Sei sulla pagina 1di 9

UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA

PLATA

Seminario: Problemas
Teóricos de la Educación
Profesor: Dr. Estanislao Antelo
Maestría en Educación

Esp. María del Pilar Martinangelo


La evaluación consta de tres partes:
1. La primera parte, consiste en la escritura de un texto corto (un máximo de 3
carillas a simple espacio) que seleccione, describa y analice un problema
teórico trabajado en el seminario. Se sugiere que en esta primera parte el texto
utilice y/o haga referencia a:

a- Fragmentos de las películas que pueden encontrar en el programa.


b- Bibliografía general y ampliatoria del seminario.
c- Entradas de diccionarios de Ciencias Sociales.

2. En la segunda parte, se busca que el maestrando describa brevemente su


trayecto de formación haciendo hincapié en aquello que consiguió pensar
durante el seminario y que no había pensado antes.

3. En la tercera parte, el maestrando debe confeccionar un glosario de su propio


texto que incluya al menos tres entradas.

Primer parte:

El problema teórico seleccionado se relacionará con el Bloque N° 2 del


programa de contenidos: ENSEÑAR, y con el problema teórico La experiencia
laboral de los docentes: vocación, compromiso y
entrega. El rol y oficio.

La película “El profesor” (Detachment) de Tony Kaye, 2011 trata


sobre Henry Bathes, un profesor suplente que posee empatía
emocional con sus alumnos. Cuando llega a la escuela en la que se
desarrolla la película, Henry es aceptado por sus alumnos. Vale
destacar que, paralelamente, se van desentramando también, aspectos
de la vida personal del protagonista que dejan entrever que su modo de
relación con el mundo, está signado por experiencias que le han tocado
vivir desde su infancia. Su madre se suicida, presuntamente porque era
violada por su padre, abuelo de Henry, el cual está internado y muere
en el desarrollo de la película.

El contexto de la escuela en la que trabaja es complejo, ya que la gestión que lo conduce


atraviesa problemas y no puede enfrentar las problemáticas que presentan los adolescentes que acuden
a la escuela.

La película termina con el suicidio público de una de las adolescentes de la clase de Henry, que
se sentía fuertemente discriminada por su aspecto físico. Tenía poca comunicación con su familia.

1
En cuanto al problema teórico La experiencia laboral de los docentes: vocación,
compromiso y entrega. El rol y oficio, se hace necesario plantear el análisis desde dos
aristas:

las capacidades de las que deberían estar dotados los docentes para
enseñar a los nuevos jóvenes de acuerdo con sus características
actuales;
el modo en el que los docentes enfrentan la tarea de enseñar.

Para comenzar el desarrollo del trabajo, se hará referencia al análisis que realiza
Bauman (2010) para comprender los tiempos posmodernos actuales. El autor utiliza la
metáfora de los sólidos y los líquidos, para hacer referencia a las características de la
modernidad y sus diferencias con la posmodernidad respectivamente.
Los líquidos, plantea, se desplazan con facilidad, fluyen, de derraman, se
desbordan, salpican, se vierten, se filtran, gotean, inundan, rocían, chorrean, manan,
exudan; a diferencia de los sólidos, no es posible detenerlos fácilmente ya que tienen
una clara dimensión espacial (Ibíd.).
Desde lo expuesto, se intenta poner en evidencia el contraste generacional que
existe en las coordenadas contextuales que definen las subjetividades de los
profesores y de los alumnos. Ambos pertenecen a generaciones diferentes, marcadas
por rupturas y discontinuidades.
En cuanto a la primer arista, el modo en el que los docentes enfrentan la
tarea de enseñar, como así también las capacidades de las que deben estar
dotados para hacerlo, es pertinente plantear que ya no les basta con el conocimiento
experto de la disciplina o aquél que específicamente se adquirió en la formación inicial:
es necesario estar provisto de capacidades relacionadas con lo actitudinal para poder
enfrentar la complejidad que comprende la tarea de enseñar. Tal como afirma Antelo
(2009: 2) “(…) para enseñar mejor es preciso apropiarse de destrezas que permitan la
coexistencia de las nuevas competencias que los alumnos ponen en acción en el uso
de las tecnologías y los saberes propios de la cultura escolar (…)”.

Caparrosi (S/D) afirma que las prácticas de la enseñanza poseen dimensiones,


y que, entre éstas se encuentran las denominadas emocionales y pasionales, las
cuales se transmiten a través de lo que no se dice y se expresan por medio prácticas
corporales. En este sentido, Antelo (Op. Cit., 2009) afirma que cuando está en juego el
afecto, se allana el camino de la relación pedagógica.

Abramowski (2012) afirma que la cuestión afectiva ha cobrado fuerte presencia


en el ámbito educativo, y que la labor docente se ha puesto en el centro de la escena.

2
En el mismo sentido, hace referencia a la tendencia a instalar a la Psicología como la
disciplina en la que se encontrarían algunas pistas para interpretar y dar respuestas a
las problemáticas actuales. Estar alfabetizado emocionalmente1 sería actualmente
una meta educativa (Ibíd.).

Es necesario destacar que, los profesores han de dotarse de todos aquellos


elementos y destrezas que les permitan acercarse a las manifestaciones de los
adolescentes, que se relacionan también con el uso de las nuevas tecnologías.

Intuir, negociar, percibir parecen ser destrezas necesarias hoy para estar frente
a los alumnos. Se trata de poder identificar sus necesidades e imbricarlas en las
cuestiones relacionadas con la disciplina a enseñar. Tal como afirma Antelo (Op. Cit.,
2009: 4) “(…) el remedio frente a las mudanzas contemporáneas es el vínculo, ese
saber percibir lo que sucede y ese otro saber aproximarse a la vida de los jóvenes
(…)”.

Se planteará la necesidad de definir qué implican las relaciones afectivas para


los profesores y para los alumnos (Op. Cit., Abramowsky, 2012) ya que, lo afectivo, se
construye en contextos históricos a partir de los discursos disponibles creencias,
saberes y normas. En este sentido se puede afirmar que existen rupturas y
discontinuidades generacionales. Los jóvenes poseen estándares de entendimiento
que difieren de los de sus profesores. Carli plantea que existe un quiebre en las
experiencias de vida de las generaciones, las cuales han estado signadas por diversos
acontecimientos sociales, económicos y políticos. La autora afirma que, (2006: 19)
“(…) el ciclo que va de la posdictadura al año 2000 ha dejado en la niñez argentina las
huellas de cambios globales y locales que lo diferencian de otros ciclos históricos (…)
El traumático pasaje del modelo de sociedad integrada a principio de los años ´70, al
modelo de sociedad crecientemente polarizada y empobrecida a fines de los años
´90, en el marco de la expansión mundial del capitalismo financiero, permite constatar
que el tránsito por la infancia como un tiempo construido socialmente asume hoy otro
tipo de experiencias respecto de las generaciones anteriores y da lugar a procesos y
modos de configuración de las identidades (…)”.

Si se toma como referencia la definición del término afecto, el mismo hace


referencia a estados emocionales de diversa intensidad y corta duración que reduce el

1 La cita es de Ecclestone & Hayes (2009).

3
autocontrol2. Pareciera que, las cuestiones afectivas están en el centro de la escena, y
definen las relaciones entre profesores y alumnos: condicionan el aprendizaje.

En cuanto a la segunda arista, el modo en el que los docentes enfrentan la


tarea de enseñar, no ha de escaparse al análisis que ya se ha mencionado. La tarea
docente históricamente ha estado teñida de legitimidad3, la cual se define por su
potencial de explicar, justificar y encuadrar determinados conocimientos y capacidades
que se consideran socialmente significativos en la institución escuela.

Los impactos políticos, económicos y sociales, dieron origen a lo que Esteve


(2006) denomina Tercera Revolución Educativa. La misma se originó en los últimos 30
años a partir de los diversos cambios políticos y económicos, han generado avances
en los sistemas educativos. Éstos han forjado problemas difíciles de asimilar, dada la
rápida aceleración del cambio social y la lenta capacidad de cambio del sistema
educativo para satisfacer las demandas sociales de la sociedad del conocimiento que
se desarrolla en forma espiralada, y, en la que, se hace necesario, pensar en el papel
de la educación desde perspectivas abarcativas.
En la actualidad, los escenarios se presentan diferentes ya que aquella
legitimidad está cuestionada. Los docentes atraviesan diversas situaciones que van
desde el stress hasta los deseos infinitos de cambiarse de cargo (por algún otro dentro
del sistema educativo que no tenga contacto directo con los alumnos) o jubilarse.
También, como afirma Antelo (2010) el fantasma de la responsabilidad civil acecha las
subjetividades de los docentes que no encuentran sentido en su tarea.

Dubet4 afirma que la clave está en poder encontrar sentido al oficio docente,
que se define por la capacidad de objetivar el trabajo que se ha realizado. Un
posicionamiento de estas características implica poder trabajar con las variables
explicitadas anteriormente, relacionadas con la complejidad de los tiempos actuales,
comprendiendo que, el oficio docente difícilmente podrá evidenciarse en trabajos
acabados ni vivirse de modo homogéneo. Las capacidades que deberían portar los
docentes actuales deberían relacionarse con poder encontrar nuevos sentidos que
iluminen la tarea.

Segunda parte:

Mi trayecto formativo es relativamente corto: comencé a trabajar como docente


del Nivel Inicial, mientras terminaba la Licenciatura en Ciencias de la Educación. Cabe

2
La definición fue tomada del Diccionario de Ciencias de la Educación de Ed. Santillana, 1996.
3 Ibíd.
4 Citado por Antelo (2010).

4
destacar que transité este camino en una Universidad privada, ya que, por cuestiones
económicas, en ese momento, era muy difícil que mi familia pudiera sostener ese
trayecto estudiando en otra ciudad (vivo en Mar del Plata y la carrera de Ciencias de la
Educación de la Universidad Nacional de Mar del Plata fue cerrada durante la última
dictadura cívico militar).

Luego de algunos años de trabajar en el Nivel Inicial, me dediqué


exclusivamente a la Formación Docente Inicial y al Nivel Secundario. Allí fui
encontrándome con realidades diversas que enriquecieron mi caudal empírico. Un
FLACSO, y luego en la Universidad Nacional de La Plata. Esto definió y cambió el
tamiz comencé a ver la realidad educativa que me circundaba, tanto los
comportamientos sociales de mis colegas, como los de los alumnos.

En primer lugar, observé que los profesores, en especial los que tienen más
trayectoria, ansiaban culminar con su carrera o solicitar carpetas médicas
psiquiátricas, ya que el stress y el cansancio los han vencido y consideran que el oficio
de educar, ya no posee la legitimidad que supo tener tiempo atrás. Allí, tal como afirma
Antelo (2010), existen algunos factores que hacen que se desgaste la legitimidad
docente, influenciada también por los mensajes que transmiten medios de
comunicación, que en ocasiones demonizan el actuar docente, escondidos detrás de
los fantasmas de la responsabilidad civil anclado en los decires de los padres y las
nociones de escaso compromiso que instalan en las subjetividades del colectivo
social.

En segundo lugar, la creciente necesidad afectiva de los alumnos como


condición indispensable en la relación pedagógica. Los tradicionales estudios
sociológicos (Berger y Luckmann, 1997) explican que la socialización primaria es
fundamental en el desarrollo de la niñez y que su carga emocional condiciona el
desarrollo futuro del sujeto en sociedad. En la actualidad se sabe que, la familia se ha
corrido de su rol socializador, dando lugar a que otros agentes ocupen su lugar. Esto
produce, entre otros factores que las tradicionales asimetrías que existían en la
relación pedagógica se diluyan, poniendo en el centro de la escena al profesor, que es
quien debe velar por generar condiciones afectivas óptimas, generando adhesiones
subjetivas primero (Op. Cit., Antelo, 2010) para luego, poder enseñar los contenidos
prescriptivos.

Esto plantea un escenario se hace necesario superar la dicotomía


afectivización - enseñanza, para poder situar a alumnos y docentes en las

5
necesidades contemporáneas: ambas son necesarias para llevar adelante las
prácticas de la enseñanza.

Durante el desarrollo del seminario, y a partir de la lectura de la bibliografía


propuesta en el Bloque de contenidos Nº 2, comencé a pensar en cómo se puede ir
delineando este camino, cómo hacer para construir miradas abarcativas que
contemplen la complejidad actual. En primer lugar, es necesario reconocer que, sin
caer en perspectivas absolutistas, si son necesarias ciertas capacidades
relacionadas con la inteligencia interpersonal, para poder llevar adelante clases, en
las que se espera que los alumnos aprendan los contenidos socialmente
significativos5. Empatía, construcción colaborativa, reconocimiento mutuo, prácticas
emocionales y pasionales, parecen ser cuestiones necesarias que le dan legitimidad a
la enseñanza, sobre todo, en el Nivel Secundario. Una mención aparte merece
también el trabajo con los padres, quienes frecuentemente responsabilizan a los
docentes del fracaso educativo de sus hijos. Se hace necesario generar dispositivos
comunicativos que hagan circular permanentemente la información referida a todos los
aspectos de la vida institucional de los alumnos, no solo de sus desempeños en
cuanto al aprendizaje, para que de este modo las cuestiones de asimetría cognitiva
puedan ser redefinidas: si bien siempre existe una jerarquía gnoseológica entre los
padres y los docentes, el desafío sería que pudieran captar el sentido de las acciones
educativas de las instituciones escolares que transitan sus hijos. Se trata de realizar
transposiciones didácticas6 con metodologías particulares para los padres. Cuando se
aprehende el sentido de las acciones y tareas, las mismas son más fáciles de llevar
adelante, con el consenso o aprobación parcial de la comunidad educativa.

Es necesario aclarar que, estas relaciones deben darse en el marco de


contextos específicos atravesados por la institucionalidad propia de cada escuela.

5 Si bien los contenidos a enseñar están definidos en los Diseños Curriculares, es necesario plantearse en
cada institución educativa aquello que realmente se cree que tendrá utilidad fáctica y real para los
alumnos, en sus vivencias en una realidad compleja.
6 Chevallard hace referencia con este concepto a las transformaciones adaptativas que sufre un saber

para que pueda ser un objeto de enseñanza. Si bien en el caso del presente trabajo, no se refiere a
contenidos puntuales, se hace referencia a aquellos saberes que es necesario informar a los padres para
que estos, de algún modo, sean partícipes del proceso educativo de sus hijos .

6
Tercer parte:

Conceptos a desarrollar:

Legitimidad docente: en el pasado, la legitimidad docente y la autoridad


pedagógica estaban basadas en los saberes del oficio y en la confianza que
implicaba socialmente el ser docente. Actualmente la cuestión pasa por otro
lado: ya no solo alcanza con los conocimientos específicos relacionados con la
enseñanza y el aprendizaje, sino que es necesario desplegar, toda una serie
de técnicas relacionadas con las competencias emocionales, para tratar de
captar la atención y la aprobación de los alumnos, para que, el desarrollo de la
tarea sea legítima. Dubet7 afirma que la las reglas del juego están marcadas
por la Ley de atracción profesoral en la que mandan las personalidades y los
encuentros. Las relaciones con los conocimientos se tornan superfluas.
Los medios masivos de comunicación, la responsabilidad civil y los circuitos
burocráticos del sistema aportan al desgaste de la legitimidad docente, ya que
cuestionan incesantemente la labor educativa.
Necesidad afectiva de los alumnos: son aquellas manifestaciones que
exteriorizan los alumnos – adolescentes en el ámbito escolar, que dan cuenta
de apetencias relacionadas con cuestiones psicológicas o afectivas que se
ubican en el centro de la escena pedagógica contemporánea y sobre las que,
los docentes deben trabajar para lograr avanzar en los procesos de enseñanza
y aprendizaje. Cabe destacar que, las manifestaciones de afecto son
construcciones histórico – sociales, definidas temporalmente.

Capacidades relacionadas con la inteligencia interpersonal: son aquellas


relacionadas con el entendimiento nuclear para sentir distinciones entre los
demás: en particular, inestabilidad de los estados de ánimo, motivaciones e
intenciones. Tal como se desarrolló en el presente trabajo, las competencias y
la alfabetización emocional son condicionantes clave a la hora de encarar el
proceso de enseñanza y aprendizaje, ya que de aquéllos depende que pueda
llevarse adelante el mismo. El desafío radicaría en construir, tal como
menciona Watkins8 , una interafectividad que permita favorecer el proceso
educativo mientras está sucediendo.

7
Citado por Antelo (2010).
8
Idem.

7
Bibliografía consultada:

 Antelo, E., “¿Qué sabe el que sabe enseñar?: un estudio exploratorio acerca
del estatuto del saber de los profesores en la escuela secundaria”. Dirección de
Investigación del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, 2008-
2009. Fragmentos sine-qua-non
 Antelo, E, “Compromiso”, “Oficio”, “Vocación” y Júbilo y jubilación”, en:
Personal Teacher. Revista “La tía” N°5, 6, 7, 8. Rosario. 2010.
 Antelo, E., “Maestros a la obra”, en: Revista Laberintos. Año 4 número 9. 2010.
 Abramowski, A. L., Maneras de querer: los afectos docentes en las
relaciones pedagógicas. Buenos Aires: Paidós. 2010.
 Bauman, Z., Prólogo, en: Bauman, Z., La modernidad líquida, Bs. As., Fondo
de Cultura Económica, 2010.
 Berger P., Luckmann T., La construcción social de la realidad, Buenos
Aires, Amorrutu editores, 1997.
 Caporossi, A., Las prácticas de enseñanza un acto político, Avance del trabajo
de investigación “Las prácticas de la enseñanza en EGB 1. La dimensión
política del acto de enseñar”. Disponible en:
www.quadernsdigitals.net/index.php?accionMenu...descarga
 Carli, S., Notas para pensar la infancia en la Argentina (1983 - 2001), en: Carli,
S., La cuestión de la infancia, Bs. As., Ed. Paidós, 2006, 19 a 49 p.
 Chevallard, I., ¿Qué es la transposición didáctica? En: Chevallard, I., La
transposición didáctica, Bs. As, Ed. Aique, 2005, 3ra. Edición, 45 a 46 p.
 Diccionario de la Ciencias de la Educación, Bs. As., Ed. Aula Santillana, 1997.
 Esteve, J. M., Identidad y desafíos de la condición docente, en: Tenti Fanfani E.
P. (comp.), El oficio del docente. Vocación, trabajo y profesión en el siglo
XXI, Buenos Aires, Siglo XXI/iipe-unesco/Fundación Osde, 2006, 19 a 69 p.
 Jackson, P., Práctica de la enseñanza. Buenos Aires. Amorrortu, 2002.

Potrebbero piacerti anche