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Datos y cifras
Síntomas
Cuadro clínico
Aparición brusca sin periodo de incubación (Farreras: periodo de 2-3 días que varía
desde 5 h hasta 5 días) a diferencia de la salmonelosis.
Por todo lo anterior, nos encontramos ante un paciente que podría presentar uno o
varios de los siguientes:
Apatía, decaimiento.
Disfunción sexual.
Pérdida de memoria.
Calambres musculares.
Hipotensión manifiesta (por la gran pérdida de líquidos), pulso débil (el riego
está dificultado en tejidos periféricos), taquicardia.
Deshidratación tormentosa.
Historia
Desde esa época hasta 1817, hay sesenta y cuatro reportes de brotes relativamente
aislados de cólera, primeramente en la región de Goa, el primer territorio conocido
por los europeos en India; y posteriormente en otras localidades de la costa oeste
de dicho país, avanzando progresivamente hacia el este y el norte. En la costa de
Coromandel se describen epidemias de la enfermedad entre los años 1772 y 1782.
En Ganjam el cólera era prevalente en el año 1781. En Uttar Pradesh se desató una
epidemia en abril de 1783. Entre 1781 y 1782 la enfermedad se había extendido a
Sri Lanka y Birmania. Otros brotes epidémicos en India ocurrieron durante 1787 y
1794 en Arcot y Vellore; en el año 1790 nuevamente en Ganjam; en el año 1814 en
Bengala. Fuera de India, destacan brotes en Mauricio y Reunión en 1775, y en Sri
Lanka el año 1804. Tras un período de receso de los brotes, se inicia la primera
pandemia de cólera el año 1817.8
También en 1854, John Snow, médico británico, demostró que el cólera era causado
por el consumo de aguas contaminadas con materias fecales, al comprobar que los
casos de esta enfermedad se agrupaban en las zonas donde el agua consumida
estaba contaminada con heces.
A lo largo del siglo XIX, el cólera se propagó por el mundo desde su reservorio
original en el delta del Ganges, en la India. Seis pandemias en sucesión mataron a
millones de personas en todos los continentes. La actual pandemia (la séptima)
comenzó en el sur de Asia en 1961 y llegó a África en 1971 y a América en 1991.
En la actualidad, el cólera es endémico en muchos países.
Los principales reservorios de V. cholerae son el ser humano y las fuentes de agua
salada y caliente, como los estuarios y algunas zonas costeras. Estudios recientes
indican que el calentamiento del planeta crea un ambiente favorable para este
bacilo3.
Prevención y control
Vigilancia
La vigilancia del cólera debería formar parte de un sistema integrado de vigilancia
de enfermedades que incluya la recogida de datos en el ámbito local y el intercambio
de información en el ámbito mundial.
Se alienta a los países vecinos a zonas afectadas por el cólera a que refuercen la
vigilancia de la enfermedad y la preparación nacional para detectar brotes y
responder a ellos en caso de que el cólera se propague más allá de las fronteras.
Con arreglo al Reglamento Sanitario Internacional, ya no es obligatorio notificar
todos los casos de cólera. Sin embargo, los eventos de salud pública en los que
interviene esa enfermedad siempre deben evaluarse en relación con los criterios
establecidos en el Reglamento para determinar la necesidad de notificación oficial.
La solución a largo plazo para la lucha contra el cólera (y que beneficia también a
todas las enfermedades que se propagan por vía fecal-oral) se basa en el desarrollo
económico y el acceso universal al agua potable y a un saneamiento adecuado,
fundamentales en la prevención del cólera, tanto epidémico como endémico.
Entre las medidas para modificar las condiciones ambientales cabe citar las
siguientes:
Tratamiento
Los enfermos con deshidratación grave corren el riesgo de sufrir choque y necesitan
la administración rápida de líquidos intravenosos. Un adulto de 70 kg necesitará al
menos 7 litros de líquidos intravenosos, más SRO durante el tratamiento. Los
pacientes también deben recibir
antibióticos apropiados para acortar
la duración de la diarrea, reducir el
volumen de líquidos de rehidratación
necesarios y reducir la magnitud y
duración de la excreción fecal de V.
cholerae.
No se recomienda la administración
masiva de antibióticos porque no
surte efecto sobre la propagación del
cólera y contribuye a producir resistencia bacteriana.
Las personas vacunadas con ShancholTM o Euvichol® tienen una protección contra
el cólera de aproximadamente un 65% durante un periodo de hasta 5 años tras la
vacunación en zonas endémicas. La reducción de la circulación de V. cholerae en
la población debido a la disminución del número de personas con cólera reduce aún
más el cólera en la población (la llamada protección colectiva).
En 2013 la OMS estableció una reserva de 2 millones de dosis para uso en el control
de los brotes y las emergencias, que es gestionada con Grupo Internacional de
Coordinación, integrado por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz
Roja y la Media Luna Roja, Médicos sin Fronteras, la OMS y el UNICEF.
Fuera de las emergencias, las vacunas están disponibles a través del Grupo
Especial Mundial para el Control del Cólera (véase el apartado siguiente: Respuesta
de la OMS). En estos contextos, las vacunas anticoléricas orales se utilizan como
parte de un plan de control del cólera a más largo plazo que incluye el fortalecimiento
de otros aspectos del control de la enfermedad. En los países que cumplan los
criterios requeridos, el apoyo financiero para las vacunas es proporcionado por
Gavi, la Alianza para las Vacunas.
Hasta el 21 de junio de 2017 se han enviado más de 11 millones de dosis de
vacunas anticoléricas orales con la ayuda de la OMS, con el fin de utilizarlas en
campañas masivas de vacunación. Estas campañas se han llevado a cabo en zonas
donde se han producido brotes y en las de mayor vulnerabilidad debido a crisis
humanitarias, así como en zonas donde la enfermedad es muy endémica o desde
donde se puede propagar a otros lugares. Las solicitudes y envíos de vacunas se
han duplicado cada año.
El uso de las vacunas anticoléricas orales ha posibilitado la recopilación de datos
que demuestran la eficacia y viabilidad de las campañas de vacunación anticolérica
oral como instrumento de salud pública que protege a las poblaciones en riesgo de
padecer la enfermedad.
Tratamiento
Solución salina. Hay que dar una gran cantidad de sueros, las vías de
administración son:
Oral: suero goteando en la boca, que aunque sea lento al cabo del día puede
aportar una cantidad importante.
Antibióticos