborto no consentido sacrifica


fundamentalmente dos bienes jurídicos:

a) La esperanza de vida del feto, el cual depende integralmente de la madre y,

b) El bien jurídico de la maternidad, que está amparado como contenido u objeto


del derecho de la mujer a ser madre.

En consecuencia, la vulnerabilidad de estos bienes jurídicos es lo que lleva a los


Estados a otorgar penas severas para dicho delito, ya que frente a este supuesto
grave, no sólo se produce un aborto sino que además se violenta la voluntad
contraria de la mujer gestante. El aborto sin consentimiento implica, entonces, la
lesión de la vida prenatal, incurriéndose en un grave delito de coacciones,
estamos, más bien, ante un delito complejo de aborto y coacciones.

En efecto, si cuando la mujer quiere abortar se afirma como veremos, una


contraposición de intereses entre el libre desarrollo de su personalidad y la vida
prenatal, cuando se produce un aborto contra la voluntad de la embarazada, la
lesión del bien jurídico es doble, y la consecuencia jurídica ha de ser por ello
mucho más grave[6]

ROY FREYRE, por su parte, señala que: "Si la gestante es persuadida, con
argumentos más o menos convincentes, pero sin amenazas de ninguna especie,
entonces habrá prestado su consentimiento y su conducta no será subsumible
en el texto legal ahora comentado. Si la mujer embarazada es menor de 18 años,
se supone juris et de jure que el aborto se ha practicado no contando con su
consentimiento, sin perjuicio que pueda darse la hipótesis (más grave en nuestro
concepto) consistente en que el delito haya sido cometido contra su voluntad
expresa". Advertimos que si bien es cierto que la ausencia de consentimiento de
una menor (inimputable) es irrelevante al no posibilitar cambiar la hipótesis
delictiva a la de un aborto consentido, también es verdad que el aborto contra la
voluntad psíquica de la menor es importante para graduar la pena del autor o
autores.

Comentario del tipo penal:

El tipo previsto en el Artículo 116° del Código Penal presenta características


especiales, en él obviamente la sanción es más severa que en la que
corresponde al tipo base, es decir, al aborto consentido.

La explicación es evidente, en estos supuestos de abortos no consentidos, se


vulneran simultáneamente dos bienes jurídicos específicos, a saber: la propia
vida del feto en gestación y el concepto jurídico de maternidad, entendido como
el derecho de autodeterminación de la mujer a ser madre, atributo que no admite
interferencia ni interrupción alguna; no obstante, consideramos que puede
tomarse en cuenta un tercer criterio.

En efecto, cuando se materializa un aborto no consentido, dadas las especiales


circunstancias que rodean este hecho, puede con gran probabilidad, afectarse
también, la propia vida e integridad física así como psicológica de la mujer. En
tal contexto, no se debe dejar de lado-que las circunstancias especiales a las
que aludimos, se refieren a los medios comisivos utilizados con el propósito de
concretar el aborto no consentido. Entre estos medios se cuentan la violencia, la
intimidación, amenaza, engaño o cualquier otro método no permitido por el
ordenamiento jurídico que facilita y propicia, la culminación abrupta de la vida en
gestación.

Sobre el particular, debemos acotar que se justifica plenamente la agravación de


la pena y de otro lado, sin entrar a disquisiciones de orden filosófico que no es el
propósito del presente ensayo, cabría plantear interrogantes, siempre en el
campo del ordenamiento penal, respecto a si la comisión del delito de aborto no
consentido, hasta qué punto puede considerarse constitutivo de otro ilícito. En
este caso nos estamos refiriendo al delito de violación de la libertad personal
debidamente previsto y sancionado por el Artículo 151° del Código Penal a través
de la figura de la coacción[7]pues obviamente, gran afectación, al margen de la
integridad física y la propia vida de la mujer en gestación, se ocasiona a su
derecho de autodeterminación de la voluntad, en este caso, manifestado en el
deseo de ser madre.

Otra cuestión puntual es la referida a que en el delito previsto en el Artículo 116°


del Código Penal, se presenta la figura de la preterintención constituida por la
mixtura del dolo, manifestada en las maniobras abortivas que atentan
directamente contra el fruto de la concepción y, por otro lado, concurre también
la culpa traducida en el resultado más grave por la acción del agente, en este
caso, la muerte de la mujer.

Por otro lado debe agregarse, que a diferencia del Código Penal brasileño, en
nuestro ordenamiento no se prevé como agravante la circunstancia de causar
con las maniobras abortivas lesiones graves a la madre, en cuyo caso, se
sostiene que cabría un concurso real de delitos por la comisión de los ilícitos de
aborto y lesiones graves, el primero, en agravio de la sociedad y el segundo, en
perjuicio directo de la madre en gestación. Consideramos que esta constituye
una grave omisión de nuestro legislador, toda vez que en la mayor parte de los
casos que ocurren en nuestra sociedad, se suscita precisamente dicha situación,
esto es, que a consecuencia de las maniobras ,abortivas a la que es sometida,
la mujer sea lesionada gravemente, llegando en ocasiones a quedar
imposibilitada para embarazarse en el futuro.

3. Aborto practicado por profesional sanitario

DESCRIPCIÓN TÍPICA: Artículo 117°: "El médico, obstetra, farmacéutico, o


cualquier profesional sanitario, que abusa de su ciencia o arte para causar el
aborto, será reprimido con la pena de los artículos 115 y 116 e inhabilitación
conforme al artículo 36, incisos 4 y 8".

La fuente de esta figura delictiva la encontramos en el Código de Santa Cruz en


su Artículo 516, asimismo en el Artículo 282 del proyecto de 1859; en el Código
de 1863, Artículo 245. Tampoco puede dejarse de mencionar el Artículo 138 del
Proyecto peruano de 1916 y el Artículo 86, primer parágrafo del Código Penal
argentino de 1921. Finalmente, con mejor técnica legislativa se reguló en el
Artículo 162 del Código Penal de 1924.

El aborto cometido por abuso del arte o ciencia de curar tipificado en el artículo
117° del Código Penal de 1991, prevé un caso de aborto con agravantes, en
razón de la naturaleza del comportamiento y la calidad personal del o los
agentes, ya sean estos sujetos dedicados a una profesión sanitaria como por
ejemplo, médicos, obstetras o farmacéuticos que consecuentemente, se harán
merecedores a la pena que les corresponda según el tipo de aborto en que hayan
incurrido, siendo inhabilitados para el ejercicio de su profesión u oficio por no
menos de seis meses ni más de cinco años. Lo que se busca en realidad al
imponer esta sanción, es confeccionar un criterio de prevención especial, al
intentar alejar al agente de una actividad que le brinda oportunidades para
delinquir, así como proteger mejor a las personas del peligro que representan los
profesionales sin escrúpulos. La ley exige para la aplicación de la inhabilitación,
que la conducta del profesional sanitario, implique un ejercicio abusivo de su
ciencia o arte, o sea no basta tener la calidad o condición personal especificada,
ni la comisión ocasional y única del aborto. ROY FREYRE manifiesta al respecto
que la expresión "para causar el aborto" de acuerdo a la ratio legis, debe ser
interpretada restrictivamente.

La inhabilitación se aplicará no sólo cuando el autor es un profesional sanitario,


sino también cuando es partícipe (ejemplo, un cómplice), debiendo prevalecer
que su intervención comporte un aprovechamiento y explotación inicuos de sus
conocimientos especializados y de la confianza que se le otorga al permitírsele
el ejercicio de la profesión u oficio. En otras palabras, el Artículo 117° del Código
Penal consigna una forma agravada del aborto consentido y no consentido,
cuando es cometido por profesional sanitario con abuso de su ciencia o arte.
Para tal efecto las conductas deben ser practicadas por médicos, obstetras,
farmacéuticos o cualquier otro profesional sanitario, por ello cuando la norma
legal señala el término profesional se refiere a la ocupación respaldada por título
emitido por Universidad u otro centro de enseñanza, llámese un médico,
enfermera, obstetra, etc. Consecuentemente podríamos concluir que aquellas
personas que carecen de título profesional sanitario no estarían incursas como
sujetos activos en la figura penal materia de análisis.
Comentario del tipo penal:

En el delito previsto por el Artículo 117° del Código Penal, hay que tomar en
consideración dos aspectos fundamentales; en primer lugar, que se trata de un
delito especial, ello en razón de la profesión u oficio que ostenta el agente del
ilícito pues necesariamente, el sujeto activo debe ser un médico, obstetra o
farmacéutico. Esto quiere decir que aun en el caso que la persona que cometa
el delito materialice con su acción todos los elementos subjetivos del tipo penal,
si no ostenta dicha categoría, profesión u oficio, se carecerá del elemento
objetivo del tipo, más aun tratándose de un delito especial por la calidad del
agente como se mencionó anteriormente; por tanto, en dicha circunstancia, el
sujeto activo no estaría incurso en este delito contemplado en el Artículo 117°
del código sustantivo sino, en el genérico o tipo base, es decir, en los Artículos
115° o 116° del mismo cuerpo legal, esto atendiendo al consentimiento o
renuencia de la madre con respecto a la realización de las prácticas abortivas,
respectivamente.

En segundo término, debe tomarse en cuenta fundamentalmente, la imposición


de la medida de inhabilitación al autor o cómplice del delito. Al respecto, esta
sanción accesoria pero ineludible, halla su fundamento en razones de política
criminal referidas a la prevención del delito.

En efecto, con la imposición de la inhabilitación en todas sus modalidades, se


pretende disuadir a la persona que tiene la calidad de médico, obstetra,
farmacéutico o toda aquella que se desempeñe como profesional sanitario, de
incurrir en prácticas abortivas, en este caso, estamos ante un supuesto de
prevención especial por la calidad del agente. Ahora bien, dicha sanción también
implica un castigo y represión a todo aquel que en forma dolosa y maliciosa,
haga uso indebido de sus conocimientos especializados y también, de la
confianza depositada en su persona como profesional de la medicina, pues como
se indicaba en el análisis del tipo penal, los profesionales o técnicos sanitarios
tienen como norte de su ocupación, salvar vidas y no, acabar con ellas como
ocurriría de darse el caso, de admitirse que ejerzan su profesión o empleen sus
conocimientos para dar muerte al fruto de la concepción, situación que como
también se señaló, simultáneamente puede dar lugar a lesiones irreversibles y
daño irreparable tanto a la integridad física como psicológica de la gestante.
4. ABORTO PRETERINTENCIONAL

DESCRIPCIÓN TÍPICA: Artículo 118°: "El que con violencia, ocasiona un aborto,
sin haber tenido el propósito de causarlo, siendo notorio o constándole el
embarazo, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años,
o con prestación de servicio comunitario de cincuentidós a ciento cuatro
jornadas".

Esta figura delictiva tiene su antecedente en el Artículo 329° del Código Penal
español de 1848; así como en el Artículo 244°, tercer parágrafo del Código Penal
peruano de 1863 y en el Artículo 139° del Proyecto Peruano de 1916, siendo su
antecedente inmediato el Artículo 164° del Código Penal de 1924.

Si bien es cierto no existe un criterio uniforme en la doctrina respecto al elemento


de culpabilidad que contiene el aborto preterintencional, por ello algunos
tratadistas como QUINTANO RIPOLLÉS y RAMOS PECO lo denominan aborto
culposo, mientras que los juristas SOLER, FONTÁN BALESTRA y HURTADO
Pozo señalan que la imputación de esta forma de aborto se hace a título de
preterintencionalidad, coincidiendo y adhiriéndonos a dicho criterio, ya que al
revisar el iter criminis de la figura delictiva materia de análisis comprobamos que
es una forma de culpabilidad que está constituida por el dolo en la acción, es
decir, el empleo de la violencia y el elemento culpa en el resultado, nos
encontramos entonces frente al aborto ocasionado por falta de previsión.

En este contexto, debe tenerse en cuenta que la preterintención surge cuando


de la acción u omisión se deriva un acontecimiento dañoso o peligroso más grave
que el que quiso causar en realidad el agente, debiendo ser el resultado
normalmente previsible, para que pueda ser imputado a la voluntad del sujeto
activo del delito.

Comentario del tipo penal:

Nuevamente la preterintención[8]constituye en este delito el elemento subjetivo


del tipo esencial pues sin su concurrencia, la conducta de aquel que comete la
conducta descrita en el Artículo 118° del Código Penal, sería atípica. En efecto,
doctrinariamente la preterintención surge o se manifiesta, cuando de la acción u
omisión del agente se deriva un' acontecimiento dañoso o peligroso que resulta
más grave que aquel que quiso causar el sujeto activo del delito y el aspecto
fundamental que determina la comisión del aborto preterintencional es
precisamente, la previsibilidad.

¿En qué consiste dicha circunstancia? Simplemente en que para que sea
imputable el resultado criminal a su autor, éste debe haber tenido la capacidad
de prever o anticipar el resultado, caso contrario, no podrá ser sindicado a título
de preterintencionalidad. Lo señalado se refiere esencialmente al aspecto de la
tipicidad; sin embargo, no debe dejarse de lado que tal previsibilidad tiene un
componente de connotación práctica, es decir, que el estado de gravidez de la
madre debe ser notorio, en tal contexto, el agente del delito debe actuar a
sabiendas que al cometer violencia contra la mujer, aquella se halla gestando y
por lo tanto, que sus actos de agresión pueden provocar el aborto que dicha
madre no quiere ni ha consentido en forma alguna.

También conviene reiterar, que algunos autores consideran que al no querer el


agente el resultado aborto, existe un componente culpo-so en su accionar; pese
a ello, opinamos que el dolo existe tanto por la intencionalidad manifiesta del
autor de lesionar o dañar la integridad de la mujer, como en la previsibilidad que
está a su alcance, de saber que con la violencia que ejerce sobre aquella, es
muy probable que ésta aborte. Con dicha situación, queda claro que la
intencionalidad directa e inmediata del agente es vulnerar la integridad física de
la mujer; no obstante, por la previsibilidad a que hemos hecho referencia, es de
colegir que sub-yace en su comportamiento contrario a derecho, una finalidad
mediata y secundaria que acepta como probable, dañar también al feto que la
mujer lleva en sus entrañas. Insistimos sobre el particular que el estado de
gravidez debe ser notorio para el agente pues en caso contrario, en ausencia de
dicha circunstancia esencial, esto es, la previsibilidad, él siempre va a seguir
respondiendo por su conducta cometida a título de dolo, pero en este caso, sólo
por el delito de lesiones en agravio de la madre.
CONCLUSIONES

 A lo largo de lo investigado encontramos que la realidad sobre el aborto


se ha convertido en un fenómeno criminal que va en aumento, y que la
tendencia de la iglesia y los aspectos legales preventivos no han podido
detenerlo. Por lo tanto, considero pertinente que a efectos de erradicar las
prácticas abortivas y desde una perspectiva social, se deben difundir con
eficacia los métodos anticonceptivos, los cuales traen como consecuencia
la planificación familiar, que si bien es cierto ha sido muy teorizante y
destinado a pequeños grupos de familia, ahora se pretende ampliar el
universo al que se orienta de esta manera para vencer la resistencia de
las mujeres que dada su incipiente educación sexual, desconfían de los
métodos anticonceptivos, consecuentemente el 80% de las mujeres
fértiles no hacen uso de anticonceptivo alguno pero están dispuestas a
sufrir el aborto cuando quedan embarazadas.
 El tema sobre el aborto es de trascendental importancia ya que la vida
humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde su
concepción, .es decir, desde el momento de su existencia, no olvidemos
que sin duda alguna, al ser humano se le deben reconocer sus derechos
de persona, entre los cuales está el derecho de todo ser humano, a la
vida.
 El derecho a la vida, como derecho personalísimo que pertenece a la
persona por su sola condición humana, es un derecho esencial e innato
que le corresponde desde su origen, lo cual biológicamente ocurre a partir
del momento de la concepción, debiendo replantearse los marcos
normativos a efectos que la represión del delito de aborto, a la vez que
cumpla su objetivo de prevención general y especial, no afecte en modo
alguno, el derecho de dignidad tanto de la madre gestante, como la de su
hijo en formación.
 Por lo delicado del tema, encontrarnos distintos criterios, tal es así que el
aborto provocado interesa en la medida en que constituye, según los
criterios tradicionales, un gravísimo atentado contra el derecho a la vida
de las personas. Para ello se sostiene que el embrión o feto tiene vida
desde el momento de la concepción y por lo tanto, el aborto es un
atentado contra el bien personalísimo: vida, el más importante de los
atributos reconocidos al ser humano.

 Finalmente, es oportuno acotar que en nuestro medio, por un inadecuado


e incipiente registro de profesionales médicos y asistentes en la materia,
así como de los lugares en que éstos desempeñan su labor, se carece de
los medios necesarios para contrarrestar como corresponde, la lucha
contra la criminalidad dedicada a prácticas abortivas; siendo esto así,
constituye una medida de suma urgencia, realizar las coordinaciones
interinstitucionales a que hubiere lugar, especialmente en lo que se refiere
a la nómina que brinda periódicamente el Colegio Médico del Perú, para
saber con mayor grado de certeza el número de profesionales médicos,
la especialidad que ejercen y, los nosocomios en que desempeñan su
labor, debiéndose indagar, claro está, si cuentan con un registro
verdadero y vigente ante dicho colegio profesional.
BIBLIOGRAFÍA

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