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Orden (filosofía)

El orden primigenio es lo que se opone al caos. Es importante no confundir orden-caos con orden-desorden.

El desorden encuentra su sentido frente a un orden prev io establecido en el que tiene su punto de referencia.

El concepto de orden-caos es un concepto primario en la reflexión filosófica. El caos ha sido siempre un elemento importante en toda la mitología
sobre el origen del univ erso. El mito y las creencias religiosas suelen hacer necesaria la interv ención de una inteligencia div ina o un poder mágico
para constituir el orden del univ erso. En muchas culturas ese orden se refleja a partir del mov imiento perfecto de los astros, cuy o orden es entendido
como cosmos. 1

La pregunta fundamental es: ¿Cómo el orden puede surgir del caos?2 que en definitiv a v iene a ser la gran pregunta metafísica sobre el origen o
principio del univ erso.

Índice
El orden en el pensamiento filosófico antiguo
El orden en la Edad Media
El orden en la Edad Moderna
El orden y la ciencia
El pensamiento complejo
Referencias
Bibliografía
Véase también

El orden en el pensamiento filosófico antiguo


Cualquier reflexión sobre el mundo exige un orden para su inteligibilidad; bien div ino, mágico, mítico o simplemente asequible para la razón
humana; y cada cultura construy e el orden del mundo en sus primitiv as creencias según unas posibles explicaciones.

Pero el pensamiento griego clásico añadió algo fundamental en la concepción del orden de la Naturaleza: Es un orden que no depende del azar,
ni de los astros, ni de la v oluntad de los dioses, sino que es orden que surge del cum plim iento de una Ley natural, un λ όγος, una
razón cuy o origen es fruto de una νοΰς. 3

Los presocráticos pensaron que todo sucede conforme a un λ όγος, entendiendo la Naturaleza como:

a) Un todo ordenado: como un Único Ser Viv iente (hilozoísmo) dotado por tanto de una finalidad, pues todo sucede y ha de suceder conforme a
razón.

b) Un mov imiento: resultado de una unión y separación de elementos. El Ser es entendido como principio o arjé (άρχή) constituido por unos pocos
elementos, 4 o un solo elemento en infinitas partes iguales e inmutables, los átomos; elementos que se muev en, chocan, se juntan y se separan en el
v acío, conforme a una ley que determina y dirige el mov imiento.

c) Como un λ όγος de preconfiguración formal, inmutable y eterno, los números (pitagorismo), las idea s o formas (Platón y Aristóteles) que informan
a una materia amorfa y caótica que no es nada. Las cosas se explican y se comprenden según el orden de los números, o la jerarquía de las formas; la
ciencia es sobre todo Lógica-Matemática y deductiv a a partir de unos principios supremos.

Platón es el primero que realiza un gran sistema de pensamiento considerando estos factores:

Una materia que es caótica y eterna compuesta de átomos que se mueven en el vacío sin sentido alguno.5

Un orden formal, eterno, inmutable, matemático, que está fuera de este mundo; un universo de formas: las
ideas

Un Superhéroe, Demiurgo, Semidios, que tomando como modelo el mundo de las ideas, da forma a la
materia, constituyéndose así el mundo material en el que vivimos.6
El orden platónico es, pues, un orden metafísico, ontológico y esencial que es la idea que da forma a la En muchas culturas el orden de los
materia. Las ideas constituy en a la realidad como tal. Las form as, com o ideas, constituy en el astros muestra el orden del mundo
v erdadero orden del ser. La realidad queda escincida en dos mundos separados: que nos remite a lo sobrenatural.

La verdadera realidad del mundo de las ideas.


El mundo material que es un mundo falso de sombras; una multitud de seres imperfectos e inestables, cambiantes, resultado de la participación de lo
material en lo formal de una idea o esencia universal y por tanto copia imperfecta de la idea perfecta, eterna e inmutable.

7
El sentido de la v ida y del mov imiento no es más que la purificación de las almas7 que, como formas, pertenecen al mundo de las ideas. A trav és del
hombre como alma racional podrán las almas alcanzar, mediante la filosofía, el conocimiento del mundo de las ideas y su definitiv a salv ación, es
decir la liberación de este mundo material y sensible e imperfecto. Para ello las almas tendrán que ir sucesiv amente reencarnándose en div ersos
seres materiales. 8

Aristóteles define el orden como una de las clases de la medida, 9 en tanto que la forma constituy e los límites1 0 de la cosa en su forma esencial de
ser y actuar. Por eso el orden hace referencia a la disposición (διάθεσ ις) y el hábito (ἕξις) de la sustancia (ούσ ια). El orden aristotélico sigue siendo
fundamentalmente ontológico, perteneciente a la sustancia (propiamente el ente en cuanto tal) que supone un orden en la relación de unas partes
con otras, 1 1 si bien concebido el orden fundamentalmente en la unidad e identidad que fundamentan su actuar como causa, lo que produce el
mov imiento en este mundo. 1 2 Las formas platónicas generan así las sustancias a trav és de los sucesiv os mov imientos que constituy en el dev enir 1 3

El orden en la Edad Media


El concepto platónico ha pasado a la tradición cristiana; el orden del mundo se corresponde al mundo de la Ideas en el Entendimiento div ino que
crea y ordena el mundo conforme a su Div ina Prov idencia. Este orden, según San Agustín, hace que el mundo sea bueno conforme a un orden
jerárquico: species, modus, ordo. El orden es por tanto una perfección que conv iene a la subordinación de lo inferior a lo superior, de lo creado al
Creador. El desorden es por tanto la "insubordinación" al orden establecido por Dios. Y el orden moral se corresponde con ese orden div ino que en
último término es el amor: ordo est amoris, 1 4 que establece las propiedades de jerarquía y finalidad.

Para Santo Tomás el orden es así; pero, considerando el pensamiento de Aristóteles como la subordinación
de las partes entre sí respecto a la unidad de un todo, añade algo importante, la posición en el espacio-
tiempo. 1 5

Santo Tomás mantiene el orden ontológico y metafísico de la tradición, pero añade su referencia a la
disposición del orden mundano según el espacio-tiempo. Por ello el orden mundano es un argumento o
vía1 6 para la demostración de la existencia de Dios:

Es una novedad importante en el pensamiento cristiano y en el progreso en el interés por el conocimiento del Dios y el orden del mundo según
mundo.
Santo Tomás y el P. Suárez
Supone la posibilidad de la demostración de la existencia de Dios a partir del hecho de experiencia de las
propiedades del mundo.
Fundamenta la autonomía e independencia de la Razón con respecto a la Fe como contenido de verdad en la creencia.
Sitúa la razón como independiente de la Fe religiosa.

El orden en la Edad Moderna


La Filosofía de la Edad Moderna en este tema plantea un cambio fundamental a partir del pensamiento de Descartes: El orden es prim ariam ente
un orden del conocer.

Este principio es v álido tanto para los racionalistas como para los empiristas.

En la Edad Antigua y Media el orden fundamental se refiere a la relación de la cosa con su idea, como forma, en su identidad y entidad: un orden del
ser.

Pero en la Edad Moderna el concepto de orden tiene su punto de referencia en la relación que una idea1 7 tiene con las demás; siendo esta relación en
primer lugar lógica y epistemológica; su ev idencia y certeza prov iene de la percepción de la relación entre las ideas, producto del funcionamiento de
la propia razón por medio del análisis del que deriv an sus implicaciones, entre las cuales la referencia a una realidad objetiv a y extram ental se
conv ierte:

En un postulado que encuentra su justificación en la implicación a partir de la idea innata de Dios (racionalistas) o
En un contenido problemático acerca de lo posible pero sin conocimiento del mismo (empiristas).
En ambas posturas, racionalismo y empirismo, el orden dev iene en una "disposición geométrica" y "numérica", en la relación de unos elementos con
otros. Consideraron que toda serie implica un orden, lo que abre nuev os caminos en el orden matemático. 1 8 De hecho es el gran momento de la
inv estigación matemática y su aplicación a la ciencia moderna.

Para los racionalistas el orden del conocer es el mismo que el orden del ser pues Dios no puede crearnos de forma que v iv amos esencialmente
engañados. 1 9 Descartes, Spinoza, Leibniz y Wolff, consideraron que el orden de las ideas se corresponde con el orden ontológico 2 0 y sirv e para
justificar el orden físico, matemático y de manera general el orden de la Naturaleza.

En el hombre este orden fundamental surge del ordo cognoscendi, del orden del conocer y es manifestación del ordo essendi, el orden del ser de la
realidad; pues dios ha creado el mundo ordenado conforme a un Plan Prov idencial.

Pero para los empiristas esta coordinación de órdenes aparece problemático en su dependencia de la idea innata de Dios, al no reconocer la realidad
de las ideas innatas.

Para los empiristas, que no aceptan las ideas innatas, la cuestión se plantea con toda crudeza: el orden ¿es un producto de una conciencia que
conoce, o es una propiedad de las cosas que están ordenadas y siguen un orden en el espacio-tiempo? ¿Es el orden espacio-temporal objetiv o o
simplemente es también un orden del conocer?

El problema se plantea con toda crudeza por Hume.


La importancia de esta cuestión afecta al tema de la posible v erdad de la ciencia aun cuando se acepte la ev idencia de la v erdad lógica o del
razonamiento formal. 2 1 La teoría del conocimiento se conv ierte en tema central para la concepción del mundo y el sentido de la v ida y la
posibilidad de la ciencia.

Tal es el problema fundamental que pretende resolv er Kant.

El orden y la ciencia
La ciencia cuantitativa y deductiva mediante análisis
Filosóficamente la distinción entre el orden del conocer y el orden del ser matemático muestra éxitos indudables en la Edad
dev iene en la cuestión Metafísica del Orden Total y su relación con el orden Moderna
de la Naturaleza conocido por las Ciencias Naturales.

El orden que v emos en la Naturaleza, por tanto, es una cuestión de Galileo predice mediante deducción matemática que la
interpretación del conocimiento que inv estigan las Ciencias Naturales.
"aceleración", como concepto no empírico, en el
movimiento de caída de los "graves" es "constante"22 y
Kant v ino a establecer la imposibilidad del conocimiento metafísico, de un mediante el estudio y cálculo de la trayectoria de la luz ha
conocimiento que fuera más allá de los límites de la experiencia, más allá inventado el telescopio; Torricelli determina que en un
del Mundo. Dios como objeto de pensamiento sólo es admisible en el campo recipiente de mercurio en el que se ha introducido un
de las creencias, no de la afirmación de un conocimiento v erdadero.
tubo fino el mercurio se elevará hasta una determinada
altura, y que ascendiendo por una montaña poco a poco
¿Cóm o es posible que un m ero concepto del entendim iento o un el nivel del mercurio del tubo irá descendiendo, sobre la
cálculo m atem ático, am bos productos de la especulación de la hipótesis de que la "presión atmosférica", como
razón hum ana pueda determ inar o predecir los hechos de la
concepto de la razón independiente de la experiencia,
hará descender el mercurio del tubo; Pascal aplicando
experiencia?
los principios de la presión de los fluidos, como concepto
de razón no de experiencia sensible, inventa la prensa
Las leyes de la ciencia no Las leyes de la hidráulica; Kepler, o mejor dicho sus cálculos
pueden ser analíticas, o «a ciencia no pueden matemáticos, hacen posible determinar "a priori" es
decir, antes de que ocurra, la posición de los planetas e
priori» ser sintéticas o «a
incluso la existencia futura de un eclipse con años de
posteriori»
No cabe duda de que las leyes antelación... etc.23
científicas no son analíticas y Pero la experiencia o
amplían el conocimiento. Es evidente experimento, por ser
que del concepto de «cuerpo» como siempre individual y
ser material y perceptible por los sometido a condiciones, no
sentidos no se sigue por análisis del puede servir de fundamento
concepto, sin más consideración, la que nos permita asegurar
ley: "Todos los cuerpos se atraen en que dicha experiencia, o
razón directa de sus masas y en resultado del experimento,
razón inversa al cuadrado de sus es consecuencia de una ley
distancias" de la Naturaleza.24

Hoy somos conscientes de los límites del conocimiento científico y el campo de la Ciencia; conocemos la
imposibilidad del conocimiento de El Orden T otal.

El teorema de Gödel, nos muestra que no es posible el conocimiento de un Sistem a Perfecto: consistente, decidible y completo. La última
referencia, o criterio, siempre tendrá que ser un postulado: una creencia como paradigma o una teoría que diseña un m arco conceptual de
experiencia posible o experimento.

La cuestión filosófica del orden de lo real hay que considerarla como cuestión que atañe al campo de la Metafísica o de las creencias; pero ambas
están fuera del ámbito de la ciencia.

El problema filosófico en estos momentos consiste en fundamentar la creencia como ev idencia en un orden de lo Real a partir del orden del conocer,
pues de otra forma estaríamos cuestionando permanentemente el sentido mismo de la v erdad del conocimiento y de la ciencia.

El pensamiento complejo
Hoy la propuesta se abre a la realización de un pensamiento complejo que considera el orden en una realidad constituida por sistemas asimismo
complejos en los cuales se inserta el propio sujeto cognoscente en todas sus dimensiones reales, que incluy en su ev olución y adaptación al medio
ambiente ecológico tanto como la cultura y civ ilización en la que se forma.

La ev idencia de un orden se concibe de forma diferente. Se trata más bien de la reconstrucción lógica de conceptos empíricos a partir de una base
única y homogénea, constituida por experiencias sensibles o "fenómenos". 2 5

El dualismo ha sido (nótes e el tiem po pas ado) concepción dominante y consiste en la afirmación de que los actos mentales
constituyen un orden de realidad distinto del físico, pero también del biológico u orgánico.

Ferrater Mora, J. op. cit.(1979, 42)


Hoy tenemos conciencia de que la pretensión de v er "desde fuera" (objetiv amente) no es posible. Pero al mismo tiempo la pretensión de la ciencia
consiste en "construir teorías científicas", es decir:

Primero es el establecimiento del sistema de referencia. Segundo es el esbozo de posibilidades. El tercero es la intelección del
fundamento posibilitante de lo real.

Zubiri.Inteligencia y razón. p.222

Porque lo real, para la "inteligencia sentiente" (que conoce lo real inductiv amente a partir de la experiencia, es decir perteneciendo al sistema, en
busca del fundamento de lo real como razón), el fundamento siempre será "comprendido teóricamente" es decir como "un mundo de posibilidades",
en su pretensión de tener un conocimiento "objetiv o" de lo que "es en realidad" (Zubiri. Inteligencia y Razón. op. cit.)2 6

Lo que nos hace estar más cerca del realismo tradicional que de la mera representación del mundo tal como se pensaba en el empirismo, y
racionalismo o idealismo modernos del XVII y XVIII o del reduccionismo positiv ista del XIX y XX.

La inv estigación científica, asimismo, empieza a considerar un Univ erso abierto 2 7 de unos sistemas ev olutiv os complejos cuy a comprensión y
explicación se acerca a ellos mediante cálculos y teorías asimismo complejas. 2 8

Mientras la ciencia Moderna necesariamente tendía a un sistema reduccionista y la simplificación de lo complicado en una ev olución lineal, 2 9 lo
complejo como sistema se presenta como lo ev olutiv amente inestable e impredecible en una interacción de sistemas múltiples en múltiples
direcciones espacio-temporales.

Referencias
1. Se usan aquí los términos siguientes con estos significados:

Universo: como el conjunto de todo lo que hay. En el sentido más universal de la comprensión conceptual equivale al ser.
Cosmos: en cuanto el universo está ordenado. Seguimos en esto la denominación griega. Es el primer orden que aparece en el movimiento de los
astros en el cielo. El cosmos es el modelo de ese orden en el movimiento. De ahí la importancia que todas las culturas dan a los astros y a sus
movimientos en la predicción del futuro, la astrología.
Mundo: comprende tanto el universo como el cosmos en cuanto es objeto del conocimiento humano. Es por tanto el mundo conocido por la
experiencia. Aunque la reflexión sobre sus movimientos y su orden nos remite a los órdenes superiores tanto del cosmos como del universo.
No puede haber más que un Universo y un Cosmos. Pero en cambio puede haber muchos mundos; de hecho en cierto modo cada persona tiene y vive su
mundo. Se hace esta aclaración por cuanto no siempre tales términos se usan con el mismo significado que aquí se considera.
2. Pregunta equivalente a la pregunta de Parménides ¿Cómo el ser puede surgir del No-ser? Para el griego la imposibilidad del no-ser, La Nada, es sustituida
por el caos el desorden, puesto que los griegos no pudieron concebir el 0, el cero, como la nada.
3. Concepto de difícil interpretación por la variedad de sentidos con que es utilizado por los propios griegos, pero cuyo mejor referente en la actualidad sería
el de inteligencia cuya intuición inteligente es o bien ordenadora de lo que hay preexistente en el Universo, o bien es creadora; lo que en ambos casos
viene unida a la idea de poder, espíritu y divinidad. Para Platón un "Demiurgo" ordena la "materia caótica" conforme al orden "preexistente" de las ideas
eternas, presididas por la Idea del Bien. Para los cristianos Dios es inteligencia cuya intuición no es cognoscitiva sino creadora a partir de la nada
4. Suelen considerarse los más famosos por su perduración en la historia del pensamiento: el fuego, el aire, el agua y la tierra, pero no siempre coinciden
todos ni todos en el mismo sentido en los presocráticos, ni siquiera en un sentido material. Para Anaxágoras eran elementos cualitativamente diferentes
(homeomerías); para Anaximandro un solo elemento indeterminado (ἂπειρον) que puede ser todas las cosas
5. Platón asume el postulado materialista de Demócrito pero considera que lo fundamental, lo que constituye el orden del ser son las ideas
6. Este modo de presentación del origen del mundo lo expone en el Timeo. Es muy discutible que Platón se tomara en serio el papel del demiurgo; más bien
puede tomarse como una imagen tomada de los mitos para poder separar la trascendencia e inmutabilidad de la Idea del Bien' en el mundo de las Ideas y
la causalidad material del movimiento. Inmanencia y Trascendencia, como eterno e irresoluble problema metafísico.
7. Las almas para los griegos son principio de vida y automovimiento por lo que son inmortales
8. Sobre la inmortalidad de las almas tratan sobre todo los diálogos Fedón y Fedro
9. Cat. 8,8b,27; Met.,Δ,19,1026b 1
10. Sigue en esto a lo que su maestro Platón enseña en el Timeo
11. Sus partes definidas como formas, cualidades o propiedades en su capacidad de recibir diferentes formas accidentales subordinadas unas a otras; cada
una en un orden jerárquico y en su relación con las demás
12. Movimientos:

De generación
De corrupción
De espacio o posición local
De cualidad accidental
13. Según las causas aristotélicas: material, formal, eficiente y final
14. De doctrina christiana, I, 27
15. Positio non addit supra ubi, nisi ordinem partium determinatum, quae nihil est quam determinata relatio partium ad invicem; includit in se aliquem modus
prioris et posterioris. S. Theol., II-IIª, q. XXVI a 1
16. La cuarta vía del orden entendida al modo clásico platónico como grados de perfección de los entes que nos remiten a la Suprema Perfección de Dios
17. En un sentido moderno, que se refiere a un contenido en tanto que percibido en la conciencia
18. Sobre todo en el aspecto de conceptualización de lo infinito matemático, y el concepto de límite y cálculo infinitesimal.
19. Aceptando la idea innata de Dios demostrada según el argumento ontológico y rechazando la posibilidad de un genio maligno con poder suficiente para
mantenernos permanentemente en el engaño
20. Ordo et connexio idearum se corresponde con ordo et connexio rerum. Spinoza. Eth., II, prop. vii
21. Precisamente en el momento en que se está consolidando la Ciencia Moderna, superando la mera ciencia del pensamiento silogístico con la ciencia de la
experiencia
22. Véase descripción detallada del proceso de este estudio y método de Galileo en lógica empírica
23. Nótese que los conceptos de velocidad, aceleración, trayectoria de la luz, presión, órbita planetaria, etc. son conceptos que no son obtenidos a partir de
los datos sensibles, puesto que no los tienen; sino conceptos que nacen del propio entendimiento en su reflexión como "explicación hipotética" de la
experiencia, que han de ser "confirmados" mediante los experimentos. Así lo consideraron los racionalistas en aquel entonces
24. Véase Lógica empírica: «Crítica del experimento»
25. Moulines, citando a Nelson Goodman. Op. cit. pag. 15.

El naturalismo plantearía la cuestión de cómo nosotros, habitantes físicos del mundo físico, podemos haber proyectado nuestra teoría
científica de todo aquel mundo a partir de nuestros contactos exiguos con el mismo; a partir de los meros impactos de rayos y
partículas sobre nuestras superpficies y de unos cuantos indicios más, como el esfuerzo de caminar cuesta arriba

Quine, o.p. cit.23

26. Lo que hace inteligible la paradoja del "gato de Erwin Schrödinger". Roger Penrose.op. cit. p.366 y ss.
27. Popper
28. Solé, R.V. y Manrubia, S.C., cop, cit.
29. El típico modelo mecanicista o positivista tanto lógico como material. Morin, E. (2002)

Bibliografía
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Rorty, R. (1997). ¿Esperanza o conocimiento? Una introducción al pragmatismo. Bs As, FCE.

Lyotard, J.F. (1994). La condición postmoderna: informe sobre el saber. Madrid, Cátedra. ISBN 84-376-0466-4.

Russell, B. (1959). El conocimiento humano:su alcance y sus limitaciones. Madrid. Taurus.

Moulines Castellví, C. Ulises (1973). La estructura del mundo sensible. Sistemas fenomenalistas. Barcelona. Ariel. ISBN 84-344-3931-X.

Quine, W.V. (1998). Del estímulo a la ciencia. Barcelona. Ariel. ISBN 84-344-8747-0.

Ferrater Mora, J. (1979). De la materia a la razón. Madrid. Alianza Editorial. ISBN 84-206-2225-7.

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Morin, E. (1994). Introducción al pensamiento complejo. Barcelona. Gedisa. ISBN 84-7432-518-8.

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Universidad de Valladolid Alianza Editorial. ISBN 84-8448-178-6.

Solé, R.V. y Manrubia, S.C. (2001). Orden y caos en sistemas complejos. Fundamentos. UPC.Editions UPC. ISBN 84-8301-430-0.

Díaz Muñoz, G. Zubiri, Lak atos y la crisis gödeliana del fundamento matemático. The Xavier Zubiri Review, Volume 2, 1999, pp. 5-26

Véase también
http://books.google.es/books?
hl=es&lr=&id=i4fSedNiNnEC&oi=fnd&pg=PA15&dq=Orden+y +caos&ots=ImtNfooP3K&sig=rDZksuHbZh4Uv y ky PKlonbDy jVM#v =onepage&q&f=false

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