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Revista Geográfica Venezolana, Vol.

48(2) 2007, 299-308

Agustin codazzi y los paisajes de una


geografía imaginaria en venezuela
Agustin Codazzi and the imaginary geography
landscapes in Venezuela

Rojas López José J.*


Recibido: mayo, 2007 / Aceptado: julio, 2007

Resumen
El Resumen de la Geografía de Venezuela de Agustín Codazzi permite dos lecturas a gran
visión de la diferenciación geográfica del territorio venezolano. La primera lectura es la de la
tropicalidad expresada en las zonas de agricultura, sabanas y bosques de finales de la década
de 1830, tal como las había prefigurado Humboldt al cierre del siglo XVIII. La segunda es
la que convierte a los atributos territoriales de estas zonas en claves de unos paisajes ins-
pirados en las zonas templadas: una conversión territorial imaginaria que proyecta en los
bosques del sur del Orinoco, los bosques de los Llanos Occidentales, la cuenca del lago de
Maracaibo y las haciendas del centro-norte, las zonas geoeconómicas modernas de la joven
república.
Palabras clave: Geografía; territorio; paisajes; imágenes.

Abstract
The Resumen de la Geografía de Venezuela by Agustín Codazzi offers two interpretations of
the geographic structure of the country territory. The first interpretation refers to tropicality
in agriculture areas, savannas and forests as perceived by the geographer fieldwork in the
1830 decade, as prerepresented by Humboldt in the late eighteenth century. The second
interpretation has to do with the conversion of the territorial attributes of these areas
into clues of inspired landscapes in temperate areas: an imaginary territorial conversion
projecting the young republic modern geoeconomic areas into the southern Orinoco forests,
the western plains forests, the lago de Maracaibo basin and the ranches of the north-center
region.
Key words: Geography; territory; landscapes; images.

* Universidad de Los Andes, Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales, Escuela de Geografía, Mérida-
Venezuela, e-mail: jrojaslopez@hotmail.com

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Rojas López J. J.

Introduccion damos el Resumen de la Geografía de


Venezuela, mediante una lectura analí-
Hace más de siglo y medio, en 1841, se tica orientada a descubrir las claves do-
editaron en París el Resumen de la Geo- minantes de las imágenes prospectivas
grafía de Venezuela y el Atlas Físico y construidas por Codazzi en los distintos
Político de la República de Venezuela, paisajes venezolanos.
dos obras que compendian el conoci-
miento y la experiencia de Agustín Coda-
zzi en el territorio venezolano entre 1827 La otredad tropical
y 1840. Estas obras fueron solicitadas por
el Congreso Constituyente de 1830, al se- Recientemente, De Lisio (2005: 51) pre-
pararse Venezuela de la Gran Colombia. sentó un interesante análisis sobre las
El oficial de artillería Agustín Codazzi fue representaciones sociales de la idea de
comisionado, entonces, para dirigir la naturaleza en la sociedad venezolana, se-
Comisión Corográfica que elaboraría los gún el cual la noción de riqueza natural
planos, el inventario físico natural y el re- ha pasado a formar parte del imaginario
gistro de las estadísticas de las provincias colectivo: “Desde la Colonia hasta el es-
de la naciente república. El nuevo gobier- tado petrolero, los venezolanos se han
no requería un estudio más preciso del identificado con la visión de un país, de
territorio y sus recursos, en virtud de que un territorio, contenedor de una mag-
las pocas descripciones disponibles eran nificente y codiciada naturaleza”. Todo
antiguas, aisladas o poco útiles para la habría comenzado con la explotación de
administración de la república. Y Codazzi las perlas de Cubagua a principios del
emprende un laborioso trabajo de campo siglo XVI, continuado con las distintas
que le permite crear “… la más rigurosa manifestaciones míticas-doradas de la
obra geográfica jamás realizada hasta Colonia, hasta las actuales expresiones
ese momento en la América Latina in- reales-energéticas de la riqueza del sub-
dependiente…” (Pérez Rancel, 2006: 75). suelo. Pero la idea de una naturaleza tro-
El geógrafo ítalo-venezolano trascien- pical exuberante y majestuosa, ha sido
de la mera descripción organizada de los también notoriamente significativa en la
paisajes que observa en sus recorridos escasa historia ambiental del país, parti-
de campo y campañas militares, por casi cularmente en los escritos de Humboldt.
una década, y proyecta en sus cuadernos Así la refiere el naturalista del Cosmos,
de trabajo imágenes territoriales de una en los vastos escenarios zonales en que
Venezuela del porvenir. En el Resumen dividió el territorio de la Capitanía Gene-
los paisajes percibidos de la tropicalidad ral de Venezuela entre 1799 y 1800: las
venezolana se entremezclan con los pai- zonas de los bosques al sur, las sabanas
sajes ‘guardados’ de la europeidad, en la de la zona intermedia del territorio y las
geografía imaginaria de una Venezuela áreas cultivadas de la zona norte costera
agraria moderna. En este trabajo abor- (Humboldt, 1956, II). Seguramente el

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sabio alemán en sus recorridos por las una idea subyacente de administración
‘regiones equinocciales’ fue uno de los y control de un territorio más desarro-
que más contribuyó a establecer una llado y mejor ordenado, si pensamos que
zona tropical en franca distinción a la el trabajo geográfico de Codazzi fue una
zona templada del nor-Atlántico, según solicitud del nuevo gobierno republica-
los cánones del positivismo naturalista no. Lo cierto es que en el primer tratado
imperante. propiamente geográfico de la república
La construcción de la tropicalidad se solapan paisajes reales y paisajes ima-
como categoría cultural fue la experien- ginarios atemporales.
cia de los europeos en un mundo ajeno
en cuanto a la naturaleza, sus gentes y su
cultura. Se fue creando así, una manera La gran visión del territorio
occidental de definir el mundo tropical
como otredad respecto al mundo ‘nor- La gran visión de la estructura geográfi-
mal’ de Europa (Arnold, 2000; Goebel ca del territorio venezolano fue aporta-
Mc Dermott, 2005). Esa invención está da originalmente por Humboldt en las
asociada a una imagen ambivalente en mencionadas tres zonas o paisajes geo-
el pensamiento de la época: la grandiosa gráficos, pero Codazzi (1940, II) le dio
y opulenta del Edén, frente a la tenebro- una descripción sistematizada, de mayor
sa e insana de la selva húmeda (Frenkel, amplitud y organización; se trata, en todo
1996). A pesar de la diversidad ambiental caso, de un modelo trizonal elaborado por
de la zona tropical, desde los ecosistemas ambos exploradores, que bien recuerda la
muy húmedos o muy secos, hasta los am- trilogía bosque-pasto-labrantío de las tie-
bientes templados y fríos de montaña, rras agrícolas en la Edad Media (Luelmo,
prevaleció la imagen obscura de la jungla 1977). Decía Codazzi (1940: 62): “Ningún
sobre la imagen luminosa de costas, sa- país en América tiene tan marcadas sus
banas y páramos. zonas como éste. La primera que se nos
Sin embargo, el Resumen no encaja presenta es la de las tierras cultivadas;
en la percepción pesimista del mundo en segunda la de los pastos y la tercera
tropical, en tanto que en él se ven opcio- la de los bosques; presentando, como
nes latentes de progreso que se dibujan dice Humboldt, una imagen perfecta de
en territorios imaginarios. Es muy difícil los tres estados de la sociedad: la vida
conocer en qué medida los aprendizajes del salvaje que vive en las selvas del
europeos y norteamericanos de Agus- Orinoco, la del pastor que habita en las
tín Codazzi contribuyeron a superponer sabanas y la de los pueblos agricultores
imágenes de territorios posibles, necesa- que residen en los valles altos y al pie de
riamente inspirados en las zonas templa- monte de la costa”.
das, en los territorios silvestres y semisil- Entre los autores consultados por Co-
vestres de las provincias venezolanas. O, dazzi, la influencia de Humboldt es cons-
cómo ello estuvo realmente vinculado a picuamente notoria pero, como veremos,

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aquel intenta salirse del fatalismo deter- por todas partes forma horizonte…es
minista imaginándose opciones geográfi- la verdadera región de los ganados que
cas potenciales de la propia tropicalidad. allí se multiplican casi sin los cuidados
Por ello es conveniente esbozar, de pri- del hombre; es el gran criadero que pro-
mero, la comparación entre ambos es- porciona a la zona agrícola los animales
quemas de ‘zonificación’. útiles para el trabajo y las carnes para
La zona agrícola fue referida por sustento de sus habitantes” (Codazzi,
Humboldt esencialmente a las plantacio- 1940: 91).
nes cacaoteras esclavistas y haciendas de La zona de los bosques de Guayana,
peonaje de la región centro norte costera, donde la acción colonizadora tuvo meno-
el corazón de la Venezuela agroexporta- res impactos, dadas sus mayores restric-
dora de finales del siglo XVIII, desesti- ciones de accesibilidad natural y mano de
mando, al mismo tiempo, la significación obra, fue calificada por Humboldt (1956:
territorial de las explotaciones familiares 143) de horrida sylvis, paludibus foeda.
y ‘conuqueras’, reservorios de mano de La impresión de Codazzi es menos seve-
obra de las grandes propiedades. Coda- ra, pues reconoce los ‘primeros ensayos
zzi, por su parte, agrega la cordillera de de la vida agricultora’ en las diversas et-
Mérida, no visitada por Humboldt, donde nias indígenas, pero sobretodo la enorme
se encontraba consolidada una economía potencialidad agrícola y comercial de la
familiar anclada históricamente en la or- región.
ganización aldeana de las comunidades De modo que una primera lectura del
indígenas (Sanoja y Vargas, 1979) e igual- Resumen permite una gran visión del es-
mente destaca la agricultura familiar de pacio agrícola venezolano a finales de la
mayores rasgos conuqueros del macizo década de 1830, en los siguientes térmi-
montañoso oriental. Confirma, sí, que nos:
son los valles del centro norte costero, los
mejores dispuestos para las plantaciones a) Un espacio productivo que lucía como
de cacao, café y caña de azúcar. una malla silvestre de celdas irregula-
En la zona de las dehesas, Humboldt res, salpicada por manchas dispersas
aboga por culturizar la sabana en tanto de haciendas y hatos, asociadas a nu-
considera la transhumancia de los llane- merosas explotaciones de subsisten-
ros como un signo semisalvaje. Codazzi cia. El territorio cultivado a lo sumo
aporta una descripción más positiva de la alcanzaba las 50 mil hectáreas, en su
cultura y la ganadería llanera y privilegia mayor parte en la región centro norte
las bondades naturales de las sabanas del del país. Esto significaba que aproxi-
Caroní, al norte de Guayana, por ser más madamente sólo un 5% del actual
feraces, frescas, no inundables y de me- territorio continental del país estaba
jores pastos, pero prácticamente vacías. agrícolamente aprovechado.
El resto de los Llanos venezolanos es b) Un territorio subpoblado en grandes
descrito como “…un mar de yerbas que extensiones, especialmente en Guaya-

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na, los Llanos y la cordillera de Perijá. gunda lectura del territorio, la del terri-
La población nacional, estimada por torio posible. Nuevamente se acude a
Codazzi en 1839, no llegaba al millón Humboldt como referencia insoslayable,
de habitantes. Precisamente, la pro- pues “Lo que Codazzi echa de menos en
moción del poblamiento con colonias la descripción de Humboldt es, entonces,
de inmigrantes europeos fue una de precisamente que ese vasto escenario
sus mayores preocupaciones en su vi- natural se vea sólo como ‘tierra salvaje’;
sión prospectiva de la nueva repúbli- él quiere que se vea, en cambio, con toda
ca, tal como lo reflejan sus ideas sobre la potencia dormida de sus posibilida-
los llanos de Turén y las concretadas des de progreso, como ‘tierra cultivada’,
posteriormente bajo su dirección, en como ‘tierra explotada’ y puesta a ren-
el proyecto de la Colonia Tovar, entre dir, ‘tierra civilizada’.” (Castillo Zapata,
1841 y 1843. 2000: 286).
c) Redes camineras escabrosas, muchas Ciertamente, el país se recuperaba
de ellas intransitables en la época de las consecuencias de la Guerra de la
de lluvias, y flujos demorados en los Independencia, más de una década vio-
grandes ríos y mares cercanos a las lenta en que se descalabraron haciendas
costas, que retardaban la circulación y hatos y, por tanto, la economía de ex-
de bienes y personas y aislaban las co- portación que sustentaba la vida de la re-
municaciones entre las provincias. De pública. Necesario era, pues, recomponer
hecho, la corta red ferrocarrilera sólo el territorio con su economía y su gente.
se implantó después de 1880, orienta- Codazzi se orienta por el optimismo que
da hacia los principales puertos de ex- deriva de la ‘fuerza orgánica’ de la tro-
portación de la producción cafetalera picalidad. Imagina una nueva geografía,
nacional. articulada a unas claves territoriales do-
minantes en la composición de una ima-
Estas condiciones fundamentaron, a nues- gen geográfica. Lo que hoy llamaríamos
tro juicio, la estructura naturalista del mo- la imagen-objetivo de la ordenación te-
delo corográfico de Humboldt-Codazzi, rritorial en un horizonte temporal. Sólo
puesto que las zonas geográficas fueron que Codazzi no fijó la imagen de ese futu-
más el resultado de la diferenciación na- ro en un tiempo determinado. Se descu-
tural que de la ocupación demográfica y bre, entonces, en una segunda lectura del
agroeconómica del territorio en esa época Resumen, que agricultura, poblamiento
(Rojas López, 2007). y conexiones territoriales, son los atri-
butos geográficos que se imbrican en el
pensamiento codazziano y que, a la vez,
Las imágenes del territorio se convierten en las claves de la geografía
imaginada por el ‘viajero ilustrado’.
La gran visión del modelo trizonal de En el Resumen es permanente la idea
Venezuela ofrece las pistas para una se- de la deforestación de las tierras, no sólo

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apoyada en la necesidad de hacerle es- gen regional es la de unas planicies alu-


pacio a los cultivos, especialmente a las viales en la cuenca del lago de Maracaibo,
plantaciones tropicales y rubros de auto- plenamente cultivadas y pobladas que
consumo, sino también sustentada esta rendirían un producto “cuarenta veces
idea en la común asociación que se hacía mayor que el de toda la parte cultivada
entre bosques húmedos y enfermedades, hoy en la república” (Codazzi, 1940: 73).
representación negativa derivada de los Hoy día estas planicies se han converti-
relatos de los enclaves europeos de África do precisamente en la principal región
y el Caribe, desde mediados del siglo XVI, ganadera y la principal productora de
y que formaban parte de la cara insana de musáceas y frutales no cítricos del país;
la tropicalidad descrita, entre otros, por dejaron de ser los desiertos demográficos
Arnold (2000) y Glacken (1996). y se transformaronon en la gran región
agropecuaria imaginada por Codazzi.
El lago de Maracaibo, recorrido por
Los paisajes imaginarios de la zona numerosos buques, sería el espacio de in-
agrícola terconexión de los Andes y las planicies
lacustrinas con la ‘industriosa’ Europa.
En la zona agrícola o agricultora, que se Los ríos que bajan de la cordillera andina
extendía grosso modo por el arco costero serían canales navegables hasta el lago,
montañoso y sus piedemontes y planicies las aldeas montañosas se convertirían en
circundantes, desde la península de Pa- importantes ciudades comunicadas por
ria hasta la depresión del Táchira, Coda- caminos carreteros y entre la montaña
zzi estimó unas 500 leguas cuadradas en andina y el lago florecería el comercio
cultivos y barbechos. Pero quedarían por (Codazzi, 1940). Es una imagen cercana a
rozar unas 4500 leguas de bosques vírge- los sistemas dendríticos de organización
nes para la siembra de cultivos, que sus- espacial que más adelante se desarrolla-
tentarían más de 7 millones de habitan- rían en el occidente del país con la red
tes. El geógrafo reitera continuamente la ferrocarrilera impulsada por los capitales
necesidad de desmontar para cultivar: en ingleses, asociada a la expansión cafeta-
los valles de las cordilleras, en la cuenca lera andina de la segunda mitad del siglo
del Unare, los valles del Tuy, los piede- XIX (Rojas López, 1981-82).
montes, llanos altos… “Pero lo anterior La segunda de las más importantes
es nada en comparación de las esperan- reservas de tierras que Codazzi vio en la
zas que prometen los países desiertos zona agricultora también estaba cubier-
que circundan el lago de Maracaibo… ta de bosques húmedos: los llanos altos
Admirable es sin duda la gran fertilidad occidentales. Una vez desmontados, la
de estas comarcas, su extensión prodi- producción agrícola de esta región en-
giosa y la multitud de ríos caudalosos contraría en los ríos que llevan al Apure
que las riegan” (Codazzi, 1940: 73) y al Orinoco canales fáciles de transporte
La traducción perceptible de la ima- y, entonces “Los buques de vapor remon-

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tarán todas estas vías que se introducen en circunstancias que le son peculiares”
hasta el pie de la serranía de Mérida, (Codazzi, 1940: 88).
para exportar de allí veinte veces más Son las peculiaridades de las sabanas
productos que los que da hoy la agricul- del Caroní, donde se encontrarían las me-
tura de toda Venezuela” (Codazzi, 1940: jores condiciones ecológicas, tierras no
75). inundables, de frescos pastos y suelos tan
Es la imagen de un espacio de inter- fértiles como los de los valles de Aragua.
conexión territorial y productiva, entre Pero, en general, el geógrafo no imagina
los llanos altos occidentales, los llanos en las sabanas llaneras, la potencialidad
bajos y el norte de Guayana; proyección que observó en la zona agricultora. De
rescatada durante la segunda mitad del hecho, durante la primera mitad del siglo
siglo XX con las propuestas inconclusas XIX la contribución de los productos pe-
del macroproyecto del eje de conexión cuarios al valor de las exportaciones ha-
fluvial Apure-Orinoco y el Programa de bía disminuido significativamente; ape-
Desarrollo Integral del Alto Llano Oc- nas se exportaban algunas mulas y piezas
cidental (PIALLO). No obstante, en los de cueros y carne seca. La ganadería de
llanos altos occidentales se inició el pro- aquellas sabanas era marcadamente ru-
yecto regional de modernización agraria dimentaria, pues la tecnología pecuaria
de mayor envergadura nacional, a finales era prácticamente la misma del siglo XVI
de la década de 1940, centrado en la co- (Carvallo, 1985).
lonia agrícola de Turén, convirtiendo a Probablemente la baja fertilidad de los
esta región en la principal productora de suelos llaneros, percibida en la época por
cereales del país. la ausencia de bosques, la precaria eco-
nomía de los hatos y la alternancia mar-
cada de inundaciones y sequías, le hayan
El optimismo moderado en las creado un mapa mental de un territorio
sabanas con limitado potencial productivo. No
obstante, pareciera que el geógrafo se
En la zona de los pastos, Codazzi revela resistiera al designio del fatalismo am-
su habilidad para la descripción corográ- biental, pues señala que si se considerase
fica, pese a la uniformidad del paisaje, del la riqueza edáfica de las vegas de los ríos
‘mar de yerbas’ en la inmensa llanura: y caños y su asociada riqueza ictiológica,
“Si las sabanas de Cumaná y Barcelona esta zona podría mantener unos 6 millo-
tienen por tipo sus grandes mesas y mo- nes de habitantes (Codazzi, 1940).
richales: si las de Caracas y Carabobo
las galeras y pretiles: si las de Barinas,
su declive igualmente encajonado entre La culturización de Guayana
vegas fértiles, y si las de Apure su per-
fecto nivel y sus planicies limpias; las de Pero fue en la muy escasamente habitada
Guayana se diferencian de todas estas zona de los bosques de Guayana donde,

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paradójicamente, Codazzi superpone con reducida a cultivos, los cultivos sustento


mayor claridad la imagen guardada de de la población y los ríos, ejes de circula-
los paisajes templados a los territorios ción de una nueva civilización.
salvajes de la selva tropical. En la espe- Los recursos naturales de Guayana,
sura de los bosques deltaicos del Orino- sin embargo, tomaron otros rumbos du-
co, imagina los paisajes de las campiñas rante la segunda mitad del siglo XX. El
holandesas, mientras percibe a los nu- descubrimiento de grandes yacimientos
merosos y caudalosos ríos guayaneses de hierro y bauxita y la puesta en valor de
surcados por buques de vapor y a la gran la energía del río Caroní, impulsaron el
cuenca del Orinoco convertida en una red desarrollo del más grande polo siderúrgi-
de haciendas, pueblos y ciudades. “Cuan- co nacional que, junto a la explotación de
do sus relaciones se extiendan por toda las reservas forestales y el desarrollo de
la gran zona de los bosques convertidos Ciudad Guayana, transformaron el no-
en haciendas y labranzas por la indus- reste de la región. Por otra parte, la crea-
tria humana, Angostura debe ser una ción de las grandes reservas de biósfera
gran ciudad muy importante, y más en el Alto Orinoco y el Delta del Orinoco
importante que ella y más rica la que se y la creciente conciencia colectiva en re-
establezca en el delta o cerca del mar” lación a los servicios ambientales de los
(Codazzi, 1940: 99). bosques húmedos tropicales hicieron de
La visión eurocolonial es nítida en la esta extensa región la mayor reserva de
imagen territorial construida por Codazzi biodiversidad del país.
en Guayana. La geografía natural de la
región sería transformada, por la acción
colonizadora del poblamiento, la agricul- Comentarios finales
tura y los flujos de transporte terrestres y
acuáticos, en una geografía humana deri- El Resumen de la Geografía de Vene-
vada de Europa: “Cuando las inmigracio- zuela de Agustín Codazzi ofrece, como
nes y las generaciones futuras empiezen hemos visto, dos lecturas a gran visión
a rozar las grandes selvas y el interés del territorio. Una, la de los paisajes ob-
mercantil llame allí cada día nuevos co- servados o percibidos de la tropicalidad
lonos, entonces será cuando cambiarán en las tres zonas naturales descritas por
de aspecto estas solitarias regiones que Humboldt y enriquecidas por el propio
el hombre blanco apenas ha recorrido Codazzi, de acuerdo al naturalismo cien-
por el curso de los ríos principales” (Co- tífico de la época; y otra, la de los pai-
dazzi, 1940: 98). sajes posibles, imágenes de conversión
De las 18.214 leguas cuadradas esti- territorial, que convierten a los bosques,
madas por Codazzi en la zona de los bos- sabanas y cultivos, en verdaderas zonas
ques, consideró que unas 12.000 podrían geoeconómicas de inspiración europea
ser cultivadas para sostener una pobla- en la geografía imaginaria del geógrafo
ción de 16 millones de personas: la selva ítalo-venezolano.

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Una geografía híbrida, en todo caso, CARVALLO, Gastón. 1985. El hato venezola-
porque une la realidad con la imagina- no. Editorial Tropykos. Caracas - Venezuela.
ción, ambas producto de la percepción CODAZZI, A. 1940. Resumen de la geografía
cultural y plurisensorial del geógrafo en de Venezuela. Ediciones del Ministerio de
sus propios momentos históricos. Es así Educación (3 vol.). Caracas - Venezuela.
como la geografía híbrida se manifiesta CASTILLO ZAPATA, Rafael. 2000. Escribir la
real e imaginaria, o si se quiere, percibida tierra/Escribir la nación. La experiencia
y posible, al mismo tiempo. geográfica de Agustín Codazzi en Venezuela
Los bosques, las sabanas, las planta- (1829-1848). En: UCV-OPSU (ed.). Agus-
ciones tropicales, los ríos, los conucos, tín Codazzi, arquitecto del territorio.
estaban allí, y Codazzi nos legó sus per- 277-290. Facultad de Arquitectura y Urba-
cepciones territoriales de los años treinta nismo, Universidad Central de Venezuela.
del siglo XIX. Los buques de vapor, los Caracas - Venezuela.
canales, las grandes ciudades, las colo- DE LISIO, A. 2005. La ‘riqueza natural’ en la
nias de inmigrantes, las campiñas, no imagen de Venezuela. Variaciones histó-
estaban allí, pero Codazzi pudo organizar ricas del uso político-retórico de una idea
sus recuerdos de otros mundos y situar- fundacional. Programa Cultura, Comunica-
los imaginariamente en los territorios de ción y Transformaciones Sociales. Colección
la joven república. Monografía, No.17, Universidad Central de
Hoy el territorio de Venezuela es Venezuela. Caracas - Venezuela. [On line]
necesariamente otro, pero luce intere- http:// www.globalcult.org.ve/monografías
sante preguntarse ¿qué ideas tendrían FRENKEL, S. 1996. Jungle stories: northame-
los pensadores venezolanos de la época rican representation of tropical Panama.
acerca del territorio imaginado por Co- The Geographical Review. 86 (3): 318-
dazzi? Sólo recordemos que también hoy 333.
se requiere de una imagen-objetivo del GOEBEL Mc DERMOTT, A. 2005. La conquista
espacio geográfico, pues el primer plan ‘imaginada’: Percepción ambiental e inte-
nacional de ordenación del territorio fue racciones culturales en la conquista centro-
aprobado a finales del siglo XX (1998) y americana. El caso de Fernández de Oviedo
abandonado al poco tiempo, sin que los y el entorno natural centroamericano. [On
expertos hayan podido ponerse de acuer- line] http://www.seneca.uab.es/hmic
do en torno a una imagen territorial de la GLACKEN, C. 1996. Huellas en la playa
Venezuela posible para el siglo XXI. de Rodas. Naturaleza y cultura en el
pensamiento occidental, desde la an-
tigüedad al siglo XVIII. Ediciones del
Referencias citadas Serbal. Barcelona.
HUMBOLDT, A. de. 1956. Viaje a las regio-
ARNOLD, D. 2000. La naturaleza como nes equinocciales del nuevo continen-
problema histórico. Fondo de Cultura te. Ediciones del Ministerio de Educación (5
Económica. México. vol.). Caracas - Venezuela.

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LUELMO, J. 1977. Historia de la agricultu-


ra en Europa y América. Ediciones Ist-
mo. Madrid - España.
PÉREZ RANCEL, J. 2006. Agustín Codazzi
(1793-1859). C.A. Editora El Nacional, Bi-
blioteca Biográfica Venezolana, vol. 37, Ca-
racas - Venezuela.
ROJAS LÓPEZ, José. 1981-82. Organización
espacial de la economía cafetalera andina:
la red de Trujillo. Revista Geográfica
Venezolana. XXII-XXIII: 109-130.
ROJAS LÓPEZ, José. 2007. Una apreciación
crítica del modelo trizonal de Humboldt-
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cesos Históricos. XII (en prensa).
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formaciones y modos de producción
venezolanos. Monte Ávila. Caracas - Ve-
nezuela.

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