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REVISTA ESPAÑOLA DE
EDITORIAL
Veinte años de las Jornadas Catalanas de Actualización en
Medicina Forense
REVISIÓN
Determinación de la edad mediante la radiología
ARTÍCULO ESPECIAL
X Jornadas Catalanas de Actualización en Medicina Forense
CASOS MÉDICO-FORENSES
Identiicación mediante estudio comparativo de radiografías
craneales ante mórtem y post mórtem
Trastorno psicótico inducido por alcohol: criminalidad y
tratamiento ambulatorio involuntario
www.elsevier.es/ mlegal
www.elsevier.es/mlegal
REVISIÓN
a
Servicio de Pat ología Forense, IML de Huelva, Huelva, España
b
Servicio de Clínica Médico Forense, IVML, Subdirección de Vizcaya, España
0377-4732/ $ - see front mat t er © 2010 Asociación Nacional de Médicos Forenses. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
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Introducción pero desde la perspect iva específi ca que aport aba el nuevo
mét odo radiológico4-13. La falt a de una conciencia clara de
El 28 de diciembre de 1895 Wilhelm Conrad Rönt gen publicó la no inocuidad de est e medio diagnóst ico facilit ó un uso,
su art ículo “ Uber eine neue Art von St rahlen” que ent regó al en ciert o modo, indiscriminado con fi nes de invest igación.
president e de la Sociedad Físico-Médica de Wurzburg inclu- El diagnóst ico de la edad basado en t écnicas de radio-
yendo la primera radiografía de la que se t iene regist ro en la diagnóst ico se orient a de forma dist int a en función del mar-
hist oria, donde aparecía la mano izquierda de su esposa (fi g. gen de edad del suj et o de est udio. De acuerdo con Krogman
1). Desde ese moment o, la relación ent re radiología y medici- e Isçan, el proceso de osifi cación en el ser humano sigue una
na forense comenzó su desarrollo. Durant e 1896, t odos los secuencia de acont ecimient os fi siológicos en los huesos re-
usos posibles de est a nueva t écnica diagnóst ica habían sido ya conocibles t ant o en el examen morfológico direct o como en
pract icados o se habían insinuado de una forma al menos ru- el examen radiológico.
diment aria1. Su uso en ant ropología física t ambién fue pre- En condiciones ideales, se puede reconocer el esquelet o
coz. Ya en 1896 Angerer en Munich propuso su uso en la región fet al en radiografías abdominales desde la décima semana
del carpo y la aplicación de los result ados como indicadores de gest ación. No obst ant e, lo habit ual es que ent re las se-
de edad ósea2. En 1897, Albert Londe publicó en Francia un manas 18 y 20 se pueda evidenciar la presencia de los nú-
est udio sobre radiografías realizadas en el brazo de una mo- cleos de osifi cación de los element os post eriores de la co-
mia3 y dest acó el hecho de que en las radiografías obt enidas lumna vert ebral como una cadena de densidades óseas en
se apreciaban dat os que permit ían est imar el est adio de ma- el abdomen de la muj er gest ant e. Ent re las semanas 20 y 25
duración ósea del suj et o. Propuso, además, explícitament e puede evidenciarse la base del cráneo y los huesos largos. A
que los rayos X podrían ser un instrument o út il en ant ropología las semanas 24 a 26 se evidencia el núcleo de osifi cación del
física y en medicina forense para realizar diagnóst icos de edad calcáneo y dos semanas después, el del ast rágalo. Ent re las
de los suj et os sin alt erar ninguna “ pieza de convicción” . semanas 36 y 40 se desarrollan la epífi sis dist al del fémur y
Durant e los primeros 40 años de vida de est e nuevo mé- la proximal de la t ibia. En el 90% de los fet os a t érmino se
t odo diagnóst ico, se generalizaron los est udios sobre suj e- puede encont rar osifi cado el cent ro dist al del fémur y en el
t os vivos dest inados a valorar y confi rmar los est ándares de 85%, el proximal de la t ibia. Al nacimient o se pueden iden-
maduración de dist int as regiones de la anat omía humana y t ifi car, en las radiografías los cent ros de osifi cación prima-
se publicaron est udios sobre series amplias de población rios de los huesos largos, incluidos manos y pies, así como
que analizaban parámet ros ya est udiados en ost eología, los cuerpos vert ebrales y element os post eriores vert ebra-
les, escápula, clavícula, pelvis, base del cráneo, calot a y
huesos faciales2.
Siguiendo nuevament e a Krogman e Isçan, el proceso de
maduración ósea posnat al, que puede evidenciarse radioló-
gicament e, sigue las siguient es fases14:
Tabla 1 Edad de aparición de los cent ros de osifi cación en población caucásica14
Tabla 1 Edad de aparición de los cent ros de osifi cación en población caucásica14 (Cont inuación)
Tercer met acarpiano Tercera falange del cuart o Tercera falange del t ercer
Primera falange del segundo dedo de la mano dedo del pie
dedo del pie Escafoides del pie Tercera falange del cuart o
Piramidal Cuneiforme cent ral dedo del pie
11 meses Primer met at arsiano Proximal del peroné
Cuart o met acarpiano 15 meses Trocánt er mayor del fémur
Primera falange del quint o Primera falange del primer 2 años y 2 meses
dedo de la mano dedo de la mano Tercera falange del segundo
12 meses Segunda falange del quint o dedo del pie
Segunda falange del cuart o dedo de la mano Cuart o met acarpiano
dedo de la mano 17 meses 2 años y 5 meses
Segunda falange del t ercer Tercera falange del segundo Quint o met acarpiano
dedo de la mano dedo de la mano 2 años y 8 meses
13 meses Tercera falange del quint o Trapecio
Quint o met acarpiano dedo de la mano 2 años y 9 meses
Segunda falange del segundo 19 meses Epicóndilo medial del húmero
dedo de la mano Segundo met at arsiano 3 años
14 meses 21 meses Proximal del radio
Primer met acarpiano Tercera falange del quint o Trapezoide
Primera falange del primer dedo del pie 3 años y 2 meses
dedo del pie 22 meses Escafoides de la mano
Primera falange del quint o Tercer met at arsiano 4 años y 6 meses
dedo del pie 23 meses Dist al del cúbit o
Tercera falange del t ercer Rót ula 5 años y más
dedo de la mano 2 años Segunda falange del quint o
Semilunar dedo del pie
Escápula
Acromion 18-19
Margen vert ebral 20-21
Ángulo inferior 20-21
Clavícula
Ext remo est ernal 25-28
Ext remo acromial 19-20
Húmero Figura 2 Sist ema de est adios de maduración cervical según el
Cabeza 19,5-20,5 mét odo de Lamparski (1970), modifi cado por O’ Reilly y Yannie-
Ext remo dist al 14-15 llo (1988).
Epicóndilo medial 15-16
Radio
Ext remo proximal 14,5-15,5 meses para la fase 4, 2 años para las fases 5 y 6 y 5 años
Ext remo dist al 18-19 para la fase 714.
Cúbit o Por lo t ant o, en fet os y niños pequeños los mét odos diag-
Ext remo proximal 14,5-15,5 nóst icos de edad se basan en la evidencia de desarrollo de
Ext remo dist al 18-19 núcleos de osifi cación epifi sarios y diafi sarios; en niños mayo-
Mano res, adolescent es y j óvenes, se ut ilizan los signos de fusión
Met acarpianos 15,5-16,5 met afi sodiafi saria como evidencia de maduración con la
Primeras falanges 15-16 edad, así como los cambios producidos en la dent ición en su
Segundas falanges 15-16 paso de la fórmula decidual a la defi nit iva. En adult os y an-
Terceras falanges 14,5-15,5 cianos, son los procesos de degeneración ósea y los fenóme-
Pelvis nos de ost eopenia progresiva los que marcan el diagnóst ico
Element os primarios 13-15 de edad basado en t écnicas de radiología. También se han
Crest a 18-19 aplicado t écnicas de est udio radiográfi co dent al para la est i-
Tuberosidad 19-20 mación de la edad en adult os basando sus principios en las
Fémur alt eraciones producidas por el det erioro dent al con la edad.
Cabeza 17-18 En el cont ext o médico-legal, se han aplicado diversos mé-
Trocánt er mayor 17-18 t odos de diagnóst ico radiográfi co de edad basándose en la
Trocánt er menor 17-18 correlación con la edad de los fenómenos de osifi cación, fu-
Ext remo dist al 17,5-18,5 sión epifi saria y degeneración art icular en diversas regiones
Tibia anat ómicas. Est os fenómenos parecen t ener una correlación
Ext remo proximal 17,5-18,5 con la edad que es específi ca de cada región anat ómica. Ade-
Ext remo dist al 15,5-16,5 más, dicha correlación es, en ocasiones, específi ca de la po-
Epífi sis del calcáneo 14,5-15,5 blación a la que corresponde el suj et o de est udio, por lo que
Pie el mismo mét odo se ha validado en diversas poblaciones en
Met at arsianos 15-16 función de fact ores raciales, geográfi cos y socioeconómicos.
Primeras falanges 14,5-15,5 Un int ent o de enumerar exhaust ivament e una list a complet a
Segundas falanges 14-15 de mét odos basados en regiones anat ómicas excedería los lí-
Terceras falanges 14-15 mit es de est a revisión. Por ello, sin ánimo de ser exhaust ivos,
cabe dest acar algunas regiones anat ómicas en las que los mé-
t odos de diagnóst ico de edad han sido mej or est udiados.
series de est udio, una buena efi cacia diagnóst ica de edad y Agarwal, en 1998, publicaron un est udio en el que anali-
hast a los 16 años, si bien su uso se ha cent rado especial- zaron la correlación con la edad de la fusión epifi saria de las
ment e mas allá del campo médico-legal en la maduración epífi sis dist ales de t ibia y peroné, valorando su efi cacia
con la edad, con el fi n de est ablecer el límit e de crecimien- como mét odo diagnóst ico de edad hast a los 16-17 años en
t o facial en ort odoncia. población hindú34, con result ados similares a los descrit os
por Crowder y Aust in en 2005 sobre una población mult irra-
cial americana35.
Codo
Rodilla
Carpo y mano
También se ha est udiado el esquelet o de la rodilla como
mét odo de est imación de la maduración ósea, incluso se Sin duda, la región anat ómica más est udiada para el diag-
han publicado versiones en at las del mét odo en 195422, nóst ico de edad, en part icular ant es de la culminación de la
195523, 195724, 196925 o 197526. En España, en 1997, Jiménez maduración a los 18 años, es el carpo y la mano38.
Cast ellanos et al 27 desarrollaron el mét odo para la pobla- Ent re las series primit ivas que analizaron la maduración
ción aragonesa. Ot ros aut ores han valorado la efi ciencia epifi saria del carpo como obj et o principal de est udio o en el
relat iva de est e mét odo en cont rast e con ot ros más est an- cont ext o de una serie general de huesos largos, se encuen-
darizados, como el mét odo de Greulich-Pyle o Tanner-Whi- t ran las de St evenson de 1924, Galst aun de 1930, Sidhom y
t ehouse para la muñeca28-30, y llegan a la conclusión de su Derry de 1931, Borovansky y Hnevkovsky de 1929, Davies y
validez en la adolescencia. Parsons de 1927, Pat erson de 1929, Meenes y Holly de 1932,
Adair y Scammon de 1921, Francis y Werle de 1939 y Pryor
en t rabaj os publicados ent re 1908 y 19334,6-11,13. Est e últ imo
Pelvis aut or fue uno de los primeros en apunt ar que la osifi cación
de las muj eres se adelant a a la de los varones incluso du-
En la pelvis, uno de los signos clásicos más ut ilizados en el rant e el periodo fet al.
diagnóst ico médico de la maduración ósea es el llamado No obst ant e, es necesario esperar a los proyect os de
signo de Risser o proceso de fusión de la crest a ilíaca. Desde grandes series longit udinales de población que se desarro-
los est udios originales31, varios aut ores han ut ilizado y revi- llaron a principios del siglo XX baj o los auspicios de funda-
sado est e signo confi rmando su ut ilidad como mét odo de ciones privadas, t ant o en Europa como en Est ados Unidos,
diagnóst ico de la t erminación del proceso de fusión epifi sa- para que el est udio del carpo acabe adopt ando un papel
ria general hacia los 18 años. preferent e ent re las regiones anat ómicas est udiadas para el
diagnóst ico de la edad, especialment e durant e la adoles-
cencia39.
Fémur En 1937, Todd recopiló las radiografías de la mano reali-
zadas a los individuos de un est udio desarrollado en la Wes-
En el fémur, apart e de t rabaj os clásicos, como los de Acsádi t ern Reserve Universit y de Cleveland, Ohio, y, j unt o con
y Nemeskéri sobre la involución t rabecular de la epífi sis comparaciones de una serie de esquelet os que analizó, pu-
proximal 14, algunos est udios recient es han ret omado est a blicó su At las of Skelet al Mat urat ion40, basado en la selec-
región anat ómica para el diagnóst ico de la edad en adult os, ción de una radiografía de la mano represent at iva para cada
e inciden en su discret a efi cacia como mét odo diagnóst ico. edad y sexo. Dicha radiografía debía cumplir dos premisas:
t ener igual grado de desarrollo para los 28 huesos y núcleos
de osifi cación obj et os de est udio y debía corresponder a un
Tobillo y pie individuo con un grado de desarrollo corporal sit uado en la
media de lo que correspondería a su edad y sexo.
Whit aker et al 32, en 2002, han ut ilizado el esquelet o del pie El At las de Todd se usó como referencia hast a que en, el
y elaboraron un at las para diagnóst ico de edad para varones año 1950, fue revisado por Greulich y Pyle dando lugar al
de hast a 200 meses de edad y en muj eres hast a 150 meses. famoso at las que se sigue usando de forma habit ual hoy en
Hernández et al 33, en 1991, t ambién present aron un est udio día: Radiographic at las of skelet al development of t he hand
en población española sobre la ut ilidad de radiografías del and wrist , publicado en dos ediciones en 1951 y en 195941.
pie en el diagnóst ico del rit mo de la maduración. Banerj ee La serie de Greulich y Pyle se basó en una muest ra t ot al de
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6.879 niños sanos de origen nort eamericano y de clase me- ción aut omat izada de las placas radiográfi cas. Teóricamen-
dia-alt a. El mét odo, de forma esencial, valora la edad del t e, permit irían cuant ifi car los result ados de forma uniforme
suj et o mediant e la obt ención de un valor “ promedio” de y sin int erferencia de los fact ores de dist orsión derivados
edad ósea por similit ud de la radiografía problema con las del observador. Sin embargo, sus result ados t odavía no son
radiografías est ándar recogidas en el at las y, desde ellas, se equiparables con los del mét odo manual y aún es necesaria
hacen est imaciones de normalidad basadas en horquillas de la colaboración ent re radiólogos e informát icos para mej o-
result ados mediant e valores de desviación est ándar. rar los sist emas de hardware y sof t ware.
Durant e la Segunda Guerra Mundial comienza el Oxford La int erpret ación de los result ados obt enidos de la edad
Child Healt h Survey, llevado a cabo por Ryle en 470 niños. ósea por cualquiera de los mét odos disponibles debe adap-
Ent re las mediciones realizadas se incluía la t oma de una t arse a las caract eríst icas de la población del suj et o de est u-
radiografía del carpo, que fue analizada por Roy Acheson. dio. Los fact ores que podrían modifi car la evolución de la
Est e aut or int ent aba mej orar el rendimient o de los at las del edad ósea en un suj et o det erminado no est án perfect amen-
sist ema Todd mediant e un aument o en las precisiones del t e defi nidos, aunque se han ident ifi cado diferencias en di-
análisis, para lo cual propuso: versos est udios en relación con fact ores pat ológicos, raciales
y socioeconómicos. La impresión general de las invest igacio-
— Que cada hueso o núcleo de osifi cación se est udiara por nes más recient es es que serían los fact ores socioeconómi-
separado. cos, que infl uyen en la forma de nut rición y condiciones hi-
— Que cada hueso o núcleo de osifi cación t uviera asignado giénico-sanit arias del suj et o, los más signifi cat ivos en cuant o
previament e un est adio discont inuo de maduración, al a su capacidad de modifi car los result ados43,44. Diversos aut o-
que se le asignaba una punt uación progresiva. res, en dist int os est udios, han discut ido los fact ores raciales
— Que se obt uviera una punt uación fi nal de madurez t ot al a y, aunque parece ser que por sí mismos no serían capaces de
part ir de la suma de las punt uaciones parciales de cada j ust ifi car diferencias signifi cat ivas en la edad ósea, no hay
hueso por separado. dat os indubit ables que permit an de forma absolut a afi rmar
o descart ar la infl uencia específi ca de est e fact or.
De est a forma se obt iene del est ado de maduración es- Por el cont rario, en los est udios realizados, result a defi -
quelét ica un valor cont inuo que puede ser ut ilizado en los nit ivo el hecho de que ciert as condiciones pat ológicas pue-
cálculos de crecimient o como la t alla o el peso. den afect ar a los result ados de la edad ósea, si bien la list a
El procedimient o de Acheson post eriorment e fue refi na- de ést as no puede considerarse ni mucho menos complet a.
do por Tanner y Whit ehouse en la forma de las t ablas Tan- En el cont ext o de la infl uencia ét nica y racial, hay múlt iples
ner-Whit ehouse (TW) 42. El est udio de cada mano ofrece, est udios, algunos de ellos con bases met odológicas discut i-
con est e mét odo, una punt uación t ot al que puede ser pro- bles y con result ados a menudo cont radict orios, que princi-
cesada para proporcionar un grado de madurez general que palment e se han realizado en poblaciones de europeos cau-
se ha de comparar con t ablas y dist ribuciones de result ados cásicos, caucásicos nort eamericanos, ot ros grupos ét nicos
por edades y sexos basados en dist ribuciones por percen- nort eamericanos (incluido el genét icament e dudoso grupo
t iles. racial de los hispanos), dist int as poblaciones mongoloides y
Fundament alment e, por lo t ant o, exist en dos grandes t i- caucásicas de Asia, y algunos est udios incomplet os en po-
pos de mét odos dest inados al est udio de la edad ósea en el blaciones negroides cent ro y sudafricanas.
carpo, los mét odos de at las, de los que el At las de Greulich Los est udios en Europa más recient es parecen indicar que
y Pyle (GP) es la principal referencia int ernacional, y los los caucásicos europeos se acercan a los rit mos de madura-
mét odos numéricos, de los que las t res ediciones del mét o- ción marcados por el sist ema GP y el TW2 o se hallan lige-
do de Tanner-Whit ehouse son la principal referencia. Hay rament e ret rasados o adelant ados frent e a ést os. En algu-
algunos mét odos mixt os, como el de Thieman-Nit z basado nos casos, las diferencias con los mét odos originales han
en población alemana. Exist en virt ualment e adapt aciones sido pequeñas pero est adíst icament e t an signifi cat ivas que
de est os mét odos para t odas las poblaciones en práct ica- se ha propuest o la necesidad de elaborar t ablas y at las es-
ment e t odos los países. En España, disponemos de una pecífi cos para est as poblaciones.
adapt ación de ambos mét odos basada en población del País Los est udios clásicos de los años set ent a y ochent a en
Vasco y publicada en 1991 por Hernández et al 33. población mongoloide de Asia indicaban que los chinos y
Podría parecer en principio que un mét odo numérico j aponeses present aban un ret raso en su edad ósea frent e a
como el Tanner-Whit ehouse debería ser más fi able, pero en la cronológica en la fase prepuberal, pero en la fase pospu-
la práct ica se halla somet ido a errores int raobservador e beral exist ía una aceleración hast a culminar la maduración
int erobservadores similares a los del GP y se halla infl uido a una edad similar a la de los europeos y americanos caucá-
negat ivament e por fallos t écnicos derivados de una posi- sicos. En las series más act uales sobre poblaciones moder-
ción incorrect a de la mano en el moment o de realizar la nas con mej ores condiciones socioeconómicas, se aprecia
radiografía, que pueden ser solvent ados de forma más co- una t endencia a aj ust ar aún más los result ados con los rit -
rrect a por los mét odos gráfi cos. Algunos aut ores recomien- mos de maduración de la edad ósea de las poblaciones oc-
dan la aplicación de GP en lugar de TW3 con fi nes clínicos cident ales. En India y Pakist án los hallazgos han sido simila-
basándose en un crit erio de economía de medios al haber res, se aprecian adelant os en la edad ósea frent e a la
comprobado que TW3 es mucho más cost oso en t iempo y cronológica durant e la fase pospuberal, más evident es en
que sus result ados son similares a GP38. suj et os de clase social alt a38.
Se han hecho int ent os de desarrollar aplicaciones infor- En Est ados Unidos los est udios indican que los suj et os
mát icas sobre el sist ema numérico TW2 y TW3 para valora- caucásicos se aj ust an bien a los est ándar de GP y TW2 o
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valoradas en ort opant omografías, podría proporcionar in- Recomendaciones europeas del AGFAD y
formación út il para la est imación de la edad dent al y permi- recomendaciones en España
t e llegar a conclusiones respect o a si una persona ha alcan-
zado los 21 años de edad. Sin embargo, la ut ilización de En la act ualidad, en la práct ica médico-forense, quizá el
est os crit erios de forma aislada no permit e obt ener la pre- caso que más comúnment e demanda la colaboración de la
cisión requerida para est os casos, por lo que est os aut ores radiología para el diagnóst ico de edad es en supuest os me-
recomiendan ut ilizar un examen radiológico de la epífi sis nores indocument ados.
medial clavicular. En sept iembre de 2000, el grupo mult idisciplinario del
Una vez que t odos los dient es est án formados, los mét o- Arbeit sgemeinschaft für Forensische Alt ersdiagnost ik der
dos de est imación de la edad dent al han de enfocarse en el Deut schen Gesellschaft für Recht smedizin (AGFAD) elaboró
est udio de los cambios regresivos relacionados con la edad, las primeras guías europeas para la est imación de la edad
los cuales son menos precisos que los basados en las fases en individuos vivos somet idos a procedimient os crimina-
de desarrollo, ya que son parcialment e infl uidos por la fun- les43,79. Las guías est ablecían la necesidad de realizar una
ción y por procesos pat ológicos. En 1950, Gust afson70 publi- serie de pruebas diagnóst icas que incluyeran exámenes ra-
có el primer mét odo cient ífi co para la valoración de los diográfi cos y ant ropomét ricos y, una vez pract icadas, int er-
cambios relacionados con la edad en los dient es que ya ha- pret ar los result ados en función de est udios previos en po-
bían complet ado su proceso de calcifi cación. Sin embargo, blaciones adecuadas al suj et o de est udio.
la mayoría de est os mét odos generalment e requieren la ex- Siguiendo el espírit u de est as guías, en España, en marzo
t racción y, algunos de ellos, la preparación de secciones de de 2004, durant e las j ornadas monográfi cas organizadas so-
al menos un dient e. En cont rast e, el est udio radiográfi co de bre det erminación de edad en menores indocument ados, se
los dient es consist e en un mét odo no dest ruct ivo y simple, propusieron unas guías para aplicar en est os menores con el
además de const it uir una t écnica empleada ampliament e amplio consenso de los profesionales implicados80.
en las clínicas dent ales, lo que la conviert e en una herra- Ambas recomendaciones proponen la aplicación de los
mient a de gran ut ilidad ya que puede aplicarse a casos de siguient es medios diagnóst icos en los casos de est imación
ident ifi cación, t ant o en suj et os vivos como en cadáveres de forense de la edad en supuest os menores de 18 años y ma-
edad desconocida, así como en invest igaciones arqueológi- yores de 14 años:
cas, lo que obliga a aplicar t écnicas no invasivas.
Ent re los parámet ros dent ales pot encialment e relaciona- — Examen físico: obt ención de medidas ant ropomét ricas
dos con el proceso de envej ecimient o valorados mediant e (peso, t alla, t ipo const it ucional); inspección de signos de
t écnicas radiográfi cas dest aca el fenómeno de la deposición madurez sexual; ident ifi cación de enfermedades que
de la dent ina secundaria, proceso lent o que gradualment e puedan alt erar el desarrollo madurat ivo.
va reduciendo el t amaño de la cavidad pulpar y cuya cuan- — Examen radiográfi co de la mano izquierda.
t ifi cación puede ut ilizarse como un posible indicador de — Examen ext erno del est ado de la dent ición y radiografía
edad. De los primeros aut ores que emplearon las t écnicas dent al.
radiográfi cas para evaluar la infl uencia del desgast e dent al — Examen radiográfi co de la clavícula, en el caso de que
y la edad en la formación de la dent ina dest aca el t rabaj o int eresase confi rmar si la edad cronológica es mayor o
publicado por Philippas71. En 1995, Kvaal et al 72 elaboraron menor de 21 años.
un nuevo mét odo para la est imación de la edad cronológica
de adult os mediant e el examen de la relación exist ent e en- Al int erpret ar los result ados, las mismas guías recomien-
t re la edad y el t amaño de la pulpa evaluada sobre radiogra- dan que los dat os obt enidos de las ant eriores pruebas sean
fías periapicales. Ot ros t rabaj os se han cent rado en analizar cont rast ados con est udios de referencia adecuados al suj e-
la reproducibilidad de est e mét odo de cálculo de edad den- t o específi co est udiado. Al seleccionar dichos est udios de-
t al sobre muest ras independient es mediant e la ut ilización bieran considerarse como fact ores signifi cat ivos de correc-
de ot ras t écnicas radiológicas como la ort opant omografía. ción de los result ados las variables ét nicas, socioeconómicas
Asimismo, diferent es est udios han focalizado sus invest iga- y pat ológicas, así como el grado de error int raobservador e
ciones en la evaluación radiográfi ca de ot ros parámet ros int erobservadores. Recomiendan, fi nalment e, al realizar la
morfológicos, como la reducción del canal radicular con la valoración pericial defi nit iva, que se especifi que el result a-
edad73 y del índice coronal 74, así como en el est udio de la do por separado de cada una de las pruebas realizadas y que
relación ent re la edad y la rat io área pulpa/ dient e75. la est imación de edad se est ablezca como la más probable,
indicando el grado de probabilidad del result ado est imado.
En t odo caso, para un buen servicio a la Administ ración
Clavícula de Just icia, debe resalt arse en los informes periciales que
los result ados de est as pruebas son siempre una mera orien-
Hay algunas referencias en la lit erat ura médica del uso de t ación sobre la edad real de los suj et os est udiados. Se ha
la clavícula con fi nes de diagnóst ico de edad t ant o en suj e- podido comprobar reit eradas veces la no despreciable pro-
t os j óvenes como en adult os. En los últ imos años, sin em- babilidad de error de est os est udios y ello ha dado lugar a
bargo, han proliferado los est udios de gran rigor met odoló- desgraciadas sit uaciones en las que la act ividad pericial se
gico y basados en mét odos de diagnóst ico radiográfi co ha revelado inadecuada a los fi nes de una buena adminis-
convencional, t omográfi co y ecográfi co de est a región ana- t ración de la j ust icia81.
t ómica en suj et os en t orno a los 21 años de edad, en conso- Finalment e, un aspect o aparent ement e marginal, pero
nancia con las recomendaciones del AGFAD43,77,78. esencial en est a mat eria, es que los est udios radiográfi cos
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propuest os se deben realizar en suj et os posiblement e me- 20. Schwedewie H, Braselman A, Willich E, Lachman R. The det er-
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