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Ciencias Creativas II

Actividades Recreativas para la Enseñanza de la Física

Maestra: Karla Acosta


Ciencias Naturales y Tecnología
Alumna:
Anabel cota cruz
Claudia Medina

GUAYMAS SONORA A, 24 DE MAYO DEL 2013


Actividades Recreativas para la Enseñanza de la Física

Los experimentos son una forma muy divertida de aprender y


entretenernos al mismo tiempo. Existen cientos de experimentos que
nos ayudan a comprender conceptos claves de la física. En el día de
hoy veremos cómo hacer un cohete de agua, un experimento que no
solo es divertido sino que también es muy educativo.

Nombre del experimento: “Cohete de agua”


Un cohete de agua es básicamente un cohete (en este caso podemos
utilizar una botella) que se ve impulsado por presión de agua, algo
bastante sencillo y fácil de realizar pero que nos ofrece una diversión
increíble.

Tema seleccionado:
Las leyes de newton principal la tercera ley acción y reacción
Los cohetes funcionan gracias al principio de acción y reacción: los
gases que salen empujan al cohete en dirección contraria. Los gases
que salen por los motores empujan al cohete en dirección contraria.
Esos gases se producen al mezclar el combustible con oxígeno.

Coste económico

Prácticamente nulo. La mayor parte del material puede encontrarse


en cualquier hogar, y en caso contrario con menos de 10 pesos,
dependiendo, por supuesto, del tipo de bomba que compremos,
podemos tener todo el material necesario.

Alumnos a los que va dirigido

A los alumnos de 2 grado de secundaria que llevan la materia de


física, esto es un reforzamiento al tema impartido.
Qué pretende mostrar
El Pensamiento científico del alumno:

 Descubrir la relación entre teoría y práctica


 Desarrollar una mente positiva
 Hallar los medios de superar las dificultades y problemas

Destrezas y experiencia de experimentación y observación

 Apreciar el disfrute de la creación y el logro


 Apreciar la utilidad de las herramientas
 Adquirir destrezas y modos de usar herramientas de manera
apropiada y segura
 Adquirir habilidad para organizar y registrar actividades
 Desarrollar las capacidades de diseño
 Adquirir habilidad para pasar del diseño a la realidad
 Adquirir habilidad para hacer volar un cohete de acuerdo a
principios científicos
 Adquirir habilidad para predecir y verificar resultados
 Apreciar la importancia de intercambiar información y cooperar
entre amigos

Conocimientos y entendimiento

 Comprender las características científicas del agua, aire y otras


materias que damos por sentado en nuestra vida cotidiana.
 Comprender las funciones del agua y del aire en la propulsión
vertical del cohete
 Comprender la diferencia entre cosas hechas por la naturaleza
y las artificiales
 Comprender que las metas se logran mediante la cooperación
entre científicos e ingenieros.
 Aspiramos a que los maestros e instructores fijen objetivos
viables, adaptados a la edad y el número de niños
participantes, y que disfruten al construir y lanzar cohetes de
agua seguros pero eficaces.

Es probable que al realizar nuestro primer lanzamiento lo primero que


pensemos es “¿Cómo ha podido la botella salir disparada así?”. La
respuesta la encontramos no en uno, sino en dos fenómenos físicos.

Para empezar, nuestra válvula nos ha permitido ir acumulando aire


dentro de la botella. Aumentando así la cantidad de aire en el interior
de la botella, hemos hecho que la presión interna del cohete
aumentara progresivamente. El tapón, finalmente, no ha podido
soportar el empuje del aire del interior y ha salido disparado
permitiendo que el agua saliera del mismo modo que los gases de un
reactor.

¿Es importante, entonces, que haya agua, o podríamos prescindir de


ella? Pensemos un instante (y por supuesto, quien quiera puede
realizar la prueba) en qué sucedería si únicamente tuviéramos aire en
el “depósito” de nuestro cohete. Cuando, después de hinchar al
máximo la botella, el tapón se desprendiera, el aire saldría
rápidamente de la botella sin ningún tipo de impedimento. Esto, sin
embargo, sucedería demasiado rápidamente para que el cohete
pudiera alcanzar apenas unos centímetros de altura, así que al poner
el agua, y al salir ésta únicamente a borbotones, el proceso se alarga
más en el tiempo.

De nada serviría este proceso, no obstante, de no ser por otro que lo


complementa para hacer posible el lanzamiento. Para entenderlo,
cómo no, recurramos de nuevo a la imaginación, y situémonos en la
superficie de un lago helado. ¿Qué podríamos hacer para deslizarnos
por la resbaladiza capa de hielo? No nos quedaría más remedio que
encontrar algún tipo de soporte y empujarlo en una dirección para
empezar a movernos justamente en la contraria.

En el caso de nuestro cohete es justamente este fenómeno el que se


utiliza para ganar altura. El aire, que se situará en la parte superior
de la botella, cuando tenga la presión suficiente como para
descorcharla, empujará el agua hacia abajo a toda velocidad. Como
reacción, el aire se ve despedido hacia arriba y arrastra en su vuelo la
envoltura de plástico que simboliza nuestro intento de asaltar el
espacio.

De no haber puesto agua en la botella, como se comprenderá, el aire


no tendría qué empujar y el despegue no podría tener lugar.
¿Conviene, entonces, llenar la botella al máximo? Decididamente no.
Hay que llegar a un compromiso entre la cantidad de agua y el
espacio que destinamos a la acumulación del aire. De haber
demasiado de la primera la cantidad de aire sería insuficiente para
empujar el agua, y de ser la situación la inversa, el agua se agotaría
demasiado rápido para permitirnos disfrutar de un vuelo decente.

Sea como sea, la puerta está abierta para experimentar con


diferentes tipos de diseños, y, aunque sea una frase hecha, en
realidad, el límite está en el cielo.

Grado de peligrosidad

Este experimento apenas supone un riesgo para aquellos que lo


realicen. Lo peor que puede pasarnos es que nos mojemos durante su
ejecución, pero aún así conviene realizarlo alejados de la gente que
pueda haber a nuestro alrededor para evitar algún susto o posibles
molestias.

Conviene también que en el momento del lanzamiento de nuestro


cohete nos aseguremos de que no estamos cerca de farolas o
cristales. En principio la fuerza de nuestro artefacto no será suficiente
como para causar algún daño, pero un vidrio especialmente frágil
podría ser golpeado y provocar una caída de fragmentos que sí
podrían ponernos en peligro.

Hay que prestar también atención a posibles cables eléctricos o a


cualquier artefacto que no admita ser mojado por el agua.

Instrucciones y Procedimiento

1- Del mismo modo en que los técnicos aeroespaciales antes de


realizar el lanzamiento de sus cohetes construyen un anclaje para el
lanzador, nosotros deberemos empezar nuestra experiencia
montando algún soporte para el nuestro. El objetivo del mismo es
simplemente poder colocar la botella con el cuello para abajo sin
tocar el suelo, y para ello bastará, por ejemplo, una tabla inclinada
con dos listoncillos sobre los que colocarla. La imaginación, sin
embargo, nos puede ayudar fácilmente a diseñar rampas algo más
artísticas.

2- Antes de situar nuestro cohete en su rampa pondremos el agua en


la botella y perforaremos el corcho para situar la válvula antes de
tapar con él la boca de nuestro cohete casero. El corcho, como podrá
comprenderse fácilmente, puede ser sustituido por cualquier otro
material en el que podamos encajar la válvula.

3- A continuación ya podremos colocar la botella con el cuello hacia


abajo y conectar a la válvula la bomba de hinchar después de
asegurarnos de que no sale líquido por el tapón.

4 - Hemos entrado ya, así, en la última fase de nuestro lanzamiento.


Poco a poco deberemos ir accionando la bomba de manera que el aire
vaya entrando en la botella y comprimiéndose en su interior.
5- En un momento dado, y sin previo aviso, el tapón saldrá disparado
hacia abajo y la botella, tal era nuestro objetivo, hacia arriba.

6- La altura máxima alcanzada por nuestro mini cohete variará de un


lanzamiento a otro en función de la cantidad de agua que utilicemos
(aunque no conviene ni dejar la botella vacía, ni llenarla
completamente). Puede ser interesante, entonces, realizar unas
cuantas pruebas para determinar la cantidad óptima de agua, que
será diferente para cada modelo construido.

Diagrama ilustrativo, con sus datos


Conclusiones

Sentir y experimentar con diversas potencias de agua y aire, sentir


Interés o curiosidad por elementos y fenómenos encontrados en la
vida cotidiana además Desarrollar el espíritu de investigación y
Desarrollar habilidad para llevar a cabo lo que emprende hasta
terminarlo, así como Experimentar la satisfacción del éxito y la
importancia del trabajo en equipo y de la responsabilidad individual
como miembro de un equipo.

Como vas a Evaluar

Nombre del Alumno Experimento Exposición del aula Explicación Material Calificación

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