Por ejemplo, el trabajo o la contribución al valor de un producto o
servicio es la causa y el salario, sueldo o ganancia es el efecto. Si
quiero incrementar el efecto hay que incrementar la causa y para ello hay que aumentar los conocimientos, perfeccionar las técnicas, mejorar los hábitos de trabajo, inclusive, trabajar más. Porque la persona que se cultiva se le facilita lograr esto. Las empresas más exitosas son las que precisamente mas invierten en capital intelectual de su personal. Si Toyota no hubiera invertido en su equipo técnico, jamás hubiera sido la primera automotriz en sacar el modelo hibrido al mercado