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Rev Esp Med Legal. 2010;36(1):3-13


ISSN: 0377-4732

PUBLICACIÓN OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN NACIONAL DE MÉDICOS FORENSES

REVISTA ESPAÑOLA DE

REVISTA ESPAÑOLA DE MEDICINA


LEGAL
MEDICINA LEGAL
Volumen 36Número 1
Enero-Abril 2010
Fundada en 1974

EDITORIAL
Veinte años de las Jornadas Catalanas de Actualización en
Medicina Forense

REVISIÓN
Determinación de la edad mediante la radiología

ARTÍCULO ESPECIAL
X Jornadas Catalanas de Actualización en Medicina Forense

CASOS MÉDICO-FORENSES
Identiicación mediante estudio comparativo de radiografías
craneales ante mórtem y post mórtem
Trastorno psicótico inducido por alcohol: criminalidad y
tratamiento ambulatorio involuntario

MEDICINA LEGAL EN IMÁGENES


Placa aterosclerosa coronaria

www.elsevier.es/ mlegal
www.elsevier.es/mlegal

REVISIÓN

Determinación de la edad mediante la radiología


Pedro Manuel Garamendi González a, * y María Irene Landa Tabuyo b

a
Servicio de Pat ología Forense, IML de Huelva, Huelva, España
b
Servicio de Clínica Médico Forense, IVML, Subdirección de Vizcaya, España

Recibido el 30 de mayo de 2009; acept ado el 16 de sept iembre de 2009

PALABRAS CLAVE Resumen


Edad ósea; Desde el descubrimient o de los rayos X en 1895 y el desarrollo de las primeras t écnicas
Edad dent al; de radiodiagnóst ico médico, la medicina forense ha ut ilizado est e medio de diagnóst ico
Est imación forense de en suj et os vivos y cadáveres para la est imación de la edad. Para dicha est imación se han
la edad; aplicado las t écnicas diagnóst icas virt ualment e en t odas las regiones anat ómicas óseas y
Radiodiagnóst ico especialment e en la dent ición. El present e t rabaj o pret ende realizar una revisión somera
de los dist int os mét odos de diagnóst ico ut ilizados y exponer el est ado act ual en relación,
específi cament e, con la est imación forense de la edad en suj et os vivos en t orno a los 18
años, que es una de las principales aplicaciones act uales de est os mét odos diagnóst icos
en medicina forense.
© 2010 Asociación Nacional de Médicos Forenses. Publicado por Elsevier España, S.L.
Todos los derechos reservados.

KEYWORDS Estimating age using radiology


Bone age;
Dent al age; Abstract
Forensic age Since X-rays were discovered in 1895 and radiological met hods were developed in medical
est imat ion; sciences, t hese t echniques have been applied in forensic medicine for est imat ing age in
Radiodiagnost ics living and dead subj ect s. Virt ually all of t he skelet al and dent al areas have been used t o
perform t his est imat ion. This paper present s a short review of some of t hese met hods
and, more precisely, t he st at e of t he art in relat ionship t o forensic age est imat ion in
living subj ect s of around 18 years old by radiological means. This last t opic is current ly
one of t he most rout ine applicat ions of radiodiagnost ics in forensic medicine.
© 2010 Asociación Nacional de Médicos Forenses. Published by Elsevier España, S.L.
All right s reserved.

* Aut or para correspondencia.


Correo elect rónico: imanolgaramendi@gmail.com (P.M. Garamendi González).

0377-4732/ $ - see front mat t er © 2010 Asociación Nacional de Médicos Forenses. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
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4 P.M. Garamendi González et al

Introducción pero desde la perspect iva específi ca que aport aba el nuevo
mét odo radiológico4-13. La falt a de una conciencia clara de
El 28 de diciembre de 1895 Wilhelm Conrad Rönt gen publicó la no inocuidad de est e medio diagnóst ico facilit ó un uso,
su art ículo “ Uber eine neue Art von St rahlen” que ent regó al en ciert o modo, indiscriminado con fi nes de invest igación.
president e de la Sociedad Físico-Médica de Wurzburg inclu- El diagnóst ico de la edad basado en t écnicas de radio-
yendo la primera radiografía de la que se t iene regist ro en la diagnóst ico se orient a de forma dist int a en función del mar-
hist oria, donde aparecía la mano izquierda de su esposa (fi g. gen de edad del suj et o de est udio. De acuerdo con Krogman
1). Desde ese moment o, la relación ent re radiología y medici- e Isçan, el proceso de osifi cación en el ser humano sigue una
na forense comenzó su desarrollo. Durant e 1896, t odos los secuencia de acont ecimient os fi siológicos en los huesos re-
usos posibles de est a nueva t écnica diagnóst ica habían sido ya conocibles t ant o en el examen morfológico direct o como en
pract icados o se habían insinuado de una forma al menos ru- el examen radiológico.
diment aria1. Su uso en ant ropología física t ambién fue pre- En condiciones ideales, se puede reconocer el esquelet o
coz. Ya en 1896 Angerer en Munich propuso su uso en la región fet al en radiografías abdominales desde la décima semana
del carpo y la aplicación de los result ados como indicadores de gest ación. No obst ant e, lo habit ual es que ent re las se-
de edad ósea2. En 1897, Albert Londe publicó en Francia un manas 18 y 20 se pueda evidenciar la presencia de los nú-
est udio sobre radiografías realizadas en el brazo de una mo- cleos de osifi cación de los element os post eriores de la co-
mia3 y dest acó el hecho de que en las radiografías obt enidas lumna vert ebral como una cadena de densidades óseas en
se apreciaban dat os que permit ían est imar el est adio de ma- el abdomen de la muj er gest ant e. Ent re las semanas 20 y 25
duración ósea del suj et o. Propuso, además, explícitament e puede evidenciarse la base del cráneo y los huesos largos. A
que los rayos X podrían ser un instrument o út il en ant ropología las semanas 24 a 26 se evidencia el núcleo de osifi cación del
física y en medicina forense para realizar diagnóst icos de edad calcáneo y dos semanas después, el del ast rágalo. Ent re las
de los suj et os sin alt erar ninguna “ pieza de convicción” . semanas 36 y 40 se desarrollan la epífi sis dist al del fémur y
Durant e los primeros 40 años de vida de est e nuevo mé- la proximal de la t ibia. En el 90% de los fet os a t érmino se
t odo diagnóst ico, se generalizaron los est udios sobre suj e- puede encont rar osifi cado el cent ro dist al del fémur y en el
t os vivos dest inados a valorar y confi rmar los est ándares de 85%, el proximal de la t ibia. Al nacimient o se pueden iden-
maduración de dist int as regiones de la anat omía humana y t ifi car, en las radiografías los cent ros de osifi cación prima-
se publicaron est udios sobre series amplias de población rios de los huesos largos, incluidos manos y pies, así como
que analizaban parámet ros ya est udiados en ost eología, los cuerpos vert ebrales y element os post eriores vert ebra-
les, escápula, clavícula, pelvis, base del cráneo, calot a y
huesos faciales2.
Siguiendo nuevament e a Krogman e Isçan, el proceso de
maduración ósea posnat al, que puede evidenciarse radioló-
gicament e, sigue las siguient es fases14:

1. Desde el nacimient o a los 5 años de edad. En est a fase,


aparecen t odos los cent ros de osifi cación que no se ha-
bían desarrollado ant es del nacimient o. Los núcleos de
osifi cación pueden ser de dos t ipos: cent ros primarios o
diafi sarios y cent ros secundarios o epifi sarios. La mayoría
de los cent ros primarios de osifi cación se hallan en el ser
humano en el moment o del nacimient o al haberse forma-
do durant e el periodo embrionario y fet al. Est os cent ros
primarios suelen iniciarse como cent ros de osifi cación
amorfos, redondeados y de pequeño t amaño. En el mo-
ment o del nacimient o, sin embargo, algunos cent ros se-
cundarios de osifi cación son ident ifi cables: cabeza hume-
ral, epífi sis dist al del fémur y epífi sis proximal de la t ibia.
Los cent ros secundarios suelen desarrollarse t ras el naci-
mient o en las epífi sis y durant e ese periodo hast a los 5
años (t abla 1). Paralelament e, los dient es deciduales van
erupcionando y los defi nit ivos se van calcifi cando.
2. Desde los 5 a los 12 años de edad. Durant e est e periodo, los
cent ros de osifi cación ya formados van creciendo y van con-
formando la forma de los huesos adult os. El periodo t ermi-
na con la fusión de los component es del acet ábulo y la epí-
fi sis medial de la clavícula (t abla 2). Paralelamente, los
dient es defi nitivos van sustituyendo a los deciduales hasta
complet ar la fórmula dent aria adult a, con la excepción de
Figura 1 Radiografía de la mano izquierda de Bert ha Rönt gen, los t erceros molares, de erupción más variable y t ardía.
esposa de W.C. Rönt gen. Primera radiografía de un ser humano 3. Desde los 12 a los 20 años de edad. Ést e es el periodo de
de la hist oria. la fusión de las epífi sis con las diáfi sis de los huesos largos
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Det erminación de la edad mediant e la radiología 5

Tabla 1 Edad de aparición de los cent ros de osifi cación en población caucásica14

VARONES Segunda falange del segundo 4 años y 2 meses


Nacimiento dedo de la mano Trapecio
Calcáneo Segunda falange del t ercer 4 años y 4 meses
Ast rágalo dedo de la mano Escafoides de la mano
Proximal del fémur Segunda falange del cuart o 4 años y 8 meses
Proximal de la t ibia dedo de la mano Trapezoide
Cuboides Quint o met acarpiano 5 años y más
Cabeza del húmero 20 meses Epicóndilo medial del húmero
2 meses Primera falange del primer Dist al del cúbit o
Hueso grande dedo del pie Segunda falange del quint o
Hueso ganchoso Cuneiforme cent ral dedo del pie
Cuneiforme lat eral 21 meses Mano
3 meses Tercera falange del t ercer MUJERES
Cabeza del fémur dedo de la mano Nacimiento
Cóndilo del húmero Tercera falange del cuart o Calcáneo
Dist al de la t ibia dedo de la mano Proximal del fémur
6 meses Escafoides del pie Proximal de la t ibia
Dist al del peroné Primera falange del quint o Cuboides
7 meses dedo del pie Cabeza del húmero
Troquín 22 meses 2 meses
Dist al del radio Primer met acarpiano Hueso grande
10 meses Primer met at arsiano Hueso ganchoso
Piramidal 23 meses Cuneiforme lat eral
11 meses Primera falange del primer 3 meses
Primera falange del t ercer dedo de la mano Cabeza del fémur
dedo de la mano 2 años Cóndilo del húmero
Segunda falange del segundo Segunda falange del quint o Dist al de la t ibia
dedo del pie dedo de la mano 4 meses
12 meses Semilunar Troquín
Primera falange del segundo 2 años y 2 meses 6 meses
dedo de la mano Segundo met at arsiano Dist al del peroné
Primera falange del cuart o 2 años y 5 meses Dist al del radio
dedo de la mano Tercera falange del segundo 7 meses
Segunda falange del primer dedo de la mano Segunda falange del primer
dedo de la mano Tercera falange del quint o dedo del pie
13 meses dedo de la mano Primera falange del t ercer
Primera falange del t ercer 2 años y 11 meses dedo de la mano
dedo del pie Tercer met at arsiano Primera falange del cuart o
Segundo met acarpiano Proximal del peroné dedo de la mano
Cuneiforme medial 3 años y 1 mes 8 meses
14 meses Trocánt er mayor del fémur Primera falange del segundo
Primera falange del cuart o Rót ula dedo de la mano
dedo del pie 3 años y 3 meses Segunda falange del primer
Primera falange del segundo Cuart o met acarpiano dedo de la mano
dedo del pie 3 años y 4 meses Primera falange del t ercer
Segunda falange del t ercer Tercera falange del quint o dedo del pie
dedo del pie dedo del pie 9 meses
15 meses 3 años y 7 meses Segunda falange del t ercer
Tercer met acarpiano Tercera falange del t ercer dedo del pie
Segunda falange del segundo dedo del pie Primera falange del cuart o
dedo del pie Tercera falange del cuart o dedo del pie
Primera falange del quint o dedo del pie Cuneiforme medial
dedo de la mano 3 años y 8 meses 10 meses
16 meses Quint o met acarpiano Segundo met acarpiano
Segunda falange del cuart o Tercera falange del segundo Segunda falange del segundo
dedo del pie dedo del pie dedo del pie
Cuart o met acarpiano 3 años y 10 meses Segunda falange del cuart o
18 meses Proximal del radio dedo del pie
(Cont inúa pág. siguient e)
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6 P.M. Garamendi González et al

Tabla 1 Edad de aparición de los cent ros de osifi cación en población caucásica14 (Cont inuación)

Tercer met acarpiano Tercera falange del cuart o Tercera falange del t ercer
Primera falange del segundo dedo de la mano dedo del pie
dedo del pie Escafoides del pie Tercera falange del cuart o
Piramidal Cuneiforme cent ral dedo del pie
11 meses Primer met at arsiano Proximal del peroné
Cuart o met acarpiano 15 meses Trocánt er mayor del fémur
Primera falange del quint o Primera falange del primer 2 años y 2 meses
dedo de la mano dedo de la mano Tercera falange del segundo
12 meses Segunda falange del quint o dedo del pie
Segunda falange del cuart o dedo de la mano Cuart o met acarpiano
dedo de la mano 17 meses 2 años y 5 meses
Segunda falange del t ercer Tercera falange del segundo Quint o met acarpiano
dedo de la mano dedo de la mano 2 años y 8 meses
13 meses Tercera falange del quint o Trapecio
Quint o met acarpiano dedo de la mano 2 años y 9 meses
Segunda falange del segundo 19 meses Epicóndilo medial del húmero
dedo de la mano Segundo met at arsiano 3 años
14 meses 21 meses Proximal del radio
Primer met acarpiano Tercera falange del quint o Trapezoide
Primera falange del primer dedo del pie 3 años y 2 meses
dedo del pie 22 meses Escafoides de la mano
Primera falange del quint o Tercer met at arsiano 4 años y 6 meses
dedo del pie 23 meses Dist al del cúbit o
Tercera falange del t ercer Rót ula 5 años y más
dedo de la mano 2 años Segunda falange del quint o
Semilunar dedo del pie

(t abla 3). En la sínfi sis púbica se producen los primeros


Tabla 2 Edad de aparición de los cent ros de osifi cación cambios apreciables con la edad y en el ext remo est ernal
en población caucásica, después de los 5 años14 de las cost illas. Con la llegada de la pubert ad, los huesos
Cent ro Varón Muj er present an ya rasgos de dimorfi smo sexual que permit en
diferenciar los huesos de los chicos y de las chicas.
Epicóndilo medial del húmero 5,2 4. Desde los 20 a los 25 años de edad. Durant e est e nuevo
Dist al del cúbit o 5,6 periodo, se producen cambios en la sínfi sis púbica y en el
Tuberosidad del calcáneo 6,2 ext remo est ernal de las cost illas. Se culmina el cierre
Epífi sis del ast rágalo 8 6,1 epifi sario de los cent ros de las vért ebras. Comienza el
Tróclea del húmero 8 6,1 cierre de las sut uras craneales. Los t erceros molares
Olécranon 8,8 6,8 erupcionan, se producen los primeros fenómenos de re-
Trocánt er menor del fémur 9,4 7,7 sorción alveolar, especialment e si hay pérdida de piezas
Pisiforme 9,1 7,1
dent arias, y aparecen los primeros dat os de desgast e co-
Sesamoideo (fl exor cort o del dedo 10,4 8,2
ronal en las piezas defi nit ivas.
gordo del pie)
5. Desde los 25 a los 36 años de edad. Se produce un cierre
Epicóndilo lat eral del húmero 10,5 8,3
más act ivo de las rest ant es sut uras craneales, así como
Tubérculo de la t ibia 10,1 9
cambios en la sínfi sis púbica y las cost illas.
Proximal del quint o met at arsiano 11 8,7
Sesamoideo (fl exor cort o del pulgar 11,8 9,4 6. Desde los 36 a los 50 años de edad. Se mant ienen y avan-
de la mano) zan los cambios de la fase ant erior. Se aprecian, además,
Tubérculo de la primera cost illa 13,3 10 cambios ost eofít icos marginales localizados en regiones
Espina ant erosuperior del ilion 13,4 9,3 art iculares, como la fosa glenoidea de la escápula, o en
Proceso t ransverso de la primera 13,4 11,4 los cuerpos e int erapofi sarias de las vért ebras. Hacia los
vért ebra t orácica 40 años suele desaparecer la llamada “ cicat riz” epifi sa-
Acromion 13,5 11,4 ria, residuo del cierre epifi sario en los huesos largos que
Crest a ilíaca 13,5 12,4 puede persist ir t ras la culminación del proceso de fusión
Apófi sis coracoides 13,1 11,3 epifi sodiafi sario desde los 20 años.
Tuberosidad isquiát ica 15 13,2 7. Desde los cincuent a años al fallecimient o. En est a últ ima
Medial de la clavícula 15+ 14,6 fase, a los cambios de la fase ant erior, se suman cambios
degenerat ivos erosivos y ost eoporót icos en los huesos
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Det erminación de la edad mediant e la radiología 7

Tabla 3 Fusión de los núcleos de osifi cación


poscraneales14

Cent ro Edad, int ervalo


de osifi cación (años)

Escápula
Acromion 18-19
Margen vert ebral 20-21
Ángulo inferior 20-21
Clavícula
Ext remo est ernal 25-28
Ext remo acromial 19-20
Húmero Figura 2 Sist ema de est adios de maduración cervical según el
Cabeza 19,5-20,5 mét odo de Lamparski (1970), modifi cado por O’ Reilly y Yannie-
Ext remo dist al 14-15 llo (1988).
Epicóndilo medial 15-16
Radio
Ext remo proximal 14,5-15,5 meses para la fase 4, 2 años para las fases 5 y 6 y 5 años
Ext remo dist al 18-19 para la fase 714.
Cúbit o Por lo t ant o, en fet os y niños pequeños los mét odos diag-
Ext remo proximal 14,5-15,5 nóst icos de edad se basan en la evidencia de desarrollo de
Ext remo dist al 18-19 núcleos de osifi cación epifi sarios y diafi sarios; en niños mayo-
Mano res, adolescent es y j óvenes, se ut ilizan los signos de fusión
Met acarpianos 15,5-16,5 met afi sodiafi saria como evidencia de maduración con la
Primeras falanges 15-16 edad, así como los cambios producidos en la dent ición en su
Segundas falanges 15-16 paso de la fórmula decidual a la defi nit iva. En adult os y an-
Terceras falanges 14,5-15,5 cianos, son los procesos de degeneración ósea y los fenóme-
Pelvis nos de ost eopenia progresiva los que marcan el diagnóst ico
Element os primarios 13-15 de edad basado en t écnicas de radiología. También se han
Crest a 18-19 aplicado t écnicas de est udio radiográfi co dent al para la est i-
Tuberosidad 19-20 mación de la edad en adult os basando sus principios en las
Fémur alt eraciones producidas por el det erioro dent al con la edad.
Cabeza 17-18 En el cont ext o médico-legal, se han aplicado diversos mé-
Trocánt er mayor 17-18 t odos de diagnóst ico radiográfi co de edad basándose en la
Trocánt er menor 17-18 correlación con la edad de los fenómenos de osifi cación, fu-
Ext remo dist al 17,5-18,5 sión epifi saria y degeneración art icular en diversas regiones
Tibia anat ómicas. Est os fenómenos parecen t ener una correlación
Ext remo proximal 17,5-18,5 con la edad que es específi ca de cada región anat ómica. Ade-
Ext remo dist al 15,5-16,5 más, dicha correlación es, en ocasiones, específi ca de la po-
Epífi sis del calcáneo 14,5-15,5 blación a la que corresponde el suj et o de est udio, por lo que
Pie el mismo mét odo se ha validado en diversas poblaciones en
Met at arsianos 15-16 función de fact ores raciales, geográfi cos y socioeconómicos.
Primeras falanges 14,5-15,5 Un int ent o de enumerar exhaust ivament e una list a complet a
Segundas falanges 14-15 de mét odos basados en regiones anat ómicas excedería los lí-
Terceras falanges 14-15 mit es de est a revisión. Por ello, sin ánimo de ser exhaust ivos,
cabe dest acar algunas regiones anat ómicas en las que los mé-
t odos de diagnóst ico de edad han sido mej or est udiados.

largos y planos. Est os cambios son progresivos y más acu-


sados en los ext remos epifi sarios art iculares. Se obser- Columna vertebral cervical
van, además, cambios en las cost illas y en la t rabecula-
ción ósea en est udios radiográfi cos. Lamparski, en 1972, desarrolló un sist ema gráfi co est anda-
rizado para valorar la progresión con la edad de la fusión
Como en el rest o de los mét odos de diagnóst ico de edad epifi saria de las vért ebras cervicales en proyección radioló-
en ant ropología física y forense, la precisión disminuye de gica15 (fi g. 2). Desde ent onces, varios aut ores han reevalua-
forma progresiva a medida que aument a la edad del suj et o do y modifi cado el mét odo y han confi rmado su efi cacia en
de est udio. Según los aut ores cit ados, la precisión de una el diagnóst ico de la edad ósea. Diversos aut ores han pro-
est imación de edad basada en cambios ost eológicos, en puest o dist int as modifi caciones del mét odo original con el
condiciones ópt imas, t endría un margen de error aproxima- fi n de int ent ar simplifi car el mét odo gráfi co y aument ar la
do de 3 meses para la fase 1, 6 meses para las fases 2 y 3, 9 efi cacia diagnóst ica16-19. El mét odo ha demost rado, en las
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8 P.M. Garamendi González et al

series de est udio, una buena efi cacia diagnóst ica de edad y Agarwal, en 1998, publicaron un est udio en el que anali-
hast a los 16 años, si bien su uso se ha cent rado especial- zaron la correlación con la edad de la fusión epifi saria de las
ment e mas allá del campo médico-legal en la maduración epífi sis dist ales de t ibia y peroné, valorando su efi cacia
con la edad, con el fi n de est ablecer el límit e de crecimien- como mét odo diagnóst ico de edad hast a los 16-17 años en
t o facial en ort odoncia. población hindú34, con result ados similares a los descrit os
por Crowder y Aust in en 2005 sobre una población mult irra-
cial americana35.
Codo

En 1979, Schwedewie et al 20 analizaron la ut ilidad del mé- Costillas y peto esternal


t odo de diagnóst ico basado en la fusión de los núcleos epi-
fi sarios del codo en una población de niños alemanes y lle- Desde que en 1934 Michelson propuso un primer sist ema de
garon a la conclusión de que el mét odo era t an út il como el est adios para la cuant ifi cación de la maduración de la pri-
de Greulich y Pyle para niños ent re 6 y 15 años, con menor mera cost illa en relación con la edad, han sido múlt iples los
efi cacia en edades mayores. A una conclusión similar llega- est udios referidos a est a región anat ómica36. No obst ant e,
ron Sahni et al 21 en 1994 sobre una población de niñas hin- la precisión del análisis ha sido habit ualment e baj a y cen-
dúes de 11 a 19 años. t rada en cambios que result an más signifi cat ivos en suj et os
maduros37.

Rodilla
Carpo y mano
También se ha est udiado el esquelet o de la rodilla como
mét odo de est imación de la maduración ósea, incluso se Sin duda, la región anat ómica más est udiada para el diag-
han publicado versiones en at las del mét odo en 195422, nóst ico de edad, en part icular ant es de la culminación de la
195523, 195724, 196925 o 197526. En España, en 1997, Jiménez maduración a los 18 años, es el carpo y la mano38.
Cast ellanos et al 27 desarrollaron el mét odo para la pobla- Ent re las series primit ivas que analizaron la maduración
ción aragonesa. Ot ros aut ores han valorado la efi ciencia epifi saria del carpo como obj et o principal de est udio o en el
relat iva de est e mét odo en cont rast e con ot ros más est an- cont ext o de una serie general de huesos largos, se encuen-
darizados, como el mét odo de Greulich-Pyle o Tanner-Whi- t ran las de St evenson de 1924, Galst aun de 1930, Sidhom y
t ehouse para la muñeca28-30, y llegan a la conclusión de su Derry de 1931, Borovansky y Hnevkovsky de 1929, Davies y
validez en la adolescencia. Parsons de 1927, Pat erson de 1929, Meenes y Holly de 1932,
Adair y Scammon de 1921, Francis y Werle de 1939 y Pryor
en t rabaj os publicados ent re 1908 y 19334,6-11,13. Est e últ imo
Pelvis aut or fue uno de los primeros en apunt ar que la osifi cación
de las muj eres se adelant a a la de los varones incluso du-
En la pelvis, uno de los signos clásicos más ut ilizados en el rant e el periodo fet al.
diagnóst ico médico de la maduración ósea es el llamado No obst ant e, es necesario esperar a los proyect os de
signo de Risser o proceso de fusión de la crest a ilíaca. Desde grandes series longit udinales de población que se desarro-
los est udios originales31, varios aut ores han ut ilizado y revi- llaron a principios del siglo XX baj o los auspicios de funda-
sado est e signo confi rmando su ut ilidad como mét odo de ciones privadas, t ant o en Europa como en Est ados Unidos,
diagnóst ico de la t erminación del proceso de fusión epifi sa- para que el est udio del carpo acabe adopt ando un papel
ria general hacia los 18 años. preferent e ent re las regiones anat ómicas est udiadas para el
diagnóst ico de la edad, especialment e durant e la adoles-
cencia39.
Fémur En 1937, Todd recopiló las radiografías de la mano reali-
zadas a los individuos de un est udio desarrollado en la Wes-
En el fémur, apart e de t rabaj os clásicos, como los de Acsádi t ern Reserve Universit y de Cleveland, Ohio, y, j unt o con
y Nemeskéri sobre la involución t rabecular de la epífi sis comparaciones de una serie de esquelet os que analizó, pu-
proximal 14, algunos est udios recient es han ret omado est a blicó su At las of Skelet al Mat urat ion40, basado en la selec-
región anat ómica para el diagnóst ico de la edad en adult os, ción de una radiografía de la mano represent at iva para cada
e inciden en su discret a efi cacia como mét odo diagnóst ico. edad y sexo. Dicha radiografía debía cumplir dos premisas:
t ener igual grado de desarrollo para los 28 huesos y núcleos
de osifi cación obj et os de est udio y debía corresponder a un
Tobillo y pie individuo con un grado de desarrollo corporal sit uado en la
media de lo que correspondería a su edad y sexo.
Whit aker et al 32, en 2002, han ut ilizado el esquelet o del pie El At las de Todd se usó como referencia hast a que en, el
y elaboraron un at las para diagnóst ico de edad para varones año 1950, fue revisado por Greulich y Pyle dando lugar al
de hast a 200 meses de edad y en muj eres hast a 150 meses. famoso at las que se sigue usando de forma habit ual hoy en
Hernández et al 33, en 1991, t ambién present aron un est udio día: Radiographic at las of skelet al development of t he hand
en población española sobre la ut ilidad de radiografías del and wrist , publicado en dos ediciones en 1951 y en 195941.
pie en el diagnóst ico del rit mo de la maduración. Banerj ee La serie de Greulich y Pyle se basó en una muest ra t ot al de
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Det erminación de la edad mediant e la radiología 9

6.879 niños sanos de origen nort eamericano y de clase me- ción aut omat izada de las placas radiográfi cas. Teóricamen-
dia-alt a. El mét odo, de forma esencial, valora la edad del t e, permit irían cuant ifi car los result ados de forma uniforme
suj et o mediant e la obt ención de un valor “ promedio” de y sin int erferencia de los fact ores de dist orsión derivados
edad ósea por similit ud de la radiografía problema con las del observador. Sin embargo, sus result ados t odavía no son
radiografías est ándar recogidas en el at las y, desde ellas, se equiparables con los del mét odo manual y aún es necesaria
hacen est imaciones de normalidad basadas en horquillas de la colaboración ent re radiólogos e informát icos para mej o-
result ados mediant e valores de desviación est ándar. rar los sist emas de hardware y sof t ware.
Durant e la Segunda Guerra Mundial comienza el Oxford La int erpret ación de los result ados obt enidos de la edad
Child Healt h Survey, llevado a cabo por Ryle en 470 niños. ósea por cualquiera de los mét odos disponibles debe adap-
Ent re las mediciones realizadas se incluía la t oma de una t arse a las caract eríst icas de la población del suj et o de est u-
radiografía del carpo, que fue analizada por Roy Acheson. dio. Los fact ores que podrían modifi car la evolución de la
Est e aut or int ent aba mej orar el rendimient o de los at las del edad ósea en un suj et o det erminado no est án perfect amen-
sist ema Todd mediant e un aument o en las precisiones del t e defi nidos, aunque se han ident ifi cado diferencias en di-
análisis, para lo cual propuso: versos est udios en relación con fact ores pat ológicos, raciales
y socioeconómicos. La impresión general de las invest igacio-
— Que cada hueso o núcleo de osifi cación se est udiara por nes más recient es es que serían los fact ores socioeconómi-
separado. cos, que infl uyen en la forma de nut rición y condiciones hi-
— Que cada hueso o núcleo de osifi cación t uviera asignado giénico-sanit arias del suj et o, los más signifi cat ivos en cuant o
previament e un est adio discont inuo de maduración, al a su capacidad de modifi car los result ados43,44. Diversos aut o-
que se le asignaba una punt uación progresiva. res, en dist int os est udios, han discut ido los fact ores raciales
— Que se obt uviera una punt uación fi nal de madurez t ot al a y, aunque parece ser que por sí mismos no serían capaces de
part ir de la suma de las punt uaciones parciales de cada j ust ifi car diferencias signifi cat ivas en la edad ósea, no hay
hueso por separado. dat os indubit ables que permit an de forma absolut a afi rmar
o descart ar la infl uencia específi ca de est e fact or.
De est a forma se obt iene del est ado de maduración es- Por el cont rario, en los est udios realizados, result a defi -
quelét ica un valor cont inuo que puede ser ut ilizado en los nit ivo el hecho de que ciert as condiciones pat ológicas pue-
cálculos de crecimient o como la t alla o el peso. den afect ar a los result ados de la edad ósea, si bien la list a
El procedimient o de Acheson post eriorment e fue refi na- de ést as no puede considerarse ni mucho menos complet a.
do por Tanner y Whit ehouse en la forma de las t ablas Tan- En el cont ext o de la infl uencia ét nica y racial, hay múlt iples
ner-Whit ehouse (TW) 42. El est udio de cada mano ofrece, est udios, algunos de ellos con bases met odológicas discut i-
con est e mét odo, una punt uación t ot al que puede ser pro- bles y con result ados a menudo cont radict orios, que princi-
cesada para proporcionar un grado de madurez general que palment e se han realizado en poblaciones de europeos cau-
se ha de comparar con t ablas y dist ribuciones de result ados cásicos, caucásicos nort eamericanos, ot ros grupos ét nicos
por edades y sexos basados en dist ribuciones por percen- nort eamericanos (incluido el genét icament e dudoso grupo
t iles. racial de los hispanos), dist int as poblaciones mongoloides y
Fundament alment e, por lo t ant o, exist en dos grandes t i- caucásicas de Asia, y algunos est udios incomplet os en po-
pos de mét odos dest inados al est udio de la edad ósea en el blaciones negroides cent ro y sudafricanas.
carpo, los mét odos de at las, de los que el At las de Greulich Los est udios en Europa más recient es parecen indicar que
y Pyle (GP) es la principal referencia int ernacional, y los los caucásicos europeos se acercan a los rit mos de madura-
mét odos numéricos, de los que las t res ediciones del mét o- ción marcados por el sist ema GP y el TW2 o se hallan lige-
do de Tanner-Whit ehouse son la principal referencia. Hay rament e ret rasados o adelant ados frent e a ést os. En algu-
algunos mét odos mixt os, como el de Thieman-Nit z basado nos casos, las diferencias con los mét odos originales han
en población alemana. Exist en virt ualment e adapt aciones sido pequeñas pero est adíst icament e t an signifi cat ivas que
de est os mét odos para t odas las poblaciones en práct ica- se ha propuest o la necesidad de elaborar t ablas y at las es-
ment e t odos los países. En España, disponemos de una pecífi cos para est as poblaciones.
adapt ación de ambos mét odos basada en población del País Los est udios clásicos de los años set ent a y ochent a en
Vasco y publicada en 1991 por Hernández et al 33. población mongoloide de Asia indicaban que los chinos y
Podría parecer en principio que un mét odo numérico j aponeses present aban un ret raso en su edad ósea frent e a
como el Tanner-Whit ehouse debería ser más fi able, pero en la cronológica en la fase prepuberal, pero en la fase pospu-
la práct ica se halla somet ido a errores int raobservador e beral exist ía una aceleración hast a culminar la maduración
int erobservadores similares a los del GP y se halla infl uido a una edad similar a la de los europeos y americanos caucá-
negat ivament e por fallos t écnicos derivados de una posi- sicos. En las series más act uales sobre poblaciones moder-
ción incorrect a de la mano en el moment o de realizar la nas con mej ores condiciones socioeconómicas, se aprecia
radiografía, que pueden ser solvent ados de forma más co- una t endencia a aj ust ar aún más los result ados con los rit -
rrect a por los mét odos gráfi cos. Algunos aut ores recomien- mos de maduración de la edad ósea de las poblaciones oc-
dan la aplicación de GP en lugar de TW3 con fi nes clínicos cident ales. En India y Pakist án los hallazgos han sido simila-
basándose en un crit erio de economía de medios al haber res, se aprecian adelant os en la edad ósea frent e a la
comprobado que TW3 es mucho más cost oso en t iempo y cronológica durant e la fase pospuberal, más evident es en
que sus result ados son similares a GP38. suj et os de clase social alt a38.
Se han hecho int ent os de desarrollar aplicaciones infor- En Est ados Unidos los est udios indican que los suj et os
mát icas sobre el sist ema numérico TW2 y TW3 para valora- caucásicos se aj ust an bien a los est ándar de GP y TW2 o
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10 P.M. Garamendi González et al

suelen present ar un ciert o adelant o madurat ivo. Por el con- Dentición


t rario, los result ados en suj et os negroides arroj an result a-
dos cont radict orios en las series. Para Gross et al 45 la raza La ut ilización de los dient es como un indicador para la est i-
negra se aj ust a mej or que la blanca al est ándar de GP. En mación de la edad se remont a a la primera mit ad del siglo
las series de Ont ell et al y de Lodler et al la raza negra se XIX. El desarrollo de la dent ición comienza en la sext a sema-
halla adelant ada para el est ándar de GP46,47. La serie de na de la vida int raut erina y se ext iende aproximadament e
Marshall et al 48 en negros j amaicanos, comparada con el hast a los 20 años.
UK60 del TW2, indica un ret raso de la edad ósea desde los La det erminación de la edad dent al mediant e la valora-
13 años de edad con independencia de fact ores socioeconó- ción de los diferent es est adios de mineralización de los
micos. Finalment e, Gilsanz et al 49, en un est udio ent re su- dient es puede ut ilizarse para est imar la edad cronológica
j et os de raza negra y blanca en Est ados Unidos, no aprecian de una persona. No obst ant e, la precisión que puede obt e-
diferencias signifi cat ivas ent re la edad ósea y la edad cro- nerse a la hora de realizar una est imación de edad dent al
nológica en ambas razas cuando se igualan los fact ores so- no es uniforme desde el nacimient o a la madurez; se alcan-
cioeconómicos. za un grado mayor de precisión cuando un número elevado
Hast a donde llegan nuest ros conocimient os, no se ha es- de dient es se encuent ra en formación y el crecimient o del
t udiado sist emát icament e a los habit ant es de los países mu- individuo es rápido, t al como sucede durant e los primeros
sulmanes de Orient e Próximo y del Nort e de África y las años de la vida. Después de los 14 años, una vez fi nalizada
poblaciones de est os países emigradas a países desarrolla- la formación de los premolares y caninos, la est imación de
dos y no se puede afi rmar si su rit mo de maduración ósea la edad se hace más difícil ya que la mayoría de los dient es
sigue o no la evolución marcada en ot ras poblaciones50. Los han complet ado su desarrollo, salvo los t erceros molares,
únicos est udios disponibles son los de Koc et al 51, Büken et los cuales, al cont inuar su formación, se conviert en en el
al 52 y Garamendi et al 53. Koc et al realizaron un est udio en único indicador út il 62.
población t urca moderna, el cual indica un ret raso en la Para la est imación de la edad dent al durant e est e primer
edad ósea hast a los 13 años y un adelant o discret o desde periodo de la vida se han propuest o múlt iples mét odos orien-
esa edad para el GP. El inconvenient e principal de est e es- t ados a valorar mediant e la ut ilización de imágenes radio-
t udio deriva de que su muest ra de población sólo llega has- gráfi cas los est adios de mineralización de los gérmenes den-
t a los 17 años de edad cronológica. Est e inconvenient e ha t arios de la dent ición permanent e, t ales como el mét odo de
sido solvent ado en un est udio recient e por Büken et al, Nolla63 o el de Moorrees et al 64. Sin embargo, el mét odo más
quienes han analizado radiografías del carpo de 409 niños y ampliament e ut ilizado con est e fi n ha sido el desarrollado
niñas de ent re 11 y 19 años de edad de origen caucásico en por Demirj ian et al 65 basado en radiografías panorámicas de
Turquía. Su est udio, de forma análoga al de Koc et al, indica 1.446 chicos y 1.482 chicas de ent re 2 y 20 años, de origen
que su población present a un adelant o de la edad ósea en- franco-canadiense. Est e mét odo consist e en asignar una pun-
t re los 13 y 17 años y un ret raso relat ivo en el grupo de edad t uación a cada uno de los siet e dient es mandibulares del
de 18 a 19 años. Garamendi et al publicaron en 2005 un lado izquierdo, según su est adio de desarrollo (est adios A-H),
est udio sobre una población de 114 inmigrant es marroquíes siguiendo unos crit erios descrit os para cada uno y por com-
con una edad confi rmada de 12 a 25 años, elaborando un paración con diagramas e imágenes radiológicas. Las punt ua-
análisis conj unt o t ant o de las variaciones en relación con el ciones de los siet e dient es se suman para dar una punt uación
est ándar de Greulich y Pyle para las radiografías de carpo de maduración, la cual se conviert e direct ament e en una
como para la edad dent al est imada mediant e ort opant omo- edad dent al usando unas t ablas específi cas. Numerosos t ra-
grafías. baj os han adapt ado el sist ema propuest o por Demirj ian et al
Las caract eríst icas socioeconómicas de cada población a diferent es poblaciones, elaborándose est ándares específi -
serían, para algunos aut ores, los fact ores más signifi cat ivos cos de la secuencia de mineralización dent al para las dife-
en cuant o a su capacidad para infl uir en las variaciones en rent es poblaciones est udiadas, ya que la mayoría de los in-
el rit mo de maduración de la edad ósea. Ot ros est udios, por vest igadores coinciden en señalar la necesidad de crear
el cont rario, no parecen confi rmar est a hipót esis. Así, Mar- bases de dat os específi cas para cada población a fi n de obt e-
shall et al 48, en población negra j amaicana, no apreciaban ner una mayor precisión en la est imación de la edad.
variaciones en función de la clase social alt a o baj a de los La valoración del grado de maduración radiológica del
suj et os. Sin embargo, est udios modernos y específi cos so- t ercer molar se ha realizado según diferent es mét odos pro-
bre est a variable de aut ores como Jahari et al 54, sobre po- puest os por aut ores como Kullman et al 66 y Gleiser et al 67,
blación indonesa, Fleshman55, sobre población africana, o ent re ot ros, pero principalment e el mét odo gráfi co original
Melsen et al 56, sobre población de menores ext ranj eros de Demirj ian et al 65 o sus variant es, como la desarrollada
adopt ados en Dinamarca, ident ifi can clarament e los fact o- por Solari y Abramovit ch68, han sido los más empleados con
res socioeconómicos y la pobreza como product ores de re- dicha fi nalidad. En la lit erat ura médica hay múlt iples publi-
t rasos signifi cat ivos en el rit mo de la secuencia de la madu- caciones orient adas al est udio de la secuencia de minerali-
ración ósea durant e la fase prepuberal. zación del t ercer molar en diferent es poblaciones, con ob-
Ent re los procesos pat ológicos ident ifi cados clarament e j et o de obt ener dat os de referencia con aplicaciones
como fact ores de alt eración del rit mo de evolución de la forenses, principalment e en relación con la posibilidad de
edad ósea se hallan, ent re ot ros, la enuresis noct urna57, el predicción de una edad mayor o menor de 18 años.
défi cit de GH58, la obesidad59, los hábit os deport ivos de alt a Ot ro enfoque en est e campo ha sido propuest o por Olze
compet ición60 o las malformaciones óseas y la exposición a et al 69 cuyo mét odo, basado en la evaluación combinada de
agent es físicos, como en el caso de las congelaciones61. varias caract eríst icas radiológicas y morfológicas dent ales
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Det erminación de la edad mediant e la radiología 11

valoradas en ort opant omografías, podría proporcionar in- Recomendaciones europeas del AGFAD y
formación út il para la est imación de la edad dent al y permi- recomendaciones en España
t e llegar a conclusiones respect o a si una persona ha alcan-
zado los 21 años de edad. Sin embargo, la ut ilización de En la act ualidad, en la práct ica médico-forense, quizá el
est os crit erios de forma aislada no permit e obt ener la pre- caso que más comúnment e demanda la colaboración de la
cisión requerida para est os casos, por lo que est os aut ores radiología para el diagnóst ico de edad es en supuest os me-
recomiendan ut ilizar un examen radiológico de la epífi sis nores indocument ados.
medial clavicular. En sept iembre de 2000, el grupo mult idisciplinario del
Una vez que t odos los dient es est án formados, los mét o- Arbeit sgemeinschaft für Forensische Alt ersdiagnost ik der
dos de est imación de la edad dent al han de enfocarse en el Deut schen Gesellschaft für Recht smedizin (AGFAD) elaboró
est udio de los cambios regresivos relacionados con la edad, las primeras guías europeas para la est imación de la edad
los cuales son menos precisos que los basados en las fases en individuos vivos somet idos a procedimient os crimina-
de desarrollo, ya que son parcialment e infl uidos por la fun- les43,79. Las guías est ablecían la necesidad de realizar una
ción y por procesos pat ológicos. En 1950, Gust afson70 publi- serie de pruebas diagnóst icas que incluyeran exámenes ra-
có el primer mét odo cient ífi co para la valoración de los diográfi cos y ant ropomét ricos y, una vez pract icadas, int er-
cambios relacionados con la edad en los dient es que ya ha- pret ar los result ados en función de est udios previos en po-
bían complet ado su proceso de calcifi cación. Sin embargo, blaciones adecuadas al suj et o de est udio.
la mayoría de est os mét odos generalment e requieren la ex- Siguiendo el espírit u de est as guías, en España, en marzo
t racción y, algunos de ellos, la preparación de secciones de de 2004, durant e las j ornadas monográfi cas organizadas so-
al menos un dient e. En cont rast e, el est udio radiográfi co de bre det erminación de edad en menores indocument ados, se
los dient es consist e en un mét odo no dest ruct ivo y simple, propusieron unas guías para aplicar en est os menores con el
además de const it uir una t écnica empleada ampliament e amplio consenso de los profesionales implicados80.
en las clínicas dent ales, lo que la conviert e en una herra- Ambas recomendaciones proponen la aplicación de los
mient a de gran ut ilidad ya que puede aplicarse a casos de siguient es medios diagnóst icos en los casos de est imación
ident ifi cación, t ant o en suj et os vivos como en cadáveres de forense de la edad en supuest os menores de 18 años y ma-
edad desconocida, así como en invest igaciones arqueológi- yores de 14 años:
cas, lo que obliga a aplicar t écnicas no invasivas.
Ent re los parámet ros dent ales pot encialment e relaciona- — Examen físico: obt ención de medidas ant ropomét ricas
dos con el proceso de envej ecimient o valorados mediant e (peso, t alla, t ipo const it ucional); inspección de signos de
t écnicas radiográfi cas dest aca el fenómeno de la deposición madurez sexual; ident ifi cación de enfermedades que
de la dent ina secundaria, proceso lent o que gradualment e puedan alt erar el desarrollo madurat ivo.
va reduciendo el t amaño de la cavidad pulpar y cuya cuan- — Examen radiográfi co de la mano izquierda.
t ifi cación puede ut ilizarse como un posible indicador de — Examen ext erno del est ado de la dent ición y radiografía
edad. De los primeros aut ores que emplearon las t écnicas dent al.
radiográfi cas para evaluar la infl uencia del desgast e dent al — Examen radiográfi co de la clavícula, en el caso de que
y la edad en la formación de la dent ina dest aca el t rabaj o int eresase confi rmar si la edad cronológica es mayor o
publicado por Philippas71. En 1995, Kvaal et al 72 elaboraron menor de 21 años.
un nuevo mét odo para la est imación de la edad cronológica
de adult os mediant e el examen de la relación exist ent e en- Al int erpret ar los result ados, las mismas guías recomien-
t re la edad y el t amaño de la pulpa evaluada sobre radiogra- dan que los dat os obt enidos de las ant eriores pruebas sean
fías periapicales. Ot ros t rabaj os se han cent rado en analizar cont rast ados con est udios de referencia adecuados al suj e-
la reproducibilidad de est e mét odo de cálculo de edad den- t o específi co est udiado. Al seleccionar dichos est udios de-
t al sobre muest ras independient es mediant e la ut ilización bieran considerarse como fact ores signifi cat ivos de correc-
de ot ras t écnicas radiológicas como la ort opant omografía. ción de los result ados las variables ét nicas, socioeconómicas
Asimismo, diferent es est udios han focalizado sus invest iga- y pat ológicas, así como el grado de error int raobservador e
ciones en la evaluación radiográfi ca de ot ros parámet ros int erobservadores. Recomiendan, fi nalment e, al realizar la
morfológicos, como la reducción del canal radicular con la valoración pericial defi nit iva, que se especifi que el result a-
edad73 y del índice coronal 74, así como en el est udio de la do por separado de cada una de las pruebas realizadas y que
relación ent re la edad y la rat io área pulpa/ dient e75. la est imación de edad se est ablezca como la más probable,
indicando el grado de probabilidad del result ado est imado.
En t odo caso, para un buen servicio a la Administ ración
Clavícula de Just icia, debe resalt arse en los informes periciales que
los result ados de est as pruebas son siempre una mera orien-
Hay algunas referencias en la lit erat ura médica del uso de t ación sobre la edad real de los suj et os est udiados. Se ha
la clavícula con fi nes de diagnóst ico de edad t ant o en suj e- podido comprobar reit eradas veces la no despreciable pro-
t os j óvenes como en adult os. En los últ imos años, sin em- babilidad de error de est os est udios y ello ha dado lugar a
bargo, han proliferado los est udios de gran rigor met odoló- desgraciadas sit uaciones en las que la act ividad pericial se
gico y basados en mét odos de diagnóst ico radiográfi co ha revelado inadecuada a los fi nes de una buena adminis-
convencional, t omográfi co y ecográfi co de est a región ana- t ración de la j ust icia81.
t ómica en suj et os en t orno a los 21 años de edad, en conso- Finalment e, un aspect o aparent ement e marginal, pero
nancia con las recomendaciones del AGFAD43,77,78. esencial en est a mat eria, es que los est udios radiográfi cos
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12 P.M. Garamendi González et al

propuest os se deben realizar en suj et os posiblement e me- 20. Schwedewie H, Braselman A, Willich E, Lachman R. The det er-
nores de edad y sin una clara indicación médica clínica para minat ion of bone age in t he elbow as compared t o t he hand. A
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