4 DOMINGO 15 DE ABRIL DE 2018 EL TRIBUNO JUJUY
EPISTOLARIO
Carta de Juana
Manuela Gorriti a su
primo José Hernandez
Lima, Abril de 1880.
- Señor D. José Hernandez.
Primo mio y querido amigo: Por
mi hijo Julio he sabido con pena que
Vd. no recibió la carta en que le daba
un millón de gracias y felicitaciones,
anunciándole haber llegado á mis
manos el precioso obsequio con que
Vd. me favoreció: la segunda parte
de su bellísimo poema, “Martin
Fierro”.
En Lima ha tenido entusiasta aco-
gida esta publicación, cuyas bellezas
poéticas deleitarán á los lectores de
todas latitudes; pero solo á nosotros,
hijos de ese país mágico del fantasis-
ta (sic) lenguaje, nos será dado gus-
tar con su deliciosísimo sabor, el co-
lorido local de esas gráficas imágenes
que hacen de este libro una serie de
cuadros plásticos de sorprendente
verdad.
- Estoy encantado con el “Martin
Fierro” de Hernandez- díjome uno
de los primeros literatos de Lima.
- Y sin embargo – respondí- para
ustedes; ese hermoso poema es
Rosario en Barberie.
- ¿Por qué?
- Porque la mitad de sus bellezas
son para ustedes sanscrito: no las
comprenderán.
- Pues yo las percibo muy bien.
- ¡Error! O sino explíqueme Vd.
esta:
RELATO
“Cosas de mandinga”
De Mercedes Angélica
Abeldaño
Dicen que en Carnaval el diablo an-
da suelto, tratando de capturar al-
mas para su infierno. Y dicen tam-
bién que su especialidad son los dé-
biles de carne, jolgoriosos y viciosos.
Todo comenzó cuando Caballo
Loco, un personaje de allá de Real
de Los Toros (Departamento de
Santa Bárbara), asistió como siem-
pre lo hacía a las carpas carnavaleras
del pueblo, donde se armaban los
bailes para el Rey Momo.
Caballo Loco era un paria, hosco,
andrajoso, que changueaba en los
pueblos vecinos y gustaba del alco-
hol. Y del baile, que cada muerto de
un obispo se realizaba allí.
Aquella tarde bajo un sol que ra-
jaba la tierra, de esos que solo en las
yungas se siente acá en Jujuy. Unos
pajueranos lo encontraron a la ori-
lla del Arroyo Santa Rita, estaba ca-
si enterrado en el limo que dejan
las crecidas del arroyo en esta épo-
Juana Manuela Gorriti
Nació el 15 de junio de 1819 en
Salta. Hija del militar y gobernan-
te, José Ignacio Gorriti, sobrina del
guerrillero Pachi Gorriti y del sacer-
dote doctor Juan Ignacio Gorriti.
Cursó estudios en el convento de las
monjas Salesas. Más tarde en La
Paz, contrajo matrimonio con
Manuel Isidoro Belzú, caudillo mi-
litar de Bolivia que llegó a ser presi-
dente del país.
Su popularidad aumenta cuando
en 1866 se presta a cuidar a los he-
ridos en el sitio de Callao, bajo la
dirección del general Prado. En esta
ciudad alterna tanto actividades li-
terarias, como docentes y sociales.
Posee una extensa producción lite-
raria. Se trasladó a Buenos Aires en
1884. Falleció en 1892.
“Nos retiramos con Cruz
A la orilla de un pajal.
Por no pasarlo tan mal
En el desierto infinito,
Hicimos como un bendito
Con dos cueros de bagual”
- Pues claro: en lo del bendito ex-
presa la prontitud con que arregla-
ron las pieles de ese animal.
Y cuando le hube explicado el pro-
blema de la frase picóse enorme-
ca del año. Su rostro quemado por
el sol y lleno de salitre por la deshi-
dratación de haber permanecido
allí casi un día no dejaba recono-
cerlo; pero igualmente los paisanos
lo auxiliaron y lo llevaron a la casa
de Doña Luisa Fierro una coma-
drona que curaba de todo, y ella lo
reconoció y curó. Allí permaneció
casi una semana para reponerse.
Cuando los vecinos se enteraron,
surgieron los comentarios.
-Pero si ha estado conmigo, hasta
las cuatro - dijo un peón de por
ahí.
-Estaba machadito, pero no co-
mo pa’ irse pa’l arroyo.
Una vieja ladina vociferó afligida:
-capaz que de tan borracho se per-
dió y rumbió pa’ esos laos.
-Pa’ mi que se lo llevó el diablo -
dijo un changuito que escuchaba
atento la conversación de los ma-
yores.
-Cáyese uste ¡No meta su cucha-
ra-Lo reprendió el maestro que es-
cuchaba atento las conjeturas de
José Hernández
Nació el 10 de noviembre de 1834
en los caseríos de Perdriel, en la
Chacra de su Tío Don Juan Martín
de Pueyrredón. Comenzó a leer y
escribir a los cuatro años. Educado
en el Liceo de San Telmo, en 1846
fue llevado por su padre al sur de la
provincia de Buenos Aires, donde se
familiarizó con las faenas rurales y
las costumbres del gaucho. Poeta,
periodista, contador, taquígrafo,
soldado, comerciante, estanciero y
político.
Su obra cumbre es “El gaucho
Martín Fierro” (1872), y “La vuelta
de Martín Fierro” (1879) un poe-
ma épico popular, considerado co-
mo una de las grandes obras de la
literatura argentina. Falleció en
1886.
mente y no me ha perdonado aque-
lla explicación.
Espero que á estas horas, estará Vd
escribiendo otro libro como este,
que es como una golosina: una vez
gustado, se anhela otro semejante.
Saludamos á V., Julio y yo, y le es-
trechamos cordialmente la mano.
De Vd. prima y afectísima amiga.
Juana M Gorriti
los lugareños.
Luego, mientras arreglaba su gar-
ganta con en ejem, ejem, les dijo a
los allí reunidos.
-Lo que creo yo, es que alguien lo
llevó hasta el arroyo para darle una
golpiza, porque siempre está ro-
bando las gallinas de alguien; y el
vino, a los críos, que van a comprar
para sus tatas.
Y moviendo la cabeza se alejó del
lugar, a su espalda se cerraba un
murmullo compadeciéndose del
pobre Caballo Loco.
Cuando éste se recuperó y pudo
hablar, se fue derechito para el bar
de “La Charata Pila”, así la apoda-
ban a la dueña. Quería tomar un
cachurín para componerse porque
ya no daba más con su boca seca y
sus temblores. Cuando entró, esta-
ban varios gauchos y peones del lu-
gar jugando al sapo, otros al truco.
Cuando Caballo Loco se paró en la
puerta, todos emitieron una excla-
mación al unísono: Oh!, Ah!, Uh!. los sucedido a cambio de un trago. arroyo, porque no van a creer que
Pasado el impacto, todos querían Cuando salió del bar al anoche- le ganaste a Mandinga dos veces.
sentarlo a su mesa, al famoso ahora cer, ido de borracho. Comenzó a
Caballo Loco. caminar rumbo a la casa de la co- (Fuente: “Antología de narrativa
Y él, ni lerdo ni perezoso, recorría madrona mientras se decía. popular y poesía de Jujuy y Salta”
las mesas contando su versión de -Caballo, trata de no rumbea pal Uocn en las letras)