FRIEDRICH WILHELM NIETZSCHE (1844-1900)

El aporte fundamental de Nietzsche a la filosofía consistió en la realización de una crítica

en los ámbitos de la cultura, la moral y la religión. Entre sus obras más importantes se
encuentran Así habló Zaratustra (1883), Más allá del bien y del mal (1886) y Genealogía
de la moral (1887).
Teoría del conocimiento
Nietzsche realizará un severo cuestionamiento sobre la metafísica tradicional
que había hecho de la realidad algo inmutable y objetivo. Para él, el error principal de esa
metafísica había sido haber dividido la realidad en dos ámbitos: uno real y verdadero,
el metafísico; y uno ilusorio y falso, el físico. La realidad «verdadera» esconde
resentimiento y temor a la vida. Será necesario, sostiene Nietzsche, afirmar la vida, que
es puro devenir sin ningún sentido. No existe la verdad sino solo interpretaciones que
surgen de la voluntad de verdad. En oposición a esta voluntad de verdad Nietzsche
postulará la voluntad de poder, por la cual el propio sujeto le da a la realidad una
interpretación que le dé sentido a su vida.
Los conceptos son metáforas, es decir, aproximaciones inexactas a la realidad. El
conocimiento va por grados. En primer lugar, el sujeto se forma una imagen mental sobre
lo percibido. Después, esa imagen es convertida en un concepto por la necesidad de
relacionarse con los demás. Así se llega al lenguaje. El lenguaje es fruto de una
convención, es decir, de un acuerdo entre los hablantes y este no corresponde totalmente
a lo real. Poco a poco los conceptos fueron adquiriendo el carácter de esencias, o sea,
cosas fijas, y se olvidó su origen metafórico e inexacto. Tanto la filosofía como la ciencia
han caído en el error de entender la realidad como algo rígido. Por este motivo, Nietzsche
rescata el valor del lenguaje metafórico, ya que este permite una aproximación más
aproximada al modo de ser de la realidad.
Antropología
Para Nietzsche el hombre es un ser débil y en la naturaleza se encuentra en un
lugar inhóspito. Sin embargo, cuenta con la inteligencia, la cual le sirve para hacer frente
a los problemas que le surgen en su vida. El hombre debe dejar su estado de debilidad
y convertirse en superhombre. Para esto tiene que transformar todos los valores,
soportar el nihilismo y crear su propio sentido sin recurrir a Dios o a otra instancia
superior. El hombre que todavía no ha llegado al superhombre sigue la moral habitual,
que es la moral de los esclavos, la cual niega la vida.
La máxima afirmación de la vida Nietzsche la expresa a través de la idea del
eterno retorno. Esta idea afirma que todos los acontecimientos vuelven a repetirse
infinitamente. Con esto Nietzsche quiere afirmar el carácter cerrado del universo y la
necesidad de buscar un sentido en este universo y no en ningún otro lugar.
Religión
Nietzsche anunció la muerte de Dios como un acontecimiento histórico. Este
acontecimiento tuvo una doble consecuencia: por un lado dejó el camino libre al hombre
para que él cree nuevos valores, y, por otro lado, abocó a vivir en el nihilismo, es decir,

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en la falta de sentido más absoluto. Para superar este nihilismo el hombre tiene que dejar
atrás la idea de Dios y darle a la vida un sentido fijado por él mismo.
Ética y política
Nietzsche ve la moral desde un punto de vista histórico, como consecuencia, niega
la existencia de leyes morales universales y eternas. La moral es simplemente un reflejo
ideológico de la utilidad social y personal de ciertas normas. En su estudio de la moral,
Nietzsche distingue entre dos tipos de moral. La moral de los señores es aquella donde
lo bueno es lo noble y lo fuerte, mientras que lo malo es lo vulgar y débil. Esta fue
cultivada por los aristócratas. En contraposición a ella surgió la moral de los esclavos, la
cual se identifica con la moral del cristianismo. El motivo de este ataque a la moral de los
señores fue el resentimiento. Los débiles terminaron transformando la moral de los
señores dándole la vuelta. Los valores de la moral de los señores como el orgullo, el
poder, la fuerza, el autoestima y la arrogancia fueron considerados como vicios, mientras
que las deficiencias naturales como la humildad, la misericordia, la compasión y el amor
se convirtieron en los valores éticos dominantes. Los cristianos, que se identifican con la
moral de los esclavos, terminaron imponiendo sus normas a todo el mundo provocando
la negación de la vida. Por tanto, al cristianismo se debe haber debilitado al ser humano
y haber creado una sociedad mediocre y resentida. Como contrapartida, Nietzsche
plantea una transformación o transmutación de los valores haciendo que la moral de
los señores vuelva a ocupar el lugar que tenía antes. Cada individuo tiene que
abandonar la moral de los esclavos y vivir la moral de los señores.
Política
Nietzsche no fue militante de ningún partido político ni se adscribió a ningún
movimiento político. Sin embargo, sí mostró aversión hacia algunas corrientes políticas
de su época como fueron el nacionalismo y el antisemitismo, aunque después los nazis
se apropiaran de sus ideas y las manipularan a su antojo.
Nietzsche, más que preocuparle crear una tendencia política, deseaba motivar una
revolución cultural donde los valores dominantes fueran reemplazados por otros. Es aquí
donde puede ubicarse el rechazo de Nietzsche hacia la democracia y el socialismo,
pues veía a estos movimientos políticos como formas no religiosas del cristianismo.
Como contrapartida, hay en Nietzsche un aprecio por la aristocracia, es decir, por las
élites de la sociedad, pues estos parecen encarnar los valores que el cristianismo había
reemplazado. Esta aristocracia puede identificarse, en la época de Nietzsche con la
nobleza francesa y, sobre todo, con la figura de Napoleón. También hay que tomar en
cuenta que para Nietzsche existen hombres inferiores y superiores que corresponde a una
visión jerárquica de la sociedad.