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El mundo es objetivo y real, siendo captado por los sentidos, por eso afirma
Aristóteles que los sentidos reciben las formas sensibles de la naturaleza pero sin su
materia: así captamos todas las cualidades del árbol, pero no recibimos su materia.
Para que haya sensación es necesario también que se produzca una separación
entre el órgano sensorial y el objeto sensible: el medio. Éste varía según la
naturaleza propia de la facultad sensible: aire para el sonido y el color. Aire y agua
para el olor. Medio líquido para el sabor y aire tierra y agua para el tacto.
Las sensaciones conforman las vías de comunicación entre los individuos y entre
estos y las cosas. Mediante las sensaciones el hombre tiene acceso a los productos
o servicios que le ofrece el mundo físico o social de su entorno. La sensación
también se define en términos de la respuesta o reacción, DIRECTA O INMEDIATA,
de los órganos de los sentidos, provocada por un estímulo
Los órganos de los sentidos nos proporcionan la información vital que nos permite
relacionarnos con el mundo que nos rodea de manera segura e independiente. Esto,
por medio de las sensaciones, que son el mecanismo que tiene nuestro cuerpo para
procesar todos los estímulos que recibe: luz, sonidos, sabores, frío o calor, dolor,
olores, incluso las caricias, cosquillas y besos.
El sentido humano son aquellos órganos que puede recibir formas sensibles sin su
materia, el sentido al recibir cualquier cosa, sufre el influjo del objeto que tiene color o
sabor o sonido, pero no en cuanto a esta o aquella substancia, sino en cuanto tiene
tal cualidad y forma.
Los cinco sentidos son el oído, la vista, el olfato, el gusto y el tacto. El tacto tiene
muchas subdivisiones, como el sentido de la presión, del calor, del frío y del dolor;
los científicos contabilizan más de 15 sentidos adicionales. Los receptores
sensoriales que están en el interior de los tejidos de los músculos, tendones y
articulaciones se llaman propioceptores, e informan sobre sensaciones como el peso,
la posición del cuerpo y el juego de algunas articulaciones. En el interior del canal
semicircular del oído está el órgano del equilibrio, que informa de la estabilidad del
cuerpo. Las sensaciones generales de las necesidades del organismo, como la sed,
el hambre, la fatiga y el dolor, también se consideran sentidos.
Los sistemas sensoriales
En el ser humano es importante destacar la existencia de dos sistemas sensoriales
que son muy desconocidos, pero que participan directamente en la correcta
formación y desarrollo de las habilidades que posee. Estamos hablando del sentido
del movimiento (o sentido vestibular), y el sentido de la posición del cuerpo en el
espacio (o propiocepción). El ser humano necesita moverse, saltar; correr;
columpiarse... para poder adquirir habilidades motrices cada vez superiores, y
también necesitan explorar su propio cuerpo, conocer sus límites corporales y sus
formas, para poder adquirir una autoestima y una autoconfianza adecuadas y
necesarias para seguir creciendo a nivel personal.
También contamos con el sentido del equilibrio, localizado en el oído interno, que
responde a la gravedad, la aceleración y la rotación. Y por último, poseemos el
sentido cinestésico, que nos permite percibir la tensión muscular así como el
movimiento y la posición de los miembros del cuerpo, aunque tengamos los ojos
cerrados.