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Alicia Canto de Gregario

LA EPIGRAFIA ROMANA DE ITALICA

Tesis Doctor-al 188/85

EDITORIAL DE LA UNIVERSIDAD
COMPLUTENSE DE MADRID
Servicio de Repografía

- En la última página se encuentra el plano-con m1 propuesta sobre el urbanismo gonaI'


"inVJ.s1ble" Itálica antigua d,,baJo del modemo Santiponce Fue un descubrimien de últiftla
por gentil invitación liel DAI de Madrid, detallé en "Die vetfls urb& wn Italica Probl.~o,.w•.,.,,..,"~'
Anlage" (Madrider Mitt.eilungen 1985
https www.acadenua.edu/1159122/Die vetus urbs von Italica Problmne ihrer Gr%C3%BC
nlage }985 ), y una hip6te11s que ha resultado muy fecunda, pero cuya verdadera autoría (llPlll
otros colegas también han ido borrando. Haud inrltU3 labor ·

B.- Todo lo que en el texto va subrayado debe enten'iterse como en letra cursiva o 1tália(' siguiendo las
convenciones de im por entonces tradic1onal.e
Este es un facsímil autorizado y ha sido producido
por el Servicio de Reprografía de la Editorial
de la Universidad Complutense de Madrid.en 1985
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Alicia Canto de GreKorlo

LA EPIGRAF'IA ROMANA DE ITAT.ICA

Oepartaincnto de Historia Antigua


Facultad de Geo~raf{a e Historia
Universidad Complutense de Madrid
1985
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J Colecci6n Tesis Doct'orales. N2 188/85
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© Alicia Canto de Gregorio


Edita e imprirne la Editorial de la Universidad
Complutense de Madrid, Servicio de Reprografía
Noviciado, 3 28015 Madrid
Madrid, 1985
Xerox 9400 X 721
Oep6sito Legal: M-329C,2-1985
La Tesis doctoral de D.~ AL.ICIA CANT.O O.E. GREGORIO

titulada IILA EP.IGRAF.lA ROMANA DE. lTALICA"

Director Dr. D. LU.I& .G.ARCJA lG.LE.SJAS .


fue leida en la Facultad de GEOGRAFIA E HISTORIA
de la UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
el día .,¿;3 de ,¡.t.t';4.I.(' . de 18 .f.8. ante el tribunal
constituido por loa siguientes Profesores:
Presidente DR, O., GRATUUAN.Q ..W.IE.TO .GALLO
Vocal DR. D •.JOSE M~ BL.AZQUEZ MARTWEZ
Voce/ ~R. D.! ~ARIA R~ IZ TRAPERO
C1~te)
Vocal P.R., P.· LU.:rn $ARCJ.A. lGJ,i;:~IA~.
Secretario DR •. D. MAtrnEL .BENDALA GALAN
•e~.:d)'lr-e~)
habiendo recibido la calificación de
~../4~:/J>:(,\t r,(;~~~-'~.ú v..,,~. . - /c;(((.r,{L-
Madrid, a . .G..3 de __ .. Junio de 19 a,3
El Socretorio del Tribuxu,J,

~/!{,___.-
LA EPIGRAPIA ROMANA DE ITALICA

(Estudio 1ntro4uotorio. Inecripciones


religiosas. honorítioas páblioas 1
privadas, militares, funerarias y ¡ju-
r!dioas).

Tesis presentada por D• Ali-


cia M1 Canto De Gregorio pe.ra
la obtención del grado de doc-
tor por la Universidad Complu-
tense dé Midrid.

Direotori Prof. Dr. D. Luis


García Iglesias,
Ponentes Prof. ·Dr. D. José M•
Blázque~ Mart!ne.z.
Madrid,abril de 1983.
l,Q,.:&o.: z;_ ~l S-3
- 1 -

GRATIAS AGENS

Esta inveetigao16n no hubiera podido llevar-


la a cabo sin el concurso de muchos amigoe que ban te-
nido la gentileza de colaborar material o ~ientftioa-
mente en mi empeffo. A ellos debe atribuir•• lo mejor
de este trabajo, mientras que loa errores y defioien-
oiae son s61o míos.

Del Museo Arqueoldgico de Sevilla, principal


depositario de loa tondos epigr4:ricos de ltlilioa. que:.
damos agradecidos a su director.Dr. Fern4ndo Farnández,
que nos permit16 adem,s hacer uao de los dibujos sobre
epigrafía hechos por Dematrio de loa Ríos, y a la se-
cretaria del Museo, D1 Carmen Martín, que ownpliment6
siempre oon prestet;a e interé~ nuestras numerosas pe-
ticiones. El Museo Arqueol6gioo Nacional nos feo1lit6
igualmente nuestro trabajo con las piei;as que a.11{ ae
guardan tanto para su estudio como para su fotografía.
Loe Dres. L. Caballero y R. Olmoe (que nos hizo cono-
cer un epígraf e inldito) ee cuidaron de ello, y muy ea-
peoialmente D• María Me.rin~, que nos atendi6 con gran
interh.

Debemos agradecer también al Museo Británico


(Dres. Cook y Jenkins) y a la Hiepsnic Sooiety de New
York {Mre. Vivian A. Hibbs) su colaboraoi6n, Muy espe-
cialmente al Sr. Marqu,a da M~rito, heredero de la Con-
- II -

dese de Lebrija y aotual propietario de aquella oolec-


ci6n sevillana, por habernos faoilttado nuestras suce-
sivas visitas a su osea 1 prestarnos personal y medios
para efectuar nuestra tarea. El Prof. J.M. Luz6n nos
autor1z6 expresament~ en el ano 1976 a incluir en este
estudio los materiales epigr,tioos 1n,ditoa de sus ex-
oavaoiones~ Tambi4n D. Pernándo ~enMdez, como director
del Museo Monog.r&fioo de It,lioa,en cuanto a laa piezas
en aqu,1 guardada,. 11 p•r•onal del Conjunto Arqueol6-
gico de Itálica me ayud6 en ad. labor all{ con la mis-
ma eol1o1tud de siempre.

En la Universidad de Sevilla mi agradecimiento


va para los miembros del Departamento de Arqueolog!a,
del que fonnf parte hace ya anos. espeoialmente 8 lae
Prot. Dra. Pranoisca Chavea y D• M1 Luisa de ~a Bande-
ra, por au ineatimable a¡uda oada vez que no pod!e des-
plazarme personalmente a Sevilla. El Prof. Pellioer nos
ha animado en todo momento y nos fao111t6 el uso de
los manusorltos del falleoido Dr. Collantee de Ter4ni
por la autorizaoidn para ello damos lae graoias a eu
hijo Antonio.Collantea. 11 Frot. L. Abad, de la Univer-
sidad de Alio&nte. nos permit16 manejar, de su tesis,
la parte dedicada a los letreros pintados de Itálica.

Con espeoialistas e investigadores hemos co-


mentado algunos aspeotos p:roblem,tioos problemátioos
de la tesis. Entre ellos, agradecemos su paciencia y
sus inteligentes observaciones a los Prof. A. D'Ore
1 c. Castillo, de P8Dlplona (especialmente al primero,
que nos ha facilitado algunas reetituoiones propias y
oonsejos muy valiosos)1 al Prof. D. s. Marin(, _de Ma-
- III -

drid. Prof. D. J. Fernández Nieto. de Valeno1a. Entre


los extranjeros, los Prot. H.-G. Ptlaum (quien, por
desgracia, no podrá~ leer estae líneas}, P. le Roux,
de la Universidad de Toulouse (a quien debo, adem!s de
sus sugerencias en temas militares, la prudencia que
pueda encontrarse en algunas de mis hip6tesis), Dr.
w. Eok, de la de Bonn y, muy especialmente. el Dr. A.
U. Stylow, actualmente en Madrid para dirigir la redac-
o16n del Q!&_II, y Sir Ronald Syme, que abr16 mis ojoe
a las relaciones entre Narbonense y B6tica. y entre
Bética y los mesápioos suritllioos e ilirios.

Lugar especial merecen nu&stro director, Dr.


Luis Garc!a Iglesie.s, por su 1nter&e en leer minuciosa-
mente los manuscritos y sugerir muchas mejoras en ~1,
y el Dr, Jod M• Blázquez, por su actuación oomo ponen-
te y por su constante aliento para rematar el estudio.

Dos han sido las biblioteoaa que nos han ser-


vido de base fundamental para el estudio de loe epígra-
fes, la dei Instituto Rodrigo Caro, del c.s.1.c., que
nos ha permitido un uso liberal de tiempo y de fondos,
Yt muy especialmente, la del Instituto Arqueológico Ale-
11utn de Madrid, ouyos miembros, todos, nos han honrado
con su deferencia y oolaborao16n, Entre ellos nos gusta-
ría recordar especialmente al Dr. M. Bleoh, siempre
atento a lo que necesitáramos y a darnos sugerencias y
bibliografía para nosotros nuevas.

La ejecuoi6n material ha recaído por desgracia


enteramente sobre mí, por la peculiaridad del trabajo
y de mi forma de ºdescrganizarlo", Aun as!, la Dra. c.
- rl -

Alfaro nos ha ayudado preparando el complejo índice V;


la Srta. c. Paetor noe aoompafi6 en el viaje a Sevilla
de 1982, ayud~ndonoe en la toma de anotaoiones y medi-
das; D. Gonzalo Fernández nos a~d6 en la preparaci6n
de la bibliogra.fía.c la Srta. Amalia Balaguer nos des-
cansó del enonne trabajo del fotocopiado. Les quedo -
agradecida.

La Caja de Ahorros Provincial de Madrid.me-


rece también nuestro reoonooimiento pdblioo, ya que pu-
dimos realizar una parte costosa de la tesie gracias a
una de sus ayudas doctorales.

Por ~ltimo, pero no los últimos, deseo men-


cionar el incansable estímulo que durante loe tres ál-
timoe afios he recibido de mis padres, mis hermanos E.
y n. y de mis pequei'ias _hijas·, cada uno según sus medios.
Por las peculiares oirounste.noias en que he hecho esta
investigación, por tener mis ff en m! que -:u, miema y
por muchas razones, son ellos los que mereoen y han h.!
cho posible que ;zo, por fin, les dedique este libro.

A todos los que me han dado coraje, por ao-


oión y por omisi~n, los mencionados y los que no, mu-
ohae gracias.

Nota. redactada en Septiembre de 1963.- lamentablemente,


Iaa"fotogm.f:Cas que nos debía servir el British Museum
de Londres, y que fueron abonadas por m! en Noviembre de
1982, no me han sido enviadas, a pesar de diversas recla-
moioneo, Tampoco las medidas de las diez inscripciones
allí conservadas (nos . 39 171 9 82 0 86,106,115,132!150,152 y
154). Por ello cada comentario de éllas ha qu11cq;i,do incom-
pleto y ha.y huecos en el volumen de láminas. Sentimos los
primeros la increíble faJJla. de fornalidad de esta ineti-
tuoi6n museíatioar de cuyas oonseouencia.e no nos sentimos
respol!f:Je.bles.
- V -

P ROLOGO

Desde que tuve m1 primer contacto con la ciu-


dad de Itálica a trav,s de sus restos y excavaoiones, y
de los riquísimos materiales expuestos en el Museo Ar-
queol6gico de Sevilla. me sentí fuertemente atraída por
ella. El progresivo oonooimiento de.sus &vate.res, A!...!!-
!:!:! y por medio de la bibliogre.fia, me llev6 a ooupa.nne
m,s direotemente de aquellos ttcampos de soledad, mustio
oolledo", eomo le llo.m6 Rodrigo Caro.

En el año 1972 acababa yp de terminar en la Un!,


versidad de Madrid mis estudios de 49 curso. que inclu-
yeron, corno asignaturas optativas, la Epigratía y la Nu-
mismática. Estaba, por tanto, bien dispuesta a poner
en práctica lo que acababa de aprender, y de ese Jllismo
affo datan mis primeras fichas sobre la epigrafía itali -
oense. Durante ountro afios, y por oiro\U'lstanoias pereo-
nalee. fui testigo de exoepoi6n, 1 en ocasiones protago-
nista . (por mis excavaoiones del mosaico de Venus 7 del
barrio tardío del Prndillo, entre otras), de una exoel•A
te época de trabajos en Itálica. En 1973 tuve la suerte
de estudiar y publicar los pedestales gemelos de Ma:roo
Lucrecio Juliano, y en 1979 la gran inseripoión de la -
orchestra del teotro.
- VI -

Pare entonces ,a eetaba recogiendo 111tu-


diando los materiales epigritioos de la oiudad. que
formarían parte de mi memoria de doctorado. Bs 4•t•
un trabajo que he ido difiriendo por una1 1 otra• -
razones, heeta que la neoeeidad de oonoluirlo •• hi-
zo perentoria. No fue oonoebido 911 origen oomo hoy
lo presento por mdltiplea razones. Mi Yia16n de 101
estudios epigr4flcoa, a la que aludo en el prlm•r
cap!tulo de la primera parte, hace necesario un tra-
bajo posterior de elaboraoidn 1 manejo del oat,10«0
que en principio presento. Pero la oatalogaoidn pri-
mera me parece indiapen.l!lable. Tambiln me lo pa:réoia
el presentar un estudio introductorio que situara
un poco al lector trente a la epigrafía de rt,li~a,
y ello me llevó a haoar una brna historia de tae
exoaTaciones de la oiudad, deade el siglo XVI balta
hoy, y otra sobre la auo111va bibliogr&f!a epigrUl-
ca Robre Itálica. Aaill\11111110 oonaiderf de int•ñ• tl
detallar lae coleooiones 1 loa mueeo• donde hoy••
guardan una gran parte de las ineoripoionea.

He procurado que el catilogo oont•nga lo


f'tll'ldamental de la epigrafía allt &párto!da, 1t 4ue
euale incluirse en wn OO!'PUf epigr(tioo. Sia fillbar•
go, he dejado diaeflado ya un ap,ndioe dooUllll~tal o
eup18l!lento, que redaotar, 11guidamente, con lo que
Hllbner a lo mejor llamaría turba villas fragmento•
haeta loe más insignifioantes, insoripoiones 1 gra-
fitos anforarioa, ep!gratea mus1varios, inciertos,
falsos, or1stianoe 0 eto.,. porque oreo que qU1~4 oon
toda esa promisqua multitudo pueda oonsegUiralgunos
- VII -

reaultodoe máo que añadir a los que hoy pueden ob-


tenerae.

El catálogo ee algo m~s que una mere reoópi-


laoión: cada ineor1pci6n merece unas líneas, o unes
pdginn.a, para clieoutir, ya sea au lectura, su pnleo-
gre.f!n o sue elementos internos. La distinta importan
oin de cada una hace que esta extensión eea mayor o
menor en cada caso, Pero esta desigualdad, a veces
erande, la ore6 ya cada lepicida al tomar su buril
para escribir algo en un mármol s61o pulimentado.No
me es, pues, imputable.

Cierra el oatdlogo un largo estudio sobre


el aea italicens e, tambi~n llamado ley gladiatoria
de It~lica, donde he puesto lo mejor de mi esfuerzo
para presentar una nueva edición, ya que no se hao!a
desde 1955, y al ver que mis dlscrepnnoias, especial-
mente en lo interpretativo, oon anteriores editores,
la juatifiooban,

El capítulo de concluaionea lo he hecho in-


tencionndoment e breve, despu~s de haber castigado al
lector con casi aeiacientas p~ginea. Quiero que sea
como un alivio, una corta panorámica que haga desear
une pronta ampliación, qua podr~ hacer al presentar
el prometido ap6ndioe, Debo dooir que los índioes me
han supuesto un considerable trabajo, pero que espero
puedan servir para un m~s f~oil 1 directo uso del oa-
tálogo al ouol obedecen.

Si tuviera que hsoer un balance de esta in-


veetigac16n, diría que ha sido muy trabajosa. La he
hecho en nnM eirounatonoios eopooia.lmente di:r!oilee
- 'flII ..

de mi tida per&onal, 11w, resultados me pareoea


hoy aatisfaotorio• pero, oomo h• 41oho 1 me dejan
oon ganas de seguir la misma senda por algd:n ti~
po. No muobo, porque tengo ya otro• emptfloe en p•r•-
pectiTa,

Tienen tambifn eatas p'ginas algo de home•


naje a muchas persona•, •abia• o profana.e, una bu••
na parte de ellas hispalenses, que dedlo•ron an&
parte de aus vidas a eeta1 Teneranda• ~u.1.!lae. lo•
quisiera citar a nadie tn partioular para no inou-
rrir en imperdonable& olT14os, pero ami nombre• lo•
he ido desgranando a lo la:rgo y anobo 411 trab~o.

Durante loa prcSrlmoa &fl.011 eaptra:rl OO!l •z-.


peotaoi6n que los nueToa ballugoa, o la• nuna• op1
niones que con laa mías (a veoea , 111 lo,, , algo&!
daoes, a pesar d• los oonaejoa de mia buenos afl\igea
st~ow y Le Roux) logre despertar, veng&n • 4&1"1H o
a quitarme la rascSn. Ambas ooeaa 10n produot1T&I pa-
ra el progreso oientífioo.

Por ahora me oontormaría con •uaoitu- DWI•


Toe intereses eobre una oiu4a4 romana que lo etr1oid
1 lo mereoe to4o, que todo lo t1ffo 1 todó lo p•Ntd.
Y si ••to al menos oon•lgo, haud inritu labor.

Madr14, abril de 198)~


PRIMERA PARTE

( I )

ITALICA Y SU EPI -

GRAF I A UNA I NTRO-

DUCCION.
1

CAP. I.1.- NOTAS PRELIMINARES

Los eetudlos epigráficos vienen realizándoee


ya desde haoe siglos. Durante el Renacimiento italiano comenzó
el verdadero interés por las ruinas arqueológicas romanas y por
el estudio de sus antigUedades. Ello se produjo de una manera
poco sistemática y estimulado sobre todo por el coleocionismo
privado. Pero con mucha frecuencia los comienzos de una rama -
del saber se producen de fonna desorganizada e intuitiva. y a~
lo el paso de los siglos, el reconocimiento de los errores de
unos u otros y las sucesivas sistematizaciones del conocimiento
permiten el progreso y perfeccionamiento de la ciencia en cues-
tión. Las balbuceos de la Epigrafía del siglo XVI tienen muy p~
coque ver con la que se estudia y se prnctica hoy. pero muy -
posiblemente ésta no hubiera podido desarrollarse igual sin aquf
lla.

En el aiglo XVIt la curiosidad por las ruinas,


y el papel preponderante que aún ocupaba la lengua latina en el
mundo de la cultura como inatrwnento homogeneizador, condujeron
de manera natural a un creciente inter~s por loa textos esculp!
dos que sobre mdnnoles, calizas y otros materiales aparecían -
continuamente en Roma y en otros lugares de Europa. Loe estudiQ
eoe recogían con todo detalle loa textos, a veces incomprenei -
bles por la ignorancia de claves epigráficas que convertían al-
gunas inscripciones en aut~ntioos mensajes cifrados.
.2

Se inioiaron algt.mae recopila~ionea ( 1) de c~


rácter parcial, pero hubo que esperar hasta mediados del siglo
XIX para que un organismo cultural tan sobresaliente como la Real
Academia de Berlín acometiera la ingente tarea de organizar, -
sistematizar y publicar reunido el copioso nmnero de epígrafes
latinos aparecidos hasta entonces a lo largo y ancho del anti -
guo Imperio romano. Con la colaboraci6n de especialistas tan com
petentes como Th. Mommaen, Bormann, Hirachfeld, HUbner, Zange-
meister, Henzen, HUleen, ~e Rosei, Domaazeweki, Dessau o Dreeeel,
nombres que por sí solos evocan una ~pooa tit~nica en el estu -
dio de la Historia de Roma, la plasmaci6n de esta enorme te.rea
fue el CORPUS INSCRIPTIONUM LATINARUM {CIL), para el que ee el,!
gi6 una organizaci6n seg6n las antiguas circunscripciones pro-
vinciales romanas. Unas veces ee agruparon según realidades ge~
gráficas naturales, como el caso de las provincias hispanas o
las norteafricanas, y otras, como el caso de Italia, por regio-
,!!!!, dejando volwnenee singulares, por att extensión, interés o
particularidad, como los de Roma, Pompeya, Gallia Narbonensia o
el dedicado a los instrumenta domestica,

Esta gigantesca labor, entre 1863 y 1916, hizo


del Corpus, como más comúnmente es llamado, la base indispensa-
ble de la moderna epigrafía latina, a partir de la cual ea pre-
ciso situarse para emprender cualquier investigaci6n, ya sea en
el terreno de la epigrafía como en el de la historia romana o
de su arqueología. Los historiadores en el sentido más puro de
le palabra pudieron a partir de entonces afladir la nueva y va -
liosa documentaci6n, ordenada geográfica y temáticamente, y con
exhaustivos Índices, a las r~lativamente escasas fuentes escri-
tas antiguas, que tenían, y tienen, las desventajas siempre co-
nocidas de ser en muchas ocasiones fragmentarias, y de haber -
llegado a nuestros días e través de innumerables copies y ver -
siones, oon interpolaciones, lagunas, mezclas y errores que a
veces hacen seriamente difícil au inte~preteci6n.
3

La Epigrafía tiene la enorme ventaja de su cre-


dibilidad. Los piezas falsas son proporcionalmente muy es-
casas y fácilmente detectables para un experto, de modo
que la inmensa mayoría de lns inscripciones ae nos presen
tan como documentos do primern mano, auténticos y utiliza-
bles en casi un cien por cien. Elló hace 9~e, adell.\á~ ~e -
ser una ~iencia en aí misma, sea también un imprescindi-
ble auxiliar para la Historia Antigua.

Por ello. tras el Co;rnus vinieron una serie


de estudios cuya base era la recopilaci6n de muchas ins-
cripc~onea, ordenadao en principio geográficamente, por
núcleos de poblac16n antiguos, pero susceptibles de reor-
denarse bajo nuevos y mÚltiplea puntos de vista. Así e~
menzaron a proliferar, especialmente en Europa, loa eatB
dios jurídicos, prosopo8ráficos, demogr&ficos, profesio-
nales, militares, sociológicos e incluso econ6micos ( 2 ).
Las posibilidades brindadas por ln epigrafía eran enor-
mes, y ello afiadi6 decenas de nuevas formas de análisis
y síntesis de la antigUeded romana.

Pero con una antigUedad media de los volúme-


nes del CIL entre los setenta y los más de cien aflos, y
debido al auge de lno excavaciones arqueo16gicas y a wi
discreto mantenimiento del coleccionismo privado (no ya
por razones culturales, sino más bien invereionistas),el
número de epígrafes aparecidos posteriormente ha duplic~
do o triplicado lo ya recogido entonces. A ello hay que
añadir el mejor conocimiento que tenemos ahora de epígra-
fes procedentes de la Europa Oriental, que durante bastan-
tes aftos no nos han llegado o lo han hecho con dificultad.

Desde 1088. por otra parte, hay que señalar


A] e1:1fuerzo, primero de Cagnat y Besnier y lu0go de otros
muchos investigadores franceses, dando a conocer cada
afio una
parte importante de las inscripciones publicadas en revistas
especializadas, singularmente europeas, primero como faec!o~
los dentro de la Revue Archéologigue y desde 1960, oomo revi~
ta independiente, L' Année Epigraphigue. De una veintena de -
a.fios a esta parte, además, ee han iniciado algunas publicaciQ
nes específicas dedicadas preferentemente a la epigrafía, c,2
molas italianas Epigraphica y Titul1 o las alemanas Epigra-
phiache Studien y Ze~tsohrift fUr Papyrol ogie und Epigraphik.
El nmnero de inéditos contenidos en ellas ea bgstante alto.

A pesar de todo, muchos nuevos epígrafes perm~


necen in~ditoe o se han publicado de manera dispersa, en gr~
pos pequefloe y en muy diferentes revistas científicas, sin
una unidad de criterio ni en la ed1ci6n ni en la presentación,
y muchas veces sin el adecuado aparato gráfico. En loe anos
más recientes ae ha comenzado una nueva vía: a la vista del
creciente número de inscripciones salidas a la luz deapu~s -
d~l Corpus, y que restan ya total exactitud a su manejo, ·se
han iniciado catálogos, generalmente por ciudades o museos.

En Hiapa.nia, y prescindiremos yo del resto del


Imperio, que se halla en situaoión similar, y por ser aqué -
lla el marco inmediato de nuestros trabajos, hemos de rEsal-
tar, cift~ndonos a loa últimos treinta e.fios, los siguientes -
ejemplos: Ampuriae ( J ), Galicia (como único caso hasta ahQ
ra de recolecci6n regional) ( 4 ), Odrinhas ( 5 ). Asturias
( 6 ). Baleares ( 7 ), Vigo ( 8 ), Mérida ( 9 ), Barcelona
( 10 }, Lara de los Infantes ( 11 ), Poza de la Sal ( 12 ),
Cotuubra ( lJ ). Sagunto ( 14 ), Tarragona ( 15) o Lugo -
( 16 ), y más recientemente aún, Almería ( 17 ), Tarrasa -
( 18 ), Soria ( 19 ), Museo de Pamplona ( 20) y C4diz (21).

Los criterios que han presidido éstas y otras


publicaciones similares no son siempre los mismos: a vecea
5

son divergentes, y la calidad es muy desigual ( 22 ). Cierto


que en ocasiones ~ata viene determinada por la misma calidad
de las inscripciones que ae están estudiando, y por la mayor
o menor dificultad de su leotura e interpretación. Pero tam-
bién lo es que con demasiada frecuencia lo que se nos ofrece
ea un mero catálogo, con lecturas no rigurosas ni críticas,
sin ver personalmente todas laa piezas y dejando para otros,
se supone, el estudio de los epígrafes en cuanto conjunto,
y en cuanto documentos de carácter histórico que tienen mucho
que decir si ae lea interroga adecuadamente.

Salvo muy afortunadas excepciones, no se suelen


estu<'Íiar, por ejemplo, loa 'tell.eres lapidarios, tiJi>os de es-
critura, preferencia de unos formularios sobre otros, signi-
ficación de determinados elementos constantes, esto en cuan-
to a lo meramente epigráfico. Lae constituciones municipales,
relaciones co~ el reato de su convento jurídico en el caso de
ciudades, de su provincia o del Imperio. La procedencia de la
población, su poder económico, familias influyentes, el est~
dio de edades cuando puede hacerse ( 2J ), las preferencias
religiosas, los oficios, el peso de la mujer y, en fin, una
larga serie de cuestiones que muchas veces quedan sin reapon
der, que son historia en sí mismas y cuya reaoluci6n puede -
ser la principal aportación de la epigrafía o al menos, bajo
nuestro punto de vista, la que debería intentarse por si9te-
ma.

Una parte de loa catálogos que hemos ido mcnci2


nando son parciales por sí miamos, por el marco elegido, que
muchas veces no respeta la antigua circunscripción romona,ya
sea municipal o conventual. El publicar los fondos de uno pr2
vincia es sin duda útil, pero la diversidad de prQcedenciaa
impide efectuar lns prof\llldizaciones n que antes nos referí~
moa. Como vemos, sin embargo, la epigrafía hispana ha recib!
G

do un enorme empuje en los áltimos aftos, y sería injusto no


reconocerlo. Sin un sistema unificado, ignorando a veces los
criterios más modernos al uso entre los epigrafistas intern~
cionales 7 con todos loa fallos que se quiera. pero hoy aab~
moa sobre la epigrafía de la península ibérica bastante más
de lo que se sabía en 1950.

Es una lástima, sin embargo, que los 1nvest1g!


dores eepaftoles al menos no hayan conseguido llegar a un -
acuerdo eficaz y reunir unos medios humanos y materiales su-
ficientes para llevar a buen fin la gran empresa de editar
toda la epigrafía hispana unitariamente. Y no porque no haya
habido intentos. Aftos atrás, los Prof. Tovar en Salamanca
(éste con un contrato de la Academia berlinesa) y Navascuée
en Madrid comenzaron la recopilaoi6n del material, quedando
por distintas razones inacabada.

Por lo que se refiere a compilaciones de con-


junto, s61o existe en este siglo la obra de J. Vives, Inecrie-
ciones latinas de la Espafie Romana (Barcelona, 1971). Es una
obra en dos volúmenes, bastante polémica. En cuanto a los m~
teriales del ill es selectiva, ya que no recoge todos, pero
en cuanto a las piezas nuevaa publicadas hasta 1970, eata obra
supuso un esfuerzo considerable para un solo investigador y,
seg6n tenemos entendido, con medios materiales escasos. Ello
puede explicar loe numerosos errores que contiene, de lectu-
ras, de fuentes bibliográficas e incluso de procedencias de
loa epígrafes. Ya tuvimos ocasión durante el Congreso Nacio-
nal de Arqueología que se celebró en Huelva en 1975, de defen
der lo que de positivo tiene el libro de Vives, es el único
logro real de recoger loa miles de inscripciones aparecidas
después del CorpU3 hispano y, utilizado con precaución, no se
puede negar que tiene una clara utilidad, aunque no ea por -
desgracia una obra destinada a perpetuarse.
7

Otro intento aislado. nunque con mucha mejor or


ganizaci6n. ea el del Centro Pierre Paris. de la Universidad
de Burdeos, que lleva yn m&a de diez affos recopilando gran -
cantidad de inscripciones de la península ibérica, formando
1m archivo bastante amplio ( 24 }, que por el momento no se
ha vlasmado en una publicaci6n conjunta. Al frente de este -
proyecto está el Prof. R. Etienne, y pueden considerarse un
avance de estos trabajos. aparte de muchos artículos parcia-
les. los catálogos de Conimbriga y Lugo ( 25 ), realizados -
oon gran escrupulosidad y medios.

Por 6Itimo, y en aftos muy recientes, se ha co-


menzado por fin la reedici6n del viejo CIL en su tomo II,co-
rrespond1ente a Hispania. Esta reedición ea paralela a la que
se está realizando ya de otros volúmenes, singularmente el
VI, de Roma, publicado en varios tomos y en el que el uso de
las modernas técnicas informáticas simplifica enormemente las
distintas aplicaciones que se quieran dar al material.

Tampoco esta reedici6n es un proyecto actual.


Hacia loa afloe treinta, la Academia de Berlín encarg6 al in-
vestigador alemán L. Wickert la recopilación de materiales.
Así lo empezó n hacer en diversos viajes por ln península,
especialmente de museos y colecciones particulares, donde se
acumulaban loa inéditos. pero el trabajo quedó inconcluso
( 26 ). Caai cincuenta años después, la auceaora en la Ale-
mania Federal de aquella venerable inatituci6n berlinesa,
la Akademie der Wisaenschaften. o trnvéa del Zentralinsti-
tut fUr Altegeschichte.und Archtlologie, ha vuelto a poner en
marcha el antiguo proyecto, que eatu vez tiene todos loa -
auspicios favorables de materializarse.

El coordinador del proyecto por parte alemana


ea el Prof. A. U. Stylow. y por parte espa~ola el Prof. J.M.
.8

Blázquez. Bajo su direcci6n están trabajando investigadores


espafioles, germanos y norteamericanos (en el sector referido
a nuestro país), en principio organizados según las provin-
cias administrativas actuales, para adaptarlo despu~s a las
tradicionales divisiones del fil• Será redactado, como ~l,
en lengua latina y, entre otras muchas novedades, llevará -
la muy importante del aparato gráfico. inexcusable e impres-
cindible hoy en día y principal desventaja del antiguo fil•
No oreemos que nadie sea hoy capaz de evaluar el nmnero de
epígrafes romanos aparecidos hasta e.hora en nuestra penínsu-
la, pero se suele barajar con frecuencia una cifra en torno
a los quince o dieoiseie mil, es decir, unos diez mil sobre
el antiguo cuerpo de epígrafes recolectado con tanto interés
y competencia por Emil HUbner entre 1869 y 1895.

Sea ista la cifra o una aproximada, la tarea


de recop1laci6n y unificaci6n ea de una enorme complejidad,
unida a la propia redacción y edioión, ~sta adaptadn n las
normas recientemente aprobadas en la reunión de los edito-
res en Helainki en octubre de 1978 ( 27 ). Un c~lculo,opti-
mista en nuestra opini6n,da·un margen de diez aftoe para la
ejecución de esta magnifica empresa ( 28 ). Pero, bajo nueg
tro punto de vista, la epigrafía hispana debe ir haciendo -
entre tanto un esfuerzo de adaptación y colaboración. asu-
miendo las directrices de edioi6n, al menos parcialmente, y
facilitando la publicación de eatudioa monográficos, del mo-
do más eficaz y completo posible.

===~======~
9

NOTAS AL CAPITULO I.l

( l ) Citaremos algunas de las más representativas: c. Peu


I!
tingei4, Romanlle Vetustat!s Fragmenta , Augsburg, 1503;
J. ll'lazochius, Ep~rammata antiguae Urbis , Roma, 1517;
P. Apianus y n. antius, Inscriptlones sacrosanctae
vetustatis non i llae uidem Romanae a ed totius fere
or s, ngo da ad, ; • Sme us, Inscr ~ onum -
añtTcjue.rum l i ber, edit. por J. Lipaius en Ameres, -
1588 ; T. Reinesius, sr,tagma inscriptionum antifu8 rum,
Leipzig, 1682; A. Oor , Inscriptiones anti uae n -
6
Etruriae urbibus exatantes , Florencia, 172-1743 ; L,A ,
Muratori , Novus Theaaurus vetei'um inscriptionum , Milán
1739-1742 ; s. Maffei , Ara Critica Lardaría, Lucca , -
1765; G. .Marini , Gli atti e monument de' fra tell1 Ar-
vali, Roma , 1795 .
( 2 ) En primer lugar, las selecciones de inscripciones más
interesantes desde ámbitos específicos, como E.Ritschl,
Eriscae Lat inita tis Monum.e nte. Epiffraphi ca , Berlín, -
1$62 ( ya con 98 facsímiles ) ; ;E. 11 bner, Exempla scrip
t urae epigraphica e latina.e a Caeearie d·idatoris mor-
te ad aeta·bem lustiñianl , .Berlin, l895 ( con facsími-
les de 1229 epígrafes, incluyenclo trece falsos para -
comparaciones críticas); C. G. Bruna , Fontes Iuris Ro-
mani Antigui , TUbingen, 1912¡ l:I . Dessau, lnsorirtiones
Latina.e Selectae, Berlín , 1892-1916, con vallas simoa
indices; después o simultáneamente fueron apareciendo
obras de aplicación epigráfica , como W. Lindaay, lli!ill!-
book of Latin Inscririons illus·trating the HJhstor! -
of the Language , Boa on, 1897 ; G.M .N. Rushfort , La in
Historlcal Inacri tions illuetratin the Histor -¿)f-
•ar y •mp· re , O ox , . che er , arm a Lati-
na Epigraphica! Leipzig , 1895 ; Thesaurus Llñguae Lati-
na.e , Roma , 190 • • ,, oon importante~ aportaciones epi-
gri1ficas ; han s i do objeto de estudio con esta indispeg
sable base la prosoposrafía del Imperio Romano (A , -
Groag-E . Stein y otros) , su economía (T . Frank , Duncan-
Jones) , la.a carreras ecuestres (Pflaum), los antrop6-
nimoa de todo tipo (I. Kajanto) . . , la. lista sería in-
terminable , y evidencia el rango de primerísimo orden
que debe concedenre a la epigrafía en cualquler estu-
dio de la AntigUedad DOmnna . En el terreno hispano,han
sido muchos loa autores que, sobre tod0 desde loa afias
cincuenta,han basado estudios históricos y sociológi-
cos sobro los materia.les epigrtHicos . Aaí, S . Mariner ,
M.L. Albertos , J. Untermann , A. D'Ors , J.M , Blázquez ,
J.M. Roldán, c. Castillo, G. Alftlldy, J.M. Se.ntero,P,
Piernavieja y otros.
1.0

( J ) M. Almagro Basch, Las inscripciones aln~uritanaa grie-


gas, ibéricas y latinas , Barcelona, 19 2.
( 4 ) A. D'Ore, P. Vázquez-Saoo, A. del Castillo, M. Váz -
quez Seijas y J. Filgueira, Inscripciones romanas de
Galicia {IRG), Santiago de Compostela, 1954-1960. Ea
ta empresi;-que sepamos, sigue siendo única en la pe
nínsula Ib,rica. Con aus defectos y lagunas, hijos~
muchas veces de la falta de medios otras de la esca
sez de epigrafistas profesionales (si exceptuamos aI
Pro!. n:ors), sigue siendo un hito en lo que a traba
jo de equipo se refiere y e la ambic16n de propósitos.
( 5 ) M. Cardozo, Cat,logo das insori9oes lapidares do Mu-
seu ar ueolo ico de s. Mi uel de Odrinbas, S1ntra, -
, Tam n se o eron por es ·a poca loe de los
museos de Lisboa y Beja).
( 6 ) F. Diego Santos, Epigrafía romana de Asturias, Ovie-
do, 1959.
( 7 ) C. Veny, Corpus de las inscrigoionee baleáricas hasta
la dominación árabe, Roma , 19 5.
( 8 ) D. Juliá, Etude épigra h;l.gue et ioonogrep}U.gue des
1
st~les funéraires de V go, Heidelberg, 1971.
( 9 ) 1. Oarc!a Igleeiasi E~igraf!a romana de Mérida~ tesis
doctoral, Madrid, 97. Este trabajo en su con unto
permanece in,dlto, aunque el autor en los aftos si -
guientes ha ido publicando aspectos parciales del mi,!
mo.
( 10 ) S. Mariner Bigorra, Inscripciones romanas de Barcelo-
na, Barcelona, 197J. De él oontlm'ia sin publicarse -
eI t ·omo II, dedicado a las ilustraciones, lo que res
ta a la obra manejabilidadi el Prof. Me.riner nos ha-
informado de su pr~xima aparici6n.
( 11 ) J. A. Abásolo, Epigrafía romana de la región de Lara
de loa Infantes , Burgos, 197~. El autor advierte en
el prólogo que lo que presenta es un catálogo. prom~
tiendo nuevos estudios para máe adelante. Es en ver-
dad elogiable en esta obra el escrupuloso aparato -
grátioo -que la cierra.
( 12) J. A. Abásolo, M. L. Albertos, J.C. Elorza, Loa monu
mentoa funerarios de época romana. en forma de casa,
de la re~lón de Poza de la Sal (Bureba, ]u:rgos), Bi.g:
go.s, 191 •
1 1.

( 1) ) R. Etienne, G. Fabre, P. y M. Leveque, Fouillee de


Conimbriga . II.Epigraphie et soulpture , Paris , 1976.
( 14) F. .Beltrán Lloris, Epi~ra.fía. la tina de Sagw1tum y
eu territorium, Valeno a, 1980. Cfr. recensión de G,
Alf8ldy, "Ein Corpus der romieohen Inechriften aus
Saguntum und Umgebung", AEspA 54, 1981, 117,
( 15) G. AlfBldy, Die rBmischen Inschriften von Tarraoo,
(Mndrider Beltrl!ge,B), Heidelberg , 1978. El más
extenso repertorio por calidad y cantidad de toda
la península, muy e6lidamente presentado .
( 16) F, Arias, P,le Roux, A, Tranoy, Inscri tions romai-
9
nea de la provinoe de Lugo, Paría, 197. Es el pri-
mer resÜltado de le ooopereoi6n hispano-gala en ma-
teria epigráfica. Un buen ejemplo de c6mo aunar tma
impecable presentación epigrdfice con una buena in-
troducci6n previa sobre la zona a estudiar y une -
bastante aceptable documentación gráfica, Quizá las
conclusiones podían haber sido mds a.mplias, pero ás-
tas están más o menos representadas en otros traba-
jos monográficos de los trea autores, singularmente
de P, le Roux y A, Trnnoy en loe campos administra-
tivo, militar y religioso,
( 17) R. Lázaro, Inscripciones romanas de Almario . Alme-
r!a. 1981.
( 18) o. Fabre, M. Mayer e I. Roda, Epigraf'ia romana de
Terrosa, Tarresa, 1981.
( 19) A, Jimeno, Epigrafia romana de Seria , Soria, 1981,
20 c. Castillo, J. G6mez Pantoja y M• D. Maule6n, Ina-
cri1ciones romanas del Museo de Navarra, Pomploña;
198.
( 21 ) J. Oonzález, Inscri~oionee romanos de la provincia
de Cádiz, Cádlz, 19 2,
22 ) Muy recientemente ha aparecido un nuevo trabajo de
lo D1·a. C. Castillo: "Un trienio de epigrafía lati-
na en Hispania: Logros y perapeotivas", Unidad y
1uralidad en el mundo anti~uo, Madrid, 198), t,I,
1 05, que presenta a partir e au pág. 119 un comple-
to ~péndioe de loa estudios de conjuntos epigráficos
locales y provinciales de Hispania. Es llamativo que
uno gran parte de ellos es posterior a 1976,
( 23 ) Loe estudios llamados de "esperanzo de vida" o demo-
gráficos sólo pueden realizaroo , en nuestro opini6n,
sobre un conjunto significa'tivo de in:10ripcioneo de
tlll mismo lugar y dotoc16n. nenultadoa uuHudos en pie-
zas de los siglos I a.c. y In IV d . C. no pueden ser
fiables porque en 500 affos han podido producirse cam-
bios importantes de sanidad , higiene,horlazgos mé-
12

dicos y terapeútiooa, presencia o no de guerras,


cataclismos naturales, epidemias, etc., que va-
rían forzosamente las circunstancias en veintioin
co o cincuenta años, cuando más en quinientos. P~
ra nosotros, estudios como los de R. Oontreras,
"Miscelánea casttllonensei•, en J . M. 131ázquez, ~ -
tulo II, Madrid, 1979, 449-450, o A. Jimeno para
Soria (op.cit., 242 es.) y otros, son inválidos
por las razones expuestas.
( 24) S~bre los fondos de este archivo y su ut1lizao16n,
ver recientemente R. Etienne, "Le centre Pierre
París et la rávieion des insoriptions greoques et
latines de la Páninsule ibárique", Oonimbriga, -
XVI, 1977, 8J.
( 25) Cfr. notas 13 y 16 de este capítulo.
( 26) Una rápida visión de uno de estos viajes se encuen
traen L. Wickert, "Bericht Uber eine Reise zur
Vorbereitung einee S,;plementum11 His~aniense des -
Corpus Inscr1 t1onum atinnrum , Si zungsberichten
6
der preussiac en Akademie der Wiseenachaften, Phil.-
Hist. Klaase, 1929, IV, 3-9 , La idea, pues, era!i
de edit ar solamente un suplemento, como el que el
mismo RUbner había publicado en 1895.
( 27) Un reflejo de este reunión en el aopecto de la edi
ci6n puede verse en H. Krummrey y s. Panciera, "Cri
teri di edizione e eegni diacriticitt, Tituli 2, -
1980 , 205-215.
( 28) Un reawnen de toda la situaoi6n ~ue acabamos de des
oribir puede consultarse en A. D Ora, "La eviden-
cia epigráfica de la Galicia romana", Primera reun
ni6n gallega de Estudios Clásicos (Actas) 1 Santia-
go de Compostela, l98l, 122 y especialmen'te hasta
la 124.
13

CAPITULO I.2.- PROPOSITO DE ESTE TRABAJO

Dentro del marco de loa estudios epigráficos


en España, que acabamos de describir a grandes rasgos, ae
encuadra nuestra investigac16n. Cuando escogimos este tema
para nuestra Memoria de Doctorado, hoce ya un tiempo, nos
propusimos profundizar en la epigrafía de una ciudad como
Itálica (actual Santiponce, provincia de Sevilla), cu:¡¡as e~
cavaciones dentro de este siglo han hecho ver la luz a num~
rosas pieza.a, que hacen ya poco eficaz la consulta de lapa~
te a esta ciudad asignada en el ill (nos. 1108 a 1162 1 5102
a 5116, 5037 a 5040 y 6278 a 6282) es decir, exactamente cien,
sin contar los instrumenta domestica y las marcas halladas
en el Testaccio ( 1 ), sobre recipientes cerámicos.

El prop6sito primero fue, por tanto, llevar


a cabo una revisi6n de las piezas ya publicadas en el Cor-
pus, cotejándolas con el original siempre que fuera posl -
ble. Para esta parte nuestra aportaci6n principal consiste
en la correcci6n de alguna.a lecturas y el aporte de fotogr~
fías cuando las piezas aún existían ( 2 ).

En segundo lugar, recoger todas las inscrip-


ciones aparecidas o publicadas con posterioridad a la reco-
lecci6n del CIL y de su Supplement\llll ( J ). Muchas veces lo
hemos hecho a partir de publicaciones previas de otros estu-
diosos, entre loa que cabe destacar a la recientemente fall~
cida D• Concepc16n Fernández-Chicarro, directora durante mu-
chos afl.os del l'i:uaeo Arqueol6cico hispalense, que por su car-
go}por su Elmistose relaci6n, con el tambj,én desaparecido D.
Francisco Col1antea de Tcrán (de quien hablaremos más adelan
te), public6 durante largos aftoa las inscripciones nuevas que
iban apareciendo en Itálica y eran ingresadas en el Museo. -
Las reviataa en que nonnalmente lo hizo fueron Memorias de los
Muaeoa Arqueol6gicos Provinciales (AfütAP) y Revista de Archi-
vos, Bibliotecas y Museos (RABM).

Hemos de hacer constar, en lo que respecta a loa


in6dit~s recientes, la colaboración prestada por el Dr. J.M•
Luzón, quien llev6 las excavaciones de la ciudad durante el
floreciente período de D. Florentino P~rez-Embid como Direc-
tor General de Bellas Artes, entre 1970 y 1974. Aquél no pu-
so inconveniente en que estudiáramos las inscripciones aper~
cides durante sus trabajos, singularmente las del teatro, a,!
gunas de las cuales hemos ya publicado ( 4 ). Otros inéditos
eran ya hallazgos antiguos, pero nunca publicados, especial-
mente ~entro de la colecci6n Lebrija, de Sevilla.

Con todo ello, hemos aumentado eonsiderablemen


te el catálogo de epígrafes italicenses. Como una investiga-
ci6n de este tipo no puede nunca darse por terminada, en la
época más reciente de excavaciones, llevadas por la Dra. P.
Le6n a partir de abril de 1980, han aparecido, en la zona del
foro nuevo, al menos tres inscripciones de gran interés que,
lamentablemente, no hemos podido incluir.

· Así pues, hemos recopilado exhaustivamente to-


da la epigrafía procedente de la ciudad de It~lica, siguiendo
el sistema que más adelante detallaremos. Para preceder a -
este catálogo razonado he~os hecho primero unas consideraci~
nes sobre las circunstancias generales de hallazgo de las in~
cripoionea, formación de laa colecciones existentes donde -
hoy están o en otro tiempo estuvieron reunidas, y los princ!
pales autores que parcial o generalizadamente se han ocupa-
do de ellas.
1~

El catálogo en eí hemos procurado hacerlo de


la manera mds completa posible en su aspecto descriptivo,pa-
ra lo cual hemos estudiado personalmente casi la totalidad
de ellas. Pero no hemos querido limitarnos a la mera catalQ
gaci6n de textos, sino n un comentario de los elementos ex-
tern~s de los epígrafes, aspecto que desde que empezamos a
ocuparnos de epigrafía, hace ya casi dmez eftos, hemos consi-
derado siempre fundamental ( 5 )¡ a ello hemos afiadido un
comentario sobre los elementos internos, tales como estudio
de nomina y cognomina. eituaci6n social, familias, procedeg
cias de éstas y otros, según cada caso. En bastantee de -
ellos hemos ampliado el comentario, en piezas que lo mere -
cían, discutiendo determinadas interpretaciones de anterio-
res estudiosos o aduciendo hipótesis que puedan explicar te-
mas problemáticos de la historia de esta ciudad b~tica, que
realmente son bastantea. Hemos realizado un especial esfuer-
zo con una relectura y reinterpretaci6n de algunos aspectos
del célebre bronce de Itálica conteniendo normativas respec-
to a l o s ~ gladiatorios.

Cierra esta parte un capítulo sobre las concl~


aiones a que el catálogo y todos los anteriores elementos de
juicio, tanto de fuentes como arqueológicos, nos llevan. Ea
la parte más difícil, a nuestro juicio, y la más interesan-
te de realizar, Aquella en la que, como decía Matute y Gavi-
ria en 1827 con las palabras que abren nuestro trabajo, loa
docwnentos, "puestos en orden, fonnan la historio. de esta -
ilustre ciudad". Allí hemos querido revisar la prosopografía
o discutir el complejo problema de loa estudios demográficos;
lo que se ha dado en llamar la "paleografía." de las inscrip-
ciones italicenses que, ~atas sí, tienen la particularidad
de ser en su mayor parte de un deteI'IJlinado período de tiempo,
el siglo II d.C., lo que nos permite definir "escuelas" de
lapidarios y broncistas trabajando para surtir una demanda -
que hay que juzgar considerable, y con una calidad destaca-
da. Esto a au vez llega a precisar un "estilo" en un tiempo
16

y lUgar muy determinados y, aunque en ~trecha relaci6n con


el resto de la provincia bótioa, con peculiaridades que nos
han permitido saber en un almacén de mu.....eeo que una pieza
era de It,lica antes de leerla.

Tambi,n allí hemos intentado estudiar el pro-


blema aún no muy preciso de la conversión de la ciudad en
municipio, de su posterior paso a colonia, de su papel en
las llamadas "invasiones de ~ 11 del siglo II. Qué' es
la Italica adlectio, o6mo explicarnos la presencia e in -
fluencia de senadores italicenses en el Senado y en loa ce~
troa de poder de Roma trat~ndose de una ciudad aparentemen-
te pequefta y poco significativa, senadores que fueron sin
duda el soporte de los dos emperadores italicenses, Traja-
no y Adriano;; qué papel jug6 en &!Ita ciudad la Legio VII ge-
mina, tan lejos de su campamento habitual. Todos estos son
temas que han interesado durante muchos aftosa investigado-
res de todo el mundo, y a los que nos hemos esforzado, con
mejor o peor fortuna, por dar nuestra personal respuesta.
Hay que advertir que por circunstancias muy especiales no~
mos podido dedicarles todas las páginas que teníamos en prin
cipio previstas, y lo que damos ahora es un muestrario de
conclusiones rápido y conciso. Sin embargo, como el trabajo
de base lo tenemos hecho en todos loa temas, no renunciamos
a poder desarrollaflo adecuadamente en el futuro.

De esta manera es como concebirnos los estudios


epigráficos. Las mismas inscripciones hubieran podido mirar-
se o estudiarse de otra forma, o con otros fines. Un histori~
dor espaffol ya consagrado por los affos y las publicaciones -
nos dijo hace ya mucho que los catálogos son lo que permane-
ce a través del tiempo. Puede que tenga razón, y por ello h~
moa procurado que el repertorio sea completo, exhaustivo y
fiable, dentro de lo que aquí y ahora nos ha sido posible. P~
17

ro honradamente creemos que no entraría este trabajo dentro


de la categoría de la investigación histórica si no hubiér~
moa intentado dar el paso siguiente. Creemos que la epigra-
fía adquiere todo su aut~ntico valor cuando se encuadra en
un contexto histórico arm6nicot al que ella aporta grandes
datos.

No todas las inscripciones. ya se sabe, tienen


igual valor. No pueden compararse las Rea Gestee del Monume~
to Ancyrano con una humilde oonmemoraci6n ftmeraria, Pero -
ea obligado dar a cada una su tratamiento. Con ello llegarí~
mos al viejo y aún candente problema de quién es el artífi-
ce de la historia: sin caer en visiones demasiado yn manose~
das, ea magnífico leer la descripci6n que el propio Augusto
1'18ce de sus obras, de sus campuflas militareat de eu tarea o~
ganizativa y constructora. Pero ¿c6mo podrí~ Augusto hnber
llevado a buen t~nnino su ambicioso programa político-mili -
tar sin aquel anónimo Arnbato, aquel Reburro e aquel Valerio
que llevaron en alto sus águilas, fabricaron sus proyectos.
disefiaron sus acueductos o cobraron sus impuestos., y cuyos -
epitafios jalonan todos nuestras museos? Válgenos este some-
ro ejemplo para dejar sentado que todos los epígrafes son diS
nos de nuestra atención aunque su valor sea cuestionable pa-
ra unos u otros ( 6 ).

Nuestro prop6eitot pues, ha sido doble: ofrecer


una colección lo m~s completa poaible de la epigrafía de la
ciudad de Itálica, incluyendo un resumen sobre sus vicisitu-
des, situaci6n actual y principales estudiosos y, en un se-
gundo paso, hacer a través de estas inscripciones un intento
de aproximacJ6n histórica a lo que fue esta ciudad bética y
a lo que ella y sus ciudadanos pudieron representar dentro -
de su espacio y de su tiempo.
18

NOTAS AL CAPITULO I.2

C 1) fil rv, 26Jl a-h.


l
( 2) No sabemos si en el último momento podremos 1
1
1noluir las fotografías del Museo Británico,
qua están encargadas desde octubre de 1982.

( 3) Ea decir, e los aftos 1869 y 1892 respectivamente,más 1


los aparecidos en los suplementos al CIL que fueron
los números de la revista Ephemeris EfSrttllica, espe
cielmente los fascículos II, VII, VII y , entre 1S72
y 1905.
( 4) Por ejemplo nuestros nos. 53-4 y 105.
( 5) En ello seguimos las teorías del Prof. J. M• de Navas-
cuh, expresadae fundamentalmente en eu discurso de in
graso en la Real Academia de la Historia, El concepto-
de la eligraf!a: Consideraciones sobre la necesidad de
su am~l ación, Madrid, l95J . Su tesis doctoral, leida
en Mariden 1948 (Los e !~rafes cristianos latinos
9
de M~rida, ofr. BSAAV, 14,104 es . ) apuntaba ya en
esa direoci6n, airoomo trabajos posteriores (por ejem
plo , "Caracteres externos de las antigua~ inscripcio-
nes salmantinas", BRAH 152, 196), 169 sal-Tuvimos oca
si6n en nuestra época de estudiante en la Univeraidaa
Complutense de aprender y valorar este método a través
de la Dra. Ruiz Trapero, gran defensora del mismo.Real
mente hemos de reconocer que la posibilidad de datacíon
de inscripciones a través de los caracteres externos
nos fascin6 entonces y nos sigue interesando hoy de m~
nera muy principal, y aquellas enseaanzas hemos procu-
rado aplicarlas y a~pliarlaa a travás de nuestras pro-
pias experiencias investigadoras posteriores, esencial
mente en el marco de la antigua ~aetica. Observamos,ain
embargo, que son muy pocos los estudiosos de la epigr~
fía aotual que oreen en este sistema o lo aplican de
manera met6dica, con lo que se pierden posibilidades
interesantes para el cotejo entre grandes áreas.
( 6) Compárense las afirmaciones que acabamos de hacer con
la siguiente expresión de HUbner (OIL II, p. 145: (ae-
guitur) titulorum sepulcralium turl>a"vilis (11)7-11~).
======
19

CAPITULO I.J.- METODO UTILIZADO

Puede decirse que la epigrafía italicense se


halla e61o relativamente dispersa. A pesar de estar sus ru!
nas sometidas a rebuscas y expoliaciones durante casi todas
las lpocas, comenzando ya en la miDmB ~poca romana tardía -
( 1 ), pero especialmente durante el siglo pasado y los co-
mienzos de ~ste, las piezas epigráficas han quedado reduci-
das en realidad a unas cuantas vías donde puede encontrárs!
las.

El primer objetivo fue, por tanto, comenzar a


reunirlas, fichando cada una individualmente. Comenzamos, n~
turalmente, por las del Corp~s. Allí HUbner reunió, por di-
versos cauces, en el vol. II 74 títulos {1108 a 1162, S037 a
5040 y 5102 a 5116) y en el Supplementwn de 1892 otros 26
(5366 a 5386 y 6278 a 6282). Loa llamados instrumenta domes-
~ de una manera general, es decir, asas de ánforas, fon-
dos de vaeos, ladrillos. tegulae , vidrios, etc. oon letreros
escritos fueron tambi~n objeto de su atenci6n, reW1iendo en
el vol. II 12 (4962-J. 4967-22/25/28 y Jl, 4968-17 a 20,
4969, 4970-J02b y 4972-90) y en el Supplementum otros 26
(6247-8. 6249-9/10/11, 6252-12 a 16 y )9 n 42. ~254-l/17a/l8/
J6/J7c/J8, 6256-Ja/6/23/31/J2/J7/J8/50 y 6257-16), es ~ecir,
un total de JB. Nos ha parecido interesante aefialar en nuee-
tro catálogo el lugar de origen de las piezas en época de -
HUbner y d6nde se encontraban entonces, aunque ya casi nin-
guna oorresponde con su actual eituaci6n, y bastantes se han
perdido.

Otras inscripciones estaban reunidas, fonnando


el grueso e incluyendo muchas de laa del Q!.&, en el Mueeo A~
20

queológico de Sevilla, Cesa de la Condesa de Lebrija de la


misma oiudad, Museo Monográfico de Itálica, Britiah Mueeum
de Londres y un número reducido en otros museos y coleccio-
nes, como el Arqueo16gico Nacional, y que en su respectivo
lugar ee especifican. Dejando aparte las ya editadas en el
Corpus, hemos intentado retmir toda la bibliografía donde -
se publicaran por primera vez, se reeditaran, se recogieran
o simplemente se mencionaran las inacripoiones. Como exis-
ten en nuestro trabajo dos capítulos dedicados a museos y
colecciones, y a la bibliografía en general, remitimos allí
para máe detalles.

Una vez definidas bibliográficomente las pie-


zas, salvo las in~ditas, hemos procurado verlas personalmen-
te, al objeto de medirlas, fotografiarlas, cotejar diferen-
tes lecturas y estudiar el material y cualquier otro elemen-
to o característica externa que pudiera servirnos para su -
datación o su coloceei6n y fin primitivos. No siempre lo he-
moa conseguido, ya que el número de piezas perdidas es rela-
tivamente elevado y en otros casos, como en el de las pieza:J
del Museo Británico, no hemos podido desplazarnos personal-
mente.

Una vez reunido y fichado el material en sí,


con aus referencias bibliográficas y físicas, nos planteamos
el problema de ou ordenaci6n. En un principio noa tent6 la
idea de hac~rlo cronológicamente ( 2 ), por ser un método que
pone al descubierto mejor que ningún otro la progresión y -
concentración de la epigrafía de una ciudad. Especialmente en
el caso de Itálica era más sencillo, ya que una gran parte
de los epígrafes ae f.echan entre los aijos 100 y 170 d.C.
Aunque en Eapafia la dotación <le las inscripciones o se omite
por loa editores o se dan unos márgenes excesivamente amplios,
21.

salvo excepciones, nosotros somos de la opinión de que ea P.2


aible, siguiendo como modelo tablas tan tradicionales como -
laa de Cagnat o Gordon ( J ), adaptadas para llispania con -
le.e numerosas inscripciones fechadns con que contarnos, tra-
tar de fechar epígrafes con un pequeño margen. Hay que hacer
constar, sin embareo, que, por lo que a nuestra experiencia
directa concierne, esto ea vdlido en principio pura las provin
ciaa Hispanla Baetica y zonas NE y E de la Citerior Tarraco-
nensi s , y algunas de Lualtania . En cuanto ae adentra uno en
la Meseta Central, N y NO de la península, la identificaci6n
cronol6gica. se hace mucho más ardua { 4 ) •

Allí no ae suelen seguir los esquemas tradici2


nalea de cuadraci6n y el material. en vez de mármol (escaso
en estas zonas), suele ser piedra calizaº• lo que ea peor,
granito, que con el tiempo y loa nrraotrea sufren tales defo~
maciones que a veces ni siquiera puede identificarse en ellas'
bien el texto. cuanto menos las características de letras que
nos pudieran dar unas rnda o menos exactas dataciones. La no
adopci6n en estas zonas del sistema unc1al (tarnbi~n rae.mudo
librario o actuario) de escritura es también W1 obstáculo.
Parece que allí los lnpicidas se sirvieron casi siempre de las
capitales dibujadas (o cuadradas) oaí como de las dibujadas
imitadas, a mano alzada, ejecutadas con peor o mejor forttu1a.
Hay muchas excepciones, pero se observa una tendenci~ basta~
te definida por lo que hemos dicho.

Pero no es éste el caso.de lu Bética, y ello h~


biera quizá llevado a buen fin una ordenación del material -
por el orden cronológico. Si no nos hemoo decidido a ello ea
precisamente por la desigualdad del número de inscripciones
de cada época, y por el hecho de que el ser ln mayor parte de
Trajano-Adriano-Antoninos desvirtúa per se la validez del -
sistema: no hubi~ramoa conseGuido el propósito inicial.

',r ('
22

Restan sólo dos métodos a utilizar ( 5 ): ord!


narlae por colecciones, ea decir, todas las del fil, a cont!
nuaci6n las del Museo de Sevilla. etc. Además de ser artifi-
cial por completo y no coincidente con ninguna realidad his-
tórica, no puede derivarse de tal ordenación ningún resulta-
do inmediato, sino que ha de imponerse una posterior reelab~
ración.

Hemos optado, pues, por la ordenación consagr~


da por el Q!!! en general y por HUbner en particular para el
volumen de Hiapania. Consiste, como de todos es bien conoci-
do, en separar las inscripciones temáticamente y dentro de
cada tema siguiendo lllla ordenación particular, que en el ca-
so de loa dioses será por su relevancia, de emperadores por
su cronología, de funerarias por su gentilicio, etc. Este -
m~todo es seguido tambi6n, con variantes, por García Igle-
sias, Mariner, Alfijldy, Arias et alii y F. Beltrán, entre -
otros.

Por otra parte, hemos. caracterizado grupos es-


pecíficos de la epigrafía italicense, como son el oonjunto -
del anfiteatro, por ser muy homog~neo (a excepción de la se-
rie de Némesis-Caeleatia, que va entre las religiosas) o las
res iuris, importante también aquí por dos fragmentos ju:ríd!
coa y por el Aes Italicense, con legislaci6n sobre l o s ~
gladiatorios,

En cada inscripción, aparte de lo ya dicho, h~


moa sometido a discusi6n tanto el texto como sus caracteres
externos, lea peculiaridades nominales de los individuos,las
circunstancias especiales que reflejan los epígrafes, tales
como cargos, dataciones, fórmulas especiales, etc. Hemos pue~
to especial interés en el origen de los gentilicios, convend:!,
dos de que. en conjunto, podía darnos algún dato sobre la -
23

procedencia de loa primitivos habitantes de la ciudad. Tam-


bi~n los cognomina han sido estudiados en cuanto a preferen-
cias, frecuencias y relación con otras provincias del Impe-
rio. Otras veces el comentario se extiende a consideraciones
más amplias, aunque hemos procurado dejar el grueso de ellas
al sector de loa conclusiomes.

Un aspecto que alude el mátodo es el de la tr~


ducci6n de las inscripciones. que no hemos incluído en nin-
gún caso. S6lo presentamos el texto literal ordenado por los
renglones reales (transcripci6n), seguido por una lectura e~
plicada donde se desarrollan las abreviaturas y contraccio-
nes, se eliminan o suplen errores y faltas y ae proponen au-
plementoa Beneralea, siguiendo las normas habituales en los
estudios epigráficos. Nunco hemos compartido el criterio de
incluir traducciones al castellano porque suponemos ~ue las
personas que pueden estar interesadas en la epigrafía, o en
los epígrafes latinos en sí, no necesitan de ello. Otra co-
sn sería si el trabajo tuviera un carácter divulgativo o fu~
ra a publicarse con tal idea, en cuyo caeo, en atención a
las personas no familiarizadas con la lengua latina, sería -
casi forzoso incluirlas. Hemos hecho una excepci6n con alg~
nos párrafos del Aes italicense, precisamente aquellos más
discutidos y en los que la traducci6n se hace imprescindi-
ble para hacer ver nuestro sentido del texto. To..rnbl~n en a!
gunas propuestas que hacemos de nuevas interpretaciones so-
bre textos de la Historia Augusta .

Como se habrá observado, cado capítulo lleva


sus propias notas de pie de página; pero este sistema no po-
díamos seguirlo en el catálogo, por su extensi6n. Por ello
dentro de ~1 cada epígrafe lleva sus propias notas,deade el
ne 1,al final d~l comentario de la piezn.
====::::====
NOTAS AL CAPlTULO I . J

( l ) Sobre eete e~polio de baja ~poca véase J.M. Luz6n,


Ln Itálica de Adriano, Sevilla, 1975, lJ-14 y nues
tro trabajo 11Excavaciones en El Pradillo (Itálica):
un barrio tardío", I Coloquio sobre Itálica, Sevi-
lla, octubre de 1980, actualmente en prensa.

( 2 ) Es el sistema que hemos utilizado en nuesttos tra-


bajos de Habia 5, 1974, 221 y ~ a, 1977, 407,
en series de 13 y 14 epígrafes respectivamente.

( J ) R. Cagnat, Coura d'épigraphie latine, Paría, 1898


4•, 4 a 23 y láminas finales. A. y J. Gordon, !!=,
bum of dated Latin Inscriptions, Loa Angeles, 1964,
aunque con precauoi6n porque se trata en este caso
de epígrafes monumentales y a6lo de Roma. La tras-
laci6n, por tanto, no puede ser automática. Es cie~
to que, en algunos casos, aparece una inscripción
bien fechada que no se corresponde en los caracteres
con esa fecha, pero en líneas generales. y para lna
zonas indicadas, pueden establecerse ciertos crite-
rios. El problema se eimplificar!a si pudiera lle-
varse a oabo el estudio .Y publicaci6n de las inscri.E,
clones fechadas de'llispania, tema. que hace ya af'ios
nos interesaría realizar.
( 4 ) Vid. Arias, Le Roux, Tranoy, op.cit., 111-112 y 121;
a pesar de las dificultades, oonaiguen fechar 67 ill.!
cripoiones sobre 101, aunque de manera no totalmente
segura.
( 5 ) Se entiende que nos referimos a conjuntos de una sola
procedencia: los catálogos provinciales o de museos
se ven constreñidos a utilizar previamente una orden.!!.
oi6n geográfica.
======::i:===
25

CAPITULO I.4,- BIBLIOGRAFIA EPIGRAFICA DE ITALICA.

1.4.1.- Antes de 1869

Hemos de tomar forzosamente como primer límite


la fecha de 1869, porque es la primera vez que Emil HUbner -
real1z6 la gran tarea, no s61o pare Itálica, sino para cien-
tos de otras ciudades y despobl~dos, de recoger y publicar
todos los libros, folletos, manuscritos, dibujos, simples -
scneda e , etc. que ~l conocía, donde se hubieran reflejado -
inscripciones del lugar en cuesti6n. El encabez6 las páginas
e Itálica asignadas, a partir de la 145, con el nombre Q2.!2-
n1a v •••• Italicenaium, basándose en el ne 11)5, uno de los
textos controvertidos, aunque ahorn sabemos que la ciudad en
~poca de Adriano se llamaba ya Col onia Aelia Augusta Itali-
oensium.

Por ello, lo que vamos a recoger ahora es en


una parte importante debido al eafmerzo de HUbner, aunque en
muchos casos hemos ido, no a comprobar, sino a ver personal-
mente las fuentes que ~l cita, en ~apecial los valiosos monu~
critos de la Real Academia de la Historia de Madrid. No hubo,
sin duda, un mejor conocedor de la literatura de antigUedades
peninsulares entre loa siglos XVI y XIX que este ilustre ep!
grafiata alemán.

La mayoría de los autores citados los recoge en


el pr6logo que precede a los epígrafes, prólogos en los que
suele tambi~n hacer un breve resumen de las m~s destacadas -
inscripciones de cada ciudad y su aignificuci6n histórica.
26

Los primeros autores que en Eapa~a gicieron


colecciones de epígrafes no recogen ninguno de Itálica, sa!
vo A. de ?.torales ( 1 ) , que atrl buye el de O. Marcio Apilo
(Q.!.!! II 1 llJJ) a nuestra ciudad cuando el anónimo de Grono-
vio la daba como antequerana. Posteriormente Nicolás Anto-
nio y Mu.ratori ( 2) confirmaron este opinión, Las diacusiQ
nea fwidamentales sobre Itálica, llamada entoncee 11Sevilla
la V!eja 11 , en loa siglos X:V y XVI, se reducían a defender
si las ruinas eran realmente el solar de la antigua Hispa-
!.!!! o se trataba de \.UlB ciudad distinta, Italica u Osset
( J ).

F.s sin duda de entre loa arqueólogos del Re-


nacimiento hispano el más destacado el ilustre humanista -
de Utrera Rodrigo Caro, quP. con escrupulosos razonlllllientos
y crítica de textos llegó al convencimiento de que aquellas
ruinas próximas a Sevilla correspondían a la Itálica patria
de emperadores de que hablaban las fuentes clásicas. Contr!
y6, además, a su glorie con una bella elegía, "A lee ruinas
de Itálica", donde se reswnen mejor que en ningún escrito
científico la desolación y loa escombros en que tan opulen-
ta ciudad se convirti6 ( 4 ), En lo que se refiere a inscri~
ciones, nos hizo llegar la de M. Acaena Rufo (CIL II, 1137),
(nR 76 CaMl.)
En el siglo XVIII se produce la mayor parte -
de las aportaciones: las de J, Pardo y Figueroa, marqu6s de
Valleumbroaa ( 5 ), A, Carrillo ( 6 ), A, Fern4ndez-Prieto y
Sotelo ( 7 ), an6nimo sevillano ( 8 ), J, Velázquez ( 9 ), L.
Germán ( 10 J, Maadeu ( 11 ), E, Flórez ( 12 ), P. A, Ponz
( 13 ) , J. Bayer ( 14 ) y C.• M, Trigueros ( 15 ) • Todos ellos,
o bien ocupándos e e61o de Itálica, como Pardo, Castillo y
Prie to, o bi~n dentro de estudios más amplios, como Velázquez,
Masdeu o Fl6rez, dan a conocer o repiten unos de otros algu-
27

nae de laa más célebres inscripciones de la ciudad, que por


entonces se hallaban recogidas en el patio y en el "apeade-
roº del Monasterio de San Isidoro del Campo. justo a la en-
trada del actual Santiponce ( 16 ). De eate aiglo también es
el erudito franciscano Fray Fernando de Zevollos,.quien de-
dicó muchos años de su vida al estudio de la ciudad y sus in!
cripciones, aunque el mayor de aue manuscritos no fue publi-
cado hasta 1886 ( 17 ), y ourioaamente omitido por HUbner en
el Supplementum .

A comienzos del siglo XIX hace su célebre via-


je por España el orque61ogo-pintor A. de Laborde ( 18 ), que
recoge tambi~n en sus escritos tres inscripciones italicen-
ses. Terreroa y Palomares ( 19 ), en sus estudios paleográfi
cos hacen alguna alusión a una de ellas. lli II, 1149, de
(ne:1.16) Galla Blasti f. Ya a mediados del siglo, IIUbner trabó amis-
tad con el abogado sevillano Fco.J. Delgado ( 20 ) 1 quien
tenía achedae de varias inscripciones de Itálica que fueron
recogidas, años más tarde y con algunas adiciones, por M. Ru,y
bal Fl6rez ( 21 ). pero además su hijo Antonio hizo entrega
de las mismas a HUbner paro. que pudiera eatud±orlas mejor 1 1o
que ~ste hace constar. En la misma época Esteban Paluzie, en
su Paleografía Española , edit6 algW1os calcos que había tom!
do M, Bofarull en Itálica.

En 1827, J, Matute y Gavirio hizo W1a de las más


conocidas obras sobre Itálica ( 23 ), muy en la línea de Zev~
llos, cuyos manuscritos debi6 conocer. y donue recoge no sólo
los textos de muchas inscripciones, sino tambi~n sus dibujos,
de escasa calidad pero ilustrativos. Este libro lo hemos ut!
lizado bastante porque, a pesar de no tener la talla del de
Zevallos. y estor plagado de textos que no son suyos, da mu-
chos datos de hallaz~os coetáneos.
28

Ivo de la Cortina, cu:DJ,s peripecias hasta con-


seguir excavar en Itálica son dignas de menci6n, y lo hare-
mos en el capítulo que dedicamos a la historia de las exca-
vaciones, comenzó a imprimir una obra ( 24 ), d e la que HU~
nervio en Madrid, en casa de Antonio Delgado, cincuenta y
dos páginas con litografías, pero después no se termin6. En
la Real Academia de la Historia quedan tan1bién sus Informes
y Memorándums, dirigidos á esta instituci6n, donde se reco-
gen tambiln loa epígrafes hallados por él.

Otra fuente importante para HUbner, y para n2


sotros, fueron las notas de Demetrio de los Ríos, célebre
arquitecto de lo época que ejeout6 durante varios afios tra-
bajos de excavaci6n y restauración en el anfiteatro por eg
cargo oficial ( 25 }. Además de ello, envi6 info:nnes peri6-
d1coa a la Academia ( 26) dando cuenta de sus progresos; -
éstos se conservan allí. Para .s atisfacer su propia afici6n,
fue formando un fichero de epigrafía (y suponemos que de -
otras materias, tales como las propiamente arquitect6nicas)
que. junto a algunas piezas de su propiedad, conservaba en
su casa de Le6n, donde fij6 su residencia al hacerse cargo
de los trabajos de restauración de la Catedral. De ahí que
en varias ocasiones diga HUbner en la edición de 1892 que
"se conservaba en Le6n en caso de D. de los R!os 11 , o que "el
calco se lo remit16 etc.". En es te aspecto hemos tenido la
suerte de contar con fotocopia de una serie de dibujos que
este mismo erquiteoto realiz6 sobre bastantes epígrafes it~
licenses, exactamente treinta y ocho ( 27 ), Lo escrupulosi-
dad propia de un arquitecto con la que están hechos nos ha
permitido confinnar lecturas, desechar Algunas y cotejarlas
con las de Matute, que en ocasiones nos parecía modificnba
los original es, luego vimos que infundadamente. Esto refiri~n
donos, naturalmente, a los que luego ée perdieron.
29

Por 61 timo, Pedro de ),1Rdrazo ( 28 ) tiene el


honor de dar la primera noticie. sobre el célebre pedestal
dedicado a Vallio Maximiuno. (?10 74)

I. 4. 2.- Entre 1869 y 1905.

Entre las dos ediciones del lli II, la prime-


ra y su Supplementum. y la aparici6n de loo fascículos de
la Ephemeris Epigraphica que interesaban 11 IIispnnia.. se pr.2,
dujeron algunos de ios más importnntes hallazgos, entre e-
llos el llamado "Bronce de Itálic~", en 1888. Durante estos
af'.los, sin embargo, no es mucho lo que se publica, y HUbner
se surte especialmente de fichas y calcos que le son envia-
dos a Berlín por algunos de sus colaboradores, más los que
él mismo recoge en sus viajes a la península, como el que
realiza expresamente en el mes de Mayo de 1089 pura conocer
y estudiar directamente el bronce aparecido el afio anterior.

Hay que destacar en esta etapa a Antonio Ar!


za, secretario de la Diputación Arqueológica de Sevilla. -
que parece, por lo que nerlanga deja entrever ( c f r . ~ )
tenía gran amistad con el aabio olernán, La frase Ariza rni-
sit ea frecuente entre loa números del Suplemento. Otras
inscripciones de excavaciones de estos años fueron recogi-
das en publicaciones como el BuYletin des Antiguaires de -
France (las de Vernet) y el Boletín de la "Real Academia
de la Historia (.filYill), singulannente a careo del P. Fidel
Fita y del :Marqu~s de Monsalud ( 29 ).

Aunque no recogida por I!Ubner, se incl~ -


también en la bibliografía italicense de este tiempo la
obra de A. Gal :f T,RRFl1P.tt.R { JO ) , de no m\\chos méritos -
científicos ~ero sí narrativos y de detalle, con una gron
30

1maginaci6n aparejada a un eaceso uso de recursos metoaol6-


gicos, pero que incluye nuevas e interesantes aportaciones
epigráficas ( 31 ), as! como la ya citada edici6n de los tr~
bsjos de Zevallos, que fue en 1886 (cfr. supra), Las excav!
ciones de Fernández López en La Vegueta, que fueron en 190J,
fueron tambi~n objeto de una publicación ( 32 ), dando alg~
nos epígrefes,completos y fragmentarios, de una necrópolis
que por el momento es la única que se ha excavado in exten-
~ en Itálica. Allí hemos encontrado inscripciones como la
de Rubria Iulia, que desde entonces permanecía pr~oticamen-
te desconocida (ofr, n. na 144 ), debido seguramente e la
escasa difusión que el trabajo de Fernández Ldpez debi6 te-
ner.

En 1904, D, Manuel Campos y Munilla, director


entonces del Museo Arqueológico. publicó un breve trabajo
donde daba a conocer el lapidario del Museo sevillano. ha-
ciendo uso ya de la numeración del ill· Entre ellas aparecen
ya muchas de las italicenses conocidas.

C6mo no mencionar ahora a M. Rodríguez de Be!:_


langa , a bogad o mal aguefio, casado con la hija del Marq u.é e de
Ca~a-Loring, en.cuya casa-palacio ee atesoraban ya entonces
muchas antigUedadea y cuya preparaoi6n filol6g1ca, jurídica
é hiat6rica nos han dejado francamente aaombradoe cuando h~
mos profundizado en sus obras algo más de lo que hasta ahora
lo habíamos hecho. Hay que situarse en la Málaga de fines de
siglo para valorar la lucha de este hombre por hacer y publ!
car estudios dignos de los grandes maestros que por entonces
se movían en el mundo científico europeo.

Le debemos fundamentalmente au publioaci6n del


Bronce de Itálica ( )J ), entre otras muchas obras ( )4 ).Pe-
31

se a las grandes dificultades con que tropez6. coneigui6


una edic16n bastante pulcra. acompañando incluso un fac-
símil de la tabla y rectificando varias lecturas de Momm-
sen y HUbner, lo que éete Último en su edic16n de la EE 7,
1892 (1890) no deja de reconocer. Ea, por tauto. una de -
las aportaciones fundamentales ul estudio de la epigrafía
jurídica italicense ( 35 ).

I. 4. J.- Desde 1905 hasta 1960.

Hemos escogido como nuevo tope la fecha de


1960 porque fue la de aparición de un libro fundamental p~
rala historia de los estudios de Itálica: el de D. Antonio
García y Bellido, del que mds abajo hoblarcmoa. Aunque no -
exhaustivamente, él recopiló allí una buenn parte, o al m~
nos alude a ello, de lo ya publicado. La tarea no debi·Ó - -
serle fácil, y menos lo es para nosotros, puesto que tene-
mos el deber de ampliar lo posible. No vamos a mencionar, -
de todas formo.a, todas laa publicaciones, puesto que para -
ello estd el capítulo bibliográfico, al final de este trab~
jo. además de la bibliografía específica de cada inscripción.
pero sí indicaremos las firmas que supusieron un avance real.

El siglo se abre con la figura, portentosa -


por muchos conceptos, de Fidel Fita, quien yn deade fines
del XIX venía publicando incansablemente, y siempre en el
!l.M!!, multitud de inscripciones de todos leo partea ~e Esp~
ña, y lo sieuió haciendo hasta 1916, fecha de su muerte.Es-
ta le sorprendió cuando había de corregir pruebas de su úl-
timo artículo, precisamente sobre inscripciones de Itálica
( J6 ) •

Coincidiendo con los últimos uños de Fita, -


tambi6n l'lodric;o Amador de loo RÍo.!l, que estuvo excavando al,_
32

gún tiempo en.les ruinas, sobre todo en el anfiteatro, publ!


c6 algunos informes de sus trabajos, incluyendo por lo gene-
ral s61o frac,nentos de inscripciones ( 37 ). Sin embargo, su
más interesante eportaci6n, e nuestro entender, fue lo publ!
caci6n, en 1912, de su artículo sobre la coleooi6n de la ca-
sa de la Condesa de Lebrija ( JB ). Ya tendremos ocaai6n de
hablar sobre ésta en el capítulo dedicado a las colecciones
epigráficas de Itálica, pero aquí habremos de adelantar que
hasta entonces era ignorada del mWldo científico salvo, supQ
nemos, para el sevillano. El mismo HUbner, por ejemplo, nun-
ca se enter6 de que esta colección era más amplia de lo que
él podía conocer ( 39 ), ni recogió prácticamente ninguno de
sus títulos. El mismo Amador sólo habln de una docena de in~
cripcionee cuando su número ea mucho mayor; nos lo explicamos
porque en su ~poca era menor, o la Condesa no había empe~ado
a adquirir epígrafes en cantidad, estando como estaba enton-
ces entusiasmada con la adqu1eici6n de mosaicos y opera seo-
tilia para decorar su hermoso palacete de la calle Clllla,

El trabajo de Amador recibi6 W1 adecuado compl~


mento cuando el heredero de ln Condesa de Lebrija publicó pa~
te de las memorias de aquélla, pero esto fue ya en 1947 ( 40 ).
Y con tan poca repercusi6n que el mismo García Bellido ( 41 )
resta importnncia a la coleoci6n, siguiendo la noticia de Ama
dor, lo que realmente sorprende porque ~l viaj6 muchas veces
a Sevilla y tenía excelentes relaciones con los Sres. Fern~n
dez-Chicarro y Callantes de Ter6n.

Otro personaje de la primera decena del siglo


relacionado con nuestra ciudad es el Marquáa de Monsalud, Per
sonaje eatimnble pero extrafio donde los haya, y a pesar de -
que sus preferencias se concentraban siempre en Extremndura,
en algunas oc~si one s public6 tambi~n piezas andaluzas , entre
ellas ital1cenaea ( 42 ), sufri~ndo lue~o numerosas correcciQ
J .j .

nes y críticas por parte de Ma.llon y Uorín ( 43 ). Hay al-


gunas aportaciones de J.R. Mélida ( 44) y de A. Parladé, -
Conde de Aguiar, del que hablaremos más adelante,( 45 ). haJ!
ta llecar a los años treinta, en que se hi7,o cargo de las e~
cavaciones D. Juan de Mata Carriazo y Arroquio, que sería c2
tedrático de la Universidad sevillana ( 46 ): de él también
habremos de ocuparnos en el capítulo dedicado a las excava-
ciones. Después de casi treinta años en que los descubrimie~
tos epigráficos de Itálica no fueron dados al mundo cientí-
fico, llegamos a los cincuenta, donde se inicia una etapa en
la que se trabaja bastante más activamente en la publica -
oi6n de los epígrafes y en la diacusi6n de algunos de ellos.

Sin lugar a dudas, la persona qtte preside es-


tos más de veinte afios, hasta poco antes de su prematuro f~
llecimiento, en 1979, es la Dra. C. Fernándc~-Chicarro, pri-
mero conservadora (siendo director D. Juan Lafita} del Museo
Arqueol6gico de Sevilla y mós tarde uirectora del mismo. ( 47).
Primero en las hTh1AP y luego en la .MJlli fue dando a conocer,
en la sección de "Adquisiciones" muchas inscripciones proce-
dentes de Itálica, completas y fragmentarias, sobre todo en
la época en que fue Comisario Provincial de Bellaa Artes y
Delegado paro Itálica su buen amigo D. Frannisco Collontes de
Terán~

Aparte de ello, realizó aleunos estudios de -


conjunto, sobre las inscripciones de militares que contenía
el Museo ( 48) y sobre Jarica serie de lápidas votivas con
pl antee pedwn, 'procedentes del anfiteatro ( 49 ), y que sir-
vi6 de base a García y Bellido paro un posterior estudio del
culto de Némesis en España que nosotros mismos, recientemen-
te, volvemos a analizar bajo otra perspectivo distinta ( 50 ).

Se deben, ademáo, a la Dra. Fcrndndez-Chica-


rro las sucesivo.a ediciones de la Guía del Museo (1951, 1957,
1969) ( 51 ), donde es cierto que a la epigrafía no se le d~
dicaba una atenci6n suficiente. Ln editi6n de 1980. que ella
dej6 preparada juh1o con el actual director del Museo, Dr. F.
Fernández, pero ya no vio impresa, oontiene importantes mej2
ras en lo que a presentaci6n de los textos concierne, inclu-
so con algunas fotografías.

Tambi,n hacia los afio.a cincuenful.,el mencionado


Dr. Collantes de Ter,n, miembro de una familia vinculada a
Itálica durante más de cien aftos ( 52 ), inici6 la recopila-
ci6n de las inscripciones italicenses. con la idea de publi-
car un corpus sobre ellas. De este proyecto ae hace eco en
1960 García y Bellido ( 53 ). Pero por distintos motivos, d~
j6 la catalogación inconclusa. Hemos tenido la suerte de po-
der manejar sus notas manuscritas ( 54 ), donde hemos podi-
do ver que no están la mayor parte de loa epígrafes completos,
pero aí la mayoría de los fragmentos menores y de la epigrafía
anforaria, medidas y observaciones muy inteligentes sobre -
piezas que a veces no hemos encontrado lue~o en el l\1useo (55}.

Precisamente en 1950 el ilustre jurista Alvaro


D'Ors comenzó o interesarse por los textos legales italicen-
ses. Su prime1·a publicación la dedic6 al c~lebre Aea, que es
tudi6 en el Museo Arqueol6gi,co Hacionnl ( 56 ). Tres efl.os -
después, en su repertorio jurídico hispano-romano ( 57 ), -
vuelve a dedicarle su atenci6n, aftadiendo entonces los textos
frAP,mentados ·del pr~pio Museo de Sevilla ( 58) y de la co-
1ecci6n Lebrija ( 59 ), y cuya opini6n oportunamente glosamos
en los números del catálogos ellos dedicados. Aún en 1960
volvi6 a ocuparse de alguna otra inscripci6n (60). Su estu-
dio sobre el bronce de Itálica suscitó el interés de dos in-
vestigadores norteamericanos, J.'íl. Oliver y n.E. Palmer, que
dedicaron el mismo un extenso y detallado estudio en 1955 -
35

( 61 ), al que han seguido algm1os estudios parciales que ci


tamos en nuestro estudio sobre este importantísimo texto le-
gal.

Llegamos de esta formo n 1960. n~o en que el -


Consejo Superior de lnvestiguoionea Científicas, dentro de su
serie monográfico Bibliotheca Archoeologica (II), publica la
del Prof. García y Bellido, ya entonces director del Inatit~
to 11 Rodrigo Caro11 sobre la Col onia Aelia. Augusj;a Italice. 1 ~.oP.
este mismo título ( 62 }. El libro de Bellido es por muchos
conceptos admirable. y marca un jal6n dentro de este siglo
en loe estudios sobre la ciudad. Era un momento de cierta -
pausa en las actividades del yacimiento, que simplemente sobr~
vivía con las visitas turísticas, efectu&ndose ocasionalmen-
te alguna pequefin excavación o limpieza, como ln que 61 mii
rno realizó en la Casa de la Exedra. Su sever!sima crítica so-
bre el estado en que a fines de los años cincuenta se halla-
ba Itálica será objeto de comentnrio nuestro m6s udelante.

El libro de Bellido toca toda una serie de as-


pectos hist6ricos, arqueol6gicos, urbanísticos, arquitectó-
nicos y de hallazgos referidos a la ciudad. Loa que ahora nos
interesa destacar aquí son sus capítulos 5, 6; 7 y 12, dedi-
cados a la historia de ln ciudad o trnvéo de aua fuenteo, las
escritas y las epigráficas, a la prosopoerafía y por último a
la propia epigrafía de la ciudad. No muy extenso este último,
qpenas de tres páginas (el tipo de obra que eo no permitiría
otra cosa, que Bellido hubiera hecho magistralmente), pero sí
mencionando lo más esencial de lo antiguo y de lo más recien-
temente conocido. El mismo García y Bel11do, dentro de su fe-
cunda producción, bruscamente truncada, para deseracia de la
arqueología hispana,cuando más tiempo y más experiencia podía
dedicarle, encontr6 en Itálica temo.a diversos pura aus invea-
36

tigacionea. por ejemplo en ·tm buen trabajo de 1965 ( 6J ).


por no hablar ya de sus intereses en el terreno de la es-
cultura ( 64) o de la arquitectura italicenses ( 65 ).
Cuando falleei6 dej6 muchas notas, dibujos y fotografías
recogidos sobre los mosaicos de Itálica. capítulo impor-
tantísimo en la arqueología de la ciudad, para un corpus
que desgraciadamente no pudo terminar, y que abarcaba v~
rias ciudades romanas. De modo .,ue Itálica nunca dej6 de
estar bien presente en sus trabajos científicos.

r. 4. 4.- Desde 1960 hasta nuestros días.

A partir de 1960 y del libro que acabamos


de comentar, no es mucho ya lo que puede apuntarse en -
cuanto a publ.icaci6n de epígrafes italicenses. Una época
de "ralenti" en las excavaciones. que dur6 hasta 1970, -
trajo consigo la escasez de nuevos hallaZGOS. Lo que sí
hay es un interés por determinados temas epigráficos o -
suscitados al hilo de algunos epígrafes ya conocidos. Así,
podemos citar loa trabajos de Sir Ronald Syme ( 66 ), J.
Gagé ( 67 )t c. Castillo ( 68) o R. Etienne ( 69 ). La
m~yor cantidad de biliografía se acumula en torno al ep!
grafe del fortissimus dux c. Valliua Maximianua (CIL II,
1120. nuestro nR 74 ). Es considerable la cantidad de tr~
bajos escritos sobre él y su posible vinculaci6n con las
invasiones de mauri de la Tingitana que. al decir de la
Historia Augus t a . asolaron las lliapaniae en la segunda mi-
tad del siglo II d.C. Bajo el comentario a esta pieza iE
cluimos lo más selecto de esta bibliografía. que aún hoy
sigue aumentando ( 70 ).

Otro tema de interés para loa especialistas


3 'l

es el militar. Desde los trabajos de García y Bellidos~


bre la Legio VIm Gemina ( 71 ) y au vinctüaci6n c~n It.Sl!
ca a los más reciantes de P. le Roux, han sido varios en
discutir sobre los ladrillos con el sello do la legión h~
llados en diversos puntos de la ciudad, entre los cuales
nosotros mismos ( 72 ). El tema viario, n partir del exc~
lente miliario de Adriano hallado junto al teatro ( 73 ),
el de la economía oleícola por 103 sellos de ánforas del
Testaccio ( 74 ), el de loe artesanos del mosaico por -
los letreros de algunos de estos pavimentos ( 75 ), lae
leyendas numismáticas ( 76) y sus consecuencias hist6r!
cas, el nombre de la colonia, zanjado cuando la aparición
de un epígrafe a N6mesis y un trozo de tubería de plomo
que lo contenían ( 77 ) ••• Como vemos, muchos son los te-
mas, sin mencionarlos todos, que sicuen suscitando el iQ
terés de los investigadores por aspectos de la epigrafía
italicense.

El año 1970 marca el inicio de una nueva -


etapa para estas venerables ruinas. Como sobre ella nos
extenderemos en otro lugar, baste aquí decir que loa ha-
llazgos epigráficos awnentaron con relaci6n a la etapa an
terior. sobre todo gracias a la excnvaci6n del teatro. -
Sin embargo, hay que hacer constar que éste no ofreció en
cantidad las inscripciones. pero sí en calidad. Comenzá~
do por la gran inscripción conmemorativa de la orchestra .
que ha sido publicada yp. en tres ocooiones ( 78) y so-
bre la que, cuando sea más conocido, habrán de escribir-
se muchas más páginas, y siguiendo con las dos basas ce-
melas de ~~. Lucrecio Juliano, reutilizado.s como periak-
toi de los bambalinas, que tuvimos ocasión de dar a cong
cer en 197J ( 79) o la in6ditn de~. Cocceio Juliano.

La llamada Caflada Honda, lo zonu de se.U-


da del anfiteatro y algunas de las callee dieron nuevo m~
terial, en general fragmentado, pero de interés. como loa
reatos de letreros pintados en blanco sobre fondo rojo -
que estudi6 L. Abad en su tesis doctoral, a punto ya de
publicarse ( 80 ). La remoción de bloquea del anfiteatro,
que desde tiempo inmemorial se encontraban en su arena,-
dio oportunidad de leer algunos de sus textos, de loa que
uno de los méa interesantes es el que continúa el texto
de otro ya conocido por el CIL pero mal restituído.( 81 ).
Hay que decir que ea muy poco lo que se ha dado a conocer
de estaa•novedades, y ea una de lns tareas que aquí cum-
plimos.

Por Último, desde abril de 1980, en que se


hizo cargo de las excavaciones la Dra. P. Le6n, de la -
Universidad de Sevilla, han aparecido en la zona del foro
trajano-adrianeo,que sepamoe,al menos tres muy importan-
tes inscripciones honorífica~ y conmemorativas que no nos
ha sido facilitado incluir aquí; pero la publicaci6n de
dos de ellas sabemos está muy ávanzadn ( 82 ).

Hasta aquí, pues, llega el resumen sobre la


historia de los estudios epigráficos de Itálica. Una con-
clusión salta a la vista: nuestra investigación viene a
cubrir un vacío importante entre ellos, puesto que reun,!
moa lo publicado y lo inédito, lo antiguo y lo nuevo, lo
valioso y lo apriorísticamente vilis para presentar un -
conjunto armónico del cual pueden extraerse datos hiat6r1
cos de inter~s, además de llevar a cabo una crítica de -
todos los textos, con a veces sorprendentes resultados.

Esperamos que cuando en el futuro alguien


vuelva a emprender esta labor, puesto que toda investigQ
ci6n epigráfica puede quedar anticuada o incompleta en p~
coa aftos (tal ocurriría si, por fin, pudiera excavarse el
foro antiguo, debajo de Santiponce), pueda decir que lo
hicimos meticulooa Yt ojalá, acertadamente.
39

NOTAS AL CAPITULO I.4

( 1 Historia de .E¡;ipai'la , libro X, cap . XXXVI , y J\nt i-


BUedades de las Ciudades de España 1r,'ladrid,l~J02,
( 2 ) Íbl.Vet , lllsp., t. I , lib. 40 y L, A. tluratori,
Novus Thesaurus Veterwn Inscriptionwn, Milán,
l7J9-17~2 , 8,V ,

( J ) E. HUbner, o p.cit,, p. 145,


( 4 ) R. Caro , AntigUedad y principado
tre ciudad de Sevilla Choro ra
ven o ur d co , Sev o, • Tam n y que
ener en cuen a la obra Adiciones al Principado
y antigUedad •• ,., que fue publicado n partir de
manuscritos in6ditos de Caro por ln Sociedad de
Bibliófilos Andaluces en Sevilla, 1932, Para Itá
lica, págs. lJ, 40, 68, 82, 91 - 92 y 142 a 145. -
( 5 ) Breve disertación sobre l a fundación , nombre y
anti~liedad de las ciudades de Gevilln o Hispalia
e It lica, Madrid , l7J2.
( 6 ) Respuesta a la anterior, pero no impresa, que se
encuentra en la Real Academia r:le la Historia,en
~~adrid: Sobre el nombre y fundacl6n de Itálica
y Sevilla± respondfonte a otra Í ue ain nombre de
autor
drid ,
fub
icó D. José Pardo y 1> p;ue:roa , mac ., tf.,!'!
73).
( 7 ) Desccipci6n de la untieuu IMlico , msc; 1740,
8 ) AntigUedad !
sitio de la ciudnd de Itálica , mac,
que llUbnereyó en Sevilla cuando era propiedad
de D, Jorge Díaz , pero del cual no tenemos e.ho-
r a noticias .
( 9 ) dc1 viu e ue hizo

(10) l.!anuscri to perdido después , al menos po.ra nosotros,


( 11 ) Historia críti ca de la Espol'lo y de la cultura es-
~aKola, obra compuesta y publicado en Italiano y
raducida al castellano por N.N., ~adrid, 1783-
lUO,.
( 12 ) de

( 13 ) ViaRe de Ea~afie 6 cartaa en que se da noticia de


l as cosas m a apreciabl es dignas de saberse que
1
hay en ella , Madrid , 1'772- 77J.
( 14}

( 15)

( 16) Allí estaba una de las inscripciones más conoci-


das de antiguo de las de Itálica. que práctica-
mente todos los autores recogen por su belleza:
la del niño Ulpio Heureto (CIL 1157. nuestro n9
154 ). -
( 17) F. de Zevallos, La Itálica , Sevilla, 1886. La -
edición fue cost eada por la Sociedad Bibliófila
de aquella ciudad, numerada. Se encargó de la -
edición D, Francisco Collantes de Terán , a par-
tir del manuscrito que exist ía en l a Diblioteca
Colombina. Sabemos que allí o en alguna en·tidad
religiosa debieron hallarse manuscritos suyos -
in~ditoa sobre la ciudad de Itálica, pero ya en
ocasión de nuestro estudio sobre el acueducto los
buscamos infructuosamente, Es posible que tales
manuscritos contuvieran datos sobre otras !na -
cripciones. La vida de ZevalloD transcurrió ca-
si siempre en el citado monasterio, y fue expec
tador de excepc16n (y o veceo protagonista) de-
muchos de loa hallazgos.
( 18)
bido personas amantes de luo ontiBUcdades de su
reeión y dispuestas u arrieseor inc~uso de su p~
culio , especialmente en favor de Italica, cuando
casualmente aporeci6 este mosaico, el abogado hi!!,
palense Francisco Espinosa corrió con loa f,Oatoa
de excavarlo , limpiarlo y rodearlo con una tapia
para AU protección . A comicnz~s del año llegó L~
borde o Sevilla ( es curioso como 1.:11tute 1 cuando
lo cuenta , le lloma "ciududnno Loborde"J y debió
trabar buena amistad con Espinosa : 6ate cayó eoe
mismo año , víctima de la terrible peote de 1000 ,
y su amigo francés le dedicó la sleuiente lápi-
da: D. M. S . /FRANCISCO / SPINOSA / AMICO . CARI -
SSIM. / AL. LAilORDE / MOEflEJIS / FECI'J'./ S.T.T,L.
Me.tnto en 1027 (cfr. infrn) recor.5e eatQ. noticá.n
"por conservar siquieruestc monumento de lo r;rf!;
titud ". Nos ha parecido hermoso volver a recor-
darlo en estas páginas ciento cincuenta nños des
pué a. -
( 19) E. Terreros, I'olco~ra.fin c::;poflola, P:Joclrid, 1758;
F , J. Po.lomo.rea, Ep stolns o B. 'l'crreros, tia<.l rid,
1784.
( 20) 'l'ambi6n ci·tac'lo por Matute (cfr . noto 23 , op.ci~ .,
54 y n. 20) . Ambos ami~os,.cn 1810 , y converti-
do el cercado con el mosaico del circo , que ton
to hab!o dcsvelodo a Espinosa y Labordo , en vuI
6area corrales , lo volvieron o clesmalozar y J.iiñ
piar, levantando un dibujo ( en su ltfo1,5), con::
aleunao ampliaciones oobrc el de Loborde . No ha-
brá que decir aquí que, una vez dcaoporecidos am
bos , nquQJ.lo volvió n convertirse , esta vez, en-
pocileas poxa cerdos , que terminaron de arrancar
lo que quedaba del hermoso y oineulor mosaico.
Debemos completar la información indicando que
ou uso como caballerizos antes de 1818 fue auto
rizado por el mariscal Soult, durante ln etopu-
de Rd111inistrnci6n fronoe:rn, lo que ei1 tó en frnn
ca contrndicción con otro11 medidas protoccionl~
tos que se 1.om..'\ron entoncen .
( 21) Ino c.rJpciones en Sevilla , m::i c . de huoia 1850,
( 22) Autor del libro nuevo método de claoificnción de
las mcdalloo autónomos de B:.ipuriu , 3evllla , l071-
l07J. Yu ~atute lo cita como conocedor y coleccio
nista de monedas. -
( 23 ) Bosg_uejo de Itálico , Sevilla , 1827. VP.n~e la vio
Ientn crítico que le hoce Demotrio do los Ríos -
(vid.infra n. 25, op . cit •• 16, n. 22), quien jus
tifica la amplia venta del libro de Matute por--
que era muy barato. y por culpa de ello se habían
vulgarizado mucho3 errores, especialmente sobre
el anfiteatro.
( 24) AntigUedndes de Itálica, Sevilla. 1840.
( 25) Memoria argueol6gico-des criptiva del Anfiteatro
de !tínlca, Madrid Cfteal Academia de la Historial,
1862.
( 26} Donde, sin embargo, no aporta nuevos epígrafes.
{ 27 ) Hace apenas dos afloa, D. Fernando Fernández, ac-
t ual direct or del .Museo Arqueológico sevillano,
oonsigui6 adquirir una colecci6n completa de di-
buj os, apun tes y no tas de Demetrio de los Ríos.
Debemos a su generosidad al haber podido utili-
zar fotocopias de los dibujos sobre epigrafía de
Itálica que nos han sido de suma utilidad.
( 28 ) Recuerdos y bellezas de España , Madrid, 1860.Ln
notlcia se contiene en el vol.8. Ea CIL 1120,
nuestro n~ 74. --
( 29 ) En el Bulletin de la Bocieté des Antiªuairea de
F~ance, 1897 , 134 ss. (EE IX , 190), 1 2 y paesim)
Del BllA.H . por ejemplo. '14, 1899, 421.
( JO ) Historia de Itálica, Sevilla, 1892: recoge te.m-
bien muchas de las yo conocidas.
< :n ) Por l o que hemos visto, nadie ha aprovechado l a
última parte del libro de Gali, que es valiosísi
ma por que a partir de la página 197 hace una s e-
rie de considernciones sobre piezas que se en -
cuentran en colecciones sevillanas, circunstancias
de he.llago, etc. De la 209 a 211 un relato de las
excivaciones de Ivo de la Cortina, ~tomado de su
puf'lo y letra". De le 211 hasta la 236 ¡os hallaz
e os de Demetrio de los Ríos, del gran bronce , de-
otro menor hoy en el Museo de Sevilla , de hallaz
g oe sueltos, etc . , que constituyen un repertorio
muy valioso para hac er la historia de las excava
clones. Por otra parte, sus -apasionados comenta=
rios sobre Itálica y au defensa son impagables.
Tampoco son desdefiables le.a biografías que inclu-
ye, ya al final, sobre Zevallos, de los Ríoa, t:ta
tute, Collantea y otros nmantea de la ciudad. -
( 32 ) ==~=c.==c......::c:.:-..::..;:==-=;.;c..._...,u~íl~o,.....:;l~9~0=) , Sevilla, 1904.
aae so re es ea largo.a ":re )u.s caa", mós que ex -
cavaciones , nues·tro artículo en el I Coloquio l:Jo
bre Itálica , Sevilla , 1900 , ya o punto de publi-
carse .
( 33} El Bronce de Itálica, Málaga, 1891. A pesar del
titulo, lo mitad de él ea un estudio sobre bron-
ces menores escritos aparecidos en J.a península ,
y hallazgoo menores en Málaga y Cádiz , tenaerae
de hospitalidad y patronato , etc . Alcunos de -
ellos tan interesantes para nosotros hor, como el
que él llama "bronce de los Castillejos ' , apar~
cido en 1888 cerca de El Saucejo (Sevilla) . Ba-
te bronce hay que ponerlo hoy sin duda en rela-
ción con los ya famosos tablas de l a Lex Munici-
aii li'lavü Irni tonorulil, aparocidoo en el verano
e 1981 en distintos lueores pero procedenteo t~
das de este misma localidad . El bronce en for-
ma de tabula ar1seta y bnotonte grande {44 :x Jl
cm . ) , que aparece en el CIL (54~9) como proce-
dente de Osuna, dice: Q.lfür,:r.uvs .. LVPVS / EXIIE-
DRAM ( sic)/ D. D. D. D. J.u última línou debe ele
sarroiiarse sin dudad at) d(edicot) (o tl(onum)-
d ( o t) d ocre to d ecurionum • ,o ns~nbroso CR
coiño erlanga , p . 2 , nos dice (JUe "hubo de pe_!:
tenecar o una colonia o mun:l.cipio r¡uiz,á descono
cido , y que no ca posible doterminnr con preci':"
sión por este solo documento y lo noticia de su
hallazgo . Sin embargo , su reciento doacubrimien
to pudiera da,r ocasión á que so hicieaen acer
tadao excavaciones y se trope?.aro ncaoo con los
=
ruinas de algún pueblo antigllo , que viniera d -
ilustrar nues t:i:o eeogrnfín 1mtlgua 11 • Quizá oi -
se le hubiera hecho coso cntonceo conoceríamos
ya cota Irni que ahora sw·~o del mundo del anti
cuoriado~las tablno lo h11biernn sido en W1n-
excavaci6n sistemáticn . Aún usí , y teniendo llr-
so n sólo cuatro lel',uas, 13erlanea no vaciló eñ
Intuir un municipio deGconocido , n trovéo de lo
correcta l.octuro ele la úl t:Lmn l:f.non . l,11 exctlro
fue . efectivamente , donación fl nun conciudada-
nos los irnitoni por pnrtc de Uemmio Lupo , se-
gún ncrlungu , 11 cn la primr.r11 mi tud deJ oe~undo
si~lo " . El nomen f l nvio de Irni, que hoy aabp-
mos , hace muy posible esta cla'tocion. Y volvien-
do yn a.l bronce de Itálico, véooc nuet1 tro n~
168, donde acílolamon las oircunntanc iun de os
ta publicuci6n y corncntumoo J nri uportncioncs de
ente sinc111or invcsti(lctdor .
( )4 ) Por ejemplo, Estudios romanos , Madricl, 1861; lfo-
numen ta hiatorica mal acituno. , M1ilngo , 186); Mo-
numtmtoa históricos rlel r.'.wüci io Flav io Malaci-
tano, M aga, 1 ; Loa DJ:•onceo de Oouna, M1 la-
8ª, 107) ¡ Los nuevos broncea de Osuna , l,Já la~a,
1876 o Los J3ronces <e Lnscuta , Bonanza y Al ,j us -
trel, Málaga, 1881. Puede comprenderse a la vis-
todc estos estudios, y sobre todo si se leen,
que su experi<mcia era ya muy grande cuando pu-
blic6 en 1891 su trabe.jo sobre el bronce itali -
cense, aunque, siendo español, y andaluz por mda
señas, tuvo que ir por detrás de Mommsen y de -
HUbner que, bien que por razones ajenas a ellos,
ae le adelanta.ron.
( )5 } Moa ha llamado la atenc16n el que loa libros de
Berlnnea, sin excepción, nunca fueron puestos a
la venta, sino obsequiados por el autor, lo que
indica que coateó todas lo.a ediciones, En cato
debemoo seflalur que es un hapax entre los estu-
diosos de Itálica. Pensemos . por ejemplo. en lo
que dice JJUbner (CILt p. 147), de r.tatute: que
destruyó el mismot:iña parte de su obra propter
emptorum pauci tatem,
( J6 ) Sus tres 1'.iltimos artículon donde tocaba temas
de Itálica fueron en IlRAII, 62, 191), 177; 64,
1914, 534 y 72, 1918,""177, 6ste ya p6stumo.
( 37) Por ejemplo, en l\lJS;EA 4, 1916, o en RABM 34, -
1916, J81 y 35, !'9Ib, l. -- -
( )8 ) ''Notas acerca del Museo Ital iccnAe de D" Regla
Manj 6n, Vda. de Sánchez Bedoya, en Sevilla",
RAEM 27, 1912, 279 as.
( )9 ) Apenas alguná vez dice que una pieza está apud
Eduardum Leon em, sin que sepamos muy bien si es
un familiru· de l a Casa de Lebrija.
( 40) ?• Armero Manj6n , Discursos leídos ante la Heal
Academia de Sevi lla (de Dellas Artes de Sant1:1 -
Isabel de llungria), Sevilla, 1947. Una de las -
más gratificantes lecturas que nos ha proporcio
nado nuest ra invea t igaci6n es ~ata que recoge-
lit eralmente notas de loa manuscritos de la pro
pia Condesa . Mujer culta y muy sensible , se fto':'
ta su preferencia por los hermosos mosaicos y
oer~micaa antes 9ue por lo dura opigrufío. No
obstlinte indiou (]) , 28) que s61o en la Sala d e
Ganimedes hay ochenta y cinco inscripciones , en-
')

tre completas y fragmentadas, casi todns procede~


tes de Itálica. Aunque de esto no especifica mu-
cho más. ea diena de leerse la historia de c6mo
fue decorando su palacio con auténticas obras de
arte.
( 41) Al García y Bellido, Itálico, 6B.
, ( 42 ) Por ejemplo, su "Epigrafía romana y vioigótico -
de Extremadura y Andalucía", DRAH 50, 1907, 248.
{ 4J) J. Mallon y T. Marín, Las inscri ciones ublica.-
das por el Marqués de Mona_a u Scrip · urae Monu-
menta et studie. ,II) Madrid, c . s .I.c-. 1951, n!-
aaim. Le suelen achacar , sobre todo, su fantasía
¡;ii:'r'ala reatituci6n de textos y la facilidad con
que aceptaba falsos. En lugar oportuno citamos -
los casos que afectan a Itálica.
( 44) Por ejemplo 11 NucvE1 inscripción romana de Itáli-
co", BflAH 61, 1912, 440. .
( 45) Publicó varios memorias sucesivas sobre sus ex-
cavaciones y trabajos en It~lica, especialmente
del anfiteatro. entre loa años 1925 y 1934, en
las s e r i e s ~ ·
( 46 ) J.de r,!. Carriozo, "Estado actual de los exco.va-
ciones de I tt'ílico. La. J118U7,ann del gimnasio", llo
menaje a. J.R . Mél1da, ílAm.1 J. 1935, 305 ea.¡ del
mismo , ftalica , Guia dEirVIII c.A.N., Sevilla-
Mélaga. 1963, 17 ss.
( 47) Ultima.mente, entre 1974 y 1979, llevó 'también
aneja la dirección del Museo Mono¡;ráfico de Itá-
lica, nuevas instalaciones inauguradas en 1973
a donde fueron a parar loa fondos epigráficos -
que estaban en el viejo museo más algunos de loa
hallados recientemente. Cuando Fernóndez-Chica-
rro entr6 en el Museo de Sevilla, a mediados -
de los años 40. tuvo ocasión de colaborar acti~
vamente con el entonces director, J. Lefita,en
los nuevos locales de la Plaza de Am~~ica. Su
llegada coincide con el'intcrés de publicar to-
das las nuevas adquisiciones del Museo. Las que
se referían a epigrafía fueron recocidas progre
sivamente desde 1950 en 111 revisto IIAE. -

( 48) "Inscripciones de militares en el Museo Arqueo-


16g1co de Scvilln", RATIM 61, 1955,585.
( 49) "Lápidas votlvua con huello~ de pion del Museo
Arqueológico de Sevilla", llAilM 56, 1950, 617.
Un~ listo de sus publicaci'o'ñ'es a lo largo de au
vida científica puede conoultarse en el volumen
de Homenaj e que ha sido reci entemente ed itado
por la Subdire cción· General d e Museo s (Madrid , 1 982) .
( 50 ) A. G• y Bellido , "Némesis y s u cul to en Espaí'la",
BRAH 147, 1960, 119-147; más ampliamente en su
obro Les réligions orientales dans l'Espagne ro-
maine (E. P. n• . ), Leiden , 1967, B2. Sobre el
cüito a Coeleijtia , i bi d., 1 40 y el tra ba jo an te
rior "El culto o Deñ'Caelestis en lo Pen:!naula-
Ibérica", BRAJI 140 , 1957, 451 ss. Nosotros sorne
ternos a revisión el conjunto de estas piezas eñ
"Les plaques votives ovec plontae pedwn d'Itali-
ca et leur aignification", 2eltachri:ft fllr Papy-
rologie und Epihraphi lc (Bonn), en prensa .
( 51) El Museo Ar ueoló ico de Sevilla, Mndrid, 1951
en oo aborao n con e Pro. J . Navoacués ) ; -
Guío del Museo Arg ueoló~ico de Sevilla, Madri d,
1957, e ídem , Madrid , 1 69 . Lo última edi c ión
Catálo~ocfeI Museo Argueolóctico de Sevilla. JI .
Solos e Argueologia romano.~ medieval , en co-
la boración con el nr. Pernon o 1•1crr16.ndez .
( 52 ) En lo fiooto que oe celebró en ItnJ.icn en mayo
de 18 62 , que relotan con tocio detalle Guli Lo-
saletta y en extracto ao y Dellido , uno do los
principales oreanizadores fue Francisco ColJan-
tes do Terán , miembro de la Diputoci6n Arquoo16
gico de Sevilld , -
5)) Itálico , 67.
( 54) Quedamos por ello profundamente ar,radeoidos a
sus hijos y herederos , especialmente al Dr . An
t-onio Collantes, profoaor de l a U.n:t versid ad de
Sevilla ( cuya,• Depar tament o de A-rgueologfo ea de
posiLario de los manuscritos dejados al morir -
por el conocido or<i,ue6l ogo) , quienes nos han -
,p ermi t :i.do la utilización de los folios correopoQ
dientes a la epi6rafío de tt6lioa .
( 55) :Pn:rnlel o a esto , o quizá 1·elacion11do , J.u Dl·a . -
Ferndndez Chicarro tenía ol proyecto de publi-
car el corpus de lo epierafío reunida en el t,1u-
aeo, de t odas loa localidadan de procedencia , jwi
to con el investigador franc6s R. Etjenne . No ou
bemos en qu~ sit11acj6n ha quedado ahora este pro-
yecto. Sabemos, sin embarr,o , que el c pir,rnfbto
sevillano J . Gonzdlez, que acaba de publicar las
ino~ripciones de la provincia de Cádi1. , está pre-
parando un libr o similar sobre los de Scvillu , en
las que suponemos incluird todas lna del U11seo .
( 56 ) "Obse:rvaciones al t.exto de la orntio de pretiis
91adiutorum minuendisº, Emerita 18, 1950, Jll-
39, redactado en J.a épocfl en la que era cat edr~
tico de Derecho Romano en ll;l Univcrsidfld de ::;an-
tiago de Compostela.
57 ) Epi¡srafía. ~ul'Ídica de la Enpaña romana
Madrid , 19 ) , 37-60 y addenda, 451-454 ,
<am>,
( 58 } EJER, cit •• 357.
( 59 ) lli!fil!, ill• t 345.
( 60 ) "t.1iscelánea e pigJ.·1.Hica. Un acertijo epigráfico
de hálica. 11 , Emerita 28, 1960, 146 y lúm. II.
{ 61) En "Minutas of an Act of the Romnn Senat e ", Hes-
peria 24, 1955 , J20 as . La bibliografía dedicada
1;11 Aes desde 1889 es copiosísima y puede consul
t arse"en este trabajo, como en el de D'Ors . No-
sotros hem6s r ecogido tu10 selccci6n , más l a pOQ
terior a 1955, en nuestfo Catálogo , bajo el n2
168.
( 62} Ha sido recientemente reedito.do por el c.s.r.c.
(1981), pero prácticamente sin novedades. Claro
que ~etas son tontos que se hubiera precisado
una revision a fondo. El modelo do este libro -
fue seguido, pór ejemplo, por A. TiaLiJ. en s u Co-
l onia Iulia AuGusta Paterna Fav.entia Barcino , ma
aria , 1964 . · -
( 63 ) "La Itálica de Adrie.nb", Colloque sur Les Empe-
reura romoins d'Espagne , l'ari s , 1965, 7 ss .
( 64) Por citar s6lo algunos ejemplos, AEsn~ 1949, 177;
ibid, 1950, J61; MBM 1951; Archivo lispo.lense ,
'.1:95",f, 1; Esculturiisromann0 de Eopoi'ia .y I'ortueal ,
Madrid, 1 9~9 , passim , oi;c .
( 65 ) "Las casas de Itálica", VIII C.A.l~ . (Actas), Se-
villa-Málaga, 196), 17; o s us diversos estudios
sobre la urbanística en el mundo antiguo, aspec-
to en el que la nova urbs de Itálica es paradig-
mática para el mundo occidental. La musivaria ri
ca y vari~da de la ciudnd atrajo poderosamente=
su atención.
\' 66) "!Iadr.i.r.rn and Italica", Jns 54, 1964, 1/4.2 y "lla-
driun the In tellectual'~ Coloquio cit. Empereur.9,
1965, 24J.
( 67) "Italioa ad lec t io", fil1! 71, 1969, 65.
68) Prosopographia Beetica, Pamplona, 1965, donde d~
dica amplios comentarios o las familias más ilus
tras de la ciudad y su rclnci6n con otras de otras
ciudades b6tices . Sobre el temn ha insistido más
tarde , muy documentodamente, en "Stlidte und Per-
sonen der Beetice", Aufstieg und tlieder~ng dcr
romischen Welt, homenaje ,1. Vogt (cit . ti.W) II,
J, 601-654, passim. En mayo de 1981 se eelebr6
en Roma un coloquio sobre Epigrafia e ordine se-
natorio, cuyas Actas aún no se han publicado , el
que le misma autora contribuy6 con un trabajos~
bre loa senadores y sus familias de la Bática:Aelii,
Annii, Cornelii, Fabii, Dasumii, etc. ---
( 69)
~use oc en ar s , , es s que pro un
iza mucho en uno Je los temas incluidos en el -
más general trabajo de E. Thouvenot , Essai sur la
arovinoe romaine de D6tigue, París, 1940 ( 26 ed .
e l97J), 290 SS, y 190,
( 70) El último tf'abajo que toce ese problema es debido
a J. Arce , "Inestab;Lliued política y mUite.r en
la nática en le segunde. mi te.d del siclo II d. C. 11
,

iEs~A 54, 1981 (1902), 101. Este, como todos los


r jos sobre eate asunto lo sometemos e nueva
revisi6n y orí tioa en nueo tro es·tudio ( vid , ir¡¡fra).
( 71 l Nueve Le io VII
o en e n, e n, ; ocimien o e a Leg· n
VII Gemina" y "Estudios sobre la Legio VII Gemi-
ne. y su campamento en Le6n", ambos aparecidos en
ti~io VII Gemine, Actas del Coloquio Internacio-
na celebrado en Le6n en 1960 (I,e6n, 1970), )05
y 571 respectivamente. La vinculación era ya men
cionode. por él en Itolico , cit., 22, Sobre ello -
también vid. His ania el e ército romano . Con-
~r i'
tribucióna la -IJ.a or o Soc al e a •spafia An-
Salamanca, 19'74, ¡.plil.ssim; A. Ge.rzettl,
g o VII Hispana", Legio VII Gemina, 1970, e!!
tre otros.
( 72 ) Está e punto de aparecer, en diciembre de 1982,
la tesis de Estado del Prof . P. le Roux sobre
el ej6rcito en la Hispenia romana, donde sin~
duda aportará nuevos datos y puntos de vista en
este terreno, y también sobre actividades de -
los tropas auxiliares y loe vexillationea. Noao-
troa tocamos el tema en ~El acueducto romano de
Itálica" , MM 20 , 1979 , JJ6,
( 7)) Se encuentra en el Muoeo de Sevilla. Cfr. G~ y
Bellido, "Le Itálica •• • "art . cit., 7 y l&m. IJ:I
y nuestro artículo citado en ln nota anterior ,
)34 y lám. 56a ( = Catnl . nQ 34 ) .
( 74) M, Pons i ch, Imflantation rurole antiguo sur le
Bas Guadal quiv r , I, París , 1974, fu.Y. E,. Rod! Í
guez-Almeida, "Vicissitudini nella gestione d'eI
commercio dell'ol io betico da Veapaaiano a Sev~
ro Al ess andro" , MAAR 36 , 1980, 277.
( 75 ) J. Lancha , "Les mosalatea dona la vie áconomique
aous l'Empire: ~tat de la question et une hypo -
these", II Reunión de Economía Antie;uo de la Pe-
níns ula !bórica, ~aroelona, 1902 (en prensa):
sobre el de Periaaoterua de Itálica y otros.
( 76) F. Chavea Triatán, Las monedas de Itálica , Sevi
l la , 1973: es su obra fw1damental sobre el nu~
merario italicense, a la que hay que aHadir va-
rios artículos sobre el mismo tema en la reviotu
Hab:Ls y su comunicaci6n al I Coloqu:lo oobre Itá-
ITCa';- 1980, yo citado. Esta Ultimu en de eran -
Iñt"eréa para nosotros porque lle~o a concluaio-
neo de circulación monetaria muy or,roxlmodos a
los nuostrns oobre datos epir;riH·icos .
( 77 ) Cfr ,' nuestros nos. 10 y 47 . Sobre el nombre de
lo colonia en una tubería, ver primeramente R.
Nicrl10us, "Di e wirtschaftlichen Vorauoaetzuneen
der Villenstndt von It01ica 11 , MM 7, 1966, 189,
y nuestro im1 20 , 1979, 320, fie. 160.
( 78) La primera por A. Blanco , "Epierafía en torno -
al acueducto de Segovia 11 , Geeovia y lo orgueolo-
gía romana , Barcelona , 1977, lJl yfi6 , 2. Des-
pués fue citada por J . M. Luzón, "Die neu.attischen
Rundaren aus Itallca", MM 19 , 19713 , 272. De aquí
la recoge AE, 1978, 402-:-ror último , nosotros la
trotamos, oondole nueva intorpretnci6n y cronolg'.
g :fo, en "Notas sobre los pon tíficos colonial-es
y el ori¡;en del culto imperial en la D6tica" , I
Symposium sobre Ln Religión Romnna en llio*unia.
Mad rid, c.s. I .c., 1901, 14J (cfr . cotu1. nv 9 J.
( 79) "Dos basas con inscripciones c;cmela-S de Itálica ",
Habis 4, 197), Jll . De ohí, AE, 1972 , 250 . Sobre
erTema que jlratábamoa oll.í,ol kalendarium VeGe-
tinnum , han vuP.lto después D. r,t(lnacorda on r,;EFn
89, )977, JlJ; J . 11eynolda , JRS 66 , 1976, l'l'r9;
IV. Eclc, RE Suppl.D .XV, 1970 y ultimamcnto, en d_g_
sucuerdo7.ntoo, F.J . Lomno 1,1 P. Sác,,, "El kale_!!-
darium Vef,etianum la annona y el comercio del
aceite", lcv 17, f901 , 55, V. nuestra contosta-
ci6n a ambos autores bajo el n° Co.tal.5J-4. 0tra
insoripci6n de Itálica (nt 105 ) la publ icamos
en Habis 8, 1977, 424 , ésta que estaba de anti-
guo~una coleoci6n particular sevillana.
( 80) La ~intura tomana en España, Madrid, 1976, tesis
doc oraJ mecanografiada.
( 81 ) A.M. Oi:m-to, "Una familia b~tica : los Fabii Pabia-
ni", Rabia 9, l97B, JOO (Cfr. AB, 1979, )51 y
ñr CataCTupl~. -
( 02 ) Hemos visto las primeras pruebas dol trabajo
de la Dra . León sobre sus excavaciones, en el ya
citado Coloquio sobre Itdlica, donde aparecen arn
bas piezas . Ln tercera ha sido facilitada por --
la excavadora al Dr. A. Dlanco para su publ:lca.oi6n,
lo que esperamos se produzca en breve , pues es
de un Bran interés por lo que tenemos entendido .
Addenda, Casi finalizado ya este trabajo, tenemos
notlola , a trav&s de la prensa, de la apario16n
de un nuevo epígrafe en el teatro, en una lastra
colocada boca abajo en la orohestra. Según ~areoe,
es muy similar e la grande del proscenio (no 49),
mencionando el tercer pontifex rrimue oreatus,que
obsequia el ~ortioue trasero. A perecer se llama
L. Herius L•• Sentimos no poder facilitar más
datos sobre el texto, q~e no se nos ha hecho lle-
gar.
===:::==;:.===:::=
===========:
51

CAPITULO 1. 5. - BREVE HISTORIA DE LAS EXCAVACIO-


NES DE I TALICA Y SUS DESCUBRIMIENTOS EPIGRAFICOS

El tema de la historia de las excavaciones de


las ruinas de Itálica, aparte de eer apasionante, sería -
propio de una investisaci6n ex profeso . Puede decirse que
Itálica comenz6 a ser expoliada ya en la AntigUedad, y se
nos permitirá que comparemos a expoliaciones algunas de -
las 11 excavaciones" que se hicieron hnata bien entrado nue,!;!_
tro siglo. Salvo honrosas excepciones, que oportunamente -
tendremos el deber de mencionar, a Itálica ae ha ido mu -
chas veces buscando, no Y:f.l materiales de construcción, -
principal interés de loa lugarcfios, sino la obra de arte,
la escultura, el mosaico, los célebres áureos o al menos
denarios, el vidrio, incluso alguna tesela arrancada a cu-
chillo como 11 souvenir 11 • Las inscripciones, ellas también,
podían ser un hallazgo menor, algo que snlvaba el "jornal"
si no ae había encontrado nada mejor. Siempre había en Se-
villa algún coleccionista dispuesto a adquirirlas ( 1 ).
Una ocupación habitual en Snntiponce desde tiempo inmemo-
rial ha sido marchar a las ruinas después de un buen cha-
parr6n porque el agua descarnaba la tierra y en ella brill~
han laa monedas por decenas.

Como ya hemos dicho, no es 6ate el objeto de


nuestra investigación y no podemos detenernos mucho en ál.
Pero sí nos ha parecido interesante dedicarle algunas páG!
nas por una cuesti6n que nos planteamos: ai se cotejabon
las fechas y lugares de hallnz6o en las piezas de que lo
sabemos (que. por des~racia, no son la mayoría), podríamos sa-
52

ber, comparando sus textos, qué partea o edificioa antiguos


se encontraban allí, aún enterrados. El sistema noa ha da-
do bastante buen resultado. Por poner un solo ejemplo: aiem
pre se ha dicho a priori , que el fragmento jurídico en -
bronce que guarda el Museo ele Sevilla en el que se habla -
de una lex quam vobis. ~~)es una epístola imperial, y que
la ley mencionada allí ea la municipal o la colonial. Pero
ocurre que tal fragmento apareció en 1868, durante las ex-
cavaciones de Demetrio de los Ríos en el anfiteatro (en -
su segunda fase), y más concretamente ful! 11 excavada en -
la pared de un muroº• como dice el mismo HUbner y confir-
ma Oali Lasalett'?)Ahora bien, si consideramos que cuando
Demetrio de los Ríos empez6 su excavaci6n lo hizo a la al-
tura del podio ( 4 ), y cuando public6 su Memoria en 1862
ya había llega,lo a la actual arena, para 1868 o debía es-
tar trabajando a la altura de ésta o en alr,una de las ga-
lerías internas o, lo que sería más claro nún, profundi-
zando de la arenu hacia abajo, donde había un subterráneo.
La pregunta surge de manera natural: ¿c6mo puede conser-
varse un fragmento de epíatolo, imperial o de otro tipo,
que alude a la ley del municipio, en un anfiteatro?

La pregunta no es, desde luego, fácil de con-


testar. Si admitimos que el texto aparec16 en un nivel r.2,
mano, como parece claro a partir de las afirmaciones de
de loa Ríos, también hay que admitir que era el anfitea-
tro su ámbito original. Por este camino se llega a pensar
que la l ex guam vobis ••• de que se habla en el fraemanto
a6lo podía estar relacionado con el anfiteatro: todo ªPU!!
ta a una ley gladiatorio, pero no a la oratio c6lebre que
se desarrolla en forma de prima sententin en el Dronce de
Itálica, puesto que «fota no co una fil propiamente habla!!
do, sino a otro texto legal qua no conocemos. Y ello nos
llevarían los conocidos fracrnenton de Sardio, que oe vi~
nen interpretando como restos de la misma oratio italiccn
set pero pueden no serlo (las consideraciones ul respecto
las exponemos ampliamente en nuestro estudio de la orntio
imperial a que aludimos), sino preciBamente fragmentos de
una epístola similar a ésta de Itálica.

El objeto de desarrollar este ejemplo concre-


to ee hacer ver hasta qué punto es interesante conocer las
circunstancias de los hallazgos, o al menos la zona o el
afio del que proviene. Pueden formarse grupos de textos -
que definan bien un foro, una necr6polis, un edificio p~
blico, un templo, etc.

En el caso de esta ciudad ya hemos advertido


que es difícil porque de las piezas del colteccionismo pa~
ticular pocas veces el comprador ae intere,s6 en tener con.§_
tancia de ello, caso de que el vendedor se lo dijera, ya
que en el mundo de los anticuarios no se suelen revelar
demasiados detalles. Y en cuanto al coleccionismo "oficial",
es decir, J·;!useos e in.stituciones, ~ate s61ówooe hace relat!
vamento poco tiempo tiene la costumbre de fichnr cada pie-
za con el máximo de detalles y, ai ea procedente de una -
excavaci6n, luear exacto, profundidad, coordenadas, cir-
cunstancias, etc. Como la inmenso. mayorín de las inscrip-
ciones que aquí estudiamos so conocen o son hallazgos de
antiguo, en una gran parte faltan estaa referencias. Aun
así, las interesantes para esto aon en suficiente número
como para que pueda resultar fructífero intentar el dise-
ño de la historia de estas excavaciones.

Muestras fuentes principales para ello serán,


por un lado, los apuntes de Gali Lasnletta ( 5 ), por otro,
la breve reseña que da G~ y Bellido ( 6 ), más las descri~
ciones que de sus propios trabajos hocen Ivo de la Corti-
na, Andrés Parladé, Francisco Collan-tes, J. de Mata Carrii!_
zo y, para los últimos tiempos, J.M. Luz6n, Aunque en este
último caso podemos apoyarnos en nuestras propias obaei-va-
oiones, ya que las memorias oficiales de excavaci6n no han
aparecido de momento, Multitud de otras indicaciones se en-
cuentran en otros autores y en el ill II, a lo largo de los
números allí r ecogidos, bien que en forma de alusiones muy
esquemáticas.

De lo que se refiere a los siglos anteriores


al XVI en materia de reutilizaciones, expolias, saqueos,
etc, tendremos ocaai6n de hablar más adelante. Los oomieg
zoe de la edi:ficaci6n del Monasterio de San Isidoro del -
Campo (afta 1301) y el traslado del pequedo burgo de Santi-
ponce, en el llano del río, a su actual emplazamiento (en
1595) fueron causa de una sangría continuada de materiales
durante siglos pero que, obviamente, no pueden considera~
se excavaciones, ni siquiera en el sentido "amateur" de -
la palabra.

En el siglo XVI tenemos referencias de que Don


Fadrique Henríquez de Ribera reunicS en le llamada "Casa -
de Pilatos" de Sevilla una importante colecci6n de antigU~
dadee, no a6lo béticas, sino tambi~n de sus diversos via-
jes por el Mediterráneo. Según , Gal1 , "una tradicicSn cons-
tante asegura que todos loa objetos que están en el segun
do patio de su jardín, son procedentes de nuestra historii!_
da ciudad"(~., Itálica) ( 7 ). El mismo Gali se da cuen
ta de que ea improbable, sin contar con dooumentoe, saber
el origen de coda pieza. De oaalquier forma, no hay noticia
de que hubiera epígrafes, quizá porque en este siglo ae V!,
loraban más otros t1poa de antigUededee, especialmente en
un hombre que viajcS muchQ por Italia y tuvo contactos se-
guramente con el movimiento renncantiatu. Tompoco creemos
que fueran resultado de excavaciones, sino de adquisicio-
nes que hay que relacionar con ho.llHzgos caouales.

Hacia 1559 sí hay una noticia m1fo ceeura, so-


bre la colecci6n que reuni6 en su palacio de Estepa el te~
cer marqu~s de igual nombre. Juan de Córdoba y Centurión,
procedente de excavaciones que hizo en Itálica. Pertenece-
rían a ellas, por ejemplo, las estatuas de Apolo y Flora
del Museo de Sevilla, publicadas por Tubino ( 8 ).

Durante el siglo XVII, como observa Bellido, -


no parece que se practicaran excavaciones, visto que Rodr!
go Caro no hoce ningW10 alusi6n al respecto ( 9 ) , r·o -
cual parece corroborar el hecho de que él miomo a6lo die-
ra el texto de un epígrafe (yg. supra).

Es en el sir,lo XVIII cuando comienzan a raoli-


zarse excavaciones, si no sistemáticas, s! con un interés
doble: encontrar objetos de valor e ir localizando edifi-
cios de la ciudad y sabiendo algo más sobre ella y sus co~
tumbres. Fl6rez, dentro de sus e~tudios, pudo hacer alguna;
del Conde del Aguiln nos consta que, deopu6s del terrible
terremoto de Lisboa de 1755. comenz6 unos trabajos junto
con Francisco de Bruna que quizá podemoo considerar como
las primeras de cierta seriedad, puesto que fueron auspi-
ciadas, en 1781 (1782 para Gali), por la Ac~dernia de Be -
llas Artes de Sevilla. Se plnntearon algunos objetivos: e~
cavar un mosaico en las "eras del convento", no lejos del
Monasterio y salvar las eaculturaa de 11 Nerva y Trajano, J_!:!
nio Bruto, r.Unerva y Adriano" ( 10 ) que, por lo que cue!l
ta Gali, estaban antes "por el palacio de Trajano" hasta
que el terremoto lo arruinó todo definitivamente,
Es lástima que carezcamos de dibujos de Itál!
ca anteriores a 1755. El Conde del Aguila ya tenía expe -
riencia en ello porque en 1753 Pl6rez { 11) habla de dos
esculturas halladas por aquel aristócrata, y que ~1 mismo
había visto en San Isidoro. De estas excavaciones provie-
nen yp. algunos fragmentos epigráfico3.

Hacia 1782 nos consta que el Padre Fernando de


Zevallos excav6 en varias ocasiones, cuando le interesaba
comprobar algo, como en el caso · de loa depósitos del acu~
dueto ( 12 ). Ademást en sus afios ya había varios epígra-
fes recogidos en loa claustros y en la entrada del Monas-
terio. en cuY,3 obtención debi6 intervenir, ya que era hom
bre muy erudito e interesado en estos temas. De hecho, en
sus manuscritos dejó constancia de varios textos.

Hoy tma noticie de 1794 ( lJ ), en el sentido


de que, con motivo de unae obras pura la ejecución de le
carretera de Extremadura. un grnn número de curioa~s pudo
recoger y llevarse mnnumerables fragmentos de todo tipo.
Si pensamos que esta carretera. a1m hoy, atraviesa el pu~
blo de Santiponce de N.a s., coincidiendo, como era de
esperar, con el cardo máximo de lo ciudad romana, hay que
suponer la cantidad y calidad de los materiales que se
debieron extraer al hacer el desmonte, que en algunos si-
tios alcanza los seis metros y más de al tura, siendo::ei
ancho de la carretera (hoy simple calle) de entre diez y
veinte metros. El destrozo producido entoncea,en pleno
centro de la vetua urbe y atravesando parcialmente el fo-
ro antiguo, a6lo ea comparable u la desolación de no te-
ner la más remota idea ~ tructuras, muros, edificios
y piezas se perdieron en aquella ocasión, ya que, al me-
nos nosotros, fuera de la referencia. do Matute, no hemos
encontrado ninguna otra alusión a este acontecimiento.
57

En 1799, uen un llano contieuo a lo antigua m~


ralla"• apareci6 cavando el célebre mosaico del circo (14).
que fue salvado por el fraile J. Moacoao y por el abogado
sevillano Francisco Espinosa, como comentóbamos más atrás.
Tras excavarlo y limpiarlo, este 61timo lo rode6 de W1a -
cerca. ocasi6n en que Laborde lo dibuj6. Conoerveba varios
letreros ( cfr. nuestro supl.). Esto llano donde "se cava-
ba" s6lo podía estar cerca del convento, en la zona orien-
tal.

El 1 de Febrero de 1810 entrnron loo france-


ses en Sevilla. Como en otros muchos lugax-es. hicieron n~
queos en la ciudad y sus alrededoreo. Concretamente se sa-
be que el mariscal Soult realiz6 excavaciones en Itálica,
pero no hemoa encontrado rastro de lao que cosaa que ex-
trajo y que, verosímilmente, debi6 llevaroo n Francia. P~
ro hay que dejar constancia de que, nada más llegar y ocu-
par José Napole6n los Reales Alcúzores, exactamente el B
de Febrero (Gaceta del Gobierno del Ma 9), dict6 un bre-
ve decreto donde, además de devolver o las ruinas su pri-
mitivo nombre en lugar del de Sevilla la Viejo, con el -
que era oficialmente conocida, se concedían anualmente p~
ra excavaciones 50.000 reales de vel16n (cierto que "a cuen
ta de los fondoo de fincas del suprimido convento de San
Isidro del Campo"}• lo que ern tanto como instituir unas
excavaciones peri6dicos y salvaguordar el yacimiento (15).

tJo deja de ser admirable que a la semana de -


arribar a Sevilla "los franceses eran más entusiastas de
It&lica. que nosotros"• como dice Gali. En viota de ello,
parece que seguramente lo invaai6n frcincesa no. hubiera b~
neficiado a España en general, pero sí o Itdlica en parti-
cular ••• de no oer que fuera ésta una manero de· asegurar-
oe buenas pieZO.$ arqueol6gicas con que ir nutriendo el -
58

Louvre o cualquier otro museo galo. Y, en todo caso, pare-


ce que lae rápidas excavaciones del mariscal confirmarían
este 1nter~e, por e1 acaso el decreto no llegaba a ponerse
en práotioa, como as{ ocurri6, La llegada de loe ingleses,
nuestros aliados, supuso nuevas p~rdidae, tambi~n descono-
cidas, para loa tesoros arqueológicos de la ciudad, que e6-
lo sao6 en claro el tener oficialmente su nombre antiguo.

En 1825 comienza une curiosa etapa en este con


junto arqueol6gioo1 entre 1825 y 1827 babÍEll\eatado derri -
bándose sec·tores completos del anfiteatro, con barrenos,
picos y palas, para construir la nueva carretera a Extre-
~adura (como despu~s de 1755 sé había intentado para ha-
cer un nuevo dique en Sevilla contra las crecidas del Gua-
dalquivir) ( 16 }. As! fueron volados parte del podio y
de los graderíos, :Federico Reyee, nieto del entonces alca!,
de de Santiponce, es uno de los que lo cuentan, en un fo-
lleto que tiene su gracia por estar copiado en un 80% de
Demetrio de los Ríos ( 17) sin decirlo.

Lo importante es que fue ésta la Última ocaai6n


en que a Itálica se entr6 para derribar y arrebatar mate-
riales abiertamente. Para entonces yo. existía la Comisión
Arqueológica sevillana, que autoriz6 al citado alcalde, -
Paecacio Reyes, a cuidar de las ruinas, lo que hizo hasta
1856. Luego se nombr6 un guarda festivo ( 18) y en 1870
nuestro autor, Reyes el nieto, paa6 a ser guarda fijo,
creemos que el primero, lo que fue al menos durante 49
años, que es cuando escribe.

El 11 de marzo de 18)9, D. Domingo Ronchi pi-


de permiso pora "hacer excavaciones en la antigua Itálica",
con la fnoultad de poder vender en el extronjero los monu-
59

mentos que erlcuentre, auqc1ue 11 el Gobierno podró: escocer los


objetos que le acomoden". En un alarde de ascacidad políti-
ca, solicita permiso para denomina.rln "excavaci6n de Mar:!a
Cristina11 • El 18 del mismo mes, s. M. pide info:nne a lo -
Real Academia de la Historia ( 19 ), la cual informa nega-
tivamente y con aut~ntica indignaci6n. ( 20 ) •

No obstante, en abril llegan noticias de exca-


vaciones clandestinas, :rae pide un informe a.l 11 jefe polí-
tico" de Sevilla, que en mayo reconoce que hubo una subas-
ta pública organizada por él, pero en lo que no se hob!a -
vendido nada de valor, ~enemos motivos para suponer que e~
te Ronchi era un'hombre interpuesto por Serafín Eatebánez
Calder6n, jefe político en cuesti6n y rival de Ivo de la
Cortina, que disfrutaba de un permiso de excavación desde
enero de ese mismo afio ( 21 ). Gali cuenta en su libro lo
que ~1 llnma "el martirologio de Dpn Ivo"• arqueólogo mús
relevante de uno comisi6n de cinco nombrada al efecto.

Los trabajos loa realizó, con muchos dificul-


tades y escándalos. entre 1039 y 1040, en que la revolu -
c16n vino a detener el proyecto. Trobaj6 con presidiarios
que le habían sido concedidos y envi6 informes a la Reol
Academia, que allí se conserven, Gdcm1is de imprimir unas
cincuenta páginas de un libro que tampoco pudo, terminar y
del que hablamos en el capítulo precedente ( 22 ).Es la
primera excavación, aparte de· lo. de Bruna y Wheterell ha-
cia 1830, en la que aparecieron variao inscripciones, de
lae que nos queda conatancia,entre ellos la célebre que -
se viene atribuyendo a Lucio Murnmio. ( 23 ) • ·

Como sabemos que excavó "en el oitio de la -


Plaza del Forum" y en ºloa ero.a del convento" tenemoo mo-
60

tivoa para suponer, ya que esta inscripción y otras son h.E,


noríficas que, en contra de lo que se venía suponiendo, el
foro antiguo no eatd scSlo en e·l Cerro de Loe Pale.cioa ( 24),
sino tambi~n en el de San Antonio, y en un sector de la ll~
mada Caña.da Honda, donde actualmente están hnci~ndoee nue-
vas excavaciones con resultados que ee pueden enmarcar den-
tro de la urbanística foral.

No hay notioiaa de nuevas excavaciones desde -


que Ivo de la Cortina, ya como oficial cesante, pide un nu~
vo permiso y se le niega, así como a un tal Ignacio Gonzá-
lez, de Carmena ( 25 ). Cortina se va de Sevilla y hasta
1860, más o menos, no vuelve ya a trabajarse sistemática -
mente,

Hacia 1860 entra en acción la Diputación Pro -


vincial de Sevilla que, en colaboración con l a CÓmiai6n de
Monumentos, va a velar de manera esporádica por el conjun-
to arqueolór,ico, hasta hacerse cargo de ~l de manera defi-
nitiva en 1980. Pero en el período 1860-186) y 1867-1068
concedió una dotación anual de diez mil reales para exca-
vaciones, y las encargó al arquitecto Demetrio de los Ríos,
una figura clave en la historia de Itálica y de temible -
pluma. De eatn época debe tratar también la ndquieici6n -
por el Estado de algún terreno dentro del yacimiento, ver-
dadero tal6n de Aquilea para au salvaguarda y que hubo de
esperar hasta 1970 y aff.os sucesivos parn su solución.

Demstrio de los R!oet entre 1860 y 1862,excav6


en el anfiteatro, del cual hizo un mimucioao es tudio publi-
cado por la Academia de la Historia (cfr. supra). Eatudi6
el recorrido pe la muralla en wios tros kilómetros, paro
conocer su verdadera extensión, ejecut6 el primer plano
del recinto, seflnlando loa monumentos fundamentales (en
61

1876) t excav6 en omba3 termas, las do "Los Palacios" en el


pueblo y laEl "<le la Reina Morn" en terrenos de l o ~ -
~ . y r.ealizó muchos dibujos fundomentnlea, de mooaicos
y de inscripciones, algunos hallacfos en suc trabajos y -
de las que hablamos en el capítulo anterior. Comprobada su
minuciosidad, r.stoa dibujos son un útil instrumento para
poder hablar sobre las que posteriormente se perdieron.
(láms.94-10)) ( 26 ). Por el ~xito de estas excavaciones,
celebradas con una brillante fiesta, se concedieron nuevas
y mayores dotaciones. Fue un aconteclmiento la visita en
1862 a las ruinas de Isabel II. conmemorado en un fuete
de columna inscrito, en la entrada oriental del anfitea-
tro.

Pero en 1868• nuevamente, todo había termina-


do, y Demetrio de loa Ríos no puede continuar con sus tr~
bajos. En 1872 era Presidente de la Comisión de t.:onumen-
tos de Sevilla, cuando en el olivar llamado "laa Coladas•;
que pertenecía a D. Ignacio Vázquez y eatnba donde ahora
el cementerio viejo de Santiponce (en medio de la ~
del siglo II o barrio norte), apareci6 un buen mosaico
(cfr. supra, n. 17), hl año sieuientc, a expensas de la
viuda de Vázquez, excava varias cnao::.:i con hoata veinticuQ_
tro mosaicoo, algunos de cxcelento calidad ( 27 ). No hay
datos sobre inscripciones en estos dos años, al menos en
la Memoria de los mismas que recor;c Gali ( 28 ), y que el
mismo Demetrio de loa níos fue dando a conocer en 1875 (29).
Lo cual resulta lógico, puesto que estaba en zona de vi -
viendas.

En 1808 ae halló fortuitamcn~e, en una caoa -


que daba a lo carretern vieja de Ll,rida, del lodo izquier-
do y en el borde dP.l Cerro de loa Palacios, el famoso -
bronce con lR lP-y e;JAdiatoriF.i. No snbemoa si pertenecía
al mismo texto o a otro una lámina de bronce perdida de
62

que habla en 1903 Fernández L6pe7. ( JO) y otra de la que


se rumorea está en alguna casa de Santiponoe enterrada (Jl).
Para esta 6poca, y desde 1868, Itálica parece estar olvirl!,
da del Estado y de la Diputaci6n, produciéndose a6l'O halla,!
gos casuales. El más sonado fue en 1898, en el Cerro del
Conde (dentro del pueblo): un tesoro de áureos y barras de
oro y plata, que no se pudo recuperar completamente, y que
tiene una fecha más reciente del lBJ d.C. ( J2 ).

Desde comienzos del siglo hasta el menos 1930,


DO Regla Manj6n, Condesa de Lebr1ja, estuvo coleccionando
en su cesa de la calle Cuna,de ~eville, gran cantidad de
mosaicos y de otros tipos de objetoa, entre ellos lápidas
enteres y fragmentadas, procedentes de Itálica. Algunas -
de estas piezas provenían de excavaciones financiadas por
ella misma, como las de la calle Trajano ( JJ ). Desgro-
cindamente, es! como de muchos de loa mosaicos indice el
lugar del que se extrajo, no lo hace con loe inacripcio-
nes. Muchas hay que suponer qu~ialieran de lugares don-
de encontraban mosaico, sino de vendedores que se lea ofr~
cíen.

El sitio del que compr6 más mosaicos o los


excavó fue el olivar llamado "de loa Palacios". Este oli-
var, próximo el anfiteatro, entre éste y el pueblo, vie-
ne a corresponder con el Foro de la nova urbe, adosado -
quizá perpendicularmente el viejo, y eua alrededores . Es
éste el foro que se está excavando en la actualidad, des-
de 1980,

Como vemos, hay una coincidencia de nombres -


populares: las termas y el cerro de los Palacios, dentro
del pueblo (en su mitad Oeote), y el olivar de Loa Palo-
63

cios, dtuera de él. De aquí nos viene la duda de si el tor-


so de Trajano. el de Adriano y otras relevantes piezas es-
cultóricas ( 34) que se dicen halladas 11 en Los Palacios"
lo fueron dentro del pueblo. como ae viene afirmando. o
fuera de él, es decir. de este olivar donde parece se le-
vanto el foro del siglo II. El lugar más apropiado para
que ae levantaran estatuas heroicas o militares. de Traja-
no. Adriano y otros miembros de la aristocracia italicen-
se sería el foro por aquéllos levantado. Esto contribuirfo
a reforzar nuestra idea de que el foro antiguo está bajo
el Cerro de San Antonio.a la parte estedela carretera, y
no a la oeste • o sólo parcialmente. El foro nuevo es-
taría rodeado de scamnae normales con viviendas, si es que
los más ricos mosaicos no corresponden a edificios públi-
cos.

Hacia 1897 sabemos que se llevan n cabo exca-


vaciones por parte del arqueólogo franc6s A. Engel, quien
enoontr6 diversas inscripciones que public6 en el Ilullet in
des Antiquaires ·de Franca. y en otra 2:ona. quizá próxima.
al río, por un pa~ticular, J. Sánchez Rodríguez, fabrican-
te de tejas. Los epígrafes hallados en arnboo trabajos fu~
ron recocidos en la EE IX. de 190).

En 1898 se realiz6 una campaña de excavación,


autorizada por el Gobierno, a cargo de Archer M. Hunting-
ton ( 35 ), fundador de la Hispo.nic Society de New York.
Los resultado~ de 1os trabajos como conjunto no fueron -
publicados, pero Pijoén en 1917 ( 36) y Alice Frotinghom
en 1937 ( 37) dieron a conocer, renpectivamente, la es-
cultura y las piezas de terra s i nillo t u apurec!das, entre
las cuales algunos sellos ( )8 ) . Cl:irCÍo y Bellido dice
que "el área próxima al anfiteatro" donde lluntineton cxcn-
vó debía ser necrópolis. Ni la eRculturo ni lo oicillata
son elementos muy comunes en tumbns, da modo que lag exca-
vaciones pudieron extenderse a alguna otra zona. En cualquier
caso. tuvimos la intuioi6n de que entre los fondos de la
Hiapanic Society actualmente podía haber algunas inscrip-
ciones de aquellos trabajos. y tuvimos la suerte de enco.!!_
trar, efectivnmente. restos de siete de ellas, totalmente
inéditas. que ofrecemos en su mayor parte en ln seccí6n de
fragmentos. Efectivamente, son de carácter funerario, a ex-
oepo16n de la enigmátioa nR 24, republicana 1 religiosa.
· Muy poco despu4s, entre 190J y 1904, , con mo-
tivo de la construcoi6n del ferrocarril de Cola, ol E. del
pueblo, aparecieron restos de tumbas que movieron a la Co-
misi6n de Monumentos de Sevilla a hacer unas excavaciones,
a cargo del miembro D. Manuel Fernández L6pez. Recientemen
te nosotros excavamos en una zona pr6xima ( )9 ), y pudi-
mos comprobar que esa necr6polia estaba limitada por el NO.
por un barrio de viviendas tardíos, de loa siglos IV y V
d.C. Loa materiales hallados por Fernández L6pez fueron -
bnatante numerosos ( 40 ), entre ellos varias inscripcio-
nes funerarias, resefiadaa con bastante atenci6n, y quepo~
teriormente no han sido objeto de interés.

Las inscripciones no son sólo cristianas, como


se habría esperado a lo vista de los dieciseis sarc6fagos
de plomo, vnrios con crismonas, que ha.116 Fernánclez. López
( y que caoi ñiríamos eran au objetivo principol) y otros
materiales cristianos. sino también lo.a hay con el D.M.S.
o sin ninguna alusi6n al cristianismo. El tipo de enterra-
mientos, que en ocasiones describe, ayuda a pensnr que se
tratn de una necrópolis mixto o, más bien, utilizada duran
te mucho tiempo, pero para ello habría que tener datos so-
bre profundidades de tumbas, y no hay elementos para ello.

En 1912, con la creaci6n de la Junta Superior


de Excavaciones, unida a la promulgación en 1911 de una -
65

Ley de Excavaciones, ln situación de Itálica empezó a reg~


larizarse ( 41 ), aunque la medida principal, que era la
de adquirir todo el terreno posible de tierra de labor co-
rrespondiente a la nova urbs (y ello como mínimo) seguía
sin tomarse. En estos afios excava Am~dor de los Ríos, a -
quien debemos también informes de aus trabajos en el anfi-
teatro, y que ya hemos comentado. Deepu6s Andrés Parlad6,
conde de Aguiar, tras excavaciones y limpiezas en el anfi-
teatro, que h~b!a vuelto a llenarse ·ae tierras en su are-
na, excava un amplio sector de viviendas en el burrio nor-
te, que constituyen una buena parte de lo hoy visitable,
con úna cierta cantidad de mosaicofl.

En el viejo edificio blanco que servía de mu-


seo-almacén, n la entrada oriental del anfiteatro, fueron
depositándose parte de sus hallazc;os, mientrna otra ae in-
gresaba en el Museo de Sevilla.

D. Juun de Mata Carriozo y Arroquia estuvo al


rr'~nt'e de~' Itálica en dos ete.pas:de 19JJ o 19J6 1 y de 1956
a mediados de los afios sesenta. Se encontró con una anar-
quía de casas, callea, edificios a medio excavar, unidas
a multitud de excovncionea clandestinos hechas poro sacar
material, cotas hechas aquí y allá, huecos de viejos re -
buscas donde hab!o habido mosaicos, etc. Un panorama desQ
lador, y con palabras de García y Bellido en 1960 1 aque-
llo era "la ruina de una ruina", La labor de Carriazo, -
aporte de terminar de excavar lo Cena de la Exedra y pu-
blicarla ( 42 ), fue empezar a conoolidor algo de lo ya
hecho, y las gestiones para que por fin el Eetado adqui -
riera los tierras de labor.

La guerra civil de 19J6 interrumpió las ges -


tiones y arrinconó otra vez loa planes de expropiación. E~
tre 1940 y 1956 es D. Pranoieco Collantes de Terán quien,
con una subvención de la Diputación hiopalense (al decir
de Bellido, muy parca) ( 43) hizo algunas excavaciones
( 44) y, sobre todo, ine;rea6 en el Museo, gestionando su
añquisici6n o donación, un gran número de piezas, muchas
de ellas epigráficas ( 45 ).

En 1956 vuelve ~1 Prof. Carriazo, quien debi6


tener que ver con los intentos para que el Instituto Na-
cional de 1~ Vivienda edificara un complejo de viviendas,
a la izquierda de la carretera que va de Santiponce a Va-
lencina de la Concepción y fuera de lo más esencial del
recinto arqueológico, al objeto de trasladar vecinos y e~
menzar las expropiaciones dentro del pueblo. Pero, aunque
las casas se hicieron, no se destinaron en su mayoría a -
ese fin.( 46 ).

En 1970, con la llegada a la Direcci6n General


de Bellas Artes de Florentino r,rez Ernbid, el pnnoramn cam
bió completamente. Hombre ,ate polémico, pero con gran in~
tinto político e iniciativa, se dio cuenta de las posibil!
dades que encerraba el potenciar no sólo Itálica, sino
otras instituciones, como loa museos de Sevilla, que se vi~
ron todos beneficiados de su gestión.

En Sevilla cont6 Pérez Embid con un eficoz ali~


do, José M!! Benjumea, delegado de Bellas Artes para la pr.2,
vincia y director del Museo de Pintura de lo misma, quien
literalmente se volcó con Itálica. Del aspecto arqueológi-
co fue encargado J. Mft Luz6n, que dispuso de toda clase de
medios para organizar un archivo fotográfico, un laborato-
rio de restnuraci6n y un servicio de dibujo. Eo de justi-
6 'l

cia decir que laa excavaciones y la planificaci6n en gene-


ral de It~licn como conjunto arqueol6gico visita.ble expe-
rimentaron un enorme empuje, durante loa cuatro afios que
dur6 esta conjW1ci6n da circunatoncia~ y personas.

En pr.tmer lugar se expropinron y vallaron por


fin prácticamente todos loa terrenos de labor, en una ex-
tena16n de casi cuarenta hectáreas al NO del pueblo ( 47 ),
lo que dio fin al trabajo continuo de las tierras. Esto
era lo que más podía salvaguardar Itálica para el futuro.
Se expropiaron bastantes casas dentro del pueblo, lo que
perm1ti6 fundamentalmente excavar el teatro, situado en
la vertiente oriental del Cerro de San Antonio. El teatro
ofreció gran cantidad de materiales de todo tipo y, lo -
que a nosotros nos interesa ahora., uno. excelente inacrip-
c16n en la or chest ro. (nt> 49) y varias otras no menos im-
portantes, quizá en menor nwnero de lo que he.brío cabido
esperar.

Se realizó un plano completamente actualizo.clo


de todo el yacimiento, y se fotografiaron desde el aire
varias zonas de la ch1dad • lo que permitió hacerse una -
mejor idea de su distribución. So consolidó y recreció
ttn sector de muros de las casas de ln nova urba . se evi-
tó el crecimiento de molezua que deterioraban muros y -
calles. Una eotratigrafía en el Cr.rro de San Antonio arr~
jÓ luz sobre ln Itálica fundao.d.onul • aunque sus resulta-
dos no parecen definitivos ( 48 ). En torno a Itálicn se
concitó un grupo de arqueólogos jóv<Jne!T portenccienteo a
la vecina Universidad, que par.ticipnron tanto en las excn-
vacionea como en el estudio de dcterminadoo uspectoo de
la ciudad o de los hallnr,gon ( 49 ).
En 197) ae inaugur6 un nuevo muaeot construí-
do por el arquitecto sevillano. también muy vinculado a
las ruinas. Rafael Manzano, a unos cien metros de la entrQ.
da oriental del anfiteatro. Allí se trasladaron y monta-
ron loa últimos deacubrimientoa, especialmente loa del -
teatro. En el anfiteatrQ ae hicieron penosos trabajoa de
liberaoi6n de la fachada occidental. Un convenio con la
Confede:raci6n Hidrográfica del Guadalquivir permitió la
limpieza de las cloacas, que dieron gran cantidad de ma-
terial menudo, y el encauzamiento del arroyo que atravi~
sa el edificio de O. a E., y que era la causa de que éa-
te se anegara peri6dicamente. Otro programa con el ICONA
pennitió la creación de un parque arbolado detrás del Mu-
seo. Por primera vez Itálica se convirtió realmente en
un conjunto arqueol6gico ouidado y orc;anizado, y en un -
atractivo turístico de primer Clften.

Además del teatro, se excavaron nuevas calles


o se teri~inaron las que había dejado inconclusas el con-
de de Aguiar, para estudiar la configuraci6n de las manz.!!_
nas y delimitar futuras áreas de trabajo. Se excavaron
dos casas nuevas, con los hnbituales·mosuicos. y se am-
plió lo descubierto en las tennas llnmadoa ºde la Reina 1r.,2
rau, M. Bendala, L. Abad, A. Blanco y nosotros mismos hi-
cimos excavaciones menores paro temas muy concretos. En
general. dentro del casco, ea decir, sobre lu vetus ur bs .
no pudo trabajarse mucho. En ese uapccto fue interesante
la excavaci6n por l\1. BendaJ.a de un nupucato templo repu-
blicano en el cerro de Los Palacios ( 50 ). También la de
A. Blanco en 1.Ul lugar pr6ximo, que orroj6 luz sobre el oi~
tema primHivo de defensas, a base de un vallum y sobre
la antigUedod del primitivo asentamiento, ya que ha116 ma-
teriales anteriores al 206 a.c •• contradiciendo así la te
aia de Luz6n. expresada en sus trobnjos sobre el Pajar ele
Artillo ( 51 ) •
69

Lo repentina muerte de P6rcz Embid en 1974t y


el cese de Luz6n como director de la~ excavaciones (del -
museo monográfico lo era entonce~ lo Dra. Fernández-Chica-
rro) provocaron una retención en este ritmo vertiginoso.
Hásta 1980• en que se han reinicjodo excavnciones en el
foro del barrio norte. se excavaron ol p6rtico del teatro,
dos interesantes eotratigrafías (una en ln summa cavea -
del teatro que confirmó su cronología y dio niveles ante- ~
riores al siglo III a.C., V-~~ en la llamada Casa de 1
H.j
la Venus), los dep6sitos del acueducto y sectores de la -
muralla, todo ello bajo la dirección del Dr, Pellicer,ac-
tual catedrát:l.co de Arqueología de Sevilla. Se o.cometió
también la limpieza y restaurnci6n del teatro, que hace
el arquitecto Dr. Alfonso Jiménez.

En ese año, la Diputación Provincial do Sevi-


lla, que ya venía colaborando donde afioo atrás en el SOQ
tenimiento de aleunas co.rgas, puso. o geationor y costear
todo lo relativo al conjunto arqueol6gico, mientra.a que
el museo depende de la Subdirecci6n General de Museos y
lns excavaciones de la de Arqueología. Todavía no se ha
podido expropiar dentro del pueblo unu zona que haga po-
sible una excavación en extensi6n, pero es seglll"o que ya.
se está más cerca de conseguirlo.

No somos Ion llamados n hacer un balance de


estos dltimos doce Rftoo. Recordomoo las polabroa escritos
por D. Antonio García y Bellido en 1960 ( 52 ). De lo -
que ~1 entonces considerobn deseable, ea mucho lo que se
ha hecho. No todo, y no quizá lo máo esencial, Pero no
cabe duda de que lo hecho paro bien de Itálica ~s ya irr~
versible, y de que no volverá a cncr en el abandono en
que ha pusado muchos de los quinientos aflos que aquí, y
muy breve11Hmte, hemo1:1 1•eµa:ai,!i..lo.
70

Hemos llegado, utilizando s6lo loa datos que so-


bre exonveoiones hemos ido exponiendo previamente, e una
serie de oonolueionee que muy·ooncieemente pesemos e se-
fialer.

Le primera, que por el lugar de apar1ci6n hemos


podido llegar a delimitar espacios dentro de le ciudad
romana, incluso loe que a(m no ee han exoavodo. Así, en-
tre las oeei s..,etenta honoríficas puede hacerse un balan-
ce que llega a demostrar lo siguientei

1) La ausencia de inscripciones a Júpiter, Juno


o Minerva, o e la tríada complete, parece indicar que
no se ha exoavado nunoa en la zona del Capitolio, cuya
existencia es indubitabl~ 7 bey que suponer que esteba
bajo el actual pueblo ( 53 ).

2) El grueso de las ineoripcionee monumentales,


es decir; oasi todas las imperiales más dos de ID!!:
Pater provienen de las exoavaoionee de Ivo de le Corti-
na, entre 1639 y 1840 (nos. 2, J, 27, 31, 35, 43, 68,
70 y 71),habiendo entre ellas une eole funereria.(le 71),
m&e dos modernas de la Ceftada Honda (nos. 22bis y ter),
nombre que equivale a lo que Cortina llamaba "Los Pala-
cios" '1 otros "haza u olivar de los Palacios" { 54 ).
Entre ellas están todas las de Trajano, Adrieno, la de
Aelia Lioinia, lee fragmentarias pero con caracteres
del siglo II d.C., la que hemos etribu!dc a Paulo Emilio
(n 1 67), más las cuatro1Caro, Probo, Floriano y otra si-
milar (nos. J6, J7, JB y J9) halladas allí mismo, pero
entre 1753 y 1771. Todo ello eirve de comprobeoi6n, por
vía epigráfica, da lo que la arqueología venía p soepe-
ohendo, que el foro da la nova urbe se enouentra en lo
que hoy se llama Ceftada Honda y entes Palacios.Esta zona es la
,, 1/ 71

que está siendo excavada desde abril de 1980. y está muy


destruída y expoliada. no en vano se han hecho allí muchas
rebuscas siglos atrás. Un gran bloque cuadrilátero honni-
gonndo parece ser resto de un pedestal que sostuviera una
estatua colosal, de Trajano o A<lriuno posiblemente, de la
que pudo formar parte un gigantesco brazo hallado cerca de
allí en 1973 { 55 ). Las inscripciones fechadao extremas
nos dnn 98-117 por un ludo y 283 d.C. por otro.

3) A 6stas hay que añadir tres que aparecieron


"en 1904 11 , sin que sepamos d6nde, pero que deben venir de
aquí: una de Maximiano Hercúleo (n 2 40). otra de Crispo
(n°41) y otro que s61o tiene Imp ••• L (nQJO }. No ea ca-
sual, parece, que sean tambi~n la.a tres imperiales. Ello
amplía el mareen indicado de utilizaci6n de eute foro ha!!,
ta al menos el J26 d.C.

4) Este foro pudo ser iniciado por Trajano,


pero en todo caso dedicado por Adriano a la memoria de ou
antecesor, ye que de aquí es también ln eatntu!l de Trajano
desnudo. a la heroica, y otras estotuus, como un torso del
mismo Adriano. La existencia de un templo al menos parece
se a.fianza. ya fueru a las Victorias Dácicos <le Trujano o a
su culto, llevado por sodale.s trnianales . Esto ¡;¡e apoya en
el fragmento B.SODA ••• (nQ 43 ) y unii de las dos f!parecida!'l
en 1980 1 de un flamen divl •rruioni. De cualquier forma.
aún sin epí¡~rafes, se puede suponer fúcilmente que tal cul
to o cultos Itálica debi6 practicurlos en honor de su con-
ciudadano.

5) El foro de que hablamoo, en contra de lo que


se viene afirmando por el abandono del barrio norte. sigui6
en uso como mínimo cien afios más, hnsta ln tetrarquía, pe-
'12

ro en él no debió dedicarse entre el 192 y el 276. Falta,


por ejemplo, cualquier alusión a la dinastía severiana.(56).

6) Es necesario tener en cuenta que, entre los


hallazgos de Cortina, hoy una gran cantidad de estatuas,
brazos, manos, pies, un thoracato, un retrato 11 de Teodoeion,
"una cabeza de Orfeo", otra de ranerva, una pequefia de "Pa-
las", varios fragmentos de estatuas colosales, uno de Nep-
tuno, uno de Venus, un togado, un Genio, uno cabeza de Me.!:
curio, otra pequefia en bronce con los ojoo de plata y una
clava de Hércules en bronce dorado, además de otros muchos
fragmentos, Todo ello creemos que define muy bien el amblen
te escultórico de un foro. ( 57 ).

7).A ello hay que afladir el hallazgo de 77J m2


nedas, algunas de plata pero la mayoría de bronce, grandes,
medianos y pequeños (como i l los define) mda una de oro -
de Gunderico, Todo esto en cuanto a "Loa Palacios";, Foro -
nuevo.
8) El;as del Convento=.Foro unHc;uo. De las Eraa
del Convento, ea decir, la vertiente oriental del Cerro -
de San Antonio y cerca del monasterio, las núma. l y 44-46,
La primera .es el pedestal del l\1ercurio por allí aparecido,
y las otras son dedicaciones de la s t atio aerrariorum B\JGU.S..
torum, ~atas a poner en reluci6n con un oxtrnño edificio
aparecido al mismo tiempo,que ten!a cubículos en les pare-
des y garfios "como para colocar herramientaau. Tambi~n es
de este lugar un epígrafe 11de Augusto" para HUbner , que -
apareci6 en casa de un tal Manuel Silva (na 75 ).

9) Si a esto sumamos laa estatuas de Venus (1)


y Diana(2), más las dos basas gemelas de M, Lucrecio Juli~
no (noa.5) y 54 ), fechadas entre el 209 y 211 d,C., apnr~
cidas en el teatro pero seguramente reutilizudes deapu~a
73

de traerlas de · aqu!, podemos deducir que el foro antiguo


se utiliz6 desde la fundaoi6n y durante todo el siglo I
a.c., volviendo a ser utilizado entre el 192 y el 270 más
o menos d,C, Todo ello supuesto oon las naturales reser-
ves, Para otro lugar dejamos la hip6tesis de a qui$ pudo
deberse esta utilizaoi6n alternativa de ambos foros,
que para nosotros está olara, Esto en cuanto al foro an-
tiguo.
10) La serie de N~mesis-Caelestis está muy
bien definida. Salvo dos, aparecidas antes de 1908 (nos,
10 y 13), cinco de elles fueron encontradas por Collan-
tea o ingresadas por ,1 en el Museo de Sevilla, proceden-
tes del anfiteatro (nos. 6 e 9 y 16), De otras cinco hay
indicios su:t'ioientee da que provienen d_el mismo lugar,
Por tanto se puede concluir que en une de las habitacio-
nes orientales del anfiteatro había un Nemeseion. A este
tema dedioamoe unas páginas en el capítulo II.B ( 58 ),

11) Otras son atribuibles, Así la ni 42,


hallada por Bngel en 1897, de Valentiniano, que muy posi-
blemente viene de Los Palacios, puesto que ~l anduvo e~
cavando oerca. Entre les halladas "antes de 1868" hemos
delimitado un grupo, donde eetdn loe núms, 4 (Victoria),
1) (religiosa), J2 (imperial), 51 (trajanea) y 65 (tra-
janea), Cuatro de ellas pueden afiadirse al grupo de Loe
Palacios, m~xime porque son hallazgos entre 1840 y 1868,
que Demetrio da loe Ríos conoc16 y dibujó, de la zona que
acababa de excavarse en affoe previos. Como puede verse,
la de le Victoria y las dos trajaneaa encajarían muy bien
en el ambiente del foro nuevo,
12) Por último, los hallazgoe·reo!entes(noe,
20,22bia y ter, 49, 5), 58, 60, 61, 65 y 72)correaponden
o a la Caftada Honda o al teatro, éstas con más dilatada
cronología. Dos son de la zona de lee tennae nuevas (ni
)3) y ~e 1a necr6po1ie del anfiteatro ( nR 126),
13) Las ineoripeionea funerarias en la ma~or
parte de loe casos carecen de referencia de procedencias.
En el grupo Lebrijs, por ejemplo, que tiene muchas de -
ellas oompletae, no sabemos la procedencia más que de dos
(nos. 137 y 164), que indirectamente hemos averiguado son
de las excavaciones de S~nehez Rodríguez, un particular,
en 1897. -~n este caso s6lo podemos imaginar que• como pa-
ra fabricar tejas, que era su oficio, se necesita agua en
abundancia• lae excavaciones pudieron ser en el lado del
r!o. donde efectivamente había una necrópolis. Lee demás
sólo sabemos que fueron adquiridas (y a veces halladas)
por la Condesa entre 1900 y 19)0, y anteriores a 193),en
que, oon la llegada de Oarriazo, debieron detenerse o mer-
marse las rebuscas. Otras proceden de las épocas de Ama-
dor, Oarriazo y Collantes, máa bien de las proximidades
del anfiteatro, en ouy,a salida oriental ya hemos dicho -
que había otra neer6po11s (nwns. eo, a;, 91, 112, 122,157).

De la exoavao16n de Fernández L6pe2 en la neer6-


polis de La Vegueta, en 1903, son las núms. 81, 118, 1)),144
1161, todas ellas oompletas. Enoontr6 además el excava-
dor algunas cristianas y fragmentos de varias. Es el mis-
mo cementerio de las de Sánchez Rodr!guez, en el lado -
oriental de Santiponoe.

14) De las procedencias de las funerarias (de las


oualee, repetimoa, hay muy pocos datos) deduoimoe la exis-
tencia de cinco necr6polis, a) la más antiguamente cono-
cida, a la entrada del actual pueblo y aloeete,a lo lar-
go del llamado "arroyo del Cern!calo"• qué quizá se eo -
rresponda, no lo sabemos de cierto, oon lo que Gali llama-
ba "Las Alcantarillas"• donde ~l mismo, para no ser menos,
realizó tambi~n una excavaoi6n. enoontra.ndo Wla zona de -
enterramiento ( 59 ). Debe ser la misma que refiere Garoía
75

y Bellido "en el olivar de Angel Laguna" (60)t 6eta cris-


tiana (Puerta.S.)

b) Una segunda necr6polis, tambi6n con mucho


material cristiano, .pero mezclado con enterrawientos ant~
riores, discurre por la calzada que salía del teatro y e!
raba hacia el N., en direcci6n a Ilipn Mggna (Alcal~ del
Río). Las excavaciones que se hicieron en "les.Era.a del
Convento", la Vegueta en 1903 y el Pradillo en 1974 toca-
ron distintos puntos de esta necrópolis (Puerta E.)

c) La tercera se disponía a los ledos de la


calzada que salía del anfiteatro, de lo cual proceden dil!,
tintaa lápidas de Collantes y posteriores. Esta no tiene
materiales cristianos, sino dentro del siglo II d.C. (Pue~
ta N. del fecinto del siclo II).

d) La cuarta está definido extramuros en el


dngulo o. del yacimiento, pero de ella n~ sabemos prácti-
camente nada, aunque aparece en el plano de Demetrio de -
los R!oa. Por aquÍ•!deb:fo. entrar la calznde. que venía de
Ituci (Tejada la Nueva, o unos )7 Km. de Itálica) ( 61 ),
más o menoo próxima al acueducto, y de la que hablamos n
propósito del n~)4 de nuestro Catálogo. ( Puerta O.)

e) La quinta debía estar en la continuación


del cardo máximo, hacia el N., extramuros y siguiendo la
actual carretera Sevilla-1'.'.~rida que utrovieaa el pueblo.
Esta, al llegar o la alturn del anfiteatro, enlazaría con
la que hemofl denominado e). (Puerta N.)

Vemos, pues, que los hallnzcos de lJpidos fu-


neraria.a De corresponden con lao cuutro necr6polis de loe
cuatro entrados do lo ciudad (de lns que dos, la N. y lo
18

o. no ae han excavado nunca). mas una quinta en el ramal,


que salía del anfiteatro a. encontrarse con la calzada Hia-
palis-Emerita.

· Hasta aquí. pues, las conclusiones que en -


nuestra opinión pueden extraerse referidas sóio a los lu-
gares exactos de procedencia de los ep.ígrafes, teniendo en
cuenta, oomo hemos dicho, qu~ m,s de la mitad de las irt-
oluídas en el Catálogo no cuentan oon ese dato.

=====-====--=====--=-
77

NOTAS AL CAPITULO I. 5

( l ) Véase a título do ejemplo este párrafo de A.


Delgado. que copia Gali Laaaletta (op.cit •• 17
n.1): "En el transcurao do muy pocoo años he-
mos visto un medall6n de ágata de un m~rito ex
traordinario. que SU"poaeedor. D. Antonlo de -
Ariza, ofreci6 a la Reina Doña Isabel II en su
visita del afio 1862. El mismo Sr. Ariza había
recogido poDo antes un ejemplar del medallmn
calificado por Mr. Go.illard como de Luso(?),
y un trozo buenísimo de la estatua de Apolo.
Nuestro colaborador D. Francisco l:lateoa Gago
posee de la misma procedencia d05 cuadros de
mármol en que se figuran trabajoo de H~rculeti
y que. sin duda. formaban doce tabla3, número
igual á aus empresas, 3eeún lo mitolocín. Don
Manuel L. A.lmonte hn adquirido preciosos cama-
feos y un fragmento de la esto.tu.o de Diana en
mármol bellísimo; Don Polipe namoo de lo Torre
y el Exorno . Sr. Cond a de casa-Rojos doo t esae-
ras muy curiosas . In •terminable ¡_¡erí fl nuestro
relato , porque todos l os anticuarios de Sevi-
lla tienen monumento s , más o menos , de la mis
ma proceden cia ." S61o vamo/J a comentar de este
párrafo , que es uno de los muchos que podíamos
haber elegido, que de todae las piezas que se
mencionen. e6lo ha llego.do hasta hoy le esta-
tua de Diana conservado en un Museo· oficial.
Las demds es muy difícil seguirles la pista,
aunque. por e jemplo. suponemos que el medall6n
de Isabel II estará en lo colecci6n real a{m.
( 2 } fil II 1 6368, .!§. II, 149 sa. o EJER cit., )57.
Vid. nuestro n 2 167 ,

( J ) Uiotorfo •• •lli• • 21J.


4 ) r,!emoria •.• lH62 . De nh:í loa crit.Lcas a li'l6rez y
f.:ontfaucon que derrocho en loa pógirme 1 4 a 17 ,
porque ést os creyeron que la arena esta ba a la
a l turfl r.lel podio y que és•l; e el'O la ima cavca
( mós correctamente, el maenianwn ~rimwn{ , e!J
decir, que tan,poc0 hnbíu pruccinc 7 10 y fü1 -
fieras estaban a lo nl turu de loa an i ent oa.
Hoy que comprender su inrJJ.cnnción, pP.ro tAmlliP.n
18

que sin excavar, como 61 hi7,o, era más difí-


cil darse cuenta.
( 5 ) !listoria, cit., 42, 73, 214-2)6 y pasaim .
( 6 ) Itálica , 58 a 66. Son e~pecialmente interesa~
tes el comienzo y el final de 03tas páginas,
donde se trasluce mejor que en ninguna parte
el espíritu que oniJnaba ol desaparecido maes-
tro.
C7 > Op.c1t., 199.
( 8 ) :En Uuseo Es pañol de AntigUefodes, t . IX , 1878 .
No sabemos si este Apol o , 9ue Drunn ae trajo
desde Estepa al Museo , aeeun Gali (loc . ciL .)
será o no uno del tipo Citaredo publ icado en
!lo b i s 5 , 1974, 161 y lám . VII , sin indica r
procedenci a J o éste es el de los Gctcavacione :.1
de Cortina l cf'r . i nfrn ) .
( 9 } En su Ohorographi u cit., na.aaim.
( 10) Gali, His toria , 199.
( 11 ) España Sagrad a , t. XII.
( 12 )

( 13 ) J. Matute, op.cit., )2.


{ 14} Vid. Últimamente A. Dlanco, Mlfooicoe romanos
Ue I tálici;\ , I,, Madrid, 1978. Aunque el aubti-
tüio ea "Mosaicos conservado s en col ecciones
públicas y particu1Bres de la ciudad de Sevi-
lla~ en la pág. 5J ae abre un breve apéndice
aobre mosaicos perdidos. Ver el del circo ba jo
ei n~ 43, pág . 55 y léms. 61 y 75 especialmen-
te . También S. Celestino, "Mosaicos perdid os
de Itálica11 , H;nbis 8, 1977 (1979), J75 y l ám.
XXV III.
( 15) Para valorar debidamente esta cantidad señala-
remos, por ejemplo, que sesenta. oños deapnés,
19

la conaignaci6n anual de que disponlfa Demctrio


de 1 013 Ríos era a6lo de 10.000 reales . Belli- ·
do (Italico, 59) menciona el decreto, pero lo
atribu~c a Urquijo, entonces Ministro-Secreta -
rio de Estado. Sin embnrgo, é~te s6lo lo fir-
maba P.n nombre del rey. Otrn cons ecuenc ia im-
portant e de esta rnedidu legal es que devolvía
o los ruinas su primitivo nombre de Itálica,
nrrinconondo yo. el antihist6rico de "Sevilla
la Vieja".

( 16) Gali, Historia, 4:J: " .•• pero su misma solid ez


estorbó que 1rn llevauc u oabo ton ruin det er-
minaci6n."
( 17) P . Reyes , llistoriu de Itdlica dende AU funtla-
ci6n hasta su destrucción, escrito por • • • ,
guarda que ha sido por eapncio de cuarenta y
nueve aflos , Sevilla, 1910. Como puede uno fi-
gurarse, el folleto no contiene nada de lo -
prometido, y sí, tras dos páginas iniciales,
un calco de l os informeo de Demetrio de loe -
Ríos sobre sus excavocionoa de 187J a 1874,
en las que, efectivamente, Reyes, ontonce~ de
2:J años, fue designado paro ayudarle. Como no
cita su fuente por ningún lado , nos sorprende
con su elocuente estilo y frases como (p. 12):
''reservándonos en unión del Sr. Canto ( pareoe
que yo. un homónimo de esta autora estuvo vin-
culado tempranamente o l uo ruinns) el conj un-
to y l oa pormenores de un bel lo mosaico , quo
desde luego tuvimos por un triclinio .•• ", o
( p. 1)): ". , .cuyo dibujo trafo :tnvol.untoriome.!}_
te a la memoria las magn!ficns Loclns de Ra-
fael y con ellos los delicados primores del ne
no.cimiento". Es intercmm tc, sin emba.reo, su--
ber (~. 10) que fue él y no Demctrio de los -
Ríos (¿será el libro una compensaci6n que e l
hombre ae tom6, al fin?) quien descubrió y -
excavó el c6lebre mosaico llamad() "de Gala- -
tea", dando aviso a de l oa Híos, quien ern en-
tonces Pre sident e de lo Comis ión de lilonumen-
tos de Sevilla (vid. infrn) .
( 18) Reyes, op.cit., 9. Desde luego hubiera mere-
cido l a peno conocer a este hombro, padre del
recián jubilado conserje de Itálico Florencia
Reyes, verdadero poz o de experiencia italicense.
80

( 19) Allí hemos consultado el legajo (9/J940), el


nª 6 entre las llamadas 1bédulas de excavacio-
nes".
( 20 ) Con frases como ,ata: 11 • • • pero estaba reserva-
do para estos aciagos días intentar buscar y
ex·traer del neino hasta lo que por ho.llars e -
:uepu1 tado en el seno de la tierra no han podi-
do arrancarnos ni los ej,rcitoa de Napole6n -
ni las mafiosas intrigas de astutos comisionados
de varios países para decorar y ennoblecer sus
Gabinetes de Historia Natural. •• 11
21) García y Bellido, ltálica, 59 y n. lJJ.
22 ) AntigUedades de Itólica, Sevilla , 10 40 , inaca-
bado y que no hemos podido encontrar . Gali,
Ilistoria 43 y 207 . Tuvo problemas hasta por -
los presidiarios . V~aoe como lo c uent a Geli:
"Unas veces lo pinchaban los nAcntiotas del -
correccional de mujeres, r10 queriendo dar al- 1·
bergue e los preuidiarios , !lástima que 110 -
:fueran á prostituir li loo virtuosas Vestales
que allí había , que la que menos era infantici 1
da ! ... lleg6 á tal punto el eocóndalo que tu--
vo que intervenir l a j usticia, embargando l as
herramientas y útiles de l os cscavaciones ( sic ). 1
Se le puso de interventor á un m~dioo de Sev"r
lla , D. Juan Resuche , y oe le pidió cuenta eo-
trccha hasta del miserable yeso . que aocaba ,,,"
( 23 ) CIL I, 546 y II, 1119, Véase la diecuai6n bojo
nuestro n°G.!t . Gracias al meticuloso dibujo de
D. de los Ríos hemos podido comprobar nuestro
sospecha, basada en el de Matute (nosgueJ o) de
que no puede atrlbuirse a Mummio, Otras ina -
cripciones que extraj o fueron las de Liber Po-
t er (dos), a.sí como muchas morcas ll e &ñforos,
especialmente de Camili y Melisoi.
( 24) La disc1il.ai6n es difíc il . Del Cerro de San An-
tonio y del lugar llamado "Los r>alacic,s" pro-
vienen las mejores esculturas italicenses {GI!
y Bellido, Itdlica , 137-157). Así, lo estatua
heroizeda de Trajano, el torso qui1.ó rle Adria-
no, uno de los torsos do Diana y el fraemen ·ho
ele thoraca·to colosa l provienen de los r alacios .
Pero , como habremos de discutir algo ·más ade-
1ante · (p.62-J), esta áreo lJamadn e s! no clo-
bía comprender s6lo el cerro, oino también el
ollvar que oe extiende o nun pion, y C')Ue en -
81

donde situaríamos nosotroo el foro nuevo. Del


área del teatro. ea decir. del cerro de San AQ
tonio • proceden e 1 I1lerc urio, la Venus y lo Di.B,
no cazadora, entre otrnn . Como opareci errm en
la zona alta, Bellido suponía que formuban p ill:
te del p6rtico que hn br!a trao lo 0Ummo. cuv ea .
De r.stc p6rtico. sin embnri;o. no Jiay rostro , y
sí uno distancio de entre 50 y 70 m. desde el
lue;ar de aparición hnda loa muros de apoyo -
del teatro. Vor otr o lod o, nunca pudieron per-
tenecer a la scenae f ron::1 o al pórtico tranc-
ro del teatro , por au gran profundidad. De ah{
que pensemos que las coculturas pertenecieron
n edificios. religioso~ o no, del foro antiguo.
( 25) Goli, Hi storio, 20B: ºnada se acordó ni se le
hizo caRo . 11
( 26 ) ci1 Bellido. I tálica , 60-6) y Gnli, Ilistorin 1
76. Lo memor ia ,qu e redactó :.:iobre el a nfi t eat r o.
de 1862 (cfr . nota 25 del capítulo a nterior ),
contiene duras cr! t icm; para ) os tra bs j os unt o
riores (p.9: "·· . exceptuando el rno~Jaico cl c r:J --
crit o por Lab ord c , poco o miau r ealme nte c11G-
n o de res.peto se h t1 publicar.lo . .. "~. En Al o pá~ .
65 dice : "l,as excovoc i oncw flUu llevo rc.n l izntlon
11 0 han dod o nún por re o u l1;nclo el h alhw;go cl0
l ápi das , estatuna y demúo ob;jetos menudos • . . "
La expl icación q ue aic;úc oc ho tomo<lo como i n-
cli cio de au dcs prec:l.o pc>r loa " bar;;ate1un nrqueo
l óg ica s". As í G9 y Bellida ( op . cit., 65 , n. - -
J_J9 ) . Pero s :L se lee su r11z011omiento compl e t o ,
se v• c6rno Dcmetrio de loo Ríos respetaba estos
hmllazgos , pero se había px~ puest o un a mete ou
p0.rio:r : l a de es tudiar l' <,ml1i1ente Itálica y ha::
CHr al go realmen t e út il part1. s u investi guci6n :
"A11reci o y respe.l;o corno eJ. que m6s l o v erdade -
ra impor tancia de l oa desc ubrimient os numiomn-
ticos; no desconozco cuánto sería la luz que
podría suministrarme ••• el holloz¡;o de uno lá-
pida; nadie me venccrín en mi entusiasmo como
artista ai tropezara por fortuna con WlO esta
tua 6 un fragmento el más inaignificante, •• -
pero nntes de lanzarme a remover ••• de darme
o rebuscar menudos objetos ••• " (p. 66). Deme-
trio de los R!oa ae nos aparece aquí como un
arque6logo do criterios modernos, o quien -
preocupan más lao soluciones a interrogan t es
vitales del yo.cimiento que el 6xito llamat i -
vo de encontrar piezoa excepcionnlcs.
82

( 27) Cfr. por ejemplo en A. Blanco, opc.cit., 54,


n2 42, ltím. 77.
( 28) Ilistoria , cit., 214-226.
( 29) Espafiol a y Americana , mime-
En La Ilus t r a ci6n
roa del 15 de enero y del 8 y 28 de fe brero
de 1875 , Lo que Ga li da es un ex-trac t o de es-
tos artículos.
( JO ) M. Fernlindez L6pez, op . cit., IX. Todos sus i!l
tentoa de verla o de comprarla fueron baldíos,
y desapareció.
( 31 ) De esto nos hacemos eco bajo el no de Cat~logo
168.
{ J2) ca Bellido, I t ál ica, 71 , que ci t a la publica-
ción de F. Caballero Infante , Aureos f barras
de oro encontrados ••• en ;rtálica, Se v:ua , -
1898 , que no hemos consultado.
( JJ) Vid. F. Armero Manj6n, Diacursoa .• . cH., Sevi-
lla, 1947 ( publicado en 1970). El primero lo
compr6 en 1901 {p.19). A las excavacioneB de
la c/ Traj ano se alude en la p . 8. El último
según sus notas sería el magnífi oo de Loa Amo
res de Zeua, de 1914. -
( 34) G~ y Bellido , Ital ica , 142, 14), láms. XX:V, -
XXVI y paasim , con alusiones a la bibliografía
pertinente, entre ella sus Esculturas r omanas
de Esrña y Povt ugal, Madrid , J. 9,1.9, ,nos . 20 , -
22 , e c .
( 35) De ella da cuenta Gt y Bellido, op.cit., 6J.
( J6 ) An'tigue Mar bles in t he Co1 lec'tion of' tbe Tlis -
panic Socie1;y , lfow York , 1917.
( 37 ) A. W. Frotingham, Sigillate Pottery of the Ro-
man Empire, 1937, a.v.(citado por G9 y Delli-
do, op.cit., 165 , ~9).
( 38 ) Aretina (P. Hertorio), s ud8álica (Quartio, Pa-
tricio, Vital, Flavino, etc ., todos del siglo
I (lo cual no deja de extrañarnos en esta zona
de la ciudad , que se supone ea del siglo II).
Talleres de Galio central : Fl. Aoco, Firmo, -
Patera-to , Accunico , etc . , de fin es del'.[ y co-
mienzos dEll I I.
( 39 ) "Exco.vacionea en El PradHlo (Hálica , 1974):
Un barrio tard!o 11 , I Coloquio sobre Itálica ,
Sevilla, 1980 (Madrid , 19B2, a. punto de apa-
recer).
( 40) Véase su libro citado en la n. 32 del capítu-
lo precedente. Desde luego, hay que decir que
estos excavaciones, tal como lo cuente. Fernán-
dez L6pez, las hicieron los obreros dirigidos
por el capataz. Cuando éstos ten!an delimita-
do un enterramiento que lea parecía interesan-
te, lo preparaban y daban aviso al director,
quien venía desde Sevilla, siempre bojo un sol
de justicia, presenciaba la apertura de lo -
tumba y disponía el trnslado de la.e pie;,;as,Cfr.
GQ y Bellido, Itálica, 63 y 120 y ss.
{ 41) Ibid ., 64, Este autor resalta. lo ourencia, al
menos hast a entonces , de una ley de expropia-
ciones forzosas que l;lubiera sido de i nt erés -
aplicar en Itálica, Pero despuéa c¡ue la hubo ,
aún posaron setenta años basto que se empezó
a poner en práctica , y sól o par cialmente.
( 42) "Estado actual de lns excavaciones en Itálica.
La manzano del Gimnasio", nABr,: 111, 1935 (Home~
ntaje a J.R , }1Télida), 305 DS:-- --
{ 43 ) Itoli ca, 64. 1
( 44 ) Por ejemplo, "Trubajoa en Itálica", AEspA 14, 1
1940, 2.35.
' 1
( 45} De todo.a formas, paro. éBtos ignoramo:J exacturnen 1
te loa procedencias, quizrí porque 61 en su tno--
mento no lo conoider6 irnporto~tc, o lo conDi6 -
noba en otro lugar. ~uchan do loa pieios por 1
él fichadas figuran como "donnci6n de D. Ju~m
de fr'.ata Carriazo".
( 46) Nos consta que, atmqiie oe trujo gente de :Jevi-
lla a ocupa rlas en aleunos cosos, en otros ~e
llevó a vivir allí a personas del pueblo de Sen-
tiponce que vivían en condiciones infrahumanos.
( 47 ) J. r,!. Lu2.6n, La Itálico de Adriano, 20.
( 48) Id ., Excavaciones en Ittilica. J!Jstrotigraí'fo en
el l'njor de Artillo (EAE 70), t.1orlrid , 1974,
84

( 49) Algunos de estos aspectos oon trotados con mds


detalle en J . M. Luz6n , o,.cit., 1975, gassim .
Estos alumnos, luego pro esores, eran lscipu-
los del entonces catedrático do Arqueología de
Sevilla, A. Ulonco Freijeiro. Entre ellos cabe
citar a M. nendala , L, Abad , P. Le6n , F. Cho-
vos, R. Corzo y algún otro.
( 50) Enfrente de las termas antiguas . Vid. M. Den-
dala, "Un templo en Itálica de lpocn republica-
na 11, XIII CAN, Huelva, 197) (Zaragoza, 1975),
861 88 , - .

( 51) Ln excavaci6n de Blanco será publicada en bre-


ve en el I Cologuio, •• cit.
( 52) Halica , 64 y 65. No queremos destacar frases
dentro de este revel~dor texto, frases propias
de un hombre de lucidí simos criterios,
( 53) Cfr. iupra , n. 50 , Se trata de una planta rec-
tangu ar con dos cellae en sentido longitúdi-
nal. Su excavador supone que existi6 una terce
ra , que por el momento no se ha podid·o exca,va:X:-,
y que se trataría de un templo do tipo arcui-
co, posiblemente el Cupitolio de lo Itdlicn -
primitiva . No eo lur¡nr aquí poro extendernos,
pero,aunque esto ir.1.0 muy bien con nuestra -
idcn sobre J.o romanidod df? 1011 primeros tiern-
rns rle la fundoci6n, encontromoo roro r¡ue, co-
mo e1 de In propia Romn, ente Cnpitolio no hu-
blera sido subsumido en reotourociones y rcconn
trucclones posteriores , de loa quC' , seeún <!l'e~-
mos, no hay indicioo urc,ueo16,;jcos.
( 54) El sabía que se movía en un foro, y ero de do-
minio público, porque en una queja de la Aca-
demia de Dellas A~tes al Gobierno Civil se di-
ce que "los presidiorj.oa ostnban cleetruyendo
el Forum" (Gali , Illstorio , 208) . gn el mismo
sentido , Me.tute, iosguoiº• 28 y 29, dice que
se sacaron de all cont7 dodes enormes de cupi-
telea, columnas , cornioao, mármoles, etc . , -
" openoa descubiertos cuando han sido deatro-
zodos" . De ahí que no ae pueda esperar que las
actuales excavaciones en al foro trajano-e.<lria-
noo den la nbundoncia <'le motcrifllea propin de
toles lugares.
85

( 55 ) A pesar de faltarle ln mano, mide 1.68 m. de


longitud entre la muiíccu y el couo, ca decir,
ca propiamente un antebra~o. Fue hallado en
una zona colindante con el foro, en pleno ba-
rrio comercial • y publicado por J .J. í. Luz6n-f:!. P.
Le.6n, "Esculturas romano.o de Andalucía. IV", -
Jlnbia, 5, 1974, 165 y lúms. JC-XI. Los autoreo
calculoron que ei la escultura hubiera estado
en pie mediría más de diez metros de alto, y
se inclinan por pensar que perteneciera a una
estatua sedente, bien de deidad mayor o impe-
rial, quizá un Adriano póatumo.
( 56) Curioaamente, loa estudios de F. Chavea sobre
el monetario italicense (varios trabajoa, pe-
ro esencialmente reasumidos en su comunicaci6n
ol ya citado Coloquio sobre Itálica) indican
una disminución sensible,del numerario precis~
mente entre 192 y 275, rnoa o menos. Como esta
autora ha trabajado casi siempre sobre lao mo-
nedas aparecida.a en lu nova urbs 1 viene a con-
firmar nuestra:::, suposiciones bnsadas en los -
restos epigráficos. Est n coinoid encin tuvimos
ocasión de resaltarJ.n en lns conclusiones del
répetido Coloquio, y cnpcrnmon que 'en mfo Ac-
tas hayan sido recoe;id110.
C 57 ) Cfr. suprat n. 24.
( 58 ) Tambi6n le hemos dedicado un trabajot actual-
mente en p:i:en:Jo., ºLea plaques votives o.veo -
plnntae pedum d 'Italica et leur significa.tion 1' .
donde ofrecemo13 una nueva hip6teais paru eute
singular conjunto.
( 59 ) Gali, o¡ , cit,, 151 ("Cadáveres italicenses y
corolor os á los refut~ciones~ oc llama este
apartado). El dueño del terreno, Gabriel Rcycn,
lea cont6 que muchoo crúneos en sus tierras -
uparecíon llenos de plomo derretido, y Gali -
dice que Antonio de Ariza había examinado per-
sonalmente uno de éstos, y otros que tenían -
frontales y occipitales atravesados por cla-
vos. Ea forzoso dar crédito a eGta noticiataun
ql1P. por el momento seo enigmática, -
( 60 1 Itdlica, 60: dice ~ue incluso el Arzobispo de
Sevilla. se intereso por los reatos parn darle
sepult1Jra eclesiástica, e ato haciu 1867.
( 61 ) Sobre esta calzada, nuentro artículo ~n t1j 20,
1979, 3)3.
,.
86

CAPITULO I. 6. - PRINCIPALP.S COLECCIONES Y llUSEOS

Para dar una idea de lae dificultades que en


trana el rastreo de las inscripoion~a italioenaes, repe-
tiremos una frase de Oali Laealetta en au mencionado li-
bro ( 1 ): "Tarea Ímproba fuera mencionar todne las pers,2.
nas que en esto capital(~., Sevilla) poseen objetoo -
de Itálica. 11 No obstante, con el correr de loo ofios muchas
de esas colecciones privado3 fueron o pnror a museos esta-
tales, donde hemos podido encontrarlos. Otros habrán s e-
guido el camino del reparto familior, lo vento, a veces o
compradores de lejos ( 2 ), el troolado n fincas rústicoo o
a casas de ·otras ciudades, del que no se conserva memoria,
Y otras, especialmente lo~ fragmentos , quizá hayan incluso
tenido un destino menos afortunado.

Sin embargo, hemos ye de decir que la mayoría


de las inscripciones de Itálico no est~n perdidas, sino o
resguardo en lugares protegidos. Da las per<l1da3, un grnn
número lo esteban ya en la ~poca del Corpus. Incluso hay
una, lo d e ~ . que está "eemiperdida. 11 1 puesto que nos
hemos hecho con una fotografía pero no s e sabe qui~n, -
cuándo ni d6nde se hizo. Hay, pues, caooo de todo tipo,

Como, en efecto, sería ímprobo, localizar a


todos los posibles herederos o comprndoron , deode 1869, de
personas que poseían B1Bún epí grafe , no lo hemon hecho,
Peros! daremos nquí una liatn de loo prinoipaloo coloooiQ
87

nea que albergan epígrafes, con nlr,unos dntos aobre su


formaci6n y situaci6n actual ( ) ).

I. 6. 1.- Museo Argueolóe;ico de Sevilla ,

Sin lugar a dudes. es el que mejor material -


atesora procedente de Itálica. Cuenta con sesenta y cua-
tro inscripciones completas y treinta y cuatro fragment~
rias, de mayor o menor extensi6n ( 4 ). La importancia -
de la colecci6n es puesta de relieve dentro del Museo,
donde la sala XVII contiene toda la colección de lápidas
votivas procedentes del Nemeeei·on del anfiteatro, y la -
sala XIX ( también llamada 1•de la Diana", por albergar la
c~lebre escultura, en un marco arquitectónico recreado)
esté dedicada completamente a la epigrafía. de nuestra -
ciudad.

Por otra parte, en ln oalu X.XI, de epierafía


provincial, donde dstá lo más selecto de lao colecciones
del Museo, también hay en lao panopliao algunos lápidas
italicenses. Los almacenes han sido reordeno.dos muy re-
cientemente, bojo la direcci6n del actual director, Dr.
Fernando Fernñndez, existiendo un sector pnrn loa reston
epigráficos de Itálica que no han oido expue~too.

El Dr. Collantes de 'l'cr6n, en un interesante


artículo de 194G ( 5 ), explica cómo fueron formadas las
colecciones de este l1useo. Fue fundamentalmente o. base de
lo que antes era Colecci6n Uunicipal más los fondos de lo
Colecci6n Arqueolór,ica que se cuardaba en lo~ Reales Aleª
zares durnn'te el siglo pasado ( 6 ). En o.mbus eotnba el
grueso de la8 piezas italicenses que nhoro. ae exponen uquí.
88

I.6. 2,- Colecc16n de la Casa de Lebrija . (Sevilla),

En un muy sevillano polacete de la calle Cuna,


entre La Campana y la Flaza de la Encarnación, de facha-
da muy renacentista, Dª Regla l,·! anjón, Condeoa de Le.brija,
comenzó, hacia 1897, a reunir una Gran colecci6n de teso-
ros artísticos ( 7 ), haciendo de esta casa una de las -
sorpresas que Sevilla guarda con tanta frecuencia,

El actual Conde de Lebrija y Marqués de Mér.!


to ha tenido el criterio de conservar la planta baja tal
y como estaba en tiempos de la Condesa. Lao piezas de máa
valor, desde el punto de visto de la arqueología romana,
son sin duda los mosaicos, que alfombran patios, habita-
ciones y fuentes, o cuelgan enmarcados de las paredes.En
sus J.femoriaa ella dej6 resefladoa loe lugares y las fechas
en que adquiri6 casi todos elloe, cuando no aufrog6 ella
la compra del terreno y las propina excavaciones.

El primer moooioo lo adquirió en 1901, pero


seeún nuestras propias notas ya su r.uato por las nntigUe-
dadea italicenses se manifestó antea, al menos en 1897,
puesto que él pedestal de Vettius Acr.antue (nºl64) fue
hall ado en lns excavaciones de José Sónchcz Rodr!euez en
ese afio. Puede s er que lo adquiriera más tarde, puesto -
q~e sabemos'que este hombre vcndi6 tombi6n piezas o Caba-
llero Infante. Ante la duda, calculamos que loo compra~
de la Condesa, directa o indirectamente relacionadas con
lo ciudad romnna, debieron durar al menos entre 1901 y
1930 ( 8 ).

En estos aftoo, adquirió, entre otru oontidad


considerable de piezas (cerámica, broncea, vidrios, peque-
89

ñas esculturas, etc.), veintisiete inscripciones completo::i


y muchos frucmentos, que se consnrvun en au mayoría en la
sala llamada "de Ganimedes 11 • Prácticamente la totalidad -
son funerarias, pero U ene cuatro destacables: la dedica-
ci6n a Silvo.no Ponteo por la salud rle Adriano y Sabina (n 9
J5 }, hecha por un liberto de e3ta 6Itima y hallada por -
Cortina en "Los Palacios"; el frar:mento de una ley, al pa-
recer municipal (n1tl66), cuyo calco env16 Engel a IIUbner
(lo que nos hace suponer que apureci6 en torno u 1898);el
pedestal de C. Vettio AEganto, yo. citado, hallado en 1897
y una larga serie de fragmentos de fondo rojo con letreros
blancos (similares a los hallados por L. Abad en 1973 ( 9),
que ella dice recogi6 por sí misma, por lo que podemos -
creer que formaban un solo texto. De todas formas, el con-
junto es irreotituíble.

En lo colccci6n figura tumbi6n aleún falno y


una serie de téc;ulae con crismones u otros símbolos (1llC no
hemos recogido por ser anepígrafos. Huy dos pedestales que
no pertenecen a Itálica,

El erueso de lo.o adqui:iic.i.oncs, sin embargo,


debe ser posterior a 1912, porque cuando n. Amador de loa
Ríos publica su artículo sobre esta colccci6n ( 10 ), di-
ce que hay solamente \Ula docena de lápidas, noticia que es
la recogida por García y Bellido (11). Que sepamos, nuncn
~ás se volvi6 a publicar sinb al~unns piezas aisladas de
este grupo. Sin embargo, cuando se publicon sus notas, -
ella misma dice tener unos ochenta y cinco.

Respecto a esta colecci6n, hay unu observaci6n


mctodol6gica que no debemos·soslF.Lyur. Así como están muchas
veces minuciosomente descritos loe mosaicos y suR circtuJs-
tancias, de las inscripctones no menciona datos prácti-
camente nunca. de modo que en pura teoría no podríamos
saber si la.a piezas son o no son. no ya de ~ate o aquel
sitio dentro de Itálica, sino ni siquiera si son de la
ciudad. Este fue un problema que nos planteamos nada más
tener el primer contacto con esta colección.

Después de consultes, lecturas y observaciones


personales. llegamos a concluir que la Condesa estaba i~
teresade en Itálica de manera casi monogr~fica. Tenía a~
téntica pasi6n por aquella ct"udad en concreto. Por otra
parte, no existían en aquella ~poca excavaciones o rebus-
cas en ciudades próximas a Sevilla que pudieran dar mu-
cho material. Loe hallazgos en la propia Sevilla, por la
profundidad a que se sitúan los niveles romanos. mayor -
que las cimentaciones que antes se hacían pare construir,
(no existían garajes subterráneos ni auburbnnos y en la
zona antigua los edificios no eran altos) eran entonces
muy escasos, y los epígrafes ya conocidos por el CIL.
Por último, conocíamos los talleres lapidarios italicen-
ses lo suficiente como para reconocer loa diversos esti-
los.

De eata forma descartamos algunas de las ins-


cripciones de la colección que por su forma, material o
letra se alejaban muc~o de lo conocido. Sabiendo que -
era buena compradora, es natural que en cada visita la e~
peraran vecinos de Santiponce con sus hallazgos, o in-
cluso que se los fueran a ofrecer a Sevilla.

Por estas vías hemos llegado a admitir las pi~


zas que en el catálogo indicamos, ayudúndonoa tambi~n de
la prosopografía. lo mismo que sabemos. por ejemplo. que
la mayor parte de sus funerarias son de una necr6polia
del siglo 11 d.C.
91.

Resultan proféticas las palabras con las que


Amador de los Ríos termina su artículo: "Abriga.río el -
temor de que tanto trabajo resultase estéril, y de que
tanta riqueza se perdiera el día de maaana si, conocieg
do como conozco loa altos prop6oitos de tan respetable
aeflora, no supiera que esté paru el porvenir asegura.do
el destino de colecci6n tan intr.resante. 11 En efecto, el
heredero de la Condesa y actual Marqués de Mérito ho. h,!!
cho lo necesario para conservar la casa y la colecci6n
como en época de su antecesora, la cual tuvo un especial
empeito en qua tuviera un aire romano, y que los mosai-
cos encajaran tan perfectamente en los hnbitacioneo que
pareciera que se hubieran hecho para ellao ( 12 ).

I. 6. J. - An·tiguas colecciones particulares (Sevilla ).

La colecci6n de D. Frnncisco hloteos Gago, en


la que estaban, por ejemplo, oicte relieves con los tr~
bajos de Hércules ( 1) ) y algtmas inscripciones (no:i.
65,104,120), fue adquirida a su muerte, y gracLas a la
activa intervención de otro coleccionista, J. Cestoso,
por la Colecci6n rr.unicipal, de donde pasó al l;!useo; allí,
como las demás de este fondo, e~ depósito del Ayuntamie!!
to hispalense, De ella publicaron un Cattilogo Antonio -
Ariza y F. Caballero-Infante ( 14) que no resulta de -
ayuda porque no indica ninguna procedencia en absoluto.

Lo colección de este presbítero era bastante


extensa y variopinta. Quizá lo mejor representado sean
lucernns, cerámica en general, :,equefloa bronces e in.o-
cripciones, En la pág,17 del citado folleto ce abre? una
relación nodo menoc que de treinta y oeis lápidas y do-
ce ttcipoo" inscritos, m&o quince "cipos con altos relie-
92

vea", tamb16n inscritoa. De ellos don la.a medidas y el nom


bre del difunto, Nos ee posible, pues, reconocer la.a que
ya sabíamos por otros medios, pero no aquéllaa,tambi~n pr2
cadentes de Itálica quizá, de lao que no tenemos otras -
referencias, En cualquier caso, J.~ateos Gago tuvo un inte-
rés muy diversificado, ya que tenía muchao rclnciones en
la provincio y aquí sí que debo haber m1Íl tiples proccdeg
cias. De entre las inscripciones recogidas por /triza y
Caballero-Infante, son de Itálica eus números 1, 4, 5,13,
18, 58 y el "barro" n 11 70, y lo más ñestncado el fragmen-
to de epístola hallado en el anfiteatro, del que hablo.moa
en el capítulo anterior.(nv 167).

Lo colección que tenía Francisco Javier Delgado,


del que hemos hecho memoria más atrás, en su finca de Bo-
llullos del Condado {Huelva) tenía tnmbi6n algunos piezoa
italicenses {nos,44,4; ,46 ), que fueron tarnbi~n compra.-
das por el ~u~eo,

La Sra, Vda. de Gcorr,e Don9or 1 el orque6logo i~


gHs que dedicó buena porte de su vitlo al eAtudio del va-
lle del G1mdo.lquivir y Sllil problemas, hizo donación hace
unos años de dos inseripcionea (noa, 10, 11). En su cas-
tillo de r.:a.irena del Alcor (Sevilla) tiono o ún uno. buena
colecci6n de piezas, especialmente prehiatóricas, y ·tres
de los fal sos de Itálica. ( 15 ),(Cfr.~ nn.96,109 y 142).

Es posible, aunque no lo oobemoo, que colecc:lQ


nistos mencionados por Gali ( 16) donaran sus piezas o
laa vendierun, ellos o sus heredaros, ol Museo de Sevi-
lla. Entre éotos Goli mencionan loo Sres. Saturnino -
Fernández, Antonio Ariza (17), Eduardo Súnchez de la Go-
tera ( 18 ), Ienocio Fuenmayor, Antonio Calvo Casini, Ro-
drigo de Quir6s, etc. Ta.mbi~n es posible que se conserva-
93

ran en las caana de sus descendiontea. La mejor colecció9,


sin embargo, y en nueotra opinión, do piozmi i toliconDcs
la tenía el miamo Caballero-Infante, pero la vondió,en ºE.
te caso al J,1useo Arqueol6gico Kacionol.(vid • .!!!!.8) ( 19 ) ,

I. 6. 4, - fü113co r.~ono0rúfico de IMUca U.i nntiponce .~ovilla)

Dentro de Santiponcc, el lt4:,or que más antigU!


dades atesoraba fue, desde poco dc:.pu6s de au creación,
el Monasterio de San Isidoro del Curnpo, omplaz.ado o lo. -
derecha de la carretera Scvilla-l"éridn y poco ~.mtoB de -
entrar en el pueblo. El llama<lo "opcudcro" del mona11te-
rio y su patio interior ernn los sitios on quo lo::, monje::i
recogían trozos de eacul turus, rrn1~mcnto11 arqui tectónicon
e inscripciones hallados en ltu1 prox:imidadea o fruto de
pesquisas, especialmente lo~ do Fr. Fernando de Zevalloo,
a quien ya nos hemos referido. De nhí que varios vio.je-
ros den cuenta, dcode el siglo XVIII, de piezao que ~llí
tuvieron ocaai6n de admirar~ Pero cicrtamcnto no puede h~
blarse de conservación de la9 m:lsmas, pues lo cierto es
que las que o.U! había, y hablando yo de epícrafes, rlena-
parecieron.

Al inatituiroe el primer euarda oficial, en -


1856 ( 20) con cargo a la Diputaci6n de Sevilla, loa h~
llazgos fueron canalizándose con má0 reeularid3d hacia -
los museos de esta ciudad, bajo la vigilancia de su Comi-
ai6n arqueol6gica. Pero siempre se producían hallazgos -
menores q~e se guardaban allí en Itálica de manera tempo-
ral. Hastn los afios en que exco.v6 el Conde de /.guiar, el
edificio mifo visitado por el i.n<:i pi crntr. 1mr·f 1:1mo de P.nton-
cea era el anfiteatro. Lo penoso de los comunicaciones
oblig6 a construir un pequeño edificio en lo entrada -
oriental del mismo , donde los viajeros pudieran descan-
sar del vioje y de la visita. En ~l de paso se guarda-
rían pequefios hallazgos, cerámicos, epigráficos. eto.
Cuando en 1970 se comenz6 e acometer la renovaci6n del
conjunto arqueológico, se pensó en la creación de un
peque~o museo, concebido como sale de exposición tempo-
ral de piezas que m6s tarde se incorporarían a los fon-
dos del Museo Arqueológico de Sevilla.

Con este criterio, se i nauguró el nuevo flluaeo


en abril de 1973, a la derecha del acceso actual al con-
junto, ya derribado el pequefto edificio anterior y eus-
tituído por una zona ajardinado. El Muaeo consto de un
cuerpo transversal dividido en tres salas y dos torres
donde se albergan la biblioteca monogrdfica, el labora-
torio de reatnuraci6n, el de fotografía y una sala de -
dibujo.

En lo que ahora nos atufle, que eo la epi&rafín,


~sta ae sitúa preferentemente en la aoln de la izquier-
do, tratóndoae casi siempre de frar;mentos mtis o menos -
~rendes, de inscripciones honoríficas (nos,64, 66, 72,
por ejemplo) o funerarias, Unas son procedentes del vj.e -
jo edificio y otras de excavaciones recientes, La aola
central contiene tres importanteo ejemplares: las dos b~
sea del teatro de M. Lucrecio Juliano (nos. 53-54 ) y la
h exagonal de M. Gocceio Juliano, tambi~n del teatro (ng
58 ). En una vitrina de la sala derecha está el fragmen-
to de tubería con las iniciales de la colonia (no 47 ),
Las piezas epigráficas al menos fueron montadas de tal -
forma que su permanencia en este pequeño Museo será larga.
95

I. 6, 5,- Museo Arqueológico Nacional (Madrid),

El Museo Arqueo16gico Nacional de Madrid cuenta


entre eue riquíaimoa fondos epigróficos con varias inscrip-
ciones italicenaee, La primera y fundamental el gran bron-
ce hallado en 1888 oon el texto de la prima aententia pos-
terior a una oratio de Marco Aurelio y Cómodo, referida a
temas gladiato,;-ios, más conocido como "bronce de Itálica"
(ofr, nuestro n2 168), Esta pieza fue adquirida por el Es-
tado graoias, entre otras, a las gestiones de E. ~Ubner y
M. Rodríguez de Derlanga, muy pooo deapu4?s de su apari -
oi6n.
El resto de las piezas que posee, nueve, son de
caráoter funerario, y fuero.u compradas en bloque con la
ooleco16n de F. Caballero-Infante. Ello debió ocurrir an -
tes de 1876, affo en que fueron publicadas en la revista
Museo ~spe.flol de AntigUedadea, o. excepción de una. {21).
Salvo el gran bronce, actualmente no están expuestas, sino
reservadas en loa almacenes.

I. 6. 6.- Br itish Museum (Londres).

El Museo Británico posee un interesante lote de


inscripciones italioenees, exactamente diez (cfr. índice
n. XVII, de localizaciones), junto a otras de distintas
oiudades romanas de Hispania, r.a causa de que este Mu-
seo cuente entre sus fondos antiguos estas inaoripcionee
es la compra, a fines del siglo pasado, a Uora~e Wetherell,
de la colecoi6n reunida por su padre• en Sevilla cincuenta
aflos atrás. En efecto, Nethaniel Wetherell era un in -
glds afincado en Sevilla hacia 1810, donde explotaba una
conooida fábrica de curtidos, la de San Die¡;o. Esta. fá-
brica ee alzaba en donde despu~a el palacio de los Duques
de Montpenaier, jwito a la vieja Fábrica de Tabacos, y -
que hoy es seminario diocesano. Bate es el origen de la
confua16n que hacía buscar "en loa jardines del duque -
de Montpensier" inscripciones que hacía años estaban ya
en Londres.

Wetherell era un apasionado de la arqueología,


y especialmente de Itálico, donde llegó incluso a efec-
tuar excavaciones hacia 1820 en uni6n de Francisco de -
Bruna, de l~a que se hoce eco Gali Loseletta ( 22 ), -
quien dice que extrajo muchas reliquias de ellas, que em
potrcS en su fábrica y que "hoy han desaparecido". Wethe-
rell f'alleci6 en 1831 y fue enterrado en loo jardines del
Palacio de Son Telmo { ~ . , de loa r.:ontpennier). Aflos
después, sus hijos hicieron traoladnr a Londrea todas ous
propiedndeo, incluyendo la · colección epigrófico , quo lue-
go Hora ce vendi6 al Bri tish l,Juseum.

En el Supplementum del CIL II, HUbner (sub p.


1037), que, n pesar de conocer rcferenciao antiguas de nl
gunas de ellas, no los había podido encontrar , indica que
ha recibido de su colaboradora L. r.!cDonold y del dibujan-
te F. Mcr,iurray dibujos y dntos de loa piez110. Sin duda en
loa archivos de la Real Academi a de Berlín oo encontrorón
aún esos informes , pero hoy en día ou consul ta ea difícil.
Estas piezas no las hemos podido ver, pero s í disponemos
de fotograffos,

Las piezas a que nos referimos son diez, y en


nuestro Catálogo figuran con loa núms. 39, 71, 82, 86, 1,0,
106, 115. 132, 152, 154.
97

I. 6. 7.- Hispanic Society (New York)

En 1898, como ya indicamon en el capítulo prcc~


dente, Mr. Archer M. JTunUngton, fundador de estu entidad
filohispánica norteamericano, realizó excovuciones con a~
torizaci6n eubernamenta¡ y poatcriormcnte truolad6 los h~
llazgoa a Mueva. Yorlc. Pero como nw,ca ae publicaron como
conjunto, no existían noticias de que hubiera restoo epi-
gráficos. Tras una gestión nuestra cerca de la lliopunic
Society, tuvimos la auerte de que non informaran de la -
existencia de diez inscripcionce, cao:l. todaa frnc,mcnto -
riaa, pero alguna completo, como las 95y'.1?411ue además -
nos indican que ou área de trabauos fue uno necrópolis;
aunque suponemos que fue la.de la salida norte de la ciu-
dad, no tenemos confirmación aeeura. La nR 24, en cambio,
es de tipo religioso y de cronología republicana.

!. '6. a.- Otras colecciones y epígraf es a i s l ados .

Como hemoG visto hasta ahora, la dispersi6n de


epígrafes italicenses es re],ntivamcntc alta pero estú en
su mayor purte concentrada en siete colecciones o mu~eos.
Pero ello no ea todo. Eo 16~ico que una ciudad romano. so-
metida a tanto.a vicisitudes, excavucioneu, rcbu!'lcaa, etc.,
duro.nte siglos, tenga sus material.ca pcrcialmcnte perdi-
dos o en manos muy diversas. Por ello vamos ahora a decir
algunas palabras sobre otros 11.ll~ares donde estuvieron o
están inscripciones italicenses.

De las antiguas colecciones de Sevilla, aporte


de las mencionadas, suponemos que se incorporaron a los
fondos del l\1u~eo. p-ero no tenemos ccrtc:m, la::i de Anto -
98

nio Ari~a, M, Fern~ndez Castañ6n y E. Sánchez de la Cote-


ra, La colecci6n de J. Geatoso~ feunida tambi6n en el si-
glo pasado, pa.r ece que se dispera6, ])ero al menos algunos
epígrafes están hoy en la colecci6n de J. Guerra Sánchez
( 2) ). La Biblioteca de lo Universidad de Sevilla te-
nía tambi,n dos (nos.41115it). Por otro lado, tenemos la
sospécha de que entre las innumerables cajas que guardan
parte a·e la Colecci6n Municipal, en los almacenes del Mu-
seo, pueden existir aún algunas inscripciones, aunque -
sea fragmentadds, de Itálica, pero au número ea tal alto
que la tarea de revisar todo nos hubiera llevado un tiem
po del que no disponemos.

El Marqu~s de Monsalud tenía twnbién algunas -


piezas en su colecci6n,de Villafranca de los Barros en au
mayor parte, pero italicenses al menos tres (v. suplemen.).
El cen6nigo de l n Catedral de Toledo, el deán de la Cate-
dral de Alicante, Demetrio de los Ríos en León, poBcían
asimismo cpÍl':rafes de It6lico, que unan vccc::i hcmoo onco!}_
trodo y otraa no. Detalles de ello damos en su lugar r es -
pectivo.

En otras ocasiones sabemos dónde hubdl con segu-


ridad epígrafes pero no tenemos noticia alguna de d6nde
han ido a parar. Esto ocurre con las inscripciones halla-
das por Ferndndez López en 1903, que ~l afirma entree6 al
Museo pero allí no apareceJr 4Jon las de lao excavaciones
de Verne't y Engel en 1897, o con las piezas que existían
en el Monasterio de San Isidoro de Santiponoe. En tales
caaoa, ain embargo , al faltar todo el grupo , imaginamos
que allt donde estén están trunbi6n reunidas.

Di:remoe finalmente que en el mundo actual del


anticuariodo ea muy raro que aparezcan ep!grafeo de ·Itáli-
ca, De hecho, s6lo conocemos un caso (n 2 141).

---- i::: -C'--- .-=


NOTAS AL CAPITULO I. 6. -

( l ) Historia, ci"t . • 232.


( 2 ) Por poner un ejemplo, el caso de dos belloa re
tratos de Itálica, adquiridos en 1881 en Sevf'.:'
lla por D. Manuel Salas y que hoy están en la
colecci6n de Dº Uaría Garau, en Pulma de Mallo:r
ca, o al menos lo estaban en 1949 (cfr. A. Gar
oía y Bellido, "Dos retratos f emeninos de Itá=
lica en una colección particular de Palma de
Mallorca.", AEspA 22, 1949, 335.
( 3 ) Creemos que todo investigador se siente incli-
nado a no desentenderse por completo de los te
mas que alguna ve~ le interesaron y sobre loa-
que trabaj6. Por ello no renunciamos a que, en
el futuro, y durante una estancia que nos lo -
permito, volvamos a intentar seguir el rostro
de las inscripciones "perdidas" y estudiarlas
directamente.
1
{ 4 ) Ver !ndicea de localización al final ·de eate
trabajo. 1

{ 5 ) Fue con ocasión del traolado de los fondos al


nuevo edificio de la Plaza de Am~rica, en la 1
IlABM. l.
( 6 ) Gali Lasaletta y Matute, op. cit., mencionan va
rias veces ambas coleccionna . -
{ 7 ) Es dicna de recoger por su mclancolica belleza
la definici6n de la propia Condesa de su casa:
11
Ello. es relicario donde he guardado las vene-
rables memoriao de mis abuelos, los sagrados -
objetos de mis llorados muertos, las lujosa3 -
preseas de mi juventud, los fúnebl'.e s crespones
de mi luto y los artínticoo tesoros durante to-
da mi vida acumul ados ••• 11 (En P. Armero Man-
jón, op.cit., 4).
100

( 8 ) En esto fecho aún recibe la visita del orque6-


logo dan~a F, Poulaen , interesado especialmen-
te en el soberbio torso que está en uno de loa
snlonea, y al que atiende por recomendaci6n de
un sobrino suyo, a lo saz6n embajador de Espuñn
en Dinamarca.
( 9 ) Se encuentran recogi<los en su tesis doctoral
La pintura romana en España, sostenida en el
oño 197'7 y o punto ya de publicación.
( 10) "El lluseo de antir;Uedadea 1 talicenses de D9 íle
glo Manj6n , Vda . de Sánohez Bedoya , en Sevilla",
RAnM 9-12 , 1912, 269 as . :'Jobre el afán de ven-
ti:'i"ao loa vecinos de Santiponcé , p. 27 0 , Sobre
la conveniencia de que loa mu:::ieos estatales -
rhunque con prudencid? compren piezaR folsaB,
272, Sobre el famoso rebuocador de Santiponoe
J. Rodríguez , "Joselito" , 286 . Er,te Joocl.ito -
incluso reataurabu los piezas an teo de ofrece~
los a los clientes.
( 11 ) Itollco , 68, n . 4.
12 Todos los mosaicos do lu Cusa han siclo entucliu
don recientemente por A. Dlanco, Los 111oonicoo-
ro111onos de Itálica. I. , l,1adrid , 1970 , putinint,
( 13 ) Gali , &! . cit., 2JJ , Tumbién se mencionan en
ui10 pub icaci6n ele Arizu y Cuballcl'o-Infnnte,
cit. infra. Hoy que reh,cionar cstoo rcllevco ,
que formarían porte de un jucF,o de dooe, con
el culto de llérculoo , que ele manero especial
debi6 procticnrse en IMlicu (cfr . Ooncluaio-
ncs , en la tercera parto de eoto trol,njo).
( 14 )

( 15) V6anse bujo el epÍBrofc f11lsac vcl nlicnac , en


e). Apéndice documental, y el artJculo rJc J.A.
1 o1

Correo y J. Gonz6lez en llnbis 9, 1978, 197 i:rn.,


publicadas como uuténticn.::: (cfr. AE, 1979, .341-
343}. Debfon eatar en 1.n colocci6n Donnor yo on
tea de 1918, en que fueron publicadas por F.
'ta.
FI
16) Op.cit., 233 ss,
{ 17) De loa epígrafes que tenía Ariza (noo. 108,110,11),
130 ), s6lo uno est& hoy en el Museo de S evi -
lla; de ahí que suponenmos que los otros tres
están juntos en alguna colecci6n privada .
{ 18) N. B7yl21.De todas forrnn3 , aunque? Gali dice que
teníu ~lápidenr", au colección, cotno la de Qui.-
r6s , sobresalía por sus piezas nurnismát;i.eas.
De todas formas , puede vc-rne cómo pasan de mu-
nos las coleccionP.s numismáticas cotejando la
l ista de Gali con la ~ue da .F , Cbaves (Las mone-
das ae Itálica , Sevilla, 1973 ., 10) de aquellas
r¡ue ella utilizó hace UTIOS años. para estudiar
monedns de Itálica: en f,evi llo, colecciones Cor
clirn , Frnnco , Arrunbarri y del CnstilJo . ?lo coin-
cide ningún nomb:i;e . -
( 19) lle.y una observación que hacer: cr1 ol almacén
del Museo, recientemente r eord enado, hemoo vis
to úl timnrnente un s ec tor muy nmpU.o lleno de -
cajas de piezas port enecient eo o lo Colecci6n
1\1nnicipal . Está por hacer el t rabajo de su re-
visi6n,qtte nos gustaría ll evar a cabo,
( 20) Ileyes Veló.zquez , o:¡¡.cit.,cm lo nota 17 tle)
]!' .
cap'Ítulo anterior . A1Lco, ~111 ahw:ü o, P. Royos,
nlc:alde de Santiponce, hnbfo veJ.aclo udrni1üstr~
tj_vmnen-tC! por la.s ruinn:i, y, u]. jubilarae , l o
aigui6 haciendo gra ·buitr.unente har-ita . prod uclrs e
el nomb;rnrnie:nto of id.al de su nieto. En 1a7n. -
había ya doa guardo o oficiulcn, uno pm·a lo:-i
díaA festivos.

( 21 ) J . de J.e1 nada y l)el~ado , t orno 7, 11376, 262 ss.


'l'omb:Lén fueron recogJ.dus por C. r,,¡o del JU vero,
Ltil'p:i.dario del f,'.useo Ar . ucoló ico TJacional, Valla-
o , ? , don e ne O"recen O ep· gra-
fHa de muy var:lndoo proccctenciua.
( 22 ) Op . ci"t ., 4), Reproduce incluso lo 16:pido. del
propio Wetherell, donde, no sabemos exactamen-
te 11or qué, ae le l lamn "nmir;o ilc los pobres".
( 23) !labia 9, 1978, 198. n. 2 y 205, noa.II y III y
~
e 24 > Addenda,- U1.t1msmente hnn aparecido y nos han
enviado fotografía de dos de ellas, núms. lJJ y 161.
SI•:GUNDA l' A n T E
===:=::= ::=--==-·- ;:::::~=::...., =~ ~==::r

( II )

e AT ALo e o DE

LAS I NS C R I r C I ONE 3
102

.ÍI. CATALOGO DE LAS IMSCRIPCIOJ;JES

Método de clasificaci6~

Para la clasificaci6n de las inscripciones.


completas o fragmentadas, de que hemos podido dispo-
ner, nos ha parecido máa conveniente seguir el método
tradicional, consagrado por el CORPUS INSCRIPTIOllln:1
LATINARUM en sus diferentes volúmenes, también segui-
do por H. Dessau en UTSCRIPTIONES LATINAE SELECTAE, y
otras recopiloeiones. Consiste en agrupar las inscrip-
ciones, sea cual sea au estndo de conservaci6n, pero
siempre que ae vislumbre el contenido, atendiendo a
su temática. De esta formo., el orden que hemoo SCBUi-
do ea:

II. l. - Inscripclones referenteo e.1 ámbito


religioso, fWldamentalmente dedicaciones a divinida-
des. Van en cate grupo todas oqu6llas cuyo destinutu-
rio u objeto principal sea unn divinidad cualquiera,
ya expresadas de hecho o por medio de f6rmulaa rela-
cionadas oon un votum. El orden que hemos seguido en-
tre ella.a, como suele ho.cerse, es el resultante de ln
propia categoría de la divinidad dentro del pante6n
romano. En el caso de Itálica, un bloque relevante ea
el cona ti tuído por loa exvotos a Nemeais-Caelea tia.•

II.2.- Aquellas inscripciones cuyo carác-


ter es honorífico y específicamente dedicadas a un
emperador o cualquier miembro de la fomllia imperial.
103

.Es de observar su escaso número entra lea italicenses.


que nos explicamos por no haberse podido llevar a ca-
bo la excavaci6n del principal foro de la ciudad, don-
de deben concentrarse el grueso de loa epígrafes de -
este tipo, y que a no dudar algún d!a proporcionaré
un material de primera calidad por número e•interéa.
El orden de los epígrafes aquí es, 16gicamente, el -
crono16gico.

lLl,.- En este grupo, que podríamos denominar


res municipalls , se incluyen aquellas piezas que, de
una u otro. manera, hacen referancia a l ~ de la ciu-
dad, a sus magistrados o bien a. la propia cond1ci6n
de cSsta. Tal es el oaso de IIviri, IIIIIIviri , magie-
tri ••• alguna de las que aquí interesan van inclui-
das en otros grupos por diferentes motivos, especial-
mente en el religioso.

II.4.- Hemos beoho un pequeBo grupo con otras


inscripciones honor!ficae que no pertenecen al grupo
anterior ni al siguiente, pero que fueron dedicados
dentro de la ciudad de manera solemne.

ll.:.2.,.- Son los epígrafes referentes a miembros


de la carrera militar o alusivos a alguno de sus cuer-
pos. Su poco elevado número, o pesnr de la fama del
origen de Itálica oomo enclave militar, nos hace tarn-
bi,n suponer que muchas deben estar aún por aparecer.

II.6.- El grupo, sin duda, más nwneroso, lo -


oonetituyen loa epígrafes de carácter ~unerario. El -
10,

criterio ha sido la agrupac16n por orden alfab~tico


en cuanto a l ~ . siempre que esto ha sido posible.
Dentro de nomina iguales ordenamos por el cognomen. y
los masculinos antes que los femeninos. como suele ser
regla general.Incluímoe los nomina a6lo parcialmente
conservados pero restituíbles. Si sólo se hn conserva-
do el oognomen º• en el caao de esole.voe, el único
nombre, van según su inicial. Una observae16n importan-
te es que, cuando se ha conservado el nombre del de-
dioante, pero no el del difunto, la hemos incluído en-
tre las fragmentarias, aunque entre ellas hay algunas
de las que consta claramente su carácter funerario •

.!LJ..- Este grupo ee el de documentos relativos


a lee rea iuris. Comprende tres inscripciones en bronce,
entre las que destaca la ya mencionada prima senten-
t1a sobre loe juegos gladietorios, así como un fragmen-
to de ley rnunio1pal.

APENDICE DOCUMENTAL.- Un conjunto de epígrafes


que es nwneroeo. pero que no suponen una parte cualita-
tiva.mente sustancial de nuestro trabajo, han s!ao obje-
to de nuestro interés. Los hemos recogido, seriado y en
algunos casos estudiado. Son materiales que nonnalmen-
te no se inclu~n en corpora del tipo del nuestro; sin
embargo, nos parecen interesantes bajo varios aspectos.
En este momento, y por diversas razones, ha sido imposi-
ble proceder a su recogida en estas páginas, pero ello
será nuestro interés muy próximamente, en forma de su-
plemento o apéndice documental, incorporando sus conclu-
siones a las del presente estudio. Con objeto de que el
lector pueda tener una idea aproximada de tal apéndice,
pasamos a detallar, con numeración correlativa, los men-
105

clonados grupoe. Son los eiguientea:

11.e.- Hemos separado ex profe~b loe epígrafes pro-


cedente~! anfiteatro (II.8.1) y l~s del teatro, esen-
cialmente grafitos (II.8.2). Los primeros, de difícil ree-
tituoión, son en su mayor parte reeervns de localidades,
insoritaa en cornisas y bloques de loa graderíos o del
podio, pero forman un conjunto muy definido y merecen un
tratamiento eepecffico. Los segundos, como hemos dicho,
son grafitos de distintos tipos hallados en el teatro de
la ciudad, ya que las insoripcionee de carácter más mo-
numental del mismo edificio van cada una en su grupo te-
mático.

II.9.- Grupo formado por todos aquellos epígrafes


fragmentados o meros restos de epígrafes que conservan
alguna o algunas letras. Su utilidad es muy limitada,
salvo algunas excepoionee. Están ordenadoa de mayor a me-
nor inteligibilidad.

Il.10.- Instrumenta domestica. Hemos incluido


aquí todas aquellas inscripciones hechas sobre objetos
variados y que carecen de carácter monU.tnental o conmem~-
rativo, tales como asas de ánforas, reoipientee d e ~
a1g1llata , pesas, anillos. vidrios, entalles, etc., si-
guiendo el criterio de Dreaael en ill XV.

Están ordenados según el tipo de objeto-


aoporte. Alguna inscr!pc16n de difícil catalogación. co-
mo la tablilla con el oanto I de la Eneida va incluida
aquí en raz6n de su material, y otro tanto puede decir-
se de las inscripciones musivarias, que tampoco, en los
caeos italicenses, son claras de sentido.

II.11.- Grupo que incluye lna inscrlpn:l.onP.R


referidas a lA ciudad de Itálica o n miembros desuco-
.106

munidad, pero cuyo lugar de aparici6n son ciudades


más o menos lejanas dentro del Imperio. Ea más nume-
roso de lo que en principio calculábamoo, e induce
a interesantes observaciones.

. l!.:J1. - l'a:Lsae vel a lieuae son, como yo


es tradicional en el Q!.!!, aquellos epígrafes cuyo
carácter de falsos nos consta o de los que tenemos
fundadas sospechas. Su número era ya de tres en el
l l II, pero ahora se remonta a doce, puesto que he-
moa hecho nuevas atribucionea de ente tipo.

II.1~.- Van en este grupo aquellas inn-


cripcionea cuya procedencia es discutible, sin que
podamos aclarar definitivamente si son o no itali-
censes.

II.14,- Dudo el escaso número de inscrip-


ciones cristianas procedentes de esta ciudad, nos h~
moa decidido a incluirlas en este grupo específico.
Son ep!~:rafee que pudiéramos llamar paleocristianoa,
pero no hemos constatado ya la existencia de alguno
posterior al siglo V, que pudiáramos considerar de
época visigoda, lo que es extrafto, habida cuenta de
que sabemos por otras fuentes de una cierta vitali-
dad en la Itálica de esos aftos.
107

Método de descripci6n y comentario

llaturalmente, hemos tropezado con una serie


de dificultadea para presentar un corpus homogéneo en
lo que a deacripci6n y presentoci6n de laa pi~zaa ae
refiere. Ello nos ha venido dado sobre todo por ln -
existencia o no en nuestros días de algunos inscrip-
ciones; especialmente le.a conocidas de antiguo,por la
mayor o menor nccesibilidad a ellos o por la carencia
de datoG precisos.

No obstnnte, hn sido nuestra intcnci6n loco.


lizarlas en laa distintas colecciones, o criguiendo su
pista cuando pertenecieron o, privadoo que luec;o luo -
dispersaron o vendieron. Ho siempre lo hemoo conscc;ui-
do. En estos casos podemos ofrecer o no loa medidaa
completas. o el material exacto, y casi nunca los de-
talles paleoeráficos, para nosotros esenciales. Y,so-
bre todo, en muy pocos casos, ,3ua fotograf:Coa o dibu-
jo.

Pero, afortunado.mente, no es éste el caso


de la mayoría de las inscripciones. que hemos podido
ver, medir y foto6rnfiar personalmente en nus lueareo
de conserva.ci6n. Tambi6n en varias ocaaiones, las fot.2,
grafías no son nuestras, sino qua los hemos debido so-
licitar, concretamente a la Hispanic Society de Hueva
York, el Bri tiah Museum, de Londres y loa r,:ucreoe Arquet
l6gicos Nacional y de Sevilln.

Preocntainos cado. inGcripción numerado. indi-


vidu1:1l y r.or.rP.1ntivA.mf:>ntf•, i=!Pc;1ín 1n. r.Atll1oeAción r-int.Pfl
descritA, y con un determine.<lo onquoma, que consi:.te en:
10R

a) Tipo de soporte y material en que está -


confecciona.do. Usamos los eiguientea con-
ceptos: ara, basa, estela, losa, lápida,
bloque, cornisa, plancha, placa. etc .

b) Medidas del mi smo , eapecificando, si ae


trata de piezas perdidas, cuál es nues-
tra fue nte previa. Si no í nd icomos nado,
la medi da ha sido tomada por nosotroa di
rectamente sobre la pieza.

e) Luear de conaervaci6n actual,

d) Tranacripci6n literal del texto epigrá-


fico, expresado en l etras mayúsculas.
Aunque ello, según las normas de recdi-
ci6n del CIL a que nos referiremos~.
es innecesario si se presenta fotografía ,
nos hemos decidido o. hacerlo ante una -
eventual publicaci6n de este trabaj o que
no recoja laa iluatraciones gráficas,

e) Lectura explicado, o deonrrollada, del


texto, expresada en lotrua mindoculns .
Utilizamos en ell~ los si~nos diacríticos
que más adelanto :rele.cionamos , sig uiendo
lAa pautoc de la recdi ci6n dol CIL, que
asumen en una porte importante el anti-
guo sistema de Leiden.

f) Dibliografía: toda uqu6lln que hemos pod!


do recoger y que se refi era tnnto a lu r.!:!
hlicaci6n de la. inocripción como a r,u nwn
109

ci6n en otroo tipol:· de estudio:~. La bibli,2


grafía va ordenada cronolór,icamente; en o~
te sentido huy que tener en cuen-ta que in-
tencionadamente hemot:: omit:i.dCJ de m::ine:ra -
sistemático. loa o.l1.1nion0~1 n J.r., l i tero. h1r:i
que sirvió de fuente al CIL, por g,~r (,::;t~
muy fácilm·ente aoeqtüblc en eJ mismo, don-
de se tratan de manera exho.uotiva las pos!
bles dependencias de unos autores con rcn-
pec-to u otros y las vnriucioncn de l~ctu-
rns. Ello no obsto para que cuando lo con-
aideramoo neceoorio, ho.c;mno:J lua oportuna~
referencias. Se incluyet tJi proce<let el -
aparato crítico poatcr1or, con unu llnmn-
da u 110-to. de pie de pác;inn en el autor c.2,
rrespondicnte.

e;) Si se ofrece fotoc;rafía o dibujot el núme-


ro que coincide con el torno do iluotracio-
nea que acompaña a este trnbojo se indica
en el murBen derecho, En este punto hemos
de hacer constar que no ofrecemos fotogr!l
fín del conjunto de lo::: ep:!c;rofcs, y que
ello gcnero.lmente se hu debido a dificul-
tades materia1es o a haberse pnrdi<lo lu
pieza de unticuo o a no hnbcr podido loca-
lizarla en el Llusco o colccci6n donde de-
biera hallarse. En cualquier caco, son la
minoría <le ellos,

h) Comentario de la inscripción. El comenta-


rio tiene por lo cnnoral doa vcr.tientcc.
Una dedicada n luo circunctunciuo, níío,
110

lugar, condiciones, etc., del hallnzgo,


cuando éstas ee conocen o tiene interés
su discusi6n, La otra nl comentario de
la inscripción en sí, tanto en ou aopec-
to palcoaráfico (obaervucionen sobre to-
do tipo de caractereo externoF.J; interpun-
ciones, letrao, repreaentuciones grá.f i-
caa ai las tiene, etc,) como en el pura-
mente interpretativo (análisis hist6ri-
co, prosopográfico 1 aignificaci6n social,
y otros), y según lo requiera el epígrafe,
Aquí es donde solemos indicar la dataci6n
que, a nuestro juicio, corresponde a ca-
da pieza, cuando ~ata sea posible.

L6gioamente, algunas inscripciones carecerán


de alguno de estos datos, Podemos poner como ejemplo
claro el de las medidas: como ea sabido, pocas veces
HUbner en el ill o su 8upplemcntum, o en la ]ill ofre-
ce medida de las inacripciones1 ~etas son lao que pre-
cisamente han podido después perderse y, por tunto,eo
ya imposible conocer esta elato,

Otro tanto puede decirse de su paleogrofín:


aunque 61 muchas veces dé, sobre el ectypum, alguna
1ndicaci6n sobre el tipo de letra y ou dataci6n, ei
luego no la hemos podido ver no podemos ofrecer comen
tarios al respecto; cuanto máo en oquellan de los que
no dice nada, que son la mayoría, Como norma general,
pues, nos hemos propuesto comentar eólo aquellos as-
pectos que nos consten de manera cierta, De eato for-
ma, nuestras conclusiones podrán ner roás f iables.
111

En varios casos, hay insoripoiones que hemos


inolu!do en un determinado grupo, por ser más defi-
nitorio, pero que, sin embargo, ofrecen puntos ~e
inter,a para otros. En este caso los indices anal!-
ticos que hemos redaotado al finnl de eote trabajo
pueden ser de utilidad para tales precisiones.

Por Último, hay piezas o conjuntos de ellas


que requieren un comentario más completo, desde el
punto de vista hist6rioo, religioso, etc~ En estos
casos el comentario de oatalogaci6n debe ser forzo•
ea.mente más breve, pero remitimos a trabajos monográ-
ficos nuestros, ya publicados o de futura eparici6n.

~=--===-====
112

SIGLAS Y AilllEVIA'l'URAS DE MAS FRECUENTE


USO EN EL CATALOGO .

Année Epigrophique, Paría,


Archivo EspoHol de Arqueología,
Madrid, C.S.I.C.
Amador, ''Museo" R. Amador de los Ríoe, "El !Auaeo
de ontigUedadee italicenaeo de lo
Excma. Sra, Dª Regla Ma.nj6n viuda
de sánohez Bedoya , en Sevilla",
~ 9-12, 1912, 269 BS,

Berlanga, ~ t.!.Rodr!~uez de Berlani;u , Loa nron-


ce:1 de Osunn, r,rlilot30, 1873,
Derlanga , Itálica Rodríguez de Derlongo, El nuevo
!l.,
(1) Bronce de Itálica, Málaga, 1891,
Cagna t , ~ R. Cagnat, Oours d'6pigrophie la-
~ . París, 3§ ed., 1898,
Campos, Inscripciones M, Campoa l,'.unilla, Inocripcioneo
romanas que se conaervan en el l.'.u-
seo Argueol6gico de 3evilla.I por -
te, Sevilla, 1892,
ConBreao Arqueolo1üco Hacional (Ac-
taa, I-XVI, Zaragoza).
Castillo, rroa . Duet , rrosopographio Da o ~lcu, Pamplona,1965,
por Carmen Castillo.
Ceán, Stunnrio J.A, Ceán Bermúde1.., SU!1'J1rio de l oo
unti1~Uodadcn romonnn r¡uc huy en Eo-
pafia, Madrid, 1832,
113

lli II E. l!Ubner, Co:rptrn Inscriptionwn


Latiua;rum , vol. II (lliupania ),
Berlín, 1069.
ill II, Suppl. E. l!Ubncr, g., volum~n suplemen-
to del anterior, Berlín, 1092.
Collantes, mee. F. Collimt1:s el o Tertfo, notna ma-
nuscri tao, en torno a 1950,
Cortina, Antig. r. de lo Cortina, Antigliedndcs ele
(2} I tálica , Sevilla, 1840,

~ Darcmberc-Sur,lio, Dictionnaire des


ontiguit6u o·ccqucn et romd.ncn,
Paría, 1877-1919,
Deeoau, 11§. n. Dessuu, Inacriptioncs Lntinoc
Selectac, Berlín, 1092-1916,
A. D' Oro, Rpigruffo ,jurídico de la
Es puíla romano , Uadrid, 195).

. !§ Epherneris Epj.graphicu, Derlf.n •


Etienne, ~ R. Etienne, Le Cltl te impérin1 dancl;l
l a péninsttlc il.Jériguo rl 'Aucueto o
Diocl6tien, Romo, 1950.
Fdez . Chi carro,Gufost Gufos del r:lur.ioo 1\rgueolóe :lco ele Se-
Catálo_BQ. villa, ediclorn:rn oucai::::i.vas de 1957,
1969 y 1980 (éntn en coluboro.ción
con F. Fe:r.nández G6mcz).
Fdez,Chicarro, "Lá "Lápidas votivus con huellas de piaa
pidas"
del lr.usco Arqueo16Gico Provincio.1
de Sevilla", ru\.Br-.1 56, 1950, 617 oa.
114

Fdez.Chicarro, 11
1.11- Inacripciones de militares en el
11

11tares" Museo Arqueol6gioo de Sevilla '',


~ 61, 1955, 585 as .

Fde~.Chlcarro, "Ad- "Adqu1aicionee del Museo Arqueol6-


quisicionea11 gico Provincial de Sevilla'1 , suce-
sivos artículos publicados ~n la
BA.fil! entre 1946 y 1961.
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clones en Itálica (afio 190)), Sevilla 1 1904.
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lldez.Díaz y otros , J. Herndndez Díaz, A. Sancho Corba-
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Excavacü:mcs y /\nt i gilerlo.d es , l.'.adrid.
t.lemorias de lon r,tu.r.eo::i Argueo16r;i-
cos Provtllciulcs, r.!adrid.
Notic i ario Arqueol6[jico Hisp.finico,
Madrid.
Mavascm!s-Fdez. Ch.! J.M. de Na.vaacuéa y c. Fdez. Chica-
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Roldán,E;jérci to J. I.1.Roldán, lliopnnin y el ejérci-
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Vives, ,!!l;B J. Vives, Inocripciones la tinua tle
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Wickert. Motas L. V/ickert, fichas monuacritaa so-
bre inscripciones italicenses.
Zevalloa, Itólica F. de Zevalloot Lo Itálica, Sevi-
lla, 1876.

( 1 ) filYgl Boletín de la Real A.ce.dcmin de l::i.


Jlistor:La, Uadrid.
( 2 ) !fil E. de Rugc;icro, Di:r.iona.rio cpi¡~o-
fico d ' 1:mhc.h i'to. romane , Roma, -
1886 ••• (A-L)
( ) ) llM Jlisponiu /uÜi()\lfl l•: ¡,l¡~rnphica (:.:adrid).
11R

SIGNOS DIACRITICOS UTILIZADOS ( 1)

Div1si6n de las líneas de la inscr1pc16n


en la leotura (sólo cada tres de ellne).
5 abo Indicativo del número de l!nea en la trans-
cripción (oada oinoo l!neae}.
.
a Letras que no se leen claramente pero ae
aseguran por el contexto.
~ Indicación de cursivas.
{abe¡ Letras sobrantes en una palabra.
<abe) Letras omitidas en el texto que ee suplen.
rabel Letras que el editor corrige (detalle en
el aparato crítico).
a(bc) Letras entre par6nteeia que indican el de-
sarrollo de una palabra abreviada ( 2 ).
e.(-----) Iniciales de palabras que no se pueden de-
sarrollar con certeza.
(scil.~) Palabra que n~ aparece en el texto pero
que se sobreentiende.
Palabras o números que llevan barra supe-
rior.
,-...
abe Indioaoi6n de nexos.
Palabras tachadas pero aún visibles.

( l ) Vid. H. Krwmnrey y S, Panciera, "Cri teri


'oredizione e eegni dlacritici", Tituli
2, 1980, 205~215, m~e nueptras r eferencias
al sistema de edición. No hemos tenido ne-
cesidad u ocaei6n de utilizar todos,
( 2 ) Loa criterios del que podírunoo llamar "aia-
tema de Helainki" prefieren no desarrollar
abreviaturas como filiue, aervus o liber-
tua, pero nosotros lo seguimos encontrando
mi y sí lo hacemos.
119

(aboJ\ Palabra enmendada por el lapicida.


"abo" Letras afl.adidas de antiguo para corregir
o oompletar el texto.
[abe] Letras perdidas aoeidentalmente que se
pueden su))lir.
Letras perdidas acoidentalmente que no
se pueden suplir. Con números indican
el oáloulo de espacios.
(-] Praenomen perdido que no se puede supo-
ner.
(-------j Laguna inicial o final en la inaoripoi6n,
de una línea.
Laguna inicial o final en la inscripción,
de varias líneas ou110 número se ignora.

tsi::w:s-ac1:1:::c::=

=-·======.:::==:=-::=i::
120

II. l. - IN3CRIPCI0NRi1 DE CARACTJff¡ llBLIGIOSO


121

Mum. L - nasa-pedestal de co.U.zn murmóreu blanca con


algunaa manchas; reconotruída mide 1.52 x
0.80 x 0.75 m. Letrn.o entre 5 y 5,5 cm. tu-
f.eo l\rqueológico de fJcvJ.lla,

.
t.':ERCV ••••
AVG,., •••
L, BRVTT.,,. Lúm, I
DARGA.,,.
5
.
FIRMVS,F,,, •
AVGVSTA., •.
D D

~.: ercu[do] / .Aue;(uato)/.3 L(ucius) Drutt[iur:


L( ucii) 1( ibert us )j / J1nreo[ t1teqJ / 1i'i.rmus :rpn-
m( cn)J / Aur~usta[lis j / "D(ec1' eto) d(ecuriomu11 ).

Fcrnández L6pcz, E:xcavnc:Lono::i , J,XXVI; Fd e1.,


Chicarro, Guío •.• 1951; HAE 195)-1954, n 11 56fi (1);
Etienne, ~ ' eOJ.-~OJ; G11 y Dellido, CAAI,
25; Vives, ILER n~ 264; Piernavicja, Q!mill,176;
Castillo, Proe. Baet •• 74; Curohin, llll!,n~ 2J9,

Fue hallado este pedestal, al que falta algo


menos de la mitad, en el luear llmnudo Eras del Conven-
to, en 1903, gestionando Fernúndcz López au adquisición
para el Museo. Actualmente sirve de base, muy restaur_!!
do,- para la célebre estatua de t!!crcurio oporecida a -
unos 40 m. de él. Es muy posible que tal fuera cu fun-
ci6n primitiva, La restitución del texto que actualmen
te se le hn añadido se debe a 1". Collantes de Terán.
Ea tamos el e acuerdo con ellu cosí compJ.ctanwnte, nul vo,
como puede comprobarse, en lu~ l. 2, 3, 5 y 7 en nlGÚIJ.
122

detalle. En la línea 2!preferimos leer Aun:(uato) en lu-


gar del nombre desarrollado, ya que vemoo uno intenci6n
mtq; clara de equilibrio en la diatribuci6n del texto,y
la palabra completa produciría un deaencuo.dre. En la
l. 311 nos convence m&s L(ucii) l(ibertue) que L(ucii)
f(iliu~), porque a la vista del primer cognomen de este
flamen debe tratarse més bien de un liberto. En la l.
50 no cabe materialmente flamen, es mejor flam(en). Por
último, en la l. 70 no creemos d(onum) d(edi~) eino d(e-
creto) d(ecurionum). Por los caracteres externos, capi-
tales cuadradas perfectamente dibujadas pero con una 1!
gerísima eatilizac16n, la fechnr!omoa hacia mediados
del siglo I d.C. El pedestal tenía en el costado izquie~
do urceua y en el derecho pátera.

r.rercurio no eo una divinfdnd eapcciolmen'te


venerado en la Bética. De 24 inscripciones de la penÍQ
sula, aólo tres proceden de esta provincin ( ?. ), y
sólo en la de Itálica lleva el epíteto de Aue,uato. En
cuanto al dedicante, I,, B;rut:tius Ilargo.theo Pirmua, 11.Q,
va un primer cognomen de carácter siríaco, que reluci,2
namos con el Bnl"athea de la cerc~na Peñaflor ( 3 ).
Pueden colacionarse tambi6n dos ejemplos itúlicos ( 4)
Sobre este cognomen comenta García Iglesias ( 5) que
"no parece hebreo, aunque sí semítico, i,ín deatocur un
posible origen norteafricano ••• ", opinión que creemo13
aplicable o este '.Bargnthes.

Por otro parte, nos c;usturía recordnr aquí


el doble carácter de Uercurio como dios ae;on!stico
( 6 ). pero sobre todo, comercial, y poner éDte últi-
mo en relación con las muy poaiblca colonias de comer-
ciantea airioo y, en general, c;reco-orientales, que de-
bieron establecerse en di.otintos centro::, de la penín:::~
123

la desde 6pocae tempronau. Rl yu lcjnno cotudio de A.


Garc.:fo y nellido ( 7 } proporc:iont1bu clc.imr.ntoi:, paru
penoarlo, y una pruebu ra6o tnrclía 1Jc ello r.er:fon })Or
un lo.do el ar:ro:l.go en el oiclo III clel culto de Ado-
nis, concretnmente en Sevilln (O) y la pr.rmonencin
de toles coloniuo comercialoa oiriun en 6pococ ton
avanzadas como loa siglos V a VII, para noootroo bien
demostrada por L. Gorcía rt.oreno { 9 ) • El nurgatl1cs
de Itálica habría adquirido au riqueza y ciudodan:fo
por vía de las relaciones comerciales.

Este pedestal y la imponente e3cultura del


mismo dios ( 10 ) han el e rcJ.a cionorsc de alguna mane-
ra con lar: dos inncripcioneo a:i.c;1.1:i.ente::i I rlcrU.cndna a
Be.cot y pueden permH:i.r J.u c:x:intr.nc.:la <le un c~tlto fo~
malmente c:1 tnblccldo en It~l:tcn, FJC/•:1,ram~mtc do cor,'ic-
ter municipal (D.D,),

( 1 ) Todna lns lecturü~ sig uc11 ln de Collontci::: Jier-


rra=
c ui.:i o Au t us t o/ L , Bruttiu::i Rn1· u t hcs Firnrw;
me,n Au t.is ulis D on um d cdi·b .
( 2) t:unigua (IIAE 2615), Itálico. y Arjonn (CIL 2407)
( 3 ) G. Chic, en llubis 6, 1975, J62.
( 4 ) !:larca de cerámico en Otricoli (Umbría): AE 1910
r.J . P01· ( enn:~ / Dar.,.at hes) y ep íera.fc de Ostia Eg
• · _¿ 'l . ,,un i u s F e • • llor r;n·the.o , mnrido de Coc-
ooia T.yche . Loa Cocceii aparecen to.mbi~n en
Hca.
m-
( 5 ) J.or-, judíoa en ln Españo. antie;ua, t:udrid, 1977, 64.
( 6 ) ~ P. Piernaviejn, f!illill, 176.
( 7 ) "El elemento foros-tero en lR !Iispo.nio. romana",
nnArr 144, 1959, 139 ss.
( 8 ) F. Cumont, 11 L e,D s yrien3 un Er-ipngnc et len Adonies
U Sevilh 11 , 3 ][rü1 !3, 1927, JJO sn.
( 9) 11 Colonios de comerciantcG orientulec en la Penín-
sula ibérica S.V-VII 11 , !Juhis J, 1972, 127, P::iru
5cviJ.Ja, 137; paro Uéri'ilr¡-~,¡6.
(10 ) Gnrcfa y nclliclo, ]ill!IT, nn 6,¡ y ~ . 146.
124

Mum. 2.- Ara grande en mármol blanco de Macael, muy


brill~nte. La zona baja, algo más oscura,tie-
ne una tonalidad rojiza. Urceus a la derecha
y pátera a la ü:quierda. Mide 1.65 x o.62 x
0.45 m. Líneas 4.5, J.5, J.2, J.2, J.l ~ J.l
cm. Uuseo Arqueol6gico tle Sevilla.

LIBERO. PATRI. SACR.


L. CAELIVS. SATVRNINVS
L. CAELI PARTHEMOPAEI Lám. II
LIB. OD. HONOREM. I'ITITI , xav.
5 EDITIS. LVDIS. SCAEN!CIS
i5 l>
Libero Patri saor(um} / L(u6ius} Caelius Satu.r-
ninus ¡J L(ucii) Cacli Parthenopaei / lib(er-
tus ob honorem seviratus editis ludia scae-
nicis / d(ecreto) d(ecm·ionum).

Q!UI, 1108 ( 1 ); Gali, Historia, 18;'Cam-


pos, Inscripciones, nQ 217; G1 y Bellido,CAAI,
25; Guía ••• 1969, 82 nQ55; Vives, l!i!ill., ne 211
( 2 ); Guía ••• 1980, 92 ng 9 ( J ).

Fue descublerta en 18J9, en laa excavaciones


de Ivo de la Cortina. Según HUbner, en su época se con-
servaba ya en el museo. Por los caracteres externos po-
dría fecharse a comienzos del siglo II d.C., opini6n -
expresada también en el ill• Son doa con 1fota (n2 3) las
dedicaciones a Liber Pater, para cuyo culto hay que a~-
poner un carácter municipal en Itúlicn, en virtud de las
siglas de la curia. El hacerse ln dedicuci6n coincldien-
125

do con el ofrecimiento por el s~vir de repre!.entacio-


nes teatralefl para J.oa conciudadanos nos refuerza en
la. lectura. Lu e:x:presi6n ~ honorcm es dE'! las máa co-
munes en ta.les casos ( 4 }. Se tratn del liberto de
un liberto que, como eo habitual, ocupo. lo mac;istra-
tura del sevirato. No es precino seíialar el origen
posiblernente griego del primer liberto a tro.v4o de -
su cognomen Parthenopaeus . En cambio, Sa t urninus se
suele señalar como típico cognomen norteafricano, aun-
que con frecuencia se le encuentra también en Hiapa-
nia. ( 5 ) •

Hay en Itálica otro mepre.r1entante ~e lu


gens Caelia , y también de cognomen grieeo. M, Cae -
lius Alexonder (n° 44), ~ate muy posiblemente arte-
sano de los trabajos de la s t a tio scrrari orum au~tUJ-
~ italicense ( 6 ).

( 1-) HUbner dice qne Cortina le envió el calco a


E. Ilraun, quien ¡ a p ublicó en el Ilull. Is t . ,
18J9, 5. Línea J Pur t nenopoli y l . 5~ edilis
(Cortina). IIUbner fo da bi en. La Úl tima I el e
la l. J!! ea longo.. l!Ubner l. 6 9 .D. .D.
( 2 ) Línea J9 Pa1"thenopuci.
( 3 ) Línea 6~ .D •• D. y d ( omui1) d(edit ).
( 4 ) P. Garnoey t "Honorur!um decuriono.tuLJ'1 , llirJ Lo-
~ 21, 1971, 309 ss.
5 Knjnnt o , Cognomi nu , 54, 213 y pa or:irn .( puru So.-
t u rninus ) . Pur·thenope e.o de lol~ nombre::; gric-
goc atestie;uado::i en Roma n61o en el TI::ijo Impe-
rio (H. Bolin,"Die innere Chronolocie des rH-
mü1chen Cognomens", Onomaat.tquc , 127 .
( 6 ) Cfr. nue~tro trabajo en AEopA 1977-1978. 1115,
y AE 1979, 358,
128

Num. 3.- Ara en mámol blanco de mediano tamafio. Está


partida por la zona inferior. Lleva moldura
doble. Mide 0.49 x O.Jl cm. Museo Arqueol6-
eico de Sevilla.

LIBERO PATR
AVG. SACR.
.
A CVM. ---VS TAL IS Mm. III
1 XCVIo.
AVG. ----- ET.M.
5 .. ...
DEC -- RIONI

- ---- PR. KAL

Otunelius? et
m wlici ii? -- /
-----] pr(idie)

ill rr. 1109 ( l ); Dibujo de D. ,ie los Ríos


( 2 ); Gali, Historio, 18; Campos, Inocripcio-
~ , 9 ne 195 ( J ) ~ Fdez. Chicarro, Catálogo
1969, 81 n 11 39 ( 4) y CatiSl oe;o 1900, 9J n2 19;
Vives. ILER. n~ 212 ( 5 ),

Esta ara frac;mentadfl fue dcscubie.rto en 10.39,


junto oon la anterior. Su e/:Jtudo de conservación, nnJ vo
en lna dos primeras líneas, ea muy malo, prcsentándone
grandes áreas del cnmpo epigráfico comple~c.mente borra-
das, con débiles trazos aislados que pueden correüpondcr
a letras. En estas condicione~, nn es raro que las lec-
turas hechas hasta ahora, y que indicamos en el aparato,
sean muy inseguras, como tambi~n hn de serlo la nue9tra.
Nuestros propias visitas al Muoeo y laD fotograffos que
de ella hicimos noa permitieron hacernofl une. ideo algo
12 'l

aproxi.mada r1 la rcali<lo.d, pero qu:tzrl ln me;j or foto por


su claridlld son la que ofr.ccemoa, hecho por el r.:uf:co.

Lnn dos prirnerns lf.nc::rn no ofrecen <lif:icul-


ta.d, salvo que un golpe vertical ul final rlfl la prime-
ra podría estar ocult011o lo. I finnl <le PATRI, que poclrf~
moa espel'nr mejor. Aquí ea don<lo oe ha ~ee;ui<lo uno ~ -
dratio, que en las líneaa siguientes purecc no haber
existido, por lo que se ve una anarquía de alturas y
proporciones. Las líneas J, 4 y 5 son visibles pero su
lectura es muy problemáticn. De lo 6!! no hr.mon visto -
nada, como tampoco Htibner. En la 7' hemoo creído din-
tinguir PT1.KAL., lo que iría bien con un contex·~o de
dedicaci6n, aunque deode luego la.e JiiboruJ.ja se celo-
bro.ban el 17 de marzo ( 6 }.

Bn ln l. 3'-' nos parece dioUnr,uir CVI.: y pun-


to, que proponemos como r;ontilicio, Curneliuo, <lo or:i.-
gen itálico y atc:,tiguado en llifipnnin ( 7 ) y t coino
el final STALIS de la mi0ma línea eo cloro, sólo pue-
de ser el frecuentísimo co6nomen i\ueuotuliF.l ( 8 ), En
la l. 4~ AVGt lo G muy dél,il, po<lr:(u dermrrollnrnc nud,u.x),
como hemos propuento. Al final, donde ll. vlo cvr.: y e[,\~
pos VI;~ ( y nosotros SIVf,: en un primer momento) t crC(?Wm
ver ET.I,1. Lo. línea 5!! es ln mú~ exb:niin. 'l'rnR tum D
inicial, E y e muy difíciles y m:fo udelontc rumn muy
explayado. Aunque ea difícil ndmi tirJ.o, rióJ o po<lrío
ser dec~u~·:i. oni, que en e::ie cnao ~rnmoticul, no cncujo;
pudiera :fnl ter le o.lgunn lotr11 que fuera en la l. 6'l,
pero eo imposible leerlo. Resumiendo, pueo, sería lo
dedicación a Liber I1oter ( 9 ) , es decir, nuco, de un
augur (¿col ( onia) <:r t m(unicip:i. :L?) (10), A, CunrnHuo
Aueustalis. El día antco de unan !calendas co tambi6n
la .dedicac16n del pedcote.l de Vnllio P.tnx:i.minno (n!! 74).
128

Liber y Libera ,su paredru, alguna vez asimilados a Dio-


nysoe y Ariadna ( 11 ), gozaron de una relativa dcvoci6n
en Hispania, /\ estas doa de Itálico. hay que citar dos
en Lusitania ( 12) y cuatro en la Citerior Tarraconen-
se ( 13 ). A ello hay que aumor un grupo de aras pro-
cedentes del santuario de Donón, en Pontevedra, de los
que cinco al menos han sido publicadas ( 14 ).

Adelantaremos ya q u e ~ . como ~~meeis,


Silvano y Diana, parece~ oer especialmente adorados
por sociedades con fuerte elemento militar, En todo3
estos casos, Itálica, como Astorga, Legio y alguna -
otra, comparten esta característica con Mesia, Dacia,
- Panonia, Britania, ambas Mnuritnnias y alguna otra
provincia por el estilo ( 15 ). Lo mayor o menor oce~
taci6n parece que está en relación directa con el he-
cho de que se haya producido une. inte:rpretati o romo.na
de una divinldad indígena preexi3tcnte, en este cerno
una relacionada con e} vino o la vendlmiu.

( 1 )

( 2 )

( ) ) LIBERO PATR/ AVG. SACR/ ACVA////ALIS/ AVO


///VM / PI., •• NI.
( 4 ) LIBERO PATR/ AVG SACR •.•• (no da desarrollo).
( 5 ) Libero Pat ri / aug, sacrum / A. Cun • • • / •• / •.
( 6 ) Degrarai, Fast i I XIII, 2. 425 ss.: Libero
in Ca,hPitoliijTcf. R. Schur. ~ XIII , 68 8 3.)
129

( 7 ) Vid, CIL II, 2639 ( Asturi ca): padre e hijo pcrte-


ñécientea a la l egión II Adiutri.x, el primero ya.
en calidad de veterano; CIL II , 2 377 (Verzea-do-Douro,
Port.): Potitus Cumeli f-:-¡-ilAE 1-3, no 239 (Cár-
quere Por t. ) : Albonius Cumeli f .; y HAE 6-7, 112
1169 ildanha, Port . ): Cwnclio Tal ai f· . Parece, -
puca, que Cumeliua P.s un gentilici o introducido
en Jlispania durante lus guerras lusitanas, produ-
ci~ndose despu~s su adaptación al medio indí~ena.
( 8 ) Ka janto, Ca~nominu, 62 y 220: ea u.no de los coe,no-
mino calen ricos por excelencia, pero puede en-
t enderse también por su valor ocupacional, que -
quizá aquí ~u.era preferible. Es típico de in~e-
nuos, aunque huy también 13 ejemplos de esclenros
y libertos.
( 9 ) Uno de los más antiguon dio.neo conocidos en el
Lacio, formando triado. con Libera y Cc:i:·cs , lo
que nos intereso. apuntar tlCJllÍ porCJUC to mb16r/cn
Itiílica hubo culto a Cereo. (A . Brulü , Libcr l'u-
ter : or:i. :Lne et e onai cm <1u e: ul te dion sia uc
omc e · unns e mondo romolll , Pur· a, 19'.í) , ~ -
sslm ).
(10) Cierto.mente ei:;to interpretaci6n trueríu otron
problemas. Parece que el et debe unir elementos
similores, de ahí nuestro SUGerencin. Pero ello
no.n fcchor.ío exactamente la dedicación a naco
11 cortüenzoe del ate;lo I I d . C . El aueur lo lwhria
s:i.do ya de 1n épocn munic:f.pul , unte0 y U!;)Jntér;
del paso de Itálico f.\ colon:Lu . Au11c1u e eJ.lo no
en rl(rncnrt.nbJ.e , los corn e t el'Cf.l cxt crnoo de J.a
j_nn cripci6n y :m manifiesto der.;c:uiüo nos llo.t·Íilll
en pl'incí,' pio 1"echarl a mrfs tnrtlc . T'vcdc quedar ,
no obst ante , abierto n diec ur.i6n . ·
(11 ) Ovitlio, ~ . III, 512.
(12) fil II, 620 y 799,
(lJ) CIL II, 2211 , 26J4 , )264 y AE 1977, 429 (t. ~el-
tráo, Cacso.rou¡~usta )9-40, 1975-6,115-UG: · 1,ihcro
et Li berae ) .
(14) I'or primero vez en CEG 26, J971 , 64 flfl,, corno -
dedicodns o Libcr . Ai1oo dc:.:¡,uén, I. J:ill:fo, r; oti:t·d
lun 1·1.r nn dcl rmnt1mr.Lt, lle J)ol1(Í!l_ÚlJ..Q._L l'o t1'LC'V~
~0:;·l;o111~mtc (lcd+catlo 1 u 1,11.>t~J~ , V:.iGo , 197;¡ (,lle(~
q_ttc_ÍO 0011 0-un tlio::i V:1.La.J:o llreo . Y'.t!U , h,1~ámJ 0F10- ,
entre otran 5.dcui:; sí ucer· ·11.1::1::, en la de que no
puede dnr :1 c Lj_l,Ql· ::i:Ln r .1. Lc1· , pero véa~e M: 1977,
429. r, 1' u c 1·11-¡fc.¡'Ji 1J11UJ.Ün /\.],; 19'/'.), '/22 o 1"9''79, :':29.
( 15 )0chur, HE cit . , 74.
130

Nª 4. - Arula en calizo. blanca. Mide 21. 5 x 11 x 8.8 cm.


Letras de l. 7 cm. r,1uaeo Arqueol6gico Nacional,
almacenes.

VICTORIAE
L6m. IV
Victoriae

CII. II, 5)67; J. Rada, P,'!EspA. 261; c. M!I Rive-


ro. Lapidario, J, n2 9.

La pieza procede de Itálico. aunque originaria-


mente estuvo en Sevilla, en lo colecci6n de F. Cabo.lle-
ro-!nfante. Presenta varias pérdidas y r-0turas que -
afectan al ara en sí y a.ln ne I del letrero. Los c~
racteres de las letras no,eon muy definidos, únicamen-
te la V inclinada hacia la izquierda, que es un rn::ico
en Itálica de mediadoo del siglo II en adelante.

En una ciudad muy militarizada desd~l comien-


zo, como lo fue Itálica, Victoria ea una de las deif!
cocionea más naturales de hallar. En el coso de esta
pequefia ciudad bética, las campañas victor.lomadesarro-
lladas por Trajano en la zona oriental del Imperio hu-
bieron por fuerza de tener gran resonancia,

Hasta el momento se contaba. s6J.o con eDte míni-


mo testimonio. Pero en 1960 se produjo. en los excavn-
cioneo del foro, el hallazgo de una inscripción de lo.
flaminica V:l.bio Modesta a la Victoria Aui:;us ·~a conmemo-
rando el obsequio de una estatuo de plata con joyo::i y
en elle. se annde que "en su templo" conooe1·6 más obje-
tos, Este templo de la Victoria Augusta, oin duda la
d~cica, debi6 erigirse en el foro nuevo. Lo. nuevo. in:::-
cripei6n será publicada en breve por P. J,e6n, por lo
que no podemos incluirla aquí por el momento.
131

N~ 5.- Lápida rectangular de mármol blonco-grisúceo.


Uedidas: 53 x JO cm, Línea 1, J. 2 cm., las d~
m~a 2 cm. Rota en vnrioa trozoa, especialmeg
te una fnu,tura verticnl. Museo Arqueol6r,ico
de Sevilla. Dos parea de pies, uno calzado y
otro deanudo, en distinta dirección. En el
margen inferior izquierdo uno. pequef'l.a láurea.

CAELESTJ PIAE. AVG. Lám.V,a


c. s:¡¡: ••• LIVS. AFRICAlJVS. cvr,~. LIBERIS
A L V S

Caelesti Piae Aua( ustuc) / C. Se [ :i,yMlius


Africanua cwn liberis / J a(nimo) l ( ibens )
v( o ttun) s ( ol vi t ).

A. Schulten, ~ 3), 1940, D, J.úm. I y


Ampurias 2, 1940, )), lám. 1,2 ( 1 ); g
1944, 69; Fdez. Chicerro, 11 Lápidas ••• 11 ,
629 ng 12 y lám. VI; ItAE 1950-52, ne )56
( 2 ) ; A. G!.! y Bellido, "El culto a ~
Gaeles ·tio en la. penínimla ibérica", .BRAII
140, 1957, 451 as. ( ) ); id., CAAI, 26 y
fig. 18 ( J ); id., Les religiona orlenta -
J.ea dans 1 'r,J.spac;ne romaine (E.P.n.o. 5),
Leiden, 1967t 143t nQ 4 ( 4 ); Vives, ILER
nº .32) ( 5 )•

Comien1,a con ~ata una bien amplia serie de


lápidas o placos votivan procedenteD dal anfiteatro,
concretamente de su occcso oriental. Tienen en común
el tipo de dedicaci6n votiva y el presentar plantae
pedum en grupos de cloa o cuatro y hoste. seist unos
132

calzados y otros desnudos (cfr. nuesfro catdlogo, nos.


5 a 15, más la tabula nnaatn no 16 y treo anepígrafns
incluídas conjuntamente bajo el ne 17),

En el capítulo de Iha res ludi dedicamos lUl


más amplio estudio a esta serie de exvotos, por lo -
que ahora s6lo indicaremos que revelo el conjunto lo
existencia de un Nemeseion dentro del anfiteatro, co-
mo ocurre, en llispania, en Tarraco, Augusta Emeritfl y
Corduba y, fuera de ella, en Sarmizegetusa, Aguincum,
Carnuntum, etc. Aunque en la bibliografía que hemoa
c.ltado antes predominan dos ideas: o que fueron dona-
das por peregrinos o puestao por gladiadores para 90-
licitar suerte en el combate, el hecho de que todas
(a excepci6n de la tabula nnsatu, que responde a otro
concepto) estén dedicadas por personas libres, más
otras considerncionea que detallaremos en el luear i!!
dicado, noo han llevado a pensar que ne trata de ma-
gis·tradoa y uacerdotea. Su intenci6n eo obtener el f~
vor de la sincrética n,mcsia- Caelestis en el ejerci-
cio de su cargo, simbolizado en e l ~ gladiatorio•
que les era reglamentario. Bajo eota idea nofl movere-
mos en los sucesivos comentarios de las placns.

La que ahora comentamos eo la única dedica-


da a Caelestis, divinidad de orlgen nortcofricano,,wi-
milada a la Tonit cartaeineoa e interpretudu en el -
mundo romano unas veces como Juno, otruo como Wemcm lo .
Quizá ésta fuera advocaci~n favorita en un dedicantc
de cognomcn Ai'ricanus . La lápida a.pareció incruotudo.
en el suelo en el acceso de lo habitnci6n que estaba
dedicada a Jfomeseion. La l. lt' conoerva huellas de lo
quadratio que no se ven por caoi imperceptiulcw en ltw
otras, Eln lo. l. 1 se ho venido loyendo Co.el o::i ~( i), pe-
133

ro creemo:, que la último. I ha r¡ucdn<lo nubuumido. en la


fractura. vertical central de lu piedrc., y ele hecho qu.Q_
du algún rastro de su t'ípice supúr.i.or.

P.n cuanto a la l. 2" • nucutra lcict.urn ~-v:g-


~ . de lu que también Gllrcfo y Ilcllido oc dio 1::-ucn-
to. en 1967, parece contar con poco enpncio, pero ello
se debe a ltt actual rentuuraci6n de lo láp:t<la. Ente
autor daba en 1960 (Q!g cH •• fig. 10} uno foto~ru-
fía de la pieza in situ. Allí puede obocrvarr.e bien
c6mo hoy espacio suficiente para lo. lecturn. propuento..

Hay uno. diferencio ccmd.blc entre luo tlor.;


parejas de pies contrapuestaa que se han dibujo.do en-
tre las líne11s 1 y 2. Los primeros están ecculpidos
con baatonte m:fo cuidnclo y van col.zo<loo con unn.:i .san-
dalias que noootros identificomon como lun 0Gipciuc
baxene ( 6 ), ele la3 <]UC se hu romarcodo J.igero.mcn~c
lo zo11n inferior. El par de la derecha en~ú mucho peor
ejecutado, inclt.ioo. clir:íamo:J que en un momc11 ~o poD"~e-
rior y por otro artcmrno, que lon hu hecho rleimudorJ.
I'nra lan connideruc:ionco .riobrc lo que todo ello ::upo-
ne, remi til:10s ol rcforido eotudio de conjunto,

Ea dc:Jtacnhle lo f6rmula t..L.V.G. por V.S.


L.A. El nomen del dedicante cnt¡Í nmplinmcmte dcsto.ca-
do en HirJpanio ( Hl ej cmploo en J on I.nchce::i del CU,,
20 en los de las l.!&TI) • y en Ittílica tcncmon otro
ejemplo, CIL II, 1149, nuestro n 2116 ). El cogn omc11
A:fric nnus aunque, desc1e luego, eo rcprenenta.tivo de
origen, no siempre lo indica cfcctivnmentc ( 7 ).

La pequeña láurea que aparece u la izquier-


da tiene :Jtt complemento en otru, mucho mejor rcprcuc111
t~da, on D.na <le lao plaouo m1cp{crufun ( cf. nQ 17 ) •
ruedm tener rcl.o.ción con el cpí teto el e 11 ll[:uir t a de ln
diO E.l ll.

( l ) Lín, 1 CAELESI, l. 2 S uil liuo, de donde AE.


( 2 ) J.i'dez. Chioarro y de elln JAE, Caelea·tti) en
lo l. l D y S a l iua en lo '211":" Lo reviso re-
cogía tambi n a eotura de l a Guío de 1951 .
Hoy que afl.adir , también de Fdez~icarro ,
lo. inclusión en el Cotalocso de 1969 (p . 79,
nº 23) y en el de 1980 (p. 77, nG 6). Eot a
varía con respecto o las anteriorea en que
en l . 1' se recoee la última I de Caeleoti,
( .3 ) F.n ambas publicaciones, 1. 2 S [· • Jlius. 1
( 4 ) L. 2 S ervi lius . llo obstante , creamos que
l a E pue e aorse por prcocnte en la piedra .
{ 5 ) J, . 20 Suillius o S(uliuo) ('?)
( 6 ) RE, s . v.: Pluut ., !len • .391; Tcrtul., De pall.
4Y De idol ,, B. Era un calzado de lu.j o yo
deode época he1eníatll:ca , confeocio110.do con
bojo. de palmito y de &ruesa plotnforma . Lo
hemos encontrado preferentemente en escul-
turas de divinidades de oricen egipcio ; en-
te mismo or;l.gen tienen, clo forn10 remota , la::1
representaciones de plan-too de pie (cfr . in-
fru y M, Ouarducci, Epicrufio areca m , TIQ
mo , 1974, 73 ss.)
( 7 ) J{e.j anto, Cocsnominn , 205 y passim .
135

Num. 6.- L:ipido de mármol blanco con vetas azuladas.


r~ade 32 x J0.5 cm! Va moldurado. en tres de
sus lodos, y en el cuarto, superior, el le-
trero, de J.8 cm. y letrns entre 0.5 y 1 cm.
En el espacio central, doEJ pares de pies <le!!
nudos en direcciones opuestos. Lé.m. Vb. Museo
Arq. Sevilla. --
( 0'\7' Y/\ . MYO·'\._i.. V\r-J~ '\_-1 A -r '\_ n
i6fv"'\_~ O.I '\_~ .:if\ .3 t\.·.:1/\ Yi. yb LY/\,
Ncmesi Augoustae, Zoaimos Lykios, p(utronuo)
Hnlicenaioum.

A. Schulten, M 55, 1940, col. 113; AE 1911,


nll 92 ( 1 ) ; id •• Ampurias II, 1940, J4, fig.
1 y lám. !; c.
Fdez. Chlcnrro, "Lr.'i¡,itlo::i ••• 11 ,
627, nª 11 y lóm. V, 2; HAE 1950-52, n9 354E2)
Gf y Bellido, IlRAH 147, 1960, 119, nº 5; .i§.•,
Q..4M, 74; g., Rel.Oricnt. cit., 87 ( ) ).

Nos hemos permitido tram~cri bir l:1 inscrip-


ci6n en el orden que <lebel'fo llcn~r, y en coractereo
latinoo normali:rndon, Parece eotar hechu en caruc·tc-
res griegos arcaü:antefl y en orden aemi-buatrof~dico.
Parece leerse de abajo hacio. arriba y do dercchu a
i~quierda la línea infe~ior y 1~ superior, Dalvo 1,y-
!f!.2!, también. Si numeráramos cado. palabro de nuestrn
transcripci6n, el orden aerío. en el letrero 2-1-3-4-
6-5, comen:mdo por el ónr;ulo inferior derecho.( 4 ).

Esfo lápida fue hallado por Collantea <le Te-


rán hacio 1925 (ya que Schultcn en 1940 dice "hnce -
136

unos quince aftoa") en la galería oriental, incrustada


en el pavimento. El primer intento, de Bouda, en Ber-
lín, consigu16 aclarar el orden inverso de la escritu-
ra, pero fue Schulten quien la ley6 entera. Este au-
tor, basándose en esta pieza, quiere demostrar que se
trata de un alfabeto "ondelu~", relo.cioná.ndolo con -
los monetales de Obulco ( 5 ), Estepa, ! l i p a , ~ y
Lusitania, en una fuerte derivación fenicia.

Sin embargo, esta tesis de Schulten porece


difícil de admitir, entre otras cosas por el largo~
tiempo que media entre loo alfabetos que cita y esta
l&pidn. Nos inclinamos por·ver ,m alfabeto griego que
presenta algunos S;rcaísmos. La· !rose de Schul ten en
la p. 38: "asi pues, la eirnri tura de Zósimoa es ver-
daderamente una escritura empleada entonces en Anda-
lucía." no puede sostenerse.

La principal dificultad de lo interpretación


radica. en lo. letra J1' , qua todos los estudiosos han
coincidido en interpretar como p(ublicus), ea decir,
eaclavo municipal de loa Italicenses que, 16gicamente,
se dedicaba a la gladio.tura ( 6 ), Sin embargo, debe-
r íamos esperar .!!.!.E.• o .!!.!..2.• y no~· s6lo, odemús de que
el dedicante lleva dos nombres, y de que la ofr enda, e
incluso lo utilización de oscritura griec;n, son impro-
pia.a de un enclavo.

En el hilo de nuestra hip6tesis sobre el oi6 -


nificado de este conjunto de exvotos, a la que hemos -
aludido en el núm . anterior, nuestra propueata e s ~ -
tronua) Italiccnsiwn, aunque ha.y a l euna otra solución
posible (? ), Hemos relaci onado la estrncia en Atenas
13 'l

de Adriuno, en el desempefio <lcl arcnntndo ( D ), con


la posibilidad de que allí contrajera amü:tudes influ-
yentes. A ln vez, eRtu:::: omii~taclci: podrían, como mcdj.-
da política, hnber favorecido con el pntrona~ao u lu
ciudad natal del entoncef! emperador y de .nu pariente
y posible sucesor. F.n .nu culi<!ad de pub·ono pourl'.o. he-
ber ofrecido algún~ on ol nnfHer:i.tro ( 9) 00n-
si6n en la que, como lo3 demd3 dedicnntEo de la corle,
hubiera hecho lo invocación n J:émesis. La diosa, por
lo demás, era tambi6n vencrad::i por loa e;riee;os ( 10 ),
Conocemo.o hasta J.a fecha cuatro de los patronos ele It6-
lica, entre ellos Tiberio o Uer6n y C, Iulio Pacatinno,
sin contar que Traj·ano y Adriono debieron serlo también,
Hay que indicar que la relaei6n que hemos apuntado como
posible no tiene eonfirmao16n en la dataoi6n paleográfica.
( 1) Lin. 1 p(ublicuo) Itnllcenuiwn,
( 2 ) Imkio.s Itolikensiourn >( ulJJ.icu~ Zoflimoa !~eme-
s j_ 1, UC50Ul:r C\C. a '"O n1 ) ' · n Cll J.o'<,IOZ, C ,i C/"\l'l'O-;- C:r.ttÚ-
lot;;o , 1%9 , ?n nQ 15 y en el de 1980, 79, n!!-rJ;"
clonde r:e ho nñodido una trirnscri¡,ción c;ricca en
lo que se lee en sentido Jnvcroo.
( J ) Lin. l.º Italiccnaioum p(ublicm: ).
( 4 ) Podría tranncri birse asimimno Loukioa Zo simor. n(a-
tronus) I tuli·ccns iown Aur;oL1st11c I,Jemeoi.
( 5 ) Dü:eíio para ello unas to.blus compr.trat:tv::u:i entre
talcl'l ulfnbetos. Y aunque pud;iéramoc aclmit;tr w1
su::itrato común, en Itólica no hay rastro de u 1:cn-
tomicnto fenicios ni de tnlc::: uJ.fabetos, auc;:1::fo
de que hubiera aparecido nl¡~Ún otro ejemplo de évo-
ca plenamente imperial,
( 6 ) Pdca, Chicurro, loc.cit., le llama ~ludiador y pe-
rccrino, or::to con-b:·n¡,uewto con m1 dondici6n ck cs-
cJ.11vo mnn icipal.
( 7 ) hni, p( on1;ifcx) t pero :1<;.> cr:pc1·nrfo E.Q_lonlo.o , o ~c.
( 8 ) CIL III, 550, Vid. R. S~ne. Ta citµo, Oxfortl, 1958,
t.11. 51): posiblemente entre 112 y 1.13 d.C.
( 9 ) G, VUle, Lo rladiaturc en Occ.i.dcn-1t , Romu, 19Bl,
77 , para los muncra como obt;cqu o <lf! p1:1vudos.
(10) M. Guurducci , 11 Lo :Lmpron Le tlel Q t10 Vnclio e monu-
menti nffini f:i.¡~urnH etl opigru-flci 11 , R!'AA 19,
1942-J (1914 ~ ,)12 . Tu1111Jlé11 l,. n. Farnell-;,:Ni:e Cult
of the Grcek Stnteo ( Oxf,orcl , 1095) Ncw Yo11 k, 197'7 ,
/4 W3 ~Hl . : e l c,Hebre gautunrio de Hham.nonte.
138

NR 7.- Lápida de m,rmol blanco, con repreeentución


de tres pares de pies, dos hacia abajo y uno
hacia arriba, Los dos exteriores desnudos,el
de dentro parece visto por lm auelaa, Mide
66 x 20 cm, Musco Arqueológico de Sevilltt.

AVRELIVS POIIIICVS Lám. VIo.


NEl\'lESI PRAESEN'TI

AureUus Politicus / Nem.eai Praesen-ti,

Fdez. Chicarro, 11 Lápidua ••• 11 6.31, n2 14 y


lám. VI ( 1 ); !!A! 1950-52, ne 357; AE 1955,
n° 254 ( 2 ); Gª y Bellido,~ 147, 1960,
n' J; id., Rel,Orient., 06, nº 3, fig.8 ( 3 );
Fdez. Chicarro, Catálogos de 1969, 79 ne
21 y 1980, 77 n2 2 ( 4 ); Vives, l!!fil!• 406 (5),

Ingresó en el Museo de Sevilla, por entreea


de F. Collantea, en 1945, junto con la anterior. El
texto se desarrolla por encima y por debajo de loa -
tres pareo de pies, interrumpi~ndoae en ~rupos de le-
tras, lo que da la impresión de que los pies estaban
ya grabados cuando se incidió el texto de la dedica-
ción. Ignoramos si era un sistema habitual de traba-
jo del lapicida o, por el contrario, tenía un 'l:Jtock 11
de piezas de este tipo a las que ai'ladir el texto. Es-
ta misma impresi6n dan nuestros nos. 10 y 11, y ello ·
nos inclina por la segunda posibilidad.

Loa caracterea externos aon bastante descui-


dados, de desigual altura.y desnrrollo, Muchoa de -
ellos llevan remates. Destaca la A sin travesaño.que
139

veremos es elemento muy común en lll paleo~ruf!a de lou


inscripciones italicenseo n partir de mediudon del si-
glo II, que es cuando creemoo puede fecharse cota pla-
ca, si no ya a comienzos del III, lo que vendría upoy~
do por el centilicio Aurelüis del dedicante.

Su cognomen ea el que ha <lado lugar a. tres


variantes de lectura en los autores que de ella se han
ocupado: l'oi't ecus (suponiendo uno. E de tipo pompeyano
en los dos últimos trazoa verticales), Poeticus (como
la correcta interpretación de lo a.n·terior) y Poieti-
~ . de G@ y Bellido. Ninguno de loa tren oor¡nomj.na
figura en los repertorios. Por otra parte, ea difícil
pensar en tu1a pervivencia tan tardía en la n6tica de
ese tipo de E.

Nuestra lectura Politicun se bo:m en la in-


definici6n de I, T y L c¡u~ prer:cnto el cpír;;rafc, mien-
tras que la E nonno.1 es muy clara en lo lín. 2. R.2.ll-
ticus no está atest:i~uado tampoco como cognomen, pero
su exi.otcnc:i.a fle harío. más posible considernndo los
nombres grfogoa de Poli t e{) ( 6 ) en 6poco de r.:a.rco-
Aurelio y Cómodo precisamente, y Poli t l ce ,m la néti-
ca ( 7 ) • J~l epíteto Proeaens Ge repite en nuestro n 11 9.

~ 1~ Lin. 1 a Poitecus/Poeticus.
Ibid. , PoGl;icus .
( 3 ) !bid., roiaticu11 .
{ 4 } 1::ontienen h, lectura lle 1950.
( 5 ) Poitecus.
( 6 ) Vid. r. Herrmnnn, Is'tnnbulcr r.lit't . 29, 1975, -
149 (AE, 1977, 801) . Ue n11,mcionu como embojudor
de loamileaioi:: en unu CDrtu u r.Ss tos de amboc
emperadores: Acl ion\.ls Anclcp:ta.des roJ.i ter:. Lo
interer:~nte es u·Eer:ti~unr rc;u uso co1'io coc;norncn.
( 7 ) ill II, 1993 ( Alln.i, Almcrfo).
140

Num. B.- Reato fragmentado de une. lópida. Museo Arque2


16gico de Sevilla(?}.

HEM •••
VLFIA CA
••• NS •••

Nem[eai --:3' Ulpia cn[---/2-pf-·•]I-----


García y Bellido, DRAH 147, 1960, 119; lliill,
1961-65 n~ 1881; Gq y Bellido> Rel . Qrient.,
93, n 2 13-2 (entre loa dudosas).

A pesar de su fragmentario estado, parece


correct'a como dedicaci6n n Némcsis. Gurda y Bellido
dice que se encuentra en el Mueco de Sevilla. Sin em
bargo, nunca 1'ue recogida por su rlirectoro, c. Fcr-
nández Chicarro, y nosotros no heinoa podido encontrl\!,
la, ni expuesta ni en lon olmnconco, por lo que no po-
demos ofrecer medidns, fotografío y otros datos.

JU nomen Ulpin de la poaiblc cledicontc ele-


be ponernc en relnc16n con otrao pernonnD de lo min-
ma &ens. que no es preciso decir fue uno de loa más
importantes de Itálica.

Sería la única mujer libre entre los que


dedicaron exvotos a Némesis. Seeún nuestra teoría,de-
be tratarse de una flanúnica local o que desempeñara
algún otro tipo de magioterio sacerdotal. Los restos
de la l!nea )!1 son demasiado exi~uoa, pero tal supue:i-
to invitado a leer ahí Italice] ns[ ium o un término
que les aludiera (.!:fil!.....Q., ~ . , etc.)
141

MR 9.- Ldpido frc.gmentodn en mtfrmol grin con mr.mchris


blancas. t1ide en au estado ac tuul 21. 5 cm, x
10.5. Restaurada en escayolo., se le han comple-
tado el parc:de pieo que presentaba. l'.useo Ar-
queológico de Sevilla.

PMESENTI Lám. VIb

------- / Prueoenti.

Ji'dcz. Chicarro, Ló.pidun •• , 11, 62), n1i 5 y lárn.


11

III,1; ffiill 1950-52, n!! 349; Gurcfo y Bellido,


BRAH 147, 1960, n 2 4; id,, CAAI, fie, 16; !Q..,
fü:l.01·ient., 87, n 2 4; Fde;,;. Chicarro, Cot6.lo-
gou de 1951, n!l 17, 1969, 78 n~ 17 y 1900, TI
n~ 7; Vivea, .!!!lill, n~ J26 (entre las de CncJ ea-
tia}.

Ingresó, como laa otrao, en 1945, nntregnda por


el Sr. Collantes en cu calidad de comia!lio provincial
de excavaciones. Fernández Chicarro indica que, más -
que contorno de pies, parece de colzodo, aoí como que
muy posiblemente faltaría., en una línea ouperior, lo
pe.labra lfonwr.i, con lo que estamos de ncucr<l9, y a.ííadi-
r!amoa que tambi~n convendría lur: inicialeo al mcnoc o
el nombre del o la dodicante.

La única línea conscrvndo. que mide 1,5 cm.


de alto. t.lcne también cierto cor1íctor de deocuiilo, con
las letras inocritEJ.f! como en precario y ln A sin t:ravc-
saf'io; también lu l', S, R y T recuerdan inmcdio.tam~ntc
ln 11:Ípidn anter.lor, de Aureliun I'ol:i.ticua. Todo ello
noa haco ~decribirla al miemo tallar y mano. ·
142

NR 10.- L~pida de mármol blanco con algunas manchas ne-


gras. Mide 35.5 x 29.5 cm. y las líneas 2 cm.
cada una. Un par de pies, orientados hacia arr!
bo, ocupan casi toda. ln pieza. Musco Arqueol6-
gico de Sevilla.

DO. r.11. NAE RE. GI. AE. Lám. VIIa


:P. D. FOR,TVHATVS
SAC. C. A. AVG. !TAL.

Dominae Ilegiae / P(ublius) B(-----) l)'ortu.natua


¡ 3 Sac(erdos) C(oloniae) A(eliae) Aug(usta e )
Ital(icensium).

F. Fita, !ill!!! 1908, 45; !ill, 1908 n~ 150; Fdez.


Chicarro, ~ 7, 1946, 127 ("Adquiaicionea ••• 11 ;
end., 11 Ltipidas ••• 11 , 1950, 62), llim. II, 2 ( 1 );
!Jh! 1950-52, nª J48; A!, 1952, n° 121; GQ y Be-
llido, DRAH 1957, na 3~ id., Rel . Orient., 142,
n2 3 y 1dm. XVII ( 2 ); c. Castillo, Proa.Daet.
nº 69, .!.!.Y.• Badiusi L.A. Curchin, _m 47, 1982,
108, n~ 7 ( J ); Vives, ILER 372 ( 4 )¡ Cu.rchin,
ll!,!!, nR 250 (con errores}.
La lápida fue donada en 1946 por la Vda. de -
Bonsor, en cuya colecci6n figuraba. Las do:. plantas
de pie, hacia arriba, están centradas dentro de la lá-
pida, con bastante relieve y dedos muy rc~ml tallo.a. Huy
una hiperpuntuación. y es otra de los pinzas que da
la sensaci6n de haber tenido que adecuar el texto u
la representación gráfica, de modo que el nomen no se
ha podido desarrollar.

La restituci6n n(aediua) o Il(adiuo) de este


gentilicio no nos parece que ten~a base alF,uno. oungue
143

ha venido perpetuándose en la b:i.blio¿;rafía ( 5 ). Re-


cientemente J,,A, Curchin ha ::iciínlndo ( 6) que, por
ser Dadius un gentilicio "rclot:ively uncomrnon in Spain" •
debe restituirne Ilruttiuo o Dl a ~tius , ciuc t::Í. están -
atestiguados en Itálica ( 7 ). Hcmor:: de reconocer que
en ambas cosua tiene razón, píi!ro en definitiva, mien-
tras no tengamos otros testimonio:J, el gentilicio co-
menzado por B ha podido ser cualquier otro, de ahí que
lo dejemos en blanco en nuestra. trnnucripci6n. En cam-
bio,Fortunatuo ( 8) es uno de los mán fr0cucnten ~ -
nomina en el Imperio, de
los que un tercio oproximddu-
mente provienen de los provlncins ufricanna.

PomJ.na Regü1 es una cpícleRia poli valen te:


puede servir pura Juno, Isis, Cereo o la misma Iléme-
sis, como creemos es aquí el caso, en aincrctismo con
C.aelestü1. Por Último, señalar que cstn epír,rnf'e es <le
la mayor importnncia por dos circun¡:¡tancian: relo.cio-
nn las pla ntno pedum con un sucerdos ( 9) y ofrece el
nombre completo de lo. colonia, por lo que adem6::i lo
fecha dentro al menos del sic;J.o II «!,C.

1) Lín. l llcgi(n).ac , lin . 2 B( gd,1t1ri ); en cambio cm


lon Ccll;áJogos de J.969 (133 , n•1 'lG) y l 'lílO ('l 1'J , 11 ~
(
(
(
(
3
4
5
¡ 1?.), en 1. 2 n ao(.Uuo) .
2 ) L~n. 1 R(e;i_t~ ee ~ 1~1 . ~ _n ~ac'liun ) .
Lrn. 2 n ru Hi:i'ij' J o n( 1,1t h un ) •
L:l.n. J Hnl(:lo cn s irl).
Tod o:;: l oR cLufo1·<·: n salvo C1u •clt:L11.
( 6 1\ rt . cit ,, 11 '.ro-tco an<l corrccLion::i to thr. Ltitin ~pi-
(p·0.plíy of Spain", 108 nº 7,
( 7) Cfr. nueutroo nos. 1 y 49,
( B ) Jín onto Co "nominu , 27): 8JG iiobrc 24)0 co1Joo, y
ñiüc 10 1111in connm en tre inccmuos.
( 9 ) Cfr. nueo b-ac, concluoionei.; 011 el cr:tiidio ci tntlo
infra,

11 •/!
Ng 11.- Lápida de m~rmol blanco rosáceo, de 28 x 25 cm.
Todas las líneas de 2 cm. Dos plantas de pies
scdísitoe, desnudos y orientadoa hnoia abajo,
ocupan todo el centro de la pieza. Museo Ar-
qHeol6gico de Sevilla.

LV FE
CA DE Lám. VIIb
NVS LES
M AE
5 DOMnTE CVRANJ

Lucanus Fri1 del ri,a L Domin~~~e c'ur{o.trici)


ani ¿ me.e.

F. Fita, !IBMi 1900• 46; AE 1908• n' 151 ( 1 );


n. Thouvenot. nétigue , 279 ( 2 ); Fdez. Chicn-
rro. Adquisiciones"• 1946. 127; ead. "Lápidns. 'l
621 nQ 3 y 1~m. II-1 { 3 ); ~ 1950-52, ne -
347; M 1955, n 2 251 ( 4 ); A. García y Belli-
do,~ 1957, 60, fig. 32; J. Toufain, Les -
c1.ü tes pal.ena dana 1 'Empire roma.in , 1958, t.
O:II, 158 ( 5 ); G~ y Bellido, Hcl.Oril!nt., 143
nt> 5 y'fie;. 19 ( 6 ) ; Vives, ILER, ne 957. '( 7 ) •

Corno la anterior, cata placa fue donado en 1946


por la Vda. de Donaor. F. Fito la publicó por primer~
vez, como procedente de Olivares (Sevilla), pero luego
Bonsor pudo averiguar que oe h.e.bfo. llcva.clo allí desde
Santiponce ( 8 ).

Su texto, corno puede verRe_ por ln bibliografía,


ha dado lugar a numerosas propucstf)..S• Antes que nada,
hemos de deoir que,bajo nuestro punto de vista, enta. l~-
145

pido. ofrece un punto de sospecha, que no es suficie!l


te para eliminarla de la serie, como sí heinotJ hecho
con una ( 9 ), pero que cxplicor!o la anómala erafía
de muchao de los letras. No serín el primer falso -
que Bon.9or hubiera. udquirido ( 10) y Fito. publicado
( l l ) procedente supuestamente de Itálica. Pero, c.2,
mo tendremos ocasi6n de explicar más adelante (ad n.
96 ), hay ciertos falsos cuyo texto ae puede admitir
como genuino: es evidente que han aido copiados di-
rectamente de un original romano. Tal aería, en todo
caso, el ejemplo de Lucnnua Fj.delis.

Pero, como ya hemos dicho, no estú tan el.a.-


ro, puesto que la última línen tiene ro.seos convin-
centes, como la D y la V, lii:;eromcnte curvu como co-
rrespondería a lo segtmdn mitQd del siglo II. La erQ
fía Fedeles por Pidelis ocría. tí.pico nrror de un fal-
sario que no entendiera uno E muy cstili1mdu. Como
encontramoo do.tos a favor y en contra y, en todo ca-
so, el te~do lo considerwnoo válido, vnmoo a dcjtir-
ls por el momento incluida como auténtica.

Las variables de lectura se concentran en


la. l. 4, donde J,:1 AE ha sido entendido generalmente
como mu~:i.)e( r.ia:Lti ), ,11olución algo precaria porque
vxiee un eenitivo, cuando en la línno oc lee un

segundo oustcm-ti vo ~erminndo en -1, an6mulo • y en la
511, donde imo mayoría o.plnGtante hu leído Om·uni(ue)
o C(aelr3a~is) Ureni(oe). Los primeroa a bnr:e de un
nexo OV que en renlidad no exinte, pueoto que C y V
. están bontantc nítidamente distinguidm,y Bellido por
paralelismo con el concepto de Cnele~tia.
146

Toutoin entendi6 un nexo COI y propuoo ~ -


ran(ia)e. Lo sugerencia de Thouv enot en 1940, r~lacio-
nando con lo lín. 5'.! el AE de lo 4~ (J)ominac Curnniue)
y desarrollando l u M como rn(ut;iDtcr) tE1mpoco fuo seeui-
da, Pero J.a propuesta de Thouvcnot qucdnba falta de bu-
se al ser Cm·ania un epíteto abuoluta.mcntc desconocido
en el resto del Imperio, que 61 clcj6 como "port iculnr
de la nótica", lo que tampoco era fácilmente admisible.

Nuestra propia s ugestión se basa en que , al


i gual que en la lápida anterior (nª 10), donde VS se ho
debido escribir bajo Fortunnt} no a6lo se ha incorporo-
do arriba AE, como decía Thouvenot, sino tambi~n la M,
con lo que el texto completo ea Dominoe Cur(atrici) ani-
~ · Esta bell a advocación tiene un adecuado pnralelo
en un ep!c;rnfe de Mérida con idéntica dedicación ( 12 ).
Esta concepción de tu10 diosa que vela por las nece si-
dades del hombre en todos loo acntidoR ao acerca a la
que los c;rieeo.!l tenfon de la primi tivn Hémcoia ( 13 ) ,
aunque desd e luego hemos de admitir que en un término
generalizador y qul)podría nplicara e. a otras divinido-
d eA ; en este caso lo decisivo sería el parnlelismo del
ti po de ~xvoto con todoa los dom:1o de la ocrie, y el
hecho de proceder del l'lem<'ocion del anfiteatro,

El concepto de buenn suerte qufaá purJ :lcrn º.!!


tar reforzado por la pr esenci a de pies scdíc;ito3, que
se repite en otrsslápidw de la misma serie (n~s. 5,12
y 13), con un total de cuntro casoo, lo que no dcju de
ser sorprendente.

El dedicante lleva un gentilicio do l os de


ontigua implantación en ln península, do vuloración
~tnico-regional ( 14 ) , que nlcuno vez hcmon 1:mcon t ra.-
do también como cognomen ( 15 ) • Su u110 er, muy preclorni-
1 4'l

no.nte entre pcrsonn::i libres y rnnyor en lnn provincinn,


lo que no co raro si oc piensn que r-:c extendió m1fo du-
rante lao conquiotsa republicon:rn, portado por las -
tropoo itálicas. El C06nomen FJ.deJ.:f.o r.s tumbién entre
los de frecuente uoo entre ingenuo.o ( 16 ).

( 1 ) Lucanus Fedeles /Mae / Dominccurante?


( 2 ) Luce.nius Fideleis m(agister?) Dominae Curoliioc.
( 3 ) Lín. 2-J Ma(i)e(otote) / Domin(a)e Ourani(ae ).
( 4 ) L!n. 2-J r.1AE / Domine Cur1;ml .
( 5 ) Lín. ) Cairone o Cairan(iu)e.
( 6 ) Lín. ~-3 ~ ... ae/ Domin(a)e C(aeleati) Urani(ac).
( 7 ) Lín. 2 Fedelis, lín. 3 rn(ac,rn)ue/ Domine Ourani.
( 8 ) Fdez. Chica.rro, "Lápidnn •• ,", nota 18,
( 9 ) Ibicl ., 625, lám. IV, 1 ( ,,,_IIAE 1950-52, n1.> 352),
cuyo texto e.o AV PO E.
(10) Vid, Ilnbis 9, 197fl, 1 97 n:::. Se trutn <le trr.:1
inscrlpc.[ones de su c o·J.occión, falsos ( cfr. nuco-
troo nos . 96,109,16J y /\E 1979, m..uns. 341-34).
(11 ) BRAH 72, 1918, 177 as.
(12) L. García Ialeaias, ~6ridu , n2 596.
(13) J,.n. Fo.rncll, 'r.hc Cul'to of thc Grcc!l~ ~J tu t~H ,
Oxford, 1895 ( JITew York, 191/'/) , 400 no . lfa 1a
diosa "who e;razcs at the decui, of ·l;he men".
(14 ) K::i.jtmto, Oognomina , 19J: entre su/3 reprecen-
·~ontcs hoy cinco micmbron del orden nenotorio.l,
y la proporci6n de libres/cgclavoo es de JO:l,
(15) Concrctamen·~e en Adamu~ (Córdobn), vid. nuestro
trobajo en Babis o, 1917, 410 ( ::AE 1978 n9 -
40)): la era.fin de estn inocripclon es muy un
ti6ua, con II de tipo pompeyano y 1(. -
(16 ) Ka.jan to, Cognominn, 25,1.

{Jbis) Ea.el . , Catálor¡os de 1969, n3 ne 75 y 1900, 79


n~ 8 y ltÍm. XXVI.
N' 12.- Lápida de mármol blanoo, de grano muy compacto,
de tipo hispano occidental. Mide )6 x )J cm.,les
líneas 2.5, 2.5 y 2 om. Dos poree de pies, eed!-
gitoe, desnudos. Museo Arqueológico de Sevilla.

P. CAESIVS. ROMVLVS.
EX VOTO. DONVJJI. ET • . Ldm. VIII a
VESTIGIA.

P(ublius) Ceeeiue Romulue /exvoto donwn et/ 3


vestigia.

c. FdH. Chicarro, 11Lápidae", 624 n 1 6 y lám.


III,2; !!!! 1950-52, nR J501 ~, 1955, 252.

Bata es una de las lápidas más ou1dedae de la se-


rie en lo que a ejeouoi6n se refiere. Las interpwicionea
son triangulares, a excepc16n de dos hedere.e en las lí-
neas 1' y 21. Capitales cuadradas con remates y algún
elemento cursivo, El estado de oonse:rveci6n ea muy bueno,
faltándole sólo el ,ngulo inferior derecho. Por todo ello
podría feoharee deepu~s de mediados del siglo II,
Le. dist1noi6n e n t r e ~ y veetigia parece in-
dicar que el dedicante hizo adem4s elgón obsequio para el
santuario. La gens Oaesia está relativamente bien repre-
sentada en Hispenia. De los 27.casos que hemos tenido en
cuenta, 11 corresponden a Lusitanie, 7 a la Citerior Ta-
rraconense y 9 a la B4tica, entre ellos doe ten seftsladoe
oomo Q. Ceeeio Hirro Aelio Pairvino Fabiano (1) de Monte-
mayor C.!!!!!) o L. Caeaio Pollio de Hispalio (2). A Hispa-
lia tembi~n alude el oognomen del dedioante de Itálica,
aunque es prioritariamente de tipo legendario ( J ).

HAE 1955-56, n° 1023.


ml: II, 1187 .
lraaanto, Cofnomina, 179: verioe senadores y uno
mayoría de ngenuos lo usaron.
Nº lJ.- Lápida de mármol blanco, de 20 x 26 cm. y l!neua
entre 2 y 2.2 cm. El texto entre do.o plantae pe-
dis, sedígitos, desnudos y con tiras de una saa
dolin. Estado de conservaci6n muy bueno. M.Arq.sev.

G. FLAVIVS Lrun. VIIIb


FIRJ','!VS
v.o.T.o
S.L.R
5 PRO FLA
SUCCIISSO

G(aius) Flavius / Firmua ¡J voto/ s(uscepto)


l(ibens) r(eddidit) / pro Fla(vio) Successo.

CI1 II, 1112 y Suppl. p. 8J8¡ A. Schulten, Am-


puria.o 2, 1940, JJ, n. J¡ Fcrnández Chicarro,
"Lápidas •• •"• 619 n'2 1, lám. I,l; JIAE 1957-
1960, nP 1677 ¡ Fdcz. Chice.rro, Cntálog,o 1969,
78, nº 16; Vives, ..!!&!!.ne J25 ( 1 ); Fdcz.Chi
carro, Catálogo 1980, 77 no 4 ( 2 ).

Es la mós anticuamentc conocida de la serie,


Fue descubierta en abril de 1062, según Cumpoa y f.!wli-
lla ( J) siendo director de lva exca.vocionc.n Demetrio
de los níoa, lo que nos sirve de indicativo para supo-
ner que procede también del anfiteatro, donde éste es-
tuvo excavando. l!Ubner pol' ou part~ nfirma que Cll ~uvo
en poder de aquél, quien le envió el calco. 11. oe in-
teresó mucho por esta pieza por e1 tipo vcr<lnderamcmtc
peculiar de F que prcacntubu. Se trata de un trazo ver-
tical y junto a él, o media ol'l;uru, un punto. Sin em-
bargo, es perceptible en las do3 primcrau F un pr.qu~fío
trazo del rwta horizontnl de arr'ib1.1 1 por Jo que lu pe-
150

culiaridad debe referise sólo al asta inferior de la


letra.

En la lín. 1' la interpunoi6n es una hedera ,


mientras que en los demás es triangular. Otras carac-
ter!eticna reDaltablee son la forma de P, ain cerrar,
R tambi~n muy abierta y una E arcaizante, Il, impropia.
de un momento que como mínimo debemos situar en la pr!
mera mitad del siglo II.

Nuevamente volvemos a encontrar pies sedígi-


tos, pero esta vez calzo.dos con sandalio~,como en el n2
5, que hemo:3 identificado con ba;xeae de importaci6n -
posiblemente egipcia. El dedicante, Flavio Firmo, cum-
ple la. promeon hecha. en fnvor de ou posible pariente
Flavio Successo. Amboo cog11omi na , aunque utilizados o.
veces por esclavos, son más frecuentes en ingenuos (4).

( l ) Lín. 1-2 Lavi uo/Irmus .


( 2 ) Lín.1, oeg\U'amente por errata F.LAVIUS.
( J ) Inscri pci ones . 22, ne 2)6. Tambi~n es menciona-
do por Gali, íliot oria , 18, como existente, ya
en 1892, ·en la 11 Galcría Arqucol6r;ioau1nunicipal.
( 4 ) Kajanto, Coc¡nominu , 259 y 356. Fil'llltts tiene
diez representantes en la claoe 13enatoriul, y
uso desde ln República.
151.

¡,¡e 14. - Fragmento de lápida en mármol blrmco con mun-


chas de 6xiclo. Tiene rcrntuuración en <Scnyolr.i.
Actualmente mide 25. 5 :~ 27 cm. Planta. ele pies
lwcia. abajo y al po.:rcccr visto::: por la nuela,
Lao letras, cscolonadari a :.m derecha. M.Arq.Sev.

e 1,11111. IXa
• A
• F

C(oius) A(---)1-) F(---) ---?

Fdez. Chicarro. 1950 1 r.25 n 2 '/, ltím, IV .2;


JTAE 1950-1952, ne )51 y 1957-1960 n~ 1677;
Fdcz. Chicarro. Cntt'lloGo:.1 ele 1969 (79, nº -
19) y 1900 (77, n~ J).

La ltipida eotabn rota cr1 do:-: trozo::i cranllc:;,


pero la fe.l tabcm todos los lados, u C):ccpci6n de un
pequeño sector del ludo derecho que suponemos uirvi6
p"-ra cn!c1.1lar el to.moño al re~tuu1-arlu. Lo hoy visi-
ble ·son s61o estos tres letras, prcccdidan de una in-
terpi.mci6n; lo.o clo.ri primeras triangula.res e:::tili:>:n-
das y lo. tercero una pequcfifoimo. hede1,a.

De todas formoo, el hecho de que 1.n F caté


tan despJ.ozada con rcspcc·co o ln C nos hncP. penaor que
pudiera h:;,ber hsb:ldo aleo nufo a su <lcrechr.1. Las treG
inicio.l<?f: ocul tun en nuestra opinión los 'tria no1t1in;1
del dediconte. Por lo poco que puede verse l0s copi-
ta.le$ úOn bastnnte cuudradn::;, y ello nos hace o.dscri-
birles o un primer momento dcn·l;ro dP. J.n rierie.
'\

1 t:'·-~ 2·.

Inacripo16n n 2 15.- L~pida de mármol blanco, restatU'ada.


Medidas: JJ.5 x 26.5 cm. Dos pies desnudos. haoia abajo.
perfectamente dibujados, y entre ellos el textó.M.Arq.
Sevilla.
Q e e
D I S
.. I¡á.i:n. IXb

Q(uintua) e( ••• ) e( •••• ) / D(eae) I(nvictae)


S(acrum).

Fernández Chicarro, "Lápidas", 620 no 2, lám. I,


2 ( l ); HAE 1950-52. no J46); 2.!!@M (Vermaseren)
I, n° J¿T-ef:Garoía y Bellido. Rel.Orient.40,nº 30{ 2 >
':lb~
Esta lápida fue hallada en el anfiteatro en el
mes de abril de 19)1. Deapu,s de su restauración. ya que
apareció partida en tres trozos, eu estado de conserva-
ci6n ea muy bueno. Desde la publicación de Fernández Chi-
carro, en que fue atribuída a Mithrs, viene siendo con-
siderada documento mitraico, así en el citado corpus y
en el estudio de Bellido.

Mientras eet8!TIOS de acuerdo en que la primera lí-


nea tiene loe tria nomina del dedicante, para la aegunda
nos parece que no hay motivo convincente para desarrollar
D(eo) I(nvicto). Puesto que es igual que los otras de es-
ta serie, proponemos leer D(eae) I(nvictae), es decir.
Némesis. Invicta es epíteto frecuente en la diosa (J) y
como paralelo pr6ximo podemos citar \Ula de M~rida (4}.

( l ) L!n.1-21 Q(uintue) O(laud1ua) C(?)/ D(eo) I(nvic-


to) S(oli o -aorum).
~ 2 ) Loe tres misma lectura que Fernández Chicarro.
Véase nuestro art!culo en Z.PE, en prensa.
~ l~ \
Deae Inviotae Caeleati Nemffi (Oarcía y Bellido,
en BRAH 1957, ~5 es.).
l. 5 3

N2 16.- Tobula onsuta votiv~, de bronce, de 9.2 cm. de


longitud. Conaervrt ar:t'ibu lo r.mill:.i ele nujcci6n.
El texto se ha grabo.do en pimteudo. M.Arq.Sev.

VICINIA VO Lóm. Xn
TVI:; DE!,IISIT
AVGVSTAE
NEMES!

Vicind.a vo / tum demisit 13 Auguatae / Nemeoi.

Fernández Chico.rro, "Lápida.a, 628 nota .35 ( 1 );


!fil§. 1950-52, nº )55; [ill 1955, ng 253; García y
Bellido, IlRAH 147, 1960, 145; ~., C/1.AI, 26, -
fíg. 17; id., ne1 . 0rient . 89, n 2 6, t'ig.9 ( 2 );
Viven, ILEn, n2 402.( J ).

El epígrafe es dificultoso pura leer por el ti-


po de puntillea.do, desigunl, en (JU() ClJtá hecho. Lo. pri-
mera lectura. la. hizo Collantes de Tcrón, y ea la que
más o menos ae ha mantenido. Noaotroa pensamos, sin em-
bargo, que, ante la falta de paralelos para este nombre,
y a que lo lectura lo permitirío, éste debe ser más bien
Vicinia, para el que hay varios cjcmplon ( 4 ).

La tablilla iria colgada por el anillo en la


pared del Nemeseion , junto con otros tipoD de axvoto2
de loe que por el momento no nos quedn ninguno.

( l } Lin. 1 Vicira.(aegún lectura de Collantea),


( 2 ) Lin. l Viciria.
( J ) Lin. 1 como el anterior.
{ 4 ) Kojan t o , Cog11ominv., Jl2: una eaclflVH P.n C:TL V,
7695. Victnuo e11 V, 7íl42. Vid. SchuJ.7,e, ~enna-
1nr,:m , J.02 , puro un cónnul del 114 ( l'Iñ 108 ), Vi-
ciñ:Llliunus , evidentemente <lerivudO:- -
154

NV 17.- Grupo de trea fragmentos anepigráficos de la


mfsma serie de· N~meais, ( Lám, Xb), Mus. Arq, Se-
villa~·

Nos ha parecido interesante incluir aquí, bajo


un solo número, tres fragmentos de lápidas contenien-
do un par de pies, pero en loa que no ha quedado ras-
tro de lo. inocripci6n que seguramente tuvieron. De -
ellas ofrecemos una, muy interesante por ofrecer en el
lado inferior izquierdo una corona con ínfulas igual
a la del nO 5, Loa pies aparecen, como en el nv 15,
muy cuidadosamente dibujados, De ella se hace eco C.
Fdez . Chicarro ( 1 ), ind.icando que apnreci6. como -
las demáe de la serie, en enero de 1945, y fue entre-
gada por el Sr. Collo.ntea de Tcr6n.

tragamos por último una e.J.uo i6n s. otro {!rupo


de exvotos, tambián en el Uuseo de Sevilla ( 2 ), y
con repre~entaci6n de pies, pero no aparecidos con 6a-
t oa , sino al parecer de la necr6polis ( 3 ), Como bien
dice la Dra. Fernández Chicarro, en esto caso debe -
tratarse de exvotos de enfennoa, del tipo más griego
(suelen ser a Eaculapio) y con precedentes republica-
nos ( 4 ). Uo puede dcscortorse, sin cmbnrgo, que per-
tenezcan a la serie de U~meais, poro no lo porecen.

( l ) "Lápidas ... '', 626, nos, 9 y 10, J.áms. V, 1 y -


vrr1.1, para dos de los fragmentos.
( 2) ~ - , 632, nos, 1-5 y 16m. VIII, 3-4.
( 3) Halladas en 1879, 1903, 1905 y una en 1945.
( 4 ) Elle cita una de Ateaun, en el Muueo de C6rcloba,
datado. según S. de 1os Sunt os en el sic;lo I li.C.
Paro los exvoto::i de enfermos , vid, 11, Gnarducci,
Epi Brofio creen , IIT. Fomn , 1974, 57 nn.
155

N!I 18.- Pequeña oru votiva en m:'.írmol blo.nco. J:edidus:


?.3 x 13 x 15 cm. r.ctrrw de ?. cm. U.A. de Sevilla.

l.'~RVLEIVS
.
EX VOTO Lám. XI

l.lr.iruleiua (tcsculopio?Jex voto.

C. tlnez. MW1illa, AEspA 2J, 1950, 208 y fiG• 1;


IlAE 1953-4, nl! 567; ( 1 ) ; A. García y Bellido,
llil, 25 y fig.lJ ( 2 ) ; Fdcz. Chicano, Catá-
logo de 1969, 04 y de 19ílO, 63 ( J ); Vives,
ILER, ne 989(1.1)

In ar11 tiene formn rcctangulnr, 0011 :nolrlurrw dti


buena ejecuci6n. Tiene uno rotura en el fr.li.;o superior,
donde debío. ir el nombre de lu clivinl.dnd, donde vcnion
restos de bronco, como s:i. .0e hubiera qucri«J o liou- y!i
una vez im:1 frnctura. En el frente hay cl:i.bujadu uno. -
cesta o, mtís bien, w1 aJ.torciJ.J.o, sobre el que ne ven
frutos• quizá una piñn y dos mm11,onos ( l)bif). A loo lo.-
dos, dos ~erpientes cnrooco.das y ofrontudao.

Lu~ letrno tienen coructcreE: rict uurio/3, <t1Jc do.-


toríamoa en el ser;undo tercio del n:i.c,lo II o poco doo-
pués. Lu pieza fue inc;resada por la Comisión de r:.unu-
mentos en enero de 1926 (es decir, coincidiendo con -
las cxctwuciones del Cando do ,\cuiar en lo. nov o urhs ,
anfiteatro y necrópolis) sin que oc oepo. el luc;ar exac-
to de procedencü1.

Desde ou primera publicación por C. J,'.urtím$


Munillo, ~e viene desarrollando el dedicanto corno r.'..
Arulciuo, para lo que elln c:l to.lm c;J e1:1plo.rJ ( '.i ) • ELJu
156

interpretución es perfect~mente pooible, pero nos ads-


cribimos mejor a la que da García y Bellido, loc.cit.
por estar escritas muy juntas las letras, no hnber in-
terpunción y por haber a.testieua.dos en H:f.spania varios
l·.!arullus I n , iuo, en la miRma a ecuencia derivativa <lel
gentilicio raruo ( 6 ). J\ruleiuo, por otra po.rto, no
está a tea ticuado en lliopania . ( 7 ) •

Por otra parte, la restitución de la divinidad


a la que se da gracias parece clara si entendemos~
culapio, como todos han venido haciendo. Su car6cter
ct6nico e9tá representado en lo. pifta Dobre el altar y
las sorpirntes, De no ser un nru doméstica, vemoc; máu
factible lo existencia de un templete o edícula consn-
g:rado a su ctü to, y en eate cano podriamofl poner en r~
lación los exvotos de enfermos a que aludíamos bajo el
nº 17, hallados en loe proximidades de las excavaciones
de Aeuiar, quizá en torno a la necr6polio,

~
1 } HAE de J.1. Munilla., M. ARVLEIVS ••• EX VOTO.
2 ) mltVLEIVS AESCVLAPIO? EX VOTO,
J ) M,ARVLEIVS,. ,EX VOTO.
( 4 ) U,.A.RVLEIVS. , , EX VOTO,
4bis) Sceún· M. Mwiillo , que nos parece acertado .
5 ) J\ aí , CIL VI, 4571 y 11609, y CIL X, J699.
~ 6) Kojanlo, Cognomina , 42 y 176 ."lrn los índices de
este libro no aparece el co •nomen IJarullus Que ,
sin embargo , es bastante oonoci o. ~n .l a )Onia,
por ejemplo CIL II, 1995, 2144, 2150, douJ ,
4JJ2, tanto Elñrullus como r.;arullinus .
( 7) Podemos afladir un caso de la propio Itúlica,nucs-
tro n2 134, donde el difunto llevaba un nombre
comenzado por Maru ••• , quizá Uaruleius , como 6e-
te, o Marullus.
15 'l

M2 19.- Ara de mediano tamaño en piedra común. Medidas:


23 x 35 x 12 cm. Las líneas 2.2, 2, 2 y 1.5 cm.
Está completa. Colecci6n Lebrija (Sevilla).

EX. PRECEPTO.
DEI. VOTVM • J.úm,. XII
• SOLVO
.L. T. U.

Ex precepto / Dei votum ¡3 solvo / J,(uciua)


T( . ... ) B( ... )
(1)
R. Amador, "Tlluaeo ••• ", 278 y J.ám. VI!b; 1'.
Armero Manj6n, Db cur sos , 27; Notas Wickert.

Esta o.ra fue publicadu por Amador de lo/3 Ríos


entre las piezas de la colección de lo Condeoo de Lc·-
brija, donde en la actualidad aicue. Aquel veía en el
último re11cl6n L.I.13., lo que interpreto.bu con cier~a
licencia como J.ib(ena ). Wosotroo vemoll L.T.B. y penl:o.-
mos que se trata del fiel que cumple el voto. La T eo
particular, como una L u ln que ne ha nfí:.tdido el tro-
vesaño nuperior (cfr. iguales en l!HJ lín. 1 y 2) y la
Les desvaída como ell solvo. Son de deotacar lan hctlc-
!:!,!, muy estilizada:; y sbundantco,clel texto, aof corno
algunao letrus características (V muy abierta en lu bu
ae, M, X y los ópíccs), todo lo cunl nou hace llcvur
la cronología en torno ol nielo 'CII tl.C.

En CUQnto a quién {:ea lD divinidad a lo que 1:c


ofrece el ara ex precepto, lo ignornmol:l. Podríamos pen-
sar que ne trutarn de l.'.ithr o. 1 a quien 1:mbcmon i::c rendía
culto en I t~licu~ 2·\n s in¡polog;[a dol óvaJ.o en ol frontón,
por otru parte, oc podrín I'!Ür.1c i.onnr con 1:w numcrorioc
figu.r0;s de T.:lt.hra noc:l.endo de lo rotru Gene trix, muy
fácilmente relooionablc con el huevo cónmicu del que
nace Phom?o-/\lon ( J ) • Las reloc l onrH; orfi :Jmo-mi trél fo-
rno hnn .sirio mucho'3 veces o.puntndo.o ( 4 ) • /, <rntn poni-
bilido.d podría. ufiadirse la oepico (o pulmo, pero cree-
moa mej0r una enpico.) que oc d:lbujn u lo <1c1·cchu de
solvo en ol ora do Itúlica, Por todo ello, ln atribu-
oi6n al culto de Mi thra de 6stn noo parece ju9tif:i.ca-
dn,

( 1 ) Lin, 4ª Lib(cns).
( 2 ) García y Bellido, CAAI, fiea, 14 y 15: se trato
de dos piezno en e'f1Jüoeo de Scvilln: un rcJ.ic
ve inacabado de Mi thra taur6ctono y un al to1· -
mi l1·aico, muy frnGffiento.do, donde ne coneervcm
el lado del toro y el de loa cinco espicaa. A
ello aflatlírírunos una estatua "tlc río" (C" y ne-
llido , EREP, nº 109, lúrn. 06) que bien podría
sur de Uoc'i:tno, como otro tle t,:6rida (1-bid., nCJ
108) junto al qu~ hay , no un delfin ,~ o bien
ha oeiialado t.:. Bcndala ( "T.nn rolicionco rnioté-
ricoo en la Eopafla romana", Lu religión romo.no
en 111s ania, Madrid, 1981, 20Cl), oino tm lcet.os
1
o se:t•p ente, :lgunl que lo llevo el Océano~
registro inferior del mouoico coomoc6nico de
r:6rida (A, Ulanco, Lloooicos romanos de J.iérido.,
l,'.odrid, 1970, n~ 17 y fig , 1). Ln figuro do IM-
lico no deja nprociar h1 oerpiento por ou en-te.-
do, pero bien pudo tenerlo .

.
( J ) Y con lo. ruedo zodiacal qUP. auele ncompafiarle ,
como en el célebre relieve de l tódenn ( Vermosc-
ren, CIMRr.t, fig. 197), donde tombHn Aion lle-
vo oooresu cabezo el huovo c6smico.
( ) U, Bendalo, loo.cit,, 290 so., hace un eotndo
de la cuestión sobre lo bibliocrofía al renpec-
to. De ello tamM.ón tro.tomoo en un artículo en
prenso, para CEtpA, "E:t frui t tu' supcris aeter-
na. in luce Fa a ua". En todo coso, el culto de
f..iitra en Itálica, practicado sobr.e todo por mi-
litares, nos parece indiscutible,
159

N 11 20.- Pequeña ltíminu de plomo, de 9.2xl0x0.l cm. En


J.o parte oup(')rior W1 apéndice con restor:J ele -
01·:lficio. Líneao de uproximadnmcnte 5 mm. Bot!!
vo clobJ.ada, y la falta el dn¡;ulo t1upe:rior der~
,;tio y un trozo en el óngulo opuel'lto. Esc:d to.
por la ca.ro A completamente, y por la B nólo
una 1 ínea. l,luoeo Monoeráfico u.e Itálica.

Cara A DOTt!UA FONS FOVII ••• .


VT TV PIIHS!IQVARIS TVAS
RIIS DIIMMJDO QV!SCVM Lúm, XIII
QVII CALIGAS r.IBAS TIIL
5 LVIT IIT SOLIAS TIBI
DITA DIIMANDO VT VT
.
.
ILLAS ADOITOR SI QVIS
rvnLA SI r.:vurrn nvn
, ,1\:0 INVOJ,;\Vl'P
Cara B •• ULOS PIIllSIIQVARIS

Dom (i)1m Fom.1 Fove /1:s ?J/ ut tu pcri:cq uorio,. t uus


/3 res demando gui:Jcun / que calic;on meo.e tol /
1t1it1 et solios tibi ¡G uau c) emnndo utrbu1 / i llmo
ad'ce P'·~or s i guis / pucló).u ni mul ier sive
/ 9(J10J mo invola vit ,?[in] i lloo perm:,guurio .

J. Gil - J. lli. Luz:ón, "'.l'uuclla dcfixionis do It{i-


licn", lle.bis 6, 1975, 117 so, y lámr,. I-II ( 1 );
AE 1975 nll 497 ( 2 ); c.cuotillo~ 11 Progrcoo 11 ,50,

Se trata de una to.bellu defixionüi, semejuntc


a las muchos rccoeid0.::i por Audollent ( J) y Gnrd.a auiz
( 4 ) . Apureci6 en el oíío 1972. EJ. (llclHor arqucolót;ico 1
J.M. Luz6n, la fecha por ello en el siglo II d.C., da-
to al que hemos de hacer la objeci6n del probable uso
de la vivienda hasta el siglo IV, lo que vendría a dar
un margen mayor ( 5 ).

Al texto establecido por J. Gil hemos de propo-


ner ale;unns modificaciones. En primer lugar el nombre
de la divinidad de la que se solicita ayuda, y que ocu-
pa toda la línea 1 1 • Gil transcribe FOYI •• , extrañán
.
dose él mismo (p. 127), por lo que propone lo lectura
-
Fori[naeJ (quizá hobría que esperar Forina), aludiendo
a la Furriml del santuario del Jenículo, en Roma. Sin
embargo, es poco probable, como ya ae apuntaba en AE,
porque no ea una divinidad de carácter vencativo como
suelen serlo nquéllas a quienes se pide una d efixio ,
y por la excesiva distancia que oepara ambas ciududea
como paro mantenerse un culto de e~e tipo. Sería más
propio, puer;, buocar una divinidad local, como el mü1-
mo Gil apuntaba.al principio de eu trabajo.

Aunque en principio pensamos en la diooa &2.-


vida, que aparece W1 un ara de Dragn ( 6 ), supliendo
una R en lo tabella• Sin embargo, hemos decidido oe-
guir una sueerencin del ".Prof. G'-' Igl caios, y leer ~ -
~ ' teniendo en cuenta que los tlos trazon cruzudos
al final de la línea aon una V, como pura Frov id a , y
que a continuaci6n se ven restoo de dos trozos que,o
juzgar por el reato del texto, pueden ucr los de una
E de tipo cursivo. El espacio que fa!ta por la roturo
del plomo en el ángulo superior <lerecho eo suficien-
te para NS. Se mantiene, por tanto, el r,6ncr.o femeni-
no para Fons , definido por Dom(i¡nu ,:;in lur,o.r a d ucla.r.,
lo que, como dice Gil, rcpre:;cmto rl pr:tmcr cj cmplQ.
161
I! ('

En la lÍllóf:I 6!.' ( 7 ) tcrwmor.: a1 princJ.jbio ur1u


Ji con un tror.o vcrtlco.1 encimn; c:recmon que eo DIIA,
por dea, en vocativo, en lu~;,r ele ilJ.n ( 8 ) • En 1,:
mismn línnn, ]VJ.rece acertado quo VT VT está po:r ut
tu. En ln línea 7ª hoyi,otra pnl.abru cornpU.curlo. de in-
terpretar. St, lcc~ur~, .f.in e111bnr¡.:;o, pnrece e] ara: ADOI-
TOR (no puede tomor~e cota u por b, v;ir-:·to lu b tle
lo. línea 6')), que Gil lee aboitor, pero interpreta de
modo inusual, como que aquí puede enconderse el nom-
bre del implorante, que para vcr:¡c u calvo ele cuulquier
"represalia má¡;icEI" hu e:Jcri to r;u nornhre t.l revés: .!:Q
Rotio ( ocn. ~ ) .

Bnto parece muy improlmblc, ya quc, entr<i otrr~:;


cooan, holir!n c¡uc coperflr estu ootrntncc1;v:. en una -
gran parte de los dei'i.xi o11e1:; , y c1.J.o no ocurre. Lor,
t.1utores de AE proponcm en cnrnbio abutor. Otr:.13 ::;oJ.u-
ciones, como abuctc,r ( 9 ) o oh oli Lor no son. pod. ble::;
paleogróficomente.

En cunnto a le cxecrat i o en sí, es posiblemen-


te de un r.:oJ.dado y de un estilo bar.:tante frecuento.Gil
la fecha paleoGráficnmente en el oic;lo I, y udmite Wl
margen de evoluci6n hanta ol oic;lo II (?n atención ll J.u
da tcici6n u:rqucol6gica. Hosotrof.: ic;noramoe la::1 circrnrn-
tanciao c,:actaa rlel ho.lla¼GO y por tnnto I no proponcr.\o.s
fecha dio ~inta de la palco¡;r,1f:icn.

L,i Fo111:: Foven.r; ( 10 ) n c¡uicn iría clir1cidn J.>.\


tabella podrfo. tratarse ele alc;t.111::i do hw nrnncro:-;t:s fuen-
tes urbnnns que imlpican ol burl·i o norte de I tá1i.c1.1,gc-
neralmen tc en lori cruces, si tuadar, rm unu de lu~1 eoqui-
nos. ( lJ. ) • El colc;or junto o la fuente lo tah1:ll:,1 podría
servir de cl.icuo.!li61, paro que el ladrón clcvolvi¡:,ru lo ro-
bado, que la víctima ofrece o lu ~ioua si lo consigue.
Para mfüi prccioionce filolóc;ica:;, rc:init.irnor.:: ril excelen-
te na tud:io cHn<lo de J. Gil.
( 1 ) Lín . 13 Füp ; lín.' 6g ILLA; lín. 70 ADOITOH; Cfl
ra B: ILLOS.(tu out, p. 1)1},
( 2) Lín, 70 obutor con sent ido ouperlntivo,
( J ) A. ~1..'.dollent, Defixionwn tnbcllao, Por:ln, 1904.
( 4} ºEstudio linguíotico de lon <lefixionen lutinn::i no
inclu!do.fl en el Corpw.i de Audollcnt", Emcri to
)5, 1967, 55-89 y 219-248.
( 5) En efecto, esta viviendo está pr6xirna o. la del
.:Na.cimiento de Venus, que se puede fe ohur entro
comienzos del siglo III y fines del IV. Por otra
parte, esta casa de la Cni'iodo Honda donde o.pa.:re-
ci6 el plomo tiene pinturas, pero ni un solomo-
saico , lo E¡ue parece separarla del conjunto de -
las casas normales del barrio nuevo .
( 6) Vives, ILER, nº 05.3; J.ru. Bldzquez , Diccionario
de las rel!gionea prerromanos de Ilio anio, Me. -
1
drid, 1975, 99: ea una divlnidad acu tico cuyo
nombre proviene de lo roíz indoeuropea. •sreu 1 co-
rrer , fl uir, Leitc (Reliai6e8 indí~enoo , II, JJJ)
prefiri6 leer Provido, lo que llev a )!Ubner (en
EE VII , 40J)a suponer Fortuna Provida Sacrwn.
!'ero parece q~e Frovida y su carácter acuático
oon cloros (r,:.L , Albertos, Zcphffun 3, 55 oe,y
J .1,1. :!Uázquez, Religiones primi vos , 176). Aun-
que , como veremos, existen vnrioa nexos entre Itá
lica y la zona de Idanha-S etúbal -DrnBO , es cie r to
que lro diosm acuáticas suelen tener un carácter
muy local , de ahí que nos inclinemos por Foveno.
Ser!u la primera vez que opnrcce tal divinidad
en la epigrafía.
( 7 ) Gil dice que primero se hi?.O la d y l uce;o 1Jo co-
rrigi6 encima con una I, poro ha pod ido ser ul re -
.. v és,
( B) Gtl (p. 129) habln incluso de estn posibilidad
como preferible, poro de hecho no la rocoge en
au transcr ipción,
( 9 )' Nos fue amab lement e sur;erida por el Prof . D'Ors,
pero, además de la paleografía, tiene e ota pol~-
bro un sentido demauiado concreto en cuunto a ro-
bo d e e;anado.
(10) Con el sentido etimológico dc"f'avorecer","cnlen-
tar" o incluso "baflnr", lo que ir!u muy bien con
un carácter acuático para cota ninfa .
( 11 ) Véase por ej emplo en J. 1,1. Luz6n, La Itálico de
Adriano, cit •• fig . 6, loe restos de una fuent e
a 20 metroseacasos del lugar d e apnrici6n del
plomo (cfr. plano en Gil-Luz6n , art.cit,,fig.l).
163

Hº 21.- Se ignoro. ou forma o tamaño, ns{ como el mate


r:i_al. En la actualidad, p(ir<'Uda.

C. J..lARCIVS. Al'II.VS
l:hGISTim LAnV
JWGV::·.ron. ET. GEil
C/, J~f;AJU.~. AVGVST
5 mc.srrvs. m,T
II!F. P. X.X. HJAG. P. X7.

2.{nim1) n1rciu0 Ap:l.luo / tn(1c;fotcr Lt.1rü(111 )


1 . ~ .
/ · Aur,;untor(um) et Gen( l:I.) / GHcr; ri ri!l Au-
¡;n0t('.l) ./ Jlic situs ~st ¡ 6 in f(ronte ) p( c-
dcs) XX, in a(gro) p(cdcs) XX.
ill II, 11)) ( l ); rrieto, fol. 61v. (?. );
Matute, Boaguejo , 21; Vivco, Qdill, 5541 ( 3 ).

Boto ea uno de las inocr:tpclonc::i cuya pérdiclu,


muy antigua, puesto que en épocu de Jllibncr yo. no exii:-
tía, · es mlfo de lamentar. Seríu .i.n ~crcaante co·tcjor ::iuo
caractcrcr.:, puesto que nos parece en de époco. de Tibe-
rio o inc] uoo del propio J\ue;ur::to. :~c~ún la r.1nyorfo de
los autorc,3, <wtuvo mucho tiempo en la cntrudo del 1110-
nasterio de San Iaidoro, 11ero t.'.ututc yu en lü?.7 tlu un
texto diferente del de Prieto, r¡uo ca nuc::;tra bcwc, lo
que sirve para .su11oner q!-w pnru c.f.m fecha yn cotuba -
perdida.
La~ int.erpuncio11es dcllían ser redondas, sal va
la primera do las lín. 3 y 4, ]n 2~ de lo 5~ y todas
las de la última, que eran hedcl'ae, lo que marca uno.
utilización muy temprAna de lan miE:mas. Dato arcaico
es el de~iarrollo completo de lr.i fórmulu 11.S.E., y J.n
auoencin pc>r contra del ST'J1T.. S0.g1ln CU,, la I de hic
aobresalfo de la coja y t,1cr,ún l'o.rdo. hobfo un nexo ET
en le. lín. J!l.

Sobre el culto del que 3C cuidaba este mogic-


ter. es difícil dilucidar si ae trata de Aueuato vivo
o d~ Tiberio (de A~usto muerto no creemos por faltar
divus}. Evidencias muy tempraneo de culto imperial lao
hay precisamente en la Dética ( 4) y. aunque Tiberio
no fue proclive a permitir un culto a aí mismo, aquí
se trata de loa lares imperialea y el genio del empe-
rador, por lo que tembi~n sería factible pensar en el
propio Tiberio. que fue uno de los posibles patronos
de Itálica ( 5 }.

El terreno de la ~umba era de 20 metros de la-


do. y creemos debía situarse en la necrópolis mñs an-
tigua de las de la ciudad. a los lados de la vía que
venía de iliapalis y entraba por el Sur. Los t ria norni -
!!!! del dif'unto son muy latinos. Mnrciun es uno de los
gentilicios nntiguos. Apilus (que seguramente no estó
por Apulus).aunque no aparece recogido en el estudio
de Knjanto, está representado otro vez en IIispania. (6).

( 1 ) Lín. 2 LARVM¡ lín. J 11 GENII.


( 2 ) Prieto da el texto tal como lo hemos recogido
nosotros.(Descripci6n de la antigua Itálica,
m~rn. de 1740, en ·Ia R.A.tl., :fol. 61 v.) , lie-
mos preferido au lectura y no la de TtUbner
(quien da una larga lista de bibliografía has-
ta su fecha) por el siguiente comentario ele
:Prieto; que ni Morales ni Caro la dan bien, pe-
ro que él le. vio y copi6 cuidndosametrte, ncom-
pofiado del secretario del Duque de l,1edlnasido-
nia. En efecto. au dibujo es muy detallista.
La misma lectura del CIL.
R. Etienne. Culte ••• pasasim 9 y nuestro artí-
culo en IleligÍonromana en Jlispania, 150-152.
( 5 Vid . infra n° 25.
( 6 m Ir;-5'561: Fla(.v ?)us Apili(acil. fil.i.ua )
165

N9 22.- Fragmento de l~pida en caliza blanca. Medidas


máx •• 25 x 23 cm. Letras de J cm. la 10 y de
4.5 las otras. Colección Lebrija (Sevilla) •

• • • • VS. MAG. LAR


•••• G CH.A.RES Mm. XIV a
•••• STTL. A

-------/(---?--iua ma /
bet Gen 11 A ustorum Chares lib. eer.
con, ? b(ic) a(itus) e(st)] s(it) t(ibi)
t(erra) l(evie) a(----)/

Por su estado fragmentario no sabemos exacta-


mente la longitud de los renglones ni cuántas líneas
componían originariamente le inscripci6n. Sin embargo,
parece posible que s6lo le falte Wla línea por arriba.
donde irín el nombre del difunto. en nominativo, cuyo
cognomen continuaría en la 2 1 línea, 1 8 conservada.
terminando en -,2. Seguida.mente, su dignidad, ~Kie-
ter larum, que quizá continuará en Aug , et Gen.Aug.,
como en el epígrafe anterior. El nombre que viene a
continuación, el griego Charee (posiblemente por lli-
ria) ( 1 ) consideramos es el de la dedicante, fuera
coniux, contubernalia, ~ u otra relnci6n, que iría
máa o menos abreviada según restituywnos o no el H,S.E.
delante. Queda sin explicaci6n la última A, a la que
no sigue ningWla otra letra o numeral, lo que permi-
tiría una última línea. Por loe caracteres externos,
el epígrafe podría fecharse antes de mediado el siglo
I d.C.

( 1 ) fil, AE 1977, 47, o AE 1978, JO y 277 (Italia).


166

w• 22bia.- Bloque de m,rmol blanco con buena p~tina1 -


enmarcada la 1n•cripo16n dentro de una sen-
cilla moldure. Medidas: 56,5 x 25 cm. Línea
1• , 2.5 cm., las demde 2 cm. Museo Monográ-
fico de It611ca. Lám. XIVbis a.

...
M. CASSIVS. SERG. CAECILI, ••
FLA'MEN PERPETVVS DlVI TRAIANI FLAMINALIS PROVINC

BAETICAE STATVAS QVAE SVNT IN ORDINEM.FOSifAE
lf • IIII. EX ARGENTI LIDRIS CENTENIS on JJ01'TO
REM.!I VIR
5 GENIO. COLONlAE. SPLEMDIDISSDMB, lTALICENSIS.
POSVIT.

M_(arous) Cassius Serg(ia ' tribu} Cneo111[nnu2}'


flamen perpetuus tlivi 'l'raian1 1 flamino.lis pro-
v1no(iae) ¡J Baeticae statuae guae sunt in
ordinem poaitae / n(umero ) guattuor ex arr;en-
ti libris oenhnis ob honorem (luoviratus /
Genio Coloniae Spl endidisaimae Italicensio
:eosuit.

P, Le6n, "La zona monumental de la noYB urbe",


I Coloquio sobre Itálica, Madrid. 1982, 118
es. 1 l&m, XII,a,

Finalmente hemoa podido incluir las dos ins-


cripciones aparecidas en 1980 en lae excaveolonea de P.
Le6n en el cardo máximo de le nova urbe, cuya noticio y
fotografíe he sido publicada en el I Colo~uio sobra Itó-
l!oa, que hemos mencionado en otroa luearea de este trn-
bajo. Sin embargo, no tenemos tiempo material de proco-
der a su estudio, que le exoavadora no hace, pero noo
167

parece interesante, de cualquier :formu. recocerlo.a en


nuestro trnbajo.(cfr. n2 22te~}.

Es la primera dedicación opnrecida en It6lica


al Genio de la colonia. r:ntre las divinidades venera-
das en lihpania en épooa romana qtth;á sean los genia
de muy variados tipos loa que cuentan con un mayor
número de inacripoiones ( 1 ). Estas dedicaciones se
corresponden también con imágenes figuradas. de las
que quizá la m~a conocida sea la de Mérida ( 2 ).

La dedicación hecha por M. Casaius Caecilia-


nuM, de la tribu Sergio, es decir. la itnliceni::e, con-
siste en cuatro estat~as de plato. verosímilmente de
la propia di v inidad. con un peso 'total de cien libras
' ~ u.;~ )
de plota\;-Jceñt i cJad respetable que noa hoblo de lo si-
tuación econ6mica de Caaaiue Caecilianus. Hoce el re-
gB.lo con motivo de su elecci6n como duovir ·de la colo-
nia ( J) y las estatuas. dato interesante. aon conao-
gradas y colocadas en el edificio curial, ea decir,
en la sede d e l ~ de lo ciudud• lugar donde también
los duoviri solían llevar a cobo sus funciones. !lo aa-
bemos d6mle podía estar situada la ~ dentro del ac-
tual yacimiento arqueológico. pero del propio texto.
cuando dice guae s unt i n ordinem p os.ltnc , puede deducir-
se que la dedicaci6n no se hace en el mismo lugar de
la erección. puesto que no horín faltn. y podría pen-
sarse que la curia estaba dentro de l'l vetuo urbe ( 4).

A propósito de W1 epígrafe frocnicntflrio (n!!


66) hemos propuesto. y 001110hip6tesis. la identificn-
ci6'n de un adlectua ¿ in-ter conoul ores? qua allí oe men-
ciona. rle cognomen Caecili anua , con este duovir y fla-
men. Hay que considerar. ser;ún pnrece. lo gens CnssiEl
que hasta ahora no había oompareoido en la epigrafía
de la ciudad. aunque es bastante freouente en la pe-
nínsula ( 5 ), como une de las influJ;entes dentro de
la misma. No se espeoifioan otros cargos de Caeaio
Ceoilieno dentro del orden senatorial, oon lo que su
adleotio es posible. Aquí se indica solamente su ejer-
cicio del flem1nado provinoial y su honor de flamen
perpetuo de Trajano divinizado, culto que si.n esfuer-
zo podía suponerse en la oluded de origen del empera-
dor, 1 que esta in,or1po16n no hace eino oonfi:nnar.
Es tras el desempefto d&l !laminado provincial, segwa
parece, cuando se le elige para el obrgo de duovir.

Los caracteres externos se corresponder!an


bien con la teoba que dan los 1nternoss reinado de -
Adrlano. Su apar1oi6n en la zona del foro nuevo, jun-
to oon el ndinero siguiente y en reláoi6n con el edifi-
cio porti0ado en proceso aán de exoavaoi6n son, para
nosotros, un nueTo indicio de que se trata de un tem-
plo relao1onado oon el culto de Trajano y eue victo-
rias. Esperamos •n un futuro poder hacer un más exten-
so an,lis!s de este interesante epígrate.

( l ) En el catálogo de Vives hay recogidas J7 , a loa


máo diferentes genicet del convento (Tarraoo,
OIL 4073-4), del lugar (Murcia, OIL 3525-6),
re-un río (el Baetie: HispMlis, m ll6J), de
munio.ipios (Laíiilñlum, CIL J22BJ, de una leg16n
{la VII, OIL 5oa3). Deneoho, a genios de oolo-
niae s6lohiy teet;1moniadoe uno de Tarraoo (OIL
4071) y otro de M,rida (Vives, ILER, 557), a -
los que hay que afl.a dir ~ste. --
( 2 ) J . M. Alvarez, "El genio de la Colonia Augusta
Emerita", ijab!s 2, 1971 257 y !dm. XV!.
neeulta otro ato para Ía cronología post guem.
Bajo el actual oasoo urbano de Santiponoe.
fil• í ndioee del CIL.
H •tt

Nº 22ter.- Bloque de mármol blanco. roto por su parte


trasera, con cura frontnl rectnngular casi
completa, que lleva la in~cripci6n. Medi-
da.a de éata, J6.5 x l~.5 cm. J,íneos 1~ y
21. 1.0 cm., las reatante8, en <lisminuci6n.
de l..5 a 0.4 cm. r.:uaeo f..'.onogrófico cla rt:ílica.
(Lám. XIVbie b)

VICT.AVG. VIB.h'.ODESTA. c. VIB.Lrnmrrn .FIL. on •••


MAVRETANIA ITERATO HONOnE BIS FLA?,1IÍHCA SACERD ••
' STATVAM.AflGENTEAM EX ARO.P. CXXXII =
l. cvr,, rnAv'RIDVS MAR
GARITIS N. X. ET GEW,:IS N XXXX ET IlEHVLL N VIII. ir.r CORO
NA.A •••
5 CVM. GEJ\iMIS ll XXV ET cmM.AREIS / ACCJ~I'.LOC.AU.GPLENDID •••
DIN. IN TF.l·,iP .SVO CORONA .AVREA.FLAJ.tnT, B'.l' CA:PITVL.AVfil~ •••
••• A rsrnrn. ALTJm.CERER.CVM.UAMIB.ARG.ITEM.lVJJOÍi:t r

Vict(orioe) Aug(uatae) Víb(iu) l·,'.odesta C(oii) Vil>(ii)


lliboriis fil(in) or[iund(a)J(ll<¡ f:auretfnio, íterato heno-
,...., ) ,... ;,o; .e'.'.'
re, bis flominica sacerd [o::JJ/ statuum nreentottm ex
arg(enti) p (ondo) (centum tri1:into et duo) (uncio) (irn-
mu:ncia) cum iná'uribus mar/ garifls n(wno1,o) (decem)
et gemmis n( umero) ( qua.drt~gintn) et barull( io) n( ume-
ro) Coct<1Let corori'a a[wwa)J. [__Qy¡lLi;,:enunio 11Cµ111erol Cvi-
g tnti et quinque) et eem(m)oriia - • Accop(to) loc(o)
6
eb splenrlid.(issimt)[or]! din(e) in temp( lo) sno co-
rona aurea flemin(ali) et cap itul~) ~urc[a / alter.Ju
Isidia alter(a) Cerer(is) cum mr.mi b (ua) ore(ente:l!l)
'Ílem IunoKl p(osuit).

r. Le6n, "La zona monumental de la nova url:>sº,


I Coloquio sobre Itálica, Madrid. 1982, 118
ªª•• nº 2 y lám. 12,2. ( l )
(#) or[igino?J
1 '7 O

El estudio detallado de eeta 1nscripo16n hemoe


d.e dejarlo ahora, por falta material de tiempo, para
más adelante, puesto que su oonooimiento, como el del
número anterior, nos llega a ~ltima hora. Sabemos que
prooede de lse exoavacionee de P. León en ln zona del
cardo máximo en el affo 1900, próximo a los reetoe de
un edificio porticado.

La insoripoi6n estf en bastante buen estado de


conservación, aunque le falta un espacio de unos doe
o tres centímetros por el margen derecho y un trozo
en el dngulo inferior izquierdo, que no dificultan ex-
cesivamente su lectura. Las letraa son mayúsculas pero
con una acUBed~ uncialidad, quizd producto de au exi-
guo tomafío. J<;n el'!taa condic ionos la datno16n es clifí-
oil, pero en todo caso dentro dol siglo II d.C., en
nuestra opini6n. Llama la atenci6n en su texto el nlto
número de letrea en nexo·que aparecen, <l1eciseis gru-
pos. Los nexos Aon poco fre cuentes en la epigrof.ía ita-
license, y quizá aquí se deban al tamafío previo de la
superficie o inscribir. Los que m&R oe repiten son loa
de MA, AM, en el texto que oomentamos. El bloque, que
nos parece debía ser cúbico primitivamente, aunque aho-
ra est, ·roto, debi6 eer heoho para ser encastrado en
un edificio (¿qu1z~ el antes citado?) oomo elemento -
constructivo dentro de sus muros. En este sentido nos
parece paralelo a la anterior insoripci6n comentada
(22bie), que pudo tener el mismo :fin. En ombos ca.sos,
le oara visible sería aol61llente la inscrita.

La inacripci6n conmemoro una oerie de ofrendas


hechas a la Victoria Augusta . in templo auo, por lli!Q
1 7 1.

~odeato, Eata se ~ice hija de C. Vibiun Libo y oriunda


de r,1Guri tenia• lo q,1e viene o. confirrnar nucstr11 hipóte-
sis aobre loR frecuentes l azos de U4 tica, poro tamb16n
de Itálica, con el norte de A-frica. J,a e::::pro oi6n indi-
ca un oric;en mauritano, quo ho.y quo atri.buir tamblén
al padre, pero, dados loa coreos desempeftndos en la -
propio ciudad, hRbría que entender un tipo de odopci6n
o domiciliaci6n habitual de Vibia Modesto en Itálica,
De ella ae dice que ha sido aaoerdos (scil,,oolonine)
y flaminico bis. Con motivo de la repetioi6n de au de-
signación como flaminica, y o modo de honoa o munua ho-
noris propio del cargo, efectúo UnA eapl6nd1dB donación.

Esta donación comprende princ1pnlmente una es-


tatua de plata de la divinidad de máa de 1)2 librns de
plata. LR estatuo iba completamente exornada <le joyas,
en un bello pernlelo oon otras doo inacr:lpcionen uéti-
cas "Jl3 conocidas, de !si3 y Diano ( 2 ) • f::iguc lEl enu-
meración d e las piedras preciosos, que irían engarza-
das en la escultura: pendientes con diez perlas, cuaren-
ta piedras diverans y ocho berilos o eamerRldaa, J,leva-
ba además uno corona de oro con veinticinco piedran -
preciosas ( J ).

F.n el lugar designado por el eapl,mdidfoÍllo ordo,


i,entro del propio templo de 1:i Vi ctorin imperinl,efco-
·-- ·-- "tifa lo erección y ded!cac16n .--·;.:compc¡1ñndola d~ "~a co-
l.'Ona do oro flaminal" ( 4 ) y tres cnbecitas de oro de
cada wia de otras tre::i divinid::iclea: Xsis, Ceren y Juno ;
do la de Ceres se indica que "con manos de plotR" ( 5 ).
La última letra. parece ser una P, p(osuit), y no creemoo
que falte nado al epígrafe por la zonn inferior, por -
las razones que antea apuntábamos.
La riqueza de las donaciones de Vibia Modesta
quedan bien patentes oon au simple enumeraoi6n. La -
menci6n de una corona flaminalis es también interesan-
te. aeí oomo de las d1v1nidadea a las que también se
rinde homenaje: de ellas, !sis y Juno, ~ota por su noi-
milaci6n e Coelestia, son especialmente veneradas en
el norte de Africa. Loa Vibii oporecen con mucha fr0-
cuenoie en es ·ta zona del Imperio. En Itdlioa están -
atestiguados otras tres veces ( 6 ), de las que la más
significativa es quizá la inecripci6n Q.VIIl.L.A. de uno
de los asientos del podium del anfiteatro, que sabemos.,
ha de corresponder a un miembro rico de la comunidad,po-
sibleme11te perteneciente'a l a ~ . Vib.L. correupon-
dería a ~ y co@omen del podre, aunque allí el™-
nomen es~- y no Q. Podría trotarse de un hijo o nieto
de igual nombre. En todo caso, vale como testimonio de
que la gens Vibia está atestiguada ye en lo ciudad en-
tre la aristocracia eoon6mica de la misma.

( 1 ) Lín. 30 TR[ibaois mañ/1 lín . 51 GEM.Af IS [{j.¡


lín. 5° SPLENDIDíisarmo ordine !talio. ; l!n .
Go lNI •• • FLAMINAt.CAPITVL(wn) AVI-1.E(um ; lío.
7º A. ISIDIS ALTER(wn) ••• CVl/1 MA.AtJID(ua ••• ITEM
IVNONI R [eginae]... lluestros correccioneo de
lectura están basadas sobre la fotografía que
ofrece la excavadora, ele modo que ca tón suje-
tas a rectificaoi6n.
( 2 ) CIL II, 3306 (Sevilla), con una mayor varic-
claiJ de gemas sobre una estatua do plata de,ólgo m6a de
112 libras de plata , n Iaio nifto, y J.13 :Jegwida
a Diana Augusta, •1e A11!,eoirae (Códiz). of . Jla-
lú.&:I 5, 1974, 195= AE, 1974, 384 . -
( J ) !Jo aabemoe si lo voz t;em.areis oetd por genutl-
riia , "joyeroe" o rel1.carion"• rru.fo libremcn e
11

'fracfuoido , puesto que acrío unr; reduncloncia


genunia genunareia, y hay en medio u11 et.
4 ) Del tipo de la que porto bon ·100 flcuniñea, habría
que entender.
( 5 ) Quizá e8tas cabecitas iban sobre pequefias esta-
tuillaff de madero.
( 6 ) Vid. aquí .fil.l!Jl• 154P 165 y eupl.
173

Nº 2J.- Fraer.1e11to ae cpíe;r.ifc en calizu cris. l·:;c<1i<l1.tr.


m~x. 12.5 x 14 cm. Colccci6n Lcbr1ja (Sevilla).
Ancho: 5.5. cm. L!n. 1 1 , 4.4 y 2 1 , 4.5.em.
•• ACERDO Ló.m. XIV b
•• GALLA

- ----/ - -?- 0]0.c erdo / ~i ?-- -JGulJ.n /-----

Inédita.

De cote fracincnto oólo podcrno11 decir f!UI) per-


tenece nl margen derecho de un epígrafe qu:i.zn honorí-
fico, do.do el groflor de lo. picz:.t. D<i ::\hÍ que la p:l'im~
ru líneo. conservodn pueda restituirse r,;e 0 uramentc .:li!-
c erdot i , sin sobe:rGc r,;i se refiere a un pcrHonoje mot::-
culino o fccicnino, Otro flaccrdo~1 rlc J.n colonia ht.i,y en
el nº 10.

En cuanto ri ~ . en W1 cognomcn bien repre-


sentRdo en ll iapmlio ( 1 ) y tamb:í.6n en It:.'il:i.cu ( cf.
nº 116). El cognomen en aí, de or:i.cen étnico, es uno
de los nut::i utilizndoo por J.n clo:::c :rnnritorlnl, rwnquc
aparece tumbién entre los r.iimplcr.: librer.: y muy cacnr::n-
mentc entre enclavo~ ( 2 ). LD pcrtenencin tlc .,,. Ciallu
a unu clnce Goc ia.l l\l tn encllju bien con e] tipo rl e el o-
dicoción n qu~ tlebi6 pertenecer 0.::'tc frncmcnto.

lü tipo de letra, incluyendo tm~, pulcrn ord.inu-


_ t er.i una capital con cicrto.r; raot;oo nctuarios (D, O
tio
_

y A) que pudiera fecharse haciu fincr, del siGlo I <l.C.

1 ) Por ejemplo , t rece ca::;oo qtw ltcinoa c ote j ado er1


1 1.1 non inoul a .
2 Knjnnto , Com10minn , 195 . De J.0:1 cnspn que hcr.10::r
c:l tndo rm l u n ota unt nrior , oólo 1.mu (ILEil , 4 ':i5G ,
fl e l; 1'.í1m l) e:,: enclavo. .Lnn ti e1!11fo s on l :L breo y cua-
1;¡·o con oec ttdrlad del or,lim, ncnntor:l.nl ( CIJ, II ,
11'1 039) , 1645 , '1 272 y 552.2) . -
1 '7 4

Ng 24.- Fragmento inferior derecho de un op!grofe en


m&rmol blanco. Mide 21 x 19 x 6 .1 cm, Lus l:!-
neaa respect. 1.8, 1.7, 1.7, 2 y 2 cm. ,!!ispa-
nfo Society, Nueva Yorl< , D.212,

••• . . 9
... yrnos
, • ,SIGNEIS Lám, XV
• ,l:I• QVEI. Mó~
5 ".E • VEUIAT. DEI
.. •FBCERU1

-~----;f--?--3o /[---jvidoa l:J::--Joi~neio /


t--?-- "3ei quei fooe-/c--r veniat dci / 1--:fecerim.

In~dita.

Se trota sin duda de una de los inocripciones


~áa antiguao de Itálica y puede que de 1~ península.
Es del grupo de epígrafes que fue hallado durnnte loa
exca,racionea de Mr. A.r.1, llunUncton en 1898 (cfr. ca-
pítulo I,5 ), y que hemos encontrado entre loa fond os
de la Hispanic Society, de lo cual fue fundador.

· Estas excavaciones, sin embargo, se realizaron


por nuestras noticias en torno al anfiteatro y la ne-
cr6polis vecina, a cuyo carácter responden lns demás
inscripciones de este grupo, Est e epígrafe no guarda
correspondencia con ello ni por temática ni por crono-
logía, pero como no ee conocen datos de referencia, no
pode111oe aa.ber ei procede de adquisici6n o hallazgo en
otra zona.

En cualquier cneo, no cnbc dudo de que ea par-


te de una inscripci6n conmemorativa realizada u fines
del siglo II o comienzoa del I a.c . Poco e aon loa do-
175

cumentos de estas fechaF.J con que contamo::, en Ilis¡mia .


Loe tipo3.de las letras son muy curucteríoticoa! en-
pi tales cuadro.das a.in ninguno estilización, E, F y 'l'
de travecr.d'ios cortos, flUOencio de remates, interpWJcio_
nea redondos o triangulares, etc. DiptonGncioneo ci por
i, muy frccucnte:J.
ruy posiblemente esta inscripción era conside-
rablemente más larga por au lado izquierdo, porque es
difícil restituir el texto con lo que hay. En la lín.
2 1 VIDOS podría ser final de providoJ:i I en lo Jll es clo.-
fo SIGNEIS, que nos do una pio tu pura el ;~entido del
texto, en ln 40 ei guei por ci qui y dcapu6o, tru¡¡ un
nexo J..10, lo fractura deja ver qu0 hub:(o uno o, con lo
que puede restituirse ~ · En la U:n. 'jP • vcn:lrc del
(acordar/Je del dioo?) relncionado con el último fccc-
¿ocurrlr?

Ho oabemos reatituir este texto, pero el he-


cho de que onté en p:rimer11 personu, en nubj unti vo im-
perfecto y se hable de sign e is • oocul tnrtrn t nos per-
mite suponer que se trato. de lo de<licuc:i6n por portE~
de Wl particular y 11 Dc~ún lo coutumbro" de c:ita tuos,
con mot'lvo de cumplir una promor.m si ocurríun dctP.rr:d-
nodos acontecimientoa, promeao que se hubín hecho o
uno o,mejor, va:d.ou dione~, p1·úv i ,~ .

A pesar de ello, los Clt:JO:J en que r.ie prcr;cn t(ro


los difcronteo vocnblos no fucil:t tan mucho entu :i.n l;e1·-
preta.ción. Es. ain embargo, un bello ejemplo de l:,1 epi-
grafía republicana itAliccnae. ~:iate lu tentación de
relacionarlo con lo.o ob:::iequioii <le L. faunmio hucit.! el
140 a.c., pero ya vcremon que rato ~a difícil.
lJR 25.- Fragmento de lápida en coliza oscura. Medidas
m&x. 22.5 x 12.5 x 4.2 cm. Lno letruo de lo
10 lin •• 4 cm. Colecci6n Lebrijn (Sevilla).

RELI ••• L6m. XVI


C T, •••

----- / Reli[e;ioni --?-j/ C( aiua) ~f--11----


Inédita.

iste frocmento de lo colecci6n Lebrijn no -


permite hncerne una iden cabal <lcl tamaiío de la 1na-
cripci6n primitiva. Queda u.~ reborde a la altura de
la l!nea 211 que permite pensar quo ae trata del frac-
mento izquierdo• pero por arriba ignormnon ni hobr!o.
otrao líneos.

I.o que qucdu crccmoo ce una dcdicuc16n o unu


de las deidndeo abstroctns del mundo romnno, nelit;siot
que afectaba máo bien a.la esfera de lo privado ( 1 ),
y era un concepto más o rnenoa opueato al de auperGti-
tio.

Bn Hir:lponia s6lo conocomoo uno de<llcaci6n si-


milar, procedente de no.rcelona ( 2 ). De lo. línea in-
ferior se conserva s6lo el extremo auperior de w10 po-
sible C y de una T, que podrían oer el inicio del nom-
bre del dedicante, pero o título de hip6teais.CDracte-
rea cuadro.dos muy eamerados, quizá dentro del siclo I.
( 1 ) lli• ort. de Kobbert, !lli, ~·
( 2 ) l~ , 1950-52, n 2 J52 (Vivco , r um, 467 ), procc-
dcñtc ele Dorce1onn y ·11 0,v en num'üoco rnw1ic :l.¡inl :
n eligion i C~egi oli (?) . Lu res·~i~uc~6n . uc lu
oec;unda. pala .ra os i n scgw;n t -ef . ~, r..ar:i.no.r: ,
IRU, 16 , n.o 2: posiblemente Cyncr;ióluo nntropó-
ñiñio.
177

ue 26.- Dos fragmentos del mimno ep:Í~rufe funerario,


en caliza yeaosu blancn con ruatroo de que-
mado. Medidns máximan dr.l frncmcnto A 7 x 14
x 5.4 cm., y líneas de J.4, 2.2 y 2 cm. Del
fra{!lnento D 11. 4 x J.5 .1 x 5 cm., y línco.s de
J, J, 2 y 1.6 cm. Colccci6n Lebrijo,3cvillu.

Frag.A •.. vs. l!'rae. B V''


"' . AS •••
• • • vs.A VCVSTAL ••
••• XJCX:'V
• , • ITVS, ES
.
II. PIVS • nrs
••T. T. L.
I.ám, XVII
E:---c. 2..:-/-~ us(t)ua Ao[---/---Jus, auc;us-
ttn [is /3 --Jxxxvr.r, pius in s [u;i. s . / Jlic
aJi.tus ,e s [t s (it)Jt(ib:i.) t(erra ) l( ev.is ) .
,
Inéditos, Wiclcert, l!,otas.

,,mbos fra~men-tos de ln colección J,cbrija han


pertenecido a lo misma inscripción, aunque aún les
faltan porteo por ln i1,quierda, derecha r
posiblemen-
te zona superior, si ouponemoo riuc hnb:rí~ un11 1 ínea
para D.J.l, y o~ro donde comemiu:r.n el nombre del difuJtto,
ya que ln primera línea connervadn, •• us·~uu uebe co-
rrespemder l'I LU'l coc;nomen, ya ~cu l!'1.n1.u tuo , corno pcm,10-
ba Wickcrt, Apolnustua ( 1 ) o cuolqui4':r o·tro, con lo
que praenomen, filiación, c;cnU.l:icio, etc., irían en
una hipotética l!noa segunda.. !JE.,,. pueclc ser comien-
zo de otro cognomen, para el r¡uc hay muchns posibili-
dadea ( 2 ), Lo que oí est1.1 claro en la linea Jº es
augustalis. ain que sepamos ué pnlabru va delante.
1
La edad parece~ ser 37 añoJ? y hny un temprano uao
de plus in s uis , n pcoar <le cotar desarrollado HSE.
CuidadoDa ordinatio y capitales adocribiblcs a época
flavia, con interpuncioneo triangulares,
( 1 ) Poaible dado el carácter <le uodal auc;uatnl.
( 2 ) ~anto, Coe5nomina , JOl.
( 3 ) Pero puad en ser máa, 111 suponemos /\.,X, •• o r,.
II. 2. - INSCRIPCIONES DE CARACTER HONORIFICO

ALUSIVAS A EMPERADORES O MIE1IDR0S DE

LA FAf.ULIA IMPERIAL.

'
179

NI> 27.- J?roc;mento de inscripción en mármol rosa vetea-


do. r:Tedirlaa 13 x 13. 7 x l. 5 cm. Lctron de 4 crn.
r-:;useo Arqueo16gico de Sevilla, ulmaceneR.

... nom. rA .. Lám. XVIII

----- Ti. C1.m1d:lo NeJroni pa ( t r ono --/----

ill II. 1113; Itada, MEspA, 488; Campos, Ins-


cr ipciones, n9 323; G~ y Bellido,~, 25;
Callantes, msc.

Este frae;mento fue hullndo en 1839 en la!! ex-


cavacionen de J. de lo ·cortina; y en época de II. cBta-
ba ya en el f,!useo. Este invcaticndor indicaba que la.:1
letras, cuu.drudas, P.ran "de l.u: mcjorei: del .rdglo I".
Con un duc ttto muy mo.rcado, ~1.lll tlrnt io imperceptible, /
interpunci6n en como., I' nbicrtu y crica::iou, remeten,
tal do.toción es circun::::cribiblc aún a poco e.nteti e.le
época flovia.

Lu rcsti·tuci6n gencrnlmen te odmi tida ea la


que recogemos y aceptamos. JI unquc ·tanto podría nclscri-
birse a Tiberio antes de ser empermlor como o. !lcr6n,
y de ambos como patronos hay ejemplos en Tiiupaxllu
( l ). es creencia generalmente compartida que SQ
trataría de Tiberio ( 2 ), y ofcctivomcnto subcmoo
que Tiberio acept6 el pettronato de clintinta:J ciududco
bétic::ia con los que pudo establecer lnzos duran~e cuc
campañas militares aquí, caso en el que se hallaría
Itálico.

( l ) CII, II, 1529 (Ulin, J<.'.onl;emayor, C6rclohu) y 5'J)O,


deCnrth:1go II ov"u:-rcr.pcc ~ i.vrunrm te.
( 2 ) En renlidad s6lo lf\ -filfo ci.6n, Ílll{I : f . o Ti. f . ,
podr:fo tmcarnoo de eludas, si fle mbJ.c-ra c~ rvn-
llo eJ1 el ~ra~mento i tnl:i.ccnsc.
180

Nos. 28, 29 y JO.- Treo fragmentos de tabln de mlirmol


blanco, de cinco pulc;adns de nncho (Matute),
eo decir, alrededor de 11.5 cm. En lo actuali-
dad, perdidos •

nn 28: • • • AESARI. ••
••• NERVAE •••
• •• IF. MAX. • • Lám. XCIIb
• • • S.L.F. MA.E ••
7 XCVIa •
S ••• PIVS.IVSTV••

.
• • • ITI •

Hº 29: •• r. c....
HQ JO: IM •••
DIV ••

~ : Zevnlloa. Itálica, 77 y 340; Dibujo de


'\.
D. da los Ríos (llfm. XCVI ) ; T.latute, Doaquejo,
>
90 y lám. 17, 4; fil II, 1114 y ~ . , p.838;
r '\ .
·.,(
G9 y Tiellido, CAAI, 25. ~ : ill rr. 5370 y
)..;·t
Collnntes, msc., H~ ¿O: ill II, ~ . , OJO.

Ln primera noticia sobrl! estu in:rnripci611 no::i


lleco o. trav6s del n9 28, d~ Zevnlloa, del cual lu tomo
J,lotute. Ambos dicen que npureci6 en 1788, en el cerro
de Los Palacios(?) y en directa relnci6n con uno de
los torsos allí encontr~dos, tle tipo heroico, y que
eotán en el t.lw.100 de Sevilla ( 1 ) • Por la rcferenciu
de que era "un tercio de ea ~atun colo:ml II parece que
ae tratar!n del más grande y de mejor cnlidad: el con-
junto de clJ a llegorfo a lo8 3. 50 m, de altura ( ?. ) ,
~ y según t~atute era de Trajano. 7,nvallo::i noa dice que
era "una tabla de m6rmol blanco muy bello" (l.'.atute lo
181

llama "pario "), que medía "vara y mcdin de olto y cinco


pulg11das d e ancho" ( m1fo o meno:l l. 25 m. por 11. 5 cm.,
interpretamos nosotros que de c;rueuo) , l.!otute que knía
" cnroctc rNi de cxtroordinori.o tnma.fio".

Tras su doocubrLniento, y mientroo el torno se


llevubo. o.l Alcázar en Sevilla, lu inscripción ae empo-
tr6 en el pórtico del monasterio de Snn Isidoro, donde
lo vieron y copiaron Bayer, Delgado y Dofarull. En 1881 ,
HUbner, que conocía la pieza por un calco de este últi-
mo , lo buocó sin áxito en Sontiponce y on el Musco . En
s u ~. dice que on cambio encontr6 un fragmento que
tenfo oólo parte de un o'omic117,o: n1 ••• / DIV••• • y oe -
pregunta si no será el inicio de la que se perd i6 .Ello
nos convence y , aunque no hemo:J oncontrado, con mucho
mt'ís ro.z6n, la máa antigua, o! }1cmoo hallado en el mo-
nuscri to de Colls.nt ea un enorme fro.gmento que t iene
FJÓlo doa letras: • , .P. C•• ,, colo::mlc:-:, puecto que mide
el tro:;o 22 x 23 cm . Sin embareo, ni ele la n 9 29, que
H. dice vio en el i,7useo • ni de lCt 30, que Collon tco re -
coge, hemon hallo do rostfo en el t.:UBP.o de Sevilla .

No obstante , purecc pod erae afirmu:r que l on


tres frogrnent os casaban entre sí , yo que oua textoc ae
complementnn muy- bien . El n 2 30 as el comicm,o do loo
dos primeros línea::¡ del n9 28, y·o eu v e~ el n 2 29 con-
tinúa el JO , en acSlo tma líneo. El tamuño total ele lo
inacripdón debió ser de alrededor l. 35 m. ele nl tura ,
con :renc;lones de 22 ,5 cm. y létrrrn on t orno o l os 15.

En cuonto e la restitución de l texto , no ::iubic!!_


do su anchura original ea dif:i'.ciJ. ele h(l.ccr. La que do-
mos a continuoci6n es lo de !!Ubn cr con o.l~ún detalle -
que afü1tllrnur:::
182

I
Im Ne ae. ilio)
Traio.no usto at r atriae 7 l)o11t if ici)
l:.nx!imo) [trlb ( tmiciu) p( otea-tate) tot / L( ucius)?
-~!.Je L(ucii) f(ilius) 1,11.le [cia tribu?, ci,mus?/
-~dJpius iuntusf¡uc---/6 poau]it f(ecit?) .
r- üt .~. , ,, >\..._,
1 Hemos cambiado ln filiaci6n del ler. al ae-
-
gundo reng16n precieefmente por el fragmento que H,
mencionaba en el SupplementtUn, en, el que DIV apare -
ce debajo de IM. En la l. 2ª, Auc¡( usto) podría pasar
a le 1 1 detriíe de llervae, para equilibrar mejor loa
espacios, pero ahora está en el lugar precit10 de la
nominaci6n imperial. Quizá eo preferible pasar~.
a la l. 3~ y el i minor .ll.:.].• , yn qua lo que sí portie o
claro ea que todo el murgen i~quiertlo que falta deju
espo.cio para 4-5 letras , oobrc cuyn base hemos calc u-
lado el texto , atendiendo u ln líneo l", quo ca ln
más necuru.

Lo inocripoi6n y quizá ln estatuo, ni e~ cie!:


to. lo relación de ambo s hullazc;on en Lon I'alacioa y
con pocos días de d iferencia , debieron :1or 2ufrueatlao
por un porticular, cuyG referencia apor000 en lun lÍH
neas 41l y 5~. Su praeno111cn pueu o 1.icr Luciun, co1~0 e l
de su po.drc , e l ~ ea i mpouil>lc de precisar , r,cro
ha <le tener como mucho cuatro o a lo sumo c:lrico lotrll::: 1
con lo que l os poaibilidnde13 ce reducen onor1:1emon ~c .
Rniua , Trniuo, Titiuo ( :¡_wr!n poGiblc por lu <;mtrcchoz
de aus lotra3); de loG tres cautilicion h"Y e;jcmplo!:
en Itálico. o Sevillo(3)

0tro problema de interpretación su:r.·r;e e;1 la


misma línen: l'AE, situndo tran la fili:Jd6n , puede
ser princi11i o del cou;no1~m1 f. noc 1:.m~ . bien 11. t ef! ti¡~u11-
183

do en lÜsponio ( 4 ) • Ln truyec to ria de esto fm11iL1a


se ntesti~uo bien dentro do ln alnao scnotorin• y ~n
los C:'.ll3oa hispanos son casi siempre miembros relevan-
tes de lan ronpectivu~ cit~ades ( ~ ).

La otra posibil:tdo.d, porn J ~ quo la:.1 let:r·n:~


están bien situadas, eR la de que so trate de la I11ae-
( cia) tri bua , posibilidad por ln riue HUbncr se incli-
naba. deduciendo quP. el dodicantc 110 era hiapano. El
interls de oGte doto sería que n este tribu e~tuvie-
ron odscri tt.1G ;t,ibcrno.. Weupolin , rac0'twn. Ilrundiu:Ltm,
quizá Tflranto y, ln 1:ufo interer:antc pnrn no:,o-tro~, lll•-
~ . ci Udt1d pi cena qu«?, como ce IJ:i.on snh:i.do ( (, ) ,
fue ol vetusto o:rigen de lo eenn /\ olia llod.t'i1.1ne. . :fo
ttataría • en esto cano, de un c:i.udadano de uqu6ll11 -
efectuando nm, dedicación al c1~11crD<lor Tr·ujano en la
que por m\1chos concepto/3 considerurím lu Ht'll lla<lri .:, .

Ambas poaibilidndeo :ion admisibles. ::Ji la -


afirmaci611 de r.:atute eo cierta, <fote acriu el dcdicnn-
te del .cobcrbio toroo dn Traj.o_no hcr~io que ;~·~'ciil-
servu en el J.~unP.o de Sevilla. l'or el d:lhujo de cfotci y
el den; de loe Ríos no parece tratnrne oino de unn 16-
pida poro fijar sobre oleún monumento y no <le] pcde~tul
en sí misrno. Su l}rucoo, de 11. 5 cm. , lo oonf:lrmor:(~.
l!abrfo que imor,inor, por tonto, un templo (U.vi '.rrllüm:i
( ·por ou c1.1ráctP.r hcroizudo) que ncogiéro. ~rito y <;tr·:w
esculturar. clel mi.o,no, atendido el culto poi· ]011 correa-
pÓndicntcc sodalc.-!s Tl·aionale ri . rcro com1 i l.u inricripci6n
cstit hcchu, según parece, a Trnjur,o aún vivo, tonrl:r:fo.
su asiento en el Foro nuevo 01'.ín ui1 tea de con:.; tru:((!o cJ.
·templo. En este caso la relación oon el toreo sería más

difícil.Bn lD línea 5!! pnrece r.;Jn clucln lccrrrn 1üuf1 ius-


tus[que?} Lo:3 adjetivos i:;Ólo pucclcn aplicarr.ici nl dedi-
184

co.nte J · yo que pail-ecc difícil corwiderarlon coenominn


{oalvo quo plus
piua, Eripj,uo o T
fC;ª final de oognomen , como A(u)cu-
iua), y habiendo que conaiücJ·uJ:10~1
adje tivoo, habría que sustituir detrás un suotantivo,
cuya aignif lcooi6n ignorRmoa: podrfo ucr tm fom:ilinr , ib
un cargo (proeoeo, procurntor, etc.). Ello es difícil
de aclarar,

Por 6ltimo, lo palabra de la último. línetl, cu-


yo texto, má.s corto, iba centrado, fue sueerido como
hip6tes1_s por Hubner LbosP]i ti, referido aJ emperador,
Hoy la dificultad de que en los dibujos r~e ve clnrr.uncn-
to I'rF y no ITI. De ahí nuostrn propueota [roau]i't f( c-
cit), aunaue el orden no ca el adecuado,

( l ) No debe traturae del. Co:rro de Loa Falacios,


~ino del olivar del minmo nombro, al revéo de
como se ha venido interpretando, Cfr. García y
Bellido, CAAI, 142 .y lá111a , XXV, XLIII y XLIV,
sobre est'o's"iorsos,

~4)
2 ) Ibid,, 153 y lám. XLIV.
) ) vrií. bajo nuestros nwne. 49, 52, 159 y 160.
Miembros de la tribu l\lo.ecia a6lo aparece uno
en el CIL (1349, de Acinip~o, Rondo), precisa-
mente ü'ñ"patrono de lo clu od, r.~a.ecianus hemos
encontrado ocho en lo.o tres provihciue, Galvo
dos (M~rida y Martoa), todos en la Tarraconen-
se .
( 5 ) Vid. art. RE, s ,v. i1a.ecius. Entre lo~ casos
fi'fapanoa ' son cleatacnblcs un r.:o.eciua t.~qecianu.o
de T.'.ah6n (CIL II, 3711-3713), edil , duovir y
flamen r. 11.c. , y especialmente J. ele ~ina di~rlicn.-
ción en ~6rido. (Vives, ILCR , lbílG), L. Roscio
L. f . Quir , Uae...-c:I o Celcr:i'"f.im·io.no Pos tumo li.o-
milio Aeliano Vcrr;ilio !lluberiano , legodo de
1u legión XIIII Gemina ponibJ emente baj o Tru-
jano y luego pretor, aodnl auguotol, cuestor
de Hadriano y IIIviro capital, Este, o qui~n
le honra el concilio de la provincia de Lunita-
nia , es muy posiblemente hijo de b , Roocius Ae-
liunus Maeciua Celcr, quo tuvo brillante carre-
ra con Dorniciano, Nerva y Trajano (vid. Illi, s,v.
Roscius) . Sería muy sueentivo ver en el hljo el
dedicante de lo inscripción de It~lica, pero
los elementos son muy eocanos y la tribu m:.'ir.l
bien aeftolaría nl padre,
185

Mº Jl.- Pedestal en mármol blanco con vetas rojbas.


Lledidas: 1.35 m. de alto de 0.55 m. de ancho x 0.45.
Campo epigráfico de 04.5 x J2.5 cm. Líneas:
1~ y 2~ 5.6 cm •• Jg 4.0 y las demás 4 cm.
J.'.uaeo Arqueo16gico da Sevilla.

Al!:L!AE. Q. F.
J,ICINIAE.
VALERIANAE. Ldm. XIX,
SPLENDID!SSIUVS. XCIIe y XCVII.
5 ORDO. ITALICENS.
FVlIEIUS. rnPENSArit
LOCVM. SEPVLTVRAE.
STATVAM. PONENDAU •
• DF.CP..EVIT.
10 AEL!VS. PRISCVS. PATER.ET
.LA~ERIVS. FIRMANVS.
T.'.ATUTVr;. HONORE ACCEPTO.
D. S. P. POSVERVNT,
(i)
CIL II, llJO; Zevo.llos, Itálica, 131; A. Gali,
IT1.ator i a , 19; i\'atute. 117 y lám. J.2; Dibujo
D. de los R!oa; Campos, Jnncripcionoo , ,t.G,
nº 209; Cortina, Antigllcdadcs, 50; Collonte2,
mac.; Fdez. Chicarro, Cat álogo , 1969 (89, nQ
68) y 1980 (92, n 9 10); F.. /lrrib::w, DSAAV 16,
1945-50, 195 y fig.

i,c trata de un pedeataJ., po:;iblemen te pora la


estatua de la que se habla en el texto, y conserva -
las huellas de inserción de la misma. Fue descubierto
en 1781, rlurante las excuvacionc1.: <le nrurin en '11n :m-
18G

lida del lugar pera ir al monasterio'', aeeún Zevallos,


lo que nos hace pensar en lo nacr6polis situnda ol S,,
en el camino que entraba deode lliapulio, Ello lo corr.2,
boraría la afirmación del mismo Zevallos, aeeún la -
oual "con haber tantos aiglou quo airven de camir10 p11-
blico ( ~ . , los pov imantoa) parn eentcs y parn bf:D -
ties, todabía. dura claramente ... "

Hay que remitirse a ln descripci6n de Zeva -


llos y a la narración del propio nruna, hecha en _un~
carta de 17 de Noviembre de 17íll al Conde de Florida-
blanca ( l ), para hacerse una idea de lo que fue el
soberbio mausoleo donde aparecieron eote pedestol, el
de Gabinius rr.ucro ( cfr, nuestro nll 59 ) y doe escul tu-
rne fragmentados.

Tenemos ocasión ahora para deshacer un equí-


voco que viene perpetuándose en lfl bibliografía a. pro-
pósito de ombao esculturao, Drnna. lnn <leacriba per-
fectamente y eraoiaa o ello podemos decir que no fue-
ron he.llaclao en Loa Palacios ni el mognífico toreo
de Diana del r.!uaeo do Sevilla ni eJ. supuesto !Iormc::i
con clámide del mismo tluaeo, sino en eJ. maurioloo ,1c
Aelia Lioinia Valeriana, García y Dellido ( 2 ) reco-
ge la noticia de que ambos fueron hallados en Lo13 I't1.-
lnclos junto con otroG <los torson heroicos, pero ello
se debe posiblemente a que? Ponz :recoge junto:~ lor: cut1-
tro dibujos { J ) y rt.atute abundo on la noticia. dH ..
ronz.

El mausoleo fue deocubierto a finos de Octu-


bre de 1781, pero seguramente fue empezado n excavar
por loo monjes del monasterio o por o.leunoa lugareñon,
.l 18 '1

ya que nruno dice que ocud:l.ó "qunnc1o ia ue avia hecho


parte de la excovncidn, aviendo io ido diferente~ tnE
deo n pre::i enciarla". Su deacripci6n u PJ.or:i.,.loblnnca
coincirle '.n,rntante con la de 7.evalloo. Puede j_nferiroe
que el mausoleo tenía mdo o menos 6.88 m. de loreo
por 5.01 d e ancho y se conaervobr, en unn a lturo pró-
xima a. loa dos metros.

ConRtru!do con muros de lourillo, tendría más


o menos la formo de un templete díatilo de orden co-
rintio, ya que se hallaron fror,rnentos de corniaas, ur-
quitrabes y reatos de dos columnas en mórmol de c olo-
rea. Una de las columnas tenía 6. J9 m. ele al to y (,2
cm. de diámetro ( 4) y sobre ella ibn un destrozado
capitel de hojn::l de aoanto de 55.6 cm. Se trota, puco,
de un templete de unos 00110 nwtros ne nl tura, si tomg
moa como buenas laa dos doacripcionco.

TU interior era para ombon nutor0s lo 10,fo cior-


prendente: enchapo.do completamente el~ laatras de múr-
rnol de W1o s 28 cm. de ancho, "y en l oa i nt e rmedios l a-
boree mosaicas de piezas de viCTrio de aei~ colore o (lo.o
blancas, dorados por la superficie) del tnmaí'ío de du-
dos fijado s en argamasa" (Bruno.). Zevellos añade que
el pavimen to, además de con mánnole~, estaba reveati-
do con esmaltes, y se admira de que aún deopués de 1os
aigloe brilla de.!!pU!fo de lo.s lluvias ( 5 ) ,

Entre loa r entoH del ma.usoleo aparecieron dos


esoul turas, ''la una de muger, moior del tamr:i.iío na·t w·al,
oon su pretexta enrrollada con gran arte a l cuerpo aa-
ta mitad del muslo, y desde allí nata el principio de
la pierna se figura otra ropa interior como de pie les,
188

oon su aljava a la espalda, pero le faltan la onbeza,


brazos y piernas." Esta deecripci6n de Bruna coinci-
de exactamente con el torso de Diana que antes hemos
citado, y ea ineludible pensar ai Aelia Licinia fue
representado como la diosa de la cnzn, que tantas ve-
ces aparece en Itálica,. o si ln escultura de la dio-
sa presidía simplemente el mausoleo. "La otra estatua
de hombre de igual m~rmol y perfeooi6n es deanuda,con
la pretexta cogida al principio del peoho y primer
tercio de la espalda, eat, tambi~n sin cabeza, bra~os
ni piernaR. 11 Queda en la duda si este tortto, del ti-
po consagrado a Hermea, se correspondería o no con el
pedestal de Gabinius Ji.lucro, y qué relaci6n puede ha-
ber entre ambos personajes que explique su presencia
en el rniar:10 monumento fúnebre.

fü1to prolija cxpl:Lcación sobre el nmbiel'l;tc ,m


el cual apareció este pedestal nos ha parecido nece-
saria sin embargo para oonciliar nuestra hip6teais de
que Aelia Licinia Valeriana perteneci6 sin duda a la
familia directa de Adriano. y ello motiva su inclusión
en este capitulo.

La inscripc16n• dentro de moldurast eat6 eje-


cutada en capitales cuadradas muy cuidadas, mayores
en las tres primeras líneas y más estilizadas y regu-
lares en las demás, aunque sin preaentar caracteres
marcadamente unciales. Ello nos permite adscribirla
a la primera mitad del aiglo II d.C. I.an interpuncio-
nea finales de línea son todas hc<lera e cstilizadori,
así como las interiores de las 11. 7, O, 11 y JD de
la lJ. Las demás son triangulares. En dos ocasionen
189

y por faltn de espacio, se ha colocado la bedera sobre


una letra, sobre la 1\1 en la l. 8\\ y sobre la O en lo
120. HUbner no la vió, la estudi6 por un co.lco de no-
ferull en "Barcelona, quizá por ello 110 están correc-
tamente indir.adaa toclas laG hedcra.e en el lli•

Nuestro convencimiento do que tanto la difun-


ta como su padre Q. llelius PTiscus for111aron po.rte rle
la familia imperial se baaa en varion argumontoa: en
primer h1c;ar el carácter monumento.l y costosísimo del
mausoleo, que c1·eemos ha quedo.do suficientemente cles-
cri to mÓ:J o. trás, y au si tuaci6n en ln principal vía ele
acceso a It611ca. En segundo lu~nr los honoreD que a
su muerto le son dispensa.doo por el splcndidissimus
ordo Italiccnsitun, y la fortuna de que padre y muri-
do parecen diBponer, al haceroc corso de los gauto:J
decretadou.

Creemos puede admHir1Je nueatrn hipóteais.


Aunque pueda diaoutirse si Adriano noció o no en lo
propia ciudad, lo que eatá fue:ra do dudas es que nu
familia radicabn aquí, al menoo desde su abuelo,aquel
Aelius llndrinnus Marull;Lnus del que dice Spo.rtiuno en
la HA ( 6 ) : Primus ln sua i'amilti a t1ona1;or fui t I a ta-
vus impera toria llndriani. Cabe también recordar a -
Claudiano cuando dice: Tibi oaeculn debent Traianum:
series his fontibus Aelia ílUJdt. ( 7 ) , refiriéndose
a rtp:ioa.
En el terreno ele laa merao hipó~csifl, lla::io.
la ntenci611 el c;entilicio clel mn:ritlo, J,uberio Firi~a-
no, No puede menos de recorclnrae a J.'. Laberiun n.1xi-
!m!!!, c6nnu1 sufecto en el 89, ler;n.clo r'.i.e •rrojono porn
J:fosia Inferior en 100-102, coJ;1pl\iíe:ro suyo en los ,?;i1e-
190

rras dáoico.s y o6neul ordinario jU11to El él en el lOJ


( 8 ). Esta e1:1trecha amistad ne rompe súbita.mento, po-
co dP.spwfa de l 113 por ulgún problema, _no se aabc !Ji
con el propio emperador o con Licinio Surn ( 9 ) • E:J
de ste rro<lo, y, a l n ascensi6n de A~ri ono, el pr opio
Acilio At:lano, pref ecto cmtoncc1j tlel pretorio , solio! /
ta s u ej ec uci6n del emperudor, a lo que óate ne nie-
ga.

PodríA eer una hip6tesia a considerar que ,1mfo


veroAímilment e ant ea del 113, un pariente del lanuvien
se Laberio l,'áximo hubiera entroncado con mm miembro
de gente s ton ilustres en lo n6t1.ca como Aelii y hl_tl-
nii. Los intereses políticos pnrcce que fueron predo-
minantes en la política mntrimo~nial de la ola~e diri-
gente durante las dinaat{us hiapanoa .

( *)

( 1 ) nueotro e.migo el Dr . J•,1 . Illeoh no n lJ.nmó lo 11 ten-


ci6n no bre esta corto, que nporccn renog ld u por
F. ,'l rriboa en una nota del n~;sAv, c:i.t., l o quQ
le a¡;radecemoo.
( 2 ) Vid. EREP, n os . 154 y 199, Jifas. 115 y 147 re :;-
pectivomente.
( J) Visee de Espníla, corta XVII, ?.22.
( 4 ) T6ngaao en cuenta que tra<lucimos lu:1 rncdlclur:i m1-
tiguas, y que l oa cálouloa de 7..evnllon rmol en
ser aproxima<loa. Hacemos conutur que ocho metros
de altura para enta columna noa parec e oxcc:iivo,
pero así lo dicen los tentigoa.
( 5) Cito un e jemplo paralelo tomodo de Plinio, Hll
XXXVI, 15, hablando del teatro de Escauro , que
por prime ro vez en Roma se dccor6 con eomultes .
( 6) Vita Uodr ., I, 2.
( 7 ) Panegírico de Honorio, 10 n::i.
( 8 ) llJ~, s.v . Laberiua , y n. Syme, Tocitus, Oxfor<l ,
1950, I, 52-J y JT, 599,
( 9) n. Syme, loc.oit,, I, 231 no.
191

N~. '.32.- Frat,llento de una tobla de mármol do ~rondes d.!


menr,ionea, hoy perdida •

••• I I .•.
• • • RA • • •
• II. c •••

- - ---- / --] II [---/--- TJ ru [ion-- - / 3 Pont.


mn,x. tr, pot . J II o (g( n ) s --:j( ..----

lli II, Suppl., 5)69.

No tenemos otras notician sobre este fraemcm-


to, que estuvo, al menos hasta 1881, en que lo vi6 HU,2
ner, en casa de Demetrio de loa Ríos en León,

El sabio alemán propone \UlU lectura, que ae-


guimoa, que puede aludir n Trnjnno o a Adrinno. Desde
luego la ntribuc16n imperial ca aegura, tanto por laLJ
dimensiones que debi6 tener el opígrufe como por el n.:!:!.
r. lvi) .'lmeral seguido de C( onsul). Pero ni siquiera puede so.-
C 1,0 S,,'...Jberse el coso en q ue v enía originalmente.

La segwida potestnd tribunicia de Tre.jnno f.ue


el 10· de (liciembre del afio 97, junto con el primer con-
sulado, y la. de Adrio.no el mismo día. del a.ño 117, con
los consulados I y II hasta el 118. En una de las dos
fechas habría que situar la dedicaci6n.
..
Lo 9)~ c1a b DR. cte. J t\ 'c.
i. w..í~ ~ si-. t,,, ~ - 2-
I • •
192

Nº .3.).- Frag111ento de tubería de plomo oon oartela. Me-


didas: 11 x 2.5 om. Museo Arq. de Sevilla.

IMP. C. H. A.

Imp(eratoris) C(aesaris) H(adriani) .A{uguati).

García y Bellido, "La ltálioa de Hadriano", Lee


Empereurs romaigs d ' Espagne, 21 7 fig. Js &!
17-20, 1966-69, ni 2518¡ R. Nierhaus, "Die -
wirtsohaftliohen Voraueeetzungen der Villens-
tadt von Italica", MM 7, 1966, 189J Collantes,
meo.; A.M• Canto, "El acueducto romano de rt,11-
ce", MM 20, 1979, J19 y fig. l6é..

Fueron dos las tuberías de plomo con id6ntioa


cartela que ingresaron en el Museo de Sevilla en el a~o
de 1904. Garo!a y Bellido (1) nos da notioia de una de -
ellas, que 0 oorreotamente ley¡& el prof. Oollantee de Te-
riin" y de la que dice que fue hallada en une de lea ter-
mas. No sabemos cuál, pero podemos suponer que en las
llamadas '.'de la Reina Mora", al occidente de la nova urbe.

En efecto, eete·tregmento de tuber!e viene a ~O.!J!


probar el testimonio de Di6n Casio (2) cuando dice que
Adriano obsequ16 oon muchos y magníficos fones a muohae
ciudades, y entre ellas a su patria, It!lica. Un impor-
tante sector de la nueva urbanizao16n, especialmente en lo
que ataft~ a obras de car~oter público, fue costeado perso-
nalmente por el emperador, y lo hemos sostenido especial-
mente con respecto al ac~educto y el sistema de abasteci-
miento en general.()).

( l } CAAI, 75. ( 2} 69,10,1. ( 3) Art.cit.)20.


193

Nº J4.- Miliario en mármol blanco, moldurado en la


porte superior. con cartela también moldura-
do.. r.;edidas: l. 95 m. de Al-tura y o. 60 m. de
diámetro. Cartela de 0.57 x 0.47 m., líneas
de 10, 9 y: 8 cm. r.:uoeo /lrqueol6gico de 3cvl-
l la.

XJ:V
cartela con:
JJADRIANVS Lám. XXI
/\VG
FECIT

XXV (milia passuwn) / !lodrianus ¡J .Allfl(uotmi)/


fecit.

Fdez. Chicarro, Gufo ••• 1951, n!1 69; ~ 1-J


1952 (195)), 226, n2 710; IIAE 4-5, 1953-4,n~
587; ll!:§ 6-7, 1955-6, nº lOJJ; IIAE 12-16,
1961-65, n~ 2200; UAE 17-20, 1966-69, n 2 2517;
Pdez. Chicorro, Cutúloao , 1969, 83, n° 69;~.
Oatdloco , 1900, 92, n 2 12; García y Bellido,
Jt:1:1percw·s . coll.<:it ., 7 y J.t.ím. III; g 01 fí!A!,
119; A. Conto, art . c:i.t •• r;.~ ?.0 1 1979. 3)/J ?
lóm. 560.

P.1 milinrio, de primera catogorí.:1, npr.1rec10


casunlmente en el oflo 1942, en 1,rn cexcunúrn clcl tc.:a-
tro, dcbi.6ndoac al 3r. Collonl;cfl lo. noticit1 del ha-
llazgo, Solvo una r,rietu en el número, r.u cnt~tlo ele
conservoc:tón es e:tccl!'!nte, J,u inr.;crtpción :i.t iperioJ.
Vil dentro ele unu cartclu rect1rn1'.Ul!lr hoclm con c::inQ-
194

radas molclurae, CRpitales cuadradas, algunas ligero-


mente ·e~tilizoOos (JI, A, R), con ~l_µctuo y quadratio
seftaladoa,

fü,J de obligación relucionnr este milia.rio con


otro, fragmentario y en muy ml\l eatado, que ingreocS
en el Museo en 190) (según Bellido en 1908), prooedcn-
te de las cercanías de Guillena ( 1 ). El texto es
id~ntioo, salvo las mille.e:(xx]xr /Q-{A]DRIA~lVS]/ AVC/
~ECI,ij. Ambos miliarios fueron nrgwnentos paru una hi-
p6tesia que ya hemos defen<lido on otra ocaoión (loo,
.2!!,.), Lo~ dos van referidoo a un punto cero oitunclo
forzosa ment e o unos J7 Km. do Itálica, y que aitunbn-
moe e n ~ (Tejada 1~ Viejo, término actual do r.n-
terna y Escacena del Campo, Huelva), que se enouentra
precisamente a esa distancia de Itálica, Loa miliarios
no deben pertenecer ni a la vía Gadcs-llispallo-Er1eri-
~. como sugería G' y Bellido (no coinciden ol número
de millas) ni a le. de ob ootio fluminie Anao-Emcritnm
usque de loR itinerarioo, por '.ln mismo ruz6n . .lldemfis,
en el caso de ambno víns principales no se utilizor!o
el t~rmino fecit, puesto que lnn dos preexistían, si-
no refeci t, res ti tui t o alguno :lirnilo.r,

Una explicación que encontrnmon aatinfactorin


aer{o lo creación por purte de !lclriano, de uno vín de
corácter económico, y más concretamente metolúreico,
que, partiendo de Ituci (vía de solida natural del co-
bre y plata procedente de Riotinto y Thnraia), reco-
giera tambUn el produoto de las minas del actual Az-
nalc611or y fuera a buscar la ealida al Guadalquivir
quizá por Ilipo (Alcolú del nfo, Sevilla), Ello expli-
caría también el miliario de Guillena, oltuodo efec·ti-
195

vamente o. G millas ue IMlicn y unns :n de ItucL •rol


vía nos eo desconocida por loo itinerarios, pero en
el mismo caso ne encuentran otras muchas que non cons-
ta existieron. por no decir lo nmyoría de lan que no
eran antiguo crenci6n. { 2)

J,a calzada n la que pertencci6 el milinrio


italicense fue vista en dos ocasiones: en 190J, con
ocasi6n de la construcci6n del ferrocarril de Cala,
cuando fue deacri ta por M, Fern1fodoz 16pez ( J ) , y
durante unas excavaciones del Dr. ri. De;nde.la en un
lugar muy próximo, en 1973. Era del tipo normal en
la nova urba , de unos seis metros de anchura, pavi-
mentada con looaa ele Tnrife irreeularea y cruzarlo
por debajo por los correspondienteo cloncoa, !'arcce
que salía de ltJ ciudad por cerca del teatro y o -
uno!l cien metros i:,e bifurcaba en don brazos: w·10 hu-
c:la el norte, paro.lelo o.l ferrocarril y o. la llamo.-
da rivera· de Buerba (la vía a que nos hemos referi-
do) y otro hncia el NO, que iría o. reunirse con la
calzada pror:e<lente del anfiteatro.

Cabe comentar de eata pieza que estd en con-


sono.ncia con el derroche <le medios empleados en Itú-
lica durante todo el sir,lo II. Y, como dato anecdóti-
co, que ha sido recogido t11ntas vccc13 en !J!!:i. quepa-
rece que lo hubiera aeeuido siendo den~ mediar lo -
suspensión ele esta publicación.

( 1 ) Cfr. IIAE 12-16 , 1961-65, nn 2201 y Go.rcín y


Bellia'o;" CAAI , 119; m6s eopccialmente P. Co-
Uant es d e Terán en Catiílo~o Ar~ . t artfoti-
co de la provincia de f.l ev i '.Lo , • ..V , ::.:evi-
11a , 1955, s.v. Guil l ena, ?.49 an.
( l ) EJ Dr. Collanfotl era partidario do que r,c -
·trato bn de lo. vía XXII, de la de:rnmboeadul'o
del C:uadfona o P.'.6rido.. nelli<lo no le Ri.gu~.
El puente al quH .se refiere aqwH (fig. 4J7-
8, c'lebe pertenecer a 111 víu lliapolio-I;'.éricl.n.
( J ) I•'<lt?7... J,6pHz, Excavoc:toncn, VJ ,rn. En 1973 la
pudimos ver pcraonBlmentc.
196

N~ 35.- Gran plancha en mármol blanco. Medidas: 1.29


x 0.76 x 0.06 m. Líneaa 1 y 2. 10 cm. Las de-
m6a, 6.5 cm. ( 1 ). Colecoi6n Lebrija (Sevi-
lla).

l'RO SALVTE. JIADRIANI. AVG


ET. SABINAE. AVGVSTAE ff
SILVANO PANTHEO AVTARCES Lám. XXII o
SABINAE. AVO N LIB
5 EX VOTO

Pro salute lladriani Aug(uati) / et Sab'inae


Augustae n(ostrortJm}/3Silvano Pantheo, Au-
tarces / Sabinae aUg(ustne) h(oetrae) li-
b(er~us) /exvoto.

Jm. VIII, J05, P• 521s F. Fitn¡ DRAII 64,1914.


2.38-242 y 5)4; P. Armero Manj6n, Discursos,
27 ( 2 ); García y Bellido, CAAI, 25.

Algunas anomalías rodean a este epí~rafe,


encontrado cerca del "haza de los Palooioa 11 en 1813.3
por Gali, según la noticia que da el P. Fita. Sin
emb~rgo. pese a que el libro de Gal! fue publicado
nueve añoa después, no menciona para nada esta in~-
cripci6n entre las que recoge, lo cual noo parece e~
traño si es cierto que lo había. hollado 61 miamo. Sí
coincide, en cambio, la referencia de que se hnll6
roto en sesenta pedazos. Como puede veroe en la fo-
tografía que ofrecemos. la plancha eatábn fragmenta-
dísirna y luego reotaurnda. Ahora 0610 le f~lto un
trozo en la par.te superior, que oc '111 completado con
19'l

yeso. Visto todo ello, croemou que es mdR foctiblo


aceptar la fecha de hallozgo (ltlc daba la ]ill, que -
era 1896, aunque nnllido ( J ) «Tic e cxprcno.mentc
"fue hallnda en lBOJ. no en 1896. como dice, F:E 11 , -
quizá fi.ándoae mún de Fita. Pero ni GnJi encontró
la in$Cripci6n en 1096, oe cxpllcarin que en au obru
de 1092 no hable de ella.

En cuanto al texto en oí, ac trota de la.


dedicación, tras promesa, de algún objeto cuyo. natu-
raleza se ignora. El dedicantc ea un liberto impe-
rial, concreto.mente de la empi:rrntriz Sabina, de nom-
bre Autarcc!:! ( 4 ); lo promesa so h:i.zo por la salud
de la pareja imperial, Adriono y Sabino, al dios Sil-
vano Pantheo. El orden es irn,eular, por cuanto que
lo. divinidad lmbría debido ir en primor lue;ar, pero
no obstante hay ejemploo :Jimiloren.( 5 ). La inn-
cripción tiene un gran pareclclo con CI_& rr, '1089,clc
Tarraco: f.: ilvano /\ug . / tmcny11/ p'l'O w:!lute I mp./ GttrJ3,
Ha.driani l\ntonini /\ue;. J'ii n. / et libcrorum eiuf-:./
/1 timetun 1 i b. / t,.tbularius :r. ll. e.

Silvuno, diviniclucl m·vo1·um pcoorumquo y ~ -


ticorw:1 deuo, cuenta con un rcJr,i;jvnnwnte nlto •11í;11c-
ro de epí.¿;rafe¡; en lli.opani1;1, onoc. Jk e)],¡;;, 1 1 nvt:
el apelativo de rant.!}~itl ! (que, por otrn pr:1rtc, no :ir.
es propio), en en, II, 1165 (:;evilh>) ;¡ ;,OJO (AJ.c(ll,;5
de llenare,,). Fuero de :liapuniu, 11or ej cmplo, en iior.in
(fil VI, 1>95) o Richcstcr (ffi VII, lOJfl). Otnw •H-
vinidadee que en ílisponiu presentan €1 minmo adjeti-
vo son f.lernpis, Júpiter y Tu teln (CIJ, J.I, 46, 2008
y 4005). rn npelotivo tiene un curúctcr ntncretír:H-
co. ( 6 ) , Jlemo$ de hncer no ~nr q110 :~il vono es una
<'le loa «livini1lnclcn rlc 1:1:'í.3 prPclfct11~(mto en Pn.nonin,Da-
198

cie y ~'.csia, muchos vece n como flugueto I otras como Do-


mestico ( 1 ) ,

El cognomen A uto.rce1i nos es des conoc ido en la


penínauln ibérica. Su nombre completo sería L. Vib:lus
flutorces y posiblemente su origen sería 13reoo-orien-
tal. De estn moroso et sopera mulier casada con Adria-
no sabemos ( 8) que reoibi6 el título de Auguotn en
el eflo 128 d.C. (pera Oros io, 7,13,3, en el 125) y que
en el 136 se suio1d6. Por lo tanto, entre esos ocho
af\os hay que datar la inocripci6n, con lo que reoultu
de paso una de lo.a que, por estar fechada::i, pueden se_!:
virnoe para establecer oronolog!as dentro de la paleo-
grafía i talicense , Rn tal s entido, no deja de extrafiar-
nos la V de lo l. 4n y l a G de la misma línea, que
serían a pl·iori mda lógicas entre 70 y 100 años mÓB -
tarde. García y Bellido, por otra parte , ya puso en
relación esta dedicación con una excelente escultura
de Silvano, proced ente de Itálica y actuo.lmente en el
lluseo Arqueológico Nacional ( 9 ) •

( 1 Las medidaa no coinciden en el ca.so de /\rmero,


que da 1.30 x 0 , 00 m., y en el de Fitn, con
( 2 l l. 50 x l m. Armero varía on su texto en lan
lín. 2 (/\ueuota ) ~ 4 ( nabina ).
( J ) Loc.cit. , nota 47.
( 4 ) 'fratánd oae de un liberto, podríamos haber es-
perado tria nomina pero hay muchos coaoo en
que siguen clenomínAndose sólo por au nombre do
esclavoa1 por ejemplo, la miama que citamos
5
XEpri, de 'L' a rraco.
_, 977, 21: Pro oalut e Au¡;(ua'tl) Iobi Opti-
mo J.~a:dmo, • • (sic) .
G, Dumézili ne~ion romaine nrohr.11 ue , 340.
6
/\~, 1977, t>?2 , 6 2, 692, 62J. 6!io, 59, etc,
Ver sobre el culto de Silvano en Dacia el es-
t udio de A, Rusu , en Garaotia 10, 1973, 395ss.
que da nad a menos que 95 1locumentoa arqueológicos ,
SI1A, Vito lladr,, 11, J-4.
Id,, CAAI, 140 y lám. XXXVIT, con bibliografía.
U.f9

N9 J6.- I'edestal de mórrnol blanco. Medidas aproximn-


daa, 1.50 x 0.60 m. 1\ponmtemente, perdido.

J.''.J\Gl'JO ET INVICTO
IrP. CAE:s. ¡,i¡, .,umro
FJ,ORIAN'O PIO FELICI Uím. XCIIs
Il:!VICTO AVG. P. r.t.
5 TRIB. POTEST. COS. P. P.
Pnocos. RESPVBLICA
IT/\LICEJi!S. DEVOTA
J'JVr.mn. ~~IESTATI
QVE EIVS. DEDICAUTE
10 AVRE~IO IVLIO v.r.A.V.P.
CVHt. !l'.rE. AVRF.110
vnsrno V. JL CVRATOlm
R'":IP. I'rALICEITSIVJ.1

(corono. palmarit.1
entre do~ pnlmn~)
l.'.agno et invicto / Imp( era tori) Caes( ari )
1,:(orco ) /\nnio ; 3 Florinno Pió Felici / In-
victo Aug(uoto) P(ontifici} M(aximo) / tri-
b(unicia) potest(ate) (I) co(n)s(uli) o(a-
tri) p(atriae) ; 6 proco(n)s(uli). Respubli-
cn ~ Italicens (ium) tlevotn / numini rnaieata-
ti/ que eiua. Dcdicante / Aurelio Iulio
v(iro) p(erfectisaimo) a(gente) v (ice) p(rae-
eidis / curan te Aurel io ¡l.2 Uraino v( iro)
e(gregio) curatore / Reip(ublicae) Italicen-

CIL II, 1115; Deasau, ILS, 593; Matute, Bos-


~ . 66 y 81 y lám. J,l; niblioteca Colom-
bina, msc. 82-)-16; Colltmtes, moc.; Garcio
y Bellido, CA.tu, 25; !hllli, 1199i PIR 2 , 1539,
a.v.; C. Caslffio, Proa. Baet., n9b8a; cur-
chin, Elite, núms. 258 y 259.
200

Este pedestal fue hallado• según Zevallos y


Matute, en 1760, pero todos los demás autores afirman
que fue en 1771, en el área de Los Palacios, ea de-
cir, en el foro de la ciudad. Es el primero cronol6gi-
camente de los cuatro que al menos se erigieron en
lo ciudad a fines del siglo III, a Floriano, Caro•
Probo y un cuarto posiblemente poste.rior. Los tres
primeros han deaaparecido y el cuarto está en el Mu-
seo Británico, donde hicimos Bestiones para encontrar
loe otros tres, pero nos comunican que allí no oon~-
tan. Quizá la familia Wetherell los conservara en Lon-
dres, lo ignoramos,

En este pedestal, las interpuno!ones son!!!,-


derae en la lín. 2 y las.demás triangulares. A juzgar
por el dibujo que do. Matute (es la única de las cuatro
de la que D. de los Río~ no da dibujo), las letras se-
rían capiteles actuarias bien ejecutndno. Según el de
Fl6rez. iba rematada en su zona inferior por una~-
nn palmaria entre dos palmas, esto no detalladamente
hecho. Al parecer. después de ester un tiempo en el m,2
mu:iterio de San Isidoro, pas6 a podor de Mathan!el We-
therell y luego a los jardines del I'olacio de San Tel-
mo. llUbnor dioe ya que lo busc6 allí sin ~xito, La -
lectura de Deoaau es correcta, salvo llrsiano por Ursi-
n.g, en lo J.ín. 12.

füita inr,cripción eo una de los mñs llarnat!vao


dC! Itálica. Como acabamos de ver, el oalto que se pro-
duce en Ja epigrafía imperial de Itdlica abarca unos
ciento cuarenta aílos. Desde Adriano no tcnemor, por el
momento m&s conmemoracionen imperialen ho.nto precioo.-
201.

mente ént~ de Floriano , que n6lo fue emperodor , ~ lu


muerto ñe su hermano Tócito, en el veruno dc1 27(. <l.C.,
durante <los mes es o muy poco márJ. SC(;ún 7.6flirno (I, 6),
1), Florinno era prefecto del pretorio; llurolio Víc:tor
(36, 2 ) nos dice cómo fuo proclDmcvlo cosi o1 mümo
tiempo en que lo ero Probo por los legioneA de Orüm-
te (STIA, Vita P.robi, 10,1). Poco deapué3, Annio Flo-
rie.no fue muerto por aus propios aoldudos (Vito Tc•ci-
ti, 14, 2).

l,11 pregunto sure;e por t:Í ooln: ;,qué explic:r: -


ción puccle ofrecernc poro e) hecho de que en lo occi-
dental Iti:ílicu, lejos ya su é¡;oc1J. !le r.lU/',r? dol oir,:to
II, y lejon ohora del teatro de noción de J.1.1,0: procln-
maciones lmperinles o cargo <lo ln11 leg:lonr.,~, ;.,np0c:lol-
mente orientales y ge:rnionas , rie r.st0 nl tonto clc1 ].'.)¡;
últimas noticias , y se rinda hoinenn;jr. n ·~nn cfíu,cro e_!!l
perador? r.::Sxitne conAi.dero.ndo que cm te ¡,cdc1J ta 1 ::io:; l;cn-
drís au efigie ( 1 ) • P.s, por otro parte, lo únicn ,lc-
dicatoria, que sepamos, hecho a Floriono en :lüi pmrin.

J.,::i respuestA no eo ncncillri. Es muy poco co:,1-


parati var.iente lo que r;e oobe de estos oños en lo 1Jue
afectan len provincioa hispano~ . Trae las bcnéficuG
actuocioneo po:ra Jiiri panio del reinudo de r61:1tumo, se
produce lo 1Jegtmda 1nvosi6n de fnmcoa y olomonct1 c:··:i
el 276 d ,C., en la qHc lon hiRtorindoren ouponen la
victoria de Ti5cito o través de fiu hormimo Floriano.
( 2 ) f, i, como i,e cree, uno de lnn rnmarJ tl c en tu 1:c-
gunda 1nvnni6n (1 en tniy6 I':érida .Y ulr;unoo pun to0 el ul
Sur rle 111 pen{nouln , ello pudo j11:,l.ificor el pl\Do dri
lo B~tico. 1.1 provincio impcrio1 hnjo 1 n r111 ~CJl'Í(lo,] ele un
202

praoooe, cuyp 1:1.gena es el ded1.cante de 011 to basa, Aur,e


lio Julio.

Recordaremos ln existencia de otro ngcnn vice


praeaidis, o.~a]gnius Dono.tus, que tuvimoo ocuni6l'.I ele~
dar a conocer en una inscripción fragmente.río de r~oi-
ja ( 3 ). En el caso de ~ste se trataba de un procura-
tor provincioe naetioae eu funciones de prncooe, lo
que nos hizo sugerir una fecha entre 240 y 276, apro-
ximadamente, Hoy estreohar:!amos el margen a unteo del
259-260, fecha de lo primera invasi6n franco-almc.o.na.
Podría declucirse que para la época de las invo.::iiom:f; ,
la Bótica, a\tn siendo provincia senatoria.1, tuvo un
pro.eses ir.i:;,eriel, po~a pasar despuéo o. 1o autorir.l11d ºlS.
elusiva del praeoes, ya que do i\urelio Julio no p11 crlc
o firmarse yp que oea procurato1· Tlnc t l c110 .

Un doto interesante ea que en loo don in:H::dp-


cionee en la que aparece ( ósta y la n'! 37) se non~ rlo.n
límit es para su cargo, entre el 276 (Floriano) y el
281 (Probo), Por otra porte, parece que el oparecor
en una. dedicación ciudadana al emperador el delegado
provincial de ~ote noo pudiera hooer penol'lr que ne ho
producido un intervencionismo c:mtotnl en lr, trllllicio-
nal autonomía municipal y coloninl. Jn n1iomo cnrgo ,Je
curatort que suele aer nombrodo directamente por e).
emperador ( 4 ) parece ir en la misma dirección, y
aquí el curator de lo reapublica oe limi ta a e jecutar
materialmente la dedicación. Pero véaee cómo en el nú-
mero siguiente el propio Aurelio Iulio aparece nswnicn-
do también tal curo.tela italicense.

Por último, no queremos dejar de recor<lu:r,


flUnque inoi atiremos en ello t que l 1m CQl1C1 usi oner; el el
203

estudio del monetorlo gen<?ral de Iti:11icn, present:,clo


por la D:rn. Chavea al I Coloquio sobre Itálica ( 5 ),
arrojan uno. elevaci6n consideroblc del monetario 1,rc-
cisamente en torno e.1 año 276, con Probo. Jfo ne ha te-
nido an-ten la poe i bilidad de comdrleror eG te impnrtnn-
tísimo henho y, por tanto, no F.:e ho. volorado o.decuecla-
mente. Pero estas dedicaciore a imperial ca• junto r;on
el dato monetal y otros ( 6 ) non permiten entrevP.r una
revitali1.aci6n de Itálica a partir del 276 d.C., con
la serie llomada de los emperodoreo il :1.r:los. A todr~::i
estas circtuwtanciaa no debe acr njeno el caróctcr
mili térizodo dP. lo c:tu<lad, que ~Jospechni:1os no LJC 1k::;rl.!,
bujcS nnnco, y ello explicarí11 '11Jh,1í, junto con el F.,mu-
rallomiento del sir.lo anterior, que Hrílico no fu•:'rn
afectada por las auceoivn::i ruzzitHJ b:'irbnro.i:i ( 7 ) •

( l ) Rn muche.s ocusiones la coll.'.t tenc.ia <.le pede:;tn-


lea inscritos con dedicaciones imperiulea per-
mite inferir la <?xiatencio de estatuaria hono-
rífica . El método seguido por J . lnan y E. Ho-
senbaum pera A.a ia Menor (Roman an~ Early Byza.n-
tine Portrait Scul-eture in Asia r,1inor, Londres,
1966 , 44 ss . ) ha sido aplicado recientemente
plilra Jlisp·ania poi' J . Arce ( "Retratos imper ia-
les tardo-1•omanon d e liispa¡1ia: ln ovirl enciu. -
epigráfica'' , 1Es~A 50-51, 1977-11, 25J ns .). T,n
idea había sic o ambién aptmtnda por íl . J!:thm -
ne en 1950 (Culte •• • , (J.974), '292 oo .) , quien
encontraba pa1'a los nig los CII y IV rs6l o (:os
retratos imperio.les ( l'Jephm1o Severo y Gal:Lenó)
pero 94 inscripcionea honoríficé\$ a dls't :l11tor.;
P.mperaé!oreo. El eatucl :!.o de Arce no pod cmo:: uti-
1 tze.rlo, ya que considerl1 tnrdo-romono scSlo lo
poBterior e los comienzoa del nielo IV.
( 2 ) 1,or ejemplo, A, 1.:ontenec;ro , ".Ilvoluci6n 11olíti-
ca de llis-pania en el Bajo Trnpcrio" , en J.f' .
BJ_ázq uez. e t nl;1-f, 1f:i.:,1 torin 110 fü,p:1.í lu ant i1¡P1t ,
IJ , r,Jo,lnd , I97!'.J, a91 sn , c 11¡,ecinl!,1e1rfo 5c:o.
( 3 ) lfeb is n, 1 977, 425 n '' lJ .i' 11í111 . 7.f,Ic .
( 4 ) En cxtemrn lu b:l.bJ.iog·i·11ffo :::obre l.or; cu1·i ii; 01·P~
municipales, aw1 clic tit1 tn:; f11nc::Lone11, curJ'e -
204

rua, etc. ruede verse aún con provecho e l ~


tículo de E. lllencini , "curator", en ílug{:,ic1·0 ,
DJ~, s . v. Ouondo oe trotaba de altos miemb:roo
Oel orden ecuestre , era frecuente que :fueran
ouratores en la rnisma provincia de lo que eran
p1·ocuratores . Es te parece el cuflo de Aurol:l.o
Iulio (como pro ooes ) y en Hru.icu hoy otro ca-
so , el de r:. Lucrecio Juliano , rocurator pro-
1
v:lncioe l3aeticae entre 209 y 21 d.C, (c fr.
n"53 ) , Las competencinn de loo cnratoreo es-
tán recogida.e en Ulpiuno , Dig , , Libcr si11~u-
lc1ria de offioio curo t orio reipub'.tioue ( n;e;.
)9 , ?.46 , 50,Ü. 2-5-11 y 50. 9,4 y Cod. Just . J ,
54 , J)y , ounque son directamente aplloablen
a épooo. severiClna, supone un útil incll cet i vo
pnra otra.o ópocoe. Vi<l , t wubién F. Abboj;-t y
h, Johnson, I.Tuniciuol ,\,lminlotratio11 in thl)
no man Empire , rrince'ton, 19?6 O. %8) , 6 j , 1)0
no. y Qassim. Ult:tm~.menLn el t emo. de lon cu-
rntorcs bo s uscitado un nuevo interé::i en loo
eutudioaos: yjJJ . , por ejemplo , O,l'. Durton:
" 'Jlhe Ourator He:l l'nbllcne: 'l'owm"do a Reop¡,rni-
aal 11, Ghi ron 9, 1979, 465 ; n. Duthoy, 11 ~ -
t~ref rel12w>l ifine en Occicl ent ll urnn ~ J.e I'l":ln-
n· ~a • hec ero 1ea SU.l" l 'n pport <len oourcen
ép1e;raphiquea 11 , Ancicn·t ::iocictt 10, 1979 , 171 i
G, Camodeoa , "Currltoree 11ei pu licae" , zpr,;
J5, 1979. 225 . -
( 5 Las actas de este Coloquio se encuen tra n r.n
est e momento a punto de publicarse,
( 6 Por ejemplo, excovaciouea bcchoa íütimamente
en Itólica por el Dr. J, . fl bncl ( en lu (')ur-.;o de
J.cs Columnu11) y por noootron mi:'lmor. (en r.1 -
I'l'oclillo ), cuyoo reaultnuon Re cncucntrnn -
on prensa en el rniamo vo1 wnen ci tuclo en lo -
nota a nterior. A111bau evidencian unn vitnl i 1.ta1l
constructivo, con abunduntc moncturlo, en los
aigloo III y IV , 6-pocnn tradic1.onnlmcnte con-
aideroclaa corno cnsi :i.ncxin t cntcA en ln ci1u1n,·r,
( 7 ) A. f.!onteneBro , loe-.cit, , 495. llny q1Hi ob:-Jr:rvor ,
o:tn embargo , que <le ] 110 c1·nnde1J c:Lutlrtdc11 1a< t :t -
oos (C6rrlobo , :J<?villn , Ec1ja , CJ,ídiz, Cronwh ,
y otruo) no ca cron conn lo que i,e 1111be :,obro
rld to o arqucolócicos rc1evnnten , por la c0ne-
rnl falta de excavncloncn en toílon e1 1ne , y
muy esJH?cialmentc en nuo c1rnco1;1 urhnnon. t'n I'
tonto, loo nrGUJncntol) c:r ni1.cn'Lio h11;1 qun 1rl i.-
lborlon con mucho procnnción.
205

N~ n.- Pedestal ele mármol blunco n:l.milor ol anter:lor.


J,e falta tod.o el more;en izqu1cr,lo. J,on mo,1 :lclan
no constan, pero ctebieron ser Aimil11ren o lor:
del nl! J6. Aparentemente, perdido •

• • • CJ\ES
•••• PROBO,
••• VICTO J\VG
••• IB. POTEST COS
5 mocos. Mm. XCIIIa
• • • ITALICEU:JIVK y XCVII!b.
••• O'J~A • NVr:mn •
••• IESTATIQVE RIVS •
••• DJCJ\NTE J\VflELIO
10 ••• LIO, V r.A.V.P.ílT
VRATORE mnrvntJ.C
ITALICEl-TSivr;·

[Imp(eratori)Jcaes(ori ) /[r:( arco) Aur(ello)J


I'l:'obo ! 3[Pio itfl vido t.1.1duoto ) /[p( on tifi-
ci) m( o.ximo) trJib(un:f.cir.1) potest(nto) co(n)-
Q(uli) / proco(n)s(uli) ;C~nonp( uhJ.ico.)jitn-
liccmsium !Lclcv]otn mnH;i.1~L.V110Ji entu tiquo
eius /'[c1eJd:i.crrnte J\urcJio /[Iujl:to v_tj.ro)
~ e et i s :; ir:10 ~ n j , o ¿ _ni t~..,,P1J ·1J rw i tl :l i: )
et!l.zjt1:ratore r~uhlic(nc) ¿L Hnlicunr1iU'.1.

CIL II. 1i1Jf>zevnlloc. ttdl:i.on, ~5; Dibujo


;.-de loo níoJr\ntutc,J\or¡quejb , (,(,, m. y
16.m, 2.4; García. y Tiellitlo. f.Ml 1 ~5.
206

Dieciocho afíos fintes de dcElci1brirse la in:icrin


c16n de Floriano que acabamos de reseñar, ea decir, en
175.J y en el miemo lugar, oegún el Conde del A(;uilu,
es decir, en Los Palacios, a.parecieron ea tos do El 1rndes-
tales, el de Probo que ahora nos ocupa y el n~ ui~uien,
te, de Caro (n2 ;8).

Según comenta HUbner, 11e conservó primero és-


te en el patio de la portería de San Isidoro, y des-
pu~a pasó a Sevilla, a la coleoci6n de Nathaniel Weth~
rell . Contra toda 16gioa, ninguno de estos tres pedes-
tales lle~6 al Museo Británico, como el resto de la
colección de este aficionado ingl~a, aunque a! un frag
mento similar (no 39). No sabemos el destino que hayan
podido tener, pero ea fáoil que eat~n aún juntos, qui-
~, en alguna colección~privada, y probablemente inglesa,

Matute en 1827 nos dice que los tres pedesta-


les oompletos fueron aserrados para retener s6lo el
frente inscrito. El P. Flórez ( ) ) da un dibujo de la
de Probo, do~de.se observa. una aerie de palmas muy su-
mariamente ejecutadas que, sin embargo, no aparecen en
el dibujo de D. de loa Ríos, muy cuidado y s! en el
de Matute ( 4 ), que presenta las basas completan. De
ello deducimos que laa baoas fueron aoerradao en el
período comprendido entre 1827 y 1070, aproximadamen-
te, y posiblemente para transportarlas mejor. De ah:C
que pensemos que están en Inglaterra, aunque no en el
Bri tieh t.:uaewn, según nos comunicaron, Quizá loo horo-
deroa de'Wetherell no vendieron el lote completo a es-
te Museo. Es un e:,ctremo que desgraciada.mente no hcmoo
tenido ocas16n de rastrear directamente.
207

La declica.ción hay que o:l tuurln entre loii r:ii'ion


276 y 282 d.C. en que Probo ocupó el ImperJ.o, pero -
precisando un poco más, y dado que ni ln po~eatud ~ri-
bunicia ni el consulado se ncompafian de numero.les, di-
ríamos qu.e a'e inacribió en lon primero::; mese:, del ;11an-
dato, entre julio y el 10 de diciembre del 276. Huy,
sin embargo, una anomalía: el primer consulado lo os-
tent6 a partir del 1 de enero del 277, con la potnstod
tribunicia II. En el epígrafe de Itálico. no deberfo apa-
recer aún el consulado si fue antes de eou feche, y si
despu~a, al COS debfo acompnfío.r ~·nrn.rOTE[;T.II. Dri,luci
moa de eata constatación, paralela (1.1 de Caro que ·rn-
remos de9pu6a, que no se contabt.\ en e::io momento p.rád..!.
cemente mán que con el nombro del nuevo proclurnrluo, y
la titulnc:lón De inocribí.o. poJ· rm ~icipnci,Sn, lo quri
noe llevt'I. u estrechar oún m:.'h el líl!ll'C(m, qu:lzó. <lcr;tro
de los dos o trel'I primeros mcrwr. de mundato. lluy P.l
precedente inmediato del epía1~fc de Flnrluno,

Los comentarios que licmo:i hecho en el epíi;r.~re


anterior aon vólidon también por.o 6ote. Yn r.c hn i:uge-
rido ( 5 ) que, a pooar de que ne:;ún lnr, fuenten, lfi z -
penin, ~ y nritannio o.poyaron nl ccne:ral ele 'T'(c:i-
to J3onof:u,a ( q11e scc;ttramen te luchó en JTit:p11nia j 11n ~n u
Floriano contrn francos y nlumi111et1) en Aur; napiru.c'i.oncc
al Imper:to. Ilis pnnfo nccptó <lo lmc,~ c;r,H1o a Prolio. !~:;-
te tom6 1u1a nerie de, 111crJ.¡ r1ns p:=1rn c;ranj curoe ln s;i.r,tpa-
tía <le lo~ hi.spanos, y ae icnorn ::;i po:r ul.gún tl~1i1po
hubo manifiesta host:Llido.d. El epíc;:rofc de ItHicl',::i
se confirmt1 nuestra hipótcain r:ohre r.m fcchn de cnic-
ci6n, porcce:río. comprobai:- que, en ioclo co.::JO, el apoyo
a Bonosu:, y la con.ai~uiente lucltn 1:iilit:Jr, ne tl~bió
pro<'luci:r en lo::: otnw <lon provi1wi:w, · y no en lt, :;( ~:i-
cu.
20R

¡\urelio Julio, ded1oante tornbHn del c¡,Íe;l'~d'e


de :Floriano, ademáa de tV?jOno clcl proer.ioo de lo prCJvin-
oia, lo encontramos ohora oomo onrotor de -la ciurJ,Ld.
Sería un erado mds en el intervencionismo eatatE1l en
la colonia, pero también ea posible que ou vlnoul r· <:i6n
a ella qo fuera a6lo de índole administrativo. Contra
esto iría, sin embargo, lo costumbre de no nombrar co-
mo curotores a ciudadanoa del lugar en cuestión ( (, ),
aunque se conocen excepciones ( 7 ).

( l ) 1'To coinciden con el CIL lall interpuncionco:


H. da. en la l. 4 ~ uno. tro.n POTEST, en lo O~
una ante EIVS, en la 9~ una entrP. loo do:, r,a-
labroa, en lo 10§ una entre lo.a primeras VI',
en la 11 1 una tras (,aJ..ur~_to:rti y en 1n 12a una
detr6s de Itnllcow.i~. Le faltan, en cambio,
loG de las lín. 2~ y a~ al final.
( 2 ) Lin.8~ ,.TESTATIQV'E,
( .3 ) xu, 225-6,
( 4 ) Exactamente son dos coronas con ínfulna y o
loa lados dos palmos. 111 en el dibujo de ::n-
tute ni en el de D. de lo:i Ríos están bien re-
cogidos loo oaracterea reales ele loo opí ern:f'.cs.
nis bien parecen copitaleo "atondn.rd" .
( 5 ) A. Jo.:ontenegro, loo. cit. ad nQ )6, 500.
( 6 ) out

( 7 }
ec onens um.
209

Ng J8.- :Pedestal de mármol blonco, con inocr.ipción


en su frente. Aparentemente perdido.

.
H~P CAES
U. AVR. CARO.
PIO. FELICI. WVICTO
AVG. PONT. t.!AX. TílIB. L6m. XOIIb 1
5 roT. r. P. cos rnocos. XCVIII&.
RESP. 1TAL!CENS.
DEVOTA. NVMINI. t;:.AIE~TA'.l'IQ
EIVS

I mp(eratori) Ooes(ari) / r.:(orco) AU:t'ollo


Co.ro ¡ 3 pio fe1ici invicto / l\ug(usto) ro:'.'1-
t(ifici ) l,lmc(imo) t.rlb(unicin) pot(entnte )
F~et er) p(e tria e) oo ( n). o( ttli) proco(n) s( ttl.L)
/ RcDp(ublico) Italic ens( ium) / devota nu-:
mini maiestatiq(ue) / clus .

CIL II, 1117 ( 1 ); Dibujo de D. de los níos;


r.7atute, Doaquejo, 90 y lárn. 17, J; García y
Bellido, lliJ., 25 .

Mste pedestal está en lus miomos cirounstnncio~


descritas para los númeroa anteriores. Tnmbién fue ho-
llado en 175J en Los :Palacios, y aneI'ri:ulo despu6n tle -
1827. Tiene algunos detalleo puleogr6ficos <le interés,
por ejemplo, en la l. 5ª un grupo incluso, OS dentro de
C en cos •• y en la 711 111 Q de menor tamoño que el resto,
T'or otra parte, l!Ubner daba en ln lín. 5" un espacio
en b.lenco detrÁs de POT, pero,trmto en el dibujo de l.'.a-
tute como en el de loti Río:-i, trner, ohí otro r, con lo
210

que se ve claramente r{atri) P(atriae). En la parte


inferior de la base, moldurada, como laa anteriores,
remntando el campo epigrdfico, hay dos palmas latcr~
les. 1m el dibujo de Matute se ve algo del remate
superior de la basa, por encima de la primera línea,
que pareoe indioar que la parte superior presentaba
la~ oquedades para sostener la estatua correspondien
te."

Nunca ee han relacionado con estas basas los


eatntuas thoracatas que en buen número han ido apo-
reciendo también en Itálica. Seeún el 1íltimo ca.Mlo-
go, hecho por P. Acuña, son ocia lao escultura.a mili-
tares, más o menos completas, que proceden de aquí.
( 2 ). De ellas. la nf! VIII de Acuña es fcchable en
época flavia, la IX julio-claudia; y¡;. pura la n° X,
aparecida en "Los PalDcioa 11 ( J} le atri.bu:l,O una -
cronologfo "en lo primera mi ta<I del sielo IIJ 11 • Lo::i
números XI, XII y XIII tienen pocos elementos para
fechar y la autora se abotiene de proponer cronolo1~fo.

Solamente a título de hipóteoia, podríamoo


pensar que algunos de estos frac;mentos do thoracntos.
cu;y,a procedencia dentro de Itálica. salvo un caso,oe
desconoce. (y el que s! se conoce viene de I.os rolucios,
ea decir, del mismo lugar de aparición de lan bur:rw),
corresponden a las esculturas que se olzaban oobrP. lon
pedestales de Floriano, Probo y Caro qu,i venirnon co:.,c!l
tando. Vendría muy bien con el co.rácte:r tle "~1cpnruclo-
rea militares" que tnnto durante lu Anarquía militar
como duronte lo dinastía de lo::i ilirion tuvieron los
sucesivos eoberi:iante:J. noturnlmentc que hubr'Ía t}e con-
tars<? con un catudio 1:1.'ia po:r.mcnorizodo de lii:1 ei1cu.J tu-
211

rae, p ero al menos los mórgencw propuenton por quienes


1e·s han estudiado penniten nuestra suserencia.

Caro imper6 m~s o menos un afio y treo mes P.n,


desde septiembre del 282 a poco deopué1.1 d el R du dicie!!!_
bre del 28.3; el epígrRfe podrfo si tuor~c e;on uwyo r pre-
c isi6n e ntre septiem bre y el 10 do diciombrc del ?82,
en que asumi6 la potestad tribunicio II , que aquí no
aparece ( 4 ) • Se t ra ta de otro oj emplo de lo enor.'1a
celeridad con que el senado de Itdlica efectuaba el -
oportuno homenaje imperial.

J'11ede aer de in'teré'.o «lcntnco.t• que J,m, cl1·rJ 1 :_ ..r,u -


recido tanto el agenR vice prac3i<lio provlnciue Du0tl-
~ como el curator de lu ciudo cl encorc;ndo do ojec:Jtar
la dedicoci6n, El hecho es intorpretoble ele varioc mo-
dos . Deec1e una recupe ración dP. J.n 1.tutonom (o 1nun:l clp:.1l
a la deaopurición del cargo de curt'ltor en 1,;1 ciudacl
(més improboble), i ncluyendo uno hip6teoin sobre h1 -
vuelta a lu normalidad ti·aa lo~ situaci ones do e mergen-
cia con francos y olomanes que motivaron el nombrwnien -
to de un rraesca paro. la Bética . En el ?.84 ya, 0011 Dio-
olecio.no, último emperador ili.rio, y su r eorl~"niz-'1ci6n
administrativn, lo nética ·entrnró dentr o de lo 1li~c:e:;ic
!Iispaninnun , ctependionclo del co ··Ter;poncJion te v:lc,'lrlui: 1
en el plano edm:inio brt:i.vo, y del rlux en lo r:illtin·.

l I!n~· , 001110 en lo on ~eríor, tli. fe:r cme.i.-:,:-. c:i 1, r.: .i.n-


tcr1mntuacionco, y unn J.o r.;1.1¡w en 1a 1. 5", entre
rO'.l.1 y r, do nclc Vil con r:c•· t11· jcl11,] ot r a l'.
2 ) P. Ac m1o, E!"lculturl":'.l ;t ll i l;::ircr: rnt·nHH:3 l1;:, :.:1"0-
fi:.i . T. J,ns ct~cl11tnnw thorii cut:rn , fJ 1trB011, 1r17~ ,
r{~~. J2 4'
y noa . vrrl a : ttl .
a
J ºF. cit. , 66: aigllicnilr) a r,nz11n ( rtobio :? , J 97) ,
2 •1) dn como oric;en l nn termos el<' Lo:i P:.•lacio::: .
Yo hemoo cxpl icml() rp m <lchc trot~rse del oJ ivor
deJ. mioma nombre, y lo J.·elncionr.1 con el 1rnpnce -
to retrato de Bolbino .
( 4 ) 8 1empre qua ouponeamo::: que en lw1 1nccr1.pciones
imperin1e11 de os too Rit;J.oo III y IV, se recojan
bien ta les preciaionoe ~
212

N" )9.- Fragmento ele i11scripci6n honorífica impc:!'io.l.


Dritish Muneum (T.on<lrea)

P. M. II ••• A
P. P. nESP. ITALICEU •••
VOTA. UVMHII
E. EIVS.

----- /(2.:.%(ontif1c;I.) m(aximo~ [---- a /


-~~2jp(atri) p(atrioe) Reflp(ublica) Itnli-
cen[sium /3de]vota ml.fllini [muiestoU / qfü e
iliE.·

lli II, Su__ppl. 50)7.

Esta inscripci6n fie;urnbo en el lote de diez


procedentes de Itálica que a la muP.rte de r,:r. l!lrtha-
niel \'/ethcrell ae llevaron our-: herederos a Inglote-
rra, pasando finalmente o engrosar loa fondoo riel I.~u-
seo Británico, o.l igual que nuestros noi:,. 71, 82, 86•
106, 115, 1)2, 150, 152 y 154.

l\. pe::iar de e!'..ta.r f'roementado y <le no pofl(!l'


ofrecer uno soluci6n catiufnctoria pnrt• p,n·te e.le lo
L 1 t ( el ntuneral, si lo es, no correnwn,1e t.!'0.1,
P.M., y oi se tratn de trn~ou rlP. Tíl no encojaría la
A, puec 1;crfo trib . poteat.), lé• oi trnuno:.¡ fl r¡u:( porque
parece claro que ae trata de lm homc1111j0. i11pcri.ul :;i-
milar a. los treu que acnbomon ele co1:1en°h1T. Fcch::1'.Jlc,
pues, entre nl 260 y cJ JOO d.C. /\ttnr¡ve no no.b0.1110:,
con exncti tur] cu61 empt'!rciuor porlrín r.:(ir, poY Jo
auaencin del c1u-ato1,· J;cip, p:,rccc rn:fo :rnmejantn ,J ln
de Caro. Sería, cntoncco, po11tnr:i.0I' nl ;?ílJ ( ¿Cor.:tno,
Numeriano o y11 Dioclcc:lnno?).
213

NI! 40.- Frac;mento tic inscripción en ml.írmol blanco.


1.:edidae: 14 ,: 11 x 2.6 cm. Lineo.a de 4 cr1.
r.:useo Arqueológico de ::Jevillo, almnceno~.

O. IIERCV •• Jlím. XC.I


. ..
T. XVII ..

..
------ / L.--.r!.axitnian] o ,llercu
,. _ "~).eo ---/
trib ( un:l.cia ) poJ t( est nte ) xnr[---/

Inédito. Collnnten, mnc .

El Dr. Collontes de 'l'crún afirma en su1.1 Mnnuc-


cri tos que el fro.emento incrco6 en el Musco en mm·zo
de 1904, remitido por lu Comüii6n de 1.:onumentou. Por
estns fechas, recordemo3, ,;e cstrín efectuando o:xcnvn-
ciones en la ciudad, entre elln::i lno de Fe;nánd~·z L6-
pez en l,o. Veguetn.

Las capitales son b¡:¡stante cuo.<'!rada1, para la


época en que lo encuadramos. rrcsento. do¡.¡ nexos, en
lo. primera línea. conoervacla: tmo ele HE y otro <le CV;
en ~ate la V 11pn.:reca <:mcajo.cln dan-tro de J.11 e, y t;e mu-
cho menor tarnaño. llo.y dos int-crpu!1cio1rn.r: on fo1·m[, ,le
h eder a dis t :l.n13u on o , una en cacln J:f11en. F.ii 111 J. ~~ :;6-
lo ne ve un ñpicc prolonc;ado tjuc elche co:rronponclr,1· n.
una T, 0011 lo cunl ne puede suponer ro·r o I'O'l'E:,T. Con-
serva :r(Hl'tos del miniado.

Ignorando el tomnfío de ln pieza cuando estuvie


ra compl(?ta, no potlemos flabcr ni la c1(1dicaci6n ero. u
uno f:olo de lol'l tetrarca.a~ n los cuatro, o a Dioclecia-
no y J:lax5.miono. Lo que t;{ en cierto eu que se puede -
atribuir con certeza n l'aximiano llercúlco, por J.o que
podría auplirae delanti::l Imp. C11c-o . r,:. Alll·elio Vnlerio .
En su reinado conj1mto, ovtent6 la tribunicia pot eotau
XVII (o XVIII, ya que el cp:íc;rRfc e3t& roto ah:{) <m
los afios 300-JOl-30?. d.C, Entre eato3 nfios hay r¡1;.0 s:i.-
tuar el homenaje. Detrifo de Tlercu[leoJ podr!amo::i oupo-
ner alguno de los título e habi tus.les en los t etr(1:rcas:
Invicto Augusto Pont:tr:l.ci }'.aximo,. ,Consuli , Proconsu-
11, etc.

Las inscripciones de la época de la 'tetrar11uía


son frecuentes en lliapnnia, De lo.a diez purarnento ofi-
ciales que hemoa cotej~do, seis proceden de la B~tica,
y de ~stae cinco del convento hispalense, Loe miliarios
son loa mt:ie numerosos en el reato de llispania, y reve-
lan una actividad constructora. y reparadora de víus
muy considerable. eopocialmente en el norte y noroes-
te de la península.

Es una lástima que el estado frogmen ·tario de ee-


ta inscripción nos dé e6lo ln potestad. tribunicia y no
el número del consulado, Hace n.ftos, con motivo ele lo.
aparición en Bcija (:Jevillo) de uno. columnR honorffi-
ca tetrárquica ( 1 ), pre.oentomon ln hipó-tcain ( 2)
de que, o pesar de lo comúnmente admitido, a la pot es-
tad tribunicia XVII-XVIII de l.íaximia.no corresponder:l'.n
el consulado VI y a la XIX de Diocleciano su oonoula-
do VIII , y que éste lo recibiría no en el JOJ sino en
el JOL I,a inscripción de Itálica habrfo pod ido acla-
rar aleo más el problema.

( l ) O. Chic , "Una inooripci611 de la época <le l n 'l'e-


trorquí o., hallo.da enh·e l~ciju y l•:otopn", ltobü1
5, 1974, . 21J-219 ( =AE 1974 , 379)¡ propon1~
fechn del 293, que no C8 posibJ.c.
( 2 ) "!lotos ocercn de lo columna te·tnfrquico ele .:c·i.-
;ia", llabis O, 1q77 , 429 (Ag 1970, 425).
2.15.

Mº 41.- :i'rogmento de lópi<lo en mtirmol blr.-nco, ,in;~ulo su-


perior derecho. r.:icle 28, 5 x 15 cm. l\!useo Sevilla.
IVS • l:1AXIr.:VS •
.
RJSPVS M,n.. ;u:n b y CI;

[:----Fl(a.viµa) rwJ i us r:iaxi mus ! [;-- c] r i:1pus


/-----
lli II, 115.) y Suppl. • p. 8.38; Dibujo <le J).
de los Ríos; Campos, Ins cri pciones , 80, n~
267; Fdez. Chicarro, Co1aí1oBo , 1980, 97, n2
lJ { 1 ).

Ge tra.ta del fragmento ouperior tlerecho (le


una. lápida. que indudablemente cleb:Ca ser mucho rnfo
1.
alta de lo conservndo, ya <JUC "1pcnao o.purecc el unjo-
to del texto. La interpunción 1.k l::t l. 1 !f e:;i w10 ~ -
.!:9. mal e;j ecutoda. Lon coructcr,~:1 externo::: ,.,cu:1~m unu
focturu tardía, donde ce re:::pctn :::olnmcnto t.Ul ci<!rto
ductus en lo 1. 2 !I, pero loo <1 e lo 1. J. ll aon irrol;ulE;_
res y fluctuantes, fechables u comienzos clcl :,iglo IV.
El ep!grufe se conaerv6 un tiempo en ln I',;l.blioteci, ele
la Universidad, de donde, i::er,,ín 11:ice yo. Campoc y r.:u11i-
llo, a0 11ev6 al fameo.

Por lo tocante al texto, lll\bnnl· afirmo, 11 c:01ao


Cnballero-Inf'ante~ que puede atril>uir.ac a Criopo, el
hijo mayor de Constl:lntino. A no:iotro.'l no:: p,•.roco nmy
vi1'.lldti lo a-tri buci6n, y lo nmn tencmor;. no erJ el único
Cé1BO en la epie:ro.fú1 pe11i11m1J.ar ( 2 ) • nunque couo tes-
timonio hcmon de reoordar to.i:ih:i.én unu culic7,a proce<len-
ta de J:6rida, que lw r;itlo er,tud:inda l'<lcie1,temcnl;c· por
J. Arce ( 3 ). Su ntribuci6n n Criupo, bneu<lu, entre
216

otros, en el retrato diademado de BerJ :(n er.;tudindo


por R. Calza, en convincente, así como la apoyatu-
ra ae docwnenton conatantininnos de J.1éridn.

]o deja de extrnfiarnoo la incluoi6n del tí-


tulo de ·:oximuo, yo. que el nombro oficiol fue Il!::-
vius IuliuR CJ·i11pus, pero• pnento que Crispo fue clQ
signado César en el 317, junto con su hermano menor
Constantino (luego II) y el hijo de Licinio, pudo -
ha'bérsele efladido en algm1ns de la.a compañas pnter.-
nas entre eso focha y el 326, en que muri6,

1 ::rte :fragmentario homennj e es uno nueva -


prueba de que Itdlico continuabn inteGrndo en ln vi-
da del Imperio en e:-;tc ou ser.t1n<ln fonc, o pnrt:lr del
'270 d,C, mós o menos, o través de ec:to :Jcrie de home-
najes imperiolef!, Ja leve indicio <le que el FJU;je'l:o
del epígrafe esU en nominntivo y no en dntivo, y va-
ya encabezándolo, podría incUoornoa un{l conmemornción
de a1GlU10 obra pública ?b~equio<la n la ciudod. Otrn po-
sibilidad sedo que .~ormara parte de ale;lín monumento
con su efigie,

( 1 ) fvoler ius Se l n sic;ue dando


como o uncror o
( 2) Cf-r. CIL II , 4107 (•ro.rroco)= G. /\J.i"olcly , Hf'l' ,
nP 97'":""°'Ge tratC1 <lo la c1o,Ucoci6n dn :::opUiiiiüq_
Ac1nt1YI1t1S, a~enn pcr lliopunian, y nl nombre
de Crispo• que ha o ido borrvdo • oc ecompnil" rle
lo~ 1Jdjctivo11 pío, ínclito , n obilúrimo , ro,·t!-
oimo y felicísirno C6nar , clentro yn p].c11n111c!ll'l;c
oe los excesos lnnclotorio11 clel ni~l o IV. r:u de
oeiie.la1· que , oesoe l u 'l'c'h·orquín, pero n,fo tJ -
partir de Constantino, lon 1ledicnciones dc- cu-
1•ncter imperial r.rn vnn clrounocrlblcmlo n loo
grrm,les ciudades y co.pi tuJ.eo: '!'nrrnco, Cor<luhrt
y Rmerito, con eoonsas excnpcioncn .
( J ) "Posible rl'trato ele un cmr,erndor do] Bojo Tupc-
rio de J\u¡:;uato Emcritn", llnbi::i 5, 1')74, l5J.
Cfr . tumbi611 del nrlnmo nu10rttno~:rnton lmp'll'j.11-
lco tol'clorromnnon " , AJ;:dpA 50-51 ]977-''70, ?.5J
n° 5 . El tomo en com11 ,,rncl6n tnmhll':n ln pon l-
bilioad de qne nc.n un Conntnntino rT. 1-:n c1 c:1-
so <l e un Oris po , ea curio110 que t11mptiGll c:1 1 T [,:í -
li~n esto 1nncripoi6u 1·cco¡_;c m1 clr11,11mLJ.c> :11úrno.C'in!'.' ,
2 1'l

Mº 42.- Ldpida frnr,mentqrio de mármol blanco. l.lndi-


dna {según IIUbner} 20 cin. de al to por 15 de
ancho. Actualmente, perdida •

• • • Of.':INI
NIANO VA
O P!IS F'

fpomini e nn oatri'll(o) Valonti nillno Vu


(ienti et GratianJ/ o plia í' [e licibua ---/

.Q.I.L.II, Suppl., 6.)JO e; A. Eneel, J1ull.t1rrn


,\ntig . ele P.ronce, 1090, 241.

La inscripci6n estoba fruemantoda, pero :;e ve


que eo a ·o.l. lado izquierdo suparior. Bo uno. do luri po-
ca.a piezas de loa qua H. da modidan. Se cle::.:cubrió en
lao excovacionea efectunclas por Enr;el en 1090 en I~á-
lico, pero no sabemos dónde fue n pornr, quizd c. nlgún
museo :fra.nc~a. Como do.to curioso, indicaremos ,¡uo no
aparece en los !ndicea del ill•

;';e trota, según lo. restitución que oceptmnoo


de IIUbner, de una dedicación a Valentiniano y n nui:i
hijos Valente y Graciano ( 1 ), lo que nos llevan f~
charlo entre el 24 de o.gooto del )67 y el 17 <le noviem-
bre del J75, período del reino<lo conjunto.

Que sepamoo, ca el último docu!icnto impe:dol


honorífico de Itálica y en realiclnd de 11:t::ipnnii:t , yn
que no conocemoa otros posteriores, e incluao yo de
Vnlentinia.no, Valente y Grocinno éste de ItliJ.ico ca
el único homenaje ciudndnno qur. nos conD'ta,, mientras
218

que en el caso de loa miliarios sí hay ami dos ejempla-


res de estas fecho.e, uno de C6rdoba ( 2) y otro de Pa
dr6n (La CorUfla) ( J ).

Es éste un fen6meno que pr6ximo.mente eatwJ.io-


remos más a fondo¡ se observe. conforme avanzo el nielo
III (a1mque podría precioorae mds) un abandono por par-
te de las ciudades que no son copitales (e incluso és-
tas a fines del IV) de los homeno.j es a la famillo. ir11-
perial ( 4) y al propio emperador, y un aumento en
proporc16n inversa de loa miliarios y columnns honorí-
ficaEI ( 5) a lo lar go de las vfoo principales y 11ccun-
darias. Es algo que nos esté evidenciando el abandono
de las actividades municipales, e incluso de ln propia
existencia de las grandes aglomeraciones urbnnns. Las
dedicaciones de caráoter oficial se ven reducidan ca-
ai a loa miliarios y columnas honoríficas, que oc -
diatribu~n por aquellas oal~ados, en c~a mdrgonoo
van surgiendo progresivamente las villae rúoticun, a
las que hemos de ver como aut6nt1cos génnenea <le urbo-
nizaci6n, que florecerán luego en la Alta Edad J.lodia.

JU fen6meno de la ruralizac16n de Hispnnio. a


fines del Imperio, diríamos yn cleodc el :Ji13lo IIJ, ve-
nía siendo transparente s. tro.vés de lo orqueologú,, y
especialmente del eotudio de eotns villoe, muy centra-
do en el de los mosaicos que loa decorubnn. Pero ln -
epigraf:[n viene una vez más a dar el indicio, lr-.1 prue-
ba, de un fenómeno que hint6ricamcnte no tenemoc expl:i.-
cado, Loo reconstrucciones hiot6rions que ce hn66" co -
bre todo del siglo IV en lo pcn :l'.nsuln, rlcber ían c,on-
tar por fuerza con la presoncin o au:,enciu, it;uuJ.111en-te
signifiof.'.tivas, de los dooumcn-t os epiP.rñficon :¡ nuinü:-
219

móticoa.

Este. pueo, de Valentiniano y aue hijo~, e~


el último homena.je imperiel (]el que tcner.100 notlc:in en
Itálica, pero demuestra que lmsto el 1Jl timo mor:w:·, ~o
la ciudnd se mantuvo pleno.mente inte{jruun o. la,: co:; ~ur.1-
11 bre~ pol!ticoA, a un culto imperial codn vez m:fo ªl'.:º-
nize.nte ( · 6 )1 y con lo auficicnte vi tolidad p(1rn 1nan-
tener sus tradicionales dedicncioues. De a.l.e;unu 1ro1mo-
ra habría que haber espera.do uleún teotimonio pnro la
,poca teodoaiann, ya que ,ate ero hispono ( 7 ), ~e
vonoglorioba d.e ser deoccs1ñicn ~e ,Je ~~rajano ( íl ) y
ea conooido el peso que en el IM!>Orio volvieron n te-
ner loo hi3panoE1 durante el ::iiGlo IV l'.vcn:41Jclo. l 11)ro
esta falto aotuul ,le teoti,~011:l.oo es ~nmo!l oecuroo qu0
nJ.gún <lÍ:l oe completartÍ, C\l'lJJdo ¡rnodu por fin <i~'.GOVltr-
ae el foro tnrclío i talicenoe. Vc:i nticinco aiíou e) 0::pu6i:.; •
aproximadamente, puede con0idm·arce el Ir.1pcrio ,yu dce-
membra.do, y algo m6s torclc, Itálica cornenznr6, cor,io
varias oh·e.a ciudades hisptman ( 9 ) , su etopo vinigo-
da.

( 1 ) ~\unquc etJ on6molo el r1cjer e:J l;n O 1;010 :,.J coi,;:icn-


zo de la 1. 3 9 , le rc1:ti"tnc:l.ón de Tr. cw 11 ;pcct'tble.
( 2 ) CU, n, 47JJ, clel nií.o )64: ••• vi:'.:; vctt,,:trüe
corruptolJ refecit nd prfotinwn.
( J ) SU: JI, 62)2: Domlni nor.trt GrC'cinn~:2~~~w~ . . ,
( 4 ) I'or ejemplo, la ~lth,m tlcclicuc:ión e: una empera -
triz se hu bfo procluciclo en el afio 2f.lJ-21l4, c on
r.ingnla Urbica, mujer ele Corino, y el Últli10 110-
m•'na j e ofi oj,nl 11 un ci11'pm·l'1Clor cr: n Conrl'l:onr; :Lo
II , on:tre 337 y J61 (vid , rcopcc tivn.r:1cn'te Cn II
JJ94 (Acci , Cuauix ) y 2?.0G (COrrlol>n) , y 52J9(Co:l.m-
1Jro) muy in t e1·onu11-t. e 11r)l'q 1.tc n ún lo d ''tUc:' ln
c:l.vi ie.s ft,eminienohun, y no d l1<"!lot;;na o i 111pcriu1
do turno .
( 5 ) :3on mós lo cioctmdo qt10 lo primero en e1Jta époce.
( 6 ) A, 1,-ontenegro t urt. cit., 507: ln ~.ristocrucia
1

teorlosiana so propuoo terminar con 01Jte culto.


( 7 ) Sn cre e generalmente quP. de Co.,u c11 (Coco., ~:ego-v:.Aa),
¡1cro r:e han defe11dio o otrun opinionn 3 , .
( B ) Sobre su nocimicbto en Ct;1ucu e,:ioten Eierirrn dutlos,
( 9 ) r.-uclms <'le lo::i rlc époc{l rciiiiuña fueron c1c::,opa.rc oien-
<1o (J,nncia , T.tuci, :lD.bUia y tantas otr1ú1),
220

Ng 4,,- Dos fra~ entos de m~rmol blanco, que muy po-


siblemente per.tenecieron o.l mi smo epíg raf e ,
},1ed1das del fragmento A, 17,5 x 30,5 x 4 cm,
0

y letras de 6 cm, Del fragment o n, 23 ,2 x 14,8


x 3,5 cm. y letra3 de 6 cm, r.:uaeo 1\r queol6gi-
oo de Sevilla, alma cenes. Lám. XXJ.1Ia ,

A) RO B) ... B. SODA, ..
TR!B
-;-;; • PRO ...
-----/ pJro [n(epoti) --f,
trib(unicia) {pot(es-
tate) --- co(n )a(uli)]/ (tot) pro [oo (n)n(uli)
---- / --:}?, soda llis
Auc(ustnlis) Hndriono-
lis? ---]/ ---

CIL II, 1118 ( 1 ) ; Campos, lnocripoionen , 38


n9 197 y 198 ( 2 ); J,P. Wal tzing , Corpora--
~ . I II, 35; J,J,1, Santero, Asocincionco ,
43-45 y 152, n2 7 ( J ).

Ambos fragmentos fueron descubiertos duran te


las excavaciones de I vo de 1~ Cortina, entre 1D)5 y
1840 y, aW1que no se s epa exactamente de d6nde proce-
den, sabemos, como ya vimos en la primera parte de es
te trabajo, que Cortina exco.v6 fwtdamentalmente en el
olivar de Los Palacios , ea decir , en la zono del f o-
ro del siglo II, Estaban ya en el Museo hacia 1870 .

Se trata ein lugar a dudas de una ded iceci6n


hecha a W1. emperador, ignoramos cuál. Loa dos frnemen-
221

tos pueden pertenecer CI la mh:ma inocri!lCióti, at1::ir1ue


no encajan, pero tienen igual 11,roaor y tamaño y¡ tipo
de letras, caracteres ouadrotlno con ligerísima cs l:ili-
zaci6n, perfectn ejecución y monumentolidad, qun ate.:!
tiguan su carácter honorífico y foral.

El fragmento .fi perteneoi6 sin duda al mnrt,:en



izquierdo de la inscripoi6n, aunque le faltan vurias
líneas por arriba. En la primera de las conservadas,
la sílaba RO nos podía hacer pensar en un~ 1nscripci6n
a Nerón ( 4 ) • pero no vemos que los ce.racteres $e c,2
rrespondieran bien con la mito.o riel siglo I d.C. ni
que ee conservara sin dainna'tj.o la inscripción en el
foro. Por ello preferimos seguir la lectura ele J!Uhncr,
que ve!a aquí [pJro (rC epoti~, aunque ha.y que in<Hcnr
que la P saldría del margen izr¡uiardo, yo. que en lo
que queda aólo ae ve la parte inferior de la R e;wc-
tamente sobre la T de lo linea siguiente ( 5 ).

En le línea )!! de los conaervE\dos ·11ubnel' no


vio en el calco la barra de numeral que hoy en primer
lugar, y que nos permite a nosotroo re8tituir en ln
línea anterior co( n ) o(uli). El nümero del conculrnlo,
eegún nuestros cálculos, y por un pcqueiio re:Jto olJl i-
cuo, sería IV, V o IX. Como por los curncteres, fecha-
ríamos la pieza dentro de lo J'.rinera mi tcHl del siglo
II • debería tratarse de uno de loa e111perodores de esos
a11oa. Ahora bien, el único que tuvo m:'ia de cuatro con-
sulados fue Trajano, pero éote no solía filiarse ~6a
que a Merva ( 6 } • con lo que el 1ironepos no es posi-
ble. Lo mismo puede deoirse tle Aclria.no, cuyo filioción
ea con Trajano y Nervo y sólo tuvo treo consulados
222

( 7 ). La única pooibilidad·sería con Antonino Pío,


que tuvo cuatro conauladoo ( 8) y en los inscripcio-
nes ae le llama pronepos de lforve.,

Por lo tanto, y a título de mera hip6teaio,


diríamos que este frogmento <le insoripc!611 honorifi-
ca estaba dedicada a Antonino Pío, entre los afios
145 y 161 d.C., con todas lea reservas del caso, ya
que nuestros indicios son muy leves, La dedicaoi6n
ea hecha por uno o varios soda[le@, reato de euyp pa-
labra hay en el fragmento D,

Los colegios de sodoles, generalmente con 21


miembros, fueron creados por Tiberio para rendir cul-
to a Augusto ( sod aleo augustolco), y se distinguen
perfectamente de otras sodalitotes de fines funern-
rios ( 9 ), En el caso que nos ocupa, es posible que
existiera un colegio de sociales Traianales o Hndriana-
les, de carácter provincial ( 10) y con seue en C6rd~
ba, del que fuera miembro el dedieante de ln inaor ip-
oi6n italicense.

( 1 tri b~ mu,,-

~ ~
2
J

( 4 )
co· 11 s
a
( 5 De eco, am nen a •
algún trazo ante el numeral,
margen.
( 6 ) Es· curioso cómo hay un intento oonscionte de des-
lir,arae de los Flavios, especialmente de Domic!a-
no, como se ve en Plinio, Paneg,, pai:¡airn.
( 7 ) La posibilidad de un cuarto concrulauo 0610 oe hu
sur,erldo a partir de unos rniliarioa del no: cf.
223

• 1
J. rll. Ca.amaño, El tramo orensano de la vía
XVIII, Santiago, 1976 (tesis doctoral dacti-
lo~rafiada). Se trata de cuatro miliarios,con
potestades tribunicias diferentes, que indi-
can, para Adriano. COS IIII. Pero hay que te-
ner en ouenta que puede trotarse de unn fal-
ta de información en una zona muy nleja<la de
Roma. Cf. Habis B, 1977, 431.
( 8 } El cuarto consulado, que ejeroi6 con lapo-
testad tribunicia 9 a 24, dur6 del 1 de ene-
ro del año 145 hasta su muerte.
{ 9 ) Cf . G. Wi ssowa , en RE , a . v .; J.P. Wa ltzing ,
Corporations • aass im i Santero, J\s ociac,iomrn •
14. L~xisten so a.litatea de tipo f'1merar:Lo
q ue llevan un nombre ilnperi o l, como en lli:::-
penia loa Olo udian i d e Cabezo de Griego {GIL
II 3114-.311'7 y 5810-79, cf . Santero, op . cTr.,
.pos , 38 a 41) o los Fl,;ivi d e fü•acura Auguo tn
(Santero, op . cit ., n ~ pero no tien-en ng_
(l a que ver c on l oo ~ od a li t atefJ el e cu lto :i.Jtrpe-
r hll, que se denon1i11nr:to11 CJ.n ud:i.ales , Flovin-
m, etc., Y des d e luego no fl Oll co llégill te-
Dlll.OTUnt como las otras .

(lo ) Una de 1.ae últimas i nocripc i ones n pn recidas


en el foro en 1980 (y que no pod emon o! reGcr
a h ora) habla de un s ocla lia TroiE.ma.lis , lo -
que noe a ser;ura l fl exü r tencia de un culto de
t a l tipo en I tálicC1 y·, como hemos <l i cho, p oai
bl ernen t e de carácter pr.ovincia l. -

{ Add rmda, - Existe una probabilido.d de que el :frn,:.men-


to nº J2 c:e nuestro Catálogo tuviera alguna rel.1;1.ción
con éstos. Pero s61o enca,iorín bien en cuonto o J.o
línea 2~; (TRIB. POT ). II. c[os]/---. Pero lti l. 1~
no tiene encaje poF.Jible.· Po.t· otrn parte, la n 2 )2 co-
taba en Le6n y despu~s se pcr,116, c:on lo que no m:ibe-
moe mcdidou da lo pic20, de loo lct1•on, etc).
Nº 44.- Lápida de mármol azul con vetas blancas. Me-
didas: 75 x 24 x 8 cm. Líneas de 2,5, 2, 2 y
2,5 cm. Museo Arqueológico de Sevilla,

r,1, CAELIVS. ALEXAllDER. TA.


BVLAM. MAIDIIOREAM. D. D L6m . XXIIIb,
STATIOIU, SERRARIORVM. XOIV a '1 c.
• .AVGVSTORVll,

M arcus Caelius Alexander ta bulam marino-


ream'8(edit) d(edicavitque)"/ otationi se-
rrariorum / au1:;u::rtorum.

CIL II, 11311 liUbner, Acta Derol. 1861, 93;


I·:!atute, Boaguej_Q, i6-1B, lám. I,l; J,P, \Valt-
zing, Corporations, II, 2J6 y III, nº )6¡ Ca~
pos, Inocripcionea, 44 nº 207; Gali, fliotoriat
20 y 1391 J. Navaaou6a y e, Fdez. Chicarro,
~ ••• 1945, Jl, no 24; ead., Catálogo,1951,
79, n 11 24, id., 1980, 90, ng 3; ,T ,l\1 , Roldán,
Ejército , 2301 C. Fdez. Chicarro, "Militorea 11 ,
RABM 61, 1955, 586 nº l y láms. I y II, 1; V!
vea, ILER n11 )5301 Santero, Asooiaciomw, 126-
127; Gª y Bellido, ~ . JI y n, 73; A. r~o -
Canto, AEspA 50-51, 1977-78, 165; W. GrUnha-
gen, imt 1979, 201 ss.; AE, 1979, n 11 J5B.

Zste lápida f'ue descubierta en 1820, aer,,ín H.


"frente al monasterio de San Isidoro". !::o.tute precifta
un poco más: dice que fue "no lejos de lo. muralla que
hace frente al monasterio", donde en 1781 había apa-
recido un edificio subterráneo, en CUlO fnchado había
225

"unos huecos o manera de alhacenas que formo.bEln sepo-


racionee cuadrilongas como de tres cuartas de ancho,
e inmedia.to á un pozo o o is terno.." Con ella aparecie-
ron restos de otros dos epígrofea (cXr. aquí noo. 45
y 46).

El dueño de la cercana posada reeo.16 la ina-


crip?i6n a Froo. J. Delgado·, quien se la llevó f'l su -
casa en Bollullos del Condado (Huelva) y depués "a un
palacio de Sevilla", según J,:e.tute. En ~poca. de l!Ubner
estaba ya ingresada en el Museo de Sevilla. En lo que
respecta a caracteres externos, aon de resaltar las
A sin travesaño {salvo 3), M n.biertas, O muy ovala.das,
y, en la línea 20, las dos D que, en nuestra opinión.
fueron añadidas cuando el epígrafe estaba YJ3. termina-
do.

Como estd claro, entre las inscripciones ita-


licenses es sin duda una de las que m6s inter~o ha -
despertado, en virtud de esta atatio serrariorum O\ll{Us-
~ . Los autores se dividen en doa eru,os: los que
creen que esta st atio tiene un carácter militar, y -
ven a los serrarii como un cuerpo especial de choque,
que avanza y retrocede como los dientes de una sierra
(así, entre otros, Fernández Cllicarro), basándose en
Mar:!n ( l ) y, los que, por el contrario, piensen en
operarios de cantera.o imperialen (Jl., nolclnn, f]ontero,
Grtlnhagen, noBotros mismos).

Para nosotros, y ya J.o hemoa cxpueoto mtfo ex-


tenaomen te en otra ocasi6n (~.cit.) asta o·~o. tfo ita-
license sería comparable a lo llamado "Marmoratn" de
Roma; un luear donde se recibiría, trabajaría y dia-
tribuirfon lo.fl mármoles llegados de Almadén de 111 Plo.-

,r ·1~
22~

ta, el antiguo Pagua ?ttormororiua ( 2 ), Alconern, La.-


cael y otras canteras e:x:trapeninsularea, Hoy, sin em-
bargo, nos inclinamos más a pensar que en canteros
militares, en una familia Ot1esaria de oivile13,

Waltzing primero, y Sontero despué0 ( 3) fu~


ron de lo opinión de que tales( atationnrii)serro1·ii
formaban un colegio, basándose en que, o veces, lo -
palabra stotio designaba a la sede de un colegio y,
por extensión, a este mismo. Pero nosotros excluir{~
mos la existencia de tal colleghun por el paralelo
de fil II, 2011 (llescania, t,1lU ago) ( 4 ) , donde se -
habla de servi otationnrii. En w1 trabo.jo de 1978 -
( 5 } examinamos las posibles acepciones de statio
a propósito de la inecripoidn mnloguefla J de las de
It~lica (nos. 44,45 y 46}. Lleerunos a la concluaión
de que uno statio en ambos casos no ea ni un estable-
cimiento militar ( G) ni viario ( 7 ), ni polic:lnl
( 8) ni tribtmns municipales ( 9 ). Proponíamos en-
tonces la misma acepoi6n que hoy. Los autores quo se
han ocupado sobre el epígrafe italicense lo han hecho
sobre el término serrarii, pero no del de statio -
( 10 ). Sin entrar ahora en moyprea conaidcrncionea,
que pueden verse en loe trabajos citados, creemori que
la statio itálicense , situada junto al rfo, xe qu!'! el
agua es imprescindible para el trabajo del mármol , era
el lugar donde se trabo.jaba el 111nrmol y J.11 pieclro. <1uo
en ingentes cantidades se invirtió en la ciudo,1 .

Sobre la do.ta.c i6n hoy qiio decir que 10[1 amper~


dores, dos o tres, pueden ser tonto Morco /\urelio-Lu-
cio Vero como aqu~l y C6modo o nevero y sus hijos. Po.-
re l!Ubner las letras corresponderían al oiglo III, y
es esta fecha la que nos parece m~s adecuada. So tra-
tar:!a, por tanto, de m1 epígrafe aeverinno. füJ 'to tam-
bi6n tiene aus inconvenienten: primero, que la octiv!
dad construotoro y artístic0 on Itálica parece tener
i,u apogeo entre Trajano y r.:orco Aurello, el.o tal 1noclo
que la mayor parte de los objetos oparecidoa,do ·tocio
tipo, se auelon fechor como mucho 0. mcdieuloc <lcJ. si-
" glo ·úII. Y, aunque para nosotros hay mucho:. indicio~ <le
que lea aotividodes artesanales continuaron sin cor.it
interrupci6n ( 11 ), el hecho de que lo statio flea i!J!
perial, como lo ee, llevaría consigo admitir que loo
S!l'eros siguieron costeando partes de eato.s activida-
des. Hiet6rioamente, ello no e!':! f6.ci1 de ncepto.r.

En virtud de una costumbre de la <1inaát:f'.n que


llamamos 11hiapana 11 de terminai' y mejorar los obrni:J co-
menzadas por el anteceaor, cost1.UT1bre de lr:i que yn he-
mos hablado en otra oport\Ulioad ( 12 ). podemoa odmi-
tir fácilmente que lo empezado por •rro.jano en It,Sli-
ca fuera oontinuado y ampliado incluso a costa del
fisco durante loa reinados de Adriano, Antonino Pfo
y Marco Aurelio, quiz~ inclurJo ele Cómodo. Pero J H di-
naotía aeveriana no tenía y¡¡ ningún motivo paro ello,
encaminando mñs sus beneficioa hacia o-u zono. ele ori-
gen, el lTorte de Africa. Por ello nos parece que el
punto de la cronología no está del todo claro, o nl
menos, no bajo nuestra manera do enfocarlo.

1J11
de talle más oobre lo lectttro. ! el D. D. <le
la l. ?.~ lo hemos desarrollado d ( edit) d ( eclicavitgue )
porque no noa parece que se necesite el penniso del
ordo. llo creemos. por otra pnrte, que la tabula. mnr mo-
~ que Caelio Alexander regalo sea precisamente la
inscripci6n, como suele interpretarae, ait10 que ésta
es meramente la corunemoraci6n de alguna placa, quizá
228

reliveria, que adornara el local de la ata tio u ,2.:ill-


oina mt11·moraria. Caelius /\.lexander sería posiblemente
un excelente artesano de ori gen griego ( lJ ), «e loa
muchos que empezaron a llegar ,1 Jlispnnio <1esde el A:l.-
glo I a.c. para de sempeftar menesteres artíaticoo , ne-
cordamoa la relación de este ep!Brafe con l oe siguien-
tes.

( 1 ) Historia de la milicia eapaftola , I, 140.


( 2 ) CIL II, 104)= AE, 1979 , 357 . Se tra·ta de unu
dedicaoi6n hecha por loa oonpa~ani marmora -
riensee a su amigo L. Attiua LÜoanus (no Al-
.fius, como da CILJ debemos es ta preoioi6nal
Dr. Grllnhagen , aquien lo agradecemos.) Es-
te cantero , que tuvimos ocoai6n <le estudiar
en el trabajo citado supra , fue unn de lna -
p1,·iJ1cipales abasteoedorao de Itálico .
J J. P, \Val tzing, op. cit ., J , t.l , ~lontero, op. cit.
J8, 126-7 y 145,
( 4 ) Cf . nueatro trRbo ;Jo "Una fo.milia bétic11: loa
Fobii 1''abiani", Jlabi s 9, 1978, 293 so. Sobre
atatlo y ataEioni.irff; J07-J09 ,
Cf . nota anterior .
8ntre ellos no podía haber servi. Ea e l con-
cepto militar el que usan L1'v!'o;" Virgil io, 'r.6-
ci t o y Céanr , entr e otros.
{ 7 ) L. Halkin, Les escloves publica chez le~ ro-
mains , BruselnR, líl97 ( ftomn , 1965 ), 95 ,
( 8 } D. Serri gny , Droit u blic et odministruti:C ro-
( 9 )
1
main, Parío , !862 , I , 28J.
:na:Eiones munici¡iorum : vid . J . P, Wa.lt?.in13,
ºn·ºit• 1 t . III ,4,3. Uin e111barCTo, Suetonio
( ero, J7), Varr6n (Ling.Lot. 5, 155) y Ju-
venal y Plinio (6,~72 y JIU XVI, 86 ,reapecti-
vamente) dan tres veraiones de ellas.
(10) :3alvo Fermfodez, Chioerro, Ctt1;dlogo , 1 9130 c it .,
que traduce: 1'1iiarco Cnelio 1\lexam er hizo clona-
ción de esta l ápida al E.ll ojamiento tl e lo::: oer-
vicios imperiales" .
(11 Véanse , por ejemplo,.loa mosaicos del Plone-
tario o del Nacimiento de Venus .
(12 11
lTotaE sobre loo pontif icados coloniolez ~' al
origen rol culto i.mperinl on ll'l Dético", J.a !te -
lie;i6n romana en ll:l,spanio , !·,]oclricl, 19ílO, ""Tllu.
(lJ) Solv eJad he8ha de l a corJ~umbre de pon0.r nombr es
gr iegoc o esclavos que no lo ernn .
229

Mos. 45 y 46. Dos fragmentos <le m6rmol, al parecer <le


una lápida similar a la ant<n·ior. Actualmcnte.pordirlor-:.

w~ 45) .
EO •••
TADVL. r.t•••
.
LVCRET •. L IVLIO PAVLO ••• J.ám, XCIVa
1 c.
U 11 46} •• ICIOM C .
• • • RRAil. O•• ,

ill II. 11)2 ( 1 ); Matute, Dooquejo, 18


y lóm, I. nos. 2, J y 41 Dibujo de D, <le
los Ríos.

Ser.;ún parece, es too fragmento::: apa:i.·ocic-


ron juntos y en el mismo sitio que la piezo anterior.
l,a HUbner. no pudo encontrorlQO en el l.íuoco <le .,ev:i.110.,
donde 16c;:l.camente debían en ~er, pminto que Delr;nrJo los
donó ir;unlmente. 1;oaotros tampoco licimo8 tenido 6;:'ito,
JJ. recoge de Delgado la nfir1•1aci6n de quo pcrtenecícm
a la mifimo inscripci6n, pero que no encajaban.

t:.otute los da como tres fra~mantoD 11cpllro-


dos, pero en el de D. de loa Ríos se ve bien que son
doa. La imposibilidad de reconstrucci6n del texto, y
su excesivo tamafio, nos haoen pensar que podrían ser
resto <le <loa insc:ripoiones. El n 9 45 tiene ·t :,ibul(mn)
m[armoretun?J y el n 2 46 Sej rrnr( iorum). seJ rra:r(ii?),
por lo que se ve que son uediceciones similares a la
nQ 44, Los aibujos noe han permitido modificar el ter.-
to del ill ~n olgunoe detalles.

( 1 ) EO ••• / TADVL.r.1 •• CCL/J JNCJU~'l' ... IVLIO PAVLO,


•• ICIO o•• I ••• RHAn.c ...
TI. ). nmcnirCIOIIES .I\LUSIVA3 A

I.A RES r.:unrcnr..11s.


"',) J.

ne 47.- Fragmento de tubería de plomo con corteln. Ell


de aecci6n en gota.. Uecliclas: unos 6fJ cm. de -
longitud. De la cartela, 12 x 4.5 cm. Muoeo J.1.Q.
nográfico de Itálica.

C. A. A. l Lám. X.X, abe.jo.

O(olonire) A(elioo) A(ugustrn) I(talicensium).

J.t.'.. Luz6n, Itálica, 47; .A. 111º Canto, "El


acueducto romano de It~lico", r.rr.: ?.O, 1979,
320 y fig. 16b y c.

Este tro7,o de tubería de plomo fue hallado en


excavaciones recientes (1972) en la zona de la C~sa
del Planetario, cerco. ya de lna termas de la novo urbs.

Lleva una cnrtela con las inicio.les del no111-


bre de la colonia, que debe desarrollarse en geniti-
vo. indicando la propiedo.d de la misma. !la.y que poner
en relac16n con ella las dos aparecidlu:1 en 1904 ( cf.
aquí nº JJ y lám. X:Xarriba), con la leyenda Imp(erato-
ria ) C(aeseri_a) !l(aclrioni) A(ugus ti). Lu conjunción ele
los doa tipos de C!lrtelas en ln novn uros, en tuberías
que formaban parte del abastocitniento público do OF,Un
a la ciudad (el servicio de lns termos y el cootellum
aguae, respectivamente y como mós probable) nos hocen
ver le posibilidad de que, frente a. lo que oc eren ho.-
bitualmen·te. le colonia auf1•egero tambHn porte de la
nueva urbonizaci6n, y no s6lo el emperador. A ello hay
que afladir le teoría de Luzón, según la cual los sec-
tores de acera y pórtico que O<! sitúan delante de ca-
da viviencla fueron hechos por lor.: propietnrios <le lo.s
roisrnas ( 1 ) , con lo que la condrucción tcnrlr{n tres
fuenteR <liversns de financiación.

{ 1 ) ] ,l\7.ÓI1 , Ol) . Cit . ' J2. Vém~e el sello C.I.A.E. (Go-


lonio rülli!iug~s ·to EmcrHn) en elcmentor: edni-
" ·•1c1os d e lel"Tifn 1, 0 y DellÍclo, EAT~ 11, 9-10,
232

uo 48.- Inscripción pintada en el pulpitum del tea-


tro. Teatro de Itálica, in eitu.

SVR •• FCIT Lám. XXIV a-b

c --L(uoius ) Liciniutj/ s ur[aj f (aciendum )


c(urav:Lt ) It( ali censibtts ).

In~dita.

Se trata de una. láurea inoluída. dentro de


la decoración pictórico del pulpitum del proscne -
n1um del teatro de la ciudad. puesto al descubierto
durante las carnpnfiaa de 1972. De ella ae conserva
aolamente la mitad inferior, hallóndoee el estuco
en muy malas condiciones. Es una. guirnolda de hojea
verdes, no bien identificables, pero que podrían -
ser de laurel, y pertenece, según L. Abad, que la
eatud16 para su tesie doctoral ( 1 ), o un amplio
grupo de coronas murales, esoulp1dae o pintadas, ca-
si siempre con ínfulas en su parte inferior, que en
la de Itálica eon bien perceptibles (L~m. XXIV a).

Según este autor, se conocen ya en época he-


lenística, por ejemplo en las pinturas sagradas de
Delos, aunque poeterionnente en 6poca romana pierden
su primitiva signifioaoi6n religiosa. L. Abnd fechn
este tipo de corona dentro del siglo I d.C., aunque
le extrat'la la existencia de uno inscripci6n · en Hu
interior, lo que ea más habitual en ~poca mós tardío..
De eataa guirnaldas de treo filas de hojas cita pora-
lelos hispanos en la musivaria: /\lbesa. Liédena. Tude-
1a;

La inscripción en sí, en letras rojas sobre


el fondo ocre del pulpitU!}l. pArece que conatnba de -
más de ·una línea, quizá dos y ln superior en lo ulto
de la láurea, ya que en el centro parecen quedar res-
tos de otra decoraoión, impoaible de disoernir. gstd
aUTcada verticalmente la láurea por una ~raoturu que
afecta al letrero, quedando espacio para. une. letra¡
a la izquierda y debajo de la rotura, pero n la iz-
quierda de la F no parece hobcrln hobido.

La interpretaci6n de los rasgos que se pueden


distinguir no es muy sencilla. El Dr. Abad vio también
ante la V los restos de unas de menor tamaño, lo que
le lleva a proponer [s}l~ [R!_WJ!· Uo nos parece muy con-
vincente por el oignificado ( 2 ). Por otro lado. lu
supuesta E nos pnrece una F.

Pera nosotros. pueo, lo que ee ve en la 16.u-


rea ea SVR •• FCIT. Ello noa lleva, con toda claee de -
reservas, a suponer que se refiere u WlU persono de -
cognomen ~ . y ello inevitablemente, o pensar en que
lo que fnl ta arriba es L. Licilü11s , el gran a.mico, com-
pafiero y favorit~ de Trajano ( J ),

La r,:ron inocripción de la orchcstro ,!el to'l-


tro (cf. aquí ne 49) ha sido fcchode por noootros u CQ
mienzoe del .oiglo II. Hemos supue:Jto que es'en este m.Q.
mento, con el ascenso de Trajano nl trono. cuando co-
mien:,:rrn loa munificencias de éste hacir.1 su ciud~d natal:
la idea de le 1,1ova urbe , el fol'o de nuev::i planta, el an-
234

fiteatro, las nuevas termas ••• y el arreglo y mejoro


del teatro de ~poca republicana, sitoodo el lado es -
te de la ciudad antigua, La reforma del teatro, con
el afiadido de la. summ cavea, los revestimientos <le -
mármoles, estatuas , aoceaos, etc., es alt;o fuer;J. de
dudas ( 4 ) •

Estamos oonvencidos de que una gran parto de


los amigos personales y aliadoo políticos de Trajano,
como luego de Adriano, colaboraron en muchos aspectos
de loa planes imperiales con respecto a Itál ica . S6lo
as! se explican,entre otras cosas, las suntuosas vi-
viendas privadas de la novo urbe. La misma inscripci6n
de la orcheatra recuerda una serie de mejoras y ombe-
lleoimientos a cargo de dos pontifioeo y 1Iviri, uno
de los cuales se llama Trainnus de cognomen.

En este niarco hay que ent ender nuestra propues-


ta de leotur!\ deAa ldurea del pulpiturn. Este ibo comple-
tamente decorado con pinturas, unas purament e ornamen-
tales y o~rae figuradas, de lao que apenas se han con-
servado unos peces y lo que parece la pata de un oahn-
llo ( 5 ). En todo caso, y como hip6tesia de traba jo ,
nos parece que Licinio Sura pudo oolo.borar con la 1cc2
ración del pulpitum del teatro, que reouerda la láurea
como obsequio I1p.liceneibuo) . Como no se obaervnn euper-
posiclones de estucos pintados, hay que pensar que el
pulpi tum original no llevaba decoraci6n. Ilay, sin e1,,bar-
go, otra posibilidad de lectura ( 6 ) , pero no nor, con-
vence.

Se trata de Yll(b(i) f)EOn'. Pero en es te cnso


hay que preocindir de lns de ln izquierda del texto,
cuyos rasgos parecen distinguirse, y ouponer que J.o l!',
que est6 bastante clar o , es una E. Por otro lodo, en
l a rotura vertical de l a láurea no parece quepan doo
letras , sino una . En este coso, ~xistiría un dedicon-
te,en l a part e s uperior perdido do la corono, que hoce
tul obsequio (posibl emente la mismo decoración) n la
ciudad. El térmi no ~ par o Itál ico tiene preceLlc-n-
tee ( 7 ). Pero , en conjunto, no no~ porece una l ectu-
ra satisfactori a y, aunque sabemos que J o que hemos
propuesto puede recibir críti cas , en ia que má s vio-
ble nos p~reoe visto l o conservado y, por lo que sobe-
mos de Licinio Sura, no aer!a en absoluto i mprobuble
(a ). Fecha , por tonto, comienzos del oi glo II <l , C,

( 1 ) L. Abad Casal, La tinturo romana en Espaíio ,


Sevi lla , 1976 {tes s doctoral mecanografia-
da) , t . I , 342 y 544 y t . II , 207 (oera<le-
cemos al Dr. Abad haber podido hacer uso de
su estudio, a punt o ahora ele publ :1.cnrRe) .
2 ) Sólo podría ser de iurgo , cuyp indef inid o eo
surrexit , o de surr go, qua ea intranaitivo,
3 ) R. Syme , Taci tua , Oxford , 1958, 52 , 53, 7J ,
231. Poro su amistad con 'l 'rajano, 45 ,57,2 31.
Una mues t ra de ello ea que ostentó por tres
veces el conoulodo.
( 4 ) J . t,1 , Luzón , UJ,l 19, 1970 , 272 . En 1979 , el Dl',
rP.llicer reaITzó unn entrntigraf!n en lon m11-
ros ne apoyo de la stu,m,n cr.tvca , ouyon mi,tc-
r'Lalcs 01·ro j a1,on tma c:r.onoloc;I n parn nu ccrn1r-
·trucci6n de loo oomienzon clel slt;lo II 11 . r,; ,
Vid . tombi6n el epÍ/!,l'a1'e nir,11iente .
L. Abad , op , cit., t . I , 545 ,
Las lecturas que se mnnej en han cle tene1· en
cuenta el lugar claa t a cuclíoirno que ocupo. esto
láurea , en el l uear m6s visible del proscenio .
( 7 ) CIL II , 213 (Lisboa) : ••• / 5 an . XXX sitia ur-
Dert alica/ . • . Cf . F. Vitinghoi':f, Jeolonlsation ,
76. .
( 6 ) Sienclo au tribu la Sere;l11 , es m1fo que probuble {
que fuera italicense . Vénso, por ejemplo, la
cledicación del ~~, Phre ,\reo de Dará (Tru·.ru¡~ona) :
CIL II, 4282 , que mondó eri~ir en nu testOJ,ien-
to o S . r.'.ariller , rnn n 9 01 (CIL II 1 4535 y
Suppl . , 6179d) . - -
2·36

N9 49.- Gran 1nscr!po16n, en dos largas I!neas situadas


entre la oroheetra y el proaoaenium del teatro.
en mánnol blanco. Medidas: 12.70 x 0.49 m. Tea-
tro de Itálica. in altu. {Láme. XXY a XXVII}.

L. B•• TTIVS. L. F. TRAIANVS. POLLIO. C. T•••• S


C. P. POLL!O. *• VIR. DESIG. ITER. PONTIFIC.
f,t,••••EATI / AVOVSTO. ORCHESTRAM. PROS ••••• VM.
ITINERA. AIAS. ~IGNA. D. s. P+ P. C.

L(uoius) Blla]ttius L(uoii) f(ilius) Traianus


Pollio C(aius) T[raiu?J e C(ai!) f(ilius) Pollio
,duov1r(1) desig(nati) iter(um) pontific(ea)
prim[i or]eati / Augusto oroheatram pros[faeniJ
um itinera aras signa d(e) s(uis) p(eouniia)
f(aoiendum) o(ura~erunt)(*)

A. Blanco. 11 Ep!graf!a en torno al acueducto de


Segovia", Segovia y la arqueología romana. Bar-
celona, 1977, 131, fig. 2 ( l )a J.111. Luz6n,
"Die neuattisohe Rundaren aus Ita.lioa", MM 19,
1978, 272i AE, 1978, 402; A.M. Canto, "Notas
sobre los pontífices coloniales y el origen del
culto imperial en le Bética", La Religión romana
en Hiepania, Madrid, 1981. 14J as. ( 2 ); L.A.
Curohin, Elite, s.v., A. Blanco, en Historia de
Espana. dirig. por R. Mdez. Pidal. 1982, 590
y 615 ( 2b1s).

Se trata de una insoripci6n formada con sucesi-


vas lastras contiguas de mármol blanco, oasi completas,
enoastredae en el suelo de la orohestra, paralelas y
delante del pulpitum del prosoaeniwn. Está dividida en

(*) Como en el na 31, podría desarrollarse también d(e)


s( ua) -p( eounie) etc.
2 3 'l

dos renglones de igual te.mano. Quedan sole.mente los le-


ohos de las letras, que eran de bronoe e iban encaja -
das en ellos. sujetas oon los correspondientes pernos
( J ). Del total del texto faltan e6lo algunas lagunas.
que hemos seftalado en la tranacripc16n. La lectura es
olara, salvo en las zonas indicadas. que pase.moa a co-
mentar.

En la 1. 1 1 una lastra de restauraoi6n anti -


gua ooupa el lugar de LA en 'BLATTIVS, sin que ae vol-
viera a dibu3ar las letras. En la misma línea, falta
el nomen del segundo de los de41oantee, sal~o la S fi-
nal. A. Blanco, en el art!oulo citado supra, hab!a e,g
puesto, a título de hip6tesis, Fabiue, que nosotros
m&s tarde aceptamos ( 4 ), vista la existencia de es-
" ta familia en It1'1ica, aunque apuntábamos que podr!a
ser, como es 16gioo, cualquier gentilicio de seis le-
trae, oomo Aeliua o Ulpiua.

Sin embargo. durante el verano de 1980, en el


transcurso de loe trabajos 4e restaurao16n qué el ar-
quiteoto A. Jim,nez ha venido realizando en el teatro,
ee prooedi6 a la limpieza de estas lagunas del texto,
y entre la tierra de esta primera, a oierta profundi-
dad, aparec16, en perteoto estado de oonservao16n, una
T. que llevaba delante una 1nterptmo16n triangular,co-
mo las dem,s del texto. Por lo cual, ee indudable que
el gentilicio que falta empezaba por T. Bl Prof. Blan-
ºº• en oonveraao16n personal, nos 1nform6 de ello y de
que 11 pensaba en Titius.

Creemos que su idea es perfectamente posible.


Pero preferíriamos ver aqu! a un miembro de los Traii
23 8

( 5 ), gens que qui~ds d16 lugar, por adopo16n, al cog-


nomen Traianus. Sin entrar ahora en tan espinoso probl.!
roa, e! reoordaremoa que loa Traii son conooidoe en las
vecinas ciudades de!!:!! ( 6) e Hispalia ( 7 ). En la
primera de estas inscripcionea, aparece un !lustre ar-
vense, Q. Traius Areianus, adoptado por un individuo
de igual nombre (se indica filiaoi6n), mientras que -
su hermano se llama Sergius Rutinua 7 su madre Aemilia
Luoilla¡ es deoir, que es claro que este hombre salid
da su gene por adopoi6n para entrar en la de los 1Iill•
Con ello deb16 hacer buena oarrere., a juzgar por los
bo~ores que au municipio de origen le dedica y su fam1-
11á le costea, La inacripoi6n de Hispalia nos da a co-
nooar a L. Blattius ( 8) L.t. Ser(gia) Vent1nua, tri-
bun,us rnilitWII de las legiones V y X ( 9) y luego edil
y II vir, a quien dedican el homenaje los ooloni et in-
~.
En cualquier oaso, la preeenoia segura del oog-
nomen Traianus en el primero de los duoviros noe indi-
o& una m111 probable relaoidn directa con la familia Jl!-
pia. Hasta el momento, sólo se conooÍl!I.D doe personas
oon este oognomen, el padre del emperador y ,ste mis-
mo ( 10 ). Por ello es interesante la dntaci~n de la
insoripcidn, que para nosotros es desde luego de los
dos primeros decenios del siglo II.

La segunda de las lagunas, al fi nal de le 1.1•,


la hemos suplido prim[i.orJeati. Fara Blanco es pr1 -
m[wn crJeati. Primum sería ciertamente una équivalen-
oia para el iterum anterior. Pero cuando encontramos
oreatue,!, tanto en inscripciones ( 11) como en te~tos
legales ( 12) se acompafta el adjetivo y no el adver-
239

bio. La eleoo16n del adjetivo por nuestra parte está


en tuno16n directa de la Lex Ursopensie ( 1)) y de
textos anteriores en los que nos basamos para demos-
trar que estos duoviri son loe primi, creati precisa-
mente al obtener la ciudad su oondioi6n de colonia.
( 14 ).
La tercera de las lagunas no tiene diacua16n,
pues es olaramente prosEaen~. Aquí haoemos una alu-
si6n a la láurea del pulpitum (of. aqu! n 9 48). El
proscenio 1 su deooraci6n pict6rica parecen ser ob-
sequios distintos. La soaena del teatro republicano.
88 decir, de BU primera fase en piedra ( 15 ), pe.rece
que fue de tipo helen!stioo, es decir, recta. La que
hoy vemos es de un tipo mtcy' popular en ,poca romana.
4• vanos rectos y ourvos alternantes. Este proscae-
n!!!!!! puede ser el aquí mencionado.
En torno al texto en sí hay otros aspectos de
muoho inter6s. Le palabra AVGVSTO, sola, sin otros -
nombres ni títulos, que encabeza el eegundo rengl6n,
nos haoe pensar de inmediato en Ootavio, el primer -
Augusto (y aún así. seria de una manera ins6lita). La
relaci6n de esta palabra la ha establecido Blanco con
los pontificee primi creati de la línea superior. Ello
le lleva a inscribir este pontificado en un culto a
Augusto que ee estBtuir!e en Itálica, natural.mente.en
4poca de Tiberio ( 16 ).

A ello hemos objetado que, ai se trata de un


oulto augusteo, hay dos obstáculos insalvablesi pri-
mero, que necesariamente serian pontifioes divi Augus-
ti, es deoir, en genitivo y con~. ya que el uso
del dativo ni en ,ate ni en ningdn otro cwlto está -
240

atestiguado, ni tampooo que exiata un culto a Augusto


muerto donde no se le aplique divus. Ello aparte de -
qua el culto da Augusto divinizado normalmente lo de-
sarrollan los flmninea y no loe pontifioes ( 17 ),

Este interesantísimo punto tue el que nos lleM


v6 a estudiar oon mucho mds detenimiento la 1nsor1p-
oidn 7 au entorno, a•! oomo a deseohar nuestra prime-
ra ilnpreai6n, que era te.mb14n favorable a ver aqu! a
Ootavio, aobre todo por la enraffeca que nos produo!a
que cualquier otro emperador pudiere l!IH' denomine.do, en
una insor1pe16n oficial, de manera tan somera.

Otros elementos nos inclinaron a una datao16n


roda tard!a, Así, la apario16n de dos oognomina en uno
de lon duov1r11 el que uno de ellos se lle.me Traianus,
que sería más de esperar en el siglo 11 que a oomien-
zos del I; que ambos porten el oognomen Follio, usado,
entre otras pooas familiae,por l o s ~ . tambi~n natu-
ralee · de Itálioa ( 18 )& por llltimo. la eaoaea verosi-
militud de que se hagan tan soberbias mejores en el
teatro augusteo. ¿Con qu~ motivo u oeas16n? ¿En quf -
oonaist16 entonces el indudable arreglo qua se hubo de
hacer en el siglo II? Hay que a~adir que, mientras que
en las exoavaoionea han aparecido bastantee materiales
fechables a comien~os del siglo II, no loe hay práoti-
osmente del I. Bl oaso m~s olaro ea el de las tres arae
neo~tioas estudiadas por Luzdn ( 19 ), que parece evi-
dente son lee!!:!,! que menciona la inecripoi6n. La .2r-
oheetra, rioa¡nente paTimentada oon mmoles, al lgunl
que al balteus, no corresponde a la 4poea de Tiberio
por la ausencia de explotaciones marm6reas en H1epan1a
en ese momento ( 20 ).
2~1

Como vemos, son muchos los argumentos favora-


bles a una dataoi6n a comienzos del siglo II, 7 muchos
m&s los obstáculos si se quiere dar 'Una cronología -
del siglo I. En nuestro trabajo citado supra hemos de-
sarrollado muy extensamente los temas que aquí hemos
apuntado. All! llegamos a la oonolus16n de que el!!!,-
gusto que encabeza la l. 2• se debe relacionar con la
l!nea en la q~e eat, 1 no con la anterior. El sentido
sería de suis. peouniie taoiendum curaverunt AU&uato.
expres16n similar a un in honorem Auguat! ( 21 ). El
emperador así designado, d• ma~era casi diríe.mos fa-
miliar ( 22) he de ser Trajano o Adrie.no. Para ello
existen los oportunos paralelos ( 23 ).

L. »lattius Traianus Pollio y c. T• •• • Pollio


fueron los primeros Ilviri despuis de la deductio de
la colonia ( 24 ), y los primeros pontificas del cul-
to o!vioo. Con tan eeftalada ocasión, y en honor del em
perador deductor, realizan una serie de embelleoimien-
tos en el teatro para diefrute de sus oonoiudadanos:
pav1mentaci6n de la orchestrar un nuevo proacaen1Uni,
embellecimiento de los itinera o aooesoa laterales
( 25) y un nfunero indeterminado de aras, quizá tree
( 26) y esculturas. En el lugar más destacado conme-
moran su liberalidad.

No queremos terminar este comentario sin reco-


ger los resultados de una estratigrafía realizada por
el Prof. Pellicer, en el affo 197; , en el muro de oon- 9,
teno16n de la summa oavea del teatro. La oer,mica del
estrato superior la teoh6 en loe primeros veinte anos
del siglo II d.C., mientras que el muro atravesaba 11.a!
piamente todo el estrato augusteo y el pre-augueteo.
2~2

Ello da \DI.a cronología cierta para la swnma cavea, que


co1ne:1de con nuestra hip6tesis bnsade en los demás ar-
gumentos de tipo epigrit100 e hist6rioo.

Esta cronología es pera nosotros de mucha 1m -


portanoia en fwtci6n de poder concretar la época de la
deduotio colonial de Itálica. Este se viene situando
de manera general en el reinado de Adriano, en virtud
del conocido párrafo de Aulo Gelio ( 27) y. natural-
mente, del nombre de la colonia. que alude claramente
a Adriano. Sin embargo, tenemos por muy posible que loe
trámites pera la conversión en colonia se iniciaran ya
oon Trajano, y que la repentina muerte de ,ate hiciera
oambier el previsto nombre de la ciudad ( 28 ), aunque
práotioamente los planteamientos fueran los mismos, ya
que &l nuevo snoesor, así oomo una parte importante -
del 11 staff11 de ambos emperadores, era italicense.

( 1 ) final: l(o-
cfr. no-
( 2 ) Sabemos que el investigador italiano G.C. Su-
eini publio6 hace unos seis afloe una referen-
cia sobre esta 1neoripoi6n y las aras, incluso
con fotografía, pero no lo hemos looali~ado.
(2b18) En esta panorámica de las artes de la Hispania
romana, reoient:!simamente aparecida, recoge nue-
vamente la inscripoi6n del teatro, corrigiendo
ya su prim (r1 en ~rim Lll y eliminando las úl ti-
mas siglas ."D.D •• En· a pág. 615 de la misma
publ1oaoi6n mantiene eu datao16n de las reformas
realizadas
11
en el teatro en época de Tiberio,
cuando se instaura en la ciudad el culto a divo
Augusto••. No men,o iona cuáles pueden ser las arae
( ) )
Y sifft tambi,n obsequiadas por ambos duovirOS:-
Las e ras de bronce para encajar en lechos de
mármol suelen llevar en cada letra dos o tres
pernos de bronce o hierro para su aujec16n, pun-
to que interesaba al prof. Blanco para la ine-
oripoi6n del acueducto de Segovla. En la fig. J
de su mencionado art:!oulo puede verse el detalle
de cada letra en el epígrafe italicense.
( 4 ) En "Una familia b~tica. los Fabii Fabiani", ~
9, 1978 , 293 se.
243

( 5 ) Recordemos las palabras de Aurelio Viotor: •••!!1-


iue Traianus ex urbe-Tudertina: Ul !1.us ab avo /
o ue anua a ra o, ~a ern sener s a~ ore ••• ~
( 6 ) CIL 11,1 1065, Arva sueledentifioarse con la
aotual Aloolea---ra Río (Sevilla), y tue una de
las m~s activas productoras de aceite en la an-
tigUedad.
( 7 ) CIL II, 1176. La tribu SerP:ia ee la propia de
ffllioa. Lee dos legioneo aquí mencionadae,la
V Alaudae y la X Gemina, tuer.on les que oonfor
meron en principio la colonia de ?llárida con -
sus veteranos. Ello nos fecharía es~a inscrip-
oi6n dentro del e. I.
(e) Obe,rverse que eu praenomen ee Lucius, así co-
mo el de su padre e igual que el de rt,uoe.
( 9) Vtfaee supra n. 7. Podr!an ser tb.V Maced. y X Fret.
( 10) (Groag-Stein, PIR2 ) Pauly-Wissowa, RE, e.v.Ulpius.
Ver sobre ellos, por ej., Dion Cas!o 68, 4
o Apiano, Iber. 38. Ascendido al patriciado
por Vespaelano, a raíz de las guerras judai-
cas. Cónsul su:feoto en el afto 7ti, fue el pri- ~ o
mer consular en su fejª· Después fue procón-
sul de B,tica y de s a y sodalis flavialis.
Hacia el 112 o 113 fue divinizado por su hljo,
siendo éste ya emperadof~(Of.L,_Vidman~en LFil 98,1975
( l l ) 1B.Isaeo-I Roll
Por eJemp1 o, Len1JRsó 9 '(l97t>'
O1 x, Luna 115- 1. - - 66-71) .
••• uov 1r
IIII guing . pr!ñiiis croatus Oeñifioio d!vi Clau
dí •••
( 12) Para ,atoa v,aae la nota siguiente.
( l ) ) Ct. A. D'Ors, EJER, 192 y lex Urs., cape. LXVIII,
LXIX y LXX. Váaee por e emplo, en el 69 : •• • duo-
viri u1 oet oolon iem deduotem rimi erunt:7.,
en e •• u uumv rum creare acere su· -
oere hao lege oporteb!t • • • Cuerpos legales an-
teriores en loe que se !W1damenta son, por ejem-
plo, las leges Memilia, Rubria, Aoilia, eto.
( 14 ) Una deduoo16n 16gioa es que Itálica no tuvo pon-
tifioes eaorormn en eu etapa municipal, si ·es
que éstos son los prfmi. S6lo contaría con fla-
mines ; sacerdotes, e o. Parece que ambos, Bla-
°tl"J:<>Trajeno Pollio y C.T •• Pollio, fueron los
Ilviri nombrados para la deduct1o, cuyo manda-
to era muy breve, por el emperador deductor.
El 1° de enero siguiénte eran suetitüldoe por
otros, PJ. elegidos por loa comicios ciudadanos,
~e ahí el deigneti iterum del epígrafe). En es-
te caso además ee lee nombró pontifices. Real-
mente tenían motlvoe de .agradecimiento tanto
haoia el emperador como hacia sus oonoiudadenoe.
( 15) Es posible que aun antes de este teatro de ti-
po republioano hubiera uno en madera. El que
conooemoe, al menos, tenía una sesena diferen-
te, oon columnas de anches estrlas estucadas y
pintadas de azul y su correspondiente p6rt1-
oo trasero, de donde proviene nuestra 1nscrip-
o16n nº 61 , feohable a oomienzos del siglo I.
( 16) El culto en s! debi6 existir sin duda, bebida
cuente de la devoc16n de le B~tioe por la gens
Iu11a1 of. A. Oanto, art.oit., 150-1, paro oon
17) otra fo:rmulaoi6n,
A, Canto, art.oit., 144.
{ 18) I. Kaje.nto, Oogn,omina, 37 1164.
e 19 > "Die neuattisohe Runderen •• • 11 art.oit. 272,
que les feobe hacia época de Adr!ano. Apereo16
durante la exoavec16n una cuarta ara (ver aquí
no S9 ) , pero claramente de época severiana I si
tenemos tres ara.e, apareoidae pr~ct1camente so-
bre el epígrafe (v. lám. XXVI), lo 16g1co es
que se trate de ellas.
( 20) Vid. nuestro trabajo "Avances sobre la explota-
olon y el oomeroio del mdrmol en la Espafta ro-
mana", AEdpA 50- 51, 1977-78, 186. En efeoto,
en 6poca e Tiberio se está empezando a usar
de manara mtis frecuente el mánnol polícromo en
la propia Roma. Leo ingentes cantidades de már-
moles utilizados en el teatro de Itilica no se
podrían explioer muy bien en ,pooa d! Tiberio.
( 21) Filol6gioamente nos pareoe mde acert~do tam -
b14n. Citaremos dos paralelos, OIL II¡ 18J,en
un gran efistylium del teatro di"1511s ppo: eu.
honor deerón , el euaustalie perr9t m.¡e c. He-
ius Primus Cato obsequia pr oscaen um et orohee-
tram cum ornamentis. Mde olaro. es aun la que
prooede de Luoerla (V. Ehrenberg y A.H.M. Jo-
nee, ooument I!!ustrati te Re! ne ot Au-
!usiua en er us e. x or, ,
14, n° 236: ••. !Iv ir iure dio wido onti-
fex am hitheatro oco

( 22 )
245

ciudad desde tiempo inmemorial, y tanto Traja-


no oomo Adriano eran tteus" emperadores.
( 2) ) En nuestro ert.oit., 147, damos una serie de
ejemplos en los que los emperadores son cita-
dos sumariamente : Atenas, Delfos, Lamia, Sar-
mizegetusa ••• Existi6 tamoUn la oostumbre,du-
rante todo el Imperio, de designar a todo el
que tenía cualquier J.azo con el emperador por
le abreviación A uet1) simplemente: as! los
miles de A .11 er us o A~. ser(vus) de los
que no se amos e qu emperaor lo fueron. Lo
mismo puede decirse de la familia imperial:
A~ . eoror, A,.
q er momento el Imperio.
ooniu:x, lo son las de oual-
Hemos encontrado, sin embargo, un ejemplo en
un epíg:rilife ofioiali CIL II, 3349 (Mancha Real,
J,,n) , insoripoidn daliiiia por HUbner en ~poca
de Vespasiano ( • • • litter1s aevi VesHasian1 •••
litteris inclinatia). Su texto es AV4J'STO /PA-
CI PERPETVAE.ET OONCORDIAE/AVGVSTA.E/ Q.VIBIVS.
PELICIO. SEVIR ET/ Vll3IA FELICVLA. MINISTRA.
TVTELAE / AVGVSTAE. D.S.P.D. D. Una inscripci6n
de Laoippo recientemente estudiada por R. Etien-
ne presenta un caso similar. Por lo tanto. hay
que , admitir , quei aunque poco frecuente . se
puede designar s6 o como Augusto el emperador
reinante , sin que se trate de Octavio.
( 24 } Cf. art.oit., 147-150, donde analizamos los
dist!ntoe ~ipos de deduotio posible en el caso
de Itálica. .
( 25) Esta palabra itinera, equivalente del griego
rr ..)l () o ,\n i:. ! se ha dicho que era desconocida
en sb aoepo 6n de eocesos o entradas a la or-
ohestra del teatro (o a la arene en los anfi-
teatros). Sin embargo, aparece en las fuentes
escritas. Entre otros autores, v~ase el mismo
Vitruvio (V, J-8), que les llama itinera ver-
surarum. Cf. A. Ohoiey, L'ert de b&tlr • • • , t.
!, 209, y t. IV. XLVIII a LI. Sobre ambos iti-
nera irían situados los tribunalia, igual que
ei1i:I. anfiteatro.
( 26) Posiblemente las tres que hemos citado supra.
con teme de procesiones dionisíacas.
e 21) Nootes Atticae, XVI, xiii, 4.
e 2e > Cf. aqu! no!ji}c(oloniae) V(lpiae?) Itelicensiu:m.
246

Jt 50.- Parte inferior de un cipo con basa. ¿Museo Ar-


queol6gioo de Sevilla? De mlrmol blanco, mide
22 lC 28 X 20 oro.•

....
••• IVIR
• • VM LIBENS
SOLVIT

----/ [;----I)Ivir / [votJum libens ¿3 \!'nimoJ


solvit.

rern,nde~ Chloarro, ~ 1)-14, 1952-J, 54,


eepec. 61. nt 1051 y !!g. 38; !!!!, 6-7. 1955-
56, nt 1016; Collantea. meo. ( l )

Ségún la fioha del Dr. Collantes, el cipo fue


hallado por ,1, e 1ngres6 en el Museo en 1952, pero no
hemos podido hallarlo, ni e~puesto ni en los almacenes.
Según ~1, ll~vaba a cada lado patera 1 ureeus.

En las primeras líneas debe situarse el nombre


del dedicante, sin duda duovir de la colonia. Esta 1na-
or1pc16n en realidad es del grupo de dedioaoionee reli-
giosas, pero la hemos 1noluído aquí por el carácter de
magistrado del dedioante. Tampoco sabemos la divinidad
a la que cumple la promesa. pero puede descartarse N,-
mesis por ser un cipo (quiz, Mitra, como el nº 19?).

( 1) Lin. l• •• NER ••
2 4'l

Nº 51.- Fragmento de ldpida en mármol blanco. Ee la


parte inferior del epígrafe. Por su parte pos-
terior se aproveohd para el epígrafe funera-
rio naa7, de Annius K••• , de modo que el ta-
mafto era considerable. Perdida.

... Uro. e

----- /(----]curato [ r . •• reip(ublicael •••

CIL II, 1122. Dibujo de D. de los Rioe; C.Cae-


l'lllo, Pros.Baet.,~ n11 12;Curchin, fil:.!!!!.
n11 24J.
En la 4poca del Corpus este fragmento se en-
contraba "en casa de Eduardo Sánohez 11 • Aotualmente
no sabemos dónde se encuentra. H. dice que las letras
eran ºbuenas, de .Spooa de Trajano". Por su parte pos-
terior se 1ncid16, como hemos dioho, CIL II 1141.

Lo conservado es sdlo menos de la mitad de


letras, de modo que era una gran inscripción monumen-
tal.

A los efectos de la res munioipalie, el car-


go de ourator de Itálica nos es oonooido por otros
tres ejemplos (nos. 36, )T y 53) de la misma rt,11-
oa,. 1, curiosamente, son los tres del siglo II!. Lo
que queda del letrero es tan pooo que, e pesar de la
ati:rmaoión de HUbner, debe tenerse en cuenta la posi-
bilidad de que este ourator tuera tarnbi&n mis tardío.
248

N~ 52.- Basa o pedestal de material desconooido.Perdida.

L. RAIO. L. P. SERO.
PLEBEIIO.F ll VIR ill Mm. XCIII a
EX TESTAMENTO.
PLEBEI. PATRIS.

L(uoio) Raio L(uo11) f(ilio) Serg(ia tribu)/


Plebeiii~o f(ilio) IIvir(o) ter ; 3 ex testa-
mento/ Plebei(i) patr!s.

lli II, 1129 ( l ); Matute, Bosquejo, 67 y


lMi. 2,5 ( 2 )1 Masdeu, 9 ( J )1 Vives, .!lifil!,
1677 ( 4 )1 Curohin, fil.!!!, 188, nº 138.

Esta pieza, que HUbner llama cipo, pero que


por el dibujo de Matute puede verse es un pedestal,
fue descubierta en 1788 y,segwi este tUtimo autor,
llevada a Sevilla a caea de Natbaniel Wetherell. HUb-
ner dioe que la buso6 sin lxito en el palacio de Mont-
pensier. Nosotros tampoco la hemos encontrado, puesto
que, como sería lo mds 16gioo,no'eatá entre los fondos
Wetherell del Museo Brit4nioo. Ninguno de los autores
que la menciona indican nada sobfe el material. Hay
que suponer mármol o cali~a blanoa.

La diferencia de nuestra leotura se centra en


la 1 tras Plebeiio, de lín. 2•, de insegura explica~
o16n y8 la que HUbner no.propone desarrollo. Nosotros
oreemos que puede leerse t{ilio), en buen paralelismo
249

con la l!n. 4•. donde se habla del padre.

La segunda I, longa• que da HUbner, no aparece


en el dibujo de Matute. aunque 4ete t8111b1,n da en la
4• PLEBE en lugar de PLEBE! y omite le hedera que da
HUbner. En estos oasos no sabemos si prestar más or,-
dito a. Matute, que cop16 la pieza in situ, o e. HUbner,
que la eétud16 sobre calco edlo. pero cuya experiencia
epigrátioa era infinitamente mayor. La reduplicac16n
intervocálica de la I es oonooida ( 5 ). Segmi parece,
L. Raius Plebeius, padre, dej6 expresada en testamen-
to su voluntad de erigir una estatua a su !lijo de -
igual nombre. Este tuvo el raro privilegio de ser duo-
vir de la ciudad tres veoes. Tenemos aquí, pues, una
de las familias destacadas de Itálioa, tambi,n o quizá
por su poder eoon6mico.

( l ) 'L!n. 2 1 PLEBEIIO.F.IIVIR.III; l!n. 4 1 , hedera


entre PLEBE! y PATR!S.
( 2 ) Lín. 21 PLEBElTOFilVIR ffl1 lín. 41 PLEBE.
( ) ) Pág. 485, 1 y 19; 19. 150. 1524, a ,1 le envi6
un calco Cid. L!n. 2• PLEBEITO F IIV III, lín.
4• PLEBE.
( 4 ) Igual lectura que HUbner.
( 5 ) M. Bassols. Fonátioa l atina , Madrid. 1962,149.
250

Nóms. 53 y 54.- Dos baaas de piedra caliza marm6rea,


de pr,otioamente igual te.mafto. El texto es también idé~
tioo, salvo algunas interpunoionea. Medidaac 1.16 m.
de altura por 0.50 m. de snoho la basa A y 0.51 m. la
besa B. Campo epigrdfieo, 1.07 x 0.44 m., dentro de
moldura muy simple. Medida de las líneas: 1•, 5 cm.;
2 1 - ) 1 , 4 om.1 41 a 14 1 la basa A de 2 a J em., la basa
B de 2.5 a ) cm. Lín. 1,•, basa A) cm., basa B J.5 cm.
Mueeo Monogr,tioo de Itálica.

M. LVCRETIO. Q. F.
QV!R.
IVLIANO
EQVO. PVBLICO.
5 PROC. AVGOG. PROV.
BAETICAE. ITEM.
PROC. KAL. VEGETIANI.
ITEM. PROC. XX. HER. L'1na. XXVIII y
PROVINCIARVM. XXIX.
10 BAETICAE. ET. LVSITANIA.E
CVRATORI. REIP. ITALIO.
SPLENDIDISSDIIA.
RES. P. D. D.
OB. MERITA
15 E IV S

M(e.roo) Luoretio Q(uinti) f(ilio) / Quir(ina


tribu) ¡ 3 luliano/ eguo publico (donato) /
proo(uratori) Auggg(uatorum trium) prov(in -
oiae) 16 Baeticae item / proo(uratori) Ka~n-
darii) Vegetiani / item proo(ur~tori) (viceai-
mae) her(editatium) ¡ 9 provinciarwn / Baetioae
et Lusitaniae / ouratori reip(ublioae) Itali-
o(eneium) / 12 eplendidissima res p(ublica) d(e-
oreto) d(eourionum) / ob merita ¡15 eiue.
251

A.M• Canto, "Dos basas con inscripciones geme-


las de Itálica", Rabie 4, 197), Jll 7 láme.
XXIX y nxi AE 1972, 250; D. Manaoorda, 11 !1
kalendariurn Vegetianum e le anfore della Be-
t1ca11, mB, 89, 1977, JlJJ J. Re;ynolds, uRoman
Inseriptions 1911-1975", ~ 66, 1974, 1B9i w.
Eck, RE, Suppl.B. n, Mlinoben, 1978, s.v. "~-
oretiusº. nll 2Ja; Lomas-Slfez, J!(IY. 1981. Cfr.
!n!H.

Estos dos pedestales aparecieron durante las


exoavaoiones del teatro, en el a~o de 1972. Una de -
ellas, la no 54, apareció al fondo de la ecaena, con
el texto haoia arriba, perforado en su parte central
por un agujero de 17 om. de diámetro, que afecta a
sus líneas 8 a 10. La no 5) estaba hacia abajo, en el
otro extremo, oon igual oquedad en la parte trasera.
Por este detalle dedujimos que habían sido reutiliza-
das para encajar en ellas los periaktol o postes gi-
ratorios que servían de apoyo para la deooraci6n eace-
nogrdtioa. El lugar de hallazgo, al fondo de la esce-
na, hace plausible esta exp11caci6n.

Los caraoteree externos de ambas inscripciones,


capitales cuadradas bastante tradicionales, tienen sin
embargo algunos rasgos que la fechar!an a fines del si-
glo II o comienzos del IIIi así, lee K, G, R, s. la
ausencia de remates o ~pioes, etc.

La insor1pci6n recuerda el cursue, o al menos


la parte administrativa de ~1, de un miembro del orden
ecuestre, M. Luorecio Juliano, en el orden inverso.
252

Luoreaio Juliano, de la tribu Quirina, una de


la• mAe extendidas en la Bltica junto con la Galer1a,
.tue proourator vicesimae hereditatiwn sucesivamente en
las provinciaa de B,tioa y Lusitan1a, oon rango sexage-
nario, a continuación procurador del Kalendarium Vege-
tianum, de rango centenario, y ~inalmente procurador
de la misma Bltioa, etapa 4sta duoenaria que posible-
mente oorond la carrera del personaje, del oual, por
otra parte, no ae tienen m,s noticias. El cargo de~-
~ de los italicenses, oomo veremos, pudo desempe-

ftarlo al comienzo de su carrera o al final de ella.


La feoba de la proouratela de la Bltioa vendría indi-
ce.da por las G en ~gf.• que indioar!an el reinado con-
junto de Severo, Caracalla y Geta, aunque trabaJoe re-
cientes no cirounsoriben la aparioidn de estas tres
Gal periodo 209-211 d.c •• oomo ea tradicional, sino
incluso antes del 198 d.O. ( 1 ),

Como ya tuvimos ocasión de seffnlar, la mayor


1mportanc1& de este texto radica en le proouratela
ad Kalendarlum Vegetianum. Este cargo no fue oonoci-
do oon certeza (s6lo hab!a dos inecripoiones mal le!-
dae de antiguo ( 2 )) hasta un oonocido trabajo de
H.-G. Pf'lawn aparecido en 1955 ( J ), A travh del -
oursus de Ti. Clnudiu.e Prooulus Oornelinnus, pudo dl
determinar la exlstenoia segura de tal proouratela,
y corregir las leoturae previas, además de situar la
feoha post quem para ella en época de Marco Aurello
( 4 ), Su funol6n era la gerencia de un kalendariwn,
formado por las propiedade• de la familia senatorial
de los Valer!! Vegeti, oriundos de Illberri (Granada).
( 5 ).
253

En nuestro trabajo citado, adem~e de dar a


oonooer otro procurador del mismo tipo, pudimos estn-
bleoer la sucesión de los ouatro hasto ahora consta-
tados ( 6) y tambi~n la h1p6tesie de que, para esta
lpoca, existía una similitud entre las carreras admi-
nistrativas ecuestres para la Bltica ( 7 ).

En los casi diee aftoe transcurridos, no es


muoho lo que hemos progresado en el oonooimiento del
origen de estas grandes propiedades. La primera supo-
aio16n de que procedían de confiscaciones severianas
fue deamentida por la aparioi6n del proourator mencio-
nado de ipoca de Merco Aurelio { 8 ), lo que hace -
pensar tanto en una donac16n voluntaria como en una
contiscsoicSn de ,poca antoniniana {¿partidarios de
Lucio Vero trae su muerte, apoyo a la conjura de Faue-
tina?).( 9 ). Este extremo aún no estd del todo claro.

Otro problema planteado ee el tipo de propie-


dades que constituían este kalendarium. Lo m,e senci-
llo de pensar. tratdndoee de la Bltica, era el aceite.
y en este sentido ha i~o la totalidad de los investiga-
dores que sobre ello han tratado ( 10 ). Pero. en nues-
tra opinión, la ausencia de una cantidad respetable de
sellos de ánforas hace vacilar esta teoría. En fecha
relativamente reciente. D, Manacorda publio6 ( 11 ) un
trabajo sobre los orígenes de esta procuratela_y supo-
sible naturaleza, extremo que continúa aún sin deeve-
ler { 12 ), F.J. Lomas y P. Sáez acaban de publicar un
trabajo sobre el mismo tema, donde apuntan e este!!,-
·1endarium como el depositario de los derechos de oomer-
oio de la annona ( 1) ). Sin embargo, c~eemos que ei
ello fuera as!. los sellos del Kal.Veg. inunde.rían li-
teralmente el Test8ecio.
254

Mientras no tengamos elementos epigráficos o


antorarioe más precisos, no podemos saber con certeza
el tipo de actividad econ6mioa en la que se basaba el
kalendarium Vegetianum, pero oreemos que hay una base
razonable para descartar el aceite, o al menos de ma-
nera prino1pal, pues un volumen de negocio oleario im-
portante habría dejado por tuerza un ndmero grande de
sellos, lo que no es el oaao. No se puede hablar, co-
mo hacen Lomás 1 S&ez ( 14 ). de "la magnitud eoon&mi-
ca de la oap1tal1eao16n del sector olivarero" que su-
pone el kal . Veg •• cuando son siete los sellos con la
marca K.V. hallados, y ni siquiera sabemos si tráe es-
tas siglas se esconden o no las propiedades de los Y.!-
setii ( 15 ). Para estos autores. el kalendarium Vege-
tianum es en origen un volumen de capital constituí-
do por poaeeiones agrarias y urbanas, que se engrosa
con gananoias adie1onalee que aqu,llas le proporoio -
nan ( 16 ). La idee en s! nos parece como punto de par-
tida muy válida.

Para nosotros. y ya que la palabra que lo de-


fine es bastante olara, kal endarium ( 17 ), se trata
de una importante banoa. con inversiones e intereses
en muy diversos campos. Una actividad de esta natura-
leza sí justifioar!a el nombramiento de un procurator.
que vigilara en nombre del fisco la buena administra-
ción de un importante capital. Como capital destinado
a invertir y prestar contra 1nter,a, es muy posible
que su vinculao16n a actividades económicas fuera muy
variada: aceite, vinos, tejidos, inmuebles, minas, te-
rrenos ••• Y en este punto es donde nos separamos de Lo-
mas y Sáez de manera más sensible, ya que,pára ellos,
los ingresos yan al Fisco y sinen para sufragar la
annona, para ella ae adquiere parte de la producc16n
255

aoeiteredel Valle del Guadalquivir, especialmente en


lpooa de Adriano o Antonino Pío ( 18 ). Los sellos
donde aparece COL y otras variantes, y que nosotros
propusimos leer o(ollegium) ol(e~rium) ( 19 ), es pe-
ra ellos c(uratores) ol(earii). Según ellos, tales
ouratores son los que encargan o compran loe envases
de aceite pera el env!o del mismo a Roma u otro lu -
gar ( 20 ). Pero ello no tiene oonf1rmac16n epigráfi-
ca alguna. mientras que tenemos pr ocura tores del!!,-
lendarium de loa Vegeti, de rango centcnaJ.•io. desde
la lpoca de M9 rco Aurelio.

Ambos autores suponen que el Kalendariwn Vege-


tianwn se mantuvo oomo organismo aut6nomo dentro del
fieoo entre el 197 y el 205, en que se subsume· dentro
de la ratio privata ( 21) Luoreoio Juliano sería así
11
el último procurador clel Kel.Veg •• y el primero que.
oomo procurador de la Bltiea, velará y administrará
dichos intereses". Esto no sabemos qué fundamento tie-
ne. ya que ambos cargos están bien diferenciados en
~sta 1 en las otres tres !nsoripoionea. y faltaría en
el curaus un cargo centenario. por lo que no pudo de-
sempeftar ambos a la vez.

El cargo de ourator r eipublicae era concedido


directamente por el emperador. Sol!a ser culminación
de une previa carrera en el municipio ( 22 ). e inclu-
so ello era aeí para los eguites romani eguo publico.
Si ello ee cumple en nuestro caso. M. Luorecio Julia-
no ser!a de origen ifal!oenee. Aunque no se sol!a nom-
brar a uno de la propia ciudad ( 2) ). se conocen ex-
cepciones { 24 ). La figura del ourator reip. fue con-
siderada por Mol!lmsen ( 25) una 1ntromie16n imperial
256

en oiudades que tenían autonomía ( 26 ). Sin embargo,


a juzgar por los numerosos homenajee que reciben, se
lea oonsideraba más bien bene!aotores de la ciudad, y
la fórmula ob merita (o-!!) eius, que aquí se usa,
es una de las más frecuentes ( 27 ). A veces inolueo
son elegidos patronos de la oiudad en cuestión ( 28 ).

En resumen, M. ·1uoretius Iu11anus, de posible


origen bétioo, pareoe beber heoho su oarrera ecuestre
bajo el favor de Beptimio S!vero ( 29 ). Que gozaba de
su especial confianza lo demuestran sus cargos de pro-
curator kalendarii Vegetiani y de curator de Itálica.
Por dltimo, perece un especialista en oueationee finen-
oieras 1 recaudatorias. Es posible que, trae la proou-
ratele de la Bftioa, fuere ascendido al rango ooneu -
lar.

El que le splendidiselma resp(ublica) Itelicen-


~ le dedique, no un pedestal, sino doa iguales (JO)
puede tener relaoi6n con el obsequio de doe eéoulturse
distintas aunque, en tal caso, fatas tuYieron que ser
de mediano temafto, dada le escasa profundidad de las -
aras; Su uso en el teatro como elementos de le aeaene
pareoe indicarnos que fueron dedicadas en el foro, pe-
ro en lugar pr6x1mo ( Jl) al teatro, y que late con-
tinuaba utiliEándoee como mínimo a mediados del siglo
III d.C.

( l ) J, 'Fitzl "Ag8ueti tres avant 209", Alba Regia


17, 197~, 4 e~. CAE, 1979, )), En algunos ca-
sos, le mención de"-Ioe tres como augustos an-
tes del 209 refleja una "preooupación dináeti-
oa".
( 2 ) CI L II , 2029 (~ g a 1 Bática): P. Magnius Rutus
lraionianue y 05 8 lI~}Pª, B~tlca): L. Cominiue
Vlpeaniue Salutaria. r, H,-0. Pflaum, Car ri~-
25R

caoionee severianas, las figlinas Barba, Cepa-


ria y Orumense pasan a la procuratela ya exis-
tente del Kal.Ve et.(p.151) bajo la geeti6n
directa de con uc oree ol ear11). Del hecho
de que loe se os •• y aparezcan ca-
si exclusivamente en Roma, ~1 deduce que este
aceite se dedic6 primordialmente a aubvencio -
nar la Annona.
e 11 > e.ni'ore
D. Manacorda, "Il kalendarium Ve~etianum e le
della Betioa11 , MEFR 89,177, JlJ ea.
Aproveobamoe ahora paraioeptar una cr!tioa
que nos haoen Manaoorda y Lomas-Sáez: en nues-
tro art!oulo oitado (p. )18) sugeríamos que es-
ta proouratela desape.reoi6 a mediados del si-
glo III d.O. Efectivamente, no hay prueba algu-
na en tal sentido. El origen de nuestra afir-
mac16n era la deecompos1oi6n de las propieda-
des imperiales y de loa sistemas de gosti6n en
general despuls de loe reinados de Gordiano -
III y Filipo J. Jtasta entonces suponíamos que
podía haber seguido existiendo aut6nomamente
una 1netitual6n de este tipo, pero pruebas no
bay ninguna.
e 12 > Manaoorda alude tambiln a otros tipos de pro-
piedades, pero parece decidirse finalmente por
el aceite. El ~uadró cronol6gico de la auoe-
ei6n de loe proouradoree que preoenta en eu p.
JI) proviene de nuestro trabajo aunque, sin du-
da por olvido, no lo menoiona.
( l ) ) !bid., 65, "••• deducido (el capítulo de gae-
l"ó'sde mantenimiento de la proouratela) queda-
ría aún una importante suma a libre dieposi-
ci6n del pr!noipe, que emple6, sin duda, para
abastecer de aceite a l a Annona ••• ". Sus :f,'un-
oionee serían (p. 70) "control de la producción,
percepoi6n del aoeite comprado por la Annona
y detallada cuente de lee cantidades exporta-
das 1 exportadores", ello para loe c(uratores)
ol~earii), como leen ellos loa sellos oon COL.
Es os oµratorea son los que encargan las ánfo--
raa a las figlinas.
eu > Ibid., 182.
( 15) Nosotros ya expusimos nuestra op1n16n sobre
el eignitioado de K.V. en estos sellos, sin
entrar en un estudio detallado de toda la pro-
blemátioa (en "Una familia b1itioa, loe Fab11
Fabiani", Habis 9, 1978, nota 69). La miirca"
K.V. para nosotros no eiBnifioaría K alendarium)
V e etianum), sino posiblemente Kas ra -
!!!!....!. , una looelidad bátioa pro uc ora en el
259

Valle del Guadalquivir, Los sellos con COL, 00-


LEARI, COLEOPARDI, eta,, son, por baplografía,
expresión de la posible existencia do collegia
olearia, existentes en la Bática, y mejor des-
pués del 197, en que las graves represalias de
Septimio Severo (SHA, Vita Sev., 12) debieron
dejar sin propietarios grandes latifundbs, Nos
parece verosímil que el empere~or entregara
para su explotación 11na gran parte de esas tie-
rras a ooll~ia olearia de carácter municipal,
para loa ou ea seguirían trabajando las figli-
nas conocidas1 Darba, Cepa.ria y Grumense, en-
tre otras, Lomas y Sáez ( ibid,) nos indican
amablemente que no son lo mismo los meroatores
que los navioularli o los diffuaores o!earll,
cosa que ya nos temíamos. Los paralelos cita-
dos por nosotros de Waltzing (Corporationa, t.
I, 441c t.II, 87, )8) y 403l4 y t. IV, J5 no
106) eran ejemplo de oolle~ a olearia "dedica-
dos al comercio del aceite en general, es de-
oir, que los distintos sectores ocupados en el
proceso de produoo16n 1 comercialización po -
d!an, y de hecho lo hacían, asociarse en colle-
1º:.ª- y que, por tanto, ello podía justific~
laºoeible existencia de collefia olearia de
carífoter municipal. Posiblemen e el error es
nuestro, al no expresar más detalladamente nues-
tra idea, De cualquier forma, dos de los ejem-
plos, OIL XIV, 409 (Ostia) , y Waltzing, no -
2390 (ñeios) hablan exclueiv8Jllen\e de olear1i,
oleare!, sin más 1ndicaoi6n.
Si aceptamos la tesis de Lomae-Sáez, en el -
sentido de que el rocurator Kalendarii Ve e-
tiani, asistido por o ura oree o ear , se
ocüjia de todos loa aspee oa re ac ona os con
la Annona en la B6tica, ¿de quá se ocupabaiel
1annonae araefectus¡ad oleum afrum et his~anum recensen-
Um (y suelversos aditttoree) , 1 em so lamina
lriinsferenda 1 item veoturas nav!cular!!s exeol-
vendas0 proo, A~f· ad ri am Daetls, etc.(CIL
1
II, 11 O, de Sev la, h. 61-169 d.C,)7La apa-
rición de una inscripc!6n del mismo Sex. Iuliue
Poeseesor en Maotar nos permitió saber que con
Cómodo continuó siendo proa . ad ripam Baetis,
proa. Aug. Oatis ad annonam ••• (Cfr . G,-Ch. Pi-
card, 11 Un'témoignage sur le oommeroe d'objets
d 'art dans l'Empire rom~in: la etatue de bron-
ze de l'Apollon de Mactar, offerte p a r ~ -
260

liua Poaaeeor11 , RA 1968, 297 ss.-= AE 1965, 77).


Ea deo!r, según ir ouraua de Poaseieor y quizá
el de su superior Ulpiua Saturn!nus, que en la
6poca en que Poasesor era proo. ad ripam Baetia,
él era, según parece, prefecto de la annona pa-
ra el aceite hispano y africano (¿se explicarían
así loa sellos COL de Leris y lladrwnetum (no Ha-
drumentum)?), el procura or Kalendar!! Vegetia-=-
nl no tenía absolutamente nada que ver con la
Enona, o, al menos, no como lo sugieren Lomas
y Séez. r ya como aµotao16n marginal,aclarare-
mos que nosotros no sostenemos que la figlina
Darbensis su.frió oonfiscaoi6n en época de los
Severos (Lomas, loo.oit., 81, sobre la primera y
segunda l!neas de nuestra prolífica nota 6,),
sin.o decimos que, según parece "esta t'iglina su-
frió confisoaoi6n en época de loe Severos, se-
gún este autor" (aoil. ,Beltrán) .
( 16 ) ~ •• 56.
curator
( 17) Sobre kalendarium, vid. Manoin1 1 siv. en DE,
ool. 1354 se., espeo!iilmente lJbO- : los cura-
torea kalendarii eran los tenedores de loe"IT-
broe llamados kalendaria, en los que se regis-
traban loe nombres de los deudores de la ciu-
dad, a loa gue, en las kalendas, ee lee debían
cobrar loa intereses de las sumas prestadas.
Lae acepciones de kalendarium que hemos consul-
tado apunten oasi todas en la misma direcci6n1
registro de deudas o, más ampliamente, de la
~ctividad eoon6mica de una ciudad o persona:
por ejemplo, ILS 7119: ••• vil ioua Kal enda-
rii Se timiam-col oniae av ar ae. e ra-
e en ea e caso, parece, e un con unto de pro-
piedades de origen privado (Septimiue), donado
& una ciudad (Savaria), entre cuyas actividades
parece haber la agrícola, de la cual este hom-
bre se deolara vilicue. Ver dltimamente L. Ja-
pella, "I ouratoree kalendarii", Epigraphica
)9, 1977, 79 se.
( 18) Lomas-Sáez, ibid., 82.
( 19 ) Habie 9, 1970, .2,ll., no~a 69. Para estos sellos
ieñiin propuesto muobae posibilidades: COL(onia/
fflegium), COL(oniae onorum) por Dreeeel, Cal-
!ender, Beltrán, Ehenne, etc. tJltimamente Re-
mesal propuso COL(latio) o, mejor O(onductor)OL
(eariue)(loo.clt., 150).
2G1

( 20) Ib1d., 69-70. Para noeotroa no queda muy clara


!arelao16n entre estos curatores y el procu-
rator Kal. Veget.
( 21 ) Ibid., eo.
( 22 ) Manoini, art.cit. 1 DEJ Oehler, "kelendarium",
RE X,2, 1919, 15bb-'SI Laoour-Gayet, "ourator
c!vitatia o reipublicae", DS I, 1619-1721; Lie-
benam , ''Cu:rator reipublicai"', Philologus 56,
~ 1897, 290 ss . (no hemos podido consultarlo);
Ch. Lt:for1va1il, "Las modes de nomination des
"curatores reifublioae", Mál.Arch.Hist . 4, -
1884, J57 ss.ldem); E. Kornemann , ºCura toree"
RE, 1806-11, y laoibliograf!a .reciente cita-
Ta más atrás, en la n. 4 del nv J6 de este Ca-
tálogo. Cfr. además esencialmente F. Abbot y
A, Johnson, Munioi~al Administration in the ro-
man Empire, Prlnce on, 1926, paselm.
( 23) raul., Dig. 5, 12, 5: . •• ne aut ~ratiosus aut
onlumnioeue apud suos ease vldea ur.
( 24) CIL ll, 1151 (Aeclanwn): L. Calve tius civi
ñiitr onue et cura or e en es mae o o-
n ae ec anens um aunque en es e caso nos -
pregun amos s e orden no será el inverso: pri-
mero fue nombrado ourator, y, ob merita eius,
patrono (Mancini, ert.olt., 1J67: elogia ), pa-
ra, por último, eer adleotus inter clves), Hay
otros casos, como CIL XI, 5646 (MatUioa), ci-
tado por Manoini, loc.cit.s del mismo modo, muy
pocos fueron curetores de una ciudad mientras
que ejercían la procuratela da esa misma provia
oia . En provincias podemos encontrar curatores
no antes de Adxiano y provinciales o ltd!lcoe¡
en cambio , en Italia no se ha hallado ningún
curator provincial. Hasta el siglo III, ademá~,
sólo encontremos ouratores en las provincias
senatoriales, lo que el es un claro intervencio-
nismo imperial sobre el Senado, quizá y preci-
samente porque el emperador carecía de otra -
instituoi6n que pudiera deaempe~a~ todas las -
funciones requeridas.
( 25) Th. Mommeen, Sta.atar. 2, 488 y 102J¡ f.rente a
ál, Fouetel de CoÜlangea piensa que ea un fa-
vor que las ciudades solicitan del emperador,
Y q'\le date concede generalmente (Mancini, loe .
cit., quien lo ve como un alto comisario imQe-
riai para ordenar las finanzas de las ciudaoes
( cnJ • 1 351 ) •
262

( 26) La mayor parte de los autores no lo ven de es-


.ta forma, adem~s de que la instituo16n del ou-
rator no fue siempre igual ni tuvo idénttoas
atr!'ouoiones en todo el Imperio.
( 27) CIL XI, 60611 • • • ob merita eius uod industria
iüi statum rei u cae auxer • ase e P-ª-
e , O ( aq u! n ° 7 4 ) :
et uot se rovinoiam Baetic am)
caes e os us ~ac pre nae res . uer • am-
blen cít IX, 2J5; x, J344i XIV, 2409 y tantos
otroe:-s'obre esta expreei6n ver reoientemente,
y a propósito de otros cargos, A. Soffredil"Il
patronato in Italia ella luoe dello iecriz on~
latine", Epigre.phioa 18, 1956, 157-172, o F.
Grelle, "Munus pub1ioum 11 , ~ 7, 1961, JOB ,
( 28) Vid. supra nota 24, 2ll! IX, 1151.
( 29 ) Es raro que, si su aotividad previa fue como
vir munioipalie simplemente, no indique los
cargos desempefiados, que habían de ser loa má-
ximos (Mancini, Q!, 1356, categ. c). Y, si
su carrera era la ecuestre como lo era, que
falte cualquier mención a Íos previos escalo-
nes de milicia (o al menos la e:xpreei6n omni-
bue e uestribus militiis erfunotus u orñafüs)
e a que pensemos que se e conce e acce-
so al orden ecuestre y se le dispensó de loa
destinos militares, Ello sólo pudo deberse a
un favor especial de Septimio Severo, como lue-
go se ve a trav4s de los cargos de especial
confianza que le otorg6. No creemos que Lucre-
oio Juliano comenzara su carrera ya bajo C6-
modo, por el cálculo de aftoa de sus cargos,
Habría que considerar, una de dos: que fue par-
tidario suyo en la di sputa dinástica o que era
leptitano o de alguna ciudad vecina.
()O) s. Marinar estudi6 hace11 affos el problema de los
epitafios duplicados ( !1 problema degli epi-
taffi ripetuti e le sue derlvazioni", Actas del
III Co · r.Intern. de E 1 rafia rie a lati-
na, orna, , ••• , pero no ea emos que
exista alguna monografía sobre las inscripcio-
nes honoríficas duplicadas.
( )1 ) Según la tesis que expusimos en el capítulo I.
5 de este trabajo sería el foro republicano
y pre-trajaneo, sltuado sobre el Cerro de San
Antonio , y que se vuelve a utilizar duranteel si-
glo I II y hasta, más o menos, el 270 d.C.
( n ) Affadir en la n. 271 I. Kajanto,"Un analisi filo-
logioo-letterar!a delle 1sorb1oni onorarie",
Epigraphioa )3, 1971, 3 (para ob merita y guod, 1~.
263

NO 55.- Fragmento de inscripci6n en m6rmol. Perdida •

• • • ET ORDINE
D

----/[:-- plebe?] et ordine /~( eoreto)Jd( ecu-


rionum).

EE I.X,l, 190)! 77 ne 201a; G. Vernet. Bull. :Ant.


Franoe 1897. )9.
Mo hm quedado noticias de este fragmento, que
apareoi6 entes de 1897, ya que fue publicado por Ver-
uet en ese af'lo. Se sabe que lo tenía un tal Joef Rodrí-
guez, que no sabemos s! el el mismo Josl Sánchez Rodrí-
guez que efeotu6 excavaciones en sus tierras por esas
feches. HUbner lo da, oomo nosotroo, independientemen-
te del ng siguiente, 56. A primera vista, podría tratar-
se del mismo, pero la O del ng 56, así como la E de OR-
DINE en fste no ee le hubieran escapado a HUbner en el
calco. Se trata. quizá,de un homenaje a alguien, con
la aquiescencia del pueblo y el senado de la oiudad (al-
go como volente plebe et ordine, petente ••• o slmila~t y
eanoionado con el deoreto de los deourionea. No se in-
dica absolutamente nada sobre los oaracteree que pueda
orientarnoe sobre cronología.

N§ 56.- Fragmento de inscripción de m,rmol. Perdida •

• • • ETO ORDIN •••


D

----/fex deo:rJeto ordin [je / Reep( ublioa Ita-


lic( enaium) ?]
d(edicat).

EE VIII,), 1898, no 272.


Apareo16 jW'lto oon el pedeetRl nOJ64 an }AA
excavaciones de Sánchez Rodríguez. V~ase lo dicho para
el fragmento anterior, pero aqu! le. cronología podría
ser antigua (comienzos del siglo I?) por el pedestal ci-
tado.
264

Nº 57.- Fragmento de lápida de mármol blanco con res-


tos de moldura. Mide máx. 1) x 10 x 3· cm., y
las l!neas 2.8 cm. cada una. Coleoe16n Lebri-
je, Sevilla •

••• B•••
.
HONO •••
IN R•••
Lrun. xxxa

• • onm ibua
r e funoto?

In~dlto.

No'se oonooen otras circunstancias sobre es-


te fragmento de insor1po16n, seguramente honorífica y
no funeraria, entre otras oosas, por la molduraoión,
que en Itálica s61o aparece en las honoríficas. La in-
cluimos aqu! por la menoi6n de la res publica que se
contiene seguramente en la l. 31. Por los caracteres
externos puede techarse haoia mediados del siglo II.

La fórmula omnibus honoribue(in re publica


sua) perf unotus, funotus u ornatue es suficientemen-
te concoida, y sirve para resumir los cargos, en es-
te caso seguramente municipales, pero tembi~n, por -
ejemplo, los ecuestres ( 1) • Por tanto, hay que su-
poner que la pe~sona aqui homenajeada desempeft6 to-
4os los honores o oargos municipales.

( !t) CIL II,6756i a veeea se abrevia O.H.F. (Oagna t,


Cours, 448)J Abboit-Jobneon, ADministration,87 se.
265

Nº 58.- Ara hexagonal de mármol blanco, con muy buena


pátina amarillenta y decorada oon relieves fi-
gurados en oinoo de sua ceras. En la frontal
la 1nsor1poi~n. Medidas: altura del ara, 82
cm.; de la 1necr1po16n, 51 x 15.5 om.; líneas
1•. 2.4 cm.i 2•, 2 cm.J ) 1 2.4 cm. y de la 4a
a la 14 1 , 2 om. Museo Monogr~fioo de Itálica.
Cara A a
- ............ -
ITALICENS
M. COCCEIVS Ldms. X.X.XI y
IVLIANVS XX.XII
CVM. QVIRINO
5 FIL. ET. IVNIA
AFRICANA VXSO
RE. COLVMNAS
CARWTIAS. !!
ET EPISTYLIVW.
10 CVM CANCELLIS Cara C I A.
AEREIS ET. ARA Cara D e Q
EX. VOT.O Cara E MC I
LVDIS. EDITIS
D. D.

~eipublioae]L ItaUcens(ium) / M(arcus) Coc-


ooeiue t'
Iulianua / curo Quirino / fil(io) et
Iunia / Africana ux~s}o / re colwnnas carys-
tiaa [üaii'). 19 et e~istylium / oum cancellie /
aereis et ara(m)/ 1 ex voto/ ludia editis /
d(edit) d(edicaVltque).
Cara C I(unia) A(fricana)
Cara D C(ocoeius) g(uirinua).
Cara E 1 M(arcus) O(ooceius) I(uUanus).
A. Blanco, en Historia de Espana dirigida por
R. Men4ndez Pidal, 2 1 ed., Madrid, 1982, 617.

El ara apareo16 durante el verano de 1972, en


las excavaciones del teatro y, dentro de fl, en la -
zona delantera de la orohestra. Se trata, pues, de una
de las piezas ornamentales del edifioio, a la vez que
tiene, como su texto indica, oierto oaráoter de ofren-
da religiosa. Le falta toda la parte superior, justo
por encima de la primera línea de texto conservada,
de modo que no sabemos c6mo se remataba por arriba.
Sin embargo, a juzgar por los relieves y por el pro-
pio epígrafe, debe faltarle muy pooo.

Es hexagonal, como hemos diobo; cada arista


va trabajada en foma de columnilla oooleada oon su
correspondiente basa. A partir de la cara del epígrafe.
que hemos llamado A, denominamos oon letras las demás
hacia nuestra dereoha. La cara B, oomo la F, tienen
representaciones figuradas. oomo las dem~s, bajo fron-
tonoillos y arooe sobre columnas corintiaes -~ í do,;
representaciones de genieoilloe de car~cter benéfico,
una FortunJ*~ un Bonus Eventue, con atributos usuales,
como el cuerno de la abundancia. Las caráe e, D y E tie-
nen tres figuras reales, una mujer, un nifto y un hom-
bre situados sobre pedestales oon sus iniciales, por
lo que sabemos que son I(unia) A(frioana), O(ocoeius)
Q(uirinus) y su padre y ded1cante, C(occeiua) I{uUa-
!m!), loe tres mencionados en la 1nsoripo16n.

Aunque no vamos a detenernos en el estudio de


estos intereeantes relieves, diremos que las figuras son

Por 1:.l fo:r:mo. torreada c¡u~ lleva sobro su cubczu, ca-


bría penao.r tambC.én en una peroonificaci6n del. 0 0-
nio de la colonia, o de la ciudud misma.
267

desproporcionadas. de s6lo regular ejecución pero de


bastante veracidad. y la ooncepci6n del ara en sí es
compleja. original y rica (v,ase una conoepoi6n simi-
lar en rma estela funeraria de Aguinoum en el libro
de igual titulo de J. Szilágyt. Budapest. 1956, lám.
XJCXIII~)Hay algunos elementos, como el peinado y las
joy;as de le mujer. o el pelo y barba del dedioante,
que permiten una atribuci6n razonable a comienzos del
siglo III d.C,, es decir, de ~poca eeveriana, lo que
se retuerza con la visible influencia norteafricana
en algunos detalles de los·relfeves.

El pedestal, doble, del ara, está decorado


con cintas, guirnaldas y roleos sostenidos por viejos
barbados, máscaras, animales y cráteras, La mujer está
velada y parece que sacrifica en un pequedo altarcillo
a su dereohai el hombre parece llevar toga praetext a
y un rollo en su mano izquierda, por lo que podríamos
pensar que se trata de un miembro del orden senatorial.
En sue frontones respectivos hay que observar que lle-
van ella un 6valo y ,1 una media luna, mientrae que so-
bre el nifto hay erotes.

La insoripci6n parece que comienza con lapa-


labra ITALICENS. rero es difícil imaginar esta palabra
como toponímico delante del nombre del dedicante. Ya he-
mos dicho que al ara le falta un trozo de su parte su-
perior y, aunque no se ven restos de una,al menos, lí-
nea por arriba, no vemos improbable la reetituci6n que
hemos propuesto de GReipublica~/ Italicenaium. El he-
cho de hacer la dedicación al pueblo de Itálica puede
compaginarse bien con la aparioi6n del Urmino dedicato-
rio religioso ex voto en la lín. 12' ( l ). Es en vir-
tud de esto último que proponemos d(edit ) d(edicavitgue )
y no d(eereto) d(ecurionum) para la última línea.
268

El regalo de Marous Coooeiua Iulianus, en uni6n


de eu hijo y su mujer oonsiete en dos oolumnas con su
oorrespondiente arquitrabe. adornado con una reja de -
bronce. y la propia ara. que es en sí un elemento orna-
mental ( 2 ). De las columnas se dice que son dos y que
son caryatias. Este t~l'mino .en principio da a entender
qqe se trata de piezas·heohas con el mármol que actual-
mente llamamos "oipollino", de tonos verdes y blancos,
y que tiene la peouliaridad, de ahí su nombre italiano,
de extoliarse en ltitninas. Las canteras de las que toma
el nombre latino son las de Carzetos, en la isla de Eu-
bea ( 3 ), cerca del santuario de Apolo Mamario.

Sin embargo, oomo demostramos recientemente (4),


en la B,tica existían al menos dos canteras de un már-
mol muy similar al eubeioo, en Macatl {Almer!a).Y A1-
mad6n de la Plata (Se~illa), e 60 Km. de Itálioa, y
que ambos se utilizaron con protusi6n en esta oiudad.

Entre las ruines del teatro se hallaron varias


columnas de este mármol. algunas lisas y dos ooeleadas
o toreas. Nos inolina.mos a atribuir el regalo de Cocce-
70 a estas últimas, por su mayor trabajo, porque este
forma de traba3arlas, llamada tambi,n aalom6nica, se
oorresponder!a bien con el siglo III, y porque las ein-
oo aristas de la propia arat como yp. observamos, están
remetades con oolumnillas de ese. tipo ( 5 ). Y en cuen-
to al t,rmino utilizado, creemos que por extensicnee
llamaba "ceristio" a todo mdrmol que fuere similar al
de Eubea, aunque prooediera en efeoto de la misma Bé-
tica, oomo es más 16gioo suponer.

Unidos a estas oolumnas se regala Wl epistylium


cum oanoellis aereia, ee de•cir, un arquitrabe provis-
2G9

to de una reja (cancelli oareoe de singular) de bronce.


Por la descripo16n del regalo, parece encajar perfecta-
mente con lo que sería una valva regia de teatro, esa
especie de pequefto p6rtioo sobresaliente, sujeto por
dos oolumnas, que emerge del oentro de la escena del
teatro, y que juega su papel en las repreeentncionee
teatrales ( 6 ). Para comprobar esta posibilidad ten- -
dr!amoe que eeóer, por eletcavador o el restaurador
del teatro, si se han hallado restos en planta del ba-
samento de esta conetruoo16nt y si el m6dulo de lae
oolunmas haría posible esta propuesta. Hay que s~po-
ner que la valva regia de que diepon!a el teatro antes
del siglo III o bien se hallaba en estado de deterioro,
o bien era plana o de otro tipo. La reja sería pareci-
da al oorrient!simo tipo usado en las ventanas, con re-
mates eetrellados en los oruoes. El otro regalo ea el
ara, sobre cuyo lugar de colocaoi6n en el teatro no sa-
bemos nada, aunque podría situarse dentro de la propia
valva. La dedioao16n de todo ello se oelebr6 con unos
juegos eao,n1cos, costeados por el propio Juliano,como es
oarrienWn ouanto a caracteres externos, su eatilo.~e
comoda bien a la datQoión eeveriana propuesta: la ador-
nada O de la l!n. 10•, T, Y, P y R.

Son de destacar. en la lín. 6• la an6mala pero


muy usual graf!a uxeore p o r ~ . la falta de m..en -
--,
aram de la lin. 11•, una I encajada, en oancellie (lín.
10 1 ) y escasa cantidad de interpunciones. El lapioida
tuvo la dificultad de tener que encajar el texto en un
espaoio estrecho y alargado, lo que le obliga a apilar
literalmente algunas letras, como en la 1. 6•.

El dedicante y su hijo pértenecen a la gens


Cocceia, y a este respecto hemos de recordar varias
270

insoripcionee de Egitania (Idanha-a-Velha. Portugal)


{ 7 ). donde se menoionan Cocoe11 de posible origen
italicense. Este gentilioio está relativamente bien
representado en la Península { 8 ). Entre ellos eat,n
L. Coooeiua Italious Ital.licene(is)] • y un L. Cooceius
Ita[lic(ensis)JFlaoous. Ello quiere deoir que una ra-
ma de esta familia provenía de Itálioa.

Ahora bien, las oonnotaoionee norteatr1oanas


que ee obeel"V'an en loa relieves del ara.y el oognomen
de la esposa. m6s la 1ndioao16n.R,P.Ital1oen•.que en-
cabeza para nosotros el texto. nos hacen pensar si no
sería esta familia de tal procedencia• y ea con moti-
vo de eu adleotio inter oive~ 9Juando Coooeio Juliano
realiza tan eep14ndida donaoión. Quede al menos como
hipótesis.

La mujer pertenece a la Iunia, gen~ que apare-


oe oon treouenoia en la zona b,t1ca de Anticaria-~-
gilia-Cartima. y algunas veoee asooiadoe a cognomina
tambiln africanos. como Maurus, Maur1lla o Darbarus.
(10 ). A la vista de aquellos casos, dir!amoe que ea-
toa ~ procédentes del norte de Afrioá se estable-
cen en la Bética a partir de oomienzoe del siglo II d.
c. Los .oognomina Quirinua y lulianus ( 11 ) están cla-
ramente entre los propios de ingenuos de nacimiento.
El mejor paralelo lo hemos encontrado, sin du-
da, en un ara hexagonal publicada por w. Eok,
"Neue Ineohriften ·aua Sud-Etrurien", ZP.E )6,1979.
( 1 )
225 y fig. XVId. Ofr.W.Altmann, Grabafilre,noe.158 1 185
Parece, en efecto, que una promesa hecha a 189,Z04.
la ciudad no puede considerarse v.oturn, sino
pollioitatio. Sin embargo, hay un ejemplo a
considerar, que el Dr. D'Ors comenta (EJER,
429-430): .Q.&.1I, J265, de Cástulo, doi:iae
una estatua a la Piedad Augusta fue ordini
Oastulonens1um am~lissimo promissa. A pro-
pósito de ella, D Ora indica 11 es interesante
aeflalar o6mo el votum a una divinidad ee pre-
271

eenta en la forma de promesa a la curia de -


aquella oiudad. 11 Creemos que el caso itali-
cense que oomentamos ea similar el de c,etu-
lo, es decir, que el votwn se hizo e una di-
vinidad, pero su oumpIIiii!ento ee prometi6
tnmbUn al ordo de Itálloa, quizá porque la
ooea promet!aaera de interis público. Sobre
la divinidad o divinidades a las que se enca-
min6 el voto no se dice nada en el texto, pe-
re, teniendo en cuenta el posible origen nor-
teafricano de esta familia, y la media l\Ula
y el 6valo situados sobre el frontón que se
superpone a las estatuas de la pareja de de-
dioantee, podríamos pensar en Isie-Sórapis,
Hároulee-Juno (Melqart-Tanit) o, lo que sería
más verosímil, Dlana-Mltra. Iunia Africana ,
en todo caso, parece sacerdos del cÜlto en -
ouest16n. Vid . aquí sub n. 19 para otro epí-
grafe oon votum y 6valo en el fro,n t6n.
( 2 ) El Prof. Fdez. Nieto no sugiere que sería más
correcto no suplir ara m, y dejar este pala-
bra en ablativo, depen endo tambi6n de cum.
Filol6gioa y epigráfioamente noa parece mile
satisfactorio, pero arqueol6gioamente pensamos
que ea prioritaria la rslaoión de epistylium
con oanoellie. Quede, sin embargo, como la me-
jor alternativa, ye. que respeta el texto.
V. Bankey, "A Marble-qwirry at Karyetoe", ~ -
Muaáe Beyrouth 18, 1965, 5J-59.
En 11 Avanoea ••• ", cit., paesim.
Vid. lám . XXXI . Y 'iüs complejas bases.
1.1. Bieber, The JUstory of Oreek and R>man Thea-
ter, Pl."inoeton, 1956, paeelm. c1r. R. l.1enéndez
mal, "Algunas notas sobre la atenoi6n y res-
taura oi6n prestadas a loa monumentos emeriten-
ses", A,:;eta Emerita , Madrid, 1976, 207 y fig.
4. Allí a valva re~!a es semicir.cular en su
parte trasera, y so~resale de la espena sobre
dos columnas. La exedra resultante contenía la
estatua de Oeres entronizada.
( 7 ) h!, 1967, 1611162. Hay que relacionar tambián
con ellos RAE 6-7, 1955-56, nos. 1117 (Cocoeia
Sabina) y ID9 (Coooeius Lf;ius).
( B ) Vives, ILER, 7J4, BJO, l5J~ 2695, J726 y J979.
Entre el'Ioi, son interesantes los dos primeros
(CIL II, 5299 y 1)1 resp. )por ser e. divinidades
212

indígenas, Dea Ataecina Proserpina 1 Endov~li-


oo, por dos Individuos de tria nomina perfec-
tamente romano (y el segundo, Sextus Ooooeius
Craterus Jionorinue, eQ además egues romanus).
Reoordemos además a Nerva, quien abrió el Im-
perio a loe hispanos 1 pertenecía tamb1fn a
este gens.
( 9 ) Abbot y Johneon, Administration, ;e.
(10) A. Canto, "Ineoripoionea inéditae andaluzas.
!I.", Hebis 8, 1977, 421.
(11 ) Sobre Quirinus, derivado bien de la tribu,pe-
ro mejor teofórioo , Kojanto , Coffomina, 53 y
216: un oognomen escasamente ut izado, e6lo
por 21 varones y 5 mujeres, todos libree. Iu-
11anus, por su parte (ibt~·· 35, 148) fue,en-
tre loe derivadoe de gen licios imperiales,
el más utilizado . Pero es muy significativa
la proporción: Kajanto constata 45 miembros
del orden senatorial, 665 libres y e61o 18
libertoe/eeolavoe durante todo el Imperio.
273

Nt 59.- Basa fragmentada de mármol blanco. Conserve


restos de minio. Mide 4J.5 cm. de ancho por
45 om. de alto múimo. Letras de 4.6 cm•• sa,!
vo la 6ltima, de 2.8 cm. Museo Arqueo16g1co
de Sevilla.

XXXIII,
IT. GABI?UVS LtCme. XCIVe y C.
MVCRO. C. R.
C. V. ITALICENSI
V'M

-------/E.----po•u"3f .1t Gabiniu& / Muero c(u-


rator?) r(eipublicae) ¡J C(o1oniet$ U(lpiao)
Italioenel / um.

CIL II, 11J5 ( 1 )t Gali, Historia, 21 y 125


y ~ 14, 1875, 240 ( 2 )J Matute, Bosquejo,
18 ( J )1 Campos, Ineoripoiones, 49, ne 211,
Fernández-Chioarro, 11M1li taresn, 594, · n 11 6, ( 4)
1,ms. II, 8 y v:m V1vee, !MIB, 6037 ( 5 );
Fdez. Chioarro, Catálogo 1960, 91 ng 6.

Este pedestal fue descubierto en 1781, según


Matute en las exoave.ciones de Bruna en 11 Loe Palacios 11 ,
lo que tambiin corrobora Ponz. Pasó despu,s, según H.,
11 a un palacio de Sev1lla 11 ( el Real Alcázar según ff.atu-

te) y de all!, en 1880, al Museo Provincial, donde -


hoy se o.onserva. Todos los autores están de acuerdo en
~echarlo entre los siglos II y III. Para nosotros.es
una de las pocas inscripciones en que los caracteres
externos no nos concuerdan con la posible lectura;co -
mo puede verse en la fotografía, las capitales cuadra-
das se acercan :;a al tipo del siglo III, con su mayor
simplicidad, ligera estilizao16n, letras sin remates,
interpuncionee triangulares nuevamente y una G incon-
fundible en la l. l• de las conservadas. Ea de desta-
car, aparte de ello, las dos letras VM de la l. 4 1 , de
menor tamafto y que se ve que el lap!cida no tuvo previs-
tas de antemano, por lo que las ha encojado ya casi
en el borde interior. Pasaremos ahora a comentar el
contenido, que da lugar a la duda que nos planteamos.

Parece que la pieza fue pedestal para una esta-


tua, pero al conservarse s6lo la parte inferior no pue-
de comprobarse. 31 parece claro que no es funeraria
sino honor!fioa, y tiene dos puntos problemátioos en su
lectura. El primero de ellos en la lín. 1•. Las dos le-
tras inioialee pujden tomarse como TI o como IT. En el
primer eaeo tendríamos en buen lugar el praenomen, pe-
ro ~ste estar!a mal abreviqdos de ser Tib(erius) le -
falter!a la B, 1 de ser T(itus) le sobraría la I. Como
la T pare9e más olara, es preferible el segundo caso,
en que se trataría del final de tut verbo oomo posu /1t
o dedicav/it, aunque debería ir detrás del nombre del
dedicante.

Las iniciales c. R. detrás de Gabiniua Muero


y c. V. en la línea siguiente han sido interpretadas
por casi todos loa autores posteriores el fil como
o(ivia) r(omanue) c(ohortie) (guintae) Italioenaium.
Esto tendría e su favor el heoho de que eabem?s que al-
gunas de las cohortes auxiliares del ej,rcito romano
portaron en su denominaci6n civium romanorwn como una
honra, ye que en algún momento de su historia habían
2 'l 5

aido dietinguidoe coleotivamente con la ciudadanía ( 6)t


generalmente por eociones de valort eficacia o lealtad,
como la Cohors I Ulpia Brittonum milliaria torquata c.
E• y otras ( 7 ). También podía deberse a estar previa-
mente reclutada entre oiudadanog romanos.

Perot frente a ello, no tenemos noticia alguna


de la existencia de tal cohorte, ni de la! ni de nin-
gún otro ntímero ( 8 )t ni la Bética fue provincia que
proporcionara tropas auxiliares (yt por tantot de pere-
grini) al ej,roito ( 9 ). Claro que hay legiones, alas
1 cohortes con la denominación lli!• o Italic., pero
sistemáticamente ee viene entendiendo que eon itálicos,
y además en fpooa republicana. Por otre parte, aunque
podría ser tma unidad voluntar1orwn o delectorwn civo-
~ . ya no tendría que ver con tropae hispanas ( 10 ).
J.M. Roldán ya exoluy6 en au día la existencia de tal
oohorte. que además requeriría la existencia de otras
cuatro anteriores ( 11 ), por lQ cxtrana abreviatura
de oohors y por la extrafteza de que un ciudadano de Itá-
lica indique eu eondici6n obvia de c(ivia) r(mnanus).

Por ello eliminarnos la relación de este epí-


grafe con el mundo militar. La lectura de ln línea J•
como C(olon1a) U(lpia) itnlicens i/ um ya fue propuesta
por Jll~msen en el CIL { 12 ) • Claro que en aquelln ,po-
oa no había aparecido ninguno de los documentos que con-
firmaron el nombre definitivo de la colonia como~
Augusta Italicensium ( 13 ), y H hacía una conjetura
mu¡ verosímil, dentro de lo que por las fuentes lite-
rarias y por otros epígrafes se sabía de eeta ciudad.
El apoyo nuestro a la antigua lec tura de l'loill:D'l:!:m lo he-
mos explicado en otro trabajo ( 14 ). Se trata de la
¡Sosibilidad de que la deductio de It~lica fuera aolici-
276

tada por la oiudad ya a Trajano, y de que el nombre


preYisto para ella fuere el menolonadoc la repentina
muerte del emperador y la escens16n al trono de otro
italicense, Adriano, habría producido el cambio del
nombre de la colonia. Otras posibilidades manejadas
para esta y han sido V(lctrix), V(rbe) o V(etua) pe-
ro no las encontramos plausibles por distintas rezo-
nes ( 15 ).

Un aspecto interesante ea el desarrollo com-


pleto de Italioensium1 según nuestra opinión. todos
los topon!miooe que aoompanan al nombre de una oiu-
dad han de desarrollarse en genitivo plural, hacien-
do alusión a los habitantes, que son lo eaenoialmen-
te oonstitutlvo de ella ( 16 ).

Sentado que en la 1tnee 31 y 41 se halla el


nombre de la ciudad, queda por desarrollar armónica-
mente el C.R. de la línea 2 1 • Ya hemos dicho que de-
sechrunoe o(ivis) r(omanua). Teniendo en cuenta que
Gabinius Muero, o.r., es el dedioante o ourane del
objeto dedicado, ye sea divinidad, personaje,· empera-
dor, etc., nos pareoe bien proponer c(urator) r(eipu-
blioae), Loe cargos de curatorea están atestiguados
al menos desde ~poca de Trajano ( 17 ). Entre las va-
riadas funciones del ourator, cargo, como hemos dic~o,
de confian~a directa del emperador ( 18 ), está la
de supervisar y controlar las cantidades que ~ate ob-
sequia a una oi~dad para la ejeouoidn de una determi-
nada obre públioa. Hay un ejemplo para nosotros aigni-
tioativo: cuando Adriano oonoedi6 tres millones de -
seeteroloa a Alexandria Troas para construir un aoue-
duoto, confi6 la administraoi6n de esa cantidad a He-
rodes Atico ( 19 ). El, como ourator imperial, podía
2 77

invertir a eu vez esta suma y afiadir loa intereeea pa-


ra subvenlr mejor a la obra en cueati6n, o, simplemen-
te, asegurar su exacto empleo ( 20 ).

Lae cantidades que la munificencia de Trajano


y Adriano hizo recaer en su ciudad natal ( 21) fueron
de tal envergadura, que no es difícil admitir que uno
o varios ouratores pudieron ser nombrados para adminis-
trarlas. Tal es, pues, nuestra h1p6tesis de desarrollo
para esta inscr1poi6n, y de ah! que para nosotros la
fecha sea dentro de los dos-primeros decenios del si-
glo II d.C., cuando los caracteres externos parecerían
indicarnos una fecha posterior.

La gens Gabinia, por óltimo. tiene raíces re-


pUblioanas, precisa.mente en Q!!lli, y su actividad se
desarrolla en torno a la Campania, especialmente duran-
te los siglos I a.c. y l d.C. ( 22 ). No son numerosos,
y gozaron de gran prestigio por su antigUeded. ~
es un cognomen muy pooo corriente, y en Hispenia hay
s6lo otro caso { 2J ).

( 1 ) 12 olivisf r(omenua), l!n . 31 e oloniee)


tL!n.
.... Ital oens um: para su explioac n rem -
e al prefaolo del oetdlogo de epígrafes de
le oiuded. Masdeu, Bayer y Delgado se cuentan
entre los que recoge en su bibliografía.
( 2 ) Lín. 1 1 Ti~us) Gavinius, lo demds ocmo H.
( 3 > Como Galir cfr. aupri. Da el dibujo. Relacio-
na con esta basa un oreo desnudo procedente
del miemo lugar ( lárn. I, n11 5). .
e4 > Lín. l• (T)it(ua), lo demás como H.
{ 5 ) Lin. ) 1 -4 1 o. r(om) /c(ol) v. Italicensi/um.
( 6 ) En época de Augusto esteban equipR.radoe sus
218

soldados a loe de las legiones en el ~ago (Tao.


Ann. I, 8) y en los raernia militiae {P.A. Brunt,
1
'"ray and Superannuat on in Roman Ármy", !illIB
18, 1950 66). Según a.n. Wateon, The Roman Sol-
dier, Brletol, 1969, a partir de Claudia se fue
'feñcTiendo a que deeapareoieran las diferencias
entre les legiones y las tropas auxiliares.
( 7 ) G. R. Watson, loo.oit., 117.
( B ) J. M. Roldán, Bis?ania y el ej~rcito romano, Sa-
lamanoa, 1974, 15 y nO 171 del catálogo, s6lo
admite la existencia de una Oohora J3a.e tica (sic)
conocida por CIL V, 5127 (Bérgamo), qÜizá rela-
cionada con una oobors mar1t1me recordada en
C6rdoba (su nº 496) y en un pasaje de Plinio J.
<fPSiif••
e
III, 9, 18), pero, en todo caso, ser:!a
oo cuerpo· auxiliar reclutado en una pro-
vincia senatorial como la Bética •
( 9 ) .r.M. Rolddn, loc.oit.J G.R. Watscn, op.oit.,
24: "When the legione in the early Empire were
reorui tirlg in the West mainly :from Italy, lfar-
bonensis and Baetica, the auxilia were recrul-
ted from Gallia Comata and Tarraconensia, whioh
were notas yet ao romanized . " Esta sltuaoi6n
fue cambiando mds tarde en cuanto al recluta-
miento de las legiones, pero la B4tioa sigu16
siendo Wla provincia exenta de levas para au-
.!.ll!!• -
( 10) Rolddn, «;!,l!•Oit., 2JO.
( 11 ) Roldán, ibid . Tambi,fo cr:t tioa las lecturas en
este sentl'ao de Oaro!a y Bellido, Las colonias
romanas de Hiepania, AllDE 29, 1959, 508 ( cf.
CAAI, donde no la menciona).
( 12) II, plig. 145.
( 1)) Véanse aqu! nos. 10 y 47.
( 14 )"Notas sobre loe pontificados coloniales y el
origen del oulto imperial en la Bética", La Re-
1:tgi6n romana en Hiapania, Madrid, 1981, ~
espec. 148.
( 15) Por ejemplo, F. V:ttt1nghof1', RBmiaohe Kolonisa-
tion und BUrgerrechts!clitik unter Caeear und
Áuguatus, Wiesbaden,952,76 (Orbe); R. Ga!s-
terer, Untersuchwen, nota 49-;-¡-E. HUbner,
loo.oit., V(lotr • Todos los desarrollos que
se puedan proponer de esta V son una manera de
reeonooer tácitamente que Itálica pudo tener un
nombre o una sigla dist:tntn a las que conooemoei
279

si ello se admite, ha de admitirse tambiln que,


entre todos 1ºª posibles, IA1a1ª>ea el que -
cuenta oon mayoree poeibil a es. Como en tan-
tas otras ooeaiones, hay que esperar que el ha-
llazgo de un nuevo documento nos dé definitiva
luz sobre este pwtto.
( 16) AWlque hay oaeoe en que lo que se reproduce
ee el nombre de la colonia, pero en eu forma
adjetival, no en la nominal, así CIL II, 4540
(Baroino). s. Marinert IRB, nR 89"::°•• Col(o-
nlaeÍsICuliae) V(rbiaJ ffiium.p halia) Terraco-
nen13 •
( 17) G. Me.noini, 11Curator11 ; DE, 1345 ee., especial-
mente 13511 hasta medianos del siglo III d.C.
sólo tienen ourator las oiudadee de las provin-
oiae senatoriales. Es en los últimos aftos del
reinado de Trajano cuando se documentan loe -
primeros ouratores.
( 18) hlancini, ar't. oit. , 1J60 se. Véase además lo
dicho sobre loe ouratoree en nuestros noe. J6,
31 y 53-54.
( 19 } Manoini. loo.oit.s Philoetr., Vita Soph. 2, 1,
4.
( 20} Los ouratores tenían especial relevancia en
las cuestiones relativas a oonstruooionee y
permisos para ellas. Es muy significativa ill
XI, J614, dond& la curia parece incluso depen-
der del ourator para aplio81" su decisión( •••
non tamquam curator sed tanguam unus exs ordi-
~). .
( 21) García y Bellido, CAAI, 21, con las fuentes bi-
bliográficas. Sin embargo, puede uno hacerse
une mejor idea sobre ello contemplando las rui-
nas y, sobre todo, los materiales que llenan
el Museo Axqueol6gico de Sevilla.
( 22) Aparece ye en el siglo III a . c. Ea caracterís-
tico de esta familia el praenomen Aulua. Vid .
MUnzer et al11, "Gabinius 11 , RE VII~2 yW.
Schulze , Ei~ennamen, 108, )04y 5JJ. Entre los
por ~1 cita oe, de la zona de Perueia y A.rre-
tium: CIL XI, 2044a 7 VI, 2577. En textos apa-
rece por primera vez en Livio, 45, 26 (167 a . c.) .
( 2J ) Kejanto, Oognomina, J42: entre los formad os a
partir de armas: sólo otros 9 libres y 1 liber-
to. En Uispenia ill II. 27 31 ( Segovia} i C. Pom-
pei us Muero, uxameneis,
280

II.4.- OTRAS INSCRIPCIONES HONORIFICAS CIUDADANAS.


281

Nº 60.- Trozo de tambor de columna en mármol de Alma-


dén de la Plata, tipo oaristio, con manchas
rojas y azules. Medidas: diámetro 61 cm. apro-
ximadamentei frente, 32 cm. de ancho x 35 de
alto. Lín. 1 1 a.5 cm., l!n.2 1 5.6. Teatro.

... ..
A. T. F
SOROR Lám. XX.XIV a

~El(avia) Dom1til17]a T(iti) f(ilia) /


[Aug(usti?)J soror.
Inédita.
Este tambor de columna epereoi6 durante las
exoavaoicnee del teatro, en unB zona lateral delante
de la escena, oomo si hubiera caído desde olerte al-
tura. Es de las m~s cuidadas y hermosas capiteles que
pueden encontrarse en Itálica, del mismo mo~ento y me-
no que la numero 61, siguiente a data, y que situaría-
mos dentro del siglo I d.C. Interpunoiones en coma
rou¡ oaraoteristicas. La segunde O de la línea inferior
es de menor tamafto.

Le restituoi6n de su texto noa ha sido muy


di!íoil. Hemos partido de le base de qu~ la mujer que
aquí se recuerda, en nominatiYo, para ser designada
exclusivamente como SOROR hubo de serlo de un empera-
dor, habida cuenta además de que el espacio disponible
es poco. Su f!l1ao16n la hace además hija de un T(itua)
que, sin embargo, no parece m,e que un privado. En es-
tas cond1o1ones, s6lo hemos encontrado a Flavia Domi-
t1lla ( l ). hija de T. Flavio Vespasiano. es decir,
del emperador Vespasiano, y de Flavia Domitilla, hija
de Flavio Liberal, procedente de Ferentum.
282

Eata Domitilla era, por tanto, hermana de Tito


y de Domioiano, y muri6 en eu juventud, mientras su -
padre era adn un simple privado, lo que podría justi-
tioar que se la reoordara sólo oomo T.F. De ahí que
en la lín. 2• propongamos la restitución Aug(ueti) so-
~ . que tanto puede referirse a Tito oomo a Domieiano.
Aftos después de su muerte fue consagrada y elevada a
Augusta, por lo que podría darse tambi,n la 1nterpreta-
o16n alternativa, para la lín. 2 1 , de Cnomitil~ T(iti)
f(ilia) /~ug(usta) Aug(usti)Jsoror. Lo que aí es cla-
ro es que a primera letra oonserTada de la lín. 11 es
una A.

Hemos de oonfesar que esta propuesta no nos de-


ja del todo oonvenoidos, pero durante todo el siglo I,
y aún despu~s, no hay una mujer de la familia imperial
que pueda cumplir estas condioionee salvo ésta ( 2 ).
En todo oseo, la ineoripc16n por sus caracteres exter-
nos parece que oonoordaría bien con la ,poea tlavia,
de la cual, por otra parte. hay eeoas!simoe ejemplos
en Itálica.

( 1 ) A. Stein en Groag~Stein, llJ!J, 1943, a.v. Fla-


vius, 187-188, ni 417.
( 2 )· Flavia Iulia , la hija de Tito, lo fue siendo
ya su padre emperador, por lo que aquí no se
ia hubiera designado as!. Por otra parte,
el propio Vespaeiano tuvo una hermana, Flavia
hija tambi~n de Flavio Sabino y Vespaeia Polla,
(Stein, loo.oit., 406), pero no pas6 del efto
de edad, y además ignoramos el praenomen de eu
padre, aunque es fáo11 que f uera Titus. Quizá
podría mantenerse como segunda proo'e'o!lidad,
pero nos parece difícil que se conservera su
memoria en Itálica. Otra Flavie Domitilla (PIR
227) nieta de Veepaaiano, puede descartaree-,-
aaí como toda la serie de comienzos del siglo
II (Domi_oia Paulina, Marciana, Matidia, Vibia
Sabina) por distintos motivos.
283

Nº 61.- Pedestal rectangular de má:nnol brechado gris


oon vetas negras. Medidas: alt~!ªr 1.16 m••
ancho. 41 om., fondo, l.OJ m. Líneas de 4.5
y J.6 cm. respectivamente. Teatro, in eitu.

L. PONTIO. C. F. SER Láms. XXXIVb


AMOENA.. FILIA y 1:1:1:'v.

L(uoio) Pontio C(aii) f(ilio) Ser{gia t r ibu)/


Amoena filia (dedioat).

Como muchos teatros, el de Itálica tenía en


su parte trasera, de espaldas a la eoenae frons, un
p6rt1co que servía de expane16n en los intermedios y
.,de res~uardo en caso de lluvia I tal como dice Vi tru-
Yio. El ejemplo de M4rida, como más cerceno, es muy
ilustrativo ( l ). Este p6rtioo,aunque, como el res-
to del teatro, no está estudiado, tiene todo el aspeo-
to de haber pertenecido a la fase mde antigua del edi-
ficio, que quizá date del fin de la República o de ,po-
ca de Augusto ( 2 ). Se distingue bastante bien por
sus anchas columnas estriadas, y el mayor uso de la
piedra caliza y arenisca ( ) ).

A dietanoias regulares, en el lado oorto para-


lelo a la escena., quedan restos de basamentos rectan-
gulares. alternando con loe circulares de las colum-
nas. Este pedestal que comentamos apareci6 desplazado
de su sitio, pero ee pudo comprobar por lee medidas de
su alargada baee, que encajaba bien en uno de estos
284

basamentos, es deoir. en cualquiera de ellos. ya que


son todos similares. Por su forma y altura podemos ima-
ginar que sostenía una estatua, pero por fuerza peque-
fta, ya que los 41 om. de ancho del pedestal no parece
puedan dar lugar a una estatua ecuestre. que es lo que
la to:rma rectangular sugeriría.

A juzgar por esta inscripe16n, el p6rtico del


teatro debía poderse usar oomo una especie de foro, en
cuanto a homenajee privados se refiere. Pontia Amoena
dedioa a eu padre, quiz, el pedestal. quizá algo más
que lste sostuviera; ambos son italicenses. como indi-
os la tribu Sergia del padre. El análisis de la antro-
ponimia aquí reflejada es de interés.

Pontius es un antiguo praenomen osoo. que -


más tarde. como varios otros, pasó a ser gentilicio
( 4 ). Entre los 23 Pont11 del paso de la República al
Alto Imperio que analiza F. MUnzer ( 5 ), precisamente
Lucius y Q!.!.!!! son los praenomina que utilizan oon máe
frecuencia, y. los dos aparecen en la inecripo16n de
Itálioa, de modo que no parece arriesgado ver en ellos
a descendientes seguros de los primitivos colonizado-
res itálicos de la ciudad. Pero, además, Amo eua, el
oognomen de la hija (y que noe atreveríamos a proponer
era tambi~n el del padre), oon eu sufijo -enus/-ena,
de origen etrusco, tiene en nuestra opinión u.na parti-
cular importancia.

Hace tiempo nos interes6 la alta frecuencia


de la aparioi6n de cognomina etrueeo-itálicoe, oomo
de gentilicios, tipo Terentius, Tuacus, Lucanus o ~ -
285

m!!. ( 6) en muy determinados sectores de la Penínsu-


la. En dos casos, Tuscus 1 Amoena ( 7 ), la proporción
de ambos cognomina en Hispania con respecto al resto
del Imperio ha sido ya seftalada ( 8 ). Kajanto da, en
el oaeo de Amoenus/a, un listado de 17 hombres y 45
mujeres libres. D~ estas 45 mujeres, 28 proceden del
CIL II. Más tarde nosotros revisamos el listado y pu-
dimos encontrar hasta 42 ejemplos sólo en Hispania
( 9) y, la más interesante constatac16n, qu~ todos
ellos, sin excepo16n ( 10) proceden de Lusitania, y
que puede establecerse un movimiento social a partir
de los distintos epígrafes, que dibuja perfectamente
el progreso de la romanización en la provincia, a ex-
cepoióu, curiosamente, de su capital, M~rida. Pero
esperamos poder ofreoer pr6ximamente los resultados
detalladoa de eea investigación.

Por el momento. nos interesa constatar que.


hasta donde sabemos. fata eería la primera Amoena co-
nocida en la provincia b,t1ca. Habría que entender
que hay cierta vinoulaoi6n con la zona lue1tann donde
se ooncentr6 una inmigrao16n itálioa masiva a fines
de la República y comienzos del Imperio, y que. como
áltima fecha. tiene para nosotros los comienzos del
siglo II, en que desaparece el cognomen.( 11 ).

Loa caracteres externos nos dan unes capita-


les perfectamente cuadradas, de oúidadísima ejeouoi6n,
ouyas similitudes oon las del epígrafe anterior eon
evidentes (por ejemplo, las interpunoionee en coma,
duotus muy bien biselado, 1 algunas letras, como las
T, F, S y R) y nos haoen atribuirlo al mismo lap!cida.
286

Por ello, asigne.moa a este pedestal una fecha


en torno a 4pooa flavia. La ausenoia del uognomen,co-
mo hemos dicho, puede deberse a que era el mismo de eu
hija, o bien a una voluntaria ooncis16n en el texto,
vista la auaenoia de oualquier referencia al status o
a los cargos, si loe tuvo, o a la profesi6n, de este
L. Pontio.

1 ) R. Men4ndeE Pidal, art.cit. en la nota 6 del


epígrafe na 58, y plano.
2 ) Es posible que en laa Actas sobre el I Coloquio
de Itálica, en prensa , haya algunos avances a
cargo del arquitecto-restaurador del teatro, Dr.
Alfonso Jim4nez. Este zona concreta del teatro
fue exoavade en 1977 creemos por el Prof. Dr.
M, Bendala y el Sr. D. Ram6n Cor,:o. Nos basa-
moe, por tanto, en apreoiaoionee personales -
nuestras y en afirmaciones como las de Luz6n
(MM 19, 1978, 272) o Blanco ("Arte de la Hiepa-
n!a romana", en H• de Espafia,dirigid.a por Men6n-
dez Pidal, Madrid, 1982, 6151:41 dice que hay
una "renovaci6n de proecaenium, orcheetra yac-
cesos (itinera) a comienzos del principado de
Tiberio, ouando se instaura en la ciudad el cul-
to a divo Augusto". Hay que tener en ouenta
que el prof. Blanco defiende la datac16n en ,po-
ca de Tiberio de la gran 1necr1pc16n de la or-
cheetra (cfr. aqu! ni 49), que nosotroe, coiiio
es sabido, no compart1moe ,
e J > Pensamos que todo el seotor del teatro que es-
taba beoho de estos materiales en la ~poca de
Augusto, en la de Trajano-Adriano se encbap6
de mármoles o se l!rUStituy6 por ellos.
Schulze, Ewnnamen, 212 .
RE, s.v., !, l, JO es.
Apropóeito del cognomen Lucanue acompaffando a
un Terentius oomo nomen, en una inscripc16n cor-
dobesa de épooa republicana (llabia 8,1977,nll 1),
( 7 ) Kajanto, Corao,na, 51 y 188 f2'Joesoa hispanos
eobre un to al e J8) e ibid., 28 caeos sobre
un total de 45 (p, 282).--
( 8 ) Cfr. nota anterior.
287

( 9 ) Teniendo en cuenta que el Dr. JCajanto se basa-


ba, naturalmente, en los índices del CIL, mien-
tras que desde entonoés los ejemplos,eapeoial-
mente en Portugal, se han incrementado exacta-
mente en un teroio.
(10) Las principales ciudades de donde provienen es-
t,,a específicos nombres son Lisboa y sus alrede-
dores {12 oneoe), Egitania (Idanba) (9 casos),
otras oiudades de Portugal, 9 casos (Vieeu , Coim-
bra, Elvas, eto.) y, en territorio espaffol, la
zona de Cáoeres, con 9, y Emérita y Salamanca,
con 1, más una de procedencia de$conooida. Y
conste que en este momento estamos x·efirUndo-
nos sólo a los nombres femeninos.
( 11 ) Al menos el Último ejemplo que oonooemos es el
de CIL 267, epitafio en que cuatro de los indi-
duos se llaman Aeliua o Aelianus, aunque otros
elementos pueden 11ev8rla tambUn al siglo I,
como la falta de D.M.S. y la presencia sola de
la fórmula RSE. En este caso el inter6s sería
mayor, porque habría testimonio de varios Aelii
en el Biglo I. ---
( 12) Sin embargo. no sería extraf'l.o que fuera militar.

==:::i=c-c=::
288

Nº 62.- Fragmento de lápida en mármol blanoo. Medidas:


19.5 x 31.5 x 2.5 cm. Líneas, 4.1, 3.5, ).,
2.5. 2.5 1 2 om•.respectivamente. Mueeo Arqueo-
16gico de Sevilla. almacenes.

CORN ••• Um. XXXVI a


.
MON •••
DASV •••
.
PLAM •••
5 .
P. D.A.SVM •••
ÑAR •••

-------/ Oorn¡:euo --ji Mon [tano --j/


3ne.su[mia-
no?]/ flam(inif--o.5--j' r(ublius} Dasum[ius
---c.6--:3/ Na~[bonens(is)?J.
CII, II, 5)91 (de Hispalia) ( 1 )J Campos, .!fill,-
oripciones, 86, ng 32) (12).

El fragmento es de un bello mármol translúcido,


de tm tipo poco utilizado en la ciudad. Lleva una doble
moldura y se trata del lado inferior izquierdo del epí-
grafe original. No sabemos lo que falta por arriba, pe-
ro del lado derecho se puede conjeturar que era casi -
igual que lo conservado.

HUbner desor1b16 el fragmento en 1881 y, aunque


estaba entre loa procedentes de Itálica, le pareo16 -
que no debía provenir allí. Comenta a este respecto que
nqubá es ilipense", y remite a los números 1089 y 1096
del Corpus ( 2 ). Sin embargo, en el Supplementum epa-
289

rece recogida, con el nQ 5391, entre las de Hispalia,


con una referencia al nR 5392, de Daswnia Procne. Cam-
pos en su catalogao16n eí la incluyó entre las itali-
oeneee, y realmente nosotros no vemos motivo válido pa-
ra exoluirla, máxime existiendo el fragmento siguien-
te (no 6J). donde tambi,n se menciona a un Daswnius.

No sabiendo lo que falta por arriba.a la 1ns-


oripc16n cualquier hipótesis debe ser prudente. Pero
parece una dedicac16n a un Corneliue Montanus Daswnia-
.m!! ( J ), flamen, no eabemoe exactamente de qu, tipo,
aunque posiblemente Aug{ueti), o prov.Baet., hecha por
P. Dasurniua [••••) del oual, en la línea última pare-
ce decirse que ea narbonensie, aunque esta palabra, si
estaba abreviada,~·• por ejemplo, puede dejar es-
pacio para otra, que defina a este P. Daaumius con al-
gán oargo u honor eapeoífico que tuviera en su oiudad
de origen.o residencia.

Sir Ronald Syme en 1958 ( 4 ) defini6 magis-


tralmente los entornos familiares, políticos y econ6-
m1oos de lae principales familias béticas y narbonen-
ses, dos provincias éetae con estrechas concomitancias
y relaciones desde el último tercio del siglo I y du-
rante casi todo el !I d.C.( 5) Entre laa familias sin
duda influyentes de la Bltica. junto a Ulp11, !!,ill,
Annii· o L1oin11 y otras, se aitdan los Dasumii. El ori-
gen del gentilioio, y con ~l el de la familia, parece
ser una familia prinoipesca meaapia ( 6 ). Daaumii es-
t~n,puee, entre loa originarios colonizadores osoos,
etruscos e ilirios de Hispania, y esencialmente de la
Bétioa.
290

Pasando a personas concretas, hay que destacar


a P. Dasumius Rustious, que acompaft6 a Adriano en el
consulado en el 119 ( 7 ), y que posiblemente era hi-
jo de L. Daaumiue ¿JJadrianue? ( 8 ), consular célebre
por su testamento del afto 108 d.C. ( 9 ), del cual ncm-
br6 albacea a Iuliue Servianus, el ouflsdo de Adriano.
Quizá ello baste para justificar la apario16n en Itáli-
ca, mejor que en Hispalia o Ilipa incluso, de esta fa-
milia. El origen, sin embargo, hispano de ella se sitúa
tradicionalmente en C6rdoba ( 10 ).

No tenemos otras noticias sobre Corneliue Mon-


tanus DaeuD,mianua~, !lamen, que nparece como honrado
en el fragmento de Itálica. Los Cornelii son de las fa-
milias m~e antiguas, vinculadas en principio con el pro-
pio Eecipi6n, fundador de Itálioa, y se constatan varias
ramas de la misma en lae tres provincias hispanas. Es
de loe gentilioios más extendidos en B~tica y, parale-
lamente, en Narbonense, segán la inteligente estadís-
tica de Syme ( 11 )t )5Q de ellos en Hiapania, 290 en
~arbonensis. Loa vínoulos y alianzas entre ambas provin-
oiea son oonetentes, especialmente a partir de la 4po-
oa flavia ( 12 ). La apar1oi6n de.!!!!:••• en la última
línea no hería más que dar un nuevo punto de apoyo a
esa tesis.

Montanus es, con claridad, un cogncmen propio,


aunque no exclusivo, de los ingenuos ( 13 )1 se enouen-
tra ya en la República ( 14) y durante el Imperio lo
llevaron 5 senadores, y 295 libres, frente e sólo 20
esclavos o libertos. En Hispania está bien representa-
do ( 14 ). Un Montanua, del que no sabemos la gens, fi-
guraba en el oonailiwn de Domiciano. ( 15 ). Daeumianua,
cognomen que bemoe propuesto pera Corniius en segundo
291

lugar, no tiene, o al menos, no le hernoa encontrado,un


ptlralelo. Existen, sin embargo, Daemnilla ( 16) y Q!-
simianus { 17 ), lo que vendría a ser igual, ya que,se-
gún R. Syme ( 18 ), el origen directo de DaaurniUa sería
el ilirio Daeimiue, presente en el SE de Italia ( 19 ).

Resumiendo, pues, esta fragmentaria dedicaci6n


honorífioa nos presenta muy posiblemente a dos miembros
de familias senatoriales de la B~tiea, estrechamente -
ligadas entre e! y con familias similares de l a ~ -
nensie ( 20 ) • Se encuentra de antiguo ·entre les de Itd-
lioa, y quizá eran infundados loe temores de HUbner de
que no procediera de all!, ya que la ciudad tiene eufi-
oientes relaciones con todo el entorno de los Desum11
y Cornelii b,t1coa. (21).

Sobre la cronología, por último, diremos que


loe caracteres externos eon loe que pueden darnos un le-
ve i~dioio por su parecido oon loa epígrafes del teatro
nos. 60 y 61 ( P, s. L, interpunoionee en coma) y la
ausencia de elementos unoiales, que podr!an darnos una
feoha dentro del último tercio del siglo I d.c. o oomien- ·
del II, lo que no va t&npooo mal con la que hemos pro-
puesto por otras vías.

{ l ) Lín. 1 1 CORM.
( 2 ) La primera de Dasumia Turp. y lo aegunda de un
g. Dasumi us •••
( ) ) Falta el praenomen, que posiblemente partía de
la línea anterior, La f111aoi6n debía ir a con-
tinuación de Corn ••• en la línea 1 1 de las con-
servadas. --
( 4 ) Teoitua , Oxford, 1958, paasim. Dedica muchas pá-
g!naa dentro del libro a la Bético y sus influ-
292

yentes hombres y mujeres, con una agudeza y un


conooimiento envidiables,
( 5 ) R. Syme, op.oit., 589-59), 60J-605, 78).
( 6 ) Ibid., 604 1 cita SHA, Vi ta 11arc1, I, 6 y App.
~
2
( 7 )
( 8 )
~ - -
Ibid., 600 y PIR,
PIR, loo.cit., nv 13.
s.v., ng 15.

( 9 ) Syme, op.cit., 603 (Q!!! VI, 10229)


(10) R. Syme, ibid. Cfr.fil II, 227),
(11 ) Op. oit., 78). Reélmente el resultado ea sorpren-
det)te.
( 12) !bid., 605, aunque quizá los vínoulos son mde
vis!bles a1 partir de Trajano, oomenzando por
su propio matrimonio oon Pompeyo. Plotina, pro-
blablemente originaria, como su familia,de !!!-
mausus.(Syme, op.oit., 604)
( lJ ) Kajanto, Cognomina, 81, )09.
( 14 ) QTI¡ I 2 , 1)32 y un cónsul del affo 454 a.U.o.
( 15} R. Syme, . op,oit., 537, n, 4 (Juvenal, IV,1J6 se.)
( 16) Un solo ejemplo, CIL X, 2407 (ruteoli), v. Ka-
janto, !.!.Y.•, 168.
( 17) Kajanto, op,oit,, 145 (~ ClL IX, J)B,2)
( 18) R. Syme, op . oit. 785 y n. 11 eenala algunos
Dasim1i como magistrados locales en Oanusium
{CIL IX, 415) y Herdoniae (id., 689). Mantie-
neel origen ilirio, baséndoee en H. Krahe,
Lexikon altillyrischer Personnennamen, 1929,
35 88 ,
( 19) Cfr. nota anterior. Sin ernbargo, ea curioso
que en Hiapania no haya llll solo ejemplo de
esta forma del gentilicio, si lo es realmente.
( 20) Cfr. notas 5 y 11.
( 21) Vid. últimamente sobre L. Dasumiua y algunas
ñuivas propuestos de lectura a su testamento,
w. Eok, en ZPE 30 1 1978, 277 es. (AE , 1978,
16), y un nuevo Dasumiue itálico enAE, 1977,
265a, en un listado de un sodalioio To Ravenna.
Vid, más :recientemente O, Castillo, ºUn trie-
nio de Epigraf!a fill...liiepania 11 , Unidad, plura-
lidad en el mundo entigüo, Madrid, l98, t.
r, no.
N• 6).- Fragmento de lápida de m,rmol blanco. Medi-
das, ll x 1).5 K 2 om. Letras de 6 cm. Museo
Arqueol6gioo de Sevilla, almaoenea.

• •f.SVf:'I. • • Mm. XXXVI b

....,~-!'· ..
.......
-----/[---DJ asum [---/ ceg eear( is ){:--/
Inédita. (Collantee, meo.} (1)

Este fragmento lo oonaideramos Wl segundo tes-


timonio de lo preaenoia de la gene Daewni a en Itálica,
junto oon el no anterior. Los caraoteros, perfectamen-
te grabados, son capitales con Wla ligera estilizac16n,
la A con el travesaffo algo oblicuo, M de muy escasa
abertura, eto., que podrían fecharla en época adrianes,
o, incluso, como opinaba el Dr. Collantea, antoniniana.

Sobre la línea 1 1 queda un ligerísimo trazo de


letra, imposible de asegurar, pues puede ser de A, M, I
eto. El~aeum(de la misma línea no sabemos si estaba en
nominativo o en dativo (como más frecuentes), y lo mis-
mo ocurre oon el Caeaar de la línea 2•, aunque de éate
puede conjeturarse que estaba en genitivo, indio~ un
cargo imperial para este Daaumio. Todo ello bajo todas
las reservas, dada la escasez de loa restos. Aun así,el
fragmento resulta muy interesante. Véase para los Daau-
mii b,tiooa lo dicho en el número anterior. ·

( 1) El vio una ligerísima hedera grabada entre A y


SVM, pero nos parece, en todo caso, un error del
lapidario.
Nº 64.- Fragmento de insor1po16n monumental en már-
mol blanco. Medidasi 0.795 x 0~415 x 0.075
m. De las letras. 24 om. Museo Monográfioo
de Itálica.

••••• AET. Mm. XX.XVII

G-----.. BJe.et( ioae).


Inédito.
Este fragmento. que cierra la serie de ins-
cripciones honor!fioas municipales y diversas, pare-
oe haber sido la parte derecha de una larga 1necrip-
oi6n monwnental, propia para ir encastrada en un -
edificio público. Por ejemplo, el frente del arqui-
trabe de un templo. Las tres únicas letras conserva-
das permiten lé restitución ~e la palabra B]aet(ioa),
en nominativo, o BJaetUoae) • si a.oompaflaba a otra
palabra (prooonsul provinoiae, proourator, flamen,
etc.) La restituc16n es imposible de hacer.

Parece, en todo caso, haber sido la ded1cao16n


de un edificio,de algún templo, etc. La ánioa ind1ca-
o16n cronol6g1oe nos la pueden d~ los caracteres de
lee letras, oon remates curvos, A muy emplia,Tde
trevesano superior enourvado, y la hedera final, más
realista que las utilizadas en Itálica durante todo
el siglo II d.O. Ello nos hace suponer que el ~pígra-
fe puede encuadrarse a fines del siglo II o dentro ya
del III. No tenemos datos sobre su hallazgo, pero es
fácil que provenga de dentro de Sentiponoe.
295

NO 65.- Fragmento de lápida de mármol blanco. Medidas:


28 x 24 x 2 cm. Museo Arqueol6gioo de Sevi -
lle (7} •

• • • OS. CVM. . ....


..
••• RC. TRIBVS. TRA!ANI
. . .o

/[---] os oum[--- / --- iu nume?J ro tri-


bus Traiani ; 3[Aug(ust1) ---=Jo f --
lli II, 5371 ( l )i ~ IX, BOJ Collantes, mee.

Graoios a las obeervaoiones del Dr. Collantes


de Terán, so.liemos las medida.e de este fragmento y que
fue ingresado en el Museo oomo objeto en dep6sito, pues-
to que para HUbner estaba aún en la oolecci6n sevilla-
na de Mateoe Gago, pasando luego a la colecci6n arqueo-
16gica niunioipal. Lo que H. vio fue un oaloo en cosa
de Demetrio de los Ríos, en León; ein embargo, no eotá
entre los dibujos de áste que hemos manejado. Hemos de
decir que no hemos podido encontrar el fragmento entre
los fondos del Museo para examinarlo y fotografiarlo,
aunque la noticia de Collanteo es suficiente para ase-
gurar que ha <le estar e.llí.

Tanto HUbner como Collantea apreciaron en el


fragmento "oare.oteres delicados, del aiglo 11 11 , el pri-
mero, y "ectuarioe, caraoter!stioos de loa Antoninos"
el eegrmdo. HUbner volvi6 o publicar en~ el fragmen-
to como ai se tratara de otro diferente, detalle q'ue
debemos nl Dr. Collantes, así como 1~ indudable lectu-
ra del primer oer6'oter de lo línea 2° como une R. Ello
invalidaría las propue.etee de leoture de HUbner y de
Mornmsen. El primero proponía •••[c]os cwn ••• /(1-egatis
296

A_ ustorurn tribus ~o.ni Ha<lriani Antonini Pii? •••


y el oegundo algo sobre or trium Traianarum, co-
mo en lli rx. 5833.
De todas fonnas, ambao leoturas eran problemá-
tioae. Con la R seguida de C (u O) y el reato del tex-
to no nos ea posible proponer W1a interpretación vero-
símil, y en todo caso la que haoemos,[in numeJro tri-
bus Traiani[hug(usti)?• 1•efirUndMe a la tribu de -
adsoripoi6n que, como es sabido, oambi6 por la Papi-
m, que era la de Nerva. Pero ello dicho oomo mera
hipótesis.

( 1 ) • . {01011 omn •• , /[legatia liJug{ustorum) tribus


Traiani[l1adriaui Antonini Pii ?] •..

.,
2 9 '1

Nº 66 • - Fragmento de lápida en mármol ble.neo .translú-


cido. Medidas: 26.o x JJ x J.6 cm. Linee.e de
4.5 cm. Museo Monogr~fico de Itálica. •

..
•••••• SE
••• AECILIANO LIÍm. XXXVIII
• •• ADLECT'•••

.
• • • AIAN •••

J ~""'
---- se -- /.[---C aeo:1.liano / 3 p.aenatoriali7J
adleot[o / ab Imp(eratore) Tr]aian[o Aug(ua-
to) ...--] / -----

In,dito. Noticia en L.A. Curchin, Elite, 245.

Este fragmento procede de lea excavaciones re-


cientes• entre 1970 y 1974. al parecer de la zona pró-
xima al foro del siglo II. Ninguno de sus costados pre-
senta remates, por lo que ignoramos el tamaño original
del epígrafe y lo que pueda faltarle de texto. Las lí-
neas bien oonaervedés son tres, edem~s de dos trazos
inferiores en la parte superior derecha, que pueden in-
terpretarse como OP, pero también GE, CE o mejor, SE.
En la l!nea siguiente hay dos nexos, LI y AN, en el oog-
nomen[O]a eoiliano. Se presenta fuera de caja ~I, lo mi!,
moque L y Ten la lín. 31 • En la l!n.4• s61o se ven
bien IAN, pero un leve trazo anterior puede ser una A,
oon lo que restitu!rnoa TrJaian[º· Los caraoteres eon ca-
pitales cuadradas de excelente faotura. Nos encontremos.
pues, ante una inscripción honor!!!oo, de ,poca de Tra-
jano o de Adriano, de un ciudadano italioffnse, de cogno-
men Ca.eoilianua, que ha sido objeto de una adlectio por
parte del emperador.
29R

Ello parece descartar que se trote de una adlectio in-


ter oives y nos lleva más bien a una adlect1o inter sena-
torios, muy propia de la pol!ticn senatorial de Traja-
no, iniciada 'YJ1 con Nerva, como muy bien vio R. Etien-
ne en au ya antiguo estudio ( 2 ). Allí demostr6 cumpl!
demente el papel preponderante de loe hispanos en la
cornposici6n del Senado en esta etapa y, dentro de ellos,
los italicenses, en nwnero de nueve. Se trataría. pues,
de un nuevo nombre a recoger.

Permítasenoe, a modo de hipótesis, una propues-


ta de identifioación1 es muy tentador relacionar a ea-
te vir consularis adlectue con uno de los importantes
personajes exhumados en las excnvnciones de 1980: se
hata de lrl. Oasaiua Serg(io. ' tribu)Oaecilianu.a, que fue
flamen de\~ provincia Daetica y flamen también del di-
vino Trajano. I.a inacripc.t.6n ( n11 22bis) recuerda ::.iu
espléndida donación de cuatro estntuna de plato ( de
un centenar de libras oada una) del genio <le la colonia,
e~puestas en el edificio curial y con motivo de su -
eleco16n como duovir de la colonia.

'l'an to por su potencial económico como por su


vinculación aparente a Trajano, como por hnber alcanza-
do el fiaminado provincial, Cassio Cecilieno pudo ha-
ber sido elevado al rango senatarlal por éste o por Adrin-
no. yp. que ambas lecturas aon posibles ( J ). En tal
caso SE en la primera líneo ooneerveda ( 4 ) podr!n aer
)Se[rg(ia tribu) y tendríamos más o manos definido el
ancho de le inacripoi6n. Pero repetimos que se tratn
de una simple hipótesis. ( 5 )( 6)
299

( l ) Lín. 2•[c}aeciliano; l!n. 4 1 [ª TrJaiano •••


( 2 ) "Les aénateure ospagnole", Les Empereurs,
1965, paseim. Para las relaciones previas de
Adriano con el Senado como portavoz imperial
de Trajano, F. Orelle, A~tonomia, 85 , quien
cita a Ha.mmo11d, The Anton foe Monai·c).Jy, 1959,
?.96, que no hemos podido oonsuHar . Para una
viai6n que resta importancia al grupo ibéri-
co dirigente en favor de sectores itálicos
bajo el reinado de Adriano, ill• Grelle,!l?,•
ill•, 77 se.
( ) ) Lq, que hemos dado yínb Imp(eratore) TrJaian
jg lladrigno Aug(ustoF. ••
( 4 ) Loa trazos son de todo.s forme.o t,m escasos
que esta lectura es muy problem6tioa.
{ 5 ) L.A. Curchin, loc.cit., pienRa como noaotroa
que puede tratarse de un senador, yn quepa-
ra la adlectio al ordo no ee precioo el per-
miso del emperailor:-nlce, sin embargo, que
la inscri pci6n proviene del teatro. El cog-
nomen CAecilianua, ·no obs tonte au mayor c.o ns-
tatacion 011 Afrlca, en ele neto origen lu~i-
no ( ofr . Knjonto, Oognontinn, 10, )5 y 14?. .
( 6 ) Vid . recientemente o. W. Jiouston, AJP 98, 977,
)5-6J. Farte del estudio de w. E'ok;" Senatoren
von Veepaeian bis Hadrian, 1970, lOJ. Los ad-
leoti euponlan entre 69 y 79 del 15 al 2or
'éreTos senadores. Entre ellos predominan los
hispanos.
========== ·=~
300

II.S.- INSCRIPCIONES ALUSIVAS AL MUNDO MILITAR


301.

Nº 67.- Fragmento de la parte derecha de una l~pida en


m,nnol blanco. Medidas aotualea, 26 x 11 cm.
~etras de 4 om. Museo Arqueol6gioo de Sevilla.
Fragmento central de la misma lápida, a través
de un dibujo de D. de loa Ríos. Perdido •

••• LIVS. L. F. IMP


••• KINTHO. CAPTA Láms. XX:XIX

• • • tICENSl 1 OI •

[~Cuoiue) .Aemíjliua L(ucii) f(iliua) I mp(erator )


/rded(it)? Za]kintho capta /(?1vit(et1) ItaJli-
.2.!!l!!!•

-CIL I, 546 ( 1 -
)t CIL II, 1119 (2) y 2.!!J2tl•, P•
BJBJ I. de l a Cor tina.'- me o. i rnfdi to ( J ) ; De- ()_,~Y.
.
~
aso.u, ,ll&, 2ld¡ Ma:tc.ú t e , ~ . 12); R. de - \/--'/
Derlanga, Dronces,~ 2)3 ¡ Goli, ll i otor io , \
1Ji1 d ibuj o de D. de los Ríos1 Campos y t.'.uni- ! "1
nJ, Inscripc iones , fil, l\11 J2J, S1 Fdez. Chica- ~ -
rro, 11i!ilitares 11 , 599, ne 11, lám. XII, ( 4 );
García y Bellido, CAAl, 17, 69 y fic. 20, mas
la bibliografía citada~.

Hoa toca desmontar lo leyenda de una de lao -


ineoripoiones hispanos más citodna y reproducidas, la
que, según 1,:ollllllsen ( 5 ) .recordaba loo olloequioa hechoa
1

a lMlico. por Lucio Mummio, el <lebela.dor de Corinto en


el afio 146 a.c. ( 6 ). mummio habría establecido un
vínculo con la ciudad durant~ el deoempeflo de au pre-
tura en la Ul ter ior siete affos antes, en el 153 a.c.
Mununio. homo novua, "debi6 perc11terae de los benefi -
cios de una clientela provincial'.', y pos:t blemente wi
30 2

contingente de italioenaee debió ecompaffnrle a sus oam-


peflas del Este"( 7 ). Efectivamente, todo ello pudo ser
así, pero no con el concurso del maltrecho reato de epí-
· grafe que ooneene., oomo joya precie.da, el l1ueeo Ar -
queol6gico de Sevilla.

La historia de este 1nscripo16n es compleja., y


ae remonta al afio 1839, en que fue hallada por Ivo de
la Oortina en sus exoave.oiones "en el ángulo del oeste
del lado sur del foro de n,11oa" (e). Hay une inte-
resante noticia de Oe.11 ( 9 ), oUAndo detalla los ha -
llezgos de Cortina, " ••• veinticinco pedazos de inscrip-
ciones y otra en tres pedazos que termina 1~ línea bri-
mere oon Imp .". Lástima que Oali en aquel momen-t-ó no
reoogiera el texto completo, pero noe permite saber
que la inscr1po16n estaba fragmentada en tres trozos,
de los que sólo ha sobrevivido el del lado derecho.

En 1860-1870, mds o menos, Demetrio de loo -


Ríos, cuando realiza su serie de dibujos sobre epígra-
fes italiceneee, recoge ~ate, que ya sólo tiene dos
pedazos que encajan per~ectamente. La observación de
este dibujo, junto al texto del manuscrito de Cortina,
en la Ree1 Academia de la Historia, y otros detalles,
noe han permitido oonveneernoe de que en ln línea lª
no podía poner Mummius, ya que el 20 fragmento comien-
za olar!simamente por LIVS.

Hllbner y Mommeen conocieron el texto dado por


Cortina, a través de su manuaorito y de Matute, Delga-
do y Gali, que lo recogen, y a pesar de ello, el segun-
do hbo la eig11iente restitución, que ha venido siendo
oaai unánimemente aceptada por todos los estudiosos (lO)i
30 3

\L uoius f ilius im erator)/


ded . Oo vioo ita1 · 1cenei.

Hay otra oirounstanoia extrana con respecto a


su ed1c16n en el fil II1 ee do, entre la bibliografía,
su meno16n por Matute (loo.oit.), enviando a la lámi-
na 18, 4 ( 11 h pero lo que Matute dice (p. 123) es:
"fragmento de una hermosa tabla de mármol oriental, de
doe tercias de ancho, media vara de alto, con las le-
tras de seis pulgadas, que se trajo de Itálica y se -
conserva en este Real Alcázar". La l~mina, por su par-
te, muestra un epígrafe que llama la atenoi6n por la
diferencia de estilo con los demás, y en ~l se lee1
r!
SIMI / f! NLAP / ITALI. HUbner recoge incluso esta trana-
or1poi6n de Matute pero, 001no puede apreciarse ( ldms.
XCIV y XCVI ), no puede tratarse de la misma inscrip-
oi6n. A juzgar por la tercera línea, ITAL~CEnsr¡ la se-
gun<1a debería decir CORINTHO y 111 primera MV!-:TMIVS, ade-
rn,s de que el eatilo es completamente diferente, como
puede aproclar0e en el dibujo de D. de loo Ríos. Cree-
mos, por tanto, que hay que desechar le noticia de t,~a-
tute oomo referida a esta inscripción. Lo que no sabe-
mos es por qué RUbner la inclu:68, siendo imposible tam-
bién la coincidencia de medidas: según Matute serían
60 om. de ancho por 45 de alto y letras de 15.5 cm.

Pasando ya al texto en sí. ya vieron I!Ubner y


Mommsen, y o• y B~llido ( 12) lo recaloa, que la le-
tra no puede ser anterior al siglo II d.C., por lo que
debería tratarse de le restitución de una inscripción
anterior, sustitu!da por deterioro, quizá cuando ae
quieren revalidar los viejos timbres de gloria, cuando
se convierte 1t,1ica en colonia.
En este oonte~to, la restitución de Mommaen,
vinculando a Itdlica con Mummio y con el brutal saqueo
de Corinto, que reportaría a la ciudad originales -
. griegos de primera colidad, era muy tentadora y vero-
e{mil, habiendo adem~s precedentes en otros títulos
it~lioos.( 13) incluso con un paralelo para copia he-
oha en el siglo II d.O. de un origine! anterior ( 14 ),

Sin embargo, ei hemos de aceptar tanto la trans-


oripoidn de Cortina oomo el dibujo de D. de loe Ríos,
especialmente ~ate dltimo por su escrupulosidad, el
lmperator del que aqu! ee hable no puede aer Mununius,
sino uno cuyo gentilicio termina e n - ~ . Que el ori-
ginal del epígrafe era republicano no hay duda, porque
el dltimo que obtuvo un triumphua,y con 61 el ~recho
al título de imperator, sin ser emperador. fue 9.t....!.!!-
nius Blaesus, o6naul del effo 10 ( 15 ), que lo obtuvo
entre los anos 22 y 23 d.C. ( 16 ).

El título de imperator. oomo ea bien sabido,


fue en eue 1n1o1oe un título de Júpiter, conocido des-
de el siglo IV e,C, ( 17 ), Según Mommsen, la más anti-
gua meno16n de ooncee16n e un militar de este título
fue precisamente de Esolpi6n el Africano ( 18 ),cuan-
do los hlepanoe quieren hacerle rex, y ~1 dice quepa-
re ~l el título m~s elevado es el de imperator, que el
de rex, Bunque noble, es intolerable en noma. Aunque
el título puede ser anterior, como sostiene r.lomigliano,
( 19 ), CIL II, JOJ6, de Sagunto ( 20 ), de hacia 206-
205 a.c. noa confirma que Esc1pión obtuvo el título -
aproximadamente por esas fechas.( 21 ). A partir de en-
tonces, lee oampaflaa militares, y conoretrunente loo hia-
panaB, dieron lugar a la concedi6n reiterado del títu-
lo, unae veces oon m~e mere~1miento que otras ( 22 ).
305

En la lista cronológica de l~s aclamaciones en-


tre los aftos 209 a.c. y 2) d.C. de tituloree del impe-
rium hecha por Mommsen ( 23) y Comb~s ( 24) hay 11
ouyo gentilioio termina en -liua ( 25 ). De ellos noe
interesan aquellos cuya filiación eea de un Lucius y
que tengan a la vez relac16n con Iliapania Ul t eri or, co-
mo m~e posible ( 25h) y con una de estas ciudades orlen-
. teles, Corintho, Perintho,: Olintho, o Zakyntho.

Se ha tomado como cierta la relación del INTl!O


que queda en el epígrafe eegm1 D. de los R!oe y Corti-
na oou la meaenla Corinto y, aunque sea un detalle me-
nor, en los t ituli Mummi ani, donde t~mbi~n aparece, es
de g,nero masculino, nr!entrae que en el epígrafe itali-
cense está tratada como femenino, concertada con CAPTA
( 26 ). Sin embargo. otras ciudades como Perlntho/Zaki~
tho, son del ginero femenino en las fuentes literarias
o epigráficas. El signo que D. de los Ríos dibuja ante
la I puede ser una R, pero tnmbi~n una L• y una K.

Por lo tanto, la 1nscripci6n de Itálica debía


referirse a un general, de gentilicio en-!!!!!,. de f1-
11ae16n Luciua. que llevara a cabo cempaílas en Grecia
o Asia Menor y que tu'9'iera a la vez vinculaciones con
la Ulterior en ~poca de la República. S61o hemos encon-
trado dos personae que puedan cumplir estos requisitos.
y una de ellas con preferencia~ a.mboa imperatores .

Se trata de L. Aemilius Pau]ua Macedonicus , na-


cido en 228 a.c., hijo de L. Aemilius Paullus .( 27 }.
Fue cuestor en el 195. edil curul en el 193, pretor nl
mando del ejército en la Hispenia Ulterior en el 191.
y despu~e proc6neul con lmperium en la misma provincia.
Para In vinculaci6n oon Itdlica en esta época, hay que
tener presente qu~, hasta el 171. en que fue fWldada
306

Carteia ( 20 }, Itálico era el único eeentamiento roma-


no organizado en la que despu,s sería D~tica; de modo
que las relaciones de cualquier pretor o procónsul de
la Ulterior debían pasar forzosamente por Itdlica. En
el momento del proconsulado de Emilio Paulo, sólo ha-
oía quinoe afios eaoesos que Escipión había,fundado ln
ciudad. y fundamentalmente con un cardcter militar (29).

Emilio Paulo sale despu~s de Hispania en direc-


ción a Asia. entre el 109-lílR, y es cónsul por prime-
ra vez en el 102 a.c. Tras un triunfo obtenido en Lie;u-
ria, es cónsul por segunda vez en el 168, y participa
entono es en la tercera guerra macedónica, dt1rante la
oual vence al monarca Perseo cerca de Pidn_,!!. e~actamen-
te el 22 de Junio del 168 a.c. ( JQ ). Ejecuta deepu~e
una severa campana sobre el Epiro y, ei Plutarco no exa-
gera, el botín obtenido fue tan Brande que haota el aflo
43 a.c. el pueblo de Roma no tuvo que volver a pagar
impuestos extraordinarios (31).

Fueron innumerables, oclemás. lna obras de nr-


te que llevó a Roma. Su filoheleniAmo, por otra parte,
fue notorio en su ,poca, incluao en la lengua, quema-
nejaba perfectamente. A cu muerte, en el 160 a.c., dej6
una buena fama oomo eatadietn. militar y diplom1s.tico.
y dos hijos que seguirían sus pasoo: g. Fablu::i r'a:dmua
y L. Corneliua Scipio, m~~s tarde llamado Africanu:1 ?:.1-
ru?Z ( 32 ) • Este Último acompañó a su padre en lnD cam-
paflas maced6nica.e y pert1cip6 en el 151 como voluntario
en lae guerras hispanas. Obtuvo mó~ tarde un triunfo en
Africa y volvió a Ilispania parn obtene1· su segundo
triunfo y cognomen Bracias a Numancia, en el 13? 1¼.C.
En el cnao de Cornelius Scipio. luer~o /1omilianua ( traa
su adopción por loa Cornelii. conaerv6 el .!lP~ pnter-
no como cognomen), J\fricanus y !frunantir:ius, lo..o vincula-
ciones con V, provincia Ul-terior no
30'1

son tan clarae como en el de su padre.

Como vemos, L. Aemilius Paullus Uacedonicua


tiene muchas posibilidades de haber sido el protago-
nista de los obsequios a ln ciudad de Itálica, con la
que necesariamente había mantenido víncuJ.oa durante
BU pretura. ejercida entre los Sftoe 191 y 189 a.C.
Despu~s de su segundo consulado, es enviado para ter-
minar la teroera guerra mnced6n1ca, e infiere al úl-
timo sucesor de Alejandro, rerseo, la duro derrota
de Pidna. Ahora bien, la restituci6n del nombre de la
óiudad, terminada en ••• INTHO, mencionada en el epí-
grafe italicense depende directamente de las activi-
dades b,11eas y postbllicas de Emilio Paulo en terri-
torio griego.
Ciudades con esa te:rrninaoi6n indudablemente
griega hay varias: Corintho. Perintho, Olintho y za-
kintho. De ellas hemos de descm1ar Cor1ntho, ya que
su destrucc16n 1 saqueo se produjeron en el 146 a.c ••
oomo es bien sabido, a manos de Mununio, cuando Roma
deoide dar un escarmiento definitivo a la liga aquea,
y humillar 1 someter a casi toda Grecia ( JJ ). No ea-
bemos que Corintho interviniera de ninguna forma en la
tercera guerra maoed6nica. Olintho, por su parte, ai-
tuada en la península cnloídicn. que cay6 mucho tiem-
po atrás bajo la soberanía maced6nica ( 34 ). parece
que a mediados del siglo IV a.c. fue destruida y luego.
si se reconstruy6. no tuvo ninguna aignificac16n.
Perintho, situada al norte de la Prop6ntide.
y al E. de Tracia, dentro de territorios que eran mace-
donios y por tanto sujetos al resultado del fracaso
d e ~ . pudo ser la rica ciudad de la que Paulo Emilio
308

guard6 piezas para Itiilica. Hay uno. más. Zakyntho 05),


isla situada el sur del mar Jónico, enfrente de Acays.
Esta isla su:f.ri6 ya varios ataques romanos durante la
· segunda guerra maced6nica, contra Filipo v. y en eae
lpooa· tuvo la visita de Flaminino.

Es veroa{mil que afioa máe tarde. y teniendo en


ouenta que oast to4a Grecia vio con buenos ojos el in-
tento de Perseo de recuperar la autonomía frente a Ro-
ma ( J6 ). Zakyntho fuera una de las ciudades que se
aliaron con 41, suministrándole ayuda. Para ello hny
que :recordar que ya desde Homero~ pero tambitfo en las
fuentes literarias posteriores ( J7 ), Zakyntho tenía
fama de ser una isla pr6opera y extremadamente f6rtil.

Despu&s de la batalla de Pidna, como hemos di-


cho, eabemo& que Paulo Emilio resen6 un castigo ejem-
plar para el Epiro, regi6n donde se sabe que arrasó li-
teralmente W'IOB setenta oppida y vendió en eeolavitud
a unas 150.000 persones ( J8 }. Y, en cualquier coso,
sin considerar a esta isla oomo parté del Epiro o de
Acaya, todas las ciudades del dominio maced6nioo ee -
vieron sujetas a la expoliaci6n por parte de Roma. Yu
hemos hablado de la enorme cantidad de botín. en dine-
ro y en ob1"8s de a1·te. que Paulo Emilio llevó a Roma.

Por todo lo expuesto, proponemos unn revioión


en profundidad de la restitución e interpretación que
se ha venido dando, desde Monunsen. a esta inscripción.
Ser!a Paulo Emilio el imperator que, vinculado a Itáli-
ca y a la Ulterior tres su pretura• hace un obsequio
a esta ciudad deepu~e de au victorioen y muy fructífe-
ra campat'la de Macedonia. La fecha, por tanto, del rega-
309

lo, ha de situarse muy poco despuda del 168 a.c. Para


la ciudad de la que provendría el grueso de loa despo-
jos, preferiblemente del g,nero femenino ( )9 ), pro-
ponemos Zakyntho o Perintho, dentro del radio de acci6n
de la tercera guerra maoed6nioa. Ea muy acertada la ob-
aervec16n de Mommsen, en el sentido de que loe caracte-
res externos de los restos de este ep!gre:fe p~eden fe-
oharse dentro del siglo ll d.C., mientras que el texto
d•b• remontarse e la República, al II a.c., y que hay
que pensar que cuando se procede a la ejecuoi6n del fo-
ro nuevo de la oiudad, se repite nuevamente uno de los
epígrafes más antiguos y sin duda prestigiosos de lo -
ciudad. Compartimos desde luego esta opinión.

Citaremos por último como paralelo la inscrip-


oi6n que acompafta al monumento de Pidna, aparecido en
Delfos, y que recuerda las victoriaa de Emilio Paulo1
t. AIMILIVS. L. F. INPERATOR (sic) .DE. IIBGE. PERSE /M.A-
CEDONIBVSQUE. CEPET ( 40 ). Este texto nos ea intere-
sante porque nos muestra la construcción simple, ~in
cognomen, seguida de imperetor, de un epígrafe conmemo-
rativo oomo el de Itálica. De la misma manera simple
ee recogido su nombre en el más antiguo documento ju-
ridico de la dominación romana en Hispania: el dec1·e-
to, fechado en el 189 a.c., por el que Emilio Paulo de-
olara libres a los lasoutanos con respecto a loa de~-
ta Reg:t,a ( 41 ): L. AIMILIVS.L.F.INPEIRATOR DF.CREIVIT •••
y que se toma oomo muestra, junto con algunos comenta-
rios de Plutarco ( 42) de la aceptación qu~ en general
obtuvo este militar dentro de la 1Uspania Ulterior: la
existencia de clientelas e 11 ligadas se prueba por la
presencia de portadores hispanos de loe palios mortuo-
rios durante su funeral, en Roma, en el 160 a.c. (43).
310

AsimiST110, su eleooi6n como potronus de la causa lliopa-


!!.i! en una guaeetio de rebua repetundis en el 161 a.c.
( 44) prueba loe intereses que le vinculahban a Hie-
pnnia aún en ese momento, treinta aftoe despu~e de su
pretura.

Una dltima obsérvaci6n haremo• sobre eate epí-


grafe1 en virtud de la :restltuoi~n de 1,ommsen de eu úl-
tillla l!neas IJioo Ita111oenai ae ha venido efiJ'IITlando
que ít&lioe f'ue desde au fundacidn un simple vious ci-
vlum romanorum ( 45 ), atrib117indole un status que ni
jurídica ni socialmente oorrespondé a una fundación del
tipo que Itilloa !ue. Es tsta inscripoión, por tanto;
un eslabón muy interesante para ~l status ju:rídico de
la áiudnd 1 teniendo en cuenta que fue la primera funda-
o16n de Roma fuera de Italia, como es bien sabido,

El investigador norteamericano R. C. Knapp ya


vio muy bien en 1977 que tal reetituoi6n no era admisi-
ble ( 46 ), la reetituoi6n puede s e r ~ como~.
pegue o colonia, puesto que no tenemos idea del origi-
nal de la pieza, afinna. Sin embargo, a Knapp le pare-
ce raro que un grupo de extranjeros en tierra extraffa
renmoien a organizarse con algún tipo de estructura po-
lítica y, por otro lado, le oueeta orear que los habi-
tantes de Itálica usaran o!iolalmente el título de!!-
cu.e I que po U: tloamfjn te ea peyera tivo ( 47 ) • Hubieran
utilizado mejor los de ºRPidum o ~ , que no tienen
status legal pero son más prestigiosos. Wilson ( 48)
y Galaterer ( 49) opinan que It,lica fue Wl asentamien-
to fundado sin leg1slao16n, simplemente por deoision
de la autoridad representatiya en la provincia, y corno
tn'l!l ciudad de derecho peregrino pero de "forma romana",
respectivamente. Tres una pequena falta de entendim!en-
311

to, oreemos, del texto de Gelio ( 50 ). Knnpp pone en


duda que existiera una falta de respaldo oficial a la
!l.ffldao16n, y se decide finalmente por la aoluci6n de
· que Itálica se deaarrol16 técnicamente oomo une ciu-
dad peregrina (como muchas de la propia Italia), ea -
deoir, que fue "italianizo.da" y no "romanizada", y en
virtud del componente itálico aliado en los ej~rcitos
de Eecip16n. que fueron los principales componentes
de la :t'undac16n.

No queremos ahora entrar en el complejo proble-


ma de los distintos status legales de Itálica. Adelan-
taremos ahora que somos partidarios de una muy tempra-
na munioipalizaci6n efectiva de la ciudad. Loa testi-
monios en este sentido nos parecen convincentes, a pe-
sar de que ee han solido interpretar diferentemente(51).
Una referenoia de Apiano nos da pie para pensar que en
6pooa tan temprana oomo el 143 a.c.( 52) ltálioa pudo
ser ya municipium civium romanorum, si entendemos al
pie de la letra el párrafo citado. En todo caso, nos
pareoe claro que lo ea en 6pooa de Clsar, aunque no -
hallemos una conf1:rmaoi6n tajante hasta las emisiones
augusteas de la ciudad, con sua curiosas oemejanzas con
las emisiones monetarias de le propia Roma ( 5J ).

En lo que aquí ahora nos interesa, ea decir.


en cuanto al desarrollo de la tercera línea del epí-
grafe de Pa~lo Emilio, encontramos que el término vi-
~ ea rechazable por las razones que en eu d!a dio -
R.c. Knapp, y tambi6n porque es impensable que Itálica
mantuviera ese status, que implica uno aglomeración 1-
norg~nica de casas, sin regulación jurídica, hasta la
época ~e Augusto, lo que parece inferirse de cuantos ad-
312

miten le tesis del !.!2fil!• Oppidurn ee un t~rmino que hay


que tener en ouenta: lo menoiona. ooetáneamente el pro-
pio deoreto de Paulo Emilio que hemos oitado ( 54 )1IMs
de un siglo despu~s epareoe en le Lex Rubria, en oebe-
H de una lists de a.g rupaoionea urbanas ( 55 ) y aún
Pl1nlo, reflejando ain duda la ordenao16n de Agripa y
Augusto ( 56) en oinoo grandes grupos, incluye a muni-
oipioa y colonia• dentro de le categoría de oppida ci-
viUII romanorum ( 57 ).

Sin deeoarte.r el t~mino de oppidum completamen-


te, se nos permitir& refiejer aquí nuestra duda de que
Itálica fuera un oppidum cuando Paulo Emilio le hace -
los obsequios tomados en las campañas meoed6nicae, Por
dos ra~ones: la primera, que un oppidum carece de a-
~ jurídico, y la segunda porque,en le península ib&-
rica el menos, el t,rmino oppidum, de origen c~ltico,
tiene una connotac16n de ciudad enclavada en una fuer-
te altura geogrdfica que en Itálica no se cumple. Sí
es verosímil en el decreto de Lasouta, donde ya ae ve
que son loe habitantes de una llamada tui-ris Laacutana.
Segdn Verr6n, oppida quod operi mun1ebant moenia ( 58 ).
Por lo que sabemos de la fortif1cac16n de It~lica en
,pooa republicana ( 59 ), no pueden llamarse moenia con
propiedad. Es un t&rmino éste quizá más propio de las
errieoadae y amuralladas ciudades de territorio célti-
oo, o inoluso de la Beturla o6ltica ( 60 ), pero no
de una poco elevada ciudad a orillas del Guadalquivir,
Tiene a su favor, en cambio, su frecuente ut111zao16n
en ciudádee de territorios medioitálicos co~-fhmnitos,
luoaniae o incluso etrurias, que estamos oonvencidoe
fonneron parte de loe primeros colonizadores de la Ul-
terior,
313

Hay un punto intereaonh. y esd,de la posible


asimilación de 02pidwn a oivitas ( 61 ). términos am-
_boa que designarían a oiudades de derecho peregrino.
Ello nos lleva a proponer para la última línea del ep!
'grate d'e Paulo Emilio [civit(o.ti) Ite.lJ icensi, por
ser oivi tns un término diríamos m~a "romano", utiliza-
do tambi6n par~ las ciudades griegas, que pcnnite un
status legal peregrino y libre, y que convendría más
a su eitusci<Sn geográfica. Ya hemos dicho, ain embar'-
go, oómo no hay que desechar oppidum o incluso~
( 62 ) • in desarrollo, en fin, que ec proponga para
esta 61t1ma línea lo dejamos abierto a discusión. Pe-
ro no nos parece que pueda oeguiroe manteniendo el
h1pot4!tico vicue, planteado por r.'ommsen P la. vieta de
alguno de los ti tuli r.Iummiani de ltfl.lia ( 63 ) • Lu no
atribución a ~ate del epígrofe hace perder pie clefin1-
tivornente, creemoa, o lA tesis del supuesto y paro.le-
lo vicus Itelicenais.

Poddo. ser váli<.la ln 9f'irm11ci6n de que ln p1·e-


senoin temprana en Itálica de piezaD grief,aat qulzd
eatotuari~ en bronce (o Artes menores), tuvo que in-
fluir en la posterior y eapléndida calidad de au e:~-
cul tura, donde loa prototipos r;riegos son fretuentemen-
te seflolodo~ ( 64 ). Ea posible que incluso pervivieran
algunos de estos originalea cuando la inauc;urflción del
nuevo foro del siglo II d.C.: tal serío un buen pre -
texto para copiar nuevamente la vieja inscripción re-
publicana. que :t•ecordnba ln tempron:Caima vinculo.clón
de la ciudad con uno de loa per~onnjes y epiaodio::i máo
seilalodos en la Roma de entonceu: el vencedor de Pidna
y el eometimiento definitivo de la monarquía maced<Snica.
314

( l )

( 2 ) De en tres eolumn.e s paraleles los textos se-


gún Cortina, 'Matute y tH mismo, más la resU-
tuo16n de Mommaen. Ye había él publicado una
noticio en Acta Derol., 1061, 93, En el 3 ppl,
1
dice que en l88l no encontró en el Museo os
fragmentos del epígrafe,
( ' ) Se encuentra, como hemos dicho, en le RAU.
•• ,L,IVS.L.E.IMP / ••• INTHO,CAPIA / ••• fflNS,
El dibujo de D. de los Ríos coincide oon es-
ta lectura práotioamente: en la línea 1 1 E
está por F, y. se explica por el tipo de letra
actuaria, · con remRtee muy pequenos, que puede
dar lugar a confusiones. En la l!n. 2 1 hay un
trazo oblicuo inicial que puede corresponder
e una n o tmo J(. Por último, en la lín.3• no
parece haber una Y, corno Cortina, sino una L
y una I, El trazo intermedio puede ser acciden-
tal.
( 4 ) l\liema lectura de CIL, aunque interpreta· que
"Monunsen vio algúñ"'l'ragmento mlSa": debe refe-
rirse al texto de Cortina sobre el que aquél
debió basar su restitución.
5 ) CIL I, 546, p. 149, donde explico su reetitu-
c!on. Allí estt1 entre la serie de tituli Mummia-
ni.
6 Sobre Mummius, por .. ejemplo, RE XVI, 1196 y H.
Simon, Roma Rrieee in Span1enl54-1JJ v. Chr.,
Frankfurt, 1962, 20 ea.
( 7 ) R. c. Knapp, Aapeota of the rornan Ex erience in
7
Iberia, 206-100 B.C., Valladolid, 19 7, 115-116.
También A.J. Wileon, Emigrotion from Ital~ in
the Republioan Age of Rome, 1.lonchester, 1 66.
24.
C e > Según el infonne, las excavaciones de Geptiem-
bre de 1839 se repartieron entre loo "eros del
convento" y "el sitio de la plaza tlel forurn",
Como hemos detallado en el capítulo I de ewte
trabajoi este lugar parece coinoidir con lo zo-
na S de actual Cerro de San Antonio, a la de-
recha viniendo desde Sevilla. Tambi~n aparecie-
ron en la misma excavación el ara dedicada a
Liber Pater (vid, no J) y varios aeae de ánfo-
ras con eello'i;-oingulormente de loa Camili y
loe J,leliasi.
3l5

( 9 ) Hi storia , cit., 211.


( 10) Cfr. notas 2 y 5. Que sepamos, e excepción de
Knapp, que duda de la restituo16n vicus (pero
soepta lo dem4u), todos cuantos se"ñ'ii'ñ"ocupa-
do de ello admiten la lectura de Mommsen.
( 11 ) En realidad H. d ice 18 , J, pe r o es 18,4, ya que
la ne) ee la de Iuniua Martialis.
( 12) QM.!. 69.
( lJ) Loe llemadoe tituli Mummiani: CIL IX, 1051 (For-
ma), 4540 ( Nureia), 4882 {Monteieone, en So bi-
ne , dos basas iguales) y 4966 (Curia Sabina ).
Las doe de Montel eone están dedicadas simplemen-
te "a l vicus " . A ~atas, conocidas de antiguo
(ofr . A:-15e'greas1, ILLRP , Th. J,lómms,e n , ill I .,
H. Deasau, ILS , etc:-r,iiiy que aflodir dos mds,
que se.pernos-;-"'en aJ'l.os recientes: uno i nscri·pci6n
en un reato de a1·qui trabe , aparecido en Fe bre-
tevia Nova (E. Bizzer.ri 1 Epi~raphica., 35-;-ffl) ,
14lc AE, 1973 , 134) donde eó o oonsta su títu-
lo deoons ul, i otra, en griego, aparecido en
Ere tria ( Acaya). Estli parece recordar una· com-
petioi6n celebrada "en honor de Mwmniue y de
Artemis" . Fue publica.do primero por r.e. 'l'heme-
lis, en Pralctika Arcb. Eta.irei aa r 1976·, y lue-
go rectificada por J. y 1',. Rober,; en Bulllp. ,!!fil!
92, 1979 , 467 , n° 350 (AE , 1979, n° 589.),
( 14 )L~ inscripoi6n de Parma (CIL IX. 1051) es tam-
biln copia de lpooa imperliI.
( 15) !!§, s.v., 41. Tácito, fil!!!• III, 74,5.
( 16} R. Combh, Imperator. Ilecherches sur l'em loi
et la si nificetlon du tltre d'Ln erator una
a orne r pu oa. ne , 'ar s, ss.
3
( 17) R. Combh , op.oit., J9 n. 72 y 51 ss, citando
a Livio, VI, 29, 8-9: , •• signum • • • Iovis Im~e-
ratoris in Capitolium tulit , del afio ,so a . •
( 18) Rtlm,St . Reoht• I, 116 as. y 2, 74 as. CombP-o,
o~clt., 51, El hecho se conoce por Livio,
X II, 19 , 4.
( 19)
( 20)
316

( 21) R. Combes, op.o1t., 57.


( 22) Ea muy c6lebre el siguiente paso de Cicer6n
( Philipp., XIV , 12): Si !luis llispenorum out
Oellorum aut Threoum mlle aut duo milie occi-
diesetlmillum boc conauetudine 1 guae incre -
buit 1 peratorem eppelleret aenetus.
( 23) Loo.cit.
( 24) Op.cit., 451. Puede verse una. relación de loa
triunfos y ovaoiones celebrados sobre pueblos
hispanos en R.C. Knapp, op.cit., 199,
( 25) Son Acilius 1 Aemilius, Aquilliust Caeciliua,
Coel!ua, Corneliue, Iulius! Manl ua, Rutiliua,
Servi!lua, Stat1liue 1 Tull us y Tremellius.
( 25b) Ya que, para establecer uno relación tal con
la ciudad de Itálica, que justificare un ob-
sequio o deferencia posterior a ella, hay que
presuponer une relación militar o político,
mejor la pximero, oon ~n provincia en la que
~e'to ee encuentra .
( 26) CIL I, 541 y VI, )Jl (Roma), hallada en el Ce-
rro en 1786 y hoy en loe J.lusecs Va.tioanoa I L.
Mwnmi L.f. coa. duot aus ioio im erio ue /
e us e a a 011 orno e e o ••• marca
un uso mascu no para orno en epigrafía
de la ~poca, de modo que era raro que en Itd-
lica tuera femenino. De todas fonnos, lo Dra.
C. Caotillo amablemente nos indica que exiote
un uso femenino de Corinto en la literatura :
Hor . , Epist. II, l. 193: onptiva Corintho. ,Bn
todo ceso, ella opina que aquí apti no con-
1
cierta con Corintbo, que sería ooa ivo, ei-
no con un hipotético oig a o similar que pue-
8
de restituirse delante. •ata idea eo válida,
aunque, no tratdndose ya de Corintho sino ele
Perintho o Zakyn_tho ( ambos femeninos~, uda~ta
puode concertar con el nombre del~ ci a.
Ambas ideas pueden compaginarse, creemos.
( 27) Sobre este militar ea fuente principal Plu-
tarco, que lo biografi~, así com? l',i~io, Po-
li l>io y Vele¡o. Cfr. JIB, s.v.; CIL I , 1 , p.
194 (Elogium}¡ DegrassI, ILLnP ;,lJ.J.J.Ol;
T. R.S. Broughton, ~agiotr~ I, 44 2 as ., en-
tre otros.
( 28 ) Situada entre Gibraltar y Algecirna , de ella
dice L1vio ( 43,J, 1-4) que se cre6 conio co-
lonia civiwn latinorum et liberti11orwo . Livio
dice que fue en nombre dol Senado, y utiliza
el t~rrn1no deducere, así como indiqu~ quepa-
311

rn vivir, se les aelgn6 "un oppidurn11 • Esto pue-


de ser interesante pera la línea j4 del epígra-
fe de Itálica que estudiamos. Ver extenenmente
sobre Cartela R.C. Knapp, op.oit., 116 as. y
paeeim.
( 29} Así hay que entender en principio e1·textó de
Apiano (lber., JB), que es nuestra fuente prin-
cipal para el tema de la fundaci6n, cuando di-
oe que"aveoind6 e. loe heridos•• despuáe de la
batalla de !lipa.
( JO ) J,ivio, J7, 55, 7. Tras eufrir una derrote. a ma-
nos de los bastetanos, en el SE de la penínsu-
la (Livio, )7, 46, Ty Plutarco, Aem,PaulL,4)
Emilio Paulo hace lo que D'Ors llama el Últi-
mo esfuerzo por no regresar a Roma sin un -
triunfo (EJER, J50)y consigue la aclamación
imperial, a comienzos del 189 a.c., con uno -
viotoria sobre los lusitano~.(Livio,37,57,5),
( Jl } Livio, 44, 2.3-46 y rlut.op.cit., 12 ss.
r1utaroo. XXXVIII.
( 32 ) Loo fuentes sobre él eon abundantes: l'lutnrco,
loc . cit., Poli'bio, Apiuno, Livio, Cicer6n, Vu-
lerio Maximo, eto. Cf, S. Astin, .Aemilinnus,
1967. Sobre Mumancia y Eaoipi6n, Apiano, lbcr.,
98 se.
( JJ) L. García Moreno, La Anti~Uedad Cltfoica, ram-
0
plono, 1980, 380, con la ibliografia funtlomcn-
tal, por ejemplo J. Deininger, Der ~olit1ache
Wideratand f~en norn in Criechenlnnc , 217-tJG
v.Chr. , Der , 1971, peselm.
( 34 ) DiocToro , 16 , 53 es. ,J'. 11. Llll·sen , Oreek PecJe -
ral States, Oxford, 1968, 50 se . Excavacio-
nes norteamee:dcnnna renlizadao entre 1920 y
19)8 (varios, Excava·t;l.ons nt Olintho, 1929 en
adelante) han demostrado también <tU!l fue des-
truida en el 348 a.c., durante la guerra con-
tra Filipo, y que después su importancio qued6
muy reducida.
( 35 ) El nombre oomo tal procede de la época prehia-
t~rioa griega, (Bstéban de Bizenoio, s.v.), y
aparece en otros ltigarea del Mediterr éneo, oo-
mo en la miema Hiepania, en Saguntwn •. Vid. so-
bre esta iela laa numeroeae fuentes escritas
que le mencionan en RE, s.v. Sobre los ataques
de Roma sobre,·ella dürante la guerra contra Fi-
lipo, Livio 26, 24, 15 y )6, 42, 5.
( '.)6 )
tovtzeff, Historio soc'Iol *
F, Ge~r , 11 Perset1s", RE XIX, 996 as, J{.. Ros-
económico del mun-
do helenístico, Llodrid, 19 7, t,I, 4J se,, es-
peololmente 48,
J7) RE, s.v., con una excelente recopilación ae
!os textos y bibliografin.
( 38 ) r1utarco (Aem , :raul., X.X:IX , 2) dice expresamen-
te que Poulo F.Jnilio recibió lo orden del Seno-
do de conceder a los soldados de la victoria
contra Perseo "el privilegio de s aquear las -
ciudades de e.llí"(es decir , del Epiro). rodría
sacarse, pues, como conclusión, que fue el Epi-
ro la regi6n que mds ayuda proporcionó a Per-
seo en su lucha contra Roma, Plutarco, op,oit .,
XX.X, indico cómo el cumplimiento de esta or-
den era lo más contrario a la indulgente y
generosa naturaleza del general,/\ pesar de -
ello, el mismo autor dice que cada soldado no
sac6 comc botín personal más de once drocmna,
lo que no de je de ser curioso . Vid, Roatovt-
1,eff, op . oit,, II , 829, con extensa bibliogro-
fia.
( 39 ) Noaotroe preferimos concertar
ciudad, en lugar de con un hipo
ºi!ii con lo -
oo signa
que hubiera al comienzo de la líneo 2 1 •
( 40) Roatovtzeff , ºa'oit,, 16m. LXXXII . Of, G. Co-
lin , Fouilleee Delpheo, III , 4, 19'.)2. Jn mo-
numento es mencionado por r1utarco , o ,cit . ,
1
XXVIII , 2 y otros autoreo , Plutarco d ce que
el. monumento tenía primero uno estatua <'te oro
de rerseo, que Emilio suati tuy6 por uno s uyo
ecuestre en bronce, afladiéndole en lo base la
inscripción .
( 41) CIL II, 5041; OIL 1 2 , ~14 ; De~aau, ILS, nr 15t
X:-D'Ora, EJER~49 as. -
( 42 ) Aem. Paul., IV, XIX os., XXVIII , lea., :XXX
aa., XIDI, aon elogioo o detalles de nu maGná-
nime actuaci611 hacio loe vencido~.
( 4J ) Plut., o .cit, , XXXI, 4 ea, Atlemáa de loa ibe-
1
roa,part ciparon deatacodomente en ous funora-
les ligures y mflccdonioe, es decir, loa m.1tura-
les de loa escennrioa de ous mayores v ic toriEll'J
bélicas.
( 44) Livio, 4J, 2, 5, R.c. J<nopp, op.cit,, 175, J,oa
otros tres patronos de lo miorno ce.uc,o fueron
PCJCic Cat6n, Cornelio Escipi6n Nasica y ~ulpi-
oio Galo. De ellos, tres como mínimo habían
ejeroido mando en Iberia. Según MUnzer (RE ,
319

s.v. Sulpicius, no 66) y Knapp. Sulpicio Galo


pudo haber participado como oficial en una pro-
vincia hispana, afios ante~.
( 45) AsÍi García y Bellido, CAAI, )J y "Las colonfoa
rom¡maa de lliepania", ATII5E29, 1 959 . 509; IVil-
son, op.oit., 15¡ IJ. G'ilT.aíerer, op.cit., 7,en-
tre o·Eros.
( 46) Op . cit., 113. Parece inclinarse (nota 29) por
urba. visto que Italica es del género femeni-
no. En efecto, la oonatrucción vious Italicen-
simn sería anómala visto el texlo de Aplano
T!oir. , JS). Un argumento similar usaremos más
aili!ii"nte para sostener nuestra propuesta de
oivitas.
( 47) n. c. Knapp, ibid.
( 48) Wilson y Galeterer, loc.cit. n. 45.
(Y49)
( 50) No sabemos si entendemos bien al Dr. Knopp
ouando Afirma (o\ . oit., llJ-114): 11 • • • Hadrlan

•••• wonders tha Italica would not be more


happy wlth ite OV(l1 mores et le~es ••• thia could
mean that, at the very least, .talica had at
the time a municipal constitu~ion similar to
the Italien towne and, at tho most, that in
about a.d. 100 Itnlioo had ono based upon ibe-
ro-punic traditiona. 11 Porece que Knapp hoce
esta ef1rmao16n boaándo8e en el paralelo cuso
ele lJtioa. citado con el de Itálica por Adria-
no en eu di:JCureo. Pero deducii· que u Italica 's
conatitution probably cornbined botb influen -
cea, for the population seems to hnve been a
mixed one 11 nos parece muy di scutible, yp.. que
paro ello habría que conceder un peso a eatn
hipotética población ibero-púnica que no nos
consta. on absoluto. Sin ir 1náa lejos. no hay
rastro ni en la epigrafía ni en la onomtfoti-
ca citada por las fuenten como perteneciente
a Itálica que no sea eotrictameute· latino o
romano. En nuestra opinión , todos los munici-
~fr tenían sus propias nloreo et let;es.-co:n--
erencias o veces notables entre sus cons-
tituciones legales, atll'.lque aigutoran patrones
comunes. No parece lógico que \,lJ'ln ciudad , por
ejemplo, cuyas e.cullaciones se distinguen en-
tre le.a hispanas por su carácter fuertemente
romano. tuviera le~s con tratli-eioneo púnious,
y ni siquiera ibéricas. lTosotroo enmarcamos la
320

alusi6n de /ldriono, a través de Gelio, o la


autonomía de Itálica onteo de nolicitar el
status colonial precisamente dentro del tono
general del discurso, cuyo tema es las dife-
rencias entre municipios y colonias, Vid, F.
Grelle, L 'autonomio oittodino fro Tx·alaño e
Atlriano, M&poles, 1972, 71 as, in llec;o a il'l-
Eeresantes conclusiones sobre este tema y:,
concretamente, en cuanto a la fecha del dio-
cuf'so, que fue entre loo años 110 y 121 d.C.
(op,c1t., 76 es.)
( 51) Normalmente en el sentido de que munioepe,mu-
nioipes no se refieren estrictamente a un mu-
nlolpio legalmente establecido, sino una mane-
ro de expresarse de manera general. Ya tendre -
moo ocasi6n de volver sobre ello.
( 52) 5e trata de Aplano, Jber. 66: menci onan un
cuestor de Q. rompeyoeñ el ai'1o indicado . Fue
enviado por éste desde C6rdoba para encontrar-
se oon Vir.iato. Apiano lla111a a Marcio 1<.vA ('v<
"lf., "\\~tll l.i.c. I\ J A.l,1' ~ ., , l•--<A,Kr\\, Para noso-
tros 'ttabría que discutir si este ti ¿.A_vs utili-
zado por .Apiano para Itólico en este momento
quiere deoi,r o no que Fle 'tratu de wu:i oiudnd
plennrnen te organizada, oon un o'tn tuo le8al d c-
finido.
( 53) Los reversos mds oi'ínifi ce tivou de lae eouiia-
oioneo RUBUsteoo y '&iber:Lanas de IttUico tie-
nen un cerácter purnmonto romano: soldado en
pie y Rot,:A; figura toeoda en pie y GEll(ius)
POP(uli) nor.:(mani); lobo con l on Bemeloe y
MVNIO,ITALIC., para l es de época de Aur,usto,
y los reve1·soa de lo de Tiberio: nra con l'llO-
VIDfüTTIAE AVGVS'l'I, Germ6nioo y Druso y po:r .Lln
ot-uila entre insignias. La v1llo1·acl60 de er.to:-1
reversos ha sido destacada , entre otros , por
Gorda y l3ellido, CAAI, 70-71 y, e:-1¡,ec ioh1cnte
por F. Chavea, Leanioñcdas tle Itl1lica , :;e\"illo,
l '173 , paasim, quien destoca loa semejanzas en-
tre los runonedacionea de I tálica y Emerita, y
c6mo, dentro de ellas (op.cit., 112 so,), Itá-
lica "immflR e sus ttpos una v1talitllld tro.rJi-
oional cuyo aignificodo puecl e alcanzarse y -
conservar su validez en oatla rincón del Inrpcrio ".
Esta autora reconoce además en los r eversos
tipos como loa de la cornucopia o el Oupricor-
nio y Livio. Gobre el e igni:fi coclo propn~andis-
tico y tradicional ele loa amonedacionM, itall-
oeneee, op.cit., )6-45.
321

( 54) Vid. supra n. 41: 11. 4-5: ... Agrwn opidlU'nqu(e }/


uod ea tempeatate poeedment ••• P1In o(~ J ,
11) cita a Lasouta oomo oppidum stipendiarium ,
( 55) En el afio 49 o.e. : oppidum , mm1ioipiurn, oolo-
nie, prefectura, forum, vicuai
( 56) F. Vitinghoff, Corolla Swoboda,., 1')66, 226 as.
( 57) Plinio, NE , J, 18: opplda civium rornanorum (=
ooloniaeet munioiala clvium romunorum), .2.Im!-
do Latlnorwp 1 opFa libera, foederata y st;l.1>en-
aieria. Ahora ben, 001110 tenemos indlcioa para
pensar que el primer asentamiento no fue de ro-
manos o no e6lo de romanos , sino fundamental-
mente de itdlioos, a la vista , por ejemplo, del
propio nombre que ;Bsoipión eligió (of, n.c.
Knapp , op.cit., 114 y n • .)2 : E. Dadian, Foreign
Clientelae, Oxford, 1950, 206), no podemos deo-
cnrta.r, y, como se ve, no lo hacenioa,q1.1.P. el at1:1-
.!lli!. fuera de oppidum Lotinorwn,
( 58) De etyn1ol., 5, 141.
( 59) Creemos que aún no se ha publicado la excav11ción
realizada por A. Blanco, en 1973, nos parece,
en el sector occidental ele Santiponce. y ele.. :1u
cerro de Loa Polacion. Visitamos en vorioD oca-
siones loo trabajos, y nos parece recordar que
el rJ•of . Dla,11co llegó a ln conclusión de (1ltc -
se 1;rataba de un si.otema de vnllum, ac;eer y fo-
~ de la etl1pa inicial de la ciudad, es ,Jecir,
una fortificación que podrfomos calificar ue
11
c ampamental 11 , con fosos y empalizado::i o pura-
petos (a erem ac vallum e.xtruere) que difícil-
mente po r amos amar ITl{>en a . Loa materinleo
ele 1f1 exc1:1va ción incluyeron .fraGr.1en to1:1 <le cerá-
mica grieGi:t que rctr~sabun lo oronolo¡;;ín <lel -
a.oentamiento primitivo n a_ntes tlel 206 o.O. Es-
ton resul tados , que comentaremos en eJ. cu¡)ítu-
lo de conclusiones, ha11 d e unirse a. loe que ob-
tuvo más tarde el Prof. l'ellicer con su n: 1t1·a-
tigrafía en la llamnda "<;eaa do la Venun'', que
remonta el yacimiento ul · nigJ.o TV a . c ., y que
a eriín publict.\doa en l>reve en el I CoJ.oquio oo-
bre Itálica. Lo que ahora noa inte:re1,a eo lu
uusencia de tm ain tema de f ortificocioneo en
I tálica equiparable a los que rnuohas ciudades
tenían en ~poca ibárioa, de tipo ciclópeo (J .
Bernier, J. Fortea, Recintos y fortificaciones
ib,ricoa en la Bática, Salomancn , 1970, pnas im.
322

En este interesantísimo eatuclio , ambos nutoren


llegm, o la conolua16n de que estas turres, 4(,
en total encontraron ellos, fuertemenEe cons-
truidas , lo fueron por monarcas o reyezuelos
turdetanos, aliados de Cartago , por razones de
índole de poder político y oomol'oiol (op.cit.,
lJA se.). Cada ciudad fuerte contaría oon un
número de estas torres vecinas y una serie de
poblados sometidos (caso de Hasta Regio y la
turrie Loeoutona, por ejemplo). Por el momento
no hoy elementos para encajar e la Itáliou pro-
romana en ese esquema, pero lo que parece se-
guro ea que no oonooemos fortificaciones en -
ella del tipo descrito, al menos por ahora.
e 60· > EetraMn, J,2,21 Heródoto, 2,JJ y 4.49J Poli-
bio, 10, 7,f:> y especialmente Plinio, NU J, lJ
y 14, se hacen eco de la existencia depuebloa
de estirpe c~ltica en plena Turdetania. l'rue-
ba de ello son topónimos oomo Brutobrigo Obul-
oo, Nertobriga, Segidn 1 Conietorgiat DM!ro, y
va:rlos otrosi oomo el muy Iu tereAan e Celti,
actual l'etlaf or (Sevilla) . Vid. sobre e!!or..
García Iglesias, "La Deturia;-un problema geo-
gr~fioo de la Hispenia antiguo.~ AEsEA, 1971,06sa.
( 61 ) Uruns-Gradenwih;, op.oit., 16 II , 2t 26 , SJ-ll.
Parece Ber civitns el oquivolente directo de
polis.
( 62) Tanto urbe 001110 civitas tienen o au fevo1· lo
ooncordancio con lo que parece no un r-J\111tt111ti-
vo toponímico, sino un noje'Livo étnico . /\11í
entendemos en principio la froac de Apiano yo
citada sobre lo fundnoi6n: " ••• Esoipi6n ••.•
en una ciudad •• que llom6 Itólion ." JU 1n'l.-
cio.l adjetivo parece mon tenerse en el nomli1·0
ele lo i!olonin.
( 63 } Concretamente CIJ, I , 543,., IX, 4802, ele r.•onte-
leone1 L. MW1uniuci coa / vico.
( 64) A. GI y Bellido, ERIH',oit., 9, R.3 , 1J9, 145,
148, eto. -- -
a::---~--.... :: .. -
323

N2 60.- Fragmento de ww teguln ele borro cocido. r.:edi-


dss m~:x., 15.J x 11.5 x ?..5 cm. l.'.useo Arr¡ueo-
16gico de Sevilla.

.
L VII GF Lóm. XLo

Légio) VII G(emina) F(elix)

lli II, 1125 y 6252, 2; r. de la Cor.tina, fil!ll-


gUedades1 51 y lám. VI, n2 22; Campos, Inscrip-
cionee . 84, n@ J2J,9; F<lez. Chicarro.' "?,'.Hita-
res"• 591, n!? 4 y 16m. V; García y Bellido,
~ . 2?. y fig. 12: M•, "Estudio.o sobre ln Le-
gio VII Gemina y au camp11mento en Le6n", Legio
fil, 592 y fig. 52 nq JJ,

l~:rta teguln f'ue d escubicrtn anteo rle 18f.O, fe-


cha en lo. que, ge~ún la Dra. Fr:lez. Chicarro, entró cm
el r:.useo .V fue inventariada con el n~ )417. A erita ob-
servaci6n h11y que anadir la de !!Ubner, que afirma que
en el :Museo existían otraa muchas t egulae con ie;ual se-
llo, de manera que podemos conoiderar 6~te como repre-
eentetiv.o. Los caracteres externos, dentro de cartela.,
no tienen seílales particulares. salvo la F. que sale
de oaja por arriba y por abajo.

La legi6n se creó al parecer el 10 de Junio


del 68 d.C., con el primitivo apelativo de Gal biana
debido o au creador. Sulpicio Galb~, quien la reclut6.
Bello guod i mp( er u t or ) G[a]lba pro r ep( ublicae) g easit,
dioe un epígrafe leptitano ( l ), y Suetonio afiadc que
lo hi~o e plebe provinciae ( 2 ) . eoto ea, QC ln c:i.te-
rior 1rorrocone1rnis.
· 'l'ros Un pri mer asentamiento en Clunio 3ulpl<:ia
(aotual Coruña .del Conde, Durgo.o), pnrece ¡que esta 1,!-
gio VII , perdido el apelativo de Golbiana ( J ), se -
. eaent6 provisionelrnente en Le6n, despmfo del año 69,
Como bien expÚcon G,,ircía y Bellido ( 4 ) y Roldán ( 5),
paoó luer,o del·. 68, con Gal\la , o Roma, y de allí a I'a-
nonia. El opel!!tivo de Gemina pudo obtenerlo trao la
batalla ele Cremona, donde sufrió grandes pérdidas (69
d, C.) y ae le ·debió reforzar oon reo toe de otra u otro.a
legiones, Deap,tiés de las oampaf\aa del llliin (donde Tra-
jano fue nu legado), hacia el 7) o 74, obtend~ín el de
-Felix ( 6 ) , :regreonndo para su ooentamiento definiti-
.
vo ,m Hiapcmió :haci:1 el 74 o 75, como único cuerpo J.e-
gf.om1rio en la penínet1lo. El epíteto de ria no lo ten-
dría hasta 6p6ca de Septimio Gevero ( 7 ),

En el catálogo de loa lactrillon y tejas de es-


t11 legión conf~ccionado por García y Bellido ( O),
puede verse c6mo a pArtir del siglo III d1afrut6 ade-
más d e otros ep!tetoa (Antoniniona , Severinne Alexan-
<lriona I l,1oxim1niana I Gordiana, rhil1ppiana I Dec1o.no -
TrA:lnno , Cloudio.na y ,¡uintillioºna) .

Hay te.~ timonio de que t1ivcrsao vexillationea


de ln legi6n e·stuvieron de:Jt.'.lc:,,,~an en otras ciudode.fl,
como ~orroco ( 9 ), Mé~ida e Itdlica. Ea lógico pensar
quP. ll urn11 te los conflictos en r:!l urii:on io Tingi tann, bo-
j o Antonino río (hnoit.1 el 147 <1.C.), lon refuerzo¡¡ nu-
xilinre 1:1 rl.c '.!'. Vario C] emente fueron lo;~ !J1lricr i too a
la legión VJ.I. P<?ro, sendo a lo qne nhorn noa i.n ~r·r0:.w,
lo aporició11 ele ~1:1t e ~ otros muohon ladri.ll.011 ·s tC',jas
con la mnrcn de lo l<?ci ón en Itálica no.-:1 clr.i pie para
pensAr, no ya C'(ue hubiera unn voxillotio permanente en
325

la ciudad (cf. n9 70 aquí). sino que ~st~ contribuyera


de manern efectiva a la planificación y ejecuci6n de
algunas de lae conatruceiones de lo nova iu-be, como -
· el ncueducto y le red hidráulica P-n general ( 10 ).

( 1 ) As! oe lee en el curaus de Q. Pomponius Rufua


(Re~olds-Werd-Per ld.ns , .!fil, Londres . 1957,
537), quien fue nombrado p or Oa lba en l a mi s-
ma ocasión proe f ec tus orae maritimae.
( 2 ) ::; uet., Gel 'ba , 1 0. 2 . Loii élfltoe los toma mo!: r; obl' C
t odo de1lart!culo d el prof . G~ y 11ellido "No ci -
miento de l a Legio VI1 t:e11inrJ. ", J.egi o VI I Ge-
mina , Le6~ , 1970 , 305 sn ., e::,peo . 321 S/J . Bote
claro y descri p t i vo ea t udio sobre l o aitU1.:1ci6n
p olítica y mili tnr en lliapon i a durante "el niio
de los cuatro empernaore~" ofrece todas l as in
ciicaciones precisas para el estudio del origeñ
ele ln legión. Cf. E. ratterling, "l,egio", 1m ,
t. xn. 1629 ss. -
( 3 ) Comparable con lo l egio r,;acritma , reclutoda -
por Clodlo l·,'.acer en e) norte de /\frica por -
los miamaa fechao y motivos.
( 4 ) Art, ci t ., 593.
( 5 ) J ,V. Rold6n. Hie anio el e
lama.nea, 1974, .. . as. y pesa 11 . So re auo le-
cadoa. jefes intermedios, eµ:f.e;rafes, etc. cf.
la bibliografín citada por es t e autor y varios
trabajos en el citado volumen Legio VII Gemina.
No hemos podido manejar aón lo tesis de est ado
del Prof . r. le noux aohre e l ejército rom,1110
en "liapania por estar t1ún en prensa ,
( 6 ) Y no F( ideli s ) , como muy bi en aei:i da :r. 1e Rou.x ,
"Insoriptione milltaires et dóplooemeutu de -
-t:rou¡,ea dana 1 'Emp:l. re roma in ", ZPE 4,i , l ~fll ,
195 y n. 1 , -
a~ y ~allido , loc , ci t , ; Rolcldn , op . cit., 204 .
G~ yl3ell ido , nrt . cit., 500 ,
T:!l núrn·e ro de i nscripciones lle l:.i Jeción proce-
dentea de Torraco e,, i:¡upe rior con mucho n los
el e la propia León ( llo1.c1:ín , ibid . )
(10 cr . nuefltro t r abajo en r;u 20,L979 , JJ6 .
326

11º 69.- F:ro.gmento d e lo<lrillo con estampilla. Actu:il-


n,eu te, perdido.

LVII G F 1~m. XLb.

L(egio) VII G(emino) F(eUx)

A. García y Bellido, "Catdlogo de loe sellos


laterio1os de la Legio VII Gemina hallados en
Espofla", tegio VII Gemino, Le6n, 1970• 592,
nª 22 y fig, 52, 22,

Según afirma el Dr. Garo!a y Bellido~ esta ea-


tempilla fue hallada por 41 mismo, de formn oaauel, ••en
el altillo que domina por el oeste el anfiteatro de It~-
licn", en 1%J, Noootroa no lo hemoa visto en el pequo-
f'lo muAeo itolioenee, qu1.zó se perdiara en el troclaclo
al nuevo museo , en 1973, o eaté en loo alnmcenen . 1le-
llido dn noticie de otro ladrillo con aus encia de lo
L inicial , nunque hay otro ejemplo en la época t;orclia-
na de l o legión ( 1 ) .

Paro o] anterior sello y psra éstos tener.tos una


fecha entre el 73-74 d,C, (ro!.!) y el 193 (Pio) , que
va muy bien con la fa,:¡e constructivo. de la novo tu:·bs.
El alt illo que domina por el óeate el Anfiteatro co-
rresponde o lo zonn de cotA m6o altn, donde nonotroa
hemos supuei~to la exiateno!A dol castelluin divioo)· ilun
del ocueduc to ( ?. ) y dond e el rrof . l'ellicer ox covó
en 1978 las cisternas del mi&mo ( J ),

( 1 ) a~ y nollido, loo.cit,, nv 7 y flg. 58.


( 2) M~ 20, 1979, 3JG.
( 3) Rite trabajo est6 Pn prenso en el I Coloquio so-
bre Itdlica, Sevilla, 1900, e aparecer en 198).
321

N9 70.- Lápida ( ?) de nufrn1ol blanco. Ho tenemos dntoa


sobre medidast ni l~ar de conservaci6n actual.

D. M. ~·
L. VALER! MEPO
TIS. r.'.ILITIS. ).1 I,é'm. XCIVa.
LEGIOUIS VII.
5 GEMIUAE STI
PErmtoRVM
VII AHNORV. XXX
JIIC. QVI. LEGS.
DI. SIT.TI.TIR. LE

D(iia ) J\1( onibus) S( ac1•um) / J,(ucH) Vlllcri


Nepe J3tis milit i a m( ani pulari n?)/legioni a
VII / Geminae sti / 'nenclior.um / ~ tern~ nn-
noru(m) ( tl'i 4 int a) . / Ilic gui l ec,;(i)a ¡ 9 d i.
(caa) ait ti(bi) tre, r (ra) l e (via ). ·
'

fil II, 1126; Delgado, lfl:?3; r.;atute, Boaque-


;jo, 18 y lám. 1, 7; Cortino, An t igtleclede:1,
52 ( 1 ); Rold6n, Ej 6rcito , ne 621. p. 460.

r~sta 1nscripci6n fue descubierta, según I'.Ub-


ner, en Santiponce en 1815. rotutc continúa la noticia
afi.adiendo que fue adquirida por e). Conde ele Ca::in '.to-
jas, en cuya oaae de Alicante ae conservó primero. Del-
gado afiad e que luego se lo trajo "o au casa de 1.:odrid 11 •
donde. ser,ún el sabio alem,fo "debe est1:1r ahora". Ko -
se encuentra entre loa fondos df!l r,.:useo Arqueol6gico
l'ilsciqnal.

"
l'o ra l!Ubner, laa letras rlOn "de épocn m6a re-
c1.ente", Según /JU oi,merado impresión en el CIL, cona-
to. de caracteres actuarios, con tipos muy ninGuloreF.J
corno loa L muy hietoriadae y laA /\ con travesaño ver-
tical. Puo<le incluir o e, creemo:.1 1 dentro del oiglo II,
teniendo en cuente ndemáa la cxiatencia de D.t!.S. Y
no o.r.i. Lo J.eg16n, oin embE\rgo, no lleva máo que au
primer epíteto1 aunque le aueenoia d e ~ la lleva-
ría antes de Vespaeiano, no creemos que la paleogra-
fía de la inaoripci6n pueda pemitir uno. datación tnn
temprana.

Se trato de tm soldado, según nuestra rest1-


tuci6n, monipularis ( 2 ), muerto oon JO anos después
de A~lo siete de servicio, Este hecho nos hace pensar
que su eatancia en Jtálioa era como componente de una
vexillatio de la legión, y que la muerte le sorprendió
en la c1Udad mientras aervía en ella. lfo eo lo mismo
que si fuera el epitofio de un veterano. Junto con loa
selloa anteriores (nos. 60 y 69), resulta prueba para
nosotros de tol eatoncia continucula y no oooidentol.

El epitafio termina con la .f6rmula poético lli


qui legia uices sit tibi terro levia, con abreviaturas
fuera de lo común , que morcan eJ uso ele un preaente ac-
tua l, combino<lo con un subjuntivo <le valor yut.dvo ( J ) ,
y que eo e:x:p.resi6n frecuente fuero de la Ci terio1· '~:'rrn -
conenae ( 4 ).

( 2 ) Rn cl'ntrn de la opini6n <le 11\ibner, no crcernoa


que eRta }.; de lll 1:!n. 3ª abundot. /,~1cmóo tle 100-
!l!Pulol·is, pocl r:fo leernC! nl( Ortui), ru(iEWl) (CS-
l;~e mú:i improhu ble) , etc . l'exo por ocr 0 9 1 .1 ·111 0,
111 primera ocepci6n no:J nnrecn Jnóa rJ DUIJi b.l e.
los ginni'pulurés r.. von D01nn:17,ci•1."ll:i, IJ1e
/.i oh1·r.
I!onqor<lmmfi deo r8mioohcn Ueeres, 2, Koln=<Troz,
196 (ed. . Dobson), passim,
( 1 } Lín. 5 1 GEMINA, lín. 6• ESTIPENDIORVf.l, lín. 711 1
AN'NOíl.l/JO:X,
( J ) G. !leriner, IIIV, 112 y 121.
( 4 ) Ibid,, 192: ñ°clse ajustf.l exactamente , pero¡-¡:( nl
espíritu y lo mátrica. Vitl. otro ej emplo c?11 Uí-
r:lda ( J,.Gll I p;le,' liMi , o~c i t. , n r 14 0 , Jín . 1~-9:
•• , 11 11 l :,que J.c·ci.<::__'.!.Lc~n 1~ it t i bi t on·,1 l 1:•.i ;,:·:.
329

NR 71.- L6pidn fragmentada de m6rmol blanco. corres-


ponde ~ la m1t~1d inferior. r,:uaeo Británico•
Londres.

TIS. III GALL Lám. XLI y


ORVM XOIVa.
MILTAVIT
Amus XXI CEN
5 l,'!ARCI

-----/~---mil( i t i) cohox]/ tia :CII Ciall /


orum / mil (i>ta vi t / nn.nis XXI cen(turfa)
Marci.

.911!II. 1127 y Suppl., p. 10)7; J;~ntute, ~ -


guejo, 18 y liím. 1.6, Fdcz. Chicarro, "J:ili-
tnrP-a" • 594 y n. 40; G~ y !'léllido, ill!_, 22;
J.M. Roldán, Q.!M, n 11 466.

Según teetirnonio expreno de Ti'.atute, que reco-


gen HUbner y Fdez. Chicarro, estn inscripción ae dea-
cubr16 entes de 1824. Se ignoraba deapu6s au paradero,
pero oon otras nueve prooedcn·tes de I t6l ica está en-
tre loe fondos Wetherell del nri tish r,luseum.

A juzgar por el dibujo ofreoido por Matute de


la inseripoi6n anterior, del soldado .M. Valerius Nepoa,
puede eatableoeree un paralelo en cuanto n letras corno
laa A y lea O, oon un traveeafto inferior muy carecte-
r!atico de la segunda mitad del siglo II. aa! como las M 1 T.
330

E1 ~~oblema 9uc plantean eotao dos inscrlpcio-


ne", junto con la niguiente, n11 72, es la prescno fo de
uno Coho1m III ' Gnllorum y otre. , • , • ? Sngit'tnri on1m ,
a dem6s,rr~ ·1a·L~glo Vll O,F.,en Itálica, en un momento
que parece coetáne o,·

Esta Oohors IIT. Gollorum cuenta en llisponis con


otra 1nscr1po~6n de ~ia eu (Portugal) ( l ), que toin-
0

bUn indico la pertenencia del difunto a uno centuria


concreto, en aquel Meo la de TL Cleudio A'.odesto. Se -
gún Roldán ( 2 ) , d e···acuerdo con lieeoelhe.uf ( J ) , hay·
que i~enticlicnr~a con la Cohoro III Ce.llor\Un F'clix, a
le que pert.eneoieron·. loa misal de los diplomae OII, XVI
181 y lSj, ·f ee~odos é_n tre 156 y 157 d,C, Roldán c,.-pre-
se ademó.e su·s q1,tdas de que hoyo otro posible identifi-
cación con la utla IIÍ Gollorurn que a fin&e del siglo
I d.C . e:rtoba ·en Moel!lia, y oon otra III Oall . c.r. de
otro diplome. de .époc? ele Adriano, t,:unb16n en l~aurite.-
nie 'l' ingi toria , . 'como loe anterior es, Como vemos, l as -
cuatro cohorte~ ·de igual título 13e esoolonan en el -
tiempo ( 78, · !21/128; 156/57 y Mgunda mitad del nielo
Tt ) , por lo que no s~río i mpoaihl e que fuero efectiva-
men te lo mirona,:unidad.

ne pre:3entan , pues, dos posibilidmloa: co1111) un.i. -


<lades adsari tas. a ln 'J,eg io VII, pudieron particip~,r en-
tre la:, tropas ·ex HiRpania mioRn ( 4) al ~ando de f•
7nrius Clcmcns ~n lo~ oonflicto& de lo Tingitana entre
147 y 150, Y ser licenciados oon poeterioridad. Pero
puede darse tambi~n un sentido inverso a su viajes P.
le Roux nos indios amablemente que pueden ser tropa e
venidae de la Ttngi t~na oon C. Valliua ~.;aximianuo (v.
331

aqu{ bajo el ne 74) cuando los eventoe de 177. Lapa-


leografía favorecería quizá mós e~ta datación. mien-
tras que otros detnlles ( 5) la de 145-147.

Es un concepto lo qu<l ar¡uÍ hoy qur! discutir:


la existencin o no dR tropas euxilinren adscritnn dn
manera pernmnente t\ la vexillatio de 111 Leeio VI1 que
suponemos estaoionoda en Itálica ( 6 ). dentro, por
tanto, de unn provincia. inermis. raro elJo convie11e
tener en cuenta loa epígrafes italicenses nos. 67 n 74.
Por otra parte, 1 según Zwikker ( 7 ), una cohors de
ese nombre estaba en Dacia hacia 160~ ¿pudo venir a
la Bética en el 171 con Vehilio Grato Juliano? ( 8)

( 1 )

( 2 )

( J ) "Zur Ii.111 tttrgeschichte der rrovinz Vauretania


Tingitana 11 , Epigraphilca 12 • 1950, J6, eepcc.47.
( 4 ) lnscripoiones de Celeia (CIL III, 5211 a 5215).
En época de A. Pío se enviaron tropas detsde His-
pe.nis eil'I eluda co11t1·e 1:1,1urHania Ting l tana , Cf .
Th. J.1ommsen , R!5mische Geacl!_ichte (ed.D'l'V, r.:t\nicb,
197(:;), t.7, J ~2 ss. Enl°iledTcTún de 1904, t.
v , f-39 as. 8ee;ún W. :,; e0ton , hechoo de hncin 146-
1 47 (OMI 1971 , 474) A elJ. or.1 co,·reopondri:fon
l on rtlplomt•s citados fJUpru .
( 5 ) l'nrn el Prot, le Roux, en comtmici,ción cp:Lnto-
lar, le incticaci6n tle lo ce11turia <le en 1:(, f or-
<lebería ser rn:'ia anti¡;ua.
1110
( 6 ) El Prof. le Roux, cm ~11 · 1111ro u pw1to ele aps re-
cer, crRemos que ~ostiene que tal vexiJlatio
permonente no exi3tid en It61icn,
( 7 ) W. Zwikker, Studir.n 7,tn· T:a,rkusnlhüe , Amr.1ti~rc.lnr.1,
1941, 116: entre las ?9 cohortea cs tAcionndna
en Dacia hacio. el afio lGO están la cohoi·a III
Gallorum y la I Aug. Itur . Sagitt., la primera
en Hoghiz em Al tfluso.
( 8 ) w. Zwikker, op.cit., 1.70: fecha al.rededor clel 170.
V6nRe m&3 aobre ello bnjo el ne 74,
332

lí~ 72,- Frotménto de lápida de mérmol rose.do con man-


·..
cho.s blánoac, pol!iblemente de Alconera. Lleva
lo inasripción onouadrada por moldura~ aenci-
llari. ~edidas: 41 x 28,5 x 3,5 cm. Lín~ao, 4,5,4,
3,3, )~6, 3,6 y J.n cm. Museo lonogrdfico de
. rtóHcs,

,., •• ,·:.• LO
••• ,L nvrno
• ; • T: MlL!TVI,!' Lám, XLII
• , .AGI.T'l'ARIOn.
5 nATO : ..·
Q ·.::

-----((----310 ,f¿aedijl(i) Ilviro /f--3~(tri-


buno) ~111t(Ün 4:.--
SJi11;ittarlor(um) /(equo pu-
blico c1óJnnto / '[o(orclo)] c(oloniac) ,

In6dito. Noticia ~n L,A, Curohin, ~ . 192,


n2 26e>;j 1 ),

E~t e fr~gmento fue hallado durante laa excava-


ciones de 1971,'no eabemos e~aotamente en qu6 zona, si
en el teatró o··en la Cftfíndn Uonrla, que .eran los don lu-
gares de trabajo en aquel año fundamenl;almentc. En cuan-
to a los caro.ctere.(J externo~, 110n destacablee el nexo
Vt,í en linea 31 1 le.!! interpunoiones de forma muy e:Jque-
metizada y (!ler,ante. Por 3U 01,arienéia podrían feobor-
!!e en la. ,Jegund.e. mitatl del ~ie;lo II, e~pcoiolmente por
leo caracterí!!!t1cAe G, T y O.

So tratá de una inecripoi6n honoríf icn a un


ciudadano de itdlica que ha deeempeflado cargos munici-
pale!!, poaihlem!'nte edil y luego duumvir, Parece que
de~pu~~ le ha eido conoedido el ingreso en el orden -
. eouest;-e y ha c~plido su primera función como~-
nus militwn en ·una co]:iorte de arqueros. ( 2 ) De su
333

nombre sólo quedaría el final del cognomen,LO y menos


fioilmente CO, en el resto de la lín. 1 1 •

No conocemos cuerpos de sagitta.rii estaciona-


dos de manera habitual en lo península. Con esta fun-
oi6n hay algtma ala ( en cuyo cMp !'!ll la línea J' sería
mejor entender \}?raeféc]t(o) y el cursu:, en orden cJj_rec-
to) y varias cohortee { J ). Sin embargo, a 3imple tí-
tulo de hip6tel!!is y teniendo en cuentfl le. ini,cripci6n
anterior, en curioso conl!ltatar que la Cohor~ III UaJ.J.o-
tum e11tabe. hacia 146-147 en J,'.a.uri tania Ungi tana con
la cohore II Syrorum Sagi t tariorum ( 4 ) , y hacia. J.60
en Dacia con la I J\ugueta Iturae orw11 3o.¡;i ttariorum y
otras oohortee de arquero~ ( 5 ).

Si re1!1Ul ta correcto relacionar ambe.8 unidaues


"m11ita;re8, deode el momento de que los caroctere3 pa-
recen de igual ~poca y de que loa epígrafe:, mil11;arc:;i
en Ittilica aon escoaos, podr:!'.o admitirse que ambas uni-
dades actuaron juntes te1nporolmente. Hubo dos oc~isio-
nes, creemol!I, parA ello: la. acci6n de T. Vo.rio Clci~cm-
te en la Tingitana con tropi:ia, ex líispunia mj_ssa, de
carácter auxilior, hacia 146-147, y la intcrvenc:i.ón de
Vellilius ·r.rotus I uli~inue y de Valliu1J r.:c ximinnu~, fü(·-
bas contro. rnauri, ln primera entre 170-171 y lo rw:-;un-
da entre 177-78, El primero venía de Acuyo y :·acc:;donio
y el llegundo <le.ade. r.:ouritania,ñonde era procur:Hlor, Ho
hay para noeotroa datoo suficientea ptira decidir en uno
u otro sentido.

Hemos restituído en lo última línea[p( rdo)J c (o-


loniae), por el hecho de que no hay e8pacio para un de-
dicante del cual se dijera f(aciendum) o(uravit). El su-
334

jeto, por tanto, del homenaje debe hallar8e en la 61-


tima línea, Ya ~ue ne trota de un miembro de la ciudad
que ha oste!ltado magietraturae, no perece mal que s~a
el propio ~tnnd9 de la ciudad el que efectúe la deuica-
ci6n. En ene caso hay que sobreentender d(edicavit),
il!'crevit) o un término t.1imilar.

( l )

( 2 ) Aunque lo o.brev1aoi6n de tribtU1yt<s ea nor111ol -


menh T~ o TIU1~, e inchll'!O ·rtCTn f, y no ~·. co-
ta lettb ne ve con bnstonto claridad en lo pin-
za . Ello haría cobrar mno fuerzo a la lcc·turo
[Praefeo~t( o) y en este ooeo oe trotor!a <le un
ola , la Pa;rthoriun Sa i ttario1•wn . Agrodcocmot.t
e:rta · :rnr~erenc o a nues ro am go r . le Houx .
( 5 ) ·w. Zwikker , o~.oit ., paesim: coh. I Thracum
Sagitt. ' ( p. 1 6) ooh . I Ádia Sagltt. f.1!1.
EguUat,a {p. lll~ J oob. I Hennei.,en. m:Ll. c.r.
Sagltt, eguitot, ~p . 112). ooh. I Flavfo Cana-
thenorum mil. Safitt. (p. 109) y Ala I Thra-
cum vetpr. tlagit • (p. 111) .
( J ) Aelie , Olpin , Syrorwn Sngittariorum •• ,
( 4 ) V~ase ló dicho bajo el número 71.
335

NR 73.- Froemento de 1nacr1pci6n; al parecer sobre


l~pide, en caliza d~ tipo brechado. t,:ed idf18:
2.3 x 19,: 4.7 cm. (Fdez. Chicnrro). 1i:useo Ar-
queol6gico de Sevilla(?).

DOM.
STIP
V.X

----- ~[--3dom_( o f--/-i3't:tp( andiorum)fannoa


/ ---Jv<i)x(it) [annos --ji ---

Qll II, 1128 ( 1 ) ; Cn1ll11os • Inscripcioner;¡, 37


n° 196 ( 2 ) ; Fclez. Chicarro, ºMilHoren" 1 -

599 y lám. XI ( 3 }.

La Dra. Fern6ndez Chicarro en su me~cim1f1do


estudio afirma que :ie deecubri6 en Itálica .::inte8 cid
afio 1880, en cuya feoha ingresó en el P:'.uaeo, con el
n~ de inventario J.366. A pesar de ello, no hemo~ podi-
do encontrar este epígrnfe ni entre lon fondeo aJcpuea-
tol!I ni entre loe almacenados. Huctitro comentario, 1mcc 1
ha de bal!larae eobre los datos. ci todo~ y 1(; foto¿;rnffo
que ofrece la mencionacla. autora.

La inecripci6n e.:,tnba rota en curitro peclozoo,


pero además su material habío facilitado mucho eu cJcn-
composioi6n. de modo que. em efecto. parece haber ha-
bido m611 letras, que no pueden en todo cnao leerse.
Entre las línean 1- y 2• hay de~de luego espacio pera
otro rengl6n. Nuestra principal diferencia de lcctur~
el!! en la última líneo, donde no podcmog ver lo. R que
336

da HUbner, !'leeuido por Cempoe y Fdez. Chicarro, y que


le llevan a ln kestituci6n t] ur\_nm • J>or el contrario,
tras uno fractura triangular de In piedra lo que vemo.s
el! el nata derecha de una posible X, lo que no!J llevn
a proponer v<12~tit), más adecuado nos parece a ea~e
po~ible epitafio. Esta opini6n podía ser compartida
por el propio HUbner cuando dice unde l.udens apposui
haeo .l'JUpplemettta.••• {loc.oU.)

De todas ·rormas, el carácter militar de la


pieza queda Bl!l~gurado por~. de la l!n. 1• y, sobre
todo, por stip en la 20, que l!IÓlo puede cprresponder
a 1011 afios de S!'!rvicio. ~ . un.idad de divi:Ji6r1 en
las ~ do caballer!1:1, ~toi una lectura no imposible
tra tánclo11e de W"l !!!!.ill { 4 ) pero, adem,.fo de no ver
la R, debería q~izd hebertoie aitundo ante~ en ~l tex-
to,

l ) Lín. 3~ .••• tJur[ma? •••


2 ) Lín. 3~ ••• VP,,.
J ) . Lín, 11 ••• no •••
4 ) Hig;vnus, De mun. castl.·., 16; Wntson, op.cit. •
n 2 46. ·
337

NR 74.- Gran pedeiJtol de m6rmol blanco, moldurndo. !·.~


didos: 1.03 x 0.59 x o.24 cm. Líneas: 1e y 2~,
4 cm.: Jt y 4 1 , J cm.;.~ y s~, 2.5 cm.; 6@,
2 cm.; 7•. 2.5 cm. y loe re8tonte:, 2 cm. Lar,
l!netu, de la inecripción lateral, l cm. Uuseo
Arqueológico de Sevillo.

Frent&1
C, VALLIO.
MAXIr.!IAJIO
rnoc. PROVINCIAR
J;ACI.;DOJHAE. LVSI.
5 TANIAE. f,U\VRETAN. L6ms. XLIII,
TIHGITANAI~. FOílTI3 XLIV a y
/Ur.10.DVCI. XCIX.
RES. P. ITALICmm. 013.
fllERITA. ET. QVOT.
10 PROVHlCIA!,!. BAETIC.
CAESIS. H0STIBV$
PACI. PIUSTilfAE.
RESTITVImIT

Lado d!!recho, arriba:


DEDICA TA i\NUO
1,ICIJH VICTOJUS E'r
Fil BI AELIA!H IIVIHOR
PR f<l\.L IAHVAR

a) O(aio ) Val lio / fllo.ximi ano ; 3 proc ( uratol'i )


provinoieljnnt / r:moedoniae Lua1 / t aniae l.7nu-
retan(iae) / Tingitanoe fortis / dmo duoi //
33R

Res p(ublica} Italicens(ium) ob ; 9 merita et


quord1 / pr oviuciam Daetic(am),/ oaesis ho11t~-
buo ;
12 paci pristinae / restituerit.// Dedi-
cata anno / Licini Vic toris et/ Fabi Aelia-
ni duumv iror ( um) pr ( idie) leal (ondas ) Ianua-
r( i.:ls).

CIL II, 1120; De!l!l8U, lM!, 1)54; Campoti, .J.!:!Q-


cripc ione11, J9, nº 201~ Berlanga, Dronc es, 7Gi
H. Cagnat, L'a rm6e, 1913, 52; R. Thouvenot 1
nEA 41, 1939; Ji'de~. Chicarro, "Militare.a", 59(,
n9 8; García y Bdlido, QMJ., 69; H. -G. PfJ.awn,
Carr:l~r e11, 585 Bs., ne 221 y cf. nl! 100, p.
461 y nº 203, mán adclenda p. 1090. c-r. ndeml.Ís
la bibliografía citado en nota ( l ).

Niite interesante pedestal, destinotlo sin duda


a sostener la e3to.tua del homenajeado (antecedente del
d edioata del lado derecho), es de mármol blanco ele ex-
celente calidad. Su parte trasera no es·tá remato.da; el
lahral izquierdo fue pulido, mientra:! el derecho a6-
lo martilleado, l!lalvo en la :1lona de la pequefla inscrip-
ción con la fecha. Tal inexplicable dencuido en u:n:i -
pieza de,:¡ tin1:1cls. a aparecer con todo::r 1or4 honores en el
foro noo hece pen:iar que ocupa.ba uno. CD'lnina en w10 ele
l!!U.S p6rtico.s.

J,oa caracte-res de ]r.i :l.nscripci6n en sí corren-


ponden a lo 3egundo. mifotl del r.1iglo II d.C. Son C(lp:i.tr.,-
lei, con rn11c.o:, actnr1rio~ • máe flexibles que lar.: ele la
primera mi tnd del siglo y provh1ttu, rJe abundantel!I rema-
te9, ademá~ de las peculiares X (lín. 2~) y e (lín.11~).
339

Las interpunoiones 80n triangulares. En le lín. 9 1 epa~


rece guot por guod.

m, quizá w10 de le!! inscripciones hi9panae; 1116.,


oonocidas y utilizadas oeode 3U oparic16n, en 1047. Dio
lugar o muy vnriadne teorías, expueatae en ln bibliogra-
fía ·general que hemoe oi te.do. El problema hi:<Jt6rico n
que de lugar se naldrío muy aobradamente del tipo de -
oati{logo razonndo que nos hemo:, propuetJto desarrollar
aquí, por lo que '-'U estudio en profund idnd hcmo:i tle d e-
jarlo pera n11h1 adelante, en forma dr:- monografía aepar,1-
da. Aquí :sólo esbozaremoa uno:J opuntes 30bJ•c ella.

La cronología de la inacripción fue atrib11.ída


por una gran parte de le bibliografía citada a lo~ nfios
172-175 d.C., m ,poco. de Mnrco Aurelio y Lucio Vero.
Sin embargo. la epnrici6n en 1957, en un lugnr próximo
el foro de Banaea (Ueuritonio TingitAnn), de un inte-
resanté,por varios conceptos, documento, le llemadn ~-
bula Denasitana ( 2 ), vino o fecha:r dn •luda alguna
la procuratela de Vellio Maximiano en aquella prpvin-
cia en torno a loe ai'ioe 177-178 d.C. ( J ). Aun aeí
puede discutirse si la aotuaci6n de e~te fortinsimu~
duz ( 4) en le n~tica fue antes o durante su pr.ocurn-
tela mauritana.

Tambi~n la mayor parte de loa eotudio:Jol'I han


identificado en eetoe hostee cae~i R lon ~ . que ha-
brían invadido le B~tioa en doo oco~ Jonen principale$
( para otron tres) provocando w-1 bell um inourorum , r.1cncio-
nado en (11 otro epígrafe honoríf:lco de VuJ.lio rax:liül\ -
3~0

no, procedente de ln tnmbi~n li~tioa Singilia Barba, ac-


tual An~equero (Málaga) ( 5 ) , cuyo orie;innJ. l1oy en día
eetó per<li<lo. 3egún todo11 lo~ autore~ prdcticamentf>,
Vallio r:nxir.iiano :,e habría de:,plaza(lo con tal motivo
de~de ln 'ringi tana a ln Hét len, con tropai:,, rnrn ~ofo-
car lol'.I atropelJor.i oometidos por lon ~ ( 6 ) , de-
volviendo ne~ a ,la provincia a su pax pristina.

En el estudio que hemos prometido in~entnremoe


analizar deteniaamente todos los elementos de este -
problema, pero hemos de avanzar aquí que es nuestra hi-
p6tesis que el tema de las invasiones d e ~ en la
B~tioa nol!I parece que ee ha convertido poco a poco en
uno de los lJ.amadou "fantasmas hist6rico:, 11 • Pueden hoy
dincutiri,l'! en torno a H desde determinar.los po.l!laj,:~ de
la !Ibtorio Augusta haetn la l"lxit!tencia. de un bellum
maurorum y ciertae, foman de ~:xp:ree16n to.nto en el epí-
grafe i tol icen3:e como en el antequerano, lna suce:sivacr
dataciones. lo 1dentidad de loe invasores, aue auténti-
cas rnotivacione.9, lacr zonal'! que /lle :denten en peligro
Y se fort:l.fican 'y lna que no lo hacen y, en fin, una
larca ~erie de oueetionei, que hacen de ésta una de le.:i
mifo apanionantes in~cripcione1:1 (?ntre laa d<) :Ct611cn.

( 1 ) Vnlliue 11 , por n. Jlanslik, JU::, V'HI-J\ 1 , col.


11

~1:l7, n 9 .l (potiiblc hijo de c." VolJ.iu::i Rufun) ;


O. Hirschfeld, Wien . Gtud . VI, 12) ,4; 'l'h. f.:omm-
Mn, RBJhioche GMchichte V, 6)9; trebercley,
Ar.ch-e!lgr. E.Ht ·. 13, 190; A.von I'rP-m~rntein,
lflio X I , 1912. 167-7B1J. Ce.rcopino, J,c !.:ni·e o
rnque; rarí:!, 194J, 270;Fdcz. Chicun·o, Guías
del museo, de 1941, 1947, 1951, 1969 y 19 U ~
P. :lomanelli, Storia, noma, 1959, J66-J72; J .
r.P ni.foquez, ''La c:rLds del si('.lo II 0 11 1Ti:;pa-
341

nia y r,íauritanin", :fisp¡nlu 28, 1960, poonim;


id., ••neior.iones en re 'iopanio y flf1·lcc, dcl'ldc
!os tiempon de Ale,1ondro l.1agno hootfl lo llet;o-
da tl e los árabe~", Die Al;nbern in der ol ten "/~lt,
Berlín , 1969, t. V,2, 403-4134; !.l. Hachet, home
et lee Derb~res, Bruselas, 1970, 203 ss. y91JS'-
986i J.Mo Blézquez, "Huevo documento relativo
a la invasión de moros en n~tico en la 6poca
de Marco Aurelio", Studi ücherillo, r:1lún , l972;
id. , "filsponien unter Antoni.n en und tieverern",
"K'ilRW II ,J, nerHn , 1975, 50A oa .; A. l.ontr.ne-
gro, "Hispania en el alto imperio", on J . t.1.
Blázquez y otroe, llio t:orio ele r.a~n iia c,n tigua,
II, Madrid, 1970 , 29(), e:ipec. 33 ; t.1 . Uigmon ,
"The Roman and the Inrligeuous Tribes of r.:ouri-
t ania Tingi tena", Hi3toria 26 , 1977 , 4l5-439;
contra , E. 'Frézouls, "home et lo 1·.lourtHanie 'rin-
giteine: 'un constont d '~chec?", .~ntAfr 1 6 , 1980,
65-9)i M. D~nabou, La r~siotenca t.fricaine ll
la romanieation , Parla, 1976, l5l-l5J , 150-9 y
n. 192. V~ase aun más recientemente J. Arce,
"Inestabilidad político en Hisponia -durante
el siglo II d.C. " , AEspA 54, 1 981 , 101 ss. , c.:i-
peo1almente 105-110, que nupone una reoopitu-
lación de la bibliografía preced ente, No está
aquí, sin embargo, toda lo literatura que de
alguna manera tooa el tema.
( 2 ) W, Seston y M, Euzennot, "La citoyennet~ ro-
maine au temps de r,1aro-Au.rUe et de Commode
d'apr~s la Tabula Banasitana, CRAI, 1962, )17-
J2J. Diez anos deepu~e publioarooel texto oom-
pleto, oon fotografía y eetudio más detallado,
"Un doseler de la ohancellerie romaine: la Ta-
bula Danasitana. Etude de diplomotique", CRl!
1971, 468-490. Este documento ho producido"tam-
bi~n con posterioridad varios trabajos , que -
pueden encontrarse en J. Reynolda, "Roman lns-
criptions 1971-1975", JRS 66 , 1976, 182 y n .
9), singularmente el de?i.N. Sberwin-White,
"The Tabulo nanaaitona and the Constit utio An-
toniniana", !!B§. 6J, 1973, 09 as.
( J ) La novedad fue incorporada ya por 11. -O . Pflawn,
op , cit., addenda, t,lII, 985-6 y 1090 , sin ex-
tenderse en nuevas consideraciones en torno ol
cursua de Vallio Maximiono , aunque abandonando
au vieja idea, ya imposible, de que Vollio hu-
342

biera desarrollado su prpouratela ~ . en épo-


ca de Severo y Caracalla. Lae oaraoteristioas
do l a iru,oripoión y la titulación de e(gre~ius)
,&r) que ~e le da en el epíg1·afe de Singil a
"íliIL II, 2015 ) hubieran sido en efecto rnái, -
prcipias de esa fecha (of. o~.oit., t. II, 590,
no 221 ). La insoripcion de tñlioa tiene un
elemen•fo <le datación en el margen derecho: el
Jl de Diciembre <lel afto en que fueron duoviros
Fabiue Aelianue y ~iciniue Viotor (v. c. Cae-
tillo, "oeopograpbla Daetloa, ª•""'• 1 "Stltd-
te und 1'reonen der Baetioe 11 • ANRW II, J, so-
bre los Fabios y los L1o1nios eneata provincia,
ad como nuestro trabajo en Habits 9, 1978, -
29J H.,) Pero oomo desconocemos los Cesto~ lo-
cales de Itálica, este dato pare nosotros per-
1nanece mudo, ealvo pare. fecharloo, a la inver-
sa, en torno al 177 o 178 d.C. Por ello se ve
que Fabios, Licinios y Aelios no han perdido
aparentemente su protagonismo anterior en la
otudad. . ·
( 4 ) Sobre e$ta peculiar expre8ión, v. el trabajo
póstumo de R. Smith, "Dux, praepositue", en
Z.PE 36 , ·1979, 263-278 . fJegúi, 61, dux es un -
termino . ~~cnico introducido por Septimio Seve-
ro pa;ra indicar a un general a l que se conce-
de po:dbilidadee de iniciativa"within ce:r.,toin
prescribed limi h". El arranque serio p¡u,a él
Fabio Cilón y les campanos contra Niger, sin-
gularmente lo de Perintho. No maneja Smith el
ca so ele Vallio tr.oximiano , que es dux en 6pooa
de Cómodo y de dos cosos anterioriil(art.cit.,
27J) dice que no tuvieron car6qter Ucnlco.
Uno de ellos• Claudiua J!'ronto, ea llamado en
el 169 d.C. fortbdmus dux, amplisaimua prae-
( ; ) CIL II, 2015 (ILS 1354a). El otro documento,
además de los treo ci tadoff, de Vallio P,1aximia-
no, es una dedic,aoión suya a las ninfea en /lin-
Schkour (Volubilirf, tiaur,Ting.) 1 M 19)9, J.66.
( 6 ) Bapeelalmente basaaos en Vita Sev. 2,4 ( ••• ~uod
mauri Baetioam pofulabantur ••• ) y Vita Maro,
21.1 ( Cum mauri II a aniaa ro e omnei, vastaren·t,
rea er e a os ene es ae sun • ay que re-
oonooer que ~OªU or, OOfflO VBl!I are, no dejan mu-
cho lugar a u aa, a peear de au claro cardcter
hiperbólico, pruente en ••• Hi1:1panias prope omnes •••
343

:Ffll 75.- Fragmento de pedestal de piedro arenácea. llo


hay datos ~obre l!IUS medidas. Aparentemente,
se perdió •

.
••• MC.I'RO •••
••• R TR. MIL. L •••
PATR •••

---- / [- - -provi]nc ( i ae ) pro ~(ur atori ) --- /


--J r tr( ibuno ) mil (itum ) l [eg(fonii, ) --j ¡3
pa tr{ono ).

CIL II, 1121; García y Dollido, ~ . JS.

De el!lta bnaa rota dice HUbner que luego fue


transformada en capitel de columna, lo que da uno idea
aproximada de su tamal'lo en tal momento, pero no del
original. Fue de!!lcubierto en 1850. y luego pas6 11a ca-
ea de Manuel Silvan• donde ee coneervaba. ?lo hemo11
podido dar oon eu rastro. Según afirmaba el propio
J!Ubner, los caracteres eran 11 6ptimoi, de época de Au-
gusto". Es difícil suplir con uno mínima cflrtezn ee-
te texto.

La restitución del oabio alemán, que no com-


partimol!I, noe parece un poco or rie::iga da : ce. Titio ••.
pro o( Ul:'8 tori) pr oviJnc( iao) pro Le( uratori) vie( tJ Oim1e)
h e] r(editatium ), tr(ibuno) mil(itw!)_lb-eg (ionii,) .. J
pa tr(ono) . Creemos (JUe no hay una base suficiente. :'.:ie-
gún esta lectura, tendríamos un cursul!I indirecto de
un miembro del orden ecuestre que hn de::iempefio.do un so-
lo puesto militar, pai,nndo a un puel!lto sexagenario (ln
344

fi hereditatium), y de 11,e uno duoenario, ya que se


eupone que la provincia mencionada sería la B&tioa
( 1 ). Faltaría, pues, un oa:rgo de rango centenario,
adem~s de la &U!fenoia de menoi6n de la provinoia, lo
que nos llevar!~ a entender err6neamente proourator
provinciae Baetioae, oargo que en ,poca de Augusto no
conocemos ( 2 ) .:

Tampóco.la proouratela XX her. eatá constata-


da al menos hasta fines de &poca flavin ( J ). 3uplir
esta. proouratela, adem~e, con une oola n, no ell bastan-
te. Crecmor.,, poi: tanto, que hay que ver en este ep!.g1·ri.-
fe el hoinem\je n un miembro del orden ecuc8tre que,
por rozonE-11 que de:!loonocemos, ha llego.do a i,er patrono,
po~iblemente de la ciudad ( 4 ). Según Bellido ( 5 ),
entre loa cua1;r? patrono e que hasta ahora sabemos, po-
drfo ser de la segunda mi ted del siglo II. Pero ello
i,ería. ignorar 1~ apreciaci6n, que ereemoi, rei,petable,
de Illlbner, 01· ~alificar la paleografía como augustea.
J!Ubner no explica• por otro parte, en qu~ se basa po.ra
re~tituir el gentilicio como Titius ( 6 ).

( 1 ) Así lo. recoge llormand , I'atronat ••• 210, por lo


que cataloga u eete ignotua entre los pntro-
nos-procuradores.
( ? ) fjÓlo con·ocemos W1 procurutor Caesari.o Auguati •••
in llb o.nin rovincia... de ~poca de JI ugm,to
. e av u¡i i.>8 a r: 11.-a. Pflawn, Procura -
t euri,, y Carr res, t. I, n!I l}, p ero hny
qui!) euponer que se trato de la Hir.[ania Citc.-
rior Tar¡raconensia, y de hecho, l'. : aum (o~ . c H . ,
15) lo i]emuestra acudiendo a un pa,oajtl ele . <HU.o-
to dloclecianeo: ab Oriente in Spaniam viginti,
· ab Oriente 1.n noe tlcam viginti duo , a b OJ ·lcntc
in .Liys ltania.111 viginti aex.
( 3 ) ll. - i:. J'flmun, l'.roourateura, 323 ( cuo<lro er1tre
los nños 70 y 117, a partir de r. rrlfemiu3
r 1ie ~1,1,q (n~ 71 ). En todo cr,wo, pnra Roma es con
345

'.Nerva ( Pfletun, Car1·ieres·, t. I, n11 54 (Ti. Clo.u-


diw, Pollio) •
.( 4 ) Ho hay que deecarte.r que "e trate de un homena-
je pri~ado dé uno de sus clientes.
( 5 ) . Loo.cit.
( 6 ) Esta restituoi6n tiene un curioso paralelo en
la que hace Blanco (Historia de Espaf'1a dirigi-
da por Men~ndez . Pidal, l982, t. II-2, 590 y
615) de la T 1nio1al del nomen del oegtmdo de
los pontífices que apnrece'ñ'eñ la int1cripción
de la orcheetra del teatro (cf. aquí n R 49 ),
tambHn oomo Titius.

---~-----·
II.6.- nlSCRirCIONES Dg C:AHACTlm FUJmHARIO
·,
3 4'1

NR 76.~ Poeiblemente lápida de mármol. Mo hay ele.tos


~obre medida~. Actualmente, perdidu.

D. t.~. S.
ti!. ACAENAB. RVFO. C
IMFANTI. VIXIT. ME. III
D. V. H.S.E. S.T.T.L.

D(iis) M(anibus) S(aerum) / M(a:rc.o) Ace.ena e


Rufo c(larbsimo) / 3 infnnti vixit me(nsibu3)
lll / d(iebul!I) V. Il(ic) a(itun) e(at) s(it)
t(ibi) t(erra) l(evis).

ill II, 1137; R. Caro. Chorog, fol. 153 v.;


Zevallos, I tálica, 139 (· 1 ) ; Ceán, Sumarlo,
285; latute, Bosquejo, 121 ( ~ ).

S(l!gún Zevallos, esta "piedra" rse halló en el


sspulcro de un niflo, quizá de la cercano necr6pol1a
de La Vegueta, ya que Caro, él y !'.€!tute ln vieron a
la entrada del Monal!lterio de San laido.ro. Como era.
de esperar, no hemos hallado ra3tro de ella. Laa do~
leotural!! propuestee, ln de Caro, que recoge IIUbner,
y ln de Zevallos son distintas, pero ambaa verosími-
les en cuanto al texto y au distr1buci6n. J\mba.3 :fa-
llan en el gentilicio, ya que no exiet~n ni Acaena ni
!!ID!!• IIUbner proponía M. Ac~nm1e nuro, que debe ner
lo oorrecto. aunque anedi~ndole otrn c.

En la línea 2°, al final, .Q creemoe dehe de-


sarrollarrse c(larinsimo), oon lo que oircunsoribimos
348

el ep!grafe a partir de la aegunda mitad del eiglo II


y a un hijo de familia senatorial. Confrontando con
otraa inscripoionee conocidaa, resulta que la familia
Accenna e:OJtá :repreoentoda e61o en la :t3ética ( J~, a
excepci6n ele un .. itálico 11. /\ooenna Cosil1ar1uo ( 4 ) •
Do~ in.scripcione~ oon de Sevilla ( 5 ) y Alcalá de -
Guadairn ( 6 ), y un tercer miembro, M. Acoennn Satur-
ninue, es oriundo de le. Dética, de la tribu Galerin y
proc6nsul de la provincia ( 7 ). Las doti frunilio.o ci-
tadas en eoton ·ep!grefee, los Helvil Agrippiie y lo:.,
Accennne llelvi i _Agrippae , eatán relacionadaa por $clop-
ci6n de los Hgµndo.s hacia lo.1 primerol!I. I,a.s fecha3
oDcilan en torno a loo eigloz I y II d.C.

F.n cuonto a nuentro clo :ei.s.simuo illfans , ll.(')Va


como proenomcn t."arouo • el mü1mo que uGan lon dern61!! -
miembroe, y ~u cognomen , Rufui, 1 se cuenta entre loa
mái, corrien~e~ de le '8~tiee. Por ello crf!emot.1 acepta-
ble incluirle entre lo!! Helvii Accennae. Por loe sufi-
jos-,!!!!!! e -!P.I!!, pensamos que ae trate de las fami-
lias más purnrnente itáliona. en este caao de origen
etrw,co ( 8 ) • anntadai, en la lliapenio Ult.e rior duran-
te la República y, por el mismo motivo, de lea máa ran-
cias de.Itálica: Loa Helviit (11 general, están bien re-
presentados en la B~tioa, en algún ceao oon cognomina
tan reveladores como Tuaou•• ~ . Silo o Tuaoilla (9).

( l ) Lín. 2 1 ·M. AENNE. RVFO.

.
Como en n. l.
( 2 )
( J ) PIR1 a.v. 4, n 24, y ,m4 • a.v. llel viu:;.
- 111

( 4 } CIL XV, 7367.


( o}

( 5 )
lensium im , ensai funcris statµom / locufü
se ultu.rae <'lecrevi t. M. Jlelvlm: A ri e
12a ter honore u::tuD im >r.1wnm remini t . l:l:! de
dea ocar que el difunto pcrten~cfo o la t:rll.-,1
Sergia, la propin de n ,íl:l.cn. E~ posible ([lle
omho,1 fueran originorioll ,1" r.:,tn c:!.udatl y no
de Hi$pB1i~, a pe~or de los honorea qur. J ~~
rinde el 11enado hiopalf'!nrM. Por otra parte,
ello no ea raro, ya que los vit,culncione::, en-
tre distintas ciudades bftioas en ,poo~ impe-
rial ae pereibS1oon mucha fuerza. Una inscrip-
ci6n in~dita de C6rdoba ~efiala unn serie de
honores deoretado11 a un cordobé~ por el aenu-
. do de Aetigi (Eoija, Sevilla) y cumplidos en
la propio Cordubn.
( 7 ) CIL XIV, 3505 (Tivoli). Su eopoo.a rn<! llwns odc-
míis At.ilia :Balbilla. Vid . l'Uloden, HE , o.v . Accc-
™• no l. Fue cues1;or, tribuno <lelo. plc be-,- -
pretor, proc6nsul de la Ilét~c11 , p o:'lihlomente
bajo Trajano o Arlr i a no: Prn ·, a.v. 24; n. n:r-
me , Tacitm,, 785¡ G• .AlfoTay, _Par:iU hifit'[ll;l.'Ü cn-
~ . 171 y L.A. Curchin, ~ . 190, n11 249 ,
( 8 ) Schulzti!, Eie;ennamen, 6(, y 34.1,
( 9 ) CIL II, 560 (~fri<la), ?ll~ (Arjana, Jn~n) y
ffl9 ( C6r.rloba).
350

lfl! .77.- Lápida de m1frmol blanco. J,iedid&s: 22.5 x 22.5


x l. J cm. Lineas de 2 cm. ealvo la 50 • de !.2
cm. Museo Arqueol6t;ico nacional. alJl\acene:!l,

D. l~. s.
T. .AELIVS ASSA
TVS. V .A. P.M. X..W LMl. XLIVb
PIVS IM svrn. y CIII.
5 S. T. T. L.

D iin) M anibus) S acrum T(itu1J Aelius


At; ~iu / tua v(ixit) _a(nnos) p(lut.1) m(i11ua)
/'J':f / piul'J in euit.1 / s(it) h(ibi) t(erra)
l( evia).

CIL II, llJO y Suppl. p. 8J8i J. Rada, Muzeo


7. 1876, 262, Rivero, Lapidario• 42t nª 1J6;
dibujo de D. de los Ríos, Gali; Historia;l46.(1)

HUbner deoía que eete. inacripci6n ae conl!!ler-


vnbe "en oai,a de M. Almonte 11 • De:ipu~ei, en el suplemen-
to, que pn86 a la de Caballero-Infante. y de allí al
Mul"leo Ai'queol6gico nocional. entre cuyos fondol!I apare-
ce ya publicndo por 11ada y Rivero. con el nll de inven-
tario 16.641.

:3e tratfl de una ldpida del tipo mtí13 corriente


en Itálica, cumlro.<'ln, con co.racterea. como yo l'leíín:to-
ba H•• ele,:o mediocre!!, que pudieran llevar.-n ~ ol r::l.glo
III d. C. Ello vendría e poyar.lo ¡,or fo aparici6n de lo
f6l."mula pl.u:1 mlnua paro. la eda<'I, que ee:r,(, 'frecu<m ~e ~n
351

la epigrafie. orbtiana posterior.

Lae interpunoione• son alargadal!, en hlidera o


en puntot muy curiosa la dltima. La~ A sin traveaafio.
Hay numero.so:, rematee curvo.5, i,obre todo en T y L. I.ao
V son abiertea, curvadas e inclint:1cla::i JiaciEI la izquier-
dat y las P ain oerrart rasgo muy típico de la uncia-
llzaoión progreeiv~ de la.escritura capital.

La lectura de la l!n. 2•.


donde Wta fractura
rompe diagonalmente le pieza, ofrece dos posibilida-
dest AELIVS, como HUbn~r, o ATILIVS, como Rada y Gali.
En el texto. sin e~bargo, leemot, muy bien Aeliua. En
cuanto al oognomen, Aseatus. no aparece recogido por
Ka3anto, lo que•• raro, ya que á6lo en Hiepania, oon
f•t•, hay tres ejemplos { 2 ).

·'

e1 > Rada y Oal1, l!n. 2·ATILIVS.


( 2 ) ~ II, 1457 (Estepa. Sevilla1 Egnatia Asna.ta},
y 2686 {Le6n1 Aesatus).
352

N!I 78.- Pequef'la lápida de mármol blanoo. de grano eom-


pec to. posiblemente reaprove chado. Jiedida~: 22
x 22 cm. L!n~as. la 1-2 1.8 y 103 demás 1.5 cm.
Mu~eo Monogrdfico de Itólica.

D. M. S.
AEL. EREmn L~. XLIV'bis.
VS. V'IX. AMJol.
P. M. LXV'.
5 II.S.E,S.T.T.L.

D(iis) lfi(ani bu:o, S n crum Ael( i us J er en -


ni / u:, vix (!t) ann(os) / p(lus) m(inus) U.V/
ll(ic ) s(itus) e(i,t) a(it) t (ibi) t( erra) lli-
vb).

In~dita.

E~te segundo de loe siete ru!,ill que noe pre-


senta la epigrafía funeraria de Itálioa lleva la f6r-
mula tardía vixit anuo.:, plue minuo . E:, int~rese.nte,
porque de ~llos cuatro la llevan, lo que indica al me ..
no!! siglo III y, a juzgar por el D.M.s., no son c:rb-
tianos. La paleografía acompafta esta considerac16n,
con aua capitales actuarias bastante degeneradan. Lo
único dutooabl'e es el nt'!XO LX en la Hn. 4 1 •

En le l!n. 2ª creemo.:, hay que suplir(H}erennius,


que resulta m~s correcto. No es propiamente un cogno-
!!!!lli. E~ uno de 1.on mát'I aroaico:, praenomi na formados en
dialecto!!, ~n el!te ca:Jo del osco llerennus . Loo cogno-
mina que ae formaron n partir de este praenomcn fueron
He r ( r) enu1J , Herenni anu~ o llerenniol a , pero no lleremnl u:1 ,
que ea ~ · . Ha? otrt6 Ca.!JCB en Itálica (n" 88 y 120).

( 1 ) f;chulze, Eigetmnmen . 42 .
353

M~ 79. - Fra¡;mento de lápi<le. en tntfrmol blanco. tedírl.ao:


16 x 15.8 máx. Líneas d~ 2.J, ?.J. 2 y 1.8 cm.
l\luBeo Arqueol6gico d~ ~;~villa. •

.
• • • I. M. IX•••
••• AELIVS. FE ••• Lórn. XLV o

..
, •• ORI. KARIS, •

.
• • • E. S. T. T••••

-----/[Aelia? --- / v(ix it) an( n i z ) ? - - - / -31


m~em,ibus) I X [¿ d (ieb ua)?---/)Aelius Fe(lix ?
/ sorJori karb[9(imae ). / H( i o) a(itn >Je(at)
s (it) t(ibi ) t(eua) [l(evb)J.

G. Vernet, BullAntFr, 1897. 134; M IX, 1


(1903), 75, n 11 19J ( l ) ; Gufon del Mmreo,
1941, 1957, 1969 y 1980, 94 ng l.

E.stá rota por los ouo.tro lados. Creemos que


pueden falterle tres líneas. La primero con el D.r.:;.,
la segunda con el nombre de lF'l difunto. en nominativo;
la tercera la f6:rmula de la eclacl, cuya últi1n11 c.lfra
~ería I, 3e puede suponer paro ello. el Bentilicio
!!l.!!!, como l!IU hermano, cuyo pJ:acnomen folta en lo
piedra. El cognomen ~ e~ P.~-:trer.w<lomente común.

( 1 ) L:l'.n. 1• IRN.IA (acil. • (Ae l( i a e) FJlrm:1. ~ ~


J.ín, J!! VAIUS ( ~ . _ [lf'rü1 ( r.d.111t1 e ) . fo l M ~ura
IHfi.IA no es po1!'ible por fol tn de n y wm inter-
pw1ci6n inhrmedin.
354

N2 BO.- Mp'lito réctanguler de mli:rmol hln11co con p."iti-


nn dorada. ~ediclas: 26.5 x 19,5 ;,; ?..6 cm. Lí-
111.'!!lf'! de 2, 5 cm. Museo Arqueol6p;ioo de Sevilla.

. D. t:.. s •
e AE.LIVS
mmos. vrx. Mm. XI.V b
Arm. P. M. L.

..............
5 lr.EM. III

D(11e) rf.(anibu8) S(acrum) / C(aiuo) Aelius


¡J Heros vix(it} / ann(os) p{lus) m(imta) r. /
meu(ne~) III / ----

Cufo •• ,1951. nº 53; 1!lili 4-5, 1953-4, n 9 5B4;


Collnntes, m~c.; Gufo ••• 1980. 90, n 2 15 ( l ).

F.~ta lépido eot~ entre lo3 fondos antisuoa del


Museo, con el n9 de inventario 3065, Fue odquirida. en
1911 y publicada en 1951. de donde 1ll recogió mnl IIAE:
en la lín. l' :ie da GAELIVS ImROS y en la 5!! SBS'J!'rL,
lectura que no !'.le con1Jervo. en la pieza.. Tampoco viene
bien en la miíi, reciente guía del Muaeo, donde nde:·,11fo
11e eeparan con punto los tres I de la lín. 4", lle lon
que s6lo que~a la parte olta.

'Nada comentable oobre este. pieza funeraria.Un


nuevo Aelio con la mencionada f6rmula tard!a. La Pee
presenta Din cerrar, conserva rastros de ordinatio. las
A se combinan con y sin traveaafto, las interpunoiones
tambi~n. triangulares y puntuales. Lnn V con la ligera
curvatura que i,ertt corriente en adelante. Heroa es un
cor.nomen utilizado del'lde la República al najo Imperio(::?).

( 1 ) CAELIVS / HETIOS.
( 2 } H. Solin, "Chronoloci~" • 121.
355

NO 81. - Ldpi<la de mármol blnnco, frngmen todo en d O.!I


e incompleta. l\'edidoti: 16.2 x t?.,5 om. ('/li-
okert) • 18 x 15 om. (Fdez. L6pc7,). Mui,eo flr-
queol6gioo de Sev111n (?) •

• D. M, S.
, r. A.ELIVS.
J,riARCIA •••
••• ANN
5 ,,LI JI n DIEB
XX.VIII, PIVS IN
SVIS H,S,S,T,L.

D(iis) M(anibun) S(acru>n) Lr(ub_:V,_~!:.'U AeliutJ/.3


M13rcia(nu.!1 / vixitJ ann(is) / [ X
JLI m(en~iou::i)
II dieb(un) / XXVIII, piuo in / oui~. 1!( te)
o(itun) 1 s(it) t(erra) l(evto) .

J.'., Fernández L6pez, Vegueto, p. VI ( l ) ; f.1.-


oha de L. WiclcertJ Guí~., .1951 . 79, n 2 33; Guia
1969, ao. nº J). ( 2 ).

La primera noticia de este epígrafe la da M,


Pern4ndez L6pez, en ou::¡¡a• excavaciones aparecieron va-
rias inecripoionea funerarias, Aparece de~pule como
expuuta en el Museo en los catálogos de 1951 y de -
1969, y entre la• fiohaa manuscrita~ de Wickert. Uin
embargo, no aparece ni expueotn ni recogida en el Ca-
tálogo de 1900, y no hemos poilido encontrarlo. en loo
almaoenea • .Es posible que 1H1ti allí temporalmente a.1-
macene.da en otro .lugar del museo denp11és de la tíl tima
remodelaof.ón del mismo, Mientrao no poclornos ver la -
pieza personalmente, MGUimoo lo lectura y el e l;a] 1<'~ <le
\Vic\cert,
35G

J~s muy oáracteríotica en este epígrafe lo im-


perabundancio de puntuación, incluso separando letras
y numerales de un miemo conjunto, como AELIVS en la
0

lín. 2a y XXVIII en la 6~, e inclu6o anten de la Den·


la l!n. 10, Otren inscripciones italicenses presentan
este rasgo, como los núms. 80, 89 y 90. En le lín. 5~
la única olfra que puede restituirse eá XLI, y, aegún
la presentación de Fern~ndez L6pez, EB én la 5a podría
estar a menor tamatlo, pero Wiclcert no lo :refleja. La
fórmula finnl, aunque menos corriente, no es anómala..

f>obre el cognomen ME1.rcianus, recordamos :rn apa-


rición en el gran mo.oo.ico del circo de Itólioa, en un
epígrn·fe qm! ·col,ificamos como incierto ( el el e r:oroia
Venusta), aaí como e 1 un grafito del hatro, J;:;AnCIAJ:;r,
1

junto a fi.gurari e.le cr.iballito5. Jlay consl:aucia. de <lorJ


r.:o rc:l.i en lo :rtélioe republicano ( J ) ,

( 1 ) Lín. 211 UA!l.CIAnus, l!n. JD AMM I M.II Dlea,


( 2 ) L!n. 5, ••• I },: II DIE3. Pero, como ya hemon <li-
cho, Wickert da como oer,uro Dirim,
( J ) Apinno, Iber. 66.
3 5 'l

N' 82.- Lo.98. cuadrada d e mármol blonco. l,ledida:!: 11 och o


pulgadns y media de lado 11 (Matute), Lonrl:t'ea,
r.1m1eo Drl tánioo.

D, }.l . s.
. ...
/\ELIVS POT
MTVS VIXIT
XXXXI PIVS
. ... !N
Ltim, XLVI,
ICIIIb 1 CI.
5 MARITA ET. ...
IlEHEME ...
FECE .,,
H, s. E, ' ..

D(iis) M(anibu,,) S(acrum) / Aeliu~, rot [itiJ!J


onus vixi t (annbJ/ XXXXI plus in [ imi.:IJ / mori-
ta et ( filia?Jf6 beneme [l'en t i]/ fe c e [runt:) /
Il(ic) e(itus) e(11t) [s(it) t(ibi) t(erra.) l(e-
vie~•
.2.!!! II, 1139
y Suppl., p. 10371 Matute,~-
~ . 119 y 1,m. 19,) •
• 1

Le in•oripoic:Sn figura entre J.oi, fondol!I Wethe-


rell del Muaeo Británioo. En su prim9r comentario, H.
se inclinaba a desnrrollu Po~[t:lJ(anus, pero tras ver
el dibujo de MoMurra:y-:¡ los anotacionee der.. McDonald,
se decid16 por Po~ [lt*onus. En la lín. 7n ho.y el pro-
bleme del FECE, tras el ouo.1 dice l,1atute que no hny n n-
da, pero creemos que puedi, ser muy b1en FgcEnVilT; ~0:,1-
bi~n entre DENE y ME, en la lín. (,a , hay un buen eapo.-
cio y. ciu emlJorgo, es seguro bcncmereati . El ver:Jo exi-
ge doi, l!Ujetos, y el 1Jeeundo pur.rli, .!'ler :Llli n. En cuan-
to al co3nomen, hay trad'l.ci6n ,k l'ot i ·t us/m en Hi:,psnio ,
e incl ul'Jo de I'l>titionus (CIL II, 1990, 2)77 y J79G; v,
Kejanto, Cognomino , 270 y )54), Deriva del p raeno~en re-
publioono Potitu~. de orig en inci~r to~
35R

NR BJ.- Lápida de márinol blanco con pátina. dorada. rt.e-


didas: 25 x 2J x 5 cm. Letra,,,, 4 om. la prime-
1·a línea y 2 cm. la!!I demás. Museo Arqueol6gioo
nacional, almucenei, .. ne inv. 16626.

D. M. s.
J\ELIVS. VETEnAlNS Mm L~.XLVIIn
LX. PIVS. IN. SVIS. HIC
SITVS. EST. SIT. TIBI. TER
.'5 l'A LEVIS • (~)

1J(iit1) M(e.nibus) S(acrum) / Aeliua Veteranus


ann( orum) ¡ 3 LX piul!I in suis. Ilio / situs
e3t oit tiui ter/rr,o. l.e.via.

CIL·II, 5J74 ( 1 )J Rivero, Lapidario, 42 n9


138; Vives • .!MIB, JlJ7 ( 2 ).

Este epígrafe lo encontrnmo!! en el M.A.H. gra-


cia!f a la perepicaoia c\e la Srta. M. Iv1ariner, ya que
figuraba como •tl!lin procedencia" y fichado bajo otro -
nombre. Nocrotroe s61o teníamol!I una referencia de H.,
quien creía que era mejor de Sevilla y decía que lo que
había en el Mu:teo era un calco de J?'l!IO. No esperábnmos
que ne hubiera conservado éste, pero afortu11adarnente
lo que apnreoi6 fue el original. Vives, citando una bi-
b~iograf!a en la que no aparece, lo daba como proceden-
t& de Ecija, al igual que el de Lituccia Primilla.

El estilo e8 inconfundiblnmcnte de loe tallc-


re!'I i talicenoen del oiglo II d.C. Capitel ea octunriar.i,
359

con frecuentes remates, A 1.dn trave1Ja1'1C'!'l :1 muy en~ili-


zadaa hederae. Aquí encontromos ~l de~nrrollo del for-
mulario fúnebre completo, oomo en otro" oceai0nei,i ~efia-
lamos • y que no~ parece ee da ml1i, he.e la cornien~o!'. del
siglo.

El difunto, un nuevo Aelio, lleva un cognoinen


de tipo mili ter que. a puar de los mil e e de licencia-
miento• que se produjeron durante todo el Imperio. no
fue nada oom1ín, ya que e61o 11 ceeoo reglotrn 1:ajanto
( ) }. El nombre pas6 como Vetrunu~ n la pro:,opogra-
f!a cristiana. No parece, en todo oaao, que el difun-
to haya pertenecido a la milioia pues lo hubiera hecho
constar. Se trata de un oognomen de nacimiento. como
en la ~ayoría de los ca1os.

Es destacable en la línea 5 1 TERPA por TERnA.


El lapieida olvid6 ejecutar el trazo oblicuo de la R,
•in que el jefe de la offioino, ni los familiere~ o
encargado:, de lei, honras fúnebres cuyeran tampoco en
la cuenta del error.

( l ) Plantea ln dude sobre ~u proced~ncin, y le


parece mejo.r de Ilh¡mll:1_.
( 2 ) Procedencia, Ecija (8evi11o).
( 3 } Cognomina, 320,
360

N2 84. - TA pide. de m1rmol blv.noo. !lledidas: 2J. 4 x 10


cm. LetratJ, 3, 2.8, 2.5, ?.,5 y 2 cm. l\1ut.1eo
Arqueo16gico de Sevilla.

D. M. S.
AELIA. VENERIA • Lám. XLVIIb
VIXIT. Amas.
L, X. X. X.
H. s. E. s. T. T. L.

D( ii:J) J\:( anibus) S{acrum) / Aelia Veneria


; 3 vixi t annis / LXXX. / H(ie} 1J(ita) e(11t)
~( i t) t (ib1) t( errn) l (evio ).

Fdez. Chicarro, Guia ••• 1951, 80; ~ 4-5,


1953-4, ng 576; Guía ••• 1980, 97, n 2 14.

Capitales muy adornadas, con poco:, caracte-


re$ uncialeB y originales A. Las interpunciones son
hcderae pero tan estilizada• que pareoen X. Exoeso
de ellas, como en otros casos italicenses (por ejem-
plo, el nP 81).

Esta última Aelia de las funerarias tiene co-


mo particularidad un bello cognomen, dedicado a Venu•.
No deja de •er un indicio del posible culto a Venu•
que debía tributar•e en !t,lioa, y del oual e• buen
exponente la magn!tioa e•oultura de Afrodita Anadyome-
B!,, aparecida en el Cerro de San Antonio en 1940 (1).
Hay que aflsdir la Anunia Veneria de nuestro ne 86. Y!,-
neria es cognomen muy frecuente entre mujeres, y bien
repre~entsdo, sobre todo en Roma ( 2 ).
{ l ) A, Off 'Y Dellicto , ElIBP, 1J8, n" 140 y Um.107.
( 2 ) Knj a n'to , Coµnon¡i na, 58 y 214, Frente a s6lo
JO Venerii, hny cas;l/.300 mujereir,generalte lil>retJ.
as 11

N9 85.- Lápida de mCTrmol blnnco. p~tina amarillento.


Medidas: 18 x 15 x 1.7 cm. Líneas. J. 2.5,
1
2.5 y 2.J cm. J,.'.ul!leo Arqueológico de Sevilla.
. 1

- • M. S.
AGRIPPINA. Lám. X.J,VIIIa
VIXIT. AHM.
XII. H.s.s.T.T.L.

jp(ib)] M(e.nibus) S(acrum) / Agrippina. ¡ 3


vixit ann(ia) / XII. íl(io) e(ita) a(it)
t(ibi) t(erra) l(evis).

Fdez. Ohioarro. ~ . 1951, 80, nv 49i !!!&


4-5, 195J-4. nD 5SOJ Collnntea, msc.; Guía
1980, 97, no 12.

Al parecer la 1,pida procede de les excava-


ciones del Dr. Carrlazo en 19J5, y por ello puede -
provenir de la necrópolis de la 8álide del anfitea-
tro. Le falta eólo ~l ~ngulo superior izquierdo. Su
grafía es muy eimiler a la del epígrafe de C. Aeli1L~
Hero.s (nQ 80). Las interpuncioneo non triangul,ire1:,.
mtfs pronunciadas en le. l!n. l!!. Volvemos a encont:rar
aquí caracteres de tipo actuario,. con A ~in trave~n-
fio y G el!ltilizada, 0011 las JI 8111 cerrnr del todo.

El nombre, como la mayorío de loF1 formndo.t1


en - inue/a . tiene orir,en en el oognomen del padre o
madre. Este uiso diminutivo tte manifieetn yn. duran-te
le RepdblieB, pero ~loanza eu mayor frecuencia en ~po~
ca imperial ( 1 ). Aparte de lo~ miembro8 ~cnntorin-
362

lei, que lo llevaron, hay 43 ejemplon en el C!L de


mujeres libres y tan ai61o dos de el!ole.vas, como pa-
rece aer el cano de eeta pequ~fia.( 2 ). necordare-
mois. como nimple referonoie, lo retación del itGli-
oen1Je ~~. Acenne. Rufo con los Helvii Agrippae béti-
cos (.:Y.,M. no 76).

( l ) Kajanto, Cognomina, 113 (Agrippinuo/a d~


Agrippa, Maroellinun/a de Marc.ellue, I2ola-
bellina de Dolabella, etc.)

( 2) ~ . , 175.
363

ND 86.- Mpiaa ouadrada de mlrmol blanoo. Medi-


datu

D. M. s.
AM.M.IA Ltfme. XLIX, XCIIIb
VDB.RIA 1 CIII.
il.Lt
5 - I. S.T.T.L•

D(11s) M(anibus) S(acrum) / Amm.ia ¡ 3 Vene-
ria / an(norum) LX./ H(io} s(ita) e(st)
s(it) t(!b1) t(erra) l(evis).

ill II, 11401 Matute, Bosquejo, 125, nD V


1 l&in. 19,1.
Me.tute da la notioia de que esta "loseta de
ocho pulgadas y media por el costado tue encontrada
all! eetos tUtimoi, aflos" (esto es, cerca de las Eras
del Convento), y que fue adquirida por M. Wetherell,
quien "la mandó empotrar en eu r,brica de San Diego".
RUbner, que la tom6 tambi,n de Bayer 7 Ruybal, dice
que estaba ~erdida y, 1·esto no sabemos por qu4tque
la·notioia 4e Matute "es falsa". La pieza está en
el Kuseo Brlt&nioo. Los dibujos que de ella hicieron
Matute y D.de'lo• R{oa coinciden bien. Capitales -
ouaaradae, interpunoiones triangulare• y sobreabun-
dantes en lín. 21 1 ) 1 • Oognomen dedicado a Venus,
como en •l n• 84. Bs •l <mico ejemplo de Ammlus/a
en It~lioa. El traso de la lín. 51 puede eer de una
E estilizBda, 1 as!,sobreentendemos,H.S. delante.
364

rT 9 87.- FragLiento ele lápida de mármol blanco. E~ opie-


t6grafa, por detr,a reetoa de nueetro n~ 51.
iro hay d.atos sobre inedidan. Actualment~, per-
ditla.

D, l.~. ---
Amnvs K --- Lám. O
vs. VIX AN ---
PIVS IN

D(,i1'.I) M a nibu,
llá v ix i t cin( n is
ilt( ic) o(itus ) e( 11 t)

ill 11, 1141; Dibujo de D. de J.ori Ríon.

lío l'lal.Jemo.:!I nobre eato pieza máo de lo que !l.


afirma en el Corpus: que se encontr6 con aegurida.d
en Itálica y que se coneervaba "en ce1:1t.1. de r-:dtta.rdo
Sánchez". ror •u parte traaera ae encuentra ill II,
1122 (cf, oquí n! 51), del que ~l mlemo dice que oun
letrafl ''eran buena.o, de época de '11rajano 11 • Ambar.i par-
tes se encuentran entre lofl dibujoe de D. de lo~ B.(on
y la más antigua parece el nn 51, con re~toa de 1~
palabra CVílATOR.

Lo que ehorn noa interesa tiene un texto tar.1-


bién fragi11cntado, en el que parece faltar F.1.lgo menoo
de un tercio por su parte derecha y toda una franja
por le parte inferior. donde oreemos faltoría eólo
une lineá, oon les habituale~ f6rmulne fúnebres. Por
lo que vemo• en el dibujo. son capitales ligeramen-
te aotuarlt•, con N, M y D entilizadan. Podría corres-
ponder a finales del mi•mo siglo II.

Sobre el oognomen, del que a61o tenemon la K


inicial, hay que decir que debe ser muy corto, a juz-
gar por el eepacio que f&lta a la clereohn. Lo miemo
oourre con la edad• cuya cifra debió ser a lo eumo ele
tre• oaractere•. Mo• guiamos parn ello por 111 diatri-
bución de la lín. 1 11 y por el SVIS que falte 11eguro en
la lín. 4 1 • En tal coso, y dada la escanez de oognmni-
na comenzados por K, ~• peoinlmente lon cortos ( 1),
podría ser Kaou• o Krus { 2 ). ct~ lo• que existe tam-
bi,n varinnt;-;;;-C, ;¡:;-olviclnr que puede s;r ou~l-
quier oognomen con e mal e1rnri to.

Por lo que re~peota al gentilicio, Annius tie-


ne un remoto origen etru9oo: - ~ . -!!!!! ( J ), y, des-
pul• de una geminaci6n ooneounntica., fue popular entre
lo• o•oo• ( 4 ), primero como praenomen ( 5 ).

( l ) Entre lo• oognomina con K que cita Kajento,


Cognomina, J96, f uera de lo• que citamos, el
máe corto • er:Ca Ke.ppi anun, pero lo de,11 cartamo s
porque e6lo e:d s t e en tren mi embros de l.a mir,-
ma f amil ia ( CIL VIII, 15576), f oún ne oeoita-
ría corno mínimo un nexo .
( 2 ) ~ : Kajanto. 216; ~ . id., 225.
( ) ) Sohulze, l~igennamen, 112.
( 4 } lbid ., 423.
( 5 ) Ibid., 519.
366

Nº 08.- Lt'tpida de mármol blanco rosáceo. r.1edidafl: 28


x 15 cm. Líneas de), 2.5, 2 y 1 om. Mui,eo Ar-
queológico de Sevilla.

D. "1. S •
. AN'r. HERENNIA Lám. XLVIIIb
VIX ANH XXVIII.
IJ.S. EST S. T T. LEVIS

D(ih) !1~ anibuo) S( a cr um) / Ant( onia) llere-


nnia / vix( it) ann(ia) XXVIII / Il(ic) o( ita)
~<t(H) 't(ib1) t ( errn ) levi a .

Fdez. Chioarro, Ouía ••• 1951, 80, n~ J6; ~


8-11, 1957-60, ng 1600; Gu!a ••• 1980,96 n 9 81.

Caracterhtica destacada <le esta inscripción


aon sue hermo~as interpuncionen de hedera e eatilizadae
en las lín, 1• y 2•, y últimas de le• lin. J' y 4•. Ne-
xo NI en lín. 2• y, en general, un tipo de oaraoteres
oon rugos nmy estilizados. Señalableei las H, muy per-
sonalea, con el travesaño aobreealiendo de la~ denigua-
le• a~tas verticales. La 6ltima línea, oon el fox,nula-
rio, do. la impresión de haber :Jido añadida y no previn-
ta. EST y LEVIS oe cle:Jarrollen en una aparente bú:1que-
da de equilibrio con respeoto al reato.

:tereunius/n eo cognomen que ::ra conocemoc en I ti~-


lica (nlf 78 y 120). I,:.'I P,enl!l Antonia el!IM reprer,f!n1:oda
en do~ ocasionu ( cap.II.B)Ea un gentilicio antir:uo, •1ue
derivaría del pr aenomen etrue100 An·~o ( 1 ) •

( 1 ) ~3clmlze, Eigennnmen, 124.


· 367

N~ 89.- Posiblemente l~pida de mámol. Perüidn.

- - - 111. S
.
--- METVS
X. AN.N.
XXXV
S T --

[p(iis)] M(e.nibua) S ( ocr1.un ) / (Ati ?Jmetun


¡3
[Yi]x( it) ann{h) /(P(lul'I) m(inu111 ) ?j XXXV. ¿ .
QI{ fo ) s(itus) e{,t)Js(it) t(ibi) í_t (er:ra) l( evio~.

CIL II, 1142.

Die~ IIUbner que esta lápida fu~ cle.5cub:l.erta


haoi!!l el afto 1883, "en le• excavacionel!I de Cortin:1 11 ,
lo que no ea posible, puea é~tas fueron entre 1039 y
1840, Demetrio de loa nfon tenfo anotndo el texto y
de ~l pes6 al sabio cermnno. No ae nabe qué fue pos-
teriormente de ella ni mida sobre su tomaño, nunqv.e
debió •er •imilar a tantas otras itald.censea. Se tratn
de un esclavo cuyo nombre, de origen griego, eat(í bien
representado en Ili spania ( 1 ).

En la línea J 1 hBy sobrepuntt1aci6n en Jll'm. I or


otra parte, pese a la falte de todo el margen izquier-
do y del ángulo inferior derecho, el texto rJe reotitu-
ye bastante bien, salvo en lo lín~a 4°. Aquí, y consi-
. derando lo que iba en el re•to de la!! lí11cn13 • m.11!1 que
{L]XXXV o(x]xx:xv afios, preferirfomol!I p( lus ) m( inur-: ), co-
mo en otron cnsol!. La dataci6n, como mínimo, siglo TI.

( 1 ) en II, 532 ( Emerita. : Antoni.o ll'time·to~libcrto);


T.i'mó ( Gades, ~upfo Atimeto ); J76J (Vnlenoia,
RiccioAtimeto ) y 4089 (Tárraco , dedicsci6n e.
Silvono Augusto).
368

NR 90.- Lápida de mármol blanco. Medidas: 32 x 26 cm.


Líneas. 2.5 cm. Colecc16n Lebrija, SevillQ.

D.M. S
AVREL'IJ\. A!'RODIS IA
VIX. ANN. XXV. M. XI. J,ám. XLIXa
D. IIII • .AVRELIVS. MY
5 RlSt,íVS. COMTVDF.R
BE!J.M.ER.F.H.&.l~.s. T.T.L.

D(ih) Tf(anipuo) S (acrum) / J\urelia Afrodi-


sia ¡J vix(tt) ann(is)XXV m(ensibua) XI d(ie-
bu~) IIII . Aw:eliun r;:y/ rismus oontuber( nali)
/ ~ ben(e)mer(enti) f(ecit). H(io) s(ita) ~ist)
s(it) t(ibi) t(erra) l{evis).

R. Amador, "El Museo"• 273 ( l ).

La inscripci6n e11tuvo rota en 18 fragmentoo.


Y al reconstruirla han quedado algunan lagunas. que
afectan aobre to<'lo a lao línear.i ?. 0 y J!l parcialmente,
pero !'!in producir dificul tadeo de lectura.'

. Al meno.!11 detHle 1911 pertenecía. yo. a la colcc-


ci.6n J,ebrijo, ya que fue public;)<ln por J1mo.dor de loa
R:l'.or., <1ne llice de ella que eotoba infSditn "como toilun
la" reatnntegtt (de e~t~ colecoidn).

Laa línea:, l!I y 2n ll.ps.:recen dlvididac: ¡icir una


l!nea horizontal, rango extremadnmente raro en Itrll:toa.
Los caracteres externo:, parecen claramente po11terioreo
al fliglo II, como la Y curvada, ln• M. A oon y dn tra-
vesafto, L, T y X. Una letra especial en eote epígrafe
,369

e• las, oup mitad superior ee ligeramente mayor que


la inférior. Algunn snomal!B en lea in!erpunciones, por
otra parte muy numero•s• ( como en ~.En.).

Se treta dé doc, ex-eoolavoa, de cognomert ori-


ginario greoo-jonio. Eapécit1lmente el de ella nori 110.J·t!-
o& équivalente al Venerio. que npareoe dos vecee en lo.
epigrafia funeraria, al tiémpo que a 1n ciudad caria,
Elle deb16 morir muy pooo de~puée de eer manumitida,
ye. qu~ .n oún la lleme oontubernalh. El llevar el -
gentilicio Aureliue/a parece ir a favor de una fecha
é. oomienzolt del siglo III, odenufo de que 11 oerece de
praenomen. Myrismus nos e" conocido en la Hi:Yp&niá Tn-
rreoonenfte ( 2 ).

1) L!n. 51 OONIV.BIR1 lín, 6g DEN, t'!EIIB,


( 2) CIL II, 3007• 3977 y 4294.
310

ue 91.- Lápida de mármol ble.nco-¡;rháceo, Hedidas: 28.5


x 20 cm. Línea.!11, 2 cm. Museo Arqueológico de
Sevilla.

D r,: S
AVRELlAE SALV LtÍm. XLIXb
TAnI SORORI c.
VIX. IT AN XXI.
5 S.IT. T.!91, T, L.EVI

D~ib) M(anibu•) S(e.crum) / Aureliae Salu


/ tari 1orori c(ariuima.e) / vixit a.n(nin)
XXI,/ Sit tibi t(erra) levi<a>

Guía, •• 1951, 801 ~ 4-5. 1953-4, nQ 577;


m~c. Collantes¡ Guía.,.1980, 84, n2 4,

Bl epígrafe procede con seeuxidod dé Santipon-


oe y fue adquirido, según Collantea, en 1910. Tal como
est& hoy le falta sólo un trozo en la zonn central au-
perior.

llemo111 de haoel' constar que J.n hemos tenido muy


aeriainente como fal•n, y aún no la connitlerainon aboolu-
tamente eenuino, rero la incluimo• porque lns anomalfoo
que preeenta pueden tener ~xplioaoión con~iderantlo. unij·
fecha del flie;l.o III, y su p6tino. la hace parecer autén-
tica.

Funda.mentalmente ba•amoa nuestra• •o•peeha• en


•u extrafto duotua, tendiendo má• a la aeoo16n circular
371

que a la triangular, a•í como la dema•iado an6mala di•-


trlbuoión de interpunoione•, que •obran ~onde no hacen
falta (lín. 5º) y vicever•a (lín. )~). Pero esto últi-
mo parece algo no raro en algún taller, como el de
la insoripci6n anterior.

Dato• e favor •ei•ínn el oorreoto formult,rio,


tipo• de letra de ese momento (R, X, L, V,~) y lo al-
ternancia de A oon y ein trnve~afio, distinci6n que un
fal•ario dif!oilmente hubiera reepetndo, teni~ndola
por errónea. Y ni el falsario copiaba verdnde1•nmente
de un original, :,a hemos exprMADO nuen·~1·a opln16n de
que un falso, a efectoa <le contenido, not-1 vo.le ir;tt11J
qué un original.

J,a~ :razones citadne nos lleven en conjtU1t0 o


incluirlo entre las auUnticns. Bste tercer ejer.1plo ue
la gens Aw·elie , tan ucnan por otrn por Le ·,m H61.i-
ct!I., puede corre•ponder a la ndRl'lll época que la n!! 90.
El cognomen Salute.ria el! relativt:1mente conocido, y mso
frecuente entre los libre8 ( 1 ).

( 1 ) Ii:n,1anto, Oognomi¡ia , 2n5 .


N11 92.- Lápida reotangular de mármol blanco. Medidao;
28 x 21 cm. Colecoi6n Lebrija, Sevilla, Grueso.
4 cm. Líneas: 2.). 2.), 2.5 y 2.2 cm.
- • M. -
TIACCARO. VIX Lám. L,a
AllN xx:xJl •
H. S. E. S. T. T. L .

[P i b r,i( ani bus ~( acrum )] / nacearo v ix( it)


;J mm b) XXJ::1./ Il( io) a(itua) e(st) ~(H }
t(lbi) t(erra) l(evia).

Inlclifo.

ror lo que sabemos, nuncn ha i,iclo publica<la ci?-


ta peque.ita 11.Ípida. I'resenta letran irregulore•, fundn-
mentalruente en ln lín. 49, n, L y S ( 1·).

El nombre de ente joven eeelnvo es tambi~n in-


8Ólito, creemoa que e• le. primera vez que aparece en
epigrafía. Podr!a •er de origen germánico.

( 1 ) Ofrece para noaotro• un punto de duda la S


que aparece en do• ooasionea en la lín. 4~,
por "u •emejanza eon loe f al sos de la col~o-
ei6n Bon•or . Tampoco nos gu11tan la• dots C <le
lín. 2 1 • Aw1que tiene otras letrao que parecen
mur original en (M, V, A, N) preferimo" dejar
conL'l te.ncit1 el e nuestra preven ción.
373
!

NS! 93.- Fragmento de lápida, Jío hay datos 1:1obre me-


dida• u otro• detalles. Actualmentet perdida.

D, M --
L, c. FEL

l>(iie) M(anibu•) / L(ucim1) C( ..... ) Fe1ªx ~---

CIL Irt 539).

Wo tenemos otrai, roferencias de e11te frngmen-


to. del que IIUbner dice que ea 1.talioenne y ~ue cctabo
tn Le<Snt en casa de Demetrio de lo.!' H!oo. :.an emborgot
no e•t~ dibujado por !Sll!lte. Eo funeraria, ounque por le
forma de darlo H, no •abemos si había o no eapacio pa-
ra la S de la lín. 111 Yt por tanto, 1!11 el nombre del
difunto podía ir en nominativot genitivo o dativo. Lo
ánlco cierto e• que au oognomen debía ser Felix, y que
era ingenuo.

N11 94,- Lápida en caliza comúnt muy deleznable y casi


ilegible, Medidaa; 22 x 19 cm. (vid. infra).
Coleoción Lebrija, Sevilla.

.
VIXSIT. ANN •
......
CAICILIA CATVRA
Lám. Lb
.........
IIII MENS IlI D V

cárt1 o:111a Oatura / vix~a1 1t ann( i s) ¡J IIII


men9(ibua) III d(iebu111) v.
1

n. Amador, ºEl Muneo", 274. ·


314

E~ta 16pida sorprende por eu deleznable material


en unn ciudad que parece •ólo manejar el mármol en el
oampo funerorio. Como puede verse, su lectura resulta
ya extremadamente difícil. En la lín. 10 po.rece lee:r.-
•e con claridad CeiciJ.ia por Oaecilio., y a continuación
podría leer.ne Q..(_aii) f'{ iUa) mai, un oognomct1 corto• pe-
ro como en lugar de una F pnreoe lvtber \Ula A, preferi-
mos la lectura CATVHA, ooinoidente con la qui'! da P.rnador,
que auponemo!J vio la pieza en mejor estado.

l~n lB 1ín. 211 parece e:stnr ole.ro VIX IT; pero


en el enpacio intermedio vcmo:, llJlfl 3, oonfi6urondo 1.mo
de lo.t mi., corrienteo crrore'I de 10111 formull\rior.i a~pul-
ci·nle•. A~m uM bastante conservado, y tras ,1 h11y una
ero•16n de lo piedra que podría interpretar•e como una
L. En este ca•o la edad aería LIII• pero ni vemoo cla-
ra la L ni ae •uelen cortar lo• numeral~•. por lo que
oreemos que.loa año• •on lo• de la l!n. 4º, IIII. Lue-
go, con mucha dificultad, puede leerl!le MENS (pare. Ama-
dor MEN) III y D.V.

Hay que decir que Amador da 25 x 21. 5 cm., pe-


ro que quizá H midi6 la!! piezal!I tdn los marcos ner;roa
que hoy tienen muohon de eatu coJ.ecci6n. E:. llornctivo
la auaencia de encnbeznmionto y fórniular: finolcu cm ºª'""
te epíerufe, lo que, junto al austero tipo ele letrn,
¡,oclrfa indicarnos tliglo I, primera mitad. El OOf~UO.Q!en
Catu.ra eo deaoonocido ( 1 ), no e.ti{ los Coecilii, ,:le
los que en :r. t61 ico. tenemos el cognomen Cucciliumw ( 11 a
22,'!t!E) •

( 1 } l(ajanto, Cognomina , ímlic!!::i.


375
/

N~ 95.- Lápida de mármol blanco, fragmentada. l.ledidaa:


28 :,e 15 .x 2 om. J,{neas de 2 cm. cada uno. lfis-
panio Society, Hueva York.

D. M. s.
CAPELLA. V. A. XI Lnm. LI
D. XVIII. PIA IN.s.
T. T. L.

D(iis) M(anibu!J ) S(acrum) / Capella v(ixit)


a(nni11) XI ¡3 d(iebuo) XVIII pia in a(uis)/
[ll(ic) •(ita) e( at) :s(it)J t (ibi) t(erra )
1( evb).

Inidita.

J~ste belle in!lcr1po16n procede de lnt, excava-


eione• de A. Uuntington en It611ea en 1898, al parecer
cerca del anfiteatro. Le :faltan doi, grandes trozo.,: que•
ain embargo, no afectan la lectura. E11tamoa peroundi<lon
de que se trate de une 111111 tra reo provechada, ya que -
tiene lo que parece un n1111·gen 1,1oldt1rado a61o n 1.r. iz-
quierda y eu mitad derecha conDervo reato111 de u;1 cw1-
,, dricu~~do que no correB"ponde a. un~ orrlinatio .

1n lapioidn ho e.provechado alguna~ e.le e::trw 1í-


net1.• para oituar suo renglon~a, como pu~de nprecinrse
en •u parte inferior, pero ve:rticalmente no coinciden.
A la derecha pueden verae do• •emicircunferencias tra-
zada• a comp~•. 1nolu•o con el punto central, y otra
mayor que •ah hacia la izquierda. Diría.moa que oe tra-
tn de unn loatrn utilizad11 por w, e.rqui hoto pur·li la
realización de un ejercicio previo, q1.\17,á para la eje-
376

oución de una basa arquitect6nica (para ello hay que


ver la pic,;a de lado). Recordamos ll elite reapecto un
arquitrnbe, procedente de laa excavncionc11 del tcntro,
que en au purtc nuperior pre1.:enta dibujoB eimilnr,.;;'.':.
aunque mucho m&o completos. l'crmml'f)".°', iior;ún creemo::i,
in6dito, Son pruebu de que lo/ll orquitectoo diuefill.i,nn
pieza• ,obre la marchn paro que lon emcultorea, po~i-
blemente en el propio lugar, lan ejecutaran ( l ).

Tiempo dupu~•. ae rea.provechó le. pieza pura


el epitafj o de Cnpelle., de muy cuicl.ade. ejecución, con
capitales e~tilizadan y heder ae muy esquematizodnn,
que en alguno• onao• (lín. 2-;-4) no surgen del c~n-
tro de la línea llino de •u parte tmperior, En conjun-
to, parece que podría fecharse en ipoca antoniniana.

Capella e• uno de loa coenomina obtenidon de


nombres de animale•, y•~ utilizan como maeculinoo (2).
Se utilizó, nunque e•caae.mente,durante todo el Impe-
rio ( J ) , especialmente en la Marbonenu ( 4 } •

( 1 ) No3 parece muy remota 1~ posibilidad de que


sean loa trazori iniciales de un oataatro,por-
qi1e vemo.1' baotante bien 1(\ bnl!le.. rero como es-
ta pieza e.!'I té en lluevo York• no la hemo1J podi-
do ver peroonalmente. lfon interesaría cx'=lr.,inar
81.l. pc.rte trasero., po.r ejemplo, y examinar méo
a,~tenicl1:1mente este cuad1•icul:1(lo,
( ?. ) 1~0.janto, Cognomina , 24.
( ) ) Hay un ejemplo en ln ílepública, un aem1dór .tcl
238 d.C., 19 librea y 5 libertoB (ibi.d ,,326).
( 4 ) ll!i•: en lli XII hay lJ de 24 ejemploa,
'377
!

Nlt 96.- Posiblem~nte lápida. 1\ctunlrnente perdida.

D. M. S.
CASINIA
mmMIOMA
P. CASIMin
5 3ENECI0 MATRI
POST MOR'l',F.C.

D(ii•) M(anibu•) S(e.crum) / Cndnia ¡J ller-


Mlona / P(ubliu•) Ca•iniu• / Senecio matri
6
; po•t mort(em) f(aciendum) c(uravit).

E•te texto é• para noeotro• una muestra tle


lo que puede oon11eguir•e & través de lon falsos. :Jo-
bemo8 que eat!\ inscripción exintió, y que poi,:1.ble:wn-
te formó parte de la colecci6n del erudi~o :!lf'lvillono
Jote~ Gt11stoso, que falleci6 en 1917. TornbHn que en
bn1tante neguro que provenín tle Itál:l.01,. l'ero esto
texto lo hemos e1t~blecido por tu10 curio0n vía~ dos
fftl11011 con dlntinto texto que un mi.orno fahmrio rcn-
liz6 y condeuió vender a dos bueno!'l colecc:i.onbtnu:
la Condesad~ Lebrija y G, Bonaor, a comien~on del
pl4e.tente tiiglo.

La primera incluyó el ouyo entre nu colecci6n.


donde aún hoy puede admirarse. El oegundot un b.;t¡t'tu-
llador arqueólogo inglé*, guardó AU ejemplar entre
la• pieza" que ateaoru.ba en nu c:nstillo de r;a.irenn
del Alcor (Sevilla). y recientemente he mido puhlico-
do oomo ti1uHntioo ( l ) , al igunl que lo hiciera ~n
1918 el r. Fidel Fita, en uno de laa rnraff ocaaionee
en que •u fino olfato le fnlló ( 2 ).
378

. Pa:ra explicar cómo hemo.s llegado a eotablecer


el que creemo1 texto original. dnmo• e continuación
lo • do• texto• apócrifos ( 3 ):

a) Falso de la colec- b) Falno de la colec-


ci6n Bon1or: ción Lebrija:

D, M. 8, D. M. s.
CASINIV OASINIA
HERMIONA HERMI0l1A
SENIC!A r.tA TR P.CASIMIVS
l'OS T. tffiT. FO SEMIOIO MATR.I
..
POST. J;:I?T. PO •

El original que dio lue;ar a ambo8 falaon oree-


mo8 puede 8er el que el mi-mo Correa ( 4) dice haber
vhto hEice años en lt1 antigua colecci611 Geetono ( 5 ) ,
sin aperoibine de que 11e trata ñel miamo te;:to. J,n.
última línen, donde él dice tomó noto que ponfo POST
),'.ORTE C, creemo~ que .11erí~ POST UOR'l' 1''C, que ha u ido
bien recogido en dejemplar Lebrija y mnl interpre-
tado en el r:on,.or.

En cuanto a la3 lf.neaa ~nterioren, ce ve que


el prime): falso fue el de J,ebrijo, r:londe hay un texto
coherente, pero de101.1tro11amente ~jecnttHlo. l'ara no ha-
oer don frü~108 iguale•, el de nonr.or mezela elementon
del original reaprovechando un mármol antiguo y parti-
do, como ae comprueba en la última O (por C) de la úl-
tbna línea, donde •e vn aju8tando a 1~ rotura. De•pué•
de hacer loe fal•o•, vendi6 el original al r. Centono,
quizl porque i1te era inás entendido que los otro.e.
3.79

Que se trata del mi~mo f~laerio parece claro,


por au. inconfundible• S, r~. E y H. Podemo,:, irnaginor
el trabajo que le deb16 co•tnr a ente hombre, quiz6
un vecino del propio f;antiponM, modificar el tex~o
del 11egtmdo ejemplar para pode.r natinfocer el vfór1
coleccionii,ta, pnra ~l extravae,nnte. de pe,:·3onor: de -
podoi6n. Tuvo en ambos textors un detalle que no 1100
111!!.bemo• explloa.r muy bien: en lo última línea los doa
ponen MRT en lugar de MORT, no nnbemoi, .al ea una de-
licadeza, una super•tici6n o hacer md" incompren~ible
una palabra que •e parecía mái,; nl cootellano, pero -
nuncs en epigrafía c:e ebrevia no!, y ademno Co'l:'rca vio
en el ejemplar Gesto$O MOHT, por lo que no.::otro~ lo
re•titu:!mo.n ad.

J!o nos entretendremoB m~.n en e11te pw1to, y~


que no ee ~ate el {mico falr.ario de Itálica y en otro
lugar comentaremos algo del tema. Eeton doa r.1iernb1•or;
de la gens Ca•inh •on lo~ únicon conocido:"sT por el mo-
mento en Hbpaniit ( 6 ). Em comb1o, loi, cognomina .fü!.!:-
~ y Senecio s! e•tán repreaentado• en ln mi.erno. Bé-
tica ( 7 ) •

Por lo que reapecta n ln datac16n del original,


que ignoramo• por qué no pn•6 n la actual oolecci6n me-
villana Guer~a Sinohez, como otro• de la antigun colec-
oi6n Ges·toeoPu muy difícil decir algo dn ver el pro-
pio originnl. Pero diríe.moe que por la presencio del
D.M.s. y la relAtiva aunterida<t del texto, no serío an-
terior n fine~ del eiglo I d.C.
380

.,·

( 1 ) J.A:~ Correa y J. Gonz61cz. 11 Rcedici6n de tre:g


·. inl'.lérirrcione• funeraria.11 de Itálica", Hnbio
· 9·,· 1918, 197 y llim. Ia. LO!! tre:, inocripdonel!J
quc:.publican 110n igualmi,nte fo.l•an.
e 2 ) F , Fita. 11 !<Tueva1:1 inl'lcripciones de Itálica",
llRAII 72, 1910, 177 :itJ. ::ie trata de un trolia.Jo
l'lÓllC~umo,
( 3 ) i\mhos van inc¡uídos en nuestro ap6nd1ce <.1ocu-
111enta1. bajo el ep:ígrofe de fal.aae vel aliena~.
{ 4 ) '.J\.rt.cit., note. 2.
,( 5 } Correa. mencionA quf'J l\QUClle. intcr1pci6n que
vio .hace afio• era "de una Casinia Hermiona y
dedicada por P. ( ?) Cndniu• Senieio", pero no
llega a relacionarla oomo igual con l& de Bon-
1or.
( 6 ) Cf ."··rrR 2 , 107: •6lo hay fuera de Hhpanio. un
·AeL:iran1nu• Attianu•, y no e• igual nomen.
· Sin embargo, creemos que, como derivado, hay
· que:·rele.cionar e•te gentilicio con el d e Cn-
od~s/a I que d hay en IMlica. -
( 7 ) ·Sob~~ los Geneciones . (Uenicto· ~~necio), vid.
nue!Jtro tra baj o en ~'!. . , _ , JU • Jlerr1io-
11n -o· He:rmio11e, por eJemplo, CIL II, 59lr{ñaI-
·len,:• Ja~n). · -
( 8 ) Vi~,: en la rnhma revlnta citada en n. 1, y de
. loe fubmoa autoru, "'l'rea inecripcionea fune-
ra:r~ai, de la néticn",204 y n. 6.

··:.
381

N9 97.- L~pida de mármol blanco con pátina.. Medidas:


26.4 x 23 x 2.4 cm. L!ncns de 1.5 cm. Vi~i-
ble• re•tos de minio y perfecto entauo de con-
servaci6n. t:.useo Arqueo16cico de Sevilla •

• D M S •
CHRESV"MVS VIXIT
ANN. XXVIII. J.á'.m. LIIa
H.S .E. S • T. T.L.
5 LICIMJVS CHRESVMVS
J'ATER 'FILIO.rIENTISSIMO.

D iia tl nnibus Chrcaun1u:i vi-


S(acnrn)
xH / ann(b) XXVIII / lt(ic) e(itun) e(ot)
•(it) t(ibit t(erra) l(cvin) / L1.cin1us
Chre8tunus / · pnter filio pi ent iuirno.

Fdez. Chicarro. Guía ••• 1951. 79; HAE 1953-4.


n 11 571; Collfmtee, m~c.; Guía ••• 1980, ü4 n~ 5.

Ordenaoit'in muy cutdoda de latz líneaa en cata


in•cripoión. Lo• comienzoo de l~s lín~nn ~~ y 5~ por
un ledo y J~, 4" y 61 por otro, entdn alineado,: r.:ntre
•!. Hlly compentJacion~B en la3 líncae J~ y 6~. l,n:: ~ -
~ son realiltta• en la lín. lQ y mán esquemftic:HJ
en la• dem~e. Capitales sin mucho adorno, quizi-í clcn l:ro
de la primera mitad del delo II.

Dos nuevos miembro~ de la gen~ Licinin, ni»


duds 1'1 rn,fo representada en Itálico junto con /,elij,.
Llama la atención que no ne mencione el gentili.c.to <lel
hijo, si no hemo• de pennar que el padre obtuvo r;u li-
bortad móo tarde. Son loi, pr-imero11 Chreoimi que cc,noce-
moe en lo D~tica ( l ).

( 1 ) I,oiii otroo non de ~~. ~idnho., ;Jo.gunto, l'n-


drón y lfüo1·a .
382

Mil 98.• - . T.6p fda de mármol ble.neo oon pátina. Medidat:1:


0

27 x 29 cm. Líneaa 1 1 y 4°, 4 om., 2~ y J~,


··.2.$:"om. Colección Lebrijn, 3evilla..

D rr s
,'CLAVDIVS. cnrnr:rnvs. VIXIT.
' .·.• .
Mm.' P ?í, LXXV• PIVS IN SVIS
H.S.~E. S.T.T.L.

D( i:l. s) ?1'.(anibun ) S(ecrwn) / Clnud i ui-1 Cril'J-


pinws vixit ¡ J onn(o3) p(lun) m(inuo) LXXV
piur, i"h •uüi / ll(ic) s (:l.im:1) e(st) a(it)
_t(ibi) t(el'ro) l(evill).

·... rn~di to.

Esté.epígrafe, que creemoa puede fecharae ya


en el •iglo )n, eatuvo roto y fue mal restaurado de
antiguo, provocando un deavfo en el texto que dificul- 1 .
ta •u lectura. La• interpunoiones •on puntue.lea. salvo
~n el final. de le.• lín. 2 11 y 4", donde ion hederae muy
toacl'll. No pnbe duda de que t1e ha perdido la elegancia
de ejeeuoión común en lo• tallere• lapidario• italicen-
~u del. ligfo II. Le. aparioi6n de las fórmula• plu• mi-
™ y pit11 in 1ui1, 1u:( oomo la au•enoia de praenomen,
delatan tembiln una ,pooa m,• tardía.

Miembroa 4e la gen• Claudia hay repre•entado• en


It4lioa •óló ·. tre•. Cr1•p1nu•, oognomen que u•aron con
~reouencia lo•·Quinotii durante la República, fue utili-
zado durante el Imperio con no exceaive freouencia y
siempre entre libre• ( 1 ).

( 1 .> Kaj~nto, Cognomina, 22).


,383

N~ 99.- 1,pida de mdrmol blonco. 11':edidM: 25 :x lB.5


cm. Línea• de J cm. Mu11eo Arqueol6gico de :-;e-
villa.

D. M
CI.AVDIA. FO J.6m. J,U Jll
R'l'VMATA •
V. A. XXVII H.S
E

D(ih) M(anibu•)/ Clnudfo Fo/ 3rtunnta /


v(ixit) a(nnia} XXVII. r:(lc) n(ita) e(nt).

Fdez. Chicarro, Guín 1951, nR 46; 1M, 4-5.


1953-4, n° 578; Guía 1980, 96 n<i 5.

Este epígrafe tiene cnracterhtJ.caa etrlbu:i'.-


ble• s la negunda mitad del dglo I d.C., ent;re ellon
la fórmula D.r. aols,frente a lo md.a común lueeo de
D.M.s. EJ. D.M. requeriría, ain embargo, el nombre de
la difunta en genitivo y eató en nominativo, lo que,
ourio~emente, ,e acerca máa a los fonnularios republi-
cano• y e.ltoimperiale.. I,o fórmula v!xit ennb eatá
tambiln deasrrollada de manera diatinta a la má• com6n
en el #iglo II, aunque '•te e• dato m&a aleatorio.

Lo• eareotere• externo•, como M, C, D y A, ea-


t,n aún próximo• a laa oapitale• cuadrada• de mediado•
del dglo I. La• interpunoione1 10n triangulare,. Por
'11ltimo, e• deatecable el af"íad:tdo forzado de n.s.E. en
la última línea. ein eapacio, como e:t se hubiera concluí-
do posterio:nnente. Todo• loti datoa mencionados, r11'í.edi-
do• al gentilicio d ~ ln diftm tu, nor.: den uno f echll de
•cgunda mi t.nd del ,si~lo I. El cognornen ei, tfp:i.co ,le j_11-
genuo111, y con mtís frecuencia ~e dn en el norte <le A-fricn(l).
( 1 ) KajA.nto, Cognomiua , 18 y ?.7J.
384

Nº 100. - J,dp~da de mármol .blonco, frngmenta.da en don


. pe4azoa y re.ta urada. T,,ed idn•: 29 x 25 cm.
· Líneos entre ::>. y 2.1 cm. t,:useo Arqueológico
de Sevilla.

- . u. s.
--AVDIA
--ARITilf.A Lám. I.IIIb
--IX AmHS y CII.
5 :__M VII D XII
--S. E·. S. T. T.L

[p(ih}] J,,:(Einibnl'I) fi(ocrum) /[Clia.udin ; 3


J
P 'Jar1t1ma 1~vJ1xt.1t)~~r2:..:... m(end-
bu11) Vll / d(iebua) XU / pt(ic)Jn(ita)
e(et) a ( ~ i b i ) t(errn) l(~vin).

lli·II. 114); dibujo de D. de lo~ RÍ09;


Fdez. Chicarro, Guía ••• 1980, 84 n 2 J.

Según HUbner, ee descubri6 hacia 1852 y ae


oon11ervaba en •u ~poon en Bevilla, "en caoa del direc-
tor del MuD~O~. Luego pa116 al provincial, donde hoy
ae enou~ntr1{; Sus caracter~n externo,r apuntan, como
muy bien indic&ba ~1. a ºuna ~poca reciente". lJo:;otrori
la incluirío1.no:\l ya dentro del siGlO III d .c. Lt.1n V,
muy abierta11· ·y· curvas, o lr.r: 1;:, L y A ni,í lo acon~e-
jtln. Ha.y que. .re.11eñar sobre todo en la:, \ la 1nanl'!ro. en-
pecial de di.s.efiar el trave~año. ligero.mente c::lÍ.do.En
la líri. lª la11 interpunciones 1Jon ~~· Ln ectnd es
le. mna difícil de reatituir. pero nol'I inclinarforíloit a
pen11ar. que es unA cifre. corta y baja. l~l cor nomen e~,
propio de ineenuoa ( 1 ).

( 1 ) KajEU).to, Cognomina , JOB.


385

Nll 101 ,- Ldpi da de mál'mol blanco , pf:1.roialmente fr nc-


turo.da en el ángulo inferior izquierdo. ;,:e-
dlda•: 29 x 23 om . Líneni,, 4 cm. Col ecci6n
Lebrija , Sevilla,

D, M. S
CLODIVS PA
N.ARIVS, 16m. LIV'-l
AUN. XXXVI
5 ~-ys. IN. SVIS
.
---- S , T,T.L,

D( ib) M( a.ni bus) S ( acrwnj_j Clodillll Pa/:lna-


r iu11 / onn( orum) XXXVI / [Pi] uri in :'IUi:i / -r;-
U"i< ic ) s (itUD) e ( 1 t ) ~t) t (ibi) t(erra)
l(evia).

Infdita . Ficha Wickert.

!fo tenemos máa do.ton oolire e~ t e cpí¡~rafe,


aalvo que debi6 aer adquirid o ~ntre 1912 (ya que no
aparece en el artí culo de Amndor) y 1930 (puento qu.o
Wick ert lo men c i ona en ou11 nota:1 ) .
l'or l!!U~ caractere• creemol'l puede otrirmir:::c
e ln .:"Jegtmda mite.d del IYir,lo II, fundamental.mente por
la peraintencia de lus heJ erae e8tilizodao y lctron
oomo la• X, T y A con v~rtiee achatado , Hay que t en er
en cuento tambi~n lo falt a del pra enomen y fil iación
y 1~ presencia de Eiu~ in ~ui~.
El cognomen Jlnnsrium no e• conocido en Hi11-
pania ni f igura en los :índice• de Knjanto ( J. ).

( l ) Gólo conocemoc eu uao epi gráfico en CIL IX ,


2054 (Hhtonium, Ita.lin), pero no como COóllO-
~ . sino como fabricanten ue pan uentro d el
w1cell1.U11 de la ciucla(1.
:: 386

N9 102. - Are·; de mármol blanco. J,e falta lo. zona i::upe-


rioi" con el focnn y loo pulvina1'el.'I, r·ectidac:
33:·~ 1.7.2 x 12.e om. J,foeo.,g 2,5, '?..7, 2.5,
2.8 y. 2.8 cm. ~lwseo Arqueológico llo.oionol,
Madri~, elmacene.t,

D. ·1,1. S.
CORf. NEL Lá'm. LV
APOLLONIVS
~IXIT. AIDt. xr.r.
5 M. ·.1r..r.r..s.s.T.L.

D(fill) M(,mibn•) .S(a.orum)/ Cornel{iu11) /~


Apolloniu11/ vi:dt ann(is ) XII/ m(e11dbu11)
II 'p(iu•) i (n) s(uiri) n(it) t(ena ) l(ev:Lo).

CIL. II, 5375 (l h J. Hada, r,:uGeo 7, 1876,


~62; Gali, !Jbtorie., 140 (2hV1ve.:i,l.hlill, 34200)

. E•t.e. ara estuvo primero en lo colecci6n de


C~ballero-~nfante, pe.tio.ndo después, con las derné11 pie-
zne, al ·::u,-;e·o Arqueol6gioo fü.toionel, donde ya ne con-
servaba citni1dó la re<locci6n <'!el Supplemenl;um. Lleva.
combináción Ae tres tipo,:; de h e d era e , hiperpuntUó"Lción,
cuatro:s.ignoil di!! menor tamaño (lfo. 3 1 , 40 y 5ª) y un
~pice apbre :la M de la lín. 5~. Capitlllei, ctmdradr.:1r.:
con rematen,: En e,te cp.so. como en o~roD, piun in c:uia
viene e ocupar el lugar de hic. n:l.tua cet. l'odrfo fe-
cher•e en nue,tra. opini6n n finca del eiglo II d.C,
Corri~liu• ea uno de loa ~entilicioa frecuentee
en Itálioe, .l<Sgic&mente y como :l'undaci6n tle J~acipi6n.
Apolloniul'l e·~ un cognomen de origen griego que oporece
otra• nueve ,veo.e• en Jii11pania.

( 1 ) Lín. ?.t commL;Hn. 4ª Xl; 1:i'.n. 5~ G:Pa'JJ,


( 2 ) Lín. jt! APOI,LO:íI.S; lfo.50 r:,.r.1.:J.'i~.·r.J,.
( 3 ) ·Como ill•
Nt 103.- ~pida de m,rmol blanco de la que. quedan
dos trozos que cesan bien (*).Medidas
m,x.i ancho. 2) cm., alto, 1) cm. Pondo,
1.7 om. Coleco16n Lebrija. Sevilla.

-- • M. S
- 0Rli-•-IV8 S.A.'l'VRN I¡etm. LVIIa
• •
-- TAN-- XXIV H --
...
• l.Bv --
-~-------- A

IP<11s>J M(anibus) S~acrtun) /[- cJorn[e-


l]iua Saturn[inua / vix;f)t an[niaJ XXXV.
H(io)[s(itua) e(at) / eit tibi terrJa
lev[i~.

rn,dito. Ficha L. Wickert.

No hemos podido encontrar otros fragmen-


tos de este epígr&i'e en la ooleeoi6n sevillana que
guarda lstos.

En lt l!n. 1 1 falta a la izquierda e61o


la D. En la 2• puede suponerse que el difunto lleva-
ba pre!ffiomen, por el espacio sobrante. En la línea
) 1 la rest1tuo16n tambi4n ee relativamente sencilla.
salvo en la edad. que podr!a llevar delante X ó L,
aunque si desarrollaba .!!!!9!!,, oomo suponemos, no que-
da espacio. La f6rmula de la l!n. 4 1 parece tambi~n
explayada. Los caracteres son capitales ligeramen-
te adornadas, propias de mediados del siglo II d.c.,
y las interpunoiones hederae realistas.
388

Lo~ Cornelii, como ea bieu Bab1do 1 aon numero-


8:Ítdmoi, en Hhpnnia, y espeoinlmente en 1,i Ci t(!rior
Tarraoonen.!!e, Cornelii ::i attu•niui , ooncretrunente, hay
Cinco. ni\ern1a de éi,te ( 1 ) • Cf.lf.li to<lO'-il libren y t naJ.-
VO en un caso, relacionadoa o pertenecientes a ln 1.mr-
gue•fo loc9~ ( 2 ) • El cog:nomen e11 también de lo,i ;,1:~:::
frecuente• .en el Imperio, y oon marcada aci<luidad en
Af;rica ( J j ..

C ~ ·) Debemos su oonjunoicSn a la Prot. d& la.Bandera.


( 1 ) CIL' II, 2841 (Lea Cuevas, Soria), 3709 (I.:nh6n,
Bal~aru), 40'.31 (Tortoao, Tarragona), 506)
( S1ngilia Barba, Málaga) y Vive•, ~,1566
(Ampuria•). .

( 2 ) Recordemolil que le.e remas de Cornelli md• rele-


vante• en e•te •entido •on loa de Co•tulo y~-
E.!!~
"( 3 ) Kajanto, Q.Qe;nomina. , 18, 55 y 213: c1e 2507 ca-
sca, 1163 •on af'ricanos. !,hl&,, 21): la propo1·-
'ci6:l'\ <le libres oobre e1J1clnvoz en de 27 n J .•
.
,'389

IiJP. 104.- J,ápic1a c1e mármol blrrnco co1! vetn::i ol'lcuru,,.


Lledlda•: 25.7 x 16 x 2 cm. Línenn, 2.a, 1.9,
2, 1.6 y 1.5 cm. hluaeo Arqueo16gico de Se-
vllln.

D. M. G,
CORMELIAE COETE Lóm. LVIa
ANN. V. LX~~. FECJ.'.1'
COIDTEL. TlIESEAV'S. COI!. n. r:;.
5 T.n.r.D.3.T.TERR.LEVIS.

D(ih) li(nnibu:,) S(ncrwn) / Cornelfo.e


Coete ¡.1 mm(b) v(i:x:it) J,XXX feoit /
Cornel(iuai) The•e{~ con(i~~ i ~~)
m(erenti) / t(e) r(oe;o) p(raeterien.~)
<l(icaa) l!(it) t(ibi) terr{a) levis.

ill II, 5376 ( 1 ) ; Fdez. Chica.rro, n!Ar


7, 1946, 120, n~ 21; Guín ••• 1951, aaln VII;
Vive•, ILER, 3768 { 2 ); Fdez. Chicorro,
Guía ••• 1980t lJS, n~ 8 ( J ).

Dice 11\!bner que esta lápidn estaba en Sevilla,


en la oolecci6n Mateo• Gago. El vio, en 1081, un cal-
co en la casa de Demetrio de loa Ríos en León. Con lo•
atlo• pa•6 a la colecc16n municipal y de elln al l,~uaeo,
aunque •lgue siendo dep6sito del Ayuntamiento sevilla-
no. En aquella coleooi6n, •egún afirma la Drn. Fdez.
Ohioarro, e•taba catalogada como emeritense. Sin em-
bargo, HUbner e.firma que e• italicense, y su juicio de-
be provenir de la certeza. que le dier.n D. de lor, Ríoa.
Aceptamos, puee 1 la. prooedencio ito.llcem.:e, i10 n61.o por
ello, i,ino porque tipológicumente la in.i:scripc16n co:..·.r·c:~-
390

ponde a los~alleren que entamoR c3tudlando, y de~tro


de la ,:,eeurtda mitad del aiglo r.r. como dernueatran loe
letru n. ti;.·n y v. ademá11 del completo formuln:do.

,En 1~ lín. 211 preoentn o(nnio) v(txit) por


v( ixi t) o.(nhii,), nnomaHe realmente poco twua.1. 1l'ni,1bilin
d verbo feó1t va rmticipado. fü1 la l!n. .3~ hay w.rn d!
fioultad de.Jecture no fácil de reaolver, en el cogno-
~ TIÍESE~~s~. Para nosotroe hay un nexo AV, pero r:il ha-
ber un golpe·en donde iba el travuaflo ele la A, do lu-
gar a ·que "~:pueda leer TilESINVS (entendiendo nexo HV)
o THESEH'S •.H~bner por el calco leyó y da THESEVS, orai-
tiendo ·el pr~mer palo de la A (o H) que, dn emba:r.go.
e• claro. P!i'a no•otrcr:,. por tanto, lo correcto IJ~l:'{a
TIIESEIAJ VD. \·

· Tembi~n es erróneo en el lli ofrecer la O enoe-


ja<'lr:i dentrci,..:de lo C, en esn minmn línea. Le O ea 1ir,e-
ramente menór, pero no hay encaje. Tampoco e:! bueno.
la omhi6n d'e V trai, AMH, en línea JI• y en e ato 1:í
que guárdamos uno reaervn. porque va en mal $itio y
con })OOO espáoio, lo que da lugar a la imprcni6n (\e que
C M BflacUdo po•terior. Sin embore;o, en su ejecución pa-

rece auténtica, ~,..{ como las interpuncionea 1:1nte:; y r.Tcrr-


puétT de ella. lfo 11ahemo3 por qu-' 11. 110 lo recoge.

La f~_rmula poHica final eatá muy reprer:ientn•.!o


en Hhpimio. ( 4 ) • y esa manera peculiar de deuar:roi ler
STTL u conocida en Itálica, como en loa epitafio,, ele
Aeli·u:1 Veteranw,( Antor1ia !Ierem1ia. Aw·eJ.ia Afrodiaia,
Li'beri:na , r1·imus, 5ftc.
391

rn cognom~ Coete, que no eatá por Coe t~~.


•e conoce npeno11 treo vece11 en 'toclo el Imperio, de lo.:::
que dol!J en Ilinpania. Bl Dr, r6rez Hoj ur.; , e i.:pccin1.:lsto
en lengua ibé1·icn, non ha do.do 1m opinión de que ~1Jta:,-
mo11 ante un nombre típico.mente :!.l"tdÍgeuo: oporece en
documentos previois a la conquista romana cor.10 ~ .
Coele, Exi11te una vez en Italin, QQili, y do. en latín
coitus = uni6n. LA pervivencln de un nombre indie;ena
con un gentilicio teatimonio de ln conquista como~-
neliu•/a e.111 mu$ 11uger,tiva, e~peoialmente con uno datn-
oi6n tan posterior,

El otro cognomen, Tho:,eu:1, eo pervivend.1J de


un antiquísimo nombre perr,onel, r,resente ~p en el li-
near B. De allí ne oonnerv.S en el nombre <1cl conodclo
hiroe mítico t1tenie1111e ( 6 ) • Bl estudio d e H. :iolin
{ 7 ) demuestra que, sin embargo, en Horno ze dejó de
utilizar haista el Bajo Imperio, en que r ea por~ce, ::::1-
te epígrafe, por Últ imo , ea uno de lo., poco;, que en
Itálica menciona tma. relaoi6n de parenteoco,

( 1 ) 1,{n. Jª Mm LXXX; lín. 4" '.i'HBSEVS Co!I


( 2 ) Lin . J y 4 como CIL, Hn. 5~ S.'1'.lmnA
( J ) Lin. 2• Alm( orwn) V(ixit); l:l'.n. 4° 'l'!IB:::.~;,~:; , pe-
ro sugieren que está por TTTE8EVS .
( 4 ) S . iclariner, ll!V, 208. I 1<1:ra 61, ePJh\ fónnula ev
la contominncI?ín de tlo.n nenttSmetroJJ correcto:~:
die , ro~o, praeterienr:: rdt til>i tcrrn levi11 y
proeterienl'l I dican: ni E tibi tel'rnJ.evir::. ,, obre
ou dh Lribución, Ibid. ·
5 Gobre ill,a,l'foriner,o~. cit., 222, apéndice •1" ll.
Cfr. Fitn en 311AlJ 7 , 1910, 1'77-8 y llnbi11 9 , 205 .
( 6 ) i!.v.Geisan, 11'Theoeuo" , 1~1' , col. 751.
( 7 ) "Die imuire Ohronoloeie det-1 romiachen Co~nm.1r,,nr!" ,
L'Onomot1tique latine, J'Grb. 19'17, 1)6.
392

H11 105. - fequei'iEl lápida de mármol blanoo, rota y i·ee-


te.urada. f·ledi<1M: Jl ,e 26 cm. J.íneaa de 3 cm.,
gaiv; la última, ele 2.5 cm. Oolecci6n Ibarro
(Sevilla).

DM
BX:ORATE YI Ltim. LVlb
XIT. AHN.
XXV. M. III,
5 • D.XV. KX:OR
ATA FILIAE
rrnMTISSI!l'LAE

D{iia) r,1(1.llühu.:i) / Exorflte vi/ 3xit annf.-11~) /


XXV.m(ensibua) III / d(iebur,) r-t_.~}:Qr/ ~,t,,
fiHe.e / pientiuini'áe .

.11.1r.. Canto, ~ O, 1977, 4:-?4, nq 12 y 16m.


XLI~bi ~. 1978, nº 414.

Ya· él publicarla tuvimo:,; dudan :::ohl'e ::u irn~en-


ticidad, que _resolvimot.i a favor lle elln, entre otrn.!l
con,u,, por l_a: n, lo fJ A ¿,;in trave~oño y el ne:xo f.'/1 (fo
h línea 7!! ;· J.as capitales t11011 descuidodtlll, n tril,uí-
blen al 2iglo III avanzado, 3o1vo tres hcderae reatDc
en lae 1:!n. 1 1 y 2ª, el reato l'l'On interpunc:lonct.1 e•,
ptmto o curv~. neston lige.roi, de ordino tio en la parte
inferior de· éada línea, El D.M. no parece concordrmte
con la rlataci6n que hemo1J sur:;e:rido, pero v6an11e e,j em-
plon como el del ep:!.grnfe anterior, nº 99.
,393

El nombre de la difunto podr:1'.a intarpre t en·:;e


Exora t\ª)ª ,\en gen1 tivo o <la ti vo, puesto que el de
. lo madre ·BP. ha <leolinudo en -2_, pero puede haber ha-
bido monoptonc;ac16n ( l ), Eot:i vnci1oci6n está atc::;-
tig,mcla en otro caso hispano ( ?. ) • ,~ue oepamo.<J, hay
a6lo cuoh·o ejemplos más de este nombre en J1ü.1p~nir.1
( :3 ), y el único fec hnclo es de mediados del aiglco
0
II, P. /\ufidio Exorato. Rn el rosto del · Imperio t>-:Q-
ratus/a es c·ogngmen relativament e frecuente, oape ciuJ.-
mente .entre libres ( 4 ) •

( l ) En las composiciones po6ticna eo <londe es I ufo


frecuente -e por -ae : ::; • Meriner, IlíV , 12: ea
mayor esto IncidencTa en D~tica y Lusitonia .
El lo relaciono oon la tesis de Carnoy (Lo la-
tin d 'Espa~ne ••• 77-70) , según l o cual 11 li:ir"'jiri-
merao grof os incorrectno •• • remontan ol ai~lo
I d, C•••. el cambio d obi6 de ser general en
el habla vul¡;ar e pa rtir ,1el siglo II. Sus l'o-
coo ele p1·opae;Rci6n fuero11 las pm·tes into ror,10-
nlzndas ( Bética y puertos pr incipnJ eo)" (l.'ori-
ner, ibicl. , 10) . JU propio prof. r.:urinor oiiudn
ol¡r.uncisej emplos máFJ a l os ] J2 re~iotroclon 11or
nnrnoy , flclomtfo ele a11tioipor a l nielo I ,.1. (:. lt1
opn1·ici6n do eatn onomo lfo en 111:.:panio . Quiz6.
podríamos níladlr uoooi:J·oo l f.l poniule influen c io
en ente fenó1,1euo <le nombres ib6ricos clcclinnc.oo
e11 -~ , comn ílim:l.lce , DoU.ce , ,Coot e , o to.
CIL II , C.165 (nl,roino): l~xora ~r.i 1·:atri , Dophniéle
( 2 }
°er't'crpa i core pllíettil.l )-:-?i"qtu se declino!) icual
<roa nombre o gr egos.
( J ) CIL II , 1035 y 6165, AE, 1961, 64 y A. nalil,
c!üidArqllistC, II, 19617 107.
( 4 ) Ko jonto, Cofominn, 297 y 351. En el CIL hay 59
hombres y J mujeres libres , :('rente aT°llberto
y 2 esclavas/libertas. En este punto hemos de oo
rregir el comen'terio de AE (cit.n .J )cuando reco-:'
ge nuestra primera publicioión: noeotros n o hemos
dlcllo que "on a quelques exemples seulement en
Espagne", sino que dimos oomo referencia los ca-
eos hispanos, sin mencionar los ejemplos de otras
provincias, lo ~ue completamos ahora para acla-
rar tal extremo. ·
w11106.- Lápida de m1bmoi blanoo. Medidas:

D.M. S
FABIO SVPERA Lfms. LVII, XCIVb
TO QVI VXS!'l' AN 1 CII.
BIS• la.X.X.X.
5 H.s:~.s.T.T.L

p(iis) M(anibus) S(aorum) / 1''ablo Supero./ 3to


qui v(i)x\siit an/nia LXXX/ D(ic) s(itus)
e(at,) o(it) t(ibi) t(erra) l(evis).

fil !I, 1146; to.tute, ')osquejo, 124, n!> IV,


16.m • . 18, nº 6; dibujo de Deme trio de los Ríos.

Como toda lo. serie i talioense del r.:uaeo nri tt.-


ni.co, ifote procede de la oolocción que U. Wetherell
fue reoogie~do en su tantas veces citada fábrica de
curtidos de .san Diego, en Sevilla. Fne descubierta eri
11311, e.fio en que opsrece entre las notas monuscritae
de F.,T. Delc;t'lclo. Después lo dibujnron Denietrio de los
R:foa y r,:atute. La ooincidencin de ombos es bastante,
aunque de mucha. mayor !'Oli<lod el primero.

'.Las interpunciones son pequeflos tridngulos,re-


partidos de forma arbitraria. Las capitales oon actua-
rias, oon rema.tea p1·011w1ciauos como ea frecuente en
Itálioa, eapécialmente Q • r. y X. Los V muy a.biertM y
ourveda.s en el vártioe. Todoo eotoo cnrocterea noa lle-
van a la segúnda mitad avonzodFJ del :,iglo II.
395

Fobh1a es uno de los r;entil icioo 1a(,r,1 an ticuoo


de la ndtica ( 1 ). pero está reprcs ontudo oólo cua-
tro veces en el material de que diaponemos, aunque unt
de ellas ea un aniento del anfi tP.atro 1le l n cirn.lou , que
nos indica que m1n rama de lo::, ~ . loo 3oneciou'f.:., orn
tmportante en ella,

De inter~s es el análisis del cognomen Supcra-


tus( 2 ) • ~s un nombre muy escnoo, y parece que ae ,lo
en Hispania y Afrioa casi en exclusividad. Aunque n.
da en su índic·e de cognominn hiopanos precisomcute uie-
te ejemplares (los que da lCojnto pnrn todo el ImpGrio) ,
de aquéllos hay que eliminar do::i y w,o es dudoso ( ) ) .
Queda.rían cuatro caaoo ( 4 ) , Et lo a que hr.iy que a.iio,Hr
tres aparecidos oon posteriori•lod ( 5 ) , en to tol , puee1 •
otra vez siete. De ellos, trer1 r.ion de .HóJ.1.cn , el cuar-
to de M~lagu, el quinto de lt.1 cercana l'cfinf) or (:jevilln ),
uno da l\íé-ridfl y un 1íltimo inr:eguro <le 3,c6n . l.o :i.nct,len-
cia b~tic•1 es notable, pero clentro rlo ei.J t. Itálicf:I Ue-
ne co.ai el 50~~. La raz6n le :l.enoramos, qub;á s61o moda.

Vi.d . nuestro trabajo en J!uhfo 9, 1978, 293 os.


ltñJanto, Co~uomino , J56,---
CIL II, 290 no deberfo venir en e~te íwllce, :··\IC:J-
tc>que el epígrafe dice Du pci·i.o y no :;uporotn . GIL
II, 2902, de Fresn ef!a ( nurcos) , como el antcdnr ,
dice Fusca Coe<li í. Celtico nupertu (nic) O Blnnio-
brentil. Soooilia Coedi f , soror nu11 ¡,o::mit7 7i1.1hno
hcrmana,:i entán bien definldao con iguu1 filü•c i.6n ,
de modo que pense.mOFJ que coJ:ticn ou,1cl·to. I',Lmiol>ren-
tif. debe ser 'topónimo dq 01·igen . :r,; r;iano :5 repre-
sentaría ~stellt ror ú1 timo , CD, U, )420 eo só-
l o uno ·eí<ltucirí, a cargo tlc Jliítmer: Iul ino Cu-
.P.. era tus • pero igual por1rí.o ncr :; urcro co • .; 1er-
o, :.i, ()ti er, :Jurorano, etc., huoto (1 ccineT1 , ¡r,(J >l-
lTCTarlea. ·01· e lo lo oomii 1 crnrnon ~1ullono. ·
( 4 ) CH II, u 4 r- , 1149 y 5040 ( H,~licn.) , 196G (l:.11n..,n :
?"fil-viliuo Supero-tu:., , <1 rnl ,,1~l1wu.1· 1.:011 mu:u:tr·v :1~ 116.
( 5 ~ Vivl'~ , lLER , 280 {Aomilius Su ,oro~w, , ,1,-, 1 6,·iuu , de-
d ior.mclo a 1\11 tru, como el tlo 1..1 loen ; 20)B ( .Pr.i1c.flor ,
GevilJo) y 5051 (Hinflo, Lo6n, pero lnolcrf;o el deoo-
rrollo ele f; up . Juv , corno cop;nomlno <lcJ tllftw t o ).
396

Nll 101.- Pequeña lipida. de má:rmol blanco. r,:edidaa: ?.O


,e 18 cm. I.etrua de J om. (Monsalud). Actual-
mente. perdida.

FADÍA AVI ---


XII·. ANJHS, r..A-
TVS'.. HIS • S. ES T (sic)
--- T. T. J,.

~D(iis ) M(anHms) ú (ttcru1n)3/ T?abia Avifte.


v(ixH) a(nnis )J/ XII Annis (i<lius?,) Lu~J/ 3
tus (fecit ) Hif"' a(itlil) est) 4s(it)J.:Hl-
b1) .t(e:rrCI) l(evis).

!,!. <le l'.onealud. 11


r~piBraf:ía romann y visigoda
de.tindalucía y .Extreme.dura'', DRflll 53, 1908,
,sPr.:allon-Mar!n, Tllonaalu<l, 1)5, n 2 2'31; Vi-
v~e. JMll, 2eoif.fJHAB 4-5, 1953-4, nii 727.

El lí.arqu6s de Monaalud lleg6 a conocer esta


lápida.por un calco que le facilitó J. Geatoao, en cu-
ya coleoción de Alcalá de Guadeira estaba ( J ). Lue-
go par~oe se~ que se perdió. ror lo tanto, nos buso.moa
en su lectura, que por otra parte plnntea difioul ta -
des.

Según dice ?.:onsalud, los corncteres "son del


siglo II, al tos de 3 cm., y los puntoo tria.ngula1•eri."
Transcribe el Amns. c'l.e la lín. 2• como !\unis( lur; ) .:an
di$cutir ahora oi es el ~ o no, en todo ca.:;io pre,'.'e-
rimori At1nta.( idi1.ts), yo que nombre~ como r,;pp:l.oid.iuo , lli!_-
3 9'1

viaidius . Vori s idius, etc., no <lerivon de w1. prcv:lo c;en-


tilicio en -sius ( esto es, de ji; pplsius , Gav ia i u.<J , ,\nni-
siua o Va ris ius), como aer!o lo más 16gico ( 4 ). sino
que son gentilioios no derivndoa. En cumhio, Annini<liuo
e! tiene un nomen derivado, J\nni a id imm J;J ( 5 ) • TQdos
los citados son de origen lociul.

Según esto, aqu! tendrfomoo un dedicante, !!m,!.-


sidiua J.a.etua (no parece que eJ. cognomen pueda ser otro),
que eo quien ofrece lo lápida a l'obia ,\vi to. sin w1 v<n·-
bo como fecit, lo que no es infrecucn-te. gn l/J líneo J'..,
his parece estar por hi~.

Ahora bien, no queremos dejar ,'.e c:~preeor nueatrn


reticencia en dar como válida e::rta leoturn, ya que <les-
pu~s de todo en ln l!n. 2 11 tenemos un mm1ernl y después
AIDHS., aunque el orden ecté alterado. A modo de niniple
propuesta o 1 terna ti va, podría in t cnto.rse tma se¡~u111Ja -
lecturar Fabia Avi ~ta v( i xit)] / XII nnnio l a ~
hir+c"I s (itus) est ••• etc. En este caso, laetua oer:Ca el
cuerpo ele lo difunto., uso que e::itrl' uteetiguado poéticn-
mente ( 6 ) • Lo que allí oc e1üierra, X,nce, es su cuer-
po. Aunque nos inclb1arno::: por lo primero ele ).{ls 10'! !;u-
ras, también tiene sus :lnconveniéntes, que Y.fi her~<>:; ::c:,a-
lado.

El oog nomen Av i t a, que es el mb ¡,rolmlJle ilP. res-


tituir, es ele loa que inclicnn relaciones ele porenteoco.
En Hiapania es abwidantísimo, parnlelo a otros del 1nJ.amo
tipo como l,il"ternus , ro ter m1s , .l!'rat ernua , oto. Kojnnto
( 7 } lo explica por la influencia de un sustrato ~)revio
en dreas c61ticas o celtizados ( ~ ), <londe estas rela-
cionco er<1n mur dcterndriaui:o::J. /1 er; ~u 1·e:..:pNitc reeordo-
398

mos la.s numerosa.a in.ocripcionec que, en inscripcionen


donde aparecen indígenas, muy tempranas, la filiaci6n
ea constante· y muchas vecGa sin tndicnr f( 1liuo t.!!H 9 ) •
Otro tanto o~urre con las inacripcionerc en lengua ibé-
ri~a ( 1q ) •. Quizá tambi6n ele ello ae derive el que -
loa que llcv~n taleo ~ognom::!-na oean llli1·cs en un 90~~
de loe casos.( 11 ).

La .éronología ea muy dudosa. l\1onsalud decía si-


glo IL lJo sabemos ei no había D.J; .S. o ae debe a pér-
dida del borde superior del epígrafe. Lns interpuncio-
nea h'iangu~aree • lo manera ele dese.rro1J.ar la f<Srmula
fúnebr.e, eon más tempranas trunbién, pero el s.T.T~L. y
la falta de·.~raenomen en el dedicante la retrasarían.
Sin ver la pieza es aventurado proponer una fecha, pero
en principi<?. quizá la épooe. fÍOvio. conoilinda todos loe
elementos.

Lín. ·2" AJmIS(ius).


iro recoge loa espacios rotos del epígrafe, por
ello ·su texto resulta cabnl{stico.
l'oclríahaber pnaado, como otras dos pie?..O:J de
r-tnl¡ca en ln colección C:cstoao, a le. aotuo.l de
Guerra Sáncbez , en Sevilla (vid.sub ng 96).
( 4 ) S·chulze, );Jigenm1.111en, 220, n. l y 429,
( 5 ) Por .ejemplo, ffi XI, 1217 (Ploce11-t:La ) y otro ca-
so do Y.fil~.
( 6 ) Vives, EJm, noo. J.7~ ? )50. :an embargo, esto
inscripc1.on e1.: tilUY dudoso que sen cristio:rn..
( 7 ) Go~n9111ina, líl, 78-79 y 134.
( 8 ) :·;\\ponemos que con este t6ri11luo qui eJ'e 111.11:1.rcnr
·h1mbién el de "irnlíi:er10", ya que describe el fe-
nómeno, ac\orn&o de para Galia, Ge1·maniu e Hü::pa-
nia,, para hfrica,
< 9 ) ror poner alc;Cm ejemplo, I J,Eil, 405 3 ( E -'H :n1i u ) :
Virio Tongini et Sunnae Vi•,m.L, o ~JJ , ele lu
misma procecl enda : Q~rnrilo 'lu ontL '.ív;¡ clec:enas
de e jemplos nimilares.
(lo ) Lt.1 f~lio ct6n, tonto en ib6rico como en ctru::;co,
no precisa más que del e;enitivo. 1n Dr. r6rez Ro-
jas noa ha de1roatrado eote punto aobrounmonte.
(11 ) Ko.janto, Coc;no11d11a , )04: JOO libreo frente a 5
esclavos o li'L c l'toa .
3,99

Nº 108. - Posiblemente elltelo.. Uo hn~· <lo tos :=:,obre


medidas. Perdida.

L. FER
orn. L. L.
SALVE

L(ucii) Fer / oni L(uoi i ) 1 (1bert1)/ Salve.

fil n, 6219.

El epígrafe fue descubierto en mayp de 1890,


y era propiedad de Antonio Ari:rn, qu<:\ envi6 un calco
de 61 e HUbner. I,a S de ln l!n. J9, aegún 4a ~e• ten fo
una peculiar forma en zig-zng,f' • que GaGo leyó QQ!-
!.! según el anbio alemón ( 1 ) •

Rota insoripo16n, junto con ill 1151 (cfr. nQ


119) define un tipo arcaico de :i.nscripci6n funerario.
en Itálica. Graoiae al dibujo de D. de los I?íos sobre
la 11,, podemos suponer (lrun. CI!I) que era tambi~n
una estela delgoda y rectangular, con ·o ain remate 1Je-
mioi:rcular, que sería el tipo mñs utilüodo en lu Bé-
tica. en época republicana, co)llo los ejemplares que co-
nocemos de A<lamttz (Córdoba) y otros lugare,9 ( 2 ) •

Correspondiendo al tipo de aoporte, la inacrip-


o16n carece de D.~., el nombre va en genitivo o quizá
vocativo ( 2b) 1 y no hay f6:rmulas habituale,9 como H.5.E.,
que es de les más antiguas, y nl final se formula un
simple~. Es una lástima que no sepamos la proceden-
cia exacta dentro de Itálica de amuos pieza.a. pues lo-
400

cali:z;arfoinoo la necrcSpol:lo mfü, nutie;uo. Inscripciones


de ostc mismo tipo, y también arcnic1w, encontrnmou,
por ejemplo, en Almagro• Murcio. ( ) ) , l.'.nllorcn ( 4 )
o Cortagona ( 5} y un ejemplo de Villar da Pedroso
(Cáceres), dónde junto a este e.aquema aparecen también
loo elemeatoo que luego serán máo comunec1 ( 6 ) • A la
hora de a::1ig111:1r unn cronología, y cle13conociendo cor.io
desconocemon en profundidad la epigraffo republict:1na
por falt~ de monografías, s61o podemos apoyarnon en
pieza:. de la penín.aula 1t4lica ( 7 ) y fecharla e. fi-
n~e del siglo II o comienzos del I a.d.

Fe1•oniua, y no ea de extrañar, ea de loa Gen-


tilicioo de origen etruaco terminndoo en -n:i.u11 ( 8 ) •
Lo en con tramos en lo vecina I imi.1~un (Vil lanuevo d oJ.
n!o y r•:inos,' 0eville) ( 9 ). pero ya en 6pocn mt1;r po{J-
terior. F.u extraord:i.nal::i.9 lo pex·vivencio. <le loa eenti.-
li cioa t1c lo· {ipoc!'l ele J.o conquirrta y coloniz;,1 cióii ,ic
lo Ht'itica,

( 1 ) Corno no bemor1 enconi;radn publi cn<ln eotF.1 1,' efe-


;rcn c i a , h ay que s upon er que co tum comunico-
ci6.n verbul o onori t o de 1:oi;o o f'.i lbn er. En
cJ, f ollet o hecho por Un bnllP.ro-Infcmte y /11·iza
de l a cole c c:t611 11<" ~.'n teor-: Gogo ne mqncionn e,"l-
tn pi eza en el l.a ; 110 1mbemon si l uego pa~16 n
monos de ,h·t zo , o ~s t e Aimplemen te le envió ll
llllbner el coleo.
( 2 ) r or ejemplo en nHont:1:0 artículo d e lle.b is a,
1977 ,. 407 y lám. XXXVI fo (J\tl tllllUZ), 'ilToy lám.
XX:XVIIIb (C6rdoba ) ¡ ,T. GondJ ez , ibi (l , , 440
y lám. XLJ'IIb (Osuna : ee le llnma--a:po por el
editór, pero es tma g ran estela ), etc . Hay mu-
401

chas estelas de ambos tipos en la Bltica, y


siempre republicanas o del cambio de lo era.
(2bis} R. Cagnat, Ooura , 280; ea interesante la cu-
gerencia del Prof. Gorcfo Iglesia.a, en el sen-
tido de que este sal ve requeriría mí,:.i bie~ un
vocativo en el n oiiiore"del difunto.
J } CII, II, 35401 Luoretia mul(ieria) lib~:;:,T~) /
~slve.
( 4 ) Del munic ipio de Porreroa, CIL II, '.36931
iif S e1•gi / Q(uinti) l (i~)crm Dem(ophilf'D-r
sa ve.
ft{_tt:ln-

( 5 ) CIL II
, nc:Li
( 6 ) Vives, IIJm, 3817: Maelo Dovai f(iliu2)
hic siluo eat f su • . . . . . . / e( a J.v,1).
·( 7 ) En nominativo, CIL I 65 n 72 (T'.lsculwn), y 74
o 165 (Fraenest¡j.° Bu c;cnltivo , 11cx· e jcqüo ,
CIL I r l09, 122 (P1·eneshr:i ), VI, 8216, 132115
'{l'romuJ, etc . En H:lspnni::l , nclem&a de le.R neiin-
larloo, OIL 1586 a 1593 ( J"lnena r 1:1e¡,ulcro de
lor1 1~ompey,os ) o 3294 ( CástuloJ , etc.
( 8 ) Schulze , Eigennamen, l<i~: wrn ,h1 l ns má:;i nnt:L-
guaa diosas del Lacio en precisamente Feronj.n
( posible origen de Furrinn , lf! LHow:1 rlcJ bo~ -
que y sontunrio del Srmic11lo ,en ]fornn ).
( 9 ) ':lajo la fonna J."er1·tmiun : Fuez. Chicarro, Guf.a
1980; 179, n!! 22, feol11Jclo all! a :fineu d.eIJ'.""f
o comienzos del III d.G. ·io', CoJltmtes de 'J.'er~n
y Cl . Pdez. Chicarro, 11 i;pie;rafía de Mwl:l.guo";
i~spA 4S-47, 1974, JJ7 sa., eapec. 373 , n9 e-
, y Th. llouschild, " F.:unigua. Die Doppclc;errnh-
lossige Halle und die Aedikula im Forwnr,ebiet",
KM 9, l96a, 26a.
w• 109.- · Posiblemente 1,¡,1c!a. Pérdida.
.•,
D. M. S.
JIRMVS. RIC
SITVS EST AN
NORV'M. X'I
5 BR!TTA MATER
r. avR.A.VIT

.. D(iie) M(anibus) S(aorum) / l'h'mus hic ; 3


. situs est an/norum n./ Britta mater 16
.. f(aoiendum) ouravit. ·

. Este texto lo hemos reoonstru!do, como


hicimos con.el n9 96, a partir de dos epígrafes fal-
sos, debidos posiblemente a la misma mano que hizo
los del número citado. Los dos falsos est,n, el pri-
mero en la eolecc16n Bonsor c!e Mairena del Alcor
(Sevilla). habiendo sido publicado recientemente co-
mo aut4nt1co ( l ), y ei segundo en la ooleooi6n Le-
br!ja de Sevilla. Este último presenta diferencias
sensibles con el de Bonsor, que _eú m~s cuidado de es-
tilo. Loe textos de ambos soni

Boneor Lebrija
• • M. s. D. M. S •
•• RMVS HIC PRMVS HI.AN
SATVS BST ANT P.ATVS ESPAN
NORVM. XV' NORVM. XV
•• RITA.MATER FRITA MATPR
•• CVRAVIT CV.HA.VI:I:H.O.
403

La posibilidad de que el original del


que eyidentemente ee copiaron sea oomo lo hemos pro-
puesto as bastante alta. S6lo habría una dude en le
l!n. )', donde ambos ponen SATVS,PATVS, que noe pue-
de baoer panaar si en realidad estaría mal escrito
en el original, y en la lín. 6 1 , donde ante CVRAVIT
seria 16gioo viniera una F, pero en uno falta el ea-
paoio y en otro no se recoge,

En ouanto el origen italioenae del ori-


ginal, nos apoyamos para ooneiderarlo as! en que el
fonnulario entra dentro de loe comunes a comienzos
del siglo II ( 2) 1 en que, en dos casos en que te-
nemo• original 1 falso (l~pidas da Meeaius Oenialie
1 Primua), el original ha reaultndo ser italicense
1 loa falso• vendidos a colecoionistas iguales.

Pirmus ea un oognomen bastante frecuen-


te 1 por ello preferible a Irmus ( 3 ), mientras que
el nombre de la m a d r e , ~ ' ~ . Britte, lo sitúa
Kajanto entre loa de po•ible origen o~ltioo ( 4 ) y,
entre ocho ejemplos de Britto, la mayor parte en !f!!-
pania y Africa, y entre loe cinco de Brittue/e en His-
penia y en el Ilírico. De hecho, en Hlspanie hemos
contado ocho, pero desiguelmen·te repartidos ( 5 ) ,

( l J.A. Correa y J. González, en Hable 9 , 1978 ,


198, n8 I I y lrun. I b.(Cfr.DRAlf"Iffl, 177 as.)
( 2 ) Hay D,M.S. pero la f6rmula~ se desarrolla,
y loe anos aparecen en genitivo,sin vixit.
Correa-Oonzález, art.cit., 200 y not¡-g:-
Co?oomina, 201.
Eloe eon tres en Tarraconense tCIL J254 (Vil-
ohee, Ja~n), 5812 (Sasam6n, Burgos}' y 6Jll (Pe-
rales, Madrid)1 tres en Lueitania1 805 (Cdpa-
rre, Ctioeree), 952 (Trigueroa,Huelva) y Vives,
ILER 6757 (M,rida); y dos en Bátiea: 1072 (Al-
co!ea, Sevilla ) y 1)55 (Jimene, Cádiz ). Aun
a sí , de zona o~ltica son seis de ellos.
'º'
?ft 110.- Lápida pequeí'in de m6rmol blanco. Museo i\r-
queol6gioo de Sevilla.

D. t. s.
T. FLAVIVS L6111. LVIIIn
CALLISTVS
A:m:IOR.
5 LXX. HSESTTL

D~iie) FA(anibus) S(acrum) / T(itue) Flaviug


/ Cnllietua / annor(um) / LXX. H(ic} a(:l.-
t üs ) e(at) a (it) t(ibi) t(erra) l(evir;).
(1)
fil Ilt 6200t I•'dez. Chicarro, Guío, 19no,
129, n~ 5 ( 2 ).

F.llte tablilla ·aparac:l6, nn,-:ún llllbner, en nñ-


lioa en marzo de 1090, recibiendo 61 un col oo en ~er-
lín enviado ~or Arha. Dcsput<s ne le perdi6 el rastro,
y l!Ubner no'especifica nada sobre su situnci6n enton-
óes. Casualmente la. enoontramoe en el Museo, expuesta
en la sala de epigrafía provincinl como procedente l!.c
Mor6n (Sevilla), o al menos de su comF1.rca, per() nin
eren seguridád, y que es uonación de lt., viu<ln de J. or-
tínez Amores.

Esta tn:icripci6n nos resulta r.le mucllu iJ,t<:-·


r~a porque nos pareoe que su ú1t[\ción fluvio ca 111:fo
que probable• y lf:IS de ccto. épocfl escasean e11ti·c la
epigraf:fo f .talicense. El praenomel'.! y el gcuHl:i.do pn-
recen confirmarlo. Las capitales son cuaclradaa pero
con Ciértn estilbaci6n ( F t A, ::; ) y, en cener(11., '.1,• '.:-
(05

tante nbiertas, por ejemplo. r.;, Jl, O y V; En ctunbio,


lee T son de traveonño horizontal corto y ain ningún
adorno, igual que las L. Las interpuncioncs no son
· lledexae sino pequeños 6nguloa '.iucia ahojo, y reduci-
dos al mínimo en nu cnntida<l. l'nrece, pue1:J, r¡ue tene-
mos aquí bien definido el tipo de ec:crituro. de un tn-
ller lapidario italicense de época flavia.

S6lo conocemos con éate 4 Plnvii en la epi-


grafía italicense, lo que da uno de loo máa bajoll ín-
dices do Hispania. Ello no es tan raro oi pensamos que
lo que Hiapania debi6 a Veapa.sinno en cuento al,!!:!!!
Latii no afect6 o no debi6 afectar sensiblemente a Itá-
lica. oomo otras muohas ciudades b~tions. De todas -
formas, este número de 4 resulto. demasiado exiguo,
teniendo en cuenta a.dem.6.a que el cognornen de 110-11 en
de tipo servil y, por lo tonto, ea posible que oe trate
de libertob()por ello pensamos que quizá no se lm excc-
vado nunca en le. necr6po11.a italicense de ~poco. flf.1.vii:1,
lo que dorío quizó 1m rr.ayor m'.imero de individuo:~ co11
este gentilicio. ( 4)

( 1 ) })13.intcrpw1cione:J o.1 finnJ. <le lna lfocau ::CJ ;;


J~ y en ln l'Ín. lj!l \ll'la tr~1s coda letr.f:l lle J,:s
fórrmlua fúnebrefJ. To<in:; ello::; no o:.; t,:,i e:; 1 ::
p:!.edl'a.
( 2 ) "I'rocedencin clesconocido, 1111r.ql10 probnble de
la cor.1::ircn ele I,'.orón de ln Fronte:rn (Sevillo)".
( J ) Iiros formas cognominnlm: C11 llistua, a I Co.ll ü1 te
y .Q_ol;z'.ia ~us eatán b'len l'?.Jiresentodaa en Ilispa-
nia, por ejemplo f.!.!! II, 1491, 1776, 1989, 3~77
y 5flO(i.
( 4 ) Cfr. n 11 13.
406

NII 111.- 'l'ablilla pequefia. no hay <la tos sobre uur1


.~edidaa. Actualmente. perdida.

}). "M. s
T. FL. THOPHIUVS
-vn:..um. IX
H.S.E.S.T.T.L

D(iis) r.:(anibus ) S(aorum) / T(itua)


Fl(avius ) Trophirnua ; 3 vix(it) ann( is )
IX / Tl(:i.c) s (itua) e(st2 s(it) t(ibi)
t(errn) l(ovis).

CIL II. 114.7.

Esta inncr.ipci6n o61o nos ha llee;ndo a tre-


v6a del l~orpus , donde IIUbner lo recogió ele dos autor.eo
del siglo XVIII ( 1 ). \mboo. rrieto y na~r. la vieron
en eJ. :·on··,t: ~urio de Dnn Isidoro, y to~ln eau r;e:r.ic pJ~i:fo-
ticamente ho desapareci1lo. lro r.mhcmos, por tanto, nada
aobre su oopcoto externo. Este set,undo Flaviuc., , que -
tnmbién lleva como prnenomen '.l'itus , parece fechar bien
el epíerafe _a fineo del aiglo I d.c. ( 2 ).

El oognomen 'frophirt1us • de origen griego c.2_


mo Cal.lietus, esté'. aún mejor representado que él en Hi,!!
pania, espeoialmente en las provincias Tarraconense y
Luaitania.() ). Se continuar~ usando en el Bajo Impe -
rto ( 4 ) y eatlt también bien representado en Dacia (5).

( l A. Prieto, Descri!ci6n de Itálica, ma c . de 17 40 ,y


Da.yer , Diarlo de~ viaje •.• mnc. 17n2 , fol. 222 .
( 2 ) lDn muy improbabJ.e que sea 1lel nlglo IV por Tit1.1s .
C 3 )) en, II , 9, 419, 55:? , 1u1..7 , n29 , 39.37, e l:c .- -
( ~ r::-:iou11, "Chronoloe;ie", J.J( .
( '.;) I. r{ussu, en L'onomo.oti,,uc lnHne, cit. , 350.
40'7

B1 112.- Pequefl.a lápida rota, de mdrmol bla.n oo, con


leves vetas griaee, ~edidas: 15,5 x 12,5 e~.
m,h. Líneas de 2. 5 cm. la primera y l. 7 cm.
lns demás. Museo Arqueológico de Sevilla.

• D • .M • ---
FORTVN ---

VIXIT AN --- Lám, LVIIIb

.
-- A IN ---
'

D( iia) M(anibus) [ s( ecrum)] / FortunCnto.J/ 3


vixit an(nis)(!?.:.l / piJa in [euie]/ ----
(1)
Gu!a ••• 1951, nt J4; ~ 195J-4, nv 570;
Gu!a,,.1980, 97 ne 10.

Esta lápida aparec16 editada por primera vez


en 1951, en la gu[~ del Uuseo redactada por la Dra.
Fernánd ez Chicarro. Le falta pnrte del borde izquier-
do y todo el derecho, calculamos que en unos 6 cm.
En la parte inferior, tambi~n rota, y fiándonoa de loa
fonnulerios habituales, habría H. S.E.S .T. T.L .

Loa caracteres externos indican sin duda si-


glo II, con rasgos actuarios en F, T y X, Nueva alter-
nancia de A con y sin traveaefio. En ln línea 1~ hay
dos reelis~ns hederoe, de largo y onguloso rabo, y
restos de unn tercera, pero faltan interpuncionca en el
reato del texto . Le edad debía eer de cortas cifras, a
juzgar por el espacio que falta. Se mantiene el tipo de
F de ~poca flavie (of. ng 110). Por lo que respecta al
nombre de le eaolava, ee con mucho de loe máe corrien-
tes, De loe 24JO ejemplos citados por Kajan~o, un ter-
cio proceden de Africa, y más de ingenuos (2180) que de
eaolevoa (250),
( l ) Lín. 41 •• IA IN .••
408

Nt 113.- Posiblemente !&pida. Medidas: JJ x 21 cm.


(HUbner). Perdida.

D. JI. S.
1RVCTVOSVS.
VU:.AN.XVIII.
M.X.PIVS.m.svIS.
; S.T.T.L.R.SI.EST

D(11e} M(anibus} B(Korum) / Jruotuosus/ 3


v!x(it) all(nie} XVIII 1/ m(ensibus) X.
Piua in euis / s(it) t{1b1) t(erra} l(e-
· vie), h(io) !i(tua) est.

ill II, 6281 1 Suppl., P• 1048.

Como lli Suppl. 6279, 6280 y 6282 (cfr.


oatál., nos. 100. 110 1130), el oaloo de este ep!-
gre.fe fue énviado a HUbner a Berlín. haoia 1890,por
Antonio A~iza. Luego se perd16 su pista, 7 s6lo he-
mos encontrado en el Museo de Sevilla la 110, como
procedente de Morón. Es posible que las otras tres
est4n Juntas en alguna coleooi6n privada.

Guiindonos sólo por el texto, deber!a atri-


buirse a mediados del siglo II. Es destacable la al-
tereo16n dil orden de las f6nnulas 1 el peculiar de-
sarrollo de H.S.E., como rellenando eepaoio. El nom-
bre es pooo frecuente entre eacl~voa ( l ). A los
tres que da K&janto, hay que aftadir dos más en Hie-
paniai una en Pregenal 7 otro en Estepa ( 2 ).
( l ) Kajanto, Oognomina, 285.
( 2 ) Vives, ILEtt; 62~ y CIL !I, 5052.
1
409

1• 114.- Upida de mármol blnnco-rosáceo, muy patinado.


Medidas: )J :x 28.5 x 2.) cm. Línea 1•, 4 cm.,
7•, 2 om. y laa dem6a, ) om. Museo Arqueo16-
gico de Sevilla.

D M. S
SEX. FVFICIVS.
TERTVLLINVS. Mm. LIX a,
AMN. XXXVI. DIER. 1 CII.
5 XXX.XVII. OLAVD!A
TERTVLLA. FILIO.
11.S.E.S.T.T.L.

D(iis) M(anibus) S(aorwn) / Sex(tus) Fufi-


oiua ¡ 3 Tertullinus / ann(orum) XXXVI die-
r(um) / XXXXVII. Claudi~ / 6 Tertulla filio/
H(ic) s(i'tus) e(at) s(it) t(lbi) t(erra)
l(evis).

ill II, 1148 y Suppl., p. 838; I. de la Cor-


tina. AntigUedadea, 51, nº 21 y 1~m. VI; Ga-
11, Historia, 19; Fdez. Chioarro, Gu!a ••• 1951,
79t ead., Guía ••• 1980, 83, nº 3.1; Vives,
lli,!!, 425Ji Collantes, mso.

La inscripo16n se deseubri6 en 1847 y fue re-


cogida en sus schedae por Delgado, quien la facilit6
a HUbner. Este dice que en su ~poca se constrvaba ya
en el Museo, as{ como que las letras eran de &poca de
Trajano, lo que corrobora en el Supplementum ("comien-
zos del eiglo II").
410

Como es habitual. le línea P con el DMS pre-


senta coracteres más cuadrados que las demás, donde -
deatecan la muy clásica X de loa talleres italicenses
· del alelo II, las T, L, A ain travesafio, etc. En la
línea)' I longa, en la 5~ nexo DI en CLAVDIA. La lí-
nea 7' da la impresión de ser afladido posterior, ya
que ea menoi y sin espacio suficiente por debajo para
hacer arm6nico el oonjunto. Las interpuncionea son~-
~ muy estilizadas, con rabo recto o curvado, salvo
la última línea, en donde eon triangulares. Todo ello,
pues, encaja bien en nuestra opini6n con la impresión
de HUbner.

El gentilicio Fuficius ( l ) no ea corriente


en Hispania. En los índices del ill lo encontr(w1or, R6-
lo y además en los nos. 1629 y 16JO, de l.Tonturque y
Lucena, amhof-1 pobl8eiones agrupadas bajo el municipio
de Iga,brum (Cabra. C6rdoba'} ( 2 ). Hay un tercer cr.t~o,
po~terior, én Mérida ( J ).

La mda interesante es quizá 16JO. un cipo de-


dicado e. M. :Fuficio M.l. Quieto, 81.)gUStalia (mejor que
ew;ur) de la Colonia Firme Astigi (Ecija, Sevilla), con
quien parecen eater enterrodoa sus libertos del mismo
nomen Libycus, rr.aurilla y Q_... , lo que es uno pista pa-
ra au posible origen norteafricano, ai lo ~otejamos tam-
bién con el cognomen Quietua • que l{ajanto 9eftala entre
los m~A típicos de aquellas provincias ( 4 ).

Los ttombres y llU respectiva clase social tie-


nen e.aimiamo una relaci6n: mientras ~ietut5 tueuno
de loa nombres mds populares entre r.sclavofl y libettos.
,11

oomo el caso del aatigitnno, que es liberto (y de ahí


nuestra lectura a)JBuetalio), tanto Fufioio Tertullo co-
mo su madre. Cloudie Tertulls, llevan oognomina exclu-
sivos de miembros del orden senatorial y de ingenuos
( 6 ). En cuanto a popularidad de los praenomina, ea
,ate el único Sextue en Itálica.

( 1 ) Sohulze, ~tfennamen, 239, n. 1: oonooido ya


en la Rep ioa bajo la forma ~ui'eiciua (CIL
VI, 208241 XIV, 1071, eto., siendo m~a f~e-
cuente en Italia.
( 2 ) Sobre Igabrum, véase ln introducción en el
CIL 11 y, más recientemente, A. Blanco, J.
Oarc.ía y M. nendala, 11E:xcBvaciones en Cobra
(06rdoba}, La Casa del r1litra", Babia J, 19'72,
297. ---
( ) ) L. García Iglesias, Mérida, nº 280 (HAE, n"
245): G, Fufioiua Q.f, Pap. Clemens. -
( 4 ) Cognomina, 18,
( 5 ) !bid., 262.
( 6 ) Ibid., 292. Vlfase otros Clnudios de Itálicu,
iaiñ'61dn librea. bajo loa nos.98,99 y 100. Hay
otro, pero inoluído entre las inacr1po1one8
de origen italicense en disouai6n.
412

Nt 115.- Ara pequeile. con uroeo y pátera. l\1edidse:

n. M. s. Um. LX
MA. FVLVIVS. ATTEN
NIVS GLACVS {sic)
ANN. s
XIII!.
5 H. S. E. S. T. T. L

D(1is) M(anibus) S(aorum) / Me.(rcue) Ful-


vlus Atten/ 3ius Gla\u¡ous / ann~rum) XIII!
e{Blve?) / rJ( i c) s(itua) e ( et) s(it) t(i-
bi) t(erra) l(evia) .

ill II, 50JO y P• 10J7.

Este ara, de CUll!:\S letraa <lice IIUbner que


eran "nielas del siglo II" t está, corno lae demáa de
la colecci6n Wetherell, en el Museo Británico. Ea
un epitafio del tipo máe corriente en Itálica. Es
destacable en la lín. 2ª el nexo MA para Maroua,
forme menos usual de abreviar este praeilomen. En la
lín. ) 1 lo ·omisión de la primera V en Glaucus, y 1m
la lfn. 40 una S que admite a nuestro entender o -
a(alve) o !.l.!rnultua). Por haber dos precedentes en
Itálica. nos inclinamos por lo primera de loa posi-
bil:ldaden.
Sobre loa gentilic:loa Fulviue y Atteniua ,
Schulze ( l ) nos informa. que sori antignos y propios
de la Campania. El cognomen Glaucua- está entre loo
derivados de oarocteríeticas f!sicoa ( 2 ).

( l ·) Ei~ennomen, 68-69 , 170 y )48: At(t)en(n) iua .


{ 2 ) Ku a nto, C-ognomina,
:'413

Rt 116.- L(pida cuadrada de piedra blanca (posiblemen-


te m&rmol). Medidas: •1mils de un palmo en oua-
dro" (Terreros). lo se sabe su localizaoión
aotual.

...
GALLA. BLASTI •
.SERVILI.A.. SV Lám. LXI.;-
PERATI XCIIIb y CII

Galle Blasti / Serv111a Su/ 3perati.

CIL II, 1149 ( l ); Matute, Bosquejo , 125,


l&m. 19, 61 dibujo den.· de los Ríos.

Esta lápida se descubrió a fines del siglo pa-


sado XVIII en It,lioa. La noticia primera; que sepamos,
está en la Paleograf!a es~afiola, publicada en 1758 por
el P. Esteban Terreros ( 2 ). Este autor decía de ella
que era "una tabla de piedra blanca de más de palmo
en cuadro, aunque quebrada ••• trajáronla del territorio
4• Sevilla ••• ". Pero Matute, as! como HUbner, afirman
quP. procede de Santiponoe. El dibujo de Matute se ve
que está copiado casi literalmente del de Terreros. Es-
te dice que la poseía el deán y canónigo de le Catedral
de Toledo D. Juan A. de las Infantas. Hicimos gestiones
aute el actual can6nigo, D. Francisco J. Ribera y Re-
cio. para encontrarla entre loe fondos del Museo cate-
dralicio. pero sin ,xtto.

La dimos, pues, como posiblemente perdida. Pe-


ro ouando estábamos estudiando los fondoe del Museo Ar-
queold~ico Nacional, tropezamos casualmente en el archi-
vo totop;r6tioo con una reproducción del. epigra!e. Esta
414

no p~~cede del archivo de negativos del Museo y no se


sabe exaotB111ente o6mo o cuándo llegó allí. El personal
del Museo nos ha !aoUitado amablemente la fotografía
en oueet16n, que nos ha reaultado de gran utilidad.
Be adem,a un lndloio, ya que parece reciente, de que
1a pieza está recogida en algm,a coleco16n,puesto que
•ues\ra a ambos lados las huellas de pernos de suje-
ci6n. ( 3 ).

Loa oaraoteres externos coinciden con estilos


de talleres del siglo II avanzado (A, G, E de trazos
oblicuos, V no muy abierta, remates, lnterpunoiones
en punto 1 en coma, etc.). Nuestra lectura difiere de
las dadas anteriormente, 1 viene a ooinoldir con la
1nterpretaó16n de Mommeen, aunque no con su lectura.

En la línea 1 1 la fractura tiene incluso la for-


ma de la S y deepu6s se ven dos trazos inferiores, que,
por el- eepao1o, pueden ser wia T y una I, seguidos de
una interpunoi6n. En la lín. ) 1 ee ve clnríeimamente
una I final, que en loe dibujos se daban engaftoeamente
oomo dentro de i.ma secuencia FBRL(?)I (Matute) o PERNI
(D, de loe Ríos), co•a qua no nos explioe.mos porgue en
ls piedra se ve. bien PERATI. D. de los Ríos, en cambio,
da bien en la lín. l• BLASTI, aunque sin interpunc16n,
ya que parece que cuando ~l lo copió no faltaba ese -
trozo de la 1nsoripo16n,

Puede, pues, desecharse le interpretec16n de


HUbner·en el sentido ( 4) de que aquí sólo se mencio-
na a una mujer: Galla Servilla, Superat i (sic) !!_lasti
!ilia. Por otra parte, Blas~_!!! es genti11oio, aunque
415

en los !ndioee del .QJ!! II venga como oognomen, Por el


oontrariot hay que pensar que se refi~ra esta 1,pida
a doe mujeres, Galla, 4e Blaeti y Servilia, de Supera-
ti. Ambos genitivos pueden reterill!le a : una filiaci6n,
pero m~s verosímilmente a una propiedad, es decir,
puede trataroe de esolavas o libertas, o de roma mix-
ta, puee Galla ea cognomen 1 Servilia ea !!2!!!!!!• De la
misma forma, Blaetus ea gent11io1o y Superatus no, lue-
go ea andmala la relaoi6n. Puede peneorse que los patro-
nos son Blaetus •••• y Serviliue Superatus. La ausen-
cia total de t6rmulas fónebres introduce un punto de
duda sobre el oar~oter :funerario de la inscripción,
pero su pequefto tamaflo lo hace posible. Podría tratar-
se de dos miembros de un mismo colegio funerario, e tí-
tulo de hip6teu1a.

El nomen Gallus/a no estd atestiguado para His-


panla, s6lo como Galliue/a ( 5 ), Blaetue eetd repre-
sentado en la península a6lo por un sello sobre~
e1g1llata ( 6 }, aunque eí lee formas Blat(t)ius/a, re-
letiTamente similares ( 7 ).

ag. , m. ama tambi~n


''Del espectifoulo de le Naturaleza en vez de la
Paleogref'!a francesa", título que no deja de -
sorprender habida cuenta del tema. Fue dedicada
por 8U autor, "maestro de MatemáUeae en el Co-
legio Imperial de la Compaftía de Jesús en esta
corte", a la Reina D1 Bárbara de :Braganza.
( J ) Hemos de comprobar ei est, entre loe fondos del
Museo de la Santa Cruz, de Toledo.
( 4 ) cr. nota l i desecha la de Mommsen: Galla Blasti
t.t Servilla Su~ereti f. CIL II, p. 151.
OI II, J67, 37, 2278, J;,tr, 3797, etc.
'l!II: II, 4970/88.
rn II, 1176, Otros, 998 y 2715, además del mis-
mo Blattiuo del teatro de Itálica (cf. nª 49).
416

1 1 117.- Ineoripo16n fragmentada en mármol blonco.


Medidas: 22 x 12 cm. máx. Líneas, :) y 2
cm. Colecoi6n J,ebr!ja, Sevilla.

D. M. S.
GERMANVS. SER
.
--.;.TAN XXVI---
Lám. LIXb

D(iia) M(anibua) S(acrum) / Germanus


sér(vus) ¡ 3Gvixi]t ann(is) XXVIE/ - - -

Inldita.

Esta lápida fragmentada presenta un eviden-


te desequilibrio entre la lín. l' y lee otrae dos,
dando la impreai6n de qua fuo añadida poateiormente,
aunque en el mismo taller y ~poca. Lns letras son
capitales actuarias, bellas de faotura, oon remates
ourvos que permiten aproximarse a una fecha en torno
a mediados del siglo II d.c., para nosotros la mejor
~poca de loa talleres italioenees, broncistas y lapi-
darios. En la l!n. 10 hay dos hederae realistas de ta-
mafto desusado, mientras que en el resto debían ser
triangulares, como en la línea 2,.

En la lín. ;o, muy perdida, ne ve oin embar-


go sob.M le piedra el trazo auparior de una T, segui-
do de AN. A oontinuaei6n puede percibirse lo porte al-
ta de dos X, una V y una I, con lo que la edad puede
aer XXVI o alguno más.

Se trata del epitafio de un esclavo, que acre-


417

di ta su eondioicSn no e6lo por su nombre• sino po1·


la palabro aer(vua) (cfr. n~l4J, epitafio de E!!!-
tutus). Germanus es un cognomen utilizado en Hia-
pania en una proporción de 9:~ a favor de los li-
bres ( 1 ). Conocemos dos Oerm~ de condici6n ser-
vil y doa hombres. éste y uno muerto en C~diz, el
texto de cuyo epitafio dice: Oermanus/samnie Iul.
XIII! /[na]tione Oraeca / annor(um) XXX h(io) a(i-
tus) e(st).( 2 ).

Como vemos, este gladiador de origen griego


lleva sin embargo un oognomen teut6n. Hay que ha-
blar, pues, con reservas de los orígenes de portndo-
~es de determinados nombres, salvo que las eviden-
cias sean vari~s. lo mismo que ocurre con lo modo
de los nombres griegos utilizados para esclavos.

( 1) Kajanto, Co5nomina, 12, 51 y 201. Uno de lo~


librea es con probabilidad un antiguo eocln-
vo: 11.. Publ.icius Germanus , de C::>rd.uba (Qll!
II, 2229).

( 2) Vives, !I~R. 5690 ( = ~EspA JJ, 1960, 139,


nq lJ). Cfr. P. riernaviejn, CIDER, 15), nº
56: el luchador, aomnita del ludus Iulianua ,
era griego, n pesar del nombre, oomo vio r.nr-
oía y Bellido (art.cit.} y recalca l'iernavie-
ja. Este aftade que debi6 morir en la lid du~
rante un deopla~amiento e Gadea del equipo.
Nº 118.- t,pida de m&:rmol blanco, partida en dos pe-
dazos. Medidas: 26 x 24 om. (Fdez. L6pez).
Museo Arqueoldgico de Sevilla(?).

D.M.
HELPIDEFORO I
VLIANVS OB M
B'MORIA BIV
5 s.
D(iis) M(anibus) / Helpidetoro I/Julianus
ob m/emoria eiu/s.

M. Fdez. Ldpez, Excavaciones, pp. IX y CXIV.

Esta 1nsor1po16n fue hallada por 'M. Fe:rndn-


dez L6pez en sus exca~ac1ones de 190) en la necrópo-
lis oriental de ºLa Vegueta Cubría la sepultura de
11

un ataúd pequefto de plomo. Refleja el texto tal como


lo bemos transcrito, oon esa curiosa manera de oortar
todas las palabras. En la p. U de su publioaoi6n da
el nombre oomo Elpidetoro, para corregirlo en la CXIV,
aftadilndole una H. SegWl ,1, había cuatro pequefias o
encajada~, les dos de FORO, la de OB y la de MOR. Afta-
de que entreg6 esta ineoripoión, como las dem,s, al
Museo Municipal y, aunque debería hallarse entre los
fondos del actual Muoeo Arqueol&glco. por el momento
no hemos podido hallarla allí.

Tanto por eu formulario como por el nombre


del ditunto~ un niffo seguramente, 1 por el tipo de én-
telTállliento, tender!amoe a olasifioarla como bastan-
t• tud!a, aunque no or1et1ana, 1a que el uso de D•
. 1 M. lo impide. Quie4 •a posible que en unos primeros
momentoe hubiera una vaoilaci6n en el uso de la tra-
41oional t6rmula pagana (que. en todo caso, debería
haber eido D.M.s.).

De cualquier toma, la dedioao16n del!!-


11an\l! a •u qui1ul hi~o Helpideforus no oreemos pue-
cta feoltarae muoho entta ciel siglo IV. Jielpide!orua,
seg'dn pa:reoe, es nombre 1n4dito en la epigrafía hia-
p,nioa.

•••••m•eaac
,20

1111 119.- ºCipo de piedra aren1foea11 (Cortina). ''Este-


la" (D. de los Ríos). Posiblemente alta es-
tela vertioe.l. J.!~didas: "cuatro pies '3' seis
pulgadas de alto y un pj.e de espesor" (Cor-
tinai aprox. 1.20 x JO). Perdida.

Q. HER. A. L L&n. CIII.


SAL

Q(u1nt1) Her(1) A(uli) 1(1bert1) / Sal( ve)

lli II, 1151 y Suppl., p. 10371 I. de la


Cortina, AntigUedadea, 49, lám. VI, 20;
dibujo de D. de los Ríos; Vives. l,!&B, 4998.

Esta estela se descubrió durante las exca-


vaoiones de Ivo de la Cortina, ein que sepamos exac-
tamente el lugar dentro de Itálica. Las observacio-
nes de ~l :r de ITUbner resal tan ln antit1,Uedad ele lo.ci
letras, nsí como lo humildad del material, algo de lo
cunl nos transmite el dibujo de D. de los n!oa. llüb-
ner aí'lade que le parece un síntor:ia de antir.;Uednd el
que el p ;rAeJ12.l.!l.!!!! del l1be1•to aeo. distinto del del pa-
trono ( l ) • Su primera lectura fue Q( uinti) Her( ii)
A( uli ) l ( i b e ~ SaJ.(vii). Despu6s en el su2pl. pro-
puso sal(v e ), dejando el reato igual. Cortina J.e!.a.
g(uintus) Her(enniua) .A(ul1) l(ibertus) {pro) aa.l(u-
te); en una lectura que no entendemos muy bien.

Como ya dijimos a propósito de una inscripc16n


para.lela a !teta, la de 1. Feroniue (cf. n 11 108), el
epígrafe pertenece a la más antigua producción de Itá-
lica, en ~poca republicana, ouando loa formularios es-
tán aimplifioados al máximo, y la alus16n al difunto
en nominativo, o en vocativo, es lo mds frecuente {2).

Para el gentilicio hemos propuesto Her(iuo),pe-


ro no hBy que descartar Her(enniua). De ambos hay otros
eje~ploa en ln ciudad. Los dos son de origen itálico
antiguo ( 3 ), lo que encaja bien con el praenomen Au-
.!!!!. y con lo ausencia de cognomen, tratándose ya de
un liberto.

As! como Herennius/a ea bnetante frecuente an


Hispania, T-Ierius/a sólo existe en Itálica, al nienoR.por
lo que conocemos. Basándonos en esta caracterÍ3ticn,
hemos preferido la propuesta Herius.

( l ) R. Cagnat. Coura, 82: no menciona esta posibili-


dad, aunque~oa que en lo República todas
las normas aobre nominoci6n de los libertos -
eran menos fijas que despu6e lo fueron.
( 2 ) V6anse los paralelos republicanos que hcmon -
aportado~. citado.
( 3 Sohulze , "Eigennamen, l:?9: Jlerius procede quizá
de Olusium, y tienen durE1-n"felllnepública una
relación familiar con los AeiniiJ 282: Herennius,
posiblemente de Arpinum y oon un origen ante-
rior samnita . Ambos gentilicios provienen de la
voz etrusca harina-e, y podría suponerse que He-
rius es m~s antiguo que Herenniue. -
ADDENDA.- Redactado ya este trabajo, tenemos noticia a
travée de la prensa del hallazgo d.e un nuevo epígrn.fe en
el teatro que m1mo1.ona Bl, TTvir y pont.i f R~ L, Ileriiis
L.f. (no eabemoo su cognon~JUlo vendría a reforzar
lo dicho más arriba sobre los Jierii de Itálica , y nues-
tra lectura, - --
422

Nt 120.- L!Ípidn de m~rmol blanco-grisáceo. Medidas:


29 x 2J em. I,íneae de 2 cm. Jt.useo Arqueo16-
gieo de Sevilla.

D. ll, s.
HEREIDTIA ANN
L PIA IN SVIS Mm. LXII e.

5
...
HIC SITA EST
s. T. T. L.

D(Ua) M(anibue) S(aorum) / Herennia ann(o-


rum) ¡ 3 L, pio in suis./ II1c sita eet /
s(it) t(ib1) t(erra) l(evis).

ill rr. 5377; Guía ••• 1951, n~ 54 ( 1 ); ~


4-5, 195)-4, n 9 585; Vives, ILER, 3022 ( 2 )i
Fdev., Chicarro, Ouía,,.1980, 94, n9 2 { J }.

La·1nscr1pci6n fue publicada por primera vez


en el lli•
Parece que estaba en la col. Mateos Gago, y
que H. la eonoc16 por lo que deben ser unas notas o .!!.21!!-
ill del inglés Jobn Ficker, de 1888, pero no sabemos
exactamente porque no aparece citado en la bilioerafía,
Viendo el epígrafe detenidamente pueden rastreRrse en
la piedra ~ EST, en la l. 4•, muy d~bilmente, Parece
que la lápida estuvo blanq~a con cal. Conserva, mi-
lagrosamente, reatos de rninio en el ductua. En cuanto
a caraoteree externos, son interesantes las actuarias
H, N y A, éstas oon (1.)'} o sin (lín.2V) trovesafio,lo
que hemos visto como oaractcr!atioo de le primera mitad
del siglo II. Interpunoiones en coma. Sobre el nombre
de la esclava, v~ase lo dicho en el n9 anterior.

( l ) Lín. J• I por L; lín. 4~ HIC SIT E,


( 2) Como CIL y Fdez. Chicorro.
( J } Lfo. ifo:mantienen me SlT E.
423

N* 121.- Ldpida cuadrada de m&rrnol blanco. ~edidea:


20 x 20 x 2.2 cm. Líneas , 1.8 cm. la prime-
ra y 2 cn1. las demás. Museo ,\rqueol<Sgico
He.oionel, Madrid (almo.cenes} •

• D. f·f. , S.
HERIA CALPVRNI Mma, LXI! b· ',f '
A VIXIT AUN IS. V CI.
M, V. D. XVIIII.
S, T, T. L.

D(Ue) l.l(anibus) S(ncrUJn) / Heria Calpur-


ni/3a vixit ennis V/ m(enaibua) V d(iebus)
XVIII!/ s(it) t(ibi) t(erra) l(evis).
CIL II, 1150 y Suppl., P• 8Je, Rada, Museo ,
1876, 2631 dibujo de D. de los Ríos.

En le ~poca de la redacción del primer volu-


men del ill ae conservaba en :,evilln eotn 1.nsoripción,
"en ceso de Eduardo Sánchez", y en el Suppl. ll, dice
que está ya en el MuBeo de Madrid, con la nP 11)8,

Los caracteres externos se corresponden con


los tipon normales en la ciudad durante el siglo II,
Capitales actuarias, de ápiceo y :bematea hacia arribo
(como en E, 11, T, L,etc . ) . Las interpunciones trian~u-
leree.

Como en el n 11 anterior, encontramos un genti-


Uoio utilizado como cognomen, Ca lpurnie. V~nae lo di-
cho en el nt 119 sobre el gentilicio lleriU!I ( 1 ) •

( 1 ) Schulze , Ei~enname~, 82, 129 y 468, con la rela-


oi6n apunte a con los Aainii de l e zona de f!.arru-
cina, en el Lacio, a or11ioa de Aternuo ( S t r ~
~ Plinio, Tlll , III, 44), la hemoo mencionado
que ea gentil'fcio itálico antiguo, de ra íz etrusca.
424

Nt 122.- Llpida reote.ngulor de mármol blanco, con ve-


tas de color azul oscuro, muy acusadas. Me-
didas, 21.5 x 13 cm. L!neas de 1.7, 1.7, l.5,
1.5 1 l cm. Museo Arqueol6gico de Sevilla.

D.M. S.
IVL ANN LX
COLLEG EX PVNER QVO L Mm. LXIII a
SVPERF QVP XIl FEC
5 H.S.E.S.T.T.L.

D(Hs) M(anibu:;i) S(acrum) / Iul(ianua) ann(o-


rum) LX ¡J colleg(ium) ex funer(aticio) quo
l(oco) / superf(!ciali) g(uoguo) 'v(eraus ) p(e-
des) XII (eepulturam) fee(it).d_JI_(Jc} s(itus)
e(st) s(it) t{ibi) t(~rra) l(evis).

Fdez. Chiearro, Gu:Ca. ••• 1951, 80, nº .)8 ( l };


~ 4-5, 1953-4, nº 573 ( 1 ); Collantea, mac.
( 2 )i Fde~. Chicarro, Guín ••• 1980, 94, n~ J
( l )•

Según la ficha del Dr. Colluntea, él mismo la


entreg6 al Museo el 21 de Abril de 1'345, aunque no sabe-
moa exactamente de d6nde procedía. :Es una. de lna no
muy nui~e:r.osaa inscripciones completas cuya ficha redac-
t6 este investiendor. Reflejaremos máa adelante au lec-
tura y sugerenoias.

La lépida, aunque en general bien conservada.


tiene doa faltae en loe lnguloe superior derecho e in-
ferior izquierdo, que han sido restauradas con yeso.
Se aprecian perfeotamente, quizl uno de los más cla-
ros oasos, lae líneas del cuadratario, dos para cada
renglón. Sin embargo, la odaptaci6n de las letra~ a
estas líneas previas no es muy eaorupulosa.

Las capitales son 11rásticas 11 , como dice Colla!!


tes, que adsoribe la pieza a una "'poca tard!a 11 por
"la. oonstruccidn b&rbara del epígrafe" y la reducci6n
de los elementos nominalea. Creemoa, ein embargo, r¡ue
podrfomoo este.r aán dentro del ~iglo II, en 11u ser,und.a
mitad. Las interpuncionea de la lín. 10 aon heder11c
muy estilizadas y de rabo ondulado, para deaaporeccr
hasta la dltima línea, en que son trinngulare3. Es
digno de destacar, en la J.fo. 31 , la diferente inci-
ei6n con que eat~n grabadas la~ treo últimos letras,
donde leemos QVOL, al igual que Colllnte3, aunque nues-
tro desarrollo difiere del de éJ. parcialmente: ••. Iul(i-
ua) • • ,./3 colleg(ae} ex funer(aticia) quo l(oco)/super-
f(ioie) ou(m) p(edibua} XII f'ec(erunt)/,., (hemos l"eco-
gido s6lo las diferenoias).

Sobre el nombre del difunto, pensamos más bien


en Iulinnua que en Iul1us precisamente por llevar ttn
solo nombre, Al trotarse d.e un esclavo, oer:fo una for-
ma oognominal { 3 ). En la lín, J~ interpretamos colle-
~ ex funer(atic i ~), ea deoir, que el col~gio el
oual pertenecía el difunto hn sufra~ado como corpora-
ci6n loa gastos de funerales y scpultura,con una awna
de )00 sestercios, llamada precisamente en ea toa cole.-
gios el funerati ci wn ( 4 ) • !fo to cantidad no:rnal111ente
se entrer;aba del e1·ca com1m al o a loa herederos lega-
426

les del muerto. Del hecho de que aquí sen el propio co-
legio el que ee encargue de estoa menesteres deducimos
que lulianua muri6 sin herecleroe, y que este hasta aho-
ra dnioo colegio funerario documentado en Itálica ( 5)
no diepon!a de un eeotor propio de neor6polis para -
sue miembros, puesto que en tal oaao no hubiera sido
preciso utilizar el funeraUoium en una sepultura, el-
no s6lo en las honras tdnebres (1 en los 50 eestero!os
que .de ,1 se deducían para repartirlos entre los colle-
gae asistentes a las m1SJDas).

Continuan«o oon la lectUl'a, el resto de la ltn.


31 y la 4 1 planteen otros problemas, tambi,n de inter-
pretación de las letras. La falta de interpuncionee en
ambas líneas y letras confusas provocan ln existencia
de distintas posibilidades. En la lín. J 11 vemos al fi-
no.1 ,QVOJ,, con le. r, m~s d~bil, que penoamos, como Collon-
tee, sea _quo l(oco}. Pero el aentido locativo qu<? ten-
dría, y quP. Collantes relocionabo con expreaionee como
la de ill XI, :3705: ••• / guo loco ic / ins1.mt quoguo
p( edés) VI.... se ver!e. en redundancia en lo. sigui en te
línea, donde leemos ~t!Q.~sus) p(edea) XII , nue-
vamehte. Eso, y la expresi6n superf. que viene e conti-
núaci6n, non han llevado a. ouponer aquí no u n ~ de
lugar, sino ,m locus como nioho de columbario. ·Antes
de e:xplicor·esta posibilidad seguiremos con la l!n. 4ff,
puesto que ambaa son inseparables.

Paro esta linea , Collantea proponía auperf(icie)


cu( m) p ( edibus) XII feo ( erw1 t), e incluso daba un pa.r a-
lelo para esta an6mala abrev1aci6n de~: lli XIV, 1868:
••• aedicula ou(m) ollis ••• Realmente es difícil afirmar
con seguridad que no sea dota ls interpretación más ede•
ouada, pero no Yemoe claro este C'VP, Tambifn oreemos
puede desecharse C'VP(am), porque en Itálica no ho apa-
reoido nunca un enterramiento de ese tipo, bien docu-
mentado por cierto en otros lugares hispanos , oomo Tn-
rragona, W.~rida o J3eroelone ( 6 ) , y po.r que no exi:Jten
ouppae de doce pies de longitud.

Xoe pareoe que el t4nnino problemático ~quí ea


el SVPERF de lín. 41 , Y lo es porque auper:f.'ioiee (que,
por otra parte no ee uea en epigrafía, lo que noo quita
le poei biliclad de buscar paralelos) , s e considernbr1 en
t,rminos legales eolnmente ln superficie en flltura ,
distinta y contrapuesta el ~~. que c:l J.n supe1·ficie
horizontal ( 7 ) , No hemos encontrado nineuna nc~pc16n
de.'auperfioiea como el campo funororio propiedad de un
colegio, de modo que pudie:ra. leerse quo l(oco) nupcrf'(i-
ciei} cu{m) p(edibus) XII.

Ya que hay que pensar en una construcción verti-


cal, y tretindoee de un colegio funerario , parece que
s6lo queda la poeibilidad del columbario, epoyndo esto
adem&a 11d por el pequeffo tamafio de la l~pida y la apa-
rioidn, en le línea anterior, de una L, que puede desa-
rrollarse l(ooue), nicho del columbario ( 8 ). V(eraus),
oon el sentido de hilera o fila dentro del mismo, es
con mucho menoe frecuent~ que ordo ( 9 ). Todas estaa
consideraoionee nos lleven n interpretar, po.ra. eatos
problemática.a l!neao , colle0 ( ium) ex funer(a tio io) quo
l(oco) super~(icinli) g(uoquo) v(ersua} p(edea) XII , Lo
último coincide con lao aigla.s QVP, que creemos es lo que
se lee en ln l:Cn. ·4 1 • Del nexo QV, el rabo inferior de
lo Q es bastante visibl e .
,28

El problema eat~ en aceptar o no lo lectura~-


perf(ioiali), referida a un l(oous) o nicho en la. zona
más elevada del oolumbario, concretamente a ),48 m. de
al tura •. Es pl:lrfectamente aceptable que en Itlilica haya
habido columbarios: aunque no ae hayan encontrado o ex-
cavado hastft el momento, la existencia de urnao y de
tan numerosas lápidas pequeftaa como hay entre lae rune-
rarias as! nos lo haoen suponer,

Con todo ello, hacemos constar que entre laa nu-


merosísimas inscripciones procedentes de columbarios
de Roma no aparecen ni el ténnino superficies ni sus
derivados. ror lo qlle no podemos considP.rar nue stra. in-
terpretación como incontrovertible, aunque hny p3rrd.e-
loa aproximados en Romo que le c.lon alguna veroaimilith~~)
y, de to<1ns fonno.e, la simple apnr:Lci6n del término
superficies en epiBraf!o es de por sí una rare7,a,

~~~
Lín, ) 1 COLLEG BT FVNERO VOL.
Lín, 31 -4 9 QVOL/,,.CVP,
( ) ) Kojanto, Coe;nomina, 35,148, Es de loa más frecuen-
tes entre loo dc1·ivndoa de gentilicios imperiales,
( 4 ) La fuente principal po.ra estos datos es la Lex Col-
legii Salutaris oultorum Dianae et Ant1noi 1 de La-
nuvlu:rn, de lpooa de Cómodo (ofr. CIL XIV, 2112)7""
hattaaa en 1816. Para loe aspeotoseepeoífioos qua
aqu! comentamos, lid. cape, I,16: ••• ut exitus
defunctorMI hones e roeeguamur,t ••• ; I, 24 - 25 e
Item laoüt: uie u a ex hoo cor oren ostro n-
r a us eceeaer , q a~us v en ur¡iexe-
qülae autem pedibus fungentur. Para el térm no
preoiao de funerati ciu111 1 ,!, 29, donde eatá oupli-
do por Henmen, suponemos que bannndose en I,J2,
donde aparece completo,
( 5 ) Hoperába.moc que esta 1nocripci6n, eopccinlmonte
siendo del ~useo de Sevilla, estuviera recosido
en J , l,T, Santero, I\Sociaoiones Populares en Jíia-
~onia Romana , Sevilla , 1978, poro no eo así. So-
re algw,os de lo:,, aspectos que acabamos de comen-
tar en le notn anterior, op.cit., 69.
( 6 ) Vid. reoientemente sobre el tema de este tipo
dé enterramiento, do probable origen oriental ,
el trabajo de J.H. Bonneville, "Les cupte de
Baroelone t l es orieines du type monumen al'',
1'.álanges de la Caen de Velcfaguez, 17 , 1981,
) as . En efeoto, no hay elementos en It61ica
de peso, salvo uno de los oognomina de un fla-
men (no 1), Ilargathes, poro suponer la exis-
tencia de uno oolonio. de comerciantes , por -
ejemplo, oriento.les, que purlieran utilizar loo
• oupae, al menos de momento.
( 7 ) Ch, L~crivain, en ns, s ,v., t. IV, 1564 , con
l as fuentes pertinentei';-sobre todo Dig., 43,
10, 1 y 39 ,2; y Cod,Theod, 15, 1, 9.
( 8 ) Tambi~n se uean sortea , rntiones , urteo viri-
1
les, loculi, ollarH ... vid, M. Sa g fo , 11 Coluni-
'6irium~ ns.
( 9 ) Vid. !ndioes recientes del OIL Vl, Berlín,
!9751 in hoo ordine ea la foiiiiula m!ts usual.
También parletes y columnae, como en CIJ, VI ,
10293: • , • parí e te !II colwnnu III pnrfete II,
columna I. .. etc .
(lo )

==-===:::.;::::::
4 30

lfll 123. - Lápida de piedra caliza blanquecina. Medidas:


22 x 20 cm. Líneas de J cm. Coleooi6n Lebri-
ja, Sevilla.

D.M. S
...
IVLIVS. FELIX
VIXIT. ANMIS.
L&m. LXIll b

VIII. MEMS V.
5 PIVS 111 SVIS. S. TTL.

D~iis) M(anibus) S(acrum) / Itüiua Felix


/ .vixit annia / VIII mens(ibus) V/ Pius
in suis s{it) t(ibi) t(erra) l(evis).

In~dita (I. de la Cortina, AntigUedadee,


273 1 tioha L. Wickert).
La.1,pida estaba rota en ouatro pedazos, de
los que uno se ha perdido, ateotando a las líneas 1•
1 2 1 • En la lfn. l• podemoe suponer que tras las ha-
br!a una 1nterpuno1dn, ya que los tinales de las demás
líneas la llevan. En la lín. 2 1 la rotura afecta al
ooenomen, pero la L 7 la I se peroiben, y la X está
oculta por el marco de madera oscura que encierra la
1ns?ripoi6n.

En cuanto a caracteres externos se refiere.


pueden aprecia.rse indicios actuarios tardíos, como 3,
X, V, E, vuolta a las interpunciones sencillas, proli-
feración de remates curvos. eto. Todo ello, m1fo la fór-
m_ula pius in suia . nos lleva a comienzoe del oielo III.
El niño lleva nom~ y · cognome11 de los m.Sa corrientes
eri Flt'itica y, más en general. en llisponlo.
B• 124. - Llipida fragmentoda de mármol blanco. Medidas:
26 x 12 x ).8 om. Líneos de 2 om. cada \Ula.
·11ispanic Soóiety, Nueva York.

D. 1,1. 3.
I. VmCENTIVS Lhn. LXIV
..
VIXIT. AM VI

D{ila) M(anibus) S(ncrum) / I(ullus} Vin-


centiua ; 3 vixit an(nos) VI?---/

~ IX. 1, 190J, 119 201 ( 1 ).

La única referenoia que había sobre esta 1no-


oripoi6n era la que proporcionab11 HUbner en lo fila: que
fue hallada. en las e:,coe.vnoionea de Engel en ltólica,
quien le deb16 enviar el calco, y au 1mpresi6n de que
las letras eren malas, del siglo III. Tambi~n el desa-
rrollo de I{ulius), en la l!n. 2 9 , sa debe a ,1. Según
au transoripoi6n, las dos primeras interpunoionee eran
en hedera.

Esta ea una de las 1nsoripcionee que ofortuno.-


damente hemos encontrado en la Hispa.nic Society de Hue-
va York, quienes nos han facilitado auo medidao y foto-
grafía. Lo primero que ha.y quP. poner en dudo. eo que pro-
cede. de lM e.xcavacionea de Engel y no de las de Jlunting-
ton. Deapucfo hemoe podido comprobar que las interpun-
oionee son todaa puntuales, a excepci6n de la primero
·de la línea 2 1 , que parece algo más tria.neular. La pri-
mera letra de esa líneo nos parece sin c1u<la unfl I, por
,a2

6ompnraci6n con lao dos aiguientea. Loa remates y ador-


nos están reduoidos al mínimo, y hay caracteres bastan-
te abiertos, oomo M, N y v. Al final de la línea Jg
hay una fractura en la que ae puede rastrear All y lue-
co fio vemos un XI, como decía HUbner, sino, por compa-
raci6n, una V y deopués un trazo ligeramente oblicuo,
que tender:!amos a creer WlB X, pero ea más 16gico seo
una I ( 2 }. Debe faltar al epígrafe oomo mínimo tma
linea máo, con las fórmulas rituales.

Iulius fue uno de los gentilicios que volvieron


a imponerse en fecha tardía, quiz4 e partir del reina-
do de Iulio Filipo tl Arabe ( 244-249 d.C. ), aunque
tembi~n ee Cierto que apareo16 oomo praenomen, desarro-
llado por completo, tembi4n por estas fechas, e inolu-
eo oomo cognomen ()).Aquí pa.reoe claramente el gen-
t111o1o, puesto que Vincentius es un claro cognomen
( 4 ). de los que no s6lo sobrevivieron en el mundo -
oristiéno, áino que fueron favoritos de la poblaei6n,
suponemos que por su relaci6n con vinoere { 5 ). De tal
modo que la apreo1ac16n de HUbner sobre las letras re-
sulta veroa!mil dentro (lel sielo III, o incluso ulr,o m6s,
sin olvidar que la inscr1~?16n no ea cr:i9tiana.

( 1 ) Lín. J~ XI; lín. lf seílalu dos hederae que no hay.


( 2 ) Aunque conocemos paralelan para errores como VX
por XV, hoy que tender en principio a lo ,ri.fo
16gico.
( 3 ) Kajanto, Co¡;:nominn. 116: entre los dcrivncloo de
p~rtlcipios de presente.
( 4 ) 'léase como tal en nuestro Cat. • n()36·7U,ur. Iulio).
{ 5 ) Ibid., 27ft: 4J coson ttpngono!'.lu frente a 05 · "cria-
llññon".
,33

DI 12~.- Epígrafe conocido de antiguo, posiblemente


sobre l~pide. No hay datoa sobre sus medi-
das. :Perdido.

'O f(: s
IVLIA VALENTI Lám. CIII.
1'A.·'VIXIT Alm ---
Mmrs x s ---
5 rso IN PII PAEC -- sic
QVI HOC THIAE --- sic

D(iis) M(anibus) S(aorum) / Iulia Valenti ¡J


na vixit ann(iii)[---]L mena(ibus) X nl;=-]I
iao in pii pffo~~ ¡6 qui hoc thiae? [-- / ---

ill II, 1152 ( l ); dibujo de D. de los R!oa.

De esta pieza a61o aabemoa que fue hallado en


1t,1tea, conservándose luego en Sevilla ºen eaaa de Ma-
nuel Aponte". HUbner no la vio, aino a trav~a de 11 nn
dibujo de Demetrio de los Rfos 11 • El dibujo lo tenemos,
y hay diferencias de interpretación. Pnrece qu11 H., o.n-
te el dibujo, intentó hacer aleo más coherente el tex-
to en su parte flne.l, lo que no11 oor,rirenlle, pero a pe-
sar de todo no propone rea ti t11ciones.

En la lín. 54' querrí11rnor1 entender. Algo !.lohre


J?ius, in pace, pia, y e11 la 6~ sobre tu qui hoc Jeci~,
etc. t pero ea i111poeible. Demetrio de lo:~ HÍoíl, que era
muy escrupuloso en aus dibujos, debe h~ber copiodo exac-
tamente lo que tra:fo la piedra. l'or lon carae tores • re-
mateá. P sin cerrar, T, V ligernrnente abforta, po<lrío
ser de la ser,unda. mitad del siglo no IU. Vfo.ae lo di-
cho sobre IuliU-3/a en el número anterior.

{ l ) r,{n. 6-7: IGO IN ru PAEC - / QVI IIOC 1-0AE


Nº 126.- Lápida de mármol blanco de excelente calidau,
posiblemente de IJacael. Ttedidea: 24 x 21 x :)
cm. J,:Cneas, 2. lj cm. la 1• y entro 1.8 y 2 cm.
lns demáe. r~useo Monogdfico de rtd:lica, al-
macén.

O. M. S
LIIIlli:RINA. ANNOR. sic
X.· MEMS. III D!lm XXI. L&m. LX'fI a

5 TERI!S. DIGAS SIT.


.
HIC.SITA.J~ST.TE.ROGO PRAE
sic
T. T. L

D(iis) 1'1(nnibus) S(a_orwn) / Li,W.t berina


annor(um) ¡ 3 X mena(!.~ III dier(wn) _XXI/
llie sita est te rog_o p:rae/terie\!!)s dices:
Sit ¡ 6t(ibi) t(errn) l(evia).

Inéclita.

ffata ldpida opareci6 en la zanja derechn n


la rmlida del anfiteatro, durf.).nte una limpieza ruti-
naria. La calzada que oal!a directamente por delante
del anfiteatro, extramuros, en direcci6n NE, debía
ser prolongaoi&n del cardo mú:f.mo. En la primera par-
te de este trabajo ya vimos o6mo por esta zona hab!a
una necrópolis, forgoa8Jl1ente de a partir de comienzos
del siglo II, lo que nos da una techa post quem para
las piezas que de aquí procedan, oomo por ejemplo las
halladas durante lae exoavaoiones de A.M. HWltington.
una parte de las cuales al menos fueron por aquí.
435

Como hoy en dia se hace por aquí la entrada al recinto


turístico, es muy difíoil que puedan hallarse muchas
m,st pero esta neor6polis debía continuar a· amboa la-
dos de la vía hasta unirse con In procedente de la oo-
lida del teatrot ea decir, la llnmada de "la Vegueta".

El epígrafe aparecicS roto en varios tTozos·, y


después de ou ~eetaurnoi6n a,m quedaron lagunas, que
afectan en mayor o menor grado a todaD las líneas. Por
ejemplo, en la línea 1 1 hay que suponer una interpun-
cicSn en yedra entre 11:1 M y la:,.

J~n nuestra op1ni6n, éste eo uno de los más be-


llos ejemplares dentro de la epigrafía itolioenoc, y
procede de uno de loa mejores tallereD entre lofl qne
suponemoR trnbajo.ndo a mediados del siglo II. Para
este niíln de apenas diez años ne desplcr,nron r¿1n(~oa
de fantnsía poco comunes en J.:., epi~rofía funérorlo.
que podríamon denominar "eencillo".

Comenzando por loa caracteres exte1·nos, son de


destacar aquí las interpuncionaa, que en la 111 y 6-:!
l!neas son bederae y en las dem&s triangulo.res. J,ae A
estén todae ellas sin travesaño; las J, E. R, con re-
mates muy discretos, tanto que ea difícil distinguir l
de E. pero ello junto a un original uso de remates ac-
tuarios, tanto en las habituales X (lín. Jt) como en
H y C (lín. 4•) y E e I (l!n. 51 t sit}. La E de la lí-
nea 5 1 es la más inhabitual. con el palo inferior hacia
el lado opuesto, y reminiscencia de una F de igual fac-
tura que veíamos en ~poca flavia (n~llO).
436

Lae M, N, R, C abierta y, en general, todos


loe oaraoteree, nos dejen en la techa propuesta, o
quiei hasta el tercer tercio 4el siglo. Hay que des-
taca!". las L, muy pooo corrientes. en forma de V (lín.
21 y 6•). Són reseffablea en cuanto al 1,x100 Liiberi-
na por Liberina 1 praeteries por praeteriena.
Yendo 1a al oonten14o, el nOJllbre de la ni.lle ea
extremadamente infrecuente, y e6lo existe en su varian-
te femenina ( 1 ). Hasta ahora ae oonoo!an s6lo tres
ejemplos, ill_II. 3)01, hispano. XIII, 1246, aquitano,
1 otro oristie.no. En general. todos estos oognomina
alusivos a la libertad t!aioa o moral eat4n muy esoa-
aamerite representados en el Imperio, en contra de lo
que obviamente cabfa esperar.

Por último. la r6rmula final, que no llega a


ser m~trlca, aparece en otros oaeos de Itálica (nos.
104, 127, eto.), aunque muy desarrollada, como en -
ill II, 1220. 1229, 1299, 1415 y 14i9.

( 1·) Kajento, Cognomina, 260.


43'1

Wt 121.- Ara de mediano tameflo, de piedra blanca. Lle-


va relieves: patera 1 uroeus en los lados de-
recho e izquierdo respective.mente. En la par-
te superior rollos e amboe lados del focua.
Medidass 82 x 27 x 16.5 cm. Del campo. Jl,:
19.5 om. Líneas: 2.4, 2.1, 2, 2, 1.6, 2 y 2
cm. Jvluseo Arqueológico Nacional, }!.A.drid (111-
maeenes, n~ inv. 16519).

D. M. S.
LlCIJ.II.A. LICI. Lólfu LXVIb y
nILLA. ANM cu.
:XXXV. MESES. oic
5 IIII. DIES VIIII
11.s.E.T.R.r.
n. S. T.T. J,

~( iis} l,'.(onibuo) r,( ao~·wn) / r.icinir.\ Llci ¡3


nilla (vj.xH) a:nn(os) / XXXV me(n}.ues / PII
dies VIIII. / 6 II(io) s{ita) e<sq t(e) r.(.Q-
fü>) p(raeteriena) / d( ico.!:1) E!( it) t( ibi) t( e-
rra) l(evis).

lli II, 5J78; Rada. t~uaeo , 1B76, 262; dibu-


jo de D. de loa U!os; Rivero, J,op idorio, 4?.
ss., n!l 140.

HUbner dioe que este nl tar f1mebre, npareci-


do en Itálico entes de 1876, estuvo en :;evilln en, la
colecci6n de Caballero-Infante. Ya en época del ~m.?1·
438

estaba en el M.A.n. La primera noticia se debe o. D.


Juan de la Rada y Delgado, en au trabajo "Inscripcio-
nes romanáa que se conservan en el Museo Arqueo16gich
Naoional" (loc.cit. supra), de donde recoge el texto
el sabio alem~n, aunque luego suponemos que la vio.

Por sus caracteres externos podría fecharse en


la segunda mitad del siglo II. Caracteres capitales
con rasgos actuarios, con remates muy aousados en M, 1
L, N, U y V. Interpunoiones de hederae triangularca,
muy estilizodae y hacia lo derecha. En ln l!neo 4~ 1
lastre~ primeras X e~tón un poco borrndaa. Est.nn fue-
ra de coje en la lín. ?.!I a.mbas L, en la 5, J.a V ~· en 1

la 7 11 18 L. ¡·

Debemos relacionar a este Licinia Licinill<i' con


loa influyentes Licinii ue la n6tioa ( 1 ), y máa con-
cretamente en Itálica con Aelia Licinin Valeriana (n~28),
Licinius Victor. duovir de hacia 177-178. y con un
poai~le ~LioiJnius Liciniemue, (oap.fre.gmentos, II.9)
En cambio. vemos m~a difícil una relo.oión directo. con
el título siguiente. de Licinin Uaurilla. El onriñoso
cognomen Licinilla es adem~s muy poco frecuente: aólo
aporeoen en el listado de Kejnnto ( 2) &eta y una_M-
genhia Licinilla en lli XII. jJ(i8• de .Nema~ (<:a.llia
llarbonensis)., Los diminutivos aparecen con relotivu fre-
cuenci~ on Itálico. (cfr. nos. cric;uientes).

( 1 ) Vid . C. Castillo• Prosop. Daet , 1 s . v•


( 2 ) .Qognomina, 169,
11 128.- L~pida rectangular de mármol blanoo. Colec-
o16n Lebrijat Sevilla. Med1das1 27 x 28 x 4
cm. L!neaa de ).4t J.2, ), J.5 y J cm.

D.M. S.
LICIWIA.. MAVRILLA
Al'ffi. XXXI. L&m. LXVII a
PIA.. II SVIS
5 H.S.E.s.T.T.L.

D(iia~ M(anibus) S(acrwn) / ~1e1nia Mauri-


lla / ann(orum) XXXI/ pia in su1s./ H(ic)
,: a(ita) e(at) s(it) t(1b1) t(erra) l(evie).

Infdite. Picha L. Wiokert.

Propondríamos fechar los caracteres externos


de este ep!grate a comienzos del siglo II. No están
aún lo bastante definidos loa caracteres actuarios,
aunque las X, P, T y H d1s1rn6tr1ca inioien un movi-
miento en este sentido, 7 en cambio se mantienen ti-
pos•'ª propios del siglo I, como D, L, M, s, o le. es-
pllndida V de la lín. 41. De modo que parece un momen-
to de traneioi6n estil!atica bastante interesante.
Hay que aftadir a ello la alternancia de A con y sin
traTesafl.o, que ya hemoe seftalado en varias ocasiones
oomo más propia de la producci6n actuaria de mediados
del siglo II. Las interpunciones son gede~ muy esti-
lizaaas y ounas, salvo en la línea 51, en que, segu-
ramente por falta de espacio, son puntuales, con algu-
na excepción.
Resulta temprana aquí la aparición de Ei~ .l~
suis, por otra parte !6rmula típica de la Bética. El
440

oognomen Maurilla, entre los de origen 4tn1oo ( 1 ),


lo encontramos sdlo en cuatro ocasiones, dos en Bi-
tioa ( 2) 1 dos en la Galia Narbonense ( J }, oon
lo que se nos repite el caso anterior, en que un mis-
mo J escaso cognomen. Licinilla. lo encontrábamos so-
lamente en las mismas provincias.

En éete, tres de les ejemplos de Maurilla son


mujeres librea, unidos a gentilicios tan prestigiosos
como Roeoius y Clodius ( 4 ), en un caso. y en otro
a ~os Fuficii ( 5 }. La gene !4_o1n1a ya hemos indica-
do que tuvo \Ula fuerte presencia en Itálica.

(. l ) Xajanto; Cognomina, 206.


( 2 ) CIL II, 1630 (Lucena, Córdoba) y 2177 (Montoro,
ffidoba).
( J ) Qll XII, 1207 {Carpentorate) 1 4979 (Narbona).
{ 4 ) El caso de Montero. Por su texto y la zona don-
hallada, nos parece podría adjudicarse
de· ·tue
al período republicano.
( 5 ) En el de Luoena. el marido se llama Fu:ficius
Í1~fc s augustal de la Colonia Augusta Fima
1 (Ecija. Sevilla) ; el cognomen es del mis-
=c-=~S~-
mo origen que tlaurilla . Recordamos que en Itli -
lica ha1 otro FÜflolus , Tertullinue , nº 114 .
Los Fufioii de Luoena son todos 110ert oe de un
~aroüs"'Jü?Ioi~[· · :Jrico 1 libre.
R• 129.- Lápida da m,rmol blenoo, perfectamente conser-
vada. Medidasr 30.5 x 27.5 om. Pondo, 2.5 cm.
Líneas 2.5, 2, 2.3, 2.5, 2.4 y 2.2 om. Museo
Arqueo16gioo Naoional, Madrid, almacenes (n 1
inv. 16644).

D•• M. S
LITVCGIA. Lám. LXVII b
PRIMILLA. A1'.
XV. l. XI. DIER.
5 V. PIA. :rn. SVIS.H.
S.E.S.'l'.T.L.

D(iia) M{anibua) S(acrum) / Lituccia ¡J Pri-


milla an(norum) / XV m~ensiwn) XI dier(~} /
V pia in euia. H(io) / s(ita) e(at) s(it)
t(ibi) t(erra) l(evis).

(1)
gIL It, 53791 J. Rada,~, 26); Rivero,
Lapidario, 42 aa. ( 2 )1 Vives, ILER,J1J7 (3),

La inaoripoidn fonn6 parte de la oolecci6n


de Caballero-Infante 7, como les demás, fue adquirida
por el Museo, Actualmente conserv,a un resto de huellas
oomo de haber e~tado enmarcada para au exposición, y
ea ello lo que posiblemente motiva las pequefiíeimae
diferencias de lectura del ill· En cambio, es mucho
mú inexplicable que HUbner califique a las letras de
esta 1nl!loripo16n oomo "de mala calidad", tanto como
que Rada y Rivero lean en le lín. 3' PRIMVLA por PRI-
MILLA, palabra, que,oomo puede cotejarse en le fotogre-
442

f!a que ofrecemos, es de n1t1d!sima lectura. Ello nos


hace pensar si pudo existir un calco de la 1nscripo16n
o una copia en yeso que tuera lo que Yieran loe tres,
pues ambas_observao1ones nos parecen no ajustadas a la
realidad.

Los caracteres externos son capitales de les


propiemente llamadas "dibujadas*, por su perfecta~-
B.!!!2, y ejecuo16n. Nos parecen. sin rasgos unoiales al-
gnnoa, de oomiencos del siglo II. Bllo Tiene corrobora-
do por la fdrmula an(norum) en vez de vixit snnia, que
aeri·corrie~te a mediados del eiglo. Ea destacable la
barra sobre la M de l!n. 4 1 7 la doble 1nterpunc16n
tras ia D de lín. 1•. Las interpunoionea aon triangula-
res hacia abajo. muy conoiaas 1, que ha;ramoa visto.
s.6lo en la Un. 51 la dl.U.rna tiene un pequen.o apfndioe •

. · El gentilicio Lituccia es escasamente conocido.


Parece que debe asociarse con el mundo c&ltico ( 4 ).
Yt que sepamos, hay sólo custro representantes ( 5 ).
Primilla, procedente de Prima, es otro de los diminuti-
vos oariftosos que hemos mencionado más atrás.

( l ) L!n. 1 1 D.M.s.; l!n. 4• M.XI y falta punto final.


{ 2 ) Rada y Rivero, l!n. ) 1 PRIMVLA. Ancho, )O cm.
{ ) ) Vi~es, como ill•
( 4 ) Sohulze, Eigennamen, 40-2 7 404.
{ 5 ) A, Holder, Altceltieehe Spraehabatz , Leipzig,
1904, t. 2, 247 , s.v. Lltuolua : de le rab lflitu,
fiesta, día de fiesta (griego A11co - ). Ellos-
aon, aparte de esta italicense, un T. LCtuciua
Trophimus en Minur1(CIL X, 8345) y loaermanoa
Lituooius Seoundus y-r;rtuocia Secundina de Colom-
mr, en la Oii!Ii'")farbonense, lo que vuelve a po-
ner sobre el tapete las relaciones entre ambas
provincias.
Bº 1)0.- Posiblemente lápida. No hay datos sobre sus
medidas. Perdida.

D. ll. S.
LVC.RETIA.. OP
TA.TINA.. VII •
.Alf. %XI. ME
5 SI:BVS. SBI
H.s.1.s.,.T.L.

rra) l(evis).

Ro se sabe nada 1114s sobre esta inacripc16n,


ealTo su texto y que apareoi6 junto oon OIL·II. 6280
y 6281 en marso de 1890 (otr. Catal.nos. 110 y 11)).
Loe oaloos o textos de las tres fueron remitidos a
HUbner por A. Ariza. De las tres, la n• 110, de FlaTius
Callietue, se conserva en el Museo de Sevilla y las
otras dos siguen 1localiz 9 bles. Es posible que estén
en alguna oolecoidn ~articular.

Luoretius es Wl gentilicio antiguo, bastante


conocido en Htapanla ( l ). En cuento a Optatina. der1-
Tado del mucho más corriente OptatnS/a, e6lo aparece
en el Imperio en cuatro hombres y tres mujeres, todos
libree· ( 2 ). El texto parece de los corrientes en el
siglo II. La gre!{a m!,! por !!!!fil! la he~os Tiato en
It,lica en otrae ooasionea. El desarrollo completo de
fste ¡ del numeral parece una bdsqueda de equilibrios.
( 1 ) Su número ronda la cincuentena en las tres pro-
vincias. En Itálica vid. n2 5)-54~
( 2 ) Kajanto, Cognomina, 297.
Ni 131.- i,plda de mármol blanco, con muchas concrecio-
nes. Le falta el ángulo superior derecho. Me-
didas: 21 x 16 om. Líneas 2 cm. Colecei6n Le-
br1ja, S edlla.

D. 111. S.
V.ARCVS. Lám. LXVIII a
MAGNVS. Vl'.
AN. LXXV.
H.S.E.S.T '1'.L.
D(iie) M(anibus) S(aorum) / Marcue ¡ 3 Mag-
nue v(i)x(it) / an{nis) LXXV./ H(io) e(i-
tue) e( e t} e(1t) t(ibl) t(err a) l(evie).

R. Amador de los Ríos, "El Museo", 274.


Vives,.!!!!, 6238.

La ineoripoi6n tiene caracteres externos atri-


buíbles a la segunda mitad del siglo II. Son especial-
mente significativos M, N y V, ou10 v,ttice inferior no
es ya completamente agudo, como hemos venido observando
en algunos ejemplarea. El remate superior es muy exage-
rado en las T, especialmente en la l!n. 51. En cambio
en las X son moderados. Las A aparecen sin travesafto.

El formulario es el corriente dentro de It~li-


oa, as! como su dietr1buc16n, Marcue, que aqu! es gent1-
11o1o, se usa como praenomen '1 como cogn,omen en Hispa-
uia ( 1 ). La ausencia de praenomen en &ste es otro dato
a tener en ouenta en la cronología.

( 1 ) Por citar algún ejemplot es curioso el de 91!! II,


2904 (Freenefta, togroffoJ; S!peria Marcue, y CIL
II, 1618 (Cabra. Córdoba):ntonius Maroue. Como
pr aenomen ea trecuentieimo .
w• 132+- Lápida de m4rmol blenoo. Medi~a~=

D. M. S
MARI!! Um.. LJ:VIIIb
DVH
XIT lW .1
5 lf III ST1'L

S aorlllll Mariti 3ma


vi oi xit an nis X/ m(ensibus) III.
S(it) t(ibi) t(erra) l(evis).

CIL II, 5039s Vives, ILEfi, 3360.

Esta pieza. oomo les demás de la oolecoi6n


Wetherell, tue a parar a los tondos del British Mu-
•eum. A RUbner le lleg6 su dibujo y reterenoias a
travls de L. McDonald. Aquel decía que sw, letras
eran "plsimas". En la l!nea ,~ es destacable una e
oon una I encajada dentro, lo que hace atin m&a an6-
ffl&la la g;rat!a. Combina la A oon 1 sin travesa.flo, lo
que hemos venido observando repetidamente.

El nombre de esta pequefta es frecuente en


Rlapania ( l ) y lo enoontramos repetido en It,lioa
(cf. ~ . 100).
446

~ ) Ea muy llamatiTo el •~emplar 4• Paro (~&¡9•


Port., 1, 1895, 196 1 tig. 4 • ViTea, l
~ ) , que tel'!Dina con unaa enigm4t1oas!ñ -
oiales: D.I,N.I,T.L.T.T. B.L,, que 1 oaai ludeDJ1,
como a Teoea dioe H., deearrollar1amoa d • uno-
ta in it ineris 1 ooo t erra t 1b1 on
ev s e • os e emp os e ar 1 IL
a:r¡a Burgo•, 3Jll (Baeza, Jain) 1
5812 (teesera de Sefieama (Burgoa), que inc1u-
f& tamb16n un elag ue)¡ 6005 (Valencia),6128
3
{Tarraco) e IR IV, 17 (Vigo) . Como vemo,, d•
las 9 sólo cuatro aparecen en puerto de mara
aunque no es lo mismo el lugar de nacimiento
que el de la muerte, se puede ver que la elec-
c16n de nombre no suele coincidir con lae oir-
ounstenoias geogr&ficas más pr6x1.mas.

~--·········ª
NI 1)).- ·t,pida de m,mol blanco. Medidae1 J4.2 x
26.8 x 1.8 om. (Collantés). Sevilla, Museo
Arqueol6gio«>.

.
D. M. S •
M. MARIVS. LET sio

--s. SALAOESIS. VII. L&n. LXVIIIbis b
A:R.L.III. VXOR.VA
5 RJTO.Bt:HB.MIRE
NTI. R.S.E.
T.R.P.D.s.f.T.L.

D(Hs) M(anibue) S(aorum)/ M(aroue) Marius


L(a~et/ 3[u]s ealaoe(n)sio vb:(it) / an(nis)
LIÍI uxor me/rito beneio¡ 6nt1 (fecit). H(io)
a(itus} e(st) / t(e) r(ogo) p(raeteriens)
d(ioae) s(it) t(ibi) t(erra) l(evia).

M. 1dez. L6pez, hcavaoione~ Pdez. Chioarro,


Guía••• 1951, 81, n° 52¡ HAE 4-5, 1953-4, n°
58)i Campos, Inecripoiones, ; L. Wiclcert,
notasJ Collantes, mse.

Collantes indica que el epígrafe fue hallado


en 190J en la neer6pol1s de La Vegueta, ouando se hi-
cieron las obras para el ferrocarril de Cala, y que se
adqu1ri6 en 1915. Desde luego aparece en la Guía del
Museo de 1951, como expueato, y en las notae manuscri-
ta• de Wiokert y Collantes. A pesar de todo ello, no

Nota.- El 'MuAM hR po(lido fiMlment,a, facilitarnos una


Totografta del epígrafe que confirma nuestro comenta-
rio.
448

hemos podido localizarlo, 7 no apareoíe ,a en les Gtúae


4e 1969 ni 1980, por lo que euponemos que deepule de
1951 se guard6 en los almacenes y quiz, est4 hoy bajo
otra prooedenoia. Ros basamos por lo tanto en las ob-
servacionee de Collentes. Eete dice que estaba rota en
eéis pedazos, 1 que le faltaba otro en el ,ngulo eupe-
rior ,izquierdo, que afectaba al principio de las tres
primeras líneas. lo que que44 refle3ado •n •l texto.

llantes, a •i
Continuando oon loa valiosos datos del Dr. Co-
loe oa.raoteree le parecieron "cuadrados
de 4poca oonstantiniana, con influencia de escritura
actuaria", lo que, a la vista solamente del texto, nos
pareoe ditíoil de aceptar. Mas bien parece un formula-
rio corriente en los talleres italicenses del siglo II,
por 1ndioac16n de orie¡o, pra.~nomen, edad y tónnulae
fúnebres.

En la lín. 2• parece que el praenomen pudiera


ser Marous. En la 2• eat4 el comienzo del cognomen,
que puede ser bien Laetus, como sugerían loa autores
preOeden·tes. El difunto era de origo ealage(n)sia,oon
falta den relativamente !recuente en la epigrafía (1).
Campos leyó tambifn SALAOESIS, pero ,1 y Colle.ntes es-
t&n de acuerdo en que s61o puede ser selaoensia, de§.~-
~ (Aloaoer do Sal, Portugal) (~).En todo ceso,
no resultaría extrafto, ya que tenemos dooumentados,a la
inversa, italioen~es viviendo en Oliaipo y Egitani~.
( 1 ) Collantes oita muy acertadaq1ente Fore{n)sia, de
fil II, 1455 (Estepa, Sevilla), aunque an; le
parece oorreoto Foresia, de Forwn Iulium (Men-
g:!bar, Jdn). El otro nombre que cita Collantes,
Romule n sia, de CIL II, 1059 (Lora del Río, Se-
vl a no es aporfüie porque trae Romuleneia.
( 2 ) A. Tovar, Iberieche Landeskunde I, 214. -- -
Jt 1)4.- L'pida fragmentada de piedra. Medidae1
20 x 23 om. Lineas de 3.2. 4. 1.8, 2 y
~
2 om. Colecc16n Lebrija, Sevilla.

D. M •••
MARVL .
. •••
PORTVlf •••
LÚI. LXVIIlbia

VAPM.XI
••
5 H.s.1.s.T.T.L.

t(ibi) t{erra) l(evie).

In,dita. L. Wlckert, ficha.(~)

Le falta el lado derecho de las lineas 1 a


3t m4s una laguna en la 4•. Son de destacar la pecu-
liar R, mu:, Upioa de la escritura 11brariasA_ , y
la P de remate baoia atrás. No se aprecia ordinatio.
Laa M, A y V tienen buen paralelo en el llamado bron-
ce de It,lioa (ofr. Catal., no 168). Por tanto, fines
del siglo II d.C. En la línea 2• te aprecia ligeramen-
te el trazo Tertioal de la L. Hedera en la lín. 1•.
Ya que la V 7 L parecen claras, débería
tratarse de un gentilicio como Marullus, Marulliue o
Marulleius. Todos ellos derivan d e ~ . a su vez
procedente del osco.!!!!!:!!, como~. Marina, Marius,
etc. ( 1 ) • .M!n!!, que ha1 dos veces en la provincia
tarraconense ( 2 ), es demasiado oorto. Conviene te-
ner en cuenta como paralelo de la propia rt,lioa un!!!,-
450

ruleius. en una pequefte ara del museo sevillano (cfr.


Catal. ntl8). En su qomentario cit&bM1oa los ejemplos
bftioos de este nombre, pero hemos de observar de su
consulta que lo que s! es frecuente ea el cognome_B M!,-
rullinue/a. esencialmente unido a les familias Mummia,
Pompopia y Cornelia ( J ).

(* ) L!n. 2•: sugiere M. Aru[•• J • pero el posible


gentilicio Aruleiuo no eat{ documentado sufi-
cientemente.
( l ) Sohulze. Ei ennrunen, 360 (Marus). 124, 1J6,
461 (Maru ua a , 07, 442--uliruleius,, etc.
~ y ar ua, como tantas otras veces ocu-
rre, fueron antes praenornina.
( 2 ) Batlle. AIEO, no 34 m Vives, IL~r• 4J94 (Tarra-
co): de(lIOElQa por T, Marus Aure anua Tarreo!üa
'Tibridiua a su esposa Cornelia Tiberina, y CIL
. !T;"'"")'6'9,(Santany1, Ma!Ioroa), epitafio de Ma-
ro Talase&. Váaae la relaoi6n entre este antro-
pónimo y tres de tipo fluvial o marino.
( J ) Especialmente eignifioativos son loe ejemplares
de c&atulo, Comalia Marullina y au hi;1o L. Cor-
nelio Marullo, poderosos miembros de le ciudad
(cfr. tl~pA XXIX, 1956, 119 y 120; t'ª_w' X:XX,
1957, 1 OIL II, 3265 y dltimamen e • Con-
t r ~raa. nMieceUnea oaetulone.nae", en J.M. Bláz-
quez, Castulo II, Madl'id, 1979, 4J2, espeo. 434
y 447, Loa J2 Co;ne~ioe de Oáatulo evidencian
8 una de las más w repotentee familias de esta
provincia. \'

~
4'51

w• 1)5.- Mpida de m,mol blanco. Medidas; 26 x 24


cm. L{n. 1•.
2• 7 5'• 2 om., 31 y 41 ) om.
Coleoo16n Lebrija, Sevilla.

• D 14 S •
MATTIVS BABI.
NVS. VIXIT. Lám. LXIX a
ANNIS XXXV.
5 FRA T!R PIVS PICIT •
•H.S.!.S.T.T.L,

D(iis) M(anibus) S(acrum) / Mattius Sabi/ 3


nus vixit / annie XXXV/ frater pius !ecit/6
H(io) s(itus) e(st) s(it) t(ibi) t(erra) l(e-
vie).

Infdita. Pioha L. Wickert.

ffo tenemoe noticia de que esta inscripción


haya sido nunca publicada. Como la n° 128, nos pare-
ce que puede ser un ejemplo T'lido para la traneici6n
ae loe tipoe capitales e los unoiales. Como puede ver-
se, hay oaraoteree externos que corresponden a los pri-
mero•• como C, M, ». s, V, eto. Pero 7a pr,oticemente
toda• las letras llevan remates curvos, especialmente
T, P, E 1 L. Otras inician un alargamiento, como las
A J V de l:ln. 51 o la B de l!n·. 2 1 • Son destacables
en la lín. 2• la 4ltima I longa, 1 una V encajada al
final de la lin. 4•. Fuera de caja la 1 de lín.5 1 •

Les 1nterpuno1onea son triangulares, y hay


un cierto ritme en su distribuc16n, distinta a la pro-
fue16n que vemos durante el siglo II avanzado en los
452

talleres italicenses. En efeoto, encontramos dedicato-


ria a los Manes/ nombre del difwto / f6rmula de la -
edad/ f6rmulas f'dnebres, separadas oon toda preoisi6n.
E•t• sistema de utilizar las lnterpunoiones, que apa-
rece como m¿s 16gioo, no es desde luego más !recuent•.

El gentilicio Mattiua, te.mb14n en su variante


Matius, se éncuentra para Schulze ( 1) entre loe más
difundidos en el Imperio de los gentilioios puramente
romanos con· gem1nac16n oonsón~ntioa, como Memmiua ( 2)
1 otros. A ello hay que unir el oognomen,Sabinue, que
es uno de los 18 ejemplos que da Kajanto ( J ) de !!2m!-
B! oon m,s de m11 representantea, jtu1to a otros tan co-
munes oomo Fortunatus, Fellx o Maximus. Pero, entre
ellos, el autor no sabe explicar bien por qu, Sa~inus
1 Romanua "fueron los m4s populares cognomina geogreifi-
oos" ( 4 ). Propio mis de libres, oontinu6 siendo popu-
lar en la antroponimia cristiana ( 5 ) •

.Por lo que respecta al adjetivo »tus, ee claro


que se retiere al hermano del difunto y no a éste mis-
111.0, pero, a pesar de ser menos :trecuente, ha:, paralelos
de ello ( 6 ). Por todo lo dicho, 1 a pesar de la ausen-
cia de praenomen, creemos que es teohable esta 1neor1p-
ci6n a comienzos del siglo II d.c.

( l ) Eigennamen, 275 y 424.


( 2 ) ng., 422, 424 1 ctr. aquí nº 1J7.
( J ) Cognomina, 20, 50.
( 4 ) Ibid., 29, JO.
( 5 ) -!bid.. • 186.
( 6 ) CIL II, )307 {C~stulo, J4,n), JJ48 (Torre de
Vi!enzuela, Jaén), 4602 (Villafranoa, Be:roelo-
na), eto.
Nª 1)6.- Loseta de máJ'llol. En la parte superior lleva-
ba "dos oorasone• y en medio un p,jaro" (Ga-
11). Actualmente, perdida.

D.M. s.
MAVRVS
Al'mOR XIII
PIVS. IN SVIS
5 H.S.B.S.T.T.S. fil
D(Hs) :M(anibus) S(aorum) / Maurue ¡3 anno-
r(um) XIII/ pius in suis./ H(lc).s(itus)
e(st) a(it) t(ibi) t(erra) s(uavia?).

Gali, Historia, 145.

La dnioa noticia sobre este epígrafe procede


de Gali, quien dice que "estaba en la eoleco16n del ama~
te de Itálica y entendido numismática D. Eduardo Sán-
ches ae la Cotera", y que era in&dito. Este Eduardo -
Sinohez debe •er el mismo que menciona HUbner en su
ni 1141 (cfr. aqu! nos. 51 y 87) y en el 1150 (na 120).
Beta última, sin embargo, está en el M.A.N.·, no as! las
otras tres ( 1 ). De esta forma, hemos de tiarnoA del
texto que da Gali, que por otra parte encaja perfecta-
mente en loa formularios habituales, salvo en le últi-
ma línea. donde da S.T.T.S. Como Gali eetaba acostumbra-
do a recoger inscripciones. es poco probable que sea un
error, por ello sugerimos s(uavis), que no desentona del
eentido. El nombre de este pequefto estd muy representa-
do entre loe de origen 4tn1co africano, precisamente en
Afrioa e Hiepania ( 2) y, curiosa.mente, entre los li-
bres (81 sobre 86 eje~plos).

( 1 ) Los "corazones" pueden ser hederse.


( 2 ) Kajanto, Oognomina, 50 y 206. be 86 casos, 59
provienen de ambas zonas.
Nt 1)7.- t,pida de mármol ble.neo. Mtdidaea )9 cm. al-
to por )6·dt ancho 7 4 4• tonao. Línea• en-
tre 2.5 y 4.5 om. Coleoe16n Lebrija, Sevilla.

!IBMlU.A L F
ITALIOILLA tám. LXXa
ANN tIII MEN VIII
H.s.1.s.T.T.L.

Memmia L(uo11) t(111a) / Italioilla ¡J ann(o-


rum) III men(Si'Wl'I) VIII./ B(io) s (ita ) e(st)
s(it) t(~bi) t(erra) l(eyis) .

Monsalud. m!!1! )4, 1899, 421 ( 1 )1 U IX,


76, nt 197; imllon-Mar!n, Monsalud, 73, nt
147; R. Amador, "El Museo", 273-4; Vives,
ILER. ·2eo3. ( 2 }•

La insoripo16n apareció en 1896,en unas exca-


vaciones realizadas por un tal Joe4 s,nchez Rodríguez,
vecino de Santiponce. con lae que da HUbner en el nt
de~ citado, 1.92, 194, 196 y 206, y en EE VIII, 272
y 274. Por la noticia que nos da en EE IX, 192, sabe-
mos que era un fabricante de tejas, y por otra parte
. parece que gustaba de conservar en su oaea el producto
de "sus" excavaciones.

El Marqula de Monealud, enterado de estoe ha-


llazgos, env16 al pintor Parlad~ con el ruego de que le
hioiera un ·oaloo de los epígrafes. Con ellos public6 el
art!oulo citado del !RM!,, donde informa trunbi,n sobre
una Minerva de 1.05 m. de alta, un busto de var6n con
plinto, dos torsos de una joven J una matrona. eto.
HUbner, a través .de los calcos de Parladó, pero no só-
lo de ellos, como dicen Mallon y Mar!n. puesto que En-
gel le había enviado otros por su cuenta en 1897 { J ),
hace una oorreoci~n en el oognomen de la nida, l!!!!-
ill!! en lugar del Ite.l.1chia de Monealud, además de
obeervar que •r•n unas letra• "6ptimas" del siglo I
(lo que, por otra parta, Ya de acuerdo oon la falta de
».w.s.). Hoy en día no la h•mos encontrado en la coleo-
o16n Lebr13a, donde sin duda ten!a que ·estar.

~allon y Mar!n, loc.cit., parecen poner en


duda de manera muy ambigua el origen italicense de es-
ta inser1poi6n, sdlo por~ue Parlad,, al parecer, se ha-
b!a equivocado en el origen emeritense de la ni 79 de
Mallon-Marín (!!!!. larga discusión en p. JB). Pero,
le7endo a Monsalud ae Te que este A. Parlad, era sólo
"un laureado pintor aevillano" a quien Monaalud rogó
unoa calcos de piezas que ,1 ya sabía cdmo, d6nde y
cu,ndo ha~ían aparecido, y pouiblemente su texto. Es-
tos mismos autores ha71)que decir que no se esforzaron
mucho en buscar los originales de las 1nsoripoiones,
salvo las que se enoontraban en Madrid. pues, por ejem-
plo, le de Vettius Aegantus ee encuentra asimismo en
la coleoo16n Lebrija. y tambiln la dan por desaparecida.

El epitafio de Memm1a Italicilla tiene dos el~


mentoa que indican una fecha Más temprana que las demás!
la ausencia de D.M.s., o al menos, D.M •• que ya indica-
mos, 1 la presencia de f11iac16n, que es muy escasa en
la epigrafía del siglo II en esta ciudad, aunque la hay.
456

En cambio; aparecen tanto la edad como la fdrmula !1-


nll completa. que no oorreaponderían con los inicios
del oiglo r. por lo que eatamoa plena.mente de acuerdo
con HUbner én su impreei6n de fines del mismo siglo.
ltl,ilzé dentro del áltimo teroio.

El_gentilioio Memmius es pureente latino,


oon reduplioao16n·ooneonánt1oa ( 4 ), mientras que el
cognomen, que para !ajanto ( 5) sería derivado de
Italia, para nosotros lo es de Italioa.
.,

( 1) Lín. 2• ITALICHIA. Dice que no hay ninguna in-


terpunci6n ("puntos pausantee", exactamente).
( 2 ) Lín. 2 1 ITALICHIA. Por tanto. lo toma de Mon-
ealud- 1 no sigue a HU~ner ni a Mallon, awtque
~ita e ,ate 1 da interpunciones, por lo que ha
debido tomar el texto de la cita textual de
Monsalud.
( ) ) Eso explica por qui HUbner da las interpuncio-
nes en la l!n. 4•. que Monsalud no reflejaba.
( 4) Sohulze, .Eigennamen. 422, 424.
( 5 ) Cofnomina, 180. S6lo hay otro oaso además de
~a e! y tamb16n b,tioo. Parece que si der. ivara
de Italia ser!a nombre más frecuente y más re-
partido, empezando por la propia Italia.
.45'l

B• 1)8.- Upida de m&rmol blanco oon vetas rosadas.


Medidas, 25.5 cm. de lado. Líneas entre 2
1 2.2 cm. Museo ArquGol6g1oo de Sevilla.

D.M. s.
MESSIVS GE Lám. LXIX b
NI.ALIS
VI:tI'l' .Al
5 NIS L
H.S.E.S.T.T.L.

D(iia) M(anibuo) S(acrwn) / Mesaius G~_/ 3


nialis / vixit e.n/nis L. / 6 H(ic) a(itus)
e(et) e(it) t(ibi) t(erra) l(evie).

c. Pern,ndez C~icarro, ~ ' 1951, 80, nR


371 ~ 4-5, 195)-4, nR 572; Fdez. Chioe.-
rro, Guía, 1980, 84, nª 7.

Esta 1necripo16n. como la de Caainia Hertnio-


!!! y la de Primua (cfr.-º.!!!!•, nos. 96 y 14 ), cuen-
ta tambi4n con \Dla copia, debida a un falsario que
la endos6 a la Sra~ Marquesa de Lebrija, en cu~ oo-
leooi6n se encuentre adn. El cotejo de ambas piezas
resulta fasoinant~ por o6mo hubo de esforzarse el -
falsario para conseguir un buen parecido, aunque ha~
que decir que sin mucho ~xito.

La 1nscr1poi6n aut,ntica se encuentra entre


las que podríamos llamar 11 01,sioae" en la serie de fu-
nerarias italicenses del siglo II. Cuadrada, ejecutada
458

en buen m&rmol, posiblemente Aloonera. formulario tí-


picor ejecuoi6n mu, cuidada. Lleva tres interpunoio-
nes ·de hiedra realia~as en la lín. 1 1 , mientras que
en la áltima lo son muJ estilizadas, 1baata oontundir-
ae con un tr1,ngulo. Rematee en casi todas las letras,
,atas con rasgos unciales. salvo la H de la dltima
l!ne~. En la lín. 5• se ha separado el numeral para
no incurrir en un desequilibrio como el que se hizo
en la línea J•. Algunas I llevan un peculiar trazo
interior hacia la izquierda, oomo veíamos en piezas
de fpooa flavia y ligera.mente posterior, rasgo que ae
mantiene. La Ges precursora de las que serán comunes
en el siglo III, ocmo en el epígrafe de M. Lucrecio
Juliano (Cát41. nD 5J-4).

La gene Meseia está representada en varios


lug~res de Hispania: Cantillana (Sevilla), Hispalia,
Tárragona, Lugo. etc. ( 1 ), pero el m&s c,lebre es
ain duda M. Messius Rustious Aemilius Papus Arriui:i
Proeulus Iuliua Oelsua, b~tieo, que hi~o su carrera
bajo Adriano 1 Antonino Pío ( 2 ), adoptado por~-
tius Prisous. Genialis es oognomen que apareoe s6lo
otras tres veces en Hispaniar Chiolana (C~diz). Tarra-
gona y Sádabe (Zaragoza), asociado aquí a loe At1111
( ) ). _Es 'bastante corriente en el Imperio, en rela-
c16n tanto ~on la idea de inteligencia como con la de
nacimiento ( 4 ).
Respeotiv, CIL rr. 1079. 1185 2582 y 4112.
De ~l exietensus dos dedioao!onea a Adriano,
(CIL II, 1371, El Ooronil,Sevilla)y Antonino
P10(1282, Utrera, Sevilla), más la que le
hace eu gran amiga Caesia Senilla, tamb16n en
Utrera (CIL II, 128J). Cf. RE, s.v,
Reapeot.~L II, 1838, 297Jy I!Jm, 4835 .
Kajanto. Cognomina, 260. --
459

Nº 1'8.- L'pida de piedra caliza. Le falta todo el


margen izquierdo. Medidas: 19 x 19 cm. máx.
Lineas, 2.5, 2.2, 2t 1.5 11 cm. Museo Ar-
queo16gioo de Sevilla.

M. s.
___.;.
- ---
MISIVS. PORTV' um. LXX.by
----VIX. Ami. PLVS. CI.
----XXV. PIVS. I1' S.
5 ---- L. SERAPIA MA
---- VO. CARISXIMO sic

ClL II, 1154 y Suppl. p. 8J8 ( 1 ); Fdez.


Chioano, QJ!.!!, 1980, 96, n• 4 ( 2 ); di-
bujo de D. de los R!os; Vives, 1ª!!, 3418
( J ).

Al epígrafe le falta una parte considerable


por su izquierda, más de un tercio, y ya apareoi6 así.
·En 1869 eetaba. "en casa del director del Museo", y en
1881 ya entre los fondos del mismo. No se sabe más so-
bre circunstanoiae o lugar de apario16n. Lleva d~e,
posiblemente eran tres, 1nterpunoiones de heder a esti-
lizadas en la lín. 1 1 , siendo lae demás en punto. Los
caracteres externos se diferencian de los de la mejor
460

,poca de Itálica: las o, V, P y R nos eltáan dentro


del eiglo III, ademá8 de la moderae!dn de los rema-
tes, la oombinaoi6n de A con y sin travesafto (pero,
cuando lo lleva, fste es oblicuo 7 sale ligeramente
del lado derecho). Hay nexo en el numeral, y enlace
MA en la l!n. 5•, que para nosotros no llega a nexo.

En cuanto a la lectu:ra, creemos que en la


lín. 2• delante del gentllioio iria el praenomen,
más bien largo, qu1z4 Sex(tua), ei atendemos al espa-
cio. En la i!n. )•, Rlus requiere si~ duda~ en
la 4 1• En la 5* falta el gentilicio de la dedioante
1 el praenomen de su patrono. La lin. 6• HUbner eu-
pl!a ma/[rito eJuo ••• , mu,- posible 7 que no desecha-
mos, pero preferimos la rest1tuo16n de D. de loe Rios
en su dibu,o por la relativamente baja edad del difun-
to. Hemos d.e oritioar, a!n embargo, en el ilustre ar-
quitecto, generalmente fiel a sus modelos, que en es-
te caso oorrig16 el CARISIIMO de la piedra por CARI-
SSIMO.
Nos da la impresidn de que la 1neor1po16n~e
oort6, de su primitiva forma rectangular, a la cuadra-
da para reutilizarla, pero no hemos podido verla por
detrás, pues, como muchas italicenses de este Museo,
eet, empotrada en panel. No obstante, creemos que ei
lo estuviera HUbner o de los n!os se hubieran dado euen
ta.• Numiaius es gentilicio frecuenté en Hiepania, con
unos )O individuos. De Sarapia, teot6r1co de origen
griego, es ~ate el único ejemplo aquí. En cambio. es
ourio~o que sea de los que pasaron a la onomática cri.!!,
tiana.
,61

Bt 140.- L&pida de m,rmol blancuzco. Medidaei 27 x


17 om. Líneas de 3 cm. Coleooi6n Lebrija,
Sevilla.

D. M, S
OCT, RESTITYTA L4m. LXXIa
VIX. ANN, XXXXV,
MBBS, JI, DIB, XVIII
5 H.S.B,S,T.T,L,

D(iia) M~anlbue) S(aorwn) / Oot(aTia) Res-


t i tuta / vi xit &n:Q(is) XXX.XV/ ,mens(ibus)
II di\e)b{us) XVIII,/ H(io) s(ita) e(st)
e(it) t(lbi) t(erra) l(eTie).

In,dita. Picha W1okert,

Este epígrafe deb16 ingresar en la oolecoi6n


deepuls de la publioao16n de Amador, que no lo mencio-
na, Para nosotros es muy similar al de Matt1us Sabinun
(crr. Oatal. n• 135), Awi~ue hay alguna diferencias,
hay tSJ11biln detalles que los haoen parecer procedentes
del mismo taller, como lea M, lae T, L, S y el enoaje
del numeral. Falta, ein embargo, la manera tan curiosa
en late, de volTer 1 sin unir completo.mente, el trazo
oblicuo de la R sobre el aeta izquierda, que se observe
tambi,n en las A, Si no son del mismo taller, al menos
sf parecen ooet&naos de la primera mitad del siglo II.
Las interpuneiones eon hiedras ~st111z&daa, de rabo on
dulante cuando ha7 espacio suficiente, Loe Ootavii son
numerosos en Hispaniat as! como los Restitutus/a, fetos
eepeoielmente entre ingenuos ( 1 ).
( 1 ) Kajanto, Oognomina, J56.
462

N° 141.- Lápida de mármol blanco oon concreciones ca-


lizas. Rotura ~iagonal restaurada. Medidas:
29.7 x 20.8 x 2.) om. Coleocidn J. Aff6 Da -
lleeter, Madrid.

D.M. s.
PERPENA. V.ALERl L&m. LXXII
AitA. VIXIT. AlmIS
XXIX. HIO. SITA. EST
5 CONIVGI. !JfflEME
·RlfflTI. FECIT.
AELIVS. THAL
LVS •
•s.T.T. LEVIS

D(iis) M(anibua) S(aorum) / Perpena Vale-


ri/3ana vixit annis / rm. Hic sita eet/
ooni~i beneme/ 6rent1 feoit / Aelius Tha1/
lus,/ S(it) t(ibi) t(erra) levis .

In&dita.

Debemos el conooi.miento de esta pieza al con-


servador del M.A.D. Dr. Ricardo Olmos. Es adquis1c16n
en el antiouariado madrileffo, con una prooedencia da-
da como segura de Itálica. Y en efecto, tiene elemen-
tos a su favor.

Creemos que podría feobarse a comienzos del


siglo II. Las capiteles son cuadradas, pero con visi-
bles alargamientos ( P, L, x. o, G) y con algunos re-
mates de tipo unoial ( E en pena, F en l!n. 6e y Ten
l!neas 6 1 , 7 1 1 9•), etc. Las A, por eu parte, no ti!,
nen travesafto y en alg'Wl caso prolongan curvando el pa-
lo dereoho sobre el izquierdo, como en la primera de
la lín. 3•. Las interpunoionea son ligeras uves.

En ves de abreviaciones m,Utiples, como será


oorr..,•e algo m,a adelante, aparecen 4esarrollos de
H.s.B. en la l!n. 31 1 de levis en la 91 • El gentili-
cio de la difunta es de los m&s antiguos, de tipo
etrusco con tenninaci6n en -!M (cfr. Amoena en la n 9
61). aunque en Hispania lo podemos encontrar bajo las
formas Perperna ( 1 ), Perpenn~ ( 2) e incluso R.!.!:-
~ernta, que resulta la m,s eom'1n ()),y eaencialmea
te en la capital de la provincia Citerior.

Aelius Thall~s, el dedicante ( 4} y marido,


por su oognomen griego, es posible que sea un liberto
de los Aelii, anterior o contemporáneo a la asoene16n
mete6rioa de la te.m111a. Thallus y su variante femeni-
na Thallusa apareoen en tres ocasiones en la B,tica
( 5 ). Valerianue/a ee cognomen mucho más oomtm, y scS-
lo reoordaremos ciertos miembros de gentilicio Val erius
en Itálica(.!!!. índices}.

Un dltimo detalle a considerar en esta inscriA


c16n es la manera de resolver lae líneas 8-9. Realmen-
te no se entiende que S.T.T.LEVIS se haya escrito abajo
y a la derecha cuando habría cabido perfectamente en
la mismo l!n. a•. a oontinuaci6n de LVS. S6lo encontra-
mo8 dos eXJ>licaoionest una, que se haya hecho por mera
fantasía, en vista de que sobraba más espacio por aba-
jo -que por arriba, 7 quedaría descompensada. La otra,
que ese eapaoio se reservara para aftadir algo máe. que
no se lleg6 a insoribir, algo que aludiría al dedican-
t•. No sabemos inol1n&rnoa en uno u otro sentido.

( l )' Vid. Sohulze, Eigennrunen. e.v. Para Hispa-


ñli, con la fórma Perperná CIL II, 1709 (To-
rredonjimeno, Ja&n) y 4JOI ffirraoo).
( 2 ) ill II, 2081 (Granada) y 61)0 (Tarraco).
( J ) 0Il, II 4)9'.3 y 4547 (Tarraoo, de la amiga
<leL. Lioinio Segundo Per~ernia Eunois),
4555 (Baro!no). Perpena. tal como lo encon-
tramos en It~lica, no estaba atestiguado,
pero es una grafía más de un gentilicio po-
co frecuente y en vías de ext1no16n. Buena
prueba de esta confusión es que las dos 1ne-
cr1po1ones citad•1:1 de Tarragona llamWl a Eu-
nois en wia Per~ernia 7 en la otra ieroenñia.
rn-Tarraco hay tambUn otros gentil o o.e -:--
de origeti etrusco, como Caeoina y Trocina
(G. AlftHd;y,"L'onomastique de Tarragonen,
L' onornaetigue latine , París, 1975, 294-5.
( 4 ) Hay un hueco para el
la l!n. 6 1 , pero sin~==..;.=...
lapio1da.
( 5 ) en II, 3J3) ( ~ , Ja~n)1 Vives, ILER,
ffi (Mulva, SevITiii: dedioaoi6n de Ae!Ia
Thallu.s a, liberta (¿de Adriano?), ariroñue
Eventus Auguetus), y Q.Th II, 1915 (CácTiz'}."
aunque también hay un caso en Barcelona:
CIL 4551, la liberta Valer !a Thalluoa . A
juzgar por el tipo de oognomen, es I6gioo
que todos los ThallljP y Thallusa sean liber-
tos, y curioso que no haya ningUn esclavo .
N• 142.- Lápida de mármol amarillento oon vetas oscu-
rae. lfedidasa 28.5 x 20.5 x 4 cm. Líneas de
3 cm. (Correa). Coleooidn Guerra S4nchez, se-
•illa.

D.M. S
l'RIMVS ANN. III Lrun. LXXIIIa
H.S.E.T.R.P.D.S.T.T.L.

D(iis) M(anibus) S(acrum) / Primue ann(orum)


III./ H(io) s(itue) e(st} t(e) r(ogo) p(rae-
teriens) d(ioae) s(it} t(1b1} t(erra) l(evis).

A. Correa y J. González, Habis 9. 1978. 205


n 1 III 1 ldm. IIIb.

La inscripoidn pertenec16 a la antigua colec-


o16n Gestoeo, de Sevilla, siendo en la actualidad pro-
piedad de D. J. Guerra Stfnohez; lo mismo ocurre con
otra inscr1pci6n, la de L. Aproniue Praestue. que hemos
recogido como de procedencia incierta de Itálica. Sus
editores no han podido preoianr au prooedencia, ya que
no deben figurar sus datos entre los papeles de¡ lega-
do Gestoso en la Biblioteca Colombina, de Sevilla, que
ellos han consultado. Pero opinan que "como el citado
erudito estuvo muy relacionado con las excavaciones de
Itálica, no es improbable que fueran encontradas en -
Santipon ce (Sevilla). 11

Esta opin16n, que nos parece válida, la mati-


zamos en el sentido de que la 1,piñR de Primus la admi-
466

timos oomo italloenae, ;ya. que por su estilo. tor,na.ula-


rio ¡ ejeoución entra de lleno en los talleree de medi.!,
do el siglo II. La de Apron1ua Praestue, sin embargo,
tiene detalles que no encajan, como la ausencia de
D.M.s., le filiación, en este caso de liberto, y as-
pectos de la grafía. Por tanto, la hemos incluido en el
ap,ndioe documental entre laa inciertas.

El ep!grate de Prituus, ou;yo original publican


Correa y González por primera vez, era.sin embargo co-
nocido de antiguo a travla de una oopia hecha por un
falsario en la colección Bonsor. de Mairena del Alcor
(Sev111a), para lo que remitimos a nuestro n° 96. Este
falso fue publicado por primera vez por P. Pita ( 1 ),
en un e.rt!oulo póstumo. Despuls fue recogido por el -
Prof. Marinar ( 2 ), quien, con extrefieza, comenta que
"el padre Fita, fallecido en 1916, no pudo corregir
las pruebas de su note, que contiene lf1lllentablee erro-
res tipogr,fioos''• Es seguro que, de haber visto la fo-
tografía de la pieza, el Dr. Mariner se hubiera dado
cuenta de le superchería. Por áltimo, los mismoa Correa
y González, en un articulo que precede al que hemos
. . ~

meno1onado ( ) ). republioan como aut~ntico este mismo


falso, citando las referencias anteriores de lita y Ma-
riner. El comentario sobre ello lo haremos en el apén-
dice documental, bajo el epígrafe falsae vel alienae.

Tras eeta pequena historia de la 1necripei6n,


he¡ que decir que sus oepltalee son actuarias de muy
bella factura, estilizadas, con muy t!pioas M. R, P
ébierta 1 V de dngulo ligeramente curvo. La wiica A que
aparece no lleva travesefto, 7 las letras delgadas. como
. 4G'l

T, Le I apareoen mU7 ligeramente diferenciadas. Otro


tanto ocurre con la E, cuyos palos trans~er~ales se
han r~ducido al mínimo (todo lo cual indujo al falsa-
rio a oontus16n). Vistas estas característioas, cree-
mos que la 1neoripo16n puede ser del período antoninia-
no.

El nombre de Primu.e es de los mis difundidos


en el Imp•rio ( 4 ), y en Hispania lo usan esclavos
s&lo en 4 ocasiones, lo que confirma que fue m&s pro-
pio de ingenuos. Hueva ooast6n en la que se utiliza la
t6rmula po&t!oa final, como en nuestros nos. 126. 127,
1)) 1 otros.

( l ) J'. Fita, "Nuevas inaoripoiones de Itálica",


BRAH 72, 1918• 177.
( 2 } S. Mariner, !H!, 222, ng A-11.
( ) ) "Reedic16n de tres inscripciones funerarias
de Itáliea 11 , Habla 9, 1978, 197 . eepeo •.-200
y lám. IIa. Lae tres eon falsas . La oompara-
c16n del original y el falso de Primue ee ve
fao111t8da por estar ambas láminas contiguas.
( 4 ) Kajanto, Co&l!omina, 291.
46R

Nó 14).- Lápida de márrool blanco; le falta toda la par-


te inferior. Me~ides, 18.5 x 12.5 x 2.5 om.
Líneas de 3 om. Mu,eo Arqueol6gioo Nacional,
Madrid.

D M S
RBSTVTVS Mm. LXXI!Ib 1
SER Amf OIII.
XXXI P!VS
........
D(iis) M(anibua) S(aorwn) / Reetutué ¡"J
sor( vus) ann( orum) / XXXI piu:• / [in 11uia
---] / ----
In~dita. Dibujo de D. de loe Ríos.
1
~ t ; , - ' L ,J ,:·¡ j ¿"f{r· , . . . ,. ....
. Este epígrafe figuraba entre los dibujos·del
antiguo excavador de It,lica, pero no estaba recogido
en el Corpus ni figuraba en ninguna otra publioaoi6n,
por lo que pensamos que se había perdido. Pero como
otras piezas dibujadas por de los R!oe (como nuestros
nos. 120 114,) ee encontraban en el M.A.N., intenta-
mos looali~ar tambi&n 4eta allí. Por ratuna aparec16
en loa archivos, y luego en el almao,n. Ello nos per-
mite confirmar los detalles del dibujo de D. de los
R!os y ofrecer su fotograi'{a.

La pieza está rota por abajo, pero debía ser


r&otangular y, a juzgar por el pius eon que termina
la lin. 4•. es r,c11 suponer i n ~ en la 51, y lue-
go vendrían las f6:rmulas fúnebres habituales.
El eeolavo Restutue lleva un oognomen de los
m,e frecuentes en el Imperio ( l ), y que es forma -
abreviada 4• Restitutus. pud14ndose encontrar indistin-
tanumte ambas formas.

Loe elementos externos nos dan una datac16n,


"tn principio, de tinea del siglo IIi A sin traveeafio,
R mu:, abierta. ausencia de adornos, pocos remates (cur-
Y08 adlo en las X). eto. Ooneene huellas de haber es-
,ado empotrada, poeiblemente en una pared (¿de colum-
bario?). Otras dos veoee en Itálica los esclavos expre-
ean su oondio16n con el SERr vid. nos. 117 7 150).

( 1 ) Kajanto, Oognomina, J56: 661 libres lo lleva-


ron, trente a 84 libertos/esclavos. En ~poca
or1et1ana s1gu16 e1endo frecuente, oon 80 -
ejemplos. Restitutianus/a y Reetitutina pueden
presentarse igualmente sin la p~imera sílaba
ti (Restutianus, Restutina).
470

B• 144.- Upida d• mlrmol blanoo. Medidaa: 22 x 16


om. (Pdez. Ldpez). Perdida.

D. M. S.
RV!RU. IVLIA.
INOOLA.. ITALIOENSIS,
ORIGINE.SE
5 RIBNSIS, VIXSIT !,U
AlfflIS. LX. D. IX
H. S. E.

D(Ue) M(anibus) S(aor\.Dll) / Rubria Iulia ; 3


inoola italioensis / origine se/ r1ens1e
vix~e\it 16 annis LX d(iebue) XX. / H(io)
e(ita) e(et),

Fern~ndez L6pez, Exoavaciones, p. VI-VII,y tV.

E~ la memoria descriptiva que en 1904 redac-


t6 M. Fern,ndez L6pez de sus exoavaciones del afto an-
terior en la necr6polis de La Veguete, de las que ha-
blamos en el capitulo l. 5, ouenta que en uno de los
primeros d!as de exoavao16n salieron varias ineorip-
oiones. En.t re ellas hta de Rubria Iulia, interesante
por varios motivos. Como las otras inscripciones, ~e-
ta ~areoe hallarse perdida, aunque el excavador afir-
ma que entreg6 los materiales al Museo provincial.

De ~eta en concreto Pern4ndez L6pez dioe que


sus interpunolonee eran triangulares, y las medidas
las da de memoria, por p~rdida del papel donde les ha-
' 'l 1

bia anotado. Pero es una suerte que haya reflejado con


tanta prec1a16n el texto de le pieza, ¡a que no lo he-
moa pod14o deepufe oontinar, puesto que en el Museo
ofioialmente no eat,. Apareoi6, oomo las dem,s, en el
desmonte que se hizo para la oonstruoci6n del nuevo fe-
nooarr11 de Cala, que atravesaba una parte de la necr6-
polis oriental de la oiudad. Beta tiene en su mayor
parte sepulturas y materiales de oaráoter cristiano,
pero tambifn un contingente de 4pooa anterior.

El texto coincide m&s o menos con ¡a fecha


de la mayoría de los t!tulos funerarios recogidos en
este estudio. El D.M.s. sería un t&l'lllino post quem, y
la apario16n de la edad en aflos y d!•• y el H.S.E., sin
S.T.T.L., podr!an unirse para no hacerla posterior al
siglo III ni anterior a loe flBTios, &unque ya sabe-
mos lo delicado que•• intentar techar sin poder estu-
diar la 1nscr1po16n d1reotamente.

En cualquier caso, lo interesante de este tex-


to no es su fecha. sino la apar1o16n del concepto!!!-
oola italioensie. Por lo que sabemos, es la única vez
que en la epigrafía 4e Itilica aparece uno de los mu-
cho• inoolae que deb1~ haber en ella, atra!dos por la
riqueza que tanto el tr4fico fluvial como la industria
olivarera (que sabemos fue boyante por los eelloa anfo-
rarios) u otras, proporcionarían a la ciudad. Por otra
parte, la existencia en It41ica de una larga serie de
familias senatoriales y ecuestres, con propiedades de
11 todo \1po, hubo de dotarla de posibilidades no existen-
tes en otras ciudades b4ticas menos favorecidas por la
fortuna. Las mismas liberalidades de los sucesivos ern-
472

per~dore• y magistrados locales pod!án ser otro motivo


de étraoo16n para el asentamiento de forast,ros.

Gracias a la Lex Munioip11 Flavii Irnitano-


~ , . Y a la atención del Prof. D'Ors al permitirnos la
restltuo16n del correspondiente capítulo ( l ), sabe-
mo, que existía uno en la ley municipal italicense de-
dio~do expresamente a los incolae ( 2 ). Por otros -
cuerpos legales, oomo laa propias leyes hispanas urs,g,
nense (cap; 98) 1 malacitana (oaps. 53 1 69) 1 dispo-
eioi~•· recogidas en las reoopilaoionee tardías (J),
sabemos algunas oosas sobre los inoolae. El ndmero de
apígl'afee donde se lH menciona, siempre d1:terenc1án-
dolos de mqnioipes, ooloni o cives en general, es t8:!!!
b14n elevado en Hispania ( 4 ).

En el caso que recogemos, se da la oircunstaB


ola de que Rubria Iulia especifica además su origo, .!!-
riensis. Posiblemente se trate de Seria Fama Iulia.
localidad que ae a~ele identificar oon Jerez de los Oa
balleroe (Badajo~~~ Segiin las tuentes juridloae, el -
inoola no p~rdía nunca su origo 1, con ~l, su patria,
es deoir, segú!a siendo ciudadano de la ciudad donde
naci6. Al establecer su domioilium, el lugar donde -
realmente ee Tive y se tienen loe negocios principales,
en resumen, donde haoe la lnris oollooatio, en otra -
ciudad distinta, pasa· a ser miembro de esta nueva co-
munidad sin dejar de pertenecer a la primera ( 6 ).

Sus derechos eran casi iguales, pero no com-


pletamente, a los de los civea o ooloni, seg1m el lla-
mado iu.s inoolatus o inoolarum. Las mujeres, por ejem-
plo, pagaban loa murtera patrimonii, pero no los perao-
nale• (a excepc16n del sacerdocio). Observamos, sin -
embargo. que en la repartición de sportulne que la -
epigrafía nos conserva. siempre aparecen equiparados
en la cantidad a los ciudadanos de nacimiento. Un -
eje~plo de desigualdad e• la torma de votar. No esta-
ban inscritos en una de las curias o tribus (según
fueran municipios o colonias) de la ciudad, de modo
que a la hora del Toto debían hacerlo en una de las
ouria• o ,rtbu~ sacada por sorteo oada Tez C 7 ).

Wo ee debe oonsiderar al incola siempre co-


mo un terrateniente o un medie.no o pequefto poseedor
de tierras de cultivo, pueato que una denegaci6n par-
oial de ello tenemos retlejada en Urs. 98 ( 8 ). Por
,1timo digamos que, en opln16n de D'Ors, una foma
de pasar de un status a otro ser!a la adlectio inter
s.!?!! ( 9 ), que, en nuestra opinión, ser!a mucho -
m4s frecuente de lo que puede creerse a juz.gsr por el
escaso ndrnero de epígrafes personales donde la cond1-
oi6n de incola se hace reflejar. Quiz~ ello dependie-
ra de un determinado nt'imero de aftos de residencia en
la nueva ciudad, o de determinadas muniticenoias, y
traería consigo una eerie de ventajas de tipo fiscnl
o legal. D'Ors piensa que en una porci6n de oasos.
ouando se espeoifioa el origo, se sobreentiende que,
si es libre. el difunto era incola del lugar donde
mur16 ( 10 ).

El géntllioio Rubrius/a ee de origen umbro.


!:!!l!:2, en l a t í n ~ ; en aquella zona ea donde se en
cuentran varios en ipoca temprana ( 11 ). Relaciona-
dos con 11 hay otros gentilicios, como Rufrius. Rufro-
' 'Z '

nius, Ruírenius, etc. En Hispe.nia es relativamente fre-


ouente, ya que encontramos once casos ( 12 ). Iulius/a
es uno de los nomina que en ,poca avanzada pasar a
ser también cognomina ( lJ ).

( 1 ) lli_! nuestro no 166.


( 2 ) La etimolog!a de por sí nos refiere al a~er y
a su cultivo, pero de hecho sabemos 1ue o -
que determinaba la condioi6n de tal era el
domioilium (ofr. nota aigte.)
( J ) Por e3emplo, Cod.Iust., De munio. et orig.
X, J8, o el rescripto de Adriano recogido en
Cod. Iust., De 1noolis X, J9: incolaa domici-
lium facít.
( 4 ) A t!tulo de muestra, OIL II, 1276 (Siarwn),
2011 (Neeoania) o 548~urgi), las tres en
la Bética.
( 5 ) A. Tovar, Iberi~che Landeskunde,
( 6 ) a. Rumbert, ntncola", !!§., .!!.Y•
( 7 ) Lex Malac., 5J. A. D'Ore, EJER, 151 es. Tam-
bién Ábbott-Johnson , Municr Admin1strat1on
in the Roman Empire, Prince on, 1926, 58.
( 8 )

( 9 ) A. D'Ors, .2P. • cit., 151: una de las maneras de


adquirir la ºdíg1 es, en efecto, la adleotio
inter oives, ec dida por el Senado local,que
puede eer conced1da por varias ciudades, Es cé-
lebre en Espafla el sarc6fago de L. Emilio Rec-
to, del M.A.N.l en cuyo frente está escrito
su epitafio (v d. CIL II, J42J y J424 y 5491,
también& Cartagena): fue oivis adleotus (tam-
bién puede decirse receptus) de dos ciudades
griegas y cuatro hispanas. aunque su domicilium
lo tenía en Roma. Sus cargas eoon6mioae, pues, ·
debían repartirse entre siete oiudades.
e 10 ) ~ •• 153.
( 11 ) Sobulu, B1genn9.Dlen, 2211 462.
( lt ) Ver !n4ice• CIL 7 Vivesl mAe.una 1nfd1ta en
L. Oaroía Iglesias, M~r da. at 3)7.
( 1, ) Ka3a~io, Cognomina, 61.
4'1 G

NR 145.- L'pida de m,rmol blanco-grie&ceo. Rota por


• el lado derecho. Medidas: 15.5 x 9.5 x 4 om.
Líneas, 2.2, 2.2 y 1.7 cm. Museo Arqueol6gi-
co de Sevilla.

SA'l'RIA
DOLICE Lám. LXXIV a
L. L. LIB .
Satria / Dolioe / LL(uciorumduorum) lib(er-
_!!).

Q!..& II, 5381 ( 1 )1 Fdez. Chicarro, ~ 7,


1946, 119, n° 14 ( 2 ); ead., Gu!a, 1980,
129, n11 5.

Esta pequefta lápida se presenta acabada por


tres de sus lados. Por el derecho esti rota, pero no
creemos que falte nada del texto. Segán dice H., ee
conservaba en casa de Demetrio de loa Ríos en Le6n,
aunque, curiosamente, no está entre sus dibujos. HUb-
ner la deacrib16 en 1881 y luego, no sabemos cuándo,
pae6 a la coleco16n municipal y de a.11! al Museo (J},
aunque en calidad de depósito.

La ineor1poi6n ee sale un poco, por su texto,


dietr1buci6n y ejecuc16n, de loe talleres corrientes
en Itálica. La l!n. J• es la única que ofrece alguna
dificultad. HUbner ley6 L.L.III ••• , es decir, L(uoii)
l(liberta) (ennorum) In. La Dra. Fdaz. Chioarro T.
L.III, ea decir, T(iti) l(iberta) III, suponemos que
aobreentendiendo (annorum). Sin embargo, nosotros he-
mos visto oon bastante claridad una B al final, lo
que nos hace leer LIB. La primera L de esta l!nea no
hay motivo para verla como tma T si se compara oon
la de la l!n. 21, que tambi4n lleva ese engeftoso rem!,
te ~upertor baoia la izquierda.

La 1nscr1po16n, oon su eno:rme simplicidad,


plantea un 1ntereeante problema oronol6gtco. Carece
4t D.M.s., de oualquier f6rmula de edad o funeraria,
1 eua 1nterpunc1ones son re4ondas. Estos detalles nos
llenrían a ooneiderarla enterior oomo mínimo a la
fpooa tlavia. Sin embargo, sus capitales no pueden -
oone14eraree ya como dibujadas (cfr. por ejemplo T,
R, D y L), al menóa en lo que conocemos de lnscripci,2
nee en piedra de la Bftioa. El tipo de letra unoial
a{ se practicaba con anterioridad, no s6lo en papiro,
eino en arcilla J eepeoialmente en bronce. Cuanto me-
nor el t8lllafto de la capital, más se aproxima el lap1-
o14a a eeoribirla oomo unoial. Ejemplos buenos de -
ello hay tanto en las tabulae patronatus como en los
«1plomae militares ( 4 ). De ahí que fechemos esta -
14p1da hacia la 4pooa flavia, y la atribuyamos a un
ouadratario con amplia experiencia en la escritura me-
nor.

Satrius, ateetiguado una vez en Salona ( S ),


ee para lajanto uno de loe eognomina fol'll18do e partir
de un gent111oio no atestiguado de manera formal. Sin
embargo• nosotros e{ hemos encontrado tal gentilicio
•u Hispania en ouatro ocasiones, incluyendo ,ata de
478

Itlll1oa. Los otros eon un ingenuo, patr6n, e n ~ -


!:!!. ( 7 ) 1 y una madre y eu hijo en Tarraco ( 8 ).
No sabemos de d6nde parte el aserto de Kajanto en es-
te caso, Bl gentilicio Satrius es originario sin duda
de Etruria, donde est, muy acreditado, con preceden-
tes en la voz satrial, habiendo incluso en Veleya un
fundus Satrianua ( 9 ).

Por su parte, el oognomen Dolice es único


en Hispania, Creemoe puede venir directamente del -
griego ti o Ál j '1.• oiudad al norte de Tesalia ( 10 ) ,
aunque, al igual que el cognomen Dolens ( 11 ), po -
dría relaoionarse con el nombre propio tracio Dolee.
La conexi6n entre ambas posibilidades es sin embar-
go ractible, dada la proximidad geográrica.

( l ) SATRIA,,,/ DOLICE, •• / L,L.III


( 2 ) SATRU / DOLIO / T,L,111, Da 17 om. de ancho,
( J ) El pequeflo cartel junto a la panoplia de la
sala XXI, donde se encuentra expuesta, da co-
mo dudosa la procedencia de Itálica, pero la
referencia de HUbner y el hecho de que lapo
seyera D. de los Ríos parecen apoyar eufioie~
temente aquélla.
{ 4 ) Por ejemplo~ CIL VIII, 88)'7 (Tubueuctu, l,lnur,
Caes,), en epoca de Nerón (cfr. Cagnat,Cours,
l1iñ7 V!II) o CIL III, 1960, de épooa de"15o='""
miciMO {ibid:-;-ldm, IX).
( 5 ) ill III, 6921.
( 6 ) Kajanto, Cognomin.a , 165.
( 7 ) CIL II, 2431: Agathopodi T. Satri Zethua c(oJn-
eervue,
8 ) G, Alfijldy, RUm.Ineoh.Tarr., no 404, lám. -
JJ:X.V, 4: Satria Lioiniana ¡ P. Satriue P.f.
479

Arn. Felix Becundus; este autor fecha la ins-


cripción {•Vives, ILER, 5226) a fines del s!
glo I o, con más probabilidad, en la primera
mitad del II. La relaciona, como Serra Vila-
r6 y Batlle, con loe Satrii de Mauritania.
Sin embargo, tras wia revlai6n de los ejemplos
que hemos encontrado e.n ill VIII, pareoe que
donde más frecuentes son es en Numidia, seis
casos sobre nuner 4037 (Laml)aesis), 6442
(Mactar), 77111 7712 (Cirta) y BIJB-Bl39(Ru-
saloa&e) frente a un ciio'"en Auzia (Cesa--
rlenae, 4092), Mediooem (ProoonaÜlar, 920)
1 ftªl! (Bisaoen•, 55J). No oreemos, como Al-
flS 1, que porque e1 individuo de Tarraco
pertenesca a la tribu Arnense deba ser afri-
cano. En Hiapanla tenemos alguna ciudad Ads-
crita a esa tribu, como Caesaraµgusta, mien-
tras que las oiudadee del Afrlca Proconsular,
que son la mayoría de esa tribu, no coinciden
con las que han ofrecido m:1.embroe de la gene
Satria, como acabamos de detallar (Ruggiero,
M, !.!.,!• Arneneis) •
( 9 ) Schulze, Eigennamen. 80 y 225.
(10) Cfr. RE 1 a.v. Aparece mencionada en Livio,
Poliblo y Ptolomeo, y en tres ep!grafes de
la zona, entre ellos \Ul miliario del 101 d.C.
(11 ) Kajanto. op.cit., 17.
,80

ff9 146.- L&pilda fragmentada de mi!lrmol blanco. Huellas


de acabado por arri.iba 1 por la derecha. Med!
das, 15 x lJ cm. máx. Letras di 2.5 om, Colec-
c16n Lebrija, Sevilla •

• • • • • •s •
• • • , , ,RONIVS

••.•
.,I!I.'M. VIII
•• • •• RALIS.VIXIT Lrun, LXXIVb

rp(iia) M(anibus)]S(acrum) /(Semp?Jroniue/J


(LibeJralis vixit / enn(is) III m(ensibue)
VIII /[-----

In~dito. Wiokert, Notas.

Este fragmento de la ooleccidn Lebrijano sa-


bemos que baya sido publioado. A pesar de su estado,
el texto puede restituirse aoeptablement~ en las cua-
tro líneas que quedan, El gentilicio debe ser oon mu-
cha probabilidad Semproniua y, a ~u.zgar por el espacio,
iría ein praenomen. No pueden desecharse otros nomina
como Apronius o Coronius, que, por ser más oortos, de-
je.rían espacio para el praenomen.

En la linea 2 1 , antes de ALIS se ve s61o un


trazo, que en une primera impreei6n podría atribuirse
a una T, pero el índice de divergencia oon respecto a
la A es bastante grande, además del remate hacia arri-
ba que tiene. Por ello oreemos ea rastro no de T sino
de Ro M, El oognomen ea difíoil de proponer, pero -
admitiendo edlo la posibilidad de la R ( 1 ), y calcu-
. 481

laiado ouatro letrae delante, podr!a ser Liberalis, Fa-


Torella o Ploralia ( 2 ).

En la línea 1igUiente ANN.III.M.VIII parece


olaro, 7 suponemos que ai.tn por debajo habría una 51
línea con H.S.E.S.T.T.t•• para completar el formula-
rio m&a habitual, aunque no lo indicamos porque no
p\tede ••b•r••• por e~emplo, s1 se hao!a menc16n del
o 4• loa 4ed1oantea, eto. Para su fecha, en la lín.l•
queda.una de 1•• tnterpunoionea, en forma de hedera
mq estilizada, mientras que las demia son triangula-
res. Aparecen ya algunos rasgos caraoter1stloos de -
fines del siglo II, como la V de Tlrtioe cuno, las
4eaequ111brada, A sin travesaao, X y N con tendencia
ourva. M más abierta, eto. No tenemos más datos sobre
au prooedenoia exacta dentro de la oiudad ni fecha o
oirounstanciae de hallazgo, aunque debi6 ser entre -
lo• anos 1911 (Amador no la da) y 1930 o poco más.

( l ) Porque no hemos encontrado ningón oognomen


terminado en -malis, y e pesar de que el
trazo de esta supuesta R no es igual que
en la de la l!n. 21.
( 2 ) Kejsnto, Coeomina : 265 ~Favoralis), 62 y
220 (Florals), 28, 62,e, 226 y 256 (Libe-
ralis) . De loa tres preferiJµos el 'Ó.ltim_o_
por ser mAe comim (J senadores, 215 librea,
17 esclavos/libertos) y porque en Hiapania
sí está representado, al rev~s de los otros
dos (CIL II, 2J67, Porcuna (Ja~n); 406J (Tor-
toea,'larragona, un marino de la flota de Re-
vena, aunque de origen corso), Vives, ILER
2972 (Cgdiz) y 5580 (Barcelona). --
482

N• 147,- Ldpida de mármol ble.neo con mucha pátina,


rota en ooho trozos y restaurada. Medidas:
21.5 x 18 x 1.8 em. Líneas, 2,3, ) 1 3 y J.2
cm, Museo Arqueol6~1oo de Sevilla,

D M B
SEVBRIRA VIC Lfim, LXXV•
SIT A·llXV
HSBSTTL

D(iis) M(anibue) S(acrw:n) / Severina viíx~/ 3


it a(nnis) rm./ H(io) e(ita) e(et) s(it)
t(ibi) t(erra) l(evie).

Fdez. Chicarro, Guts, 1951, 79, n9 27J ~


8-11, 1957-60, n 1 16791 Collantes, mso.;(l)
Fdez. Obicarro, Guía, 1980, 96, n° 7.

Es una de las pocas inscripciones italicenses


que conservan restos de minio en el ductus, Carece de
interpunoionee. En lin. 2-3 ha7 vicsit por !!!ll,error
bastante coll\'Ón en la epigraf!a hispana, Las capitales
tienen algunos rasgos actuarios, como R, e, T, E y L.
Podría techarse a fines d~~ siglo I o comienzos del II,

Severina ea nombre bastante usual durante el


Imperio, pero entre ingenuos ( 2 ). En Itálica tene-
mos otra, tambi•n de extracci6n servil, en la oolecoi6n
Lebrija (!,!1, n• 148). La pieza es en general algo tosca,

( 1 ) Lín. 2 1 : SEVERIÁÑA, por nexo AR, pero el tra-


zo que euger!a la A ea una fractura,
( 2 ) Kajanto, Co',1om1na , 2571 117 mujeres libres fren-
te a sólo J {b/esol. La proporción no se cum-
ple en Hispania porque hay eeis esclavas fren-
te a die~ libree (ver índices CIL e ILER, más
estos dos de Itálica que allí ñoapareceiv-
4,83

N* 148.- Lápida 4e m4rmol blanco. partida en cuatro pe-


dazos y sin restaurar. Medidasi 28 x 22.5 cm.
Líneae de) cm. OoleccicSn Lebrija, Sevilla.
D.M. s.
SBVERINA. VII
IT ANNIS. P ?r'. Um. LXXV b
LX. FILIA PI
5 lmTISMA. .!!2,
HA.TRI. PO
SVIT.R.s.1.s.T.T.L.

D(11s) M(anibus) S(aorum) / Severina v1x/ 3it


annie p(lus) m(inus) / LX. Pilia pientis(ai)-
6
ma ¡ matri po/suit. H(io) s(ita) e(st) s(it)
t(ibi) t(erra) l(evis).

Infdita. Wiokert, Notas.

De los ouatro pedazos en que está rota, el


dtl 4ngulo inferior derecho ha sido objeto de una lim-
pieaa a tondo, destaolndoee mucho del reato. El epígra-
fe lo hemos tenido por sospechoso, pero su texto es -
perteotemente corriente 1 sus caracteres pueden enoon-
traree en otros ep!grates italicenses. Hay letras muy
aut4nticae, como E, V, R y T. En l!n. 4• pientiama por
pientissima. Nos indujeron a sospecha las M, N y le S
de la lín. 5•, pero el oonjúnto parece genuino. Los in-
terpunoiones son triangw.ares.

Eeta nueva Severina (vlase para el nombre ba-


30 el nt 147) nos muestra un caso interesante: la apa-
r1o16n de plus minus para la edad pero en la que vix1!
sigue rigiendo ablativo y no acusativo, como será co-
rriente más tarde. Tambi,n ee de los escasos ejemplos
en que se menciona al dedioante y su parentesco. Como
en el de Y.attius Sabinue (n~ 135). el ep!teto se apli-
ca al dedicante y no a la difunta.
484

Nº 149.- Lápida de m~rmol blanco, de grano grueso.


Fracturada en doe mitades y pegada. Medi-
das; 27 x 17 x, cm. Lineas 2.6, 2.2, 1.9,
l. 9 y 1.2 cm. ?.!useo Arqueol6gico Nacional•
almacenes (no inv. 16643).

D M. S
SILVA'RA VIXS

Al'ffi. xy • ANNI
MA CANDIDA L&n. LXXVI a

5 PIA Di SVIS
• y CIII.
.
s. T T L

D~iia) M(anibus) S(aorwn) / S1lvana vix s (it)


/ ann(ia) XV anni/ma candida / pia in euis
; 6 s{it) t(ibi) t(erra) icevis).

CIL II, 1155 ( l ) y Suppl., P• 8)Bs c. Ri-


vero, Lapidario, 42 ss., na 137a dibujo de
D. de los Rios ( 2 ).

HUbner decía que las letras de este epígrafe


eran ttmuy malas,. y que se conservaba en Sevilla, uen
casa de Manuel .Almonte 11 • En el Suppl. indice. que fue
llevada a Madrid en 1881, donde ,1 la Tio.

Tiene e6lo cuatro interpunoiones, y es de des-


tacar la de la l!n. 11, f ,
que nos parece fue un
error del lapioida cuando estaba 1nsoriblendo la S de
sacrum¡ al escap&rsele el instrumento en la curva cen-
tral, la tertnind oomo si fuera una interptmoidn. Ello
puede verse en la excesiva distancia que separa la
M. de la s. En la l!n. 6 1 HUbner recogía STL. Sin em-
bargo. la T que falta eat, sumida en la fractura que
parte limpiamente en doa la 1nsoripoi6n y que. después
4e pegarla, ha dejado un relleno de cemento que no -
deja ver la letra. Esta linea. de todas formas, da la
1111pres16n de ser un alla4iao posterior.

En ouanto a lo• oaraoteree, hay que convenir


oon RUbner en que no ea una de las mejores producoio-
ne• 1talioeneee, por au ejecuo16n sumaria y sus erro-
res, adem,a del ya menoionado (un ápica en la lín. 2 1
bajo la l, otro sobre la N de la 11n. )•s la segunda
W 4• esa misma l!nea lleva claramente anexionada una
T que; sin embargo, no tiene sentido. o el vixs(it)
de la ltn. 2•. Pero a pesar de estos evidentes tallos.
para nosotros este lapioida es un artesano de trazo
t4cil. que consigue letras tan personales como M, e
o Dt con una contaminao16n actuaria destacable. Nos
parece el mismo autor de la lápida de Svtera (cfr.ne
151).

Por lo tocante al texto en sí. además del


pia in suie, se describe muy ps4tioamente a la joven
difunta con la expresi6n annima oandida. Por lo que
hemos rastreado, es dnica en Hispania, aunque con -
paralelos próximos en Tar raco { animae eanctiseimae
duloissimae innocentieai~e ( 3 ), Cádiz (anima bona)
( 4) y Emerita ( anima optima) ( 5 ). Estas expresio-
nes relatins al ~ existieron en el mundo paga-
no, pero se perpetuaron de manera casi natural en el
486

ámbito cristiano. Así, volvemos a encontrarlas aproxi-


madamente en las mismas zonas: Tarraoo {anima sancta)
( 6 ). Cazalla, Sevilla ( dulces anima, sio) ( 7 ),
Clidiz (anima dulois) ( 0 ) y Vega del Mar. Cádiz (ani-
ma dulcis) ( 9 ), entre loa siglos III y comienzos del
V d.C.

En cuanto al nombre Silvana, Kajsnto ( 10}


lo eefiala como uno de loa más antiguos teof6riooa ro-
manos, y propio de libres ( 11) aunque, comparando
la importancia del dios Silvanue oon la alta !recuen-
oia del oognomen, se pregunta { 12} si muchos de es-
tos casos no estarán relacionados más bien con silva,
puesto que hay algunos casos ambiguos ( lJ ). En 6ste
de rt,lica creemos que se trata del teotórioo, ya que
el culto a Silvano Panteo está atestiguado (ver n2 J5).

( l ) Lín. 6 1 STL.
{ 2 )· L!n. 6• STL, y las A dibujadas con travesaflo,
que en realidad no tienen.
( J ) . o. Alf8ldy, !!,!!,
( 4 ) m n. 1as~.
( 5 ) CIL II, 551.
( 6 ) Vives,~. no s.
( 7 ) lbid., n9 115.
( 8 ) .!!.!.1• , no 1.)8.
( 9 ) ill.J!., n 11 140.
( 10) Kajanto, Cognomina, 54, 57bis, 58.
( 11 ) _!lli., 216: en el caso femenino, 60 frente a e.
( 12) .!lli•, 58.
( lJ) CIL II, 4297 (dos conlibertoe de nombre Silvi-
Hus y Silvanus) y CIL XIII, 11690 {oogno~
fil padre, S1lvestriii, y de los hijos S1lvius
y Silvanus). Por tanto, hay buenas razones pa-
ra su duda.
48'1

Nt 150.- Pequefta lápida de mármol blenco. !edidas:


"un palmo y ouatro pulgadas en ouadro 1 l.!
tras de oinoo pulgadas" (Matute). Museo Br!
t,nioo, Londre«.

D.M. s.
SPECLA SER Lám. LIXVIb,XC!Vb
AW XXXXI 1 en.
H.3.E.S.T.'.r.L.

D~iie) M(anibus) S(acrum) / Spe+ser{va)


/ an{norwn) XXXII./ Jf(ic) a{ita ) e(at)
e(it) t(ibi) t(erra) l(evis).

CIL II, 1156 y Suppl., p. lOJ7 ( 1 ); Uatute,


Doeguejo, 124 y ltim. 18.5; dibujo de D. de
loe Ríos ( 2 )i Vives • .!.&fil!, 5087.

Como las demás de la colección Wetherell, es-


t, en el Museo Británico. La conocíamos tantbHn por
el dibujo de Matute (de donde primero la copió HUb -
ner, confl:nnándola luego por las notas de L. McDo -
nald) y el de D. de loo R!os.

En la lín. 1• las interpunoionee son heder se .


En la lín. 2 1 hay nexo ER. Las interpunciones de le
lín. 4 1 son pequenas v. Loe caracteres e~ternoa no aon
espeoiales dentro de la segunda mitad del siglo II,in-
cluyendo la H de astas saliendo de oaj9. La propuesta
de Matute para el nombre, Speo(u) l a , que H. no sigue,
nos parece muy aceptable. Ea nombre propio de escla-
vos y diminutivo de Spes ( ) ).
D1M flllP. UalgRd,O b v:l.o YA en 1811.
Lín. 1 1 SPECLA. SR
Kajanto, Cognomina , 286.
N' 151.- Ldpida de m4mol blanco oon pequeffes rotu-
ras. Medidas: 27 x 15.) om. L~neas 2.4 cm.
la 1 1 1 2 om. laa demds.

DMS
SVTERA VIX A'R XL Lttm. LXXVIIe
FELICIA:NVS VIX
Alffl .!XX v.s.T.L.

D(iis) M(anibue) S(acrwn) / Sutera vix(it)


an(nia) XL / 3 Felioianua rlx(it) / ann( i e)
XXX. V(obis) s(it) t(erra) l(evia).

Fdez, Cbicarro, Guía, 1951, n• 51 ( 1 )1


RAE 4-5, 1953-4, n• 502; Fdez. Chicarro,
Guía, 1980, 97, nR 9 ( 2 ). Wickert,rioha(J),

Bate ea uno de los poquísimos caeos en Itd-


lica de una lápida (y suponemos que enterramiento)
com\ÚI a dos personas, en esta caso dos esolavoa, En-
tre los caraoteree externos eon de destacar la V, de
virtioe algo curvado, Das A sin travesafto, remates
en muchas letras, especialmente X, T y L. Como le -
tra~. en6malae, la T de Sutera, que, aunque parece por
su pronunolamiento una 1,ea con certeza una T, y lee
R y A de la misma palabra, En general, conserva gran
parecido en algunos detalles de ejeouci6n con la de
Silvana {cfr. no 149).

La edad del segundo de loa difuntos nos pa-


rece ha sido afladida cuando el texto ye estaba hecho,
489

por ello eon más simples, sin remate. desiguales por-


que no siguen el duotus y esttn apretadas. Ello est,
en relac16n directa con nuestra propuesta de lectura
para esta áltima línea. Las veces que bastB ahora ae
ba publicado se da la lectura ANN XX.XV.STL, quedan-
do la f6rmula co,a (aunque ello sea posible). Esta
V tras el nwneral no oreémos que sea de la edad sino
de la t6:rmula funeraria v(obis) s(it), etc. Para ello
oreemos apoyarnos \an\o •n la ya expresada aprecia -
o16n sobre tl afla414o de los anos oomo en que las mii-
oa• interpunoioneá del te%to, triangulares, vienen a
aparecer préoieamente aqui, marcando, oreemos, las -
abreYiaturas de la f6rmula. La alteraoi6n del orden
en 4sta no es inusual. En ouanto a loe nombres, !ill-
oianus fue bastante usado, aunque entre libres y es-
peoialmente en Afrioa ( 4 ). Sutera ea absolutamente
desoonocldo. ( 5) _ _ _ __

( l ) Lín. 2• SVJ:l'ERA, l!n. 6• AN xxxv.s.T.L.


( 2 ) L{n. 2• SVFERA, l!n. 6 1 AN '1J..XV etc.
( J ) L!n. 2i SVPERA.
( 4 ) Kajanto. Oof5J{om1na, 27J: 1J7 libres sobre
1)9; 57 del otal en Atr!ca. Pasó a la an-
troponimia or1st1ana, con 28 ejemplos.
( 5 ) Lo más aproximado ea Sutor. Pero al tratar-
se de un oognomen relativo a un oficio que
no fue practioado por mujeres la variante
femenina (que hubiera sido quiz4 Sutrix)ni
eiquiera ex1stl6. Por lo tanto, tenemoá -
en Sutera, posiblemente, un hapu.
)
,90

N9 152.- 1,p1da de mármol blanoo. Medidas:

D.M. S.
SVPERATA.
VIXIT AN:NIS. Lám. LXXVII b
XXVII.
5 H. s. B.
S. T. T. L.

D(iis} M(anibua} S(aorum) / Superata ¡J


vixit annis /XXVII./ R(io) e(ita) e(st)/ 6
s(it) t(ibi) t(erra) l(evie).

ClL II, 5040 1 p. 698 addenda.

Carecemos de datos sobre el lugar y techa


del hallazgo, pero este epígrate se encontraba en la
r,brioa de San Diego durante la redaco16n del ill, y
en el Museo Británico ouan~o se redaot6 el SuRpl ••
como las dem&e de la oolecoi6n Wetherell. El texto
es modélico de loe italicenses, salvo por la e:x:ube-
rancia de hederae, que constituyen todas las interpWl-
oiones.

Superatue/a, entre los oognomiha obtenidos


de participios, ea muy infrecuente. De hecho, a loe
cuatro libres y un li~erto que lo llevaron en todo
el Imperio, s61o pueden aftadirse dos mujeres, ,eta
de It411oa y otra en A!rica ( l ).

( l ) Kajanto, Cognomina, )56.


w• 15).- Fragmento de lápida de mármol blanco. Me-
didas, 17.5 x 18 cm. mú. Colección Lebri-
ja. Sevilla.

D. M. S •
••• RifflTIA. CALLI
ROE •••

D(iie~ M(anibus} B(aorum) / (Te] rentia Ca-


111 / roe[---]/ ---

R. Amador de los Ríos, "El Museo"• 274 { 1 ).

Este ee uno de los pooos ep!grafes oon que


oontaba la colección de la condese de Lebr!ja cuando
Amador de loa Ríos le dedicó el articulo de la RABM.
en 1912. La reatituoión del gentilicio, por otra par-
te muy oonocido ( 2) es verosímil.

El oognomen Callirhoe o Calliroe, griego, es


relativamente conocido en la península ib,rica, donde
tenemos otros cuatro ejemplos ( ) ) de mujeres liber-
tes. oomo lo era posiblemente ésta de Itálica, aunque
no lo mencione. Una rama de Terent11 1talioensee apa-
recen domiciliados en x,rida ( 4 ).

( 1 ) L!n. ) 1 1:01 •••


{ 2 ) Sohulce, Eigennamen, 107, 278. En Hispania
contamos alrededor de 85 pereonae de esa -
~ casi todos libree.
( 3 ) urr;-fr, 12)8 (Sevilla). 2)59 {Zalrunea, Bada-
joz)! 3771 (Valencia) y G• Iglesias, Mérida,
n° 241.
( 4 ) CIL II, 512: loe Terentii Rufini, que luego
aebieron obtener la adleotio, puesto que npa-
recen inscritos en la tribu Pap1r1a.
,92

Nº 154.- Lápida de m4.rmol blanco, ouadrada, pero acha-


.tada por las esquinas. Medidaet

D. 1.1. S.
M. VLPIO. HEVRETO IN
FANTI. SVAVISSIMO QVI Lám. LllVIII,
VIX. AlfflIS. v. mms. II %CIVb y CI.
5 VIBIVS. ZOTICVS. BT. VAL
SPOMDE PAR. JIL. DVLCIS

D(11s) M(anibus) S(aorum) / M(arco) Ulpio


Heureto !n/ 3:fenti sue.vieelmo gui / v!x(it)
annis V mens(!bus) II / V1b1ua Zoticua et
Val(eria) / 6 Sponde par(entee) fil(io) dul-
ois(simo).

CIL II, 1157s Jne.tute, Bosquejo, 113 y lám.


18, 2; dibujo de D. de los Ríos; .!!!fil!, 4089.
( l ).

Esta 1nsor1pc16n ha sido \Ula de las más re-


producidas de antiguo entre las italioensee. La vie-
ron desde Fl6rez a Prieto ( 2 ), Bayer, Ponz, Masdeu,
Laborde, ce,n, Delgado ••• en fin, casi todos los reco-
piladores de antigUedades andaluzas recogidos por HUb-
ner. Sus distintos errores en la transcripo16n ya son
comentados por el sabio alemán. Todos coinciden en -
que se hall6 de siempre "en el patio del apeadero del
convento de San Isidro". Aunque Fl6re2. dice de ella
que "es perfaotamente ovalar", más bien parece una pie-
ea ouadr~da a la que ae han rematado las esquinas, po-
aiblemente para reaprovecharla en el maroo de alguna
4eoorac16n especial. Posteriormente la deb16 adquirir
de loa frailee Nathaniel Wetherell, en cuya casa la
oonoc16 1a Matute. Por tal motivo, tue a parar despuás
al Museo Britlnioo, donde se encuentra.

Puede oonfirmaree la opin16n de H~bner de


que laa letra• "son 4• &poca recienten. Así, V, V., H,
X, L, eto., casi toda• corresponden a una techa que
1ituamos ya dentro del siglo III, en sus comienzos. A
ello viene a aftadirse la aparieidn de adjetivos super-
lativos de uso tard!o, como euavissimua, duloisaimus,
y la sust1tuo16n de vf.xit por gui vixit.

Es otra de las eaoasaa ocasiones en que se -


constata tma relaci6n de parentesco expresada por par-
tida doble. Loe padree. de origen servil, llevan como
nomina Vibius 1 Valeria, gentes ambae bien presentes
, en Itálioa. No 1abemoe explicar, sin embargo, c6mo un
nifl.o tan pequefto no lleTa tl gentilicio paterno, sino
el de Ulpius. Los hijos nacidos de oonubium tomaban
normalmente el del padre, y loe ilegítimos el de la
madre ( J ), pero es que ademds aqui el padre no lle-
Ta praenomen y el hijo lleva Marous, que e~a el de los
Ulpios Trajanos y es de suponer que el m,s rreeuente
en las posibles ramas de Ulp11 italicenses posteriores
al emperador ( 4 ). De esta forma, s6lo seria posible
hablar de una adopo16n en el seno de la familia Ulpia,
a pesar de la esoasa edad y de ser hijo, como mínimo,
de libertos.
494

Zotious, Sponde y lleuretue son oognomina de


origen griego o greco-oriental. Los dos dltimos son
11nioos en Hispania, mientras que Zotious tiene otros
tres representantes ( 5 ). Este mismo nombre está -
atestiguado s6lo en el Bajo Imperio, en Roma, nada -
menos que en lJ ooesionee ( 6) y, asimismo, ea de
los nombres griegos que aparecen en la onom~iea de
~ ( 7) aunque, como bien seftala Russu, no suelen
corresponder a aut,ntioos griegos, sino a individuos
de las provino1ae orientales del Imperio, que antes
hab!an sido territorios greéo-maoeddnicos.

( 1 ) Lín. 4• III, lín. 51 VOBIVS, seguramente por


errata de impresi6n. (Corregido en su p.841).
( 2 ) A. Fdez. Prieto y Sotelo, ''Descripoi6n de la
antigua Itálica11 1, meo. de 1740, a partir del
f. 59 al 6J v. L1n. 2• HEVR.ELO.IN•.•
R. Oagnat, Cours ••• , 67, 71.
Aunque loo 01~11 que recogemos a oontinuaci6n
son Luoii, es o no nos impide pensar que :fue-
ra loñiai corriente dentro de la propia fami-
lia , no de los posibles libertos o descendien-
tes de libertos de le misma.
( 5 ) Vives, ILER, 4459 (Nules, Valencia) y CIL II,
449) tCiic!is de Montbuy, Barcelona: de-riotu-
ra no clara pero con dos individuos de igual
oognomen en una dedioaoión posiblemente a Sa-
lue Sancta). -
( 6 ) H. Solin, "Chronologle", 1)8.
( 7 ) I. I. Rus su, "L 'onomaotique de la Dacie rornalne'J
L'onomaotigue latine, París, 1977, J57-J58.
Nt 155.- L'pida de mármol blanco, con fisuras y oon-
oreoiones. Medidas, 24 x 14 om. Letras de
2 cm. Coleoc16n Lebrija, Sevilla.

D. M. S.
L. VLP. PRIMI Lám. LXXIX a
o. vn: .. ANN.
P. 'M+ XXXV

D(iia) M(anibus) S(aorum) / L(uoiUJJ) Ulp(i-


us) Primi/jo vix{it) ann(is) / p(lus) m(i-
nua,) XXXV.

R. Amador de los Ríos. "El Museo ••• 11 • 274


( 1 }. Picha L. Wickert.

Segundo individuo d e ~ Ulpius que regis-


tramos en la epigraf'ia funeraria italicense ( 2). Ho
sabemos las oirounstanoias exactas del hallazgo. Lo
tSnioa hedera se encuentra en le lfri. 1• , mientras que
las dem~e interpunoionea son de tri~ngulo. Por sus ca-
racteres externos, parece ser producoi6n de la segunda
mitad del siglo II, con letras moderadamente actuarias
y con remates y curvas, como M, X, L, N, A sin trave-
eailo y V ~igeramente redondeada. Aparición temprana de
le f6rmula P.M. para la edad. El oognomen Primio, de~
tro de lae terminaoionea en -io/nie, una parte de laa
cuales provienen de nombres griegos, perece m4e bien
il!rioo o o,ltioo (-.!sm) ( 3 ). Sin embargo, Kajanto
oonatata ( 4) que, de los 77 ejemplos de ,1, s6lo un
teroio procede de ,reas ollticaa.

Lín. 2• L.VIR., lín. 4 1 P.M.XXV


f 12 J Sohulze, Eigennamen, 2)4: vulp-, lupus, ent r e
aquflloe que proced,en de animales , c omo R2!:-
cius , Suilliue, Ovidius, eto.
( .) ) Tra'3'int o, co9omina, 122.
( 4 ) ~ •• 291:iñs entre libr es( 6l )que esc lavoa (l5). ·
496

NO 156.- Lápida de mármol blanco. Medidas: 28.5 x 24


x 2 om. Líneas, 5, 4, 3 y J.4 cm. Museo Ar-
queol6gico de SeTilla.

D. M. S.
L VLPIVS.L.I.IB. LEtm. LXXIX b
RVSTICVS AR. LXX. 1 CI.
H.S.E.S. T.T.L.

D(iia) M(anibus) S(aorum~ / L(uoius) Ul-


plua L(uo11) lib(ertus)/ Rusticus an(no-
rum) m./ B(io) s(itua} e(st) s(it) t(1-
b1) t(erra) l(evis).

CIL II, 1158; Galit Historia, 19; Collan-


tes. meo.; Fdez. Chioarro, Gu!a, 1980, 84,
n11 6.

Esta lápida se enoontr6 en Itálica, aunque


no se sabe en qu& lugar, y en ,pooa del ill se con-
servaba en la Biblioteca de la Universidad hispalen-
se. En 1892 estaba ya "en la galer!a del Museo Pro-
vincial", segtht dioe Gali, entre ou:ros fondos perma-
nece, expuesta en la sala XVIII.

En nuestra op1n16n es una pieza t!p1ca de


la primera mitad del siglo II, todo lo mis a media-
dos, y a la ~ez plantea una contradiooi6ni es de las
mejores piezas funerarias en lo que a factura mate-
rial se refiere, puesto que presenta un biselado del
ductus limpio 1 perfecto. y la ejeouci6n de algunas
letras ea verdaderamente impecable (por ejemplo, D,
L, P, T, H). Sin embargo, hay tu1a evidente descompen-
eaoi6n entre el taroafto de la 11n. 1 1 7 el de las res-
tantes, incluso en el tamafto de las letras dentro de
una misma línea, por ejemplo la 41. Por otro lado,
en esta misma est&n ••paradas las doe fórmulas habi-
tual•• d• manera an6mala, dejando entre HSES y TTL
un espacio Taoío.

Lo que sacamos en oonolueión de estas obser-


Taoiones es que el texto no estaba bien calculado pa-
ra tan pooas letras en comparación con la línea pre-
oedente, 7 que al llegar a la Sel lapicida se dio -
cuenta del desequilibrio que iba a presentar esteren-
glón, por lo que deo1d16 sobre la marcha separar algo
el resto del formulario y agrandar un poco el tamafto
de las letras que faltaban por inseribir. No dejará
de reconooerse que el truoo ee efectivo, puesto que
al mirar la insoripc16n no se percibe de momento el
error.

En segundo lugar, pareoe que el trabajo pre-


Tio de d1etribuc16n del cuadratario no era exhausti-
vo, da la impresión de que el jefe de !a officina
presentaba al lapicida 'Un oart6n donde estaba distri-
buido el texto en líneas s6lo, y una 14pida con las
dos rapas paralelas para cada una de ellas, pero no
un esbozo efectivo de las letras sobre el mármol.Ello
da lugar, oreemos, a estos desajustes.

El epígrafe lleva interpunoiones triangula-


res, salvo al final de las lín. 1 1 y 41 , donde son h,!-
derae bastante noturales. Ea de aeftalar tarnbl,n ln T
tuera de caja en la l!n. ) 1 , motivada m,e, noe pare-
ce, por la previsible falta de eepao1o que provoca
la aueenoia de interpuno16n entre L y V en la lín. 2•.
Como ya hemos indicado, todo ello sorprende al ver
la bue·na calidad de le. ejeeuoicSn de ceda letra en sí
misma.

Este L. Ulpio Rustico, liberto de otro L.U~-


pio, lleva un oognomen que, aun siendo más frecuente
en Atrioa ( 1 ), aparece oon bastante regularidad en
Hispanie. Como designativo de origen (social, geográ-
fico, eto.), y opuesto a Urbanus ( 2 ), Kajanto indi-
ca la dificultad de extraer oonseouenoias de su uso,
por la impropiedad con qua ee utilizaron este tipb -
de oognomina, sin reflejar cireunstanoias reales (3).

( l ) Kajanto, Cognomlna, 310: de 344 ejemplos,


135,· m&s de un tercio, son de estas provin-
cias. En Hispania oontamoa alrededor de 58.
Ea, con mucho ( 244 frente a e). propio de
hombres libres,
( 2 } Ib1d •• 81.
( ) ) ~ . , 81 y 265. En algunas ooasionee tiene
un sentido pe7orativo, oomo Vastus/a o Rullua/
!• pero es lo mis intreouente.
Wt 157,- t,p!da de m,rmol blanoo. Medidas: 24 x 22
cm. Lineas. 2.5 cm. Museo Arqueol6g1oo de
Sevilla.

VLP 1ILETE.
VIX. AtmIS IAm. LJ.Xtt b
P.M. LJJII. PO
RTVNA. Lll.
5 PATRO?m.
MERJ.tfTI
ssnm.

Ulp(ia) Pilete / Tix(it) enn!s ¡J p{lus)


m(inw,) LXIII . Po/rtuna lib(erta) / patro-
n(a)e ¡6 merenti/esim(a)e·

c. Fdes. Chioarro, 11-12, 1950-1, 47


~
( 1 )s HAB 4-5, 195)-4, nt 502; V1•es,~,
646) ( 2 )1 P4ec. Cbicarró, QJ8.!, 1980,
1)2, n 11 15.

La 1nscr1po16n es hallazgo rediente. Sus ca-


raoteres externos correeponde:d.an a mediados del si-
glo II o 1nolueo algo más por la apar1ci6n de P.M. pa-
ra la edad, atmque lata en ablativo. Hay alternancia
de A oon y sin travesafto, letres con trazos ligeramen-
te cunados, como A, M, W, etc. La primera I de la lín.
1 1 es ligeramente menor que la caja, y se observa cier-
ta oontus16n en el lapicida entre E y F. ospeoialmen-
"te en 4a F de Fortuna (lfn. )1) y en la ~ltima E de
las líneas 1• y 6 1 • Las interpuneiones son pooae, en
500

forma de pequeftae cruces, salvo la lUtima. que es h.!-



La difwta ea liberta nl parecer, por su oog-
.!!.2!!!.!!!, de la gens Ulpia, La dedioante, liberta a su
vez de ella, lleva un cognomen que fue utilizado e6lo
en ~u vers16n femenina ( 3 ), 1 muT especialmente en
A!rioa ( de 17 casos, 10 ), aunque en la B6t1oa lo
hay en dos ooaaionea ( 4 ), frente a lo oorrientíai-
mo de eus d•riTados Portunatus/a, 1ortunatianua/a, -
eto. Qulz• por atraooi6n de Pilete { 5) se ha escri-
to tambi4n patrone merentissime. De ello hay otro -
ejemplo en la ciudad ( 6 ), y na• induce a preguntar-
nos si el c¡ue grababa era o no ooneolente de ell·o.
Por óltimo, y como.mera hip6tesia, noe planteamos si
en late, oomo en otros casos, la liberta no se aftade
el gentilicio de su patrona, al que evidentemente tie-
ne derecho, es debido a que la manun1iai6n le llegó -
por testl\lllento o a una simple eoonom!a de espacio.

e1 > Lín. 31 P.M.LXII. pero puede aer errata.


( 2 ) Lín. 1• VLT, l!n. 31 LXII.
e, > Kajanto, Cognomina, 273.
( 4 ) OIL II 1 1292 (Utrera, Sevilla), m(s 4sta de
nllioa. La de Utrera es esolava.
( 5 ) Ee curioso c6mo en un epígrafe de Barcelona
(Vives, ILER, 4)98), se ha desarrollado File-
.1!.!l!, tritlndose del mismo oognomen. - -
( 6 ) Vid, nuestro n 1 1061 Exorate ••• tille pienti-
.!!!!11!•
501

N• 158.- Lápida de m&nnol blanco. en muy buen estado.


Medldaes 24 x 20 cm. Líneas. entre 1.5 y 2
cm. Coleooi6n Lebrija, Se•illa.

D. M. S.
VALERIVS. IVLIVS.
VIXIT. .Al'nf. XXXVI.
MES. VI. BOBVS IB.A.
5 MICIS.H.S.E.S.T.T.L.

D(iie) M(anibus) S(acrum) / Valerius Iu-


liue ; 3 vixit ann(is) XXXVI / me{n)'s(ibus}
VI, bonue in a/mioie. H(lc) e(itus) e{et)
s(it) t(ibi) t(erra) l(evis).
InidUa.
Loe caracteres e%temos de este epígrafe nos
llevan• datarlo hacia fines del siglo II o comienzos
del III. Como viene siendo habitual en Itálica, el pri-
mer renglón tiene un tamafto ligeramente mayor que los
demlfa, 1 suele estar, como aquí, m,• espaciado. Las
1nterpuno1ones son pequeftoe tri4nguloe, es decir, -
que•• ha ido derivando de las he:nnosas hederse natu-
:ralíet1cae de los comienzos del siglo II a las estili-
eadaa 4el segundo tercio para acabar sustituylndolas
nuevamente por loe tri,nguloe que eran populares en
el 8iglo I.

Lae A aparecen ein trevesafto. las V ligera-


mente ourvae, las X pierden loe elegantes remates an-
teriores y. en general, se recupera la simplicidad de
ejeouo16n. tes I de les líneas 21 1 31 tuera de caja.
502

El formulario, sin embargo, se sigue ajustan-


do a lo oan6nioo, salvo la inolua16n de fórmulas como
pius in suis, que aquí 8& ha sustituido por la mucho
menos corriente bonua in amioiat que nos hace suponer
que la lápida la fue puesta por sus amigos, quizá co-
legas del colleg1Wl1 funerariUip a¡ que perteneciere_!!-
leriue Iulius, cuya ausencia de praenomen es otro in-
dioio para la teche propuesta.

S u ~ , por otra parte, era de los més usua-


les en le Bétioa ( 1 ). Su oognomen era originaria-
mente tambi~n gentilicio• y es precisamente enlatar-
da antigUe4ad cuando se usa más como segundo nombre.
Coincide• por tanto, oon los cognomina de meses (co-
mo Iunius, ~ , Martiua) y gent!lioos ( 2 ).

( l ) C. Castillo, Pros.Baet., 410. Por su lado,


R. Syme, Taoitua II, 7BJ, demuestra que Va-
lsrius es e l ~ m&s extendido e igualmen-
te distribuído en Bética y Narbonense.

( 2 ) Ksjanto, Cognomina, 61. La duda sobre cuándo


corresponden a los meses o a nomina imperia-
leé, oomo Iulius y Augustue· (el primero en-
tendido como dictador), le lleva a no incluir-
los en su listado.
Nt 159.- Losa de m&rmol blanoo fragmentada. Medidas:
20 % 20 om. m&x. Líneas. 4 cm. la 1 1 y J.5
cm. las demás. Coleoc16n Lebrija, Sevilla •

• D.M. S
M. VALERIVS TI··· LtSm. LXXXI a
ANN. LXI. PIV •••
.... . ..
svrs.H.S.E.T.R.D.P.

D(iie) M(anibus) S(acrum) / M(arcus) Vale-


=~.:.¡...;==~L..J--=ª=nnJ..orum) LXX piu[e inJ/
sula, H 1o e itus e st t e r o d ioaa)
p(raeteriens) [s(it) t(ibi) t(er:ra) l(evis ).

R. Amador, "El Museo ••• ", 274- ( 1 ).

El soporte, mis que \Ula lápida, debió ser en


su estado original una lastra o losa para encastrar.
pues tiene unos 6 om. de tondo, y lleva \Ul rehundimien-
to lateral por la parte de atrás. A pesar de estar -
fragmentada, se aprecia una faotura muy cuidadosa y
elegante, hecha en \UlO de los mejores talleres.

En cuanto a caracteres externos, los rasgos


actuarios son a veces de gran.originalidad, como en
M, A (sin travesanos), L, T y especialmente lo H de
la l!n. 4•, cuyo palo transversal sube oblicuamente -
sobre la 8, igual que la siguiente T lo haoe sobre la
R. Las interpunoiones son en 19 lín. 1ª hederae esque-
máticas, y en les demás pequefies tildes oblicuas. Por
todo ello la dataríamos a mediados del siglo II.
504

.La -lectura ofrece, en nuestra opinión, una


dificultad y una anomalía. La primera es el cognomen
del difunto. Detrda del gentilicio se ve un trazo ver-
tical, como una I, ya que no tiene pelo inferior pare
pensar que sea una L,o superior para que sea une T.
No cabría de todas formas tma filiaci6n porque lo más
que pueden faltar aqu! son cinco o seis espacios y en-
tonces no cabría el cognomen, si juzgamos por los es-
pacios de lee líneas siguientes.

El tre~o siguiente a eota supuesta! tiene


el arranque de un remate hacia arribe, como si fuera
una T. Por tanto, habría que pensar en un cognomen
c.omenzado por IT. Lea dos posibilidades, I ·l@lu~ e ~ -
lie~ no nos convencen por la ausencia de paralelos
en la Mtl"oe el primero y por su extensión el seg\ll'ldo,
aunque esto podría resolverse suponiendo un ne~o o,
simplemente, una mayor longitud de esta línea sobre
les demás, lo que no ea tan raro.

Esta posibilidad, Italioua, que no desecha-


mos. tiene una segunde a considerar: Titianua. En el
tipo de esoritura que presenta esta inscripci6n, es
freouente el confusionismo entre caracteres vertica-
les, T, L. I, E y a veces F, como en nuestro n9 127,
incluso dentro de un mismo texto. Ello quiere deoir
que la I puede ser una T. y la Tuna I. Con ello lle-
garíamos a nuestra hip6tesis de Titianua. Nos permi-
timos apoyarla en el hecho de que en la 1nsoripoi6n
siguiente, nll 160, aparece un M. Valerius Titianua
Iunior, y precisamente sus caracteres externos evi-
' 505

denoian cierto retraso oronol6gico oon respecto a 6s-


ta. Es sugestiva la posibilidad de que tengamos en es-
tos dos epígrafes el epitafio del padre (ni 159) y del
hijo (nD 160), con igual praenomen,nomen y oognomen.
más el afiadido de Iunior precisamente para significar-
se de ,1.

Estas oonsideraoiones nos llevan. pues, y -


oon las reservas del oaso. a proponer para este cogno-
men Ti[tianus} bas4ndonos tambt,n en las ~onsideraoio-
nea epigr,ticas ya mencionadas.

La anomalía se presenta en la l{n. 41, donde


volTemos a enoontrar la f6rmula de ruego al caminante,
precediendo al STTL,(aunque aquí no se haya oonserva-
do),por sexta vez en Itálica. Pero en esta ocasi6n no
Temo& T.R.P.D., sino T.R.D.P. Con ello oreemos que se
romp• tembl,n la 1116tri~ Pero parece olara la D a oon-
t1nuao16n de la R y, por otro lado, aunque la f6rmula
ante• citada eat, consagrada por au trecuentísima apa-
r1o16n, citaríamos oomo caeo semejante la !6rmula re-
cogida por Cagnat ( 2) D.R.P., scil, d(io) r(ogo) p(rae-
teriens) etc •• donde R.• y 1!• aparecen igualmente cam-
biado&.

Tambi,n es de destacar c6mo. al igual que en


la 1,p1da de L. Ulpius Rusticue (cfr. Catal. nG 156),
se ha dejado un especio en blanco en la l!n. Jª para
equilibrar mejor el texto. Sobre los Valerii, v,aae el
nD siguiente.
Lín. 41 HSE.TR.L
~ ••• 425.
506

Nº 160.- Fragmento de ara fúnebre. sl parecer en cali-


za blanos. lfo hay datos sobre sus medidas.
Actualmente, perdida.o 1locsl1zable.

D. M. S,
M. VALERIVS Lám, LXXXI b
TITIA.NVS, !VN
VIXIT. A.NN •••
5 .
MES. X D : • ,
.
IVS I .
S(acrum) / M(arcua) Vale-
riua J Titianus Iun ior iua? vixit ann is)
2:. / me(n)s(ibus) X d(iebue)[-2!.Í-Jo/[P11ua
i[n suieJ/ - - -

Inádita.

Este altar funerario. partido, que no hemos


llegado a conocer, apareo-16,aegún creemos. en unos -
trabajos de limpieza en una zona pr6xima al anrit,a-
tro, en el affo 1970. Fue guardado en el viejo muaeo
de Itálica, momento en que se realizó lo fotografía,
Pero durante el traslado de los :fondos al nuevo r,:u-
eeo, en 1973, se perdió, sin que sepa en la actwll-
dad su paradero.

El ara, posiblemente c o n ~ central y


rollos escamados, llevaba el campo epigráfico enmar-
cado por une moldura sencilla con un toro. ~arece por
sus caracteres externos de época antoniniana avanza-
507

da. con una temprana presentaoi~n de V o·.n'Vae, aunque


ooneervando alguna letra cuadrada, como la M de la lí-
nea 2•. Algunas, como V, T, D, guardan gre.n simili-
tud oon las utili~adas en el Aes Italicense (cfr. nª
168)•

El di~unto, M. Valerius Titianua, relac1ona-


4o en nuestra opin16n oon el del epígrafe anterior,
del que podr!a ser hijo, pertenece a una de las gen-
tes maiores de la B,t1oa, 1 su oognomen tiene inte-
r,s por dos oircunstenoiae: la primera, por su posi-
ble relac16n (en cuanto a la existencia del gentili-
oio solamente) con el segundo de los dos duoviros-
pont!fioes da la gran 1nnoripci6n de la oroheetrn del
t eatro, cuyo~ puede restituirse T[itiusJ o T[ra-
iu!}, ( ~. bajo el nt 49), La segunda, porque este
oognomen, derivado de gentilicio en -!m!!, tanto per
!.!. como por adopcidn (son las dos posibilidades que
hsr) esttf entre los quince más frecuentes e l ) , jun-
to con otros oomo Iulianus, Valerianua,etc,, como pro-
pio además de libree solamente, y sobre todo entre se-
natoriales ( 2 ). De hecho, los dos 1'.nicos que cono -
c{amoe hasta ahora en Hispenia que lo llevaron perte-
necieron a esta clase social: T. Flavius Titienua,el
praeeeo de la Hispania Oiterior del que se conocen -
dos epígrafes en Tarraco { 3 ) , y A. Vegetius Gal . Ti-
tianus, familiar de los iliberritanos Vegetii muy po-
siblemente, aunque la 1neoripoi6n proceda de Bracera
Augusta ( 4 ). Los dos citados pueden fecharse en ~po-
ca antoniniana, al igual que podríamos hacerlo con es-
ta ineoripc16n de Itálica. El tipo de soporte, un ara
oomo la de Lioinie Lioinilla, por ejemplo ( n2 127),
cuya situac16n social deb16 ser 6imilar, según ye in-
50R

dioábamos supra, abunda en dicha hip6tes1s.

Valerlus Titianue lleva un segundo oognomen,


muy mal legible en la pieza, pero que creemos s61o -
podría ser Iuniue y, con más probabilidad, lllllior.
A este oognornen es aplicable todo lo qué acabamos de
deoir sobre Tltlanus ( 5 ). Bn tal caso, la relac16n
hijo-padre con respecto al ep!grafe anterior, de M.
Valerius T1t1anus, podría afirmarse, y se daría la
oirounstanoia de pod~r estudiar el estilo de dos ins-
cripciones seguramente euoeei~ee en el tiempo, lo -
que a primera vista, s61o por los caracteres externos,
ye se advierte. Al final del ara, aparte de la fórmu-
la pius in auis, de la que~ parece rastrearse, es
f actible que aún hubiera una línea más con H.s.E.S.T.
T.L. o f6nnula similar,

El lugar de hallazgo de esta ara nos confir-


ma, en principio, la !echa de mediados del siglo II
d.C., pues provendría de la neor6polis de salida del
anfiteatro~ neor6pol1s, ya lo hemoa dicho más atrás,
que no ee ha excavado nunca, salvo la oampaaa de Hun-
.tington en 1s,a, J que es difícil que pueda explorar-
se en el futuro,

( l ) Kajanto, Cognomina, J5. Hay 774 cognomina de-


rivedoa de nomina,
( 2 ) Ibid., 157: 21 senatoriales. 102 libres y un
II'ñerto.
( J ) CIL II, 4076 (G, Alfijldy, RIT, n° J4), dedi-
caoi6n 8 la tríada capitolina y al genio del
pretor en su época de le, . A~g.pr.ªr., y CIL
II, 4118 (AlfiHdy, n 11 1J5 , omenaj_ de sus
amigos cuando !,llera ¡raeaea.
( 4 OIL II, 2)01 , "dedicao ón a Antonino Pío.
( 5 ? RñJanto, ibid., 61 (Iunius), 72 y 294 (Iunior).
Iuniorea Eiy5 senadores, 28 libres y nlngÚJ1
esclavo o liberto. Lingu!sticamente, pero no
por sentido, es comparable a Maior, Vetuatior,
etc.
509

Na 161.- Lápida fragmentada de mármol blanco, Medi•


das1 20 om. alto x 2).5 de ancho (Fdez. L6-
pez). Museo Arqueol6gioo de Sevila.

D. M, S.
VALER.U. VIX L6.a, lllXXIJ a
ADIS XIII
TRYl'HO'NAS, COW
5 IVOI llfCOM
PARABILI.H.s.!.s.T.T.L.

D,iis) M(an1bus) S(acrwn) / Valer1a vix(it}


/ annis nn. / Tr,:phonae oon/iugi inoom
/ 6 parab111, R(io) e(ita) e(st) s(it) t(i-
bi) t(erra) l(evis).

M, Fernández L6pez, Vegueta, PP• XXXIX y


CXIII, nota l; Wiokert, notes; Garc!a y
Bellido, fil!, 126; ~ 12-16, 1961-65, n 1
220).

El 12 de agosto de 190J, durante les curio-


sas e~cevecionee llevadas e cabo por N, Pern~ndez L6-
ptz en la necr6polis de La Vegueta, se desmontó un
•nterramiento que consistía en sepultura, monumento
y plinto, "todo primorosamente constru:ído con ladri-
lloa romanos, revestidos exteriormente de fina enlu-
oidure., pintada en lo antiguo de rojo y fil.etes oscu-
ros . .. •t. El monumento med !a 1. 35 m. de largo por O. 70
de ancho y 0.95 m,de alto, y el plinto que se le su-
510

perpon!a (seg,1n el excavador), 1.05 m. de lad_!> f


20 º"!1• de altura. {Hay, sin embargo, algún error en
estas medidas porque no eon "cuadrados", como di-
ce Fdez. L6pe~, y el plinto, con su 1.05 m. de ancho,
sobresaldr!a del del "mon\llllento", oon a6lo 0,70 m.
Válganos, sin embargo, le idea de dos cuerpos super-
puestos). En el lado sur dice Fern6ndez L6pez que
hab:1'.s un corte o caja cuadrangular, donde debía ir
encastrada le lápida,

Esta apareció en fragmentos dentro del re-


lleno de cascotes y tierra que rellenaba el tdmulo.
En la sepultura se hn116 el esqueleto de une adoles-
cente oon doce agujee de pelo, sencillas, rematadas
por bolee de distintos tamaños, y orientado su cuer-
po de N. e s. Había tres ungUentarios de vidrio po-
lícromo, dos jW1to a loe muros y uno, roto, junto a
laa rodillas. La sepultura estaba comunicada con el
plinto 1 a travée del monumento por un canal de li-
baciones que comenzaba oon un cuello de ,nfora. Da-
mos estos detalles porque pueden ser interesantes,
a falta de le propia 1nscripci6n, para acercarse al-
go a su fecha.

Al final de eu memoria, el e~cavador hace


un inventario detallado de los hallazgos, que dice
haber entregado al Museo Provinoial. l'or Wiokert
sabemos que hacia los anos 30 estaba la inecripci6n
alli, pero no hemos encontrado ninguna referencia
de publicaci6n, ni en las Guías sucesivas ni siquie-
ra entre lee notas de Colhntes, ni la pieza, expues-
ta o en loe almaoenea. Eatamoa persuadidos de que ~s-
·511

ta. como otras halladas en la misma ooas16n (nos. 81,


133 y 144) ( 1) deben hallarse temporalmente extn-
viadae en los smplioa almacenes del muaeo hispalen-
se ( 2 ), pero lo oierto es que por el momento no po-
demos estudiarlas personalmente ni dar totograt{a.(#)

La inscripoión que eh9ra nos ocupa es la 1&-


pida situada en el lado sur del monumento funerario
descrito, cu:'69a letres estaban bien pintadas oon mi-
nio. Se trate de una esclava, casi una nifta, ya casa-
da, oon otro escleTo, Tryphonaa ( J ), nombre de ori-
gen griego, oon la afectuosa expres16n coniux incom-
parabilis. Aunque pooo frecuente entre esclavos, que
no tenían derecho al oonubiwn, se constata su uso en-
tre ellos algunas veces.

El formulario se ajusta al nomal en It&li-


ºª• ealTo la ind1oaci6n de un parentesco, que•• me-
nos usual.

(* ) Addenda. El Museo pudo finalmente facilitar-


nos una fotograf!a de la 1nscr1pci6n, aunque
no la hemos podido ver personalmente. Es mu.,
interesante para el estudio del trabajo d•l
lapidario, se aprecia perfeotamentt o6mo se
ha heobo la 1uadratio de todas las líneas se-
paradamente, tanto horizontal como vertical•
mente, pero el lapicida no se ajusta bien a
ellas. Comienza bastante bien la línea, pero
va poco a pooo dismin~ndo el ta.m.aflo de la•
letras. I,08 caracteres son, oreemos, d• tinee
del siglo II (H, S, Y, remates cunos, las B
no mantienen ls verticalidad, eto.).
512

hasta finee del siglo Id.a., que empezaron a susti-


tuir paulatinamente a loe de barro ( 4 ). Con todas
lee reservas del caso, podría fecharse la 1nscr1p-
c16n a mediados o algo más del siglo II d.C.

Las medidas que da Fern~ndez L6pez de la -


insorlpción la hacen mu;r semejante a una gran parte
de las lápidas funerarias que hemos venido catalo-
g~ndo. Es un dato muy ótil el saber cómo y dónde es-
taba dispuesta la de Valeria ( 5) para imaginar al
menos uno de los tipos de enterramientos ut111zado3
o que sirvieron de marco para laa inscripcionea, so-
bre t.odo considerando que la inmensa mayoría de ellao
nos han llegado fuera de contexto y ain datos de au
situación arqueológicamente hablando.

( l ) Hay además refe1·encia de otraa doa. inscripcio-


nes, una completa y une. fragmentaria, de carác-
ter cristiano, y de diez fragmentos diversos.
Curiosamente, los fragmentos si los hemos es-
tudiado en las cajas de Itálica del l',4useo. To-
das ellas van incluídas en nuestro apéndice do
cumental. ·-
( 2 } Unn extensa nave, de no menos de 25 m. de lon-
gitud, acoge deceno.a de cajas con piezas de la
colecci6n municipal, que eotá en depósito en
el Museo. Es tarea ímproba revisar todas y ca-
da una de ellas, pero pueden contener. material
de Itálica como el que ahorn echemos en falta: .
( J ) Tryphonae ee muy poco común. A partir del Tf';{-
phT republicano, encontramos m6a tarde Tryp10
y rtphern. En el Bajo Imperio TryPhaena y -
Trr. onianue (cfr. H. Solin, "Chronologie • . • "•
ar • cit., 1J6.
( 4 ) M. Vegas, Cerámica común romana del Medit errá-
neo Occidental, Barcelona., 1973, l5J. f,: • .Aima-
gro.t Las necrópolis de Ampta·Jae, Barcelona,
195,, Jo.
( 5 ) Ea importante que en su pá~. XXXIX, Fdez. L6-
pez;· al dar el texto, comienza AVRELIA ••• etc.,
pero en la OXTII, n,l ae corrige y confirma
que la difunta oe llBmaba Valeria y no Aurelia.
513

N• 162.- Upida de m,rmol blanco de fonna ov.alada


por sus extremos. Medidas: 26.5 x 15 x 5
cm. Líneas. 2 om. les tres primeras y 1.8
la dltima. Museo Arqueoldgieo de Sevilla.

VALERIAE. M. F
PROCVLAE. if L'1u.LXXXII b
.AGATHEMERVS. LIB
DAT

Valeriae 'M (arci) f(iliae) / Proculae n(oe-


trae) ¡J Agathemerus lib(ertus elua)/ dat.

CIL II, 5)821 Campos, Inscripcionea, 79,


nD 264s Colla:ntes, mee.; Fdez. Chicarro,
Guía, 1980, 97, nD 11~ Vives, .!.!ifil!, 991 y
)596 (* ).
La tip1ficaci6n de eeta l~pida no es f~cil.
Como está en un roarco enyesado no hemos podido exami-
narla por detrás ( 1 ), pero el texto está tan bien
centrado que no parece tratarse de un reba3~ pos\e-
rior, sino que la lápida tenía esta extrafla forma.
El lado izquierdo, que no tiene oasi p,rdidas, es el
más fiable. Tampooo el texto es cierto que sea fune-
rario, pero es lo m~s probable, y por ello la inclu!-
mos aquí. Carece de n.,.,.s.,
de 1ndicaci6n de la edad
ni de otra f6rmula fdnebre.

Sin embargo, es posibte que este liberto


de la difunta fuere uno de aus herederos y dedicara
la 16pida (¿oon algwta ofrenda?) e su patrona, pero
514

que no fuera fata la inacr1pci6n principal, donde a!


figurarían loa elementos de costumbre. Puede que de-
pendiera del lugar donde fuera empotrada su extrefta
forma.

Los oareoteres externos nos llevan a la se-


gunda mitad del siglo II, hacia 6poca comodiana, pe-
ro un taller que no hace ya les pronunciados formas
cursivas corrientes algo atrás en la ciudad. Pera los
Valer11 en Itdlica, v~ase lo dicho en loa números -
precedentes. Prooula ( 2 ) es uno de loa cognornina
formados a partir de antiguos praenomipa ( J ). De
origen latino pero con oscura etimología ( 4 ), fue
muy frecuente desde la República al Bajo Imperio, pe-
ro oon una proporción llamativa en favor de los inge-
nuos: 66 miémbroa del orden senatorial y 1261 libres
frente a sólo 18 libertos o esclavos ( 5 ). Nos sir-
ve una vez más para co~probar que Itálica confirma
de manera muy general las conolusiones de los estu-
dios onomM;icos por frecuencins y clases sociales.
El nombre del liberto, equivalente a bene 111erena . es
una vez más nombre griego. similar a las formas Aga-
themer , Agnthemerion y Agathemerie pero con termina-
o16n latina. Fue usado durante toda la época imperial
( 6 ). En H1apania sólo aparece en tres ocasiones:
6sts de Itálica, Agathemer en fl'.artoe (Jdn) ( 7 ) y
Agatemera en Bal ea (Portugal) ( 8 ).

Aparece en dos ocasiones , unu en·tre los for-


mulari oo eepulcrales 0596) y otr a entre las
dedicacione1:1 " a deidades indetermi,nadaa" ( ! ).
L:!'.n. 2 1 U(omine) , desarrollo que daba Fd ez .
Chicorro en su Guia , 1951 , 85 n~ 28 , pero
que elimina en !'a'"ue 1969 , 80, no. 28.
·515

( 1 ) La medida de eu fondo procede de laa notas


del Dr. Collantes.
( 2 ) K•janto, Cognomina, paseim.
rr( fts,!' )9 y, entre ellos. el más frecuente
'
) t!

( 4 )

( 5 ) Ibid_.\ 176. se eit6a entre los 18 oognomina


o'oñ°Jruls dt mil ejemplos (!bid., )O)·y, entre
los procedentee d• praenoiiilñi, el más numero-
so (ibid., 40).
( 6 ) H. Solin, ttObronologie", 105.
( 1 ) CIX. I!, 1702.
( 8 ) ~ .. u.
516

Nº 16).- Posiblemente lápida. Perdida.

D ET M
VAL PRON
ME VIXIT
ANIS XLVI
5 H.S.E. SIT.TIB
T. L

D(iis) et Y(anibue} /.Val(eria) Pron(i) ¡3


me v1x1t / an{n)is XLVI./ H(ic) s(ita)
e(st) sit tib(i) / 6 t(erra) l(evi~).

Ver Fdez. Chioarro. ~ . 1951, 80 ( l )1


fü)!. 4-5, 195J-4, nº 574; Wickert. ficha
( 2 ); Guía. 1980, 93, ne 18.

Ln pieza que fue publicada en 1951 y recogi-


da en aftoa sucesivos, y que se expone en la sala XIX
del Museo de Sevilla es sin lugar a dudas. para no-
sotros. un falso, posiblemente procedente del mismo
autor que otra oobre Britta ( J ). Pero, de manera
parecida a oomo hioi1nos oon nuestro n~ 96(Casinia -
Hermiona), el texto que recoge eo tan verosímil que
s61o es posible que el falsificador la copiara a la
vista del texto original, el cual posiblemente est~
en alguna oolecc16n privada. De ahí q~e lo conside-
remos válido para este estudio en cuanto tal texto.

Ea la única vez que aparece en Itálica la


f.~nnula Dile et Manibua. más antigua que el habitual
D.M. s. pero. ante eu rarezn ( 4 ), hay que pensar,
oomo lectura alternativa, en D(iis) et M(emoriae),
lo que requeriría un genitivo para el nombre de la
difunta.
A la vista de su oognomen, puede inferirse
que se trata de una liberta de nombre griego. Pero
por otra parte, y por mal entendimiento del felsa-
1
r1010 puede entenderse que en la línea)• no hay ME
1
sino MF (no sería raro que la fll1ao16n estuviera
alterada de su lugar habitual), es decir, M{arc1)
1. f(ilie), y que el oognomen se contuviera en la lí-
nea 2 1 i ~ . ~ . e t c .
1

( l } L!n. 2• VALERIA PROA. Dice que ea cipo.


( 2 ) Lín. )•-4• PRONI/ME. En efecto, parece ha-
ber sobre la N una pequena ray,a que podría
considerarse I enobjada, pero no nos pare-
ce claro su oaráoter intencionado. Por -
otra parte, la considera aut~ntica.
( ) ) Tal falso fue publicado en J.A. Correa y J.
Gonztilez, 11 ReedioicSn de tres insc:ripcionee
funerarias de It411oa", Rabia 9, 1978, 199
y lmn. Ib. Dedicada por Britta, !!l!!.t!!:,a su
" 11 hijo Fi:nnus. El estilo de muchas letras ooin-
oide, y el tipo de m&rmol elegido, que ee
autlntico y patinado, lo que demuestra que
buscaban pre•iamente un buen material. pa-
ra dar más impresión de veracidad.
( 4 ) No la hemos encontrado en loa índices del
m. pero no por ello noe parece desechable.
518

N11 164.- Bloque de piedra caliza, oaai cúbico. Medi-


das1 47 x 42 x 42 om, Líneas de 5 cm. Coleo-
oi6n Lebrija, Sevilla.

C, VETTIVS
AEGAN'l'VS Lrun. LXXXIII

C(aius) Vettius / Aegantue.

Ef"' ~, 2 +V c.,¡
G. Vernet, BullAntFr, 1897, 1J9J M. Monsalud,
.fil!Atl J4, 1899, 421 ( 1
) i n IX,1, l90J, 77
n 11 200 ( 2 )1 R. Amador de los Ríos, "El Mu-
seo •• , ", 285 ( J ); 711allon-Marín, Monealud,
74, n 11 148 ( 4 )J Vives,~' J289.

Este bloque prismático apareció junto oon -


otras insoripoiones, estatuas, etc., en lee exoavacio-
nee de J, Sánohez Rodríguez(~. cap. II,5 y Catal.,
~ n. 55) 1 a quien seguramente lo debi6 adquirir la
Condesa de Lebrije en ~pooa posterior a las publica-
ciones de Vernet, Monealud y Httbner. Los mds recien-
tes estudiosos, Mallon y Marín," le dan por desapareoi-
de., ya que no oonooen la publioeoi6n de Amador de los
Ríos ni su preeenoia en esta oolecoi6n privada desde
comienzos del siglo.

Tanto de los Ríos como Mallon~Marín, ~stoe


basándose en Monsalud, dicen que la inacripoi6n cons-
taba de ouatro y oinoo líneas, respectiv.amente. Amn-
dor d1oe que de las cuatro, las dos últimas estaban
borradas. J.~onsalud arinne que el texto era: D.M.s. /
519

L. VETTIVS / AICANTVS / ANN. e/ H.s.E. Con todo el


respeto para estas lecturas. especialmente ia de la
l!n. 4 1 • nosotros no hemos visto absolutamente nada,
fuera de las dos líneas que recogemos arriba.

Lo extraao es que las dos líneas que se ven


estdn tan nítidamente grabadas, espeoialmente la 1 1 ,
que es dif!o11 que no se haya conservado nada de -
lee otras tr••• má%1.nte habiendo estado la p;eza todos
•stos aftoa recogida en lugar resguardado, A tal lec-
tura tenemos ademds que objetar que, por razones cro-
nol6gicae, •• oaa1 imposible que la 11n. l• fuera en-
cabezada por D.M,S.

Los caracteres externos del epígrafe son -


cuadrados, podr!amoa decir que de ~poca republicana,
oon lo que sería 4stá una de las inscripciones más an-
tiguas entre las que venimos oatalogando. La ausencia
de D.M.S., o ni siquiera de D.M. ser!a, por tanto, na-
tural, as{ como la falta de edad o !6rn1ulas complemen-
tarias. Podría objetársenos en tal caso la naturaloza
funeraria de la pieza y no honorífica. Pensamos que
el tipo'de cubo encaja m4e bien, por s11 tamafto, con
un oipo. mds corriente en la República. junto oon las
estelas. as{ oomo oon el material, mientras que no ti!
ne las medidas requeridas para ser pedestal de esta-
tua, aunque hoy, algo desafortunadamente, est, desem-
peftando esta func16n 9 además para una estatua femenina.

Como ya hemos dicho, la eimplioidad del tex-


to no desentonaría de esta función. Nos hallamos, por
5?.0

tanto. ante la memoria sepu1oral de uno de los m~s an-


tiguos italioenses oonocidos. Su aparici&n en la vatus
~ . o al menos en sus aledanoe, confirmaría esta -
o~ini<Sn. Te.mbi~n el extre.tfo oognomen, ya sea Aeg-an-
fil o Aeoantua (.Aill,!ltus , aparte dé ser sin6nimo, ea
más dif!oil de leer), del que HUbner ya deoía forta-
sse, •• est Ibericum. Quiz, ee podría poner en rela -
oi<Sn oon nombres indígenas oomo Aecandus ( 5 ), el -
dios Ae6iamuniaegus ( 6 ), Aegatue ( 7) y nombres se-
1¡1ejantes ( 8 ).

En oambio, Vettius es un gentilicio t!pioa-


mente latinb?>10 que vendría a corroborar que estamos
ante un indígena romanizado de loe que componían Itá-
lica en este momento (10 ),

i:ca::.:::-e:::::::

l D.r.,.s./ L. VETTIVS / AICANTVS / AJm. C/H . S.E,


( 2 ) Como nota 1, salvo lín. J 1 AECANTVS.
( 3 Dioe que vio cuatro líneas, pero las doa 1'il-
time.s borradas.
4 ) Recogen la leotura de MonsaJ.ud, supra n, l.
( 5 ) Vives, ILER, 2451 (Alburquerque, Badaj oz)
A. Bovi-r:-Aecandue.
6 CIL II, 252J (provincia de Orense); J. ,.1 .
l!Ilzquez, Dicoionario de las religiones pre-
romanas ele JlispEmla, s.v .
.·521

( 7 ) Vives. ILER, 6819 (Monte Cildli, Palencia).


Los tresoasos o1tados aon antiguos.
( 8 ) M. t. Albertos, Onomástica . 91 M. Palomar,
Onom. Lus., 24.
( 9 ) Schulze, Eigennamen. 280 y 461.
(10) V6ase una discusión sobre Vetto, Vettius,
eto. en J. González, 11 Insoripciones foirni -
tas de Córdoba y su provincia", lliCV 17, -
1981, 44-46. Es indudable que, con una r a:!z
oomdn, el nombr.e indígena Vetto, hispano,
(vg. vettcnes) , está empafeñticfo con el itá-
lico Vettlue 1 y es mde difícil de lo qué pa-
rece saber cuándo se trata de uno y de otro.
Pero,oomo mínimo, hay que admitir que siem-
pre que el antropónimo oea gentilicio, se
trata del itálico y no del indígena, puea-
to que ,atoe no usaban tal parte del tria
nomina. Por tanto, Q. Vettius M.f • .Am'ücloiñ.
c. Vettius Felioio,\l'ettius Segóntlue y,
sobre todo, el italicense c. Vettlus Aegan-
tus citados por este autor (p . 45) corno
Vettii prerromanos, no nos lo parecen. En
e! oaso oonofeto de Itálica, es seguramente
un indígena, pero no por su gentilicio,si-
no por su oognomen.

=-=========
522

Ne 165.- A1•a funeraria de caliza marm6rea blanca.


Medidas, 50 ::it 28.5 lt 14 om. Líneas de en-
tre 2.3 y 2.5 cm. Museo Arqueol6gico de
Sevilla.

D.M. S.
VIBIA. VI'l'ALIS Mm. LXX.XIV
ANNORVM.
XXX
5 H.s.E.s.T.T.L.

D(iis) M(anibus) S(acrum) / Vib1a V1ta-


lis/3annorum /XXX./ H(io) s(1ta) e(st)
s(it) t(ibi) · t(erra) l(evis).

ill II, 5397; Gali, Historia, 19; Fdez.Chi-


carro, Guía, 1951, 80; ~ 4-5, 1953-4, n~
575; Fdez. Chicarro, Guía, 1980, 93, ne 20.

En 6poca de Gali ya figuraba esta ara en la


gnlerfo del museo municipal. Se trata del tipo co -
rriente, con el frente como front6n triangular entre
dos volutas que llevan d~lante w, adorno circular -
con una estrella de ouatro puntas. A su lado derecho
lleva la p~tera y en el izquierdo el uroeua¡ encima,
e l ~ de rigor.

En los caracteres externos son destacables


las interpunoiones puntuales, en la l!n. 51 11 y L
fuera de caja, y rasgos actuarios pero de una manera
muy discreta. ya que no los hay en la lín. 1 1 , con
letras de mayor tamano. y los remates triangularee,
y, cuando los hay, estdn poco resaltados. como en
H. s, V. Por ello. oreemos que este epígrafe se eje-
out6 en·la primera mitad del siglo II d.c. A pesar
de ello, las A van sin travesafl.o, de modo que hay
que adelantar la aparloi~n en Itdlioa de tal earao-
ttr!sUoa.

La gens Vibia tst, bastante extendida en


Hispa.nis y en la B4tioa ( 1 ), y Vitalis es uno de
loa m,a frecuentes cognomina. AWlqUe los hay entre
loe •eclavos, fueron loe libres quienes más lo uti-
lizaron ( 2 ).

( 1 ) c. Castillo, Pros.Bae-t., s.v.


( 2 ) Kajanto, Cognomina, 274.
II.7.- 1l'.130RIP0IONES ALUSIVAS AL AMillTO
JURIDICOJ
525

N• 166.- Fragmento de una tabla de bronce. Medidas:


43.5 x 13 cm. máx. Se conservan seis líneas
de una oolumne y una de otra contigua. Co-
lecoi6n Lebri~a. Sevilla. (L6m. LXXXV)

.2.2!:J:.)
•• IES EX H.L.IBI IVDICIA FIERI 1ICEDIT.OPOR/
W •. oQ.PROSCIPi'VH IN EO.LOCO.IN QVO IVS.DICET/
.!!!? •• QVOS.INTIRTIVM D D IIABENT VD P R L P ITIM SI/
• .EJII QVI INTER.EOS IVDICARE DEBEBIT IN ALIQVEM /
5 •• VEJ.U.ET.NEQ. IS.DIES .PROPTER VENERATIONfill DOMVS/
.!!! .. PROPTER EANDEM CAVSAJ4.HABERE.DEBEBIT.IN EVM //

..............
CVIQ.PER H L LICEBIT ACTIO ....... ...
PETITIO PER•••

(!Cubrios ). De 1ntert~um dando.

Quiownque in eo municipio IIvir(i) i('lU'e)


A(ioundo) p(raeerunt) per quoa a.Jies ex
h(ao) l(ege) ibi iudloiB fieri licetiit -
opor/ [ te bit, in eoe dies omnes interti'Ul!!
dato. EJog(ue) ~ros2(r)iptum i n eo loco in
quo ius dioet /[maiore parte cuiusque diei
per orones dies perJ guoa int'"e1-t~um d(ari)
d(ebebit) habent ita u(t) d(e ) p(lano) r(eo-
~l.l(e_se), P,(~s~111n•. _It':'('!,m .e.1: t..~1.~.t.~r eos //
526

inter guos ambigetur et iudiojem qui inter


eos iudioare d,ebebit in aUquem / [diem ut1
intertiwn inter eos detur con veniet ne ue)
is diés propter veneratio;n,em domus / (-i\UéiUS -
toe f es tus eri't fe1•iamve numero] propter
ea rm,dem cm1A,am habere (lebebi t in eum /
[diem 1ntert1wn gato •• • ·]

ool.2) -

Gn(ubrioa),De !ncolie.

I n res singulaa ns e m111a nummum rnwlicipi -


bus • • • ( 1 )/ d(are) d(amnas) esto, eiuaque
pecuniae deque ea pec\Ulia municipi eius mu-
nicipH qui volet]/ ouig(ue) per h(anc) l(e-
gem) Hcebi t a.ctio petitio perpiecuti'o esto:!

P. Paria (R. Cagne.t) 1 Cornpteo rencluee de l 'A-


oademie des In3criptiona et Delles Lettree,
1904, 177; R. Am11dor de los Ríos, "El r,~useo",
277; A. D'Ors. ~ , 345-6, ng 11 (con la bi-
bliografía jurídica anterior) y addend11, 461;
García y Bellido, .2!1,!, 69, fip,. 19 ( 2 ); F.
J. Fernández llieto, "Derecho romano en llispn-
nia11, Historia de Espailn dirig. por R. T.:en~n-
dez Pidal, I-2, f.'ía.drid, 1902, 184.

En la seai6n del 25 de Marzo de 1904. n. Cag-


nat ley6, ante la Academia de Inscripciones y Bellos
.S27

Letras de Paría, una nota enviada por el arque6logo


correspondiente de la misma Pierre Paria, donde daba
ouente del texto mutilado de una placa de bronce. El
no había visto el texto. sino ttun calco rápido y W18
copie. sumaria" que le había remitido A. Engel ( 3 ).
En estas condiciones. era muy difícil que la noticia
1
leída por Cagnat se acercara lo bastante a la reali-
dad, como as{ fue.

No sabemos. si la "ooleooi6n particular" en


la que estaba el fragmento en ~poca de Paris era ya
la de la Condesa de Lebrija, pero en ella estl ya -
cuando Amador de los Ríos hace su estudio. ·El frag-
mento fue estudiado en diversas ocasiones, y especial-
mente por el Prof. D;Ors en 1953 ( 4 ), quien resu-
me lo dicho por los tratadistas anteriores, y supone
que se trata de un fragmento de ley municipal con -
el capítulo correspondiente a un iudioium publicum
( 5 ), pero cuya reconstrucoi6n era poco posible.

Despuls de oasl treinta aaos, la aenaacionnl


aparición en El Saucejo (oeroa de Sevilla) de seie
grandes tablas de les diez que componían la Lex Muni-
cipii Flavii Irnitanorum ( 6 }, ha permitido al Prof.
D;Ors. que la eat, estudiando, restituir de paso y
por fin, el texto del fragmento italicense.

El Prof. D;Ora, "con liberalidad digna de su


alta 1lustraci6n" ( 7 ), ha tenido la. gentileza de -
proporcionarnos la restituoi6n del fragmento, basada
en esta nueve ley, ea! como valiosas indicaciones,por
todo lo cual le quedo, como siempre, profundamente
agradecida.
528

Yn ál había supuesto en 195) que el comien-


zo del fragmento de Itálica debío serlo de capítulo,
y que en la línea anterior, aparentemente en blanco,
debía situarse la rúbrica. El texto irnltano confir-
ma esta. aupoaio16n, pues comienza.~ De intertium dun-
.4!2• Por otra parte, según los cálculos del mismo ju-
rista, este capítul'o sería el nº 8.), aunque el bron-
oe de Irni no lleva numerados los capítulos ( 8 ).
Correspondería, pues, a la última tabla de la ley
italicense, que en Irni es la VIII!, aunque, como -
bien nos apunta el Dr. D'Ors, laa líneas de Itálica
son más anohas, en torno a 70-72 letras por línea,
mientras que el de Irni tiene unas 42 ( 9 ). Lasco-
lumnas habrían de ser móe largas en la de Itálica(lO).

La Lex Irnitnnorum, cuyo último capítulo ea


el De inoolia, lleva deapu~e la aanctio final y al-
gún otro complemento. A D'Ors opina que la italicen-
se no llevaría sanctio, y que loo capítulos que aquí
tenemos fragmentariamente serían los noa. 8) y 87, al
final de la última tabla. El encuentra poco probable
que hubiera otra tabla más e61o para la eanotio, que
suele ser muy corta, pero en este punto pensamos que
quizá fuera posible que las disposiciones finales fu~
ran más largas en It&lica y merecieran una tabla más.

No tenemos elementos de formación jurídica


suficientes para comentar de manera adecuada este ca-
pítulo sobre el 1nte1•t1um dare. Que sepamos, ea la pri-
mera vez que aparece en un texto jurídico municipal,
y de hecho, antes de que el Prof. D'Ors nos facilita-
ra la restitución, basada en el capítulo de Irni, no
529

encontramos en la bibliograf!a oportuna datos sobre


el intirtium o intertium mencionado en el fragmento
de ls coleoci6n Lebrija, y que los autores solían
separar y desarrollar ill tertiwn d( iem) p(roximum),
y ahora se sabe es intertium d{ari) d(ebebit) etc.
Por ello creemos que hay que dejar la palabra a. loa
juristas, que, dentro del contexto completo de la
nueTa ley municipal de I:rni, podrán valorar y encajar
adeouadamente el procedimiento que se discute.

Por el contexto parece que se trata del ae-


ftalamient9 de d!a para dirimir querellas entre doa
o más litigantes, por parte del duovir que esté pre-
sente en el municipio, in eo loco in guo iua dicet.
Se indica que no ee podrd'. fijar el inter tium en loa
días que est,n dedicados al culto imperial ni tampo-
co en los que sean feriados.

No tenemos el capítulo completo del oool en


Itálica se ooneervs la última línea sólo, y cuya rú-
brica es de 1ncol1s. ( 11 ). Pero, 16gicamente, debe
tratarse de disposiciones sobre la situación legal,
derechos y deberes de los incolae censados en cada mu-
nioipio o colonia. Tampoco en las leyes municipales
conservadas en Hispania antes del hallazgo de la de
Irn1 había capítulos sobre este tema, por lo que ee 4

te nuevo texto eerd muy esclarecedor para aspectos po-


co conooidos del,4mb1to jurídico municipal.

Queda por deoir que, en cuanto a su datación.


que en este caso sería la de la ley municipal de la
ciudad ( 12 ), el Prof. D'Ors opina, a la vista del -
530

conjunto de leyes municipales hispanas ( lJ ), parcial


o oompletamente conocidas, que la de It&lioa sería -
poco anterior a la de Irni, puesto que en le nuestra
faltan algtutoe aditamentos finales, entre ellos una
epístola de Domiciano del ano 91 d.C. Ello refirién-
dono~ a la ejecuc16n del bronce, naturalmente. Hay
que tener en ouenta también que Itálica, como munici-
pio al menos desde lpooa de Augusto, si no antes, tu-
vo que tener suceeiTas copias de su lex muni ci pi i has-
ta su conversión en colonia a comienzos del siglo II,
por lo que seguramente este fragmento perteneció a la
~ltima de ellas.

( 1 )

( 2 ) Como hemos dioho, no se halló en 1910, sino


antes de 1904.
( J ) Engel, que estuvo excavando en Itálica, le
dice a Paria que el f ragmento proviene del
pueblo de Cortegana ( Huelva). Es extrafio -
que a un buen conocedor de la ciudad ee le
escapara la procedenci a real del bronne. J~s-
t o, que podría dar lugar a una seria duda,
pa:reoe despe j arlo Amador de loe Ríos ocho
af'l.oa más tarde , cuando dice que "segíw l os
vendedores " , había aparecido en el mismo -
lugar donde en 1888 había salido el gran -
bronce ( l a orat io gladi atoria , v. aq uí n~
168) , lo cual es verosímil, pues en esa zo-
na debían eetar la ouria y las dependencias
ofioiales de Itálioa"Tol'r. R. Amador, loe.
oit. 1 y D'Ors, op.cit., 461). -
( 4 ) ll?M.·· 345.
( 5 ) Sobre este tipo de iudicia, ibid., 161 se.
( 6 ) Municipio del que no existía la menor noti-
cia direote (vfase sin embargo lo que deci-
mos al respecto en nuestra nota 33 del ca-
pítulo I.4} hasta este oenaacional hallazgo
jurídicot que oausará ein duda én este siglo
un impacto parecido al de Uraonenee en el
paeado. Las tablae, seis por el momento, es-
tán siendo objeto de restauración) estudio
por varios investigadores.
( 7 ) Frase del prdlogo dedicado por M. Rodríguez
de Derlanga a P. Caballero-Infante en Los
Bronoes de Osuna, Málaga, 187J, 2. -
( 8 ) En este aspecto es igual que la ·Lex Acilia
repetlllldarum, que tambi~n lleva rúbricas
pero no ·nÜmeros (cfr. D'Ors, op.o:l.t., 168).
( 9 ) La Lex metallie Vipaacensis tiene 90 por lí-
nea, la ursonense, 42 (cada oolumna entre
J y 5 capítulos), la ealpensana sopre 70
(cuatro capítulos por columna) y malacitana
unas J5 (casi cuatro capítulos/columna).
( 10) El Prof. D'Ors ha calculado que entre loe
dos restos de capítulos de Itálica hay más
o menos una oolumna de diferencia (equiva-
lente a tres oapítuloa), que en Irni se con-
vierten en colunma y media.
( 11 ) Sobre aspectos parciales del iua tnoolatwn,
D'Ors, EJER, paasim y espec. 151 se.y nuestro ne144,
( 12) ¿Quizá Lex f.iunicipii I ulii Italicensium?
( l'.) ) Vide D'Ors, .EJER, 135-.346 y Emerita, 1964,
sparte de losnallazgcs recientes d e ~
y Serippo.
532

NR 167.- Fragmento de lámina de bronoe. Medidao:


21 :it 16 om. máx. Museo Arqueológico de Se-
villa.(Lrun. LXX:!VI)

•••••••• ,. ••••• • ERT~


••••••••••••• GNITIO
• .. , . • • • • . ... I
...
•••• ENVNTIATIONES
5 •••• OBSERVAR! DEBE
••• M lVDICEU IBITVR
,• .NTVR EODEI\T MODO
•• EBET QVO VT RECIPE

10
..
.TVR LEGE QVAM VOBIS
••• EST

a) Restituoi6n de Th. Mommsen (fil II, 5)68)1

4(lid fiscum meum si guae ouiusoumque reJi


nuntie.tiones oet he.o fient in iudice
observar! debe unt at ue
oum inter privatos a.d unu]m iudicem ibitur(/
[neoiperatores autem gui de ea re sortieJntur
eodem modo in cause fieoi sortitio fieri
d ebet uo ut reoi e ratores in re publi-
ca ~&stra oonstituexytur, lege, guam vobis/
f-------dedi t ,] fi t.

· b') 'Reetituci6n de A. D'Ors, m.E, 357-)60,


mas ( 1 ).
[---------- iudioio cJer~[re volet / ---]
gnitio ; 3 [------:Ji /[quae circe. dJemmtin-#
533

tiones l[-----m]observari debe /l5unt. Cum


enim ad unu]m iudioem ibitur /(et iudices
sortie ntur eodem modo eortitio fieri de-
bet uo ut reci e ratores sorti tur 1e e
quam vobiE! 1(8· divo Trai.ano dataJest {o bien
~ivus Traianus dedit]fit).

fil II, 5)68 y!! II, 149 es.; E. HUbner,


~lli, n 2 809; M. Rguez. de Berlanga,1!!:.!m-
ces de Osuna, ?114laga, 187), 117 y JlO, con
litografía; A. D'Ore, fü!!.!!, J57-J60, n° 14;
J.H. Oliver, ~ . 1955, 19); e• y Bellido,
QM!. 68; Fdez. Chioarro, ~ . 1980, 66,
n• 28;JFde11;. Nieto, "El derecho en la Espo-
fla Romana", n• de Espafln 11.dez. Pidal, el t.,
20).

El hallazgo de este bronce se produjo en


1868, "excavado en la pared del anfiteatro" (HUbner).
Como dijimos en nuestro cap. 1,5, en este oaso concr.!_
to el lugar de hallazgo introduce una duda razonable
sobre eu interpretación. Se conserva de él integro
el margen inferior derecho, aunque no sabemos si el
texto continuaría por debajo. Pas6 a propiedad de J:.o.-
teos Gago. y luego del Ayuntamiento de Sevilla, que
lo cedi6 en dep6aito al Museo Arqueo16gico, donde -
hoy se conserve. Los autores tn su mayoría ooincidén
en que la letra del bronoe puede fecharae a fines -
del siglo I o comienzos del II, salvo Berlanga, que
la compara, sin muoho fundamento en nuestra opin16n,
con la de los bronces de Osuno. Para nosotros, despuás
534

de examinar muchas inacripcionea italioensee, QW1que


en piedra, que siempre presenta diferencias con res-
pecto al bronce, la letra es más tardía, incluso de
:f ines del mismo &11\lO II. Las M, R, G, Q y mds espe-
cialmente las V de v~rtice muy curvado y la A de ln
línea 9• así nos lo hacen pensar.

El fragmento no ha 11U1recido una gran aten-


ción por parte de los juristas. En el siglo pasado,
1,1ommsen y Berlanga le dedicaron unas p~ginas. Luego
Karlowa (RRG, I, 655 ss.) y D'Ors (loo.cit.) le dedi-
caron algunas mde, junto con Oliver. Ua;y dos diver-
gencias principales en su interpret,.ci6n, represen-
tadas por laa dos restituciones que hemos recogido ,
de Momrnsen y D'Ors, ye que la de Berlange. ( 2) no
ea convincente por dificultades de lectura, y porque
no hay preoedentes de sus novi operie n1mtiationea ,
en plural.

Para Momrneen, pues, y recogemos ahora el co-


mentario de D'Ore ( J ), aquí se mencionarían las -
nuntiationes ad fiecum. Hacia época de lTerva, y por
la·oreec16n por ~ate de un pretor espeoial que en-
tendía en los casos entre el fisco y los ciudadanos,
de alguna manera el proceeo fiscal se habría contami-
nado del proceso oivil u ordinario, y de ahí l amen-
ci6n del unua iudex y de los reoiperat<>rea. rero Je.
principal objeción que D'Ore, con Wleseak, hace a es-
ta 1nterpretec16n, es precisamente que no está bien
probada t al contamineci6n, ya que a pesar de Di_g,,49,
14,l, "en el proceso fiscal nunca dejaron de imperar
535

los principios de la justicia administrativa" ( 4 ).

Al Dr. D'Ore le parece m~s probable que no


ee trate de wia epistula imperial (el carácter de -
epístola viene probado en la lín. 9~ por lege quam
!.fil!••. ). sino de un magistrado provincial, remitién-
dose a un capítulo de la Lex Ulpia { 5) sobre el -
sorteo de loe reoiperatores ( 6 ), dentro del marco
de un prooeso privado y no de carácter fiscal. La
denuntiatio de la l!n. 3 1 sería equivalente a una
evooat1o. La referencia de la lín. 9 1 seria a la ley
ooloniel de le ciudad.

Es muy 1nteresnnte la obse:tvac16n de D'Ors


en el s~ntido de que Marco Aurelio fue el que susti-
tuyó loa vadimonia por las denuntiationee ( 7 ), pe-
ro le parece que tal cronología sería muy reciente
para la letra del bronce. Ya hemos dicho odmo. en -
nuestra op1n16n, tal dateoi6n es posible paleográfi-
camente hablando.

Sin embargo. y aunque todo lo dicho nos pa-


rece bien dentro del escaso margen de restitución -
que permite el fragmento. debemos hacer notar que -
la aparición del mismo •n el anfiteatt8>1ntroduce
un dato perturbador en el _análioia que de ~l se ha
hecho. No entendemos bien que una epístola, ya fuera
fata imperial o provincial. se conserve en el anfi-
teatro si su texto no tiene absolutamente nada que
ver con las eotividades que en 41 se desarrollan. -
Que sepa.moa, hasta ahora no se ha reparado o destaca-
do el lugar de aparioi6n del bronce, pero en nuestra
536

opini6n no ae puede dejar de considerar la posibili-


dad dé que la lex guam vobie ••• de que se habla en
le mencionada línea fuera una relacionada con las ac-
tividades gledietoriae. No nos referimos al teY.to de
la oratio de Y.arco Aurelio y Cómodo. pues ae trata
de una oratio seguida de senatus conaultwn y no de
una lli· Pero sí e otra, quizá algo anterior. Mo ol-
videmos que la misma oratio ( 9) dice, en eue líneas
24-25: •••• guod exouaatum eseent reti/ nerent guae
a111 illetitilieaent e·t guae longa conauetudo oonfirma-
seet ••• , es decir, que loa pr!ncipea ven!an a susti-
tuir normas.diotadas por anteriores emperadores. No
queríamos dejar el inenos apuntada le. ditioúlte.d que
supone el que una epístola de este tipo haya apareci-
do en un edifioio tan poco adecuado aparentemente.

( l ) Algunas rectificaciones sugeridos en comun1-


cac16n epistolar a nosotros en marzo de -
1982.
().bis) El Prof. D'Ors, op.cit., J58, da un margen
más amplio, incluso hesta ~poca de Merco
Aurelio, por el tipo de letra.
( 2 )

( 3 )
( 4 ) !bid., 359, que cita e Wlasaek, Judikations-
Oel'ihl, 15, n° B, que no hemos podido consul-
tar.
537

( 5 ) .!.ll9.•, J60.
( 6 ) D'Ors remite al sorteo de reol~eratorea men-
oione.do en la lex Uraoneneis , 5.
( 7 ) Ibid., basándose en Aur. Viot., de Caeaari-
bua , 16, 11.
<e > Exactamente en el relleno de tierra que ex-
oav6 Demetrio de los Ríos pegado al ¡odium
del lado norte, donde, por otros medos, no-
sotros situamos el editoxfstribune.1 . Creemos
que ee remota la posibilidad de que alguien
hubiera trasladado al.:U la ep:Csto"l a desde la
~,donde 16gicamenh debía conservarse.
( 9 ) Cfr. aquí n~ 168. El texto, en el principio
y en lee líneas apuntadas, ina;l.ste 0011 inte-
rla en que Marco Aurelio y C6modo rompen me-
diante su ore.tio oon no1~1ativas anterioreo
que conoedlan al fisco un fuerte ingreso n
costa de loa lanistaa (pero en realidad y
a la postre a ooeta de los editores ) sobre
el coste de los juegos. Ya sabemos, sin em-
bargo, que nuestra propuesta es tambidn di-
fícil de sostener puesto que no sabemos -
bien c6mo encajarlan los reciperatores y -
laa denuntiationea en tal caso. Por ello -
nos hemos limitado a apuntar el hecho oie1·-
to del lugar del hallazgo y la posible rela-
oi6n del texto con los ludi, y esperamos que
plwnaa m~e autorizadaa enel tema jurídico
la acomoden o no a una realidad legal deter-
minada.

=:::=======
538

Nº 168.- Oran tabla de bronce, que ha perdido casi


toda la moldura que la rodeaba, Mide 1.55
m, de alto por 0.90-0,92 m. de ancho en los
lados inferior y. superior, Grosor,de S· ,a 9 mm.
Tiene 63 l!neea, divididas en 12 párra!os.
SegUimos la reetituc16n de A. D'Ors en
fu!!!!, 4J as., con variantes de nuestra pro-
pia lectura que oportunamente se indicen.
Seftale.mos los pdrrafos con numerales roma-
nos y les lineaa oon ar~bigos, sigUiendo en
esto rtltimo el sistema de Oliver-Pelmer,
loo.oit. infra. Solamente damos el desarro-
llo en mindaoulas del texto por razones de
índole práctica. (L~rns. LXXXVII e XC).

( I ) 1 Tpntam illam pestem nulla medic~ll!_,!!.l!-


nari posee. Neo poterat1 verum nostri
prinoipee, quibus omne etudium est quan-
Mll/
2 bet morbo salutern publicam mersam e~
enectam refovere et integrae vnletudi-
ni reddere, in primia anima advert orunt
gue.e/
) oeusa 1111 morbo vires daret, unde foedA
et inlioitn vectigalia iuo haberent.,;____g_~~
auctor o·t patronua eseet uaurpnndia g~~-
ei/
4 legitimis quae omnibus legibue et divi-
nie et hwnanis p~obibentur.
539

( II ) 5 Fisous dioebatur. Fiscua non eib1 se~d~(l)


qui lanienae a1iorum praetexeretur te~-
tia vel quarta parte ad licentiam foe1!ae
rapinae invi/
6 tatua. Itague fiscum removerunt a< 2 ) to-
ta harena, Quid e~im Maroi Anton1nL1Lt
[Luoi Commodi] (J eavendum fisco cum
hare/
7 na? Omnie peounia horum prinolpum rp,u-
re<4) eat, nulla oruoris hurnani adeper-
gine contaminata. nullis sordibus foedi
quae{ aj/
8 stus 1nqu1nata 1 et quae tam sanot{aJe <5 )
¡aretur quam 1nsum1tur. Itaque faceesat
aive illurdi(G'ducentiens annum ael!...!n_-
oenties /
9 est. Satis amplum patroo1niwn( 7 ) parat
lex(B) parsimonia vestra. Quin etiam, ~x
reliquia laniatarum quae HS quingentiea
su/
10 pra sunt. pare lanistia condonetur. Ob
qua.e , oro vos, merita? Nulla sane. 1nqui~
unt, merita, ae 1d iC 9 ) prohiblti talibue
gressaturls sola/

f 12 ~ Aes $et 1 corregida la Ten D.


t'a"A supraesorita sobre
la R.
el palo izquierdo de
( 3 ) El nombre de C.Smodo con damnatio memoriae, pe-
ro se rastrea.
~
4 ) .Aes CVRA, pero el sentido confirma íp1ura.
5 ) ~rs y Oliver Palrner sancte, que ee corree-
to; pero el bronce trae sanctae.
~
6 Aes ILLVT.
7 J) Aee claramente PATROCINIVM. Vide i Qfáa.
( a Disousi.Sn en este punto, reflejada me adelante.
( 9 ) ~ SET nuevamente.
11 cium foront et in ~oatcn:urn tanto pretio
inviten·tur ad orb, 89,utum hwnani totis./
( III) 12 O magni imp1>(eratores), qui scitis • al-
tiua fundari remedia qune etiam molie
oonsulunt qui se etiam neceeearios fece-
rintl Etiam fruotus tan/
13 tae veatrae providentia emerget. Logeba-
tur etiam nuno apud (ll) nos oratio sed
ubi rumore delatµ(m) eet gueatua< 12 ,la-
n1starum reoisos, fis/
14 cum omnem illam pecuniam guasi contami-
natam religuisae, statim sacerdoten fi-
delisaimarum Galliarum vestre.ruml,
15 concursare, gaudere, inter se logui. /
(IV) 16 Erat aliquis qui deploraverat fortunas
auas oreatua saoer~os, qui auxilium ei-
bi in provooatione ad pr1noipes foota
constituerat. Sed/
17 ibidem ipse primus et de consilio amico-
rum: "Quid mih1 iom oum appellatior1e? o,~-
ne onua guod pa trirnonium metun opprime-
ba t sano//

( 10) ~ OPSEQUIVM,
( 11 ) Todos los editores prácticamente den APVT,
y luego lo corrigen, pero el bronce dice
bien AP'VD, y así lo recoge Derlange.
( 12 ) Las correcciones en gufa)]:etus no son nece -
sarias. V~aee comentar o nfra y D'Ore, 45,
5~1

18 tiesimi impp(era.toree) remieerunt. 1am


saoerdos (IJ) eese et cupio et opt2 et
editionem muneris, gua.rn olim deteetaba-
mur, ampleotor."/
( V ) 19 Itague gratine appella.tionia, non aolum
eb 1110 1 verum e·t a cete:ris petitae,
et guanto plurea petenturl 1am hoc ge-
nus ca.usarwn diversa.m forma.mi
20 habebit ut agpell~t <14 >au1 non eunt
crea.ti sacerdotes, im(m~o (lS)populus . /
21 Qua.e igitur tantis tam sa~1IDD :ren!ID
consilis )estris alis prima esse een[te~~
tentia.< 16 potest? Quam ut guod ainguli
sentiunt, quod universi/
22 de pectore intimo olamantle} eg·o cen·aeamP7 )

(VI) 2) Censeo igitur in primis agendas ma:dmis


iropp{eratoribus) grstias, qui salutar1-
bue remedia, fisci ratione post habita,
labentem oivitatium statum et prae/
24 oipitantes 1am in ruinas principalium vi-
rorum fortuns(a)~ 18 )restituerunt, tanto
quidem magnificentius quod, oum excuen-
tum esset reti//

La óltima S supra.escrita y con punto.


El bronce trae APELLET.
El bronoe n10, con nexo MO.
Eataba escrito sentententia y se tach6 el
primer grupo ten, como bien decía D'Ors,pe-
ro aún se rastrea.
( 17)
4
D'Ore: olamant, e(t efo censesm ••• Aquí cree-
mos, oomo Oliver y' a mer y otros, que la e
final de clamante sobra, y que la correlacI6n
de .!&Q. es con loe acusativos guod •• guod: 11de-
cidiü lo que ••• y lo que ••• "
( 18} Aes FORTVNA.
25 nerent guae ali\i)instituisaent et gune
longa consu.etudo con'f irmaaaet I tamen -
olli (!9)peraeque nequaquam sectae aur,1e
congruere arbitra/
26 ti aunt mele instituta servare et quaa
turpiter eervanda eaaent inatituere~t¡~?O)

(VIII) 27 Quarnquam autem non nulli arbitrentur


de omnibua que.e ad nos maximi principea
rettulerunt una et suocintB sententin
oenaendum/
28 tamen, si vos probatis, [s)ingula apecia-
liter pereequar verbia ipeis ex oratio-
ne sanotisairna( 2l)ad lucem sententiae
tranalatia, ne gua ex parte fravie in/
29 terpretationibua sit locru1 a 22 ){VE<cat)
lta~ue censeo uti rnunera quae aeaiforo-
na( J) appellantur in sua forma maneant
neo egrediantur sump/
JO tu *S icx:i (milis). Qui autem supra HS XXX
(milia)C 24 ) ad LX (milla) uaque munue
edent, is gladiatoree tripertito prae -
beantur nwnero peri. Surnmum pre/
31 tium si t primae pgti quinJll!._e____mili~e.-
cundae quattuor milia, tertiae tria mi_-
lia. A ~ LX (mili bus) Ad C (milia') uo-
rulLil'ifarinm ooe tus gladtat or( wn) dj.yj.Jil!.E!/

{ 19 OLLI, la forma arcaica por lLLl.


( 20 Desde Mormnsen, todos los editores han supri-
mido la lil.tima T, pero el bronce la trae.
Extraflo nexo llC sic: CVC
Aes LOCIS. -- (23) Sobre este contro-
vertido adjetivo, vide infra. ( 24 } Ollver-
Palmer. )32 XXXI, pero eí""!ironce :XXX. En el
resto del texto, las cifras son redondas.
J2 eit; primi ordinie glediatorls s,pnmwn
pretium eit VIII (milla). mediae cla-
eeia VI Cmilia), deinde guinaue, Porro
a oentum milibua nd CL {milie) guingue
eint mani/
3) puli 1 Ouius primi pretium sit XIIJ.m!-
11a), terti VIII {milla). quarti VI
(milia), postremo quingue. Iam hillQ....R_q_-
rro a CL {milia) ad OC (mUia~ et guid.-
quid supra su<r)sum< 25 >versl:.im 26 )¡
34 erit 1 infimi glediatoris pretium eit
VI (mili~), su~er eum VII (milla}, ter-
ti retro VIIII (milia), guartl XII (mi-
lis), aduegue XV {milia), Et haeo ait
summo ao formo~n\so< 27 >g1ac(1}it.ori defi/

( 25) En el bronce SVSVM, pero puede restituirse


la R. que es más correcto.
( 26) Oliver-Palmer ver~eumJ, pero en la tabla ae
ve bien el final e Ya palabra •
( 27) .Este es lme de les mda pol~mices pelabl'aa.
El bronce trae sin duda FORMONSO, Creemos
que lo más que puede sugerirse es formoAn~so,
aunque tal adjetivo sorprenda , Oliver e ,
1955 y J. Guey en 1966 {v, infra) proponfon
[ o strem o, indicando que el aummus y el
¿ o remu serían los dos extremos de ·todas
las ce egorías , es decir, el más caro y el
más barato de todos los gladiadores. Pero
creemos que no ea ~ate el sentido de la .fra-
se. Lo que se quiere es limitar loa precios,
de modo que el mejor, el mds distinguido de
lbs gladiadores, no pueda cobrar en ningún
caso m,a de 15,000 sestercios. El et inicial
tiene un valor oonoluaivo. Hay, pues, que
aceptar formoso, a cuyo sentido se ace1•caron
Hiraohfeld y Mommsen: fan1onso.
J5 nita quantitae. Utique in omnibua mun~-
ribua, guae generatim di atincta sunt,
lanista dimidiam copiam uni versi 11~-
ri promisqu(a} e multitu/
J6 dinis praebeat exque bis , qui gre~
eppellantur, qui melior inter taleo
erit duobus milibu~
1 •
sub signo pugnet~ 28 )
neo quiequam ex eo numero/

.37 mille nurnmwn minore . Lanistaa, etiam
promonendos< 29 >v111 studio qu(a)estus
nec E('1)(JO) sibi copiam dimid~_rtla
praebendae esse ex nu/
JO mero gregariorum , Uti soient inpo:t!;~
eibi necessitatem de ceteris quos mello-
res opinabuntur transferre tantieper
phndi nu/
J9 meri gregariorum gratia. Itogue in uni-
vereae familiae aeguis partfbua in sin-
,ntlos diee dispartiatur atOue ull~(Jl)
die minus guamL
40 dimidia pars gregeriorum sit ibi(J 2 )gui
eo die dimicabunt. Utque ea Ópl3erva~ (JJ)
a lanistis ~uam diligentisdme ex)...ru!.tJ~,
iniungendum 34>;

Sobre la expresión pugnare sub signo , v . infra ~p, 562


Aes, D'Ors y Oliver-Pelmer promonendoe¡ CIL
y-1forlanga , promovendos, llirschíeld, etc:---C-f.
n 'Ors, 1950, J24.
Aeo NEc.m: , ed itores Eogem. D'Ors , nec
m:Iver atgue(n)ullo,
*1·
re ne~ue ullo com po-
sible, oon néi'o ne, pero no o vemos.
No lo recoge D'Ors, oí Oliver-Palmer.
Aes OPSERVATO .
nrs euple(arbitriun~iniungendum, quizá por
similitud coh l a 1. (. Ol iver-Pal mer no lo
ven imprescindible.
41 his qui prov1no1ae praeaidebunt et lega-
tis vel guaestoribus vel· legatie 1e·g 10-
nurn vel ita qui ius diount o~lar1as1m1s)
v(iria) aut proouratoi-ea · 35 ) max1mo-

42 prino1pum qu1bua prov1no1ae rector man-


daverit, is et1am proourat~r(ibus) qui
provino1%s praesidebunt. Trane Padum au-
tem perque om:nes Italiae/
43 regiones arbltrium Iniungendum praefeo-
tis alimenrti.;, {J6)dand1s, si aderunt,
vel<nisi aderuntY 37 >viae ouratori 1 aut.
si neo is praesens erit, Iuridioo vel/
44 turn olassis praetoriae praefeoto./
1

(IX) 45 Item oenseo de()e) exceptis Ita opser-


vandum ut praeoipuum meroedis gladiator
sibi quisque paoisoatur eius peoun1aa
.uuae ob hano oaysam exo1n1/
" 11
46 ebatur, guartam portionem libar serv<u~j9 )
autem quintam aooipiat. De pretis outem
gladiatorwn o'peervari paulo ante oeneui
seoundum praesorip#

( 35 ) Todos los editores, menos D'Ors. restit~n


proourator(ibus) • pero el bronce trae PROOV•
RATORES, que nos tnoaja bien. :¡
( J6 ) Aes ALIMENTORVM, pero debe ser alimentle, oo- ,· ·
mo suele restituirse.
( J7 ) Este complemento, no recogido por D#Ore. y eí
por Oliver-Palmer. oonviene al sentido. ·
JB
~
PequeBo hueco entre d y e.
f 39 ~ SERVS. La restitÜoicSñ viene ya de Jitommsen.
546

47 tum divine.e oration.fs~ 4o)sed ut en prP.-


tia ad eaa civitotes pertineoln>t in
guibuo ampliora glodiatorum pretia flo-
grabant. Quod ai quibus civitatibua/
48 rea P.Ublicn tenuior e!lt, non eedem ocr-
..
~ u r guao aput( 4l)fortioreo civit.~t;o
s cripto aunt, nec supra modum virium
inerent, eed hactenus in eundem/
49 ut gu<n>eC 42 Jtn publlcis privatiegue
rationibhf.19 reppe_tl!tntur pretia i;1.unmtt
ac media oc postrema, si quidem(,l.J)pro-
vincierum eae civitatea aunt, ob eo/
50 qui praesidebit prov1nciae opeerventur,
ceterarum nutem iuridioo vel (Pro) curo-
tore <44) provincioe <45 >vel olo!,H,:to prae-
toriae proefecto vel procurotori/
51 maximorum principum ve1C 46 >cµiuague ci-
vitatia potestaa qu<a)e ibi primo erit.
• .
Atque ita rot1[o]n1bus decem retrover-
sum onnorwn inspectis exemplia/

( 40 ) No hemos encontrado observacioneo oobre el


hecho de que se mencione w1a divina orotio,
ya que el adjetivo no parece apropiado tra-
t~ndoae do emperudorea vivos.
41 D'Ora y Oliver-Palmer !P...,fil, pero en el
bronce oe ve l a palabra completa.
( 42) Aes QVE.
( 43) Oliver-Palmer ai qui <lem , pero está como Jo
hemos transcrito.
( 44} Todos los edit ores corrigen no eato polobra,
como lo hemos hecho, sino lo Sil)uiente .
( 45 ) Aes PROVHICIAE, corrección de los editores
eñ"'V'IAE, sup.oniendo qua el copioto confundió
uno anotacitSn marginal (v. P'Ora, 1950,)26 ).
Según ellos, oe hablo nuevamentP. del curator
vine, como eii la Hn.4). Pero véose que aJ.1:t
senabla de la zona transpadano y regiones y
aquí parece que no se especifico, aunque sí
se repiten el jurídico y al menos uno de los pre-
52 munerum 1n guague o1v1tate edito<res)
$.)untC 47 >ooneideratia, consti[tucyn-
tur ab eo ouiue nrbitratus erit de tri-
bus preti;u vel. ei meliua ei videbi-
illL./
53 ex eo modo guem pe1•negu[eJ fi LerJ 1 le-
gitC48>trifar1am pretia did~cantur; ea-
que forma etirun in posterum aervetur;
soiantgue v(iri) o(lnriasimi) gui procon-
54 eules paulo ante profecti ~i"1:f~tra
auum quisque annum it negotium exaequi
ee oportere,(e)t 11 etillll\ qui non sor-
tito provincias
55 regunt [i]ntra annum.

( X ) 56 Ad Galliae eedet prinoepaC 49>gui in c1-


v1tatibue splendidiseimarum Golliarum
veter¡5QAre et sacro ritu expeotantur
ne ampliare pretio/

feotes de flota, etc. La comparaci6n con la


lista 4e autoridades del parágrafo VIII (D'Ora
1953, 53 y Oliver-Palmer, 332) ho de tener
en cuenta que aquálla ea para las regiones
transpadanas y per orones Itnliae rofiionee.
Por lo tanto, y aun admitiendo corno posi-
ble la rcotifioaoi6n de los editores, cree-
mos que e6lo s ería válida para la lín. 4J,
donde se está hablando de Italia, poro no
para ~ata, donde además tampooo se menciono
al praefeotue alimentorum dandum.
( 46) Aes1lTI, pero por el tipo de letra puede ser
VEt, sin necesidad de correcc16n.
f :¡ l El broncista escribió D y modific6 a R.
D'Ore, 1950, 3301 LEGIT ET. Los demás lic
'ébi1t.. . . --
49) 15""'0ra p 1950, 331. El bronce lo pone c1iu·ísl-
mamonte (v. lám.XC y diaoua16u infra).
( 50 ) Así en el bronce, y no veteri. - - -
57 lanietae praebeent quam binis milibua,
oµm maximi pr [in] oipee oratione aun
praedixerint fore ut demnetwn ad gle-
~.µmú
58 procurator eorum non plure quam aex a~
reis lanieti~ ~f~[ebea]t:

(XI) 59 Saoerdotee quoque provinoiarwn, quibus


nullu[m cum lanieti]s nego[tiu)'!' rer1~ 5l)
gladie.tores a priorfbu[e eJaoerdotibua
eu[e] /
60 oeptos. vel 'o1 pla#t auctoratoe . rc-
oipiunt, et post editi[o]n(em) ¡}[u]n
ex p(reJ tio 1n euccedentee tren [si'J~runt .
Ne guia singulatim alig'!!!!l/
61 rei gladiatoriae causa vendat plure quam
lanistis e~: pretiwn perscf [iP]:um./

(XII) 62 Is eutem qui apurd1< 52 >tribunumrp~lebei 52 bia


c(lariseimum) v(irum) aponte nd d1mican-
52bie
dum profi tebitm:.,_ own ho.beat ex lege fp\.e-
tium duo milla, sli 'l]iberatus diecri/
6J men 1nstauraverli., aes~Jmatio eius poat-
hac H& XII (milia) non excedat. I~q-
_que qui senior etgue ina~!lior operam -
-~~denuo /// ---------

( 51 ) En el bronce se le e CAT o GAT, con cierta


claridad , pero debe corregirse erit , como loa
demás editores y el sentido sugieren.
( 52) Aes APVT, por cuarta vez.
(52b1e) trñ. 62, aee CRETIVM; aes DLEBBI. L!n. 6Jt
post hao ( lege)... -
CIL II, 6278, con extenso comentario de E.
HUbneri id. "Aes Italicen aeu, ~ 7, 1892
(1890), J84-J87; Th. Mommsen, 11 0ba,e rvat1o-
nea epiGraphicae XLI: Senetus consultum de
eumptibus ludorum gladiatortllll minuendie'1 ,
~ . , )88-416; J.1. Rodríguez de Berle.nga,
El Bronce de Itálica . Málaga, 1891 (oon la
primera fotografíe.); A. D'Ors, uobservaoio-
nes al texto de le Or atio de pretiie glad i a-
torum minuendia", Erner!ta XVIII, 1950, Jll-
JJ9 (eitedo D'Ors, 1950); id., en Epigrafía
jur!dioa de la Espafla romana, Madrid, 1953,
37-60 y 451-454 (citado D'Ors, 195J); reccn-
si6n de J.H. Oliver en AJPh 76, 1955, 189-
194; J.H. Oliver y R.E.A. Palrner,. 111vanutea
ot en Aot of the Roman Senate 11 , Hesper i a ,
24, 1955, J27-J49 (citado Oliver-Palmer);
A. Be.111, La ley gladiat oria de I t álica, Ma-
drid, 1961 (también un artículo en la revis-
ta Citius Al t i ua Fortiua)( 53 )~ P. Piernn-
vieja. en Inecl'ipoionea deportivas de l a Ea-
pai'la r omana , Madrid, 1977. n!! 80, pp. 18)-
196 ( 54 ). Esto en cuanto a publicaciones
<lel texto completo. En cuestiones parciales
son interesantes A. Piganiol, Reoherches -
aur l es jeux romai,ns . Estrasburgo, 1923,62-
71; J. Guey, "De t r ino os a PRINCEPS. A propos
d'une eorrection palnia.ire", Mél angea A. Piga-
niol, París. 1966, 249 se. Desde el punto de
vista jurídico el texto ha sido objeto de una
bibliografía específica, que puede hallarse
en las dos edioioñes eitadoa de A. D'Ors. cr.
( 5J) Sigue , i ncluso en l a t rfühtcci6n la ed1.oi6n de
Rodríguez de Berlanga. pero el texto l a t ino de D'Ora.
( 54 ). Sigue l a edición de A. Dali l . según ,1
mismo,
en ouanto a la t raducci ón. El text o lo tino tam-
bUn de D'Ors.
550

'1lt1mamente Les Loia dea Romaina, 71 raed,


de P.F. Girard y F, Senn, Textea de droit
romain, Camerino, 1977, 325, n 9 15• y F.J .
Fernández Nieto, art,oit., 193 se,

Poco es, desde luego, lo que ae puede opor-


tar despu~s de los muchos estudios que ae han dedi-
cado a este importante texto legal desde su hallaz-
go en 1888. Lo hemos estudiado detenidamente, y loa
pequefioa detalles de lectura que no hemos visto refle-
jados en otros editores ( 55 ) han quedado recogidos
en nuestra tranaoripc16n,

Resulta curioso reoordar aquí algunas de


las oircunatanoiae que rodearon el descubrimiento
del bronce, Y sobre todo hacerlo a través de Rodr!-
gUP.Z de Del'lBnga (56),que fue el primer perjudicado,

( 55) Aunque singularmente D'Ora, 1950 y Oliver-


Palmer mejoraron en este aspecto laB edi-
ciones anteriores.
56) l.'. Rodríguez de Berlonga; op.cit., 10. La
edición estricta del bronce va de su póg.
17 a la 111. El reato del libro va dedica-
do a consideraciones generales sobre J.oa
glodiadoroa, la administrac:1.6n provincial.,
otros broncea episráficoe hispanos e inclu-
so un pequeffo capitulo sobre los últimos
descubrimientos arqueológicos en Cóñiz, en
1887 , Aunque esta edición de Berlanea no
ea eepeoiolrnente tenida en cuenta por los
espeoialiotaa, sobrecoge el pensar la cali-
dad de sus cons ideraciones, habida cuenta
de loa medios bibliográficos de que podría
diaponer en la Málaga de fin de siglo. Su
capacidad es siempre recogida y alabada por
el mismo TIUbner ( EE 7, oi t. , J85) : ( Derlan-
ga) cum a ere iom 1ñ opt!iiia luce posito con-
tulit et lectionem meam in vorlls lacia co-
rrex!t ... (frase de la que, sin embargo, ea
obligado deducir que sus errores de lectu:ra
se debieron a la mala luz).
,'• 551

y así lo hace constar en el comienzo de au edio16n


del ya llamado entonces 'lfbronce de Itálica". Pero,
por auno mucha e:ii:teneión, dejemos que sea,1 miamo
quien lo refierai

"Tuvo conooimiento del hallazgo de este nue-


vo Bronce Italicense el profesor HUbner en Dioiembre
de 1888, habiendo llegado a mí noticia en los prime-
roe días de Enero del affo inmediato. Pasadas las cru-
dezas del invierno y á fines de J~ayo de 1889 el sr.
RUbner desde Berlín y yo desde Málaga nos dirigimos
de comán aouerdo á Sevilla, donde se guardaba este
monumento con aingular misterio, siendo nuestro pro-
p6sito examinarlo minuciosamente. El arribo del ilus-
tre epigrafista alemán 4 dicha ciudad precedi6 vein-
te y cuatro horas al mío, en ouyo tiempo pudo ver d!
tenidamente la tabla, sacar caloos de loa lugares de
aquella larga inscripc16n de que era poaible obtener-
los y sobre todo fijar su exacta lecturat con excep-
oi6n de algunas pequefias lagw1ae, que no pudo por el
momento completar por las p~simae oondio1onea de la
luz que penetraba ~n la lóbrega habitación donde el
invisible duefio de aquel tesoro orqueo16gico. que
tal lo creía sin comprender una pisca de su importan-
cia, lo tenía encerrado oon todo sigilo. No mr. cupo
igual fortuna. porque me fue vedado, no digo leer.
sino aun echar una r~pida mirada sobre este bronce.
que fue quitado de enmedio. tan pronto como se supo
mi llegada d la capital de Andalucía, sin que pueda
estrafiarme. sin embargo, lujo tan grande de deaaten-
c16n entre mis compatriotas. que loa den de anticun-
rios, porque desde hace aftos vengo avezado, ton ru-
dimentario. urbanidad."
552

"En cambio deb! á ln omabilidañ y esquisita


finura de mi buen amigo el menciona.do profesor l!Ub -
ner, que me diera & conocer el texto, que acababa de
restablecer en casi todos sus deta.lleo, comunicdnao-
me.por el momento aua ocertadíaimas obaervacionca so-
bre loe pasajen de más dificil construoción ~ inteli-
gencia y el pensamiento que venía ecaricinndo de que
monumento tan importante no saliera de Espafia por -
conoépto alguno, yendo á awnentar lns riquezas epi-
grd::f'ica.a de nuestro Museo Arqueológico Nacional. S6-
lo un sábio y entUBiaeta alemán pudo concebir y dar
forma~ esta idea, que en el primer momento me pore-
oi6 de imposible real1zaci6n ••• 11

Hasta aquí eete primer no-encuentro de un


estudioso eepafiol con una pieza epigráfica apareci-
da en nuestro país. No sabemos exactamente por qu~
el desmedido afán del "invisible" propietario <lel
bronce por hacerlo desaparecer en cuanto sabe que -
Berlanea ha lleeedo a Sevilla, mdxime habiendo üodo
muchas facilidades a Emil HUbner el día anterior,
Seg6n se deBprande de loa preliminares de IIUbner en
~yen ill, Suppl., este propietario era Antonio
Ariza, secretario de la Diputación Arqueo16~ica Se-
villana• que facili t6 a aquU muchos da las inecrip-
oiones de la zona de esta provincia, pero 1nclue6 o
~1 no le llegó a revelar el lugar exacto de aparición
de la tabla.

Cúmplenos antes de continuar reooger un ru-


mor muy extendido en Santiponce de que en cierta en-
ea que da a la antigua carretera Sevilln-Md:rido., y
553

que straviesa el pueblo. hay escondida desde tiempo


inmemorial una tabla igual en dimenoiones y escritu-
ra a la célebre ley gladiatoria, Nosotros miemos he-
mos intentado sin éxito entrar en esta casa y hnblar
con su actual propietario. Este mutismo. para el -
que conoce algo la particular psicología de los natu-
rales de Santiponee, que literalmente repudian a su
ilustre predecesora romana, puede ser indicio de que,
efectivamente, pudiera existir allí una de las dos
tablas que posiblemente completaban a la que conooe-
moe. La posibilidad de una irunediata·e:xpropiac16n es
allí motivo de pe:rmanente temor.

No era ,ate, sin embargo, el caso de Ariza,


salvo que abrigara la esperanza de hacerse con otra
hipoUtioa tabla. Su diferente actitud he.oia. HUbner
y hacia Derlanga puede ser motivo de reflexión, ns!
como la comprens16n y eaponMneu ayuda que el prime-
ro presta al segwtdo en vista de la situación. lo son
tamblfn. Dcrlanga no escatime. loa elogios hacia el
sabio e.lem~n, no sólo por su científica actitud (a la
que corresponde envi~ndole una buena restitución del
texto cuando el bronce se encuentra ya en l\1e.drid), si-
no por el interls especial de UUbner en que el bron-
ce no se pierda para Eepaffa.

Comienzan inmediatamente las gestiones, lle-


vadas por HUbner y Berlanga directamente oon Cánoves
del Castillo, entonces presidente del Gobierno. y con
el Conde de Xiquena. ministro de Fomento. De ese mo-
do se consigue adquirirlo y que pase al Museo Arqueo-
16g1co de Madrid, donde hoy ooupa un lugar de honor
-junto a las leyes de Sal penaa, f.ín ).aca y .w.2,,
554

El bronce de Itdlica está !ntimamente liga-


do con otro texto legal, conocido tambi~n de antiguo
( 57 ), el llamodo Marmor Sardia.num ( 5a ), pero ou-
ya conexi6n con el italicense no fue establecida has-
ta 1910 ( 59 ). El trabajo de Oliver y Palmer antes
citado anali~o detenidamente ambos textos, tra~ando
loa oporttinoa paralelos ( 60 ). De 11mbos, el itali-
cense y el eo.rtlio.no. ee deduce que hacia el afio 177,
o comienzo,g del 178 d.C. ( 61 ) , J.farco Aurelio '1 C6-
modo (aunqu~. como bien dioe D~Ors. la oratio real
hubo de del,eree a J.'.orco Aurelio e61o, p<Xr le. escasa
e<lad de au hijo) pronuncioron en el Senado una~-
l!,..Q, pnrte de cuyo texto aer:fo el Marmor Sardianum
(para alglma duda nueotro sobre ello, vid. infra) ..

El objeto de la misma era reglamentar, re-


duciendo, lo~ precios de los eepect~ouloe gladiato-
rioa. que <lehían haber llegado a límites ineostoni-
'blen,o couan de abusos de todo tipo, pare aquillos
que tonÍAn que sufrogarlos. oorno en Roma loa cuesto-

( 57)

( 58)

( 59)
555

rea o en provincias los flaminea provinciales, magis-


trados o particulares (tanto en munera ordinaria como
en los extraordinaria}. En lo orntio se proponían t_!
rifas para cada tipo de gladiador en cada tipo de }J!-
.!!!!!, puesto que tambi4n se distinguen ludi de distin-
tas categorías ( 62 ).

En defensa de esta orat1o aaMti.!!!!!!.! ( 6J ),


un senador cuyo nombre y procedencia en prinoipio ig-
noramos, pronuno16 la prima aeBtentia, cuyo conteni-
do, bastante completo, 88 la tabla conservada de lt~-
lica. Una tercera parte cont1mdría el senatua consul-
!B!!! propiamente hablando, acuerdo votado y aprobado
ya por el Senado. Como bien indica D'Ors, a estos al-
turas del Imperio en realidad la oratio o proyecto -
presentado por el o los emperadores al Senado equiva-
lía e le ley definitiva, por ello es notable .que quien
ordenara le publicao16n en Itálica de esta ley lo hi-
ciera de las tres partes del acto legislativo, y no
a6lc de la primera { 64 ).

( 62 ) Aes Italicense, lín. 29 a )5.


{ 6J) Así ee llamada en el bronce, l!n. 28. Sin
embargo, en la lín. 47 se habla de divina
orati~• que no sabemos si referir a la mis-
ma. o a un emperador anterior divinizado,
ya que el adjetivo es an6malo.
( 64) Ver sobre ello tambHn Oliver-Palmer, 321.
Ea un ~apix que se reproduzca el acta com-
pleta e a sesi6n. En la )22 insisten so-
bre ello, inrl:l.oando que Antonino Pío, oomo
luego M• .Aurelio, devolvieron al Senado su
antiguo papel consultivo y deciaorio. En
nuestra opini6n, quizá el márito se debiera
atribuir ya al optimus princeps, en virtud
de Plinio, Paneg. LXI y otros.
556

Comeqtnrio al texto del bronce de Itálica .

Oliver y Palmer redactaron un apartado en


su estudio llamado "Content" ( 65), donde dividen
de una manera muy acertada el texto conserve.do· y
proponen las posibles rubricae que definían loe di~
tintos cap!tulos que trataba la oratio, Para ellos,
toda la primera parte, hasta la línea 20, es intro-
duotoris y ornamental, de estilo ret6rioo en alto
grado "full of h¡perbole, pathoe and indignation,
and conoluding with an extravagant pleaae.ntry". En-
tre las líneas 21 y 29 ellos ven una traneic16n es-
tilística que de paso a le parte práctica de la pri-
ma eententia, ~ste sin adornos ret6ricoe y siguien-
do ya el estilo jurídico severo, propio de la propo-
eici6n imperial.

Eu la l!n. 29 comienzan las propuesta~ le-


gislativas. De le 29 e le J5 la rúbrica podría ha -
berse llamado De pretiio gladiatorum meliorum, De le
J5 a la 40, De pretiie gregáriorwn. De la 40 a la 44
ee traten detalles de política administrativa, ''and
aeems to have been teken frorn the Emperor's orat ion
entirely" ( 66 ). La rúbrica De exoeptis cubriría
las l!n. 45 y 46. De la 46 a la 55, De pretiis gla-
diatorum apud tenuiorea oivitates. Les lín. 56 y 57
se llamarían Ad Gnllia,~7~a paraBraph ooncerning the

Art . oit. 1 ))8-))9 ,


!bid., JJ9 ,
Aunque de este párrafo de dos l!neaa elloR di-
cen que "reflecte faithfully the thought of
the Emperors , though it cer tainly departa more
boldly from the verba i~ea of the Emperora •• • ",
corno veremos más adelan e , esto no es as!.
55'1

epeoial problem of the tringui in Goul.11 • Por áltimo.


lle la 59 a la 61, más el párrafo que comenzaba en la
62 y cuya oontinuao16n ya nos falta, se referirían a
normas de comportamiento de lanistas, flaminee y em-
pleo de los auctorati o gladiadores libres y profe-
sionales.

Esta propuesta de distribución y entendimien_


to del texto nos parece bastante ajustada y d1d,cti-
ca para comprender el discurso del ignoto senador.l'a-
earemos ahora a nuestro propio oomentar1o, que hare-
moa por oap!tulosi estos capítulos, como se sabe, no
están nwnerados en el .!!.Mt pero sí marcados por un
claro saliente del margen, y son bastante desigual.es
entres!.

CAP. r, lín. 1 a 4.

Se ha discutido si el párrafo comenzaba en


tantam o era la oontinua.c16n de la frase que venía
de la table anterior, perdida. Aoí, Ol1ver-Palmer co-
mienznn su traduce16n en mindsculas ( 60) aunque en
el texto, seguramente por inadvertencia, han dejndo
la T mayúscula ( 69 ). La idea es que estos doa infi-
nitivos, snnari y posee, deben depender de un verbo
que ha aparecido previamente. Lo mismo pensaba liomm-
sen ( 70 ). Berlanga y D'Ors { 71) oreen que es pá-

Art.oit., J40.
!hía., no.
'.S!r"VII, cit. basándose en manuscritos. Der -
Iingat op1L, 48-49 contesta adeouadnmen-
te es· a eor!a.
( 71 ) EJJm, 43•
55R

rrafo completo, y oe trataría de un infinitivo de


narración• modalidad que ·~e repite en el texto otras
veces.

J,a intenoi6n d.e la idea expresado aquí el3


que el mal que aquejaba al Imperio no podía atajar-
se con ninguna medicina salvo que, y esto es lo que
hacen los emperadores al proponer la oratio, ~e fue-
ro directamente a lo causa de la misma: los foeda et
inlicita vecUgalie. permitidos no se dice por qu~
ley de qu~ emperador anterior (auctor et patronua),
pero que han llegado a provocar grondes pcrjui.cioe
para lo~ populares l!!!!!. glndiatorioo.

CAP, II, lín . 5 a 11.

~iscus dicebatur. Fiscus non albi sed ••• se-


gún parece, se había creado una opinión general en-
tre el pueblo de que la culpa de esta a!tuaci6n era
de la caja imperial. que cobraba altos impuestos a
loa organi~adorea y proveedores de l o s ~ . Y desde
luego qui7,á fuera en parte cierto, ai pensamos en el
párrafo anterior. Ahora loe emperadores acusan direc-
tamente a loe lanietae. que. basándose en que el Fis-
co lea cobraba tertia vel guarta parte ( 72 ),aprove-
chaban pora subir ellos los prectos de manera abusi-

( 72 ) D'Ora, loc,cit. 43-44, examina este imp\les-


to y recoge la !~oría de Derlang~ sobre cuán-
do ae les cobraba la te1·cer1:1 o la cuorta par-
te de sus ingresos: si e1los mismos , l oa J.a-
nistas, habían orp;nnizado todo el ludua o se
habían limitado a proveer de gladladoren al
editor de turno. Ello explicaría el plurAl
vectigalia.
559

va. Pero que no hoya dudas, aqu~lloe tom6n ahora dos


medidas: dejar de percibir tal impuesto (que les re-
portaba de 20 a )O millones de seeteroios anuales)
y perdonar a loe lanietas, de las grandes deudas que
tenían oontreídes oon el Fisco, todo lo que excadie-
ra de 50 millones de sestercios. Una gran parte de
les deudas condonadas creemos que serían de los pro-
pioe lenietas galos.

Se aprovecha la propuesta de estas disposi-


ciones para establecer una olara ·eepareo16n entre el
Pisco y un negocio oomo el de la arena, manchado con
sangre humana y turbios intereses, lo que más adelan-
te nos vendrá bien pera nuestro tesis sobre l o s ~-
gui de la l{n. 56.

En este capítulo hay tme frase (lín, 9) que


ha sido tambUn objeto de diecrepanoias: Satis o.mplwn
patrimonium imperio parati[s]ex parsimonia veatra -
(D'Ore} ( 7J ) ; Satis amplum patrrimó'niwn imperio pa-
rati/~\ex pttrsimonia vestra (Oliver-Palmer}; Sat is am-
plum "patrrimó"nium
I
imperio parat l ex parsimonia vea-
.!!:! (Mommsen). El problema está en que el bronce dioe
claramente PATROCINIVM, además de no estar claro si
trae PARATI(s)E.X, rARAT(V?~)Ex o FARAT LEX.

( 73) D'Ore, 1953, 44, se inclinaba a dejar pitro-


cini um. Pero en ibid. , addenda, 454, a a
vista de un provirOio encontrado en Cicer6n,
Parad ., 6, J, 49 (Mafnum vectigal eat parsi-
monia), cambia de op nión.
560

Nosotros oreemos que debe leerH patrooi-


niuni. como viene en el bronce. Para D'Ors 1 Oliver-
J'l\lmer ee debe leer poraH(s)ex, donde Mommsen le{a
parat l ex. El bronce nos parece que trae esto álti-
mo, nunque muy ligeramente separada la L de la E.
No cre puede decir que ambos sentidos no sean válidos.
En el primer caso ee auele suponer que el orador ee
dirige a los senadores que le escuchan. aunque nos
da m~a la 1mpresi6n de que es a los emperadores (74).

El oentido sería entonces. para la mayor


parte de loa editores del te,::to: ''Bastante grande
ea el patrimonio que hablia procurado con vuestra
previsión en beneficio del Imperio". En el segundo
caso, para nosotros; 11 Bastante grande es la proteo-
c16n que, con vuestra moderaoi6n,eata ley proporcio-
na c.1 Imperio" { 75 ). Como vemos,ombas versiones
son verosímiles ( 76 ) , pero el "patrimonio" es un
concepto económico, y muy frecuentemente familiar.
(En un sentido lato, podría aplicarse al Fisoo, cuyos
fondos se heredan de un emperador a otro junto oon
el trono). Así se explican los seis impresionantes
ejemploa aducidos por Oliver-Palmer ( 77) para apo-

( 74) A loo aenadorea. D'Ore, 1950, J20-)21. A


los emperado:res, por ejemplo, 011ver-:Pal-
mer. ) 40: su traduooidn es en general bas-
tante libre.
( 75} Requi ere .que entendamos lex en un sentido
ampl io, como "dia poeioio'ñ'és legales", ya
que eatmnos i nmersos en un senado- oonsul to . Of •P•
( 76) Depenclen den quUnes se di r ija l a f r a s e. 590.
( 77 ) l,oc . ci t., 3)5 , Ampl/tun eatr imonium se en-
c1.1entra ci nco veces en ioerón y üna en Val .
Max. , porece CJ.lle r eferidas nl ~mblto de la
e oonom!n familiar.
561

yar lo. restituci6n amplum patríimo'n:lum.

Pero aquí, oreemos, no se esti hablando de


bienes pecuniarios, entre otras cosas porq~e el era-
rio público no es el beneficiario de estas medidas:
ne! aer!a si, por ejemplo, el Fisoo hubiera cedido
al Erario loa impuestos gladiatorios, que no es el
caso. Por lo tant'? un patrimonium aqu:( no conviene.
No se puede, ademds, hacer depender los intereses eoo-
ncSmioos de los emperadores de la 11p:rudente política
financiera del Sem1do'' ( 78 ) • S! vemos, en pambio,
en esta frase, dirigida a los emperndores por el se-
nador, la admiraci6n por untt medida de oarloter ge-
neral, que beneficia efectivamente a todo el Imperio
graoiae a le sabia prev1s16n imperial ( 79 ). pero
que no lo haoe de una manera eoon6mica ni a trav,s
del Ernr1o. neoumiendo, pues, intentamos mantener la
lectura del bronce: Se.tia amplum pa·~rooinium imperio
parat lex paroimonia vestra.

En cuento al resto del capítulo, hay una -


nueva interpelacidn a los emperadores, figurada,pues-
to que ln respuesta a esta pregunta del senador deb!a
estar ya en la oratio previa. La traducci6n sería:
"Y además de ello. de lo que debían los lanistas. que
se lee per?one la suma que pasa de oincuenta millones.
Y os pregunto, ¿qmS m6rito (tienan ellos)?. Verdadera-
mente ninguno, dioen (loo emperadores), pero (as!) in-

( 7A) D'Ors, 1950. 320-321.


( 79) Patrocinium tiene el sentido de protecci6n
, bien de loa patricios respecto de los ple-
beyos, bien del pueblo romano sobre las pro-
vi.ndn!'I, coloni.MJ o Al1RdoR. Pueda ·entender-
se bien, creemos , como la del emperador ha-
cia el imperio. Vide O!o., de offio. 2,27r
illud patrooiniwn orbis te1-rae verius guain
imperium poterat nomlñari, o Liv. )T,54,17•
hC1c patrooinium• •• universae gentis perpetuum
voe pl'ae;, :__:'r e dec~!, etc.
562

ch~no ellos tendrán uno. compensac16n, ye. que se les


impide cometer más lo.troo1n1os y, en adelante, se
avendrin o1vi11zadamente a un preoio fijo" ( 80}

OAP. III 1 l í n . 12-15.

Seguimos aún dentro de las alusiones a loe


emperadores. La do antes se explica por late., ya que
los príncipes hnn sabido enoontrBr un remedio que
tiene incluso en cuenta a quienes, aunque malos, se
hobían hecho necesarios. En la lfn. lJ. el bronce
trne <lel atu eat , hay que suplir la fil• A cont1nuaoi6n
dice guestus . que la mal,Or!a de loe editores suplen
gu(n)eatua , con lo que erunbia el sentido desde "eoa-
lledas las quejas de los lanlstas" a "reducidas las
gAnancine de loa laniataa". Pero, como bien dice A.
D'Ors ( 81 ), lo que se ha hecho por el momento con
loa lo.nistae ee euprimirlee el impuesto y perdonar-
lea parte de sus deudas, por lo que aún no se ha ata-
cado en concreto a eue ganancias, lo que se hará w{s
abajo. cuando se empiece a legislar sobre sus tari-
fas. ?Jo ea preciso, pues, moditioar aquí el texto.

rareee que la oausa direote de que los aa-


cerdotes de las fidelí~imaa Galias se llenen de al•-
gr!a no es que se reduzcan las· tarifas de los la.nie-
tas, aino que el Fisco renuncie al impuesto que ven!a

( 00) Es t n expresión ad obee~uium humanitatie es


de trad ucción diaoutlb e ( 11 el lnterh huma-
no '' de D'Ors mej or que el "to serve the pu-
blic '' de Oliver -Palmer) porque hwnanitas no
era para los romanos l o que para nos otros
ea hoy.
( 81 ) 1950, 321 y 1953. 45.
563

percibiendo (illrun pectmiam quasi contaminatnm rell-


guisse), lo que para nosotros refuerza la impresi6n
de que al menos tanta c~lpa tenía el Fisco como loa
lanistas en la eituao16n a la que se había llegado•
a pesar del ~iscus non sibi sed qui lanienae ••• de
la U:n. 5•.

CAP. IV 1 l!n. U6-18 y V1 l!n. 19-20.

A peRar del saliente de la lín. 19, quepa-


rece indicar nuevo párrafo, las líneas mencionadas
tienen el mismo temar los flamines, oargndoe obliga-
toriamente con la egltio munerum, habían llegudo a
aborrecer tal cargo. incluso solicitando la excusa
del emperador (in provocatione) ( 82 ). Con las nue-
vas medidas, eu deseo de cubrir el cargo es tal que,
en una abierta exageración, hasta el pueblo llano
participaría de 11.

La hipótesis de Oliver y Palmer ( 83 )1 11 • • • be-


cause the very senator who delivered the first Denten-
tia appeara to have been a man from Gaul himself,
friend, relative or patron of the prieet mentioned
in Italicense 16-18. ", nos parece algo aventw·ada.
no tenemoe constancia de que el oenador sea galo, P.!!
ra empezar. y en este pdrrafo no débe hablarse por
fuerza de loe sacerdotes galos, ounque ee hayan men-
cionado mtfo arriba. Por otra pnrte, erat oliquis noa
perece r¡ue es ºhabía quieti._ •• '' o "había alguno que ••• 11 ,
sin referJme a una persona concreta. Si la situaci6n

( 82) D'Ors, 1953, 46.


( 83 ) i\rt. el t., '.322.
564

había afeotado a todo el Imperio, toc1os loa flaminea


pensarían lo mismo, aunque bien es cierto que,pooo
entes, los que ae dice ae recocijan son los de lea
Gallas, ye se ha dioho que por la mayor conticlad d~
abusos cometidos en aquellas provincias . Pero, o pe-
sar de ello, no noo pnrece deducible para esto párra-
fo en concreto .

Váaae en le lín. 17 el uso de patrimonium


como la fortuna personal del aacerdos, A pesar de la
opinidn de J. Guey ( 84 ), lns paleografías de po.tri-
monium y patrocinium son difícilmente confundibleo
(v. infra p,578).

CAP. VI, lín. 21 y 22 1 y VII, lín. 2) o 26.

En estas líneas, y en realidad hes ta la 29,


aunque vamoe a respetar los comienzos de pdrrafoa,
el senador hace una suerte de recapitulación do lo
ya dicho, antes de proceder al itague oenseo, y co-
menzar aa! le normativa p.ropiarnente dicha. En efecto,
deepu~a de lo ya expuesto, la sententia prima no pue-
de eer otra que la que coincide con lo que oado uno
y todos a le vez sienten y opi~an. Aquí hoy discusión
sobre lo lín. 22: el bronce dice CLMIJ\ltTILEGO.CENSEAM.
D'Ora prefiere leer clamant e<t) ego , ea decir, su-
pliendo la! de et. 'Pensamos , con Bllcbeler y Oliver-
Palmer, en que sobra la ,!_de olamante. La opini6n de

{ 04) J. Guey, ort.oit., 256 y fig. 9: compárenae


en el dibujo de Oh . J>errat l flll alargados O,
hasta confundibles con I, con los que él mis-
mo hace paro la palabra trineos en aus figo.
10, 11 y 12, mucho m6o redondas .
(85)
D'Ors de que su reeituo16n refuerza lo anterior es
buena. pero entonces se desliga ego cenaeam de guam
uti de cenaeam dependen guod ••• guod ••• Para nosotros,
de'tliera acabarse la 1nterrogac16n detrás de potost,
1 guam inicia otra frase.

La referencia al decadente estado de lna


oiudades y al hundimiento de ciertas fortunas priva-
das se he tomado con frecuencia como indicio de la
J)enuria eoon6mioa que de comienzo a la llamada "ori-
eia de la ,poca de los Antoninostt ( 86 ). hablando
conoretamente para Hispania. En eete punto nos preeun-
tamos si es lícita tal generalizaoi6n, habida cuen-
ta 4e que no podemos vincular esta referencia a la
proTinoia Daetioa, por el mero hecho de que estaco-
pla proceda de ella. ni menos la situsci6n eoon6mi-
oa de las provinoins del.Imperio a las elevadas tari-
fas cobradas por los laniatas a los editores d e ~ -
.ll gladiatorlos. Recientemente un investigador fran-
o,e ( 87) y otro espaffol ( 88) han llegado incluso
a sugerir la relación entre esta f:raae, y la oratio
en e{, nada menos que con las "razzia" de mauri, ocu-
rridas en 170-171 y 177-178 d.C. en la B6tioa, cuyo

( 85 ') Art.c1t., 1950, )29-)30.


( 86 ) Por ejemplo, en J.r,1. Dlázquez y otros, llia-
toria de la l!lapafia Antigua, Madrid, 1979,464.
( 87 J M. Bénabou, re résirenoe &frioaine ll }.a ro-
maniaation, arle, 976.
( 88) 11
J. Xroe, Ineetabilidad política en Rispania
durante el siglo II d.C. 11
~EepA 54, 1981,
,

101 es., espeo. 109. No es ugar aquí para


oouparnoa de la oontradioo16n evidente entre
el título de este trabajo y au contenido,des-
tinado a probar exactamente lo ocntrnrio do
lo que pretende, y que nos sorprende por la
conocida autoridad de quien lo fi:rma. Por·e1
momento noa interesa destacar q_ue los juegos
g la.diatorios no aufren11reatriooionea" "en
Itálica", sino que se regulan las tarifas y
otros aspectos para todo el Imperio. De ah!
que aua conolusiones no sean adeouadae.
566

alcance y aignifioaci6n est~n lejos aún de oonooer-


oe exactamente, a pesar de lo mucho que sobre ellas
se ha escrito ( 89 ). Sin embargo• ea necesario vin-
oular la frese del bronoe al tema de loe juegos de
anfiteatro. La habitual traducci6n de viri prinoipa-
lli como "loa máe diet1nguidoe oiudadanoe 11 , "loa -
prinoipalea oiudednnos", "the leading men11 parece ser
la más admisible {90), y representaría a los magistra-
dos y flamines que, por eu poaic16n eooial y eoon6mi-
ca serían el estrato prinoipal de cada ciudad.

La alueidn al lebens status oivitatitun po-


dría justificarse reoodando que, según la ley oolo -
nial de Osuna ( 91 ), la oaja municipal tenia obliga-
toriamente que aportar una suma de dinero igual a la
que el duovir o edil aportara de eu peculio personal
para le celebración anual d e ~ . fueran éstos oir-
cenaes, gladiatorios o eeo~niooe ( 92 ).

Es por tanto admisible que el perjuicio oca


slonado por el fuerte coste de los juegos alcanzara
por partee iguales a las economías municipales y a -
loe magistrados en los mwtera ordinarios anuales,aun-

89) V~eée parte de la bibliogra!ía al respecto


bajo nuestro n11 74 (.c. Vallio Maximiano).
( 90) Entender viri prino1!_alee como viri ¡rinoi-
11.!!!., es decir, los f amines, nos hub era gua-
tono por dar pleno sentido '1 la frase , pero
no hemos encontrado paralelos exactos .y of.OIL X1
91 Lex llre . , cape. 70 y 71 (D'Ors, 195J , 194- J20b.
195), No tenemos noticia de que tales dispo-
siciones no estuvieren en v igor en el siglo II.
( ~12 ) Uorno mínimo 2. 000 sestercios en el caso de los
duoviros y 1.000 en el de loo ediles. Pero es-
to ea sólo un mínimo y en ,poca de Clsar. En el
aiglo II el costo serío muoho mr:lyor para runbae
portea , Sogím el!,!!!, lo más barato son J0.000.
561

que tsmb14n hemoa dé suponer que en el caso de los


flaminea, provinoialee o municipales, fueran comple-
tamente a sus expensas, y de ahí su queja eapec!fi-
1 ca. Repetimos que esta propuesta que hucemoa ea mera-
1 mente como tanteot a la vista de la dificultad de
probar, para el caso de la B~tica, una situaci6n ge-
..
1 neral de empobrecimiento que realmente no nos cons-
ta ( 93 ), Es nms, el bronoe de Itálica nos dice que
restituerunt (l{n. 24) esta situac16n-los emperadores.
Hay una dltima aluei6n en el capítulo a
las normas que fueron instituídas por "otros" y con-
firmadas por la longa oonauetudo. Parece que ello da
un margen bastante amplio para suponer el estableci"
miento del impuesto a los lanistas muchos aaoa atrás
( 94 ), y su modif1cao16n por varios emperodores,ae
supone que para agravarlo.

CAP. VIII, lín . 27 a 29 1 y 29 a 44,

El senador termina Y1l con la 1ntroduoci6n


expositiva y laudatoria de su intervención, y se dis-
pone a enumerar individualmente les medidas conteni-
das en la oratio que, para que no haya luBar a dudas,
va a citar verbis ipeis.

En la línea 29, y tras lm espacio en blanco


que delimita muy bien las dos partes citadas, comien-
za la enumeraoión, introducida por las palabras!!!-
que oenseo ••• de las que van a depender todo lo que
( 9)) Por el contrario, loa recientes excavaciones
en el Testaocio indican, y es sólo un ejemplo,
que las txpo~taoionee a ltalia de aceite no
dejan de hacerse desde la n,tica en esta ~po-
ca.
( 94) D'Ors, 1953, 4li hay constancia de que Tibe-
rio y Antonino Pío intentaron poner remedio
a este problema, sin éxito 16gicamente.
568

seguirá haata la línea 45, que comienza el capítulo


IX (según el si~tema de D'Ors), donde utiliza~
cenoeo.

Sigue una delim1tec16n de precios de loa


distintos r,rupoe de gladiadores según la categoría
d e l ~ . estableoido ésta por su coste. Loa infe-
riores son loe esei f orena, munera de loa que a<in se
discute la etimología exacta ( 95 ) aunque parece
lo más lógico, como opina D'Ors, que eran aqudlloe
celebrados con afán de luoro por loe lanietaa, que
tenían lugar en el foro y ouyo precio era un as. A
este interpretación ee acogen normalmente loa auto-
res ( 96 ). Quizá af'ladir!amos que posiblementé se
trnte de un término antiguo, de cuando los juegos
se celebraban en anfiteatros de madera y costaban
un es. Quizd en la época en le que estemoo ahora ya
se celebraban en el anfiteatro normal y estable de
cada ciudad y au precio fuera máa alto ( 97 ). En
todo caao, estos munera no podían sobrepasar la ci-
fra de J0.000 sestercios. por lo que su calidad y
durao16n no podrían ser altas. Como bien dioe D'Ora
( 98) debían luchar en ellos s6lo gladiadorP.s de
los llamados e;regarii.

( 95) A. D'Ors, 1953 , 50 , cita la expresi6n lu-


nist ae ci r cumf orenei en Suet., Vi te l l.• 2 .
( 96) Para Oliver y Jlal mer, 341, serían simpl e-
ment e los 11 es peotáculoe no gra tuitos". Ver
en ei mismo s entido. F. Sabbatini Twno l esi,
Gladiat orum paria , Roma, 1980 , 125. Pero
podría pensarse qu e había munera de me j or
ca lidad que f ueran tambi én de pago .
( 97 ) En l a lex met alli de Vipasca (Vfp. I , cap .
III , lin. 23),de incierta orono .ogío (en-
tre flávia y adr ianes ) ae indion que lo en-
t r ada en l as termas y s u uso era de un as
para las mujeres. De donde podemos ver que
un as por entr ar a loa juegos a fines del
a! glo II ea d~maoiodo poco.
( 98} D Ora, 195J, 50.
Se establecen ahora ouatrocategor!oa de jue-
gosi
~:unera entre .)0~ 91>60.000 sestercios: tres
series de gladiadores de 5.000, 4.000
y .).000 eesteroios máx. cada una.
Munera entre 60.000 1 100.000 sestercios,
tres series tarobi6n de 0.000, 6.000
y 5.000 sesteroioa.
Munera entre 100.000 y 150.000 sestercios:
0inco series de 12. 10. 8, 6 y 5.000
sestercios.
Munera de 150.000 seater6ioa y de m&s coste/
oineo series de 15, 12, a, 7 t 6.000
sesteroios cada una.

En todos estos munera, seiún el texto, la


mitad de los gladiadores deb!an pertenecer a cada una
de las categorías, siendo la otra mited poaf.:ble ofre-
cerla de gregar11, es decir, de los m~s inferiores~
que costaban de mil a doe mil sestercios cada uno,
y todos ellos, loe mejores y loa peores, ae habían
de distrtbuir equitativamente entre los días que du-
raran los juegos ( 100 ).
1

Como bien dioe A. D'Ors ( 101 ), es difícil


hacer un c,1culo de cuántos combates podían ofrecer-
se basándose en eetae tarifas, ya que ignoramoa si
las cantidades se refieren s6lo a loa gastos de gla-

( 99) Oliver-ralmer, 332, dan m! (sic) ad !J'. ua-


~ · Desde luego, hay un trazo tras las X que
poar!a interpretarse como una I, pero tambi6n
puede ser une. raya fortuita. Además, sería el
unico oseo en que ln cifra no es terminada
en o.
(100) D'Ors, 195J, 52. (101) Ibidem.
510

diedores o tarnbi~n a otros gastos que oonllevort\ el


~ (~astoa de anuncios102 , personal eepec101 103 ,
arreglo y limpieza deapu~a del eapeotáculo, spursio-
etc.). Atm nsí, un cáHmlo _somero no parP.ce pu-
]!!!!,
diera permitir mda de tres a cinco pu.rejo.o en cada
categoría más un número igual de gragarloG} 04

Al fin de esta enumeración hay una fraae


que he sido objeto de disous16ns Et hoec ait summo
so formonso gladistori defi/ nito guantitas, en lee
líneas J4-J5. El bronce da con seguridad formoneo,
pero este adjetivo no gustó a los editores, que han
propuesto dos correooiones fundamentalmente: Hirsoh-
felcl y MOllllTISen rra1monso, Oliver-Palmer y Gue¼'ºa íoa-
trem,o. D'Ora, sin embargo (106), reopetn la lectu-
ra del uronce. Nosotros tambi~n entendemos que no ae
debe corregir una lectura olnra, cuando su entcndi~
miento sea posible; en eate caso formonaus o formo~n}-
~ hoce buen sentido con summus, al que va unido por

fil• El il que introduce este frase, que cierra la enu-


roerao16n de categorías y precios de todoo los tipos
da gladiadores, es una especie de prohibición final:
"Y que quede as! determinado el precio (scil.,15.000
sentercios) para el mejor y más perfecto de los gla-
diadores," Lo entendemos como una :tarifa que ya no
se puede sobrepasar por muohe que sea la calidad del

( 102 ) P, Sa'bbatini, op.cit., pasaim, con loa l>l')lloa


ejemplos de Pompeya.
10.) ) Aunque el anfiteatro debía contar con perso-
ne.1 fijo, ,¡e. fuera mantenido por la propia
ciudad o por un arrendatario de los aervi-
cios si lo había.
( 104 ) lb parece que ello d6 para cuatro días, co-
mo se infiere de la ley de Urao.
~
( 105 J. Guey, ert.clt., excursua--¡ra-pp, 26)-265.
( 106 A, D'Ors, l95J, 50.
571

gladiador en ouesti6n. La famo y expectación quo un


gladiador admirado despertaba entre el pueblo podín
ser causa de extorsiones por parte del lnnista hacia
el editor si ,ate buscaba la fntervención de aquél
en su munus. Así, D'Ors. citando a Sueton1o· (107),re-
cuerda~s, en los comienzos del siglo 1; en que
se pagaron haeta 100.000 sestercios por la actuaoi6n
de un solo gladiador. La oratio, con esta frase, pro-
hibe la posibilidad de tales abusos. Loa demás edito-
res del bronce quieren entender una especie de reca-
pitulaoi6n de todas las tarifas oitadas: "Y que es-
ta sea la oantidad fijada parn los gladiadores, el
m1b "Oaro de una parte y de o-tra el ni,s barato" (108)
Nos parece forzar 1nneoeear1amente el propio texto.

La expresi6n p:uenare eub signo. que apare-


ce en la l!n, 36, también ha aido objeto de alguna ee-
peoulaci6n. tTo se conoce su empleo en otros textos
antiguos. hTonnnsen, loc.cit., eupuao que el precio, if
con t11 su categoría entre los gregarios, figuraba
en un oartel expuesto en le arena. Co~o D'Ors. cree-
mos que no perece 16gico. El propio D'Ors. seguido
por Oliver y Palmer ( 109 ). piensa que se trata de
una lucha en grupo, "bajo tma bandera", siguiendo
una expree16n del lenguaje militar. A ello vemos el
inoonven1ent~8 que precisamente se hace la distine16n
de une$ entre los gregarios, gui melior inter tales
erit 4uobus milibus sub signo pugnet. Entendemoo que,
entre toda la promiegua multitudo de loe gregarios,
unos no deben luchar por menoo de mil sestercios y

i
i
107
lOB
109
Tiber. , 7,
:r:--Guey, art . cit., 265.
D'Ora, 1950, 323 \Oon la explicnci6n de le. an-
tigua lecturalacertatis) y 1953, 51¡ Oliver-
Palmer, 342, pero no citan a D'Ors.
572

otros no por m~s de doa mil. rero entre éstos precisa-


mente. que son los mejoreA entre loB gregarios, se de-
be segtm lo oratio hacer unCI diatino16n con el que seo.
mejor entre ellos ( 110 ). Descartomoo, pues, lo hip6-
tes1a del equipo para acercarnos 11 la de Mommoen, pe-
ro no en el sentido que é1 proponía.

Nos preguntarnos c6mo se promocionaban los gre-


gar11 a las oategoríaa superiores; quizá no s61o por
simple elimineo16n, por la ley del más fuerte. Comba-
tiendo todos los gregarios juntos sería difícil fijar-
se en unos que userande mejores t,onicns o fuerMmás
habilidosos con las armas. De esta forma, proponemoa
que luchaba s ub signo un gregarius, digamos mnrcedo
{ 111) o seffalado entre loe demda pora que él públi-
co pudiera distinguirlo, sin que sepamos exactamente
qu~ tipo de seftal o distintivo se utilizaba para ello
( 112 ).
El que el pú~lico pudiera seguir sua evolu-
ciones pudiera tener dos objetivos: su maypr deleite
º• lo que parece m~:, verosímil, que de au op1ni6n de-
pendiera lo posible promoci6n del luchador nl grupo
de los meliores, ee deoir, de los propiamente glndia-
tores. pues hemos observado que en el bronoe de Itá-
lica.se evita llamar gladiatorea a loa gregarii. Qui-
zd el pa30 de una a otra denominao1ón, cualificación
y sueldo dependiera de la aprobación de 103 eopectado-
ree. Est:a ea al menoa nuestra propuesta.

( 110) El que est6 en singular nos invita a pensar


que en cado munua a'61o se pod!a conceder la
posibilidad de promoo16n a uno de entre loa
fregarii,
( 111 ) as acepciones de sie¡nwn aon muy variadas,
pero entro ellas la de marca, seflal , ea muy
corriente.
( 112 ) En lae escenas muaivarias gl adiatorias de Tus-
c1,1lum {García y- Bellido, Arte romano, r::adrTd,"
1972, fig. 1359 ) aparecen tres luchadores des-
nudos. sin armamento definido, que portan sen-
dos banderines eetreohos en son de victoria.
¿Sería un aignwn aaí el utilizado?
573

Las líneas restantes hasta el final del ca-


pitulo inolu31Bn une relac16n de las autoridades que
deben velar porque laa nomas antes referidas tengan
un estricto cumplimiento ( 11) ), en la que hay una
interpolación según el prof. D'Ors: la de loe proou-
r atorea maxi mor um prinoipum en las lín. 41-42, que
ne debería según ~1 ( 114) a uno situaci6n.de peli-
gro o inestabilidad en la que la provinoia Daetioa,
senatorial. habrJa pasado a mando imperial. y a este
respecto, sugiere que el peligro podía ser las inva-
siones de mauri o partir del 172 d.C.t y que ooncre-
tamente podín tratarse del procurator de la l1laurita-
nia Tingitnna ( 115 ).

No parece claro que procurato~ea t en un conte~


to lleno de dativos, debe sufrir une correoc16n a
procurntorribu'a, ya propuesta por Mommoen y asumi-
da por todos loa editores posteriores ( 116 ). y cla-
ramente apoyada en lo que aiguo: guibus provinci ae re c-
t or mandoverit. Ahora bien, no nos inolinamos a apo-
yp.r completamente la tesis del Dr. D"Ors, aunque es-
tá bien fundamentada y es cierto que la Bética pas6
por un tiempo, no sabemos ouánto ni exactamente cmtn-
do, a poder imperial preoisamente en torno a la fe-
cha de redacci6n de la copia italicense de esta ,2!!-

11)
114
f 115 En
l D' Or a 1953. 52 ss.
Xrt . clt., 1950, 326-329 y 1953, 40 y 52.
l o ~pooa en que D'Ors eaorib!a esto no
ae conocía at1n. la existencia de la Tabu1a
Bonoai tana , que feoh6 la procure.tela de a.
Vall io Miiiimiano en esta pt'ovlnoia entre
177-170 y posiblemente su inte:rvenoión en
la n~ticn por esos años.
{ 116) Según Oliver-Palmer, 3)2, todos a ex:cepo16n
de D'Ors . El ll ctstr~ · jur1s·t a no recoge i a oorreoo16n pr oou-
ratorr ibus, en ninguna de s us ediciones , y nosotros vemos bi en
roourat ores : s e tra taría de una "pos ioicSn de desoaneo" , para-
1ela a la de l as l!n. 50-51, donde t ras vari os dativos apare-
ce un nomina t i vo (potestas ) . Agradecemos est a preois16n ál Dr .
Fern~ndez Nieto .
514

!!2, imperial. Pero, aect1n el orden en que están sittlU-


da,a las autoridades en el texto del bronce, vienen
en primer lugar los de rango senatorial que rieen pro-
vincias senatoriales, c(lariasimio) v(lria) se les
llama el final, y a oontinuac16n el.os tipos de procu-
ratores: los que un rector provinciae tiene a aua 6r-
denea y los que, trunbi~n ecueatree, rigen provincios
imperinles.

rara nosotros, la alus16n a los proolll'ato-


1·es moximorum principum ••• guibuo reo tor manclave1·it
puede entenderse en el contexto de uno provincia 9c-
nator1ol a ln cual eoM destinado un procl.U'ntor Aw;ua-
ti (o AUBuotorum en este caso), y o~ mis16n era pre-
cisamente la financiera: velar por lo~ intereses eco-
n6micos del Fisco en la provincia en cuestión. En es-
te teron concreto, en que los emperoclorea l'enuncion pre-
cisamente o le recaudaci6n del impuesto a lon lr-inil:1-
tos, su labor puede continuar aún en al sentido que
marca lo orotio: utgue ea observatio a laniotia guarn
diligenHssime exi5atur , (arbitrium) ini1mgcndum,,. 1
apt:\rte de que aún quedabm por cobrar deudas pend:1.~n-
tes a eatoe lanistaa y ~elar por el cumplimiento tle
las otros oieposiciones,

Por ello, no creemos necesario recurrir o la


interpoloci6n propuesta por D'Ora (Oliver-Palmer no
tocan el tema) y, en todo oaeo, no explicar su presen-
cia en esta liste por una an6mala situación quasi b~-
lice., eino por eu oar!loter de normal como directos re-
presentantes y gestores de los emperadores en las pro-
vincias senatoriales,bojo la ju.riedico16n natl.U'al del
gobernador senatorial, el rector provincioe• oiempre
refiri,ndonos al campo econ6mico.
575

Despu,e se citan les autoridades que deben


tener la misma función en le zona transpadana y en
las regiones de le p:ropia Italia: el J?.I'Elefeotua ali-
mentorum y el ourator viae de jurisdiooi6n m6s pr6-
xima y, ei estuvieran ausentes, el jurídico o inclu-
so el prefecto de cada una de 1BG flotes, de Miaepnum
o Revenna ( 117 ).

CAP. IX, lín. 45-46 Y 46-55.


11

En ambos apartados, denominados por Oliver


7 Palmer de exoeptis y de pretiis gladiatorum opud
tenuiores civitates, continúan tratándose temas de
pol{ttoa administrativa, introducidos por un nuevo
itero censeo ••• Se trata de sancionar la cantidnd que
un gladiador libre o esclavo puede pere1bir como -
recompensa en caso de victoria, y que es respectivo-
mente una cuarta o una quinta parte de su propio
precio, es decir, un 20 o un 25% ( 118 ).

Se tiene también la previsión de legislar


para las ciudades de economía máa modesta, cu:69s to-
ritas deben ser acordes con sus posibilidades. Y,en
todo caso, pueden optar por dos modalidades: o hacer
una media de las tarifas en uso en los ~ltimos diez
aftos en cada ciudad, o hacer unas nuevas a base de
las marcadas en la oratio pero sólo ck las series
menores, ys que se supone que en estas ciudades!!-
nuiores ni los juegos eran tan complejos ni tan lu-
josos como en las fort1ores.

( 117 ) D;Ora, 1953,~ss. para una expl1caci6n


más detallada de este párrafo.
( 118) P. Piernavieja, op.oit., 19J, se ha moles-
tado en calcular en cada caso la ganancia
del lanista y la del gladiador de cado
clase.
En le lín, 50 enoontromoa la segunda inter-
polsción propueate por A, D'Ora, proouratori maximo-
rum prinoipum, como en la 41/42, La relación de auto-
ridades está aquí modificada con respecto a aque llu
anterior: no aparece el praefectus alimentorum y el
bronce menciona cla1;amente cura·tore provinciae. Loo
editores suelen corregir provinoiae e n ~ . pero noa
preguntamos si no sería mejor la correcc16n~ro)cura-
tore provinciae y de eata manera tendr!amoa nuevamen-
te el procurator de wta provincia imperial y el pro-
curator imperial adscrito a una provincia senatorinl,
Como estas autoridades se citan para apliceoi6n de
las tarifas de las ciudades tenuiorea, ae incluy¡e nl
final le posibilidad de que lo haga también ouiuague
civitetie poteetes qu(a)e ibi prima er1t, ea decir,
lo primera nutorided local en ceda una de tal es ciu-
dades.

CAP. X, lin. 56 a 50. (1~m. XC)

Ad Gallies sedet princepe ••• La fras e c:on


lo que comienza este 11uevo p6rrofo del bronc e de Itd-
lica es pnro. noaoh·oa la más controvert ida de todo
el texto y lo que ha dado lugar a mayores dis crepan-
cias entre loa editores del m"lemo. na habldo variuu
versiones ( 119 ) , siendo la más aceptada úl timamcm-
te le de Piganiol, loc,cit., se8uido. por Oliver-ral-
mer y Cuey: Ad Gallias sed et ít1 rin fg uo1 s qui ••• Da-

( 119 )

pocos con-
577

san la corrtoci6n en un posible error del oopiata,


que ante la similitud de ambaa paleografías en el
papi~o que le servía de modelo. cambi6 las palabras.

En este caso, como en el formonao de la lí-


nea 34, la oorrecc16n, _junto n visos de verosimili-
tud, tiene.en nuestra opinión la dificultnd de que
él bronce de Itálica fue sin duda comprobado por loa
asesores legales del proó6naul de la Dltioa, posi-
ble magistrado que orden6 la copia, 1 aqu61los ea de
euponer que no hubieren dejado escapar errores de
bw.to. Que el bronce fue revisado lo sabemos por co-
rrecciones claras ( 120 ). Otra dificultad ea lo -
gran claridad con que est~n grabadas las palabras.
Ante ello hay que preguntarse hasta qué punto ea li-
cito transformar lecturas cuando éstas no encajen
con lo que sabemos sobre un tema determinado.

Por ello mantenemos la lectura del bronce,


aunque en el caso de los tringui de Piganiol, lucha-
dores (o más bien diríamos danmat:I.) espec!ficoo de
las Gallas, la oorrecci6n es sugestiva. Los Oalios
son mencionadas varias veces en·esta oratio, se ha
dicho que porque all! los abusos eran mayores. pero,
aunque aparecen en los fragmentos de Sardis, en el
texto italicense loa tringui no aparecen para nada
( 121 ). Por otra parte, ei Be trata de una especie
de condenados que,vetere more et suero ritu,eren sa-
orifioadoe eeg\Sn U111,ancestral tradición gala, ¿c6mo

( 120) Véanse por ejemplo los caeos de lín . 6, ha-


~ , lin. 18, eaoerdos~ lín. 21 senten'ffa,
~
{ 121) Salvo en esta restituci6n de Piganiol , que
" pasamos a disoutir infrn, la prima senten-
tie no vuelve a menci onarlos.
57R

po<l!a tener el lanista, un simple empresario, un co-


merciante en definitiva, tener potestad sobre estas
personas, fueran o no eaolevoa, Jecidir oobre los a~
crlticioa humanos? ¿Quién y por qué causas condena-
ba a estos hombres, bajo qu~ jur1sdicci6n, y qué pa-
pel jugaba entonces el lanista? Estas dudas nos lle-
van a rechazar la por otra parte inteligente rest1tu-
oi6n de A. riganiol, y ello aun exponiéndonos a loo
terribles rigores de crítioes como las de J. Guey ha-
oia todos aquellos que no asumieron les propuestos
de 1920 y 1923 ( 122 ). HUbner y D'Ors, entre loa edi-
tores, mantuvieron también esta lectura del~·

El trabajo de J. Guey ( 123) ea un admira-


ble ejercicio de mAlabarismos paleogróficos, pero no
convence. Y no convence porque está basado, creemos,
en un error' de principio: pensar que cuando un tab_,l!-
lariurn copiaba una ley en Wl bronce de eate cnl1bre.
lo dejaba en manos de un escriba. copista. o como que-
1·amos llamarle. Si el texto del quP. se oop:Lnba, "en
eocritura corriente"• como dice Guey ( 124) ponía
TRH1QV0S o rm,TREMO o PAT!lOCI!IIVT.i, y el eneicida co-
pfoba rnrncEPS, Fommmo o PATRIJ.lOHIV?.1 ( l?.5 ) , el ju-
riuta del tabulariwn no leía lo tnbla o no <lE\be r.iayor
importancia al incidente. aunque con. ello 3e d<ejttro
de legislar pe.re ectos hipotéticos tringaj. galos. l!ori
pnrece poco ~robnble,

( 1:?2 ) ,\ . Pig-aniol, "Lea trine! gaulois , glodieteurs


connacrée", REA 22, 1920, 28)-290 y, el[.;O re-
formado en Recnerches . .• cit., 6?-71. Fue un
int en to de ver en It~licafi' lo~ 1migm6.ticoo
trinrti que t1poreoían cm el Mar1nor Sard:La.num.
( 12) ) 11 ne ··rfocoo ti rnnTCEI'S. A propos d 'un·e correc-
tion palmafre", TJél.A. )'iomiol , 19(:i(i. :raru
la1;1 cfitioaa e lecturas pos1ieriores , ?5) e•
?.55 y 2(i) , ( 1?4 ) Estomos do o.o ner-
,.to en que el método <~e ·~r1mnmhd6n t11vo r¡ue
ser poleog:r,Hico. ( 1?5 ) J. Guey. 1;1:r~.oH .,
?.56 y 011ver-rnlmer, ))6. :Jon 1:ren d e lur-, r.i:fo
dir:rcutidos pnlubras <lel bronce.
5'19

Pero resulta más sorprendente ~6n, al seguir


torlo el razonomiento de Guey. que llegue a la conclu-
ai6n de que 11 o'est ~ partir de trinohoa qué la taut e
a , explique le mie\Ut"( aoil., mejor qu~ desde lae grafía•
tringuoa o trineos) ( 126 ). aunque unas lineas m~s
arriba él mismo dec!B: 11 D'autre part l'ortogre.pbe de
oet mot rare, ~tranger (inoonnu pour nous hors du -
r,· ennor Sardianum) restait si 1ncertoine que le terme
se pr,sente dsns oe monwnent soua dewc formes diff4-
rentes en quelques mote 0onaerv,a! 11 • Estas dos formas,
como hemos dicho, son TRINQV<Sy TRINCOS. Pero como pa-
leográfioamente ninguna de las dos pu~de confundirse
bien oon PRU1CT!:PS ( 127 ). ,1 deduce que el manuscri-
to del que copiaba el broncista del Aes I tal!oenee te-
nía una tercera forma, TRINCHOS. El Dr. Guey-, pues,
inventa una nueva manera de escribir. equivocadamen-
te tamb16n, una palabra desoonooidn. basándose ademis
en un texto que. aunque menos probablemente, pudo es-
tar escrito en capitales.

Ln expllcse16n de A. D;Ors ( 128) para en-


tender este. fraGe es: A,4 Ge.lliaa eedet princeps. Qui
in civltatibua splendidiesimarum Galliarum veteri mo-
re et sacro r itu expectautur ne arnpliore pretio / la-
nistae praebeant guam binis milibu.s ••• es que, median-
'
te un r6gimen especial de sedera (en lugar de sedare
alioui, aedere ad aliguem), la frase venga a signiti-

i i
126 J. Guey. art.oit •• 263.
127 !bid., 262 y 26).
l?.8 Jirt:-cit •• 1950. JJl-JJJ. 1 op.cit •• 195Jp
56. Dico concretamente "la frase Ad Gall1as
aedet princera no debe ser corregida oon otres
F.ll>plPmentoaantásticos • como hacen loa edi-
tores. Denota eimplemante ••• u
580

car que "'el emperador acertó con ~xi to en el remedio


del mal de las Gallas". Tras un punto, el Qui siguien-
te tiene valor relativo, y su nntecedente , elidido,
debe ser para D'Ora gladiatoreo, de modo que el cas-
tigo para las Gallas, según ~l, es no poder ver ac-
tuar gladiadores de m~s de 2,000 sestercios ( 1 29)
en aquel les provinoias . ( l)O ) • Hemos de reconocer
que esta e:,rplioaoidn no es muy satisfactoria, por lo
que sigue, hay un capitulo definido con dos !rases
paralelas y relacionadas por cum maximi prinoipes ora- ,
tione sua praedixerint fore. Y decimos que son para-
lelas porque en lee dos, con parecidos tlrminoe, se
prohiben dos cosas: a los lanistas que no suminis-
tren giuosJqui in civitatlbua , , . expectantur por más
de dos mil eeateroioo, y a los procuratoree imperia-
les que no fa ciliten a loe lanietas condenndos a muer-
te por más . de seis áw:eos, De modo que efectivamen-
te se entiende que algunos editores buscaran un acu-
sativo que precediera a gui.,., que Piganiol supli6
inteligentemente con una mala leoti1ro de princepa del
copista. n trinquoa.

Ambas limitaoionea parece que oon para los


lanistae y pr ocura.torea de las tres Galliae, eviden-
temente porque allí los damnati ad gladium oe vendían
por más de seis áureos y l os del otro tipo por más de
dos mil sestercios, que es lo que le orati o conside-
ra suficiente, Como, ya lo·hemoa dicho, nos parece pre-

129) D'Ors , 1950, JJ2-JJJ: hay aquí un pequeflo


l apsus del autor, puesto que el bronce no
pone e~eotobantur sino expeotan·tur,
( DO) Ello evtar!a que loe más afamados actuaran
allí, lo que parece excesivo , pues no e o un
cnstigo paro loa loni etos sino para el pro-
pio pueblo,
'581

ferible siempre no torzor. o no hacerlo abusivamen-


te, la lectura del bronce, nos parece que la soluei6n
debe estar en encontrar un antecedente, elidido, pu-
ra el qui de la lín. 56.

Pera nosotros, fuera de las tradicionales


formas de ejecutar usadas deode la Repáblica ( 131 ),
hab!a dos formas de damnatio relacionadas con los 1:!!-
!! del anf1~eatroi loa danmati ad bestias y los dar.ma-
ti ad gladium. Los primeros habían de morir indefen-
sos .ante lo.a fieras y 101:1 segundos podían defenclerrie
con la espado, aunque en deaigunlea condioionea por-
que no tenían entrenamiento ( 132 ). A veces estov úl-
timos luchaban enearni~ad811lente entres! hosta ln -
muerte ( 133 ). Los primeros erun generalmente esola-
vos o libertoR, y por. ello tenían una muerte m,fo ic-
nominiosa. y loa segundos libre.l:J. rr6x:lmo a esto hu.y
un buen ejemplo en Mola ( 1J4 ).

( 1)1 ) Paul. • ~ . t V, 17, 3: Summn supplicia sunt


crux, cremot10, decollatio.
( 1)2) 'f5Ig., 48, 18, 1-J: Siguis fueri't capite
natus velad bestias velad ladium vel
~oena guae v ama • • o . eo . ,
: •.• ut , ante ~uam aliguid faclat, guo se
defendere poasl f!adlo conaummatur. Véase
R. de Berlanga, I álica, 90 y D'Ora, 1953,
56, Sobre las diferencias entre damnati ad
1
( 1)3) ~~!ª;~1~1ria!a~::°1Ae ~;i~ev1v1r eran muy es-
casas, puP.s en todo caso deb!en cumplir su
sentencia dentro de un ano a contar desde la
misma (Collatio, 11, 7. 4): ••. nam ad gladium
damnati. •• oerte ,intra nnnum debent con~nlr.il.
Cf. Berlanga, eo. n,5 y n'ora, l95J, 50 infra.
De ahí que Seneca (Eji!j·• 7)diga: Nune oiii!=-
sa:l.s m.1.gis I mera hom o ia aunt I nihil habent
guo téganturl ad ictum totls corporlbus expo-
ait! nun urun frustra mamun mi ttunt •••
( 1'.34 ) a a , oc.e ., ca al. nR 2, pdg,100:
ee anuncian el primer día condenados liber-
tos, 1 el segundo esclavos, es deoir, servi
ferro aanguinnr11 iussii. ---
582

Según Se.bbatini ( 1J5 ) durante el siglo I


d.C. parece que los·magiatradoa municipales tenían
jurisdioción sobre loa condenados a 1nuerte, pero de-
be tratarse de loa esclavos, porque para los librea
el iua gladii lo tenía el gobernador de lo provincia
y no podía hacer ren~oia de ~l { 136 ). De esta for-
ma podíamos llegar a la conclusi6n de que loa damna-
ti ad gladium que se mencionan en segundo lugar en
el bronce de Itálica deben ser proporoionados al la-
nista por el propio proourator,que tenía jur1adicci6n
sobre ellon, mientras que aqu~llos que el lanista
puede proporcionar por no más de dos mil sestercioa
eer(an loa damnati ad bestias, que, o bien ~l adqui-
ría a través de los magistrados municipales, corno en
Pompeya, Uola y Cumaa, o de los mismos amos que loo
hubieran condenado a tal suerte ( 137 ).

Por todo lo expuesto. nuestra hip6teaia ea


que esta pol~mioa línea 56 se entienda aaí: Ad Go-
llins aedet pPinoepa: !l.!:!,!(..!!!'!.!!. damnatcl3 ad be$tias)
1n c;i.vi tatibua aplenclidiaaimarum Gallin't'um veteri mo-
re et sacro ritu expeotantur ••• ll!lnistae praebeant •••
damnotum acl gladium proourator eorum • • ,praebeat . Lf\
primera frese• como yá decía D 'Ora. ea corte a 1>rin-
cipio de párrafo. muy en conaonnncia con el estilo
cle1 orador ( 1JO ), aunque de las po¡:¡iblea acepcioneR

( 135 ) .Q.r. .c:l.t., 156, con 01,o_yom .


( 1)6 ) J2.!.g~, 16, 6 . Debíl.m cnstorJieJ· D J.os roo~ l
y ejecutor las aentencino (Cf. Berl .a.nr;a ,fllJ.
( 137 ) D'Ors , 1953, 57: .fldril'tno UJIIA, Vit1.1 )ludr .,
18, 7 ) prohibió a loa n1110n qU'e ejecut~rnn
a loi:i eaolavo:;1 sin outorizaci6n, judicial. El
ejen\I)lo citado en la n . 1J4 lo confirmo .
Quizá una vaz obtenida lc1 t1.probaci6n, lo~i
patronos mí.n pudieran 1·acupernr alc ún r:' :l.no-
ro vencl:l.éndolos a loo lm1b tm,.
( 13A ) JJ'Orij, 1950, 332 ,
583

de se.dere preferimos dos de ellas: la de "estar en


.eeeicSn. o.etuar como juez" ( 139) y la de "decidir
una eosa 11 ( 140 ) • Muestra traducoicSn, pues, vendría
a seri "El emperador decide {ahora e61o) para las
Galiae: (los condenados a las fieras) que las oiudn-
des de las esplendid!simas Gnliae aguardan con expoc-
tao16n,segdn la antigWl costumbre y venerados ri-
tos ( 141) s61o podrán ser suministrados por loo la-
nittes a un preoio no ma;\J)r de 2.000 sesteroios,(lo
mismo que), como ya anunciaron en su discurso loa
pr!noipee, los condenados a morir por la espada no
podr&n ser suministrados por loe proeuradorea impe-
riales por más de seis áureoe. 11

Por lo tanto, no aceptamos, en principio,


la lectura de Piganiol-Oliver-Palmer y Guay, y a!
en principio el espíritu del bronce y su clara lec-
tura, como HUbner y D'Ors. Un emperador, Marco Au-
relio• del que se dice en el cap. II, lín.7: ~
pecunia horum prinoipum pura est, nulla cruoris hu-
man! adspergine oontaminata, nullis aordibus foedi
quaestus inguinata, et guae tam sanetae parntur -
guam insurnitur, no podemos imaginarlo unas líneas
mis abajo autorizando para lae Galias la oelebraci6n
natural de sacrificios humanos, esto sin considerar
a,m su filosofía ni las medidas humanitarias sobre
las que legisl6. Para 8.Jt])licar lo que tiene difícil
explicao16n, Oliver y Palmer ( 142) proceden a ana-
lizar la situaoi6n b~lioe en el Império entre loa -

1)9) Oxford Lat.Diot., s.v., acepc16n n9 J.


! 140)
141)
( 142)
Oxford Lat.Diot.f e:v. acepción n' 11.
Secer puede tener 'fruii'lJ16n esta significación.
e!ño1uso la de "execrable": ·
Art.cit., .326.
584

añoa 170 y 17fl: según ellos, siendo la fidelidad de


loo C:nlias absolutamente e!lencial, los emperadores
no tuvleron más remedio, para 11mantenerlas eet1afe~
ches 11 que re:rmitir los sncriflcioa humanos rituales.
Traen n colaci&n ademáa, muy inteligentemente, el -
tedimonio de Eusebio ( 14J ) sobre la matanta de
cril'tlanos hnbido en el anfiteatro de L;,z,:m en el
afio 177 durante el festival de las Tres Gallea, so-
bre el 1 de agosto, Los oristionos bnbríe.n sido ajus-
ticiados "like the trlngui of our dossierº ( 144 ),
y con outor1zaci6n del emperador,
Aparte de le excesiva justeza de las feohas
(ello requeriría que la eesi6n del senado hubiera t~
nido lugl:lr, y con ello lo aprobación, antes del 1
rle afoato de ese miamo ano 177)( 145 ), nos parece
w'ír, bien que el martirio de loa criatlanoe lioneses
fuG ~imilor, no concretamente n los enigmátieoa trin-
gui, aino a 10100 nonnalea damnati ad b,e stias. Y, en
tal caso, no se trata de un especMoulo sanguinario
SOGUido como práctica específica y ancestral de las
Goli~a, sino de nlgo común y corriente en todo el Im-

( 143 ) Eua., Hiat, Eool., cap. V, 1, cite.do varias


veoee en Oliver-Palmer, 324 se. con toda la
bibliografíaza~ .reepeoto. 1 En V,lA-7 oe dioe
que f ue Tlf'\<; i:.Vtlo/be ttcxv~ yvptw<;. , que tanto
puede entenderse "durante 'loa juegos" oomo
''durante la aeayiblea ,!!el puebl;_o". _
( 144 ) Eluaebiop ibid. :Ftt<,6te.úloN't?I.S '){o.1() roo kod6ctfo~ ,
T,os hiatorlaa'ores han dado m\Ycliea vueltas a
esta injustificable autorizao16n de Marco Au-
relio: vid . Oliver-Polmer, )24 nota 8,
( 14'> ) Teniendoen cuenta que en el bronce se menoto-
nan las 11 provincins no sorteadas" (lín.5)-4)
de los proe6nsulea, y éstas lo eran a primeros
de julio, s6lo hay un mes esoaso de margen
para que las Gallas hubieren aplioado el sena-
do-consulto. Se puede, pero muy estrechamente.
585

perio. Recordemos que Adriano ••• trecentoa noxios


cunt auratie chlnmydibus in harenam mieit ad eius mu-
nera dirigenda ( 146 ). Apuley¡o noo dioe que filadiu-
toree isti famosae manus, vénatorea 1111 probatae
pernicitatis1 a.libi noxii, perdi'ba aecuritate, oula
epulis beatiarum aaginaa instruentea ( 147 ), frase
que nos demuestra que la aparici6n de condenados en
loe m@era. o mejor diríamos, su ejecuc16n, era de
lo m,s habitual. El Digesto reooge varias no:nnas so-
bre ellos, y sobre la poca costumbre que había de
indultarles de la penn capital ( 148 ).

Con razón afirma P. Sabbatini que ee anU-


hiat6rico apelar a criterios modernos de sensibili-
dad para llamar cruel a la costumbre de presenciar
luchas gladiatorias o ejecuciones en la arena( 149 ).
Despu,a de todo, el origen remoto de loa ludi gladia-
torioe eran rituales b,11~0-religiosoe en loa cua-
les se sacrificaba a loe prisioneros de guerra, a
veces en torno e la pira fánebre del jefe oa!do. Son
ooet\Ullbrea de posible origen indoeuropeo ( 150 ),y
en lliapania, por ejemplo, las tenemos docwnentocla.a
para la ~poca de la Repdblioa ( 151 ). lo que'quizá
explion la buena nceptaci6n rlc los juegoo de anfi-
teatro por parte do los hiopanoo ( 152 ).

(( 146
147
( 148
{ 149
¡ SlVI, Vito Ilndr., 17. 12.
Metorn. 4, 13 ,
gig. espec. 48 1 19 y QUSS im.
p.clt., 157 aa.. Añade que hoy que contra-
pesar a<lecuadamente la valor ación oocinl (le
un gladiador, y el aprecio de determinadas
cua.lidadea,como destreza. coraje, etc.
( 150) El orieen docu1:1entado más antiguo está en
lfl Il1'.ada 1 poi• ejemplo en loo ftu1ertlles de
l'atroolo \V, eacenna de la cer6mica ~eométri-
cn griegn).
e 1s1 > Li vio X>.."VIII • 21; Apiono, .!!!2.!:•, 75 i Diodo-
1•0, )3, 21n; Eatrab6n, III, .J. 7 etc.
( 152) r. Piernnvieja, CIDER, 224 y ~aaaim.
586

Por lo tanto. vetara more et sacro ritu, en


la lín. 56 de la ley gladiatoria de It41ica podr!e
estar aplicado no a unos usos especiales o ancestra-
les ooetumbres da lae Galias, sino a la práotioa en
s!, extendida por todo el Imperio, de ejeoutar en la
arena del anfiteatro a los damnati ad bestias. No sa-
bríamos, de todas formas. explicar por qu, unos y -
otros t!en&n diferente preoio. Siendo ,atoe esclavos
1 oon· menos posib!lidadee 4• ofrecer un espeot,oulo
al pábl1oo, puesto que estaban inermes, deberían en
todo caso ser m~s baratos que los damnati ad gladitnn.
que eran libres 1 adem&s podian defenderse, aunque
en clara desigualdad.

Y mencionemos por ~lt1mo la primera objecidn


a nuestra hipdteaia, que de antemano• nos queremos
plantear: que los trillgui aparecen mencionados tres
veces en la oolumna 2 1 del fragmento 1 del Marmor sar-
dianum ( 153 ). Ya el hecho de 1ue allí aparezcan~
tres veoee y en Itálica ninguna ( 154 ), da pie para
dudar de la teoría de que el terlo de Sardes forma
parte de la oratio imperial y el de Itálica de la -
prima sententia de una misma sesi~n senatorial. En -

( 153) Oliver-Palmer, 329.


( 154) Aun admitiendo que tras la palabra PRINCEPS
ea esconda TRINQVOS, e6lo se dedicaría en la
~ma eententia una frase a ellos, ya que
edia\amente se ¡:,e.ea a hablar de loe dam-
nati ad gladium (Hn. 57-58). No dejaráue
reoonooeree que aqu! el senador no estaría
blando verbis ipsia, oomo ha prometido en
la lín. 28, máxime en el tema que mda le in-
teresaría, puesto .que suele admitirse que el
senador informante era galo. Le hubiera in-
tere~do, .PU$8~ insistir sobre el caso de loe
tringui~ sobre todo habi,ndole dado pie el
discurso imperlal. Esto, claramente, no ocu-
rre.
581

efecto, hay palabras seme~ante1 o iguales en algunos


oaeoe. Pero tan insegura• a Teces en las reet1tuc1o-
nea (laa hay en proporc16n de 51 reatituídas a 12 es-
critas) ( 155) qu• ha7 las mayores dieparidades en-
tre las propuestas de los especialistas. Véase como
ejemplo la l{n. 16 d•l propio fragmento l ( 156 ).

Por ello, y aunque pueda parecer equivocada-


mente un geeto dt aolidar14ad, opinanioe. oomo D'Ors,
que ffesa relaoi&n entre los dos documentos, de Lidia
1 de Bepafla, eetableoida por P1ganiol 7 Buokler-Ro-
blnaon, no puede ser deeoartada pero, oon todo. no
me parece indiaoutlble.ff ( 157 ). Para nosotros se
trata de 4oe tes:tos oon alguna semejanca en oue.nto
que parecen tratar del m18ll'lo tetria, l o a ~ gladia-
torioa. Pero tllo s6lo puede afirmarse del fragmen-
to 1 tn su columna 1 1 1 ya en su columna 2• los pare-
cidos real•• son mtnlmoe ( 158 ) 9 1 los otros tres -
fragmentosno tienen ningdn punto de oontaoto.
Quic, •1 fragmento de Sardes lo pueda ser
de una oratio •obre el mismo tema pero no la misma,
o, lo que nos parece máe Yerosfmil, que pueda ser -

( 155) en la l!n. 10 (Oliver-


( 156)

( 157)

( 158)
58R

parte de wia epi•tola imperial. La exprea16n procu-


rator noater, que apareo• en la lín. 16 del frag-
mento 1, iría en ,u fa~or. Por otra parte, si la -
conjetura de que loe trino1 son galos se basa sobre
le ooneoo16n del prinoeps da Itálica, 7 ,ata resul-
ta no ser cierta, los trino! pueden •er cualquier
cosa relacionada oon los juegos gladiatorioa, o in-
cluso un t4rntino lidio. Bn una epístola se podrían
contener tamb14n loa tlrminos del fragmento &Drdia-
no. Como todas lea dit!cilea ouaationea que plantea
este interesante te~to de It~lioa, al tema de la lí-
nea 56 ore8Dlos no debe ooneideraraa saldado y espera-
mos poder 8\1.lloitar al 1nter4s de autoridades en el
tema, a trav4a de esta• modestas aportaoione•.

CAP. XI, lín. 58 a 61.

A pesar de que el bronce al finál va presen-


tando algunas dificultades de lectura, no ocurre aeí
oon la 1nterpretaoi6n, que ea bastante alara. Este
pequefto capítulo Tiene a demostrar que en el turbio
negocio del anfiteatro todos estaban implicados. Por
aus disposiciones se deduce que entre loe !lamines no
era raro intentar hacer negooio a au vez, vendiendo
a su sucesor loa gladiadores qul 9 sobreban de su pro-
pio !!!!ro!! a un preoio mayor del que ~l mismo bab!a -
pagado al laniata, El emperador en este oaao no pro-
hibe a los aaoerdotea la Tente en sí, pero a{ que se
realice a un precio distinto del pagado previamente.
Sobre la oorreoo16n de -V•• SIBLARET del bronoe en Sl-
BIMB'r por algunos editores 'I VEL SI PLACET por D'Ore,
T. D'Ors y OliTer-Palmer, )JB con fig,
$B9

CAP. llI, lin. 62 y 6).

Son las dos dltimas líneas ooneervadas en


la tabla. Ambas tratan aobre los auotorati, es decir,
loa gladiadores libree 1 profesionales. Resalta
D'Ora, oomo otro• editor•• anteriores. •1 dato que
noa ofl'toe el brono• en el aentido de que el que
tu•r!a oontratar swt 1enioios oomo gladiador debía
pN••ntane ant• tl tribunue plebis para hacer una
profeasio eol4'1111.t 4• ta1 deeeo ( 159 ). Sin perder
1u oua114ad 4e hombrt 1111N, era reducido a la oon-
dioi&n «• 1ntam11. Pero la posibilidad de ganar mu-
oho dinero oon loe oombat••• unido al prtst181o so-
cial 1 • 1• a&nt:rao1,n del pdblioo debi6 hacer la
aµotoratio ba1tante treouente.

Las medidae del •mperedor en este.caso se


proponen contener la prol1fereo16n de este tipo de
gladiador, por lo que dispon• que por su prilller com-
bate no puede oobrar m4e de dos mil eestercios y no
putda sobrepaea.r nunoa los dooe mil.
Dos veoes en este pdrra!o se menciona la
palabra !!.!,i ••• oum hs.beat ex lege pretium duo mi-
l!! •••• aestimatio e1W!I post hao (lege) B& lll (mi-

e 159 >
590

lli>• Aunque nos estemos moviendo dentro de los t,rm1-


noo propios de un senatus oonsultum, aquí parece que
habeat ex lege se refiere a las disposiciones que se
estdn proponiendo en la oratio, puesto que se fija el
preoio mínimo de eu primer oombate. En cuanto a post hao,
parece que s6lo puede completarse con lege, en un giro
conocid!eimo. Aunque quizá sea por contaminacidn, ambas
expresiones nos sirven, o as! lo creemos al menos, para
apoyar nuestra restituoi6n parat lex (siguiendo a Momm-
nen), en la l!n. 9 del bronoe (cfr. p~ga. 539 y 559)
( 159bis).
Al final de la lín. 6) se comienza a hablar de
aquellM auctorati que pretendan volver a combatir sien-
do YJ1. viejos e incapaoes, y con el fin de la tabla igno-
ramos lo que sobre ellos se disponía, aunque no creemos
s~guro, eomo dicen algunos editores, que se fuera a fi-
jar AU precio. Ea posible que se les destinara a otros
menesteres. Aunque no puede saberse con certeza cuánto
ea lo que falta de texto, por falta de paralelos, pare-
ce que,en lo tocante a. tarifas, principal objeto de la
orntio, ae ha dicho lo esencial.

Ifo queremos terminar este comentario sin ha-


cer alusi6n a uno de loa problemas duscitados en torno
n la aparioi6n en Itálica de esta copia de la sententia.
que en teoría 1 a loe efectos d& publicidad general,~pro-

( 159 bis) Nos parece interesante el comentario de A.


Berger, Enoyolüedio Dictionarr of roma.n Law,
1953 (1968), 5 , s.v. !ex: 11 Wth the progresa
in ·the development""of tnelaw, lex is aleo re-
ferred to lnwe emanating from o'tlier souroes
to have binding force for a11, auoh as the
edicts of the praetors and deorees of the se-
nate, althoUBh 1n discuss1ons on the sou.rces
of the la.w, the leges sensu 'ltr:! ctu, mentio-
ned before, are distinguiahed from the other".
591

bada por el Senado, no era en absoluto preciso co-


piar tambi4n. Con tijar una copia del aenadQconoul-
to en e!, o de la mi•ma oraoión imperial con las
frasee 4t votaci6n y aprobao16n afladidas al final,
hubiera sido euticientt. ¿Por qu4 pues, copiar pa-
ra 1t,1ioa el texto completo de la defensa de un se-
nador de un proyecto legal?

St ha eolido auponer ( 160) que el eena-


4or 1.D.tervi:lliente, o,_,o nombre ignoremos, era de ori-
gen galo 1 por el heoho de que doa o tres yeoea se -
mencionan las Galiaa en el texto, 1 especialmente
en las lfn. 13-15, donde parece entenderse que se -
h&b!e extendido el rumor en laa proTlno1a• galas del
oontenido de le oratio ( 161) 7 p loa sacerdotes
de aquellas proTincias comentaban y se alegraban por
su contenido. ta frase siguiente (lfn.16), que co-
mienza erat aligu1~ gui ••• ha dado pie 1nclueo a 011-
Ter 1 Palmar para deoir 11 • • • beoause the very aenator
•ho del1vered the first sententi9 eppears to have
been a man trom G&ul bimself, triend, relativa or pa-
tron ot the priest mentioned in Italioense 16-18."

Y nos preguntamos: ¿por qui It,lica, en B,-


tioa, iba a tomarse la molestia y el gesto de repro-
auoil', no la oratio o el senadoooneulto en a!. que
eran lo esenoial legialativamente, sino toda la inter-

( 160) 011ver-Palmer, )22, recogiendo opiniones an-


teriores.
( 161) Para la d1ecusi6n sobre si la oretio ~• pro-
nuno16 en el oon~111um de lee Oal!ao, ai en-
tre la oratio ya eententia traneourri6 cier-
to tiempo o, lo que parece m,a probable,que
e61o llegaron a las Galiae los rumores de la
disposioi6n c¡ue ee i.ba e proponer al Senado,
op1n16n de D Ors, Yid. s u ~ . 41.
592

venoi6n del senador informante? D;Ors dioe. oon mucha


rn~6n, ·que las alusiones a las Galliae no tienen por
qui deberse a aqu&l, sino que deberían ir conteni-
das en la propia oratio imperial. Nosotros he,os afia-
dido que. si, como se pretende, loe fragmentos sar-
dianos lo eon de la oratio, 1 all! aparecen los su -
puestos tr1ngui galos en tree ocasiones, ¿como el se-
nador galo e6lo los menciona una vez ( 162) en su
discurso? Lo 16g1oo •• que hubiera insistido en lo
que a su prov1no1a inter,eaaba cte manera especial, y
no dedicarle s61o una frase. cuando el propio empe-
rador le habría dado pie para ello.

Por todo ello, oreemos que no debe suponer-


se que el senador en ouestidn procedía de aquellas -
provincias y, mds bien, conside~a~ la iosibilidad de
que el senador fuera de origen italioeh¡fi})Nada obs-
ta para que informara un senador sobre cuestiones que
aludían a otras provincias que la suya de origen y,
por otro le.do, es la única expl1oaei6n razonable pa-
ra que Itálica copiara todo el fexto de su 1nterven-
o16n que. repetimos, legislativamente no era ni mucho
menos traeoendental. El contenido en si de lae dispo-
sioiones imperiales debieron ser de sumo inter,s para
le. ciudad, que disponía de un g!gantesoo anfiteatro.
oomo es bien sabido, el teroero ·por oapaoidad del Im-
perio, con un importante volumen d e ~ , si aftadimos
las espeoisles oircunstanolas hist6r1oss de la rique-
za y poderío político de 1t,11oa.
--~··········~ªª~
•••~aa=••••e=e~~c
( 162) Según la correoo!6n de Piganiol, que no acepM
tamos y que puede verse en pp. 576-579.
( 16)) Sobre el peso de los senadores italicenses
en el Senado desde Nerva a Cómodo, R. Etienne.
en Les Empereurs romaine d'Eapagne,art.cit.
593

TE RC E RA P A R TE

e o Ne L us I oNEs
594

Como ya hemos anunciado, las oonolueiones


que vamos a ofrecer a ooit1nuac16n se comentar,n con la
may¡or oono1si6n posible para ampliar su exposic16n en
futuroo estudios. Van divididas según los temas m&s 1!!
tereeantee en nuestra op1n16n.

Cronología.:-

Como era de esperar, el grueso de lns in~


cripciones italicenses puede fecharse oon cierta preo!
ai6n en el transcurso del siglo II, aunque, sorprende~
temente, más hacia su segunda mitad, por lo menos num,!
ricamente. Ello no obsta para que est,n representadas
leo demás ,pocas, pero oon una olera desigualdad. As!,
inscripciones republicanas antiguas podemos oontar las
nos. 24 .y 67, más tres estelas o cipos funerarios. De
época augustea muy pocas tembi,nl nos. 21, 22, 27, 52
y funerarias 94 y 107. Ello parece indicar que no se ha
excavado ni en el foro ni en las neor6polis republioa-
nae y del cambio de la era.

Haoia ~pooe fle.v!a oomienze a beber una


mayor representac16n: funerarias 110, 111, 137, 145 y
147 y alguna de la serie de N~mesis (1)) m&s una de Me~
curio (1) y honor!tioas como 60 y 61. Del e1glo II da-
tan oasi todas las demás, tanto honoríficas oomo impe-
riales, funernriae, municipales, eto., mas oas1 to4as
las de la serie de N,mesis. En los siglos III y r.v die-
minU:'liQ sensiblemente el n\llllero de epígrafes (hay 22).
pero ee de deotacar una presencia significativa de home-
najes imperiales entre 275 y 300 (oe!s), que indican
una continuidad en la vitalidad municipal, dato arela-
cionar oon le. oirculaoi6n monetaria italicense.
595

Inscripciones que puedan dar una cronolo-


gía interna y no estilístioa ha7 pocas: por supuesto,
las imperiales, m,s algunas como la 10, )5, 53-54. 65,
70 o 74. Por este dltimo n'1mero sabemos la exietenoia
de fastos y dataoidn mu:nioipal, pero no hay datos pa-
ra fechar adecuadamente a ninguno de los magistrados
mmtioipales.

Talleres y estilos. T6onioas.

Del cotejo de todo el material cataloga-


do puede deduoirae que en la mejor 4pooa de It411ca.
el siglo II. hubo tnt amplio nwnero de talleres traba-
jando en el tema epigrifico. Los tallered varían en
su estilo, pero no lo s\U'ioiente como para no tener
una oom\Ulidad de materiales, t,onioas y ori.-ntaoidn.

A un primer y austero estilo republicano,


de capitales cuadradas sobrias 1 ain adornos, que du-
re hasta 6poca julio-claudia, empiezan a aparecer al-
gunos rasgos de escritura librarla o unoial. Dos bue-
nos ejemplos de la transioi6n son loa nwne. 128 yl)S.
El tipo de escritura se expande. pero manteniendo bas-
tantee de los tipos anteriores. durante todo el •iglo
II, oon lapioidae de raegoe mu:, personales (n• 126) y
productos de gran belleza (127, 142). Hay que obs•r-
var que la escritura monumental, sobre todo ltidaperiel,
no ee contamina de estos rasgos. sino que sigue utili~
zando la perfecta capital dibujada de costumbre hasta
mediados del siglo III.

El sistema de trabajo de cada taller ee


similar, ee efectúa una ordinatio por lo general pin-
tada que se acompaña seguramente de w1 cart6n con el
596 .

texto e desarrollar. Casi todos los epígrafes debieron


luego ser repaso.dos con minio, pero éste no ee suele
connervnr. Mo hay indicios, en cambio. de que el total
~e una l~pide o ara ae pintara. En olgunoe oesos, como
en el muy ilustrativo n!! 161. ee nos cons·erva lo que
propiamente ee llame guadratio, es decir, el trazado h.2_
rhontal y vertical que delimite el campo epigráfioo
y cada l!noa. Pero tambi4n se ve c6mo el lapioida no se
loGra circunscribir a elles. Comienza bien pero pooo a
poco se va separando y haciendo menores las letras,aun-
que lueg~ rectifioa. Ello ocurre seguramente porque en
las inacripcionee de precio medio el ouadratario no di-
buja ceda letra separadamente, sino s6lo las líneas -
maestrea.

Quizá por esto .•deteotarnos en varias ooa-


aioncs errorea de espacio del lapioida (88, 99t 149,
151) y el u.so de trucos 6ptioos, oomo agrandamiento de
letras o oeparao16n il6g!oa de medios renglones (1, os,
141, 156, 159) para disimruer errorea de e~lotüo. Ello
ocurre especialmente en los epígrafes funerarioa. Las
inscrtpoiones honoríficas parecen hechas por talleres
o lapieidas muy eapeoielizadoe. En los talleres menores
debía trabajarse muoho a mano· alzada. es deoir, sobre
barro y con punz6n, de ahí que a veoes presenten mucha
tendencia a hacer las letras oon rasgos 11brarios, como
en la n 11 1)4. no hay reutilizaciones de mahrial, qui11\(
el oaeo rn&s ourioso es el nt 95. Errores de ortograt!a,
sin embargo, hay comparativamente pooosi ~por!!,-
.r!!!. (83 ), viosit y vioixit por fil!! (94, 106, 132),
hia por hic (107), eto.

?Jo hemos podido identificar un solo taller


de muy amplia produooi6n, sino que parecen vario& talle-
597

res oon bastantes artesanos cada uno. de ah{ la dite-


renoia de manos. S! hay alglm.OS que puede asegurarse
su misma procedencia, como 7-9, 60-61,80-85. 149-151.
135-140. eto.

Hay una ~pooa de rti11ca en que los ep{-


grafee tienen un exoeso de interpunciones, debiendo
tratarse s61o de una mod& ceo, 81, 84. 86, 89, 90, 91,
102. 106, 13), todoe ellos de fines del siglo II y co-
mienzos del III). Las interpunciones mantienen una ou-
riosa sucesi6nt en ,poca republicana y comienzos del
Imperio se usan las redondas, luego las triangulares,
a fines del siglo l 1 hasta mediados del II son hojas
de hiedra bastante naturalistas, para estilizarse mu-
cho en la segunda mitad del siglo, primero oon el ta-
llo recto y luego ondulado. En el siglo III se TuelTen
a usar las triangulares. Es evidente que co!noiden oon
las ~pooas de mayor originalidad y sentido art!stioo
de los lapioidas. Los nexos•• utilisu escasamente,
as! oomo los ,pioee, 1 en todo caso a mediados del si-
glo II (22ter, 66. 114).

Formularios.

Hemos redaotado un ouadro bas~ante esque-


rnátioo (p. 598) donde pued•n verse loe resultados a los
que hemos llegado analizando e61o los •p!grates fune-
rarios, por su mayor homogeneidad. Pueden verse en 41
loe guetos en el tipo de soportes, por ejemplo, muy ma-
yoritariamente lápidas. Estas suelen tener untamafto m.t
dio, reotangular, de entre ·25 y 30 cm. y un grosor me-
dio de 2 o J om. Ello pareoe indicar que los •nter.:ra -
mientos más comunes eran los columbarios (ot. no 122),
CUADRO- RESUI::EN DE LAS INSCRIPCIONES Ftll!EP.A..TIAS
s.II S.!I s.II s.II Total Siglos
- Re'Pú.bl. S. I 1' m. meª'. 2a m. gral . S. II III-IV -
10
G> Núm. piezas útiles J 9 ll 6 16 2J 56 15
+>
M
op. Estelas, cipos
Lápidas
3
- -9 -9 -6 14
- -
22
-
51
-
15
o
({.l
Ares - - l 2 2 - 5 -
'11
'--4 Libres 1 6 7 2 ll 18 38 9
J.t.-1 Libertos 2 3 2 l 2 a
0(11
t:,Q ....
G> o
+> o
Esclavos
Uso d e ~raenomen
-
J/3
l
3/3
5
2/4
5
l/1
4
4/10
3
5 19
3
J
o
GS Gl 3/9 10/24 2/8
lo usan7pueden

s DU o D:MS - 3/8 9/11 5/6 15/16 20/2~ 49/56 en


15/15 C.t:)
;;).l,ll J.Qrlll.UJ.8 .) .L -6 - - -5 - .L

---
as Amlorum. 00
3 1 4 16 l
'::l't:S Vi:J:it amus/annos
~: 3 3
--
4
--
10 14 31 8
--
Qui vi.::z:it ennos l 1 2 l
'O Q
r:z. Vi.%.8.Iln.plus minus - 1 - l 4

-4-
-- - --
--9 -
Id Sin fórmula. 1 2
'3 ';;
~!
salve
R.s.E.S.T.T.L.
Pius in suis
2
-- 7 a- 1a -
39
-
9
'O~ l 3 2 4 5 14 4
r:z. Ot:re.s (ob mem. etc.} - - - - - - - 2

Medie. de edades no 26 34 43 27 36 35 33
~
599

o monumentos como el deeorito bajo el n° 161, vario•


cuerpos superpuestos que enoer.rabe.n la eepul,ura pro-
piamente dicha, y en uno de OUJOS frentes se_ ~noastraba
la 1,pída. La mayor parte del material es siempre M,r-
mol, generalmente blanco y local, salvo én &pooa repu-
blioana, en que se usa oalica. Las dos 1,pidas aue;us-
teas son tambi,n de •lla, puesto que.el uso del má:rmol
debi6 empezar a aumentar despu~s de mediado el siglo I.
Un dato interesante es que en Itálica se evita. hasta
entrado el siglo III, cualquier representaoidn figura-
da en las lápidas, no ya humana, sino de·n~dn tipo.
inclu,pndo marcos, molduraciones, et9., s~lvo •n lae
honoríficas y en lee aras. donde se limiten &1 foous.
la patera y el uroeus. Suponemos que esta aw,enoia 4e
ornamentaoidn, esta extrema simplioidad, est, en oonso-
nano!a con la ausenoia de una trad1o16n indígena ti8U1'!,
tiva, un índice de lo cual ea el austero rapdo de la
oer4mioa de tipo turdetano presen•• en el Pajar de Ai.'U-
1
llo, por ejemplo• y a las costumbres itálioae traídas
1
por loe priflleros colonizadores.

.
1
Muy pooa originalidad en·los formularios. y
algunas no:nnas regular••• DMS, falta de f111aoi6n y de
1ndioaoi6n de la tribu, algunas relaciones de parent•s-
oo y expresiones oarift.osas (v. índice oorrespondient•),
generalmente de padres a bi~os y viceversa. La •d•d apa•
rece oon frecuencia, bajo dos t6mulas ma1orite.riaea n-
xit annis/annos 1 anno:rum, esta dl.tima algo 6nter1or 7
que se mantiene incluso hasta el siglo IlI, cuando empie-
zan a predominar qui vixit y vixit ••• plus min,'18, que ae-
rán les favoritas en la fpooa cristiana.
600

F.n cuanto a f6rmulae finales, muy corriente


el J~ESTTL, a veces eustitu!do el primero por P.I.S.
(102, 123, 149). Las f6rmulas se abrevian más durante
loo siglos II y III y menos o nada en la repóblica J
el siglo I. El desarrollo de ellas presenta m?ohas va-
riedade$, a veces en funci6n direota del espaoio que
queda por rellenar de la lápida 1 lo que es un dato de
interés. A veces se afiade delante T.R.P.D., creando una
f6rmula poética pero no m~trioa muy popular (102, 104,
12~, 127, 133, 142, 159). Una sola vez aparece la va-
riante hic qui legis dices etc. (70).

Lns lápidao no suelen ser ooleotivas sino


individuales, todo lo máa con dos nombres (116, 151).
Con poca freouencie aparecen dedioantes. Como es 16g1-
co, hay máB memorias de individuos librea que de liber-
tos o esolavoa, siendo loe libertos los menos represen-
tados. Claro que ello puede deberse a la poca oostumbre
de indicar filiaoi6n o relaoi6n de patronato, y puede
haber libertos que por ello tomamos como libres. Pero
no mnchoa, en todo caso, porque la consulta de los .!n-
dJcea de cop¡nomino ofreoe un elevado porcentaje de nom-
bres propios de ingenuos.

La religi6n.

Un!'t par-te de sus dioses los conooemos por


la epigrafía y otros por le esoultu:ra :ula numismática.
Entre los primeros, MGrcurio (1) y Liber Pator (2-j)con-
figuran Wl culto b&quico arraigado desde muy pronto. Hay
que relaoiontr con ~1 el de Silvano (35). La Viotor1a
Augu~, (4 y 22ter) • la intercsantíej_ma serie de mtm~-
aia (5 a 17). F.sculapio. Cerea, ·Juno e Isis tienen oons-
tr:mc1.a epi~ráfico., así como Mitra, Religio, el Genio de
601

la Colonia (19,25,22bis)(~ete a relsoionnr oon la cabe-


za de Tyohe, ·quiz, m,s bien representación torreada 4e
la ciudad, hallazgo reciente y hoy en el Mu.seo de Sevi-
lla, y tamb14n con el ara no 58). El culto popular me-
nor está representado por una tabella defixionis a una
divinidad acuática, Domina Fons Fovens (n~ 20).

Entre aquellos ouyps testimonios epigráficos


aún no han aparecido, pero son ciertos, Jdpiter, b'liner-
va, la triada capitolina como conjunto. Dea Roma (recor-
demos la bella oabeza de una oolecc16n privada de Sanlá-
car, procedente de Itálica), Providentia, y otros, como
el de IMroules, divinidad tutelar de le familia Ulpia
(traemos a la memoria los doce relieves con los traba-
jos de H6rculest uno de los cuales poseía Mateos Gago)
y Diana, relacionada oon los Aelii (cf.nR 31), de la
cual hay tres soberbias eso\dturas en el Museo de Sevi-
lla.

El culto imperial está bien atestiguado por


un templo a la Victoria Augusta {22ter), posiblemente
la dáoica de Trajano en origen, los ep!tetos de Augusto
aplicado a ilercurio y Silvano ( eulto &ate dl timo. como
el de Diana. común con Dacia 1 Panonia). un fiamén tra-
ianalis (22bis), sedales (4)) y dos magtstri de los lá-. ·
res y el genio de Augueto, posiblemente ya 4• Ootav1o
(21,22). Todos estos oultos, m~s el general saororum de
la ciudad, servidos por pontitioes (49). flamines. fla-
minioas, sacerdotes 1 seviróe (ot. Índices). El culto
imperial es por tanto muy temprano en la ciudéd, lo que
no ee en absoluto de extraflar r está vinculado tanto con
las guerras de C4ear oomo con la antigua devotio ib4rioa.
602

l.naoripciones imperiales.

Sorprende realmente lo esoaso de su nwnero,


solamente quince para todas las ,pocas, pero !nsisti-
moseijuc el día en que pueda excavarse bajo el aotúal
caBco urbano de Santiponoe este número debe aumentar
considerablemente. El oiglo I estd representado s6lo
por un fragmento de Tiberio o Mer6n (27), y por un hi-
potético miembro de la fe.milla flavia (60). De Trajano
y Adriano son la mayoría de las 7 del siglo II, pues
s6lo un fragmento hemos podido atribnir con dudas a An-
tonino Pío ( 4) ).

Se produce a continuaoi6n una leguna. pues


no hay nada desde Marco Aurel!o a Floriano, ye. a fines
d~l Diglo III. Esta época, más bien desde C6modo, ooin-
cido con un <lescenso notable de la oircuJ.aoi6n moneta-
ria (F. Chavea, 1983), que vuelve a subir exactamente
en 6pooa de Probo. De eeta ,poca y hasta el )00 hay va-
rios homenajes seguidos ()6, 'J7, '.38, 39, 40, 41), ce.si
tantos oomo del siglo de mayor florecimiento de la oiu-
de.d. Esta ~poon parece coincidir oon una .fpooe., o mejor,
oon su fin. de inestabilidad militar, y las finanzas mu-
nioipaleo aparecen temporalmente intervenidas ()6, 37).

Del siglo IV 1t,11oa tiene el 1U.timo homena-


je imperial de la península. a Valentiniano 7 eua hi3oe
( 42 ). lo que indioa unn aotiv!dad muni~ipal viva.y has-
to el t'il timo momento.

Inacripoionea: militares. Sorprendentemente,"


tamb16n son eaooaaa proporcionalmente las inaor!poiones
del mundo militar en una ciudad que nao16 oon ese oario-
603
ter. Creemos haber engrosado los testimonios de P~ulo
Emilio oon una nueva etribuo16n (67). La legidn VII Ge-
mina partio1p6 en la aotividad constructiva del siglo
II {68-69) y un titulo de un soldado muerto durante el
servicio nos parece acredita la posibilidad d• lm& n-
xil\atio pel'm8nente en It~lioa (70). Dos cohortes apare-
cen releoionadas oon disturbios en Mauritania (71-72) Y
el c4lebre pedestal de Tallio Maximiano ser, objeto de
un estudio máe detallado (74).
Ins cripciones municipales. La actividad muni-
cipal eet, bastante bien representada (v. !ndioe oorree-
pondiente), aunque oon preferenoia en el siglo II-III.

Famili as s enatoriales. Ep1gr6fioamente están


atestiguados Aelii. Ulp11. L1oin11, Cornelii, Aoennae,
Vibii, Fabii, Aurelii, Dasumi1, Caelii y Valéri1, 1 el
tipo de epígrafe eonouerda con su posio16n. Sin embargo.
no las hay que reflejen cursus conoretos, pero hay que
tener en cuenta que oasi todos el~oe desarrollaron su v!
da pol!tioa en Roma. Se confirma la estrecha ~elaoi6n
oon las familias notables de la Oalie. Narbonense (R.Sy-
me, 1958). Ellos debieron ser los que oolebora.ron oon
Trajo.no y Adriano en la oonstruooi6n de la nova urbs, y
lee generaoiones posteriores hasta c6modo continuaron la
labor. Claudioe y Flavios son escasos (C.Castillo,1965).
Onomástica. Un alt!eimo poroentaje lo oona-
titupn nomina y oognomine. t!pio.amenh i tfllioos s laU-
noe, oscos, etrurios, campe.nos, t11t1bros y sabinos •••En d•-
finitiva, le masa de loe primeros pobladores. Los nombres
indígenaa son muy escasos (104,164}, es! como los de ori-
gen griego (44,26,90,102,110,111,11a,153,154,157,161)an
proporo16n a lo que suele verse en otras ciudadee, 1, ou-
riosamente. salvo cuatro (26,89,118,162) todos libr,s o
libertos.
c::r:c::=:!2e:c:c::
1.

" '('

'
1

1
1
1:
'l

l Yf D I O E S ANAL I T I COS
605

Advertencia

En nuestro deseo de ofrecer unos !n-


dloe• lo ~ás completos posible, para
la iús f4oil consulta de la obra he-
moa recogido en las di•tintas entra-
das tanto los temas que aparecen t,01-
tamente en la epigrafía 4• ltálioa.oo-
mo los que sólo usamos en paralelos 7
comentarios. Para no inducir al leotor
a oonfu.e16n. las palabraa o temas que
oonstan expresamente en, loe textos epi•
gr&tioos italioeneee llevan• además 4•
la pdgina donde ~parecen, el nt1n!ero de
la insoripo16n da la que forman parte.
entre par,ntesie. Por au maypr inter,•
de manejo. loa índices se refieren.por
lo general, s61o al oat,logo epigr4t1oo.
60 6.

I .- Dioses y divinizaoionee

Monte - 12,
Aegiamuniaego - 520
Aeeoulapio - 15• - 155 (nt 18)
Afr,odita Anadyomene - ,60
Artemie - )15 n. ll

Baoo - 12)
Bonus Eventw, - 266
_ AUguatus - 464 n. 5

Oaeleetis Pia Augusta - 1)1 (nt 5) - 14).


C(aelestis) Urani(a) - 145.
Cairan(ia) - 146
Cerea - 129 n. 9 - 14) - 169 (no 22ter) - 271 n.6
Oonoordia Augusta - 245 n. 2)

Dea Ataeoi:na Prose:rpina - 272 n. 8


D(ea) I(miota) - 152 (uo 15)
Diana - 128 - 271 n. 1
Domi:n• Our(atrix) an1mae - 144 (nt 11)
Domina rons Pove(ns) - 159 Cn• 20)
Domina Regia - 142 (nt 10)

Endovelious - 272 n. 8
60'1

Jortuna - 266
Pur:rina - 160 ~ 401 n. 8
GtniWI ºª'ª· Aug. - 16) (nº 21)
Oeniue ooloaiat eplend. Ital. - 166 (nt 22b1s)
Oenia - 168 n. 1

Iei• - 143 - 169 (n• 22ter)


Juno - 143 • 169 (n• 22ter)
Jfpiter • 191 • 315 n. 17
Lares auguetorum - 16) (nt 21) - 165 (n• 22)
L1ber Pater - 124 (n• 2) - 126 (n° 3) - 128,
12, u. 13-14 - 314 n. 8
Libera - 12e. 12, n.9 113.

Merc\ll'io Augusto - 121 (n• 1)


Mithra - 152. 157 - n• 19 - 246 (nt 50) - 271
n. l - .395 n. 5

Wfmesis - 128, 1S4, 246


_ _ _ AU&WJta - 135 (nt 6) - 153 (nt 16)
_ _ _ Praesene - 140 (n• 8)

Oolfano - 158
Ourania - 145

Pantheus (ep!t.) - 197


Pax Perpetua - 245 n. 23
Petra Oenetrix - 158
Phanes-Aion - 158
Praesene - 141 (n• 9)
80A

Religio - 176 (nR 25)


Salus Sanota - 494 n. 5
Serapie - 190
Silvano - 128 ... 198 .- 367 n. 1 .. 486
___ Pantheo AUgusto - 196 (nR J5)- l97 .- 486.
___ Domestico - 197

Tan1t - 1)2
Tutela Augueta - 197

Venus - 360
Victoria - 1,0 (nt 4) .
___ AUgueta - 169 (no 22ter)

{Cfr. índices I 7 XIII).

::c:c:s::c.:c=e ==::
609

II.- Emperadores l familia imperial.

Augusto (t!t.) • 2)6 (nt 49)~ 239 1 24S n. 2)


A.ugw,to (emp.) - 286 nn. 2-) - )12
Tiberio• 2,9 • 286 n. 2
[Ti. Clau41o B•]roni - nt 27
Galba - 32)
Vespaeiano - 24) n. 10 - )28
¿PlaT1& Domitilla? - 281 (nt 60)
Domioieno - 222 n. 6 - 289
Nerva - 272 n. e - 534·
Tra~ano - 130 - 219 - 227 - 23) - 2)5 n.J - 2J8
279 n. 17 - 292 n. 12 - 298 - 324 - J64
Pomp. Plotlna - 292 n. 12
Trajano 7/0 Adr1ano - 193 (n1 )2) - 241 - 276 -
277 - 286 n.) - 297 (no 66) - 298 (n°
66) - 299 n.2
Adriano - 192 (no 33) - 193 (ne 34) !"' 194.,-196,
(nt 35) - 231 - 2)4 - 25!> .'!" 261 n. 24 -
276 - 298 n. 2 - 319 n. 50 - )JO.
Sabina Aug. - 196 (no )5) - 198
Antonino P!o - 220 (no 43), 255. 295 - 296 -
324 ... 3.'.31 n.
810

Maroo Aurelio - 226 - 227 - 252 - 25) - 5)5 - 5)7n.9


raustina Aug.- 253
Luoio Vero - 25)
C6mo4o - 257 n. 9 - 259 n. 15 - 262 n. 29 - 342
n. 4 - 428 n. ) - 537 n. 9
Sept •. Severo - 226 - 252 n. 1 - 256 - 262 n. 29 -
324 - 342 n. 4
F111po el Arabt - 432
Póstumo - 20)
Tácito - 203 - 207
Floriano - 199 (n• 36) - 207 - 210
Probo - 205 (n° 31) - 207 - 210
Bon9so - 207
Caro - 209 (n• 38) - 210 se.
Carino - 219 n. 4
Magnia Urbioa - 219 n. 4
Emp. desoonooido (¿Carino, Numeriano o Dioole-
oiano?) - 212 (n• )9)
Diocleoiano - 211 - 213 - 214
t.Iaximiano Hercúl.eo - 21) (nt 40)
Constantino I - 215
Crispo - 215 (n1 41)
Constantino II - 216
Constancio II - 219 n. 4
1 811 1

Valentiniano - 217 (nt 42) - 219


Valentt - 217 (nt 42)
Oraolano - 217 (nt 42)
Teodoeio - 219
trib ••• /pro 220 (n• 4))
M

tr1bue Tra!al - 295 (n• 65)


a4leoto •••• Treie.n - 297 (n• 66)
1mperator (tlt.) - ,oi'(n• 67)

Aug. lib. - 245 n. 2)


Aug. ser. - 245 n. 2)
damnatio memo~1•• - 216 n.)
tll!lllltn Traie.nalie - (n• 22bis)
proo. Auggg. proT. Baet. - 250 (ndzns. 53-54)
ratio prlvat• • 255
•errarii Augg. - 244 (n• 44) - 229 (n 1 46}
veneratlo «omus AugW1tae - 525 (ne 166, lín. 5-6)

•awr•t::ttt1:t:a1tm
612

III - Onomástica italicense I Nomina

C, A, P, - 151 (n• 14)


M. Aoenna Rufus - )47 (no 76)
T, Aeliua Aaeatus - 350 (n• 77)
Aeliue Erenniu.a - )52 (n• 78)
· -~•lius Pe(li~ - 353 { n 11 79 )

i: i:ll::: ff¡flt~~ef~:J¡il(nt 82)


Q, Aelius Priaous - 178 (nª Jl)
Aelius Thallw, - 462 (n• 141)
l 't Ael( ius) Vet'era.nue - .358 (n 11 BJ)
Aelia ••• 35) (n• 79)
Aelia L1oin1a Valeriana - 178 Cn• Jl)
Aelia Vaneria - 360 (n• 84)
'L, Aemiliue PaullUl!I - )01 (n• 67)
A11111ia Veneria - (n• 86)
Annie(idiu1) La[e)tue - )96 (n• 107)
Anniua K~.~us - 364 (na 87)
M, 1~t~~~t~'-"1i~tnt!t ieJ66 Cn• 88)
Íurel!ue IUÍ!U8 - 199 (nt J6) - 205 (n• 37)
Aureliue Politicu.e - 1)8 (n• 7)
Aurelius l'lllyrismus - J68 (n• 90)
Aurelius Ureinue - 199 (n• J6)
Aurelia Atrodisia - J68 (n• 90)
Aurelia Salutarie - J70 (nv 91)

P. B•••• 1ortunatus - 142 (n• 10)


L. Blattiua 'rraianus Pollio - 236 (n• 49)
L. Bruttiua Bargathea ~il'll'IU8 - 121 (nt 1)
. '.

613

Q. c. c. - 152 (nt 15}


L. c. Pel(ix} - )7) (nt 93)
Caeo111a Catura - )73 (nt 94)
M. Caeliw, Alennder - 224 (nt 44)
L. Oaeliue Parthenopaeus - 124 (n° 2)
L. Caelius Saturninua - 124 (nv 2)
P. Ca••1ue Romulus - 148 (nt 12)
1. Ce•inius Seneoio - )77 (nt 96)
Oa•1n1a Ref'Dliona - )77 (nt 96)
u. caesiue Caeoil!anus - 166 (nt 22bis)
Claud1u• Cr1ep1nue - )82 (nt 98)
Claudia 7ortunata - 38) (nt 99)
~l)audta(M]arU!ma - 384 (nt 100)
Claudia T•rtulll - 409 (n• 114)
Clodius Panariue - )85 (nt 101)
m~ Coooeius Iultanue - 265 (no 58)
Cocoeius Quir!nue - 265 (n° 5~)
Comel(ius) Apollonius - )86 (no 102)
[P~ Cornelius Mon(tanll!} De.aum(ia.nusJ- 288 (nfl 62)
(PJ Cornelius Saturninus - 387 (no 10))
Cornel(iw,) Theeeua - )89 (nt 104)
Cornelia Coete - 389 (n° 104)
A. Cum[.elius] Aug [uetalis]- (n" ))

D]asum[••• - 29) (nt 6))


P. Dasmn[ius] ••• - 288 (no 62)
Fabius Aelianus - 337 (n 1 74)
Pabiw, Superatue - )94 (nR 106)
J'abi& ATi [ta] - )96 (n° 107)
L. Feroniw, - )99 (n• 108)
T. Flaviua Callietus - 404 (no ~10)
o. Plavius Firmw, - 149 (nt lJ)
Flavius Suooeesus - 149 (n° 13)
· T. Flavius !rophimus - 406 (nº 111)
Sex. Futioius Tertullinw, - 409 (nt 114)
Ma. Fulviue Attenniue Gla(u)cus - 412 (nt 115)
Gabinius Muoro - 273 (nt 59)

Q. Her(iua) - 420 (nt 119)


L. Heriue ••• (otr. addenda p. 421)
Heria Calpurnia - 423 (nt 121)

Iulius 1el1x - 430 (nR 123)


Iu11us Paulus - 229 (no 45)
I(ulius) Vinoentius - 431 (n1 124)
Iulia Valentina - 433 (n° 125)
Iunia A!rioana - 265 (no 58)

tsberius Firmanus - 178 (no Jl)


Licinius Chresumus (pat.) - J81 (nt 97)
L1oiniw, Chresumus (fil.) - J81 (no 97)
(!,. Lioinius) Sur[aJ- 2)2 (n11 48)
Lioinius Viotor - ))7 (nt 74)
Lioinia Lio!nilla - 437 (n 1 127} - 507.
Llcinia Maurilla - 4)9 (no 128)
Lioinia Valeriana, vid. Aelia
Litueeia Primilla - 441 (no 129)
Luoanus Fedeles - (no 11)
Lucret ••• - 229 (no 45) i~~
M. Luoretius Iu11anus - 'Vf] {noa. 53 y 54)
Luoretia Optatina - 443 (no 130)
Lykios Zosimos - (nt 6)

c. Maroius Apilus - 163 (n121)


Marous Megnus - 444 (n~ 131)
615

M. S:r~ 1~[t]i~:,- 4f7({¡• 1\JJ)


Ma{tiw, Sab3'.nus - ~1 cnf lJ~)
Memmia Ita11o111• - 454 (n° 137)
Messius Oeniali• - 457 (nt 138)

(-1 :rrumidUI J'ortu(natus)- 459 (ni 139)


OotaTi& Re•t1tuta - 461 (n• 140)
Perpena Valer1,na - 462 (nt 141)
L. Pontiua - 283 ln 1 61)
Pontia Amoena - 283 (n1 61)
L. Raiua Plebeiua (pat.) - 248 (n• 52)
L. Raiua Plebeiue {fil.) - 248 (nt 52)
Rubria Iulia - (n 1 144)
setria Dolioe - 476 (nt 145)
[semp1ronius (Libe]ralia - 480 (nt 146)
c. Servilius Africanus - (nt 5)
Sen111a - 413 (n• 116)
o. T•••• Pollio - 2)6 (n• 49) - 507
(Te)rentia Calliroe - 491 (nt 153)

M. Ulpio Reuretu.e - 492 (nt 154)


L. Ulp(ius} Pr!mio - 495 (n° 155) / 1
L. tn.pius Ruatioue - 496 (nt 156) - 505
Ul.pia ca ••• • (n• 8)
U1pia Filete - 499 (n• 157)
(!ripia) Fortuna - 499 (n 9 151)
(Val erius] Agathemerue - 51) (nt 62)
Valerius Iuliua - 501 (nt 158)
L. Valerius Nepoa - 327 (n9 70)
M. Valerius Ti [tianws'!]- 50) (no 159)
M. Valeriue Titianus Iun[ior)- 506 (no 160)
616

iBtBFtR PF88lWtf :críP,~Jf62 >


Valeria Sponde - 492 (n° 154)
c. Vallius Maximtanua - )JO - JJ3 - JJ7 (nt 74)
C.· Vettiua .Aegentua - 518 (na 164)
L. V1b1ut Autaroes - 189 (na 35)
e~ Vibius Libo - 169 (nt 22ter)
Vibiua Zotiow, - 492 (ni 154)
Vib1a Mo4•eta - 169 (n• 22ter)
Vibia Titalis - 522 (n• 165)
611

IV.- Onom&stioa ltalioensec Cogn,omina •

.A.egantU9, v. c. Vettius
AU11unu, • ..,. Pabiu
Afro4isia, T. Av•lia
Afrtoanw,, T. o. Servilius
Afrioana, -.. Iunia
Agajthemerus, v. Valerlus
Agrippina - 361 (n• 85)
Alenn4er, v. M. Caeliw,
Amoena, ..,. Pontlé - y 463
Apilus, v. C. Marciua
.Apolloniue, Ye Oor:ne11WI
Aesatu, v. T. Ael1wr
(.A.ti)metue - 367 Cn• a,)
.Utenlu, T. lt. 1tihiw, A. Gle.ucus
Augustalie, T. A. Cum [elius)
Autaroes, •• L. Vibius
Avi~fi}, T. 1abia

Baooarua - 372 (nt 92)


Bargathes, v. L. :aruttiw, :e. Firmus
!lastus, Y. Galla Blasti
Britta - 402 (ni 109)

ca ••• ,
v. Ulpia
Oaeollianus, v. M. Caseius
Caeciliaruw - 297 (ni 66)
618

Calliroe, T. [T½•nUa
Callil!ltue, v. T. 1laviua
Calpurnia, v. Heria
Capella - )75 (nt 9S)
ca,ure, v. Caeoilia
Obar•• - 165 (n• 22)
OhHll"C21ft\W, "'• Lioinius (2)
Ooete, "'• Cor.nelia
Cl'ill!tpinw.. ..,• Olau<liue

Daeu[m1a.nW1J, T. (P.:} Oo~U.u~ Jion f.\.&:n~


Dolioe, v. Satria

Erennius. v. Aeliue
Exorata - )92 (n° 105) (2) y 500, n.6
Pedeles, v. Luoanus
Jelioianw, - (nt 151)
Fe(l~ Y. Aelius
P'eltx, v. tul.tus
Pllete, "'• Ulpia
Firmanus. v. Laber1us
Fil'lllU8 - 402 (nt 109}
11l'!IIU8, v. L. Bruttius Jargathes.F.
Pirmue, v. o. F.laytw,
fortuna, v. (Ulpia]
Fort~tus} T. Ma~•iw,)
1ortU!latua, v. :Rum11ius
Portunatu.e, v. P. B•••••
Portunata, v. Olawl1a
Fruotuoswi - 408 (nR 11))
619

Galla - 413 (n• 116)


Genie.111 • y.. l!eatiu
Oemanw, - 416 (n• 117)
Gla<u)cw,. •• 14&. 1ulviua Atteniw, o.
Helpidtfo:rua - 418 (no 118)
Herennia - 422 (n• 120)
Jterennia, v. Antf,nia)
Hermiona. v. Casinia
Heroe, v. c. Aelius
Heuretue, "'• M. Ulp1ue

Ital1o1lla. v. Memia
lul.ianw, - 418 Cn• 118)
Iul{ianUII)- 424 Cn• 122)
Iul1anue, v. M. Ooooeiw,
Iu11•nust "• M. Luoretiua
Iuliua, T. AureUw,
!nliue, T. Vale:riua
Iu11a, v. Rubr!a

Laetw,, v. Annle(1d1us)
Laetus, v. Mar1w,
~1 b.;,al11!1, v. &'3 emijr,oni us
L1ber1na - 434 (n• 126)
Libo, Y+ c. Vibius
Lio1n1lla, .... Lio1n1a

Magnus, ..-. Marous


Marcianus, v. P. Aelius


620

Maritima - 445 (nR 132)


Maritima, v. Claudia
t4aurilla, v. Lioinia
Mauru.e - 45) (nR 136)
Maximianua, T. c. Vallius
Mo~anua), v. [P~ oontli~ M. »~u,uf¡iflllu,
Muero,"'· Gab!niwr
Myriamu•, v. Aureliue
Nepos, v. L. Valerius
Optatina, v. Luoretia
Pane.rius, ""· Cloéliua
Parthenopaew,, v. L. Caeliua
Paullua, v. L. Amiliwt
Paulus, v. Iu11ue
~lebeius, v. L, Raius (2)
Politioua, v. Aurelius
Pollio, v. L. Blattius Traianus P.
a.~-·~
Pollio, .,,,
Poti{t1},.nue, v. Aelius
Primilla, v. Lituoota
Primio, v. L. Ulpto
Primua .- (n• 142)
Prisous, v. Q, Aeliue
Prooula, v. Valeria
Pronime, v. Valeria
Qulrinus, v. M. Oocceius
Reatituta, v. Ootavia
Reetut'W!I - 468 (n1 143)
Romulue, v. P. a·a eaiua
Rufua, v. M. Aoenna
Rusticus, v. L, 1.npius
1
8·21 1

'
Sabinu•, •• llattiu•
Salutaria, v. Aurelia
Saturninus, v. Cael1ue
Saturniuua. v. cornelius
Seueoio, T. P. Caainiw,
[-----1459 (n• 139)
s.i•apla.
Severina - 482 (n• 147)
Se...erina - 483 (n• 148)
S11vana - 484 (n• 149)
Speo(u)la - 487 (n• 150)
Sponde, v. Valeria
Sucoeeaw,, v. Plavlus
Supe:ratus, v. !'abiw,
Superatus, T. Servilla, s. 1.
Supenta - 490 (n• 152)
Sur[a} v. [!.. L1oinius]
Sutera - 485, 488 (ne 151)
t. ~. B. - 157 (•. n1 19 )
Tballus, v. Aeliu.e
Theseue, v. Oomel1'1a
Teriulla. v. Claudia
Tertullinw, •v. S.:ii:. Fufioius
Titianua, v. M. Valerius
Titianus, v. M. Valerius T. Itmior
Traie.nw,, v.L. Blattiw, T. Pollio
TrophimM, v. T. Plaviua
Tryphonae - 509 (n• 161)

Urainus, T. Aureliue
622

Valentina, v. Iu11a
Valeria - 509 (n• 161)
Valeriana, v. Aelia Lio1n1a
Valeriana, v. P~rpéna
Veneria, v. Aelia
Vfner1a, v. Ammia
Veterana, v. Aeliw,
Vio1n1a - 15) (n• 16)
Victor, v. L1o1nius
Vinoentiue, v. Iulius
V1tal1s, v. Vibia

Zosimos, v. Lykios
Zotious, v. Vibiu.s

:c::cr==••eaacc=c:1:1
623

v.- Onomástica general


$2

Aoenna (g.ne) - 348


x. Aoenna Ce1illanue - 348
M. Acenna HelTiue Agr1ppa - 348 y n.6
M. Aooenna Satu:rtt19U8 - 348
P. Aciliu .Attianua - 190
Adgenn1a Lioinilla - 438
Aégatw, - 520
.hlia (gens) - 190 •287 n.11 - 289 - )42 n.J-463
Aelius Hadrianue Earullinus - 189
Aelia Thalluesa - 464 n. 5
Aem111ue Superatw, - 395 n.5
Agathemer, eto. 514
Agathopodua - 478 n. 7
Agrippt/inus - )6 n. 1
Amoenus/a - 284 - 285
Annia (gens) - 289
Anto - 366 n. 1
Antonius Atimetua - 367 n. l
Apilus • 164
Apolaustue - 177
Apronius - 480
M. Aruleius - 156
Aeinia (gens) - 42) n. 1
Assatue - )51 n. 2
At111a (gens) - 458
Ati11a Balbilla - 34~ n. 7
\
624

P. Autidius Exoratus - J9J


AUgUetalis - 129 n. 8
Aurelia (gene} - J71

B(adiué?) - 142
B(aedius?) - 142
Barathee - 122
Barbarue - 270
Blastus/a - 415
Blat(t)ius - 14J. 415
Britta - 40J
Brittus/a - 403

Caec111, 1anus - 374


Caeoina - 464 n. J
Cael1us - 125
Q. Caeaius Hir:rus Aelius Pairvinus Fabianus - 148
L. Caesiue Pollio - 148
Caesia Senilla - 458 n. 2
Callistus/e -· 405 n. J
L. Calventius - 208 n. 7 - 261 n. 24
Cam111 - 314 n. 8
Cassia (gens) - 167
Cassinus Attie.nus - 380 n. 6
Ti.Claudius Modeetus - )30 - 331 n. 1
Ti.Claudius Pollio - 345 n. 3
T1.Claudius P:rooulus Cornelianus - 252 - 257 n.J y 6.
c. Clodiue Macer - 325 n. 3
Cooceia (gens) - 269 - 12) n. 4
Sex.Cocoeius Cráterue Honorinus - 271 n. 7
Cooceius Flacous - 270
Coooeius Italicus - 270
Coooeius Lyoius - 271 n. 7
625

Cocoeia Sabina - 271 n. 7


Coedue - )95 n. 3
Co11•/Coele - 391
L. Cominius V1paanius Salute.ria - 256 n.2, 257 n.6
Cornelia (gene) - 290 - 291 - )88
Com•lii Saturnini - 388 1 n. 1
P. Corneliue Sotpio Afrioanu.e - )04-306-)10
L. Oomeliu Soiplo Atrioanue Mínor - )06
P. Corneliu Solp~o Wa•1ca - 318 n. 44
Come11a Ma:tullina - 450 n.)
cornel1• Tiberina - 450 n. 2
Ooroniw, - 480
Cu.melius - 129 n. T
Cup1ue Atimetus - J67 n. l
M. Cutiua Prieow, - 458
Cynegiolua - 176 n. 2

Daeimianus - 291
Daelmius - 291
Daeumta (gens) - 289 - 291 - 29)
Q. Dasumiuo •••• - 291 n. 2
L. Daeumiw, Hadrianus - 289
P. Dasumiua Rusticua - 289
Dasumia P.rocne - 289
Daswnia Turpilla - 291 n. 2
Dasumill& - 291
Dolene/ Doles - 478
Dolloe - 393
Domitia Paulina - 282 n. 2
Dolabella/1na - )60 n. 1
Bgnatia Assata - 351 n. 2
Bppieidiw, - 396
628
•.,:

1
1
Fabia (gene)~ 342 n.
,I
Q. Pabiua Muimue - 306
l'auatua - 177
'
Javoralis - 481
PerfoniWJ - 401 n. 9
Pidelie - 144 (no 11)
11ltten1 - 500 n.5
Plmw,· .. 150
Plav1us L1bt1"111is - 281
Flaviue Sabinue - 282 n. 2
11aviue T1t1anus - 507
Plavia I'111a - 282 n. 2
Ploralie - 481
Frahrnu .. 397
G. Putioiua Oltmtns - 411 n. )
M. Futiciwi Q\11.etúe - 410
Fusca - 395 n. )

Gabinia (sene) - 277


Gav1s1diue - 397
Galliue/a - 415
G•rmanw, - 417

Helvia (gene) - )48


Helv11 Agrippae - )48
Herennianue - )52
Herenniola - )52
Herennius - 421 n. 3
Herennua - '.352
Heriua - 421 n. )
Herodes Attiow, - 276
Himilce - 39)
62'1

Imue - 40)
Italiohia - 455
Iul.ia (gene) - 244 - 270
Iul.iua - 432 - 474 y n. 1)
Sex. Iulius Pos•eesor - 259 n. 15
Iuliw, Servisnue - 289
Iulius Sup.:a-.~tw, - .395 n. J
Iunior - 508 J n. 5
Iuniua - 502 - 508 n. 5
Q. Iunius Elaeeus - )04

Kaow, - )65 n. 2
Kappianue - )65 n. 1
Xrus - )65 n. 2

M. Laberius Ma::dmue - 189 - 190


L1b;,ious - 410
L1o1nia (gene) - 190, 289, 342 n. ), )61, 438
L. Lio1D1us Seoundue - 464 n. J
L. Lio1n1us sura - 190
L1tuoiue Seoundus - 442 n. 5
T. Lituoiue Trophf.mwl - 442 n. 5
L1ttuoo1a Seoundina - 442 n. 5
Luoanus - 284 - 286 n. 6

Maeoian1 - ~85 n. 5
Maeoianua - 182 - 165 n. 4
(Mag)niua Donatw, - 195 - 202
P. Magnius Ru!us Magonianus - 256 n. 2 - 257 n. 6
Maius - 502
T. Manliue Bargatbes - 12J n. 4
Msrcellus/inus - 362 n. 1
62S

Marcia Venueta - J56


Maroianus - J56
Mároii - 356
c. Maroius - )20 n. 52
Marina - 449
Marius 'l'alal!Jsa - 450 n. 2
Mai-tiue - 502
M11cro - 449
Marul•ius • 450 n. l
MaruJ.linus - 156 n. 6
Marullue - 156 n. 6
Ma:t'U8 - 156
T. Marwi AurelianW!I Tarrao1\l8 T1br1dius - 450 n. 2
Mate:rnw, - 397
Maurilla - 270 - 410
Maurue - 270
Mel1eei • 314 n. 8
Meesla (gens) - 458
M. Mesaiue R~tious ••• Celeus - 458
Modesta - 130
Montanus - 290
MUllll'llia (gens) - 450
L. Mummius 1mp. - ,01 ss. - 314 n. 6

Q. Ootsvius Sagitta - 344 n. 2


OVidiue - 495 n. 2

Parthenopaeus - 124 - 125 n. 5


Paternus - J97
M. Perennie Bargathes - 12J n. 4
629

Perperna, Perpenna - 46J


Perpernia Eunois - 464 n. J
Perseua (Maoed.) - 307, J09t )18 n. J6
Poetiow,, Poieticus, Poiteous - 1J9
Politee, Politioe - 139
Q. Pompelue - 320 n. 52
c. Pompeiua ltuoro - 279 n. 23
Pomponia (gens)• 450
Q. Pomponius Ru!us - )25 n. 1
Pontia (gena) - 284
Poro1WI - 495 n. 2
M. Poroiue Cato - Jl0 n. 44
Potitus/tianus - )57
P. Pr1fern1us Paetua - )44 n. )
A. Publioius Germanua - 417 n. 1

Quietus - 410
Quinot!i - J82
Quinotius Plmnininus - 308

Raiue - 182
Res(ti)tutus,ianus - 469
Romulus - 148
L. Rosoius Aelianua Celes - 185 n. 5
L. Rosoius --- Gtaberianue - 185 n. 5
Rubriue/Rui'rius/RufroniWI - 47)
Rufua - 348
Rullus - 498 n. J

Satria (gene) - 479 n. 8


P. Satrlua Felix Seoundue - 478 n. 8
630

T. satr1u• zethue - 478 n. 7


Satria Liciniana - 478 n. 8
SatuminWJ - 124
Seooiiia - 395 n. 3
Seneoionea - )80 n. 7
Septi~iue Ac,ndinua - 216 n. 2
SeniUw, Superatua - 395 n. 4
ano - 348
Silve•tris - 486 n. 13
Silviue/Silvinua - 486 n. 13
SpH - 487
Sulpioiu1 Avitua - 331 n. l
Sulpioiua Oallw, - 318 n. 44
Sunua - 398 •• 9
Suilliua - 495 n. 2
Superana, Buperator, Superstea - 395 n. J
sutor - 489 n. 5

Terent11 Ru:tini - 491 n. 4


Tenntiu.~ - ~B! - ie~.n. 6.
Thallue/a - 463 - 464 n. 5
Titiani - 507
Titius - 182 - 344
Tonsinua - 398 n. 9
Treius - 182 - 238
Trooina - 464 n. 3
Trophimwr - 406 nn. 3-5
Trshe, Trnho, eto. - 512 n. 3
'l'uaoilla - 348
Tusou~ - 284 - 285 - 348
631

Ulp1a (gens) - 244 n. 22 - 289 - 493


Ulp1ue saturn1nus - 260 n. 15
Ulpia Maro!ana - 282 n. 2
Urbanue - 498

Valeriue/a - 502 n. l - 505 - 507


Valer1a Tbaltussa - 464 n. 5
Valerianus/a - 46)
Valerii Vegeti - 252 - 257 n. 5 - 507
c. Vallius Rufus - )40 n. 1
T. Varius Olemene - 324 - )JO - J)J
Varieidius - 397
Varo - 348
Va•tue/a - 498 n. J
A. Vegetius T1t1anWJ - 507
I. Yehilius Gratue Iulianue - J)l
Veneria - )60 - J69
Veepasia Polla - 282 n. 2
Vetranus - )59
Vetto, Vettiue - 521 n. 10
Vibia (gens) - 172 - 52)
Vibius Pelioio - 245 n. 2)
Vibia Felioula - 245 n. 2)
Vibia Matid1a - 282 n. 2
Vibia Sabina - 282 n. 2
Viganue - )98 n. 9
Virius - )98 n. 9
63Z

VI.- Prosopogra!!a esencial (1)

Aoeennae Helvii Agrippae


M. Aocaena Rufus - nR 76
P. Aoilius Att1anu.e
P. Aeliu1 HADRIABVS
P. AeliUIJ Radrienu, Afer
¿P?.Aeliu• Hadrianus Msrullinus
Q. Aeliue Priaous - ni 31
Aurelius Iulius - ntims. 36-37
Aurelius Ursinus - n 1 36
P. l! •••• Fortunatus - n' 10
L. l!lattius Traianus Pollio - nR 49
·t. Bruttius Bergethea Fi:rmus - n 1 1
L. Cael1us Pe.rthanopaeus - n1 2
L. Caaliue Saturninus - n 1 2
M. Caesiue Caeoilianus - núms. 22bis y 66.
M, Coooeius Iu11anus - no 58
P. Coeliue Apolinarie -
P. Coeliua Balbinus Vibullue Plus
P. Cornelius Montenus Dasumienus - nt 63
A. Cúmelius Augustalis - nª J
De.sumius - n 11 63
P. Dasumius - n' 62
Pabiua Aelianus - n' 74
Fulvius Capratinus
Pulvia Oapratina - supl.

( l ) Cfr. Oaro!a y Bellido, CAAI , JB as. y las obras


de e, Castillo, Etienne~o. citadas en la bi-
bliografía, además de loa repertorios habitua-
les,para aquAllos que no están representados di-
rectamente ~n la epigrafía de rti11ca.
838 I

Cabiniu. Muero - n• 59
Iuliua Senlanw,
L. Lio1niw, Sur& - nt 48
Liolniws V1otor - n• 74
M. Luorttius Iul.1anus - nt 5)-4
L. Maroellue
c. Ja!aroiue
o. Mar~iu.a Apilue - n• 21
L. Munatiw, PlaOOU8 •
Q. Pompeiue Niger
c. Pontiua (Amo•nue) • nt 61
L. Ratue Plebeiua (2) - n• 52
L. Rutlw, Sabina
a. T••• Pollto - n• 49
T. Toriw,
M.. Ulpiu• Traian.w,
M. U1piue '1'RA.IA1V6
Ulpia
M. Valeriu.e TiU&nus - n• 159
M. Valel"lwr Tittanw, Iunior - nt 160
T. Veeiue
Vibi• Modesta - nt 22ter
634

VII.- Cursua senatoriales y eoueatre·s

a) (<H:nátorialilf)]adlectua - 168, 297 (nt 66)

o(lariesimus) 1ntans - 347 (nt 7G)


ieg. Aug. pr.pr. (Cit.) - 508 n.J
toga praetexta - 267

b) ~quo publico - 250 (nW11é. 53-4) - 255 -


332 (nt 72)
proo. Augg. prov. Be.et. - 250 (ndrns.5)-4)
proo. K•len4. Veget. - 250 (ndme. 53-4)
proo. provino. Macedoniae, Luaitaniae,
Maur.t. Ting. - ))7 (no 74)
proo. v1ces1mae her. prov. »aet. et Lu-
sitaniae - 250 (ndms. 5J-4)
,t~ibunwn1111:1tum ·--:n2-cn0-12) ··.;. 3U (n11 15)
vir egregiub·- 199 (nt 36)
vir pe.ri'eotissimus - 199 (nt 36) - 202 (no 37}
635

VIII.- Res munioipalie

aocepto loco - 169 (nt 22ter)


adleotio inter oives - 261 n. 4i 270 n.9 - 299 n. 5
aedil - )32 (nt 72)
[oiv1t(at1?)ItaJlioensi - 301 (nt 67)- Jl)
c. A. A. I. - 2,1 (nt 47)
C(olonia) A(elia) Aug(ueta) Ital(icensium) -
142 (nt 10) - 275
C(olon1a) U(lpia?) Ital1oens1um - 245 n. 28 -
27) (nt 59)
11 ~.·
ooloni et 1noola• - 238 - 526
ourator re1p. Ital. - 199 (n° )6) - 202 - 203
n. 4 - 205 (nt )7) - 247 (n° 51) -
250 (nos. 53-4) - 255 ss. - 273
(111 59)
ouratoree - 203 n. 4 - 208 - 211 - 279 nn. 17-20
ouria - 5)1 n. J - 5)7 n. 8
d(ecreto) d(eourionwn.) - 121 - 124 - 250 {nos.
53-4) - 263 (nt 55)
decreto ordinie reip. Ital. - 263 (n 1 56)
decurio m('Ullio1pi1) - 126
deduotio colonial - 241 - 242 - 24) n. 14 - 245
n. 23 - 275
duovir - 246 (nt 50) - 166 (nt 22b1s )- 332
(nt 72) - 3)7 (nt 74) y v. adden-
da en p. 421
duoviri - 234
duoviri deaignati itenun - 2J6 (nt ~9)
duovir III - 248 (nº 52)
636

geniua ooloniae - 166 (n 1 22bla)


tiguráoidn del genio de la colonia(?) - 266(n•59)
inoola italioeneia - 470 (n1 144) - 526 (nt 166)
It(aliceneibue?) - 2J2 (n1 48) - 2J4
ius inoolatue, incolarum - 472 - 529 - 531 n. 11
mores et legea - Jl9 n. 50
munioepa, munioipea - 320 n. 51
mun1oip1um oiTium romBDormn - Jll
munioipitn11 ¿Iull\1111 Italioenalwn? - 531 n. 12
ob honorem du.oviratua - 166 {ne 22bis)
ob honorem seviratua - 124 (no 2)
omnibus honoribus in re publica sua funoto - 264
(n 9 57)
oppidüm - JlO as.
ordo (oomo edificio· curial) - 166 (n° 22b1s)
[ardo) o(oloniae) - 168, JJ2(n 1 72)
pague - 310
patroni - 164 - 172 - 256 - 262 n. 27 - 343
{n• 75) - 344
p(atronua?) Ital. - 135
(plebe?] et ordine - 26J (no 55)
polla Italik& - 320 n. 52
p( ublioua?) (aervw,) - 136
RESFVBLIOA ITAL!OENSIVM - 199 (nª J6) - 205 (n 9
37) - 209 (n 9 JB) - 265 (n 1
58) - J37 (n 1 74)
Sergia tribu - 166 (nv 22bie) - 235 n. B - 243 n.
7 - 248 ( n 9 52), 283 (ni 61)
298 (nº 66?}
splend14ies1tnUAJ ordo - 169 (nº 22ter)
•plen41d. ordo Ital1o. - 185
splendi4. reipubl1o• - 250 (nos. 53-4) - 256
11tatU8 ... )10 se.
t1poe mcmetale1.- )20 n. 5)
V(lpia) - 279 n. 15
V~rbe) - 279 n. 1, - 310 - )1)
V(iotrix) - !78 n. 15
Yiou.e o1Yiuil l'OIIUltro - 310
(•loo ItalJiotnli ~ 303 - 318
vir mUftio1pa11e - 262 n. 29

H ·(I
638

IX.- FUNCIONES MILITARES

a) Fwioiones y referencias

oen(turia) Maro1 - 329 (nt 71)


dux - 211 - 342 n. 4
fort1ea1mus dux - )37 (n 9 74)
imperator - 301 (nt 67) - 304
1mper1llm - 305
miles ooh. III Oallorum - 329 (nG 71)
miles m(&?lipularie?) Leg. VII G. - )27 (nt 70)
praepoaitua - 342 n. 4
etipendium. - J)5 (nt 73) ·
trib(unua) mil(itum) leg. - )43 (nD 75)
triU111phua - )04 •e.

b) Cuerpos de tropa

Legio Oalblana - 323


Legio Maoriana - 325 n. )
Legio V Alaudae - 24) n. 7
Legio V Maoedonioa • 24) n. 9
Legio VII Gemina - 168 n. 1
Legio VII Oem.rel. - J2) Cn• 68) - )26 (no 69)
ep1tetos de la Leg. VII - )24
vexillationes de la misma - 324 -328- )31
Lagio X Fretene1e - 243 n. 9
Legio X Gemina - 24) n. 7
6·39
' .

CobOI'•
Jattio• - 278 n. 8
Cohor1
dtltotorua oiTOJ'\111 - 215
Oohon
Multtma ... 218 •• 8
Oohon

OohON
OelleN I
...
Yt1atar10l'UII - 215
onm•• ••• sast,tvlona - 3)2
,, ' (nt 72) - ))) •

t Aa,. t•• Sa«ttt .... ))1 a. 1


ui,. lrt.H. ld.l. ,-.. • 215
Oohen
Ooon
tll aallol"IIII • ,:n n. T (n• 71)
ttI Oall. 1•11:1: ... ))1 n. 1
,ophON) t ttlll@.o•nd\lltt~ - 274 ·

········•••:211tlt
X.- 1unoiones eacerdotalee

augur .. 177
augu9tal1e - 177
oollegi• tenuiorma. - 22) n. 9
flamen aUguatalil - 121 - 240 - 2BB (n• 62)
flamen perpetuwr alTi Trait.n! - 166 (n• 22ble)
flBl!leD proY. Baetloae - 166 (n• 22bla)
flaminalia proT. !att. - 166 (n• 22bie)
nam1n1oa?- 140
tlaminioa bia - 169 (n• 22tn)
magiater l&ruJn Aug. et Gen11 Caee.Aug. - 16J(n• 21)
magiater laruni Aug.- 165 (n• 22)
ministN Tutela• AUgUBtae - 245 n. 23
pontifiots d1Ti Aagwtti - 2J9
pontifioea .prill11 oreati - 2J4 - 2J6 (n 1 49) -
24J n. 14 y of. !M• p. 421.
pontitioea eaororum - 24) n. 14
aacerdoa - 169 (nt 22ter) - 17J (n• 2))
saoerdoe Colonia• - 142 (n• 10)
saoe:rdoa ¿Dianae et Mith!'ae? - 271 n. 1
sevir aug. - 124 (n 1 2) - 124 - 245 n. 2J
eodalioio - 292 n. 21
)aoda(lis Aug. Hadrianalis?J - 220 (n• 43)
sodalea Olaudialea - 22J n. 9
eódalea 1lavialee - 22) n. 9
eodalea Traianalea - 183 - 22) n. 10
eodales Treianalea et Hadriaaales - 222
--a.•s=:tt=a:
t
t

n.- Punoionea prOTinoiales

agene per Ri•paniaa - 216 n. 2


agen1 Tioe pl1l•a141a • 199 (n° )6) - 202 - 205
(n• )7) .. 211
empliaailnu.e pra•••• -
)42 4 n.
[•• ~•t(lcae) - 294 (n1 64)
dtooesia Htapantarum - 211
nam,n prOT. BaeUoae - 166 (22 bis)
pre•••• - 202 - 211
pre.eses Hiap. Cit. - 501
praetor Hiep. ~~ •. (re~,>. - 305 (na 67)
pretura - 307 - 308
prooonaul provincia• - 348
Oroourator Kalénd. Teget. - 250 (noa. 53-4)
proourator prcr,. Baetioa - 204 n. 4 - 250 (nos.
5)-4)
proourator prOT1llo1arum - 261 n. 24
procU1'ator prOT. Maoed., Lusit,; Me.ur.Ting.- J'.37(n•T,
proourator ii' here4. - 344
fproT1]no(1ae) pro(o(urator)]- )43 (n• 75)
vioariue .. 211
642

XII.- !!.!:.tioularidadee deetaoablee,

adleotio inter oivee - 298 - 473


adleotio 1nter eenatorioe - 298
anima (epit.) - 485 ••·
anima oandida - 484 (n• 149)
annle vutt - 390
annona - 253 ••·
aqua Vegtt1ana - 257 n. 5
e.rae - 236 (nt 49) - 265 (n• 58)
banae - 133 - 150
bonua in amio~e - 501 (n• 158)
caeeie bostibua - 337 (n• 74)
oastellum • ~,395, n. 3
oaetellum aquat - 231
oaetellum dlvitorium - 326
oivie adleotus - 474 n. 9
oivis reoeptua - 474 n. 9
¿o(ivis) r(omanWJ)? - 274
oolumnas oaryetiae - 265 (n• 58) - 268
o(ollatio) ol(earta) - 260 n. 19
oolltgium (funer.) - 424 (n' 122) - 502
oollegium Diana• et Antinoi - 428 n. 4
oollegium tenuiontm - 22) n. 9
o(ollegium) ol(eari11111?) - 258 n. 15
o(onduotor) ol(eariua?) - 260 n. 19
oonpagani marmoftl'ienees - 220
oum filio et tttore - 265 (nt 58)
ouratoree kalendarii - 260 n. 17
c(uratoree) oi(earii?) - 258 nn. 1) y 15.
ouratoree reipublioae - 261 n. 22
6~3

damnatio memoria• - 216 n.)


dedioata enno ••• - )37 (n• 74)
dedtt de41o&v1tque - 265 (n• 58)
dittue•orea olear11 - 258 n. 15
donum et veatigia - 148 (n• 12)
editor•• (muntl'Uffi) - 537
edttorla tribunal - s,1 n. 8
epistylium oum. oattoellis aereie • 265 (n• 58) - 2,e
•~ argent! librla oent.n1• - 166 (nt 22bie)
ex teat&mento ••• patrl• - 248 (n• 52)
familia Caeaar1a (eerrar.) - 226
!1gl1nae - 251 n. 10
tunerat1o1um • 424 (n• 122) - 425
in fronte P• in agro p.~ 16) - 429 n. 10
1nte.nt1 .uav1111mo - 492 (n• 154)
1nterpretat1o - 128
1ntertiu:m de.rt - 525 (a• 166, l!n. 3)
1t1nera - 2)6 (n• 49) - 245 n. 25 - 286 n. 2
iua dioere - 525 (n• 166)
kalendarium - 254 - 260 n. 17
laris oollooatio - 472
liureas pintadea - 232 (no 48) - 2J5
liberU - 124
looum. etpulturae - 185
locus. looulw, - (27
ludia editia - 124 Cn• 2) - 265 (nt 58)
ludie soaeniois editie - 124 (na 2)
maur1 - 3)9 - )40
meroatores oleu11 - 258 n. 15
munere patrinlonii - 472
naT1oular11 - 258 n. 15
Wemeseion - 1J2 - 146 - 153
nuntiationee ad fisount - 534 (n1 167)
ob memoria eiua - 418 (nt 118)
ob merita - )37 (n1 74)
ob merita •iwr - 250 (nllme. 53-4) - 256 - 261 n.
24 - 262 n. 27
offioina mamo:rarla - 228
olearii • 258 Do 15
orohestram - 236 (n• 49) - 286 n. 2
orlgln• eeritnaia • 470 (n• 144)
origo .,.. dom1oil1W11 - 472
parodol - 245 n. 25
patronua hispanorwn - 310
p1.1:l prieUn•rHtituere - .337 (n• 74)
peregr1n1 militea - 275
periaktol - 251
pius iuetusque - lBJ
planta• pedum. - 131 - 143 (n• 5 1 aa.)
poll1oitat1o - 270 n. 1
poat mort. f.o. - 377(n• 96)
praemia mJ.litiae - 278 n. 6
proacaenlum - 2J6 (ni 49) - 286 n. 2
provinoiam Baetlollll\ - 337 (n• 74)
provincia inemie - 331
quaestio de rebua repetundi• - 310
recipentorea - 534 (n• 167) - 535
rn - 304
ealage(n)ais - 447 (n• 133)
salve - 399 (n 1 108)
eenatu, ooneultum - 536 - 5J8 (eub. n• 168)
senus/a - 117, 143, 150
645

~igneie quei - 174 (nt 24)


eit t1b1 terra e(uavis?) - (na 1)6)
eportulae - 473
statio (aoepoionee) - 226 - 227
etatio eerrariorum Augg(w,torum) - 125 - 224
(:n• 44) - 229 (n1 46)
etatuam ponendt.m • 185 .
etatuae (4) •s ars.p. oentenis ·- 166 (n• 22bis) ·
etatua1 qua• eunt 1n ordinem po•ltae
tabella 4et1s1on11 - 159 (n• 20)
tabula Bana,itana ~ ))9 - 341 n. 2
tabula anaata - 15) (n• 16)
tabula patronatue • 477
tabulam. mannortem - 224 (n1 44) - 229 (n• 45)
tipos de oppida - )21 n. 57
titul.1 Mumm1cm1 - .305 - )l) - )15 n. 1)
tr1bunal1a - 245 n. 25
tribus - Arn(ensie) 479 n. 8 - Mae(oia) 184 (ne
28) - Pap(iria) 296 - 491 n. 4 - Quir(i-
na) 250 (ndm.a. 53-4) - Serg(ia) - 349 n.6
t]ur[ma?- )36
vaclimonia - 535
v~lva regla - 269
verewr - 427
vllioWI kalendarii - 260 n. 17
vobia eit tel"l'11 ltTls - 488 (ne 151)
~aJkintho capta - ..301 (ne 67)

•=••••aa1:aa
Partioularidadtf de e:1preet6n en relaoion••
de pe.rentesoot

oontugi benemer. ~ - nt 104


oon1ug1 benem. teoit - no 141
ooniugi inoomparabili - no 161
oontuber. ben.mer.f, - n• 90
marita et filia benem. teo. - nt 82
uxor marito benemer. - n• 133
(mater) filio - nº 114
mater filio suo ouiseimo • n• 139
mater f.o. - nt 109
pater ••• et maritua - nt )1
péter filio ~1entie1imo - nt 97
parentes filio dul,oieeilllo ••• 1nfant1 •ua•ieaimo •
J\1 154
filia pientissima: matr1 p. - no 148
(f111us) matr1 - nt 96
filie.e pientissimae - nt 105
sol!od oariastmae - n:-0 91---··
fr11ter pius teoit - n• 1:35

•====-==cc:-:r
XIII.- Res saorae

a(nimo) 1(1bens) v(otum} s(olvit)- 1)1 (nt 5)


capitolium - 315 n. 17
capitula aurea - 169 (n• 22ter)
oapitulum Isid1 - 169 (nv 22ter)
oap1tul'WII Iunoni - id.
oapitulum Cererls oum,manibus argenteis - id.
corona aurea - id.
corona aurea flaminalia - id.
ex precepto dei - 157 (nt 19)
ex voto - 1481 155. 265 (n• 58)
in honorem Augueti - 241
1n templo suo (Viotoriae Aug.) - 169 (nt 22ter)
ob honorem eeviratua - 124 (nº 2)
pro salute - 196 (nt )5)
resp. devota num1n1 maieeta\i4ue eiu • 1,9 (nt
)6) - 205 (n• 37) - 209 (n• 38) •
212 (u• 39) -
signwn Iovis imperatoris - )15 n. 17
tabella detix1on1• • 159 (n• 20)
templuril divi Traie17 - 176
votum - 270 n. 1
votum. liben• animo solT1t - 246 (n' 50)
votum solvo - 157 (nt 19)
voto s(ueoepto) l(ibens) r(eddidit) - 149 (n• 13)
648

XIV.- Fuentes 01,sicas mencionadas

Apiano,~• .J.§. (243 n. 10)1 §! ()20 n. 52 T )56


n. J) 'ª2 (292 n. 6); .2§. ()17 n. 32).
Aulo Gelio, Nootes Attioae XVI, 1),4 (245 n. 27)
Aurelio Víctor - de Caes. 16,11 {5)7 n. 7)
Cioer6n, ~h1~iE2• XIV, 12 ()16 n. 22)
Claudiano, Paneg. rion. , 18 {190 n. 7)
Cod. Iuat. I, 54, J (205 n. 4)
De mun. X, 38 (474 n. J)
De ino. X, 39 (474 n. 3)
Cod. Theod. 15, 1, 9 (429 n. 7)
Digesto, 5, 12, 5 (208 n. 6)1 39, 2 (429 n. 7)i
)9.2,46 (204 n. 4); 43. 18, l (429 n.
7), .49, 14, 1 (5.34) 1 so, e, 2-11 (204
n.4)s 50.9.4 (204 n. 4)
Diod. Síoulo - 16, ~) se. (317 n. 34)
Di6n Casio - 68,4 (243 n. lO)i 69,10,l (192)
Estrabón - ),2,2 ()22 n. 60) 2,41 (42) n. 1)
Festo - 251 (515 n. 4)
Herodoto - 2,)3 1 4,49 (322 n. 60)
Horaoio, Epiat. II, 1,193 016 n. 26)
Hyginus, De mun. oastr., 16
Juvenal 6, 272 (228)1 4, 136 (292 n. 15)
Llvio - 6, 29, 8-9 ()15 n. 17) s 26,24,15 (317
n. 35)1 27,19,4 (315 n. 18)¡ 36,42, 5
(317 n. 35)s 37,46,7 (J17 n. 30)1 37,
57, 5 (317 n. 30); 43,2,5 ()18 n. 44)t
43,3,1-4 (316 n. 28)1 44,2),46 ()11 n.
31); 45,26 (279 n. 22)

.,
Maorobio, Saturn. I, 22 (152 n. ))
Orosio - 7,13.3 (198)
Ovldio, Fast. III, 512 (129 n. 11)
Philostr., Vita Soph. 2,1,4 (279 n. 19)
Plauto, Men., 391 (134 n. 6) .
Plinio el Viejo - nat.Hist. XVI, 86 (228)s III
11 ()21 n. 54)1 III, 1)-14 ()22 n. 60),
III, 18 ()21 n. 57), III, 44 (42) n. l)s
llXVI, 15 (192 n. 5)
Plinlo el Joven - Paneg. LI (222 n. 6)
E,¡iat. III, 9, 18 (278 n. 8)
Plutaroo, Aem. Paul. 4 (317 n. JO)s 4, 19 se. ()18
n. 42), 28, le•. ()18 n. 42)1 28, 2
(318 n. 40)s 29, 2 7 )O (318 n. )8)1
30 ()18 n. 42)1 ll, 4 ss. ()18 n. 43)1
)6 ( 318 n. 42)i .38 ( 317 n. )1)
Polibio, 10, 7,6 ()22 n. 60)
Soript.H. Aug. - Vita Hadr. I,2 (190 nn. 5-6),
11,J,4 (198 n. 8)./ Vita Maro1 I, 6
(292 n. 6), IXI,1 (342 n. 6)1 Vita Sev.,
12 (258 il. U)'; 2 ,4 042 n. 6>, VJta
~ 10, 1 (20l)i Vita Taoiti 14, 2
(201).
Suetonio, l!!!':2.• 37 ( 228)
9!!M 10, 2 (325 n. 2)
T4oito, Annales I, 8 (278 n. 6)1 III, 74, 5 (315
n. 15)
Tertuliano, ~ ¡all., 4 ( 134 n. 6) ·
De idol., 8 ( 1)4 n. 6)
Varr6n, ling. lat. 5, 155 ( 228 )1 5, 141 ( J2l
n. 58)
Vitrwio. De eroh. V, l,8 (245 n. 25)
Z6s1mo, I, 63, l ( 201)
650

Fuentes legales menores

I,exAcilia .. 5)1• n. 8 1 9
Lex Mamilia - 24) n. 10
tex Metallis Vipascensts - 531 n. 9
Lex Mun. 1lav. !mi~.• 43 n. 33 • 472 • 521
Lex Mun. PlaY. Malao. - cape. 5) 169 (412 •
474 n. T) - oap. 62 (530 tt. 1)
Lex.Rubria - )12 - 531 n. 9
Lex Ulpia - 535
Lex Ursonenst - caps. 68•70 (243 n. 13 1 5.:n.
n. 9) - cap. 95 (531 n. S) •
~ap. 98 ( 472. 473 ).
Oratio de pretiie gladiatorum minuen41• - otr.
odal. n11 168.
1
651 l

-rl.- Geographioa

~ (Guadix, Granada) - 219 n. 4


Acinippo (Ronda, Mllaga) - 18) n. 4
Adamuz (C6rdoba) - 147 n. 15 - 399
Aeolanum (It.) - 208 n. 7 - 261 n. 24
Aeminium (Port.) - 219 n. 4
Albesa (L4r1da) - 2))
Aloal, de Guadaira (SeTilla) - )48
Alcalá de Henar•• (Madrid) - 197
Alcolea d•l Río (Se•illa) - 40) n. 5
Alexandria Troas ('fu:tq.) - 276
Algeoira, (C4di~) - 172 n. 2
Alma4,n de la Plata (SeT.} - 225 - 268
Almagro (C. Real)• 400 n. 3
Ama:r,a (Burgos) - 446 n. l
Ampuriae (Tarrag.) - )88 n. 1
Ana& (flum.) - 194
Antikaria (Antequera. Mál.) - 270
Aguincum (Panon.) - 1)2 • 267
Ar~ona (Ja4n) - 12) n. 2 - )49 n. 9
AreinW'II (It.) - 421 n. )
Arretium (It.) - 279 n. 22
!!:!!. (Alooa del Río, SeT. ). - 2)8 .. 24) n. 6
Astigi (Eoija, s...-.) - 204 n. 7 - 214 - )49 n.
5 - )58 - 359 - 410
Asturioa Au,g. (Astorga, Le6n) - 128 - 129 n. 7
Ategua (Córdoba) - 154
Atenas - 245 n. 2)
652

Augusta Emerita (Mdrida} - 1J2 - 146 - 152 - 158


n. 2 - 168 n. 2 - 18( nn. 4-5 - ,
,194 -. 195 ·~ 2 - 216 n. 2 - 231
n. 1 - 28J - 285 - 287 n.10 -
324 - J49 n.9 - )67 n.l - )95 n.
5 - 40) n.5 - 410 - 411 n.) -
475 n.12 - 4B5 - 491 y n,J
~ (rllaur.Ces.) 479 n, e

Baedro (B,t.) - )22 n. 60


Daena (Ipponuba. Córd.) - 401 n. 7
Daeza (Ja~n) - 446 n.l
Balsa (Port.) - 514
Bonooo (Maur.Ting.) - 3)9
Dará (Tarrag,) - 235 n, 8
Doroino (Barcelona) - 176 - 393 n. 2 - 464 nn. 2
y 5 - 481 n.2 - 500 n.5
Bergamo (!t.) - 278 n, 8
Derl:!n - 216
Bilbilie (Celet., Zarag.)- 219 n.9
Do1lulloa del Condado (Huelva) - 225
Braoorn Aug. (Port.) - 162 - 478 - 507
Dritannia - 128 - 207
Drundieiu.m (It,) - 1BJ
Brutobriga (B4t.) - )22 n. 60

C~ceres - 287 n. 10
Caeeeraugusta (Za~ag.) - 479 n. 8
Caldas de Montbu7 (Baro.) - 494 n. 5
Cantillane (Sev.) - 458
Canµeiwn - (It,) - 292 n. lB
653

c(parra (c,oeree) - 40) n. 5


Cernuntum (Pan.) .. 132
Carpentorate - 440 n.)
Carquer• (Port.) - 129 n. 7
Cartep (04diz) - 306
Carthego Nove (Cartag.) - 179 - 400 n. 5
Cartima (M&laga) - 270
Car¡stos (Eubea) - 268
Castulo (Linares,Ja4n)• 270 n.1 - )88 n.2 -
401 n.7 .. 452 n.6
~ (Cooa, Segovia) - 219 n.7
Cazalla (SeTilla} - 486
Celeia (N6rioo) - )ll n. 4
ce¡tt (Peftatlor. su.) - )22 n. 60 - )95 n. 5
Chiolana (Cádis) - 458
~ (Rundd.) - 479 n. 8
Clunia Bulpicia - (Burgo•) - )24
Olusium (It.) - 421 n.)
Colombier (1r.) - 442 n. 5
Colonia Patr1o1a Corduba - 132 - 204 n.1 - 216
n.2 - 218 - 219 n.4 - 222 - 278
n.a - 286 n.6 - 28S - )20 n.52 ..
349 n.S - 349 n.9 - 400 n.2 -
417 n. 1
Oonimbriga (Port.) - 219 n.4 - 287 u. 10
Conietorde (Bft.) - )22 n. 60
Corinto (Or.) -.)Ol - ,04 - 305 - 307
Oortegana (HuelT&) - 530 n. )
Cremona (!t.) - )24
Cuevas, Las (Soria) - )88 n.l
Curie Sabina (It.) - )15 n. 13
654

Dacia - 128 - 197 - 198 n.7 - 331 - 406 n.5


Delos - 2)2 - 258 n. 15
Delfos - 245 n,2J - J09
Don6n (Pontev.) - 128 - 129 n.14

Ebora (Port.) - J8l ·n. 1


Elvae (Port.) - 287 n. 10
Epiro - J06 - JOB
Eretría (Ac&J!B) - Jl5 n. lJ
Estepa (Sevilla) - 351 n. 2 - 408 n. 2

Fabrateria Nova (It.) - Jl5 n. 1,


Faro (Port.) - 446 n. 1
Ferentum (It.) - 281
Pregenal (c,oeres) - 408 n. 2
Freenefta (Burgoe) - 395 n. J

Q!lli (It,) - 277


Gadea (Cádiz) - 194 - 367 n.1 - JBB n.2 - 417
n,2 - 464 n,5 - 481 n.2 - 485
Oalliae - 207
Granada (Iliberri) - 204 n,7 - 252 - 464 n.2
Guillena (Sevilla) - 194

Hadria (It.) - 183


Jladrumetum (Byzao.) - 260 n. 15
Hasta Regia (Cádiz)- 309 y n,41 - .322 n, 59
llerdonia (It.) - 292 n. 18
lliepalis (Sevilla) - 148 - 164 - 168 n.l - 172
n.2 - 182 • 195 - 197 - 204 n,7 -
2JB - 259 n, 15 - 289 - J48 - 359
n.1 - 458
655

Idanha (Egitnnia,Port.) - 162 - 270 - 287 n.10 -


389 n.9 - 448
Igabrum (Oabra. C6rdoba) - 410
!lipa (Aloa1, 4el Río. Sev.) ~ )17 n. 29
Irni (El Sauoejo. Sev.) - 43, n.)) - 531n.671),-
527
Jimena (C4d1~) - 40) n. 5
Kaatra Vinaria (B,t.) - 258 n. 15

J;,!oippo (Málaga) - 24, n. 2)


Lambaeaia (Numid.) - 257 n.) - 479 n. 8
Laminium (Toledo) - 168 n. 1
Lano1a (Le6n) - 219 n. 9,
Lanuvium (It.) - 428 n.)
Laodioea (Lycos)- 257 n. )
Laaouta (Cádiz) - )21 n. 54
Legio (te6n) - 128 - )2) - 325 n.9 - 351 n.2
Leptie Magna (Trip.) - 260 n. 15
Liberna (It.) - 183
Lifdena (Wavarra) - 2)3
Lisboa (011s ippo) - 2)5 n.7 - 244 n.21 - 287 u.
10 - 448
Lora del R!o (Sev.) - 448 n. 1
Luoena (C6rdoba) - 410 - 440 n. 2
~uoer1a (It.) - 244 n. 21
Luoua Aug. (Lugo) - 458
~ (It.) - 24) n. 11

Maoael (Almería) - 268


Maotar (Num.) - 259 n. 15 - 479 n. 8
Mah6n (Balear.) - 388 n. 1
Mairena d&l Alcor (Sev.)- 377 - 402 - 46G
656

1114laga - 395 n. 4
Malloroa (Bal.) - 400 n. 4
Manoha Real (Ja,n) - 183 n. 4
Marrucina (It.) - 42J n. 1
Martoe (Ja,n) - .514
Matilice (It.) - 261 n. 24
Mauritaniae - 128 - 169 (n 1 22ter) - JJl n. 4
Mediooera (Afr.Proo.) - 479 n. 8
~engibar (Iliturgi, Ja4n) - 44B n. l
Meeia - 128 - 197
Modena (It.) - 158 n. 3
btonteleone (H.) - 315 n. lJ - )22 n.. 6J
Monturque (C6rdoba) - 410 - 440 n. 2
Mor6n (Sevilla) - 404
Munigua (Mulva, Sev.) - 12J n.2 - 400 n.9 -
464 n. 5
Murcia - 168 n. l
Murgi (Almer!a) - 474 n. 4

Narbona (Fr.) - 289 - 440 n. J


Neapolis - 183
Nemaueue (llarb.) - 292 n. 12 - 438
Nertobriga (B~t.) - J22 n. 60
Neecania (Málaga) - 474 n. 4
Nulas (Valencia) - 494 n. 5
Numanoia (Soria) - J06
Nureie (It.) - Jl5 n. lJ

Obul.Qo (Porcuna, Ja~n) - J22 n. 60 - 481 n. 2


Olinto (Gr.) - J05 - 307
Oliverea (Sevilla) - 144
Ostia - 12) n.4 - 258 n. 15
Otriooli (It.) - 123 n. 4
651

Padr6n (Corufl.a) - 211 - 381 n. 1


Panonie - 128 - 197 - )24
Partna (It.) - 315 n. 13
Perales (Madrid) - 40) n. 5
Perinto (Gr.) - 305 - )07 - 342 n. 4
Perugia (lt.) - 279 n. 22
~ (Maoed.) - 306 - )07
Placentia (lt.) - )98 n. 5
Praeneste (It.) - 401 n. 7
Puteoli (It.) - 292 n. 16

Rayenna - 292 n. 21
Riafto (Le6n) - 39S n. 5
R1oheeter (Ingl.) - 197
Riotinto (HuelYa) - 194
Roma - 160 - 197 - 225 - )16 n. 26 - J24
Rueeicade (Numid.) - 479 n. 8

s,daba (Zarag.) - 381 n. l - 458


saauntum (Val.)- 304 - 315 n. 20 - )11 n. 35 -
381 n. l -
Sale.manca - 287 n. lO
Salona - 477
Sentany! (Malloroa} - •son. 2
Sarmizegetuea (Daoia) - 1)2 - 245 n.2)
Sasam6n (Burgos) - 403 n.5 - 446 n.l
Savaria (Panon.) - 260 n. 17
Segida - )22 n. 60
SegOYiB - 279 n. 23
Seria Fama Iu11a - 472
Serippo - 531 n. 1)
Setóbal (Port.) - 162 - 173 n.2
65R

Siarum (Snilla) - 474 n. 4


S1ng111a Barba (Antequera, Málaga)- 270 - J40 -
J88 n. 1 (T, Antikaria)
Tárento (It.) - 18J
Tarraco - 1J2 - 168 n. l - 197 - 216 n,2 - 279
n. 16 - J24 - J25 n.9 - J67
n. 1 - 458 - 464 1111.1-3 -
478 - 479 n.B - 4B5 - 486 -
507.
Tharsie (Huelva) - 194
1h!!! (Byzao.) - 479 n,8
T1vol1 (Tibur, It.) - J49 n. 7
Tortosa (Tarrag,) - J88 n.l - 481 n.2
Trigueros (Huelva) - 40J n, 5
Tudela (Navarra) - 2JJ
Torre de Valenmuela (Ja6n) - 452 n. ~
Torredonjimeno (Ja,n) - 464 n. l
Tubueuctu (Maur.Caea.) - 478 n. 4
TW3ia (Toya, Ja,n) - 464 n. 5
Turris Laeoutana (C,diz) - 312 (v. Laaouta)
Tusoulum (It,) - 401 n. 7

fil:ll (Montemayor, 06rdoba) - 148 - 172


~ (Osuna, Snilla) - 400 n. 2 (v, !!U--}
.!.!lli,! (Maur, Caes.) - 319 n.50
Utrera (Sevilla) - 500 n. 4
tixe.ma (Osma, Durgoa) - 279 n. 2)

Valencia - J67 n.l - 446 n,l - 491 n.J


Vega del Mar (Cádiz) - 486
Veleia (It.) - J9D n, 5
Verzea-do-Douro (Port.) - 129 n, 7
659

Vigo (Pont.) - 446 n. 1


Vilches (Ja,n) - 40) n. 5
Villarranea (Barcelona) - 452 n. 6
Villar de Pedroao (Cáoeres) - 400 n. 6
Viseu (Port.) - 287 n. 10 - ))O
Viterbo (It.) - 257 n. 5
Volub111a {Maur.Ting.) - 342 n. 5

[za]~inthus (Gr.) - )01 (nt 67) - )05 - 308


Zelamea (Badajoz) - 491 n. )
!!ID! (Nwn.) - 257 n. )

XVI.- Particularidad es eeoult6r ieae .

ara hexagonal oon carae figuradas• 265 (nt 58)


corona oon ínfulas - nt 5 - nt 17.
corona palmaria •ntre pal.mas - nt 36 - nt )7
coronas con !nfulae 7 palmas - n• 31
"dos corazones y tm p,jaro" - n• 1)4
espiga o palma - n• 19
patera y uroeus (en aras) - nt 1
n• 50
n 11 115
nt 127
n11 165
plantas de pies - n6n•. ~ - 6 - 7 ~,9 • 10 - 11
12 - 13 - 14 - 15 ~ 11.
estrella, d• ouatro puntea inecrit• - ne 165.
660

XVII.- Looalizaoi6n ao,tual de lae


insoripcionee catalogadas. (1)

MUSEO ARQUEOLOGICO DE SEVILLA t Nó:me. l - 2 -


) - 5 - 6 - 7 - 8 - 9 - 10 - 11 - 12 - 1) • 14 -
15 - 16 - 17 - 18 - 27 - )1 - )) - 34 - 40 - 41 -
4) - 44 - 45 - 46 - 50 - 59 - 62 - 6) - 65 • 67 -
68 - 7) - 74 - 79 - 80 - 81 - 84 - 85 - 88 - 97 -
99 - 100 - 104 - 110 - 112 - 114 - 118 - 120 •
122 - lJ) - 1J8 - 1)9 - 144 - 145 - 147 - 151 -
156 - 157 - 161 - 162 - 165 - 167-81 Total ••• 66

COI,ECCION LEBRIJA (SEVILLA} t Rt1ms. 19 • 22 • 23-


25 - 26 - 35 - 57 - 90 - 92 - 94 - 98 - 101 - 103~
117 - 12J - 128 - 1)1 - 1)4 - 135 - 1)7 • 140 •
146 - l4B - 15) - 155 • 158 - 159 • 164 - 166
Total ... 2.9
MUSEO ARQUEOLOGICO NACIONAL (MADRID) t Nmna ... -
77 - 8) - 102 - 121 • 127 - 129 - 14) - 149 - 168
total ••• 10

MUSEO MONOGRAFIOO DE ITALICA B m SITU a Nd:mJa.


20 - 22b1s - 22ter - 48 - 49 - 5) - 54 - 58 - SO -
61 - 64 - 66 - 72 - 78 - 126-47-· Total ••• 1,

BRITISH MUSEUM (LONDRES) : NdmR. 39 - 11 - 82 -


e6 - 106 - 115 - 1)2 - 150 - 152 - 154 Tot ••• 10
661

HISPANIC SOCIETY (New York) • Ndms. 24 - 95 -


124 Total ••• ··3

COLECCIONES PARTICULARES ; lh~ms. 105 - 116 -


141 - 142 Total... 4

PERDIDAS DE ANTIGUO O EN PARADERO DESOONOOIDO s

Núms. 21 - 28 - 29 - 30 - 32 - J6 - 37 • )8 -
42 - 51 - 52 - 55 - 56 - 69 - 70 - 75 - 76 - 87 -
89 - 93 - 96 - 107 - 108 - 109 - 111 - 113 -
119 - 125 - 130-1)6 - 160 - 16) Total••• J2

es•••••••ma

INEDITAS t Núme. 22 - 24 - 25 - 26 - 48 - 57 -
60 - 61 - 6) - 64 - 66 - 72 - 78 - 92 - 95 - 9d -
98~-- 101 - 10) - 117 - 123 - 126 - 128 - l). -
135 - 140 - 141 - 14) - 146 - 148 - 158 - 160 -
23 - 40 - 109 Total... JS

•••••••••a•

( 1} Las ineoripoiones cuyo números• oita


no son la totalidad de las que poeee oa-
da Museo o coleooi6n. lo que se ooinple-
tará en el mencionado suplemento.(v. Pr6-
lqgo).
662

CORRESPONDENCIA DE LOS BUMEROS DEL CATALOGO


CON LOS DEL CIL II, BB Y AB

C'lL II catal.

1108 2
1109 J
1112 13
lllJ 27
1114 2B
1115 36
1116 37
1117 38
lllB 43
1119 67
1120 74
1121 75
1122 51
1125 68
1126 70
1127 71
112-8 73
1129 52
1130 .31
1131 44
11:32 a 45
1132 b 46
1133 21
1135 59

( 1 di Los udnteros ~ue faltan de CIL y!!_ tienen •u


oorreapondenoi« en nueetro suplemento.
' 1 ''

163

OIL II Catal.

11)7 76
11)8 1'f
1139 82
1140 86
1141 87
1142 89
1143 100
1146 106
lUT 111
11,48 114
1149 11,
1150 121
1151 119
1152 125
115) 41
1154 1)9
1155 149
1156 150
1157 154
1158 156
5037 39
5038 115
5039 1)2
5040 i.52
(Suppl.)
5)67 4
5368 167
5)69 32
5)70 29
5)71 65
664

CIL II
(Suppl.) Q!!!!.
i 5374 ·83
5375 102
5)76 104
5377 120
5378 127
5379 129
5381 145
5382 162
_5)8) ~s si J) \~1
6278 168
6279· 108
6280 110
6281 113
6282 1)0

EE IX 1 1903
19) 79
197 1)7
200 164
201 124
201 a 55

Ann.Se Epigr.

1908• n9 150 10
1908, n• 151 11
1915, n• 9 )5
1941, n• 92 6
1944, n• 69 5
1
l

1952, 11 11 51 168
1952, no 121 10
1955. na 251 11
1962, no 40) 168
1967, n° 221 1613
1971. no 250 5)-54
1975. nt 497 20
" 197ff, nt 402 49
1978, n° 414 105
1919, nt .341 96
1979, u1 342 109
1979, nt ,4) 142 • 1
1979, ut )58 44
GGG

B I B L I O G R A F I A

1.
Sería tarea ímproba recopilar aquí toda
la bibliografía que hemos manejado durante aftos
para la real1eaoión de este estudio. Espeo1al-
mente la recogida o utilizada para las oonolu-
siones de tipo histdrioo, que enlazan Itálica
con la bibliografía general de Roma en todas -
sus ,pooea. No obstante, si queremos ofreoer una
lista de los trabajos más directamente relacio-
nados.
Remitimos, sin embargo, en cuanto·a le
bibliografía epigráfica general, a lae notas de
nuestro capítulo I.l (p. 9), en ouanto a la bi-
bliografía epigr,tioa eepeoítioa de Itálioa, a
las del capitulo I.4 (p. 39), y parcialmente a
les del r.; (p. 77). Laa de m,s frecuente uao
en el Cat,1ogo, incluyendo swi abreTiat\U'as,
pueden encontrarse entre las págs. 112 7 117.

Hemos de advertir que una parte de la bi-


bliografía que Tamos a relacionar seguidamente
no se encontrar, citada en la tesis propiament•
dicha, pues la hemos u&ado como base para tl•e-
tudio hiat6rtoo a que dar, lugar •l ~antjc del
repertorio y que, por las especiales oaraoter!a-
tioae de un catálogo, aunque sea ampliado como
&ste, no pueden hacerse ahora. No obstante, no•
ha parecido interesante su inclusi6n como pano-
rámica general que pueda servir de indicativo
para el lector. No reoogemost &n cambio, parte
de la bibliografía muy específica de cada 4eter-
minada inscripo16nt que puede encontrarse a lo
largo del catálogo.
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Abad, L. La pintura romana en Es~afia, te-


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INDICE GENERAL

2lli
Grat1ae agane•••••••••••••••••••••••• I
PROLOGO ............................ V

l.- PRiwmA PARTE t ITALICA Y SU


EPIGRAFIA. UNA DlTRODUCCION.

I.1.- NOTAS PR!LnrilfARES ••••••••• 1


Notas al oap!tulo I.l •••••• 9
I.2.- PROPOS!TO DE ESTE TRABA.Jo ••• 1)
Notas al capítulo I.2 •••••• 18
t.).- METODO UTILIZADO••••••••••• 19
Notas al oap{tulo I.) •••••• 24
I.4.- B!BLIOORAFIA EPIGRAF!CA
DB ITALICA ••••••••••••••••• 25
Notas al oap!tulo I.4 •••••• 39
I.5.- BREVE HISTORIA DE LAS EXOA-
VAOIONES DE ITALICA Y SUS
DESCUBRIMIDTOS EPIGRAJIOOS. 51
Notas al capitulo I.5 •••••• 11
I.6.- PRINCIPALES COLECCIONES Y
MUSBOS ••••••••••••••••••••• 86
Notas al oap!tulo I.6 •••••• 99

...,...
6 !l O

II.- SEGUNDA PARTE; CATALOGO DE LAS INSCRIPCIONES.

- Mltodo de claeifioao16n •••• • •••••• 102


- M,todo de deseripo16n 1 comentario.. 107
- Siglas y abreviaturas de m~s tre-
ouente uso~n el eat,logo •••••••••• 112
- Signos diacr!tioos utilitados •••••• 118

II.1.- INSCRIPCIONES DE CARACTER


RELIGIOSO•••••••••••••••••••• 120
:Rdms. 1 a 26.
II.2.- INSCRIPCIONES DE CARACTER HONO•
RIFIOO ALÚSIVAS A EMPERADORES
O MIEMBROS DE LA FAMILIA IMPE-
RIAL ••••••••••••••••••••••••• 178
Nwtls. 27 a 46.
II.).- INSCRIPCIONES ALUSIVAS A LA
RES MUNICIPALIS •••••••••••• • • 230
N6ms. 47 a 59 •

II.4.- OTRAS INSORIPCIONBS HONORI!'I-


OAB CIUDADADAS ••••••••••••••• 280
1'mns. 60 a 66.

II.5.- INSORIPOIONBS ALUSIVAS AL MUN-


DO MILITAR••••••••••••••••••• ,oo
Nmne. 67 a 75.
II.6.- INSCRIPCIONES DE CARACTER
FUNERARIO ••••••••••••• •••••• )46
Nmne. 76 a 165.
... / ...
691
P4g..

II.7.- INSCRIPCI ONES DE CARACTER


JURIDICO •••• ••• • • • • • •• • ••• •• •• 524
N,mis. 166 7 167.
ORATIO IMPERIAL DE PRETIIS GL.A.-
DIATORUM MINUENDIS (no 168) ••• 5)8

III.- TERCERA PARTE I CONCLUSIONES•••••••••• 59)

I ND I OE 8
~==ets~-=:::::=e=c:==

Advertenoia ••••••••••••••••••• 605


I.- Dioses y divinizaciones••••••• 606
II.- Emperadores y familia imperial. 609
III.- Onom,etioa italioenee: Nomina •• 612
IV.- Onom~etioa italicense:Oognomina 617
v.- Onom,atioa general•••••••••••• 623
VI.- Prosopografía esenoial •••••••• 632
VII.- Cursus senatoriales y ecuestres 6)4
VIII.- Rea munioipalia ••••••••••••••• 635 ..
IX.- Funoiones militaren••••••••••• 638
X.- Funciones eaoerdotales •••••••• 640
XI.- Funciones provinciales•••••••• 641
XII.- Particularidades destacables •• 642 1(
1
XIII.- Rea sacra••••••••••••••••••••• 647
XIV.- Fuentu 01,sioas mencionadas •• 648 1

XV.- Geographioa •••••• ., •••••••••••• 651


XVI.- Particularidades esoult6rioas •• 659
XVII.- Locali~ao16n aotual ep{grafe••• 660
CoJTeepondenoia de los n'dsneros del Cat,logo
con los del CIL, M y!!••••••••••••••••••••
B I B L I O ORA F I A ••••••••••••••••••••

Plano de la oiudad de Itálica.

VOLUMEN DE ILUSTnACIONES
-~-~-ca---=----:-----e-a •••••••• L'1ns. I a CIII.
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tra&Bdo u:ri>llldo-tillo 4• la vema urbe, tun4aoi6n PriaiU'fll ttu
4a héip16n. Clln0eb14a a l.i 11BMra lialeníaUoa (11. llo.i-

.,:/ ' ~.··''.


,· """! ~ /'
Un, .l. 01.u liano), 70 illplautada en Italia (Wllri-Perld.Aa1
~ - - po.r ejemplo, J.lanabotlo, Capua o P0lllpoya), y N&pdarulo
la. o1'4anaoi6n º""'pamantal, oo,ao tundaoidn 111llit"1' Qua -
IJ"a, n Coro puo4a haberae adGndido 11111a hacia el IIO. ,
ti ~:
,. . .;. ' ' • inoluao eilluar con al 4e l.&. nova Uñ>i,. Beta, po-r tan-
to, tenia wi mti¡¡uo pNoaclen~• Iooil. bb11dlY0Gae he

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4ol Ubro Ttsl.ica (Ac,t.,. de 111• l Jonuw"' eob:re JUllio", Savill.a, 1980), IJadrld • Sub•
41recoi6n General de Arqueología, 1983. A lo derecha, el actua.l puoblo ilo Santip0no1,
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