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PROPUESTAS Y SOLUCIONES PARA MEJORAR EL ORDEN Y LA

SEGURIDAD CIUDADANA/ Enrique Yépez Dávalos


A partir de estos últimos días hasta culminadas las elecciones municipales los

ciudadanos de Lima y del interior del país seremos observadores de una serie de
planteamientos y cuestionamientos entre los candidatos municipales. La ventaja de
este sufragio en relación a los anteriores, es que no estarán centrados tan solo en
criterios políticos sino, sobre todo, en planteamientos técnicos sobre temas puntuales
como la mejor forma de solucionar los problemas de violencia e inseguridad en las
calles, el caos vehicular, entre otros temas y la manera cómo solucionarlos.
Los candidatos están exhibiendo ya lo mejor de sus programas y con estricto
criterio técnico me inclino, hasta ahora, por las propuestas que vienen difundiendo la
necesidad de empoderar a la Policía Nacional como la única institución encargada por
la Constitución de la lucha contra la delincuencia y la problemática del tránsito, por las
razones siguientes:
1. Dividir la responsabilidad del crimen menor y del control del tránsito en dos
instituciones, la Policía Nacional y los servicios de serenazgo, es a mi criterio una
respuesta sin mayor sustento, que lejos de mejorar la respuesta del Estado en la lucha
contra la delincuencia, lo ahondaría aún más, considerando que los cuerpos del
serenazgo han sido formados con criterios diferentes, unos de los otros.
2. La creación de una Policía Local Metropolitana, conformada por serenos o la
municipalización de la policía, como piensan algunos, es otorgar más funciones y
responsabilidades a las que ya tienen los alcaldes. Resulta por tanto contraproducente,
en momentos en que hay que sumar y no restar, llevar a cabo experimentos de última
hora. Yo creo que parte de la responsabilidad de estas propuestas no son solo de los
alcaldes, sino de los que actualmente tienen el manejo y el control de los servicios de
serenazgo, en su mayor parte oficiales superiores de la PNP y de la FF.AA en retiro,
que por mantener pequeñas cuotas de poder pueden estar generando este tipo de
propuestas, sin pensar que la Policía Nacional es una institución tutelar del Estado
encargada por la Constitución para garantizar y mantener el poder de policía del
Estado.
3. La finalidad del serenazgo es apoyar la labor policial de vigilancia en sus respectivas
demarcaciones mejorando la capacidad de respuesta ante hechos
delictivos, afianzando el ordenamiento del tránsito vehicular y desarrollando
actividades preventivas y educativas, bajo el comando operativo de los comisarios de
policía. El Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana, al constatar estos casos, ha
debido diseñar Guías de Procedimientos o Protocolos bastante específicos para que
hechos de esta naturaleza no se repitan y donde estén claramente precisadas cuales
son las funciones y responsabilidades de la Policía Nacional y de los Comisarios y
cuáles de los Gerente de Seguridad Ciudadana y de los Servicios de Serenazgo.
4. La propuesta de que los policías de las comisarias retomen las calles como policías
preventivos o policías de proximidad, similar a la Guardia Civil de hace 40 años, es
recuperar un valioso legado que no hemos debido renunciar. Ese policía era el mejor
antídoto para fortalecer las relaciones ciudadano-policía. Si algunos candidatos al
municipio metropolitano lo exhiben como propuesta, bienvenida sea dicha propuesta
que debería ser secundada con el voto favorable de la familia policial al momento de
las elecciones.
5. Evidentemente, la situación ha cambiado radicalmente –Hoy, nuestra Capital pasa
ya los diez millones de habitantes en una megápolis que tiene “todas las sangres”
representadas en varias Limas incluyendo El Callao-y, como no se puede cambiar la
historia, debemos entonces pensar en soluciones acorde con los tiempos actuales,
donde la presencia cada vez más alarmante de nuevos delitos, exigen de la Policía
Nacional, una institución cohesionada y eficiente tanto en prevención como
en investigación y en el control de la criminalidad y violencia.
6. Lo que es necesario definir con claridad es cuáles de las políticas sobre seguridad
ciudadana deben ser responsabilidad de los alcaldes y cuáles del Ministro del Interior.
Yo sostengo, conforme lo señala la Ley 27933 y su Reglamento, que los Comités
Locales de Seguridad Ciudadana deben continuar dando la pauta de la lucha contra la
delincuencia en las calles, teniendo a los comisarios como las únicas autoridades
locales encargadas de ejecutar dichas políticas en estrategias. Ese tipo de delincuencia
protagonizada en su mayor parte por jóvenes y adolescentes en riesgo debe ser
sancionada por los jueces de paz de las comisarias con penas de servicios
comunitarios. Dejar impune la mayor parte de estos delitos es avalar el
comportamiento riesgoso de estos jóvenes y adolescentes, que necesitan orientación
más que sanción.
7. El Ministerio del Interior y el Comando de la Policía Nacional, deben interiorizar en las
autoridades locales y en el personal policial la diferencia que existe entre los ámbitos
territoriales y niveles especializados. Los Comandos Territoriales son los que detentan
la administración de las unidades preventivas y de control del tránsito a nivel nacional
encargadas de la lucha contra la delincuencia en las calles y el caos vehicular. Este es
un trabajo integral y multisectorial que empieza a nivel local con la actuación de los
Comités Locales de Seguridad Ciudadana y personal policial de las comisarias. En
cambio, las Direcciones Especializadas, son todas aquellas unidades encargadas de la
lucha contra el crimen mayor, terrorismo, narcotráfico a gran escala y develando los
conflictos sociales graves de sectores que pretenden desestabilizar al Estado. En este
marco, una responsabilidad importante es luchar contra las nuevas formas de delito
que se vienen presentando en el país, mediante las unidades de investigación criminal,
en coordinación con los otros funcionarios encargados de hacer cumplir la ley-Jueces,
Fiscales, INPE, etc.
8. Existen, evidentemente aspectos complementarios muy importantes para que este
concepto se haga realidad, y es tener mayores recursos y medios, implementar
unidades móviles de instrucción que continuamente estén visitando las comisarias,
crear conciencia del servicio ético policial para eliminar la corrupción policial, construir
“complejos policiales” en ciudades importantes, que den cabida con confort al
personal, eliminar los servicios individualizados, etc.; y, sobre todo, crear conciencia
en los alcaldes que son los presidentes de los comités locales de seguridad ciudadana,
sobre la necesidad de apoyar sin reservas el esfuerzo policial y de los servicios de
serenazgo de sus jurisdicciones.
9. En cuanto al trabajo para devolver la sensación de seguridad de las personas en las
calles, la comunidad ha dado siempre muestras de pleno respaldo a la labor del
personal de las comisarias. Es tiempo pues que los policías devuelvan esa confianza
con más entrega y compromiso. Como dice el especialista en tránsito Coronel PNP-R
Javier Del Busto Duturburu, lo recomendable es educar e inculcar valores: “Educar hoy
al niño, para mañana no sancionar al adulto”. La sanción para tener un efecto en la
conciencia vial del usuario, tiene que tener un carácter educativo y mejor si es
comunitario, social o humanitario.

10. La Policía Nacional, dice Del Busto, debe cumplir con brindar apoyo a la autoridad
competente, sin que esto signifique pasar a depender directamente de ellas. La Policía
Nacional, como Institución Tutelar del Estado tiene una organización dentro del Poder
Ejecutivo. Una línea o cadena de comando y de disciplina vertical. No puede
desmembrarse y estar al servicio directo y subordinado de otras autoridades distintas
a su organización, escapando sus efectivos del alcance de control de su Comando.

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