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La pena de muerte en Colombia.

La pena de muerte abarca muchos aspectos como lo son la abolición, penalización y legalización de la
misma alrededor del mundo, en éste texto vamos a centrarnos en un tema más específico respecto a nuestro
país; sabemos que los crímenes más frecuentes son: secuestro extorsivo, fraude fiscal, robo con resultado
de muerte, acceso carnal violento, concierto para delinquir, utilización ilegal de armas de fuego, fabricación
tráfico y porte de drogas, corrupción, proxenetismo, trata de personas, homicidio y narcotráfico
(denominados delitos capitales), sin embargo ¿Es la pena de muerte el método más viable para combatir
la criminalidad en Colombia? Según AMNISTIA INTERNACIONAL “Los países que mantienen la pena
de muerte suelen afirmar que es una forma de disuasión contra la delincuencia. Esta postura ha sido
desacreditada en repetidas ocasiones. No hay pruebas que demuestren que es más eficaz que la cárcel a la
hora de reducir el crimen”. Postura que evidentemente se opone a suponer que la pena de muerte puede
disuadir a las personas de abstenerse a cometer crímenes. Otra postura que responde con negativa a la
pregunta anterior es la opinión del pceriodista ALEJANDRO SANTOS RUBINO “los asesinos matan sin
pensar en el castigo que puedan recibir y la pena de muerte reduce de manera ínfima los índices de
criminalidad”. Es decir que así legalicen la pena de muerte en Colombia, no cambiaría en nada el hecho de
que dichos delitos no se sigan cometiendo.

A parte de lo anteriormente expuesto hay un estudio que rectifica que “En 2015 hubo un aumento
espectacular del número de personas ejecutadas” el más elevado que ha registrado AMNISTÍA
INTERNACIONAL desde 1989, lo que comprueba de que a pesar de la legalización y aplicación de la pena
de muerte en muchos países y del transcurso de las décadas los criminales aún siguen persistentes. Otros
argumentos brindados por parte de AMNISTÍA INTERNACIONAL que refutan la pena de muerte son: “La
pena de muerte es cruel, inhumana y degradante. A.I se opone a la pena de muerte en todos los casos,
independientemente de la culpabilidad o la inocencia, de quien sea la persona acusada, del delito o del
método utilizado para la ejecución”. “Condenar a muerte a una persona supone negarle el derecho a la vida,
proclama, la Declaración Universal de Derechos Humanos”. “La pena de muerte es un síntoma de una
cultura de violencia, no su solución,”. “La pena de muerte vulnera dos derechos humanos fundamentales:
el derecho a la vida y el derecho a no sufrir tortura. Ambos están protegidos por la Declaración Universal
de Derechos Humanos, adoptada en 1948 por las Naciones Unidas”.

“El estado no puede combatir la muerte con la muerte, ni convertir la justicia en un instrumento de venganza
contra los delincuentes que reconozca la ley del ‘ojo por ojo’. Por una razón filosófica y es que el Estado
debe ser el garante de la vida y de la dignidad humana y por tanto no puede decirle a la sociedad que matar
en un método valido contra el crimen. Y por una razón práctica: la falta de la justicia no está en la
rigurosidad de la pena sino en la incapacidad del Estado para investigar, juzgar y condena a los criminales,
el problema en Colombia no está en aplicar la pena de muerte sino en reducir la impunidad”. Fue otra
opinión en oposición a la pena de muerte que expreso ALEJANDRO SANTOS RUBINO.

Según el economista Gary Becker “los delincuentes le temen más a la posibilidad de recibir un castigo que
a la severidad de la pena de muerte”. En conclusión, la pena de muerte es un tema muy complejo y extenso
pero para justificar nuestra postura nos vamos a basar en que la vida es un derecho supremo y nadie debe
decidir sobre ella, además que sin lugar a dudas no hace ninguna diferencia para combatir la delincuencia,
a las personas que cometen crímenes atroces si se les debe castigar, tampoco es que se les deje impune y
mucho menos con esos antecedentes tan barbáricos se les debe dejar reinsertar en la sociedad como si nada,
proponemos un mecanismo que nos beneficie a todos como país, tanto en la parte económica como en la
parte social, a éstas personas condenadas por sus delitos se les debe hacer pagar con mano de obra; no es
justo que se les mantenga (como se dice coloquialmente) por varios años y que por buena conducta se le
reduzcan años de sentencia, en nuestra opinión, se les debería condenar a trabajar realizando las labores
más pesadas y tortuosas que existen en el país, como por ejemplo manejando y acompañando los carros de
basura, en obras civiles, en fundaciones para las poblaciones más vulneradas, claro está con la supervisión
adecuada y si es el caso en que necesitan ayuda psicológica no negársela, esta condena de trabajo reduciría
la demanda que cuesta por la estadía de cada criminal en la cárcel ya que en vez de generar gastos van a
generar ingresos, los cuales se podrían utilizar en parte para los gastos que conlleva la estadía en la cárcel
y otra parte para colectas sociales en donde las poblaciones realmente lo necesitan, puede ser utilizada por
ejemplo para la alimentación de los niños de la guajira, para crear una sede comunitaria en donde se les dé
posada a los habitantes de la calle y se les enseñe manualidades o algún tipo de arte con el que puedan
subsistir, además la gente es muy perezosa tengan por seguro que preferirían morir que trabajarla a alguien
más sin remuneración, si es que dejarían de cometer crímenes por miedo a la pena de muerte, más dejarían
de hacerlo por miedo a una condena de trabajo gratuito.

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