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La grandeza de un ser
vulnerable
Dionisio Byler
Pero Jesús jamás se postuló como Es la evidencia, magnífica la Navidad como de Semana Santa.
heredero ni como rey. Otros sí quisie- Dios con nosotros, a nuestro lado,
ron coronarlo. Otros sí lo aclamaron
e incontestable, de que porque no hay nada que nos pase que
como «hijo de David». Los colabora- Dios nos comprende a no le haya pasado ya a él. No hay
cionistas judíos con el imperio lo nosotros en nuestras dolor físico ni emocional ni psíquico
denunciaron como pretendiente a la horas difíciles. que no haya sufrido él en sus cortos
corona. La pregunta esencial que le años de vida. Nadie amó como él,
hizo Pilato fue si se consideraba rey para ser rechazado, vituperado y
de los judíos. Pero Jesús jamás preten- entregado a muerte indigna como él.
dió ser otra cosa que un humilde rabi- Por injusta que sea la vida con cual-
no de un pueblo de dos o tres cientos fragilidad y vulnerabilidad de su vida quiera de nosotros, mil veces más
de habitantes, en la región remota entre nosotros. Juan de Patmos, en su injusta fue con él.
donde el lago de Galilea. Un hombre Apocalipsis, se refiere a él continua-
mente como «el Cordero». Esto es Por eso su victoria es emblemática
que por no tener, no tenía ni casa ni de la nuestra. Su resurrección es
cama donde echarse a dormir, si no después de la escena en el capítulo 5
cuando se anuncia con voz potente el promesa de vida eterna para nosotros.
fuera por la hospitalidad con que lo Su ascensión al cielo es anuncio del
recibían. León de Judá, pero lo que aparece no
es un león sino un cordero como cielo que nos espera. Su gloria eterna
Es extraordinario cómo en el evan- inmolado. Juan ha captado así, a la de Hijo, gloria que comparte genero-
gelio cristiano —las buenas noticias— perfección, la paradoja de este Jesús samente con todos los que él no se
este pobre hombre, de nacimiento inesperado, este Mesías al revés, cuyo avergüenza de reconocer como
humilde y fin terrible colgado de un poder se encuentra precisamente en su hermanos, como hijos también de
instrumento de tortura del Imperio, es vulnerabilidad. Dios.
sin embargo el portador de esperanza, ¡Alza tu rostro al Señor! ¡Pon en él
ilusión, fe, vida y luz para la humani- Pablo enfatiza esta misma paradoja
en sus diferentes cartas, donde su todas tus esperanzas! Él comprende
dad. perfectamente dónde estás, cuál tu
mensaje es siempre Cristo… crucifi-
Los apóstoles en sus diferentes cado. Cristo que vence, por supuesto; situación, la dimensión exacta de tu
escritos —los evangelios, por supues- pero que vence en la cruz. Vence por dolor, tus temores, tus dificultades
to; pero también las cartas y el Apoca- el propio hecho de su fragilidad, inde- económicas, tu corazón roto por un
lipsis— se dedican a explorar qué es fensión y debilidad. Vence porque no desengaño amoroso o por un hijo que
lo que significa este hecho tan extra- recurre a la fuerza, porque no impone te rechaza. Está aquí a tu lado. No, a
ordinario. ni obliga nada desde arriba, sino que tu lado no: Está aquí en tu interior,
Por una parte, cuanto más recuer- se gana nuestra confianza desde abajo. palpitando con tu sangre por cada una
dan a Jesús, más convencidos siguen de tus arterias y venas, penetrando
Es la evidencia, magnífica e incon- como oxígeno con cada aliento de tus
de que Jesús fue mucho más que lo testable, de que Dios nos comprende a
que aparentaba ser. En Jesús se había pulmones para traerte esperanza, para
nosotros en nuestras horas difíciles, en renovar tu ilusión, para hacer nacer
manifestado Dios mismo ante la nuestras situaciones desesperantes, en
humanidad. Él vino a ser, en su cuer- otra vez en tu boca una sonrisa. Déjate
nuestros momentos de mayor tristeza amar por el Señor del universo.
po humano, «Dios con nosotros» — o desánimo. Dios no nos ve desde
Emmanuel. Sus palabras y su ense- lejos, desde arriba. Dios nos ve desde ¡Qué grande es este Señor tan vul-
ñanza tenían el mismo o mayor valor cerca, desde abajo, aquí donde nos nerable, qué poderosa su fragilidad!
que cualquiera afirmación angelical o encontramos nosotros. No es un
profética. Lo que él nos enseñó sobre soberano frío y calculador que senta-
la vida, sobre cómo tratar a los demás, do en su trono en el cielo, juega con
sobre cómo gestionar nuestra econo- nuestras vidas como peones de un
mía, fue Dios mismo dignándose tablero de ajedrez, sacrificándolas
instruirnos con su divina sabiduría. cuando le parece conveniente, «por un
Con él se inauguraba una nueva era bien mayor».
del reinado o gobierno directo de Dios
sobre nosotros. Una nueva era con Emmanuel —Dios con nosotros.
nuevas posibilidades de vivir vidas Esta es la asombrosa realidad tanto de
rectas, que agradan a Dios en justicia,
en santidad, en amor a Dios y amor al
prójimo. Porque esto es lo que supone
el reinado de Dios: el que las personas Emmanuel —Dios con
nos dejemos gobernar por Dios.
nosotros. Esta es la
Por otra parte, sin embargo, cuanto asombrosa realidad tanto
más recuerdan a Jesús, más se maravi-
llan aquellos primeros cristianos de la de la Navidad como de
Semana Santa.
enero 2016 El Mensajero 3
La historia se repite. Nosotros, que entonces— Dios camina a tu lado, flictos. Aprendemos que nuestro estilo
somos cristianos en la tradición ana- dondequiera que vayas. No estás solo. de vida es solamente eso, nuestro
bautista y menonita, vemos en los No estás sola. Nunca. camino, no «el camino». Reclamamos
rostros de los refugiados que están Los refugiados de nuestro tiempo un estilo de vida humilde, consciente
entrando a Europa y desplazándose nos recuerdan relatos bíblicos de y no violento, que procura aminorar
por ella a pie pretendiendo paz y poder y fragilidad y la posibilidad nuestra participación en todo conflicto
seguridad, los antiguos relatos de Dios constante de un nuevo empezar. En económico o político.
y la humanidad. Relatos de la Biblia, estas personas nos reconocemos noso- A pesar de nuestras diferencias en
relatos de nuestra propia historia tros hace mucho tiempo. En estas el mundo, todos creemos en un Dios
menonita. Relatos de huida, de exilio, personas, que huyen ahora, reconoce- que acompaña a todos los seres huma-
de hallarse sin esperanza entre gentes mos el rostro vulnerable de Dios mis- nos adondequiera que vayan. Creemos
extrañas. Relatos de morir y sufrir, de mo. En las personas que entran a en Jesús, que con su vida y padeci-
tortura y enemistad. Relatos de gene- Europa, recordamos el arrojo inespe- mientos nos enseñó a ponernos de
raciones desaparecidas, de familias rado de la vida frente a todo obstácu- parte de los pobres e indefensos, los
separadas violentamente para siempre. lo. En estas personas que entran, que no tienen voz. Creemos en el
Estos son relatos de terrores antiguos vemos acercarse un futuro inesperado. Espíritu Santo, que une donde los
que hacen que los hombres se alcen Un futuro que es, a pesar de todo lo humanos dividimos, que sana donde
unos contra otros, olviden la compa- que está pasando, precisamente eso: nosotros devastamos. Creemos en las
sión, hasta hagan desaparecer a Dios en cualquier caso un futuro. Al entrar personas, para estrechar sus manos y
mismo. estas personas, nos sentimos una vez vivir juntos a pesar de todas las dife-
Pero al recordar estos relatos, más reconfortados por la promesa de rencias. Creemos que el único camino
también recordamos los que exten- nuestro Dios: Yo iré contigo, donde- es la paz.
dieron una mano solidaria, los que quiera que vayas. Dentro de Europa oímos el rumor
fueron ángeles de misericordia, como Nuestra historia nos hace ser parte triste de un desfallecimiento en alza
amigos todavía por conocer. Recor- de una familia mundial de creyentes. que divide a la gente. Por una parte, el
damos que hubo quien cuidó niños, Nuestros hermanos y hermanas nos sentimiento de impotencia de nunca
quien proveyó alimentos, ropa, man- han hecho caer en la cuenta de que poder hacer bastante, conseguir que
tas. Recordamos cómo se recaudó nuestro estilo de vida occidental gene- las cosas funcionen, ayudar de verdad,
dinero para crear la posibilidad de ra presiones severas en los recursos siempre quedarnos cortos. Nos damos
volver a empezar. En la desesperación del mundo. Reconocemos el impacto cuenta que siempre será «demasiado
más profunda alumbró suavemente enorme de la industria armamentística poco, demasiado tarde». Es un con-
una luz, un futuro nuevo se hizo posi- y la economía globalizada donde las flicto que parece interminable y en el
ble. Lo recordamos. En la oscuridad ganancias importan más que las vidas que personas particulares no influi-
más profunda —tal vez especialmente humanas, alimentando todos los con- mos. Las muchas reglas y normas,
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El reinado proclamado por autoridad del Autor de todas las cosas, En realidad, ningún proyecto de
y por conculcar la libertad originaria sociedad puede superar aquello que en
el Mesías es un reinado de su raíz constituye a las sociedades
del ser humano en su relación con
perdón, de fraternidad al Dios. como formas de dominación. Si el ser
margen del mérito, de paz En el fondo, tales poderes tienen humano superara por sí mismo la
sin miedo ni venganza, una pretensión «religiosa» de sustituir pretensión «adámica» de vivir de los
resultados de las propias acciones, en
de relaciones libres de al Autor de todas las cosas, aunque en
ese caso, tal superación sería de nuevo
autojustificación. Por eso realidad no son más que realidades
creadas, que idolátricamente reclaman un «logro», un resultado, por el que el
es un reinado proclamado un dominio que sólo les es concedido ser humano, y especialmente sus diri-
principalmente a quienes por la credulidad humana. gentes, se podrían justificar.
no se pueden auto- La liberación para vivir en el rega-
Volver a la autoridad originaria y a lo gratuito no puede ser más que un
justificar: a los pobres, regalo gratuito. La «buena noticia»,
la libertad
a los pecadores, a los proclamada por el cristianismo, es que
¿Cómo volver a la autoridad origi-
marginados. naria, y a la suprema libertad?
ese regalo gratuito ha acontecido, y ha
acontecido en una forma personal. El
La fe de Israel, tejida en torno a los regalo gratuito es primeramente una
relatos del Éxodo, esperó precisamen- persona, la persona de Jesús de Naza-
te en la constitución de un pueblo ret. Una persona que, de ser procla-
libre de los imperios babélicos, y mada Mesías, sería ciertamente un
sujeto solamente a la autoridad de Mesías muy peculiar, pues habría
Dios. Ésta es justamente la idea que renunciado al estado y a la violencia
podemos llamar «mosaica»: un pueblo constitutiva del mismo. De hecho, la
cuyo Rey no sean los reyes de este vida de Jesús es la vida de un «nuevo
mundo, sino que tenga directamente a Adán», es decir, la vida de un ser
Dios como su Legislador. Un pueblo humano radicalmente libre de la retri-
que, al tener a Dios por Rey, pueda bución, el mérito, y la autojustifica-
vivir en la justicia, equidad y fraterni- ción.
y que en última instancia pretenden dad de la que carecen los demás
tocar el cielo, desafiando la autoridad pueblos de la tierra, inexorablemente Un reinado de perdón y fraternidad
de Dios. sometidos a los poderes. Un pueblo de
hermanos, libre de idolatría, y sujeto El reinado proclamado por el
Sin embargo, la autoridad del solamente a Dios. Mesías es un reinado de perdón, de
«Autor» de todas las cosas no es un fraternidad al margen del mérito, de
poder que se imponga, como se impo- Este maravilloso proyecto, conte- paz sin miedo ni venganza, de relacio-
nen los poderes de lo real. La autori- nido en la Torah, pudo parecer la nes libres de autojustificación. Por eso
dad de Dios se ejerce en los márgenes, solución, pero en realidad no fue más es un reinado proclamado principal-
entre los que están libres de las for- que un aplazamiento. La misma mente a quienes no se pueden auto-
mas estatales e imperiales, entre los Torah, a pesar de todas sus pretensio- justificar: a los pobres, a los pecado-
nómadas, como Abraham… nes, puede ser utilizada por la lógica res, a los marginados. Por eso es el
«adámica» como principio de autojus- reinado que más radicalmente desafía
Podríamos entonces decir que la tificación. Uno puede vivir «religiosa- a todos los poderes, porque toca la
autoridad del creador queda sustitui- mente» del cumplimiento de la Ley, lógica «serpentina» que los sostiene.
da, en la historia de la humanidad, por en lugar de tomarla como una «ins- Un reinado abocado al conflicto con
el poder de aquellas realidades que, trucción» (torah) gratuita, como el los poderes y su constitutiva religiosi-
prometiendo satisfacer el ansia huma- regalo de una forma de vida alterna- dad. Un reinado abocado a la cruz.
na por vivir de los resultados de las tiva. Y, precisamente por ello, los
propias acciones, terminan por domi- poderes siempre pueden aparecer, La buena noticia, proclamada por
nar al ser humano, convirtiéndolo en incluida la tentación mesiánica, es el cristianismo, es que ese paradójico
un mero esclavo. Poderes, principa- decir, la pretensión que el pueblo Mesías crucificado fue «asumido» en
dos, tronos, dominaciones, decía el tenga un rey, y un estado, como las el monoteísmo exclusivo del Dios de
cristianismo primitivo… Todos son demás naciones. El «sionismo» origi- Israel. Ya los más primitivos estratos
pretendidos garantes de la correspon- nario, nacido con el rey Saúl, consiste del cristianismo sitúan a Jesús en el
dencia entre la acción humana y sus precisamente en el rechazo de que interior del «escucha Israel», esto es,
resultados. Y todos estos poderes, por Dios sea directamente el Rey sobre su de la radical confesión de fe monote-
más que ocasionalmente puedan cui- propio pueblo, y la pretensión de que ísta (1 Co 8:5-6; cf. Dt 6:4). Es lo que
dar del deterioro final de una creación otro poder, el poder estatal, sea el que originalmente se expresó con las
sometida a servidumbre, a la postre garantice la permanencia, la estabili- imágenes de un Mesías sentado a la
siempre terminan por desafiar la dad, y la cohesión del propio pueblo. derecha de Dios, o sentado en el
mismo trono de Dios. Lo que en el
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