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LOS VIÑADORES HOMICIDAS

En una oportunidad, los papás de una religiosa se me acercó y me pidió que celebrara la
misa por la perseverancia de su hija religiosa; y añadió: muchas veces solemos pedirles
a los sacerdotes, a las religiosas que recen por nosotros y nos olvidamos que ellos son
los que necesitan también de nuestras oraciones para que perseveren allí donde Dios
los ha puesto.
Muy a menudo cuando rezamos por la iglesia, por los miembros de nuestras familias
enfocamos únicamente nuestras intenciones por aquellos que están en situaciones
difíciles, por la conversión de alguien –cosa realmente magnífica- pero no debemos
olvidar que tenemos que rezar también y mucho por la perseverancia de los buenos
para que no sucumban al mal. Porque son los buenos quienes están en el blanco del
demonio, del mal, y de los que no son buenos. Porque los que intentan ser buenos son
los más atacados, humillados, despreciados, ignorados, maltratados, postergados…etc.
Para el demonio, y sus secuaces, tiene otro gusto ver caer a los buenos. Por eso, no
debemos de descuidar nuestras oraciones por la perseverancia de los buenos. Para que
los buenos resistan y no se cansen.

¿Quién es bueno? Cristo respondió a esta pregunta cuando le preguntó el joven rico:
Maestro bueno, ¿qué he de hacer para heredar la vida eterna? Dijo Jesús: por qué me
llamas bueno, solo Dios es bueno. Y es verdad. Pero también son buenos aquellos
hombres que están más cerca de Cristo, más cerca de Dios y más cerca de la virgen
María.
Porque así como cuando vas a un corral de animales, se te impregna aunque no quieras,
el olor a los animales, así también cuando estás cerca de Cristo, te haces más bueno en
sentido estricto. Te haces bueno a los ojos de Dios y ante los ojos de los que son o
intentan ser buenos. Digo ante los ojos de ellos porque para los que no son buenos,
son unos tontos, débiles.

Por eso, al igual que José que era amado por su Padre, fue vendido por sus hermanos
pero él se mantuvo firme en el bien hasta el final. Por más tarde, Dios bendijo incluso a
sus mismos hermanos, porque José permaneció siendo bueno.

Los jornaleros, del dueño de viña, como oímos en el Evangelio, fueron maltratados y
finalmente el hijo, por ser hijo, fue matado. Pero los jornaleros cumplieron lo que su
amo les había mandado. El hijo murió permaneciendo en el amor de su padre.

Cristo murió por ser Dios. “tantas obras hice les dijo Jesús a los fariseos, ¿por cuál de
ellas me apedreáis? Le respondieron: no te apedreamos por las obras buenas que
hiciste, sino porque siendo hombre te haces Dios.

De todo esto, debemos convencernos que si estamos con Cristo, si intentamos ser
buenos, seremos atacados y debemos estar preparados para ello. Y por otro lado,
convencernos también de que si queremos ser buenos de verdad, no podemos detestar
la cruz. Porque los ataques vendrán en la medida que permanezcamos en el bien, es
decir, en Dios.

Recemos pues siempre por la perseverancia de los buenos. La virgen nos ayude en esto.

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