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Un Tal Jesús
Como vimos en el tema anterior para tener un mejor idea de cómo es Dios
es importante contemplar a Jesús y tratar de esbozar su personalidad. Sin
embargo la tarea no es fácil, pero sí arriesgado tratar de sacar conclusiones
precisas y terminantes sobre Él. Por ello sólo podemos sugerirlas como
esbozo de su personalidad. Y las razones son las siguientes.
1. Abierto a la Vida
2. Hombre Libre
3. Cercano a los necesitados
4. Una persona de oración y en contacto con el Padre
Puntos clave.
• Desmitificar rasgos de Jesús que fueron saliendo con el transcurso del
tiempo.
• Jesús fue hombre sensible a la realidad de injusticia que se vivía.
Pedir a dos personas (un hombre y una mujer que no sean novios) que
pasen al frente. El expositor les pedirá a todos los demás estar muy atentos
a lo que observen. Le preguntara a ella si le gustaría casarse con él. Según
la respuesta y los comentarios que se hagan en el momento, el expositor
deberá preguntarle porqué no. Deberá motivarla diciéndole que el joven es
un buen hombre, estudioso, trabajador, guapo, etc. se le volverá a
preguntar a ella por qué no, hasta que pueda acercarse a decir: por que no
lo conozco. El expositor deberá agradecer a los participantes y preguntarles
a los demás: ¿por qué ella no se quiere casar con él? Deberá cerrar esta
parte diciendo: ¨Nadie Ama lo que no conoce. Por eso es importante
conocer primero a las personas para poder amarlo (la) amar¨.
Lo que creemos de Jesús, generalmente es por la educación que nos han dado desde
chicos: nuestros familiares, las enseñanzas de la catequista o de la maestra en la
escuela (en el caso de que haya sido religiosa), por los sermones del sacerdote en la
misa. Nos dijeron que teníamos que creer en él y si alguna vez preguntamos por qué,
sencillamente nos respondían: porque sí; porque si no crees en él te vas a ir con el
diablo; porque es Dios; porque murió por nuestros pecados;… etc. La mayoría de las
respuestas eran cortas y en general terminaba en un “debes”. Y la relación con Jesús
se convirtió en una obligación. Y así como pasa cuando te llevan a la casa de los
abuelos o de los tíos a la fuerza, lo mismo pasa en la relación con Jesús, nos llevan a
la fuerza y en cuanto podemos, huimos.
Además, la personalidad del Jesús que nos presentaron no era la mejor: Aburrido,
exigente, doliente, y a veces, con mucha sangre.
Sin embargo, el Jesús que caminó por las calles, que convivió con los apóstoles, que
se acercó a los niños y a las mujeres, era alguien diferente. Y ese es al Jesús que nos
toca ahora contemplar; dejarnos tocar por su forma de ser, por el trato que daba a las
personas. No acercarnos por un “deber”, sino por un “querer” que nos anime a
seguirlo.
Opción A
Objetivo:
Que los asistentes vallan descubriendo rasgos humanos en la figura de
Jesús de Nazaret,
NOTA:
Si se trata de descubrir los rasgos humanos de Jesús, es importante que se
escojan lecturas evangélicas que describan alguna de sus acciones y no
parábolas, que son más bien enseñanzas construidas en lenguaje figurado y
que su interpretación puede ser complicada.
Para actualizar esa experiencia puedes utilizar las citas bíblicas anteriores y
hacer un ejercicio de contemplación o composición viendo el lugar a la
manera ignaciana. Eso te puede ayudar a reconocer algunos rasgos que.
tal vez, no has tomado en cuenta y explicar aquello que más te llama la
atención de su personalidad; aquello con lo que más vibras, o bien, lo que
más te anima a seguirlo. Si haces éste ejercicio, conviene que al final
escribas lo más importante, aquello con lo que tu corazón vibro al
contemplar las acciones de Jesús, para que eso mismo lo compartas.
Opción B