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Hombre de Caral

Descubierto por la Arqueóloga Ruth Shady, en las pampas de Supe, ubicadas a 193 kms. al Norte
de Lima. Con una antigüedad aproximada de 3 mil a.C.

Importancia:

- Se convierte en la Cuna de la Civilización en Sudamérica (Más antigua que Chavín).

- Después de Egipto y Mesopotamia, es la tercera más antigua en el mundo.

- Conformaron un gran “Estado Teocrático”

- Conocieron y usaron las flautas más antiguas del Perú.

Peculiaridad de la cultura de Caral[editar]


A raíz de las investigaciones de los restos arqueológicos se llegó a la conclusión de que Caral
ejercía como capital económica de una amplia región gracias a su trabajo de agricultura,
cuyos productos intercambiaba con los pescadores de la costa u otras poblaciones. Esto se
entiende al comprobar la abundancia de restos de productos marinos en Caral, estando ésta a
unos 20 km de distancia de la costa más cercana.43
La dominación regional por parte de Caral, a la vista de los estudios, fue ejercida de una forma
completamente pacífica durante un periodo que podría ser de 500 a 1000 años, durante los
cuales Caral no dejó restos de fabricación de armas, testimonios o evidencias de haber
organizado un ejército o liderado una guerra sobre la que dejar constancia. Esta posibilidad ha
sorprendido a investigadores de varios ámbitos que se interesaron por Caral.38

Patrimonio de la Humanidad[editar]
El perímetro de Caral fue declarado Patrimonio de la Humanidad por el Comité del Patrimonio
Mundial de la Unesco el 28 de junio de 2009 en Sevilla, con ocasión de su trigésima tercera
sesión ordinaria. Se reconoció así que Caral es distinguido por su antigüedad, complejidad
arquitectónica con edificios piramidales, plazas, su diseño y la extensión urbana.4
De esta manera, Caral se añade a los otros 10 sitios turísticos ya reconocidos
como Patrimonio de la Humanidad en el Perú como el centro histórico de la ciudad Lima, el
centro arqueológico de Machu Picchu, etc.44
Cuna de la civilización andina[editar]
Los restos arqueológicos desenterrados en Caral, así como en otros asentamientos
contemporáneos situados en el valle de Supe
(como Áspero, Miraya, Lurihuasi y Chupacigarro) y en el valle de Huaura
(como Vichama y Bandurria), demuestran que hace 5000 años nació en esa zona una
civilización comparable en antigüedad a las del “Viejo Mundo”, constituyéndose a la vez en la
más antigua del continente americano.39
Se ha planteado que Caral fue sede de una comunidad formada por varios ayllus o grupos de
familias y dirigida por los líderes de dichos ayllus, uno de los cuales sería el "principal"
(Curaca) y los otros sus contrapartes. Los jefes principales o curacas serían los encargados
de dirigir a los habitantes. Este sistema de gobierno se habría dado también en los otros
asentamientos situados en el valle de Supe, y en otros centros situados en regiones más
alejadas, como Las Haldas y Sechín Bajo (valle de Casma), Kotosh (cuenca del
Huallaga), Huaricoto y La Galgada (sierra de Áncash). Todos ellos compartían una misma
tradición y formarían una amplia y bien organizada red de reciprocidad e intercambio. Toda
esa área, situada en la parte norcentral del actual Perú, sería pues el sitio donde se forjó la
civilización andina.40 Aunque es necesario destacar que, de toda esa extensa zona, es el valle
de Supe el que alcanzó mayor desarrollo, pues allí se han detectado unos 20 asentamientos
urbanos con edificios públicos monumentales, constituyendo así en el foco de mayor densidad
poblacional si se le compara con lo que registran los otros valles. Por su extensión y
complejidad monumental, Caral debió ser indudablemente la cabeza de toda la red de
poblaciones del valle de Supe.41

Una vista del valle de Supe, sede de la civilización Caral.

Lo que mantuvo unido a la población de Caral fue presumiblemente la religión, que sería el
medio de cohesión y coerción social. La religión sería el conducto a través del cual el Estado
controlaba a la población, la producción de bienes y su circulación. Ello se infiere de la
presencia de los grandes monumentos de carácter religioso (pirámides o templos) con sus
plazas, atrios y altares del fuego sagrado o fogones, en donde se realizaban las diversas
festividades del calendario ceremonial, símbolo de su identidad cultural. Las periódicas
reuniones y actividades conjuntas como la renovación de las pirámides permitían el
reconocimiento del poder y fortalecían la identidad cultural.42
En definitiva, Caral sería la cuna de la civilización andina, pues en ella se han detectado los
exponentes más antiguos de las principales instituciones de la época prehispánica, como la
reciprocidad (sistema de intercambio y circulación de bienes y servicios), el calendario
ceremonial (relacionado con la celebración de festividades y otras actividades económicas) o
la construcción y renovación de los templos, entre las más relevantes.6

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