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LA FAMILIA Y LA ESCUELA EN LA EDUCACIÓN DEL NIÑO

El desarrollo intelectual, afectivo y social de los niños y niñas depende, en un primer momento de la
familia, pero pronto será competencia de la interacción entre padres y docentes.

La educación no se genera en partes. Se necesitan canales de comunicación y una acción coordinada


para que los niños y niñas se desarrollen en las mejores condiciones, y en todas sus dimensiones. Por
ello, la suma del esfuerzo de estas dos instituciones, la familia y la escuela, es el camino más adecuado
para conseguir con éxito la formación integral del individuo.

La familia como la escuela conllevan un proceso de alta responsabilidad como lo es formar a un


individuo que será parte activa de una sociedad, para lo cual se debe trabajar de la mano con la
confianza, comunicación, organización y distribución de funciones, restaurando los valores y donde los
tres integrantes ( familia- niño-escuela) deben sostener un compromiso de ser autocríticos para
permanecer en un proceso de superación constante ya que como niño, familia y escuela mi propósito
debe ser servir al mejoramiento de una sociedad con libertad y responsabilidad.

La familia es la base fundamental e integral que tiene el niño, es su primera escuela, puesto que en ella
se le brindan las primeras pautas educativas de formación y sus fundamentos sólidos indispensables,
las cuales serán su guía para relacionarse con responsabilidad y seguro de sí mismo en la sociedad que
lo espera desde el momento de su nacimiento hasta su último día de vida, donde cuya función como
individuo es poner en práctica los valores que se impartieron en su crianza con un único fin de buscar
el progreso continuo de la sociedad y de su vida propia, apoyado de la formación educativa que le
brinda la escuela puesto que es allí donde se complementa dicha formación integral ya que su principal
propósito es educar e integrar al niño, a los padres, a los maestros y a la sociedad bajo una actitud
participativa y activa brindando ayuda, afecto y orientación en mutuo acuerdo, promoviendo,
fortaleciendo y garantizando la participación de la familia en la escuela donde su eje central será
siempre el bienestar del niño.

Teniendo claro el estilo de crianza que aplican los padres con los niños se puede dar un diagnóstico del
porque ciertos comportamientos del niño a la hora de relacionarse con los demás, en su desempeño
académico, y en todas las actividades que desarrolla en la escuela.

La familia tiene el derecho y el deber de la educación. Son los padres lo que deciden sobre las
cuestiones esenciales de sus hijos e hijas, más mientras más pequeños son. Deciden el centro
educativo en que matricularlos, son quienes crean una determinada cultura familiar y sirven de
referentes a sus hijos. Del mismo modo son los padres los que gozan de la relación de intimidad única
que sólo se da en el seno de la familia y que permite interrelaciones personales de afecto, ayuda,
orientación, soporte, etc. Por ello y por su cariño desinteresado, están en mejores condiciones de
conseguir el crecimiento en autonomía y madurez de sus hijos e hijas.

Como hemos afirmado la educación del niño depende de dos entes importantes; Familia, escuela. Esto
implica que estos dos estén de acuerdo en cuanto al estilo educativo que se aplica con el niño bien sea:
autoritario, desinteresado, autorizado o permisivo.
El problema de la educación radica aquí, en el momento en que las familias delegan la totalidad de la
educación de sus hijos e hijas en los maestros. Y si en muchos casos los niños y niñas no respetan a sus
padres, ¿cómo van a respetar la figura del maestro? La escuela ha de ser una compañera en el largo
camino que supone la educación pero no puede ser una sustituta de la familia, ya que es en ella donde
se fraguan la mayoría de los valores esenciales para la vida del individuo.

Hoy en día en muchas escuelas, cada vez en más, existe un plan de apertura de centros por el que el
alumnado puede asistir antes del comienzo de la jornada escolar al aula matinal y después de clase al
comedor y actividades extraescolares. Por circunstancias familiares o laborales, hay niños y niñas que
pasan más tiempo en el centro educativo que en casa con sus padres. Quizás estos para compensar la
falta de dedicación a sus hijos, y de manera inconsciente, cambien el rol de padres educadores por el
de padres amigos y permisivos, que en vez de transmitir valores y normas consienten caprichos y
actitudes no beneficiosas en absoluto para los educando.

Esto nos explica porque es importante tener una escuela de padres, para concientizarlos que la
responsabilidad y el deber de educar a los niños es de todos; Padres, Maestros, y porque no decir
hermanos mayores, que para los niños se convierten en su ejemplo a seguir y es de suma importancia
que el modelo que ellos aspiran seguir sea el mejor.

No Debemos olvidar que en la Biblia Jesús Nos Dice ‘‘dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis
porque de los tales es el reino de los cielos’’ Por lo tanto es una responsabilidad muy grande pero muy
gratificante formar los herederos del reino,

En conclusión los cambios que se han producido en la sociedad a lo largo de la historia, tanto familia
como escuela han sufrido un proceso de transformación viendo modificadas sus funciones. Por un lado
la familia ha tenido que delegar parte de la educación de sus hijos e hijas a la institución escolar y esta,
a su vez, ha visto modificadas sus funciones debido a las necesidades sociales y familiares

Es por ello que se debe establecer una relación de cooperación entre ambas instituciones, ya que las
dos buscan la formación y desarrollo de los sujetos que albergan. Tendrán que entrar en interacción
para unificar y complementar criterios, aunar medios y esfuerzos, de modo que los niños y niñas
puedan percibir una continuidad entre la educación que reciben en el centro y la que reciben en la
familia. Esta colaboración se puede ejercer a través de diferentes vías y evidentemente ha de ajustarse
a las posibilidades de intervención de cada familia.

BIBLIOGRAFÍA

 Pulpillo Ruiz, A.J. (1982). La participación de los padres en la escuela. Madrid: Escuela Española.
 Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de educación.
 Periódico quincenal del ministerio de Educación del GCBA. Revista Plural. Entrevista a Sergio Sinay.

LINKOGRAFÍA

 http://www.educar.org/articulos/padresymaestros.asp
 http://www.ceapa.es/files/notasprensa/File00098.pdf

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