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7.1. Antecedentes.
Al hablar de la duración de los contratos de trabajo, la duración de estos, con la excepción de los
contratos a plazo fijo, como los concertados para la explotación de minas y otros, se configura
en dos aspectos principales: por tiempo indefinido, que es la regla general, y el que se limita a la
duración de una obra y que se conoce como contrato de obra determinada.
En todos los casos pueden presentarse circunstancias que, antes de la fecha normal de
terminación, justifiquen la suspensión de los propios contratos.
En este caso en particular, se estima que es causa de suspensión temporal de las obligaciones de
prestar el servicio y pagar el salario, sin responsabilidad ni para el trabajador, ni para el patrono,
el hecho de que el primero contraiga una enfermedad contagiosa. Parece innecesario explicar la
causa de suspensión pues es natural que, en beneficio del patrono y de los demás trabajadores, se
retire a enfermo contagioso del medio laboral, pero se considera que esa causa sólo tiene lugar
cuando se trata de una enfermedad curable en la que, cuando menos, hay recursos médicos para
evitar el carácter contagioso del mal. Cuando el trabajador haya sanado, el patrono debe de
recibirlo nuevamente a su servicio, quedando a este respecto la duda de por cuánto tiempo está
obligado a esperar el regreso de aquél.
En el caso guatemalteco, existe la suspensión por enfermedad hasta nueva orden, conocida
como suspensión por enfermedad por tiempo indefinido. Esta clase de suspensión de acuerdo
con la ley dura todo el tiempo que el trabajador permanezca enfermo, pues en ningún caso
tendría el seguro social, sí la suspensión fuese temporal aunque la enfermedad permanezca.
Este caso se refiere a la causa de suspensión de los efectos de las relaciones de trabajo por la
incapacidad temporal ocasionada por un accidente o enfermedad que no constituya riesgo en el
trabajo. Esto deviene lógico, pues dentro de la protección que se da al trabajador para el caso de
infortunios ajenos al trabajo, resultaría absurdo que el obrero perdiera su fuente de trabajo; y por
supuesto, más sentido tiene este caso de suspensión, si se trata de una enfermedad profesional o
de accidente de trabajo.
Otra causal de suspensión consiste en la prisión preventiva del trabajador seguida de sentencia
absolutoria y en fracción por separado se incluye el arresto del trabajador. Respecto a la primera
se establece que si el trabajador obró en defensa de la persona o de los intereses del patrono,
esté tendrá la obligación de pagar los salarios dejados de percibir aquél. La solución parece
justa, pues debe considerarse el caso, de que un agente de seguridad rechace el asalto de
malhechores al local de trabajo y como consecuencia de ello lesione a alguno de los
delincuentes. Sería injusto que el tiempo que dure en prisión el agente de seguridad fuere sin
goce de salario, no obstante que la causa inicial de tal detención haya sido pretender cumplir con
su deber.
La resolución de libertad bajo medida sustituta en nada prejuzga sobre la culpabilidad o no del
acusado. Se concluye que, no por disfrutar de libertad por sustitución de la medida de coerción, el
trabajador, cambia su situación laboral, ya que aquí, nuevamente aparece la presunción de
inocencia hasta que se dicte la sentencia en la que se le pueda declarar culpable, manteniéndolo
hábil para laborar. Por consiguiente, a recuperar su libertad en cualquier forma, el trabajador debe
reanudar sus labores, por lo tanto el empleador no puede negarse a recibirlo en el trabajo.
Artículo 68 inciso c)
En el caso guatemalteco, el Código de Trabajo, en su artículo 207, señala que: “En el caso de que
algún miembro del sindicato ocupara algún cargo político remunerado, procederá a la
suspensión total de la relación de trabajo, mientras dure aquella circunstancia.”
Como puede advertirse, nuestra legislación prevé este caso de suspensión, sólo es lo relacionado
con los trabajadores miembros de organizaciones sindicales a quienes sí reconoce el derecho de
que se les suspenda su relación de trabajo en el caso de que pasaran a ocupar cargos públicos
por elección popular. Esta puede considerarse una forma extraordinaria de suspensión individual
de los contratos de trabajo.
7.3.1. Clasificación.
Cuando el incumplimiento de las obligaciones fundamentales de las partes dentro del contrato de
trabajo, afecta a una sola relación de trabajo, y solo una de las partes de la relación laboral, es
decir que el trabajador o patrono, deja de cumplir con su obligación fundamental. Art 65 Literal
a) CT. Un ejemplo concreto es la licencia con goce del salario que por cualquier motivo otorgue el
patrono al trabajador, pues el trabajador dejará de trabajar, pero el patrono siempre cumplirá con
pagar el salario que corresponde al período no trabajado por aquel.
Las causas de suspensión individual parcial se encuentran contenidas en el artículo 66 del Código
de Trabajo, y son:
a) Las licencias, descansos y vacaciones remunerados que impongan la ley o los que
conceda el patrono con goce de salario;
b) Las enfermedades, los riesgos profesionales acaecidos, los descansos pre y post natales y
los demás riesgos análogos que se produzcan por incapacidad temporal comprobada
para desempeñar el trabajo; y,
c) La obligación de trabajo sin goce de salario adicional que impone el artículo 63 inciso e).
Cuando el incumplimiento de unas de sus obligaciones fundamentales de las partes dentro del
contrato de trabajo, afecta a ambas partes de la relación laboral, es decir trabajador y patrono,
dejan de cumplir con sus obligaciones fundamentales. Art 65 Litral b). CT
Un ejemplo concreto de esta clase de suspensión es la licencia sin goce de salario que por
cualquier motivo otorgue al patrono al trabajador, pues no el patrono, ni el trabajador cumplirán
con aquellas obligaciones fundamentales durante el tiempo en que se haya otorgado aquella
licencia.
Las causas de suspensión individual total se encuentran contenidas en el artículo 68 del Código de
Trabajo, y son:
a) Las licencias o descansos sin goce de salario que acuerden patronos y trabajadores;
b) Los casos previstos en el artículo 66, inciso b), una vez transcurridos los términos en los
que el patrono está obligado a pagar medio salario, como se alude en dicho artículo; y,
c) La prisión provisional, la prisión simple y el arresto menor que en contra del trabajador
decreten.
Las causas de suspensión colectiva parcial se encuentran contenidas en el artículo 70 del Código
de Trabajo, y son:
b) Los casos previstos por los artículos 251 y 252, párrafo segundo;
c) La falta de materia prima para llevar a adelante los trabajos, siempre que sea imputable
al patrono, según declaración de los mismos tribunales; y,
d) Las causas que enumera el artículo 71, siempre que los patronos hayan accedido de
previo o accedan después a pagar a sus trabajadores, durante la vigencia de las
suspensión, sus salarios en parte o en todo.
Las causas de suspensión colectiva total se encuentran contenidas en el artículo 71 del Código de
Trabajo, y son:
c) La falta de materia prima para llevar adelante los trabajos, siempre que no sea
imputable al patrono;
En el caso de las suspensiones colectivas, la legislación laboral prevé alguno efectos excepcionales,
que podrían darse como consecuencia de la suspensión colectiva producida con motivo de la falta
de materia prima que no sea imputable al patrono o la muerte del patrono, o cualquier otro caso
de fuerza mayor o caso fortuito, se hubiese prolongado de manera indefinida, en este caso el
artículo 74 del Código de Trabajo, establece el derecho del patrono de dar por terminado los
contratos de trabajo de todos los trabajadores que hubieren holgado, siempre que hubieren
transcurrido más de tres meses desde que se inició la suspensión, con motivo de haberse
declarado la legalidad e la huelga, con la única condicionante que debe pagar a los trabajadores la
indemnización correspondiente.
Cualquiera de las partes debe de notificar a la Inspección General de Trabajo, para que ésta
proceda a informar de la reanudación de las labores a los trabajadores y estos puedan
incorporarse a las mismas dentro de los quince días siguientes a que se haya publicado el
primero de tres avisos que se harán circular por aquella dependencia administrativa de trabajo
en el Diario Oficial y otro de mayor circulación.
Alejandro Gallart Folch, en relación a la extinción del contrato de trabajo señala: “Se confunden los
términos, se aceptan infundadamente cual sinónimos… con dicción poco técnica se propone hablar
de terminación del contrato de trabajo. Otras veces se agrupan, con olvido de las sutilezas
diferenciadoras, o se presentan como inconciliables, no obstante afinidades, los vocablos de
extinción, disolución, resolución, rescisión, revocación, ruptura y despido: además de otros menos
usuales entre los juristas, como los de cesación y terminación.”
Sin embargo, a lo dicho por aquel autor, de acuerdo con las normas internacionales de trabajo, la
denominación de terminación del contrato de trabajo para identificar el fin de la relación laboral,
es correcta a tal cuenta que nuestro Código de Trabajo así la denomina.
Otra corriente, prefiere la denominación de disolución para identificar el fin del contrato de
trabajo, y señala que: disolución es tecnicismo que se prefiere por su generalidad, por cuanto
posee los significados de separar y desunir y también los más enérgicos de deshacer, destruirlo,
con ciertos límites erigidos por derechos de terceros y el interés social que la relación haya
engendrado.
Es importante ver las causas que la doctrina considera, pone fin a los contratos:
La resolución, que se produce por voluntad de las partes, cuando dan al contrato
un consentimiento condicionado.
Las causas que ponen fin a los contratos, sin retroactividad, son:
La revocación; y
La rescisión.
Estas últimas modalidades invalidadoras no se aplican más que a algunos contratos particulares.
La terminación más frecuente del contrato de trabajo consiste en la denuncia unilateral por una
de las partes (renuncia). Tal actitud resulta consubstancial a veces con la naturaleza indefinida en
el tiempo que presenta el contrato de trabajo, y porque se preceptúa como una de las pocas
formas que permite terminar el contrato de trabajo, sin responsabilidad para las partes de la
relación laboral.
De lo anterior, puede advertirse que cuando la disolución del contrato de trabajo se produce por
hechos imputables al trabajador, se dice que el despido es justificado, si dichos hechos no resultan
imputables al trabajador o no constituyen causal de disolución del contrato, el despido es
injustificado.
Enfocado en el término de la actividad laboral desde el lado del trabajador, cuando éste se
encuentra imposibilitado para cobrar sus prestaciones y debe disolver el vínculo contractual por
hechos imputables al patrono, se habla de despido indirecto, si el trabajador pone sin justa causa
término al contrato, se considera que ha hecho renuncia o dimisión de su empleo. Es
precisamente de esta forma como lo recoge nuestro Código de Trabajo al habla de forma de
terminación por causa imputable a una de las partes. Art 76 CT
Contrato de prueba
Incapacidad sobrevenida
Cesación de actividades
Sin justa causa, por ser falsas las causas en la que se fundó la terminación;
Cesión o traspaso
Por quiebra
b) El mutuo consentimiento; y,
Según el artículo 76 del Código de Trabajo guatemalteco, existen tres formas genéricas que
permiten terminar los contratos de trabajo, y de estas formas derivan las modalidades que
conocemos en la práctica en relación a la terminación de esos contratos.
c. La causa imputable a una de las parte. Esta forma de terminación tiene como
fundamentación para terminar el contrato de trabajo, el encuadramiento de la conducta
de una de las partes de la relación laboral en una o más de las causales que permite que
a otra parte pueda asumir la decisión de terminar la relación laboral pero sin convertirse
en decisión unilateral, sino como bien lo indica la denominación que recibe en la ley, por
causa imputable a una de las partes.
8.4.2. La clasificación de las formas de terminación del contrato de trabajo por causa imputable
a una de las partes.
En cuanto a este el artículo 78 del Código de Trabajo, establece que son requisitos para que se
consume el despido justificado, el que el patrono lo comunique directamente al trabajador, y que
posteriormente el trabajador cese efectivamente en sus labores.
En ese caso es donde se genera la discusión, originada en la obligación que impone la ley al
empleador de que la comunicación del despido deba hacerse por escrito, pues en la práctica
diaria, en un vasto número de casos, la comunicación del despido es por regla general, de manera
verbal, lo cual hace que esta disposición sea inoperante y que pueda prestarse a que algún
empleador niegue algún día que ha despedido, si no consta en manos del empleador, la
comunicación por escrito.
En cuanto a este el artículo 80 del Código de Trabajo, establece que son requisitos para que se
consume el despido indirecto justificado, el que el trabajador lo comunique al patrono por
cualquier forma y que simultáneamente cese en el desempeño de las labores.
No todas aquellas actitudes patronales tendientes a menoscabar o reducir derechos mínimos del
trabajador contenidos en el contrato individual de trabajo, que son los que hacen sentirse
despedido y que constituye la causa imputable al empleador para terminar con la relación laboral.
8.4.5. La decisión unilateral como forma de terminación de los contratos individuales de trabajo,
exclusiva del trabajador.
Es conferida únicamente a la personas del trabajador, quien esta facultado para ponerle fin al
contrato de trabajo en cualquier momento, por medio del acto de la renuncia y con el único
presupuesto del preaviso, que constituye la comunicación previa que de la terminación debe dar
el trabajador al patrono para permitirle a éste buscar oportunamente al sustituto.
Cuando el empleador asume la posición de dar por terminado un contrato de trabajo por decisión
unilateral, incurre en ilegalidad, pues no esta permitido para éste en la ley, el dar por terminado el
contrato de trabajo por decisión unilateral, pues en el caso de que el empleador decida terminar el
contrato sin que exista el encuadramiento de la conducta del trabajador en la causa que lo
justifique, la terminación se convierte en decisión unilateral y genera para el empleador
responsabilidad que se traduce en la obligación para éste de pagar al trabajador las
indemnizaciones que regula la legislación laboral.
8.4.7. Obligaciones que acarrea para el patrono la terminación injusta del contrato individual de
trabajo.
Una vez termina el empleador el contrato individual de trabajo que lo une con el trabajador sin
justa causa, el despido es ilegal y al incurrir en responsabilidad el patrono incurren en las
siguientes obligaciones (artículo 78 C.T.):
Casi siempre se ha interpretado que el objeto del periodo de prueba es establecer la idoneidad del
trabajador para el puesto que se desempeña, sin embargo, la finalidad doctrinaria y además lega
de la institución del periodo de prueba dentro del contrato de trabajo, no es esa, sino es en
realidad el dejar a las partes en la libertad de terminar el contrato de trabajo en cualquier
momento dentro del plazo estipulado por la ley para dicho instituto, sin que esto implique incurrir
en responsabilidad. Es decir que durante el periodo de prueba, el patrono puede despedir al
trabajador sin justa causa sin tener la obligación de pagar indemnización por tiempo de servicio,
así como también el trabajador puede renunciar sin necesidad de tener que dar el preaviso al
empleador. Artículo 81 C.T.
Este principio debe entenderse que se invierte la obligación de probar. Tradicionalmente esta
obligación corresponde a quien demanda, pues quien pretende algo es el que debe demostrar su
pretensión. En materia de Derecho Procesal del Trabajo, la obligación de probar se invierte en
virtud de este principio, y entonces quien es pretendido o quien es demandado es quien debe
probar.
8.4.10. Formas que terminan el contrato de trabajo sin responsabilidad para ninguna de las
partes de la relación laboral.
Son causas que terminan los contratos de trabajo, sin responsabilidad para ninguna de las partes:
c) Cuando se invoquen las causas legales pactadas dentro del contrato de trabajo para la
terminación de éste; y,
8.4.11. Causas que facultan al empleador a dar por terminado el contrato de trabajo.
8.4.12. Causas que facultan al trabajador a dar por terminado el contrato de trabajo.
Sin embargo, debe tenerse como tiempo de trabajo efectivo, el tiempo que el trabajador pasa a
disposición del empleador, pero sujeto a su fiscalización, esto quiere decir que sea dentro del
centro de trabajo o fuera de este, pero siempre al alcance de su supervisión, lo que implica que no
importa si durante aquel tiempo se encuentra laborando o no, sino más bien que se encuentra a
su disposición y alcance de poder fiscalizarlo.
Se dice que los derechos y obligaciones que nacen de la jornada de trabajo tienen una doble arista
jurídica. La primera lo constituye lo relacionado a establecer siempre una jornada máxima de
trabajo; y la segunda tiene que ver con lo relativo a garantizar el cobro del tiempo de servicio que
se presta fuera de los límites impuestos para la jornada ordinaria, es decir, el cobro de horas
extras.
La aplicación de la Jornada de trabajo constituye una condición contractual que debe regularse en
todas las relaciones y contratos de trabajo en los que concurra el elemento de la subordinación o
dependencia.
Es precisamente la jornada de trabajo uno de los elementos más importantes para determinar la
existencia de un contrato de trabajo en aquellos casos que se ha tratado de simular u ocultar el
carácter laboral de aquella relación.
De acuerdo a nuestra legislación laboral vigente, existen tres criterios para determinar que son las
jornadas ordinarias de trabajo efectivo, y son:
c) Jornada ordinaria de trabajo efectivo mixta. Esta se desarrolla parte del tiempo laborante
en el día y otra parte en la noche, y comprende un total de siete horas al día y cuarenta y
dos horas a la semana, siendo importante anotar, que para que se trate de una jornada
mixta, no basta que empiece o termine en el día y termine o empiece en la noche, pues
debe darse el presupuesto contenido en el artículo 117 del Código de Trabajo.
El trabajo diurno es aquel que se va a desarrollar en el período comprendido de las seis a las
dieciocho horas de un mismo día; y entenderemos por trabajo nocturno, aquel que se va a
desarrollar en el periodo comprendido de las dieciocho horas de un día a las seis horas del día
siguiente.
Fundado en el principio de garantías mínimas que ilustran el Derecho del Trabajo, no puede
aumentarse los límites de trabajo; sin embargo, si puede aumentarse la jornada ordinaria de
trabajo, siempre y cuando concurran dos presupuestos: El primero relacionado a que exista
autorización del Ministerio de Trabajo, con carácter temporal y por solicitud conjunta de ambas
partes de la relación laboral; y el segundo, relacionado a que el aumento se produzca en aquellos
casos donde sea pactado dentro de la relación laboral, una jornada inferior o por debajo de los
límites máximos anteriormente mencionados.
Se define como: “todo el tiempo que el trabajador preste sus servicios fuera de los límites previstos
en la legislación de las jornadas ordinarias.”
El artículo 121 del Código de Trabajo, establece como norma mínima que la jornada extraordinaria
debe remunerarse por lo menos con un cincuenta por ciento más de los salarios pactados por hora
ordinaria de trabajo, esto no priva que en base a instrumentos colectivos de condiciones de
trabajo no pueda establecerse un salario mayor para remunerar el tiempo extraordinario.
Un ejemplo, encuadra el tiempo de trabajo invertido por los receptores de las entidades bancarias
para corregir los errores de cálculo por ellos con ocasión del trabajo.
El artículo 122 de Código de Trabajo, ningún trabajador en Guatemala, puede laborar en concepto
de jornada ordinaria y extraordinaria más de doce horas al día, sumadas las horas de ambas
jornadas.
A esta disposición, que es la relacionada a los casos de excepción muy calificados en donde por
siniestro, riesgo inminente o calamidad pública debe imperiosamente laborarse más de las doce
horas diarias establecidas como límite máximo.
b. Los que laboren sin fiscalización superior inmediata, pudiéndose mencionar dentro de
éstos, a los vendedores ruteros, que por la naturaleza de la labor no tengan una
fiscalización inmediata.
c. Los que ocupen puestos de vigilancia o que requieran su sola presencia. En este caso es
quizá donde más se ha abusado, pues se han establecido para los trabajadores de
vigilancia, jornadas de trabajo interminables, que establecen veinticuatro horas corridas
de servicio, por sólo veinticuatro horas de descanso previo a iniciar una nueva jornada de
veinticuatro horas corridas.
d. Los que cumplan su cometido fuera del local en donde esté establecida la empresa, como
agentes comisionistas que tengan carácter de trabajadores.
e. Los demás trabajadores que desempeñen labores que por su indudable naturaleza no
estén sometidos a jornadas de trabajo.
Como casos de excepción la misma legislación deja establecido que a estas personas no solo no se
les puede obligar a trabajar estos horarios, es decir que si laboran en los mismos, será por su
propio consentimiento, sino que además debe retribuírsele todo el tiempo extraordinario que se
haya laborado fuera del límite máximo de doce horas diarias, que es precisamente al que están
exentos por ley.
Nadie puede ser obligado a laborar en estas jornadas sino es por su propio consentimiento y sí
además se le reconoce pago del tiempo extraordinario.
El principal objeto de las interrupciones en las tareas es permitir que el trabajador pueda
descansar y reponerse así de la fatiga que produce el trabajo.
Así como la jornada ha sido limitada en beneficio del trabajador también se ha limitado en su
beneficio lo relacionado a los descansos. Por ello se obliga a holgar determinados periodos o días,
dejar de trabajar un número de horas entre jornada y jornada y aun descansar durante la tarea
diaria.
La importancia de los descansos es tal que merecen mayor atención, aun en las horas de trabajo
durante la jornada. Su objeto es proporcionar el descanso adecuado a fin de permitir la
recuperación del trabajador.
Hay diversas clases de descanso: i) durante la jornada, ii) entre las jornadas, iii) semanal, iv) anual,
v) días de feriados; y, vi) licencias especiales.
El trabajador generalmente dispone de su tiempo pues hay que hacer pausas cortas en las cuales
este permanece en la empresa y su lapso se le cuenta dentro de la jornada de trabajo. Este tipo de
jornadas no están reguladas en la ley, sino más bien en los pactos o convenios colectivos.
Este tiene por objeto que el trabajador pueda dormir durante la noche el tiempo suficiente ya que
esas horas son las más reparadoras y, además, cumplir con sus funciones familiares y sociales.
El descanso semanal implica que un día a la semana el trabajador tiene derecho a descansar. Se le
suele denominar dominical, pues en los países occidentales ese es el día elegido para el descanso.
Sin embargo, existen otros países en que se descansa otro día a la semana.
Ejemplo: Los adventistas y los judíos, descansan el día sábado; los católicos, evangelistas y
mormones el domingo.
Definición.
Las vacaciones son el derecho del trabajador a suspender la prestación del servicio, en la
oportunidad señalada por ley, sin pérdida de la remuneración habitual, a fin de atender los
deberes de restauración orgánica y de vida social, siempre que hubiese cumplido con los
requisitos exigidos por las disposiciones legales.
Para el derecho laboral guatemalteco, “las vacaciones son el derecho que tiene el trabajador
después de haber alcanzado un año de trabajo continuo al servicio de un mismo patrono, a gozar
de un periodo remunerado de quince días hábiles de descanso.”
Caracteres.
c) Es un derecho especialmente protegido, pues como todas sus normas laborales son
protectoras, las vacaciones tienen una protección especial, para evitar que se desvirtúe su
finalidad teleológica.
Para tener derecho al periodo vacacional es preciso que concurran ciertas circunstancias que
hagan viable ese derecho. Ellas son: existencia de un vínculo laboral permanente y antigüedad del
trabajador en el empleo.
Es el lapso durante el cual el trabajador tiene derecho a no desempeñarse en sus tareas, con el
objeto de descansar, sin pérdida de su remuneración y en base a instituto de las vacaciones.
La oportunidad para gozar del período vacacional debe determinarse en la ley. El Código de
Trabajo, en su artículo 132 establece la obligación del empleador de señalar al trabajador dentro
de los sesenta días siguientes a aquel en el que cumplió el año completo de servicio continuo, la
fecha en que debe empezar a gozar de su periodo vacacional.
Con relación al fraccionamiento y tomando en cuenta que el derecho a las vacaciones está
pasando de un periodo de reposo a uno de recreo activo, por lo que el plazo debe cumplirse
ampliamente, pues de lo contrario no se podría cumplir con los fines previstos para este instituto,
ya que ni la recuperación física y ni el fin sociológico se cumplirían.
En nuestra legislación en su artículo 136, se acepta que el trabajador pueda dividir el goce de su
periodo vacacional, como máximo en dos periodos.
Por otro lado, la acumulación tampoco es aconsejable pues aunque tendría como supuesta
ventaja el hecho de que el trabajador pueda disfrutar de un descanso mayor y dentro de él,
dedicarse más ampliamente a la distracción, integración y distracción familiar, el fin teleológico de
las vacaciones, no es que el trabajador descanse después de dos o tres años de servicio continuos,
sino después de cada año de servicios laborados en esa forma. Lo que verdaderamente se
acumularía en perjuicio del trabajador, es la fatiga y es desgaste físico generado por el trabajo en
períodos de tiempo más largos.
Prohibición de trabajar.
El afán de obtener una remuneración suplementaria hace que el trabajador desvirtúe el instituto y
realice tareas durante el descanso. Con ello no solamente se ataca el fin social de las vacaciones,
sino que también se causa un perjuicio al empleador pues es lógico que éste espere que el
trabajador regrese recuperado del agotamiento físico y con nuevas energías para el trabajo.
10 Salario