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 Artículo de Fernando Coronil

Tres aspectos de la “paradójica exclusión” del concepto de imperialismo

Quiero destacar tres aspectos de esta paradójica exclusión del imperialismo.


- El post indica un cambio de enfoque no un cambio de etapa.
Primero, el campo de los estudios postcoloniales ha tenido su auge en los centros
metropolitanos precisamente durante el crepúsculo del colonialismo como realidad histórica.
Segundo, las formas de subjección que han afectado a las ex-colonias como naciones
formalmente independientes han recibido solo atención tangencial por parte de los estudios
postcoloniales metropolitanos, los cuales se han enfocado en la experiencia colonial de
Europa nor-occidental en Asia y África.
Tercero, la amplia literatura producida en las Américas sobre su experiencia postcolonial,
caracterizada precisamente por el intento de relacionar las cambiantes formas del
imperialismo colonial y postcolonial, brilla por su ausencia en los estudios postcoloniales
metropolitanos, lo cual ha contribuido a mantener en la oscuridad de los márgenes a la
investigación sobre formas de dominio postcolonial.
El análisis que hace el autor sobre el artículo del subcomandante Marcos.
Se trata de un artículo del sub comandante Marcos titulado: "La cuarta guerra mundial ha
empezado': publicado en Le Monde Diplomatique en 1997.
Las tres virtudes.
Primero, Marcos evalúa la globalización neo liberal por sus efectos y la considera como una
"guerra de conquista de territorios': dejando a un lado criterios formales que definen a las
guerras convencionales y privilegiando más bien a las consecuencias de las cambiantes
modalidades del poder y la violencia.
Segundo, este trabajo re periodiza la historiografía del siglo XX desde la perspectiva del sur.
Marcos acepta la interpretación de la historiografía convencional sobre las dos primeras
guerras mundiales como guerras imperiales que involucraron una redistribución de territorios
y áreas de influencia por parte de los poderes metropolitanos. Pero rebautiza a la llamada
"Guerra Fría" como la "tercera guerra mundial': argumentando no solo que en realidad esta
fue una guerra "caliente" que tomó la vida de 23 millones de personas en 129 conflictos
armados, sino también que se combatió fundamentalmente en el llamado tercer mundo.
Tercero, haciendo gala de una fina sensibilidad metodológica, por medio de una selección de
fragmentos, Marcos nos ofrece una comprensión de la globalización neo liberal como un
todo. Presentando sus fragmentos como parte de un rompecabezas que hay que armar,
Marcos evoca una epistemología performativa que contrasta con el objetivismo refleccionista
que con frecuencia caracteriza la discusión con base en "modelos" o "mapas': Aunque su
análisis opera a través de fragmentos, lejos de celebrar lo fragmentario, como es común en
los estudios postmodernos y postcoloniales, usa sus piezas para "armar" un todo. Su intento
de armar el rompecabezas de la globalización es al mismo tiempo una invitación para
reconocer su carácter inconcluso y seguir armándolo. En su rompecabezas no hay oposición,
sino articulación entre las partes y el todo.

Las siete piezas del análisis del artículo del subcomandante Marcos y como lo
interrelaciona.

1. Pieza 1: La concentración de la riqueza y la distribución de la pobreza


2. Pieza 2: La globalización de la explotación
3. Pieza 3: Migración, la pesadilla errante
4. Pieza 4: Mundialización financiera y globalización de la corrupción y el crimen
5. Pieza 5: ¿La legítima violencia de un poder ilegítimo?
6. Pieza 6: La Megapolítica y los enanos
7. Pieza 7: Las bolsas de resistencia

Sus siete piezas, fundamentadas en una breve pero adecuada documentación, contribuyen a
dar una imagen del conjunto. Las primeras seis destacan la creciente polarización de la
humanidad entre
"ricos" y "pobres': términos que usa como categorías muy generales. Los ricos, los sectores
dominantes, ya no están organizados principalmente en relación con las unidades asociadas
a la época moderna, como la Nación-Estado, el mercado nacional y las clases sociales
domésticas. Los ricos, sin prescindir de sus vínculos nacionales, ahora forman redes
transnacionales apoyadas por los estados metropolitanos y periféricos. Si bien todos los
estados han sido sometidos a lo que Marcos llama un "strip-tease" que ha llevado a que se
despojen de sus funciones de beneficio social y protección al mercado doméstico, siguen
ejerciendo más desnudamente sus funciones de control y represión social, sobre todo en los
países más escindidos internamente.
Mientras que sus primeras seis piezas dan una imagen de la concentración del poder político
y económico en "bolsillos" globales integrados entre sí, la séptima nos lleva a imaginar a la
gran mayoría de los excluidos, que tampoco cuadran dentro de las categorías tradicionales,
formando "bolsillos" de resistencia locales contra la dominación mundial. En respuesta a los
bolsillos del poder global, Marcos celebra la proliferación de estos variadísimos bolsillos de
resistencia dispersos a lo largo y ancho del globo.
Las cinco piezas que agrega Fernando Coronil al análisis del imperialismo.
Para el historiador Eric Hobsbawm el imperialismo ha dejado de ser una categoría analítica
válida dado el desarrollo de una economía transnacional que ya no es controlada siquiera por
una asociación de gobiernos (1993).
Para Negri y Hardt el fin del imperialismo es la condición para la emergencia del "imperio"
como la forma de poder de una nueva época. Bajo el imperio no existen estados imperiales
en lucha por controlar el mercado o por conquistar poblaciones, sino un mercado global
cruzado por redes transnacionales que ejercen poder sobre estados y pueblos.
Para Harry Magdoff el imperialismo funciona más que nunca en un mercado global, solo que
a través de una articulación distinta entre los estados y el capitalismo, caracterizada por el
predominio de las fuerzas centrífugas del capitalismo (1993; 1978).
Hace años Hans Kohn observó que si todo colonialismo implica al imperialismo, no todo
imperialismo implica al colonialismo (1958).
En un artículo reciente, Leo Panitch se apoya en ideas de Poulantzas para sugerir que en la
época actual el imperialismo se organiza bajo el poder hegemónico del Estado de Estados
Unidos como el "nuevo Estado imperial", es decir, como eslabón central de lo que Poulantzas
denominó una "cadena imperialista" (2000: 9).
La tesis de Coronil sobre la necesidad de repensar la “colonialidad del poder”.
Mi preferencia por precisar el campo histórico del colonialismo permite repensar "la
colonialidad del poder': el valioso concepto de Quijano. Según mi parecer, este, concepto
podría dar aún más provechosos frutos si lo distinguimos de otros modos de dominio imperial
y evitamos relacionarlo con el poder como una categoría general. En este sentido, creo
necesario invertir sus términos. Si reemplazamos el concepto de la colonialidad del poder por
"el poder de la colonialidad': creo que resistimos la inclinación de reivindicar al colonialismo
o concebirlo como una forma inherente del poder y designamos más precisamente a las
formas de dominio históricamente relacionadas con el colonialismo, incluyendo sus legados
y epistemologías. Siguiendo el camino que ha trazado Aníbal Quijano con tanto brillo, como
término más inclusivo sugeriría usar el concepto del "poder de la imperialidad: cuyas
manifestaciones históricas encontrarían expresión en sus modalidades coloniales, nacionales
y globales.
 Leo Panitch y Sam Gindin

¿Por qué afirman los autores que “la izquierda necesita una nueva teorización” sobre
el imperialismo?

Porque se necesita que la izquierda pueda superar las limitaciones de la antigua teoría
marxista de la rivalidad imperialista por etapas, permitiendo así una apreciación más
completa de los factores históricos que condujeron a la formación de un único imperio
informal norteamericano. Esto requiere comprender como el Estado norteamericano
desarrolló la capacidad de incorporar eventualmente a sus rivales capitalistas y vigilar la
globalización, es decir, la propagación de las relaciones sociales capitalistas a todos los
rincones del mundo.

La tesis sobre la necesidad de “historizar la teoría”

Historizar la teoría es un principio metodológico marxista que trata de problematizar la


globalización como una relación inmanente al capitalismo, pero con relaciones materiales
(sociales, políticas y ambientales) espaciotemporales muy distintas.

Es necesario historizar la teoría, empezando por romper con la noción convencional de que
la naturaleza del imperialismo moderno está determinada de una vez y para siempre por el
tipo de rivalidades económicas propias de la fase de concentración industrial y
financiarización asociada al capital monopólico de cambio de siglo.

El papel del Estado

Surge una internacionalización del Estado, entendida como la aceptación por parte del Estado
de hacerse responsable de manejar el orden capitalista domestico de modo tal de contribuir
al manejo del orden capitalista internacional. Para el Estado imperial norteamericano, de
todos modos, la internacionalización del Estado tenía una cualidad especial dado que le
permitía a Estados Unidos definir y ejercer su interés nacional no sólo en beneficio de su
propia clase capitalista sino fundamentalmente en beneficio de la extensión y reproducción
del capitalismo global. Eso tenía que ver no sólo con la particularidad del Estado y la
formación social estadounidense, sino también con la creciente inclinación a concebir el
papel del Estado norteamericano como garante de la supervivencia de la libre empresa dentro
de Estados Unidos a través de la promoción del libre comercio y la libre empresa a nivel
internacional.

¿En qué consisten los “defectos” de las “teorías clásicas” sobre el imperialismo

Las teorías clásicas eran defectuosas en su lectura histórica del imperialismo, en su


tratamiento de la dinámica de acumulación de capital y en su tendencia a elevar un momento
coyuntural de rivalidad inter-imperial al rango de una ley inmutable de la globalización
capitalista.

Las teorías clásicas del imperialismo también fracasaron, pues no pudieron asimilar
adecuadamente las dimensiones espaciales de la internacionalización del capitalismo.

Acentuaron excesivamente la exportación de bienes y capitales hacia lo que hoy llamamos


“Tercer Mundo” debido a que el subdesarrollo tercermundista tenía una capacidad limitada
para absorber dichos flujos. De ahí que estas teorías fallaran en comprender dos elementos
claves del desarrollo de los propios países capitalistas avanzados.

El aspecto mas defectuoso de estas teorías era su visión reduccionista e instrumentalista del
Estado. El imperialismo no es reducible a una expresión económica, aún cuando las fuerzas
económicas constituyen un aspecto fundamental del mismo. En este sentido es necesario
mantener al imperialismo y al capitalismo como dos conceptos distintos.

La “Teoría de la crisis”

La teoría de la crisis se deriva de la interpretación clásica del periodo capitalista de fines del
siglo XIX, fue usada erróneamente para explicar las tendencias expansionistas del
capitalismo. Si los capitalistas se volcaron hacia la exportación de capitales y el comercio en
mercados de ultramar no fue tanto debido a que la centralización y concentración de capital
había anunciado una nueva etapa marcada por la caída de la tasa de ganancia, la
sobreacumulación y l subconsumo. Sino mas bien fue la aceleración de las presiones
competitivas y las oportunidades, acompañadas por las estrategias y las capacidades
emergentes de los capitalismos en desarrollo, lo que facilitó el expansionismo.

Luis Suarez Salazar

¿Cuál es el propósito declarado de este artículo?

El propósito del artículo esta dirigido en responder si la globalización es un periodo


transicional entre dos etapas del fenómeno imperialista o es una fase superior, denominada
“capitalismo monopolista transnacional”. A partir de esto, se pretende entender si el estadio
final del capitalismo monopolista transnacional será el socialismo o lo que se ha llamado
“globalización socialista” (Fidel castro), “el fin de la historia” (Francis Fukuyama) o “ciclo
largo de tonalidad expansiva” del capitalismo mundial (Theotonio Dos Santos).

Los tres puntos de la exposición

1. El autor primero, explora “los cinco rasgos económicos” que Lenin definió del
capitalismo monopolista.
2. Segundo, presenta algunas hipótesis acerca de las diferencias que se aprecian entre el
«imperialismo clásico» y lo que denominó «imperialismo globalizado».
3. Tercero, discute la pregunta relativa a si la globalización es o no el último estadio
posible del fenómeno imperialista.

La época actual como “época de transiciones”

El capitalismo en su fase imperialista, conduce de lleno a la socialización; arrastra, por


decirlo así, a los capitalistas, en contra de su voluntad y su conciencia, a cierto régimen social
nuevo, de transición de la absoluta competencia a la socialización completa.

El mundo de hoy se caracteriza por una multifacética y simultánea transición entre dos
paradigmas «civilizatorios» (de la «civilización industrial» a la llamada «civilización
metaindustrial»); entre dos órdenes e institucionalidades mundiales (del «orden» y la
institucionalidad bihegemonizada, aunque tripolar, de la Guerra fría, hacia un «orden» y una
institucionalidad multipolar aún en ciernes); entre los actuales Estados nacionales y los
«Estados regionales» o los «Estados continentales» llamada «la aldea global» o de lo que
otros especialistas han llamado, irónicamente, «el supermercado mundial».

¿Qué es lo que está en la base de estos procesos?

En la base de todos estos procesos está la inconclusa transformación del capitalismo


monopolista de base nacional, estadocéntrico y predominantemente industrial-financiero,
hacia un neocapitalismo, centrado en el megamonopolio o megaoligopolio, cada vez más
lejos de lo nacional, desterritorializado, transnacional, parasitario y especulativo,
fundamentalmente sustentado en los sectores terciarios (ser vicios, finanzas, información,
cultura) y cuaternarios (científico-técnicos) de la economía. Quizás esta última es una de sus
principales diferencias con el «imperialismo clásico».

La necesidad de actualizar y ampliar el concepto leninista de “oligarquía financiera”

Esta necesidad está dada por el hecho que desde final del segundo milenio han pasado hacer
una fuerza productiva directa controlada por grandes corporaciones productivo financieras
ubicadas en las grandes potencias que concentra más del 95% de las investigaciones básicas
y aplicadas y las cuales se llevan en la actualidad en todo el mundo, es decir que hay que
actualizar y ampliar el concepto de oligarquía financiera porque ya no solo se basa bancos
sino una fusión con lo industrial y que ya no es netamente una dinámica de las potencias sino
una tendencia mundial.

Caracterización de la actual revolución científico-técnica

Está dirigida reproducir multiplicar o sustituir un máquinas las fuerzas y capacidades


musculares del ser humano y en la actualidad también robotiza las capacidades físicas y
cognitivas. Esta tendencia tiene estrecha alianza con los estados imperialistas que parte de
monopolizar el capital financiero también logra el del conocimiento.

La importancia de la mundialización ideológico-cultural

Su importancia radica en la reproducción directa o indirecta del capital en la cual ciertas


potencias tienen la capacidad de “lograr que otros quieran y hagan lo que ellos quieren” es
decir moldear las preferencias además que ahora tiene mayor relevancia que en el
imperialismo clásico pues ahora con el crecimiento informático se puede manejar mayor la
manipulación de la información que va recibir la población.

Valoración que hace el autor de la actual crisis

El autor menciona que la actual crisis que se está gestando es fruto de las contradicciones del
“imperialismo globalizado” pero estas no están predeterminadas y que no desaparecerán con
un acto único si, mas bien de la evolución de estas contradicciones. Aunque pareciera que el
capitalismo está multiplicando las condiciones para más profundas crisis y por ende una
revolución social que terminé con ella, las condiciones subjetivas a uno le están por lo que
aunque haya una mayor crisis del capitalismo esta creará otro “ciclo expansivo”esto no quiere
decir que este sistema se eterno pues tarde temprano surgirán nuevas ideas de lucha.

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