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Número 67 www.menonitas.

org abril 2008

Símbolos
por José Fernández Tabera

Aunque a veces ni nos damos La primera es la Palabra de Dios, la Cuando oscurece en nuestras casas,
cuenta, los símbolos sirven en nuestra Biblia abierta como símbolo del Dios con sólo tocar un interruptor, se en-
vida para recordarnos cosas que nos que ha hablado, que nos habla y que ciende una potente luz. Pero ¿qué
han ocurrido con anterioridad y que seguirá hablando a su pueblo por los hacemos cuando por una avería nos
de manera sencilla nos recuerdan rea- siglos. Como símbolo del Logos, de quedamos sin corriente eléctrica? No
lidades muchos más hermosas y gran- Jesús encarnado. sé vosotros, pero yo tengo en casa por
des: una foto, un video, serían formas La segunda es una cajita donde algunos cajones casi olvidados, unas
de símbolos modernos que nos re- cada uno libremente pondrá su ofren- cuantas velas. Y que útiles son en es-
cuerdan personas o momentos vividos da y representa la pequeña parte (casi tos casos. O ¿qué hacemos cuando
y que quedaron recogidos en una cinta siempre demasiado pequeña) que de- vamos al campo en alguna casa apar-
magnética, rollo de película o si es volvemos a Dios de lo mucho que de tada donde no llega la electricidad?
más reciente, en unos datos matemáti- Él recibimos. Unas cuantas velas nos permiten ver-
cos grabados en un ordenador. nos y poder movernos sin tropezar
El tercer símbolo, sobre el que con todo lo que nos rodea.
quiero reflexionar un poco más, ya
Dentro de nuestro con- que es el último que hemos incorpo- Pero, ¿podemos hacer algo para
rado, es el de una vela. En recuerdo que esa pequeña velita sea menos vul-
texto de fe, los símbolos nerable? En la época anterior a Edison
de la afirmación de Jesús: «Vosotros
fueron tan trascendentales [los discípulos, la iglesia] sois la luz cuando la gente necesitaba ilumina-
en la historia del pueblo de del mundo» (Mt 5,14). ción en el exterior, en las calles o en
los carruajes, ponía la vela protegida
Dios que le fueron impues- Podríamos haber puesto una bom- por uno o varios vidrios que permitían
tos para que pudieran re- billa o un gran foco eléctrico, pero eso que la luz saliera e iluminara hacia el
cordar lo que Él había no nos representaría tan adecuada- exterior y a la vez impedía que el
mente como una pequeña vela. De viento y la lluvia pudieran apagarla.
hecho por ellos. Las fies- hecho cuando esas palabras fueron di-
tas, el arca de la alianza... chas, nadie pensaba en otra cosa que Así nos sentimos como comuni-
dad. Vemos cerca de nosotros otras
y más tarde el pan y el vi- no fuera en una pequeña llamita de
lámparas más potentes, menos vulne-
no como símbolo de Jesús una lámpara de aceite.
rables, y damos gracias a Dios por
mismo y su obra. Como mínimo este símbolo a no- ellas. Pero en vez de lamentarnos de
sotros, Comunidad Menonita de Má- nuestra situación queremos experi-
laga, nos recuerda dos cosas: mentar ahora, en nuestra debilidad,
Hemos puesto en nuestra comuni- que la misericordia y el cariño de
1ª. Nuestra debilidad, (apenas
dad, durante nuestras reuniones, en Dios son especiales con aquellos que
somos 14 personas), nuestra vulnera-
una mesa en el centro tres objetos, tres no sienten la tentación de la autosufi-
bilidad, como la de la vela, frente a las
símbolos. No es que estas cosas sean
inclemencias del tiempo. Una leve
necesariamente las mejores, pero qui-
brisa, el aliento de una persona, serían
zás son las más adecuadas para noso-
capaces de apagarla.
tros en estos momentos. Posiblemen-
te en otros momentos las cambiemos, 2ª. Nuestra dependencia de Dios
o al menos alguna de ellas. y su misericordia. Sólo por ella po-
demos seguir adelante. Si miramos
nuestras fuerzas, nuestra fe, nos hun-
También en este número: dimos en el mar —como Pedro cuan-
Foto: Rickydavid, en flickr.com

Se pueden hacer también... 2 do dejó de mirar a Jesús para mirar las


Renunciar y disfrutar 5 olas.
Sobre superhéroes y salvación 6 En nuestros días, ¿quién se acuerda
Noticias de nuestras iglesias 7 de las velas aparte de los alemanes, a
El libro de 2 Corintios 8 quienes les gustan tanto para decorar?
2 El Mensajero número 67

ciencia. Al mismo tiempo, pedimos a claridad que el sol nos proporciona. una pequeña y débil vela, la realidad
nuestros hermanos que nos protejan y Pero qué importantes se vuelven es que cuanto mayor sea la oscuridad,
nos defiendan, con sus dones, de las cuando llega la noche, en medio de la mayor sentido tiene una simple vela.
inclemencias externas que pretendan oscuridad. Y cuando miramos a nuestro alrede-
apagar esta pequeña llama. Así que según la afirmación de Je- dor somos conscientes de cuán grande
Esta imagen de la vela me llevaba sús: «Vosotros sois la luz del mundo» oscuridad nos rodea. Por tanto pedi-
a pensar también en que nadie encien- —refiriéndose a los discípulos en ge- mos a Dios nos permita ser ese poqui-
de una vela o una bombilla a pleno día neral y aplicándonoslo a los grupos to de luz que ayude a despejar un po-
—a excepción de los alemanes, como locales en particular— ya seamos un co las grandes tinieblas que nos ro-
ya dije—. Su luz es nula frente a la potente foco de 2000 W, ya seamos dean. Amén.

Se pueden hacer también otras cosas


Fue para mí un Jueves Santo inol- «Símbolos», de José F. Tabera para El
vidable. Cuando llegamos al salón Mensajero, tenía en mente escribir
donde íbamos a celebrar la Cena del sobre la reivindicación de algunas po-
Señor, nos encontramos con una gran sibilidades litúrgicas y simbólicas que
cruz —del tamaño real para crucificar echo a faltar en la forma de culto con-
a un hombre— en el suelo del salón; y temporáneo evangélico. Aunque qui-
muchos clavos y dos o tres martillos zá, antes de hablar sobre las cosas que
alrededor de la cruz. Tras una breve echo a faltar —estas «otras cosas» que
lectura de la escena de la crucifixión también podríamos hacer en nuestras
en uno de los evangelios, se nos invitó reuniones— debería empezar por re-
a considerar que fueron nuestros pe- conocer el valor de lo que sí hacemos.
cados los que clavaron a Jesús a la Me consta que en las cuatro déca-
cruz. Y con esto en mente, se nos in- das transcurridas desde que primero
vitó a clavar un clavo en la cruz (o conocí el movimiento carismático —
añadir algunos martillazos a los que que nos acercó, a los cristianos de
otros habían dejado a medio clavar). otras corrientes, a lo que venían expe- y el órgano de tubos (sustituido, don-
rimentando desde principios del siglo de no había medios económicos, por
XX nuestros hermanos y hermanas el humilde armonio).
Al principio me pareció
pentecostales— la experiencia del cul- De vez en cuando algún cantante
«artificial» y «manipulado». to dominical evangélico ha sufrido de música cristiana vuelve a rescatar
Pero viendo la emoción de una revolución importante. Para em- alguno de aquellos himnos antiguos,
los que clavaban, decidí pezar, los «coritos» y demás expre- que siguen compensando su música
siones musicales breves y repetitivas,
hacerlo yo también. con estilos musicales contemporá-
francamente anticuada, con letras mu-
chas veces magistrales, llenas de sig-
neos, aportaron a la música de la igle- nificación teológica. Desde luego que
De repente empezó a temblar mi sia —todo de golpe—una sensibilidad había también himnos malos, con teo-
mano que sujetaba el clavo sobre el popular, muy diferente del lenguaje logía deficiente, así como hoy tam-
madero mientras con la otra levantaba musical tradicional de los himnos bién hay que aguantar mucho corito
el martillo. Di un golpe que me pare- evangélicos. Nuestro estilo hímnico malo, con letras narcisistas o llana-
ció que hacía un eco sepulcral en todo derivaba fundamentalmente de la Re- mente heréticas. Resulta refrescante
el salón. Otro golpe y las lágrimas forma (siglo XVI) y los «avivamien- recordar algunos de aquellos largos
empezaron a surcar mis mejillas. tos» de los siglos XVIII y XIX. La poemas cantados, con sus rimas y es-
Otro golpe y otro más, y todo mi guitarra primero; luego también la tribillos y un sinfín de versos, que
cuerpo se sacudía con los sollozos. guitarra eléctrica, el bajo, la batería y desarrollaban los pensamientos y los
Décadas más tarde es imposible re- el teclado; aportaron otros sonidos— abrían a la meditación. Sin embargo
cordar aquel acto simbólico sin que se mucho más próximos al gusto popu- hay que admitir que nuestra música
me agarrote la garganta. Sólo simbó- lar— y muy diferentes de lo que se cristiana contemporánea —cuando se
lico —ya lo sé. Pero, ¿por qué «sólo» venía entendiendo anteriormente co- hace bien— es uno de los más mara-
un símbolo y no «todo» un símbolo? mo «música sacra». Ésta consistía villosos dones que el Señor ha derra-
hasta entonces ante todo de las voces mado sobre la Iglesia en estas últimas
Casualmente —o tal vez no tan ca-
—al unísono o en armonías corales— décadas.
sualmente— cuando recibí el artículo
abril 2008 El Mensajero 3

Otro avance importante es la formas contemporáneas también se iglesia menonita de mi niñez tenía to-
reivindicación de la espontaneidad puede pecar de vacuidad e insinceri- do el equipamiento necesario para
de la oración. Esto también lo dad. Tenemos que confesar que cual- ello: un buen número de palanganas o
aprendimos de pentecostales y caris- quiera forma, cualquier estilo, cual- jofainas, donde se iba echando agua
máticos, que venían orando a voces quiera manera acostumbrada de hacer templada; y suficientes toallas como
todos a la vez sin complejos, confian- las cosas, puede bendecir a los que para irlas cambiando conforme se
do que Dios es perfectamente capaz son puros de corazón o en cambio, quedaban húmedas.
de prestar atención sin confundirse en también, realizarse con el corazón y la Como todas las confesiones cris-
medio de tamaño barullo. Desde lue- mente en otra cosa, lejos de Dios. tianas, tenemos también una oración:
go existían antes «reuniones de ora- el Padrenuestro. Antes solíamos re-
ción», donde cada uno hacía un pe- En las comunidades de fe ana- zarlo de memoria; ahora suele hacer
queño discurso con su rogaciones y baptista, entendemos que hay dos falta imprimirlo o proyectarlo en pan-
peticiones —y había muy poco de símbolos —que no sacramentos— talla, por la diversidad de traducciones
alabanza o expresiones alborozadas de esenciales para la vivencia de la fe existentes. Como mínimo queda bo-
amor y adoración de Dios. La recupe- cristiana: el bautismo de creyentes nito integrarlo a la celebración de la
ración de la alabanza como lenguaje (por decisión personal propia) y la Cena del Señor. Algunas de nuestras
esencial de la oración es una de las Cena del Señor. Sobre la Cena hay comunidades (ninguna en España, que
revoluciones más maravillosas que diversidad de opiniones en nuestras yo sepa) prefieren rezar el Padrenues-
hemos vivido desde mediados del si- iglesias en todo el mundo. Algunas tro en todas sus reuniones.
glo pasado. concuerdan con Michael Sattler (már-
tir anabaptista del s. XVI) que opinó José F. Tabera nos invita a consi-
que debía celebrarse todo lo frecuen- derar otros tres símbolos sencillos si-
A la vez, hay otras cosas tuados en el centro de la asamblea:
temente que fuera posible (por ejem-
que también se pueden plo, cada semana). Algunas se van al una Biblia abierta, una cajita para las
hacer. extremo contrario y prefieren hacer de ofrendas, una vela encendida.
la Cena un acto de solemnidad sin
De hecho, si nos atreviéramos a igual —precedido de la confesión mu-
descubrirlas y explorarlas y reconocer tua de pecados en una asamblea de
su valor como expresión de fe y devo- miembros— a celebrar solamente en
Semana Santa. Deberíamos saber incorpo-
ción a Dios, hay dos milenios de tra-
diciones litúrgicas de los cristianos, Otros dos símbolos son más o me-
rar a nuestro culto imáge-
desde las iglesias orientales en lugares nos frecuentes en iglesias de nuestra nes y actos simbólicos que
como Irak y Siria y Egipto y Rusia, confesión: ungir a los enfermos con «ministren» a nuestros
hasta las muy diversas iglesias de aquí aceite —intercediendo por su cura- sentimientos e imaginación
en Occidente. Mucho nos engañamos ción— en imitación de la costumbre
si descalificamos de bulto, como pura que describe la carta de Santiago; y de muchas maneras dife-
formalidad sin contenido espiritual ágapes celebrados con mayor o menor rentes.
verdadero, las formas de culto que in- frecuencia, donde cada uno trae algo
fundieron vida y esperanza —y hondo que comer y se pone todo en común.
amor a Cristo— a la larga sucesión de Habría que recuperar también, quizá,
generaciones que nos precedieron. otro acto que solía celebrarse antaño
Desde luego que hubo mucho tradi- en relación con la Cena del Señor: la- Siguiendo ese ejemplo, podemos
cionalismo vacío de autenticidad. Pe- varnos los pies unos a otros (según la explorar mucho más el mundo de lo
ro es imposible negar que con las instrucción de Jesús en Juan 13) . La simbólico, de lo pictórico, de la repre-
sentación. Recuerdo una época en
nuestra iglesia en Burgos cuando mi
esposa, Connie, nos iba cambiando de
tanto en cuanto unos cuadros —todos
de un estilo parecido, similar al de las
vidrieras de las catedrales— con di-
versos símbolos: un «camino estre-
cho» que conducía hacia el horizonte,
unas trompetas que invitaban a alabar
Foto: David Purcell, en flickr.com

con algarabía, una tumba vacía… ya


no recuerdo del todo los temas, pero
nos hizo por lo menos cinco o seis
cuadros diferentes.
Desde que la fe bíblica nos prohíbe
toda representación de la deidad —
4 El Mensajero número 67

porque está de sobra comprobado que


tales imágenes tienden a acabar sien- Paraguay 2009
do reverenciadas en sí mismas de una
manera supersticiosa— el culto cris-
Sigamos juntos el camino de Jesucristo
tiano evangélico tiende al predominio por Larry Miller
hegemónico de las palabras. La ri-
queza de la diversidad de estilos mu- Para llamar la atención, el lema de un está extendiendo y profundizando. El
sicales con que cantamos abre nuestra congreso no debería ser más largo que llamado a la unidad en la comunión
sensibilidad a las distintas influencias siete palabras —opinó el experto en mundial empieza a resonar cada vez
sobre nuestro estado de ánimo que comunicaciones—. Para «vender» un con mayor claridad e insistencia. Los
ejercen las diversas armonías y rit- evento, el lema tiene que tener «chis- textos seleccionados por el comité que
mos. Asimismo, deberíamos saber pa» —añadió el experto en marketing. organiza el programa, nos proponen
incorporar a nuestro culto imágenes y ¿Demasiadas palabras? ¿Falta chis- predicaciones durante Paraguay 2009
actos simbólicos que «ministren» a pa? que exploren cómo este anhelo puede
nuestros sentimientos e imaginación No cabe duda de que el lema esco- cumplirse si nos reunimos según el
de muchas maneras diferentes. gido para Paraguay 2009, «Sigamos ejemplo y la oración de Jesús, que
Recuerdo un retiro de varios días juntos el camino de Jesucristo», no luego siguieron los primeros cristia-
junto a la costa del océano. Al empe- tiene un gancho seductor ni generará nos: Filipenses 2,1-11; Juan 17,16-
zar la primera reunión se nos invitó a publicidad memorable. Pero lo que 26; Hechos 2,36-47.
todos a ir junto al mar y cada cual re- de verdad queremos saber es si es una Pero existe un problema. El cami-
coger una piedra que simbolizara las señal en el camino de nuestra vida no de la unidad es también el camino
cargas con que veníamos al retiro. juntos en la comunidad del Congreso del servicio. Más exactamente, según
Algunos cogieron enormes piedras Mundial Menonita antes, durante y Filipenses 2 y Marcos 10,35-45 (otro
que les costó Dios y ayuda traer al sa- después de la XV Asamblea en Asun- texto que probablemente figure en el
lón de reuniones. Otros, algún peque- ción. programa en Paraguay), se trata del
ño canto rodado que les cabía sin es- En el primer cristianismo ese ca- camino del «siervo», es decir el «es-
fuerzo en la palma de la mano. mino se conocía —precisamente— clavo». ¿Y quién en la iglesia quiere
Amontonamos todas esas piedras en como «el camino del Señor (Hch seguir el camino de la esclavitud?
el centro del salón de reuniones, como 18,25 RV95). Mujeres y hombres «Completad mi gozo» —escribió
símbolo de que dejábamos nuestras acudían a una para seguir a Jesucristo Pablo a aquellos cristianos de Filipos
cargas a los pies de Cristo. El día si- y se entendía que al hacerlo, eran «de que discutían entre sí acaloradamente,
guiente, nos dieron a todos una pe- este Camino» (Hch 9,2). por mucho que pertenecieran al Ca-
queña vela para que las encendiéra- mino. Aunque tal vez no sea el mejor
mos y las dispusiéramos todas sobre Hoy, si te interesa hallar este ca-
mino, no lo busques con Google o de los lemas publicitarios, las palabras
el montón de piedras, representando la del lema para Paraguay 2009, si las
luz de Dios en medio de nuestras car- Yahoo. Ve directamente al Nuevo
Testamento, abriéndolo en Filipenses ponemos en práctica en nuestras co-
gas. El último día, nos invitaron a co- munidades —a nivel local y a nivel
ger cada cual su piedra y tirarla al 2,1-11 —el texto fundacional sobre
unidad y servicio que hemos escogido mundial— no cabe duda que provoca-
mar, simbolizando que Dios nos libe- rán mucho gozo, tanto en nosotros
raba de esas cargas. para Paraguay 2009. No son muchas
palabras. Justo la chispa necesaria. como en Dios.
Un poco de imaginación, otro poco Se trata de un himno cristiano primiti- —Larry Miller es el secretario general
de creatividad, algo de inspiración del vo (Fil 2,6-11), que nos insta seguir el del Congreso Mundial Menonita. Para
Espíritu —qué duda cabe— y el resul- camino de Jesucristo hacia la unidad estar al corriente de los preparativos para
tado fue un retiro inolvidable. de los cristianos. Paraguay 2009, nada mejor que la web del
—D.B. CMM: http://www.mwc-cmm.org/es/
El deseo de unidad en la iglesia se
Atardecer sobre el Río Paraguay
Foto: westnashvillegringo, en flickr.com
abril 2008 El Mensajero 5

Renunciar y disfrutar
por José Luis Suárez

En una ocasión, un periodista que chado cantidad de predicaciones rela-


había seguido la vida de Gandhi con cionadas. Intentamos con la ayuda de
admiración durante años, le preguntó: Dios, vivir la realidad de la reanuncia
«¿Podría decirme en tres palabras en como el precio que hay que pagar por
qué consiste el secreto de su vida?». seguir a Jesús.
Gandhi no pudo resistir el desafío y
respondió sonriente: «¡Si! Renunciar 2. Disfrutar
y disfrutar».
Cuando me puse a pensar en el
Cuando leí esta historia hace un término disfrutar, me di cuenta de
par de años, me impactó enormemen- que, contrariamente a lo que sucede
te la respuesta de Gandhi. Conocedor con el de renunciar, no conocía nin-
del interés de Gandhi por la vida de gún texto de memoria. Eso me hizo
Jesús, cómo estuvo apunto de hacerse dudar de que existiera algún texto bí-

Foto: www.mundialdetango.gov.ar/images/fotos
cristiano, no pude evitar pensar si su blico relacionado con el mismo. Inten-
respuesta al periodista no la había sa- té también recordar alguna de mis
cado de la vida y enseñanza de Jesús. predicaciones, o de otras personas, o
Es por ello, que empecé una re- algún libro y no encontré nada, ni en
flexión bíblica acerca de esta paradoja el archivo de mis estudios, ni en el de
de la vida y he aquí donde he llegado: mi memoria.
Pero cuando me puse a buscar en a
1. Renunciar la Biblia, me quedé sorprendido de la
Descubrí que el concepto de re- cantidad de textos sobre este tema. He
nuncia es uno de los elementos claves aquí algunas de las muchas referen-
en la enseñanza y vida de Jesús. Quie- cias bíblicas: de las bodas del Cordero. Y el ca-
ro citar algunos textos bíblicos a este pítulo 21 nos habla del cielo nuevo
• El primer milagro de Jesús que en-
respecto, aunque considero que no se- y tierra nueva donde todo será dis-
contramos en Juan, capítulo 2, «La
ría necesario, porque me atrevo afir- frutar por toda la eternidad.
boda de Caná». Ocurre el milagro
mar que la mayoría de los cristianos del agua que Jesús transforma en
los conocemos de memoria. Sugiero vino. Esto nos habla del disfrute Conclusión final
que se lean los versículos, relacionán- de la vida. La gran paradoja del «Renunciar y
dolos con su contexto. disfrutar» es el centro de la fe cristia-
• Todas las curaciones de Jesús
• Porque estrecha es la puerta y an- apuntan a ese deseo de Dios, de na, porque no es otra realidad que la
gosta la senda que lleva a la vida, que sus criaturas disfruten de la sa- muerte de Jesús (renunciar) y su resu-
y pocos son los que la hayan (Mt lud. rrección (disfrutar). Los cristianos es-
7,14). tamos llamados a vivir estas dos reali-
• La «Parábola del hijo pródigo» nos dades juntas. El «y» de Gandhi es una
• Si alguno quiere venir en pos de habla del padre que prepara la me- palabra que une. Muchas veces en
mi, niéguese a si mismo, tome su jor ropa, el anillo, el calzado y el nuestras creencias y vivencia de la fe,
cruz y sígame (Mt 16,24). becerro gordo para terminar di- acostumbramos a vivir el «o» que se-
• Si un grano de trigo no cae en la ciendo: «comamos y regocijémo- para, en lugar del «y» que une. Para la
tierra y muere, seguirá siendo un nos». Más tarde, encontramos la reflexión personal: ¿Mi vida es una
solo grano; pero si muere, dará música y la danza (Lc 15,11-32). vida de renuncia y disfrute?
fruto abundante (Jn 12,24). • Jesús mismo es acusado de come- Teniendo en cuenta que el disfrutar
• Las zorras tienen madrigueras y dor y bebedor: Vino el Hijo del es una realidad no tan común como el
las aves de los cielos nidos, pero el Hombre, que come y bebe y dicen: renunciar dentro del cristianismo, me
Hijo del Hombre no tiene donde Mirad un hombre glotón y bebedor he propuesto realizar una serie de re-
reclinar su cabeza (Lc 9,58). (Mt 11,19). flexiones mensuales en El Mensajero
• Así pues, cualquiera de vosotros • Jesús dijo en Jn 10,10: «Yo he ve- sobre los elementos prácticos que nos
que no renuncie a todas sus pose- nido para que tengan vida y vida pueden ayudar a disfrutar de esa vida
siones, no puede ser mi discípulo en abundancia». abundante de la cual habla Jesús en el
(Lc 14,33). Evangelio de San Juan 10,10.
• El libro del Apocalipsis nos narra,
Todas estas afirmaciones nos sue- en el capítulo 19, el anuncio de la
nan familiares y todos hemos escu- gran fiesta del final de la historia, • El próximo mes: Vivir con menos
6 El Mensajero número 67

Sobre superhéroes y la salvación


Nunca olvidaré una frase que es-
cuché a Wilbert Shenk, que a la sazón
era el responsable para Europa de la
misión menonita que nos sostenía en
España. No sé si la idea era original
suya o tal vez citaba a algún otro: «Si
la gente no cree en Dios y en Cristo,
no es que no crean nada, sino que se
creerán cualquier cosa».
No deja de sorprenderme la multi-
tud de películas y series de televisión
—y libros de ficción— donde el tema
de fondo es la necesidad de salvación
que padece el mundo (o la civilización
o la galaxia). La respuesta no es otra
que la aparición de un superhéroe con
poderes extraordinarios. En algunas
de estas obras de ficción se explora de
formas interesantes y originales el
problema fundamental del mal. O
cuestiones como la tentación, el po-
der, la violencia legítima, etc. En al- compartían con James Bond 007 otro brada podría tomarse con seriedad.
gunos casos los superhéroes padecen rasgo singular: una libido extraordina- Pero me llama la atención que la men-
limitaciones especiales o problemas riamente desenfrenada. te humana, desde el momento que
personales que vienen a ser el terrible Recuerdo con cierta nostalgia la destierra a Dios, tiene que inventarse
contrapeso de sus poderes extraordi- saga de la prolífica obra de Isaac superhéroes salvadores. Desde que se
narios para bien de la humanidad. Asimov. Aparte de libros de divulga- elige no creer en la intervención sal-
ción científica —y alguna otra serie vadora de aquel Cristo en quien y para
Frecuentemente hallamos en estas quien toda la creación tiene su existir
historias la influencia de la narrativa de novelas— Asimov por un lado es-
cribió una serie de novelas sobre ro- y subsistir (Col 1,16-17), inmediata-
de los evangelios: Antes de la victo- mente se procede a desear e imaginar
ria gloriosa e inimaginable, primero el bots. Luego por otra parte empezó
una «trilogía» sobre un Imperio galác- lo bien que estaríamos, si actuaran so-
superhéroe deberá padecer la derrota. bre nuestras vidas una multitud de
Excepcionalmente —pienso en las pe- tico —basado en el descubrimiento de
fórmulas matemáticas para predecir el dioses —o al menos un superhéroe
lículas de Matrix y en Harry Potter— para la ocasión.
para vencer primero hay que morir. futuro— que fue creciendo paulati-
(En esos casos hay que suponer que namente con novelas nuevas. En Porque —por mucho que se nie-
los autores se han inspirado más a 1986, Asimov (que murió en 1992) gue— parecería ser que hay algo en el
fondo en la historia de Jesús como ató cabos, uniendo ambas series de corazón y la imaginación de la huma-
trama narrativa.) novelas en un único desenlace final. nidad, que reconoce que estamos ur-
Allí se descubre que quien había ve- gentemente necesitados de un Salva-
En ningún caso existe Dios en es- nido guiando a la humanidad durante dor.
tos mundos ficticios; aunque lo que sí milenios para superar el caos de una
hay —muy claramente— es dios o Curioso, ¿verdad?
«edad media» galáctica, no era otro —D.B.
dioses. Al fin de cuentas, estos su- que el robot Daneel Olivaw, a quien
perhéroes con sus poderes especiales primero conocimos como un simple
vienen a equivaler, para todos los detective en una de las primeras nove-
efectos, a los dioses de las mitologías las de Asimov, publicada en 1953.
paganas. Aquellos dioses eran seres
superiores al ser humano, pero su po- A pesar de que Asimov era judío,
der se entendía limitado, aunque en su ficción no cabía el Dios de la
siempre superior al nuestro. Ayuda- Biblia; aunque sí cabía este dios robó-
ban a la humanidad a combatir el cri- tico, con su extraordinaria mente «po-
men, la corrupción política, las inva- sitrónica».
siones extranjeras y en general, el Desde luego estamos hablando de
Caos Universal. Superhéroes, vamos. obras de ficción, vuelos de imagina-
Los dioses de los cananeos y griegos ción que sólo una persona desequili-
abril 2008 El Mensajero 7

Noticias de nuestras iglesias

Bautismo en la playa Dios nos pide a cambio de la promesa


tan impresionante que nos ofrece!»
Alicante, 25 de Febrero — El sábado
celebramos en una fría playa de Ali- —A. González, en www.anabautistas.org
cante el bautizo de María. Al bautis-
mo acudieron, además de su esposo
Plácido y sus hijos, el grupo que se Visita a Vigo
reúne con ellos y otros amigos, varios Connie y yo (Dionisio) tuvimos el
miembros de las iglesias de Lucero y privilegio de visitar a los hermanos de
Hoyo, y también varios misioneros de la Iglesia de Horeb el primer fin de
los Hermanos en Cristo que estaban semana de marzo. Entre las noveda-
haciendo un retiro en Torrevieja. des que hallamos, nos contaron que en
Plácido leyó un pasaje del evange- el local que alquilan, también se reúne
lio de Juan: la conversación entre Je- una iglesia pentecostal compuesta
sús y Nicodemo sobre la necesidad de mayormente de inmigrantes brasile-
«nacer de nuevo» del agua y del Espí- ños. Pudimos asistir a un acto público
ritu (Jn 3,3-8). organizado por éstos. Nos resultó
inspiradora la visión y el celo por la
A continuación, el testimonio de
evangelización manifestado por aque-
María, que leyó antes del bautizo:
llos hermanos, con medios muy limi-
«Como casi todos ya sabéis, mi re- tados, pero convencidos de la impor-
lación con Dios no es nueva. Llevo ya cosas que te atan y te atrapan, que tancia de celebrar actos donde se pre-
años intentando seguir su camino. cuando las sueltas, respiras; por ejem- dica el evangelio y se invita a la gente
Con grandes momentos de confusión plo, me ha enseñado a perdonar de expresamente a recibir a Jesús como
y pequeños grandes destellos de luz. verdad, a terminar con viejos y nue- su Señor y Salvador y sanador. No
Esa luz que en muchas ocasiones se vos rencores que me amargaban, lle- pudimos menos que reflexionar que
ha enturbiado debido a mis ganas de nándome de una gran paz y de un gran algunos otros —con muchos más mé-
tomar control sobre mi vida y organi- gozo. dios (técnicos y económicos) a nues-
zar todos los detalles (cosa que me »Tengo que dar gracias a Dios tra disposición— quizá estemos flo-
encanta). Y como Dios conoce muy porque ha cuidado siempre de mí jeando en la intensidad de la fe en que
bien mi afán organizador, mi pereza y (aunque no me diera cuenta). Siempre cuando el evangelio se predica, obrará
mi dejadez (todo sea dicho de paso), ha puesto a gente muy valiosa en mi cambios en los oyentes.
puso en mi camino a Plácido, para que camino, de la que he ido aprendiendo Al margen de eso, nuestros herma-
compartiéramos juntos todos sus mis- un montón. No me ha dejado olvi- nos en Vigo —como suele ocurrir en
terios y sus promesas. Él sabía que darme de Él. Todos y cada uno de vo- todas partes— han de hacer frente a
con Plácido a mi lado no me abando- sotros (y alguno más que falta) me dificultades y agradecerán nuestra in-
naría a la rutina de la vida sin Él. Dios habéis enseñado más de Él. Con vues- tercesión en oración.
sabía que a su lado iría creciendo y tras palabras y vuestro caminar me
entregándome más y más a Él. habéis ido alentando para que esa des- Valga esa mención, entonces, para
confianza poco a poco se fuera trans- recordarnos a todos que uno de los
»No es que todo haya sido un ca-
formando en confianza y abandono a principales efectos positivos que pue-
mino de rosas. Con Plácido he sufrido
Su cuidado. de tener nuestra vinculación fraternal
también mucho, pero ese sufrimiento
como comunidades menonitas y Her-
Dios lo ha utilizado para sí, para que »Por todo esto (y más) voy a dar manos en Cristo y afines en España,
creyera más en Él. Estos últimos años hoy este paso, porque lo siento. En es que nos «cubramos las espaldas»
he estado viviendo en la duda, plan- estos momentos tengo claro que don- unos a otros en ferviente intercesión
teándome muchas cosas, con muchos de quiero poner mi confianza es en ante Dios. —D.B.
miedos… un poco en la oscuridad. Y Dios y es Él quien quiero que guíe mi
gracias a Plácido (pero sobre todo a camino porque sé que me ama y no
Dios) he vuelto a sentir otra vez esa me pediría nada de lo que no sea ca-
confianza y ese amor que Dios me paz de hacer.
tiene más profundamente. Gracias al
»Como sabéis todos, a mí me bau-
cambio que Dios ha hecho en Plácido,
tizaron de pequeña. Pero hoy quiero
sobre todo en nuestra relación y con
hacerlo consciente del paso que doy,
los niños, he creído. Ha querido pri-
como una opción de vida que elijo li-
mero transformarle a él, para poco a
bremente por Amor. ¡Cómo podría
poco ir cambiando cosas en mi vida,
negarme a hacer algo tan sencillo que
8 El Mensajero número 67

Los libros de la Biblia


2 Corintios
Cuando hace unos cuarenta años que su vida tuviera el más mínimo va- gloria y el poder de Cristo, donde
empecé a leer asiduamente la Biblia, lor ni la más mínima honra ni digni- Dios ha escogido intervenir en la his-
me llevé una primera impresión de dad humana. toria humana «desde abajo», desde la
que la insistencia con que Pablo de- En aquella era no tenía nada de ex- pobreza y marginalidad, negando pro-
fendía la valía de su ministerio apos- traordinario imaginar que los dioses tagonismo a los ricos e influyentes, a
tólico resultaba contraproducente. Me pudieran tener hijos con mujeres los militares y gobernantes. Nada
parecía que Pablo dedicaba demasia- humanas. Desde hacía milenios es más «profundo» y «espiritual», enton-
dos versículos en 2 Corintios a defen- más o menos lo que venía diciendo la ces, que esta carta donde Pablo expli-
derse a sí mismo, robando protago- propaganda estatal acerca de los mo- ca la naturaleza de sus credenciales
nismo a verdades más «profundas» y narcas. Luego había leyendas y mitos apostólicas, tan a tono con la natura-
«espirituales» que yo esperaba descu- sobre figuras heróicas —Hércules, por leza del propio Cristo que él predica.
brir en la Biblia. ejemplo— descendidos de algún dios. El mensaje de esta carta es de sin-
A la postre algunos años más ade- Al parecer, entonces, estos cristia- gular importancia hoy día, cuando se
lante, decidí que el caso era al revés: nos de Corinto habían asumido con han puesto tan de moda en algunos
Empecé a preguntarme qué clase de naturalidad la proclamación de Cristo círculos precisamente el tipo de «su-
gente ingrata era ésta, que en una igle- como Hijo de Dios. perapóstoles» que entonces rivaliza-
sia fundada por Pablo hacían caso ban con Pablo en la comunidad cris-
omiso de su enseñanza y autoridad. Pero lo habían hecho sin reevaluar tiana de Corinto. El mensaje de pros-
La impresión que me producía era que a fondo lo que significa que Jesús de peridad y éxito, ejemplarizado por su
nadie había sabido aceptar la auténtica Nazaret —la figura histórica que co- propio estilo de vida como famosos
valía de San Pablo hasta que, póstu- nocemos por los evangelios, con su con enorme glamour y atención me-
mamente, empezaron a coleccionar particular biografía y forma de mo- diática —codeándose con las elites
sus escritos y atesorarlos como autén- rir— sea ese Hijo. Porque si ese Jesús capitalistas y gobernantes— es todo lo
ticas perlas de sabiduría divina. resulta ser auténticamente Hijo del contrario al estilo apostólico de Pablo.
Dios Altísimo y todos los demás pre- Pero —lo que es más grave— resulta
Últimamente veo la cuestión de tendientes a hijos de los dioses no son
una tercera manera. He llegado a la ser una negación del estilo mesiánico
más que fábulas para engañar a las de Jesús, que es lo que Pablo no que-
conclusión radicalmente contraria a gentes crédulas, resulta que la gloria
mis primeras impresiones sobre lo que ría que se perdiera jamás de vista.
de la deidad ha escogido manifestarse
está en juego en el argumento de Pa- —D.B.
en la pequeñez y humildad y deshonra
blo en 2 Corintios. Aquellas «verda- de este mundo, que no en las cortes
des más espirituales» que me parecía imperiales ni en superhéroes mitoló-
que quedaban arrinconadas por la au- gicos.
todefensa del ministerio de Pablo, veo
que aparecen con singular claridad Y si esto es así, no hay nadie tan
precisamente en esa defensa. Pablo singularmente capacitado por el Espí-
no se defiende porque se sienta perso- ritu para ejercer como apóstol, que
nalmente ofendido o marginado sino una figura como la de Pablo, de apa-
porque lo que teme es que se esté per- riencia poco imponente, enfermizo,
diendo de vista a Cristo. que vive —como los esclavos y los
pobres— con el trabajo de sus propias
Los cristianos corintios querían manos. Un hombre perseguido, en-
adorar a Cristo como encarnación glo- carcelado y objeto de burlas en todas
riosa de Dios y no caían en la cuenta partes, expulsado de las sinagogas, EL MENSAJERO es una publicación de
de que Cristo no había sido una en- desacreditado por sus hermanos judíos la Secretaría de la AMyHCE (Asociación
carnación «gloriosa» sino singular- de Menonitas y Hermanos en Cristo en
y sin «enchufe» con las autoridades. España).
mente «deshonrosa» y humilde según Es precisamente en la debilidad de
los valores comúnmente aceptados. c./ Estrella Polar, 10
Pablo que se ve, con claridad diaman- 09197 Quintanadueñas (Burgos)
Cristo había sido un «varón de dolo- tina, el poder y la magnificencia de la Director: Dionisio Byler
res», rechazado y repudiado por to- gloria de Dios y de Cristo. Un poder
dos, negado por sus propios discípu- Las opiniones aquí vertidas no son necesa-
y una gloria contrarios a los que este riamente las mantenidas por las Iglesias de
los, entregado a traición al odiado mundo reconoce y admira. la AMyHCE ni por el director.
conquistador romano por sus propios
Entonces lo que está en juego si se De distribución gratuita en las Iglesias de
hermanos judíos, crucificado por los la AMyHCE.
romanos a sabiendas de su inocencia cuestiona la apostolicidad de Pablo, es
que se reconozca la naturaleza de la www.menonitas.org
intachable —porque nadie consideró

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