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Como constituyentes importantes de muchas aguas podemos encontrar un número

importante de metales pesados aunque su cuantificación sea a niveles de traza. Cualquier


catión que tenga un peso atómico superior a 23 (que corresponde al peso atómico del sodio)
se considera un metal pesado; así, las aguas residuales contienen gran número de metales
pesados diferentes. Entre ellos se puede destacar níquel, manganeso, plomo, cromo,
cadmio, zinc, cobre, hierro y mercurio, entre otros. Todos ellos se encuentran catalogados
en la Directiva Europea 96/61/CE IPPC (Ley 16/2002) como sustancias contaminantes que
deben tenerse obligatoriamente en consideración para fijar valores límites de emisiones,
aunque algunos de ellos son imprescindibles para el normal desarrollo de la vida biológica,
y la ausencia de cantidades suficientes de ellos podría limitar, por ejemplo, el crecimiento
de las algas.

Las fuentes habituales de aguas residuales que contienen grandes cantidades de


metales como el cromo, cadmio, cobre, mercurio, plomo y zinc proceden, principalmente, de
limpieza de metales, recubrimientos, curados, refino de fosfato y bauxita, generación de
cloro, fabricación de baterías y teñidos. Los efectos que provocan sobre el medio ambiente
son los siguientes: mortalidad de los peces, envenenamiento de ganado, mortalidad de
plancton, acumulaciones en el sedimento de peces y moluscos.

Otra serie metales como el hierro, calcio, magnesio o manganeso también están

presentes en aguas residuales de las industrias de metalúrgica, fabricación de cemento,

cerámicas y bombeos de gasolina. Sus efectos, menos peligrosos que los anteriores,

principalmente son el cambio en las características del agua: color, dureza, salinidad e

incrustaciones.

Debido a su toxicidad, la presencia de cualquiera de ellos en cantidades excesivas

interferirá en gran número de los usos del agua. El BOCM nº269 (1993) sobre vertidos

líquidos industriales al Sistema Integral de Saneamiento establece los valores límites de

los siguientes metales:


Cromo Total : 5 mg/L Cromo Hexavalente: 3 mg/L
Bario: 20 mg/L Cadmio: 0,5 mg/L
Cobre: 3mg/L Hierro: 10 mg/L
Manganeso: 2 mg/L Mercurio: 0,1 mg/L
Níquel: 10 mg/L Plomo: 1 mg/L
Zinc: 5 mg/L

En la siguiente tabla se recogen las EC50 de algunos de los anteriores metales obtenida

mediante diferentes ensayos

de Ecotoxidad con microorganismos de referencia:

Metal Organismo EC50 (g/L) Referencia


Cadmio P.subcapitata 65-74 Guéguen y col.,2004
17-452 USEPA,2001
V.fisheri 7965 Guéguen y col.,2004
16500 Blaise y col.,1994
Cromo IV P.subcapitata 40-900 Guéguen y col.,2004
V.fisheri 13756 Guéguen y col.,2004
16000 Blaise y col.,1994
Cobre P.subcapitata 12-19 Guéguen y col.,2004
12-917 USEPA,2001
V.fisheri 580 Guéguen y col.,2004
150 Blaise y col.,1994
500 Utgikar y col.,2004
Plomo P.subcapitata 1900-4600 USEPA,2001
V.fisheri 122 Guéguen y col.,2004
160 Blaise y col.,1994
Zinc P.subcapitata 55-79 Guéguen y col.,2004
45-2600 USEPA,2001
V.fisheri 488 Guéguen y col.,2004
1200 Blaise y col.,1994
1480 Utgikar y col.,2004

Debido a esta naturaleza tóxica, algunos metales pesados causan impacto negativo sobre
los tratamientos biológicos convencionales, así como sobre los ecosistemas receptores. En
la siguiente tabla se muestran los límites de concentración de algunos metales que inhiben
el tratamiento biológico:

Sustancia Concentración de inhibición (mg/L)


Cadmio (Cd2+) 2-5
Bicromato (CrO ) 42- 3-10
Cobre (Cu )2+ 1-5
Niquel (Ni )
2+ 2-10
Zinc (Zn )
2+ 5-20

Es por ello que a menudo resulta conveniente medir y controlar las

concentraciones de estas substancias. Las cantidades de muchos de estos metales pueden

determinarse, a concentraciones muy bajas, empleando métodos instrumentales entre los

que destacan la espectroscopía de emisión de plasma con detención óptica o con detención

de masas y la espectroscopía de absorción atómica.

A continuación se comentan las técnicas generales para retirar metales pesados de


las aguas residuales.

Precipitación química

Las operaciones de precipitación y sedimentación química, llevadas a cabo de


manera independiente o en combinación con reacciones de oxidación-reducción, se utilizan
ampliamente para la eliminación de metales.

Los agentes de precipitación habitual son: cal, sosa cáustica y sulfuros. En la


siguiente tabla se recogen sus características:

Cal, Ca(OH)2 Sosa Cáustica, NaOH Sulfuros, NaSH y FeS


Tratamiento eficaz a bajas
Reactivo más barato Más cara que la cal
concentraciones
Genera grandes volúmenes de Genera menos volúmenes de Lodo aplicable a la recuperación
lodos lodos básicos de suelos
Los lodos normalmente son Lodo aplicable a la recuperación
aplicables a la recuperación de de suelos
suelos

También se emplean carbonatos de sodio y de calcio para metales cuando su


solubilidad correspondiente, dentro de un intervalo de pH, no es la suficiente para acudir a
este tratamiento.

La siguiente figura muestra la solubilidad de varios hidróxidos y sulfuros metálicos


en diferentes condiciones de pH.
Una variante de la operación de precipitación es la precipitación electrostática, la
cual se encuentra en vías de implantación a escala industrial.

La sedimentación puede ser sustituida por una filtración dependiendo del metal a
tratar, así para el caso de retirar zinc, la precipitación química con cal se acompaña de una
filtración en lechos de arena.

Para retirar cadmio, níquel o plomo suele adicionarse en la etapa de precipitación


con cal un agente de captación para estos compuestos que está formado de silicatos,
carbonatos y fosfatos de metales alcalinos. Esta adición además de obtener mayores
rendimientos favorece la decantación.

Si se pretende retirar Zinc, Hierro, Cobre o Manganeso la cal empleada en la


precipitación se puede sustituir por óxido de magnesio.
Intercambio Iónico

Para la eliminación de metales pesados en disoluciones diluidas resultan aplicables


los sistemas de intercambio iónico. Las resinas que se emplean son resinas de intercambio
catiónico, que se clasifican en fuertemente o débilmente ácidas.

Las resinas fuertemente ácidas presentan las siguientes selectividades (en orden
decreciente de preferencia) hacia los diferentes cationes: bario, plomo, calcio, níquel,
cadmio, cobre, zinc, magnesio, potasio, amoniaco, sodio e hidrógeno.

La ósmosis inversa constituye una alternativa para la eliminación de metales de


corrientes residuales de bajo caudal.

Oxidación-Reducción

Las reacciones químicas de oxidación-reducción se emplean para reducir la


toxicidad o la solubilidad, o para transformar una sustancia en otra más fácilmente
manipulable. Como se ha visto con anterioridad esta operación mayoritariamente se
combina con la precipitación química.

Las reacciones químicas de reducción se emplean principalmente para el


tratamiento de corrientes que contiene cromo hexavalente, mercurio y plomo. Los
agentes reductores más comunes son el dióxido de azufre, sales de sulfitos y sales de
hierro.

Los procesos de reducción y precipitación de corrientes residuales que contienen


cromo involucran una reducción del cromo hexavalente al estado trivalente en
condiciones ácidas, pH  3, empleando dióxido de azufre como agente reductor,
seguida de una precipitación con cal, en condiciones básicas, con pH entre 8 y 9:

H2Cr2O7 + 3SO2  Cr2(SO4)3 + H2O


Cr2(SO4)3 + 3Ca(OH)2 2Cr(OH)3+3CaSO4

Referencias
 Documento BREF de la IPPC: Mejores Técnicas Disponibles en Sistemas
Comunes de Tratamiento/Gestión de Aguas y Gases Residuales en el Sector
Químico (2003).
 Ingeniería de Aguas Residuales, Metcalf & Eddy, 3ra Edición Ed. McGraw-Hill,
1999.
 Manual de Referencia de la Ingeniería Ambiental, R.Corbitt, Ed. McGraw-Hill,
1999.
 Toxicity of metals and metals mixtures: analysis of concentration and time
dependence for zinc and copper, V.P. Utgikar y col.,Water Research 38 (2004)
3651-58.
 Water toxicity and metal contamination assessment of a polluted river:
the Upper Vistula River(Poland), C.Guéguen y col., Applied Geochemistry 19
(2004) 153-162.
 USEPA 2001. User guide: ECOTOXicology Database System.
 A bacteria toxicity assay performanced with microplates, microluminometry and
Microtox reageant, Blaise y col., Biotechniques 16, 932-7.

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