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Naturaleza del conocimiento [editar]

Tipos de conocimiento [editar]


En la gnoseología se suele distinguir entre tres tipos de conocimiento: el conocimiento
proposicional, el conocimiento práctico o performativo, y el conocimiento directo
(acquaintance).5 El primero se asocia a la expresión «saber que», el segundo a la expresión
«saber cómo», y el tercero, en el español, se asocia a la expresión «conocer» (en vez de
«saber»). Así se dice, por ejemplo, que en la biología se sabe que los perros son mamíferos.
Este es un conocimiento proposicional. Luego existe un saber cómo entrenar un perro, el cual
es un conocimiento práctico o performativo. Y por último, el conocimiento por familiaridad es
aquel que posee quien dice, por ejemplo, «yo conozco a mi perro».5 La mayoría del trabajo en
gnoseología se centra en el primer tipo de conocimiento, aunque ha habido esfuerzos por
cambiar esta tendencia.6

Conocimiento proposicional[editar]
El conocimiento proposicional es un tipo de conocimiento intelectual que se tiene cuando un
sujeto sabe que X:

1. Si X es verdadero
2. Si cree en la verdad de X
3. Si hay fundamento para creer
Se lo asocia a la expresión del lenguaje ordinario "saber que" (en inglés, know that) . Por
ejemplo, decimos que sabemos que la Luna orbita alrededor de la Tierra, que el texto que
tenemos delante de los ojos está en español, que padecemos de dolor de muelas, o que 2 + 2
= 4. Todos estos conocimientos son muy diversos entre sí, pero tienen en común que todos
son conocimiento de una proposición.
El conocimiento proposicional es el tipo de conocimiento que se tiene cuando se sabe que
algo es el caso. Si tenemos o decimos que sabemos que la Luna orbita alrededor de la Tierra,
, o que 2 + 2 = 4. Se precisa el conocimiento proposicional , tienen en común que todos son
conocimiento de una proposición.

Conocimiento práctico[editar]
El conocimiento práctico, también llamado conocimiento operacional o procedimental, es el
conocimiento que se tiene cuando se poseen las destrezas necesarias para llevar a cabo una
acción. Se lo asocia a la expresión "saber cómo" (know how). Por ejemplo, decimos
que sabemos cómo ir en bicicleta, cómo redactar una carta comercial o cómo amamantar un
niño.
Es frecuente la suposición de que la mayor parte de la teoría del conocimiento "clásica" —es
decir, aquella anterior al siglo XX— se ocupa principalmente del conocimiento proposicional.
Sin embargo, los problemas del conocimiento operacional gozan de una extensa historia en la
filosofía occidental. En la gnoseología contemporánea, sin embargo, la mayoría de los
esfuerzos se centran en el conocimiento proposicional (enunciado que afirma o niega algo).

Muchas personas valoran el conocimiento por su utilidad práctica, por el grado


de prestación que él mismo les ofrecerá en su profesión o en las actividades
sociales. Tal cosa es un síntoma de estrechez mental, de superficialidad y
banalidad.

El sólo hecho de afirmar que un conocimiento “sirve” o “no sirve”, ya demuestra


supina ignorancia. El saber tiene valor per se. Primero porque nos enriquece,
pero además: ¿Quién conoce si en algún momento ese conocimiento “inútil” no
desencadenará algo notable o extraordinario? Esto puede ser, desde modificar
la mentalidad de una persona y orientarla hacia una vida mejor, hasta aportar
la última pieza de un rompecabezas que cambie algún paradigma científico,
social o cultural.

El Conocimiento es más importante que su aplicación o finalidad. Quienes


aprenden sólo por el hecho de adquirir habilidades para afrontar la vida, no
llegan a comprenderla nunca y viven una existencia carente de sentido.-

Conocimiento directo[editar]
El conocimiento directo, u objetivo (de objeto), es el conocimiento que se puede tener de
las entidades. En español, el conocimiento directo se asocia a la expresión "conocer". Por
ejemplo, decimos que conocemos a Juan Pérez, que conocemos tal canción, que conocemos
París.
Bertrand Russell trazó una distinción influyente entre conocimiento por familiaridad (en
inglés, knowledge by acquaintance) y conocimiento por descripción. El primer tipo de
conocimiento es el conocimiento de un objeto al que se tiene acceso directo, como puede ser
una percepción o un dolor. El segundo es en cambio el conocimiento de un objeto al que no se
tiene acceso directo, al que llegamos solo mediante una descripción definida que
refiere unívocamente al objeto siendo conocido. Por ejemplo, nuestro conocimiento del agua
es un caso de conocimiento por familiaridad, mientras que nuestro conocimiento del centro del
Sol es un caso de conocimiento por descripción.7
Conocimiento obtenido sin ayuda de la demostración; contemplación directa de la verdad, a
diferencia del conocimiento discursivo, siempre mediatizado no sólo por los datos de la
experiencia, sino también por el razonamiento lógico. Se distinguen dos variedades del
conocimiento directo: el sensorial y el intelectual, que en las doctrinas metafísicas se contraponían
drásticamente uno a otro. Antes de Kant, el conocimiento directo sensorial siempre se estudiaba
como conocimiento experimental por su fuente. Kant afirmaba que, además del conocimiento
directo de origen experimental existen también formas del conocimiento directo sensorial (espacio
y tiempo), precedentes a toda experiencia (apriorísticas). Kant rechazó la posibilidad de que la
mente humana pudiese realizar el conocimiento directo intelectual, considerando que este último
era propio de una mente más perfecta que la humana. El conocimiento directo intelectual lo
reconocían en la antigüedad Platón y Plotino; en el siglo 17, los
racionalistas Descartes, Spinoza y Leibniz; a fines del siglo 18 y comienzos del 19, los idealistas y
los filósofos alemanes del romanticismo Fichte, Schelling; y en el siglo 20, Husserl, entendiendo
por dicho conocimiento la capacidad de la mente de ver la verdad con los “ojos de la mente” y,
además, directamente, sin demostración; se consideraban como tales verdades, por ejemplo,
los axiomas de la geometría. Hegel sometió a crítica las teorías anteriores acerca del conocimiento
directo como teorías no dialécticas. Veía en el conocimiento directo la unidad del conocimiento
directo y el indirecto, pero consideraba erróneamente que la base de esta unidad era el
pensamiento mismo en proceso de desarrollo. El materialismo dialéctico ve la base de la unidad de
los conocimientos directo e indirecto en el desarrollo de la práctica material; las verdades
mediatizadas por la práctica y por el pensamiento, condicionado por ella, pasan a ser, en virtud de
la reiterada reproducción, directamente fidedignas.
Vías de acceso al conocimiento[editar]
Un debate importante y recurrente en la gnoseología es aquel entre el racionalismo y
el empirismo.8 El racionalismo es la doctrina que sostiene que parte de nuestro conocimiento
proviene de una «intuición racional» de algún tipo, o de deducciones a partir de estas
intuiciones.8 El empirismo defiende, en cambio, que todoconocimiento proviene de la
experiencia sensorial.8 Este contraste está asociado a la distinción entre conocimiento a
priori y conocimiento a posteriori,9 cuya exposición más famosa se encuentra en la
introducción a la Crítica de la razón pura, de Immanuel Kant.
Existen dos formas de adquirir el conocimiento:

 Sentidos: Es la información que se adquiere por contacto, visión, olfato, audición, gusto o
cualquier otro sentido como la propiocepción. Una variante elaborada de esta forma es la
transmisión de información entre personas, por ejemplo, comunicar lo que hizo una
persona cuando estaba sola.
 Razón: Elabora la información e infiere una conclusión. Por ejemplo: si se ponen todas las
piezas de un juego de ajedrez en una bolsa oscura y se van retirando una por una,
cuando quede una sola pieza se podrá saber cuál es esta pieza sin necesidad de sacarla.
Problema de Gettier[editar]
Artículo principal: Problema de Gettier

Desde al menos el Teeteto de Platón, la gnoseología contaba con una definición generalmente
satisfactoria de lo que es el conocimiento proposicional. Ésta era: el sujeto A sabe
que p (donde p es una proposición cualquiera) si y sólo si:

 El sujeto A cree que p.


 Es verdad que p.
 El sujeto A está justificado en su creencia de que p.
Por ejemplo, Isaac Newton sabe que en frente de él hay una manzana si y sólo si:

 Newton cree que frente a él hay una manzana.


 Es verdad que frente a él hay una manzana.
 Newton está justificado en su creencia de que frente a él hay una manzana.
Sin embargo, en 1963, Edmund Gettier publicó un artículo de tres páginas titulado ¿Es el
conocimiento creencia verdadera justificada?, en el que argumentó que la definición clásica no
es suficiente. Gettier mostró que hay casos en los que una creencia verdadera justificada
puede fallar en ser conocimiento. Es decir, hay casos en los que los tres requisitos se
cumplen, y sin embargo intuitivamente nos parece que no hay conocimiento. Retomando el
ejemplo anterior, podría ser que Newton crea que frente a él hay una manzana y esté
justificado en ello (por ejemplo, porque la está mirando), pero que sin embargo la manzana
sea de cera. En ese caso, según la definición clásica, Newton no posee conocimiento, porque
falta que sea verdad que frente a él haya una manzana. Pero supongamos también
que dentro de la manzana de cera hay otra manzana, más pequeña, pero real. Entonces
Newton cumple con los tres requisitos: Newton cree que frente a él hay una manzana; Newton
está justificado en su creencia; y de hecho hay una manzana frente a él. Sin embargo,
intuitivamente nos parece que Newton no posee conocimiento, sino que solamente tuvo suerte
(lo que se llama suerte epistémica).
Frente a este problema, muchos filósofos contemporáneos intentaron y aún intentan reparar la
definición, dando lugar a nuevas corrientes gnoseológicas. El problema de Gettier es uno de
los motores principales de la gnoseología contemporánea.

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