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FINANCIERO PARA
CENTROAMÉRICA
Por Edición Regional -
16 noviembre, 2017
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Más de 250.000 centroamericanos en EE.UU. se encuentran en la cuerda floja con la
amenaza de cerrar el programa TPS por parte de la administración Trump.
Según un informe del Servicio de Investigación del Congreso, los datos muestran que
254.550 centroamericanos están actualmente registrados bajo el programa TPS,
195.000 de los cuales son salvadoreños, 57.000 son hondureños, y 2.550 de Nicaragua.
El programa TPS se estableció para hondureños y nicaragüenses después del huracán
Mitch en 1998, y luego para los salvadoreños en 2001, después de que dos terremotos
devastaran el país centroamericano.
CONSECUENCIAS ECONÓMICAS
Juan José Cruz, asesor económico del Consejo Hondureño de la Empresa Privada, no ve
un panorama favorable para los Estados Unidos de ponerle fin al TPS como lo tiene
previsto la administración americana actual. “El gobierno de Trump ha calculado que
expulsando a los inmigrantes ilegales habrá más espacios de trabajo para ofrecer a sus
connacionales. Hay que recordar que EE.UU. todavía no se recupera del quiebre
económico-financiero de octubre 2008”.
“Habrá que ver si la población a lo interno es capaz de responder a las actividades básicas
que realizaban los ilegales con la misma intensidad y al bajo costo que el empresariado
acostumbraba a pagarles”.
Esto fue respaldado además por Hugo Martínez, quien habló en nombre de El Salvador
a VOA News, una publicación estadounidense, explicando que aproximadamente el 90%
de la población salvadoreña bajo el TPS trabaja más de 40 horas a la semana en áreas
clave para el desarrollo económico en los Estados Unidos, tales como la construcción, la
industria de restaurantes, paisajismo, hospitalidad, pero también atención médica y
atención domiciliaria.
En este momento, los inmigrantes de América Central se han establecido en los Estados
Unidos. No está seguro de cuántos de los que se encuentran bajo el programa TPS tienen
hijos. Además, muchos trabajan y envían dinero a sus países de origen, con el Banco
Central de Reservas de El Salvador informando que el 17,1% del PIB del país se deriva
de las remesas enviadas desde los Estados Unidos.
Cruz explica que “son 57.000 hondureños que están en el TPS, y si se calcula que envían
alrededor de US$450 mensuales, el impacto anual en las Reservas Internacionales
podría ser de US$300 millones – aproximadamente un 8% de los cerca de US$4 mil
millones que Honduras recibe de los compatriotas en el extranjero.
Sin embargo, no cree que Estados Unidos terminará con el TPS. “Es muy probable que
este asunto del TPS solamente sea la cabeza de puente para que el país proceda a
presionar al resto de la población inmigrante latinoamericana que se encuentra en esa
nación de manera ilegal”.
“En tal caso, las programaciones económicas de Honduras se vendrían abajo en virtud
que las remesas familiares (US$4.000 millones) son el primer rubro de las Reservas
internacionales, seguido de la maquila (US$3.600 millones) y café (US$1.200
millones)”.
Dicho impacto no sería para las empresas grandes, porque estas producen
para exportar, de esa manera la baja del consumo, sería sobretodo para la
pequeña y mediana empresa.
El secretario de Seguridad Nacional de EUA, John Kelly, declaró que “los inmigrantes
que han vivido y trabajado legalmente en Estados Unidos debido a desastres que se
registraron en sus países hace años quizá deberían empezar a pensar en volver a casa”.
El TPS es un programa que fue creado por el gobierno de Estados Unidos tras los
terremotos de 2001 en El Salvador, con el fin de ayudar a este país a enfrentar la crisis
y paliar la situación difícil en que quedaron miles de personas luego de los desastres.
José Magaña Salgado, abogado del Centro de Recursos Legales para Inmigrantes (ILRC,
por sus siglas en inglés) es coautor de un estudio sobre Los Costos Económicos de la
Finalización del TPS en Estados Unidos, para salvadoreños, hondureños y haitianos.
Dice también el estudio que “finalizar el TPS para estos tres países llevaría a una
reducción de $45,200 millones en PIB por casi una década para la economía de Estados
Unidos”.
Además, el despido mayoritario de toda la población del TPS empleada de estos tres
países resultaría en $967 millones de dólares de costos de rotación, por ejemplo, los
costos que tendrían para los empleadores cuando un empleado deja un puesto de
trabajo.
Los lugares más afectados en Estados Unidos serían, principalmente, las áreas
metropolitanas en Florida, Nueva York, California, Texas, Maryland, y Virginia.
Por otra parte “en caso de implementar (Trump) políticas migratorias muy restrictivas,
se podría llegar a afectar los flujos que reciben los salvadoreños mediante las remesas.
Éstas equivalen actualmente al 17.1% del su Producto Interno Bruto”. El año pasado El
Salvador recibió más de $4,500 millones de dólares en concepto de remesas,
principalmente de Estados Unidos.
En el caso de las remeses familiares, el 20.037 % de los hogares salvadoreños, según la
Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples (EHPM) 2015, son receptores de este
beneficio, lo que representa un total de 353 mil hogares. Es decir, 1, 285,807 personas
en El Salvador reciben remesa.
El TPS actual vence en marzo del 2018; sin embargo, hay preocupación ante las medias
migratoria de deportación anunciadas por el presidente norteamericano Donald
Trump.
Sobre los procesos migratorios, el canciller llamó a los compatriotas que residen en
EE.UU. a informarse por medio de fuentes oficiales y no dejarse llevar por rumores, al
tiempo que reiteró que “lucharán por una medida que garantice una situación regular”
para los compatriotas en Estados Unidos.
El secretario Kelly envió fuertes señales de que los privilegios migratorios como el TPS
“no deberían ser indefinidos como han sido para decenas de miles de personas de Haití
y varios países de Centroamérica”.
“El punto no es que el país (del que llegaron) se recuperará completamente de todos
sus males”, dijo Kelly. “El punto es que, cualquiera que haya sido el evento que provocó
que se concediera el TPS, ese evento ha concluido y ya pueden regresar”, reiteró el
Secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
El Salvador junto a Haití y Nicaragua son los países de América Latina que han perdido
los beneficios del TPS desde la llegada de Donald Trump a la Presidencia de los Estados
Unidos. Alrededor de 195,000 salvadoreños deberán regular su situación migratoria a
más tardar el 9 de septiembre de 2019, posterior a esa fecha su estatus será ilegal.