Dios es el único bien de la fe, y ésta rechaza poseer otros bienes junto con Él.
Para ella todos los bienes
tienen poco importancia a no ser el único bien durable que es Dios. Hemos recibido la fe para encontrar a Dios y no poseer nada más que él, y para darnos cuenta de que todo lo que no es Él no sirve para nada.